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El presente ensayo hace parte de una investigación filosófica emprendida desde hace algún
tiempo, más exactamente una reflexión sobre la experiencia personal del movimiento y de
la danza, reflexión en la que he recorrido caminos y he tenido pensamientos que deseo
compartir con más personas.
En relación con el método considero que todo aquel que intenta analizar la experiencia
humana encuentra en la fenomenología una herramienta valiosa, además de una importante
bibliografía. Después de hacer un recorrido por algunas ideas claves del método
fenomenológico, lo cual considero pertinente para la comprensión del texto, retomaré los
planteamientos que la fenomenóloga Maxine Sheets-Johnstone compila en su ensayo
“Thinking in Movement”. A partir de esos planteamientos y mi experiencia, establezco
algunas reflexiones que más que conclusiones dejan abierto el debate en temas que
considero fructíferos campos de investigación.
1. La Fenomenología1
Todas las traducciones son realizadas por la autora.
1
Aun cuando varios filósofos han utilizado el término fenomenología en sus investigaciones,
retomo tan sólo aquella interpretación que Edmund Husserl hizo del mismo. Podemos
describir a Husserl como un pensador que intentó hacer de la filosofía una reflexión
radical sobre la experiencia humana. Este matemático y filósofo judío emprendió la tarea
definir un nuevo método filosófico a partir del cual se diera sentido al que hacer científico,
el cual en su opinión era irreflexivo y en esta medida incapaz de pensarse a sí mismo, y
sustentar su desarrollo. Por lo tanto, su filosofía es una crítica al positivismo y a la
inmersión irreflexiva de la ciencia y sus métodos en todos los aspectos de la vida humana.
Es así como la reflexión conduce a Husserl a plantear una nueva región de estudio que las
ciencias habían olvidado: la conciencia o en un sentido más amplio la vivencia o
experiencia humana. Pero, para estudiar esta nueva región no era suficiente partir de
una actitud teórica frente a la experiencia, ya que aun en ésta actitud el ser humano
manejaba “la tesis de la actitud natural”, i.e. que el mundo que está ahí adelante existe.
Al sacarla de juego -ponerla entre paréntesis-, Husserl encontró esta región dadora de
sentido a partir de la cual se constituye el mundo, e igualmente el camino a través del cual
desarrollar una metodología adecuada para acceder a esta región del ser –la conciencia.
En actitud natural no se dirige la mirada hacia la conciencia, dado que el mundo, tal y
como lo vemos, es una evidencia inmediata, ininterrumpida, e incuestionada, tanto en la
actitud precientífica como en actitud científica. A este mundo que está “ahí delante” se
refiere mi conciencia teorizante, se refieren todos los actos del pensamiento, i.e. querer,
imaginar, soñar, recordar, etc., a los cuales no me dirijo reflexivamente. “La realidad la
encuentro como estando ahí delante y la tomo tal como se me da, también como estando
ahí. Ningún dudar de datos del mundo natural, ningún rechazarlos, altera en nada la tesis
general de la actitud natural. El mundo está siempre ahí como realidad; a lo sumo, es aquí
o ahí distinto de lo que presumía yo; tal o cual cosa debe ser borrada de él por decirlo así, a
título de apariencia o alucinación, de él que es siempre –en el sentido de la tesis general- un
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La mayor parte de las descripciones aquí expuestas corresponden con la exposición que Husserl hace del
programa de la fenomenología en el libro Ideas I.
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mundo que está ahí”(Ideas I 69). En este orden de ideas, la meta de la ciencia es conocer
mejor de lo que puede hacerlo la experiencia ingenua, este mundo que está ahí delante.
