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La sintaxis de la imagen - D.A.

Dondis (Capítulo 1)

1. Caracter y contenido de la alfabetidad visual

Así como el lenguaje escrito, que en este momento utilizo para comunicar lo que deseo
explicar, el medio visual posee su propio lenguaje, su alfabeto. Y dispone de reglas básicas para
poder comunicar.

En un principio este alfabeto visual era requerido solamente por personas allegadas a la rama
del arte, hoy en día, es necesario ampliar las barreras de este lenguaje, y tratar de que un gran
público pueda apreciar los mensajes visuales como debe ser, por lo tanto, deben ser instruidos
para su comprensión.

El proceso de la visión, el acumular informaciones visuales, es requerido por el ser. Buscamos


constantemente basar nuestro conocimiento en lo visual, por su proximidad a la experiencia
real, ya que la capacidad de ver, supera abismalmente cada uno de los otros sentidos a la hora
de fiarnos de ellos. Se busca esta representación icónica, y a partir de ella aprendemos y
comprendemos de nuestro entorno.

La falsa dicotomía: Bellas Artes y Artes Aplicadas:

En este punto se disputa si existe la diferencia entre las Bellas Artes y las Artes Aplicadas
basándose en su desarrollo y funcionalidad, atribuyendo solamente el carácter estético a las
Bellas Artes y el carácter útil a las Artes Aplicadas de forma exclusiva. Cuando habla de
“dicotomía” hace referencia a la ramificación entre uno y otro, y si realmente existe. ¿Acaso
las Bellas Artes no tienen función alguna? ¿Las Artes Aplicadas logran escapar capricho de
lograr algo estético?

Las Artes Aplicadas nacen con las necesidades del hombre, la de comer y proteger su cuerpo.
Por lo que da inicio a la necesidad de elaborar herramientas que le permita lograr la
satisfacción de las mismas. Y así se da origen a instrumentos de cocina, de higiene,
herramientas para cazar y cultivar los alimentos, para coser, fabricar telas, el crear un hogar y
mantenerlo caliente, para que la persona se encuentre cómoda, a temperatura y sin
humedecerse de las condiciones climáticas impuestas por la región en la que vive. Y con esto,
surge también el diseño aplicado a estas herramientas, como mecanismo de expresión
individual de su trabajo, ya que en el ensamblaje de cada una, se da su conocimiento sobre la
maleabilidad de los materiales, y sobre las necesidades y como el objeto se va a comportar
acorde a estas.

En lo que respecta a las Bellas Artes, estas tienen un tema, unas emociones, unas pasiones y
unos sentimientos, sea cual sea su intención, siempre está presente la función de comunicar.
Es “una visión más directa de la realidad”.

Y ahora es cuando replanteamos, sea Bellas Artes o Artes Aplicadas, ¿obedecen a la necesidad
de la representación visual estética, y a su vez, ambas tienen un fin útil? Si, así es. Entonces,
¿por qué se las diferencia?

Si nos volcamos a la hora del comercio, encontramos que la diferencia se encuentra como la
utilidad condiciona al diseño, en cuanto al artista dueño de una pieza catalogada dentro del
conjunto de Bellas Artes su limitación es solamente la imaginación. Pero he aquí que esta
ecuación no siempre da el mismo resultado. Como comenta en el libro de Dondis, Miguel
Angel cuando pinta la Capilla Sixtina, ¿no se ve condicionado por el fin útil de la obra, por los
deseos del comprador y de sus usuarios? Según personajes de la Bauhaus y del Arts and Crafts,
no existe diferencia alguna entre una y otra, por lo que las mismas están dispuestas en una
misma rama, y no deben diferenciarse unas de otras.

El encerrar a las Bellas Artes dentro de un conjunto de actividades vacías de contenido y


finalidad, estarían limitándonos a descubrir en el sus mensajes y darnos cuenta que uno es
parte del mismo, ya que hemos influido en esa representación, tanto en la creación como en la
transmisión del mensaje visual. Estaríamos negándonos un canal importante de comunicación.

El impacto de la fotografía:

En un principio, el recrear algo tal cuál se manifestaba era posible solamente en personas con
la capacidad innata o bien con un adiestramiento especial y que acarreaba mucho tiempo en
aprender. Con la fotografía, se amplía la capacidad de las personas a expresar algo más real, y
el conocimiento a acaparar por la imagen misma. Es decir, cuando uno tiene la oportunidad de
observar algo, uno experimenta con ese algo, y toma conciencia sobre el mismo. Capta un
mensaje que transmite, aprende. Siendo la cámara un medio útil, que no requiere de un
adiestramiento o don especial para la recreación de una imagen, hace que más personas
tengan a su alcance este recurso comunicacional. Expandiéndose en el hoy en día a ser uno de
los mecanismos más usados para comunicar el campo visual.

