Sei sulla pagina 1di 671

Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales

Ballhorst Eichenberger

Resumen de Obligaciones

Juan Pablo Ballhorst y Camila Eichenberger

2018-03-19

1
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Bibliografía: Tratado de Pizarro, Lopez Mesa, Costa-Saenz, Guia de estudio de


Obligaciones actualizada, CCC, CCC comentado Herrera Carmelo Picasso.

Obligaciones: Borda. CCC comentado Lorenzzeti.

Indice:
Unidad I………………………………………………………………… 3

Unidad II……………………………………………………………… 20

Unidad III……………………………………………………………… 56

Unidad IV……………………………………………………………… 129

Unidad V………………………………………………………………… 192

Unidad VI…………………………………………………………………208

Unidad VII……………………………………………………………… 267

Unidad VIII…………………………………………………………… 353

Unidad IX…………………………………………………………………511

2
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad 1: Nociones Introductorias.

PI. Importancia de la teoría de la obligación.

En el derecho de las obligaciones se encuentra enmarcado en el ámbito de los derechos


personales o creditorios; en el CCC trata las obligaciones en el libro tercero junto con
contratos. Actualmente el derecho de las obligaciones constituye el eje por el cual giran
casi todas las relaciones jurídicas de índole patrimonial, por ejemplo, actividades
comerciales, industriales, profesionales, etc, que generalmente poseen origen
convencional. Pero también abarca aquellas relaciones jurídicas que son originadas en
hechos ilícitos y que obligan al deudor a indemnizar los daños causados en razón de un
delito o cuasidelito. Con ello denotamos que el contrato y los hechos ilícitos se erigen en
las dos fuentes más importantes de las obligaciones. Costa.

La obligación cumple un papel fundamental en la sociedad moderna, como un


instrumento vital para la consecución de fines individuales y sociales. Ella tiene
características propias que conllevan otras relaciones jurídicas patrimoniales. Esto se
advierte nítidamente cuando se la compara con los derechos reales. En tanto estos
resuelven un problema de asignación, apropiación y distribución de bienes, la obligación
pone en evidencia un problema de cooperación entre personas que integran una misma
comunidad social.

A través de la obligación se encuentra un instrumento adecuado para posibilitar que las


personas puedan efectuar actividades de cooperación social, aptas para satisfacer sus
variados intereses. Constituye, de tal modo, una herramienta fundamental para el
intercambio, la distribución comercialización de bienes y servicios, y representa, dentro de
ese orden de ideas, un vehículo frecuente para que opere la transmisión del derecho real.

3
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Desde el punto de vista social, da marco adecuado para la cooperación necesaria entre los
individuos orientado a la obtención de sus distintos fines, en sus más variadas formas y
manifestaciones. Pizarro.

PII. Definición: Enunciado y análisis. Acepciones impropias. Tipicidad de la obligación


como deber jurídico calificado.

El concepto de obligación.

El CCC, con claro sentido normativo, define la obligación en el art 724.

ARTICULO 724.- Definición. La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el


acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un
interés lícito y, ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho
interés.

La conceptualización normativa pone de manifiesto los rasgos más relevantes de la figura:

A- Trasunta adecuadamente los dos aspectos de la relación jurídica obligatoria, el


crédito como derecho subjetivo y la deuda como deber jurídico, armónicos e
integralmente considerados.
B- Evidencia cuales son los elementos esenciales o estructurales internos de las
obligaciones (sujeto, objeto y vínculo) que sumados a la causa (elemento esencial
pero externo) dan plenitud a la situación jurídica que nos ocupa.
El sujeto activo es el acreedor, quien se encuentra jurídicamente facultado y dotado
del poder jurídico pertinente para exigir cumplimiento de la prestación y el sujeto
pasivo es el deudor, sobre quien pesa el deber jurídico de realizar una conducta
determinada que procura satisfacer el interés del acreedor, so riesgo de soportar en
caso de incumpliendo el poder de agresión patrimonial que el ordenamiento
jurídico reconoce a este ultimo.
El objeto (art 725):

4
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 725.- Requisitos. La prestación que constituye el objeto de la obligación debe


ser material y jurídicamente posible, lícita, determinada o determinable, susceptible de
valoración económica y debe corresponder a un interés patrimonial o extrapatrimonial del
acreedor.

Esta dado por una conducta humana, susceptible de apreciación pecuniaria,


orientada a satisfacer un interés del acreedor, no necesariamente económico.
Ambos componentes, conducta humana proyectada e interés, forman el objeto de
la obligación.
El vínculo jurídico es el elemento no material que liga, une, enlaza a ambos polos
de una relación obligatoria que posibilita y justifica los múltiples efectos.
A estos tres elementos esenciales de la obligación, que son los únicos que esta
debe reflejar en su definición, se le agrega un cuarto esencial pero externo (y, por
ende, no estructural): la causa fuente, el presupuesto de hecho creador de la
obligación.
ARTICULO 726.- Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de
algún hecho idóneo para producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico.
C- Remarcar la verdadera estructura institucional de la obligación, en la que
armónicamente aparece el débito y la responsabilidad como tramos de una misma
relación obligatoria. El fenómeno de la responsabilidad adquiere plena virtualidad a
partir del incumplimiento de la prestación y abre las vías al poder de agresión
patrimonial del acreedor sobre el deudor, en procura de alcanzar la satisfacción de
su interés por medio de la actuación ejecutiva de su derecho sobre el patrimonio
obligado. El poder efectivo del acreedor de constreñir al deudor para que cumpla y
su derecho a ejecutar la prestación, aunque sea exterior a la estructura de la
obligación, hace a la esencia misma del concepto.
No es posible, por ende, separar el derecho a la prestación del elemento coactivo,
porque este último es el que le otorga plena juridicidad al primero.

5
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

De tal modo, debito y responsabilidad, constituyen un fenómeno unitario que


requiere de la mutua unificación del uno con el otro.
Esto permite comprender la desaparición de las llamadas obligaciones naturales
desaparecidas del nuevo código, que en su esencia pretende de una obligación
que no confiera al acreedor derecho de exigir la prestación, pero que pagada
espontáneamente es irrepetible.
D- No pierde de vista la estrecha relación que existe entre la prestación debida del
deudor y el interés licito del acreedor que ella tiende a satisfacer, siendo dos
facetas, anverso y reverso de una misma relación jurídica.

Pizarro.

Acepciones impropias:

Usos incorrectos del término obligaciones:

 Contratos: los contratos no son obligaciones, sino que estos son figuras jurídicas de donde
surgen obligaciones, es decir, son fuentes de las obligaciones.
 Obligaciones negociables: son títulos de deuda privada que incorporan un derecho de
crédito que posee su titular respecto de la empresa emisora.
 Deuda: técnicamente, la deuda es una parte de la obligación pero no abarca a la totalidad
de la obligación.
Devinar.
Tipicidad de la obligación como deber jurídico calificado:
Entendemos por deber jurídico la necesidad de ajustar la conducta a los mandatos que
emerge del ordenamiento jurídico integralmente considerado. Este concepto plasma con
elocuencia la fuerza obligatoria de la norma jurídica, su vigencia y reorganización a nivel
comunitario.
Quien se encuentra alcanzado por el deber jurídico esta compelido a observar un
determinado comportamiento, positivo o negativo, impuesto por el ordenamiento jurídico.
Dentro de la categoría de deber jurídico, es posible distinguir 3 tipologías diferentes:

6
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

a) El llamado deber jurídico general, que representa la categoría más amplia y


“expresa la idea de fuerza obligatoria de la norma jurídica, su vigencia y realización
en la comunidad social”. Este deber jurídico existe como consecuencia de la
convivencia social, tiene carácter general, puesta está dirigida a toda la comunidad,
carece de contenido patrimonial y se traduce en un régimen de sanciones de
diferentes naturalezas parte quien lo trasgreda.
b) Los deberes jurídicos particulares, que se dirigen no ya a toda la comunidad, sino a
una determinada categoría de sujetos a quienes se imponen determinadas
conductas desprovistas, en sí misma, de un contenido patrimonial, ejemplo:
personas casadas, derechos de los hijos, derechos sobre posesión o tenencia de
una cosa.
c) Finalmente, siempre en nuestro camino desde el género hacia la especie,
encontramos una tercera categoría de deberes, mas especifico, que se imponen a
ciertos sujetos que deben realizar una conducta determinada, con la finalidad de
satisfacer un interés de otro, y que tiene contenido patrimonial: obligación.
La obligación es una especie dentro del género de los deberes jurídicos. Toda
obligación importa un deber jurídico, pero hay deberes jurídicos que no son
obligaciones.
Pizarro.

PIII. Naturaleza jurídica. Concepción subjetiva; critica. Concepción objetiva: distintas


expresiones: critica. Concepción bipolar: el deber y la facultad en la relación jurídica.
Deuda y responsabilidad concepto; deuda sin responsabilidad, responsabilidad limitada,
responsabilidad sin deuda.

Naturaleza jurídica:

La naturaleza jurídica de las obligaciones se han formulado distintas doctrinas:

 Teoría subjetiva: potestad del acreedor.

7
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Entiende que la obligación es un poder o potestad del acreedor ejercida sobre un hecho
del deudor, fue sostenida por Savigny.
La doctrina subjetiva proclama que le poder o señorío del acreedor no recae sobre la
persona del deudor (ya que este es un ser libre por naturaleza y no susceptible de ser
tratado como una cosa) sino sobre ciertos actos suyos que, como consecuencia de la
obligación, resultarían sustraídos de un ámbito de su libertad plena para quedar bajo el
poder del titular del derecho.
Se ha observado que la libertad humana es inmutada e invisible, el deudor no es
susceptible de señorío alguno. El derecho de crédito se proyectaría, de tal modo sobre uno
o varios actos del deudor: aquellos que configuran la prestación.
 Teoría objetiva: titulo a prestación- relación de patrimonio.
Basada en la idea de Inherin, para el cual el derecho subjetivo era un interés jurídicamente
protegido. El ordenamiento jurídico protege el interés del acreedor en que se cumpla la
prestación. El crédito seria el titulo que permitiría lograr esa prestación, sin importar que la
misma sea cumplida por el deudor u otra persona. En esta teoría, la obligación aparece
como una relación entre dos patrimonios, ya que el acreedor ve satisfecho su interés
cuando bienes del patrimonio del deudor ingresan a su patrimonio.
Las corrientes objetivas centraron la cuestión en torno al crédito, y procuraron definirlo
buscando su objeto en el patrimonio del deudo.
Por esta vía algunos autores concibieron a la obligación como una relación entre dos
patrimonios, ya que consideraban que el interés del acreedor con una transferencia de
valores económicos que salen del patrimonio del deudor hacia el del acreedor. Tal
cosmovisión trasunta una idea equivocada, pues menosprecia el elemento personal que
tiene siempre una enorme importancia en esta materia.

 Teoría bipolar (o del vínculo jurídico complejo): deber- facultad.


Considera que en la obligación existe un vínculo complejo: por un lado hay un deber (del
deudor de cumplir) y por otro hay una facultad (del acreedor de usar los medios legales).
Esta es la posición adoptada por la mayor parte de la doctrina moderna.

8
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Guía de obligaciones y Pizarro.

Deuda y responsabilidad.
Tuvo sus orígenes en Alemania expandiéndose a Europa con los aportes de Von Amira y
Brinz. Conforme a ella se debe distinguir dos momentos en la vida de la obligación: el que
transcurre desde su nacimiento hasta que opera el incumplimiento y el que se genera a
partir de ese momento.
En la primera etapa (deuda) el acreedor posee un limitado control de gestión patrimonial
ya que el deudor tiene libre disponibilidad de su patrimonio; solo puede oponerse a
aquellos actos que importen minorar y regularmente el mismo.
De tal manera existen dos estadíos distintos de la relación obligatoria, uno estático
(conservación) y otro dinámico (garantía).
Pizarro.

Deuda sin responsabilidad.


Surge cuando o el debito o la responsabilidad no existen, esté presente uno sin el otro.

Responsabilidad limitada.
Existe por ejemplo cuando uno es heredero de las deudas del causante y carga de la
sucesión hasta la concurrencia del valor de los bienes hereditarios recibidos; o algunos
casos específicos de obligaciones propter rem en los que la ley excepcionalmente admite
que el deudor se libere haciendo abandono de la cosa; o en el caso del fideicomiso.
Pizarro.

Responsabilidad sin deuda.

Se han planteado algunas hipótesis en las cuales habría responsabilidad sin deuda, como
el caso del fiador, o del propietario no deudor de una cosa hipotecada. El primero es

9
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

deudor obligado accesoriamente por un tercero, pero deudor al fin. Es por eso que la
deuda puede ser exigida como regla una vez ejecutados los bienes del deudor.
Alterini

PIV. Comparaciones. Clasificación de las relaciones jurídicas (criterios que atienden a la


identidad del sujeto pasivo y a la índole del contenido). Caracteres típicos de la relación
obligacional; enunciado y análisis. Comparaciones con el derecho real y de familia.

Comparación
Clasificación de las relaciones jurídicas:
Criterios de clasificación: el derecho subjetivo, que constituye un extremo de la relación
jurídica, se corresponde con deberes de
Comportamiento a cargo del sujeto pasivo.
Este comportamiento constituye el contenido del deber propio de la relación jurídica de
que se trate, y permite una clasificación elemental que arranca de dos criterios:
1. De acuerdo a la índole del contenido: la relación es patrimonial o extrapatrimonial.
Es patrimonial cuando el derecho del titular puede recaer en un bien económico,
de valor pecuniario. Es extrapatrimonial cuando el derecho recae en un bien
carente de esa valoración pecuniaria.
2. De acuerdo a la identidad del sujeto pasivo: el derecho puede ser absoluto o
relativo. Es absoluto cuando puede ser erga omnes. Y relativo cuando compete sólo
a personas determinadas.

Así es posible efectuar una clasificación de las relaciones jurídicas de la personalidad,


de familia, reales y obligacionales.

Alterini.

Caracteres de la relación jurídica obligatoria

10
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La relación jurídica obligatoria presenta ciertos caracteres particulares, cuya adecuada


comprensión permite calibrar mejor su
esencia.
a) Bipolaridad
En toda obligación existen siempre dos polos rigurosa y correlativamente contrapuestos,
enlazados por el vínculo jurídico activo y pasivo. La obligación es, de tal modo, una
correlación del deber jurídico específico del deudor y del derecho subjetivo
del acreedor.
En el polo activo, encontramos al acreedor, al sujeto jurídicamente facultado a exigir una
determinada conducta de otro idónea para satisfacer un interés patrimonial o
extrapatrimonial.
En el otro extremo -polo pasivo- aparece el deudor, el sujeto
jurídicamente obligado a cumplir con la prestación.
El vínculo jurídico, como elemento estructural esencial de la
obligación, enlaza ambos polos de la obligación, a crédito y
deuda, trazando una diferencia de relevancia entre lo que está “dentro" del mismo y todo
aquello queda “fuera” de sus confines.
En ambos polos debe haber personas y patrimonios distintos
Cuando en una misma persona y en un mismo patrimonio los
dos polos se juntan, la obligación no puede subsistir incólume
y opera su extinción por confusión (arts. 931 y 932).
b) Abstracción
El campo de las obligaciones engloba una multiplicidad de
matices, a partir de cuya valoración es posible extraer por vía
supuestos fácticos de la más diferente índole, plenos de aspectos
deductivo-inductiva una serie de rasgos abstractos, comunes a
la mayor parte de las situaciones que se presentan. Ello pone
en evidencia la vinculación estrecha entre la obligación y la
realidad socioeconómica, mutable en función de circunstancias

11
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

de tiempo y lugar.
Este carácter ha contribuido notablemente al proceso de mutación y evolución
permanente que ha tenido el derecho de las obligaciones a lo largo de la historia. Ha
permitido a través del dinamismo propio de la figura que analizamos, que tenga adecuada
capacidad de respuesta a los requerimientos que los nuevos tiempos inexorablemente
siempre imponen.
c) Atipicidad
Como consecuencia de lo anteriormente expresado, podemos proclamar la existencia de
una categoría única, general, abstracta y universal de obligación. En el derecho romano, en
cambio, las obligaciones eran figuras típicas, reguladas por el lus Civile para casos
singulares, afirmación que no excluye, por cierto, que poco a poco fuera elaborándose un
concepto general que actuó como hilo conductor de la institución.
d) Temporalidad
Las obligaciones nacen para ser cumplidas y esa finalidad no
puede estar disociada -económica y jurídicamente- del factor
temporal. Razones de orden público, ligadas a la dinámica del
tráfico jurídico, imponen esta nota distintiva de la obligación,
tan frecuentemente utilizada a la hora de contraponerla con el
derecho real de dominio, que es perpetuo".

El carácter de temporalidad de la obligación tiene una manifestación específica de


suma importancia en la prescripción liberatoria (arts. 2554 y ss.). El sistema requiere
que los derechos de crédito sean ejercitados dentro de cierto tiempo y, ante el
transcurso del mismo y la inacción del acreedor, opera la prescripción liberatoria o
extintiva, extinguiéndose el derecho

d) Autonomía
Suele mencionarse como carácter de la obligación a su autonomía respecto de la
causa generadora que le da vida. Una cosa es la obligación y otra, distinta, el

12
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

contrato o el acto ilícito que le dan vida.