Gran parte de los esfuerzos de Husserl se encaminan al desarrollo de un método a partir del
cual acceder a la conciencia. Partir de la “reducción fenomenológica”, la cual consiste
en un cambio de actitud frente a la experiencia, un sacar de juego la tesis de la actitud
natural según la cual el mundo existe ahí adelante, permitió a Husserl realizar
descripciones de la conciencia. “Poner entre paréntesis” la tesis de la actitud natural
implica un intento de duda que no consiste en una negación de la existencia del mundo,
sino en un “no hacer juicios sobre existencias”, implica “poner fuera de juego la validez
del mundo” (Ibíd.). En este intento abandono las ciencias y filosofías predadas, sus
conceptos y juicios no deben incluirse en la descripción del residuo que quede de esta
desconexión, i.e. mi conciencia. Como herramienta de trabajo me queda “la visión
directa, no meramente la visión sensible, empírica, sino la visión en general, como forma de
conciencia en que se da algo originariamente” (Ideas 50).
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inmanente en ella, lo que tiene de suyo propio, pero también estudio el modo de aparecer
de los objetos o correlatos que acompañan todo acto del pensamiento.
Aun cuando a primera vista, y tal vez por el lenguaje, pareciera inasequible este tipo de
investigación filosófica para personas sin un amplio dominio del conocimiento, es en
realidad un método cercano a cada ser humano interesado en examinarse a sí mismo y su
experiencia. De hecho, aquellas personas que practican meditación poseen un
entrenamiento mental que facilita el acceso a la conciencia, ya que controlan su flujo de
pensamientos y pueden concentrarse en algunos aspectos de la experiencia. Un monje Zen
se interesa al igual que un fenomenólogo en captar las esencias o invariantes de esa
experiencia. Es tan sólo un cambio de actitud lo que esta exige, el fenomenólogo
lanza una nueva mirada a su experiencia, la enfoca en la capacidad productiva y
creadora de su conciencia. Por ejemplo, yo me encuentro en un recinto escribiendo este
ensayo, mi actitud natural es escribir este texto y dejar que la experiencia pase sin que yo
establezca alguna reflexión sobre ella. En actitud fenomenológica no dejo fluir la
experiencia irreflexivamente, sino que concentro mi atención en algunos aspectos de la
experiencia que considere mi interés. Por ejemplo, miro que sucede en mi campo visual
y los objetos que lo componen, o dirijo mi atención a aquello que sucede en mi
percepción, imaginación, o sentir. Si estoy interesada realizar descripciones
fenomenológicas sobre la percepción de objetos, entonces miro que sucede al objeto en mi
campo visual cuando cambio mi dirección, cuando cambia el nivel de luz, cuando giro el
objeto en tal dirección etc. Sin embargo, no me intereso en describir todas las cosas que
suceden en mi conciencia, tan sólo en aquellas invariantes de mi experiencia. Siguiendo
el ejemplo anterior, puedo contemplar diversos objetos y encontrar que de todas las
posibles observaciones, el objeto siempre es percibido a través de matices, es decir que
siempre aparece en una perspectiva y no como totalidad.
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seres humanos que él tenia la capacidad de percibir, a las cuales daba un valor, A partir de
y las cuales generaban un sentir. Las reflexiones realizadas por Husserl han sido fuente
de diversas investigaciones y corrientes en historia, sociología, antropología, arte, y
filosofía; sin embargo, el ejercicio que plantean las reducciones y descripciones
fenomenológicas no ha tenido el mismo desarrollo.
En relación con nuestro tema, i.e. la experiencia del movimiento y la danza se encuentra
un desarrollo importante. La fenomenología se ha interesado por el cuerpo y el
movimiento de manera especial, dado que en su concepción de mente no existe
paralelismo o dualismo: la mente es mente-encarnada. Además, el cuerpo tiene un ser en
el mundo específico definido por el movimiento. Estas relaciones llevaron a la filosofa y
bailarina Sheets-Jhonstone, principal referencia de este texto, a ser una de las primeras
personas en realizar una tesis doctoral sobre danza y fenomenología 2. Thinking in
Movement, título del ensayo de Sheets-Jhonstone, plantea a partir de un enfoque
fenomenológico un tipo de pensamiento relacionado con la experiencia cinética del ser
humano.
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intento por rescatar el papel que este tipo de pensamiento tiene en el desarrollo de
conceptos imprescindibles para la vida en el mundo de los seres humanos.
