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PUERTAS A LA LECTURA

EL ABANDONO DEL NIÑO.


LIMITACIONES EN EL ESTUDIO
DEL ABANDONO FÍSICO INFANTIL
Juan Manuel Moreno Manso y María José Rabazo Méndez
Departamento de Psicología y Sociología de la Educación
Universidad de Extremadura.

RESUMEN 1. INTRODUCCIÓN estudio realizado en Cataluña en


1988 (Inglés, 1991) se evidencia que
El artículo describe cuáles son las Las últimas investigaciones en la forma predominante es la negli-
limitaciones en el estudio del aban- materia de maltrato infantil señalan gencia física (78,5 %). En Guipúzcoa
dono físico infantil. Plantea la nece- que cada día hay una mayor preva- en 1989 (De Paúl y cols., 1995) el por-
sidad de un mayor conocimiento de lencia del abandono físico. Si tene- centaje de casos confirmados por
esta forma de maltrato, dado que mos en cuenta que un gran número negligencia física fue del 49,1% y de
actualmente es la tipología de mayor de casos pasan totalmente desaperci- casos conocidos por negligencia físi-
incidencia; alerta sobre la necesidad bidos ante los profesionales, dado ca fue del 52,2 %. Otro estudio donde
de estudios comparativos que per- que esta situación no deja lesiones de nuevo constatamos la incidencia
mitan determinar cuáles son los fac- físicas salvo en los casos más graves, del abandono físico es en realizado
tores que intervienen en tan dañina posiblemente la incidencia sea aun por la Diputación de Aragón en la
forma de desprotección; e insiste en mayor. ciudad de Zaragoza en 1992 (De
la clara y operativa delimitación de A pesar de esto, cuesta entender el Torres y Espada, 1996). El 46,6% del
las necesidades básicas (físicas, afec- motivo por el cual los estudios exis- total de los menores maltratados se
tivas, sociales y cognitivas) de los tentes en materia de abandono físico encontraban en situación de abando-
menores en las diferentes etapas del son tan escasos que hay un descono- no físico. En otro estudio realizado en
desarrollo (por edades) como estra- cimiento casi por completo de esta la Comunidad Autónoma de Anda-
tegia para la detección y prevención situación de desprotección. lucía (Jiménez, Moreno, Oliva, Pala-
del abandono físico con síntomas En España, varias Comunidades cios y Saldaña, 1993) el tipo de mal-
más leves (situación de riesgo). Autónomas han realizado durante trato más frecuente sigue siendo el
los últimos 15 años estudios epide- abandono físico con un total de 72,2
miológicos que reflejan la magnitud % de la muestra. En 1993, la Comi-
del abandono físico infantil. En un sión de Tutela del Menor de la Comu-

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nidad Autónoma de Madrid, tuteló cuáles son los factores que intervienen padres de la responsabilidad indivi-
por maltrato infantil a 891 menores, en tan dañina forma de desprotección. dual del cuidado de sus hijos, de ahí
de los cuales 408 sufrían abandonos Asimismo, consideramos esencial que surjan definiciones tales como la
graves. Datos epidemiológicos clarificar varios aspectos que nos del modelo ecosistémico.
correspondientes a las memorias de puedan ayudar en cierta medida en Desde este punto de vista, se
la Diputación de Guipúzcoa de los el proceso de detección del abandono plantea que el abandono físico se
años 1995, 1996 y 1997 (Arruabarre- físico. Y para ello es necesario dar produce cuando las necesidades
na, 1998) señalan la incidencia del respuesta a tres de las cuestiones que básicas de los niños no son satisfe-
abandono (desatención en relación a Gaudin (1993) plantea como básicas chas, independientemente de la cau-
los cuidados físicos) respecto al resto para definir el concepto de abandono sa (Dubowitz y cols., 1993). Así evita-
de formas de maltrato infantil (39,7% físico: ¿cuáles son los cuidados y mos basar la definición en quién o
en 1995 y 1996; y 29% en 1997). En un atenciones mínimos e indispensables quiénes son responsables del niño y
estudio realizado en la ciudad de que un menor debe recibir?; ¿qué sus necesidades, ya que se supone
Badajoz durante los años 1997, 1998 y tipo de acciones u omisiones consti- que el efecto en el niño es el mismo y
1999 (Moreno, 2002), a partir de una tuyen una conducta negligente?; y no hace falta tener en cuenta la causa.
muestra total de 256 menores maltra- ¿qué efectos deben tener dichas La sociedad en su conjunto (entida-
tados, se evidencia que el 53,3% de acciones u omisiones en la salud, des, instituciones, etc.) podría ser res-
los niños se encuentran en situación seguridad o desarrollo del menor ponsable de la satisfacción de las
de abandono físico. para ser consideradas negligentes? necesidades básicas de los niños.
Pino, Herruzo y Moza (2000) en La sustitución del anticuado con-
una investigación realizada sobre las cepto de abandono y la institucionaliza-
consecuencias del abandono físico en 2. DIFICULTADES PARA ción del término desamparo (Ley
el desarrollo psicológico de niños de LA DELIMITACIÓN 21/1987, de 11 de Noviembre, por la
edad preescolar en España, demues- DEL ABANDONO FÍSICO que se modifican determinados artí-
tran como la negligencia familiar culos del Código Civil y de la Ley de
puede ocasionar graves repercusio- La primera dificultad para delimi- Enjuiciamiento Civil en materia de
nes en las diferentes áreas del des- tar el concepto de abandono físico Adopción), nos permite un pequeño
arrollo: cognitiva, lingüística y social. surge cuando intentamos concretar avance en la delimitación del concep-
Este mismo dato también se cons- quién debe satisfacer las necesidades to global de maltrato infantil y de cada
tata en un estudio realizado reciente- básicas del niño. Si asignamos estric- una de sus formas (abandono físico,
mente sobre el impacto psicológico tamente esta responsabilidad a los maltrato físico, abandono emocional,
de la negligencia familiar en la con- progenitores corremos el riesgo de etc.). Este marco legislativo establece
ducta, personalidad y adaptación culpabilizar a todos aquellos padres tres grados de desprotección:
social y escolar de los niños que que por vivir en ambientes margina- • Situaciones que se producen
sufren este tipo de abuso (Ruiz y les y contar con escasos medios eco- por el imposible ejercicio de los
Gallardo, 2002). nómicos tienen grandes dificultades deberes de protección (falleci-
Todos estos datos nos indican la para cubrir las necesidades de sus miento de padres, prisión,
magnitud del problema al que nos hijos. enfermedades incapacitantes,
enfrentamos y la necesidad de estu- Lógicamente, este planteamiento etc.) que hacen que el niño no
dios que nos permitan determinar tiene el peligro de absolver a los reciba ni cuidados ni atención.