La causa fuente constituye un elemento esencial externo, no
estructural, de la obligación y, conceptualmente, se independiza
de ella una vez que la obligación es gestada6. Así concebido,
el carácter de autonomía puede tener alguna utilidad didáctica.
Conviene, sin embargo, no incurrir en exageraciones ya que funcionalmente la
mentada autonomía se diluye sensiblemente.
La obligación, como figura general y abstracta que puede derivar de diversas
fuentes, no alcanza por sí sola a poner en evidencia su plenitud jurídica cuando se
la presenta aislada de aquélla. Por el contrario, requiere necesariamente ser
integrada con ésta, sobre todo en materia contractual. El examen de los remedios
contra el incumplimiento comprende frecuentemente los que son propios del
contrato, como la excepción de incumplimiento, el pacto comisorio, que llevan a
formular un cuadro que supera largamente la mera referencia abstracta de la
obligación desentendida de su fuente.
Esta estrecha relación ha sido muchas veces minimizada por algunos excesos
conceptualistas, en pro de una desmedida autonomía de la obligación respecto de
su fuente, olvidando que ella tiene un sentido más didáctico y metodológico que
funcional.

Comparaciones con el derecho real y el derecho de familia.

Diferencias entre las obligaciones y los derechos reales:

El derecho de las obligaciones, reales e intelectuales constituyen los derechos


patrimoniales.

1. En las obligaciones el goce o disfrute del derecho se logra mediante la conducta


del deudor en forma mediata. El acreedor no puede actuar por si sobre la cosa

13
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

debida sino que debe reclamarla del deudor. Los derechos reales, en cambio, el
titular tiene el goce o disfrute de los derechos en forma inmediata, sin necesidad
de intervención de otro sujeto obligado.
2. Las obligaciones aparecen tres elementos: el sujeto activo, el pasivo, y el objeto. En
los derechos reales no hay sino dos: el titular del derecho y la cosa sobre la cual se
ejerce.
3. Las obligaciones son derechos relativos, es decir, el vínculo obligacional está
caracterizado por la relatividad. El acreedor solo puede exigir el cumplimento de la
obligación del deudor. Los derechos reales, son erga omnes así el propietario tiene
acción contra cualquiera que perturbe su dominio.
4. Los derechos reales solo pueden ser creados por la ley y su número es limitado. Por
su parte las obligaciones pueden ser creadas por la voluntad de las partes tantas
como convengan a sus intereses, son ilimitadas.
5. El derecho de las obligaciones nace y se transmite sin formalidad alguna, mientras
que los derechos reales, tratándose de inmuebles o muebles registrables, para su
constitución o transferencia exigen el cumplimiento de formalidades rigurosas, por
ejemplo: escritura pública.
6. Los derechos personales son esencialmente limitados en el tiempo. Los reales
pueden ser perpetuos.
7. Los derechos creditorios se extinguen por la prescripción y los reales se adquieren
por la prescripción.
8. El objeto de las obligaciones puede constituirlo cosas existentes, como también las
futuras y aun las eventuales, mientras que el objeto de los derechos recales deben
ser cosas existentes.
9. El objeto de los derechos reales es una cosa, es decir, un objeto material
susceptible de tener valor. En las obligaciones, el objeto no es una cosa sino lo que
técnicamente se llama prestación.

14
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Diferencias entre obligaciones y derechos de familia:

1) Los deberes de familia de desenvuelven fundamentalmente en el terreno ético-


social, aunque a veces tengan repercusiones económicas. Las obligaciones, se
desenvuelven en el plano económico aunque lo moral no sea del todo extraño.
2) El incumplimiento de las obligaciones trae aparejada siempre la indemnización de
los daños y perjuicios. En los derechos de familia la sanción es distinta, el divorcio,
perdida de la responsabilidad parental, la indignidad. A veces estas sanciones
conllevan indirectamente perdida del carácter patrimonial, como el caso de la
indignidad.

Messa

PV. Situaciones especiales. Obligaciones propter rem: concepto,


antecedentes,disposiciones legales, casos. Derecho a la cosa: concepto, antecedentes, y
vigencia actual de esta noción.

Situaciones especiales.

Se trata de situaciones intermedias entre la obligación y el derecho real.

Las obligaciones propter rem.

(Ambulatorias) Son obligaciones que pesan sobre quien sea dueño o poseedor de una
cosa determinada. La obligación viaja o ambula junto con la cosa a la cual accede. Ej:
gastos de conservación de a cosa en condominio.

Son obligaciones “que no gravan a una o más personas determinadas, sino


indeterminadamente al poseedor de una cosa detrminada”.

15
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ab-initio hay indeterminación del sujeto, pero es sólo temporal, pues esta situación
termina cuando se exige el cumplimiento de la obligación. Su antecedente de remonta al
derecho romano. Guía de obligaciones.

Se mencionan como ejemplos de estas obligaciones: la obligación de contribuir a los


gastos de conservación del muro medianero y el crédito correlativo (art 2026, 2027); la
obligación de contribuir a los gastos de conservación o reparación, y las mejoras
necesarias de la cosa común (art 1991); la obligación de los propietarios de unidades en
propiedad horizontal de contribuir al pago de expensas comunes y primas de seguro total
del edificio (art 2048, 2049), las deudas provenientes de impuestos, tasas y contribuciones
sobre un inmueble, o por obras municipales, etcétera.

Las obligaciones Propter rem en el CCC: El código no contiene una regulación orgánica de
la obligación porpter rem, aunque es posible inferir su existencia y sus efectos de un marco
normativo que tiene epicentro en los art 1991, 2022, 2049 y 2123. Pizarro.

Antecedentes históricos:

La evolución el derecho de las obligaciones puede estudiarse siguiendo distintas


metodologías. Consideramos que las más conveniente a los fines de esta obra es presentar
con elevada dosis de abstracción cual ha sido el desarrollo de las grandes cuestiones que
hacen al derecho de las obligaciones a lo largo del derecho romano.

Recién en el Corpus Iuris Civilis de Justiniano se advierten los primeros conceptos, por más
que alguno de ellos provenga de un jurista clásico del siglo III dC, Paulo. En el Digesto, se
atribuye a éste la expresión: “la sustancia de las obligaciones consiste, no en que se haga
nuestra alguna cosa corpórea o una servidumbre, sino en que se constriña a otro a darnos,
hacernos o prestarnos algo”. Dicha definición importa una clara contraposición entre
derecho de las obligaciones y derechos reales, y también una específica caracterización del
vínculo obligatorio, a través de una mención explícita del comportamiento concreto que
debía observar el deudor.

16
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La más célebre de las definiciones que aparecen en el Corpus se endilga a un glosador


posclásico de Gayo, en las Instituciones: “Vinculo jurídico que nos constriñe a pagar una
cosa según el derecho de nuestra ciudad”. Pizarro.

El concepto de obligación, sus aspectos estructurales y funcionales que alcanzó el D


romano bastante precisión, al punto que en numerosos aspectos mantienen buena parte
de su lozanía hasta nuestros días. El espíritu de la obligación, en cambio, ha cambiado
notablemente, sensible a las nuevas exigencias económicas, sociales, filosóficas, políticas y
culturales. Pizarro.

Derecho de la cosa.

Es el que le asiste al acreedor de una obligación de dar, antes de que la cosa le sea
entregada por el deudor. Ej el comprador tiene derecho a la cosa vendida e

en consecuencia, antes de la entrega tiene derecho a solicitar medidas cautelares que


aseguren la entrega, tales como, embargo, secuestro, etc. Su antecedente se remonta al
derecho canónico. Guía de obligaciones.

PROFUNDIZAR.

PVI. Evolución. Antecedentes históricos. Transformaciones: incidencia de los derechos


romano y canónico. El nuevo derecho obligacional. Incidencia social y económica;
expresiones, valoración. La unificación del CCC.

A los comienzos de la humanidad el hombre satisfacía sus necesidades básicas de


alimentación y vestido de la propia naturaleza. A medida que la evolución fue perfilando
nuestra propia esencia y la aptitud de razonar se elevó a la característica esencial y
definitoria de la naturaleza humana.

Lo primero en emerger fue el concepto de propiedad, lo mío y su defensa. En la segunda


etapa surgió la necesidad de acudir a los otros, para enriquecer el acerbo propio mediante

17
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

el trueque. Allí tuvieron nacimiento los derechos creditorios cronológicamente ulteriores a


la propiedad.

El origen del comercio a partir de la agricultura constituyó el verdadero puntapié inicial de


la vinculación económica entre las personas y la división del trabajo. Estaban basadas
esencialmente en el trueque hasta que apareció la moneda como medio de cambio y valor
de las cosas.

Sin embargo, no fue hasta Roma en donde comenzó a delinearse los rasgos más propios
de lo que hoy denominamos obligaciones, concepto que si bien en este tiempo mantiene
inmutable algunas características esenciales, ha sufrido un proceso evolutivo.

Transformación: incidencia del derecho romano y canónico.

El concepto de obligaciones en Roma fue producto de una evolución de siglos y llegó a lo


más alto con el Corpus iurus Civil, desde donde se proyectó a todos los ordenamientos
jurídicos de occidente.

En los comienzos las obligaciones habían surgido en materia delictual, en donde un acto
antijurídico con el que se irroga un daño a una persona, se le ejercía la venganza privada
sobre el responsable. Con posterioridad surge la idea de la obligación contractual en
donde en principio se manejaba mediante el trueque en donde los plebes solicitaban
dinero a los patricios comprometiendo su persona como garantía de pago. Esto se conoce
como nexum mediante el proceso de mancipatio.

Esta es la razón por la que se caracterizo a la obligación como u derecho personal, por
oposición a los derechos reales, que se ejercen sobre cosas. En el derecho romano
primitivo la persona respondía con lo que era frente al acreedor.

Toda esta situación desencadeno en la lucha entre lichas y patricios y finalizó con la ley
Poetelia Papilia.

18
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los romanos legislaron a las obligaciones en si mismas, pero sin vincularlas a la causa
fuente que les daba origen, al evolucionar el derecho este sirvió como base para muchos
códigos del siglo XIX, por ejemplo el código napoleónico el cual no vinculaba la obligación
de sus fuentes, el contrato. Vélez en cambio, hizo el distingo, regulando la obligación en
general, y las fuentes en particular.

La evolución de la cuestión se manifestó mediante las modificaciones sucesivas e


ingeniosas en sus Institutas había desarrollado en el libro tercero fuentes de las
obligaciones cuya división fundamental se reduce a dos especies, o nace un contrato o
nace un delito.

Sin duda el punto máximo de desarrollo se produjo con las institutas de Justiniano el cual
creó un clásico definición del derecho de las obligaciones. Obligatio is iuris vinculum, quo
necesítate adstringium alicuois rei solvendae secundum iura nostrae civitatis iura.

Durante el tiempo se produjo profundas modificaciones de las obligaciones en varios


aspectos, 1- En el vinculo, en un origen este era absolutamente personal, impedía su
transmisión, lo que fue mutando hasta permitir la transmisión de casos inter vivos, 2- De la
responsabilidad personal se pasó a la responsabilidad patrimonial, 3- La rígida tipicidad de
las fuentes de las obligaciones abrió paso a la atipicidad.

El derecho canónico: aportó al derecho de las obligaciones la regla moral que impregna a
la norma jurídica mediante principios de la moral cristiana, con la introducción de
elementos tales como principios de la buena fe, la teoría de la causa y la exceptio non
andipleti contractus, la prohibición de la usura, el ensanchamiento de la responsabilidad
extracontractual y la incorporación de la figura del abuso del derecho y la imprevisión.

Rivera- Medina.

El nuevo derecho obligacional. Incidencia social y económica; expresiones, valoración. La


unificación del CCC.

19
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El tercer milenio encuentra al derecho de las obligaciones transitando por un camino de


cambio vertiginoso, propio del que imponen los tiempos que se viven.

La era tecnológica muestra un panorama signado por fuertes desequilibrios, que deben ser
contemplados por el legislador.

El fenómeno de estandarización contractual como técnica indispensable de nuestro tiempo


genera problemas impensados hace algunos años.

Las mutaciones profundas en los procesos de producción, distribución, comercialización y


consumo; la enorme concentración de riqueza en pocas manos, propias de una economía
globalizada en la que vivimos; la incontenible influencia de la tecnología y de los medios
de comunicación social; la expansión vertiginosa de factores generadores de daños a
terceros; la toma de conciencia respecto de la existencia de intereses supraindividuales –
como el ambiente- que merecen protección, han provocado un impacto fenomenal en el
derecho de las obligaciones.

Algunas características del D de las obligaciones:

 La persona humana como epicentro del sistema.


 La prevención del daño como instrumento de valor fundamental.
 Proliferación de microsistemas de responsabilidad civil orientados a brindar
soluciones más equilibradas para victimas y dañadores.
 Implementación de un sistema de penas privadas destinado a desmantelar los
efectos de ilícitos de especial gravedad.
 Revitalización de la noción de orden publico económico.
 La necesaria distinción entre experto y profano.
 Necesidad de fijar bases comunes para armonizar legislación es a nivel
supranacional.

El progre Pizarro. (Si es necesario profundizar las caract. Buscar pag 90-93 del Tratado
de obligaciones de Pizarro.)

20
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

PVII. Metodología. El método legislativo en general. Metodología externa. Concepto.


Metodología interna.

Metodología.

Es la forma o modo seguido para hacer ordenadamente algo.

Cuando hablamos de “método externo” del CC se hace referencia al modo cómo se


distribuyen las distintas materias que trata.

Cuando hablamos de “método interno” con relación a las obligaciones, se hace referencia
al modo en que se ha distribuido el contenido de ellas en el CC.

*controlar, el texto anterior se refiere al C velezano.

Método en las institutas de Justiniano: Divididas en cuatro libros: 1-Personas, 2-Derechos


reales, donaciones y testamentos, 3- Sucesiones, obligaciones y contratos, 4- Hechos
ilícitos.

Método del C francés: tres libros, 1-Personas, 2-Derechos reales. 3-De las diferentes
maneras de adquirir la propiedad.

Método en el CCC: El nuevo CCC regula el derecho obligacional fundamentalmente en el


Libro Tercero (derechos personales).

Las fuentes de las obligaciones son tratadas en los Títulos II (contratos en general), III
(contratos de consumo), IV (contratos en particular) y V (otras fuentes de las obligaciones).

Este título presenta importancia en función del tema central de esta obra, pues allí aparece
regulada la responsabilidad civil, la gestión de negocios, el empleo útil, el enriquecimiento
sin causa y la declaración unilateral de voluntad. O sea, las principales fuentes de las
obligaciones que habremos de estudiar detenidamente.

21
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

También en el Libro sexto (disposiciones comunes a los derechos personales y reales)


encontramos relevantes cuestiones que se vinculan con el derecho de las obligaciones. El
título I, se trata de la Prescripción y caducidad; el título II, los privilegios, y el título III, el
derecho de retención. Como puede advertirse, una metodología, en este punto, muy
similar a la que en su momento siguió el código de Vélez Sarsfield. Pizarro.

Metodología interna: desactualizado (actualizado en Pizarro ahí arriba).

Vélez, en el libro trata “De las obligaciones en general” con el claro propósito de separar el
tratamiento de las obligaciones del tratamiento de sus fuentes, en especial, de los
contratos.

De esta forma, Vélez trataba de mejorar el método del C Francés que confundía las
obligaciones con una de sus fuentes: los contratos. Sin embargo esto no se logra ya que en
varios artículos sólo se los entiende su se los considera referidos a los contratos.

En los C modernos, la tendencia generalizada es tratar las obligaciones en general en


forma independiente de sus fuentes. Otra de las tendencias es la unificación de la
legislación civil y comercial.

Guía de obligaciones.

22
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad 2: Elementos. Reconocimiento.

PI. Sujetos. Sujetos activo y pasivo. Su necesidad. Determinación e indeterminación.


Quienes pueden ser sujetos. El requisito de la capacidad. Transmisión de la calidad de
acreedor o deudor: distintos supuestos, limitaciones. Pluralidad de sujetos: casos.

23
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sujetos activos y pasivos.

Los sujetos son las personas entre las cuales se establece el vínculo obligacional. La
relación jurídica obligacional debe tener al menos dos sujetos: un activo, acreedor; se lo
llama activo porque titulariza el crédito, antes que por que pueda perseguir su cobro; este
sujeto está investido del poder jurídico o facultad de reclamar el cumplimiento de un pago
en el polo opuesto esta el sujeto pasivo, deudor, obligado a dar una prestación la cual
puede ser determinada o determinable por la que debe responder con su patrimonio en el
caso de incumplimiento imputable; es el sujeto que está agravado con la carga, es decir
cumplir con la obligación a favor del otro sujeto con quien está ligado por el vinculo.
Messa.

Su necesidad.

Es indispensable la necesidad de estos dos sujetos y que ella se mantenga durante toda la
vida de la obligación. Si se desvanece, por ejemplo, en virtud de reunirse en una misma
persona y en un mismo patrimonio las calidades de acreedor y deudor, opera la extinción
de la obligación por confusión art (931 y 932). Pizarro.

Determinación e indeterminación.

Los sujetos obligacionales deben estar determinados o ser determinables. La noción de


determinabilidad es fundamental para recurrir el requisito de pluralidad de sujetos, como
elemento esencial de la obligación.

Los sujetos deben ser determinables, lo que no necesariamente que desde su origen de la
obligación deben estar determinados o individualizados el acreedor y deudor; Lo que sí es
impreciso es que, al momento del cumplimiento, los sujetos deben ser conocidos.

Un ejemplo de indeterminación del sujeto al momento de la formación del nexo


obligacional lo constituye la promesa de recompensa: en esa promesa el deudor es cierto y
determinado, pero el acreedor es indeterminado, quedando determinado por la realización

24
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

del hecho al que se subordinó el pago (ejemplo, devolución de mascota perdida,


suministro de datos sobre un delincuente).