Conocimiento visual y lenguaje verbal:

Cuando uno visualiza, uno emplea una capacidad que permite generar en la mente una imagen
mental, cosas que podemos o no haber visto en nuestra vida. Cuando uno genera una imagen
de algo que no ha visto, esto es producto de un salto creativo, y surge como una forma de
satisfacer un problema expresado.

La evolución del lenguaje comenzó con imágenes, progresó en pictógrafos, luego a unidades
fonéticas y finalmente al alfabeto. Cada uno de estos pasos, se dio a favor de la evolución
misma de la comunicación para lograr mayor eficiencia. Siendo que hoy en día, se muestra un
indicio clave a una forma de volver a los mensajes visuales, para seguir favoreciendo a la
misma.

El lenguaje ha sido clave para el avance de la civilización, ya que fue una herramienta de
almacenamiento y transmisión de la información e ideas.

Es preciso hacer la distinción entre lo que es lenguaje y lo que es alfabetidad verbal, el manejar
las herramientas de lectura y escritura no garantiza que podamos utilizar el lenguaje. Esto se
debe a que el lenguaje es una cualidad biológicamente innata que ofrece el ser, en cuanto a lo
que respecta a la alfabetidad, se debe aprender mediante un proceso escalonado. Es decir,
cuando uno aprende a expresarse de forma escrita, debe comenzar con lo básico, que son los
componentes, las letras, y recordar a que fonema representa cada una, una vez que se
aprenda esto, recién ahí va a poder aprender la combinación para dar lugar a las palabras.
Cuando se comprende las palabras, se comprende las definiciones comunes que comparten.
Luego, como último paso, la sintaxis, que le va a otorgar al sujeto la alfabetidad verbal, el
poder establecer un orden entre lo aprendido y hablar coherentemente.
Cabe destacar que solo el lenguaje hablado evoluciona espontáneamente.

Aunque cueste trabajo creerlo, de esta misma forma se organiza el lenguaje visual, aunque a
simple vista no lo aparente.

Alfabetidad Visual:

Todos los sistemas de símbolos son invenciones del hombre, estos son los lenguajes, que
surgieron todos ellos de una refinación de una percepción del objeto basado en una imagen
(por eso el parecido entre algunos, todos tienen una misma raíz). Todos ellos son conjuntos
lógicos. La facilidad de incorporar el lenguaje y entenderlo, depende de que tan bien
establecido esté sus sistema.

La alfabetidad visual, se da prácticamente de forma natural, por este motivo se sospecha de


cierta universalidad del mismo. Pero ahora bien, si uno desea realmente comprender en
profundidad, de forma clara y precisa, y establecer mensajes claros y concisos a través del
mismo, debe perfeccionarlo mediante el estudio del mismo. Así como en el lenguaje verbal,
uno aprende a escribir, leer y tener en cuenta la sintaxis del mismo, esto no indica que el ser
está preparado para escribir, por ejemplo, una novela o una prosa poética, por ende una
persona que puede apreciar el lenguaje visual, no esté preparada a la perfección para
transmitir un mensaje claro, como un artista con preparación para ello. Esto que estamos
enunciando es el nivel de complejidad que dispone un lenguaje.

Cabe destacar que dicho lenguaje, no ha sido cultivado en estos años con la misma
predisposición que el lenguaje verbal. Sea bien porque en una etapa se separa el arte de la
artesanía, lo que genera un menor grupo dedicado a esto, además de la necesidad de tener
talento para dibujar, y la falta de la enseñanza pedagógica correcta o nula. Dadas estas
condiciones, se habla de una alfabetidad visual, que avanza de forma muy lenta, dejando
mucho del mismo librado al azar y la intuición de los receptores, además de que muchas de sus
producciones se amparan en analogías al lenguaje verbal, teniendo como resultado un tema
mal estructurado. Otro factor que juega en contra, es la falta de predisposición de las personas
por enseñar y por comprender limitándose a determinar si es de su agrado o no, sin hacer un
mínimo esfuerzo por intentar descubrir lo que se comunica, tomándolo como algo superficial y
frívolo, y no con el carácter que dispone.

