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Documento analítico sobre la relación entre el enfoque de competencias ciudadanas

según lo propuesto por el Ministerio de Educación Nacional en su programa de


competencias ciudadanas y los conceptos de competencias socioemocionales,
competencias blandas, competencias no cognitivas y competencias para el siglo XXI.

Elaborado por: Enrique Chaux, en colaboración con Nicna Camargo y Carolina


Merizalde

Diciembre, 2016

Este documento busca orientar al lector sobre las conceptualizaciones que han venido
produciéndose en el campo de la educación a nivel nacional e internacional, para
abordar y trabajar alrededor de lo que podemos llamar competencias blandas o no
cognitivas, socioemocionales, transversales o competencias del siglo XXI, y lo que al
respecto aportan las competencias ciudadanas.

Lo primero que podemos afirmar es que no existen fronteras rígidas entre estas
conceptualizaciones; es decir, los términos de competencias blandas o no cognitivas,
socioemocionales, transversales o competencias del siglo XXI y ciudadanas, en ocasiones
son utilizados indistintamente para hacer referencia a lo mismo porque sus definiciones
abarcan aspectos muy similares y relacionados entre sí. Coinciden en que todos están
orientados al desarrollo de actitudes o habilidades sociales y responden a las necesidades
educativas actuales, que no solo se enfocan en el desempeño académico, sino en una
serie de procesos socio-afectivos y psicosociales igualmente importantes, y necesarios
para una educación integral y de calidad. Adicionalmente pueden asociarse no solo a
mejores resultados académicos y profesionales, sino a un mayor bienestar socio afectivo,
emocional, a mejores relaciones interpersonales y a mayor facilidad de adaptación al
contexto, así mismo ¨constituyen un recurso estratégico para la cohesión social, el
emprendimiento y la asociatividad de las personas¨ (García, López, Pedraza, Raciti &
Mosquera, 2014). Pueden diferenciarse sutilmente de acuerdo con el contexto en el que
se aplican (el contexto socio laboral, el contexto educativo y el contexto de las ciudades
y los desafíos del mundo contemporáneo), o bien de acuerdo con el énfasis hacia el
desarrollo de competencias intrapersonales o interpersonales.

Para poder definir cada una de estas aproximaciones, vale la pena aclarar primero las
semejanzas y distancias entre los conceptos de competencias, capacidades, habilidades,
y desempeños, que en ocasiones también se usan de manera indistinta. De acuerdo con
el CEDEFOP1, una habilidad puede definirse como la capacidad de realizar tareas y
solucionar problemas; la competencia en cambio puede entenderse como la capacidad
de aplicar los resultados del aprendizaje en un determinado contexto (educación, trabajo,
desarrollo personal o profesional). “Una competencia no está limitada a elementos
cognitivos (uso de la teoría, conceptos o conocimiento implícito), además abarca
aspectos funcionales (habilidades técnicas), atributos interpersonales (habilidades sociales
u organizativas) y valores éticos¨ (SEDEFOP, 2008 en OCDE, 2010). En la misma línea, las
competencias se entienden como ¨un conjunto de conocimientos (declarativos,
procedimentales y actitudinales), habilidades y destrezas manejados de manera eficaz y

1Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional, cuyo objetivo es proporcionar datos en los
que se basan las políticas de educación y formación profesional de la Unión Europea.
de modo consistente, para llevar a cabo una actividad y resolver problemas de forma
autónoma y con miras al logro de los objetivos que definen el contexto de acción¨ (Raciti,
2016). Además, las competencias no son disposiciones innatas del ser humano, sino que se
¨construyen mediante un proceso progresivo que se da desde el nacimiento hasta la edad
adulta, en el que influyen tanto los factores genéticos del individuo como los del ambiente
en que se desarrolla¨ (Raciti, 2015, p. 31).

De lo anterior se deduce que las habilidades, junto con los conocimientos y las actitudes,
pueden entenderse como componentes de las competencias. Por otra parte, teniendo en
cuenta que el enfoque de capacidades desarrollado por Amartya Senn y Martha
Nussbaum está centrado en lo que la gente es capaz de hacer y ser de forma efectiva, las
capacidades agregan a la noción de competencias la importancia de tener en cuenta
el “sistema, entorno o contexto dentro del cual los individuos, las organizaciones y las
sociedades operan e interactúan” (UNDP, 1998). Esto quiere decir que mientras las
competencias se refieren a las capacidades internas, es decir, a los atributos del individuo,
las capacidades incluyen lo que Nussbaum denomina capacidades combinadas: las
capacidades internas más las “condiciones posibilitantes del entorno, que son, por tanto,
atributos de colectividades” (Gough, 2008, p.193 en Velasquez y Mejía).