¿Quiénes pueden ser sujetos?

Pueden ser sujetos de las obligaciones las personas físicas y jurídicas de acuerdo al art 23
del CCC “Toda persona humana puede ejercer sus derechos, excepto las limitaciones
expresamente previstas en este código y una sentencia judicial”. Messa.

Requisitos: los sujetos de una obligación deben ser capaces, determinados o


determinables y distintos entre sí. Pizarro.

El requisito de la capacidad.

Para ser sujeto obligacional se requiere que el sujeto tenga capacidad de derecho, o sea, la
capacidad de goce, de ser titular de un derecho. No es necesario quelas personas físicas
sean capaces de hecho, capaces de ejercer sus derechos por si solos pues faltándole esta
capacidad pueden actuar por intermedio de sus representantes.

Las personas jurídicas poseen capacidad de derecho para adquirir derechos o contraer
obligaciones, pero deben hacerlo por intermedio de los órganos establecidos en los
estatutos, aun cuando no haya una norma específica del nuevo ordenamiento que así lo
establezca. Messa

Transmisión de la calidad de acreedor o deudor, limitaciones.

El avance de la civilización y el comercio impusieron un lento proceso que hoy permite


bajo ciertos requisitos que tanto los créditos como las deudas sean transmisibles; salvo
que la naturaleza de la relación jurídica lo impida (ej la obligación de hacer en la que la
persona del deudor es esencial, ej del pintor) las partes lo hayan pactado, o la ley lo
disponga. Rivera- Medina.

25
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Pluralidad de sujetos

El carácter múltiple de la obligación normalmente se refiere a la pluralidad de sujetos,


aunque también pueden existir varias prestaciones; de tal modo, normalmente, existirán
pluralidad de sujetos obligados a una única prestación, en cuyo caso se estará en presencia
de un frente codeudor, que puede estar obligado a satisfacer una obligación simplemente
mancomunada, una prestación solidaria, una obligación concurrente o una prestación
indivisible. Messa.

Tanto la unidad como la pluridad de sujetos pueden ser originarias o derivadas. Algo es
constante: cuando se está en presencia de pluralidad se presenta una situación jurídica
diferente, con perfiles propios; existen tantos vínculos jurídicos como sujetos haya
involucrados (si hay dos acreedores y tres deudores se presentan 6 vínculos jurídicos).
Rivera.

ARTICULO 813.- Concepto. Son indivisibles las obligaciones no susceptibles de


cumplimiento parcial.

ARTICULO 824.- Indivisibilidad impropia. Las disposiciones de este parágrafo se aplican a


las obligaciones cuyo cumplimiento sólo puede ser exigido por todos los acreedores en
conjunto, o realizado por todos los deudores en conjunto, excepto las que otorgan a cada
uno el derecho de cobrar o a pagar individualmente.

ARTICULO 825.- Concepto. La obligación simplemente mancomunada es aquella en la que


el crédito o la deuda se fracciona en tantas relaciones particulares independientes entre sí
como acreedores o deudores haya. Las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos
distintos los unos de los otros.

ARTICULO 827.- Concepto. Hay solidaridad en las obligaciones con pluralidad de sujetos y
originadas en una causa única cuando, en razón del título constitutivo o de la ley, su
cumplimiento total puede exigirse a cualquiera de los deudores, por cualquiera de los
acreedores

26
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 849.- Muerte de un acreedor. Si muere uno de los acreedores solidarios, el


crédito se divide entre sus herederos en proporción a su participación en la herencia.
Después de la partición, cada heredero tiene derecho a percibir según la cuota que le
corresponde en el haber hereditario.

ARTICULO 850.- Concepto. Obligaciones concurrentes son aquellas en las que varios
deudores deben el mismo objeto en razón de causas diferentes.

ARTICULO 852.- Normas subsidiarias. Las normas relativas a las obligaciones solidarias son
subsidiariamente aplicables a las obligaciones concurrentes.

PII. Objeto. Concepto. La prestación: en qué consiste; especies. Requisitos de la


prestación. Análisis de: a) posibilidad b) licitud c) determinabilidad d) patrimonialidad.
Solución del CCC.

Objeto, concepto.

El objeto de la obligación es la prestación prometida por el deudor la que puede consistir


en un dar, hacer o no hacer. Vale decir que el objeto de la obligación es un acto,
comportamiento o conducta que debe cumplir el deudor y no la cosa o el servicio debido.

Prestación.

La prestación es el comportamiento debido y exigible al deudor, el que tiene carácter


patrimonial y realiza y corresponde al interés del acreedor, siendo este el objeto del
derecho de crédito.

La prestación constituye el fin de la obligación, la ventaja o interés que al acreedor se


promete satisfacer; pero, a la vez, es la limitación impuesta al deudor, por el deber que a
este constriñe de hacer o no hacer algo. Ella suele consistir en un hecho positivo cuando el
deudor de obliga a dar o hacer algo o es negativo cuando se obliga a una abstención.
Messa.

Requisitos de la prestación.

27
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El objeto de la relación debe reunir los siguientes requisitos: ser posible, licito,
determinado o determinable, patrimonialmente valorable y apto para satisfacer el interés
del acreedor.

Análisis de:

a) Posibilidad: la prestación debe ser posible tanto material como jurídicamente. Es


materialmente imposible cuando contraria las leyes de la naturaleza o la física. Es
jurídicamente imposible cuando a ella se opone un obstáculo legal. La
imposibilidad debe ser originaria y no sobrevenida. El momento oportuno para
valor la posibilidad e imposibilidad de la prestación coincide con el de la génesis
obligacional. Cuando la imposibilidad es sobreviniente, la obligación nace como tal,
aunque puede devenir ineficaz, sea por causas imputables a alguna de las partes o
por circunstancias fortuitas.

La imposibilidad debe ser absoluta en cuanto impide de manera definitiva que la


prestación pueda ser objeto de la obligación. No se da tal situación cuando opera
una mera dificultad de hecho, transitoria o superable.

Es preciso que la imposibilidad sea objetiva, en cuanto ella se produce con total
prescindencia de las condiciones particulares del obligado. Es meramente subjetiva
y no afecta la existencia de la obligación la imposibilidad que impide al deudor
realizar la prestación, pero que no obsta a que a ella pueda resultar apta para otra
persona.

En suma, para que afecte el objeto de la obligación, impidiendo que ésta nazca, la
imposibilidad debe ser originaria, absoluta y objetiva.

b) Licitud: El objeto de la obligación debe ser licito, esto es, conforme con el
ordenamiento jurídico, el orden público, la moral y las buenas costumbres.

28
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

c) Determinación: La prestación debe estar determinada al momento de nacer la


obligación o, al menos, ser susceptible de determinación ulterior. Es nula la
obligación que tenga un objeto absolutamente indeterminado.
d) Patrimonialidad: La patrimonialidad es de la esencia de la obligación, y se predica
de su objeto: la prestación, indefectiblemente, debe ser mensurado en dinero.
Aunque ya no se lo discutía en el CC, ahora la cuestión está expresamente
enunciada en el CCC: La prestación debe ser valorable en términos económicos,
para lo cual el ordenamiento debe asignárselo. Por ello, las partes no podrán pactar
darle un valor de tal naturaleza a una conducta que el ordenamiento no se lo
atribuye, cuestión que en ciertos casos requerirá los mayores análisis. Si no tiene
este valor, podrá existir un deber jurídico pero diferente al que emerge de la
relación de obligación.
Rivera- Medina.

Solucion del CCC.

PIII. Fuente. Concepto. Importancia dentro de la teoría general de la obligación. El art


726 del CCC. Fuentes nominadas e innominadas. Caso de la obligación putativa.
Enumeración de las mismas (según el CCC): Contrato: concepto. Responsabilidad civil:
concepto. Gestión de negocios: concepto. Empleo útil: concepto. Enriquecimiento sin
causa. Declaración unilateral de voluntad: concepto. Promesa pública de recompensa.
Títulos valores: concepto.

Fuente.

Fuente: es el hecho que da origen a la obligación. Es un elemento esencial porque no se


concibe que una obligación exista porque si, sin depender de un hecho que le de origen.
En nuestro derecho no hay obligación sin causa fuente.

29
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La causa fuente y el art 726.

La causa fuente, la obligación no nace por generación espontanea, su gestación requiere la


presencia indispensable de una causa fuente, eficiente o generadora, que le de vida. No
hay, por lo tanto, obligación sin causa fuente.

Entendemos por causa fuente al presupuesto de hecho del cual el ordenamiento jurídico le
otorga idoneidad para generar obligaciones. A ello se refiere el art 726: “No hay obligación
sin causa, es decir, sin que derive de algún hecho idóneo para producirla, de conformidad
con el ordenamiento jurídico”.

La causa actúa de tal modo, como un elemento esencial, dinámico y externo de la


obligación que genera. Es, conceptualmente, una noción distinta de la de esta última. En
cambio, funcionalmente existe siempre entre ellas una estrecha e inescindible relación.
Pizarro.

Clasificación clásica.

La clasificación clásica es la del Derecho romano, en el cual había 4 fuentes: contrato,


cuasicontrato, delito y cuasidelito. Posteriormente se agregaron otra: la ley.

a) Contrato: acuerdo de voluntades de varias personas destinado a reglar sus


derechos, es decir, a crear, modificar o extinguir obligaciones.
b) Cuasicontratos: hecho voluntario licito al cual la ley le otorga efectos análogos al
contrato, a pesar de no existir acuerdo de voluntades. Ej la gestión de negocios, el
empleo útil.
c) Delito: hecho ilícito cometido con intención de producir daño.
d) Cuasidelito: hecho ilícito cometido sin intención de dañar, pero con culpa.

La clasificación pasó a derechos posteriores, pero fue objeto de críticas por muchos
juristas, que ensayaron otras clasificaciones, algunas más simples que otras.

Para PLANIOL sólo hay dos fuentes de la obligación a) el contrato y b) la ley.

30
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Para este autor, en el contrato las obligaciones nacen por la voluntad de las partes; no
habiendo contrato, las obligaciones sólo pueden provenir de la ley. La ley: es la fuente
indirecta de todas las obligaciones, pues las demás fuentes reciben de ella su aptitud
creadora de obligaciones.

Para JOSSERAND las fuentes son cuatro: a) el acto jurídico b) el acto ilícito c) el
enriquecimiento sin causa y d) la ley.

En la actualidad, aparte de las fuentes vistas, la doctrina suele aceptar otras fuentes –que
podemos denominar FUENTES MODERNAS- y que son las siguientes:

a) El enriquecimiento sin causa: se da cuando una persona incrementa su patrimonio


en detrimento de otro sin que exista una causa jurídica que lo justifique. En este
caso, el perjudicado puede ejercer una acción denominada “in rem verso” cuyo
significado y alcance es “volver la cosa al estado anterior”.
b) La voluntad unilateral: se da cuando una persona por su exclusiva voluntad crea
una obligación y se constituye en deudor de una prestación a favor de otra persona
en ese momento desconocida. Ej: promesa de recompensa a quien encuentre algo.
c) El abuso del derecho: tiene lugar cuando alguien ejerciendo un derecho que le
corresponde, lo ejerce en forma abusiva, ocasionando un perjuicio a otra persona.

Fuentes nominadas.

Son aquellos hechos que por su difusión o por alguna otra razón merecen un tratamiento
específico y tienen un nombre propio. Ej: el contrato, la voluntad unilateral, etc.

Fuentes innominadas.

31
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Todos los hechos generadores de obligaciones que no son fuentes nominadas quedan
residualmente catalogados como fuentes innominadas. Sobre ellas, Alterini expresa: “Aquí
quedan comprendidos todos los hechos generadores carentes de una denominación
especial. Por eso se dice que la obligación nace “ex lege”, implicando de tal manera que
nace de un hecho dotado por el ordenamiento jurídico de energía bastante para generar
una obligación.

Guia de obligaciones.

CCC- art 726 Causa: No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún idóneo
para producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico.

El artículo regula lo atinente a la causa fuente, al hecho idóneo para producir la obligación,
para generar esa obligación. De este modo, el CCyC resuelve la dificultad que generaba la
interpretación de los arts. 499 a 502 CC: determinar si en esos cuatro artículos se regulaba
la causa fuente o la causa fin en los tres últimos.

En los Fundamentos del Anteproyecto se señala que se ha decidido mantener la tradición


del CC, incluyendo las cuestiones de causa fuente y acto abstracto en obligaciones.

En cambio, se regula lo relacionado a causa fin en el Libro Primero, Título IV, Capítulo 5 —
Actos jurídicos—, Sección 2a, arts. 281 a 283 CCyC; lo atinente a la causa en los contratos,
a partir del art. 1012 CCyC efectuándose una remisión a esas normas; y lo relativo a la
frustración de la finalidad del contrato se legisla en el art. 1090 CCyC.

En este artículo se regula lo relativo a la causa fuente; exige la norma que la obligación
tenga causa fuente, no hay obligación sin causa. Debe ser un hecho idóneo para producirla
y de conformidad con el ordenamiento jurídico. La idoneidad va a estar establecida en el
orden jurídico (por ejemplo, un contrato, un hecho ilícito, enriquecimiento sin causa,
gestión de negocios, abuso de derecho, de un compromiso unilateral, etc.) y esa precisión
o conformidad con el orden jurídico va a relacionarse con su licitud. Si la obligación genera
un crédito a favor del acreedor que lo faculta a exigir la prestación al deudor, incluso

32
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

forzadamente (art. 724 CCyC), debe tener una causa lícita que justifique el desplazamiento
patrimonial que implica el pago que se pretende y al que el deudor está obligado.

CCC comentado Rivera Medina.

Obligación putativa.

Según el concepto de Obligación putativa que brinda el Diccionario de Ciencias Jurídicas,


Políticas y Sociales de Manuel Ossorio, Obligación putativa hace referencia a lo siguiente:

Obligación putativa hace referencia a la aparente contraída de buena fe, pero carente de
causa o justificación. Se está siempre en modalidades del error en cuanto a la cualidad de
las partes u otras circunstancias. Por el legislador argentino se declara que quien por error
haya resultado acreedor de otro, que también erróneamente se haya constituido en
deudor, queda obligado a restituirle el respectivo instrumento o a liberarlo por otro
instrumento de la misma naturaleza. La regulación normativa se encauza por la del pago
de lo indebido.

http://argentina.leyderecho.org/obligacion-putativa/

Contrato.

Un contrato, en términos generales, es definido como un acuerdo privado, oral o escrito,


entre partes que se obligan sobre materia o cosa determinada, y a cuyo cumplimiento
pueden ser exigidas. Es un acuerdo de voluntades que genera derechos y obligaciones
para las partes.Por ello se señala que habrá contrato cuando varias partes se ponen de
acuerdo sobre una manifestación de voluntad destinada a reglar sus derechos.

Doctrinariamente, ha sido definido como un negocio jurídico bilateral o multilateral,


porque intervienen dos o más personas (a diferencia de los actos jurídicos unilaterales en
que interviene una sola persona), y que tiene por finalidad crear derechos y obligaciones (a
diferencia de otros actos jurídicos que están destinados a modificar o extinguir derechos y

33
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

obligaciones, como las convenciones). También se denomina contrato el documento que


recoge las condiciones de dicho acto jurídico.

En el Derecho romano clásico, a su vez, el contrato se refiere a la concreta situación de


estar ligadas las partes por un vínculo jurídico que crea derechos y obligaciones. No se
refiere al acto jurídico mediante el cual las partes contraen dichos derechos, sino a lo
contratado (contractus, lo contraído), la relación jurídica que ha quedado indisolublemente
constituida mediante la convención generadora.

Las partes en un contrato son personas físicas o jurídicas. En un contrato hay dos polos o
extremos de la relación jurídica obligacional, cada polo puede estar constituido por más de
una persona revistiendo la calidad de parte.

El contrato, en general, tiene una connotación patrimonial, y forma parte de la categoría


más amplia de los negocios jurídicos. La función del contrato es originar efectos jurídicos.

En cada país puede existir un concepto de contrato diferente, y esa divergencia tiene que
ver con la realidad socio-cultural y jurídica de cada país (existen ordenamientos en que el
contrato no se limita al campo de los derechos patrimoniales únicamente, sino que abarca
también derechos de familia como, por ejemplo, los países en los que el matrimonio es
considerado un contrato).

Concepto legal de contrato

La mayoría de los Códigos civiles contienen una definición de “contrato”. Muchos de ellos,
siguen los lineamientos del Código civil francés, cuyo artículo 1101 expresa que “El
contrato es la convención por la cual una o más personas se obligan, con otra u otras, a
dar, hacer, o no hacer alguna cosa”.

El Código civil alemán prescribe que “para la formación de un negocio obligacional por
actos jurídicos, como para toda modificación del contenido de un negocio obligacional se
exige un contrato celebrado entre las partes, salvo que la ley disponga de otro modo”.

34
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Mientras el Código civil suizo señala que “hay contrato si las partes manifiestan de una
manera concordante su voluntad recíproca; esta manifestación puede ser expresa o tácita”.

https://estudiosjuridicos.wordpress.com/derecho-civil/el-contrato/

El Código Civil y Comercial de la Nación elabora una teoría general, que comprende tres
categorías de contratos. El contrato discrecional que surge de la autonomía de la voluntad
de las partes contratantes, el contrato por adhesión a cláusulas predispuestas y el contrato
de consumo. No obstante, cabe resaltar que a partir del Título II Contratos en General,
Capítulo 1, en las Disposiciones Generales, la nueva ley de fondo modifica el concepto de
contrato regulado en el Código de Vélez Sarsfield a la altura del (art. 1137). Además regula
la libertad de contratación, cuya doctrina fue impuesta en nuestro derecho por Spota,
legisla la buena fe en el mismo capítulo de los contratos, impone el carácter de las normas,
la prelación normativa, la integración del contrato y el derecho de propiedad, entre otros.

http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/50471

Responsabilidad civil.

