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Las prácticas de enseñanza requieren ser analizadas en contexto, en tanto cada uno de los
componentes de la tríada didáctica –sujetos y objeto de conocimiento– tienen sustento en
procesos sociales más amplios y se introducen en la lógica particular de desenvolvimiento de los
procesos educativos.
Las escuelas, institutos, Universidades tienen entre sus principales funciones la distribución y
transmisión del conocimiento. Pero, ¿qué conocimientos?, ¿para quienes?¿en qué forma?¿ quién
decide y selecciona?, ¿Quién organiza y qué se procesa en las prácticas?, ¿cuáles son las
intenciones educativas de este proceso?
El estudio del currículum no puede hacerse más que considerando a éste como un producto
histórico y social que cambia (como todas las construcciones sociales) como varían las
circunstancias, como son reformuladas las ideas y los ideales, como cambia el orden de los
discursos y la ordenación de la vida social en general.Es muy importante y oportuno hacer una
pequeña reflexión sobre el término currículum, derivado de su homólogo latín “curriculum” que
significa carrera, corrida, también del verbo curro, currere, correr, recorrer, rodar, además
significa una pista circular de atletismo (Kemmis, 1988:31). En el latín clásico se utiliza este
término como curriculum vitae o curriculum vivendi, para hacer referencia a una carrera de vida.
Este significado nos sugiere la idea de un camino, dirección, de intencionalidad en la dirección de
esa carrera; implica que existe un inicio y una meta a la que dirigirse.
el esquema básico para comenzar a pensar cómo se produce esta dinámica es el siguiente:
Contexto-Sujeto-Currículum, donde el concepto de currículum remite a un marco comprensivo
más amplio del que cobra significación.
El Currículum (...) debe constituirse en este momento histórico, recuperando a sus más genuinos
propósitos e intereses académicos, para desarrollar una de las más complejas e importantes
capacidades humanas: la capacidad de pensar, la capacidad de pensar de manera inédita, osada,
crítica, creativa y comprometida....” (de Alba)
Proceso técnico para conseguir en el alumno unos resultados preestablecidos” (Sáen Barrio)
¿Qué es Currículum?
Segundas concepciones:
Curriculum como proyecto práctico de elaboración colectivo
Un currículo, por tanto, sería un documento que sólo adquiere su verdadera razón de existencia
cuando es llevado a la práctica: como objeto burocrático o decorativo tendría poco sentido. Un
currículo es una especie de manual de instrucciones que guía, ordena y da continuidad y
coherencia a la acción, que contiene unos ingredientes claramente especificados (unos objetivos
claramente definidos, unos contenidos bien seleccionados, unas formas de proceder ), pero que
cuando acontece consiente multitud de variantes y concreciones, que dependen tanto de los
condicionamientos del contexto (profesorado, alumnado, entorno físico, recursos disponibles,
etc.) como de sus propios ingredientes.
El currículo, pues, en sentido laxo, sería el conjunto de aprendizajes adquiridos por el alumnado en
el marco escolar, pero también el camino seguido para lograrlos.
¿Cuáles son los fundamentos teóricos que están en la base de la práctica docente?
Tadeu Da Silva, en su libro Espacios de Identidad presenta desde una perspectiva crítica la
evolución de las teorías curriculares .
Teorizar el currículum se limitaba a discutir sobre cómo organizarlo. Las teorías críticas rechazarían
de forma radical este razonamiento, y cuestionarían, precisamente, la validez del conocimiento
incorporado en el currículum. La nueva pregunta sería: ¿Por qué incluir este conocimiento y no
otro? En cierta continuidad, las teorías poscríticas compartirían la misma preocupación por
cuestiones de poder, pero dejarían a un lado la oposición entre poder y conocimiento, conectando
significado, identidad y poder.
Da Silva expresa que una TEORÍA se define por los CONCEPTOS que utiliza para concebir la
realidad.