Ahora bien, el desempeño puede entenderse como la aplicación de la competencia


mediante la ejecución de tareas específicas. Es equivalente a lo que en semiótica se
denomina performancia, es decir la puesta en escena, la puesta en acción de la
competencia (Serrano, 2002, en Bustamante, de Zubiría et al.)

Competencias psicosociales y socio emocionales

De acuerdo Villaseñor las habilidades socioemocionales son herramientas que permiten


tener un mejor conocimiento de sí mismo y mejores relaciones con los demás. ¨Estas
habilidades conforman la inteligencia emocional que, según la literatura, es tan
importante y necesaria como la cognitiva¨
(www.construyet.org.mx/resources/DocumentoConstruyeT.pdf). El programa Construye T
del Gobierno Mexicano promueve el desarrollo de dieciocho competencias
socioemocionales (ver tabla 1), clasificadas en tres dimensiones de aprendizaje
socioemocional: 1) manejo e identificación de las propias emociones; 2) habilidades de
índole interpersonal; y 3) habilidades para la toma de decisiones.

Según el Centro Colaborativo para el Aprendizaje Académico, Social y Emocional (CASEL),


el aprendizaje social y emocional está compuesto por 5 tipos de competencias: la
autoconciencia que incluye el manejo de emociones y la autoconfianza; la autogestión
que incluye el control de impulsos, la perseverancia y el manejo del estrés; la conciencia
social que incluye la empatía; las habilidades para relacionarse que incluyen el manejo
del conflicto y las relaciones basadas en la cooperación; y por último la toma de
decisiones.

Según Chaux (2012), las competencias socioemocionales y las competencias ciudadanas


¨tienen el mismo significado excepto porque las ciudadanas abarcan tanto temas de
relaciones interpersonales, intrapersonales y convivencia, como temas de participación
política y democrática¨ (Chaux, 2012, p. 66). Además, las competencias socio-
emocionales le dan relevancia tanto a aspectos intrapersonales (por ejemplo, cuidado de
sí mismo) como interpersonales (por ejemplo, cuidado del otro), mientras que lo
intrapersonal es menos relevante que lo interpersonal y lo político en las competencias
ciudadanas.
Competencias del siglo XXI y Competencia Global

Las habilidades y competencias para el siglo XXI de acuerdo con la OCDE (2010), ¨son
aquellas habilidades y competencias necesarias para que los jóvenes sean ciudadanos
de la sociedad del conocimiento del siglo XXI¨ (p. 45). Estas competencias se refieren por
lo menos a tres dimensiones: información, comunicación, e impacto ético-social. Sobre la
dimensión de la información, los investigadores han sugerido que las aplicaciones TIC
(Tecnologías de la información y la comunicación) crean un entorno apropiado para
habilidades de orden superior como la gestión, organización, análisis crítico, resolución de
problemas y creación de información (Balanksat et al., 2006; Kirriemur y McFarlane, 2004;
Sefton-Green, 2002; Rosas et al. 2002; Cox, 1997; Bonnet et. al, 1999 en OCDE, 2010, p. 34).
Adicionalmente las TIC suministran herramientas para el trabajo colaborativo dentro y fuera
de la escuela, proporcionando una retroalimentación constructiva a través de la reflexión
crítica sobre el trabajo de los demás o mediante la creación espontánea de comunidades
de aprendizaje donde se intercambian los roles del estudiantes y del profesor (OCED, 2010,
p 21).

Por otra parte, la dimensión de la comunicación juega un papel importante en las


relaciones con los otros. ¨Los jóvenes necesitan tener la capacidad de comunicar,
intercambiar, criticar y presentar información e ideas, incluido el uso de aplicaciones TIC
que favorece la participación y contribución positiva a la cultura digital¨ (OCDE, 2010, p
53). Incluye también la comunicación efectiva, la alfabetización en medios y el
pensamiento crítico. Las habilidades y competencias relacionadas con la ética y el
impacto social también son importantes en la formación de ciudadanos del siglo XXI e
incluyen la responsabilidad social, el pensamiento crítico y la toma de decisiones.

