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Repercusión de los desastres en la salud mental

de niños/as y adolescentes.
Repercussion of the disasters in the mental health
of boys/girls and teenage.

Iván Castillo Ledo*, Hilda Ledo González**, Yisel Toyo Calderin***


(*) D
 octor en Medicina. Máster en Medicina Bioenergética. Profesor Asistente.
Policlínico “Raúl Suárez Martínez”. Rodas. Cienfuegos.
(**) D octora en Pedagogía, Profesora Asistente. Centro Universitario Municipal.
Rodas. Cienfuegos.
(***) L icenciada en Enfermería. Profesora. Vicedirección docente.
Policlínico “Raúl Suárez Martínez”.

Resumen: Desde sus inicios los seres vivos han debido adaptarse a su ambiente, a tra-
vés de estrategias que le permitan sobrellevar de mejor manera las particularidades del
medio que les rodea, todas ellas parten del ciclo de la naturaleza, tales como incendios,
erupciones volcánicas, terremotos y ciclones.
Los desastres generan consecuencias físicas, sociales y psicológicas que se manifiestan
en diversos grados en diferentes personas, familias, comunidades y culturas. Se descri-
ben como alteraciones intensas en las personas, los bienes, los servicios y el ambiente,
causadas por un suceso natural o provocadas por la actividad humana, que exceden la
capacidad de respuesta de la comunidad afectada.
La intervención en crisis es un proceso psicoterapéutico dirigido a auxiliar a una perso-
na y su entorno íntimo a resistir un suceso traumático, los niños/as son afectados por
todas las limitaciones que le imponen los desastres a su desenvolvimiento cotidiano,
la estrategia de abordaje de las manifestaciones psicopatológicas debe conformar-
se desde una perspectiva social, aprovechando las tareas cotidianas de los niños/as.
Los principales eventos que repercuten en la salud mental de niños/as y adolescentes
están en relación con los Trastornos emocionales y los Trastornos de la Conducta, es-
tas manifestaciones dependen en gran medida de los factores de riesgo y protectores
presentes.
Palabras clave: desastres, intervención en crisis, niños/as, adolescentes.

Summary: From his starts the living beings have had to adapt to his environment,
through strategies that allow him know of better way the peculiarities of the half that
surrounds them, all they split of the cycle of the nature, such like fires, volcanic erup-
tions, earthquakes and hurricanes.
The disasters generate physical consequences, social and psychological that manifest in
diverse degrees in different people, families, communities and cultures. They describe

Norte de salud mental, 2015, vol. XIII, nº 53: 26-34.


Repercusión de los desastres en la salud mental de niños/as y adolescentes

like intense alterations in the people, the goods, the services and the environment,
caused by a natural event or caused by the human activity, that exceed the capacity of
answer of the community affected.
The intervention in crisis is a psychotherapy process headed to help to a person and
his intimate surroundings to resist a traumatic event, the boys/ace are affected by all
the limitations that impose him the disasters to his daily development, the strategy of
boarding of the psychopathology demonstrations has to conform from a social perspec-
tive, taking advantage of the daily tasks of the boys/ace. The main events that appear
in the mental health of boys/ace and teenagers are in relation with the Emotional Disor-
ders and the Disorders of the Behavior, these demonstrations depend to a large extent
of the factors of risk and protective presents.
Key words: disasters, intervention in crisis, boys/girls, teenage.

