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DOI: http://dx.doi.org/10.15425/redepub.34.2015.13
Palabras clave: participación ciudadana, democracia deliberativa, participación ciudadana, teorías de la democracia.
Sumario
* Cómo citar este artículo: Lizcano Orozco, R. M. (Junio, 2015). La participación ciudadana ¿un baluarte de la democracia? Revista de Derecho Público,
34. Universidad de los Andes (Colombia).
Artículo preparado en el marco del proyecto “Implementación del observatorio del control social por usuarios de los prestadores de servicios públicos
domiciliarios en Santa Marta”, desarrollado por el grupo de investigación Gestión, Gobierno y Políticas Públicas de la Facultad de Humanidades, de la
Universidad del Magdalena, financiado por la mencionada Institución.
** Abogada y especialista en Derecho Administrativo de la Universidad Sergio Arboleda, sede Santa Marta. Magíster en Derecho Administrativo de la
Universidad Externado de Colombia. Docente catedrática de la Universidad del Magdalena. Correo: rosana.lizcano@hotmail.com.
tema político basado en la discusión racional
Rosana Margarita Lizcano Orozco
Introducción
entre iguales, tendiente no a la imposición o
agregación de intereses particulares, sino a la
El presente trabajo contiene una revisión siste-
consecución del bien común mediante el triun-
mática del significado de la participación ciuda-
fo del mejor argumento (2009, pág. 433).
dana como ingrediente político de los modelos
teóricos de la democracia, a partir de la informa- Finalmente, se aborda el estado del arte del
ción obtenida de fuentes secundarias (artículos alcance de la participación ciudadana en Co-
de revistas científicas y libros especializados), lombia.
y constituye uno de los resultados del proyecto
de investigación en el que se aborda el control
I. PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LOS
social como mecanismo de la participación ciu-
POSTULADOS DEMOCRÁTICOS
dadana frente a la prestación de los servicios
públicos domiciliarios.
Como lo afirma el profesor José Fernando Flórez
Esta revisión tiene mayor asidero al encontrar- Ruiz (2012), “mientras las demás asociaciones
nos en una época de experimentaciones demo- son voluntarias, si algo singulariza al Estado
cráticas en la que los Estados acuden a distin- como forma asociativa es que todas las perso-
tas metodologías y técnicas para consultar al nas que están dentro de sus fronteras no tienen
pueblo pero muchas veces con resultados su- legalmente alternativa distinta de obedecer sus
perficiales1 (Fischkin, 2009). mandatos” (pág. 109).
Para el desarrollo de este escrito se procede de El anterior postulado de cierta manera queda
la siguiente manera: en primer lugar, se abor- replanteado, o adquiere un nuevo matiz, con la
dan los referentes teóricos de la evolución del aparición de un concepto moderno de democra-
concepto de democracia hacia una mayor efec- cia que como lo afirma Ugarriza:
tividad de la soberanía popular; seguidamente
toma forma con el triunfo de las revoluciones
se exponen las teorías que sustentan los nuevos
republicanas, que entregaron la responsabi-
modelos de democracia propuestos para mate-
lidad de la toma de las decisiones colectivas
rializar la participación ciudadana en las deci- al pueblo soberano, para que fueran legítimas.
siones políticas. Antes de las revoluciones estadounidense y
francesa, las decisiones soberanas tomadas
Ugarriza afirma: por un monarca gozaban de la legitimidad pro-
vista por su calidad de auténtico representante
Ante el fracaso de modelos que han buscado de Dios. Al menos en Occidente, con el triunfo
resolver este problema, la teoría de la delibe- de las revoluciones republicanas, tal conexión
ración política propone para el siglo XXI un sis- del gobernante con la divinidad fue definitiva-
mente cortada, y la responsabilidad de tomar
1 Traducción realizada por la autora del artículo.
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las decisiones que afectan al colectivo recayó Por otro lado, Vieira señala que:
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Al respecto, enfatiza la investigadora de la Uni- señala Schumpeter, (1988) al concebir “la de-
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versidad Nacional de Colombia, Julie Massal, mocracia en clave de un mercado político don-
que aunque la democracia participativa de las diferentes formaciones políticas defien-
dan sus propuestas concibiendo a los votantes
genera una ampliación en la concepción de la como consumidores” (pág. 251).