Por su parte, la Fundación Omar Dengo (2014)2 destaca cuatro categorías de


competencias para el siglo XXI:

1. Maneras de pensar: creatividad e innovación, pensamiento crítico, resolución de


problemas, toma de decisiones, aprender a aprender y metacognición.
2. Manera de trabajar: colaboración, comunicación y trabajo en equipo
3. Herramientas de trabajo: alfabetización informacional, alfabetización digital
4. Vivir en el mundo: ciudadanía global y local, vida y carrera y responsabilidad
personal y social.

Ahora bien, la Competencia Global se refiere al aprendizaje dinámico de los estudiantes


sobre, con, en y para un mundo complejo e interconectado (Boix-Mansilla, pp.2). Los
individuos globalmente competentes son conscientes, curiosos e interesados en aprender
sobre el mundo y cómo funciona. Usan los conocimientos disciplinares en función de la
comprensión y la acción en cuestiones de importancia mundial. Adicionalmente, el marco
de la competencia global articula dos capacidades básicas (…): la capacidad de
reconocer las perspectivas (ajenas y propias) y la capacidad de comunicar ideas de
forma eficaz entre diversas audiencias (Boix-Mansilla, pp.4).

2
Es un proyecto de investigación impulsado por Intel, Microsoft y Cisco, en alianza con el BID que propone
nuevas formas de evaluar y enseñar las destrezas o competencias del siglo XXI, mediante pruebas basadas
en las tecnologías digitales. La finalidad de esta iniciativa es motivar a las instituciones y a los sistemas
educativos a incorporar estas destrezas en sus programas de enseñanza y aprendizaje
Habilidades blandas o no cognitivas y competencias transversales

Las habilidades blandas (soft-skills) o no cognitivas contrastan con las llamadas habilidades
duras (hard-skills) o cognitivas en tanto estas últimas tienen que ver con el conocimiento
académico y con los procesos cognitivos y son entendidas como las ¨destrezas técnicas
requeridas o adquiridas para desempeñar determinadas tareas o funciones y que se
alcanzan y desarrollan por medio de la formación, capacitación, entrenamiento y en
ocasiones en el mismo ejercicio de las funciones¨ (Yturralde, 2016). Según Raciti (2015),
tienen que ver con los procesos de atención, de registro de información, de pensamiento
y de construcción del conocimiento. Las habilidades blandas o soft skiils, en ocasiones
denominadas people skills, o habilidades de relacionamiento, son según Raciti (2015), ¨un
conjunto de habilidades profesionales y relacionales, de carácter socioemotivo,
necesarias para manejar las relaciones entre el individuo y el mundo en el que vive¨ (Raciti,
2015, p.26).

En ocasiones, las habilidades blandas han sido llamadas también habilidades no


cognitivas. Sin embargo, esta denominación puede confundir porque darían a entender
que las habilidades blandas no incluyen procesos cognitivos o de aprendizaje, lo cual es
falso.

Las habilidades blandas pueden encontrarse también descritas como competencias


transversales, entendidas como las “capacidades para la interacción con otros y para la
organización, gestión y relacionamiento en las diferentes dimensiones de la vida (personal
y social) y del trabajo”. Algunas de las competencias transversales señaladas como más
importantes son: a) comunicación, b) solución de problemas y conflictos, c) toma de
decisiones, d) manejo de emociones y e) pensamiento crítico (García, López, Pedraza,
Raciti & Mosquera, 2014). La Organización Mundial para la salud (OMS) incluye la toma de
decisiones, la creatividad, la autoconsciencia, el sentido crítico, la empatía, el manejo del
estrés y en general las habilidades para las relaciones interpersonales (WHO, 1994). Por su
parte, el estudio sobre la medición de competencias trasversales en Colombia compilado
por Paolo Raciti, detecta 21 habilidades blandas (ver tabla 1), de las cuales 11 fueron
catalogadas como “ultraimportantes”: comunicación, liderazgo, autoconfianza,
responsabilidad, autocontrol emocional, resistencia, trabajo en equipo, autoconciencia
emocional, gestión de conflictos, adaptabilidad e iniciativa (Raciti, 2016).

Si bien las habilidades blandas o transversales se han desarrollado pensando en contextos


del desempeño en el trabajo y para la vida, para el MEN los programas de educación
superior deberían favorecer el desarrollo de habilidades blandas como trabajar en equipo,
planificar el tiempo y comunicarse de manera oral y escrita
(www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-197372.html).