Introducción ción de la Sección de Intervención en Desastres,


subordinada a la SCP, que entre sus objetivos de
A partir de la década del 70 del pasado siglo se
desarrollo tiene (Ventura, 2009): 1) Agrupar a los
comienza a prestar especial atención a los proble-
interesados en el tema; 2) Impulsar la capacita-
mas de salud mental de los desastres, al abordar-
ción; 3) Potenciar un espacio dentro de los dis-
se integralmente sus consecuencias, por lo que su tintos eventos que se desarrollen.
atención ha dejado de ser una quimera gracias al
despertar de la conciencia de su necesidad, tanto Durante el tiempo transcurrido, las principales
en las personas que lo sufren, como en las auto- direcciones de trabajo se han proyectado hacia
ridades a los distintos niveles encargados de la el desarrollo de cursos y talleres de capacitación,
atención y solución de estos problemas. así como otras actividades científicas junto a la
estimulación y divulgación de investigaciones
En este esfuerzo se inserta el trabajo de la Aso- sobre el tema.
ciación Mundial de Psiquiatría (WPA) a la que
pertenecen 124 sociedades nacionales, agrupa- Existe la intención de continuar el desarrollo de
das en 4 regiones y 18 zonas con cerca de 200 estas actividades, tanto por organizaciones inter-
000 psiquiatras, funcionan además 64 secciones nacionales como nacionales, debido a que Cuba
científicas (Mezzich, 2006). La WPA desde inicio se encuentra en una zona de riesgo, azotada por
de este siglo, ha estructurado un grupo de accio- diferentes eventos naturales, y con posibilidad
nes a tenor de las posibilidades con que cuenta, de ser afectada por otros eventos producidos por
de manera que pueda ayudar tanto a las socie- el hombre, con su costo en recursos materiales y
dades miembros de la WPA, como a otros, en la psicológicos para la población.
dirección de superar las consecuencias psicoso-
ciales de sus comunidades. La experiencia acumulada en estos años en Cuba
permite disminuir las víctimas mortales, aunque
El 3 de diciembre de 2005, durante la Conferen- en lo que se refiere a impacto económico, vulne-
cia Internacional del Sur de Asia de la Asociación rabilidad y atención a las consecuencias emocio-
Regional de Cooperación Internacional (SAARC), nales en las víctimas, queda mucho camino por
en Agra, India, se propuso la constitución de sec- recorrer.
ciones nacionales sobre desastres, que estarían
relacionadas con la Sección de Desastres de la En Cuba, la atención a la salud y la salud men-
WPA (Ventura 2009). tal de la población, se ha visto favorecida por el
hecho de asentarse la salud pública cubana en
El 27 de octubre de 2006, atendiendo a las pro- la atención primaria y comunitaria, porque es la
yecciones de la WPA y de la intención de la Socie- propia comunidad, con sus estructuras y recur-
dad Cubana de Psiquiatría (SCP), de potenciar el sos, quien lleva la mayor parte del peso en el en-
desarrollo de su membresía, se decide la crea- frentamiento a estos fenómenos.

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El Ministerio de Salud Pública de la República perder aquellas que les proporcionaba el pensa-
de Cuba (MINSAP) reconoce la importancia de miento mágico de etapas anteriores. Las reaccio-
la atención a los problemas psicosociales vin- nes que predominan son el miedo y la ansiedad,
culados a los desastres y lo ha refrendado en que muestran un incremento en la consciencia
la Instrucción Ministerial No. 20 del 30 de sep- de la realidad del peligro para ellos, su familia
tiembre de 2008 para la implementación de los y sus amigos.
“Lineamientos para la salud mental en desastres
en Cuba”, (Cuba. Ministerio de Salud Pública, Es importante que se conozcan las reacciones
2008), con el objetivo de perfeccionar los pla- que pueden tener los niños en función de su
nes de reducción de desastres en el sector salud desarrollo evolutivo, así como algunos aspectos
de cada territorio del país, basados tanto en el a tener en cuenta a la hora de relacionarse con
contexto de los riesgos y vulnerabilidades, como ellos y favorecer estrategias de afrontamiento
en las fortalezas y la resiliencia presentes en el ante la situación crítica.
territorio.
Teniendo en cuenta la actualidad esta temáti-
La sección de intervención en desastres de la ca por ser considerable el número de infantes,
SCP ha desarrollado la mayor parte de su labor adolescentes y familias en las comunidades
vinculada al Centro Latinoamericano de Medicina afectadas por situaciones críticas y necesitados
de Desastres (CLAMED) “Dr. Abelardo Ramírez”, de recibir una ayuda más eficaz y sobre todo
mediante la participación en congresos naciona- humana, se propone realizar esta investigación
les e internacionales, impartiendo cursos en las con el objetivo de determinar la repercusión de
distintas provincias del país y desarrollando un los desastres en la salud mental de niños/as y
módulo con este tema en la Maestría de Salud adolescentes.
en Desastre impartido en este Centro. Esta sec-
ción tiene la intención de crecer en el número de
1. Los desastres: una realidad psicosocial
miembros a partir de un grupo mayor de intere-
sados en el tema (Ventura, 2009). Desde sus inicios los seres vivos han debido
adaptarse a su ambiente, a través de estrate-
Los niños, entre otros grupos poblacionales co- gias, técnicas, herramientas y demás elementos
rren un riesgo mayor de trauma. De manera es- que le permitan sobrellevar de mejor manera las
pecífica los niños pierden de forma temporaria su particularidades del medio que les rodea, todas
visión del mundo como lugar seguro y predecible. ellas parten del ciclo de la naturaleza, tales como
Tienen miedo de que lo sucedido vuelva a ocurrir incendios, erupciones volcánicas, terremotos y
y de que ellos o su familia se lesionen o mueran. ciclones.