Una aproximación a la alfabetidad visual:

A pesar de todos los inconvenientes antes mencionados, existe una sintaxis visual. Existen
líneas generales en las composiciones, así como también elementos básicos a tener en cuenta
a la hora de crear mensajes visuales, para lograr una mejor comprensión de los mismos. El
mismo dispone de unas variaciones en las estructuras básicas según el grupo humano que lo
comparte. De todos modos, el proceso de captar el mensaje, es muy individual, ya que se ve
definido por nuestras experiencias de vida, contextos socioculturales, situaciones emocionales
que atravesamos, nuestra susceptibilidad a lo que nos rodea es lo que nos ayuda a definir
algunos de los caracteres de la alfabetidad visual.
La alfabetidad visual nunca alcanzará el nivel de lógica que dispone el lenguaje. Ya que los
mismos son sistemas creados por el hombre para codificar, almacenar y decodificar
información, tiene una estructura lógica que la alfabetidad visual no va a poder alcanzar.

Algunas características de los mensajes visuales:

Los datos visuales presentan tres niveles distintivos e individuales de inteligencia visual:

1. Input visual: consiste en una enorme cantidad definida de símbolos, representados


detalladamente de la realidad o completamente abstractos arbitrarios.

2. El material visual representacional: lo que reconocemos en el entorno y podemos


reproducirlo en un dibujo, pintura, etc. basado más que nada en la experiencia propia directa
que va más allá de la percepción. Ver los procesos para comprenderlos. (“Confiamos en
nuestros ojos y dependemos de ellos”)

3. Infraestructura abstracta: es el mensaje visual puro, por ser la composición visual abstracta.
Es el “todo” que vemos, la visión global. sea natural o esté compuesto por efectos
intencionados.

La fuerza del mensaje radica en la composición total, es decir se analiza el conjunto de


símbolos utilizados, y no cada uno por separado. Ya que cobran importancia dentro de una
estructura que organiza a cada uno de ellos en el correcto lugar para transmitir el mensaje de
la forma más clara posible. Las técnicas son las encargadas de la manipulación de la ubicación
o uso de cada uno de los elementos visuales y es lo que genera el mensaje en si, actúan como
conectores entre la intención y el resultado. El conocimiento de las mismas es lo que logrará
que una persona comunique de forma más efectiva que otra que no disponga del mismo.

Cuando uno ve, desencadena un proceso simultaneo, que de forma inconciente, delimita un
campo visual y lo analiza, decodificando distintos tipos de símbolos. Uno está innatamente
capacitado para lograr captar un mensaje visual, la diferencia con la difusión del lenguaje
verbal y la de la alfabetidad visual, es que esta última, fue durante mucho tiempo guardada
celosamente para el uso exclusivo de los artistas. Por eso, cuando se presenta la cámara, el
cine, la televisión, los videos, los medios visuales de todo tipo, se modifica nuestra definición
no tan solo de la educación, sino de la inteligencia misma, y se amplia el mercado del
conocimiento. Se necesita una revisión de estas capacidades y proseguir desarrollando un
sistema estructural, una metodología para la enseñanza y aprendizaje del modo de expresión
visual que abarque no tan solo a diseñadores y artistas, sino también a la persona común y
corriente, para incluirla dentro del canal comunicacional, para que todos podamos ver lo
mismo.

La sintaxis de la imagen - D.A. Dondis (Capítulo 2)

2. Composición: Los fundamentos sintácticos de la alfabetidad visual

Cuando se habla de un mensaje visual a transmitir, se debe tener en cuenta la composición de


todos sus elementos, y lograr administrarlos de forma inteligente, para lograr recrear al
máximo lo que se desea explicar a través de la obra. Si el artista logra coordinar bien cada una
de las partes de la composición, va a poder transmitir el mensaje.
Si utilizamos un lenguaje, nos amparamos en la sintaxis como medio para organizar las
palabras, tenemos un conjunto de reglas y solo resta usar nuestra inteligencia. Ahora bien,
cuando intentamos comunicar con la alfabetidad visual, contamos con otro tipo de sintaxis,
esta solamente puede ayudarnos a la hora de la disposición ordenada de las partes, el cómo
abordamos el problema de la composición queda vetado en nuestro poder únicamente. No
existen reglas que regulen la comprensión de la composición misma, lo único que tenemos a
nuestro alcance, es tratar de comprender el proceso de percepción humana y usarlo a nuestro
favor.