En el marco del Derecho, se denomina responsabilidad civil a la obligación que tiene una
persona de reparar el daño que ha causado a otra, habitualmente mediante el pago de una
indemnización de perjuicios. La responsabilidad civil puede ser contractual o
extracontractual. Cuando lo que se incumple es una ley se habla de extracontractual. Esta
puede ser delictiva o penal si el daño fue causado por una acción tipificada como delito, o
cuasi-delictual o no dolosa si el perjuicio se originó en una falta involuntaria. Si la norma
jurídica transgredida es una declaración de voluntad (contrato, convenio, etc.) entonces se
habla de responsabilidad contractual.

Definamos primeramente qué se entiende por responsabilidad. Podemos decir que se trata
de la obligación de quien incumple un deber pautado con otra persona y debe reparar el
daño producido. Las obligaciones se clasifican habitualmente como de medios y de

35
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

resultados. El incumplimiento que deriva en la responsabilidad depende de la clase de


obligación. El objetivo principal de la responsabilidad civil es la reparación del daño,
restableciendo el equilibrio que existía entre ambas partes implicadas.

https://www.legal.com.ar/notas/la-responsabilidad-civil-en-el-derecho-argentino

En lo atinente a la responsabilidad civil, el nuevo Código recepta-además de varias normas


que venían aplicándose- los principios generales establecidos por la jurisprudencia, así
como el pensamiento mayoritario de la doctrina.

El nuevo Código tiene como fin la protección de la “persona”, a diferencia del Código Civil
de Vélez Sarsfield basado en una fuerte focalización en los bienes, de ahí, entre otros
puntos salientes, que se haya incluido un capítulo destinado especialmente a los derechos
personalísimos, destacándose que la persona es inviolable, protegiéndose su dignidad, el
cuerpo, y el nombre, entre otros. Por ello, la responsabilidad civil centra su mirada en el
damnificado.

https://www.abogadosdesalta.org.ar/noticia/responsabilidad-civil-en-el-nuevo-codigo-
civil-y-comercial-de-la-nacion#.WrbPSNTwbIU

ARTICULO 1708.- Funciones de la responsabilidad. Las disposiciones de este Título son


aplicables a la prevención del daño y a su reparación.

ARTICULO 1709.- Prelación normativa. En los casos en que concurran las disposiciones de
este Código y las de alguna ley especial relativa a responsabilidad civil, son aplicables, en el
siguiente orden de prelación: a) las normas indisponibles de este Código y de la ley
especial; b) la autonomía de la voluntad; c) las normas supletorias de la ley especial; d) las
normas supletorias de este Código.

Gestión de negocios.

Gestión de negocios ajenos

36
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Presupone el cuidado o la atención de un negocio, o de una pluralidad de negocios, en


interés y beneficio de un tercero, conózcalo o no éste.

Se requiere, además, que el “gestor de negocios” no esté facultado por el dueño ni


obligado hacia éste a consecuencia de un mandato, o por derivación de otra causa (tutela,
patria potestad, deber oficial).

El gestor queda sometido a todas las obligaciones que la aceptación de un mandato


impone al mandatario, así como a la continuación y terminación del negocio hasta que el
dueño o sus herederos se encuentren en condiciones de proveer por sí mismos. Responde,
además, de toda culpa en el ejercicio de la gestión, pero tiene derecho a repetir contra el
dueño por todos los gastos efectuados más los intereses, no pudiendo reclamar
retribución ninguna por la gestión.

El derecho a resarcirse de los gastos cesa si hubiere actuado contrariando la expresa


prohibición del dueño, salvo que el gestor tuviere un interés legítimo para hacerlo.
Mientras el dueño no ratifique la gestión o hasta tanto lo haga, queda personalmente
obligado frente a terceros con los cuales hubiere contratado y aunque lo hubiere
efectuado a nombre del dueño.

Diccionario jurídico Ossorio.

Art. 1781.- Definición. Hay gestión de negocios cuando una persona asume oficiosamente
la gestión de un negocio ajeno por un motivo razonable, sin intención de hacer una
liberalidad y sin estar autorizada ni obligada, convencional o legalmente.

La regla general es que nadie debe entrometerse en la esfera jurídica ajena, aunque
aparece una excepción que es la gestión de negocios ajenos. Son aquellos casos en los
que una persona humana (llamada “gestor”) asume espontáneamente y de manera
diligente un negocio referido al patrimonio que pertenece a otro (el dueño del negocio o
gestionado), quien se halla ausente (no tiene conocimiento) o imposibilitado de hacerse

37
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

cargo o de oponerse. El gestor actúa en el interés exclusivo del dueño del negocio, y debe
cumplir con ciertos requisitos para que proceda la configuración de este instituto, que son:

a) Debe mediar un motivo razonable;

b) No debe haber intención de hacer una liberalidad; y

c) La persona que asume el negocio no debe estar autorizada ni obligada, sea por
convención o por imposición legal.

La gestión puede consistir en actos materiales o jurídicos llevados a cabo por el gestor en
beneficio del dueño del negocio.

Cabe aclarar que su interpretación es restringida. Esto significa que la intromisión del
gestor en un negocio ajeno debe ser cuando hay un patrimonio que puede sufrir un
menoscabo y su dueño está imposibilitado de atender sus asuntos, sea por
desconocimiento o por imposibilidad de actuar. Es que, a diferencia de lo que sucedía en
el régimen de Vélez Sarsfield, ahora debe mediar un motivo razonable del gestor, a fin de
evitar una injerencia de terceros en negocios que no les pertenecen. Es ese motivo
razonable el que justifica que una persona pueda inmiscuirse en negocios ajenos y, sobre
todo, es lo que da licitud a la actividad desplegada por el gestor.

Por último, cabe apuntar que la gestión de negocios ajenos puede dividirse en tres etapas:
el comienzo, la continuación y la conclusión. Solo en la primera etapa el gestor actúa de
manera espontánea, y en interés del gestionado, aunque no se sepa quién es este último.
En la siguiente fase existe un deber jurídico de continuar la gestión de manera diligente y
según la conveniencia e intención del dueño del negocio (arts. 1782, inc. c, y 1785 CCyC).
En el último estadio se ubica la finalización de la gestión (art. 1782, inc. C, CCyC), que
puede suceder por conclusión del negocio o porque el gestionado asume por sí el negocio
o, en algunos casos, porque se opone a la actuación del gestor (arts. 1783 y 1789 CCyC).
Sin perjuicio de esto último, quien asume un negocio ajeno concluye definitivamente su
actuación una vez que rinde cuentas al gestionado, obligación que está siempre presente,

38
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

haya terminado la gestión con la finalización del negocio o antes por otras circunstancias
(art. 1782, inc. E, CCyC).

Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián Picasso ;


Marisa Herrera.

Empleo útil.

Luego de tratar la gestión de negocios, dentro de otras fuentes de obligaciones el CC y C


argentino (con fuente en el artículo 1718 del proyecto de 1998, de Código Civil Unificado)
se ocupa del empleo útil, al que caracteriza en el artículo 1791 como la actividad de
alguien que realiza un gasto (o sea se trata siempre de gastos en dinero y no de prestación
de servicios) a favor de otro, para beneficiarlo total o parcialmente, pero sin ser ni su
mandatario ni su gestor de negocios. Esta persona que hizo un empleo útil tiene el
derecho de pedir que se le reembolsen los gastos en la medida de la utilidad recibida,
incluidos los intereses, aunque la utilidad luego desaparezca. El Código Civil derogado
trataba este tema en el artículo 2306.

Empleo útil.

Quien realiza el gasto no debió hacerlo con el fin de realizar una liberalidad, pues sería una
donación, ni tener como fin administrar negocios ajenos, en cuyo caso sería una gestión de
negocios.

Se incluyen dentro del empleo útil los gastos funerarios que se hayan efectuado
razonablemente de acuerdo a los usos y costumbres y las circunstancias personales (art.
1792). Se comprenden velatorio, cajón mortuorio, coche fúnebre, sepultura, ofrendas
florales, lápida, aviso en el periódico, etcétera. Los que aquí resultan obligados son los
herederos, que responden no solo con los bienes de la herencia sino con los suyos
propios.

39
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los gastos funerarios son solo un ejemplo de empleo útil, otros podrían ser el prestar
alimentos en caso de urgencia sin tener para ello una obligación legal o los gastos que
hizo la novia para comprar materiales para el futuro hogar construido sobre el terreno de
propiedad del novio, y luego la pareja se separa, etcétera.

A diferencia de la gestión de negocios, para que proceda el reembolso el beneficiario tiene


que haber tenido alguna utilidad, y ésta es su medida. Los obligados a rembolsar son el
primer término el que recibió la utilidad, pero como ya dijimos, en caso de que hayan sido
gastos funerarios, el reembolso le corresponde a los herederos. En el caso de quien
adquiere un bien a título gratuito, está obligado en la medida del valor que haya
incrementado el bien al momento de adquirirlo, por ejemplo en su precio de mercado o en
su aprovechamiento al mejorar la cosa, que importen para el beneficiario un incremento
patrimonial.

La fuente de esta obligación de reembolso es el enriquecimiento sin causa, que tendría el


beneficiario del gasto, frente al detrimento patrimonial que sufre quien lo efectuó.
También puede ocurrir que no aumente el patrimonio del beneficiario, pero que debió
haber disminuido a causa del gasto que le correspondía hacer a él y no al tercero.

ARTICULO 1791.-Caracterización. Quien, sin ser gestor de negocios ni mandatario, realiza


un gasto, en interés total o parcialmente ajeno, tiene derecho a que le sea reembolsado su
valor, en cuanto haya resultado de utilidad, aunque después ésta llegue a cesar.

El reembolso incluye los intereses, desde la fecha en que el gasto se efectúa.

CCC.

Enriquecimiento sin causa.

El enriquecimiento sin causa: se da cuando una persona incrementa su patrimonio en


detrimento de otro sin que exista una causa jurídica que lo justifique. En este caso, el
perjudicado puede ejercer una acción denominada “in rem verso” cuyo significado y
alcance es “volver la cosa al estado anterior”.

40
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 1794.- Caracterización. Toda persona que sin una causa lícita se enriquezca a
expensas de otro, está obligada, en la medida de su beneficio, a resarcir el detrimento
patrimonial del empobrecido. Si el enriquecimiento consiste en la incorporación a su
patrimonio de un bien determinado, debe restituirlo si subsiste en su poder al tiempo de la
demanda.

Declaración unilateral de la voluntad.

La voluntad unilateral: se da cuando una persona por su exclusiva voluntad crea una
obligación y se constituye en deudor de una prestación a favor de otra persona en ese
momento desconocida. Ej: promesa de recompensa a quien encuentre algo.

ARTICULO 1800.- Regla general. La declaración unilateral de voluntad causa una obligación
jurídicamente exigible en los casos previstos por la ley o por los usos y costumbres. Se le
aplican subsidiariamente las normas relativas a los contratos.

ARTICULO 1801.- Reconocimiento y promesa de pago. La promesa de pago de una


obligación realizada unilateralmente hace presumir la existencia de una fuente válida,
excepto prueba en contrario. Para el reconocimiento se aplica el artículo 733.

Promesa publica de recompensa.

ARTICULO 1803.- Obligatoriedad. El que mediante anuncios públicos promete


recompensar, con una prestación pecuniaria o una distinción, a quien ejecute determinado
acto, cumpla determinados requisitos o se encuentre en cierta situación, queda obligado
por esa promesa desde el momento en que llega a conocimiento del público.

Se debate si la promesa es un supuesto de manifestación de voluntad con aptitud


suficiente para generar un vínculo jurídico válido o si es un contrato en el cual la oferta
está dirigida a persona indeterminada, cuya aceptación opera cuando se ejecuta
materialmente el acto solicitado. Sin embargo, la ubicación metodológica actual de esta
figura pone fin a esta controversia ya que es reputada como una fuente de obligaciones.

41
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La promesa pública de recompensa es una declaración unilateral de voluntad, corporizada


bajo la forma de una llamada a la solidaridad, mediante la cual una persona se obliga a
cumplir una prestación a favor de la persona que, entre muchas, obtenga un determinado
resultado o preste un cierto servicio, generalmente de índole afectiva o extra-patrimonial.

Su finalidad es la obtención de un resultado (v. gr. una creación científica, el hallazgo de un


objeto perdido, el descubrimiento de un crimen).

El oferente debe mantener la promesa por un determinado tiempo en razón de que hace a
la seriedad de los actos, al principio de buena fe que los rige, y a crear la confianza en los
destinatarios de la declaración.

ARTICULO 1804.-Plazo expreso o tácito. La promesa formulada sin plazo, expreso ni tácito,
caduca dentro del plazo de seis meses del último acto de publicidad, si nadie comunica al
promitente el acaecimiento del hecho o de la situación prevista.

Existe cierta similitud con el art. 2535 CC en la medida que establecía un plazo de seis
meses contado también desde el último acto de publicidad. Sin embargo, dicho término se
relaciona con el tiempo esperable para que alguien se presente y justifique el dominio de
la cosa perdida. En cambio, en la presente norma, el plazo se vincula con la caducidad de
la promesa

ARTICULO 1805.- Revocación. La promesa sin plazo puede ser retractada en todo tiempo
por el promitente. Si tiene plazo, sólo puede revocarse antes del vencimiento, con justa
causa. En ambos casos, la revocación surte efecto desde que es hecha pública por un
medio de publicidad idéntico o equivalente al utilizado para la promesa. Es inoponible a
quien ha efectuado el hecho o verificado la situación prevista antes del primer acto de
publicidad de la revocación.

Al tratar la revocación la normativa distingue si la promesa fue fijada con o sin plazo. Si
aquella carece de término, el oferente tendrá derecho a revocarla en cualquier momento.

42
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si en cambio existe un plazo, la promesa solo podrá ser revocada antes de su vencimiento,
excepto que medie una justa causa.

La norma no define qué debe considerarse como justa causa, con lo cual deberá analizarse
cada caso en particular, según las condiciones personales del promitente y de las
circunstancias en que la promesa fue emitida y revocada.

ARTICULO 1806.- Atribución de la recompensa. Cooperación de varias personas. Si varias


personas acreditan por separado el cumplimiento del hecho, los requisitos o la situación
previstos en la promesa, la recompensa corresponde a quien primero lo ha comunicado al
promitente en forma fehaciente.

Si la notificación es simultánea, el promitente debe distribuir la recompensa en partes


iguales; si la prestación es indivisible, la debe atribuir por sorteo.

Si varias personas contribuyen a un mismo resultado, se aplica lo que los contribuyentes


han convenido y puesto en conocimiento del promitente por medio fehaciente.

A falta de notificación de convenio unánime, el promitente entrega lo prometido por


partes iguales a todos y, si es indivisible, lo atribuye por sorteo; sin perjuicio de las
acciones entre los contribuyentes, las que en todos los casos se dirimen por amigables
componedores.

Este supuesto no se verifica cuando el objeto buscado es único (v. gr. una mascota), sino
cuando se requiere la prestación que pueden realizar varios a la vez (v. gr.se pide datos
sobre un asesinato y concurren varias personas con información relativa al crimen).

Se atribuye la recompensa a quien primero notifica al promitente que ha cumplido con el


hecho o situación previstos en la promesa y no a quien primero realiza el acto premiado.
Esta solución se basa en el principio de prelación temporal

43
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

priorin tempore, potior in jure, que significa “primero en el tiempo, mejor en el derecho”.

Para que el promitente pueda conocer a quien deberá adjudicar la recompensa, la


notificación tiene que ser cursada de una forma fehaciente (carta documento, notificación
notarial, etc.).

En el caso de que varios acreedores comuniquen en forma simultánea el cumplimiento del


hecho o situación, el promitente debe distribuir la recompensa en partes iguales. Esta
solución se corresponde con lo dispuesto en el art. 808 CCyC que regula las obligaciones
divisibles y determina que la obligación debe fraccionarse en tantos créditos o deudas
iguales, como acreedores o deudores haya.

En el caso que el bien sea indivisible y por consiguiente no sea posible distribuirlo entre
todos los acreedores, la norma prevé que se asigne por sorteo. De esta forma se evita que
el promitente se vea obligado a realizar un esfuerzo mayor al que se comprometió.

Si alguno de los acreedores renuncia, el promitente queda liberado en la medida de la


cuota pues no media solidaridad entre los ejecutores. sí, se declara la nulidad del derecho
de un acreedor, su parte beneficia a los demás ejecutores.

2.2. Pluralidad de acreedores que contribuyeron a un mismo resultado

Cuando varios acreedores contribuyeron a un mismo resultado, el CCyC prevé que se


notifique al promitente por un medio fehaciente la existencia de un convenio que da
solución a la forma en que procede la adjudicación.

En caso de que no se notifique lo convenido, la recompensa se distribuirá por partes


iguales y en caso de ser indivisibles, se atribuirá por sorteo. Adopta la misma solución en
caso de varios acreedores que notificaron en forma simultánea.

2.3. Amigables componedores

Para el supuesto de un eventual conflicto entre los distintos ejecutores, la norma obliga a
que estos se sometan a un proceso de amigables componedores. el legislador consideró

44
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

que la nimiedad de la controversia no amerita el acceso a los tribunales judiciales y


arbitrales.

