CASO MARIA FUENTES ROZAS

María Fuentes Rozas era una joven de 22 años, estudiante del octavo semestre de la
carrera profesional de Turismo de la Universidad Andina del Cusco, quien trabaja a
efectos de cubrir sus necesidades básicas (alimentación, vestido y demás); a pesar de
tener el apoyo económico de sus padres (pago de mensualidades, matrículas y demás),
los mismos que radican en la ciudad de Abancay.

El 2012 María Fuentes Rozas, conoció a Raúl Pérez Huillca, en su centro de su trabajo ,
con quien entablo una amistad que con el trascurso del tiempo se convirtió en una
relación sentimental que duro cinco años, producto de dicha relación, el 23 de agosto
del 2015 tuvieron una hija, a la cual decidieron llamar Valentina, empero por problemas
de comunicación y discordancias decidieron dar por concluida esa relación sentimental
el 08 de febrero del 2018.

Desde el nacimiento de Valentina, Raúl Pérez ha cumplido con su obligación de padre

prestándole alimentos sin embargo desde la culminación de la relación sentimental con
María Fuentes, se desentendió de su menor hija, no acudiéndola económicamente a
pesar de recibir una remuneración mensual de S/ 3000.00 ( tres mil soles con 00/100 )
por ser servidor público de la Municipalidad Provincial del Cusco, para cubrí los
principales gastos de la menor consistentes en alimento, vivienda y vestir, motivo por el
que la familia de María Fuentes, le aconsejo que le entablara una demanda de
alimentos a Raúl Pérez, así como prohibirle las visitas a la menor Valentina.

María Fuente tras observar la situación actual decido consultar con un abogado, quien
le explico que la actitud que tenía Raúl para con su hija perjudicaba su derecho a la
alimentación por parte de sus progenitores; puesto que, conforme lo disponen los
artículos 92 y siguientes del Código de los Niños y Adolescentes” tiene derecho a que la
prestación de la obligación alimentaria sea constante, estructurada y segura; más aún si
se toma en cuenta que la menor no puede valerse por sí misma, recomendó que
acudiera a un Centro de Conciliación, para poder llegar a un acuerdo que verse sobre
los temas de tenencias, alimentos y régimen de visitas. Asimismo informándole que en
caso de no llegar a un acuerdo mutuo en la conciliación, ella podía iniciar un proceso
judicial.