Percepción y comunicación visual:

Hay dos pasos específicos a la hora de diseñar, tenemos por un lado el paso creador, el input
del diseñador, donde toma en cuenta los elementos (colores, tonos, texturas, contornos y
proporciones) y los ordena dentro de su composición, y por otro lado, el ver, como se observa
este objeto (en que entorno, bajo que condiciones, y si el mismo dispone de alguna
funcionalidad, también se plantea en relación a la misma). Estos dos pasos, cuando se intenta
definir un mensaje visual específico, están vinculados uno con otro, en una relación de
dependencia recíproca. Y dejan connotar quién es el que lo diseñó y como piensa. Esto se
nota, ya que la manipulación de los elementos queda a total disposición de la expresión
subjetiva del artista, las variantes visuales son infinitas, por lo que el uso de una composición
específica, el énfasis en ciertos elementos y el uso de ciertas técnicas para representar cada
uno de ellos nos muestra el carácter o modo de pensar del mismo. Así como también la
interpretación del significado depende de quién esté recibiendo el mensaje, entra en juego la
expresión subjetiva, de los criterios en si del espectador. En el único punto que estos dos
actores del proceso coinciden es en todo aquello que repara en el sistema físico de las
percepciones visuales, los componentes psicofisiológicos del sistema nervioso, el
funcionamiento mecánico y el aparato sensorial.

La Gestalt ha estudiado y recolectado datos sobre cómo funcionan los mecanismos de input y
output en cuanto a como el organismo ve y organiza los patrones visuales (patterns visuales).
Cada uno de estos estímulos son mediciones estáticas y las fuerzas psicofísicas son las que
modifican, disponen o deshacen el equilibrio, tienen un carácter dinámico que no puede
definirse. Entre ambas se encargan de la percepción del diseño. Por más abstracto que estos
elementos piscofisiológicos sean, la connotación es intensa. Pone en contacto emociones y
sentimientos que logran dar un significado esencial, se dispara directamente al inconciente.

No obstante, cabe destacar que hay elementos que disponen de un significado definible,
siendo el mismo conocido por experiencias compartidas del entorno o de la vida, símbolos
particulares.

Equilibrio:

Constantemente el hombre busca percibir equilibrio en su entorno, este es uno de los


elementos más fuertes e interpretados por el mismo (a modo conciente e inconcientemente),
siempre busca formular un arriba y abajo, una forma de orientarse y plantar sus dos pies sobre
la tierra. Es un cálculo exacto y rápido, su intuición busca constantemente dar esta sensación.
Por estos motivos, el hombre busca construir de forma horizontal-vertical. Cuando el equilibrio
sencillo y estático no se da, se busca lograrlo a través de un reajuste del mismo, logrando
equiparar las piezas, dando un peso relativamente igual hacia ambas partes en disposición de
un eje vertical o eje sentido con un referente horizontal, para establecer así un equilibrio. Este
eje es una constante inconciente.

Tensión:

Se genera cuando se logra un quiebre en el equilibrio, las partes se muestran


desproporcionadas en base al eje sentido y la base horizontal, y se observa cierta atracción
hacia el punto mismo. Esto es muy común en formas irregulares, con un detalle corrido del eje
sentido o en composiciones complicadas.

Nivel y aguzamiento:

Se habla de nivelación cuando no se generan tensiones, se da la sensación de armonía, el


detalle de la composición es central, se ampara dentro de lo que ubicamos en relación al eje
sentido y al eje horizontal. Ahora bien, cuando esta pieza escapa a la alineación de los ejes, es
excéntrica, incluso escapada de las diagonales marcadas por el mapa, se genera un
aguzamiento en la figura, hay una falta total de equilibrio.

Hay una tercera situación dentro de esto que vale tener en cuenta, que es cuando se da la
ambigüedad. Esto se da cuando el punto no esta claramente en el centro, ni tan fuera de el.
Esto logra que se confunda al observador que espera lograr una estabilidad del objeto mismo
en base a un equilibrio. La misma tiene a oscurecer el significado que intenta mostrar el
mensaje visual, ya que su proceso de equilibramiento queda irresuelto, frustra el mensaje.

Preferencia por el ángulo inferior izquierdo:

Aunque no se encuentre bien determinado el porqué de esto, y las teorías sean varias sobre
este acontecimiento, el ojo tiende siempre a buscar en el sector izquierdo hacia debajo de la
composición. Algunos creen que esto se debe a que la irrigación sanguínea del lado izquierdo
es mayor, así como también otros creen que es por un hecho de que en la cultura occidental
estamos acostumbrados a leer desde la izquierda hacia la derecha. El punto esencial es que
esta regla se cumple, siempre.