A la mayoría les resulta difícil entender el daño, Los desastres generan consecuencias físicas,
las lesiones y las muertes que pueden surgir de sociales y psicológicas que se manifiestan en di-
un hecho inesperado o incontrolable. Pueden versos grados en diferentes personas, familias,
producirse en ellos (al igual que en los adultos), comunidades y culturas. Se describen como alte-
una serie de reacciones y efectos a corto y largo raciones intensas en las personas, los bienes, los
plazo. servicios y el ambiente, causadas por un suceso
natural o provocadas por la actividad humana,
En el inicio de la edad escolar pasan una etapa que exceden la capacidad de respuesta de la co-
de modo particular difícil para asumir un inciden- munidad afectada.
te crítico. Después la mayoría empieza a tener
suficiente capacidad para darse cuenta de las En lo psicológico el concepto de DESASTRE cons-
consecuencias que puede conllevar la situación tituye un hecho inesperado y de por sí catastró-
e incluso comprender el concepto de pérdida per- fico, provocando grandes pérdidas humanas y
manente, en caso de que esta hubiera ocurrido. materiales. Los individuos y sus comunidades
en mayor o menor medida relacionados con el
Sin embargo, todavía no tienen estrategias de desastre lo perciben como un evento vital es-
afrontamiento adecuadas, ya que acaban de tresante, una especie de situación amenazante

