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Rubio Díaz Erandi Itayetzi

Fecha de entrega: 18/03/19

Honorable Congreso de la Unión:

En México, cada año se practican miles de abortos clandestinos, se estima que se realizan entre 75mil
y 1 millón anuales. La situación que las ha llevado a abortar es siempre multifactorial. Desde ser
víctimas de violaciones, así como embarazos no planeados, o no contar con el apoyo económico y de
la pareja.

Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), el aborto se ha vuelto un grave problema de


salud pública, es la segunda o cuarta causa de muerte en las mujeres, dependiendo el Estado. Muchas
mueren por hemorragias o infección, causadas por las condiciones insalubres de las clínicas
clandestinas

Las niñas y mujeres en situación de pobreza son las que se encuentran en la mayor vulnerabilidad. En
la Ciudad de México se despenalizó el aborto en el 2011, y las estadísticas nos indican que ninguna ha
muerto por abortos realizados en clínicas permitidas. Por ello es importante la despenalización del
aborto, para que las mujeres que decidan interrumpir el proceso de embarazo cuenten con las mejores
condiciones de salud para realizarlo, y así evitar que más mujeres y niñas mueran o sean encarceladas
por su derecho a decidir.

Penalizar el aborto sólo ha llevado a criminalizar a las mujeres que deciden realizarlo y enviarlas a la
clandestinidad. Dentro del debate sobre la despenalización o no del aborto, se han creado falsos
debates de los partidos de derecha, así como de diversas instituciones religiosas y conservadoras:
dicen, que durante el legrado hay un sufrimiento fetal, y esto es completamente falso. La ciencia se ha
encargado de demostrar que durante las doce primeras semanas de gestación el feto no tiene forma, no
ha desarrollado sus extremidades ni su sistema nervioso, que es el responsable de que pueda tomar
conciencia de su entorno, sentir emociones, sensaciones y hasta dolor. El sistema nervioso se
desarrolla hasta la semana veinte de gestación. Quienes dicen estar en contra del aborto, en realidad,
no están a favor de la vida: mientras defienden a un conjunto de células, miles de niñas y mujeres
mueren en clínicas insalubres.

El aborto es un derecho humano fundamental, garantizarlo es darles a las mujeres el derecho a la


salud, y decidir sobre sus propios cuerpos. Si no legalizamos el aborto, dejaremos que las mujeres
sigan abortando en las peores condiciones de insalubridad y de manera clandestina, con todos los
riesgos que eso conlleva. El Estado está obligado a proteger la salud de las mujeres, para que tengan
una vida digna. Hoy venimos a exigir que el Estado cumpla con esta obligación.

Diputadas y diputados, los derechos humanos no deben someterse a consulta, los derechos humanos
deben garantizarse, no mendigarse. Las cárceles están llenas de mujeres violadas que abortan, mientras
sus violadores están libres. ’’El negocio de la clandestinidad tiene la marca del dinero y el sello de la
desigualdad’’ CON O SIN LEY, LAS MUJERES SEGUIRÁN ABORTANDO.

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