Elsa Paola Guillén Morales Biotecnología

Explorando la diversidad microbiana para la biotecnología: el camino a seguir.

Los microbios son el grupo más diverso y abundante de organismos en la Tierra, que constituyen el 60% de la
biomasa total. Una estimación actual sugiere que, globalmente, el suelo y los océanos están formados por 4–
5x1030 y 3.6x1029 células microbianas, respectivamente. Son una fuente de diversos productos industriales que
tienen aplicaciones en todas las principales industrias. Por ejemplo, los productos microbianos se utilizan como
antibióticos, agentes antitumorales e inmunosupresores en las industrias farmacéuticas, y como bioplaguicidas,
agentes antiparasitarios y agentes de procesamiento de alimentos en el sector agrícola. Son ampliamente
utilizados por la industria química para la producción de aminoácidos, vitaminas, ácidos orgánicos, detergentes,
bio-catalizadores y agentes de bioconversión, y por industrias ambientales para la bio-remediación y la producción
de bioenergía. Las enzimas microbianas presentan otro campo de aplicación. Los biocatalizadores de origen
microbiano se han utilizado durante varias décadas y actualmente se estima que se fabrican más de 500 productos
comerciales utilizando enzimas microbianas. El uso de enzimas se distribuye en varias industrias, incluidos
alimentos (45%), detergentes (34%), textiles (11%), cuero (3%) y pulpa y papel (1,2%).

En la actualidad, hay una creciente demanda de nuevos medicamentos y productos alimenticios que hagan uso
de tecnologías ecológicas y que adopten enfoques sostenibles. Esto, junto con la presión económica y política
sobre las industrias para que sean menos dependientes de los regímenes políticamente inestables para sus
suministros, están impulsando la búsqueda de nuevos biocatalizadores para mantener una producción sostenible.
Actualmente existe una iniciativa política en el mundo desarrollado para promover la biotecnología blanca
(industrial) como punto focal para el desarrollo económico sostenible.

Pero tres grandes desafíos deben ser abordados. Primero, existe una gran demanda por parte de los sectores
biotecnológicos tanto blancos como rojos por nuevas enzimas y metabolitos. El descubrimiento de enzimas más
eficientes aumentará la productividad y, por lo tanto, reducirá el costo. Se considera que los microbios
ambientales son la principal fuente de nuevas actividades enzimáticas, debido a su enorme capacidad metabólica
y diversidad. En segundo lugar, la disponibilidad a gran escala de las enzimas existentes no siempre es confiable
y, a menudo, es costosa. Finalmente, la falta de mecanismos para proteger las enzimas contra el ataque de
proteasas que se produce en los sistemas biológicos es otro obstáculo importante que hay que superar para lograr
una actividad óptima.

El suelo, el agua y otras muestras ambientales presentan una vasta reserva de microbios y productos microbianos
que podrían aprovecharse para revolucionar la productividad de las biotecnologías blancas y rojas. Se ha estimado
que un gramo de un suelo puro puede contener hasta 104 especies diferentes. Estas enzimas son potencialmente
de enorme importancia para los procesos industriales.

Actualmente, se considera que un enfoque metagónico es el método más viable para buscar estas enzimas y ya
ha habido cierto éxito con el uso de varias enzimas utilizando la metagenómica en las industrias química y
farmacéutica. La metagenómica proporciona una forma novedosa de extraer productos valiosos de microbios
ambientales sin la necesidad de cultivarlos en el laboratorio. El material genético total de todos los organismos
presentes en una muestra ambiental se obtiene directamente y se transfiere a organismos sustitutos para generar
una biblioteca de clones de metagenomas. Proporciona dos enfoques complementarios en la búsqueda de
productos biológicos; 1) extracción de la información genética mediante secuenciación y PCR; y 2) evaluación
funcional de clones.