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• Situaciones que se producen La segunda dificultad para la licen como sinónimos los términos
por el incumplimiento de los delimitación del abandono físico sur- abandono físico y negligencia infantil.
deberes de protección. Los res- ge cuando tratamos de establecer el Algunas definiciones significati-
ponsables del niño renuncian grado de daño exigido para que una vas donde abandono físico y negli-
total y absolutamente a cum- situación sea entendida como tal. gencia infantil se utilizan indistinta-
plir sus deberes de protección Martínez y de Paúl (1993) consideran mente son las siguientes:
(renuncian a la paternidad, lo que la toma de decisiones sobre el • Polansky y cols. (1972) entien-
abandonan a terceros o lo abandono físico está condicionada den por abandono físico “toda
dejan solo, en completa des- por los valores sociales y culturales situación en la que el cuidador
atención). Es la forma más de cada contexto e incluso por los responsable del niño, de
estricta de desamparo. valores de los profesionales de pro- manera deliberada o por una
• Situaciones que se producen tección a la infancia (no hay un extraordinaria falta de aten-
por un inadecuado cumplimiento acuerdo por parte de padres y profe- ción, permite que el niño expe-
de los deberes de protección. sionales sobre lo que es básico y esen- rimente un sufrimiento evita-
A partir de esta clasificación cial para el desarrollo de un niño). ble y/o fracasa en proporcio-
vemos claramente que para valorar Estos autores hacen una diferen- narle uno o varios de los
una situación de desprotección como ciación entre maltrato por negligen- aspectos básicos y esenciales
abandono físico, el cuidador debería cia y abandono físico. El maltrato por para el desarrollo de las capa-
renunciar total y absolutamente a negligencia, de mayor incidencia que cidades físicas, intelectuales y
cubrir las necesidades básicas del el abandono físico, se caracteriza por emocionales”.
niño (incumplimiento), debería satis- actuaciones inconvenientes de los • Arruabarrena y De Paúl (1994)
facer inadecuadamente las necesida- cuidadores/progenitores ante las entienden por abandono físico
des esenciales del niño (inadecuado necesidades físicas, sociales, psicoló- “aquella situación donde las
cumplimiento; por ej., padres que gicas e intelectuales del niño y por necesidades físicas básicas del
priorizan sus necesidades ante las una falta de previsión de futuro res- menor (alimentación, vestido,
necesidades fundamentales de los pecto al menor. Estos padres, de higiene, protección y vigilancia
hijos) o debería ser incapaz de pro- manera inconsciente o por ignoran- en las situaciones potencial-
porcionarle al niño lo más esencial cia, priorizan sus necesidades perso- mente peligrosas, educación
como consecuencia de graves penu- nales (necesidades adicionales) ante y/o cuidados médicos) no son
rias económicas u otras circunstan- las necesidades básicas de los meno- atendidas temporal o perma-
cias (imposibilidad). res. En cambio, el abandono físico se nentemente por ningún miem-
Aunque las definiciones existen- caracteriza por actuaciones extremas bro del grupo que convive con
tes presentan algunas deficiencias, de negligencia que dejan graves el niño”. Esta definición, a
los autores al menos coinciden en secuelas físicas en el niño. diferencia de la anterior, se
que los actos de omisión del abando- La cuestión es la siguiente: ¿dónde centra en las necesidades del
no físico suelen referirse al fracaso de debemos poner el límite entre aquello niño que no son cubiertas y no
los padres o cuidadores en la reali- que deja huella, y por tanto puede tanto en los posibles comporta-
zación adecuada de sus deberes medirse, y el fracaso en cubrir las mientos de los padres.
como responsables del menor necesidades básicas infantiles?. De • Cantón y Cortés (1997) entien-
(Knutson, 1995). ahí que la mayoría de los autores uti- den por abandono físico