El proceso de amigables componedores se encuentra regulado entre los arts. 766 a 772
CPCCN. Cabe señalar que la sentencia que se dicte es irrecurrible.

CCC herrera, Carmelo, Picasso

Titulo de valores.

ARTICULO 1815. Concepto: Los títulos valores incorporan una obligación incondicional e
irrevocable de una prestación y otorgan a cada titular un derecho autónomo, sujeto a lo
previsto en el artículo 1816.

Cuando en este Código se hace mención a bienes o cosas muebles registrables, no se


comprenden los títulos valores.

La doctrina no se ha puesto de acuerdo en la utilización de una terminología que


caracterice al grupo de documentos con características similares. es por ello que en
nuestro medio se ha usado indistintamente la de títulos valores, títulos de crédito, títulos
circulatorios, títulos negociables, títulos mobiliarios y otros.

Más allá de que la doctrina italiana siempre se ha referido en esta materia a “títulos de
crédito” y así se plasmó en el CC de 1942 (arts. 1992 y ss.), entendemos que la
denominación genérica que contiene el CCyC, acuñada en la doctrina germana, es la más
adecuada, ya que la referencia al término valor alude al diverso derecho de contenido
patrimonial que puede contener el documento. Por otra parte, es la incorporada a nuestra
legislación por la ley 17.811 de bolsas y Mercados de Valores en su art. 6°, inc. A) seguida
por la comisión nacional de Valores y por el reglamento de autorización, suspensión, retiro
y cancelación de la cotización de títulos valores de la bolsa de comercio de buenos Aires.
La ley 26.831 de Mercado de capitales que derogó la ley 17.811 mencionada, refiere a
“valores negociables” en su art. 2°, definiéndolos como aquellos títulos valores emitidos
tanto en forma cartular como a los incorporados a un registro de anotaciones en cuenta.

45
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Finalmente, el art. 226 de la ley de sociedades comerciales establece que son aplicables a
las acciones, las normas sobre títulos valores en todo aquello no modificado por la propia
ley.

1.3. Definición

No obstante lo dicho, seguimos aquí al notable jurista italiano Vivante, quien refiriéndose
al título de crédito, luego de elaborar una teoría general sobre la base del código de
comercio italiano de 1882, lo definió como el documento necesario para ejercer el derecho
literal y autónomo en él expresado.

Este concepto fija los principios fundamentales constantes en la materia, aplicables en


general a las más diversas especies de títulos, ya sea que se los llame títulos valores o
títulos de crédito, sin perjuicio de la existencia de diversas clases de ellos.

Debemos señalar, sin embargo, que tales principios van modificando su alcance con el
devenir del tráfico mercantil, en tanto el fenómeno de la emisión de títulos en masa y la
desmaterialización, obligan a redefinir las nociones clásicas que emergen de dicha
conceptualización, según se indicará.

PIV. Finalidad. Conceptos filosófico y jurídico de causa. Causalismo, anticausalismo y


neocausalismo; los móviles. La consideración. Causa. Definición. Presunción de la
existencia de causa. Falsa causa. Falta de causa. Causa ilícita. Frustración del Fin. Actos
Abstractos. Concepto, legislación comparada, casos.

Finalidad.

La causa fin es la finalidad que las partes han tenido en mira al crear la obligación. El tema
de la causa fin dio lugar a profundos debates doctrinarios respectos a si debe
considerársela o no elemento esencial de la obligación. Las discrepancias subsisten
actualmente.

46
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Tesis causalista: Desarrollada por Domat, sostenía que la causa fin era la razón abstracta
perseguida por los contratantes. Esa causa fin era siempre la misma en los contratos
iguales.

Así en los contratos sinalagmáticos la causa de la obligación de cada una de las partes es
la contraprestación de la otra.

Ejemplos: en las compraventas, la causa fin del vendedor es recibir el precio y la causa fin
del comprador es recibir la propiedad de la coas. En las locaciones la causa fin del locatario
es que se de el uso y goce de la cosa y la causa del locador es recibir el pago del alquiler.
En los contratos unilaterales, tal como la donación, la causa final es la intención de
beneficiar. Guía de las Obligaciones.

Para esta tesis que hunde sus raíces en el pensamiento de Pothier y, sobre todo, de Domat,
la causa final es el fin abstracto, invariable e inmediato, idéntico para todo acto jurídico
que corresponda a una misma categoría, que persiguen inexorablemente el o los autores
de un acto jurídico.

La causa es concebida como una noción abstracta e inmutable. Si bien en apariencia se


ponderan aspectos subjetivos que hacen a la finalidad perseguida, cuando se la considera
genéricamente como un fin inmutable para cada categoría del acto, termina en los hechos
objetivada, ya que siempre será invariablemente igual, no importa quién sea el contratante.

Para explicar esta teoría Domat se basó en tres categorías contractuales:

1. Contratos bilaterales: la causa de la obligación de una parte es la obligación de la


otra. La causa de la obligación del vendedor está dada siempre por la
contraprestación del comprador y viceversa.
2. Contratos reales: la causa está dada por la entrega de la cosa, por la prestación
recibida. La obligación del mutuario, por ejemplo, tiene su causa fin en el préstamo
que antes recibió.

47
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

3. Contratos gratuitos: la causa está dada por el animus donandi despejado de


tonalidades específicas.
Para el causalismo clásico, los motivos determinantes o causa ocasional no
trascienden al plano jurídico. Dichos móviles puramente subjetivos, son los fines
específicos y concretos que las partes persiguen alcanzar y están más allá de un
acto jurídico determinado. Serian variables, subjetivos e irrelevantes para el
derecho.
Pizarro.

Tesis anticausalista: Expuesta por Ernst, sostiene que en la posición causalista es falsa y
superflua, porque la noción de causa fin se confunde con el consentimiento. Guía de
obligaciones.

Los anticausalistas rechazan el valor practico de la causa final, por entender que dichos
objetivos pueden obtenerse acudiendo al consentimiento, el objeto, la capacidad o la
fuente. No están en contra de cualquier nocion de causa sino contra la causa final tal como
la habían concebido los causalistas clásicos.

Para ellos, la nocion de causa final es falsa e inútil.

Es falsa porque:

1. En los contratos bilaterales una obligaicon no puede ser causa de la otra, ya que
ambas nacen al mismo tiempo. Se le ha contestado que esto podría ser correcto si
nos estuviéramos refiriendo a causa eficiente; pero en materia de causa final no lo
es, pues nada de contradictorio hay en sostener que uno promete poruqe el otro
también lo hace.
2. EN los contratos reales la entrega de la cosa no es la causa fin, sino la causa fuente
de la obligación de restituir. En los contratos gratuitos el animus donandi, vacio de
motivos trascendentes, carece de valor al estar desprovisto de esos elementos.

Es inútil porque:

48
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

1. EN los contratos bilaterales confunde causa con el objeto del negocio.


2. En los contratos reales llama causa a lo que en realidad es la forma del negocio
jurídico.
3. En los contratos gratuitos confunde causa con el consentimiento.

Ha dichas objeciones pueden agregarse otras:

I. No se brinda una nocion uniforme de causa, pues las distintas categorías


contractuales son inarmónicas.
II. Hay convenciones que no encuadran en las categorías tipificadas por Domat
(sociedad, transacción, etc). Además, sólo toma en cuenta los contratos que
generan obligciones, no asi los que las modifican o extinguen.
III. La concepción de la causa como fin abstracto, disociado de las partes y del entorno
económico- social en el que se gesta y desarrolla el negocio, no guarda relación
con la realidad.
IV. La causa en Domar es genética, originaria, y deja al margen todos los aspectos
funcionales que son los mas relevantes y los que convierten la figura en
instrumento útil y eficaz.
V. Si la causa es siempre la misma en cada categoría de acto jurídico, disociada de los
móviles subjetivos, no se alcanza a comprender como puede llegar a ser licita en
algunos casos e ilícita en otros. Si no se examinan los motivos, no es posbile
alcanzar ese objetivo.
Pizarro.

Neocausalismo: Esta posición trata de marcar las diferencias entre la causa-fin y el objeto.
Y así, sostiene que mientras la causa fin indica: el por qué debo?, el objeto indica: el que se
debe? También distinguen la causa-fin de los “móviles” y a tal fin diferencian:

 Causa fin INMEDIATA: es la finalidad abstracta que han tendido las partes al
contratar y que en los contractos iguales es siempre la misma. Ejemplo: en las

49
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

compraventas, para el vendedor es recibir el precio y para el comprador es recibir


la cosa en propiedad. Esta causa fin inmediata es la que interesa al derecho.
 Causa fin MEDIATA: denominada también “motivos”, son los móviles o razones
particulares que ha tenido cada parte para obligarse. Ejemplo: en una compraventa,
el motivo o fin mediato del vendedor puede ser el destino que dará al dinero que
reciba, como ser: viajar por el mundo, etc.
Los motivos dependen de cada persona, pueden variar infinitamente y permanecen
ocultos en el fuero interno de cada contratante y por lo tanto, son irrelevantes para
el Derecho. La validez de la obligación no se afecta por el hecho de que una de las
partes no haya logrado su motivo o fin mediato, salvo que se haya exteriorizado y
pactado expresamente en el contrato.

Guía de obligaciones

Neocausalismo. Sus distintas vertientes. Pizarro

La crítica de los anticausalistas provocó una lógica reacción entre aquellos autores que
admiten la utilidad de la causa final como elemento del acto jurídico, quienes, a partir de
aquella, asumieron las deficiencias que tenia la formulación original, dando lugar a lo que
se ha denominado Neocausalismo.

No existe, émpero, una posición neocausalista, sino varias, ricas en matices, cuyo análisis
en profundidad excede los limites de esta obra. Con un exceso de abstracción, podríamos
agruparlas en tres grandes líneas de pensamiento: La subjetivista, la objetivista y la
sincrética o dual.

Neocausalismo subjetivista.

Esta concepción, que tiene matices y variantes, atiende fundamentalmente al propósito de


quienes son parte en el negocio jurídico. Valora especialmente la voluntad individual y es,
evidentemente, mas liberal en este sentido que la corriente objetivista de la causa, que
veremos luego.

50
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La nota destacable que caracteriza a las mas importantes vertientes del Neocausalismo
subjetivista está dada por el papel protagonico que asigna, en el plano causal, a los
móviles subjetivos, a los motivos determinantes concretos, individuales y variables, cuando
ellos sean determinantes del acto, estén debidamente exteriorizados y, en el caso de los
negocios bilaterales, sean aceptados por la otra parte.

Esta nueva valoración lleva a la causa fin a confines más amplios que aquellos que
presentaba en su formulación clásica, pues ella asume un valor relevante en toda la etapa
funcional del negocio jurídico. Permite, además, una amplia valoración de los jueces
respecto de la moralidad del acto, lo cual es impracticable sin esa ponderación subjetiva.

Conviene tener presente que quienes participan de estas ideas en modo alguno
menosprecian la existencia de una finalidad abstracta, propia de cada tipo de acto, pero la
identifican con el objeto del negocio jurídico.

Neocausalismo objetivista.

Sostiene que la causa final del acto jurídico tiene carácter objetivo y se desprende de la
propia estructura típica de cada negocio jurídico. La causa eso la finalidad económico-
social que el negocio cumple, reconocida por el ordenamiento jurídico.

Conforme ese prisma, la causa debe ser apreciada externa y objetivamente, con total
prescindencia del sentir de las partes. El ordenamiento jurídico, al tutelar la autonomía de
la voluntad, no se ajusta al capricho individual sino que toma en cuenta la función
trascendente que tiene el negocio jurídico para la sociedad en sí propio, cosa que es
distinta del interes particular que pueda tener el individuo en su actuación concreta.

La distinción entre causa y motivos no se basa en diferencias sicológicas o subjetivas, sino


jurídicas: el derecho hace de los meros negocios, negocios jurídicos, cuando son o pueden
resultar socialmente utiles (en la compraventa, el cambio de bienes por dinero), pues no
tofas las manifestaciones de la voluntad humana son merecedoras de protección jurídica.

51
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Quienes siguen estas ideas ponderan la función económico-social para identificar a la


causa del fin del negocio, a su razón “practico-social”, o al “fin económico y social
perseguido por el derecho”. Más moderadamente se ha sostenido que la función
económica y social del contrato debe responder a la protección de los contratantes, de
modo particular, los más débiles, y a una función socialmente digna.

Repárese en la enorme diferencia que existe entre esta concepción objetiva de la causa y la
propiciada por la tesis causalista clásica con relación a categorías genéricas de contratos y
no al efectivamente celebrado por las partes.

Así concebida, la causa traduciría una finalidad típica y constante, sea quien fue el sujeto
que interviene como parte en el negocio jurídico y cualquiera fueren los móviles que lo
impulsa. Una causa objetiva y no subjetiva.

Esta concepción lleva, evidentemente, a otorgar preponderancia a la causa como factor


limitador de la autonomía de la voluntad y a erigirla en un instrumento de control sobre el
contenido de los negocios jurídicos.

La posición dualista o sincrética de la causa.

La variante neocausalista que goza de mayor aceptación en la hora actual aglutina los
aspectos objetivos y subjetivos de la causa final.

La causa final plasma una prudente armonía entre los fines que la ley prevé
abstractamente para cada categoría de negocio jurídico y también los móviles subjetivos
causalizados.

La causa final plasma una prudente armonía entre los fines que la ley prevé
abstractamente para cada categoría de negocio jurídico y también los móviles subjetivos
causalizados.

La causa fin es la rzon de ser del negocio jurídico y tiene un doble significado:

52
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

I. En el aspecto objetivo, se evidencia como el propósito recíproco y común de


ambas partes de obtener el cumplimiento integro de las prestaciones. El
intercambio mutuo de atribuciones patrimoniales.
En este aspecto la finalidad de las partes es objetiva, abstracta, y emerge de cada
categoría negocial.
Así concebida, la causa fin tiene un valor no sólo genético sino también funcional,
pues está ínsita en el negocio jurídico durante toda su vida y lo acompaña hasta su
extinción.
La idea de una correlatividad entre ambas obligaciones, que hace al sinalagma
genético y funcional es relevante, y se materializa en importantes instituciones
(excepción de incumplimiento, pacto comisorio, frustración del fin del contrato,
teoría de la imprevisión).
II. En el aspecto subjetivo (o sea, en la finalidad concreta, individual, especifica) la
causa fin se compone de los móviles o motivos determinantes de la voluntad
jurídica, siempre que sean debidamente exteriorizados y resulten comunes a ambas
partes su el negocio es bilateral. En tal caso los móviles se “causalizan” y
constituyen un elemento vital para calibrar la licitud o ilicitud de la causa y sus
implicancias en el plano del cumplimiento e incumplimiento obligacional.

Esta orientación aparece claramente consagrada en el CCC en su artículo 281 “Causa. La


causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido
determinante de la voluntad. También integran la causa los motivos exteriorizados cuando
sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son
esenciales para ambas partes. Pizarro.

Los móviles. La consideración. ¿???

La causa.

ARTICULO 281.- Causa

53
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido


determinante de la voluntad.

También integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido
incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas partes.

1. Introducción*

Esta norma pone fin a la interminable discusión entre causalistas y anticausalistas al optar
por la primera de las posturas.

En primer lugar, ubica metodológicamente la causa en la teoría general de los hechos y


actos.

Se refiere a la causa fin como aquella que ha sido determinante de la voluntad, sin la cual
el acto no se hubiera realizado.

También asigna jerarquía de causa a los motivos —móviles subjetivos— en tanto sean
lícitos y hubieran sido incorporados en forma expresa al acto.

También pueden serlo en forma tácita, pero en este caso se convertirán en causa si
hubieran sido esenciales para la celebración del negocio.

2. Interpretación

2.1. Distintos significados de la palabra “causa”

Existen distintos significados de la palabra “causa”:

a. Causa fuente o causa eficiente: se trata en este caso del hecho generador del acto, de las
obligaciones o de los presupuestos de hecho de los cuales se derivan las obligaciones
legales.

54
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

b. La causa fin: se vincula con la dirección de la voluntad en la obtención de los efectos


jurídicos.

Viene a ser el fin que las partes se propusieron lograr al tiempo de celebrar el acto, o el “fin
inmediato” propio y característico del negocio jurídico, idéntico en todos y cada uno de los
actos de su especie.

c. La causa móvil o impulsiva: también llamada “causa ocasional”, está constituida por los
móviles o motivos.

Se refiere a los fines concretos e inmediatos que las partes tuvieron en cuenta al realizar el
acto; los mismos están compuestos por el querer individual, es decir, el fin que procuran
obtener concretamente las partes.

La posibilidad de computar la causa final como esencial del acto jurídico no ha sido
uniforme, pero aun quienes la admiten discrepan sobre cuál es el criterio que deberá
tenerse en cuenta.

2.2. Causa fin del negocio jurídico. Distintos criterios

Se identifican distintos criterios para individualizar la causa fin, a saber:

a. Criterio objetivo: considera que la causa es el fin práctico del negocio, esto es, la razón
económica típica que caracteriza invariablemente a cada acto jurídico de la misma especie.

La causa, así entendida, se identifica con el interés social que el acto representa.

b. Criterio subjetivo: toma básicamente en cuenta el elemento psicológico que determina


la voluntad y lleva a la persona a celebrar el acto.

Es un fin particular y variable, concreto.

Dice Josserand que la causa cumple el fin de moralizar el derecho en el ámbito del negocio
jurídico —se trata de los móviles que determinaron a la parte a celebrar el acto—.