El primer enfoque, cuando se conoce la composición metagenómica (es decir, la información genética de un
entorno). Este enfoque se ha utilizado con éxito en el descubrimiento de varias enzimas nuevas, incluidas
quitinasas, carboxipeptidasas y lipasas. No obstante, tiene un gran inconveniente ya que depende de la
disponibilidad de datos de secuencias homólogas. Por lo tanto, fallaría identificar nuevas enzimas que tienen la
misma función, pero una estructura diferente a las enzimas conocidas. El segundo enfoque, una evaluación
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funcional de clones, constituye un ensayo basado en la función, en el que los organismos sustitutos se analizan
para determinar una actividad particular, como reacciones catalizadas por enzimas particulares o propiedades
atribuidas a un metabolito particular, por ejemplo, antibióticos y agentes antitumorales. El principal problema de
este enfoque es la logística y las instalaciones necesarias para analizar decenas de miles y hasta millones de clones
para las funciones deseadas. El enfoque más simple para la selección funcional es una reacción de color, en la cual
la enzima de elección convierte un compuesto sin color en uno de color, o viceversa, durante el crecimiento del
huésped. Sin embargo, para la mayoría de las actividades enzimáticas, los ensayos de color no están disponibles.
Por lo tanto, la selección funcional sigue siendo el principal obstáculo para encontrar actividades novedosas a
partir de la metagenómica y, por lo tanto, se necesita más investigación y desarrollo.

Además de la explotación de los metagenomas ambientales, el campo emergente de la nanotecnología también

ofrece el potencial para nuevos avances en el uso de enzimas microbianas en la biotecnología. Uno de los
principales obstáculos del uso de enzimas con fines industriales o terapéuticos radica en su estabilidad reducida
relacionada con problemas de solubilidad, estrés mecánico y ataque de proteasas en fermentadores y también
en sistemas biológicos. La nanotecnología se ha convertido en una herramienta prometedora para superar estos
problemas, ya que puede proporcionar estabilidad y protección a las enzimas. Los recientes avances en
metagenómica y nanotecnología han proporcionado productos nuevos e interesantes para la biotecnología blanca
y roja. Sin embargo, el verdadero potencial de estos enfoques solo puede realizarse si se integran junto con la
ingeniería de proteínas y enzimas en futuros esfuerzos de investigación. Es probable que las enzimas nuevas y
potencialmente más eficientes obtenidas de la metagenómica requieran una modificación adicional mediante
ingeniería de proteínas o enzimas para obtener mayor eficiencia y estabilidad en fermentadores a gran escala.
Más importante aún, se necesitan formulaciones que puedan estabilizar la enzima y protegerla de condiciones
adversas, incluidas las derivadas del lavado, la lixiviación, los solventes, el agua y el ataque de proteasas.

Las herramientas nanotecnológicas emergentes podrían proporcionar dicha protección a nuevas enzimas. Por lo
tanto, es importante que estos enfoques se combinen desde la etapa conceptual en adelante. Este enfoque
interdisciplinario, que combina genómica (principalmente metagenómica funcional), ingeniería de proteínas y
nanotecnología, podría acelerar la explotación de las capacidades metabólicas de los microbios ambientales, lo
que a su vez traerá una creación de riqueza sostenible y una gestión eficiente de los recursos y otros beneficios
socioeconómicos .

La promesa de la metagenómica y la nanotecnología no se puede realizar sin una investigación y desarrollo

coordinados y bien financiados. Para que esto suceda, un apoyo político fuerte y sostenido es esencial. Para lograr
estos objetivos con éxito, se necesita un marco legal sólido que defina claramente la libertad y la limitación bajo
las cuales se pueden llevar a cabo experimentos para crear nuevos productos biológicos y / o basados en
nanotecnología. En la actualidad, entre el público en general prevalecen varios conceptos erróneos sobre la
nanotecnología, que deben abordarse con urgencia. Un marco legal, junto con el reconocimiento de que la
información generada por estas tecnologías emergentes es para el beneficio social común, mejoraría la confianza
pública en esta tecnología.

La participación desde el inicio, junto con la apertura y disponibilidad de los datos de investigación con respecto
a los impactos ambientales, sociales y de salud de estas tecnologías emergentes y las regulaciones aplicables,
serían esenciales para el apoyo público y, en última instancia, para su aplicación exitosa. Si la investigación global
y las comunidades industriales son capaces de superar los desafíos anteriores, entonces están preparadas para
aprovechar el enorme potencial de los microbios ambientales incultivables para aplicaciones industriales.

Bibliografía.
Kumar, B. (2009). Exploring microbial diversity for Biotechnology: the way forward. Trends in Biotechnology. Vol.
28. Páginas: 111-116. De Elsevier Base de datos.