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Hidróxido de Sodio.

Su fórmula química es (NaOH), también conocido como sosa cáustica es un sólido


blanco cristalino sin olor que absorbe humedad del aire (higroscópico). El hidróxido de sodio es muy
corrosivo, generalmente se usa en forma sólida o como una solución de 50%. Es usado en la industria
(principalmente como una base química) en la fabricación de papel, tejidos, y detergente.

Historia del Hidróxido de Sodio

A finales del siglo XIII, la receta de su preparación fue descubierta por fabricantes de jabones en un libro
árabe llamado Al-mukhtara, compilado por el rey de Yemen, en ese entonces al-Muzaffar Yusuf ibn ‘Umar
ibn’ Ali ibn Rasul († 1295), constituyendo así, el jabón como su primer propósito.

De este recetario también se obtuvo una mezcla para obtención de hidróxido a partir de agua, solución
alcalina de cenizas de plantas ricas en sodio y cal viva.

Más tarde en Europa, en el año 1791 fue patentada por el químico y cirujano francés Nicolás Leblanc
(1742-1806) como proceso productivo masivo de carbonato de sodio, a partir de cenizas de sodio.

No obstante, se ha desplazado este proceso en el siglo 20, por la electrólisis de cloruro de sodio, quedando
actualmente como principal

Propiedades físicas

A temperatura ambiente, el hidróxido de sodio es un sólido blanco cristalino sin olor que absorbe
humedad del aire (higroscópico). Es una sustancia manufacturada. Cuando se disuelve en agua o se
neutraliza con un ácido libera una gran cantidad de calor que puede ser suficiente como para encender
materiales combustibles. El hidróxido de sodio es muy corrosivo. Generalmente se usa en forma sólida o
como una solución de 50%.

Propiedades químicas

Función química: Hidróxido

Tipo de reacción: Corrosiva, exotérmica

Utilización

El hidróxido de sodio se usa para fabricar jabones, crayón, papel, explosivos, pinturas y productos del
petróleo. También se usa en el procesamiento de textiles de algodón, lavandería y blanqueado,
revestimiento de óxidos, galvanoplastía y extracción electrolítica. Se encuentra comúnmente en
limpiadores de desagües y hornos. Además este producto se usa como desatascador de cañerías.

Alimentos

 Se usa para el curetaje de aceitunas.


 Procesamiento de chocolate, colorantes de caramelo y espesamiento de helado.
 Para dorar pretzel’s, y rollos de legía, propinándoles la sensación crujiente.
 En comidas tradicionales chinas y filipinas, para dulces y fideos.
 El agua de lejía, se usa para pescados en Noruega y harina de maíz en la comida tradicional
mexicana.
 Se usa para quitar la piel de algunas verduras y frutas para enlatar.
 También sirve como conservante para prevenir el crecimiento de moho y bacterias de los
alimentos.

Reactividad

Condiciones que contribuyen a la inestabilidad: Ninguna.

Incompatibilidades: Al contacto con agua, ácidos, líquidos inflamables y compuestos halogenados


orgánicos, especialmente el tricloroetileno, puede causar incendios y explosiones. El contacto con metales
como aluminio, estaño y zinc, provoca la formación de hidrógeno inflamable gaseoso. El contacto con
nitrometano y otros nitro compuestos similares causan la formación de sales sensibles a los impactos.

Productos peligrosos de la descomposición: Ninguno.

Precauciones especiales: El hidróxido de sodio ataca a algunas clases de plásticos, caucho y


revestimientos.

Propiedades indicadoras

Umbral del olor: No disponible.

Nivel de irritación de los ojos: Grant informa que el hidróxido de sodio “es muy prejudicial para todos los
tejidos y provoca algunas de las lesiones más severas para los ojos”. El problema serio que presentan el
hidróxido de sodio y otros álcalis que pueden causar lesiones importantes para los ojos fueron descritos
bien y brevemente por Stanley, quien destacó en forma particular los peligros que presentan los cáusticos
de uso doméstico, usados como limpiadores de desagües, que contienen hidróxido de sodio. Los efectos
de la salpicadura de hidróxido de sodio en los ojos de los seres humanos fueron descritos una cantidad
innumerable de veces...“son comunes los daños de la córnea, de la conjuntiva y de los tejidos episclerales,
aunque los de las estructuras intraoculares, son relativamente raros”.

Evaluación de las propiedades indicadoras: Debido a sus propiedades el hidróxido de sodio es tratado
como una sustancia que carece de buenas propiedades indicadoras.

Información sobre peligros para la salud

Vía de exposición

El hidróxido de sodio puede afectar al organismo si es inhalado o se pone en contacto con la piel o los
ojos. También puede afectar al organismo si se le ingiere.

