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UNIVERSIDAD NACIONAL

SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSGRADO


INSTITUTO INTERNACIONAL EN CONSERVACION Y MANEJO DE VIDA SILVESTRE

ANÁLISIS DEL HÁBITAT DEL OSO ANDINO (Tremarctos ornatus) EN EL BOSQUE


SIEMPREVERDE MONTANO Y PERSPECTIVA COMUNITARIA DEL CONFLICTO
HUMANO - OSO, PARQUE NACIONAL SANGAY, ECUADOR.

Lucas Antonio Achig Balarezo

Tesis sometida a consideración del Tribunal Examinador de posgrado


de la Universidad Nacional para optar al título de Magíster Scientiae
en Conservación y Manejo de Vida Silvestre

Heredia, Agosto de 2009


ANÁLISIS DEL HÁBITAT DEL OSO ANDINO (Tremarctos ornatus) EN EL BOSQUE
SIEMPREVERDE MONTANO Y PERSPECTIVA COMUNITARIA DEL CONFLICTO
HUMANO - OSO, PARQUE NACIONAL SANGAY, ECUADOR.

Lucas Antonio Achig Balarezo

Tesis presentada para optar al grado de Magíster Scientiae en Conservación y Manejo de


Vida Silvestre. Cumple con los requisitos establecidos por el Sistema de Estudios de
Posgrado de la Universidad Nacional. Heredia. Agosto de 2009. Costa Rica.
Miembros del Tribunal Examinador

_________________________________
José Rodríguez Zelaya, M. Sc.
Representante de la Presidencia del Consejo Central de Posgrado

______________________________ ______________________________
Joel Sáenz Méndez, M. Sc. Manuel Spínola Parallada, Ph. D.
Director del ICOMVIS Tutor

_____________________________ _____________________________
Marisol Patiño Sánchez, M. Sc. Stuart White Pedersen, Ph. D.
Asesora Asesor

______________________________
Lucas Antonio Achig Balarezo
Sustentante
AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer en primer lugar a Dios por entregarme la vida y la posibilidad de


cumplir ese sueño, gracias por nunca abandonarme.

A mi querida familia, mi padre Lucas, mi madre Cecilia, mis hermanas María y


Charito, mis hermanos José y David, y la pequeña sobri Cristi (que vino al mundo justo
con la tesis) mis sinceros agradecimientos, porque sin ellos nada de esto hubiera sido
posible, ellos han sido mi pilar fundamental espiritual, sentimental y económico en todo
momento, y en esta etapa hasta mi feliz retorno.

Mi sincero agradecimiento a la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología


(SENACYT) que me becó para cursar estos estudios de postgrado. De igual forma, mi
agradecimiento y respeto por la gente del Instituto Internacional en Conservación y
Manejo de Vida Silvestre, ICOMVIS, por permitir incrementar mis conocimientos y
compartir aprendizajes en múltiples áreas, su apoyo ha sido primordial. A la Fundación
Cordillera Tropical que confió plenamente en mí, al punto de estar presente durante
gran parte de esta aventura, e Idea Wild por la entrega de un valioso equipo de campo.
No puedo tampoco olvidarme del programa Round River Studies que me permitió
compartir esta experiencia con sus estudiantes y apoyarme con materiales y equipo.

Quiero agradecer a los colegas y expertos en el campo de la conservación del oso


andino: mi gran amigo Armando Castellanos cuya experiencia, sugerencias, apoyo y
amistad han sido muy valiosos para mí; al profesor Daniel Rodríguez, igualmente un
amante y apasionado por esta especie, sus recomendaciones, conversaciones, apoyo
en la colecta de información me sirvió de mucha ayuda; a Susana Paisley que aunque
no lo sabe, su pasión por recuperar la identidad andina reflejada en el oso ha motivado
gran parte de esta investigación en el área social. Agradecimiento especial deseo
otorgar al biólogo Danilo Minga y a la doctora Kristina Timmerman por las
contribuciones en el diseño de campo.

iv
Un especial reconocimiento a mi Comité de tesis, un lujo trabajar junto a ellos, mi
tutor y amigo Manolo Spínola quien cuidó hasta el más mínimo detalle para que esta
investigación tuviera el alcance que hemos adquirido, por su entusiasmo, dedicación y
todo lo que me enseñó gracias de corazón. A mi amiga Marisol Patiño, quien con
ternura me introdujo en el campo de las ciencias sociales, haciéndome comprender lo
fascinante de este universo, muchísimas gracias y finalmente a mi amigo de siempre
Stuart White, gracias por su cariño, afecto y enseñanzas, gracias por permitirme entrar
al mundo de los osos y Colepato y por estar siempre apoyando mis pasos.

A mis compañeros y compañeras de promoción, la XVIII, gracias por la tolerancia,


los días, las noches, las madrugadas y todo lo que compartimos. Especial mención
deseo otorgar a Arnulfo Medina, quien fue mi compañero de cuarto, de confidencias,
de apoyo y enseñanza de cuanto su gran experiencia pudo ofrecer, gracias hermano y
felicidades donde quiera que estés. Igualmente, un agradecimiento especial a la familia
Zárate-Tréllez en Costa Rica por acogerme como un hijo más en su hogar.

A los amigos que compartieron conmigo las jornadas de campo, miembros de la


Fundación Cordillera Tropical, al negro Santillán, gracias mi pana por ser parte
fundamental del estudio social. A los asistentes de campo, a quienes prefiero llamar
compañeros y amigos José Ojeda y Raymundo Ojeda gracias por estar siempre ahí a
pesar de lo complejo de las jornadas de campo; y en su nombre a toda la comunidad
de Colepato con quienes compartimos innumerables momentos, gracias por confiar a
pesar de saber que éramos estudiantes y que muy poco les podíamos ofrecer más que
este pequeño homenaje a través de las líneas que siguen y que las construimos en
conjunto, gracias totales.

Finalmente quiero agradecer a la persona que siempre estuvo ahí en las buenas y
en las malas, desde la casa, el campo, la compu, el teléfono, Tortuguero y desde
cualquier rincón, porque la vida siempre nos dio la oportunidad de experimentar el
amor desde sitios distintos, por confiar en mi incluso más allá de los límites posibles,
porque nunca hubo un reproche a las ausencias, y siempre hubo una sonrisa al final
del día, por estar conmigo sin estar, y porque sin amor sencillamente la vida no tiene
sentido. Sin ti, esto no hubiese tenido este final tan maravilloso, mi angelito Rocío.
v
DEDICATORIA

Para los seres que recorren las montañas,


mirando un ambiente cada día diferente.
Para aquellos que siguen a esos seres,
tratando de comprender como pueden vivir bajo esos cambios.
Para la gente que los conoce bien y que quiere conocerlos mejor
porque su amor hacia la naturaleza será un ejemplo permanente.
Para aquellos que no se cansan a pesar de las frustraciones,
porque sueñan con un mundo en armonía.
Para aquellos que han transformado nuestra vida,
haciéndonos cada día mejores personas.
Y para aquellos que no guardan rencor en sus corazones,
pues la vida es tan solo un pequeño recorrido.

vi
RESUMEN

Realicé un análisis del hábitat para el oso andino (Tremarctos ornatus) en el bosque
siempreverde montano, al Suroeste del Parque Nacional Sangay, Ecuador, durante los
meses de Septiembre 2008 a Enero 2009. Para ello instalé 30 parcelas rectangulares de
100 m x 90 m donde evalué el uso a través de registros indirectos (p.ej., huellas, heces,
comederos de osos) y medí variables locales de hábitat como: cobertura del dosel,
diamétro a la altura del pecho (DAP), clases diamétricas, frutos potencialmente
consumidos por el oso, cantidad de bromelias epífitas y riqueza de morfo-especies.
Analicé la selección del hábitat a través de modelos de ocurrencia y caractericé la
vegetación arbórea en zonas habitadas por el oso. El oso seleccionó sitios con árboles
de mayor DAP lo cual podría indicar la selección de bosques maduros y posiblemente
relacionado a la búsqueda de bromelias epífitas (un recurso alimenticio importante).
Aunque las bromelias epífitas no fueron una variable importante en el proceso de
selección del hábitat, evidencias de campo mostraron que este recurso podría estar
vinculado pues durante la época del estudio la disponibilidad de frutos para el oso fue
baja y las bromelias estuvieron presentes mayormente en árboles de mayor talla, entre
ellos el mollón (Prumnopitys montana) y el sarar (Weinmannia sp.) que fueron también
los árboles de mayor uso por el oso. Recomiendo un mayor tamaño de muestra para
mejorar la evidencia dentro del proceso de selección del hábitat. También realicé un
análisis del conflicto ocasionado por la muerte de ganado vacuno debido al ataque del
oso andino ocurrido en años pasados en la comunidad de Colepato. Para ello se
emplearon técnicas cuantitativas y cualitativas con énfasis en el análisis de las
percepciones, ideas e imaginarios de los pobladores de la comunidad. En los últimos 10
años murieron 40 cabezas de ganado y 1 resultó herida por el ataque del oso. Los
ataques de oso se produjeron sobre ganado que pastaba aislado en las partes altas
cercanas a zonas boscosas y a más de 12 km de distancia del centro poblado. Las
percepciones negativas sobre el oso por parte de los entrevistados en Colepato
estuvieron asociadas con personas que no asistieron a la escuela, así como a la
experiencia por la pérdida del ganado atacado por el oso. Sin embargo, el oso genera
un vínculo con la gente reflejado en el amplio conocimiento popular ecológico que
poseen y que podría ser empleado en futuras estrategias de conservación del oso
andino.
vii
ABSTRACT

From September 2008 to January 2009, I carried out a habitat analysis for the Andean
bear (Tremarctos ornatus) in the montane evergreen forest, to the southwest of the
Sangay National Park, Ecuador. I established 30 rectangular plots of 100 m x 90 m where
use was evaluated through indirect signs (e.g., footprints, scats, food sites) and local
habitat variables like canopy cover, diameter at breast height (DBH), diameter classes,
fruits that the bear could consume, amount epiphytic bromeliads and morphospecies
richness were measured. I analyzed the habitat selection through occurrence models and I
characterized the arboreal vegetation in areas inhabited by the bears. The bears selected
places with trees having greater DBH which would indicate selection of mature forest and
could be related with the presence of epiphytic bromeliads (an important food resource).
Although the number of epiphytic bromeliads was not an important variable in the habitat
selection process, field evidence showed that this resource could be related to it. During
this study, fruit availability was low and the greater amount of bromeliads was located on
the biggest trees like mollon (Prumnopitys montana) and sarar (Weinmannia sp.) that also
were used more by bears. I recommend increasing the sample size to improve these
habitat selection approaches. I also carried out an analysis of the cattle predation conflict
caused by the Andean bears in the Colepato community. For this, I used quantitative and
qualitative approaches, through interviews, with emphasis on the analysis of the local
people perceptions. During the last 10 years, 40 heads of cattle were killed and 1 was
injured by bears. Bear attacks took place close to forests and 12 km away from settled
areas only on isolated grazing cattle. The negative perceptions towards bears were related
to people with no formal education, as well as, to people who have lost livestock to bear
attacks. However, local people reflected wide bear ecology knowledge that could be an
advantage for future Andean bear conservation strategies.

viii
TABLA DE CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS……………………………………………………………………….. IV

DEDICATORIA…………………………………………………………………………………VI

RESUMEN……………………………………………………………………………………..VII

ABSTRACT…………………………………………………………………………………...VIII

TABLA DE CONTENIDO…………………………………………………………………..…IX

LISTA DE CUADROS………………………………………………………………..…........XII

LISTA DE FIGURAS…………………………………………………………………….......XIII

LISTA DE APÉNDICES...............................................................................................XVI

PRESENTACIÓN GENERAL
Objetivos…………………….………………………………………..…………………..……..2

CAPÍTULO I.- ANÁLISIS DEL HÁBITAT DEL OSO ANDINO (Tremarctos ornatus)
Introducción………………………………………………………………………………….…..3
ÁREA DE ESTUDIO
Parque Nacional Sangay Zona Sur…………………………………………………………...8
Flora y fauna…………………………………………………………………………………...10
Precipitación, temperatura y humedad relativa……………..……………………………..10
MÉTODOS
Diseño de muestreo y determinación del uso de unidades de recursos por el oso……14
Variables de hábitat…………………………………………………….……...……………..17
Árboles usados y características de ciertos atributos de vegetación en áreas habitadas
por el oso………………………………………………………………………………………..18
Análisis de selección de hábitat…………………………………...………….…….……….19
Análisis de datos……………………………………………………………………………....20
RESULTADOS
Modelos de selección de hábitat……..……………………………………………………...21

ix
Árboles usados por el oso………………………………………...………………………….25
Clases diamétricas, área basal y número de bromelias…………………………………..25
DISCUSIÓN……………………………………………………………………………….…...30

CAPÍTULO II.- PERSPECTIVA COMUNITARIA DEL CONFLICTO HUMANO - OSO,

COLEPATO, CAÑAR, ECUADOR

Introducción……………………………………………………………………………………35
ÁREA DE ESTUDIO
Caserío San Carlos de Colepato…………………………………………………………….39
Organización Social Comunitaria……………………………………………………………41
Breve descripción socioeconómica de la Cooperativa Colepato………………………...42
MÉTODOS
Técnicas cuantitativas………………………………………………………………………...44
Entrevista estructurada……………………………………………………………………….44
Técnicas cualitativas………………………………………………………………………….45
Entrevista en profundidad…………………………………………………………………….45
Grupos focales…………………………………………………………………………………45
Observación participante……………………………………..………………………………46
Análisis de la información………………………………..…………………………………...46
RESULTADOS
Características de las personas entrevistadas ………………………………………..…..49
RELACIÓN OSO – GANADO VACUNO
Personas de la comunidad afectadas……………………………....………………...…....51
Revisión cronológica del número de ganado muerto …………………………………….51
Características del ataque…………………………………………....………………...…....51
Estrategias de la comunidad para enfrentar el problema ………………………………..57

x
RELACIÓN DEL OSO CON LA COMUNIDAD
Causas del ataque del oso según los campesinos y campesinas de la comunidad…..57
Lugares y época del año donde ocurren los ataques …………………………………….57
Permanencia del oso en la zona………………………………………………………….…61
Sentimientos de la gente al perder el ganado y acerca de la presencia del oso...........61
Mitos y leyendas sobre el oso……….…………………………………………………….…64
Estado actual de las poblaciones de osos en la zona y tipo de osos que existen……..64
Lugares donde vive el oso, su dieta y número de crías………………………………..…66
Ataque del oso a la gente…………………………………………………………………….66
Soluciones futuras propuestas por la gente ante la posibilidad de nuevos ataques…..66
DISCUSIÓN……………………………………………………………………….………..….68

CAPÍTULO III.- IMPLICACIONES PARA EL MANEJO Y CONSERVACION


Literatura citada...........……...……………………………………………………….............85

xi
LISTA DE CUADROS

Cuadro 1. Resultadosa,b de la selección de modelos para evaluar la selección de hábitat


del oso andino en la cobertura bosque siempreverde montano, zona Sur
del Parque Nacional Sangay, septiembre 2008 – enero
2009…………………………………………………………………………….22
Cuadro 2. Número de árboles con marcas de oso andino Tremarctos ornatus y su rango
inferior y superior de DAP (cm). Zona Sur del Parque Nacional Sangay,
Ecuador, septiembre 2008 – enero 2009………….……...........................26
Cuadro 3. Mediana del DAP (cm), área basal (m2/ha) y media de bromelias por morfo-
especie en la zona Sur, Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre
2008 – enero 2009. ………………………...………...………………………...…29
Cuadro 4. Variables explicativas consideradas para predecir la percepción positiva o
negativa del oso presente en los entrevistados, Colepato, Cañar, Ecuador.
2008……………………………………………………………………………….48
Cuadro 5. Resultadosa de la selección de modelos para evaluar la percepción
(positiva/negativa) de los entrevistados sobre la permanencia del oso
andino en zona, Colepato, Cañar, Ecuador. 2008………………….……….62

xii
LISTA DE FIGURAS

Figura 1. Uso de la tierra y sitios de muestreo en la cobertura bosque siempreverde


montano (BSM). Zona Sur del Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre
2008 – enero 2009……………………………………………………………….....9
Figura 2. Precipitación media mensual (mm) del año 2008. Estaciones meteorológicas
Mazar (2450 msnm) y Las Palmas (2400 msnm), zona aledaña al Parque
Nacional Sangay, Ecuador……..………………………………………………...12
.Figura 3. Temperatura media mensual (oC) del año 2008. Estación Meteorológica Las
Palmas (2400 msnm), zona aledaña al Parque Nacional Sangay,
Ecuador………...............................................................................................12
Figura 4. Media mensual de humedad relativa (%) y precipitación (mm) del año 2008.
Estación meteorológica Las Palmas (2400 msnm), zona aledaña al Parque
Nacional Sangay, Ecuador…..……………………………………………….…..13
Figura 5. Disposición espacial de los sitios de muestreo para detección y selección de
hábitat del oso andino en Bosque Siempreverde Montano, zona Sur del
Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero
2009……………………………...……………………………………….………...15
Figura 6. Esquema de una pacerla (unidad de muestreo primaria) de 100 m x 90 m
subdividido en 10 subparcelas (unidades de muestreo secundaria) para la
determinación de la detección / no detección del oso. Zona Sur del Parque
Nacional Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero 2009..…………....…..16
Figura 7. Relación entre la probabilidad de ocurrencia del oso andino en unidades de
recursos y la mediana del DAP (cm) en la zona Sur del Parque Nacional
Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero 2009. Las líneas punteadas
representan el límite inferior y superior del intervalo de confianza al
95%.................................................................................…………………..….23
Figura 8. Probabilidad de ocurrencia del oso andino en unidades de recursos
considerando la presencia de frutos potencialmente incluidos en su dieta en
la zona Sur del Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero
2009.…………..…………………………………………………………….……...24