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“aquellas conductas de omi- CUADRO 1. INDICADORES Y/O MANIFESTACIONES


sión en los cuidados físicos por DEL ABANDONO FÍSICO INFANTIL
parte de los padres o del cui-
dador permanente del niño 1. ALIMENTACIÓN
que pueden provocar o provo- La alimentación que recibe el niño es escasa, deficitaria a nivel nutricio-
can daños físicos, cognitivos, nal o no es la adecuada para el momento evolutivo que atraviesa. En algu-
emocionales o sociales o daños nos casos la negligencia de los cuidadores es tal, que proporcionan al
a otros o a sus propiedades menor alimentos en mal estado o cosas no comestibles para su edad, sin ser
como resultado de las acciones conscientes de ello.
del niño”. Repercusiones:
a) Enlentecimiento o interrupción del crecimiento del menor. Niños que
nacen con una talla y peso normal pero que en un determinado momento
3. CRITERIOS PARA – entre el primer y segundo año de vida – se estancan, o crecen muy lenta-
LA DETECCIÓN mente para su edad. Es uno de los primeros signos de negligencia parental.
DEL ABANDONO FÍSICO El crecimiento físico es un proceso que necesita para su normal evolución
de un aporte adecuado de energía y nutrientes, necesarios para la forma-
Las manifestaciones característi- ción de los nuevos tejidos.
cas para la detección del abandono * Lo que algunos autores denominan enanismo de abandono, niños
físico infantil son las siguientes: la cuya talla mínima corresponde, a veces, al enanismo, que viven en condi-
alimentación, la higiene, el vestido, la ciones familiares patológicas y que, apartados de su medio, tienen una ace-
supervisión, la salud y la educación leración del crecimiento rápida e importante. Los lactantes comen con vora-
del niño. cidad una vez hospitalizados. Este cuadro también se ha relacionado ínti-
A continuación, en el cuadro 1 mamente con el abandono emocional.
describimos cada uno de los indica- * En el plano psicológico, los estudios han confirmado la dimensión de
dores del abandono físico. intenso sufrimiento del niño frente a una madre que experimenta desinte-
rés hacia él y la existencia de claras negligencias hacia el menor (que se
manifiestan fundamentalmente en deficiencias nutritivas graves).
b) Diarreas agudas en el menor debidas al consumo de alimentos en mal
estado o de alimentos inadecuados para el momento evolutivo que atravie-
sa. Esta es una de las consultas más frecuentes en los servicios de urgencias.
Tiene una mayor gravedad cuanto más pequeño es el niño, y es más fre-
cuente entre los 6 y 18 meses de edad, pudiendo causar la deshidratación
del menor.
c) Vitaminopatías. Carencias vitamínicas en el menor, atribuibles a défi-
cits nutricionales, que suele darse fundamentalmente en población con
pocos recursos (pudiendo llevar al raquitismo).
d) Caries en un número abundante de dientes por una alimentación
inadecuada pudiendo dificultar a la vez la masticación del menor de deter-
minados alimentos.

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2. HIGIENE
Hace referencia a la falta de higiene corporal en el menor o a su escasa limpieza. El niño va constantemente
sucio, siendo su apariencia la de no haberse lavado en varios días (pelo sucio y enmarañado, piel y dientes sucios)
y llevando frecuentemente la ropa sucia y/o rota.
Puede ocasionar lesiones orgánicas cuando el manto cutáneo queda cubierto por una “coraza hidrosoluble” que
persiste durante largos periodos de tiempo en determinadas zonas del cuerpo del niño.
Esta carencia de higiene corporal también puede provocar graves consecuencias en el menor, como enrojeci-
mientos e irritaciones en zonas genitales como consecuencia de que el menor puede pasar horas sin que los
padres les cambien los pañales sucios, caries, deformaciones e infecciones frecuentes en la boca por falta de higie-
ne dental,…

3. VESTIDO
Es el inapropiado vestido del menor en relación con la época climática del momento, pudiendo causarle lesio-
nes graves. El menor no lleva la indumentaria adecuada a la estación del año en la que se encuentra. Esto se agra-
va especialmente en épocas de mucho frío o excesivo calor.