Efectos de una sobreexposición

El hidróxido de sodio es un álcali fuerte y es corrosivo si se le pone en contacto con cualquier tejido. Los
efectos debido a la inhalación de polvos y nieblas varían desde una irritación suave hasta quemaduras
destructivas, dependiendo del rigor de la exposición. Puede presentarse una neumonitis grave. El
hidróxido de sodio en forma de sólido o en polvo, niebla, o en soluciones, puede provocar la irritación de
los ojos y, si la exposición es mayor, puede provocar quemaduras graves con probabilidad de ceguera.

El hidróxido de sodio, en forma de sólido o polvo, niebla o soluciones, en contacto con la piel, puede
provocar irritaciones y, en caso de exposiciones mayores, quemaduras graves con destrucción de tejidos.
La ingestión de hidróxido de sodio en forma de sólido o en soluciones puede provocar quemaduras graves
en la boca, garganta y estómago. Puede sobrevenir la muerte. Después de la recuperación tras haber
ingerido hidróxido de sodio pueden quedar cicatrices graves en la garganta. Se ha informado un aumento
en la incidencia del cáncer del esófago en personas con cicatrices en el esófago por ingestión del hidróxido
de sodio.

Síntomas indicativos: Debe consultarse a un médico si se tienen u observan signos o síntomas y si se


sospecha que son causados por exposición al hidróxido de sodio.

Vigilancia médica recomendada: Los siguientes procedimientos médicos deben estar disponibles para
quienes estén expuestos al hidróxido de sodio en niveles potencialmente peligrosos.

Examen médico inicial

Un examen completo e historia clínica: Su propósito es descubrir condiciones preexistentes que pudieran
crear un mayor peligro para el trabajador expuesto y establecer las bases para un futuro programa de
control de su salud. Debe ponerse énfasis en los exámenes de los ojos y las vías respiratorias. Se debe
examinar la piel para ver si hay evidencias de trastornos crónicos.

Roentgenograma de pecho de 36 X 43 cm: El hidróxido de sodio perjudica los pulmones de los seres
humanos. Se recomiendan exámenes de los pulmones.

Pruebas de capacidad vital forzada y volumen expiratorio forzado (1 segundo): Las personas que tienen
funciones respiratorias deterioradas pueden aumentar el riesgo al exponerse. Se recomiendan exámenes
periódicos.

Exámenes médicos periódicos

Los exámenes médicos mencionados anteriormente deberán repetirse anualmente salvo que sea
necesario efect un examen por rayos X, según indiquen los resultados de la prueba de la función pulmonar
o signos y síntomas de una enfermedad respiratoria.

Resumen toxicológico

El hidróxido de sodio es un álcali fuerte. La niebla, el polvo y las soluciones que contiene este producto
pueden provocar lesiones graves en los ojos, las membranas mucosas y la piel. A pesar de que la inhalación
por lo general constituye un riesgo industrial de importancia secundaria, los efectos del polvo o la niebla
varían desde una irritación suave de la nariz a un nivel de 2 mg/m3, a una neumonitis grave, dependiendo
del rigor de la exposición.

El principal peligro radica en una destrucción rápida de los tejidos de los ojos o la piel por el contacto con
este producto, ya sea en forma de sólido o en soluciones concentradas. El hidróxido de sodio en contacto
con los ojos puede provocar la desintegración y el desprendimiento del epitelio conjuntival y córneal, la
opacificación córneal, un edema pronunciado y ulceración. Entre 7 y 13 días después de la exposición,
empieza una recuperación gradual o bien un avance de la ulceración y opalescencia córneal.

Las complicaciones que derivan de las quemaduras graves en los ojos son: simblefarón (adherencia del
párpado al globo ocular) con hipercrecimiento de la córnea por vascularización de las membranas y una
ulceración progresiva o recurrente de la córnea y una opalescencia permanente de la córnea. En la piel,
las soluciones que están entre un 25 y un 50%, provocan una sensación de irritación aproximadamente
en 3 minutos; esto ocurre hasta después de varias horas en soluciones de un 4 %. Si no se le elimina de la
piel, se producen quemaduras severas con ulceración profunda. La exposición al polvo o la niebla, puede
provocar pequeñas quemaduras múltiples con pérdida temporal del pelo.

La ingestión provoca dolores intensos en el esófago, el estómago, corrosión de los labios, la garganta, la
lengua, la faringe y vómito de grandes trozos de mucosa. Existen casos de carcinoma de célula escamosa
en el esófago, con períodos latentes de 12 a 42 años después de la ingestión. Estas formas de cáncer
pueden ser secuela de una destrucción del tejido y, posiblemente, formación de cicatrices o escaras, más
bien que de un efecto carcinogénico directo del hidróxido de sodio.

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