xiii
Figura 9. Proporción de las clases diamétricas I, II, III para morfo-especies, zona Sur del
Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero 2009. Clase I =
10-20 cm, Clase II = 21-30 cm y Clase III = 31 cm en adelante…...………...27
Figura 10. Proporción del número de bromelias epífitas para las clases diamétricas I, II y
III, zona Sur del Parque Nacional Sangay, Ecuador, Septiembre 2008 –
Enero 2009. Clase I = 10-20 cm, Clase II = 21-30 cm y Clase III = 31 cm en
adelante…………………………………………………………………………….28
Figura 11. Uso de suelo y localización geográfica de la Cooperativa San Carlos de
Colepato, Azogues, Cañar, Ecuador. Junio 2009….……………..……………40
Figura 12. Número de entrevistados que asistieron o no a la escuela por rango de
edades en la Cooperativa Colepato, Cañar, Ecuador. 1998 - 2008...……..50
Figura 13. Número de ataques al ganado vacuno por año en la Cooperativa Colepato y
alrededores, Cañar, Ecuador. 1998 - 2006…………………..………………52
Figura 14. Tipo de ganado vacuno afectado (%) por el ataque del oso andino, Colepato,
Cañar, Ecuador. 1998-2006…………………………………..………..………53
Figura 15. Mapa de los sitios de ataque del oso al ganado vacuno en Colepato, Cañar,
Ecuador. 1998-2006………………………………………………………….…55
Figura 16. Características encontradas (%) en los sitios de ataques del oso andino al
ganado vacuno mencionadas por los entrevistados, Colepato, Cañar,
Ecuador. 1998-2006. Los entrevistados pudieron escoger más de una
respuesta…………………………………………………………………………56
Figura 17. Características de las partes del ganado vacuno (%) comidas por el oso
andino mencionadas por los entrevistados, Colepato, Cañar, Ecuador,
1998-2006. Los entrevistados pudieron escoger más de una respuesta…56
Figura 18. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
respecto al porque ataca el oso andino al ganado, Colepato, Cañar,
Ecuador.2008. Los entrevistados pudieron escoger más de una
respuesta………………………………………………………………..………..59
Figura 19. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
al ser consultados sobre en donde ocurren los ataques del oso andino al
ganado vacuno, Colepato, Cañar, Ecuador. 2008. Los entrevistados
pudieron escoger más de una respuesta…….………...…………………….59

xiv
Figura 20. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
sobre la época del año donde ocurren los ataques del oso al ganado
vacuno, Colepato, Cañar, Ecuador. 2008….……………………………….60
Figura 21. Probabilidad esperada de percepción positiva y tamaño del efecto respecto a
la permanencia del oso en la zona considerando la escolaridad, Colepato,
Cañar, Ecuador, 2008. Los valores corresponden al mejor modelo
seleccionado..…..…………………………………………………………..…63
Figura 22. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
respecto a los tipos de osos que reconocen en la zona, Colepato, Cañar,
Ecuador. 2008. El oso huicundero es aquel que come las bromelias
epífitas y frutos del bosque……………………………………………………65
Figura 23. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
sobre la posibilidad de que el oso andino ataque a la gente. Colepato,
Cañar, Ecuador. 2008………………………….……………………………...67

xv
LISTA DE APÉNDICES

Apéndice I. Esquema de la entrevista estructurada para analizar el tema del conflicto


oso – ganado vacuno en la Cooperativa Colepato, Cañar, Ecuador.
2008……………………………………………………………………………….99

xvi
1

PRESENTACIÓN GENERAL

La presente investigación nace como respuesta a la inquietud e interés de la gente


de la Cooperativa San Carlos de Colepato, ubicada en la provincia del Cañar, al Sur de
Ecuador, las entidades que hacen conservación en la zona y los investigadores por
entender el panorama que afronta la conservación del oso andino (Tremarctos ornatus)
en la zona. La importancia de esa zona no solamente está relacionada con los
recursos naturales que posee, sino con el hecho de que comparte territorio con el
Parque Nacional Sangay en su límite Sur, área protegida que constituye la tercera más
grande en territorio continental y que ha sido reconocida como fundamental para la
conservación del oso andino. Además, los bosques de altura presentes en Colepato y
zonas aledañas son parte esencial del paisaje (rodeados por una matriz de páramo)
por donde las poblaciones de osos podrían estar moviéndose.

Esta tesis está dividida en tres capítulos. El primer capítulo, con enfoque biológico,
se centra en analizar el hábitat del oso andino de acuerdo al tercer orden en la escala
de estudios de selección del hábitat (microhábitat) en la cobertura bosque
siempreverde montano (BSM). Para ello se midieron variables de hábitat,
seleccionadas en base a estudios previos, las cuales pudieran estar afectando la
probabilidad de ocurrencia del oso en la zona. Adicionalmente se analizaron los
árboles usados por el oso y algunos atributos de la vegetación como las morfo-
especies encontradas, las clases diamétricas y su posible relación con un recurso
alimenticio importante como las bromelias epífitas.

El entendimiento de estos factores ayudará a mejorar las acciones de manejo dentro


de la cobertura boscosa, más aun en la actualidad cuando se está iniciando un
programa de pagos por servicios ambientales. Sin embargo, la conservación en zonas
donde convergen áreas protegidas y comunidades locales, no solamente debe ser
vista a través de investigaciones biológicas aisladas, sino a partir de investigaciones
sociales que integran a las comunidades en los esfuerzos de conservación.

En el capítulo II es una investigación con enfoque social, donde se analiza la


relación de la comunidad de Colepato con el oso andino a partir de una situación que
causó conflicto en el pasado: el ataque del oso al ganado vacuno. Para este estudio,
2
se emplearon técnicas cuantitativas y cualitativas, teniendo como eje central del
análisis las percepciones, ideas, sentimientos, sentimientos y hechos sociales de los
propios actores sociales a partir de sus testimonios y relatos. Esto se fundamenta en el
hecho de que los campesinos y campesinas son quienes construyen diariamente su
realidad y moldean las acciones de conservación en torno a la vida silvestre. Ello
genera una auto-reflexión entre la gente sobre los hechos de conservación que son de
interés común y posibilita una aproximación mayor para entender el conflicto humano-
oso.

Finalmente en el capítulo III se delinea algunas implicaciones para el manejo a partir


de los principales hallazgos de la presente investigación. Estas recomendaciones se
enmarcan en los dos enfoques: lo biológico y lo social con la finalidad de aportar más
integralmente a las acciones de conservación. El empleo de estudios biológicos y
sociales en conjunto, constituyen una poderosa herramienta para generar programas
de conservación más reales, integrales y participativos.

Objetivos

1) Determinar la selección de hábitat del oso andino (Tremarctos ornatus) en la


porción Sur del área de amortiguamiento del Parque Nacional Sangay.

2) Caracterizar algunos atributos de la vegetación arbórea en áreas habitadas por el


oso andino.

3) Comprender la relación entre la comunidad de Colepato y el oso andino.

4) Caracterizar la situación de conflicto que vivió la comunidad por la pérdida de


ganado atacado por el oso.

5) Explorar las percepciones, ideas y testimonios de la gente en torno a su


interacción con esta especie y el entendimiento del conflicto.
3
CAPÍTULO I

ANÁLISIS DEL HÁBITAT DEL OSO ANDINO (Tremarctos ornatus)

Introducción

El hábitat de un animal en sentido general es la unidad espacial donde éste vive,


incluso por breves lapsos de tiempo (Odum 1963, Morrison et al. 1998). Esta definición,
sin embargo debe relacionarse con los recursos necesarios que requiere cada
organismo o individuo para cumplir sus funciones vitales. De esta manera, el hábitat es
entendido como el conjunto de recursos bióticos o abióticos adecuados para una
determinada especie con la finalidad de perdurar en el tiempo y en el espacio (Weddell
2002, Dennis et al. 2003). Por consiguiente, los esfuerzos de manejo y conservación
deben enfocarse primordialmente en identificar y caracterizar los hábitats ocupados por
las especies.

Los primeros estudios del hábitat se enfocaron en hacer descripciones del tipo de
vegetación usada por las especies investigadas, lo cual proporcionó información
relacionada con la historia natural de las mismas (Morrison et al. 1998). Sin embargo,
en años recientes, ha crecido el interés por evaluar los hábitats de forma detallada,
procurando entender como se relaciona un animal con los sitios donde ocurre. Estos
estudios se han visto apoyados por el uso de métodos robustos para el análisis y de
acuerdo a las últimas aproximaciones en ecología (Alldredge et al. 1998, McDonald et
al. 2005, MacKenzie 2006). Sin embargo, los análisis deben ser adecuadamente
interpretados, de acuerdo al conocimiento ecológico de la especie, pues esto hará
posible tener planes de manejo y conservación reales y eficaces.

El uso y selección del hábitat para una especie puede ser estudiada desde
diferentes escalas (Orians y Wittenberger 1991) lo que se denomina el sistema
jerárquico (Johnson 1980). Los estudios que abarcan todo el rango geográfico de una
especie corresponden a la escala superior o primer orden, mientras que el segundo
orden lo constituye el estudio del área de acción de los individuos (macrohábitat).
Cuando el estudio de selección del hábitat abarca una porción del área de acción de
individuos (microhábitat), se habla del tercer orden de selección del hábitat y finalmente
el cuarto orden corresponde al estudio de recursos puntuales del hábitat como por
4
ejemplo, la selección de presas. Este sistema resulta sencillo de interpretar, pero
generalmente la selección del hábitat depende de diferentes escalas no siempre
diferenciadas y de múltiples factores sutiles que actúan en conjunto (Theberge et al.
2005).

A partir de la escala, los análisis del hábitat, generalmente consideran dos tipos de
estudios: los de macro y microhábitat (Morrison et al. 1998), es decir los estudios de
segundo y tercer orden de acuerdo a la escala de selección del hábitat (Johnson 1980).
Para otros autores estos estudios son conocidos como aproximaciones top-down y
bottom-up (filtro grueso y filtro fino respectivamente, Nielsen et al. 2003). En el caso de
especies de mamíferos grandes como los osos, que realizan movimientos estacionales
amplios, los estudios se han enfocado hacia definir las características del paisaje
relacionadas con la presencia de poblaciones (Mace et al. 1996, Ferguson et al. 1999,
Apps et al. 2004, Stevens 2005, Benson y Chamberlain 2007). Estas investigaciones
han sido apoyadas por estudios previos sobre uso de recursos locales (Rogers 1976,
Servheen 1985, Mattson et al. 1999) para en la actualidad tener estudios
complementarios que modelan recursos y condiciones puntuales en escalas amplias
(Nielsen et al. 2003, Liu et al. 2005), así como analizar el hábitat en multi-escalas
(Theberge et al. 2005).

El oso andino (Tremarctos ornatus) es el único úrsido en Sudamérica, por lo que su


conservación es un hecho prioritario para los países andinos (Rodríguez et al. 2003).
Su rango de distribución altitudinal ocurre entre los 250 msnm hasta los 4750 msnm,
aunque sus poblaciones se concentran principalmente en los bosques nublados
montanos o también conocidos como bosques siempreverdes montanos (Peyton 1980,
Yerena y Torres 1994) donde encuentran principalmente abundantes epífitas (familia
Bromeliaceae) y especies de gramíneas (p.ej., Chusquea sp. al noroeste de Ecuador)
como recurso alimenticio (Cuesta et al. 2001, Castellanos et al. 2005a).

El primer estudio de uso del hábitat para el oso andino fue realizado en Perú
(Peyton 1980). Posteriormente en cada país del rango de distribución de esta especie
se investigaron tópicos relacionados con la dieta, distribución potencial, caracterización
de hábitats, evaluación de componentes de páramo, entre otros (Suárez 1988,
Rodríguez y Cadena 1991a, b, Torres y Ascanio 1992, González y Neisa 2003,
Goldstein 2004, Troya et al. 2004). Estos estudios han determinado que el oso andino
5
hace uso estacional de ciertos elementos del hábitat pero no han podido responder con
certeza si determinados elementos o características del hábitat tienen mayor
importancia en la ocurrencia del oso en una zona determinada (Ríos-Uzeda et al.
2006).

De igual manera, algunas investigaciones se han enfocado a nivel de paisaje,


modelando características del hábitat a través de mapas de distribución potencial o
zonas prioritarias para la conservación de la especie (Cuesta et al. 2001, Rodríguez et
al. 2003, Kattan et al. 2004). Esta información es relevante dentro de los planes de
conservación a gran escala, pero estos modelos deben ser validados en campo para
comprobar su eficacia en la protección de esta especie considerada en peligro de
extinción. El oso andino está catalogado como Vulnerable a nivel global y En peligro de
extinción para el Ecuador, en gran medida debido a la fragmentación y pérdida de
hábitat y a la cacería indiscriminada (Suárez 1999, Tirira 2001).

A escala fina del hábitat o microhábitat, se sabe que las bromelias (base de estas
plantas) y gramíneas no son las únicas especies de las cuales se alimenta el oso
andino. Se conoce que el oso andino puede alimentarse de varios frutos, partes
vegetativas de algunas plantas e incluso pequeños mamíferos e insectos (Peyton
1980, Azurduy 2000, Troya et al. 2004, Castellanos et al. 2005b). Estos hallazgos,
sugieren evaluar otras características del hábitat que pueden estar afectando la
presencia del oso en una zona o incluso que pueden estar alterando la presencia de
los ítems alimenticios considerados como importantes. Sin embargo, los estudios de
microhábitat deben ser cuidadosamente analizados debido a la presencia de algunos
factores que podrían generar confusiones en los análisis como: a) poco tiempo de los
estudios, estacionalidad y diferencias año a año, b) plasticidad de la especie para
seleccionar recursos dentro del hábitat, c) recursos que podrían ser importantes pero
que no son considerados por el investigador, y d) en casos de abundancia de
individuos, la búsqueda de recursos podría estar dado por el azar.

Adicionalmente, la presión ejercida hacia áreas de ocurrencia de osos por el ser


humano, podría restringuir el uso de determinadas zonas y en algunos casos dar como
resultado conflictos entre las poblaciones rurales y la especie (Morales 2003,
Castellanos et al. 2005b, Flores et al. 2005a, Goldstein et al. 2006). Esa así, que el
paisaje actual del oso andino en varias regiones es la suma de elementos naturales y
6
humanos que interactúan al interior de áreas naturales protegidas (Peyton 1999). En
Ecuador se distinguen cuatro bloques principales de conservación para esta especie,
todos relacionados con las áreas naturales protegidas por el Estado. Uno de ellos es el
Parque Nacional Sangay (PNS) ubicado en la porción Sureste de la cordillera de los
Andes.

El mantenimiento de estas áreas naturales es importante para la protección del oso


andino, pero esta condición por si misma, no garantizará su conservación a largo
plazo. Esto será posible en el momento que se genere mayor conocimiento de la
especie en su interacción con el hábitat. Por ejemplo, en la parte alta del PNS, se tiene
conocimiento de la presencia de osos, pero no se ha investigado sobre que factores
del hábitat pueden estar influenciando en su ocurrencia y abundancia.

En el límite Sur del Parque Nacional Sangay desde hace algunos años se han
realizado investigaciones socio-ambientales apoyadas por una ONG local (Fundación
Cordillera Tropical) y otras de carácter puntual con estudiantes extranjeros (Round
River Conservation Studies 2009). Algunos estudios biológicos estuvieron relacionados
con el oso andino pero de manera puntual para confirmar su presencia y generar
interés público. Únicamente una investigación se ha desarrollado en los últimos años
en la zona de páramo (cobertura vegetal contigua al bosque siempreverde montano)
para entender la interacción del oso con un recurso vital: la bromelias terrestre Puya
clava-herculis (K. Timmerman, College of St. Benedict/St. John´s University, EE.UU,
comunicación personal). Sin embargo, en la cobertura boscosa, no se ha realizado
ninguna investigación, lo cual favorece la realización del presente estudio.

Los movimientos que realiza el oso a lo largo del gradiente altitudinal (Rodríguez y
Cadena 1991a) favorecen el análisis del hábitat a diferentes escalas espaciales. Por
ejemplo, en la cobertura boscosa, es importante explorar las relaciones que el oso
puede tener con diferentes recursos y condiciones: presencia de palmas en las zonas
bajas, riqueza de especies vegetales, fenología de árboles frutales, topografía del área
(p.ej., aspecto u orientación del terreno), distancia a cursos de agua, porcentaje de
cobertura del dosel, estructura diamétrica de árboles, entre otros (Rodríguez y Cadena
1991a, b, Ríos-Uzeda et al. 2006). Por lo tanto, es importante caracterizar los
ambientes a una escala más fina basada en recursos locales del hábitat (microhábitat)
7
para evidenciar factores puntuales que pueden afectar la presencia de osos en una
zona.

En lo que se refiere a los métodos o técnicas de detección utilizados para los


estudios del uso y selección del hábitat, se reconocen dos tipos: métodos directos e
indirectos. Los métodos directos incluyen la observación, captura y radiotelemetría;
mientras que los indirectos se basan en evidencias dejadas por la actividad del animal,
por ejemplo, heces, dormideros, caminos, entre otros (McDonald et al. 2005). Cada
técnica tiene sus ventajas y desventajas (Morrison et al. 2001, Williams et al. 2002) y
su uso va a depender de la biología de las especies, objetivos de investigación y
presupuesto disponible. Para una especie elusiva y de difícil observación como el oso
andino, resulta aconsejable estudiar la relación con su hábitat a través de métodos
indirectos (Cuesta et al. 2001, Kattan et al. 2004, Ríoz-Uzeda et al. 2006). Además, el
uso de estos métodos ayuda a detectar la presencia del oso como una alternativa en
áreas con pendientes abruptas, vegetación tupida y difícil acceso que imposibilitan la
marcación y seguimiento de individuos, por ejemplo, mediante radiotelemetría.

En este estudio se analizó el hábitat para el oso andino en base a variables locales,
evaluando la selección del hábitat en la cobertura de bosque siempreverde montano de
la Zona Sur del PNS, que comparte territorio con comunidades campesinas. Este
análisis incluyó también la descripción de ciertos atributos de la vegetación asociados
con el uso del oso andino. Esto creará las bases para estudios posteriores, bajo la
consideración de posibles interacciones entre esta especie y la supervivencia de las
comunidades campesinas de la zona.
8
ÁREA DE ESTUDIO

Parque Nacional Sangay Zona Sur

El Parque Nacional Sangay (PNS) es la tercera área protegida continental más


grande del Ecuador. Con sus cerca de 5200 km2 es superada únicamente por la
Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno y el Parque Nacional Sayuní (localizadas
en la amazonía ecuatoriana). Su rango actitudinal va de los 1000 hasta los 5230 msnm
abarcando la mitad de las formaciones vegetales existentes en el país (Ecolap y MAE
2007). El Parque Nacional Sangay fue declarado en el año 1983 como Patrimonio
Natural de la Humanidad considerando sus límites originales, lo cual no incluyó las
recientes adjudicaciones de territorio en las provincias de Cañar, Chimborazo y Morona
Santiago (Unesco 2008).

De acuerdo a la división político-administrativo del país, el PNS comparte territorio


con 4 provincias: Morona Santiago, Tungurahua, Chimborazo y Cañar. La porción Sur
del parque se encuentra en la provincia del Cañar, Chimborazo y Morona Santiago, y
está constituida por ecosistemas de altura que forman parte de la cuenca hidrográfica
del río Paute, la más importante del país por cuanto de ella se deriva el 34% de la
energía eléctrica nacional. Estos ecosistemas de altura están formados por un mosaico
de páramos y bosques andinos interrumpidos por diferentes usos de suelo
correspondiente a los asentamientos humanos cercanos (White 1990). Una de las
subcuencas hidrográficas presentes al Sur del PNS es la del río Mazar, lugar donde se
realizó la presente investigación.

