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VICERRECTORADO
ESTADO BARINAS
COORDINACIÓN
Materia: Crítica Epistemológica de la Educación
ÁREA DE POSTGRADO
Facilitador: Dr. Ricardo J. Chaparro Tovar
Un buen método de enseñanza no tanto se propone comunicar mucha ciencia al estudiante, cuando dar a
su entendimiento poderoso impulso y rumbo cierto. Don Andrés Bello
individuos con importancia y cuyas experiencias pueden ser asimiladas como parte de un
nuevo modelo del conocimiento.
Del mismo modo, se parte del principio básico de un modelo epistemológico basado en
la participación y sobre todo en aceptar que algunos actores sociales, son relegados porque
esta condición responde a los intereses de grupos hegemónicos, que sobre todo mantienen
control sobre lo que se puede estimar como ciencia y lo que no. Al respecto, la
epistemología critica, enfrente la teoría de mercado, que subyace en la ciencia académica y
coloca el interés humano por sobre cualquier otra consideración subalterna. En este aspecto,
la relación con la sociología, sobre todo la asociada al estudio del desarrollo, es
fundamental porque mantiene una referencia con el tema del cambio social.
Cabe destacar, que la sociología como ciencia de lo humano, desde una perspectiva de
cambio social, se encuentra en conjunción directa con el fenómeno de las culturas. Para el
inicio del largo viaje de las ciencias sociales, especialmente después de la escisión
representada por el estudio geográfico y los descubrimientos de nuevas sociedades, dan pie
a la necesidad de establecer un mecanismo diferente al planteado por el método clásico,
según el cual, después de la observación se pueden presentar hipótesis que se mantienen
como verdades en el tiempo, dispuestas para su comprobación a través de la
experimentación.
Por el contrario, la sociedad humana, particularmente la que se va descubriendo a lo
largo de los siglos XVIII y XIX, exigen una revisión de la manera en la cual se interpreta la
realidad de cada grupo particular y este tipo de estudio, eclosiona en el siglo XXI
particularmente en Latinoamérica. Este es un momento estelar de la ciencia, plasmado en el
desarrollo de los estudios sociales complejos, en los que los investigadores van
determinando el mapa de la cultura humana en su enorme diversidad y sobre todo en su
complejidad e imposibilidad metodológica de medir o comprender a través de los
planteamientos reduccionistas de la ciencia natural.
En ese mismo sentido, Burgos (1999): “Resulta imposible medir cuando se trata del
hombre y por ello, es preferible intentar comprender”. Esto señala precisamente el camino
planteado por la epistemología crítica, que intenta definir realidades diversas y colocarlas
en el entorno de soluciones a problemas que tienen sobre todo, las culturas del sur. Se trata
Reflexión Epistemológica de la Educación
entonces, de una corriente que como se señaló anteriormente, intenta una especie de
liberación a través de la verdad, que a su vez, es descubierta con nuevas herramientas.
Después de las consideraciones anteriores, el desarrollo de la investigación científica, ha
presentado una larga evolución que se inicia con los griegos, padres del conocimiento
científico en general y de la filosofía en particular, con especial interés en el enfoque
epistemológico que según Arreaza (2001): “Permite catalogar, como una antigua pretensión
de estabilidad en el conocimiento”. En este contexto es sumamente importante sobre todo
en función de la epistemología la concepción de la investigación como proceso derivado de
un todo sistemático que le da vida y contenido. En efecto a partir de la propia filosofía
clásica greco romana, la investigación se ha considerado como un paso para la
determinación de la verdad pero es solo con el advenimiento de Descartes y el desarrollo
del Método, que alcanza su máxima expresión como expresión del conocimiento humano.
En efecto, a partir de la presencia del método científico es que se explora el carácter
sistemático, organizado, verificable y concreto del conocimiento. La ciencia no es solo la
creencia en un conjunto de leyes abstractas, sino la comprensión del universo a partir de la
explicación que conjuga tanto la experiencia como la matemática. En un principio de la
carrera por la ciencia concreta es a través de la matemática que se espera explicar la
realidad, partiendo de un mecanismo específicamente ideado para formular la manera de
convertir una explicación empírica en una verdad, casi absoluta.
Sin embargo, es en este grupo de ciencias en las que se presenta el problema de la
explicación a través de la matemática y por lo tanto del absoluto que genera dicho
procedimiento. La experimentación debe dar como resultado, una experiencia repetible bajo
la misma generación de situaciones y por ende, una generalización de dicha dato para
convertirlo en una teoría que con el tiempo termina por ser una Ley. En este entorno, según
Guerrero (1998): “el proceso de investigación posee una lógica primaria, básica, toda
hipótesis comprobada debe convertirse a través de la experiencia investigada, controlada,
en una Ley absoluta al mismo estilo de la Ley de la Gravedad o de la Ley de los vasos
comunicantes, absolutas, si se repiten los contenidos experimentales con exactitud”.
