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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

LICENCIATURA EN CIENCIAS SOCIALES LECS

ESPACIO ACADÉMICO: Ciencias sociales Escolares


FECHA: 04/04/2019 GRUPO:
NOMBRE COMPLETO: CÓDIGO:
Kevin David Cruz Betancourth 20162155280
Fabián Murcia 20151155501
Andrés Felipe Ortiz Cardona 20172255044
Francisco Alexander López 20172255070

TIPO DE TRABAJO: Ensayo

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
Varela, J. y Alvarez, F. (1999). Arqueología en la escuela. Ediciones La Piqueta.
Valencia: España
Narodowski, M. (1999). Después de clase. Ediciones Novedades Educativas.
Buenos Aires: Argentina.

SENTIDOS Y LUGARES DEL MAESTRO FRENTE A LA POSIBLE


DESAPARICION DE LA ESUCELA MODERNA

La transformación de las múltiples condiciones que hicieron posible el surgimiento


de la escuela moderna ha dado lugar a un conjunto de reflexiones alrededor de su posible
desaparición. Ya desde la culminación del siglo XX Narodowski (1999) argumenta en favor
de esa posibilidad teniendo en cuenta elementos como la desinfantilización de la infancia,
la desmonopolización del saber, y fundamentalmente, la incapacidad de la escuela de
materializar las utopías que desde el campo de saber que la estudia (la pedagogía) se habían
planteado. Frente a este escenario emergen las pregunta por los sentidos y lugares del
maestro . El presente ensayo se desarrollará alrededor de ella. En un primer momento,
planteando que en la relación sujeto-familia-escuela cambió el rol que ocupa el maestro y
se convirtió en el de nuevo símbolo de autoridad y de cómo al trasladarse este de la familia
al maestro se generan cambios en la relación del sujeto con su primer espacio de
socialización y aprendizaje, y su relación con los otros es más liberadora y esto genera un
cambio en las dinámicas de la escuela, y en un segundo momento cuestionando el papel del
maestro como herramienta en esta misma transformación en la que está inmersa la escuela .

En las utopías que se ven en el desarrollo de la escuela se plantea la idea de la liberación


del sujeto de los símbolos de autoridad o presión, la familia como primer contexto de
aprendizaje se vuelve al mismo tiempo el primer escenario de presión y autoritarismo que
lleva a que el estudiante al llegar a la escuela y encontrarse con el maestro, traslada este
símbolo a estos últimos y su relación con la familia es mucho más liberal y rebelde, así el
maestro era la autoridad, como lo afirma Varela , J. “La autoridad pedagógica se verá ahora
reforzada al ser el maestro un funcionario público a su poder de representante del estado se
suma la posesión de la ciencia pedagógica adquirida en las escuelas normales” (1999;52)

El maestro se empieza a consolidar como figura de autoridad con la aparición de la escuela


nacional, la importancia de controlar la educación para evitar una rebelión contra el modelo
impuesto pasa a ser de vital importancia para la clase burguesa, quien da la posibilidad de
acceso a “centros de caridad” por parte de niños de muy escasos recursos para, en primer
lugar “civilizar” estos niños y en una segunda instancia moldear su personalidad para ser
sumisa, obediente y pasiva. La clase burguesa busca replicar en los niños el modelo que ya
han establecido, pero para este fin se imparte diferente tipo de educación según la
descendencia del individuo, privando de una educación de calidad a las clases menos
favorecidas. En este orden de ideas el Estado espera del maestro que se integre en una
política de control encaminada a establecer las bases de una configuración nacional que
capacite a los niños a conocer y cumplir sus deberes ciudadanos, sin la necesidad de crear
un sujeto crítico.

Siguiendo entonces por el camino de la desinfantilización o el fin de la infancia, está


presente, entonces, pensar sobre el papel que ocupará la escuela en el futuro. Nodorowski
afirma que “la infancia representa el punto de partida y el punto de llegada de la
pedagogía” (1999;41) y a su vez la pedagogía representa el punto de partida y el punto de
llegada de la escuela. Pero los tiempos han cambiado, y el siglo XXI llegó con el desarrollo
de la tecnología, y esto a su vez reconfiguró de manera extraordinaria las relaciones
sociales: desarrollo gráfico y simbólico de los videojuegos, sobreinformación y la no
dependencia de un lugar para el desarrollo de distintas actividades, entre estas, la escuela.
Esta desinfantilización coloca en una posición de incertidumbre al maestro, pues sabe que
en un futuro la escuela puede desaparecer y su función cambiará. Nuevos métodos
aparecerán y la reflexión -que tanto se busca en estos tiempos sea el eje fundamental de la
enseñanza- tendrá que darse ya no de una manera presencial. La didáctica entrará en crisis y
se preguntará por su existencia sin el aula física para buscar su función en estos nuevos
tipos de enseñanza.

Es necesario ante los escenarios de desarrollo de la escuela plantearse el rol que ocupará
cada uno de sus actores, tanto el del estudiante como el del maestro y plantearnos qué tanto
influyen en el desarrollo de la escuela como la conocemos o su posible desaparición,
previamente veíamos al maestro como esa figura que adapta al estudiante y lo instruyó en
la mejor forma de ser parte del sistema, no contradecirlo y sobre todo reforzar esos patrones
que la sociedad quería para evitar cualquier tipo de malformación de la sociedad, sin
embargo con la llegada de nuevos modelos de educación, de nuevas formas de entender el
aprendizaje, el papel del maestro a cambiado y se ha convertido más en un guia en el
proceso, como guía más que como símbolo de autoridad, su influencia en el actuar de de los
estudiantes o en las dinámicas de la escuela se reduce, y su protagonismo en el proceso se
relega al estudiante y es este último el que comandara las directrices de su mismo proceso
de aprendizaje, es por ello que concluimos que el rol del maestro debe readquirir un papel
más protagónico en este proceso, y nos desligar sus funciones a las herramientas, que no
deben pasar más allá de ser las herramientas empleadas por el maestro, que convertirse en
el maestro en sí.

Finalmente esta suerte de pérdida de los sentidos del maestro ante esa serie de disrupciones
y transformaciones de significados de los elementos que ulteriormente sustentaban su
existencia requiere de una reflexión y un posicionamiento histórico de él mismo frente al
campo conceptual desde el que este explica y ejerce su práctica . Reflexión y
posicionamiento como lugares desde los que deberá reencontrar las respuestas al por qué
y el para qué de sí mismo

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