En la cuenca alta del río Mazar se encuentran cuatro tipos de cobertura vegetal:
bosque de neblina montano (2200 a 2800 msnm), bosque siempreverde montano alto
(2800 a 3100 msnm), páramo herbáceo (sobre los 3100 msnm) y páramo arbustivo
(Baquero et al. 2004, Salgado et al. 2007). Según Salgado y colaboradores (2007) la
división altitudinal entre el bosque de neblina y el siempreverde montano alto está en el
rango de los 3100 y 3200 msnm. La presente investigación se efectuó en el bosque
siempreverde montano (BSM), denominada así debido a la discrepancia existente para
diferenciar altitudinalmente este tipo de cobertura. El BSM ocupa altitudes entre los
2900 y los 3250 msnm, cubriendo para esta investigación un área aproximada de 1000
ha. (Figura 1).
9

755000 760000

Simbología
#
Y Caserios

Sector Bosque Comunitario Colepato P.N. Sangay

Uso Suelo 2001

Areas agrícolas

Bosque S.V.M.

Cultivos Mixtos

Humedales
Lagunas
9720000

Pasto

9720000
Colepato Y# Páramo

Zonas urbanas

Diagrama de Ubicación

#
Y
La Libertad Colombia

Sector Reserva La Libertad

#
Y
San Vicente
Perú
O. Pacifíco

755000 760000
1 0 1 2 Km Fuente: Uso del Suelo, IERSE, 2001

Figura 1. Uso de la tierra y sitios de muestreo en la cobertura bosque siempreverde


montano (BSM). Zona Sur del Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre 2008 –
enero 2009.
10
Flora y Fauna

En la zona de estudio los bosques presentan permanente neblina, con árboles de


copa ancha y muy densa. La estructura de la vegetación de la zona se caracteriza por
presentar dos estratos: dosel y subdosel. El dosel está comprendido por árboles con un
promedio de 13 m, con especies como: Nectandra sp., Myrsine andina, Styloceras
laurifolia. El subdosel tiene aproximadamente 4 m y está compuesto por árboles y
arbustos de las familias Rubiaceae, Piperaceae, Cyatheaceae, Elaeocarpaceae. En el
sustrato herbáceo es frecuente encontrar helechos y musgos, y como epífitas se
destacan los miembros de la familia Bromeliaceae (Cerón y Montalvo 1997, Salgado et
al. 2007). Para mayores detalles sobre la vegetación revisar los documentos de Cerón
y Montalvo (1997), Martínez (2001), Salgado y colaboradores (2007).

En cuanto a la fauna, dentro del área total del P.N. Sangay, existen más de 500
especies de vertebrados, la mayoría representado por las aves con 343 especies, 100
especies de mamíferos, 25 especies de anfibios y 14 especies de reptiles (Freile y
Santander 2005). La mayor cantidad de especies endémicas fueron registradas en el
bosque nublado (1800 – 3600 msnm, Fundación Natura 2002). Las principales
especies de mamíferos amenazados presentes en el área son: el oso andino
(Tremarctos ornatus), el tapir de montaña (Tapirus pinchaque), el gato andino
(Oncifelis colocolo), el puma (Puma concolor) y el margay (Leopardus wiedii). Entre las
aves endémicas se puede encontrar al tucán andino pechigris (Andigena hypoglauca)
el juan pishco (Cyanolyca turcosa) la tangara cabeza roja (Piranga rubriceps) el
alasable del Napo (Campylopterus villaviscencio) y el jacamar pechicobrizo Galbula
pastazae (Gómez et al. 1998). Además están presentes ranas del género Atelopus,
varias de la cuales se encuentran en peligro crítico de extinción. Sin embargo aun
quedan varias zonas del PNS que no han sido muestreadas debido a la poca
accesibilidad (Ecolap y MAE 2007).

Precipitación, temperatura y humedad relativa

En la zona de estudio se encuentran dos estaciones meteorológicas cercanas: una


en el sector conocido como Mazar (Coordenada UTM N 9715296 y E 761308) y otra en
el sector Las Palmas (Coordenada UTM N 9699527 y E 763534). La estación de Mazar
se encuentra a 2450 msnm y reporta únicamente datos de precipitación, mientras que
11
la de Las Palmas está a 2400 msnm y genera datos de precipitación, temperatura y
humedad (B. Guachamín, Instituto Ecuatoriano de Meteorología e Hidrología, Ecuador,
comunicación personal).

La precipitación para el año 2008 fue de 1362 mm (se tomó el valor de la estación
de Mazar debido a la ausencia de datos para dos meses en la de Palmas). Para ese
año, de mayo a agosto se presentan la mayor cantidad de lluvias, siendo mayo y julio
los meses más lluviosos (con un pico promedio en julio de 218,4 mm). Los meses más
secos fueron enero y diciembre (Figura 2).

La temperatura media anual para 2008 fue de 14.5 oC (IC 95% = 13,9 - 15,0) donde
los meses con mayor temperatura media correspondieron a abril y noviembre (15,2 y
o
15,4 C respectivamente). Las temperaturas medias mensuales más bajas se
registraron de mayo a septiembre (Figura 3) coincidiendo con los meses de mayor
precipitación.

La humedad relativa supera en todos los meses el 80%, observándose que se


mantiene constante a lo largo del año (diferencia de 6% entre el mes de mayor y el de
menor humedad). Este factor atmosférico presenta un descenso en los meses de
agosto a diciembre coincidiendo con el patrón observado para la precipitación (Figura
4).
12

240.0

Precipitación (en mm) 210.0

180.0

150.0
Las Palmas
120.0
Mazar
90.0

60.0

30.0

0.0

lio
ro

e
o

zo

ril

no bre
o

e
er

ni
ay

br
br
t

br
ab
re

os
ju
ar

ju
en

m
tu
m

em
m
b

Ag
m

oc

vie
tie
fe

ci
p

di
se
Meses

Figura 2. Precipitación media mensual (mm) del año 2008. Estaciones meteorológicas
Mazar (2450 msnm) y Las Palmas (2400 msnm), zona aledaña al Parque Nacional
Sangay, Ecuador.

diciembre
noviembre
octubre
septiembre
agosto
Meses

julio
junio
mayo
abril
marzo
febrero
Enero

12.0 12.5 13.0 13.5 14.0 14.5 15.0 15.5 16.0


Temperatura (en °C)

Figura 3. Temperatura media mensual (oC) del año 2008. Estación Meteorológica Las
Palmas (2400 msnm), zona aledaña al Parque Nacional Sangay, Ecuador.
13

89.0 180.0

88.0 160.0

87.0
140.0

86.0

Precipitacion (en mm.)


120.0
Humedad (en %)

85.0
100.0
84.0
80.0
83.0
60.0
82.0
40.0
81.0

80.0 20.0 Humedad Relativa


Precipitacion
79.0 0.0
e
o
o

zo

ril

e
lio

e
o
o

to

e
br
er

br
br
er

ni

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os
ju
ar

m
ju
br
En

tu

em
m
m

ag

vie
fe

ie

oc

ci
pt

no

di
se

Meses

Figura 4. Media mensual de humedad relativa (%) y precipitación (mm) del año 2008.
Estación meteorológica Las Palmas (2400 msnm), zona aledaña al Parque Nacional
Sangay, Ecuador.
14
MÉTODOS

Diseño de muestreo y determinación del uso de unidades de recursos por el oso

Para evaluar el uso del hábitat por el oso, entre septiembre del 2008 y enero del
2009, ubiqué 30 parcelas (unidad de recursos) rectangulares de 100 m x 90 m en 2
sectores del PNS dentro del tipo de cobertura Bosque Siempreverde Montano (BSM).
Para la ubicación de las parcelas utilicé un sendero de tránsito de personas dentro de
cada sector, donde la primera parcela fue colocada a aproximadamente 500 m de
iniciada la cobertura de bosque. Luego procedí a ubicar las restantes parcelas
separadas entre si por una distancia de 100 m. Todas las parcelas fueron emplazadas
internándome 20 m. desde el camino y a cada lado del mismo (Figura 5). En el sector
Reserva La Libertad ubiqué 16 parcelas y en el sector Bosque Comunitario de la
Cooperativa Colepato ubiqué 14 parcelas.

Cada parcela (unidad de muestreo primaria) fue subdividida en 10 subparcelas


(unidades de muestreo secundarias) de 100 m x 3 m. El ancho de la subparcela varió
en algunos lugares donde la vegetación herbácea era tupida (visibilidad era menor a
los 3 m) pero se estableció un aproximado de 3 m para tener un igual esfuerzo de
muestreo. La primera subparcela estaba ubicada en el borde inicial de cada parcela y
las siguientes cada 10 m (Figura 6).

Para evaluar el uso de las parcelas por el oso, seleccioné al azar y con reemplazo 5
subparcelas. En cada una de ellas se buscó por rastros y señales de oso con el apoyo
de dos asistentes locales y las guías de campo para la búsqueda de rastros de
Rodríguez (2005) y Torres (2006). La evidencia de cualquier tipo de rastro de oso:
huellas, heces, marcas en los árboles, comederos, nidos, pelos en cada subparcela fue
considerada como una detección del oso en la subparcela. La detección y no detección
de rastros de oso en una subparcela se identificó como “1” o “0”, respectivamente. De
esta manera, cada unidad de recursos tuvo una historia de detección con 5 ocasiones
(1 por cada subparcela).
15

Figura 5. Disposición espacial de los sitios de muestreo para detección y selección de


hábitat del oso andino en Bosque Siempreverde Montano, zona Sur del Parque Nacional
Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero 2009.
16

100 m
Subparcela 1 (S1)
10 m
S2

S3

S4
Principal
Sendero

S5
90 m
S6

S7

S8

S9

S 10

Figura 6. Esquema de una parcela (unidad de muestreo primaria) de 100 m x 90 m


subdividido en 10 subparcelas (unidades de muestreo secundaria) para la determinación
de la detección / no detección del oso. Zona Sur del Parque Nacional Sangay, Ecuador,
septiembre 2008 – enero 2009.
17

Variables de hábitat

Para evaluar el proceso de la selección de hábitat se analizó el uso de las parcelas


en relación a algunos recursos que podrían potencialmente determinar la probabilidad
de ocurrencia del oso. Para ello, colecté información sobre algunas variables de
hábitat. Estas variables fueron seleccionadas en base a estudios previos sobre la
especie (Peyton 1980, Suárez 1988, Rodríguez y Cadena 1991a, b, Troya et al. 2004,
Ríoz-Uzeda et al. 2006). En cada parcela se seleccionó al azar y sin reemplazo 2
subparcelas (de las 5 utilizadas para la búsqueda de rastros de osos) con un ancho fijo
de 2 metros (1 m a cada lado de la línea central) en los cuales se midieron las
variables.

Todas las variables de la vegetación fueron medidas para árboles mayores a 10 cm


de DAP. A continuación se expone las variables consideradas para el análisis y una
breve descripción de cómo fueron medidas.

Cobertura del dosel.- Se consideraron 10 puntos por subparcela para la toma de


lecturas de la cobertura del dosel (cada 10 m en la subparcela). En cada punto se
procedió a tomar 4 lecturas (norte, sur, este, oeste) a través del densiómetro convexo,
dando un total de 40 lecturas por cada subparcela. La medida fue en %.

Mediana del DAP (Diámetro a la altura del pecho).- Se midió el DAP de cada árbol
presente en la subparcela (mayores a 10 cm de DAP). El análisis consideró el cálculo
de la mediana como medida central de acuerdo a la distribución de los datos. La
medida fue en cm.

Clase III.- Para el análisis se consideraron 3 clases diamétricas: clase I = 10-20 cm,
clase II = 21-30 cm. y clase III > 30 cm. La clase III correspondió a los árboles de
mayor talla en este tipo de cobertura vegetal y su inclusión como variable consideró la
proporción de esta clase en la estructura general de clases diamétricas. Medida en %.

Frutos.- Se consideró aquellas especies con frutos potencialmente consumidos por


el oso andino de acuerdo a la literatura pues en la zona no se ha realizado un estudio
de la dieta. Entonces, se tomaron muestras de especies con fruto, se identificó y se
18
validó si fueron reportadas como alimento del oso. La variable fue categoría, Si en caso
de existir alguna especie con frutos potencialmente incluidos en la dieta del oso, o No
en caso contrario.

Mollón.- Esta variable consideró la presencia de árboles de mollón Prumnopitys


montana por ser árboles que alcanzan el dosel y que fueron registrados como los de
mayor uso del oso en la zona. La medida consistió en el número de árboles de mollón.

Riqueza de morfo-especies.- Se consideró la distinción de morfo-especies debido a


que varios árboles presentaron condición de infertilidad. Por consiguiente, se evaluaron
las morfo-especies en base a características externas y nombres locales conocidos por
los asistentes de campo. La medida fue riqueza de morfo-especies.

Bromelias epífitas totales.- Conteo de bromelias epífitas totales en los árboles


mayores a 10 cm de DAP. Se procuró en todos los casos realizar un conteo total,
donde no fue posible se contabilizó las bromelias en base a las ramas visibles y una
extrapolación respecto al total de ramas. La medida fue número de bromelias totales.

Bromelias epífitas por árbol.- Para esta variable se calculó la media de bromelias
epífitas en árboles con bromelias. La medida fue media de bromelias epífitas.

Árboles usados y características de ciertos atributos de vegetación en áreas


habitadas por el oso

Durante los recorridos de observación de rastros del oso andino, registré aquellos
árboles que presentaron marcas de oso. Se tomaron medidas del DAP y se determinó
el tipo de marca encontrada. Además se analizó posibles relaciones entre morfo-
especies, clases diamétricas con respecto a un recurso alimenticio reconocido como
importante para los osos: las bromelias epífitas. La evaluación consideró las clases
diamétricas, el área basal por morfo-especie y la cantidad de bromelias epífitas
presentes en ellas.
19
Análisis de selección de hábitat

La presente investigación se basó en el protocolo SP-D (unidades disponibles son


clasificadas como uso y no uso) y el diseño 1 que corresponde a unidades de uso, no
uso o disponibles muestreadas para el área de estudio donde el uso es registrado para
la población de animales, sin identificar individuos (Manly et al. 2002, McDonald et al.
2005). De acuerdo a la escala, la investigación corresponde al tercer orden
correspondiente a la selección del hábitat para una porción del área de acción de
individuos (Johnson 1980).

Tradicionalmente los estudios de uso y selección del hábitat se basaron en la


presencia – ausencia de la especie considerando una probabilidad de detección
perfecta, es decir la variable respuesta era dicotómica (presencia = 1 y ausencia = 0)
producto de una sola evaluación (MacKenzie et al. 2002). Estos modelos no
consideraron el hecho de que una especie puede no ser detectada por el observador
pero estar presente en el lugar, en otras palabras, se puede confirmar la presencia de
una especie en un sitio pero es imposible confirmar la ausencia de la misma. El efecto
de ignorar una detección imperfecta (falsos negativos) de individuos es estimar la
ocurrencia y parámetros relacionados de una manera sesgada lo cual resulta en
inferencias engañosas (Gu y Swihart 2004, Royle et al. 2005, MacKenzie 2006).

Con el fin de contrarrestar estas observaciones “falseadas” de ausencia de


individuos, ahora se han construido análisis más fiables que consideran la probabilidad
de detección como una medida de varios eventos u ocasiones. Por ejemplo en esta
investigación, se realizó un estudio de una estación (período de menor precipitación en
la zona) con variación espacial (subparcelas para detección). Esto permite aumentar la
probabilidad de encontrar (o no) a la especie objeto de investigación y con ello
minimizar el sesgo de considerarla ausente tras una única evaluación. Estas
mediciones más cercanas a la realidad, pueden modelarse conjuntamente con las
variables de hábitat dentro de los estudios de selección de hábitat (MacKenzie 2006).

Estas nuevas aproximaciones aportan información útil y ajustada a la realidad en


multiplicidad de contextos – cambios en la distribución de especies, identificación de
hábitats de alto valor intrínseco, ocurrencia y uso de hábitat – lo que permite mejorar
las acciones de manejo y conservación (MacKenzie 2005). En el caso del oso de
20
anteojos hasta el momento no se ha practicado ningún estudio que contemple una
detección imperfecta de la especie, lo cual constituye un hecho pionero y abre la
posibilidad de futuras investigaciones para la zona de estudio, basadas en la
información generada.

Análisis de datos

La selección de hábitat fue analizada a través de modelos de ocurrencia


(MacKenzie 2006). Para examinar la influencia de las variables de hábitat sobre la
ocurrencia del oso en las unidades de recursos se ajustaron modelos con las variables
medidas. La selección de modelos se realizó mediante el criterio de información de
Akaike ajustado para tamaño de muestras pequeñas (CIAc; Burnham y Anderson
2002). Como medida asociada para comparar modelos se empleó el valor del delta
CIAc (Δ CIAc), seleccionando aquellos que estuvieran dentro del rango 0 – 2, ya que
éstos muestran también evidencia sustancial para ser escogidos. La evaluación de los
modelos se realizó con el programa MARK Versión 5.1 (White y Burnham 1999).
21

RESULTADOS

Modelos de selección de hábitat

En las 30 unidades de recursos muestreadas, los 3 primeros modelos fueron


considerados modelos plausibles para explicar el proceso de selección de hábitat del
oso ya que tuvieron el menor valor de CIAc y valor de delta CIAc se ubicó dentro del
rango 0-2. Estos modelos fueron el modelo nulo (que no incluyó ninguna variable), el
modelo que incluyó el valor de la mediana del DAP de los árboles y el modelo que
incluyó la presencia de frutos potencialmente consumidos por el oso (Cuadro 1).

Mediante el modelo nulo se estimó una probabilidad de ocurrencia del oso andino
en las unidades de recursos de 0,91 (IC 95% = 0,73 - 0,97) y una probabilidad de
detección de 0,61 (IC 95% = 0,52 - 0,69). La relación entre la probabilidad de
ocurrencia del oso y la mediana del DAP (cm) fue positiva, es decir a medida que
aumenta la mediana del DAP en los sitios (mayor DAP) existe una mayor probabilidad
de ocurrencia del oso andino, aunque la estimación de parámetros fue imprecisa
(Figura 7). Por otra parte, la probabilidad de ocurrencia del oso fue menor en sitios
donde se encontró presencia de frutos de potencial consumo, aunque no existen
marcadas diferencias (Figura 8).
22

Cuadro 1. Resultadosa,b de la selección de modelos para evaluar la selección de hábitat


del oso andino en la cobertura bosque siempreverde montano, zona Sur del Parque
Nacional Sangay, septiembre 2008 – enero 2009.