4. SUPERVISIÓN
Hace referencia a la protección, vigilancia y seguridad del menor dentro y fuera del hogar, especialmente duran-
te los primeros años de vida del niño, que son cuando este necesita una mayor atención, cuidado y supervisión. Las
consecuencias de la constante falta de supervisión por parte del cuidador pueden ser muy graves para el niño. Los
accidentes domésticos por negligencia del cuidador más frecuentes en un niño de corta edad son los siguientes:
- Congelaciones, quemaduras e incluso deshidrataciones del menor por permanecer durante horas en ambien-
tes excesivamente fríos o calurosos, sin una protección adecuada (especialmente en lactantes y en niños de
edad preescolar).
- Intoxicaciones reiteradas del menor debidas a que el cuidador deja sustancias tóxicas al alcance del niño (lejí-
as, detergentes, cosméticos, medicamentos, bebidas alcohólicas, pinturas, etc,…).
- Lesiones producidas por objetos cortantes o punzantes (tijeras, cuchillos, clavos, cuchillas de afeitar, crista-
les,…).
- Lesiones del menor por caídas al suelo desde la cama, mesa, cambiador, por las escaleras e incluso por el bal-
cón, etc,…
- Asfixia por tragarse objetos pequeños como botones, monedas, por la tendencia infantil natural de meterse
todas las cosas en la boca.
- Aplanamiento del occipucio por el mantenimiento horario del lactante en posición decúbito supino sin movi-
lización, pudiendo llegar a deformar el cráneo del menor.
- Descargas eléctricas (enchufes, aparatos eléctricos, etc,…)
- Accidentes producidos por dejar al bebe o al menor sólo en casa durante largos períodos de tiempo sin nadie
que le supervise.
- Accidentes producidos por dejar al menor a cargo de una persona que está gravemente incapacitada para cui-
darlo (edad avanzada, minusvalía física grave, trastorno mental, corta edad,…).

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- Dejar al menor con una persona (no de total confianza), sin proporcionar información acerca del paradero y
sin advertir del tiempo que van a tardar en recogerlo.
- Lesiones producidas por desalojar al menor del domicilio, de forma temporal o permanente, sin garantizarle
un lugar donde ir.
- Infecciones producidas en el menor (bebe) por el consumo de restos de comida, como consecuencia de haber
dejado el cubo de basura accesible para el niño.
- Infecciones producidas por una falta de higiene en el hogar, desperdicios y suciedad en toda la vivienda (cami-
nar por encima de restos de alimentos sin calzado, chinches, animales domésticos sin los mínimos cuidados
higiénicos, cucarachas, ratones/ratas, las mismas sábanas durante meses, colchones sucios, excrementos
esparcidos sin que funcionen los baños,…).
- Deshidrataciones agudas por negligencias (por ej.:, por tener un radiador pegado al lugar donde duerme el
menor)

5. SALUD
Este indicador se refiere a las negligencias del responsable del menor en cuanto a los cuidados sanitarios del
niño. Las manifestaciones pueden ser dos:
a) Despreocupación en cuanto a la atención del menor enfermo, como por ejemplo:
- Acudir tarde al centro sanitario en casos graves.
- Negar la aplicación de determinadas medidas indispensables para el menor.
- Aportar insuficientes datos clínicos previos del menor.
- Incumplir los tratamientos prescritos.
- Ignorar los consejos ante las enfermedades crónicas.
- Despreocupación en las enfermedades incapacitantes.
b) Despreocupación por las visitas de salud o lo que es lo mismo, ausencia de cuidados médicos rutinarios (revi-
siones médicas periódicas y vacunaciones del menor).

6. EDUCACIÓN
La negligencia se produce cuando los responsables del menor no muestran ningún interés por sus necesidades
educativas.
Repercusiones:
- Retraso en la consolidación de adquisiciones madurativas (lenguaje, motricidad, cognición,…), que puedan
ser consecuencia de carencias en la estimulación del menor (durante los primeros años de vida) por parte del
cuidador o cuidadores.
- Retraso o inadecuación en la adquisición de conocimientos y aprendizajes, y dificultades en la vida relacional
del menor, todo ello como consecuencia de una ausencia de estimulación del menor en etapas posteriores,
especialmente en edad preescolar y escolar.
- Problemas de aprendizaje y/o fracaso escolar del menor como consecuencia de su desescolarización, absen-
tismo escolar repetido e injustificado, tardía escolarización, todo ello por una total despreocupación por par-
te del/los cuidador/es de su educación.

