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UNIVERSIDAD PERUANA UNION

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA ACADEMICA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

ANÁLISIS DE CULTURA Y PERSONALIDAD


De: Raquel Curasi
Para: Sara Domenica Hidalgo Anchiraico
Fecha: 18/10/2018

Las culturas influyen en el desarrollo de las personalidades, a través de un sistema de


valores, creencias, normas actitudes, conductas, conocimientos, habilidades, y símbolos
que han sido creados por una sociedad, y hay aspectos tanto universales como específicos
de la cultura de la variación en la personalidad. Algunos aspectos específicos de la cultura
corresponden a síndromes culturales como la complejidad, la estrechez, el individualismo y
el colectivismo. Cada sociedad crea distintos modos de enfrentarse a su medio y darle
sentido. Sin embargo, cultura una es transmitida de generación en generación.

La psicología cultural enfatiza, la constitución mutua de cultura y personalidad, la


personalidad no se puede separar del contexto social y cultural en el que se desarrolla y se
expresa por lo que se considera que la personalidad se construye socialmente a través de las
interacciones entre el individuo y su ambiente cultural. Por otra parte, la psicología
transcultural, considera que cultura y personalidad son entidades distintas, asimismo, se
centra en los aspectos universales de todas las culturas, denominaos éticos, y por ello sus
estudios se focalizan en la comparación de diferentes culturas con el fin de encontrar estos
universales culturales. También, pone énfasis en el estudio de las diferencias individuales
sobre todo los rasgos, y por tal motivo, metodológicamente se centra en el empleo de
cuestionarios estandarizados tradicionales.

Con respecto a las diferencias de los dos self, culturas individualistas, las personas se
perciben como independientes, autonomía e independencia, percibiéndose como agentes
separados que actúan para conseguir sus propias metas, intentar ser único y autosuficiente,
al mismo tiempo, consideran que se puede cambiar el mundo, y sirven para conseguir metas
individuales o paliar necesidades, más que como un fin en sí mismas. En las culturas
colectivistas, las personas se experimentan a sí mismas como interdependientes de los
demás, está inherentemente conectado con los demás y los individuos se ven como agentes
conjuntos que actúan en sintonía con las metas y deseos de los otros cercanos, algunas de
las metas más importantes son conseguir ser similar a los otros y lograr su respeto.

En relación a la motivación, las personas individualistas se orientan más a conseguir el


éxito (motivación de aproximación), mientras que las colectivistas se orientan más a la
evitación del fracaso (motivación de evitación). Este hecho implica que en los
individualistas la motivación se incremente después del éxito, mientras que en las
colectivistas lo haga después del fracaso. En las sociedades individualistas el mandato
cultural fundamental para las personas es conseguir ser una entidad única, independiente y
autosuficiente, por lo tanto una motivación importante será percibir el self lo más
positivamente posible (mostrar una alta autoestima).

Las emociones implicativas tienen como referente a los demás, y las emociones no
implicativas tienen como referente al yo, egofocalizadas. Esta diferencia se puede hacer
tanto entre las emociones positivas como entre las negativas. En cuanto a los sentimientos
positivos, las emociones como orgullo, autoconfianza o sentimiento de superioridad
(emociones no implicativas) suelen ser el resultado de la satisfacción o confirmación de los
atributos internos como metas, deseos o derechos. Experimentar y expresar estas emociones
afirma la identidad del self como una entidad independiente.

Las emociones tienen relación con la cultura, por ejemplo, los japoneses, informan de
menos emociones, menos intensas y de más corta duración, al mismo tiempo, expresan ira a
los extraños pero no a las personas cercanas, todo lo contrario que en las culturas
occidentales. Entre los occidentales se siente culpa por violar un principio moral o ley,
mientras que entre los chinos se siente por dañar a otros psicológicamente. Por otra parte,
los norteamericanos: desarrollan una sensibilidad especial para detectar cualquier cambio
interno, además, informan de más emociones, más intensas y de más larga duración que los
japoneses.

Las diferencias entre la cultura individualista y la colectivista son distintas respecto a


la cognición, porque las culturas colectivistas, usan en mayor medida que las
individualistas, causas de tipo situacional para explicar la conducta. Por otra parte, el
rechazo o aceptación de las contradicciones pone de manifiesto 2 formas diferentes de
pensamiento en las distintas culturas: el pensamiento analítico en las culturas
individualistas: implica la separación del objeto del contexto, una tendencia a focalizarse en
los atributos el objeto, lo que propicia que se le asigne a diferentes categorías, y una
preferencia por usar reglas sobre las categorías para explicar y predecir el comportamiento
del objeto. el pensamiento holístico de las colectivistas: implica una orientación al contexto
o campo como un todo, incluyendo las relaciones entre el objeto focal y el campo y la
preferencia por explicar y predecir los eventos de acuerdo a sus relaciones.

En la cultura individualista respecto a los rasgos de la personalidad pueden ser


distintas a los de la cultura colectivista, porque, los rasgos se presentan en ambos tipos
de culturas, y son universales. El menor poder predictivo de los rasgos se ve reafirmado por
el hecho de que las personas de culturas colectivistas tardan mucho más en definirse a sí
mismas en comparación a las individualistas. Dado que la conducta de los individuos
colectivistas depende más de los roles que desempeñan, es mucho menos consistente a
través de las situaciones, que la de las personas individualistas. Teniendo en cuenta que son
rasgos específicos de cada cultura los que más capacidad tiene para predecir la conducta.
CONCLUSIÓN:

Personalmente, en este tema de las influencias culturales en la personalidad, se ha visto que


la cultura y la personalidad influyen una sobre la otra, sin embargo, la personalidad la
tenemos desde el vientre materno y la cultura nos es transmitida desde que llegamos al
mundo y aunque cada cultura es diferente todas tienen personalidad, y vivimos a diario con
ello. Por otra parte, se ha afirmado que la personalidad puede reflejar aspectos universales y
culturalmente específicos de la personalidad.

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