Modelo CIAc Δ CIAc wi k

Nulo 203,44 0 0,27 2

MedianaDAP 204,83 1,39 0,13 3

Frutos 205,34 1,94 0,10 3

Riqueza 205,70 2,26 0,09 3

Cober Dosel 205,76 2,32 0,08 3

BromeXarbol 205,84 2,40 0,08 3

Clase III 205,88 2,44 0,08 3

BroTotal 205,88 2,44 0,08 3

Mollon 205,92 2,48 0,08 3

a
El análisis incluye el Criterio de Información de Akaike corregido para tamaños de
muestra pequeños (CIAc), CIAc relativo (Δ CIAc), el peso de Akaike (wi) y el número de
parámetros utilizados (k).
b
No se realizó la combinación de modelos pues se trató de evaluar el efecto de cada uno
por separado. De esta manera evitamos sobreparametrizar los modelos y mejorar la
eficiencia del cálculo de la verosimilitud (likelihood) del sistema (MacKenzie et al. 2002).
23

1.0
Probabilidad de ocurrencia

0.8
0.6
0.4
0.2
0.0

15 20 25 30 35

Mediana DAP (cm)

Figura 7. Relación entre la probabilidad de ocurrencia del oso andino en unidades de


recursos y la mediana del DAP (cm), zona Sur del Parque Nacional Sangay, Ecuador,
septiembre 2008 – enero 2009. Las líneas punteadas representan el límite inferior y
superior del intervalo de confianza al 95%.
24

1.0

0.97 0.99
Probabilidad de ocurrencia

0.95
0.87
0.8
0.6

0.62
0.57
0.4
0.2
0.0

Presencia Ausencia

Frutos
Figura 8. Probabilidad de ocurrencia del oso andino en unidades de recursos
considerando la presencia de frutos potencialmente incluidos en su dieta, zona Sur del
Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero 2009.
25
Árboles usados por el oso

Registré el uso de 4 especies de árboles por parte del oso: mollón (Prumnopitys
montana); jiguerón (Familia Lauraceae); duraznillo (Gordonia sp.) y sarar (Weinmannia
sp.). Todas las marcas correspondieron a osos que se subieron en esos árboles (no
registré señales de rasguños a largo del tronco). Todos los árboles presentaron DAP
superiores a los 30 cm (Cuadro 2).

Clases diamétricas, área basal y número de bromelias

Mollón (Prumnopitys montana) y guabisay (Podocarpus oleifolius) fueron las


especies que tuvieron la mayor proporción de árboles de la clase diamétrica III
correspondiente a los árboles de mayor talla (Figura 9). El mollón junto al sarar
(Weinmannia sp.) tuvieron el mayor área basal en las 30 unidades de recursos
(Cuadro 3).

La clase diamétrica III mostró la mayor proporción de bromelias epífitas totales


respecto a las clases I y II (Figura 10). Mientras que las morfo-especies con mayor
número de bromelias epífitas por árbol correspondieron al mollón (Prumnopitys
montana), guabisay (Podocarpus oleifolius), motilon (sp4), marar (sp2) y sarar (Cuadro
3).
26

Cuadro 2. Número de árboles con marcas de oso andino Tremarctos ornatus y su rango
inferior y superior de DAP (cm). Zona Sur del Parque Nacional Sangay, Ecuador,
septiembre 2008 – enero 2009.

Especie Número de árboles Rango de DAP (cm)


con marcas
Inferior Superior
Prumnopitys montana 5 57,0 150,0

Weinmannia sp. 4 31,0 55,0

Jigueron (Familia Lauraceae) 1 35,7 35,7

Duraznillo (Gordonia sp.) 1 56,0 56,0


27

0.9

0.8

0.7

0.6
Proporción

0.5

0.4

0.3

0.2

0.1
Clase I
0 Clase II

quiloyuyo
guabisay

lamay

yubar h. grandes
mollon

tabla panga

tinajera

ishpingo

cebolleta

cachu manzano

jocte

motilon

casha jocte

chonta
ashna caspi

pucañahui

guagual

chicamilla
desconocida 6

pumamaqui
Clase III
chicamilla dif.
sarar

marar

quishuar
jigueron

duraznillo

Morfo-especie

Figura 9. Proporción de las clases diamétricas I, II, III para morfo-especies, zona Sur del
Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero 2009. Clase I = 10-20 cm,
Clase II = 21-30 cm y Clase III = Más de 30 cm.
28

1.0
0.8
0.6
Proporción
0.4
0.2
0.0

I II III

Clase diamétrica

Figura 10. Proporción del número de bromelias epífitas para las clases diamétricas I, II
y III, zona Sur del Parque Nacional Sangay, Ecuador, Septiembre 2008 – Enero 2009.
Clase I = 10-20 cm, Clase II = 21-30 cm y Clase III = Más de 30 cm.
29

Cuadro 3. Área basal (m2/ha), media del DAP (cm) y número de bromelias por morfo-
especie, zona Sur Parque Nacional Sangay, Ecuador, septiembre 2008 – enero 2009.

Área Basal DAP (cm) Número de Bromelias


Morfo-especies (m2 / ha)
Media IC (95%) X árbol IC (95%)
Sarar (Weinmannia sp) 7,15 30,08 27,63 – 32,53 1,81 1,33 – 2,24
Mollón (Prumnopitys
6,44 59,69 44,07 – 75,31 16,43 9,05 – 26,57
montana)
Yubar (Geissanthus sp) 3,82 15,43 14,68 – 16,18 0,42 0,27 – 0,60
Lamay (Clusia sp) 3,00 20,17 18,38 – 21.96 1,52 0,88 – 2,27
Casha jocte (sp1) 2,74 18,87 17,12 – 20,62 1,02 0,70 – 1,36
Jiguerón (Lauraceae) 2,33 28,82 21,64 – 36,00 1,17 0,50 – 2,03
Chonta (Dicksoniaceae) 2,05 18,98 17,24 – 20,72 0,19 0,04 – 0,39
Chicamilla (Hedyosmum
2,03 15,58 14,73 – 16,43 0,08 0,03 – 0,15
scabrum)
Puca ñahui (Styrax foveolaria) 1,99 22,96 20,60 – 25,32 1,78 1,06 – 2,90
Ishpingo (Ocotea cf.
1,73 30,67 24,27 – 37,07 1,13 0,61 – 1,65
heterochroma)
Guabisay (Podocarpus
1,27 44,76 16,90 – 72,62 8.14 0,57 – 22,43
oleifolius)
Jocte (Prunus huantensis) 1,02 22,50 18,51 – 26,49 0,88 0,31 – 1,62
Duraznillo (Gordonia sp.) 0,99 24,45 19,31 – 29,59 0,57 0,24 – 0,95
Tinajera (Miconia aff.
0,96 30,84 23,19 – 38,49 1,46 0,00 – 3,92
bracteolata)
Quilo yuyo (Miconia obscura) 0,78 15,44 13,87 – 17,01 0,18 0,04 – 0,38
Marar (sp2) 0,72 20,84 15,66 – 26,02 3,05 1,60 – 4,75
Pumamaqui (Oreopanax
0,68 17,72 14,81 – 20.63 0,46 0,07 – 1,14
andreanus)
Cebolleta (Axinaea
0,54 18,72 15,78 – 21,66 0,24 0,00 – 0,62
macrophylla)
Guagual (sp3) 0,50 17,81 13,29 – 22,33 0,63 0,11 – 1,26
Ashna caspi (Siparuna
0,46 22,52 16,55 – 28,49 0,67 0,00 – 1,75
echinata)
Danta mashcana (Cinchona
0,42 16,25 13,88 – 18.62 0,45 0,09 – 1,04
pubescens)
Motilón (sp4) 0,21 21,73 12,52 – 30,94 3,50 0,33 – 8,50
30

DISCUSIÓN

El oso andino seleccionó sitios con árboles de mayor DAP lo cual podría indicar una
selección de bosques más maduros. En las Yungas bolivianas, se encontró que más
pistas de osos estuvieron positivamente relacionadas con las áreas basales de árboles
potencialmente incluidos en su dieta (Ríos-Uzeda et al. 2006). De igual manera, Peyton
(1980) encontró que los osos se alimentan mayormente de frutos de Ficus con DAP
superiores a 1 m en los bosques húmedos de Shipasbamba, Perú, así como de otros
géneros que superan los 45 cm de DAP. Aunque en la presente investigación la
variable frutos de potencial consumo por el oso se registró como presencia – ausencia,
la observación de la fenología de las especies y el análisis de atributos de la
vegetación parecieran mostrar evidencia de la importancia de las bromelias epífitas
(recurso alimenticio) para los osos en la zona durante la época del año en que se
efectuó el estudio.

Las bromelias epífitas fueron encontradas en mayor cantidad en la clase diamétrica


III (árboles de mayor talla) y asociadas a árboles como el mollón (Prumnopitys
montana) y el sarar (Weinmannia sp.). Estos árboles fueron los de mayor área basal en
la zona y los que presentaron el mayor uso por el oso andino. A esto se suma la baja
disponibilidad de frutos potencialmente consumidos por el oso (la mayoría se
encontraba finalizando su época de fructificación), lo que llevaría a pensar que la
selección de sitios con árboles de mayor DAP tiene relación también con la búsqueda
del oso de un recurso alimenticio como las bromelias epífitas. Aunque, si bien, los
resultados de la selección de modelos no mostraron una fuerte influencia de esta
variable en el proceso de selección de hábitat.

En cuanto a los frutos potencialmente incluidos en la dieta del oso, como se


manifestó anteriormente en esta época se encontraban finalizando su fructificación, es
decir su disponibilidad fue baja. Además, las categorías presencia – ausencia de frutos
presentan poca diferencia. Por lo tanto, se podría asumir que esta variable pese a estar
incluida dentro de los mejores modelos no muestra evidencia biológica suficiente para
ser considerada como importante. Es probable que esta condición varíe en otra época
del año cuando los frutos estén maduros y sean abundantes (Peyton 1980, Rivadeira
2001, González y Neisa 2003, Castellanos et al.2005b). En la zona, la gente de
31
Colepato mencionó que el oso se alimenta principalmente de los frutos del ishpingo
(Ocotea cf. heterochroma) que al momento de la investigación no se encontraban
maduros.

El oso hace uso estacional de recursos puntuales cuando ellos están presentes
como el caso de los frutos frescos y maduros, y de otros que se distribuyen más
homogéneamente en el paisaje como las bromelias epífitas (Suárez 1988, Rodríguez y
Cadena 1991a, Azurduy 2000, Troya et al. 2004) y las palmas en las tierras bajas
(Peyton 1980, Rodríguez y Cadena 1991a). Durante la época en que los frutos de los
que se alimenta el oso presentan una baja disponibilidad (como en este estudio), esta
especie podría ingresar a determinadas zonas en búsqueda de recursos más estables
como las bromelias epífitas. Durante el presente estudio se evidenció el consumo de
bromelias por parte del oso al registrarse 3 grupos de heces con restos de bromelias
(posiblemente dos de origen epífito y una terrestre cerca del pajonal) y ausencia de
frutos.

Por otro lado, no se encontró evidencias en los análisis, de que variables como la
cobertura vegetal, el número de árboles de mollón, la riqueza de morfo-especies
estuvieran fuertemente vinculadas al proceso de selección del hábitat en la zona de
estudio. Sin embargo, esto no significa que dichas variables (al igual que lo que ocurre
con las bromelias epífitas) no estén relacionadas con el proceso de selección del
hábitat para el oso andino. La relatividad de los análisis pone en evidencia la
importancia de encontrar una interpretación biológica adecuada, sobre todo cuando los
modelos no se encuentran muy distantes uno del otro como ocurrió en la presente
investigación. Por ejemplo, la cobertura del dosel en este estudio fluctuó entre 82% y
92%, que constituyen valores altos y posiblemente óptimos para proporcionar refugio a
los individuos. En caso de existir mayores diferencias en la cobertura del dosel entre
sitios, es posible que el proceso de selección determine a esta variable como
importante.
.
La riqueza de especies arbóreas, que en este estudio se consideró a nivel de morfo-
especies, no ha sido evaluada en estudios previos del hábitat. Evidencias de si el oso
selecciona sitios con mayor riqueza de recursos como por ejemplo especies frutales
podrían apoyar la idea de que el oso es una especie paraguas o paisaje de
conservación (Rodríguez et al. 2003, Gómez 2004, Flores et al. 2005b). Y por otro
32
lado, el hecho de poder evaluar el consumo de la microfauna presente en la base de
las bromelias epífitas (que consume el oso accidental o espontáneamente) u otro tipo
de presas animales, podría ayudar mejorar el entendimiento sobre el proceso de
selección de hábitat de la especie.

Entre las limitaciones del presente estudio se encuentran el tamaño de muestra y


las limitaciones logísticas para cubrir una mayor área, lo cual pudo haber influido en la
precisión de los resultados. El evaluar un mayor número de parcelas podría ayudar a
alcanzar resultados más prolijos, relaciones más claras entre las variables con la
probabilidad de ocurrencia y de este modo alcanzar mayor evidencia para entender la
selección de hábitat del oso andino. De igual manera, el tamaño de muestra no
permitió ajustar otros modelos a través de la combinación de las variables evaluadas.
El ajuste de modelos con múltiples variables hubieran sobreparametrizado los modelos
impidiendo la estimación de parámetros de los mismos. En esta investigación
únicamente 3 parcelas fueron registradas sin detección de osos, lo cual probablemente
afectó las aproximaciones generales de los modelos de ocurrencia.

La probabilidad de detección del oso fue alta pero menor a 1, esto sugiere que
existe una alta probabilidad de que el animal pueda ser detectado en la zona si se
encuentra presente, pero también sugiere que los estudios de selección de hábitat o
distribución del oso basados en datos de presencia/ausencia subestimarían la
ocurrencia del oso (MacKenzie et al. 2002). En la región de Kerinci Seblat, Sumatra se
determinó que el considerar una probabilidad de detección igual a 1, subestimó el valor
de probabilidad de ocurrencia del oso malayo (Helarctos malayanus) entre el 6 - 26%
en tres áreas (Linkie et al. 2007), lo cual enfatiza la necesidad de incorporar esta
función para mejorar los estimados.

Para el monitoreo de osos andinos a largo plazo, algunos autores recomiendan la


utilización de algún índice de abundancia basado en tasas de rastros o pistas de osos
para obtener abundancias relativas (Cuesta et al. 2003, Ríos-Uzeda et al. 2006). Sin
embargo, hay 2 inconvenientes en el uso de índices de abundancia para el monitoreo
de una especie como el oso andino. Primero, sería necesario calibrar el índice de
manera que se conozca la relación entre el índice y la abundancia de las poblaciones
del oso en la región. Segundo, es necesario ajustar el índice incluyendo la probabilidad
de detección en su estimación de manera que permita comparar los valores del índice
33
en una escala temporal o espacial. La no calibración y ajuste del índice pueden
comprometer la validez de las inferencias del monitoreo.

Una alternativa a utilizar en planes de monitoreo a largo plazo de las poblaciones de


oso andino es la utilización de la tasa de ocurrencia como sustituto de la abundancia.
Este método es sencillo de emplear, generalmente requiere menor esfuerzo que el
requerido para otro tipo de muestreos que consideran medidas de la población
(MacKenzie y Nichols 2004). La evaluación de la proporción de área ocupada por los
individuos a lo largo del tiempo puede brindar información suficiente para el manejo y la
conservación del oso en la región.

En este estudio se ajustaron modelos de ocurrencia de una estación para evaluar la


selección del hábitat del oso andino. Para estudios futuros es recomendable considerar
una escala temporal más amplia y aplicar modelos de ocurrencia de estaciones
múltiples para evaluar el uso diferencial de unidades de recursos a través del tiempo
(MacKenzie y Nichols 2004). Esto posibilitará tener un mapa general de lo que ocurre
durante el año y planteará el reto de ampliar la extensión a una escala de paisaje.

La escala espacial debe ajustarse a los actuales conocimientos que se tiene sobre
la especie; en un paisaje fragmentado del noroccidente del Ecuador el ámbito de hogar
calculado fue de 59,08 km2 (SD = 4,33) para osos machos y 14,77 km2 (SD = 5,35)
para hembras (Castellanos 2008). La inclusión de una mayor extensión de área que
incorpore diferentes tipos de cobertura permitirá evaluar la ocurrencia del oso a nivel
de paisaje. Esto potenciará la realización de acciones de manejo más reales en cuanto
a la escala que consideren tanto variables locales del hábitat y análisis del paisaje tal
como ocurre con el oso grizzly en la región oeste central de Alberta, Canadá (Nielsen
et al. 2003).

Sin embargo para alcanzar estas aproximaciones es importante adquirir un mayor


conocimiento ecológico del oso andino, tanto en sus patrones de movimiento como en
sus requerimientos alimenticios. Por lo que se aconseja iniciar en la zona estudios
sobre la dieta del oso andino, así como una caracterización de la fenología de estas
especies durante todo el año. Del mismo modo es indispensable evaluar las
características fenológicas, de tamaño y distribución de las bromelias epífitas que son
consumidas por el oso.
34

En la zona de estudio, el paisaje general está compuesto por bosques siempreverde


montanos rodeados por extensas zonas de páramo. Algunos investigadores afirman
que el oso hace uso del páramo y también del bosque altoandino adyacente pues son
formaciones vegetales que están relacionadas ecológicamente para la especie (Peyton
1986, Suárez 1988, Yerena y Torres 1994) y se ve favorecido cuando la ocurrencia
humana es baja (Rodríguez y Cadena 1991a). El uso complementario páramo-bosque
fue confirmado en el presente estudio donde el oso usó el bosque y también se
observaron bromelias terrestres (Puya clava-herculis) deshojadas por el oso en los
páramos adyacentes. Esto sugiere que los futuros estudios consideren diversas
coberturas de vegetación y aspectos ecológicos complementarios entre las mismas.

La persistencia de una especie que tiene amplios rangos de hogar, supone una
plasticidad en sus hábitos alimenticios que puedan ubicarse en el tiempo y en el
espacio, o en la combinación de factores o recursos que antes no estaban conectados
(Rodríguez y Cadena 1991a). Por ejemplo, a través de la incursión cada vez mayor del
ser humano en el hábitat del oso los conflictos se han agudizado especialmente los
relacionados con la pérdida de cultivos de maíz y ganado vacuno por ataque de osos
(Flores et al. 2005b, Goldstein et al. 2006). En la zona de estudio actualmente no se
registran interacciones entre oso y ser humano, sin embargo estas fueron parte del
pasado y su análisis se presenta en el siguiente capítulo de la tesis. En otras zonas
cercanas la pérdida de ganado por ataque del oso es un problema vigente por lo que
constituye un factor también importante a considerar.
35

CAPÍTULO II

PERSPECTIVA COMUNITARIA DEL CONFLICTO HUMANO - OSO, COLEPATO,


CAÑAR, ECUADOR

Introducción

El conflicto humano – vida silvestre es entendido como cualquier interacción entre


seres humanos y vida silvestre que resulta en algún impacto negativo en los sistemas
sociales, económicos o culturales humanos, en la conservación de especies silvestres
o en el ambiente (WWF 2005). Los conflictos entre vida silvestre y seres humanos se
presentan en cualquier lugar donde las personas y la fauna silvestre coexisten (Pitman
et al. 2002, Treves y Karanth 2003, Fredriksson 2005). Las necesidades del ser
humano por espacio y recursos han hecho que las poblaciones humanas incursionen
en áreas cada vez más remotas. Con la expansión y el avance de frontera agrícola y
los asentamientos humanos hacia las áreas de vida de animales silvestre los conflictos
se han incrementado (Woodroffe 2000, Naughton-Treves et al. 2003).