55
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El mencionado autor distingue, a su vez, entre intención o finalidad inmediata y el móvil


concreto que indujo a las partes a realizar el negocio.

La intención forma parte estructural del acto, por ejemplo, la intención de realizar una
liberalidad es inseparable de la donación.

En cambio, los móviles son extrínsecos al acto e individuales.

En otras palabras, la intención es el fin inmediato, igual e invariable en todos los negocios
de su especie, mientras que los móviles son particulares y variables.

c. Criterio ecléctico: para esta posición, ninguna de las teorías precedentemente


enunciadas, consideradas de manera aislada, resulta correcta.

Es preciso lograr una síntesis de ambas.

Señala Cifuentes que esta postura atiende, por tanto, al fin abstracto que persigue el
negocio, como así también al propósito concreto que indujo a las partes a alcanzarlo, al
menos cuando dicho propósito fue incorporado como razón determinante de la
declaración de voluntad.

2.3. Concepto de causa que adopta el CCyC

Un sector de la doctrina —los neocausalistas— ubicó el problema de la causa en la órbita


contractual y, de forma más amplia, en el sector de los actos jurídicos.

A diferencia de los anticausalistas, aquellos intentaron distinguir la causa como elemento


autónomo, esto es, distinto del objeto y del consentimiento.

Sin embargo, esa postura no ha conseguido unificar criterios sobre cómo debe apreciarse
o valorarse la causa del acto.

El que ha tenido mayor predicamento es el denominado “dualismo sincrético”.

56
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Para Videla Escalada, uno de sus expositores en la doctrina nacional, el concepto más
exacto de la causa como elemento esencial de los actos es la finalidad o razón de ser del
negocio jurídico, entendida en el doble sentido o manifestación: la causa uniforme y
repetida en todas las hipótesis de una misma figura, como así también en los motivos
psicológicos relevantes —admisibles para el derecho— que, en el caso concreto, hayan
impulsado a las partes a concluir el acto.

Vale decir que es preciso elaborar una definición más completa e integral de causa a partir
de las diferentes variedades de esa noción, para lo que se debe considerar, por un lado, la
causa objetiva y uniforme, presente en todos los actos de la misma especie, y, por otro, la
finalidad que tomaron en cuenta concretamente los sujetos del acto, esto es, los motivos
particulares involucrados en un negocio concreto.

Así, en la compraventa, la causa que se reitera en todos los actos de esa índole es el
intercambio cosa-precio, mientras que los motivos individuales serían la adquisición, por
ejemplo, para vivienda o para un determinado establecimiento comercial.

Es precisamente esta noción la que toma el CCyC al considerar que causa es tanto el fin
inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la
voluntad, como también los motivos exteriorizados cuando —obviamente— sean lícitos y
hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o bien tácitamente, si son esenciales
para ambas partes.

La postura que adopta el CCyC permite hacer más importante y significativa la aplicación
de la causa en determinadas situaciones.

Así, en materia de liberalidades, la teoría de la causa permite dejar sin efecto donaciones
cuando están desprovistas del fin perseguido por el donante y no tiene sentido su
subsistencia.

También es funcional a las situaciones de enriquecimiento sin causa.

57
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo; Sebastián


Picasso; Marisa Herrera

ARTÍCULO 726.- Causa.

No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún hecho idóneo para
producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico.

El artículo regula lo atinente a la causa fuente, al hecho idóneo para producir la obligación,
para generar esa obligación.

De este modo, el CCyC resuelve la dificultad que generaba la interpretación de los arts. 499
a 502 CC: determinar si en esos cuatro artículos se regulaba la causa fuente o la causa fin
en los tres últimos.

En los Fundamentos del Anteproyecto se señala que se ha decidido mantener la tradición


del CC, incluyendo las cuestiones de causa fuente y acto abstracto en obligaciones.

En cambio, se regula lo relacionado a causa fin en el Libro Primero, Título IV, Capítulo 5 —
Actos jurídicos—, Sección 2ª, arts. 281 a 283 CCyC; lo atinente a la causa en los contratos, a
partir del art. 1012 CCyC efectuándose una remisión a esas normas; y lo relativo a la
frustración de la finalidad del contrato se legisla en el art. 1090 CCyC.

En este artículo se regula lo relativo a la causa fuente; exige la norma que la obligación
tenga causa fuente, no hay obligación sin causa.

Debe ser un hecho idóneo para producirla y de conformidad con el ordenamiento jurídico.

La idoneidad va a estar establecida en el orden jurídico (por ejemplo, un contrato, un


hecho ilícito, enriquecimiento sin causa, gestión de negocios, abuso de derecho, de un
compromiso unilateral, etc.) y esa precisión o conformidad con el orden jurídico va a
relacionarse con su licitud.

58
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si la obligación genera un crédito a favor del acreedor que lo faculta a exigir la prestación
al deudor, incluso forzadamente (art. 724 CCyC), debe tener una causa lícita que justifique
el desplazamiento patrimonial que implica el pago que se pretende y al que el deudor está
obligado.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo; Sebastián


Picasso; Marisa Herrera

Necesidad, falta, falsedad y legitimidad de causa.

Las obligaciones siempre deben tener una causa. El acto carece de validez cuando falta, o
cuando ella es ilícita o cuando ella es falsa. Sin embargo, en este último caso, si tras la
causa falsa existe otra verdadera y licita, el acto será válido.

Necesidad de causa.

No hay obligación sin causa, es decir, sin que sea derivada de uno de los hechos, o de uno
de los actos ilícitos o lícitos, de las relaciones de familia o de las relaciones civiles.CC

Falta de causa.

Aunque la causa no esté expresada en la obligación, se presume que existe, mientras el


deudor no apruebe lo contrario. CC

La presunción legal es acertada porque nadie se obliga sin tener una causa. Sin embargo,
la ley admite la prueba en contrario. Se trata entonces de una presunción iuris tantum.

Falsedad de causa.

La obligación será válida aunque la causa expresada sea falsa, si se funda en otra
verdadera. CC

59
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Legitimidad de causa.

La obligación fundada en una causa ilícita es de ningún efecto. La causa es ilícita, cuando
es contraria a las leyes o al orden público. CC

Hay otros elementos constitutivos de la obligación aparte del sujeto, el objeto y causa
eficiente?

 Para los anticausalistas los elementos esencuales de la O son: sujeto, objeto y causa
eficiente (causa fuente).
 Para los causalistas los elementos son: sujeto, objeto, fuente, finalidad.

Frustración del Fin:

ARTÍCULO 1090.- Frustración de la finalidad.

La frustración definitiva de la finalidad del contrato autoriza a la parte perjudicada a


declarar su resolución, si tiene su causa en una alteración de carácter extraordinario de las
circunstancias existentes al tiempo de su celebración, ajena a las partes y que supera el
riesgo asumido por la que es afectada.

La resolución es operativa cuando esta parte comunica su declaración extintiva a la otra.

Si la frustración de la finalidad es temporaria, hay derecho a resolución sólo si se impide el


cumplimiento oportuno de una obligación cuyo tiempo de ejecución es esencial.

La frustración requiere:

1. un contrato válido subsistente al tiempo del planteo;

2. la existencia de una causa, típica o motivacional, que pueda considerarse objetivada en


el contrato;

60
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

3. la incidencia de un hecho sobreviniente, inesperado, grave, ajeno a las partes, que afecte
la posibilidad de concreción de esa causa de modo permanente y no meramente temporal
y supere el riesgo asumido por la parte afectada;

4. inexistencia de mora relevante o de culpa o dolo vinculados con la generación de la


frustración causal, de la parte que efectúa el planteo;

5. planteo de parte.

El presupuesto de la resolución es que se ha malogrado el proyecto-fin que las partes se


habían propuesto desarrollar hasta agotarlo por cumplimiento.

El acto jurídico queda privado de causa, al menos para una de las partes; pero como la
causa no es elemento de la voluntad subjetiva, como la intención, sino de la estructura del
acto (art. 281 CCyC), su afectación impide contar con un negocio jurídico estructuralmente
idóneo para subsistir.

No ocurre aquí lo que sucede con la imprevisión, en la que la prestación se hace


excesivamente onerosa.

En la frustración desaparece el móvil, la razón del contrato y esa es el motivo por el que la
norma no habilita la revisión para restablecer el equilibrio, como sí ocurre en los supuestos
de excesiva onerosidad sobreviniente.

Lo que se verifica en este caso es la imposibilidad absoluta de alcanzar la finalidad


buscada, aun cuando pueda ejecutarse la prestación.

Por otra parte, la frustración se diferencia del caso fortuito en que este impide el
cumplimiento de la prestación, mientras que en aquella no hay imposibilidad, lo que se ve
alterado es la posibilidad de concretar el fin perseguido por medio de ella.

En cuanto a los efectos de la frustración, su admisión conduce a la resolución del vínculo


contractual y, dado que el evento frustrante, en tanto técnicamente tal, es ajeno a la
conducta de las partes, no da lugar a resarcimiento, aunque sí quedarán firmes las

61
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

prestaciones cumplidas, no así las pendientes; ello, sin perjuicio de los pagos que
corresponda hacer con relación a lo devengado y aún no pagado, antes de producirse la
frustración.

Si se entregó algún adelanto en razón de una prestación que no podrá ya ser cumplida,
corresponde su restitución.

Las partes pueden acordar la compensación de gastos.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo; Sebastián


Picasso; Marisa Herrera

Actos abstractos: concepto, legislación comparada, casos.

Se denomina acto jurídico abstracto a aquel desligado e independizado de su causa, que


funciona con abstracción de ella. Las obligaciones que emergen de dichos actos se
denominas abstractos. Se trata de una construcción jurídica de origen alemán creada para
facilitar el tráfico jurídico, dotándolo de mayor seguridad.

En los actos abstractos la inexistencia, falsedad, o ilicitud de la causa final no es discutible,


mientras no se haya cumplido la obligación, salvo que la ley disponga lo contrario (art
282). Se quiere con ello independizar el efecto jurídico de las posibles vicisitudes,
anomalías o irregularidades de que pueda adolecer el acto jurídico en los aspectos
causales. Sus efectos abran de producirse a pesar de estas circunstancias, de modo que el
destinatario o beneficiario del efecto jurídico no tenga que verse afectado por ella.

Una concepción causal resulta siempre mas favorable para los deudores; en
contraposición, una que pone epicentro en la abstracción causal, protege mas
efectivamente los derechos del acreedor, al desvincular su derecho de cuestiones de esa
naturaleza.

La abstracción causal puede transitar por el plano sustancial o meramente procesal.

62
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Conforme a la primera, la causa que motiva al acto jurídico no es requisito para la eficacia
del mismo, siendo suficiente la declaración de voluntad de la parte con la forma adecuada
exigida para el negocio en particular. La declaración es autónoma y produce efectos por si
sola, con independencia de la causa. Tal lo que sucede con la promesa autónoma de
deuda que prevé el art 734 y con algunas figuras de garantías autónomas (autoliquidables
o a primera demanda).

De acuerdo con la segunda, la causa que motiva el acto no puede ser discutida en
determinados procesos judiciales, o entre ciertos objetos procesales, y se caracteriza por
los efectos que produce en el proceso.

Cuando se hace referencia al carácter abstracto de un titulo valor, por ejemplo, se quiere
con ello significar que el portador legitimo del título está legitimado para exigir el crédito
o ejercitar el derecho incorporado a la misma con independencia de los actos que dieron
lugar a su creación (por ejemplo, aunque quien es deudor cartular, según ellos, no esté
obligado a pagar). El titulo goza de una presunción de legitimidad que impide ingresar a
todo debate que competa a factores ajenos a su formalidad, en particular aquellos
relativos a la relación sustancial que le dio origen (art 1815, 1816, 1821).El deudor debe
cumplir primero y ulteriormente accionar la repetición correspondiente.

Todo debate sobre la validez de la relación sustancial debe ser ventilado entre las partes
en un proceso de conocimiento a parte; de allí, por ejemplo, que la defensa del abuso de
firma en blanco sea una cuestión no susceptible de tratamiento en juicio ejecutivo, pues
excede los límites restringidos de cognición de tales procesos.

Los señalado anteriormente no significa que las obligaciones abstractas carezcan de causa;
por el contrario, la tienen, sólo que operan respecto de ellas la limitación antes
mencionada, que puede tener alcances variables según los supuestos.

Pizarro.

63
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

PV. Reconocimiento. Concepto. Legislación comparada: siesta francés, alemán, franco-


italiano. El reconocimiento abstracto de deuda y el declarativo. Sistema argentino.
Reconocimiento causado. Reconocimiento abstracto como promesa autónoma.

Reconocimiento De las obligaciones

A) el reconocimiento de la obligación es un acto jurídico por el cual alguien admite la


existencia de una obligación a su cargo. En ese sentido dice el código civil argentino (art.
718):

"el reconocimiento de una obligación es la declaración por la cual una persona reconoce
que está sometida a una obligación respecto de otra persona".

El reconocimiento de obligación es típicamente un acto jurídico, porque se refiere a la


admisión de la existencia de la obligación, para estar a las consecuencias que en derecho
correspondan.

He aquí una finalidad jurídica que especifica al hecho voluntario como acto jurídico.

El reconocimiento es un acto jurídico comprobatorio, no formal, por lo que quien lo hace


puede elegir la forma que le parece mas apropiada.

B) Puntualizada esa libertad de formas, nos detendremos: 1) en el reconocimiento expreso;


2) en el reconocimiento tácito.

1) reconocimiento expreso. Es el que se practica con la intención de hacer constar la


existencia de la obligación.

Puede hacerse por instrumento público o privado. También puede hacerse verbalmente,
pero hecho bajo esa forma se ha considerado que no es suficiente la prueba cuando la ley
exige documentar por escrito los contratos de determinado valor (aplicación por analogía).

64
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2) reconocimiento tácito. Es el que surge de los hechos de conducta obrados por el


deudor, si persuaden con certidumbre acerca de su voluntad de admitir la existencia de la
obligación:

es el caso típico del pago que induce presuntivamente la existencia de la voluntad del
deudor de aceptar la deuda.

C) efectos. El reconocimiento de la deuda produce efectos comprobatorios e interruptivo


de la prescripción pendiente.

D) legislación comparada. En legislación comparada se advierten diversas corrientes.

1) el código civil francés, art. 1337, legisla sobre el "acte recognitif", concebido como
instrumento o título de la deuda. Su único efecto es interrumpir la prescripción (art. 2248,
c. C.

Francés), pues tal instrumento de reconocimiento debe ser completado con la prueba de la
preexistencia de una obligación, salvo que el título originario haya sido transcripto en el
"acte recognitif".

2) el código civil alemán (parágrafos 780 y 781) lo regula en cambio como titulo o
instrumento constitutivo de la deuda: es un reconocimiento creador de obligaciones.

3) el proyecto franco-italiano de las obligaciones, le atribuye un doble efecto: constituye


medio de prueba de la obligación, e interrumpe la prescripción.

QUEDO MEDIO INCOMPLETO

65
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad 3: Efectos. Cumplimiento.

PI. Efectos: concepto. Tiempo de producción. Efectos con relación al acreedor: concepto,
efectos principales y auxiliares. Efectos con relación al deudor: concepto y enunciado.

Efecto.

Los efectos de las obligaciones son las consecuencias que ellas producen. Surgen de la
dinámica de la relación obligacional, pudiendo proyectarse sobre el acreedor (a través de
una serie de normas para que el acreedor cobre) y también sobre el deudor (deberes
correlativos al deber de cumplir).

ARTICULO 730.- Efectos con relación al acreedor.

La obligación da derecho al acreedor a:

66
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

a. emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha obligado;

b. hacérselo procurar por otro a costa del deudor;

c. obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes.

Si el incumplimiento de la obligación, cualquiera sea su fuente, deriva en litigio judicial o


arbitral, la responsabilidad por el pago de las costas, incluidos los honorarios
profesionales, de todo tipo, allí devengados y correspondientes a la primera o única
instancia, no debe exceder del veinticinco por ciento del monto de la sentencia, laudo,
transacción o instrumento que ponga fin al diferendo.

Si las regulaciones de honorarios practicadas conforme a las leyes arancelarias o usos


locales, correspondientes a todas las profesiones y especialidades, superan dicho
porcentaje, el juez debe proceder a prorratear los montos entre los beneficiarios.

Para el cómputo del porcentaje indicado, no se debe tener en cuenta el monto de los
honorarios de los profesionales que han representado, patrocinado o asistido a la parte
condenada en costas.

ARTÍCULO 731.- Efectos con relación al deudor.

El cumplimiento exacto de la obligación confiere al deudor el derecho a obtener la


liberación y el de rechazar las acciones del acreedor.

Tiempo de producción:

Las obligaciones pueden presentar efectos inmediatos o diferidos, según que ellos operen
desde su propio nacimiento o desde una fecha posterior.

Así los efectos serán inmediatos si las virtualidades de la obligación se devengan desde su
propia constitución, al no estar sometidas a modalidad alguna que demore sus efectos,
tratándose de una obligación pura y simple en tal caso.

67
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

También tendrán efectos inmediatos el supuesto de ineficacia pendiente, en que una


obligación inicialmente vigente se ve sometida posteriormente a una condición resolutoria.
(Se produce comitantemente con el surgimiento de la obligación- pagliotto)

En cambio, los efectos serán diferidos en el supuesto de eficacia pendiente, esto es cuando
la obligación se encuentra en un estado inicial de latencia, que requiere del acaecimiento
de un hecho condicionante de tipo suspensivo, que tiene por virtualidad “despertar” a la
obligación y conferirle plenos efectos, pues hasta ese momento la exigibilidad de la
obligación se posterga.