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sentido, la creación es entendida como un proceso en el cual nadie sabe que sucederá
exactamente en cada momento. Vista de este modo, la improvisación en danza no
requiere un entrenamiento previo, la repetición de una secuencia de movimiento y su
perfeccionamiento carecen de sentido (Sheets-Jhonstone 485)5. Así, la improvisación es
caracterizada por un proceso de creación particular, constituido momento a momento por
un fluir de movimientos que tienen un mundo de posibilidades cinéticas.
La no-dualidad mente-cuerpo
La experiencia de la improvisación implica la exploración del mundo en movimiento.
Cada momento descubro a través del movimiento las posibilidades de movimiento que me
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Aun cuando Sheets-Jhonstone no lo menciona, la improvisación si requiere de muchas habilidades que
deben ejercitarse y practicarse si los participantes desean tener un cierto nivel de inteligencia cinética. La
imitación, egopercepción, comunicación, y atención, son tan sólo algunas de las destrezas que pueden
facilitar un movimiento fluido en un ejercicio de improvisación.
6
A partir de estas descripciones, Sheets-Jhonstone no pretende desarrollar una teoría sobre la danza, ni
establecer un concepto sobre la improvisación en danza. El enfoque fenomenológico no implica teorización
sino tan sólo descripción y captura de esencias de la experiencia a partir de la experiencia misma, en este
caso, la experiencia de Thinking in Movement -improvisación en danza- de primera mano.
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brinda cada instante. Este proceso no implica que mi percepción del mundo y de las cosas
que lo componen ejercite en mí una respuesta motora, el mundo es envuelto en mi
continuo fluir: el mundo dinámico que percibo, incluyendo el mundo cinético de mi
propio movimiento, es inseparable del mundo cinético en el cual me estoy moviendo.
Sentir y percibir, y moverse, no provienen de dos regiones separadas de la experiencia,
tanto la percepción como mi movimiento son coodeterminadas mutuamente. No existe un
cuerpo y una mente actuando por separado, mi movimiento no es un proceso mental que
existe antes de y distinguible de un proceso físico, ni mi movimiento implica la ausencia
de pensamiento. Al tomar la postura dualista mente-cuerpo se está negando la posibilidad
de experimentar un cuerpo atento que tiene la posibilidad de crear la danza en el acto, esto
es improvisar (Sheets-Jhonstone 487). Es gracias a esta posibilidad de Thinking in
Movement que un ser humano puede improvisar, i.e. crear el movimiento en el acto,
bailar.
Según lo anterior, el mundo que dinámicamente se explora es inseparable del mundo que
dinámicamente se crea. Al experimentar Thinking in Movement, el pensamiento es
inseparable de su expresión en el movimiento; ciertos pensamientos o imágenes no
interrumpen la fluidez del movimiento. No exploro la posibilidad de movimientos y
enseguida ejecuto uno elegido, sino que integro estas facetas en un movimiento continuo.
Estos planteamientos implican una ruptura con el pensamiento cartesiano del paralelismo
mente-cuerpo, la mente es mente-encarnada, y en este sentido es errada la idea de un
cuerpo transcribiendo lo que la mente piensa. Así como Wittgenstein afirma que “cuando
yo pienso en lenguaje [...] no existen además de las expresiones verbales ideas pasando a
través de mi mente” (Ciatdo por Sheets-Jhonstone 493); y Merleau-Ponty afirma en la
misma línea que el discurso no es el signo del pensamiento, si por esto entendemos que es
un fenómeno que precede al otro... ni podemos conceder... que este [el discurso] es la
envoltura o vestido del pensamiento (Citado por Sheets-Jhonstone 493); en el caso del
movimiento la misma idea puede ser aplicada. Esto no significa que evidentemente en
muchos casos pensamos antes de hablar o de movernos en determinada forma, pero el
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pensamiento no puede ser entendido tan sólo de esta forma, existen experiencias cinéticas
en las cuales pensamiento y movimiento van ligadas (Ibíd.).