Estos conflictos por lo general generan un aumento en los gastos y esfuerzo de los
propietarios para proteger sus posesiones de las incursiones de la vida silvestre y de
ese modo oponerse a las acciones de conservación de estas especies (Hill 1997). Esto
plantea un reto para la conservación de especies en sitios donde los animales
silvestres han encontrado nuevas formas de aprovechamiento de recursos (dentro de
las actividades agrícolas y/o ganaderas) y los seres humanos afrontan un nuevo
elemento “dañino” para su economía y supervivencia. Por tal motivo, las comunidades
rurales adquieren especial interés en el campo de la conservación de la vida silvestre
(Treves et al. 2009 en prensa).

Las comunidades afectadas por la fauna silvestre generalmente toman represalias


en contra de los animales o sus hábitats (Marker et al. 2003, Treves y Naughton-
Treves 2005). Por lo que, los esfuerzos de conservación de animales problema se han
enfocado en buscar alternativas para reducir las acciones letales abordadas por las
comunidades locales, lo cual incluye: a) métodos de manejo no letales y b) incrementar
la tolerancia por la vida silvestre. Adicionalmente, se ha propuesto una metodología
36
denominada PIP (Participatory Intervention Planning por sus siglas en inglés) que
busca la mitigación de daños por la vida silvestre a través de intervenciones
alternativas que son evaluadas de forma participativa, sistemática y explícita (Treves et
al. 2009 en prensa).

El oso andino (Tremarctos ornatus) es la única especie de oso sudamericano, se


distribuye en hábitats premontanos y montanos de los Andes desde el sur de Panamá
hasta el noroeste de la Argentina (Eisenber y Redford 1999, Del Moral 2005). En el
Ecuador está asociado a la Cordillera andina, sus estribaciones y la Amazonía,
habitando páramos, bosques montanos, templados y subtropicales entre los 1000 y
4300 msnm (Tirira 2007). La presencia del oso en las cuencas hidrográficas altas, las
cuales abastecen de agua para el consumo humano le proporciona una importancia
aun mayor favoreciendo la preservación de esta especie y su hábitat (White 1990).

La cobertura boscosa es considerada un componente importante del paisaje donde


se distribuyen las poblaciones del oso andino (Rodríguez y Cadena 1991a, Yerena y
Torres 1994). Sin embargo estas formaciones vegetales se han reducido durante los
últimos años a causa de la actividad humana; por ejemplo, en Ecuador entre 1999 –
2003 se perdieron aproximadamente 520 552 ha de bosque, que corresponde a una
disminución de 8,6% (Baquero et al. 2004). En la actualidad, la pérdida de bosques
sumado a las mortalidades del oso como consecuencia del conflicto con comunidades
locales constituyen las principales amenazas a la supervivencia de esta especie,
catalogada como Vulnerable a nivel global y En peligro de extinción a nivel nacional
(Suárez 1999, Tirira 2001) donde además, las poblaciones presentan el más bajo nivel
de variabilidad genética de toda la región (Ruíz-García 2003).

El oso andino ha interactuado con las comunidades humanas desde épocas


antiguas (Torres 2001, Paisley 2001). Sobre el oso y su relación con el ser humano se
han construido diversas representaciones culturales como: mitos, leyendas, danzas,
entre otras, algunas de las cuales aun persisten (Paisley 2001). Sin embargo, en la
actualidad ha crecido en importancia, la interacción de esta especie con elementos
antrópicos como los cultivos y la cría de ganado en áreas alejadas a los centros
poblados (Goldstein et al. 2006).
37
Al igual que ocurre con otros carnívoros grandes, la expansión de la frontera
agrícola en el paisaje es motivo de conflicto entre la conservación del oso andino y la
supervivencia de las comunidades locales. Varias situaciones de conflicto han sido
identificadas en las regiones donde el oso y el ser humano co-ocurren (Mondolfi 1989,
Peyton 1980, Morales 2003). Uno de los conflictos de mayor importancia constituye el
ataque al ganado doméstico; sin embargo, la información referente al mismo no está
debidamente sistematizada y se desconoce su verdadero alcance (Goldstein et al.
2006, Yerena et al. 2007). Por ejemplo, se desconoce dónde y cuándo ocurren los
ataques, cómo perciben los pobladores locales el conflicto, cuáles son las condiciones
del manejo del ganado y cuáles son las características de los osos involucrados en los
ataques y los animales que reciben los ataques.

Los primeros registros de ataque del oso al ganado eran parte de recopilaciones de
investigadores que obtenían la información de manera casual a través de informantes
locales (Peyton 1980, Mondolfi 1989). Según Goldstein y colaboradores (2006) todas
estas observaciones eran consideradas parte del folclor local y en gran medida
desacreditadas debido al carácter primordialmente herbívoro con el que se conocía al
oso en los estudios de dieta practicado en varios países (Peyton 1980, Suárez 1988,
Mondolfi 1989). Sin embargo, las evidencias de la presencia del ganado doméstico en
los ítems alimenticios de los osos seguían incrementándose (Goldstein et al. 2006).

En Ecuador, las primeras evidencias directas sobre ataque de osos al ganado


fueron reportadas en la cuenca del Río Cosanga (Galasso 2002, Castellanos 2002); y
en la localidad de Oyacachi (Flores et al. 2005a). Dentro de la zona Sur del Parque
Nacional Sangay también se reportaron ataques de osos al ganado (S. White,
Fundación Cordillera Tropical, Ecuador, comunicación personal).

Una primera aproximación para entender esta problemática fue realizada en la


localidad de Oyacachi, ubicada en la porción norte del Ecuador (Flores et al. 2005b).
En ese estudio, durante los años 2001 y 2004 se registraron 41 eventos de ataque del
oso andino que dieron muerte a 61 cabezas de ganado vacuno, lo que representó una
pérdida de $46 576,30 dólares para las familias afectadas y actualmente se evalúa la
posibilidad de crear un fondo de compensación.
38
En la zona Sur del Parque Nacional Sangay aun no se conoce la magnitud del
conflicto humano – oso, por esta razón es importante caracterizarlo, conocer las
oportunidades y limitaciones que se tienen para avanzar en una solución concertada.
Esta área protegida es la tercera más grande en extensión del territorio continental y
podría contener una de las mayores poblaciones de osos andinos del Ecuador (Suárez
1999, Kattan et al. 2004). Una oportunidad de entender la situación del conflicto
constituye la recopilación de testimonios de la gente involucrada pues de esta manera
se otorga protagonismo a los verdaderos actores que en la mayoría de estudios
sociales permanecen ajenos y anónimos (Vargas 2002).

El presente estudio examinó la interacción entre la comunidad de Colepato y el oso


andino, para entender un conflicto que se generó en años pasados por el ataque de
esta especie al ganado vacuno. Se emplearon técnicas sociales cuantitativas y
cualitativas con énfasis en las segundas pues se trató de comprender el papel que
desempeña el oso en la percepción de la gente y que moldea el conflicto en la
actualidad. La participación de los actores en el entendimiento de su conflicto fue un
eje central de la evaluación, para lo cual se utilizó sus percepciones, ideas,
pensamientos como sustento del análisis.
39

ÁREA DE ESTUDIO

Caserío San Carlos de Colepato

El caserío San Carlos de Colepato es una comunidad indígena – campesina, que


corresponde al nombre jurídico de cooperativa agrícola-ganadera, localizada al noreste
del cantón Azogues, al sur del Ecuador. En la división político-administrativa, Colepato
pertenece a las parroquias Rivera y Pindilig que son parte de la jurisdicción del cantón
Azogues, provincia del Cañar (Figura 11).

A nivel de cuenca hidrográfica, el área de estudio está ubicada en la Cordillera Real,


al sur del Ecuador; que forma parte del Nudo del Azuay. Esta zona une 6 cuencas
hidrográficas: Dudas, Mazar, Llavircay, Juval, Púlpito y Cardenillo; abarcando 96367
hectáreas (White 2007). De acuerdo a Salgado y colaboradores (2007) esta zona
presenta cinco formaciones vegetales naturales: bosque de neblina montano, bosque
siempreverde montano alto, bosque siempreverde montano alto en regeneración,
páramo arbustivo y páramo herbáceo.

El centro comunitario de Colepato se ubica en las coordenadas 9720295 N, 758099


E, sobre los 2800 msnm. El pueblo está orientado hacia la estribación oriental de la
Cordillera de los Andes, compartiendo territorio con el límite Sur del Parque Nacional
Sangay, tercera área protegida continental de mayor extensión en el país. Colepato
geográficamente se encuentra al norte de la quebrada Pallcayacu y al oeste del Río
Mazar, tiene una extensión aproximada de 5.000 ha.
40

300000 400000 500000 600000 700000 800000 900000 1000000 1100000

N
10100000

10100000
10000000

10000000
9900000

9900000
9800000
9800000

Simbología
9700000

9700000
Cañar # Sitios Muestreo
Uso de Suelo 2001

Areas degradadas
Bosque S.V.M
Cultivos Mixtos
9600000

9600000
Humedales
Lagunas
Pasto
Páramo
Zonas urbanas
P.N.Sangay
9500000

9500000
Provincias

60 0 60 120Km Fuente: Uso del Suelo, IERSE 2001

300000 400000 500000 600000 700000 800000 900000 1000000 1100000

Figura 11. Uso de suelo y localización geográfica de la Cooperativa San Carlos de


Colepato, Azogues, Cañar, Ecuador. Junio 2009.
41

Organización Social Comunitaria

La Cooperativa agrícola y ganadera Colepato tiene relativamente poco tiempo de


vida. En años anteriores, sus habitantes se asentaron en terrenos desocupados de
propiedad de la Asistencia Social (ente del Estado Ecuatoriano que administraba las
haciendas incautadas a los terratenientes) pero administrada por un hacendado o
gamonal1. Los habitantes tenían pequeñas posesiones de tierra (huasipungos) cedidas
por el gamonal llamado Bárbaro Castro a cambio de servirle en múltiples trabajos como
la lechería y las extensas zonas cultivadas. Se trataba de una condición de
servidumbre y explotación a la que estuvieron sometidos la mayor parte de
comunidades indígenas en la zona andina.

Posteriormente la gente de la comunidad se organiza para formar la Cooperativa,


apoyada por las disposiciones político-administrativas del país donde se puso fin a la
época de las grandes haciendas y las tierras pasaron a la gente que las ocupaba o las
trabajaba. La creación de la Cooperativa rodea el año 1970 y está estructurada a partir
de los socios (familias fundadoras de la organización). Los socios nombran anualmente
un presidente, vicepresidente, secretario, tesorero y algunos otros cargos denominados
comisiones.

La Cooperativa actualmente está constituida por 31 socios quienes dirigen el destino


de la organización. Según el reglamento, los hombres son los representantes del
núcleo familiar en la Cooperativa y la participación de la mujer está condicionada a si
su esposo (que es el socio) ha fallecido o ha migrado fuera del país (Grupo Randi
Randi 2004). Existen otras familias habitando el caserío conformadas por parientes de
los socios u otros matrimonios jóvenes recién constituidos. Estas familias de reciente
conformación no participan en la organización comunitaria, ni cuentan con derechos de
posesión de tierras comunales, por lo que generalmente están asentadas en terrenos
de herencia.

1
El gamonal o terrateniente es la persona poseedora de una gran extensión de tierra y que ejercía
relaciones de servidumbre con los campesinos dentro de una región. Esta época finalizó a partir de
la Reforma Agraria donde los campesinos tuvieron acceso a sus tierras trabajadas.
42
Es importante mencionar que la cohesión grupal de la comunidad en torno a la
cooperativa responde a patrones culturales de la población indígena (por ejemplo la
minga o el trabajo comunitario es determinante en la vida de la comunidad). Otro
ejemplo del fuerte vínculo de la cooperativa constituye el hecho de que para cualquier
investigación que se realice en la comunidad, siempre debe existir la aprobación de los
socios de la Cooperativa y la participación de otras familias es limitada. Esta situación
fue evidenciada en la presente investigación donde la gente que no era socia de la
cooperativa manifestó que ellos no conocen del tema y que la Cooperativa es la que
debe responder, lo cual fue confirmado por otras investigaciones realizadas en el
pasado (Moore 2004). Por esa razón, en esta investigación se trabajó con los socios de
la Cooperativa, además de ser ellos quienes tienen mayor relación con la temática del
conflicto investigado debido a su historia de permanencia en la zona.

Breve descripción socioeconómica de la Cooperativa Colepato

Migración

En Colepato y comunidades vecinas, la migración hacia otros países corresponde al


20% de la población económicamente activa (INEC 2001). El principal destino
representa la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, aunque algunos van para
España, y otros prefieren realizar migraciones internas (del campo a la ciudad) de
familias que se han traslado a la capital provincial (Azogues) u otra ciudad en la
provincia.

Viviendas y Servicios Básicos

Las viviendas en su mayoría son propias, cuentan con servicio de luz pública, pero
carecen de otro tipo de servicios: el 50% no tienen baños ni duchas, el 80 % no
disponen de servicio de evacuación de aguas residuales y ninguna posee línea
telefónica individual. Existe un teléfono público administrado comunitariamente (INEC
2001)2.

2
Si bien estos datos corresponden al último Censo Nacional realizado en el año 2001, de acuerdo
a la observación realizada durante el trabajo de campo de esta investigación, parece haber pocas
variaciones.
43

Degradación del entorno

En la región, la principal causa de pérdida de cobertura vegetal nativa ha sido la


conversión de bosques a áreas de cultivos. La deforestación se extendió desde las
tierras bajas hacia arriba motivada principalmente por al avance de la frontera agrícola
(White y Maldonado 1991, Jokisch y Lair 2002). En la actualidad las causas que
ocasionan la degradación de las tierras altas constituyen: la extracción de leña y
madera de los bosques nativos y la expansión de la frontera agrícola-ganadera.

Acerca de cómo era el entorno natural en épocas pasadas, se expone el siguiente


relato:

“Ese tiempo era pura montaña3. Ahurita4 va todito ya, con tiempos se fue
botando5 se fue pues. Ese tiempo por acá era todo montañas, por eso miso6 hay
troncos grandotes podridos ya”.
Relato de un poblador de la zona

3
Montaña es un término empleado localmente para referirse a los bosques.
4
Ahurita = ahora, en este momento
5
Botando = dejar sin árboles, talar para formar los asentamientos humanos.
6
Miso = mismo
44

MÉTODOS

Desarrollé un estudio exploratorio sobre el conflicto socio-ambiental o tensión que


surge entre la conservación del oso andino y la supervivencia de los campesinos del
caserío San Carlos de Colepato, que comparte territorio con el Parque Nacional
Sangay en su límite sur. Para ello utilicé técnicas de investigación social cuantitativa y
cualitativa. Por medio de estas técnicas obtuve información sobre las representaciones
sociales7, percepciones y prácticas de los campesinos y campesinas de la comunidad
de Colepato respecto al conflicto oso – comunidades locales. El uso de varias técnicas
posibilitó una mejor comprensión del hecho investigado, a través de la triangulación
metodológica (Vera y Villalón 2005).

Técnicas cuantitativas

Entrevista estructurada

Para la formulación de las preguntas que se utilizaron en estas entrevistas


(Apéndice I), tomé como base el trabajo realizado por Paisley (2001) sobre conflictos,
cultura y conservación del oso andino en Apolobamba, Bolivia. Se incluyeron los
siguientes tópicos de análisis: a) interacción del oso con el ganado y b) percepciones
de la gente sobre el conflicto y c) ecología del oso.

Se intentó aplicar la entrevista estructurada a las 31 familias socias de la


cooperativa (base del caserío), pero finalmente se desistió de ello ante la negativa de
varios miembros de la cooperativa de participar en este proceso. De este modo, se
realizaron 21 entrevistas a personas mayores, residentes en la zona. El tema de
género no pudo ser abordado dentro del análisis debido a la escasa participación de
las mujeres en las entrevistas.

7
Para la autora Consuelo Yáñez (1990) las representaciones sociales constituyen: “ideas que son
utilizadas consciente o inconscientemente en la vida cotidiana. Es la manera de ver, entender,
interpretar o concebir una realidad, no son un producto casual ni se encuentran aisladas”
45
Técnicas cualitativas

Entrevistas en profundidad

Al reducirse la muestra cuantitativa planteada inicialmente, se realizaron 21


entrevistas en profundidad a las mismas personas que se les aplicaron las entrevistas
estructuradas. La entrevista en profundidad tiene como objetivo permitir la libre
expresión de los entrevistados, con el objetivo de explorar los temas enmarcados
dentro del análisis. En estas entrevistas se evidencia las percepciones, sentimientos,
imaginarios, significados y/o representaciones sociales, es decir, cómo el entrevistado
percibe la tensión entre su supervivencia y la conservación del oso, además de
explorar su relación con la especie.

La importancia del empleo de esta técnica es entender el conflicto desde la


percepción de los actores, basado en la visión que los campesinos y las campesinas
tienen sobre esta temática (Yañez 1990, Davis 1995). Los ejes temáticos para el
análisis fueron los mismos abordados en las entrevistas estructuras, enfatizando en la
búsqueda de detalles, expresiones e ideas de la gente. En esta técnica es el
entrevistado el que guía la conversación en base a sus motivaciones y basado en
preguntas generadoras (Vargas 2006). Las entrevistas fueron transcritas literalmente
para conservar las expresiones y su contenido emocional como fueron expuestas por
los entrevistados.

Grupos focales

El grupo focal es un instrumento que posibilita el diálogo y libertad de opinión de los


participantes sobre un determinado tema (Balcázar et al. 2006). Estas personas deben
cubrir un determinado perfil, por ejemplo conocer del tema, tener capacidad de
participación y conocimiento de la realidad de la zona (Davis 1992). En la presente
investigación, se realizaron tres grupos focales en los que participaron un promedio de
15 personas.

Se empleó esta herramienta con la finalidad de depurar y complementar la


información obtenida individualmente a partir de las entrevistas, así como generar
debate de ideas en torno al tema investigado. Adicionalmente se realizaron 2 talleres:
46
el primero con el objetivo de informar y motivar a los y las campesinas para que
participen en la investigación y un segundo taller para socializar los resultados del
presente estudio.

Observación participante

Durante 2 días, acompañado por 5 pobladores recorrí algunos sitios donde el oso
había atacado al ganado. Se caracterizó el lugar considerando la cercanía al bosque,
manejo del ganado y distancia al centro poblado. Los sitios de ataque se ubicaron en
un mapa.