Con referencia a lo anterior, a pesar de la sensación de certeza que el modelo ofrece, la
irrupción de nuevas ciencias como las sociales, así como el concepto de la relatividad
general de Einstein, dieron origen a una nueva concepción de la ciencia y de la
Reflexión Epistemológica de la Educación
investigación que debía ser revisada con carácter exhaustivo para lograr comprender como
insertar este tipo de situaciones en un modelo que no acepta modificaciones y que parte del
absoluto numérico, reduccionista pero al mismo tiempo, extraordinariamente lógico para la
experiencia humana, sobre todo para la del siglo XVIII y principio del XIX.
De hecho, es en este entorno que surge la idea de cuestionar lo absoluto del método y de
intervenir de alguna manera, la certeza derivada de la lógica aplicada hasta ese momento en
la investigación científica, correspondiendo esta tarea a Karl Popper quien en pleno siglo
XX, redacta un documento que sienta las bases para el denominado falsacionismo, que se
convierte en un paradigma ampliamente aceptado, sobre todo por la simplicidad de su
planteamiento, inscrito precisamente en la lógica del conocimiento científico y de la validez
de las hipótesis.
Es por ello, que en primer término Popper parte de tres conceptos fundamentales, por
una parte, asegura que la lógica aparentemente inquebrantable del método se basa en un
supuesto que no puede asegurarse a lo largo del tiempo, las ciencias empíricas, es decir,
basadas en la repetición de la experiencia guiada por la investigación, crean un soporte
metodológico, generado a partir de la inducción, es decir, el científico recrea las
condiciones idealizadas de un problema para investigarlo describiéndolo según lo observa,
una vez que alcanza una conclusión, plantea una serie de relaciones observables que
generaliza.
Ahora bien, la pregunta que subyace es: ¿La experiencia investigada, realmente podrá
repetirse hasta el infinito con el mismo resultado? Nadie lo h intentado, es decir, se acepta a
priori que un número equis de repeticiones son suficientes para afirmar el contexto lógico
del resultado y por lo tanto su conversión en una verdad absoluta. Pero, como abordar
entonces el problema de la gravedad, no tan real ni absoluta en el campo del átomo. De
hecho, en este espacio las partículas parecen no obedecer esas condiciones absolutas que la
Ley de la Gravedad estipula para el resto del Universo y por lo tanto, se genera la duda, en
torno a ¿Qué otros fenómenos o espacios no repiten o reportan el absoluto determinado por
la gravedad?
Según se ha citado, el autor sostiene en este contexto, que todo aquello que debe ser
comprobado exhaustivamente no es lógico ni acorde con el enunciado de la hipótesis,
porque contiene en sí mismo, una posibilidad de error, de falsedad y por lo tanto de
Reflexión Epistemológica de la Educación
fundacionales y por su realidad divergente en cuanto a la del norte del planeta. Esto debe
impactar necesariamente en la manera de hacer ciencia sobre todo en el plano investigativo
y particularmente en los aspectos que rodean el problema social.
En este caso, es vinculante la investigación educativa como el producto de un proceso de
reformulación permanente que no en balde se demuestra en los constantes procesos de
readaptación de programas, proyectos, instrumentos curriculares y demás documentos
expuestos por muchos investigadores de dicha área. Se trata de una búsqueda de realidades
alternativas, que no pueden asimilarse a las del hemisferio norte, por cuanto son
experiencias totalmente diferentes.
Al respecto, señala Castro Gómez (2009), que en Latinoamérica “Se ha venido operando
un cambio de paradigma en la investigación social, porque se hace énfasis en la adaptación
y la revisión permanente” (p. 3). Esto implica una evolución hacia la construcción de un
saber basado en experiencias particulares no generalizables, sino muy específicas y
relacionadas con un entorno que no puede trasladarse.
En efecto, parte del problema en la investigación social del sub continente, radica en la
diversidad, en la manera en la cual, Latinoamérica no se corresponde con una unidad
cultural, étnica ni social, al contrario, se trata de muchas realidades sobrepuestas unas a las
otras. De esta forma, se niega una tendencia existente en el mundo de los estudios
culturales que intentan asimilar una sociedad homogénea, al estilo europeo o
norteamericano, con valores trascendentes a las fronteras, que no puede verificarse en un
ámbito geográfico en el que impera la diversidad.
En este sentido, los intentos por generalizar resultados, que provienen a su vez del
enfoque positivista de la ciencia, no se han podido verificar como corrientes de
pensamiento concreto y delimitado. Al contrario, en una demostración de su carácter
cósmico, Latinoamérica impone una revisión de los mecanismos de investigación social
para aportar una nueva modalidad, directamente relacionada con la realidad particular de
cada grupo. Una realidad a la que alude González Casanova cuando afirma que la
investigación social en esta región, ha determinado no la búsqueda de certezas, sino de
posibilidades.