A partir de las respuestas a estas preguntas, se inician dos líneas de pensamiento divergente:
Claramente orientado a la economía. Su palabra clave era eficiencia. Organización escolar basada
en los principios de la organización científica del trabajo propuestos por Taylor.
John Dewey propone una orientación diferente: la escuela debe promover la construcción de la
democracia, espacio de vivencia y práctica de los principios democráticos.
La teoría de Bobbit hacía que la educación se tornara científica: investigar y definir cuáles eran las
habilidades necesarias para las diversas ocupaciones, establecer un curriculum que permitiese
desarrollarlas y elaborar instrumentos de medición que permitieran evaluar con precisión si éstas
realmente se aprendían.
Con Tyler se produce la consolidación de la teoría de Bobbit, curriculum como cuestión técnica.
¿Qué experiencias educativas pueden tener posibilidades de que se alcancen esos propósitos?
enseñanza e instrucción
Los Objetivos tenían que ser formulados en términos de comportamiento explícito orientación
conductista.
Estas teorías de principios del siglo XX, Bobbit, Tyler - tecnocráticos y Dewey - progresista
constituían una reacción al curriculum clásico, humanista, que había dominado la educación
secundaria desde su institucionalización: provenía de las “artes liberales” de la Edad Media y el
Renacimiento bajo la forma del Trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el Cuadrivium
(astronomía, geometría, música y aritmética), separación entre letras y ciencias. El objetivo de esta
teoría, implícita, era introducir a los estudiantes en el repertorio de las grandes obras literarias y
artísticas de las herencias griega y latina, incluido el dominio de las respectivas lenguas clásicas.
Además, el conocimiento de esas obras no estaba separado del objetivo de formar un hombre, el
macho de la especie, que encarnase esos ideales.
Teorías Críticas
ALTHUSSER: “La ideología y los aparatos ideológicos del Estado”, proporciona las bases para la
crítica marxista de la educación. Pone el énfasis en la conexión entre la sociedad capitalista
depende de la reproducción de sus componentes económicos (fuerza de trabajo y medios de
producción) y de la inculcación de sus componentes ideológicos, para la aceptación del status quo.
Esto puede conseguirse mediante la fuerza, la represión a través de los aparatos represivos del
Estado; o mediante el convencimiento o la ideología, a través de los aparatos ideológicos del
estado (la religión, los medios de comunicación, la escuela, la familia).
¿Qué es la Ideología?: creencias que nos llevan a aceptar las estructuras sociales capitalistas como
buenas y deseables.
La escuela actúa ideológicamente por medio del curriculum, (acentúa el contenido del
curriculum). Además actúa de forma diferenciadora: inclina a las personas de clases subordinadas
a la sumisión y a la obediencia, en tanto que las personas de clases dominantes aprenden a
mandar y a controlar. Para ello existen mecanismos selectivos: las clases dominadas no llegan a los
niveles educativos en los que se aprenden los hábitos y habilidades de las clases dominantes.
Sin embargo, en este análisis, la escuela no actúa mediante la inculcación de la cultura dominante,
sino a través de un mecanismo de exclusión. El curriculum se basa en la cultura dominante, se
expresa en su lenguaje, se transmite a través del código cultural dominante.
Este código no es natural para los niños de las clases subordinadas, no saben de qué se trata, se
quedan en el camino y conocen el fracaso. Los niños de clase dominante ven su capital cultural
reconocido, fortalecido, mientras que los otros ven como se desvaloriza su cultura nativa. Así se
completa el ciclo de la reproducción.
Las categorías de aprendizaje, objetivos, medición y evaluación nada tienen que ver con los
significados del “mundo de la vida” a través de los cuales las personas construyen y perciben su
experiencia. Por tanto, estas categorías deben ser “puestas entre paréntesis”.