Análisis de la información

Los datos obtenidos en las entrevistas (estructuradas y en profundidad) fueron


organizados con base en dos ejes temáticos: a) relación del oso con el ganado vacuno,
y b) relación del oso con la comunidad local. Los resultados del análisis cuantitativo se
realizaron a partir de estadística descriptiva (porcentajes y frecuencias) en algunos
casos comparando las respuestas entre afectados y no afectados. Se consideró como
afectado al poblador que perdió al menos 1 cabeza de ganado por ataque del oso;
caso contrario fue considerado como no afectado. Cabe mencionar que el análisis
cuantitativo debido al tamaño pequeño de la muestra fue presentado con la finalidad de
describir las características exploradas entre los entrevistados. No se pretendió realizar
inferencias a la población, siendo empleado más bien como complemento al enfoque
cualitativo propuesto para esta investigación.

Sin embargo, la percepción acerca de la permanencia del oso en la zona fue


analizada con algunas variables consideradas importantes (Cuadro 4). Para ello, se
agrupó la variable respuesta en dos posibilidades: a) positiva: cuando los entrevistados
manifestaban que deseaban que el oso siga existiendo en la zona y b) negativa:
cuando ellos decían que desearían ver menos osos o que ellos sean eliminados. Para
analizar la influencia de las variables explicativas seleccionadas sobre la percepción de
los entrevistados usé modelos de regresión logística. Se realizó la selección del mejor
modelo (o modelos) de acuerdo al criterio de Akaike ajustado para tamaños de muestra
pequeños (CIAc; Burnham y Anderson 2004). Se analizó los datos con el Programa R
versión 2.8.1 (R Developtment Core Team 2009).
47

Al ser el enfoque principal de la investigación lo cualitativo, se revisó detalladamente


cada entrevista en profundidad. La información cualitativa fue agrupada y
sistematizada en base a cada tema propuesto en la investigación. Se extrajo las ideas,
opiniones, percepciones de los entrevistados para citarlas textualmente como
fundamento del análisis pues son los propios actores quienes construyen su realidad
cotidianamente y moldean personal y colectivamente sus acciones hacia la vida
silvestre.
48

Cuadro 4. Variables explicativas consideradas para predecir la percepción positiva


o negativa del oso presente en los entrevistados, Colepato, Cañar, Ecuador. 2008.

Variable Descripción

Esta variable se dividió en dos categorías: a) Si fue


a la escuela y b) No fue a la escuela. Se consideró a
Escolaridad todo entrevistado que completó al menos el primer
año de instrucción primaria como que asistió a la
escuela.

Edad Edad de cada individuo (en años)

Variable categórica, que hace referencia a si el


Mitos y leyendas entrevistado conocía o no mitos y leyendas sobre el
oso

Variable categórica: a) Si, persona que perdió


Afectado alguna cabeza de ganado por el oso y 2) No, cuando
la persona no tuvo pérdida de ganado.

La posibilidad de que el oso ataque a las personas,


se dividió en dos categorías: a) Si, el entrevistado
Ataque a personas piensa que el oso puede atacar a las personas y b)
No, si el entrevistado cree que el oso no ataca a la
gente.

Ganado muerto Número de cabezas de ganado perdidas por cada


entrevistado
49

RESULTADOS

Características de las personas entrevistadas

De las 21 personas entrevistadas, 12 (57%) perdieron alguna cabeza de ganado a


causa del ataque de oso, mientras que 9 personas (43%) no perdieron cabezas de
ganado por el oso; 17 fueron hombres (81%) y 4 mujeres (19%). La mayoría de los
entrevistados (20 de 21) se dedican a la agricultura y ganadería, únicamente una
persona se dedica al cuidado de una finca. Existen otros oficios complementarios a la
agricultura y ganadería, por ejemplo, un entrevistado mencionó que se dedica también
a la carpintería y otra entrevistada está actualmente estudiando para terminar la
primaria.

El tema de género no pudo ser analizado en el presente estudio debido al menor


conocimiento que tienen las mujeres sobre las actividades en bosques y páramos. Los
roles diferenciados de género han hecho que las mujeres en su mayoría estén
vinculadas a espacios más cercanos a sus casas y los hombres visiten con más
frecuencia los bosques y páramos. Esta situación se refleja en el siguiente testimonio:

“Sobre ese tema yo no sé, tiene que hablar con mi marido, él es el que sabe de
eso, él le puede explicar con mayor detalle”
Mujer, pobladora campesina de la zona

La escolaridad se agrupó en dos categorías (Cuadro 4). La mayoría de personas


entrevistadas (13 de 21) han ingresado a la escuela, pero también existen varias
personas que no lo han hecho, generalmente las personas mayores de edad (Figura
12).
50

5
Número de personas

Asistió a la escuela
1
No asistió a la escuela

0
20 - 30 31 - 40 41 - 50 50 - 60 61 - 70 71 - 80 81 - 90
años años años años años años años
Rango de edad

Figura 12. Número de entrevistados que asistieron o no a la escuela por rango de


edades en la Cooperativa Colepato, Cañar, Ecuador. 1998 - 2008.
51

RELACIÓN OSO – GANADO VACUNO

Personas de la comunidad afectadas

Durante aproximadamente los últimos 10 años, se han reportado 40 cabezas de


ganado vacuno muertas por ataques del oso andino en la Cooperativa Colepato y
alrededores; y una vaca herida. De estas 40 cabezas de ganado, 5 fueron reportadas
en dos comunidades vecinas (Dudas y Mazar), 4 eran de propiedad comunal y las 31
restantes pertenecían a propietarios individuales (socios de la Cooperativa Colepato).
Las cabezas de ganado muertas se concentraron en 3 familias: familia Tránsito Zumba
(6 vacas muertas), familia Aurelio Romero y familia José Romero (5 y 4 cabezas de
ganado respectivamente). El resto de familias han perdido entre 1 y 2 cabezas de
ganado. En promedio, las familias afectadas perdieron 2,6 cabezas de ganado vacuno.

Revisión cronológica del número de ganado muerto

Del año 2003 hacia atrás, se produjo una pérdida de precisión en las fechas
proporcionadas por los entrevistados, por lo que se resolvió acumular las muertes de
ganado vacuno ocurridas para ese período. Entonces, hace más de 5 años, se
produjeron en Colepato un total de 24 ataques al ganado mientras que durante los
últimos 5 años se registraron 16. De éstos observamos 2 picos en los años 2005 y
2003. El último ataque fue reportado en el año 2006, tiempo en el cual la mayor parte
de propietarios empezaron a trasladar el ganado a las partes bajas precisamente
motivados por la pérdida del ganado a causa del ataque del oso (Figura 13).

Características del ataque

a) Tipo de animal afectado

En Colepato el oso atacó más vacas y vaconas. Sin embargo estos datos no revelan
preferencias de animales atacados, pues no se pudo determinar la estructura
poblacional del ganado vacuno en el páramo (Figura 14).
52

30

25
Número de ataques

20

15

10

0
> 5 años 2003 2004 2005 2006
(cumulativo)
Años

Figura 13. Número de ataques del oso andino al ganado vacuno por año en la
Cooperativa Colepato y alrededores, Cañar, Ecuador. 1998 - 2006.
53

Ternero

Toro
animal afectado

Vacona

Vaca con cría

Vaca

Vaca o vacona
preñada

0 5 10 15 20 25 30 35 40
Porcentaje de cabezas de ganado atacados (% )

Figura 14. Tipo de ganado vacuno afectado (%) por el ataque del oso andino, Colepato,
Cañar, Ecuador. 1998-2006.
54

b) Sitios del ataque y manejo ganadero en la Cooperativa Colepato

Los sitios con mayor número de ataques en la comunidad de Colepato fueron


Cachuco (6 ataques) y Yashipa (5 ataques), le sigue Monte Yuraguanto (4 ataques) y
Osocoche (4 ataques). En Yanarumi ocurrieron 3 ataques y 2 en Q. Pailacocha y
Yanamisi Japina. El resto (7 sitios) presentan un solo evento de ataque. Durante las
visitas de campo se pudo conocer que los sitios de ataque del oso se encuentran
cercanos a bosques, en zonas alejadas del centro poblado por más de 4 horas de
camino a pie (aproximadamente 12 km) y que presentaban una modalidad de manejo
extensivo sin protección; los campesinos iban cada dos o tres semanas a revisar el
ganado (Figura 15).

c) Características encontradas en los sitios de ataque del oso al ganado

Los restos de ganado vacuno muerto junto con los rastros de que el oso jala al
ganado hacia una quebrada cercana fueron los principales signos presentes en los
sitios de ataque del oso al ganado mencionados por los entrevistados. Mientras que,
las huellas del oso presentes en los sitios constituyó la principal señal de presencia del
oso (Figura 16).

d) Partes del ganado comidos por el oso tras el ataque

La principal característica del aprovechamiento del oso sobre el ganado muerto fue
que come solo la carne (14 de 21 entrevistados). Sin embargo algunos entrevistados (7
de 21) mencionan que el oso puede comer todo el animal incluido sus huesos (Figura
17).
55

Figura 15. Mapa de los sitios de ataque del oso al ganado vacuno en Colepato, Cañar,
Ecuador. 1998-2006.
56

100

Porcentaje de respuestas (%)


80

60

40

20

do
o
s

do

r ra
bo
d
to

os

ra

na
na

ár

tie
n

eb
de
ie

ga
ga

En
de
m

qu
s
a

el
de
la

a
ist

m
l

en
ue
Av

río

ci
to
H

en

s
es

ca
al

a
R

ar
la

ev

M
Ja

Ll
Características

Figura 16. Características encontradas (%) en los sitios de ataques del oso andino al
ganado vacuno mencionadas por los entrevistados, Colepato, Cañar, Ecuador. 1998-
2006. Los entrevistados pudieron escoger más de una respuesta.

Como todo el animal


Características del consumo

Deja las patas y


cabeza

Deja las tripas

Deja el cuero

Solo carne

0 10 20 30 40 50 60 70
Porcentaje de respuestas (% )

Figura 17. Características de las partes del ganado vacuno (%) comidas por el oso
andino mencionadas por los entrevistados, Colepato, Cañar, Ecuador, 1998-2006. Los
entrevistados pudieron escoger más de una respuesta.
57

Estrategias de la comunidad para enfrentar el problema

Con la finalidad de enfrentar el problema del ataque del oso al ganado vacuno y
superar el conflicto, la gente en Colepato realizó las siguientes acciones: dejar el cerro,
es decir, abandonar el sitio donde tenían a los animales pastando (17 de 21
entrevistados), cacería (10 de 21), espantar al animal (4 de 21), hacer encierro (1 de
21) y venta de ganado (1 de 21). El traslado del ganado hacia las casas de cada
propietario finalizó en el año 2007, tiempo en el cual no se ha vuelto a presentar
eventos de ataque. El descontento de la gente ante la muerte del ganado por causa del
oso motivó la decisión de eliminar el animal problema (en una ocasión se junto toda la
cooperativa) contando al momento con dos osos jóvenes matados por un poblador
quien tomó esta acción como represalia por la muerte de una vaca de su propiedad,
aunque esos osos no fueron los responsables (S. White, Fundación Cordillera Tropical,
Ecuador, comunicación personal).

RELACIÓN DEL OSO CON LA COMUNIDAD

Causas del ataque del oso según los campesinos y campesinas de la comunidad

7 personas afectadas y 5 no afectadas de un total de 21 entrevistados piensan que


el oso ataca al ganado porque tiene hambre. También los entrevistados distinguen la
8
condición de que existe un tipo de oso que come solo carne, denominado wagrero
(Figura 18).

Lugares y época del año donde ocurren los ataques

De los 21 entrevistados, 7 afectados y 5 no afectados reconocieron que los ataques


ocurren cerca del bosque, otras respuestas con menor frecuencia fueron que los
ataques ocurren lejos de la gente y en sitios específicos. Únicamente las personas
afectadas mencionaron que los ataques ocurren en el páramo (Figura 19). Respecto a

8
Término quichua-mestizo que significa “come vacas”, es utilizado para diferenciar al oso que se
alimenta solo de ganado.
58
la época del año, las personas afectadas manifiestan mayormente que se da durante
todo el año (8 de 12), no así las personas no afectadas para quienes la época del año
de mayor riesgo de perder una cabeza de ganado constituye el invierno (4 de 9; Figura
20).
59

5
Frecuencia

Afectados
4
No Afectados
3

0
Tiene hambre Es un oso No tiene Ahí vive No sabe
wagrero comida
Causas del ataque

Figura 18. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
respecto al porque ataca el oso andino al ganado, Colepato, Cañar, Ecuador.2008. Los
entrevistados pudieron escoger más de una respuesta.

8
7
6
Frecuencia

5
4
3 Afectados
No Afectados
2
1
0
e l
ue nt ue na
sq ge t aq jo
b o
la a pa
de
l
de el
de en
rc
a
jo
s c os
ce le ífi
pec
es
s
io
sit
Lugar donde ocurren los ataques

Figura 19. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
al ser consultados sobre en donde ocurren los ataques del oso andino al ganado
vacuno, Colepato, Cañar, Ecuador. 2008. Los entrevistados pudieron escoger más de
una respuesta.
60

9
8
7
6
Frecuencia

5 Afectados
4 No afectados

3
2
1
0
Todo el año Invierno No sabe
Epoca del año

Figura 20. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
sobre la época del año donde ocurren los ataques del oso al ganado vacuno, Colepato,
Cañar, Ecuador. 2008.
61

Permanencia del oso en la zona

La mayoría de entrevistados (12 de 21) mencionó que le gustaría que el oso siga
existiendo en la zona (57,1%); sin embargo, para el 42,9% de los entrevistados el oso
debería disminuir o desaparecer. El modelo que incluyó la escolaridad fue el único
considerado plausible para explicar las percepciones de la gente entrevistada acerca
de la permanencia el oso en la comunidad de Colepato (Cuadro 5). La percepción
positiva del oso por parte de los entrevistados fue mayor entre las personas que
ingresaron a la escuela (Figura 21).

Sentimientos de la gente al perder el ganado y acerca de la presencia del oso

Al ser consultados sobre cual es el sentimiento que les produjo la pérdida de un


animal o la posibilidad de perder alguno a causa del ataque del oso andino, se
encontró 2 sentimientos predominantes: la pena y la rabia. Un tercer sentimiento
presente en algunos entrevistados es el de temor.

La mayoría de campesinos entrevistados denotaron temor hacia el oso andino.


Otros expresan sentimientos de agrado e ira, mientras que en menor proporción la
gente mantiene curiosidad o indiferencia ante la presencia del oso.
62

Cuadro 5. Resultadosa de la selección de modelos para evaluar la percepción


(positiva/negativa) de los entrevistados sobre la permanencia del oso andino en zona,
Colepato, Cañar, Ecuador. 2008.

Modelo CIAc Δ CIAc wi k

Escolaridad 21,87 0 0,60 2

Edad + Escolaridad 24,51 2,65 0,16 3

Edad 25,77 3,90 0,08 2

Afectado 26,27 4,40 0,07 2

Escolaridad * Edad 26,40 4,53 0,06 4

Mitos y leyendas 28,07 6,20 0,03 2

Modelo Nulo 30,89 9,02 0,006 1

Ganado muerto 31,57 9,70 0,005 2

Ataque a personas 32,27 10,40 0,003 2

a
El análisis incluye el Criterio de Información de Akaike corregido para tamaños de
muestra pequeños (CIAc), CIAc relativo (Δ CIAc), el peso de Akaike (wi) y el número de
parámetros utilizados (k).
63

100

96
Probabilidad de percepción positiva

85
80
60

54 55 72
67 77
40
20

13

1.7
0

No tiene escuela Tiene escuela -20 0 20 40 60 80 100

Escolaridad Tamaño del efecto

Figura 21. Probabilidad esperada de percepción positiva y tamaño del efecto respecto a
la permanencia del oso en la zona considerando la escolaridad, Colepato, Ecuador, 2008.
Los valores corresponden al mejor modelo seleccionado.
64
Mitos y leyendas sobre al oso

Las campesinas y campesinos entrevistados mencionaron algunas historias


contadas por sus antepasados. La historia más comúnmente mencionada (13 de 21
entrevistados) trata sobre el rapto del oso a una mujer soltera con la cual procrea un
hijo al que le nombran Juan del Oso (nombre con el que se conoce a esta leyenda).
Existen otras historias menos conocidas que relacionan a los osos, la convivencia con
las personas y su temor hacia ellos.

Estado actual de las poblaciones de osos en la zona y tipo de osos que existen

16 de 21 entrevistados afirmaron que en la actualidad existen más osos que antes


(76,2%), mientras que el 9,6% (2 de 21 entrevistados) manifestó que la cantidad de
osos permanece igual. Los restantes entrevistados no conocen del tema.

Para los entrevistados tanto los afectados como los no afectados existen
principalmente dos tipos de osos en la zona: el aguaronguero (se alimentan del
aguarongo que es la bromelia terrestre perteneciente a la especie Puya clava-herculis)
y el wagrero (come ganado vacuno). Solo una persona mencionó que existe un solo
tipo de oso en la zona (Figura 22).
65

5
Frecuencia

Afectados
4
No Afectados

0
Oso aguaronguero y Oso aguaronguero, Un solo tipo de oso No sabe
wagrero wagrero y huicundero
Tipos de osos

Figura 22. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
respecto a los tipos de osos que reconocen en la zona, Colepato, Cañar, Ecuador. 2008.
El oso huicundero es aquel que come las bromelias epífitas y frutos del bosque.
66

Lugares donde vive el oso, su dieta y número de crías

Respecto a los sitios ocupados por el oso andino, la mayor parte de los
entrevistados manifiesta que los osos se encuentran entre el bosque y el pajonal (18
de 21 entrevistados). En menor proporción la gente expresa que los osos viven solo en
el bosque (2 de 21 entrevistados) o solo en el pajonal (1 de 21). Los ítems alimenticios
del oso (excluyendo el ganado) conocidos por la gente en Colepato son muy variados.
Éstos incluyen principalmente el aguarongo (Puya clava-herculis), huicundo9 (familia
Bromeliaceae), chiwila (bromelia terrestre del género Greigia) y otra bromelia pequeña
de páramo. Otras plantas conocidas como importantes para la dieta del oso son: el
ishpingo (Ocotea cf. heterochroma), joyapa (Macleania rupestris) y el muchuchug
(Odontoglossum sp.). También se manifiesta que el oso come animales silvestres. En
cuanto al número de crías, los entrevistados mencionan que el oso generalmente tiene
entre una y dos crías (15 de 21) mientras que algunos piensan que pueden tener entre
3 y 4 crías por camada (3 de 21). Las restantes personas no respondieron.

Ataque del oso a la gente

De las 12 personas que han perdido ganado a causa del oso, 6 mencionan que el
oso no ataca a las personas. Mientras que los entrevistados que no han sido
afectados, manifiestan mayoritariamente que el oso puede llegar a atacar a los
humanos (7 de 9; Figura 23).

