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CONCLUSION.

Con el desarrollo de la investigación se logró apreciar todos los tipos de herramientas, máqui-
nas, principios de funcionamiento y demás aplicaciones de las maquinas herramienta. Así, de la misma ma-
nera al momento de ir investigando y recopilando información se vio las diferencias entre una y otra máquina;
así como que ambas se estructuran de forma diferente. Con el desarrollo de la investigación se estudió la
evolución de las maquinas, así como son aplicadas en un entorno industrial. Comprendemos que la evolución
del hombre y en particular de su tecnología se ha basado en la utilización de herramientas, éstas eran como la
prolongación de las manos humanas. Al comenzar, las primeras máquinas herramientas que aparecieron fue-
ron los tornos y los taladros, en principio muy rudimentario y manual. El movimiento se proporcionaba manual
y directamente al útil o al material que se quería trabajar. El arco de violín fue ese primer embrión de máquina
herramienta cuyo origen se pierde en el tiempo. El avance permitió dejar las manos libres para el trabajo al
poder imprimir el movimiento necesario con el pie mediante el artilugio de pedal y pértiga flexible. Leonardo da
Vinci, diseño de una máquina para fabricar lentes convexas. A principios del siglo XVI Leonardo da Vinci tenía
diseñadas tres máquinas fundamentales para el acuñado de monedas: la laminadora, la recortadora y la
prensa de balancín. Sus diseños servirían de orientación para el desarrollo de máquinas en el futuro. Por esta
época se descubrió la combinación del pedal con un vástago y una biela para conseguir el movimiento rota-
tivo, que rápidamente se aplicó a las ruedas de afilar y poco más tarde a los tornos, a los cuales hubo que
añadir un volante de inercia para poder evitar el efecto alto y bajo que producen los puntos muertos. Es mu-
cha la literatura que existe acerca de la primera y segunda revolución industrial, una marcada por la tracción
de vapor y otra por la aparición de la división del trabajo y la producción en serie gracias a los sistemas eléctri-
cos. En la década de los 70 se inicia la tercera revolución industrial con la llegada de un contador programable
por primera vez, y sobre todo con la automatización electrónica en la producción. Ahora estamos en plena
cuarta revolución industrial y esta era está marcada por la introducción del Internet de las cosas y las Tecnolo-
gías de la información, sin olvidar la utilización de nuevos materiales para que se produzca la digitalización de
los procesos en las cadenas de fabricación. Esto nos enseña los grandes cambios que ocurrido en unos po-
cos siglos, varias revoluciones industriales y dos guerras mundiales para hoy tener grandes parques industria-
les capaces de manufacturar a gran escala, aumentando la producción y activan el trabajo en proporciones
considerables con esto dan al trabajo una regularidad y una precisión perfecta que, de otro modo, exigirían
atención y esfuerzos extraordinarios a los obreros. Las máquinas disminuyen las pérdidas de primeras mate-
rias, realizando economías en los materiales empleados. Por ejemplo, la sierra mecánica troza un tronco de
árbol en una multitud de partes con una pérdida mínima. Los altos hornos explotan minerales cada vez más
pobres, y se sabe que las fábricas de gas sacan del alquitrán la serie de colores de anilina y transforman las
aguas amoniacales en abonos químicos. Las máquinas-herramienta hacen el trabajo industrial más sencillo,
práctico y económico para la organización que las emplea. Es una forma de hacer un trabajo eficaz, eficiente y
efectivo. Con esta técnica se han podido lograr diferentes objetivos con más exactitud y precisión que antes
no se podían realizar, cuando se utilizaba la mano de obra humana en el entorno industrial. Al pasar del
tiempo solo queda clara una cosa, vamos evolucionando así como los artefactos que hacen nuestra vida dia-
ria más fácil y nos ayudan a terminar los trabajos en menor tiempo. . La máquina-herramienta es uno de los
sectores que está trabajando activamente por dar respuesta a la elevada competitividad de los mercados,
tanto a nivel nacional como internacional. Se trata de un sector con una elevada capacidad de innovación y
con una cultura de calidad interiorizada. No debe dejarse de lado la circunstancia de que el sector máquina-
herramienta es un sector en el que la tecnología se iguala y difunde cada vez con mayor rapidez, por lo que el
factor tecnológico pierde peso como factor de competencia para lograr una diferenciación en el mercado Con
esto máquinas disminuyen los gastos de producción y abaratan considerablemente los objetos manufactura-
dos. Esto se debe á dos causas: de una parte, la producción en gran escala permite al empresario conten-
tarse con un provecho escaso en cada artículo, sin que por eso deje de realizar grandes beneficios mediante
la gran cantidad de objetos vendidos; por otra parte, los gastos de sostenimiento de las máquinas son inferio-
res al coste la mano de obra. Pero esto me hace reflexionar ¿las máquinas son buenas o malas? La máquina,
en sí es buena; aporta ventajas afectivas a la humanidad, especialmente en el orden de la producción. Pero la
concupiscencia y la persecución a toda costa de la riqueza, han disminuido mucho sus beneficios. Se ha abu-
sado de la máquina, habiéndosele sacrificado los intereses superiores de la moralidad y de la salud. ¿Es,
pues, preciso hacer que desaparezcan o se atenúen los abusos de las máquinas y devolverles su verdadero
papel social? ¿Cuál es este papel? Consiste en ser un instrumento que facilite la tarea de los trabajadores y
aproveche a la vez a los patronos y a les obreros.. He aquí, en particular, algunas sugerencias personales
para poder solucionar problemas sociales y ambientales que han surgido con las maquinas-herramientas.:
proteger la salud y las fuerzas del obrero con medidas y precauciones convenientes, así como su capacitación
continua para evitar cualquier peligro de accidentes, restringir lo más posible el trabajo de los niños en las fá-
bricas y su explotación o trabajo forzado,

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