acción política, y una apertura al menos formal
a nuevos actores sociales y políticos como los
Oscar Pérez de la Fuente (2012), sobre el tema,
movimientos sociales que aparecía, a media-
cita a Dahl, quien defiende la noción de “po-
dos de los años noventa, como una alternativa
liarquía donde se establecen unas reglas de
creíble y viable a los partidos en tanto repre-
sentantes de los intereses “auténticos” y de participación de los ciudadanos basadas en
las “necesidades inmediatas y reales” de la elecciones periódicas, libres y pluralistas y se
población, “dicha expectativa se desvaneció al defiendan principios de igualdad (de voto, para
evidenciarse la dificultad de los Movimientos ocupar cargos públicos) y libertad de expresión
Sociales para sustituir a los Partidos Políticos, (pluralismo informativo)” (pág. 57).
y la capacidad de estos últimos para recon-
quistar —aunque frecuentemente de manera A juicio de la autora argentina, Macarena Marey:
autoritaria y poco respetuosa de las reglas de
la democracia electoral— espacios políticos cla- Por ‘concepción agregativa’ de la democracia
ves (instituciones de control) y el dominio del se entiende en general una forma de compren-
debate político (2010, pág. 80). der el ideal democrático en el que la forma de-
mocrática de gobierno se considera un método
Sobre el tema se abrió un debate en el que se instrumental asociado intrínsecamente a la
analizan una serie de presupuestos y asuncio- idea de la sociedad como suma de preferen-
nes sobre la noción de individuo, el papel de la cias individuales aisladas (2011, pág. 160).
política y el alcance de la participación de los
Continúa la autora sosteniendo que esta con-
ciudadanos. Pérez de la Fuente explica:
cepción agregativa de la democracia, concibe
Que evidencia una dicotomía entre la esfera una visión de la participación ciudadana en la
pública y la esfera privada, donde los indivi- política fundada en la idea de que esta última
duos persiguen sus planes de vida en el ámbito responde solamente a la lógica de la mera com-
privado, según sus propios intereses, y su parti- petencia por el poder —o la soberanía—; en pa-
cipación política en la esfera pública se vincula
labras de Schumpeter:
a estos intereses y consiste básicamente en
la elección de los representantes (2012, pág. Debe entregarse la política en manos de una
54). élite compuesta por funcionarios, ya que los
ciudadanos sólo tendrían preferencias que de-
En cuanto a la democracia pluralista, también searían reflejar en la decisión colectiva, pero
llamada agregativa o realista, existen de igual no serían capaces de actuar con racionalidad,
manera diversas concepciones, como la que ni colectivamente, ni más allá de lo que atañe
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estrictamente a esas preferencias (1988, pág. cracia radical, en la que la esfera pública y la
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meramente agregativo, que corrija los defectos dana en esta nueva propuesta de modelo de-
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Por ello, a finales del siglo XX, existían al menos A. Participación política en la
cuatro salidas teóricas a esta disyuntiva que democracia deliberativa. Contexto y
bien cita Ugarriza, a saber: aplicaciones prácticas
El modelo de democracia radical, que “promue- Es importante tener en cuenta, como lo resal-
ve la participación activa de todos los ciudada-
ta el autor colombiano Juan Esteban Ugarriza
nos en la toma de decisiones colectivas, en
(2009), que la teoría de la democracia delibera-
detrimento de la democracia representativa”;
tiva aparece de forma definitiva en los años 80
el modelo de democracia racional, en el que la
“fuente de legitimidad del sistema político radi- para “responder a los cuestionamientos sobre
ca en su estabilidad, en tanto ésta demuestra la legitimidad de la democracia moderna” (pág.