Esto ayuda a que, si por ejemplo, tenemos en este sector un mayor campo dentro de una
composición con cierta tensión en el sector arriba a la derecha, nos resulta más nivelada y la
tensión se reduce, el peso disminuye respecto a la situación contraria que nos daría una
tensión máxima.

Algunos ejemplos:

Dentro de este punto en particular, se muestra como percibe el ser humano algunos ejemplos.
Y explica la ley de Prägnanz. Esta ley explica como la persona se ve vinculada a los estímulos y
califica como buena una composición por ser armoniosa, equilibrada, simétrica y simple, por
ser deseable por el ser. Ya que la misma es menos provocativa a nivel emocional que una un
tanto más complicada, exagerada, distorsionada y asimétrica. Es lo que comentábamos antes,
sobre como el individuo busca constantemente un equilibrio ideal.
Atracción y agrupamiento:

Según la escuela Gestalt hay una ley de atracción que los objetos disponen dentro de una
composición. El ser humano siente la necesidad de construir conjuntos enteros, el ojo es quien
suple los enlaces faltantes para que se de la conexión. Esta ley se rige por la cercanía o lejanía
entre un elemento y otro, lo que genera en los más cercanos, como la percepción de
englobarlos, de analizarlos como un conjunto en relación o bien como uno solo, y tratar a los
que se encuentran más distantes como que tratan de repelerse entre ellos. Mientras más
próximos se encuentren, más fuerte será su atracción.

En cuanto a la ley de agrupamiento, se considera que: los opuestos se repelen y los semejantes
se atraen. El hombre agrupa los elementos por similitud entre ellos, busca establecer una
conexión entre ellos.

Positivo y Negativo:

Cuando se habla de positivo, se hace referencia al objeto que en el campo dominan las
miradas, el que nos llama más la atención. La experiencia visual, nos hace saber que eso es lo
positivo, dejando al negativo como la que representa mayor pasividad.

Cuando entre estos dos factores nos engañan, se generan las ilusiones ópticas, tan así, que a
veces no logramos distinguir lo que percibimos de lo que realmente estamos viendo. Esto se
da ya que el ojo busca una resolución simple a lo que ve, entonces como en estas figuras se da
un predominio de un elemento sobre otro pequeño, se refuerza la ambigüedad del mensaje y
capta lo más sencillo u obvio.

El positivo y el negativo, también suelen ayudarnos a reforzar las ideas de dimensiones, por
ejemplo, si disponemos de una figura más grande que otra, de forma simultanea, tendemos a
creer que la más pequeña se encuentra por detrás de esta. Así como también tiende a
generarse la idea ilusoria del tamaño mismo y la proporción, por ejemplo, en el caso de una
figura clara montada en un fondo oscuro, tendemos a considerar que la misma es más chica
frente a otra de igual tamaño pero a la inversa, es decir, figura negra sobre fondo blanco.

Cabe destacar que la complejidad del modo visual nos permite una gama amplia de
interpretaciones, pero el conocer los procesos perceptivos del espectador, nos ayuda a limitar
la misma, para generar una respuesta específica a nuestra información brindada, podremos
utilizar recursos especiales que recurran a nuestras intenciones de comunicación.

La sintaxis de la imagen - D.A. Dondis (Capítulo 3)

3. Elementos básicos de la comunicación visual:

Los elementos visuales son los que componen los mensajes y dan lugar a la comunicación
visual. No hay que confundir que por más simples que parezcan, estos mismos dan lugar a
composiciones complejas.
La puesta de cada uno de los elementos y su manipulación obedece a un conjunto, que genera
un mensaje que el artista, diseñador o artesano desea explicar. Por lo que no es posible alterar
solo uno de ellos sin alterar toda la composición. Ya que los mismos trabajan en conjunto para
reflejar una idea particular. El hábil manejo de los mismos y el conocimiento de cada uno de
estos recursos, hace que la persona adquiera cierta libertad a la hora de expresarse y disponga
de miles de opciones para representar lo deseado.

El punto:

Es la unidad más simple, irreductiblemente mínima. Normalmente se plantea con cierta


redondez, pero puede lograr encontrarse en raras ocasiones como una recta o cuadrado.