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Una alimentación adecuada es accidente doméstico lesiones físicas debe presentar un niño consecuentes
esencial en determinados periodos (intoxicaciones, quemaduras, etc.) a uno o varios de estos indicadores
del desarrollo de un niño. Las conse- para poder considerar la situación para poder establecer que se encuen-
cuencias de una inadecuada o escasa como negligente?, etc. tra en una “clara situación” de aban-
alimentación pueden ser muy graves Quizás esté más clara la delimita- dono físico.
dependiendo del caso: retraso o ción de indicadores tales como los En este sentido el marco legislati-
irrupción del crecimiento, diarreas cuidados médicos del niño y su edu- vo ayuda poco. La Ley Orgánica
agudas debidas al consumo de ali- cación. La salud del niño podemos 1/1996 de 15 de Enero, de protección
mentos en mal estado o de alimentos medirla a través de manifestaciones jurídica del menor de modificación
inadecuados para el momento evolu- como las revisiones médicas periódi- parcial del Código Civil y de la Ley
tivo; carencias vitamínicas, raquitis- cas y las vacunaciones del menor, y la de Enjuiciamiento Civil, plantea la
mo, caries, etc. educación del menor a través del rei- distinción entre situaciones de riesgo
No es fácil valorar si la alimenta- terado absentismo escolar o la deses- y de desamparo. Teóricamente, la
ción que recibe un niño es la adecua- colarización de éste. distinción de estas dos situaciones o
da o no para el momento evolutivo La cuestión es la siguiente, las grados de desprotección debería per-
que atraviesa. La ausencia de crite- revisiones médicas y vacunaciones mitir la delimitación de cada una de
rios claros y precisos al respecto, difi- del niño pueden estar cubiertas, pero las formas de maltrato infantil, aun-
culta la toma de decisiones por parte en cambio puede que el menor no que en la práctica no es así.
del profesional: ¿qué alimentos debe reciba las atenciones y los cuidados Las situaciones de riesgo, se caracte-
aportar diariamente la familia al niño sanitarios adecuados cuando se rizan por la existencia de un perjuicio
según la edad?, ¿en qué cantidad?, encuentra enfermo, puede que los para el menor que no alcanza la gra-
¿con qué frecuencia?, ¿cómo de padres incumplan los tratamientos vedad suficiente para justificar la
variada tiene que ser la dieta?, etc. prescritos e incluso ignoren los con- separación del menor del núcleo
Lo mismo ocurre con el resto de sejos que se le hacen. También puede familiar, la citada intervención se
los indicadores del abandono físico: que el niño acuda regularmente al limita a intentar eliminar, dentro de
¿debe presentar el niño lesiones cor- colegio pero que los padres no mues- la institución familiar, los factores de
porales, irritaciones o infecciones por tren ningún interés por sus necesida- riesgo. En las situaciones de desamparo,
la falta de higiene para valorar la des educativas (ausencia de estimu- la gravedad de los hechos aconseja la
situación como negligente o es sufi- lación o inadecuación en la misma). extracción del menor de la familia, se
ciente con que el niño lleve ropa Evidentemente, ninguno de estos concreta en la asunción por la Enti-
sucia o rota y tenga la apariencia de indicadores por sí mismo prueba dad Pública de la tutela del menor y
no haberse lavado en varios días?, nada en absoluto. La presencia o no la consiguiente suspensión de la
¿cómo valorar como situación de de abandono físico en el niño vendrá patria potestad o tutela ordinaria.
desprotección el hecho de que el determinada por la cronicidad de Pero tal y como señalan Martínez
menor no lleve la indumentaria ade- una o varias de las manifestaciones y De Paúl (1993), detectar situaciones
cuada a la época climática, si no se señaladas anteriormente y por la negligentes, puede complicarse aún
producen graves repercusiones en el existencia o no de secuelas físicas más, dado que el mayor problema al
niño?, ¿cuál debe ser la supervisión serias en el niño. que nos enfrentamos en los casos de
del menor dentro y fuera del hogar El problema surge al intentar deli- abandono físico es que el profesional
según la edad? ¿debe ocasionar un mitar cuáles son las secuelas que que “convive” con estas familias