la aceptación soberana del pueblo”; el modelo 82), ante la imposibilidad de cumplir la promesa
de democracia participativa, que le “otorga al básica de adopción de decisiones colectivas de
ciudadano un papel menos activo que en la de- manera legítima, desde sus orígenes en el siglo
mocracia radical, pero más que en el modelo XVIII.
liberal agregativo, con el fin de reducir la bre-
cha entre los representantes y el pueblo”; por Luego de presentarse un proceso de moderniza-
último, el modelo de democracia deliberativa,
ción caracterizado por la dominación de la razón
“derivado de las críticas estadounidenses y eu-
instrumental de la ciencia y la tecnología sobre
ropeas a la democracia liberal agregativa, en
el que la deliberación política es el mecanismo
las demás esferas sociales, que acabó colabo-
legítimo de formación de la voluntad colectiva” rando con las guerras mundiales, el bombardeo
(2009, pág. 436). nuclear de Hiroshima y Nagasaki, los campos
de concentración, la miseria y la opresión de
En busca de la legitimidad en el modelo demo- las masas, Habermas, para buscar una salida a
crático, encontramos partidarios de la democra- este pesimismo, construyó un gigantesco y com-
cia deliberativa, concretada en el discurso ha- plejo sistema filosófico basado en su teoría de la
bermasiano, como modelo de mayor legitimidad acción comunicativa, en la que además de la ra-
que la democracia liberal, incluso pese a las zón instrumental habría una razón comunicati-
limitaciones que se le atribuyen como la incon- va, fundada en el lenguaje, que se expresaría en
mensurabilidad discursiva, el dilema discursivo la búsqueda de consenso entre los individuos,
y la falla discursiva (Spector, 2011). por intermedio del diálogo (Vieira, s.f).
En este punto se hace necesario, entonces, re- Siguiendo a Liszt Vieira (2013), Habermas seña-
visar cuál es el papel de la participación ciuda- la, que tanto el
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sistema como el mundo de la vida son atrave- lo que indica que puede incluir “todo” el pueblo,
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La democracia dialógica, afirma De Cabo de la este modelo un desarrollo de la teoría interme-
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Vega (2012), en lugar de concentrase en el re- dia entre Rawls y Habermas, en el que se res-
sultado agregado del procedimiento (la decisión cata el valor epistémico de la democracia como
mayoritaria), se preocupa por la participación una solución más adecuada a partir de prácticas
deliberativa de todos, y en la “creación de pro- discursivas e individuales, y en la que se plantea
cedimientos considerados aceptables por todos que si los posibles afectados por una decisión
los actores sociales, que acaben con la exclu- han participado en el debate en igualdad de
sión, las asimetrías de poder y la desconfianza condiciones, la decisión tomada será probable-
mutua” (pág. 50). mente justa y moralmente correcta, siempre que
todos acepten libremente y sin coacción.
Por otro lado, la existencia del pluralismo como
clave en el desarrollo de mayores niveles de de- Sin embargo, asegura el mencionado autor,
mocracia, para Chantal Mouffe (1999) depende la puesta en marcha del proceso democrático
del intento de transformar el antagonismo en deliberativo con valor epistémico se enfrenta
agonismo, es decir, relación entre adversarios, a varias dificultades, ya señaladas en este ma-
solo así la democracia puede convertirse en el nuscrito en líneas anteriores. Por una parte, las
“espacio adecuado para el consenso como ele- diferencias abismales entre los ciudadanos y el
mento de la intervención y el control del poder tiempo casi inexistente que dedican a la defen-
por parte de los ciudadanos” (Atilli, 1996, pág. sa de sus intereses en el ámbito público; por
143). otra, los conocimientos técnicos como requisito
para la resolución de determinadas cuestiones,
B. Algunas experiencias de participación y por último, la inevitable formación de grupos
ciudadana en aplicación de la teoría orientados a la defensa de su propios intereses
democrática deliberativa (Gualano, 2011).