El punto puede cumplir varias funciones, puede delimitar un espacio, generar atracción sobre
algo en especial, y cuando se ubican de a 2 o más, pueden servir como instrumento de
medición (mientras más complicada sea, más puntos requiere). Cabe recordar en esta
descripción, las medidas antes explicadas de la percepción humana y como una línea sucesiva
de puntos provocan la idea de unión entre ambos, por lo que los mismos pueden delimitar una
figura o bien atribuirle valores de tono o color a los mismos en su yuxtaposición o gran
cantidad (evocando principios de atracción y agrupamiento)

La línea:

Cuando la sucesión de puntos se genera de tal forma que se pierden los límites entre uno y
otro, se origina la línea. La línea da un carácter un poco más fuerte de lo que es la dirección de
un elemento. También se puede definir la misma como la historia del movimiento de un punto
mismo, mostrando una marca continua sobre una superficie. Esta cualidad de fluido libre, da la
oportunidad de la libertad de expresión, además de que la misma se presta flexible para seguir
el capricho de quien la emplee mostrando formas muy diversas.

Cada línea dispone de una dirección y un propósito específico asignado por el artista, cumple
con una tarea definida por el mismo. Y tiene la versatilidad de hallarse dentro de su libertad,
rigurosa y técnica y servir para todo tipo de diagrama, desde los de gran precisión métrica a
bocetos espontáneos, o la misma escritura (ya que esta no es más que un mapa de líneas
dispuestas). Puede representar emociones, así como también puede mostrarse totalmente
fría.

La línea es el medio indispensable para visualizar lo que aún vive en la imaginación, ya que esta
encierra la información visual precisa y esencial.

El contorno:

Es la delimitación que describe una línea.

Existen tres contornos básicos fundamentales, que son figuras planas y simples:

1. El círculo: se asocian los significados de calidez, protección e infinitud

2. El triángulo: la acción, el conflicto y la tensión


3. El cuadrado: honestidad, torpeza, rectitud y esmero

Pueden describirse y construirse fácilmente, tanto verbalmente como visualmente. Y a partir


de los mismos, y sus variaciones y combinaciones derivadas, se pueden englobar todas las
formas físicas de la naturaleza y la imaginación.

Dirección:

Todos los contornos básicos, expresan tres direcciones visuales básicas, y cada una de ellas
tiene un fuerte significado asociativo en lo que respecta a los ideales en función al equilibrio.
Son generadoras de la intención compositiva, dirigida a un efecto y un significado final
específico.

Las direcciones son:

1. El cuadrado = La dirección horizontal y vertical = Bienestar, equilibrio

2. El círculo = La dirección curva = Encuadramiento, calor, repetición.

3. El triángulo = La dirección diagonal = Provocación, inestabilidad, amenaza.

Tono:

Los tonos son intensidades de oscuridad o claridad del objeto que se observa, es la variación
producto entre la luz y la oscuridad. Se dan de forma uniforme en el objeto, haciéndonos saber
cual parte se encuentra más próxima a la luz en su reflejo, y cuál no. El mismo nos da
referencia del entorno en el que se encuentra inmerso el mismo, y su proximidad. Vemos lo
oscuro porque está próximo o se superpone a lo claro, y viceversa. Su manipulación nos
permite trabajar con la dimensión, ayuda a reforzar la apariencia de realidad, genera volumen.
También hacemos de uso todo el tiempo, para poder establecer nuestras relaciones con el
entorno de lejanía y proximidad, no es algo que se basa únicamente a lo gráfico, sino también
a la vida en general. Gracias a la distinción de tonos, vemos.

Color:

El color se vale más que nada por su importancia comunicacional, si bien no es esencial como
los tonos para poder llevar a cabo nuestra vida, el color está sumamente cargado de la
representación de las emociones, representando o no una conexión natural con el ambiente,
es decir, puede darse de forma simbólica. Y de ahí la importancia que dispone en el mensaje
visual, son estímulos comunes.

Cada color tiene numerosos significados asociativos y simbólicos, por ejemplo, el rojo, el rojo
representa la ira, la pasión, el peligro, el amor, etc. Por lo que nos ofrece un amplio
vocabulario a la hora de comunicarnos visualmente. También cabe destacar que uno puede
seleccionar un color por gusto propio, y no por lo que simboliza, pero a su vez el mismo, quizás
no comunique una idea clara y comprensible a nivel simbólico, pero está comentando mucho
sobre uno mismo.