Desde otro punto de vista, los efectos se pueden clasificar en instantáneos y permanentes.

Los primeros, también llamados de ejecución única, se agotan con una prestación unitaria,
en un solo y mismo instante en que se produce el cumplimiento, nacen y mueren en un
mismo acto, como ocurre en la compraventa de contado por parte de una máquina.

Los efectos permanentes, fluyentes o de larga duración son aquellos que se prolongan en
el tiempo.

Esta ultima categoría admite una subclasificacion:

A. Efectos continuados, supuesto en que no hay solución de continuidad de la


prestación.
B. Efectos periódicos, fluyentes o de tracto sucesivo, en los que existen episodios
prefijados de ejecución, la que se distribuye y reitera a lo largo del tiempo
preestablecido o determinable, pero no indefinido. Son aquellas que generan
créditos de vencimiento periódico, que nacen cada cierto tiempo y son susceptibles
a renacer por largos periodos; suelen ser obligaciones cualitativamente muy
importantes y cuantitativamente nada desdeñables. Tales obligaciones tienen una
perdurabilidad en el tiempo y su cumplimiento no se produce por un acto único,
sino por una sumatoria de cumplimientos o pagos cada cierto tiempo.

Messa.

68
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Efectos con relación al acreedor y al deudor.

Cuando mencionamos a los efectos de las obligaciones, hacemos alusión a las


consecuencias que se derivan de la relación jurídica obligatoria. Dichas consecuencias que
se proyectan con relación al acreedor mediante una serie de dispositivos que se le brindan
a fin de que éste pueda obtener la satisfacción del interés que persigue a través de la
obligación, y con relación al deudor, garantizándole la posibilidad de cumplimiento de la
prestación asumida.

Mucho se ha discutido en la doctrina en cuanto al significado real que tiene denominación


“efectos de las obligaciones”. Al respecto, es dable destacar que la doctrina española
moderna ha considerado que tal denominación sólo se hacía referencia a las cuestiones
relativas a la ejecución voluntaria, separándola de los medios para la conservación del
patrimonio del deudor. Sin embargo, en la doctrina argentina esta cuestión terminológica
no suscitó demasiados inconvenientes, ya que si bien los autores clásicos (Salvat, lafaille)
habían utilizado el término “efectos” sólo para referirse a los mecanismos previstos por el
art 505 del CC con relación al acreedor, con el correr del tiempo, otros civilistas (borda,
llambias) han utilizado dicha denominación para hacer mención a las consecuencias de la
obligaciones, aunque distinguiendo los efectos de la relación jurídica obligatoria en
principales (normales y anormales)m y auxiliares o secundarios.

Siguiendo, pues, esta última línea del pensamiento, estimamos que los efectos con relación
al acreedor comprenden:

1. Los efectos principales, que son los mecanismos que el ordenamiento jurídico
brinda al acreedor a fin de que éste pueda ver satisfecho el interés licito al que
aspira mediante la obligación. Estos pueden ser, a su vez, normales (cuando dicha
satisfacción se obtiene en especie o in natura) o anormales.
2. Los efectos auxiliares, que son aquellos dispositivos legales con que cuenta el
acreedor a fin de mantener incólume e íntegro el patrimonio de su deudor. Ellos le
permitirán asegurar el cobro de su crédito: comprenden a las acciones de

69
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

integración y de deslinde (directa, simulación, de Inoponibilidad del acto celebrado


con fraude subrogatoria, etc), los privilegios y el derecho de retención las medidas
cautelares (embargo, inhibición general de bienes, anotación de la litis,
prohibiciones de innovar, prohibición de contratar, entre otras), etc.

Asimismo, los efectos con relación al deudor están regulados expresamente en el art 731
“el cumplimiento exacto de la obligación confiere al deudor el derecho a obtener la
liberación y el de rechazar las acciones del acreedor”.

Dejamos aclarado que no brindaremos tratamiento a todos los institutos que forman parte
de los efectos con relación al acreedor antes mencionado, sino tan sólo a aquellos que
resultan ser novedosos o han presentado cambios a la luz del nuevo CCC.

Costa

PII. Pago: concepto. Elementos.

Pago.

El pago es uno de los medios de extinción de las obligaciones que contempla el art
865CCC.

ARTÍCULO 865.- Definición.

Pago es el cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación.

El pago disuelve la relación obligacional que existe entre las partes, la realiza y, al elevarla a
su cenit, la liquida, con el pago, por tanto, el vinculo alcanza su plenitud y, a partir de
entonces, deja de surtir efectos, salvo la subsistencia de la responsabilidad por evicción y
vicias ocultos, o la posibilidad ulterior invalidación del pago que hace renacer la obligación,

“El pago es la extinción, de la obligación a consecuencia de su ejecución voluntaria por el


deudor”.

70
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En sentido estricto, pago es el cumplimento de la prestación debida, ya se trate de una


obligación de dar, de hacer o no hacer.

Messa

Pago significa: cumplir

Elementos: sujeto (solvens y accipiens), objeto, causa fuente y causa fin.

PIII. Sujetos del pago: Legitimacion activa: a) El deudor: distintos supuestos que pueden
pleantearse; efectos del pago por el deidor; capacidad para pagar; legitimación respecto
del objeto. B) Tercero: interesado y no interesado. Efectos del pago por tercero:
relaciones del tercero con el deudor; pago con asentimiento, en ignorancia y contra la
voluntad del deudor; relaciones del tercero con el acreedor; relaciones del deudor con el
acreedor. Deberes del solvens. Legitimacion pasiva: a) el acreedor, distintos supuestos
que pueden plantearse. Capacidad para recibir pagos y pago a tercero no autorizado; b)
Tercero indicado. C) Tenedor de un titulo al portador o endosado en blanco; d)
Acreedor aparente. Deberes del accipiens.

Los sujetos

Los sujetos son elementos esenciales en cualquier relación jurídica; en este caso, si bien no
se encuentran mencionados en la definición, se infiere su participación, ya que los arts. 879
y 883 CCyC regulan su actuación.

El legitimado activo para realizar el pago es el deudor, ya que es quien asumió dicho
compromiso frente al acreedor, aunque nada obsta a que el pago sea realizado por
terceros ajenos a la relación obligacional, atento a que lo que se busca es la satisfacción
del acreedor mediante el cumplimiento de la obligación.

Dicha satisfacción puede ser realizada por terceros que efectúen la prestación debida por
el deudor.

71
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El legitimado pasivo del pago es el acreedor.

Sin embargo pueden aceptar la prestación terceros ajenos a la obligación primitiva,


siempre que se encuentren debidamente habilitados o autorizados para percibir el mismo.

Comentario del código.

Para que el pago se verifique se requiere la presencia de dos personas:

Quien se Solvens, sujeto Accipiens, o Quien recibe el


halla obligado activo del pago SUJETOS DEL PAGO sujeto pasivo pago o en
al pago del pago cuyo favor se
hace.

Solvens.

ARTÍCULO 879.- Legitimación activa.

El deudor tiene el derecho de pagar.

Si hay varios deudores, el derecho de pagar de cada uno de ellos se rige por las
disposiciones correspondientes a la categoría de su obligación.

La realización del pago por el deudor satisface en forma perfecta la prestación debida; ello
atento a que dicho pago cumple los requisitos de sujeto, objeto, prestación y causa de la
obligación en la forma convenida por las partes.

El deudor tiene el derecho de pagar ya que cuenta con ius solvendi, y tiene el deber de
hacerlo ya que es el obligado a realizarlo, bajo apercibimiento de las acciones que pueda
entablar el acreedor para cobrar lo debido.

72
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El artículo distingue la situación del deudor único, de aquellas obligaciones


mancomunadas, en la que existen varios deudores, en cuyo caso la obligación de cada
deudor variará de acuerdo al tipo obligacional en que se encuentre inmerso

Podemos distinguir diversas situaciones:

a. Deudor:

si la obligación se encuentra conformada con un solo deudor, no existe inconveniente en


identificar al obligado al pago, ni cuánto es lo que el deudor debe abonar.

En tal caso, el deudor debe pagar todo lo que debe y entregar aquello a lo que se había
obligado, haciendo honor a los principio de integridad e identidad del pago.

b. Representantes:

el administrador es el representante legal del consorcio con el carácter de mandatario


exclusivo (art. 2065 CCyC) y, en tal función, realiza todas las gestiones administrativas y
judiciales propias de la función (art. 2067, inc. m, CCyC).

El albacea es el representante de la sucesión, cuando no hay herederos o cuando los


legados insumen la totalidad del haber sucesorio y no hay derecho a acrecer entre los
legatarios.

Además de realizar el inventario de los bienes, interviene en todos los juicios en que la
sucesión sea parte y posee facultades de administración de los bienes sucesorios (art. 2529
CCyC).

La persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales (art.
26 CCyC).

La persona incapaz que se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su


entorno y expresar su voluntad por cualquier modo se encuentra representada por el
curador (arts. 32 y 100 CCyC).

73
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las personas jurídicas son representadas por una persona designada conforme las
disposiciones del contrato constitutivo o por disposición legal, que tiene el poder de bligar
a la sociedad por todos los actos que no sean notoriamente extraños al objeto social (art.
58 de la ley 19.550).

Así, a modo ejemplificativo, podemos mencionar que en las sociedades en comandita


simple, “la administración y representación de la sociedad es ejercida por los socios
comanditados o terceros que se designen” (art. 136 de la ley 19.550); en la sociedad por
responsabilidad limitada, “la administración y representación de la sociedad corresponde a
uno o más gerentes, socios o no”(art. 157 de la ley 19.550) y en las sociedades anónimas
“la representación de la sociedad corresponde al presidente del directorio” (art. 268 de la
ley 19.550)

c. Herederos:

si el deudor fallece, la deuda se traspasa a las personas que son llamadas a sucederlo (arts.
2277 y 2280, in fine, CCyC).

Este llamado puede ser realizado en forma voluntaria por el causante, ya sea que le
transmita la totalidad de los bienes, caso del heredero testamentario, o solo una parte de
sus bienes, caso del legatario (art. 2278 CCyC).

En ausencia de testamento, la sucesión se defiere a los herederos legítimos: descendientes,


ascendientes, cónyuge supérstite o parientes colaterales hasta el cuarto grado (art. 2424
CCyC).

En ausencia de herederos testamentarios y de herederos legítimos, la herencia se declara


vacante, en cuyo caso el juez designa un administrador de esos bienes, que es el
encargado de pagar las deudas con los bienes dejados por el causante (arts. 2441 y 2442
CCyC).

Concluida su función, el saldo de los bienes se traspas al Estado (art. 2443 CCyC).

74
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d. Cesionarios:

el pago puede ser realizado por un tercero, si existe cesión de deuda, es decir, un acuerdo
entre acreedor, deudor y tercero, en el que pactan que el tercero pague la deuda, en cuyo
caso el deudor primitivo queda desobligado.

En dicho supuesto, si el acreedor no acepta la liberación del deudor, el tercero pasa a


integrar la relación jurídica como codeudor subsidiario (arts. 1632 y 1634 CCyC).

Un contrato con matiz diferente es el contrato de asunción de deudas, por la cual el


tercero pacta directamente con el acreedor el pago de la deuda, sin que tome intervención
en dicho acuerdo el deudor.

La diferencia radica en el hecho de que si el acreedor no libera al deudor de la obligación,


la asunción de deudas que ofrece el tercero se tiene por rechazada (art. 1633 CCyC).

e. Novación por cambio de deudor:

la novación es un modo extintivo, que permite remplazar una obligación anterior por otra
nueva, extinguiendo la primitiva obligación y creando otra obligación nueva, que la
suplanta (art. 933 CCyC).

La novación puede realizarse por cambio de deudor, que es uno de los elementos
estructurales de la relación.

En este caso, el acreedor acepta que otro deudor tome el lugar del primitivo deudor,
liberando y extinguiendo la obligación a su respecto.

El nuevo deudor toma el lugar del anterior obligado debiendo satisfacer la prestación al
acreedor (art. 936 CCyC).

ARTÍCULO 881.- Ejecución de la prestación por un tercero.

75
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La prestación también puede ser ejecutada por un tercero, excepto que se hayan tenido en
cuenta las condiciones especiales del deudor, o hubiere oposición conjunta del acreedor y
del deudor.

Tercero interesado es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede causar un


menoscabo patrimonial, y puede pagar contra la oposición individual o conjunta del
acreedor y del deudor.

Sin embargo, el artículo menciona que la prestación puede ser ejecutada por un tercero, es
decir por una persona ajena a los sujetos que celebraron la obligación.

Una lectura cuidadosa del artículo permite interpretar que existen dos clases deterceros
que pueden efectuar el pago:

a. Tercero interesado:

la noción de “tercero interesado” se encuentra ahora definida en el presente artículo,


precisando que es aquel sujeto que ante el incumplimiento de la obligación por parte del
deudor, puede sufrir un menoscabo en su patrimonio.

En tal virtud, al encontrarse en peligro de sufrir un daño, cuenta con un interés legítimo y
puede imponer el pago al acreedor.

El artículo lo estipula en forma expresa:

“puede pagar contra la oposición individual o conjunta del acreedor y deudor”.

Este derecho a pagar del tercero se deriva del ius solvendi, que le autoriza a imponer el
pago al acreedor y, en virtud de ello, le permite sortear la oposición que pudieran alegar
tanto el acreedor como el deudor, o ambos conjuntamente.

Una consecuencia de ello es la legitimación que se le otorga para efectuar el pago por
consignación, atento a que la imposibilidad de pagar, derivada de la oposición que pudiera
esgrimir el acreedor, sumada a la probabilidad de sufrir un daño patrimonial si no se

76
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

realiza el pago, configuraría un abuso del derecho por parte del acreedor, que es
inaceptable aceptar.

Podemos mencionar algunos casos de pago por terceros interesados, ajenos a la


obligación, como ser:

i. Tercer poseedor de inmueble hipotecado o de la cosa mueble prendada: el propietario


de bienes gravados con prenda o hipoteca puede disponer de los mismos, sin perjuicio de
los derechos que la ley otorga al acreedor hipotecario o prendario (art. 1009 CCyC).

En virtud de ello, el adquirente de los bienes, si el deudor no paga la garantía que los
grava, puede sufrir la venta del bien por la ejecución que realice el acreedor que goza de la
garantía sobre los mismos, que le permite perseguir el bien del patrimonio en que se
encuentre.

Por ello el adquirente, que es un tercero ajeno y no es el deudor de la garantía, se


encuentra facultado a pagar al acreedor para impedir la venta que este pudiera efectuar
(arts. 915, incs. b y c, y 916 CCyC).

ii. Constituyente de garantía real sobre un bien propio para asegurar una deuda ajena, en
cuyo caso, si el deudor no paga la deuda contraída, verá ejecutado su bien en
cumplimiento de la garantía otorgada.

b. Tercero no interesado:

el tercero no interesado es aquella persona ajena al vínculo obligacional que, ante el


incumplimiento de la obligación por parte del deudor, no sufre ningún menoscabo en su
patrimonio.

En virtud de ello, y como no posee ningún interés legítimo en dicha obligación, no puede
imponer el pago si se oponen en forma conjunta el acreedor y el deudor.

Una interpretación literal de la redacción pareciera indicar que si la oposición al pago se


realiza en forma individual, ya sea por el acreedor o por el deudor, el tercero no interesado

77
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

también gozaría del ius solvendi, es decir, que se encontraría en condiciones de imponer el
pago.

Como consecuencia de ello, si el acreedor se opone en forma individual a aceptar el pago


que desea realizar el tercero no interesado, este se encuentra legitimado activamente para
efectuar el pago mediante consignación judicial.

Accipiens.

ARTÍCULO 883.- Legitimación para recibir pagos.

Tiene efecto extintivo del crédito el pago hecho:

a. al acreedor, o a su cesionario o subrogante; si hay varios acreedores, el derecho al cobro


de cada uno de ellos se rige por las disposiciones correspondientes a la categoría de su
obligación;

b. a la orden del juez que dispuso el embargo del crédito;

c. al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte;

d. a quien posee el título de crédito extendido al portador, o endosado en blanco, excepto


sospecha fundada de no pertenecerle el documento, o de no estar autorizado para el
cobro;

e. al acreedor aparente, si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las circunstancias


resulta verosímil el derecho invocado; el pago es válido, aunque después sea vencido en
juicio sobre el derecho que invoca.

El acreedor, que reviste el carácter de sujeto activo de la obligación, en el acto del pago,
reviste el carácter de sujeto pasivo.

El acreedor es el legitimado pasivo del pago, es quien recibe la prestación que realiza el
deudor (que, en este caso, es el sujeto activo del pago).

78
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El pago recibido por el acreedor satisface el interés que este tenía en el vínculo
obligacional y en consecuencia extingue el crédito.

Sin embargo, existen otros sujetos además del acreedor, con la facultad de recibir el pago
que realice el legitimado activo, a quienes se denomina “accipiens” y cuya recepción
produce también la extinción del crédito.

