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UNCION DE EHFERMOS
ausa del desorden y falta de armonía en todos todos los órdenes, y tam-
bién a veces con las fuerzas mágicas o demonfacas que actúan en nuestra
(ya desde el libro de Job) se intentan resolver en las varias épocas recu-
muni
Cristo,
y la muerte han entrado en nuestra historia por obra del pecado humano,
la enfermedad
recibe
nueva luz.
curaba a los enfermos, les dedicaba su tiempo, les animaba. Tanto a los
sobre todo, a los enfermos de todo tipo que aparecen en su camino, Cristo
les atiende. Aparece curando, imponiendo las manos a los enfermos, exor
ue sufre sin atenderle. Predicar y curar enfermos eran las dos activida-
bolo y sacramento del poder liberador integral que como mesías ha intro-
vista»
su plena solidaridad.
páginas de su historia
cuentan en los Hechos son las curaciones que los apóstoles hacían en nom-
cesos de curación de todos los pueblos, así como también lo hicieron los
¿Sufre alguno de vosotros? Que rece. ¿Está uno de buen humor? Que cante. ¿Ha
recen por él y lo unjan con aceite invocando al Señor. La oración hecha con fe dará
la salud al enfermo y el Señor hará que se levante. Si, además, tiene pecados, se
le perdonarán (Sant 5,13-15)
La primera vez que habla de sufrir, como luego del buen humor,
parece indicar que sea cual sea la circunstancia vital, todo se vea desde
Dios y
Ins
Supr
UNCION DE ENFERMOS
y una oración hecha con fe. El efecto de esta doble acción será la salud
y de la muerte.
IL EL CAMINO HISTORICO-ECLESIAL
A lo largo de los siglos se van teniendo testimonios cada vez más abun-
la bendición de los óleos por parte del obispo hasta la estructura y los
textos de la celebración sacramental de la unción
girla. Pero Trento (sesión XIV, D 907-910 y 926-929) tuvo que defen
que también, y mejor, puede llamarse unción de enfermos» (SC 73), por-
que no sólo es para los moribundos, sino para los enfermos graves.
Ft
UNCION DE ENFERMos
o terminal de este sacramento, dando por buena por tanto en algún modo
rica en esta dirección: la unción como preparación y
cristiano, no a su muerte
tiene los Praenotanda de la edición típica latina (nn. 1-41) y las orienta
sus efectos (la gracia del Espíritu para la curación también corporal), la
otro aceite que no sea de oliva (pero sí vegetal), las condiciones en que
I. SENTIDO TEOLOGICO
de la persona humana.
puede
total.
ico, que la Iglesia ofrece a los suyos en este momento crucial, es «el sacra-
s enfermos
tal con Cristo médico y pastor, que está cercano y sigue curando,
imc
cris
Con la sagrada unción de los enfermos y la oración de los presbíteros, toda la Igle-
encomienda los enfermos al Señor paciente y glorioso para que los alivie y los
muerte de Cristo, contribuyan así al bien del pueblo de Dios (LG 11).
Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la
gracia del Espíritu Santo. Amén. Para que, libre de tus pecados, te conceda la sal-
, cures... sanes...
Es el hombre entero del que se afirma que busca la salud: totus homo
sión gracia de curación, fuerza para vivir y luchar contra el mal y con
pués: el perdón de los pecados, pero también salud, alivio y fuerza para
que también ellos-, sino los enfermos graves: «La unción de enfermos
tos de su vida» (SC 73), como había llegado a concebirse en los últimos
por enfermedad o vejez» (SC 73), o, como dice el Ritual (n. 47), «a los
de muerte. Pero, por otra, también hay que evitar que cualquier circuns-
como motivos para la unción. El Ritual sigue afirmando que «puede darse
UNCION DE ENFERMOS
la santa unción a un enfermo que va a ser operado, con tal de que una
sólo la hacían los presbíteros, sino también los diáconos y hasta los lai-
a los presbíteros fue posterior, tal vez porque la unción se acercaba más
IV.
ambiente o por la situación del enfermo. Pero siempre deberá ser un sacra
mento digno, celebrado con el ritmo adecuado, de modo que sea, por
en el trance de la enfermedad.
dificil
tiva del Espíritu, como cuando Jesús curaba imponiendo las manos sobre