Con Mercurio en aspecto con Plutón la comunicación y el
conocimiento se equiparan ya desde muy pronto con el poder.
Es corriente que exista una temprana conciencia de que nuestras
ideas infantiles están en inferioridad de condiciones y son coartadas por los adultos. Esto es algo relativamente normal en cualquier niño, pero en uno con este aspecto es, además de normal, importante.
Esta especie de inhibición inicial generada por el mayor poder o
superioridad mental del adulto genera ansias de autoafirmación, seguridad, control y sobre todo cautela.
Si el aspecto es tenso o hay a su vez aspectos tensos de Saturno a
los significantes de la mente en la carta (Mercurio, casa 3 y casa 6) es posible la existencia de bloqueos en la facultad del habla, la capacidad de aprendizaje e incluso en las habilidades motrices, pero estos son casos muy extremos.
En el mayor número de casos lo que este aspecto genera es que
nuestro cerebro funcione como una especie de radar infalible que gusta de profundizar hasta la raíz de todo lo que le interesa, con el fin de asegurarse esa autoafirmación, esa seguridad, ese control sobre el otro y esa cautela que lo mantiene en una posición de ventaja.
La capacidad para “descubrir” todo lo oculto está muy marcada
cuando Plutón y Mercurio forman un aspecto, en especial si este es una conjunción.
Por otro lado la tendencia a auto analizarse y a analizarlo todo
también está muy marcada con este aspecto. No en vano algo también típico de este contacto en la carta astral es su asombrosa penetración psicológica, que permite leer en los demás como si fueran libros abiertos al tiempo que el individuo se mantiene perfectamente oculto.
De hecho se dice que Mercurio-Plutón aparte de un investigador,
espía o detective es un psicólogo en potencia.
No hay duda de que uno de sus mayores intereses a nivel
intelectual, uno de los mayores motores de su curiosidad es todo lo que suene a encubierto, escondido o incluso tabú o prohibido. Después de todo Mercurio Plutón también da muy a menudo una mente algo morbosa a la que le encanta desvelar secretos, transgresora y hasta subversiva.
El lado negativo de esto es que a veces aparece una tendencia a
estar siempre indagando, buscando motivos ocultos, y en definitiva a buscar los tres pies al gato; por lo que puede dar una mente muy desconfiada y enrevesada, que por otro lado necesita estar continuamente dominando abierta o encubiertamente la situación (esto último es muy evidente en la cuadratura).
Un aspecto Mercurio Plutón es también símbolo de una mente
“pasional”; entregada en cuerpo y alma a aquello que le interesa o fascina, pero además, es una mente muy poderosa, capaz de grandes esfuerzos; y sobre todo y ante todo profunda.
Cuando algo llama su atención, lo hace de forma absoluta, con
una gran entrega; en cambio, si algo no le interesa mucho, simplemente no existe y no le presta la más mínima atención.
Debido a esta fuerte “pasionalidad” mental a veces sus intensos
sentimientos pueden llegar a “nublar” o “contaminar” sus ideas; sobre todo si ese Mercurio está en un signo de agua o este elemento tiene una fuerte presencia en la carta.
Otro aspecto negativo de esa pasionalidad es que con este
contacto (sobre todo en el caso de la oposición y también de la cuadratura) puede haber además cierta “radicalidad intelectual”.
Mercurio-Plutón puede llegar a ser muy extremo en el nivel
mental, (en especial si Sagitario está fuerte en la carta o Júpiter presenta aspectos duros con Mercurio, la casa 3 o la 9) existe la capacidad de defender las creencias y opiniones propias con gran fervor y en ciertos casos un Mercurio-Plutón puede llegar al extremismo ideológico.
Aparte de una increíble capacidad indagadora, profundizadora y
de intensa actividad y compromiso intelectual, Mercurio-Plutón lleva implícita la capacidad para convencer a los demás, para arrastrarlos o atraerlos al propio terreno, algo que junto con su tremenda astucia constituye una de sus mejores armas.