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y de conflicto, la cual conlleva a una ruptura y que generan mayor vulnerabilidad en las posi-
modificación del ciclo vital de los damnificados bles víctimas (Austion, 1995; Barrientos, 2003).
y del equilibrio hombre-entorno en una sociedad
concreta. La posibilidad de actuar antes de que ocurra un
desastre no se limita solo a su predicción a corto
La intervención en crisis es un proceso psicotera- plazo. En lugares expuestos a mayor riesgo de
péutico dirigido a auxiliar a una persona y su en- sufrirlos, basados en su ubicación geográfica
torno íntimo a resistir un suceso traumático, con e historia de catástrofes similares, se hace fac-
el objetivo de mitigar los efectos de ese evento tible actuar desde antes, mediante medidas de
en los aspectos, emocionales, cognitivos, con- planificación que reduzcan el riesgo, prevean los
ductuales y relacionales, y aumentar las posibi- posibles daños inevitables y mitiguen su impac-
lidades de crear nuevas habilidades y modalida- to. Estas disposiciones, aun cuando se ejecutan
des de afrontamiento en la cotidianidad y frente en ausencia del evento, se activan en la fase de
a sucesos similares. alerta, cuando se estima que el acontecimiento
sobrevendrá en corto o mediano plazo. La segu-
La actuación desde lo psicosocial en desastres ridad individual y colectiva se eleva con la parti-
requiere de metodologías especializadas y de cipación de la comunidad en esta fase, y actúa
manera previa diseñadas – validadas e imple- como factor protector de la salud mental, si bien
mentadas en cada una de las culturas y correla- un mal manejo de esta actúa como un factor de
cionadas con las realidades en el tema en cada riesgo.
comunidad. Restaurar la capacidad de los dam-
nificados para la comprensión y afrontamiento Las acciones protectores de la salud mental en
adecuado y efectivo de las situaciones estresan- esta etapa no requieren del concurso directo del
tes en que se encuentran, brindar ayuda para el personal especializado en psiquiatría (Malm,
reordenamiento y la reorganización de su mundo 1989) o profesiones afines, sino solo su aseso-
mediante la propia interacción social ,colaborar ría en elementos puntuales y en la transferen-
con otros grupos u organismos especializados, cia de tecnologías de intervención comunitaria.
quienes también brindan apoyo y ayuda a los Estas medidas son generales para todo tipo de
damnificados, identificar la especificidad de las situación de emergencia que puede ser prevista,
sintomatologías psicosociales y del carácter de y aun en aquellas en que el impacto no puede
sus relaciones con el desastre como un proceso ser advertido con anterioridad, pero que exis-
en desarrollo, constituyen hoy en día los objeti- ten razones históricas para suponer su posible
vos fundamentales de la Intervención Psicológi- aparición de improviso. La preparación de la
ca en desastres. población para esta contingencia, incluyendo su
propia participación en la mitigación del daño,
2. Los desastres y su impacto ejerce protección a la salud mental de los afecta-
en la salud mental dos (Cohen, 1999).

Un elemento que se ha de contemplar es la po- En todo tipo de situación capaz de provocar una
sibilidad de predecir y actuar antes de que se emergencia en un núcleo poblacional, se pueden
produzca el impacto. La posibilidad de predecir considerar diversas etapas. Todas ellas se refie-
un evento de este tipo, el momento de su impac- ren al orden cronológico en relación con el evento
to, la posible magnitud, entre otros, permite la en cuestión: antes, durante y después. De ellas
prevención de los efectos dañinos sobre la po- parten todas las consideraciones de interven-
blación y su salud mental, ya que es posible to- ción. Con fines didácticos se selecciona aquella
mar medidas de protección y seguridad para las progresión que considera el período o fase precrí-
posibles víctimas. No obstante, son frecuentes tica, la crisis, la poscrisis y la recuperación.
las informaciones erróneas, contradictorias, que
sumen a la población en la incertidumbre, con La fase precrítica se refiere a días u horas antes
efectos adversos sobre su seguridad y, por tanto, del impacto, la crisis se extiende desde el impac-
sobre su estabilidad mental, que sirven de factor to hasta los primeros días posteriores, la poscri-
predisponente para alteraciones emocionales y sis llega hasta un aproximado de 30 días, cuando