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puede mostrarse negligente ante la polan a otras tipologías como el cepción negativa del niño y en atri-
cotidianeidad de la situación. abandono físico y el maltrato y aban- buciones internas y estables de sus
Asimismo, los resultados de una dono emocional. comportamientos negativos. En el
investigación realizada en la ciudad El modelo asociado con mayor caso de las madres negligentes se tra-
de Badajoz durante los años 1997, frecuencia para explicar el abandono ta de atribuciones y distorsiones más
1998 y 1999 (Moreno, 2002), eviden- físico ha sido el sociológico, que ha crónicas que provocan un “único
cian la dificultad para delimitar el centrado su etiología en las situacio- patrón de respuesta” independiente
abandono físico como tipología pura. nes de carencia económica en que se del tipo de comportamiento del niño.
En la mayoría de los menores en situa- produce (Wolock y Horowitz, 1984). Esto parece corroborar el hecho de
ción de abandono físico se constata la Herrenkohl y cols. (1983), plante- que los padres negligentes no res-
presencia de indicadores de otros an que dado que en los casos de ponden socialmente a las situaciones
tipos de desprotección. Concretamen- abandono físico se evidencia una ambientales. Que los hijos se com-
te, un 35,1% de expedientes familiares ausencia de habilidades en el cuida- porten de manera positiva o negati-
de abandono físico tienen asociadas do de los niños y un desconocimien- va, con éxito o con fracaso no afecta a
manifestaciones de abandono emocional to de sus necesidades, existe un “sín- las atribuciones que los padres hacen
(indiferencia ante las señales del niño, drome de apatía” o de falta de moti- de tales conductas. El comportamien-
ausencia de interacciones afectivas, vación en los progenitores, que se to de los padres negligentes a la hora
etc.), y un 10,5% de expedientes tienen manifiesta en un rechazo por satisfa- de afrontar los problemas no es la
asociados indicadores de maltrato emo- cer las necesidades de la familia, en la irritabilidad ni la agresión, sino la
cional (criticas constantes al menor, inadecuada supervisión de los niños, evitación (Wolfe, 1985).
amenazas, chantajes, desigualdad de en la ausencia de cuidados médicos, Factor y Wolfe (1990) consideran
trato a los hijos, etc.). etc. Se puede pensar que en los casos que en el abandono físico es muy
de abandono físico el niño, aunque importante el grado de psicopatología
actúe, no “participa” en la interac- parental. Pero los estudios al respecto
4. MODELOS EXPLICATIVOS ción y, haga lo que haga, no estimula sólo confirman esta hipótesis en los
DEL ABANDONO FÍSICO ni motiva ningún tipo de comporta- casos de retraso mental y no en otro
miento en los padres. tipo de síntomas psicopatológicos.
En la actualidad, el conocimiento Las hipótesis de tipo cognitivo En cuanto a la mayor incidencia
acerca de las causas del abandono plantean que los padres negligentes de madres con CI límite entre los
físico infantil es muy escaso, dada la no manifiestan el mismo tipo de reac- casos de negligencia. Según Tymchuc
poca investigación al respecto en ciones de irritación ante estímulos y Andron (1990), si bien es cierto que
relación a otras formas de maltrato estresantes que los padres maltrata- muchas madres negligentes tienen
tales como el maltrato físico y el abu- dores físicos (Bauer y Twentyman, limitada capacidad intelectual,
so sexual, donde los estudios son 1985). haciendo una lectura inversa de los
considerables. Larrance y Twentyman (1983) datos, no todas las madres con retra-
Erróneamente, muchas de las con- detectan que las madres negligentes so mental son negligentes. Así, la
clusiones de estudios globales relati- presentan distorsiones cognitivas negligencia podría atribuirse a la fal-
vos a la causalidad del maltrato similares a las de las madres maltra- ta de habilidades en el cuidado de los
infantil o de investigaciones específi- tadoras físicas, pero mucho menos hijos, a un desconocimiento de las
cas sobre el maltrato físico, se extra- intensas, que se centran en una per- etapas evolutivas, etc.

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Uno de los trabajos de investiga- terísticas del ambiente en el que viví- interpretar adecuadamente el signi-
ción más relevantes y especializados an ambos grupos. Sin embargo, para ficado de tales percepciones, selec-
en los casos de abandono físico (con estas madres el ambiente era menos cionar las respuestas adaptativas y
madres negligentes), es el realizado amistoso y potenciador de ayuda, responder de forma que se satisfa-
por Polansky y cols. (1972). Según vivían en una mayor soledad y tení- gan las necesidades de los niños. Se
este estudio existen cinco tipos de an menos posibilidades de acerca- supone que los padres experimentan
madres negligentes: apática, inmadu- miento para conseguir apoyo emo- la realidad e interpretan su significa-
ra, con retraso mental, con depresión cional e instrumental. A pesar de do de manera diferente, seleccionan
reactiva y psicótica. Todas ellas están vivir en ambientes similares, su eco- diversas respuestas de distintos
incapacitadas para el desempeño del logía psicológica era muy diferente, repertorios, y las ponen en funciona-
rol parental y, por tanto, fracasan a la no se sentían emocionalmente apoya- miento bajo condiciones diferentes.
hora de satisfacer las necesidades das y estaban solas. Según este planteamiento:
básicas de los hijos. La hipótesis esen- Una perspectiva más actual que Desde el punto de vista percepti-
cial es que se trata de familias en las plantea explicaciones concretas y vo, habría un sesgo sistemático para
que las madres se encuentran objeti- comprobables de las conductas negli- no percibir señales indicativas de la
vamente aisladas y subjetivamente gentes es el modelo de afrontamiento necesidad de atención y cuidado del
solas (Polansky, 1985). Se supone que del estrés de Hillson y Kuiper (1994). niño. Pudiendo tratarse de señales de
estas madres se encuentran social- Un aspecto importante que introdu- comunicación interpersonal (el llanto
mente inmovilizadas y emocional- cen es que plantean cuáles son las del niño) o de señales contextuales (el
mente hundidas debido a una sole- estrategias que utilizan las personas frío, el tiempo que lleva el niño sin
dad crónica y severa. Lo importante con alto riesgo de llegar a ser negli- comer, etc.) a las que algunos padres
es el análisis de las causas de esta gentes a la hora de resolver los pro- no son capaces de responder, dada su
soledad. Puede tratarse de factores blemas: falta de implicación conduc- exclusión perceptiva. Desde el punto
caracteriológicos como el miedo a la tual y psicológica, eliminación de de vista interpretativo, se asignarían
cercanía, sentimiento de inutilidad actividades y búsqueda de apoyo significados a las señales del niño
que disuaden del acercamiento a los social inapropiado. que justifican la conducta de evita-
otros, infradesarrollo de las habilida- Y por último, desde el punto de ción o la ignorancia de tal señal. Las
des sociales o rasgos de personalidad vista de la psicología cognitiva, apa- interpretaciones inadecuadas pue-
que provocan rechazo. Puede tratarse rece un planteamiento desde la pers- den darse por la tendencia de los
de aspectos situacionales como la pectiva del procesamiento de la padres negligentes a sobreestimar la
movilidad geográfica, la apariencia información. En esta línea destaca- capacidad del menor para cuidarse a
externa rechazante, la maternidad mos los modelos de Crittenden sí mismo, o por creencias erróneas
adolescente o sin pareja, etc. (1993) y Milner (1995). sobre las formas más o menos ade-
En ese mismo trabajo, Polansky y Crittenden (1993), al igual que cuadas de cuidar a los niños. Desde
cols apoyan la importancia de los fac- Milner (1995) en el caso del maltrato el punto de vista de la selección de
tores de personalidad. Comparando físico, considera que es posible que las respuestas, los padres negligentes
madres negligentes y un grupo con- el estilo de procesamiento de infor- tenderían a creer que ellos no pueden
trol no encuentran diferencias desde mación contribuya a la capacidad cambiar de manera eficaz las situa-
el punto de vista de las posibilidades para percibir aspectos esenciales de ciones de los demás y que ninguna
de apoyo social objetivo, en las carac- los diferentes estados de los niños, respuesta será eficaz para satisfacer