En función de lo anterior, se puede considerar que Latinoamérica se convierte en el
terreno fértil para la experiencia de búsqueda alternativa de un enfoque epistemológico que
Reflexión Epistemológica de la Educación
la exclusión”. Esto quiere decir, que vienen días más duros y críticos para la nación al
revelarse contra poder hegemónico colonizador de las mentes del pueblo latinoamericano y
Caribeño, como también de los cómplices nacionales que se subordinan a estos poderes. No
es una tarea fácil, durara años, pero esperemos que sea para beneficio de nuestros
descendientes que son los herederos de la patria grande.
En ese mismo sentido, la importancia que tiene la educación superior en el desarrollo
de cualquier sociedad es ya un lugar común en las discusiones políticas y académicas sobre
la materia. No obstante, dicha aserción no resuelve la pregunta sobre qué tipo de educación,
para qué desarrollo y para qué sociedad, para ello es indispensable reconocer el carácter
histórico y político de esa relación. No obstante, en dicha afirmación no es transparente ni
unívoco el significado del tipo de desarrollo esperado para cada sociedad, como tampoco lo
es el tipo de educación que permitirá promoverlo. En otras palabras, si bien hay consenso
entre la estrecha relación entre educación y desarrollo, la pregunta sobre qué educación
para qué desarrollo para qué sociedad sigue en pie.
Ante la situación planteada, se trata de una mirada que esboza un balance sobre los
cambios ocurridos en los últimos años, para considerar, a continuación, el actual contexto
de la educación superior de la región y los desafíos frente a los cuales deberán generarse
nuevas respuestas. En los años noventa el clima político hegemónico indicaba que los
Estados debían limitar su intervención en determinadas áreas en pos de reducir sus gastos y
ordenar sus cuentas fiscales, el mercado y la sociedad civil se ocuparían de cubrir aquellos
vacíos generados por el corrimiento de la acción estatal. La educación superior fue objeto
de estas políticas, en algunos casos con consecuencias positivas y en otras negativas.
Es oportuno señalar, que el nuevo siglo trajo consigo nuevas coordenadas políticas y
varios de los países más importantes de América Latina han recuperado la capacidad, la
iniciativa y la legitimidad de sus Estados para volver a intervenir en diversas áreas.
Subyace entonces la pregunta de cómo este nuevo contexto político podrá o no incidir en
una transformación positiva de la educación superior de la región. Pretendemos sumar un
aporte al debate que pone en el centro la pregunta sobre qué educación podemos y debemos
promover para construir una sociedad con desarrollo productivo y cultural autónomos, con
diálogo y participación en el escenario internacional, con equidad, integración y
solidaridad, y con desarrollo sostenible.
Reflexión Epistemológica de la Educación
A los efectos de este, otro argumento fuerte en que se apoyaban las recomendaciones
vigentes en los noventa era la necesidad de integrar de manera más eficiente a los sistemas
educativos nacionales latinoamericanos entre sí y con otros sistemas del resto del mundo.
La referencia, en este caso, se apoyaba en dos argumentos: por un lado, la globalización
como proceso inexorable que invitaba en la versión optimista ofrecida por los organismos
internacionales a sumarse a un proyecto de integración, colaboración y complementariedad
entre los sistemas educativos del mundo. Por otro lado, en algunos casos ya avanzados los
años noventa, se presentaban los acuerdos establecidos entre los países europeos, a partir
del proceso de Bolonia, para integrar y/o articular los sistemas educativos del viejo
continente.
Como puede observarse, la matrícula de educación superior ha continuado en expansión,
tanto en el ámbito público como privado. El crecimiento del número de las instituciones
también se ha mantenido en alza, si bien algunos de los mecanismos de evaluación y
acreditación y la saturación misma de la oferta han actuado como inhibidores para la
creación de nuevas instituciones. Por otro lado, en algunos países se han puesto en marcha
proyectos, impulsados por el Estado, para paliar el problema del acceso diferencial a la
educación superior. Es decir, intentar que el crecimiento de la matrícula sea un mecanismo
de inclusión social. A instancias de la nueva orientación política de la mayoría de los
Estados latinoamericanos, los procesos de integración regional han comenzado a tener
efectos concretos en el campo de la educación superior.
Según se ha visto, el crecimiento de los postgrados debiera estar acompañado por
esfuerzos interinstitucionales, así como la conformación de redes que dinamicen el
intercambio y la cooperación entre estos cuadros. De este modo, a través de los posgrados
se canalizan importantes transformaciones contemporáneas de la educación superior, tales
como los esquemas de formación continua, los procesos de movilidad académica, la
aparición de nuevas disciplinas y, muy vinculado a este último aspecto, la difusión mundial
de las reglas de legitimación académica. Por otra parte, ante el propósito de elevar la
dotación de personas formadas en el nivel superior, son relevantes las políticas referidas al
posgrado y al fortalecimiento de la formación y actualización de los formadores.
De la misma manera, las acciones referidas a la educación superior discurren a través de
diversas variables y suponen efectos de distinto tenor. Presentaremos los desafíos que, a
Reflexión Epistemológica de la Educación
Referencias