Soluciones futuras propuestas por la gente ante la posibilidad de nuevos ataques

La solución futura ante la probabilidad de nuevos ataques, expresada por la mayoría


de personas entrevistadas es cazar al oso (9 de 21 entrevistados). Otras soluciones
mencionadas fueron: avisar a las instituciones que trabajan en la zona (4 de 21), no
hacer nada (3 de 21) alejar al ganado (2 de 21) y espantar al oso (1 de 21). Los 2
restantes no contestaron.

9
El término huicundo es utilizado por los pobladores para nombrar a todas las especies de
bromelias epífitas, aunque ellos afirman que el oso se alimenta únicamente de unas pocas.
67

5
Frecuencia

Afectados
4
No afectados
3

0
No ataca Si ataca No sabe
Posibilidad de ataque a la gente

Figura 23. Frecuencia de las respuestas mencionadas por los afectados y no afectados
sobre la posibilidad de que el oso andino ataque a la gente. Colepato, Cañar, Ecuador.
2008.
68

DISCUSIÓN

En la zona de estudio, los ataques del oso andino fueron únicamente reportados en
ganado vacuno. Esto coincide con otros estudios sobre depredación del oso (Paisley
2001, Castellanos 2002). Sin embargo algunas investigaciones han registrado el
ataque del oso a otro tipo de ganado como el ovino (Flores et al. 2005b) y el caballar
(A. Castellanos, Fundación Espíritu del Bosque, Ecuador, comunicación personal). El
ataque del oso hacia diferentes tipos de ganado podría deberse a las características
del manejo ganadero. Por ejemplo, en la comuna de Oyacachi, al noreste de Ecuador,
el ataque al ganado ovino y vacuno ocurría en potreros que fueron abiertos en lotes
boscosos junto al páramo mediante ganadería extensiva, a más de cuatro horas de los
asentamientos humanos (Flores et al. 2005a). En Colepato, el ganado vacuno que fue
atacado en el páramo se manejó de firma similar a Oyacachi, mientras que el ganado
menor (ovino y porcino) permaneció alrededor de sus casas, razón por la cual no sufrió
ningún ataque. La confirmación de este patrón de manejo del ganado vacuno, lo
manifiesta este campesino en el siguiente testimonio:

-“No, suelto teníamos, de repente cada 15 días o 8 días, sabíamos salir. Hay
veces de repente no tenemos tiempo, 3 semanas o 1 mes sabíamos salir, así
sabíamos salir a ver el ganado. Y por eso mismo el oso lograba10, por eso
tragaba11 oso”.
Relato de un poblador de la zona

Castellanos (2002) reportó 25 ataques al ganado en 6 localidades de la cuenca del


río Cosanga (provincia del Napo – estribación nororiental de la cordillera) durante el
período mayo 2001 – septiembre 2002. Otro estudio efectuado en la Comuna de
Oyacachi encontró que el oso atacó al ganado en 61 ocasiones durante 4 años (desde
2001 hasta el 2004; Flores et al. 2005b). Estas tasas de depredación contrastan con
los resultados encontrados en el presente estudio donde se produjeron 40 muertes del
ganado vacuno durante los últimos 10 años. Una probable explicación de esto podría
ser que este estudio correspondió a una sola localidad y quizá el oso mató más ganado
en otras comunidades cercanas a Colepato como Huangra, Wayrapungo, Dudas, entre

10
Lograba es empleado en este contexto como favorecerse para matar y comer al ganado.
11
Tragar = comer
69
otras. Otra razón sería por la configuración paisajística, pues en la cuenca del río
Cosanga existen bosques más degradados que los encontrados en la cuenca del río
Mazar y quizá el oso enfrentaría una situación de escasez de recursos alimenticios,
viéndose en la necesidad de aprovechar elementos presentes en áreas de ocupación
humana como el ganado vacuno.

Al analizar los picos de muertes del ganado en años específicos, encontramos que
en el estudio de Flores y colaboradores (2005b) las muertes del ganado fueron
mayores en el año 2003 (27 muertes), superior al encontrado por otros autores como
Galasso (2002) que reportó 26 muertes en un solo año, pero en 2 comunidades del
noreste de Ecuador, y las 22 muertes reportadas en la cuenca del Río Cosanga
(Castellanos, 2002). Estas muertes del ganado son mayores a las registradas en este
estudio donde el pico de muertes se da en el año 2005 con 8. Nuevamente la
explicación de este patrón obedecería a que se trabajó en una sola comunidad, sin
considerar las zonas colindantes donde actualmente se han reportado ataques de oso
(L. Lojano, Fundación Cordillera Tropical, Ecuador, comunicación personal). Sin
embargo, el promedio de pérdidas del ganado vacuno por afectado reportado en este
estudio es similar al registrado en la Comuna de Oyacachi (2,54 cabezas de ganado;
Flores et al. 2005a). Esto denota el carácter oportunista del oso que ataca los mismos
hatos ganaderos repetidas veces al encontrar facilidades y poca protección (Goldstein
1991, Herrera et al. 1994, Galasso 2002).

Según los pobladores del sector, la mayoría de los reportes de ataques al ganado
por parte del oso andino ocurrieron cerca del bosque, en un mosaico de parches de
vegetación y pajonal. Esto fue confirmado en la visita conjunta que se realizó a
caracterizar los sitios de ataque donde todos estaban muy cerca de la línea boscosa.
Al respecto, Galasso (2002) manifiesta que las áreas en conflicto están muy cerca del
ecotono bosque - páramo. Esta relación del oso con los bosques en los eventos de
ataque está presente en la memoria de la gente, en relatos como el siguiente:

“… y de ahí mitad comiendo se va jalando vuelta otra vez como de repente unos
50 metros va jalando carne, o sea que a la montaña va llevando a la montaña, en
la montaña ahí si acaba comer pues ellos… hace de brincar y va llevando, que
70
fuerzas del oso oiga!! Así, en hueco, como ser ahí hueco hubiera, así zanja12,
pucha13 el hace pasar amarcando14 como quien amarca pe15 no. Mejor dicho
meten en la quebrada, de ahí hace pasar así zanja, y meten en la quebrada”.
Testimonio de un poblador de la zona

Aunque este estudio no pudo distinguir preferencias en las muertes de animales por
edad y sexo, otras investigaciones sugieren que el oso mata principalmente vacas
preñadas, no preñadas y vaconas (Castellanos 2002, Galasso 2002, Flores et al.
2005a). El ataque y muerte de este tipo de animales posiblemente se deba a que el
oso selecciona animales más débiles para así reducir el gasto energético.
Corroborando estas ideas, un poblador manifiesta lo siguiente:

“El oso… separa lo que puede tumbar. Las vacas preñadas esas les separa y lo
que puede tumbar, de ahí así algún ganado ya sabe, pero éste también es
desgraciado acorrala si para coger, así acorrala y le ataja16 el olfato y de ahí les
coge y les traga”.
Testimonio de un poblador de la zona

Sin embargo esta condición de ataque a vacas y vaconas no es exclusiva, también


fueron registrados ataques a toros, es decir, el oso presenta la fortaleza para matar a
cualquier tipo de animal. Esta afirmación está presente en el siguiente relato de un
poblador de la zona.

“Eso sí, si avanza, más gordo mejor busca el más gordo, fuerte, cosa que no
importa lo que haya, así tragaba acaso que importa”.
Testimonio de un poblador de la zona

Si bien, aun se discute acerca de si el oso efectivamente mata al ganado o es


únicamente carroñero (Torres et al. 1995, Paisley 2001, Goldstein et al. 2006) existen
varias evidencias de que el oso si podría matar al ganado vacuno (Galasso 2002 y
Castellanos 2002). Una de las principales dificultades para investigar este aspecto es

12
Zanja = abertura en la tierra
13
Pucha = expresión de asombro o ira
14
Amarcando = cargando
15
Pe = pues
16
Ataja = coge
71
que en la mayoría de los casos la gente observa los restos y rastros del ganado muerto
varios días luego de ocurrido el posible evento de depredación (Goldstein et al. 2006).
Por ejemplo, en Colepato solo dos personas han presenciado un ataque al ganado en
el instante en que este ocurre, donde se detalla un patrón de ataque del oso a partir de
rasguños repetidos en el lomo del ganado. Esta característica del ataque es
confirmado por otras investigaciones (Galasso 2002, Castellanos 2002). Un testimonio
de uno de los campesinos sobre este tema dice lo siguiente:

“A la vaca del doctor también agarró pues una vez. Pero nosotros llegamos a
tiempo, la vaca ya salió de abajo de la quebrada. Le ha hecho polvo la nariz, a
rayado el anca así. Tiene una parte en el anca del ganado que mete las uñas y al
ganado le tumba automáticamente. Tiene un punto débil el anca”.
Testimonio de un poblador de la zona

Signos de la presencia del oso en los sitios de ataque mencionados por los
entrevistados como: observación directa, rastros del animal entrando al bosque, restos
de ganado vacuno siendo arrastrados a la quebrada o encima de árboles; han sido
reportados por otros autores, con lo que se confirma el comportamiento de
alimentación que tiene el oso de este tipo de animales en su rango de distribución
(Peyton 1980, Paisley 2001, Galasso 2002, Castellanos 2002, Goldstein et al. 2006).
Las partes del ganado consumidas por el oso, parecen estar más relacionadas con el
tiempo de encuentro entre el propietario del ganado y los restos, que en seguir un
patrón determinado. Sin embargo, algunos estudios reportan que el oso arrastra la
carne varias veces buscando refugio y protección hasta terminar con todas las vísceras
dejando únicamente los huesos duros (Castellanos 2002, Goldstein et al. 2006).

El hecho de que en Colepato se piense que el oso mastica los huesos posiblemente
se debe a que el afectado no encontró los huesos del ganado muerto (auque si
evidencias de la presencia del oso) o que se magnifique las fuerzas del oso por la
muerte de animales tan fuertes como un toro. El siguiente testimonio refleja la creencia
de alguna gente de que el oso no deja nada de restos del ganado.
72
“De eso entonces, eh, solo 2 patitas vengo trayendo a mano y de ahí otras 2 patas
hasta uñas se ha mascado, si hasta uñas, hasta cachos todo todito todo, todo
hecho polvo así fue”
Testimonio de un poblador de la zona

Como solución al conflicto oso – ganado vacuno, la gente decidió bajar el ganado y
colocarlo cerca de sus casas, con lo que consiguió frenar los ataques en la actualidad.
Esta solución constituye una de las estrategias sugeridas por algunos estudios del
conflicto (Goldstein 2002, Galasso 2002, Flores et al. 2005b) y que se relaciona con las
intervenciones no letales para mitigar conflictos (Treves et al. 2009 en prensa). Sin
embargo, conforme pasa el tiempo y debido a la escasez de alimento (hierbas para el
ganado), la gente se ve en la necesidad de volver a subirlo, razón por la cual el
problema sigue latente. Un relato respalda lo antes mencionado, donde un poblador
manifiesta lo siguiente:

“Ahurita vuelta muy pocos están subiendo vuelta de nuevo, no se que pasará pe.
Ya está vuelta de nuevo el ganado subiendo para arriba, porque no hay hierbas
aquí. Pero pocos están, no están todavía toda la gente, porque ya cada uno
tiene su propiedad y sube”.
Testimonio de un poblador de la zona

En la percepción de la gente no existe una marcada estacionalidad en el año de los


ataques al ganado por parte del oso. Esto ha sido confirmado en estudios de campo
donde se determinó que no existe diferenciación en el tiempo de los ataques (Galasso
2002, Castellanos 2002, Flores et al. 2005a). El hecho de que algunos pobladores
mencionen al invierno como la época del año donde ocurren mayormente los ataques,
puede deberse a que es la época donde la gente visita con menor frecuencia al
ganado, y además es el tiempo donde ocurren varias muertes accidentales de ganado
por factores climáticos (Paisley 2001). En palabras de una campesina, la dificultad de
trabajar en el invierno y las muertes del ganado se relacionan en el siguiente relato:
73
“En las aguas creo que es más17. Si, cuando llueve creo que es más, porque la
gente también cuando está lluviendo18 no sabemos pues coger muchas aguas,
si, por miedo de caspiar19”.
Testimonio de un poblador de la zona

Los sentimientos respecto al conflicto son importantes porque ellos reflejan el sentir
profundo de las personas y su posible forma de actuar ante la presencia de un
problema. En el caso de los ataques al ganado, tanto los que han sufrido la pérdida de
un animal como los que no, sienten pena y rabia ante la posibilidad de perder ganado,
es decir, presentan percepciones negativas que provocan malestar. Al estar ligada la
pérdida del ganado a factores económicos y de subsistencia para la comunidad, se
generan percepciones negativas que pueden intensificarse en la medida que no se
cuente con incentivos, mecanismos de compensación eficientes, métodos de
mitigación del conflicto o beneficios asociados a la conservación del oso (Flores et al.
2005b). En el siguiente relato de una campesina que confirma lo expuesto:

“Sentimos ya, más antes eso teníamos20, como de eso miso mantenemos, de
eso mismo se mantenía, quedábamos medio tristes ya21, usted sabe cualquier
cosa ya se siente mal, ya no se siente más tranquilo, ya está intranquilo, medio
sufrido así, pero no se sufre igual de un racional pero ya se sufre”.
Testimonio de un pobladora de la zona

Otro poblador expresa lo siguiente:

“Afligidos se sienten porque no ve que de ello mismo se vive. Y perder un


ganadito que sea de unos, ahurita usted sabe está en 200, 300 dólares y esos
200, 300 dólares es difícil sacar. Entonces de eso la gente siempre se siente
molesta”.
Testimonio de un poblador de la zona

17
Referido al ataque del oso al ganado
18
Lluviendo = lloviendo
19
Caspiar = sufrir, padecer de frío
20
Se refiere al ganado
21
Debido a la pérdida del ganado
74
Por otro lado, se tiene el pensamiento que el oso es un animal peligroso para la
gente, lo que podría agudizar el conflicto (Kellert 1994, Paisley 2001). Esta situación se
puede observar en este estudio, pues el temor es el sentimiento predominante entre
los pobladores. De hecho, la mayoría de gente piensa que el oso puede llegar a
atacarles. El sentimiento de temor que tiene la gente en la comunidad se puede
percibir en palabras de las siguientes personas:

“Ya tenemos miedo, ya no vamos ni a seguir, ni espantar, ni nada. Ya vemos lo


que está comido nada más. Ya viene nerviosidad, ya no hay como, si uno grita o
silba, contesta el oso”.
Testimonio de un poblador de la zona

“… ha seguido a mi papacito. Mi papá dijo que estaba yendo siguiendo así


mismo… comiendo a una vaca de él22. El ha corrido y dejó botando el sombrero, el
sombrero dijo que si ha agarrado, así contaba mi papacito”.
Testimonio de un poblador de la zona

Aunque en la comunidad son pocos los casos de persecución del oso a personas,
todos se relacionan con una reacción natural del oso al sentirse amenazado, lo cual ha
sido también observado en otros estudios (Castellanos 2002). Sin embargo, en
Colepato no se ha constatado la muerte de una persona por ataque del oso. Esto
compromete a que los siguientes trabajos conjuntos con la comunidad sean enfocados
a transformar los hechos sociales que se encuentran errados y que forman parte del
pensamiento colectivo. En el siguiente relato de un campesino se confirma lo antes
expuesto:

“No hemos sabido, nunca23…El oso si dizque asusta cuando gritan, hay que gritar
cuando le ve, ahí dizque baja por las travesías, una sola al bosque”.
Relato de un poblador de la zona

Los entrevistados, especialmente los de mayor edad, conservan una relación


cultural con el oso expresado en su cosmovisión a través de los mitos, cuentos y
leyendas asociados a esta especie. La historia más conocida en Colepato: Juan del

22
El oso estaba comiendo la vaca del papá
23
Refiriéndose a si el oso ha matado gente
75
Oso está presente en todo el rango de distribución del oso con sus respectivas
variaciones locales (Weber 1987, Paisley 2001). Esta interacción con el oso desde la
cosmovisión puede ser considerada como una fuente importante de apropiación de los
saberes ancestrales. Sin el ánimo de polemizar si un mito es una aproximación lógica a
una percepción, es decir, si en el mito el animal es malo esto genera una percepción
negativa, se podría más bien emplearlo para mantener vigente la cultura y tradición de
un pueblo y que éste no pierda parte esencial de su identidad, no sólo en el ámbito de
la conservación sino desde un punto de vista cultural. Cabe mencionar que toda
relación con la fauna puede utilizarse como un vínculo de respeto entre las personas y
la naturaleza, y a la vez podría ser transmitida de padres a hijos o de abuelos a nietos
y jóvenes. Esto último es un aspecto que queda aun por promoverse en Colepato, el
siguiente relato corrobora este supuesto:

“Así han contado, eso nomás sé. Nosotros no hemos contado eso a los
guaguas24. Eso conversaban tiempo antiguo, no digo, mis taytas25”.
Testimonio de un poblador de la zona

El aprecio del oso también puede verse potenciado por determinados mensajes de
conservación que la gente ha venido escuchando desde los medios de comunicación,
el trabajo con las ONGs y su propia experiencia. Al respecto, un pensamiento de un
campesino, dice lo siguiente:

“Porque igual, como es, ya saben que es prohibido26, y se ha asistido así algunos
cursos, se escucha las conversas que no hay para que matarles”.
Testimonio de un poblador de la zona

Si bien, la mayoría de entrevistados desea que el oso siga habitando en la zona, la


percepciones negativas están relacionadas con la gente que no ha ingresado a la
escuela. Esto es un factor clave pues sugiere la realización de programas de
educación ambiental que involucren a este tipo de personas pues al parecer la
instrucción formal de alguna manera está incorporando elementos de conservación
hacia la vida silvestre. Esta percepción de aceptación del oso entre la gente que ha

24
Término quichua que significa niño
25
Término quichua que significa padres
26
La prohibición de la cacería del oso ha sido comunicada principalmente por la gente del Parque
Nacional Sangay
76
participado de la educación formal, podría en cierto modo garantizar una convivencia
pacífica entre el ser humano y la fauna silvestre (representada por el oso). Estos
vínculos de respeto que se van creando limitan los contactos y potencialmente reducen
las situaciones de conflicto por la pérdida del ganado (Paisley 2001). El siguiente relato
expresa el sentir de una campesina sobre esta convivencia pacífica con la fauna
silvestre.