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la movilidad, y en esta medida es una experiencia que permite describir más fácilmente el
fenómeno Thinking in Movement. Igualmente no creo que Sheets-Jhonstone este negando
que Thinking in Movement puede combinarse con otro tipo de pensamientos, y que de
hecho esto es lo que sucede en gran parte de la danza. Curtis menciona en la parte final de
su ensayo que “Erlebnis, tal como ocurre en el arte, no ocurre sin embargo
independientemente de erkenntnis, porque el permormer y el espectador están
generalmente informados por un conocimiento previo acerca de la danza” (66). Por tal
razón, considero que para ambas autoras puede persistir una combinación de diferentes
tipos de pensamiento en la danza, sin embargo en Sheets-Jhonstone es claro que Thinking
in Movement se encuentra presente en la improvisación de una forma más pura que en
otros tipos creación de la danza, en los cuales el lenguaje y los referentes simbólicos tienen
gran importancia7. Igualmente, considero que a partir de Sheets-Jhonstone se comprende
la improvisación como un tipo de creación que puede estar presente en diferentes tipos de
danza8.
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La danza Butoh puede ser un ejemplo límite de Thinking in Movement, dicha forma de improvisación
parte de un fuerte trabajo de la conciencia y la experiencia, a partir del cual se pretenden eliminar todos los
conceptos y referentes simbólicos predados. Es así como el bailarín realiza movimientos sin pretender
retomar todo su acervo cultural de movimiento. Igualmente hay un intento por disminuir el flujo de
pensamientos no relacionados directamente con la experiencia del movimiento. Por esto la danza Butoh
implica rasgos de conciencia diferentes a los que puede implicar la experiencia del Ballet en un proceso de
creación diferente de la improvisación, aun cuando en ambos existe la experiencia Thinking in Movement.
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Curtis muestra en un ensayo titulado “Improvisation in Dance”, como diferentes manifestaciones culturales
y estilos de la danza de diferentes épocas, entre los cuales menciona la danza Griega que evoca Dionisio, la
danza tala de la India, el Noh drama japonés, el flamenco, el ballet, la danza moderna, y la danza
posmoderna, han utilizado la improvisación como estilo de creación.
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Thinking in Movement, otra forma de pensar
Continuando con la descripción de esta experiencia, Sheets-Jhonstone afirma que Thinking
in Movement está ligado a situaciones cambiantes en las cuales el cuerpo es capaz de
atrapar todo aquello que le acontece. En la improvisación, las posibilidades de
movimiento emergen en un complejo de relaciones, cualidades, y patrones, que en ningún
momento tematizo. En el núcleo de este fluir, persiste una inteligencia de movimiento,
un logos cinético del cuerpo, y por esto puedo decir que en este momento, en el cual me
entrego al movimiento, estoy pensando en movimiento o Thinking in Movement. El
movimiento que momento a momento creo en la improvisación, no es una cosa que yo
hago, una acción que tomo o emprendo, un comportamiento en el cual me conduzco. Es
un momento pasajero, un presente continuo de un proceso dinámico que no se puede dividir
en principios y finales.
El pensamiento ha sido tradicionalmente ligado al lenguaje, i.e. tiene lugar por medio del
lenguaje, y sólo en este sentido se habla de un pensamiento racional. Partiendo de estos
supuestos la idea de Thinking in Movement no tiene lugar. La descripción de la
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experiencia de improvisación en danza afirma la posibilidad considerar el movimiento no
como un vehículo para el pensamiento, ni como un sistema simbólico a través del cual se
pretende referir algo más. A través de esta reflexión se muestra que el movimiento no es
ni un medio a través del cual los pensamientos del bailarín emergen, ni un instrumento
para mediar pensamientos: el movimiento constituye los pensamientos mismos. Negar
estas posibilidades de pensamiento es negar dimensiones de la experiencia humana,
dimensiones en las cuales el pensamiento no-simbólico puede ser designado como
racional.