El color dispone de tres dimensiones que pueden definirse y medirse:


1. Matiz: es el color mismo o croma, con sus características particulares. Hay tres matices
primarios y cada uno dispone de una cualidad fundamental, estos son: el amarillo (se
considera el más próximo a la luz, expresa calor, se suaviza al mezclarse con el azul, tiene
tendencia a expandirse); el rojo (es el más emocional y activo, se apacigua con el azul, y activa
con el amarillo, tiene tendencia a expandirse); y el azul (es pasivo y suave, tiene tendencia a
contraerse)

2. La saturación: esto tiene que ver con respecto a los grados de pureza que se muestra en
cada croma. Un color más saturado es uno que se encuentra más puro, y se considera más
cargado de emoción y expresión. Ahora bien un color menos saturados, es aquél que tiene
cierto grado de gris incorporado en el mismo, suelen ser más sutiles, tranquilizadores y
muestran cierta neutralidad.

3. Acromática: Esta dimensión abarca la tonalidad del color, se refiere al brillo. Va desde la luz
hacia la oscuridad.

Hay un efecto que produce la exposición por un tiempo determinado a un color, llamado la
“posimagen”. Una vez que uno pasa cierto tiempo mirando una imagen, cuando desea recrear
luego de esto la misma en una superficie lisa, ve una imagen con el color complementario al
que había estado observando. Por ejemplo el foco amarillo que tenemos en casa, supongamos
que uno pasa un tiempo viendo el mismo encendido, ahora bien, intentemos mirar la pared
blanca, he aquí que lo que observaremos es la posimagen violeta. Que es el color
complementario al amarillo del foco. A partir de este fenómeno, se ha distribuido la posición
de los colores en el círculo cromático, lo que conlleva a saber que, cuando uno decide mezclar
ambos colores opuestos, estos se anulan. Y esto ocurre por el valor que disponen, en el
ejemplo, el amarillo es el más cercano a la luminosidad, y el violeta a la oscuridad.

Textura:

Es un elemento doble, ya que ampara tanto al sentido de la vista como al del tacto. Aunque
bien puede no representarse al tacto y si solamente a la vista. Cuando se habla de una textura
real, significa que conviven en estas ambas cualidades. Normalmente al percibir una textura,
nos avocamos a nuestra experiencia previa, mayoritariamente visual.

Tenemos en cuenta una textura como la composición de una sustancia que logra variaciones
diminutas en su superficie material.

Escala:

Las escalas son las relaciones que se dan de tamaño y proporción con las cosas que lo rodean.
Sin lo pequeño, no puede existir lo grande.

Las mismas suelen atribuirse un valor en correspondencia a la realidad, se emplea una escala,
que es en si un sistema que sirve para proyectar en distintos tamaños las proporciones reales,
y que lo representado no quede desproporcionado en referente a lo que es en realidad.
En síntesis, ayuda a manipular el espacio con el que se cuenta, haciendo que todo entre como
debería ser, sin errar a las proporciones.

Dimensión:

Es la ilusión que hace que de un plano bidimensional, se tome en cuenta como algo
tridimensional. El método que logra esto por excelencia es la perspectiva. A través de un
sistema de líneas que convergen hacia puntos específicos, se logra dar la sensación visual de
que dispone más dimensiones de las que realmente tiene. Esta ilusión puede resaltarse aún
más con la utilización de la tonalidad, el manejo del claro-oscuro.

Otra forma de recurrir a la misma en la comunicación visual, es la utilización de la cámara. Que


recrea un campo visual prácticamente a la perfección, con la diferencia de que el campo se ve
limitado en un ángulo de exposición, a diferencia del ojo humano.

Movimiento:

La idea de movimiento en la comunicación visual, se basa prácticamente en nuestras


experiencias de vida, que las asociamos a tal o cual detalle, lo que nos hace pensar en
movimiento. Aún así, hay técnicas capaces de engañar al ojo humano, pero es más complicado
mantener la realidad, no distorsionarla.

La sintaxis de la imagen - D.A. Dondis (Capítulo 4)

4. La anatomía del mensaje visual:

Los mensajes visuales se expresan y perciben en tres niveles, estos son: representacional,
simbólico y abstracto. Y entre estos mismos se encuentran interrelacionados. El acto de ver es
el encargado de clasificar todas estas ramificaciones.

Cabe destacar que aprendemos instintivamente e intelectualmente a comprender y maniobrar


con todo tipo de maquinarias y artefactos en el entorno basándonos en los mensajes visuales.