Sólo se preocupa de las variables de entrada (clase social, renta, situación familiar…) y de salida
(resultado de los exámenes, éxito o fracaso escolar) sin plantearse lo que ocurre entre esos dos
puntos. No cuestionaba la naturaleza del conocimiento escolar o el papel del propio curriculum en
la generación de esas desigualdades, por tanto no se cuestionaba dicho curriculum.
Young critica la tendencia a ver como dadas, como naturales, las categorías curriculares.
Investiga las conexiones entre esa organización , la selección de contenidos y la organización de los
recursos económicos y sociales. Es decir, el análisis de las relaciones entre conocimiento y poder,
entre organización del conocimiento y distribución de poder.
Acuña el concepto de clasificación: mayor o menor grado de aislamiento entre las diversas áreas
del conocimiento que constituyen el curriculum. Cuanto mayor es el grado de aislamiento mayor
es la clasificación (la clasificación es una cuestión de fronteras). Un curriculum Interdisciplinar sería
un curriculum poco clasificado.
Los objetivos pueden ser más o menos explícitos, la división del espacio puede ser más o menos
rígida. Para tratar esto, acuña el término de enmarcamiento: cuanto mayor es el control del
proceso de transmisión del conocimiento por parte del profesor, mayor es el enmarcamiento.
El poder está esencialmente ligado a la clasificación, dice qué es legítimo o ilegítimo incluir en El
curriculum.
Concepto de Código: para responder a las cuestiones acerca de cómo se aprenden las actitudes de
clase, y cómo éstas se traducen en estructuras de conciencia. El código es la gramática de la clase,
implícita y diferencialmente adquirida por las personas de las diferentes clases. Es el código lo que
conecta las estructuras macrosociológicas de la clase social, la conciencia individual y las
interacciones sociales a nivel microsociológico.
Toma como punto de partida los elementos centrales de la crítica marxista de la sociedad. Las
sociedad capitalista gira en torno a la dominación de clase, a la dominación de los que tienen la
propiedad de los recursos materiales sobre aquellos que sólo tienen sus fuerza de trabajo. Esta
organización de la economía en la sociedad capitalista afecta a todo lo que ocurre en las otras
esferas sociales, como la educación y la cultura. Hay una relación estructural entre economía y
educación, entre economía y cultura. Hay un vínculo entre la reproducción social y la reproducción
cultural, entre la forma en que se organiza la economía y la forma en que se organiza el
curriculum. Esta determinación para Apple, no es mecánica, simple y directa.
Hegemonía (tal como lo formuló Gramsci): el campo social es conflictivo, los grupos dominantes se
ven obligados a recurrir a un esfuerzo permanente de convencimiento ideológico para mantener
su dominación. A través de ese esfuerzo de convencimiento la dominación económica se
transforma en hegemonía cultural, y adquiere máxima eficacia cuando se convierte en sentido
común. El campo cultural no es un simple reflejo de la economía, tiene su propia dinámica. Las
estructuras económicas no son suficientes para garantizar la conciencia; la conciencia debe ser
conquistada en su propio campo. Apple sitúa el curriculum en el centro de las teorías educativas
críticas.
Teorías Poscríticas
Otro punto que es determinante en este paradigma es la noción de poder concebido por Foucault
(en oposición a la noción marxista), no como algo que se posee o como algo fijo, ni tampoco como
situado en un centro, si no como una relación, como móvil y fluido, como capilar y ubicuo.
En el caso de las teorías que construyen una lectura curricular desde perspectivas culturales, de
etnia, de género lo que realmente destacan es el carácter construido de las distintas identidades y
la función del currículum en dicho proceso. El currículum comienza a ser visto como “productor”
de verdades, teniendo presente que desde este lugar las verdades son contingentes.
Esta corriente cambia radicalmente la agenda del campo de estudio. Centra las investigaciones en
la textualidad del currículum, en la trama de los sujetos que lo atraviesan y son atravesados. Sin
desconocer los aportes de la teoría crítica pone el acento en la subjetividad, la identidad, la
alteridad, la relación entre saber y poder y el multiculturalismo.