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A través de diversos ejemplos de la experimentación en sicología con niños, Sheets-
Jhonstone muestra como el movimiento es constitutivo tanto en un sentido epistemológico
como metafísico, dado que el primer tipo de pensamiento que el niño tiene es de tipo
Thinking in Movement. Aun cuando algunos experimentos señalan la importancia de las
teorías de objetos, el movimiento, y la localización para la estructura semántica durante el
primer año de vida9, la experiencia de cada ser humano antes del lenguaje revela para
Sheets-Jhonstone no sólo la importancia de la experiencia Thinking in Movement en la
conformación del mundo y de sus dimensiones espacio temporales, sino también el estatus
independiente de la experiencia Thinking in Movement con respecto al lenguaje. Así,
esta experiencia esencialmente cinética debe poseer un estatus independiente, i.e. no debe
ser vista como experiencia proto-linguística o pre-lingüística.
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Véanse los ejemplos de Bloom retomados por Sheets, en los cuales muestra como el movimiento es
fundamental en la conformación de las primeras palabras.
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Thinking in Movement, una experiencia inaprensible por el lenguaje
Otro rasgo analizado por Sheets-Jhonstone es que aun cuando los primeros desarrollos del
lenguaje están relacionados con el movimiento, la experiencia de Thinking in Movement
no es abarcada por el desarrollo posterior del lenguaje. El psicólogo Jerome Bruner´s,
citado por Sheets-Jhonstone, enfatiza que el primer interés en el desarrollo del lenguaje es
la descripción de la acción humana, y por lo tanto, que la estructura narrativa concierne
en un comienzo al movimiento, particularmente a algo que el psicólogo denomina
“agentividad” ( Sheets-Jhonstone 500)10. A través de un experimento en el cual se pone en
movimiento una animación conformada por once puntos luminosos que representan
diferentes partes del cuerpo, se demostró que niños de tres meses de edad ya reconocen
que estos puntos representan un cuerpo en movimiento, y por lo tanto, que manejan un
esquema de cuerpo (501).
Retomando a Stern y al propio Husserl, Sheets-Jhonstone quiere mostrar que aun cuando el
lenguaje guarde una estrecha relación con el movimiento en su primer desarrollo, falla en
captar la vida instintiva o existencial del ser humano. Así, “las palabras no son
herramientas más afiladas, instrumentos más precisos a través de los cuales pensamos
acerca de lo dinámico, a través de las cuales afinamos nuestro sentido del espacio, el
tiempo, la energía, la causalidad, o la agentividad” (Sheets-Jhonstone 502). Cuando
pensamos en palabras acerca de estas nociones hemos desplazado el pensamiento Thinking
in Movement que permitió su desarrollo inicial, y desafortunadamente este desplazamiento
ha implicado su posterior desconocimiento. Dado este rechazo o negación, se ha
afirmado que el lenguaje es lo realmente característico del ser humano desconociendo la
propia experiencia, y la manera en la cual se estructura el mundo en la primera experiencia
de vida a partir del movimiento. Toda la experiencia no verbal que los seres humanos
poseen no es transformable en lenguaje, i.e. no son experiencias pre-lingüísticas. Aun
cuando en el desarrollo del lenguaje pretendan ser codificadas, muchas de ellas no pueden
10
Esta noción es definida por las relaciones agente y acción, acción y objeto, agente y objeto, acción y
localización, y propietario y posesión.
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ser objeto de esta transformación. Citando a Stern, Sheets-Jhonstone menciona que esta
imposibilidad se debe a que la palabra que describe el comportamiento no tiene la misma
fuerza que el comportamiento mismo (503). En una postura radical, afirma Sheets-
Jhonstone que en la infancia el lenguaje no es la experiencia ni crea la experiencia ya que
los niños se experimentan a ellos mismos en su mundo circundante (505). Esta experiencia
primaria nos permite afirmar que nuestros conceptos básicos están fundados en conceptos
corporales y no son dependientes del lenguaje, por lo tanto, la infancia no debe ser vista
como una etapa proto-lingüística (ibid.).