El autor brasilero Miguel Gualano de Godoy Otro caso de interés se encuentra en el trabajo
(2011), en su artículo titulado “La democracia realizado por Emefa S. A. Akortor (2012), quien
deliberativa como guía para la toma de decisio- indagó sobre los méritos o no de la democracia
nes legítimas. Análisis teórico a partir de Carlos deliberativa y su impacto en la mejora de la ca-
Santiago Nino y algunas prácticas institucio- lidad de vida en dos comunidades distintas de
nales en Brasil Contemporáneo”, muestra los Chipre del Norte; una, Buyukkonuk Village, aldea
“minipúblicos” como ejemplo de grupo de ciu- ecoturística en la que sus habitantes participan
dadanos organizado conscientemente para la activamente en la elección de los proyectos de
deliberación pública. desarrollo y en su ejecución; y en la ciudad amu-
rallada de Famagusta, donde usualmente no es-
Sostiene Gualano, que el abogado e investigador tán involucrados en la toma de decisiones, por
argentino Carlos Santiago Nino ha considerado lo que son tomadas por la autoridad municipal.
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En este ejercicio se concluyó, según Akortor cias de barreras a la comunicación ideal como la
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lud Pública de Montreal (irspum), o el de la Fun- III. UNA REVISIÓN A LA
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pel mucho más activo en el proceso de toma de Sin embargo, como lo afirman Velásquez y Gon-
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participar en la forma como toman las decisio- rios públicos a que su gestión sea objeto de con-
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nes sus dirigentes” (pág. 206). trol social” (Mosquera, Gutiérrez y Serra, 2009,
pág. 96).
Sea en uno u otro sentido, como lo manifestó el
profesor de la Universidad de Caldas, Alejandro Un resultado similar arrojó un estudio auspicia-
Guzmán Rendón (2011), “veinte años después, do por un grupo de entidades encabezado por la
es evidente que los mecanismos de participa- Fundación Corona, en las ciudades de Bogotá,
ción directa consagrados en la Constitución Medellín, Cali, Valledupar y Tarso (Antioquia), en
Política de 1991 no eran la solución al proble- el que Velásquez y González (2003) concluyeron
ma de la legitimidad en la toma de decisiones” que si bien se registran experiencias exitosas en
(pág. 31). incidencia de los ciudadanos y las ciudadanas
en la definición de políticas públicas o en el ejer-
En un documento preparado para el diálogo re- cicio del control social, estos
gional, Oviedo (2011, pág. 8), a propósito del
análisis de la participación ciudadana en Cú- no cuentan en general con los instrumentos
cuta, señaló que los obstáculos para lograr una (jurídicos, de información, técnicos y políticos)
necesarios para incidir en el contenido y orien-
mayor injerencia de la ciudadanía en lo público
tación de las políticas, lo que limita el alcance
pueden obedecer, por una parte, a que la com-
de su acción y de su incidencia en la planea-
prensión y utilización de los mecanismos resul-
ción y puesta en marcha de los procesos de
tan aún restringidas, así como la voluntad polí- gestión pública (pág. 26).
tica de aplicarlas fluidamente; y por otra, la pa-
radójica circunstancia de tener un marco cons- Lo anterior evidencia, como señaló Nuria Cunill
titucional generoso, limitado por una legislación Grau (2000) en un informe del Consejo Cien-
estatutaria restrictiva, ya que en muchos casos tífico del clad, que lo crítico de la participación
contempla condiciones que difícilmente pueden ciudadana, y en especial del control social en la
cumplir los potenciales participantes. institucionalidad republicana, “no es la creación
de los recursos que propicien su realización sino
Una investigación realizada por la Secretaría la disponibilidad que se tiene de los mismos”
de Salud de Cali y la Fundación fes arrojó que, (pág. 9).