También es bueno comprender, que no todos vemos exactamente lo mismo a la hora de


recibir un mensaje o información de este tipo. Hay observadores que ven más allá de lo que
representa a simple vista un mensaje visual.

Representación:

Este nivel evoca a todo aquello que tenga semejanzas muy marcadas con el entorno real, que
se pare en la descripción idéntica de lo que se expresa, por ejemplo, una fotografía.

Procura marcar bien todo detalle necesario que disponga, desde el color a minuciosas partes
del mismo, para ser lo más cercano e identificable a lo real. Logran ser referencias fidedignas
de la realidad, con un leve grado de abstracción (esto quiere decir, que no se ampara en
cualidades efímeras en la representación, solamente las necesarias para identificar la realidad)
Simbolismo:

A la rama anterior, si se logra avanzar un grado más aún de abstracción, puede arribarse a un
nivel simbólico. El mismo representa la simplicidad del objeto en su grado más alto, con la
menor cantidad de detalles posibles (pero aún entendible). Ya que estos deben verse,
reconocerse, recordarse y reproducirse.

Estos pueden involucrar un significado experimental o bien arbitrariamente atribuido. Para


esto último, para que el mensaje llegue a ser comprendido, el observador debe tener acceso a
cierta educación. Mientras más abstracto sea el símbolo, mayor va a tener que ser la
educación.

Para mejorar la línea de la interpretación, debe tenerse en cuenta que el símbolo debe de ser
sencillo, referirse a un grupo, idea, negocio, institución o partido político.

Debo recordar que no necesariamente este símbolo debe repararse en algún acontecimiento o
producto de la naturaleza como en el primero de los niveles, bien puede ser netamente
arbitrario, como por ejemplo, el símbolo de la paz. A veces, este grado de abstracción y
necesidad de educación para su comprensión logra hacer que la transmisión de la información
sea más exacta que uno que ha surgido en un primer momento de lo natural.

Esto se convierte en un código auxiliar del lenguaje escrito, donde se sintetiza aún más la
información, lo que lo hace más viable a la hora de registrarla y comunicarla a una audiencia
masiva. Por ejemplo, las notas musicales.

Abstracción:

La abstracción es el último nivel, el mismo no tiene reparos en guardar relación alguna con lo
real, como es en el caso de lo representacional o simbólico.

Sirve para la comprensión y estructuración de los mensajes visuales, dado a que la misma es la
reducción total de los esquemas planteados. Es una simplificación tendente a un significado
más intenso y destilado, desprovista hasta el extremo de quedar reducida a una información
representacional mínima. Y en su grado más ínfimo de pureza, puede no establecer conexión
con lo visual conocido (sea ambiental o relativo a las experiencias)

En sus principios, la abstracción a nivel artístico, guardaba cierta similitud con lo real,
alterando detalles en los elementos, así como eran el color, la luz, las texturas etc. Arribando al
pronto paso a un total abandono de lo familiar, a favor del espacio, el color y la textura,
dedicándose a las respuestas de contenido y composiciones meramente. Cambiando desde la
preocupación por la observación, hacia la preocupación por expresar lo que dicta el corazón.
Abandonando lo natural.

Interacción entre los tres niveles:

Durante el ensamblaje de un mensaje visual, se pueden disponer de los tres niveles


planteados: representacional, simbólico y abstracto. Cada uno de ellos dispone de
características especiales que ayudan entre ellos a delimitarse y resaltarse. Su interacción es lo
que logra una mejor claridad en el mensaje. Es bueno mencionar que no tan solo el artista
debe ser conciente de estos niveles para poder llevarlo a cabo, sino que también la persona
que recibe el mensaje debe ser capaz de reconocer los mismos.

Cada uno de los niveles aporta algo a la comunicación del mensaje visual, el nivel realista
aporta la semejanza con la naturaleza, lo que lo hace más comprensible, el nivel abstracto
representa más lo emotivo, lo más puro de las expresiones, y en cuanto al nivel simbólico, por
sus establecidos significados logra reforzar el mensaje visual de muchos modos.

Para la creación de un mensaje eficiente, el creador debe tener una gran secuencialidad de
pasos y bocetos previos, logrando ubicar todo lo que desee explicar. El mensaje visual no es
espontáneo, es considerado, es pensado y reflexionado. Debe seleccionar claramente cuales
son los elementos de los que se va a valer y cuales van a ser su ubicación dentro de la
composición para lograr su finalidad. Todo tiene un porqué dentro de la misma, y el estudiar la
alfabetidad visual nos ayuda a comprenderlo.

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