El gran vuelco que ofrece a la teoría curricular la visión posmoderna es la desmentida del sujeto
como una entidad absolutamente racional. Es la visión de un sujeto que ni es presa de un devenir
siempre avasallante, ni tampoco es omnipotente capaz de autorregularse por su conciencia o
hacer realidad el “querer es poder”. Un sujeto construido en la vida mancomunada y constructor
de la sociedad “para las teorías poscríticas, la subjetividad es y ha sido siempre social. En este
punto docente y alumno atraviesan procesos que no dominan en forma consciente y coherente;
participan en una misma trama de procesos políticos y sociales.
No existe, por lo tanto, ningún proceso de liberación que haga posible que emerja finalmente un
yo libre y autónomo” (Da Silva). Da Silva señala que esta corriente nos brinda un panorama mucho
más completo y complejo de los procesos de dominación.
Después de las teorías poscríticas (y desde luego de las críticas también) es imposible pensar el
currículum sin reconocerlo como productor de verdades, identidades y como un campo de
tensión pero por propia definición. Nunca como una discusión exclusivamente técnica. Es la
misma naturaleza de este, como la del humano es constituirse entre otros, la que lo configura
como tal: espacio de determinación del saber y del poder.
Vale aclarar que no se considera que estas tradiciones estén “muertas” o sean objetos del pasado.
En cada discusión curricular existe una convivencia entre ellas; cierto es que en el devenir algunas
han perdido adhesión.
La tradición clásica, enciclopedista ha dispuesto las bases metodológicas para una educación de
masas y le han dado al conocimiento un elevado status en la consideración social. La tradición
Normalista (o Tecnológica o tradicional) se impone con mucha producción metodológica,
determinando claramente qué debía y no debía hacer un docente en clase y fuera de ella; y
también centraliza la educación generando todo un sistema graduado de control total sobre la
vida escolar. El sistema provoca la inclusión y homogeneización de la población a costa de suprimir
las diferencias. También fue “el imperio del docente” (homologado al conocimiento) por sobre el
alumno (pasivo).
El Escolanovismo (Escuela nueva, Dewey) propone una intervención distinta para la presentación
del conocimiento, porque supone un alumno activo que es el centro de su pensamiento
pedagógico. También perseguía la inclusión del otro en la sociedad, pero no pretendía violentar
una naturaleza que por si misma iba a descubrir que eso era lo mejor. Este modelo no llega a ser
masivo, principalmente en América del Sur. Es esta tradición la que instala al niño como un objeto
complejo que no puede ser entendido como caja negra o tabula rasa
La tradición critica observa en las tradiciones anteriores una sumisión al modelo social y por lo
tanto cómplice, cuando no artífice, del sojuzgamiento que efectúa un minoritario sector (la clase
dominante) sobre otro mayoritario (la clase dominada, que desde este enfoque se presenta
pasivamente). Esta tradición hace explícito el carácter político y construido del sistema educativo y
la lucha de intereses de grupo o clase que se da en el curriculum. También ha incluido en la
discusión los intereses de los grupos relegados.
Era necesario que la pedagogía crítica atacara los supuestos políticos de la educación para que la
pedagogía poscritica pudiera proponer un análisis minucioso de la trama discursiva y de esa
manera, develar elementos de dominación que habían permanecido evidentes pero naturalizados.
Las teorías poscriticas van a desconfiar y a superar la concepción de sujeto racional, coherente,
que es capaz de liberarse de las ataduras en cuanto logre conocer y razonar que es lo mejor para
él. En sí desconfía del sujeto neutro y del esencialismo. En cambio construye un sujeto construido
en una trama discursiva que no siempre se vale de la razón. Esta producción se hace extensiva a la
escuela, y por eso los diseños curriculares en los últimos años comienzan a presentar distintos
niveles de concreción, porque se reniega de soluciones abstractas y universales y sé prioriza la
historia de cada institución como un singular. De todas maneras es necesario ser cuidadoso con
este razonamiento, habida cuenta que al centralizar la problemática en las instituciones no
faltaran quienes adjudiquen las fallas o la crisis del sistema educativo a las escuelas que funcionen
de manera no esperable, simplificando de esta manera en cuestiones exclusivamente técnicas un
campo de problematizaciones sumamente rico.