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debe comenzar la fase de recuperación, la cual derazgos (positivos y negativos), actos heroicos
se prolonga en el tiempo. o mezquinos, solidaridad o egoísmos, violencia
o resignación. En general, se exacerban las con-
Fase precrítica. Es cuando se conoce de la posi- diciones y valores previos al impacto o, por el
bilidad del impacto, y se anuncia su inminencia. contrario, se pierden o diluyen en la emergencia
Crece, progresivamente, la expectativa de su y el apremio por satisfacer las necesidades per-
inevitabilidad y aumenta el nivel de tensión en sonales más inmediatas.
la población. Esta tensión puede hacer que se
subvaloren los posibles efectos y consecuencias Fase poscrítica. Después del impacto, siguen
personales o, por el contrario, se sobrevalore el actuando, por un tiempo, los factores de estrés
posible daño. En ambos casos se potencian las e influyen en la conducta de los damnificados.
características individuales de los integrantes de La evaluación del impacto, las afectaciones in-
la población, las personas vulnerables se tornan dividuales y familiares y las pérdidas de vidas y
más susceptibles, aumenta la incertidumbre y recursos materiales, condicionan la afección de
es posible encontrar, tanto actitudes solidarias, la salud mental, en su sentido más amplio, así
como posturas de franco individualismo. como las posibilidades de recuperación del con-
trol personal, que se aprecia progresivamente.
La preparación previa y la confianza en los ele- Es posible comenzar a deslindar las afectaciones
mentos de la red de apoyo social actúan como «normales» y transitorias, de aquellas más per-
factores de protección de la salud mental, al sistentes y en mayor relación con las caracterís-
igual que la información confiable que se sumi- ticas de las personas y con las posibilidades de
nistra acerca del progreso o aproximación del recuperar lo perdido en la catástrofe, tanto en lo
evento. La falta de preparación y la información material como emocional.
distorsionada sobre la evolución, aproximación
y magnitud del evento, actúan como factores de Entre las manifestaciones más comunes se en-
mayor riesgo, capaces de provocar, aun antes cuentra el miedo a la recidiva, en algunos casos
del impacto, afectaciones a la salud mental y a ilógico, pero en otros, una posibilidad objetiva.
la conducta esperada por parte de determinados Este miedo también se observa en los sobrevi-
sectores de la población. vientes que permanecen en el mismo asenta-
miento habitual, considerado de mayor riesgo.
El papel del personal de salud es el de asesor o Un sentimiento común es la culpa irracional por
consultor de los decisores acerca de las medidas haber sobrevivido, máxime cuando han fallecido
que se deben tomar, y de preparación para su seres muy allegados. Al no poderse soportar,
accionar durante la fase siguiente de impacto o esta se proyecta hacia las autoridades e insti-
crisis. Su actuar es más exitoso si antes ha habido tuciones a los que, muchas veces, consideran
un trabajo consecuente de preparación de la pobla- responsables por lo sucedido. La conducta pue-
ción y de los decisores para esa eventualidad. de llegar a ser agresiva, incluso delictiva. La de-
presión hace su aparición, ya fuera de los límites
Fase de crisis o de impacto. Se mantiene el tiem- «normales» del duelo, y se inicia su tránsito ha-
po en que actúa el evento. Puede durar minutos cia la patología psiquiátrica. Igual ocurre con las
o prolongarse por muchos días. El primer efecto respuestas al estrés, que pueden evolucionar ha-
que se aprecia es la desorganización y la confu- cia el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
sión. La reacción predominante es el miedo, la Los grupos vulnerables son los más afectados.
impotencia frente a la agresión del medio, y la Se mantiene lo descrito en la etapa anterior.
conciencia de su propia vulnerabilidad y la de
los que le rodean. Existe una elevada preocupa- Etapa de recuperación. En ella persisten, sin re-
ción por la supervivencia propia y la de sus seres solver, muchas de las consecuencias del evento,
queridos. Se puede producir una pérdida de ini- que se van eliminando paulatinamente hasta que
ciativa e inmovilidad o, por el contrario, una hi- se hace evidente que existen situaciones que no
peractividad desorganizada. Ambas pueden ser tendrán solución. Se aprecia el inicio y la consoli-
manifestación de pánico. Las conductas se cana- dación de nuevas situaciones generadas por so-
lizan por los derroteros más disímiles, surgen li- luciones inadecuadas, a veces, de tal magnitud

