LA INFLUENCIA SOCIAL DE LA IGLESIA

Mateo 5:13-17

Cuando el Señor Jesús estableció su iglesia sobre la tierra, para proclamar su

mensaje de redención, tenía también como propósito bendecir “todas las familias
de la tierra con la influencia benéfica y positiva de su grey, la cual comparó con el
efecto que tiene la sal en las comidas y la luz sobre las tinieblas.

En esta época preelectoral, cuando se oyen tantas propuestas y tantos

planteamientos políticos sobre los problemas del país, conviene recordar los
principios cristianos que la iglesia de Jesucristo ha proclamado durante los últimos
20 siglos y que han contribuido a mejorar la calidad de vida de individuos, familias
y aun pueblos enteros a través de la difusión, proclamación y práctica de los
preceptos bíblicos que Dios nos dejó en su Santa Palabra.

He tenido la oportunidad de recorrer este país de norte a sur y de este a oeste y

he podido observar la bendición que Dios está trayendo sobre Colombia por medio
de su iglesia.

Quisiera destacar muy superficialmente las áreas que la iglesia cristiana afecta
positivamente en la vida de “todo aquel que cree” Jun. 3:16.

ÁREA ESPIRITUAL
Esta tiene que ver con la relación que el hombre establece con Dios Jun. 3:3,7.
Aquí se afirma que para poder relacionarse con su creador, el hombre debe
“nacer de nuevo”, a este fenómeno espiritual otros escritores bíblicos le llaman:
“pasar de muerte a vida” Jun. 6:24, “de las tinieblas a la luz” Hch. 26:18, “ser
nueva criatura” 2ª Cor. 5:17, etc.

Se ha comprobado históricamente que el estilo de vida de una persona, una

familia o un pueblo refleja la concepción que de Dios tenga esa comunidad o esa
cultura. Así como la miseria tiene relación con el pecado; la prosperidad y el
desarrollo la tiene con el temor a Dios.

ÁREA PERSONAL Fil. 4:8

Lo que los sicólogos, sociólogos y educadores llaman “la realización del ser”, “la
superación personal”, “la madurez emotiva”, etc la encuentra la persona cuando se
relaciona con su creador, de esa comunión espiritual con Dios nacen todos los
valores éticos, morales y personales como la verdad, la honestidad, la justicia, la
pureza, la amabilidad, etc.

ÁREA MORAL 1ª Cor. 6:12-20 y 7:1-5

La descomposición moral que padece nuestra sociedad es alarmante:
homosexualismo, lesbianismo, travestismo, prostitución, abuso sexual de menores
y otros son el pan de cada día hoy por hoy.

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Todo este panorama de inmoralidad amenaza los cimientos mismos de la
sociedad, pues repercute en la economía, en la política, en la cultura, en la salud y
especialmente en la familia, pues socava sus valores y principios.

La iglesia tiene un antídoto contra estas enfermedades morales. La Biblia

recomienda la monogamia como norma de vida conyugal 1ª Cor. 7:3. Si este
principio se aplicara, no tendríamos el SIDA y otras enfermedades de transmisión
sexual que cobran millones de vidas actualmente. Además el respeto por el
cuerpo humano como templo o morada de Dios, contrasta con el concepto secular
que ve el cuerpo, especialmente el femenino como un objeto o un producto
comercial.

ÁREA FAMILIAR Col. 3:18-21

Concordamos con los sociólogos en que la familia es la base y núcleo de toda
sociedad organizada, también aquí la iglesia cristiana le hace un gran aporte a la
comunidad y al Estado, al difundir el respeto la responsabilidad, el amor y el
compañerismo dentro del matrimonio y el hogar, la iglesia provee a la sociedad
padres responsables, madres fieles e idóneas, hijos obedientes y adaptados, que
a su vez se reproducen en nuevos hogares y nuevas familias con los mismos
principios y valores que sus padres bíblicamente profesaron.

Si el patrón bíblico de Ef. 5:22; 6:1-4; Col. 3:18-21 se practicara en las familias
colombianas, la violencia intrafamiliar desaparecería y con ello gran parte del
conflicto que padecemos; pues es ya conocido que los hogares y familias sin
valores cristianos son un semillero de drogadictos, pandilleros, prostitutas y
delincuentes en general.

AREA SOCIAL Rom. 12:10-21

Nuestros políticos y gobernantes siempre han procurado mejorar la condición
social de sus gobernados, sin embargo, el crimen, la delincuencia, la corrupción, la
violencia, la venganza y otros factores negativos siguen agobiando a nuestros
pueblos ¿por qué? Porque existe en el hombre una condición y un estado que
nuestros líderes desconocen, se llama PECADO. Jesús dijo que de aquí se
originan todos los demás males. Adulterio, fornicación, inmundicia, etc, etc. La
iglesia con su ejemplo y enseñanza a contribuido a la regeneración de millones de
personas que en mayor o menor grado contribuimos al desorden social por
“nuestra mala manera de vivir”.

Hoy somos otros por la gracia de Dios. Amamos lo bueno, aborrecemos lo mano,
vivimos y practicamos el amor fraternal, aprendimos a ser solidarios, lloramos con
los que lloran, perdonamos al enemigo, devolvemos bien por mal, procuramos la
paz con todos los hombres, vencemos el mal con el bien.

Estos principios y valores los observa la iglesia y los difunde en la necesitada

sociedad donde vivimos.

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¿Sabía usted que en muchos lugares de la geografía nacional, los nuevos
cristianos han erradicado manual y voluntariamente los cultivos ilícitos?
Sueño con una Colombia donde la única fuerza que se imponga sea la de la
voluntad para abandonar el pecado y el delito.

ÁREA ECONOMICA.
Sabía usted que el cristianismo mejora la vida económica de sus adeptos?. Al
desaparecer la vida inmoral y desordenada, la cual tiene además costos
económicos, entonces el trabajo se canaliza positivamente, el cristiano se vuelve
responsable, trabajador, visionario y por ende productivo. La iglesia estimula la
productividad y condena la pereza; promueve el desarrollo personal y social y
rechaza el egoísmo, propugna por la justicia y la equidad y denuncia la explotación
y la injusticia. Fue el protestantismo en Inglaterra a través de Calvino, quien dio
origen a la revolución industrial que tanto desarrollo ha traído a los pueblos.

El profeta Isaías nos insta a invertir positivamente Is. 55:2 el profeta Amós y el
apóstol Santiago condenan la injusticia social Amós 2:6; 8;6 Stg. 5:1-6 el apóstol
Pablo promueve la solidaridad y la responsabilidad Ef. 4:28, 1ª Tim. 5:8

Es interesante observar que la Biblia y la iglesia nos enseñan a:

Administrar con sabiduría Luc. 16:2
Trabajar con honestidad Ef. 6:6; Col. 3:22
Hablar con prudencia Col. 4:6
Oír con atención Stgo. 1:19
Vestir con honestidad 1ª Tim. 2:9-10
Relacionarnos con amor y respeto Ef. 4:25
Solidarizarnos con todos Rom. 12:15-16
Vivir en paz con todos los hombres Heb. 12:14

Podemos afirmar entonces que la iglesia le aporta a la sociedad lo que no ha

podido darle la tradición, ni la política ni aun la educación y la docencia, como
tampoco la ciencia y tecnología.

La iglesia provee ciudadanos de bien, hombres y mujeres que debido a su relación

individual y personal con Dios han cambiado sus vidas y desean ver una mejor
sociedad cada día.

Estos hombres y mujeres la iglesia los tiene y el mundo los necesita.

Preparado por el Pastor: Jorge Humberto Henao

mmmofcent@hotmail.com