La identidad ya no puede ser tomada como una cuestión individual y cerrada en sí misma. La
construcción en un devenir socio histórico implica pensar que la construcción de la identidad es
siempre con otros y por contraposición a los otros. Este es el carácter paradojal (tomado del
psicoanálisis Lacaneano) del sujeto: reconoce su identidad en la medida que reconoce a los otros
como distintos. Es un proceso simultáneo, no necesita saber quién es para saber quién es el otro;
cuando se reconoce a sí mismo también reconoce todo lo que no es él.
Desde esta corriente se discute en términos curriculares cómo formular una propuesta que
respete las identidades nacionales, regionales, locales e individuales (el Diseño curricular
contempla distintos niveles de concreción). A diferencia de la tradición educativa normalista que
para homogeneizar cercenaba todo lo que del sujeto y su cultura fuera particular; la tradición pos
critica busca como incluir la diversidad y desde ese lugar reafirmar la identidad nacional. No es una
propuesta que pretenda dejar “la vida afuera de la escuela” sino que tiende a incluir la vida social
en la escuela. “No es posible un verdadero aprendizaje sin que lo que se aprende se perfile en un
universo externo a la situación de aprendizaje.” (Meirieu)
Proponiendo algo hasta ahora novedoso para la escuela moderna: no ser una institución de
secuestro.
Shirley GRUNDY ,en su libro Producto y Praxis del Curriculum aborda cuestiones relacionadas
con la teoría práctica del curriculum a través de la aplicación de la teoría de los intereses
constitutivos del conocimiento de Jürgen HABERMAS. Examina las implicaciones teóricas en el
curriculum de los intereses cognitivos técnico, práctico y emancipatorio.
Grundy señala que el currículum no es un concepto o un plan diseñado para seguir pautas,
sino que es una construcción cultural que se constituye en una forma de organizar un
conjunto de prácticas educativas humanas. En ese sentido, no existiría un currículum “a priori”
sino que más bien existen creencias, relaciones sociales y contextos en donde se llevan a cabo
estas prácticas.
Para Shirley Grundy “La teoría de los intereses constitutivos del conocimiento”, propuesta
por el filósofo alemán Jürgen Habermas, proporciona un marco para dar sentido a las
prácticas curriculares. Se trata de una teoría sobre los intereses humanos fundamentales que
influyen en la forma de construir el conocimiento.”
El currículo “es una construcción social. Es más, la forma y objetivos de esta construcción
estarán determinados por intereses humanos fundamentales que suponen conceptos de
personas y de su mundo.” (Grundy, 1991:39). Según estos intereses podemos tener un
currículo técnico, uno práctico o uno emancipador.
Se plantean los objetivos con anterioridad, basados en un ideal a alcanzar; el profesor imparte
los conocimientos que se supone el alumno debe tener para formar parte plenamente de la
sociedad a la cual pertenece, y el producto final es una persona que ha acumulado saberes, la
calidad del producto final depende de la cantidad de respuestas correctas que ese alumno sea
capaz de dar. Es el pensamiento bancario, como lo llama Freire. “Los modelos fundamentales
de la sociedad se mantienen por suposiciones ideológicas tácitas, por normas, si así lo
prefiere, que no suelen ser conscientes, así como por el poder y el control económico. Estas
normas sirven para organizar y legitimar la actividad de muchos individuos que, en su
interacción, conforman un orden social.” (Apple, 1986:116). Es el intento por perpetuar el
poder hegemónico de la cultura dominante.