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que pueden llegar a tener la misma trascenden- La identificación de los problemas emocionales
cia que las primeras, y cuyos efectos giran alre- en los niños y las niñas puede ser realizada por
dedor de los albergues, la separación familiar, el los maestros, trabajadores de atención primaria
desempleo y otras medidas consideradas como en salud, y las familias cuando, capacitadas para
transitorias y que se hacen permanentes. La vida estos fines, pueden diferenciar las reacciones
cotidiana asumida tras la crisis, que se acepta normales de las patológicas.
como solución provisional ante un mal mayor, no
se acepta por el sujeto como definitiva, y surgen Los niños y las niñas son afectados por todas las
alteraciones de conducta, aumento de las adiccio- limitaciones que le imponen los desastres a su
nes y de la violencia comunitaria, intrafamiliar y desenvolvimiento cotidiano, lo que incluye, no
sobre grupos e individuos vulnerables. La frus- asistir a la escuela porque fueron destruidas por
tración es el sentimiento predominante, seguido el desastre, o por la ausencia de maestros, limi-
del acomodamiento y de la posible asunción del taciones para participar en juegos, tener poco
papel de víctima que lo merece todo, con una ac- tiempo y condiciones limitadas para su realiza-
titud pasiva frente a las posibles soluciones. ción, además del error de no considerar el juego
una necesidad psicológica primaria de los niños
En esta etapa se inicia un tránsito paulatino a la y las niñas.
recuperación del estado mental previo al desas-
tre. Se recuperan, de modo progresivo, los valo- La estrategia de abordaje de las manifestacio-
res habituales de la comunidad y la cultura. Este nes psicopatológicas debe conformarse desde
proceso no es lineal, y no siempre la recuperación una perspectiva social, aprovechando las tareas
significa volver a los patrones habituales, que, en cotidianas de los niños y las niñas. En el caso
ocasiones, demostraron ser insuficientes para de los menores se busca el modo de facilitar la
afrontar situaciones como la vivida; es posible expresión de los sentimientos, la redefinición de
encontrar tendencias a su modificación, lo que hechos traumáticos y la elaboración de duelos,
siempre dará lugar a confrontaciones capaces de de manera que les permitan construir nuevas
generar afectaciones del equilibrio psíquico. posturas frente a la realidad. El equipo de salud
mental debe considerar la edad y las diferencias
de sexo.
3. Repercusión psicosocial de los desastres
en niños/as y adolescentes La escuela ha demostrado ser un excelente es-
cenario para el desarrollo de acciones de salud
Su vulnerabilidad aumentada se debe a una
mental con los menores y sus familias, gracias
capacidad de adaptación más dependiente del
a las estructuras creadas y las potencialidades
ambiente y de las personas conocidas y las me-
para diseminar las actitudes y conductas dentro
nores posibilidades en relación con la población
de la comunidad.
adulta, para comprender lo sucedido. Constituye
un error considerar que estos no perciben como La experiencia evidencia que con voluntad po-
psicotraumáticas las vivencias aterradoras de lítica, a pesar de las difíciles circunstancias, es
los desastres, debido al mito de que no puedan posible dar continuidad a las actividades esco-
comprender el alcance de lo sucedido. lares, con el apoyo de familiares y voluntarios
de la comunidad, mediante la creación de aulas
La realidad demuestra que las secuelas psico-
provisionales.
lógicas suelen ser frecuentes y potencialmente
perdurables Santacruz y Ardila (2003). Particu- Después de reiniciadas las actividades docen-
larmente resulta importante en la adolescencia, tes, y permitiendo que los niños y las niñas se
etapa en la que se consolida la personalidad, incorporen a las actividades lúdicas, asumen que
y periodo en el que cualquier crisis o conflicto todo está regresando a la normalidad, lo que ac-
puede cristalizar hacia procesos psicopatológi- túa como factor protector psicológico.
cos o, por el contrario, resolverse quedando la
personalidad sanamente constituida o, al me- Las técnicas de proyección mediante el juego y
nos, establemente compensada, permitiendo el otras tareas como son el dibujo, el canto, la es-
desarrollo personal Toledo (2007). critura, la narración de cuentos, y escenificaciones,

