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Miguel Cereceda
Cuauhtémoc Medina: Bueno, es cierto que por primera vez las clases dirigentes
han empezado a tomar interés por el arte contemporáneo. Es decir, por primera vez el
arte contemporáneo parece que establece una relación de prestigio y distinción, con la
que las clases dirigentes de este país se quieren identificar.
Pero también es cierto que, hace apenas dos décadas, casi nadie se interesaba por
el arte contemporáneo. Tan sólo los idiotas, los perdedores ocasionales o los marxistas
convencidos teníamos interés activo por el arte. Por ejemplo, en los años noventa, un
muy reducido grupo de teóricos y críticos, vinculados a un proyecto editorial muy
modesto, que se llamó Curare, editábamos una newsletter de unas cincuenta páginas,
que resultó ser sin embargo verdaderamente influyente.
M. C.: Pero entonces, ¿tú entiendes tu relación con el arte como parte de un
compromiso político?
C. M.: Fue en el año 68 cuando se produjo la ruptura del Estado con el arte
contemporáneo. En 1966 se produjo una verdadera crisis, entre el mundo del arte y el
mundo de la política oficial. El salón ESSO y la exposición Confrontaciones supusieron
un verdadero desafío. Hasta entonces había una cierta tolerancia con el arte por parte del
Estado. Se estaba explorando la abstracción, la nueva corporalidad y la sexualidad. Y
hasta la Iglesia católica andaba a la búsqueda de un nuevo lenguaje plástico. En aquella
época es cierto que también había censura, pero no era absoluta.
M. C.: ¿Cómo?
C. M.: En los setenta aparecen grupos artísticos que trabajaban directamente con
grupos revolucionarios. Aparecieron diversos colectivos de lucha callejera. La obra ya
no parecía arte. Se generalizó la idea de la intervención, de la acción y de lo efímero.
C. M.: Bueno, precisamente estos son los fondos y los archivos que estamos
adquiriendo.
M. C.: ¿Cómo ves las relaciones entre España y México, desde el punto de vista
del arte contemporáneo?
C. M.: Hasta hace poco España tenía una idea de superioridad. Sin embargo por
suerte las cosas han cambiado y ahora hay una relación más igualitaria. De hecho
estamos trabajando con el MNCARS y con el CA2M produciendo exposiciones
conjuntas.
C. M.: Bueno, son proyectos que todavía se están cerrando. Pronto lo haremos
público.