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adulta es prácticamente subestimado. Si bien para el ser humano debió ser fundamental
para la supervivencia poseer un alto grado de inteligencia cinética, dichas habilidades,
indispensables para los animales en la procuración de alimento y en la búsqueda de
seguridad, no son indispensables para el ser humano actual. Conocemos diariamente a
personas cuya actividad física es nula, y en muchos casos la experiencia del movimiento
es una experiencia de gimnasio, un añadido a la vida cotidiana, absorbida en mayor
medida por experiencias sedentarias en las cuales Thinking in Movement no juega un papel
predominante en el pensamiento. Si en nuestro tiempo la experiencia del movimiento
no es indispensable para la supervivencia, ¿qué papel puede desempeñar la experiencia del
movimiento, y específicamente la danza, en la edad adulta?
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La danza y el movimiento como medios
de regulación biológica y sicológica
No obstante la importancia que pueden tener la danza y el movimiento en la vida humana,
dado el tipo de experiencia que brinda al ser corpóreo, es pertinente analizar cual es la
peculiaridad de este tipo de experiencia. Sin decir la última palabra en este tema,
considero al igual que Sheets-Jhonstone, que la danza persigue fines estéticos y no fines
prácticos, como sí ocurre en algunas prácticas deportivas en las cuales podríamos pensar
que Thinking in Movement de alguna forma está presente. Un atleta busca obtener una
velocidad, o un montañista plantea como meta de su actividad una cumbre. En el caso de
la danza el fin práctico no siempre está presente, y yo afirmaría más allá de Sheets-
Jhonstone, que por ejemplo, en caso de la improvisación, la danza es una experiencia
cuya práctica reporta a quien la hace un beneficio inmediato. La danza puede ser una
práctica dotada de bienes internos11, i.e. que se obtienen en la práctica misma. Aun
cuando existan otros fines adicionales -que pueden ser estéticos-, estos pueden salir de
juego en el momento en que bailo.
Además del aspecto anteriormente señalado, i.e. los bienes internos que posee la práctica
de la danza, existe otro rasgo peculiar a la misma. Hemos visto la importancia de la
creatividad en el proceso de creación implicado en la improvisación. Además de ser una
experiencia de tipo Thinking in Movement, el pensamiento involucrado es esencialmente
creativo. El cuerpo no está limitado por ciertas rutas de movimiento, y en esta medida
disfruta de un amplio rango de libertad cinética y potencial creativo. Se genera de este
modo una relación peculiar entre movimiento, cuerpo, y mente. Ahondar en estas
relaciones hace parte de una investigación profunda que excede el objetivo de este ensayo,
por lo tanto, lo dejo más como un planteamiento abierto y por construir.
11
Retomo los términos práctica y bienes internos compilados en el libro Tras la virtud de Alasdir MacIntyre.
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Las peculiaridades descritas dan origen a otros interrogantes que considero importantes
campos de estudio. ¿Cuáles son las implicaciones que tiene dicha práctica para la vida
humana?¿cuál es la implicación de la libertad cinética experimentada? A partir de un
enfoque biológico, puede afirmarse que si el cuerpo implica un ser en el mundo en
movimiento es razonable pensar que la danza reporta beneficios para el ser humano en
relación con su biología. El movimiento debe relacionarse con el equilibrio biológico del
cuerpo, nuestras células y muchos de nuestros órganos y funciones deben estimularse a
partir del movimiento. Ahora, aquello que la libertad de movimiento y la capacidad
creativa aflorada implican para nuestro ser, es algo a lo cual puedo dar respuesta tan sólo
desde mi experiencia. La danza ha aportado múltiples beneficios a mi cuerpo y a mis
emociones, he podido experimentar la danza como liberación de tensiones en niveles
físicos y emocionales.
La peculiaridad de la improvisación
He puesto un especial énfasis en la improvisación, no sólo por ser el ejemplo retomado por
Sheets-Jhonstone, sino también por las peculiaridades que dicha práctica posee,
peculiaridades de las cuales ya he mencionado algunas. En un plano mental, considero
que la improvisación se acerca a la experiencia de la meditación en movimiento; el flujo de
pensamientos disminuye y nuestra atención mental se concentra en el movimiento y su
creación.