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Iván Castillo Ledo, Hilda Ledo González, Yisel Toyo Calderin

permiten que se reestructuren las secuelas psi- timularlos para que expresen sus sentimientos,
cológicas producidas por los acontecimientos miedos y preocupaciones, y poder brindarles el
psicotraumáticos. Es posible que se considere afecto y seguridad que necesiten.
que en condiciones adversas no existen los re-
cursos suficientes, pero por el contrario, como En estas circunstancias el adulto recibe, además,
norma pueden ser realizadas, se puede dibujar la recompensa del afecto del niño. Hay que ofre-
en la arena, en la tierra, utilizando piedra caliza cerle seguridad en que las conductas superadas,
y otras variantes, sin recurrir a materiales cos- como son: orinarse en la cama, querer dormir
tosos. La práctica ha demostrado su beneficio y con los adultos, o con la luz encendida, van a ser
factibilidad. transitorias, y pueden durar hasta 6 semanas. Se
deben normalizar las anteriores rutinas de la fa-
Ha quedado demostrado que el juego es un re- milia, como son los horarios de alimentación y el
curso importante en los niños y las niñas para orden de las pertenencias, entre otras.
entender el mundo que les rodea y lo que suce-
de, les permite elaborar conflictos, frustraciones Con el paso de los días, por diversas razones, las
y traumas Azevedo et al (2007). Según el profe- conductas de las personas pueden modificarse,
sor Cristóbal Martínez, el juego en los niños y las uno de los factores más importantes es el com-
niñas es una necesidad psicológica primaria, por portamiento previo de la comunidad y la manera
lo que en salud mental se debe defender como que en ella se organice la asistencia. La organi-
práctica cotidiana (Martínez: 2009). zación previa de la comunidad en lo referente al
funcionamiento de sus instituciones, el respeto
Los jóvenes pueden ayudar a la recuperación de las leyes y a los lideres formales e informales,
tanto de otros niños y niñas, como a la familia y su preparación para enfrentar situaciones de de-
la comunidad. Se les debe permitir participar en sastres y por tanto la manera en que se organice
los trabajos de reconstrucción de las viviendas y y efectúe la asistencia a los afectados, puede
otras tareas. Las responsabilidades que asumen favorecer que se perpetúen las conductas adap-
en el cuidado de hermanos menores y de otros tativas o propiciar la proliferación de conductas
niños les generan confianza y seguridad, lo que desadaptativas, que generan desorden, abusos
aumenta su autoestima. y violaciones de todo tipo.

También los jóvenes pueden, a su vez, servir de Se conoce que después de un desastre, los pro-
agente de cambio en la familia y la comunidad, blemas de salud mental requerirán de atención
mediante la divulgación y el cuidado de aspec- en los sobrevivientes durante un periodo prolon-
tos como la higiene comunitaria, la necesidad de gado, tan pronto se enfrenten a la readaptación
hervir el agua, el espíritu de recuperación, entre a su nueva situación de pérdidas de seres queri-
otras labores. Ha quedado demostrada la capa- dos, pérdidas materiales, de propiedades, y for-
cidad de resiliencia que a estas edades cuenta, mas de sustento, entre otras.
facilitadas por la flexibilidad para adaptarse a los
Los síntomas más frecuentes son:
cambios.
Depresión, Ansiedad, Apatía, Pesadillas, Fo-
El maestro puede constituir un agente de cambio bias, Sentimiento de culpa, Trastornos psi-
con la ventaja de su preparación psicopedagógi- cosomáticos, Confusión, Consumo de sus-
ca, debido a su influencia al menos en una parte tancias, Ideas y actos suicidas, Irritabilidad y
de la comunidad y formar parte de una institución, hostilidad, Insomnio, Astenia, Dificultades en
la escuela, que puede promover las acciones que la concentración, Enuresis, Manifestaciones
requiere la comunidad para su recuperación. gastrointestinales (gastritis, náuseas y vómi-
tos, diarrea o estreñimiento) o cardíacas como
A los niños y las niñas se les debe explicar lo la hipertensión arterial
ocurrido, no se les debe mentir ni minimizar o
exagerar la situación, es preciso mantenerlos Estas manifestaciones se relacionan con los fac-
informados, especialmente en los aspectos que tores de riesgo y protectores presentes. Según
pueda verse modificada su vida. Es necesario es- Sánchez y otros (2010) en un estudio realizado