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la necesidad del menor (“indefensión momentos positivos de convivencia. bilidad en las tareas de organización
aprendida”). Esto se puede producir Observamos dificultades en la comu- doméstica.
por la poca experiencia en el cuidado nicación de la pareja y existe un nota- En relación a la posible influencia
de otros niños o por no haber tenido ble desequilibrio en el balance de de la variable condiciones de la vivien-
modelos en los que aprender res- poder en la relación. Dato que coinci- da, constatamos resultados similares
puestas adecuadas. Y desde el punto de con el estudio realizado por a los del estudio de Coulton y cols.
de vista de la puesta en marcha de la Belsky en 1993 sobre el maltrato (1995). Todo parece indicar que la
conducta, en los padres negligentes infantil y la calidad de la relación inestabilidad residencial se relaciona
se daría un sesgo sistemático que matrimonial. significativamente con el maltrato
favorecería otras prioridades (por Las relaciones con la familia extensa infantil.
ejemplo, las demandas personales) son conflictivas y en escasas ocasio- Los hábitos de crianza, atención y
sobre las necesidades del niño. nes recurren a ella. Esto provoca que cuidados al niño son inadecuados.
La gran aportación de este trabajo en ocasiones los cuidadores respon- Resultados que coinciden con las
se encuentra en la propuesta de supe- dan inadecuadamente a las deman- investigaciones de Gaudin y cols.
ración de las variables socioeconómi- das de los miembros más pequeños (1996) y Oliva y cols. (1995). Los cui-
cas e incluso de la mera argumenta- de la unidad familiar, dado que no dadores no tienen claro cuáles son las
ción de una falta de habilidades para cuentan con el apoyo de la familia necesidades físicas y afectivas de los
cuidar a los hijos. extensa cuando lo necesitan. menores a su cargo, la percepción de
En el estudio que realizamos en la Las relaciones sociales de los res- los niños es negativa, las expectativas
ciudad de Badajoz con la finalidad de ponsables del niño son escasas o inapropiadas, la comunicación defi-
determinar cuáles son las variables nulas. Por un lado observamos que la citaria, en algunos casos los roles
que intervienen en el abandono físico disponibilidad de los vecinos y/o están invertidos, apenas pasan tiem-
(Moreno, 2002), constatamos la amigos es escasa y por otro que los po con los niños y las interacciones
influencia de los siguientes factores: cuidadores tienden a mostrarse reti- son mínimas.
Al menos uno de los cuidadores centes a la hora de pedir ayuda a per- En una reciente investigación rea-
ha sido víctima de negligencias sonas cercanas. Estas últimas conclu- lizada por Gracia (2002) se constata
durante su infancia (antecedentes siones coinciden con los estudios de que la conducta parental en las fami-
parentales de desprotección), dato que Cameron (1990) y Tzeg, Jackson y lias de las que se sospecha la existen-
coincide con los estudios de Kauf- Karlson (1992) y Belsky (1993), sobre cia de maltrato infantil (maltrato físi-
man y Zigler (1989), Belsky (1993) y la relación existente entre el maltrato co, psicológico o negligencia) se
Browne y Linch (1995). Según estos infantil y el aislamiento social. caracteriza por menores expresiones
autores, el historial previo de crianza También confirmamos que en las físicas y verbales de afecto y por
de los progenitores condiciona el familias con niños en situación de niveles elevados de hostilidad, agre-
estilo interactivo entre padres e hijos, abandono físico no hay organización sividad, indiferencia, negligencia y
el conocimiento acerca del desarrollo en cuanto a la realización y el reparto de rechazo.
infantil y el cuidado y la atención que las tareas domésticas. Esta afirmación Asimismo, al igual que Critten-
proporcionan al niño. nos acerca al estudio de Crittenden den (1988), comprobamos que el nivel
Las relaciones de pareja de los cui- (1988), en el que se constata que en educativo de los cuidadores es básica-
dadores presentan frecuentes altiba- las familias negligentes ningún mente bajo (apenas han cursado estu-
jos, con momentos conflictivos y miembro adulto asume la responsa- dios o han cursado estudios muy ele-