“Igualmente que hayan todos en estos bosques que tenemos27, para que haya
toda clase de avecitas, así los animales silvestres que hay. Que sigan habiendo
que no se pierdan yo pensaría, porque cuando se pierde, todo será más, como
también diré, más triste de ver sin esas avecitas sin esos animalitos, más por el
bosque que se abastecen esos animalitos que viven ahí”.
Testimonio de un poblador de la zona

Sin embargo, en el pasado la gente ya se juntó para espantar o coger a un oso que
habían identificado como el autor de la muerte de una cabeza de ganado vacuno de
propiedad comunal y un campesino dio muerte a dos osos jóvenes inocentes. De igual
manera, varios entrevistados mencionaron como solución futura: cazar al oso
problema. Entonces, se aprecia que las interacciones negativas vividas por la gente
generan percepciones y acciones negativas hacia el oso (Keller 1994). Un relato donde
se expone el deseo de matar al oso problema, es el siguiente:

“Sí reunimos pero desgraciadamente no habíamos ido bien. Fuimos toditos casi
no, ahí cuando había comido la vaca de la Cooperativa… de ahí fuimos atrás que
vamos a coger nada, después que se botó ya la montaña el perro. Ahí se perdió.
Armados poco poco siquiera con un machete, escopetas estabamos, total que
levantó encima y se fue paja, paja, paja y se botó a la montaña, quien va a coger
ahí”
Testimonio de un poblador de la zona

Es decir, el dolor y las pérdidas generadas por el oso en el pasado continúan


moldeando la realidad y el sentir de varias personas. A continuación se expone un

27
Hablando sobre los animales, incluyendo al oso
77
relato que demuestra ese sentido de impotencia ante la pérdida. Algo que la gente no
quiere volver a vivir.

“Ah el oso, mapa28, hizo tanto daño, ya tantos tiempos que ha hecho tanto daño,
pe ya, pobres animalitos29, no había como tener en donde, es el valor le digo
vamos a poner así en pajura30, se trago pues, de algunos, no solo de mi nomás”
Testimonio de un poblador de la zona

Por otro lado, los entrevistados opinan que la población de osos está en aumento,
debido a que la gente ha dejado de frecuentar los páramos y los animales se sienten a
salvo. Algunas investigaciones ecológicas que se han realizado en la zona confirman la
presencia de osos en los bosques aledaños (ver el capítulo de la tesis correspondiente
al estudio del hábitat). Por otro lado, la comunidad de Colepato ingresó a un programa
de pago por servicios ambientales para proteger sus bosques, los mismos que en la
actualidad no han sido talados. Todo esto probablemente está ayudando a recuperar
las poblaciones de osos, al respecto un poblador de la zona comenta:

“Porque aumentan mismo hay pe, porque aumentan mismo abundan. Si no


aumentaran no van a venir de onde volando de Estados Unidos o de Brasil, de
onde no van a venir. Estos son que aumentan por eso hay de repente en
abundancia”.
Testimonio de un poblador de la zona

Es una creencia común en diferentes áreas de distribución del oso, que la gente
piense que existe dos tipos de osos, uno grande que come el ganado y uno más
pequeño que es vegetariano (Paisley 2001). Esto se confirmó en la presente
investigación, donde los pobladores de Colepato afirman la existencia de un oso que
come carne y otro que come bromelias terrestres del páramo o bromelias epífitas en
los bosques, aunque estos últimos pueden ser considerados como dos tipos diferentes
de osos por algunos entrevistados. Testimonio de esta diferencia entre los tipos de
osos se aprecia en la percepción de un morador:

28
Mapa es un término quichua que significa malo, perjudicial
29
Aquí se refiere al ganado
30
La pajura es igual al ecosistema de páramo.
78
“Hay dos clases de osos, no son todos los mismos. Uno hay que come ganado, y
otro no, otro come solo hojas. El que come el huicundo es cara blanca, el que
come al ganado es cara amarilla. El wagrero es amarillo ese es grandote
también, más grande es pues que el otro”.
Testimonio de un poblador de la zona

El hecho de que la gente distinga dos tipos de osos denota un entendimiento en el


comportamiento alimenticio del animal. Sobre este tema, algunos especialistas
manifiestan que únicamente ciertos individuos de oso han desarrollado el instinto para
matar ganado (A. Castellanos, Fundación Espíritu del Bosque, Ecuador, comunicación
personal). Pese a que la gente tiene una percepción incorrecta sobre los tipos de osos,
pues se trata de una misma especie, el hecho de que la gente distinga que no todos
los osos comen ganado puede apoyar acciones de conservación en áreas de conflicto.
También, el entendimiento de la condición de carnívoro del oso andino está presente
en la visión de las personas de Colepato. Esto se pone en evidencia cuando, a pesar
de que el ganado ya no esté en el páramo, ellos expresan que ahora el oso debe estar
buscando animales silvestre o ganado de otros sitios. Por ejemplo, una moradora del
sector menciona lo siguiente:

“Algún animal tiene que estar cogiendo, comiendo, que va a hacer, no ve que a
ellos les gusta la carne, claro que tiene que ser. No ve que dicen que el wagrero
tiene que buscar carne mismo, algún animalito tiene que seguir, no crea que, claro,
gran bestia31, yamala32 que no va a dejar coger por ellos”.
Testimonio de un pobladora de la zona

La gente conoce varios aspectos ecológicos del oso andino como: las plantas de las
cuales se alimenta (p.ej., en algunos casos los osos han sido observados consumiendo
determinadas especies como Puya clava-herculis) los ambientes donde ocurren, el
número de crías que tienen por camada. Por ejemplo, la mayoría de personas
manifiesta que los osos generalmente tienen entre una y dos crías por camada, lo cual
concuerda con otros estudios (Paisley 2001). Este conocimiento presente en Colepato

31
Gran bestia = tapir de montaña
32
Yamala = guanta o agutí
79
sobre el oso andino, les acerca a las campesinas y campesinos hacia el entendimiento
de una parte importante de su realidad con el fin de minimizar los conflictos. En
palabras de los propios actores, el conocimiento es transformador:

“Lindo lo que aparece, sin conocer se asusta, después ya conociendo ya no


pues, el gusto de ver lo que van”.
Testimonio de un poblador de la zona
80

CAPÍTULO III

IMPLICACIONES PARA EL MANEJO Y CONSERVACIÓN

El oso andino seleccionó sitios con árboles de mayor DAP y usó árboles de mayor
talla, lo que permite sugerir acciones de conservación hacia estos recursos. Se
determinó que las especies arbóreas de mayor DAP presentaron también mayor
cantidad de bromelias epífitas por lo que su protección podría ayudar a conservar un
recurso alimenticio importante para los osos en la zona. Esto orientará futuros planes
de conservación hacia los bosques maduros, y en el caso de requerir el
aprovechamiento de especies forestales se deberá focalizar aquellas de rápido
crecimiento ubicadas en zonas puntuales.

Los árboles de mollón (Prumnopitys montana) y de sarar (Weinmannia sp.)


parecieran ser importantes para los oso en la zona por lo que se recomienda evaluar
estas especies para obtener mayor evidencia que respalde este supuesto. Sin
embargo, como medida preventiva se podría proteger estos recursos y considerarlos
para acciones de restauración de hábitats degradados. Por otro lado, la gente
mencionó al árbol de ishpingo (Ocotea cf. heterochroma) como alimento importante del
oso, lo cual potencia su protección, más aun sabiendo que se trata de una madera
preciosa muy codiciada para la construcción.

En la zona de estudio, la probabilidad de detección del oso andino fue menor a 1


pero con un valor alto, lo cual muestra una alta probabilidad de detectar al oso a través
de registros indirectos cuando está presente pero también evita el sesgo de subestimar
la probabilidad de ocurrencia. Se recomienda el uso de modelos de ocurrencia para
estudios de selección de hábitat pues incorporan la probabilidad de detección en la
estimación de los parámetros de interés. De igual manera, un plan de monitoreo a
futuro para esta especie podría considerar la tasa de ocurrencia pues es un parámetro
sencillo de obtener y proporciona la información necesaria para la toma de decisiones
en el campo de la conservación y manejo de la especie.

El bajo número de unidades de recursos evaluado así como la pequeña proporción


del área considerada sobre todo para una especie de alta movilidad en el paisaje
fueron las principales limitaciones encontradas en la presente investigación. Esto hace
81
necesario en el futuro incrementar el tamaño de muestra para con ello afinar los
resultados del proceso de selección de hábitat. También es importante incorporar otras
coberturas de vegetación y evaluar a lo largo del año (modelos de ocurrencia de
estaciones múltiples) para tener un panorama completo de la ocurrencia el oso en la
zona. Sin embargo, el hecho de muestrear más áreas y en diferentes períodos del año
incrementaría también el esfuerzo de muestreo por lo que se deberá plantear un
diseño adecuado de acuerdo a la escala que se emplee.

Algunas de las parcelas que fueron utilizadas en esta investigación podrían


incorporarse en programas de monitoreo de vegetación para mejorar el conocimiento
de los bosques en la zona. Por ejemplo, ciertas parcelas seleccionadas pueden ser
monitoreadas permanentemente para estudios fenológicos de plantas, crecimiento de
árboles y regeneración del bosque. Estos aspectos podrían aportar en el futuro
información valiosa para ser relacionada con la ocurrencia del oso y de este modo
aumentar la comprensión oso-hábitat.

Otro factor importante de indagar en la zona es la riqueza de especies vegetales


que en este estudio fue abordada de manera parcial a través de la distinción de morfo-
especies. La riqueza de flora no ha sido evaluada en estudios previos del hábitat para
el oso andino por lo que su empleo ayudaría a mejorar el entendimiento sobre el tipo
de recursos necesarios para la especie. El conocimiento de este factor así como los
estudios fenológicos podrían aportar información base para el entendimiento de las
relaciones con el hábitat de otras especies como el caso del tapir de montaña (Tapirus
pinchaque) que se encuentra actualmente categorizado como en Peligro de Extinción y
que fue registrado en la zona a través de registros indirectos.

Se considera prioritario iniciar un estudio de la dieta del oso en la zona. El hecho de


conocer los requerimientos alimenticios nos permitirá mejorar el entendimiento del
proceso de selección del hábitat. También es importante iniciar un estudio de la
diversidad de bromelias y el consumo de las mismas por parte del oso. En los
pajonales aledaños se ha evaluado el consumo de bromelias terrestres (Puya clava-
herculis), pero se conoce muy poco sobre el uso que hace el oso de las bromelias
epífitas en los bosques.
82
La participación de las comunidades locales es fundamental para cumplir con las
metas de conservación. Este es el caso de los asistentes de campo que constituyeron
una pieza clave para cumplir adecuadamente el trabajo. Además, ellos compartieron
sus conocimientos de la zona y de la especie. La incorporación gradual de la gente
local en el campo de la conservación permitirá que en el futuro sean ellos quienes
investiguen, protejan y conserven los ecosistemas en donde habitan. Un caso concreto
en la zona se verá en el futuro cercano, pues se sumarán varios guardaparques
comunitarios, potenciando así el interés y el trabajo por la conservación, con lo que el
tema del oso andino estará respaldado.

Por otro lado, la memoria de la gente en Colepato permitió reconstruir los sucesos
del ataque del oso al ganado vacuno ocurrido en años pasados. Sin embargo conforme
pasa el tiempo eso se convierte en una limitación, sobre todo en lo que se refiere a
obtener información precisa de fechas, lugares y otros detalles. Por tal motivo, para
zonas donde se detecta una incursión activa del oso es conveniente evaluar de
inmediato la situación, iniciando un análisis del conflicto en tiempo real.

Dentro del manejo del conflicto, en Colepato se sugiere evaluar la inclusión de un


programa de mejora de pasturas, con la finalidad de que la gente no suba el ganado
hacia las partes altas, reactivando nuevamente el conflicto. En zonas aledañas, donde
el conflicto actualmente se presenta, se podrían realizar programas de manejo
adaptativo que proporcionen aprendizajes acerca de la dinámica del conflicto y como
minimizar el mismo. La participación comunitaria desde el proceso de planificación
hasta el monitoreo del conflicto, es una condición necesaria para alcanzar las metas de
conservación y manejo del oso andino.

La triangulación metodológica demostró ser una poderosa herramienta para analizar


situaciones de conflicto vida silvestre y comunidades locales, pues, no sólo es
importante obtener datos cuantitativos sino también el abordaje de técnicas cualitativas
permite entender el problema desde la propia experiencia, visión, ideas y percepciones
de la gente. De esta manera se profundiza en una temática que afecta la conservación
del oso andino pero también la supervivencia de las comunidades locales, que es algo
importante a considerar.
83
En cuanto a las técnicas empleadas, es aconsejable poner a prueba las entrevistas
a través de un muestreo piloto. Esto hubiese ahorrado valioso tiempo y esfuerzo en la
presente investigación. El tener las preguntas comprensibles para la gente garantiza
una correcta lectura de la realidad que atañe al conflicto estudiado, y al mismo tiempo
crea una herramienta base para indagaciones en zonas vecinas donde el conflicto
humano – oso está vigente.

El conocimiento ecológico sobre el oso andino por parte de la comunidad de


Colepato es amplio, ellos reconocen entre otras cosas, las especies de las que se
alimentan, las zonas donde viven, el número de crías que poseen, por lo que se
aconseja iniciar un proceso de recopilación de los saberes (iniciando por lo obtenido en
la presente investigación) para que estén a disposición de investigadores y grupos que
procuran la conservación de la especie. También este material recopilado y
sistematizado puede ser empleado en actividades de educación ambiental
desarrolladas por grupos que actualmente trabajan en este campo dentro de Colepato
y comunidades vecinas. Grupos importantes para incluir en actividades de inter-
transferencia de saberes constituyen las personas de mayor edad ya que son los
depositarios de la tradición oral, mientras que, para actividades de educación ambiental
se sugiere incluir a personas adultas que no han ingresado en la educación formal
pues son quienes muestran percepciones negativas hacia el oso.

En Colepato perduran sentimientos de temor, rabia y aflicción ante la pérdida del


ganado, lo cual refleja descontento entre los moradores hacia las acciones de
conservación. Pero al mismo tiempo, la figura del oso despierta agrado, más aun
cuando existen grupos interesados en su conservación como: investigadores,
voluntarios, entidades públicas y privadas. Esto incrementa el interés público y socio
político y será un importante factor en las negociaciones futuras para conservar esta
especie en la zona.

Los sentimientos, ideas y percepciones de la gente en torno al conflicto se ven


influenciadas por la experiencia ante la pérdida del ganado y otras situaciones
particulares a cada localidad, lo cual trasciende a escala comunitaria. El
reconocimiento y entendimiento de estas características, así como la consolidación de
un diálogo de saberes entre la comunidad y la gente interesada en la conservación del
84
oso andino, son importantes para las intervenciones que se propongan con el objetivo
de mitigar conflictos entre ser humano y fauna silvestre.

Insistir en actividades de educación ambiental es un eje fundamental en la zona de


estudio, con la finalidad de incorporar aprendizajes sobre el valor del oso dentro de los
hábitats y procurar cambios en algunas actitudes erróneas como el hecho de que
puede matar a la gente. Estas actividades no deben incluir únicamente a los niños y
jóvenes de la comunidad, sino también a las personas adultas, que si bien pueden
presentar menos motivación hacia estas actividades, son al mismo tiempo los
portavoces y tomadores de decisiones en la comunidad.

Se recomienda explorar las actitudes, percepciones y prácticas de los niños - niñas,


mujeres y jóvenes, respecto al tema “oso”, con la finalidad de tener un panorama más
completo a nivel comunitario. Esto posibilitará, entre otras cosas, entender las
motivaciones, reflexiones e ideas que proyectan los diferentes grupos. De esta manera
podremos enfocar herramientas y acciones concretas para cada uno de ellos,
involucrándolos efectivamente en procesos de conservación.

Finalmente, más allá del hecho de que la ciencia y los estudios de campo generen
más información sobre las especies en el área, en este caso del oso andino, éstas
deben estar apoyadas en programas de comunicación y educación ambiental para
alcanzar aceptación socio-política. La conservación del oso andino parece estar, al
menos por el momento, más relacionada con la participación social que en el hecho de
tener riesgos al interior de los bosques de la zona.
85

LITERATURA CITADA

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APÉNDICES

Apéndice I. Esquema de la entrevista estructurada para analizar el tema del conflicto oso
– ganado vacuno en la Cooperativa Colepato, Cañar, Ecuador. 2008.

Encuesta N. Fecha:

1. Nombre: 4. Escolaridad

2. Edad 3. Actividad: 5. Años en la zona

6. Cuenta con ganado en la actualidad SI NO

7. Ha tenido ganado en el pasado? SI NO

8. Ha tenido problemas con el oso? SI NO

9. Cuantos? 10. Cuantas cabezas perdió 11. cuantas poseía

12. Ha sido testigo de problemas de otros compañeros (incluido Cooperativa) SI NO

13. Cuántos? 14. Cuantas cabezas se perdieron 15. cuantas había

16-17. Hace cuanto tiempo ocurrieron los ataques > 5 años < 5 años

18. Ultimo año del ataque

19. Lugares donde surgieron los ataques 1) 2)


3) 4) 5) 6)

20. Características del ataque 1) huellas 2) restos 3) avistamientos


4) marcas en ganado 5) jala o arrastra a montaña o río 6 ) lleva encima de árbol

21. Patrón de consumo 1) deja patas y cabeza 2) come solo carne


3) deja cuero 4) Deja tripas 5) come todo incluso huesos (hace polvo)

22. Que tipo de animal ha matado el oso 1) vaca preñada 2) vaca


3) vaca con cría 4) vacona 5) toro 6) ternero

23. Que soluciones tomó ante el ataque al ganado 1) espantar 2) cacería


3) dejar el cerro 4) cuidar más 5) encierros

24. Sentimientos al perder el ganado 1) rabia o ira 2) pena

3) temor 4) indiferencia

25. Cuantos osos se han matado? ………………


100

26. Le han contado o sabe de algún ataque del oso en otros lados (vecindad) SI NO

27. Donde? ………………………………………………..

28. Soluciones que han tomado 1) dejar cerro 2) cacería 3) espantar

4) cuidar más 5) encierros

29. Porqué el oso mata al ganado?


…………………………………………………………………..

30. Lugares donde ataca más ……………………………


…………………………………………………………………..

31. Epoca del año donde ataca más…………………………

32. Ataque a otros animales domésticos si no


33. cuales? …………………………………………………………

34. Se ha sabido que el oso ataque a la gente? si no

35. Cuantos tipos de osos hay? 1) Uno solo 2) 2 tipos 3) 3 tipos 4 ) no sabe

36. Qué haría ante un nuevo ataque? ……………………………………………….

37. Ahora hay más o menos osos que antes? 1) Más osos 2) menos osos

3) igual 4) No sabe

38. Que piensa respecto a los osos, le gustaría que sigan en la zona?
1) que haya menos 2) que se terminen 3) que sigan

39. Que siente al ver un oso? ……………………………………………………………………….

40. Cuál es el habitat del oso ……………………………………………………………………….

41. Dieta (excepto ganado) ………………………………………………………………………..

42. Número de crías que tiene el oso? …………………………………………………………

43. Qué tipo de sonido emite el oso ………………………………………………………………………

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