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Repercusión de los desastres en la salud mental de niños/as y adolescentes

por un equipo de salud mental, en la población • Existe un número reducido de padres que
del municipio San Cristóbal, afectada por los se han demorado en enviar a sus hijos a las
huracanes Gustav y Ike, detectaron, factores de escuelas.
riesgo y protectores como fueron:
• Las soluciones provisionales no reúnan las
Factores de riesgo: condiciones óptimas para la realización del
proceso docente educativo.
Individuales
Factores protectores:
• Afectación total y parcial de la vivienda.
• Reanudación del curso escolar en casas de
• Pérdida de bienes materiales.
profesores, familias de estudiantes, ofreci-
• Embarazadas que perdieron totalmente sus das voluntariamente y en escuelas menos
viviendas. afectadas.
• Ancianos solos que perdieron sus viviendas • Elevada proporción de estudiantes incorpo-
y están albergados (Sánchez, 2009). rados a las escuelas.
• Ingestión de bebidas alcohólicas. • Atención continua y esmerada de los ser-
vicios de la salud a pesar del daño a la in-
Familiares fraestructura y en especial en los puntos de
evacuación.
• Separación familiar por desplazamiento a
casa de familiares o vecinos. • Entre huracanes el Equipo de Atención Pri-
maria de Salud, realizó audiencias sanitarias
• Hacinamiento en las viviendas con derrumbe con la población con el fin de prevenir: lep-
parcial o en las casas de familiares o vecinos tospirosis, enfermedades diarreicas, parasi-
donde se habían refugiado. tismo y accidentes.

• Condiciones precarias de alojamiento en las • Suspensión de la venta de bebidas alcohó-


facilidades temporales. licas desde el día anterior a los huracanes.
• Identificación, en la fase de preimpacto, de
Comunitarios
las familias y personas con trastornos psi-
• Afectación de la infraestructura de los servi- quiátrico, los que fueron controlados y eva-
cios, destrucción total o parcial de las princi- cuados con sus tratamientos de base, evitar
pales fuentes de empleo: fábricas, escogidas las descompensaciones.
de tabaco y granjas avícolas.
• Afectación en las condiciones de vida, elec-
tricidad y agua. Conclusiones

• Afectación del medio ambiente, devastación Los desastres generan consecuencias físicas,
de árboles y sembrados. sociales y psicológicas que se manifiestan en di-
versos grados en diferentes personas, familias,
• Necesidades sentidas: reparación de vivien- comunidades y culturas.
das, falta del fluido eléctrico, condición de
albergados (ausencia de privacidad, inges- La posibilidad de predecir un evento de este tipo,
tión de bebidas alcohólicas y riñas, escasez el momento de su impacto, la posible magnitud,
de iluminación, calor e insectos, entre otros). entre otros, permite la prevención de los efectos
dañinos sobre la población y su salud mental, ya
Educacionales que es posible tomar medidas de protección y
• Afectaciones estructurales en más del 80% seguridad para las posibles víctimas.
de las escuelas.
La vulnerabilidad de niños/as y adolescentes se
• Afectación de las viviendas del personal do- debe a una capacidad de adaptación más depen-
cente, trabajadores y estudiantes. diente del ambiente y de las personas conocidas

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Iván Castillo Ledo, Hilda Ledo González, Yisel Toyo Calderin

y las menores posibilidades en relación con la Trastornos de la Conducta, estas manifestacio-


población adulta, para comprender lo sucedido. nes dependen en gran medida de los factores de
riesgo y protectores presentes.
Los principales eventos que repercuten en la
salud mental de niños/as y adolescentes están
en relación con los Trastornos emocionales y los

Contacto
Iván Castillo • Servicio de Salud Mental.
Independencia No. 57 B. Rodas • Cienfuegos, Cuba.
Tel. 53 43 549326 • ivancl721026@minsap.cfg.sld.cu

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• Recibido: 25-7-2015.
• Aceptado: 14-9-2015.

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