si bien se comprende por la ciudadanía que su
participación activa a través del control social Asimismo, estudiosos de la ciencia política en
puede ayudar a mejorar servicios públicos tales Colombia sostienen que a pesar de que la Cons-
como el de la salud, existen serios obstáculos titución de 1991 introduce cambios importan-
para materializar ese activismo ciudadano, ta- tes en el diseño institucional-estatal y en la rela-
les como la dificultad para el “acceso a la infor- ción del Estado con los ciudadanos, existen ini-
mación, bajo liderazgo comunitario en el tema ciativas cada vez más recurrentes que buscan,
del control social y resistencia de los funciona- entre otros fines, limitar esta apertura y volver
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de alguna manera a la institucionalidad de la tema exclusivo de las élites” (Mardones, 2012,
En todo caso, autores como Cuchumbé (2010), Inclusive en Estados como Ecuador, explica Gill-
en el análisis de un horizonte para la democra- man (2010), se evidencian fenómenos como la
cia colombiana basada en la deliberación, sos- no concepción de la democracia como un siste-
tiene que: ma político que les permite ser actores políticos,
sino como un “régimen de valores o como una
La participación, la comunicación deliberativa, configuración colectiva de individuos que les
el uso público de la razón práctica, la auto-
permite una integración social en vez de una in-
nomía ciudadana y el respeto a los derechos
corporación a la vida política” (pág. 342).
fundamentales son supuestos ético-políticos
inevitables si se quiere construir una cultura
Por otra parte, la consolidación de la partici-
política democrática y pluralista, ya que no po-
tencian un control de opinión de las mayorías pación ciudadana en Latinoamérica podría en-
configurada desde la eficacia de la publicidad, frentarse a grandes obstáculos si se considera,
la apreciación particular de un gobernante y la como lo sostuvo Samuel Huntington (1991),
homogenización ideológica; sino, antes bien, que la “aparición de las democracias es un
posibilitan una opinión pública y voluntad po- acontecimiento cíclico” (pág. 15), ya que ello
lítica cimentada en la discusión pública, en el indicaría la tendencia a una reaparición de regí-
diálogo entre la pluralidad de actores sociales,
menes autoritarios que precedieron a los demo-
y en la idea de la política como un subsistema
cráticos (García Oñoro, 2012).
que se reforma constantemente a través de la
deliberación (pág. 87).
Lo cierto es que, mientras en algunos secto-
res la discusión gira en torno a la instalación
B. Una mirada a la participación
de una democracia que dé apertura a mayores
ciudadana en Latinoamérica
espacios de comunicación y construcción de la
voluntad política, hoy por hoy en Latinoamérica
Los dilemas producidos en torno a la participa-
se asiste al “surgimiento de nuevas dinámicas
ción ciudadana no son propios solo del Estado
políticas” (García Oñoro, 2012, pág. 15) forta-
colombiano, la falta de interés por lo público re-
lecidas a partir de la idea de que los liderazgos
presenta un mal que agobia a los Estados lati-
individuales son la alternativa en medio de la
noamericanos.
crisis (Ocampo, Méndez y Pavajeau, 2008, pág.
En países como Chile, luego de un estudio rea- 838) que viene transformando el mapa político
lizado en el 2006, se concluyó que la política, de la región y que muestra una nueva transi-
dentro de lo cotidiano, es el aspecto que tiene ción que signifique el final de esa tercera ola
menos importancia: “deja de ser relevante para democrática y el inicio de una contra ola autori-
los chilenos en su vida diaria y pasa a ser un taria (García Oñoro, 2012, pág. 17) que podría
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cercenar la consolidación de estos espacios de yectos ideológicos y de intereses políticos, así
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