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Por otro lado, considero que la experiencia Thinking in Movement a la cual accedemos a
través de la improvisación, define una experiencia límite de la danza. Barbara Horton
busca a través de la fenomenología encontrar aquello que es esencial a la danza,
preguntando a los bailarines qué caracteriza los momentos de su vida en los cuales
realmente sienten que han bailado, y encuentra que la realización del propósito o la
intención de movimiento es esencial (Horton, 1989). Según ella, el propósito de la
danza es eminentemente estético 12 y es en esta medida que es un valor perseguido por sí
mismo independientemente de cual sea el estilo o el tipo de manifestación expresada.
Así, en el momento de bailar, vivo para el disfrute de la experiencia particular del
movimiento, en este momento el cuerpo es vivido, uno es su cuerpo, y si los propósitos
son acordes al movimiento puedo vivenciar todos mis poderes de movilidad (Horton, 105).
Yo afirmaría que en estos momentos, además de las características mencionadas por
Horton, la presencia de Thinking in Movement es fundamental, y que cuando alguien
menciona haber bailado, ha experimentado en cierta forma la improvisación.
Independientemente de si su movimiento corresponde a una secuencia aprendida o no, este
hecho sale de juego, su experiencia se concentra en la movilidad y no son tenidos en
cuenta todos los tipos de experiencia que no están relacionados directamente con ella.
Por otro lado, en la improvisación se establecen relaciones particulares con aquellos con
quienes se comparte el espacio y el movimiento. No en vano el movimiento de
improvisación surgido en los sesenta guarda grandes relaciones con el proceso político de
la época. Los jóvenes buscaban libertad, igualitarismo, espontaneidad, y creatividad;
y la improvisación surgió como respuesta a todas estas inquietudes 13. En la
improvisación, el proceso de creación implica una indeterminación dada por el juego que
establezco con los otros cuerpos. La creación no depende de nadie en particular, es un
proceso que se edifica con la espontaneidad de todos, y por lo tanto, mi atención, aun
12
El término estético, esta relacionado para Horton con el reino de sentimientos y sensibilidad que a través
de esta experiencia son expresados.
13
Véase el ensayo de Cynthia J. Novack, “Looking at Movement as Culture: Contact Improvisation to
Disco”. Allí la autora muestra la faceta política del contact improvisation.
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cuando está centrada en mi cuerpo y movimiento, implica la inclusión del otro en mis
posibilidades de movimiento.
Bibliografía
Carter, Curtis L.. Arts and Cognition: Performance, Criticism, and Aesthetics. En: Art
Education, Vol. 36, No. 2, Art and the Mind (Mar., 1983), 61 – 67.
---------------------. Improvisation in Dance. En: The journal of Aesthetics an Art Criticism,
Vol. 58, No. 2, Improvisation in the Arts (Spring, 2000), 181 – 190.
14
Aquí la palabra tradición no está relacionada con la práctica de alguna danza tradicional en particular, aun
cuando esta tenga un valor fundamental en la medida en que ha conformado las tradiciones culturales de
diferentes grupos. La tradición es entendida como una práctica común a las personas que conforman una
cultura, la cual hace parte de su vida cotidiana. La tradición que se considera pertinente fomentar es la de la
danza en general, incluyendo todas las expresiones posibles de este género.
20
Fowler, Sarah B. Reseña: Illuminating Dance: Philosophical Explorations. En: The
Journal of Aesthetics and Art Criticism, Vol. 44, No. 4 (summer, 1986), 417 – 419.
Horton Fraleigh, Sondra. Good intentions and dancing moments: Agency, freedom, and
self-knowledge in dance. En: The Primacy of Movement: Advances in consciousness
research. Editorial Board. 1999. Capítulo 6. 102 – 111.
MacIntyre, Alasdair. Tras la virtud. Editorial Crítica: Barcelona. 2001. 278 – 299.
Stein, Sue Bonnie. Butoh: “Twenty Years Ago We Were Crazy, Dirty, and Mad”. En: The
Drama Review: TDR, Vol. 30, No. 2 (Summer, 1986), 107 – 126.
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