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PUERTAS A LA LECTURA

mentales y manifiestan indiferencia con toda la familia. Es necesario aprobación (como reaccionar cuando
respecto a la educación de los niños). encontrar vías de notificación con hace las cosas bien, cómo animarle
Otro aspecto valorado es la situa- síntomas más leves (riesgo), puesto cuando no consigue hacer las cosas,
ción laboral de los cuidadores. Nuestros que un caso detectado precozmente etc.); a la estima (la necesidad de
resultados coinciden de nuevo con ofrece más posibilidades tanto de escucharle intentando entender cómo
los de Belsky (1993) y Coulton y cols prevención como de intervención, se siente, charlar con él, compartir
(1995). Según estos autores, el desem- una mayor probabilidad de obtener juegos, etc.); a la identidad (aceptarle
pleo, debido a los apuros económicos éxito, un menor perjuicio o daño para y valorarle, evitando comparaciones);
y/o a la pérdida de estima que oca- el niño, y, lo que es también muy a la seguridad y pertenencia (favore-
siona, es un factor común en el mal- importante, evitamos la separación cer la relación del niño con compañe-
trato infantil, al igual que la insatis- del núcleo familiar. ros del colegio, vecinos y amigos,
facción laboral. En nuestro estudio, la Por tanto, es necesario concretar establecer normas y límites claros que
situación laboral es inestable, carecen en mayor medida cuáles son las nece- el niño pueda entender); a la seguri-
de empleos estables, el grado de insa- sidades físicas básicas de los niños. En dad emocional (disponibilidad, pro-
tisfacción laboral es muy elevado y la relación a la higiene (higiene corpo- tección, resolución de los conflictos
actividad laboral que desempeñan en ral, en la alimentación, en el vestido y mediante explicaciones, que las exi-
la mayoría de los casos tiene un en el entorno); al sueño (cuántas gencias se adecuen a la edad del niño,
carácter ilegal. horas debe dormir un niño, en qué que haya coherencia en las exigen-
condiciones, la necesidad de respetar cias, que exista la posibilidad de revi-
los horarios de sueño y evitar situa- sar las decisiones tomadas ante las
5. CONCLUSIONES ciones estresantes antes de acostarse, protestas del niño, etc.); etc.
la importancia de procurarle un Es fundamental precisar cuáles
Es preciso clarificar numerosos ambiente relajado y silencioso, etc.); a son las necesidades sociales básicas de
aspectos en relación al abandono físi- la alimentación (la necesidad de pro- los niños. En lo relativo al ocio y
co infantil. La detección, y por tanto porcionarle una alimentación sufi- tiempo libre (la necesidad de una
la prevención del mismo, pasa por ciente y variada, adaptada a la edad, programación televisiva controlada,
consideraciones tales como la delimi- realizar las comidas en horarios fijos, paseos, excursiones, etc.); a las rela-
tación de las necesidades básicas de etc.); a la salud (visitas o revisiones ciones sociales (fomentar el contacto
los menores en las diferentes etapas médicas periódicas, seguir el calen- e interacción con iguales e incorpora-
del desarrollo (por edades). dario de vacunaciones, etc.); a la ción a grupos y asociaciones infanti-
Generalmente, cuando tomamos supervisión (cómo prevenir acciden- les); a la participación y la autonomía
la decisión de notificar una situación tes domésticos, como por ejemplo, progresiva del niño; etc.
de abandono físico es cuando es muy mantener medicamentos y productos Y por último, es un requisito
evidente, reincidente y grave. Esto tóxicos lejos del alcance, enseñarle a indispensable concretar cuáles son
dificulta el poder poner en marcha respetar normas en el medio abierto, sus necesidades cognitivas básicas. En
estrategias preventivas a tiempo, lo etc.); etc. relación a la estimulación sensorial
que supone en numerosas ocasiones Debemos delimitar con mayor cla- (la necesidad de proporcionarle un
la separación inmediata del menor ridad cuáles son sus necesidades emo- entorno con gran variedad de estí-
de su núcleo familiar, y por tanto, la cionales básicas. En relación al afecto mulos, estimulación lingüística, etc.);
imposibilidad de realizar un trabajo (cómo demostrárselo y decírselo); a la a la exploración física y social (con-

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PUERTAS A LA LECTURA

tactos con un entorno físico y social Belsky, J. (1993). Etiology of child De Torres, P. y Espada, F.J. (1996).
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