A modo de conclusión

Podríamos decir que hay mínimas diferencias entre los diferentes tipos de habilidades y
competencias revisadas, y una gran coincidencia en competencias o habilidades,
especialmente en algunas como la toma de decisiones, la comunicación efectiva, la
solución de conflictos, el pensamiento crítico, el manejo de emociones, la autoconciencia,
las relaciones interpersonales, la empatía, la conciencia y responsabilidad social. La tabla
1 permite ver las competencias o habilidades a las que hace alusión cada propuesta.
Tabla 1. Competencias y habilidades

Competencias blandas y transversales Competencias socioemocionales Competencias del siglo XXI y globales Competencias
ciudadanas
DNP y WHO OIT RACITI MEN CASEL CONSTRUYE T OCDE F. Omar Dengo Competencia (Chaux, 2012)
EuroSocial (1994) (www.oi (2016) (www.min (www.casel.org) (www.construye- (2010) (2014) global
(EuroSocial, tcinterfo educacion. t.org.mx/) (Boix Mansilla &
2003) r.org) gov.co/cv Jackson, 2011)
n/1665/ar
ticle-
197372.ht
ml)

Toma de decisiones X X X X X X X X X

Solución de problemas o X X X X X X X X
conflictos

Pensamiento crítico X X X X X X

Manejo de emociones X X X X

Comunicación efectiva X X X X X X X X X X

Creatividad X X

Autoconciencia X X X X

Relaciones interpersonales X X X X

Trabajo en equipo X X

Planificación del tiempo X

Responsabilidad propia y social X X X

Reflexión X X X
Catalización del cambio X

Autoconfianza X X

Conciencia social X X X

Empatía X X X X

Autoregulación X X

Adaptabilidad X

Motivación al logro X X

Iniciativa X

Liderazgo X

Resiliencia X

Postergación de la gratificación X

Tolerancia a la frustración X

Perseverancia X X

Manejo del estrés X X

Asertividad X

Toma de perspectiva X X X

Generación de opciones X X X

Consideración de X X
consecuencias

Organización X
Análisis crítico X

Creación de información X

Alfabetización de la X X
información
Referencias

Boix, M & Jackson, A. (2011) Educating for Global Competence: Preparing our Youth to
Engage the World, Council of Chief State School Officers’ EdSteps Initiative & Asia Society
Partnership for Global Learning, Washington DC.

Construye T http://www.construye-t.org.mx/

Chaux, E. (2012). Educación, convivencia y agresión escolar. Bogotá: Ediciones Uniandes.


Taurus, Santillana.

EUROsociAL (2013). Competencias valoradas para la empleabilidad. Marco conceptual y


experiencias internacionales. Bogotá, EuroSocial.

Fundación Omar Dengo (2014). Competencias del siglo XXI. Guía práctica para promover
su aprendizaje y evaluación. San José, Costa Rica: FOD.
www.fod.ac.cr/competencias21/media/InformeATC21s.pdf

García, L.M., López, J., Pedraza, D., Raciti, P. & Mosquera, T. (2014). Competencias
transversales. 2014: Conclusiones y resultados del trabajo realizado en el espacio
interinstitucional sobre competencias transversales para poblaciones vulnerables. Bogotá:
Departamento Nacional de Planeación. Ministerio de Educación. EuroSocial.

Ministerio de Trabajo (2013). Decreto 2852 de 2013: “Por el cual se reglamenta el Servicio
Público de Empleo y el régimen de prestaciones del Mecanismo de Protección al Cesante,
y se dictan otras disposiciones”. Bogotá, Ministerio de Trabajo.

OCDE. (2010). Organización para la cooperación y el desarrollo económicos.. Habilidades


y competencias del siglo XXI para los aprendices del nuevo milenio en los países de la
OCDE. Organización para la cooperación y el desarrollo económico.

OECD (2015), Skills for Social Progress: The Power of Social and Emotional Skills, OECD Skills
Studies, OECD Publishing, Paris. Resumen ejecutivo https://www.oecd.org/edu/ceri/skills-
for-social-progress-executive-summary-spanish.pdf.

Raciti, P. (2016). Competencias socioemocionales: ¿Cómo definirlas y medirlas en una


perspectiva sistémica? Ruta Maestra, 14, 101-109.

Villaseñor, 2015 Conferencia en el marco del Congreso latinoamericano sobre


evaluación de competencias y capacidades ciudadanas, y habilidades para el buen
vivir. Bogotá, Diciembre de 2015.
WHO. World Health Organization (1994). Life Skills Education for Children and Adolescent in
Scools. Introduction and Guidelines to Facilitate the Development and Implementation of
Life Skills Programmes, Ginebra: Suiza.

Yturralde, E. (2016). Habilidades blandas. www.habilidadesblandas.com

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