El currículo técnico es el campo más fértil para el desarrollo del currículum oculto. “Postula
una red de suposiciones que, una vez internalizadas por los estudiantes, establecen los límites
de la legitimidad.
Estas suposiciones son obligatorias para los estudiantes, pues en ningún momento se
elaboran o cuestionan. Por el hecho mismo de ser tácitas [...] aumenta su poder en cuanto
que aspectos de la hegemonía.” (Apple, 1986:117). Este modelo no permite la evolución de la
sociedad, sino que la inmoviliza.
“Un currículum emancipador tenderá a la libertad en una serie de niveles. Ante todo en el
nivel de la conciencia, los sujetos que participan en la experiencia educativa llegarán a saber
teóricamente y en término de su propia existencia cuándo las proposiciones representan
perspectivas deformadas del mundo… En el nivel de la práctica, el currículum emancipador
implicará a los participantes en el encuentro educativo, tanto profesor como alumno, en una
acción que trate de cambiar las estructuras en las que se produce el aprendizaje y que limitan
la libertad de modos con frecuencia desconocidos”
El interés emancipador libera a las personas de la restricción ejercida por lo técnico y del
posible fraude de la práctica. Es un tipo de interés que supuestamente lo alcanzaríamos a
través de la evolución y está generalmente implícito en el habla.
Se llega así el punto máximo del interés emancipador: la crítica. Así como en el técnico es la
destreza y en el práctico el juicio, la crítica es la mediación que conduce al conocimiento y a
las acciones considerables como verdaderas.
Se trata de una mediación entre la teoría y la práctica, ya que la ideología opera a través de las
prácticas y a través de las ideas que informan las acciones.
La praxis es el acto de construir o reconstruir reflexivamente el mundo social. La emancipación
se refiere a la realidad social, no se plantea como un logro individual. Shirley Grundy traslada
el pensamiento de Habermas a la interpretación del currículum y jerarquiza a la praxis sobre la
producción o la práctica que se desarrolla a través de la interacción dinámica de la acción y la
reflexión. El mundo de la praxis es el de la interacción cultural y social; la enseñanza y el
aprendizaje son el resultado del dialogo entre profesor y alumno.
El saber por lo tanto, es una construcción social, los participantes son activos en la
construcción de su propio conocimiento y esto los obliga a reflexionar críticamente, a fin de
distinguir el saber "natural" y el "cultural".
Los enfoques del Currículum marcan decisiones muy diferentes a las problemáticas
educativas.
La elaboración de una propuesta curricular es el resultado entre:
Planteos socio-políticos y educativos
Concepciones de las relaciones teóricas: filosóficas, epistemológicas, sociológicas y
psicopedagógicas que les dan fundamento científico
Niveles de Análisis Caracteres y Contenidos
1.-Enfoque curricular Formula el marco teórico conceptual para
la toma de decisiones; crea una
perspectiva totalizadora del currículum.
Incluye la función de la educación, las
concepciones políticas educativas,
filosóficas, psicopedagógicas y las
características de la práctica pedagógica.
2.-Modelo Curricular Formula el conjunto de prescripciones
técnicas que indica cómo debe elaborarse
el currículum. Referencias a
componentes, agentes, marcos o
participación docente y comunitaria,
objetivos, contenidos, concepción de
aprendizaje, criterios para la selección de
estrategias. Criterios de evaluación,
calificación y promoción. Articulación
interciclos e interniveles.
3.- Diseño Curricular Documento resultante que llega a las
instituciones para orientar la práctica
docente. Atento al enfoque y modelo,
incluye para cada nivel y modalidad:
objetivos de la educación escolarizada,
Objetivos generales de nivel y generales
de área para el nivel. Objetivos específicos
de ciclo y terminales de cada área por
ciclo. Contenidos básicos en
distintos niveles de concreción.
Criterios para construir
estrategias de enseñanza-
aprendizaje y para evaluar.
Fundamentación epistemológica y
didáctica de las áreas.