2. Interpretación

Se verifican en la especie iguales extremos que los comentados al analizar el art. 879 CCyC,
pero en forma inversa, atento que nos referimos al legitimado pasivo

2.1. El acreedor único

Podemos distinguir diversas situaciones:

a. Acreedor:

si la obligación se encuentra conformada con un solo acreedor, no existe dificultad alguna


en identificar a quien debe cumplirse la prestación, ni a cuanto asciende el monto que se
debe entregar. En tal caso, el acreedor debe recibir todo lo que el deudor se encontraba
obligado a entregar, haciendo honor a los principios de integridad e identidad del pago.

b. Representantes:

si el acreedor es un Consorcio de Propietarios, quien se encuentra legitimado para recibir


el pago es el administrador, que es el representante legal del consorcio con el carácter de
mandatario exclusivo (art. 2065 CCyC) y en tal función realiza todas las gestiones
administrativas y judiciales propias de la función (art. 2067, inc. m, CCyC).

Si el acreedor es la sucesión del causante, el albacea es quien recibe el pago en virtud de


ser el representante de la misma, en aquellos casos en lo que no existen herederos
forzosos o cuando los legados insumen la totalidad del haber sucesorio y no hay derecho
a acrecer entre los legatarios.

79
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Además de realizar el inventario de los bienes, interviene en todos los juicios en que la
sucesión sea parte y posee facultades de administración de los bienes sucesorios (art. 2529
CCyC).

Si el acreedor es una persona menor de edad, se encuentran facultados a actuar en su


nombre sus representantes legales (art. 26 CCyC).

Si el acreedor es una persona incapaz que se encuentre absolutamente imposibilitada de


interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, quien se
encuentra facultado a recepcionar el pago es el curador (arts. 32 y 100 CCyC).

Si el acreedor es una persona jurídica quienes se encuentran facultados a recibir el pago


son los representes legales designados conforme las disposiciones del contrato
constitutivo o por disposición legal, que tiene el poder de extinguir el crédito que lo
vinculaba con el deudor (art. 58 de la ley 19.550).

Así, a modo ejemplificativo, podemos mencionar que en las sociedades en comandita


simple, “la administración y representación de la sociedad es ejercida por los socios
comanditados o terceros que se designen” (art. 136 de la ley 19.550); en la sociedad por
responsabilidad limitada, “la administración y representación de la sociedad corresponde a
uno o más gerentes, socios o no” (art. 157 de la ley 19.550); y en las sociedades anónimas,
”la representación de la sociedad corresponde al presidente del directorio” (art. 268 de la
ley 19.550).

El acreedor puede efectuar una representación convencional, mediante el contrato de


mandato, en cuyo caso otorga poder para que un tercero reciba el pago en su nombre
(art. 1319 CCyC)

c. Herederos

si el acreedor fallece, el crédito se traspasa a los herederos, que son las personas que son
llamadas a sucederlo (arts. 2277 y 2280, in fine, CCyC).

80
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Este llamado puede ser realizado en forma voluntaria por el causante, ya sea que le
transmita la totalidad de los bienes, caso del heredero testamentario, o solo una parte de
sus bienes, caso del legatario (art. 2278 CCyC).

En ausencia de testamento, la sucesión se defiere a los herederos legítimos: descendientes,


ascendientes, cónyuge supérstite o parientes colaterales hasta el cuarto grado (art. 2424
CCyC).

En ausencia de herederos testamentarios y de herederos legítimos, la herencia se declara


vacante, en cuyo caso el juez designa un administrador de esos bienes, que es curador,
encargado de recibir los pagos de los deudores del causante (arts. 2441 y 2442 CCyC).

Concluida su función, el saldo de los bienes se traspasa al Estado (art. 2443 CCyC).

d. Novación por cambio de acreedor:

la novación es un modo extintivo que permite reemplazar una obligación anterior por otra
nueva, extinguiendo la primitiva obligación y creando otra obligación nueva, que la
suplanta (art. 933 CCyC).

f. La novación puede realizarse por cambio de acreedor, en cuyo caso el deudor acepta
que otro acreedor tome el lugar del primitivo acreedor, extinguiendo la obligación a su
respecto.

El nuevo acreedor, al tomar el lugar del anterior, es quien se encuentra facultado a recibir
el pago del deudor (art. 937 CCyC).

PIV. Objeto del pago. Requisitos: a) Identidad. Excepciones y seudoexcepciones. B)


Integridad. Excepciones y seudoexcepciones. Pluralidad de relaciones obligaciones que
son satisfechas separadamente. Propiedad de la cosa. Créditos embargados o

81
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

prendados. Ausencia de fraude a otros acreedores. C) Puntualidad. D) Localización:


lugar de pago designado y no designado.

Objeto del pago.

ARTÍCULO 867.- Objeto del pago.

El objeto del pago debe reunir los requisitos de identidad, integridad, puntualidad y
localización.

Para que el pago realizado por el deudor sea válido, debe reunir ciertos requisitos
esenciales para que el acreedor no pueda rehusarse a recibirlo.

El objeto del pago responde esencialmente a la pregunta: ¿qué debo pagar?

El objeto del pago debe coincidir con el cumplimiento de la prestación.

En tal virtud, si la obligación es de dar, debe coincidir el objeto con la cosa que debe ser
entregada.

Si la obligación es de hacer, la prestación del deudor deberá concordar con el hecho


esperado por el acreedor.

Si la obligación es de no hacer, la abstención debida es lo que espera el acreedor.

2. Interpretación

La respuesta a la pregunta ¿qué debo pagar? resulta insuficiente para determinar si el


pago realizado es perfecto.

Esto se debe a que el objeto del pago no solo está relacionado con el requisito de la
identidad entre lo adeudado y lo pagado, sino a que el objeto del pago conlleva otros
requisitos que deben concurrir al momento del cumplimiento de la obligación.

82
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Estos requisitos son los que enumera este artículo: identidad, integridad, puntualidad y
localización, y se encuentran analizados en los arts. 868, 869, 870, 871, 873 y 874 CCyC,
aplicables a cualquier tipo de obligación.

Sin embargo, si la obligación consiste en entregar una cosa con el fin de transmitir el
dominio de la cosa al acreedor, a dichos artículos deben sumarse los requisitos que
establecen el art. 876 CCyC, relacionado con la ausencia de fraude a otros acreedores; el
art. 877 CCyC, vinculado con la disponibilidad de la cosa que se da en pago y el art. 878
CCyC, relacionado con la propiedad de la cosa con que se paga.

Si el principio de identidad respondía a la pregunta:

¿qué se debe?, el principio de integridad responde a la pregunta:

¿cuánto debo pagar?

Mientras la respuesta al primer interrogante es de índole cualitativa, la respuesta al


segundo interrogante —que se encuentra relacionado con la cantidad debida— es de
índole cuantitativa.

Así, el deudor paga bien, si paga el objeto debido en forma íntegra.

En este sentido, la CSJN ha sostenido que “para que el pago libere al deudor es necesario
que reúna las condiciones que la ley de fondo exige para su validez respecto del
cumplimiento exacto de la obligación, la que en el caso debió estar integrada con los
intereses legales dado el retardo en el que había incurrido la ejecutada”.

Además, cuando la finalidad de la obligación consiste en la transmisión del dominio de la


cosa al acreedor, se le agregan los requisitos de propiedad y de disponibilidad del bien
objeto de la prestación.

En tal virtud, el deudor debe detentar el dominio sobre la cosa con que paga y la cosa
debe estar libre de prenda o embargo, es decir que el bien debe encontrarse expedito y el
pago debe ser hecho sin que exista fraude respecto de otros acreedores del deudor.

83
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los requisitos de identidad y de integridad son considerados como requisitos esenciales


del objeto del pago y se encuentran normados en los arts. 868, 869 y 870 CCyC, a cuya
explicación remito.

En tanto, los requisitos de puntualidad y de localización son calificados como requisitos


circunstanciales del pago.

El principio de puntualidad responde a la pregunta: ¿cuándo debo pagar?, y se encuentra


relacionado con el tiempo en que debe producirse el cumplimiento de la obligación.

En cambio, el principio de localización responde a la pregunta:

¿dónde debo pagar?

Y se refiere al lugar donde debe cumplirse la obligación.

La observancia de todos los requisitos enumerados (identidad, integridad, puntualidad y


localización) implica un pago exacto e impide que el mismo pueda ser rechazado por el
acreedor.

En estas circunstancias, y ante el rechazo del acreedor a la recepción del pago, el deudor
cuenta con remedios legales para imponerlo; a la vez, origina la mora del acreedor con la
posibilidad de liberación y extinción del crédito si el deudor realiza el pago mediante la
consignación judicial.

Al contrario, la falta de observancia de alguno de los requisitos mencionados implica la


realización de un pago imperfecto que da derecho al acreedor a rehusarse a recibir el
mismo, con la consiguiente posibilidad de iniciar las acciones judiciales correspondientes
para perseguir su ejecución forzada, mediante el inicio de las acciones judiciales.

Comentarios de CCC

Excepciones y cuasi-excepciones al principio de integridad.

 Obligaciones facultativas

84
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTÍCULO 786.- Concepto.

La obligación facultativa tiene una prestación principal y otra accesoria.

El acreedor solo puede exigir la principal, pero el deudor puede liberarse cumpliendo la
accesoria.

El deudor dispone hasta el momento del pago para ejercitar la facultad de optar.

1. Introducción

El artículo define con claridad a esta clase de obligación, en consonancia con lo que
disponía el art. 643 CC aunque con mayor laxitud, debido a que incluye el derecho de
ambos contrayentes en el reclamo de cumplimiento.

Se la define como aquella en la cual el deudor tiene la potestad de pagar la obligación


sustituyendo una prestación —principal— por otra —accesoria—.

2. Interpretación

Se trata de un supuesto de obligaciones de objeto disyunto, donde varias prestaciones


integran el objeto debido, facultándose al deudor a pagar una sola de ellas para liberarse.

Se entiende que esta clase de obligaciones importan una falsa disyunción, desde el punto
de vista del objeto debido.

Es que el carácter facultativo de esta clase de obligaciones no se refiere a la prestación


debida —principal—, sino a la posibilidad que la ley otorga al deudor al permitirle
sustituirla por otra —accesoria—, especificada en el título de la obligación, configurándose
una dación en pago autorizada por los contrayentes.

A diferencia de lo que acontece con las obligaciones alternativas, aquí no existe una
verdadera indeterminación, sino que se autoriza a una forma especial de pago.

85
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Es decir, como indica la norma, el objeto de la obligación se conforma con una prestación
principal y otra accesoria o subsidiaria, que integra la obligación como medio de liberación
del deudor,presentándose como una forma de pago cancelatoria (como, por ejemplo, en el
caso de que el vendedor se obliga a entregar la unidad, reservándose el derecho de suplir
el cumplimiento mediante el pago de la seña doblada).

El carácter facultativo no se refiere a la prestación debida sino a la posibilidad que tiene el


deudor de sustituirla por otra, indicada previamente en el título de la obligación.

Es decir, se le permite al deudor reemplazar la prestación principal por otra idónea para el
pago, individualizada al momento de constituirse la deuda.

2.1. Objeto

El objeto de las obligaciones facultativas es plural o compuesto, conformado por una


prestación principal, verdadero objeto de la deuda, y otra accesoria o subsidiaria,
considerada como un medio de liberación reconocido al deudor en el contrato.

La naturaleza de las obligaciones facultativas se determina únicamente por la prestación


principal, verdadero objeto de la deuda.

En el caso de las obligaciones alternativas su naturaleza depende de la ulterior elección


que se realice del objeto; en las facultativas, se define desde el momento inicial de su
constitución.

Por otro lado, existe disparidad entre los distintos objetos susceptibles de ser dados en
pago, lo cual deriva en que alguno es debido —prestación principal— y otro no —
prestación accesoria—, aunque sí es apto para el pago.

Otra característica es que la opción funciona siempre a favor del deudor, a diferencia de lo
que ocurre en las obligaciones alternativas, donde puede autorizarse al acreedor o,
eventualmente, a un tercero (“irregulares”).

86
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las prestaciones tienen una relación de dependencia correspondiente al concepto de


principal y accesoria.

Su objeto puede referirse tanto a prestaciones de dar, de hacer o de no hacer; como así
también la facultad sustitutiva puede recaer en las modalidades o circunstancias de
cumplimiento de la obligación, a saber: tiempo, lugar o forma del pago (contado, cuotas,
con intereses).

La facultad de sustituir la prestación debida por otra puede emanar tanto de la voluntad
de los particulares (contrato o testamento), como también surgir de una disposición legal
(por ejemplo, el art. 1559 CCyC autoriza al donatario a liberarse de la obligación de
alimentos a favor del donante, devolviendo los bienes donados, o su valor si los hubiese
enajenado).

2.2. Opción

Corresponde únicamente al deudor, quien goza de la facultad de sustituir la prestación


debida —principal— por otra idónea para el pago —accesoria—; mientras que el acreedor
solo puede exigir el cumplimiento de la principal, ya que, de lo contrario —en caso de
autorizarle la opción—, se estaría en presencia de una obligación alternativa irregular, no
de una facultativa.

El artículo, con claridad meridiana, establece que el deudor dispone hasta el momento del
pago para ejercer la facultad de optar, superando así las discrepancias doctrinarias y
coincidiendo con el criterio que imponía la necesidad del pago para que hubiese legítimo
ejercicio de la opción, ya que el obligado está autorizado a sustituir el objeto del pago,
mas no el debido, pues de lo contrario se estaría frente a un supuesto de novación
objetiva.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

 Obligaciones de dar dinero.

87
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTÍCULO 765.- Concepto.

La obligación es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de moneda, determinada


o determinable, al momento de constitución de la obligación.

Si por el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que no
sea de curso legal en la República, la obligación debe considerarse como de dar
cantidades de cosas y el deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda de curso
legal.

Importante: No es de orden público (ya hay doctrina y jurisprudencia). Es otra excepción al


principio de identidad). Pagliotto.

Introducción

El Código regula en este artículo la obligación de dar sumas de dinero, definiéndola como
aquella que el deudor debe cierta cantidad de moneda, determinada o determinable, al
momento de constitución de la obligación.

Si la obligación tiene por objeto una moneda que no sea de curso legal en la República,
establece que aquella debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el deudor
puede liberarse dando el equivalente en moneda curso legal.

2. Interpretación

2.1. Obligaciones de dar sumas de dinero

Son aquellas que se dan cuando el deudor debe cierta cantidad de moneda que sea de
curso legal, determinada o determinable al momento de la constitución de la obligación.

El Código las distingue de las obligaciones de valor, tal como se explica en el comentario al
art. 772 CCyC.

88
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El carácter de curso legal de una moneda significa que el dinero goza de sanción y de
proclamación estatal, y como consecuencia de ello, es irrecusable como instrumento de
pago cuando es ofrecido por el deudor en cumplimiento de su obligación.

En el ámbito nacional, solo el peso tiene curso legal de conformidad con lo establecido
expresamente en el art. 38 de la ley 12.155 de creación del BCRA, en las disposiciones de
su Carta Orgánica —ley 20.539—, y en el art. 7º de la ley 23.928.

El curso forzoso, en cambio, significa la calidad de curso legal aplicada al papel moneda
inconvertible.

De allí que esta cualidad de la moneda está compuesta de dos elementos; por un lado, la
regla de curso legal, vinculada a la relación deudor-acreedor y, por el otro, la regla de
inconvertibilidad, vinculada a la relación emisor del billete-tenedor.

De este modo, en nuestro sistema monetario, antes de la reforma que introdujo la ley
25.561 a la ley de convertibilidad (23.928), la moneda —peso— tenía curso legal pero no
tenía carácter forzoso por ser convertible.

Actualmente, en el sistema monetario argentino coexisten dos monedas, el peso (decreto


2128/1991), que reemplazó al austral convertible, de curso legal y forzoso; y el peso oro de
la ley 1130, que se utiliza como unidad de cuenta en supuestos muy específicos como el
previsto en el Código Aeronáutico (arts. 144 y 145) y en la Ley General de Navegación (arts.
175, 331 y 337 de la ley 20.094).

2.2.2. El régimen del Código Civil y Comercial

El Código se aparta de la solución del Anteproyecto, en cuanto mantenía la solución


consagrada por el art. 617 CC, y al igual que el Código de Vélez dispone que:

“Si por el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que no
sea de curso legal en la República, la obligación debe considerarse como de dar

89
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

cantidades de cosas y el deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda de curso


legal”.

Es decir que, frente a una obligación de dar moneda que no sea de curso legal, el deudor
puede liberarse mediante la entrega de la moneda pactada o bien de su equivalente en
moneda nacional.

La solución luce orientada a incentivar el pago en moneda nacional de deudas pactadas en


moneda extranjera, tratándose del criterio que, con matices y variantes, prevalece en el
derecho comparado.

Con relación al texto del artículo, se ha expresado que cuando alude al régimen de
obligaciones de dar cantidades de cosas, se efectúa una remisión a un vacío legal, puesto
que estas obligaciones que existen en el CC (arts. 606 a 615), no han sido contempladas
por el Código; y que el error en que se incurre consiste en suponer que tratando a una
obligación en moneda extranjera como dineraria, se impide que pueda ser pagada en
moneda nacional, pues el legislador puede determinar que toda obligación de dar una
suma de dinero que deba cumplirse en territorio argentino, cualquiera sea la moneda que
se hubiese determinado, puede hacerse efectiva en moneda nacional.

Para algunos, la solución que consagra el artículo tiene carácter dispositivo y permite que,
salvo pacto o disposición legal en contrario (por ej., art. 1390 CCyC), el deudor se libere de
una deuda en moneda extranjera pagando el equivalente en dinero nacional.

Es decir que, el deudor solo podrá hacer uso del derecho de conversión cuando en la
convención nada se haya estipulado al respecto, es decir, cuando solo se haya establecido
el pago en moneda extranjera sin que la entrega de la cosa sea elemento esencial de la
obligación, o sin que se establezcan formas alternativas de adquirir la cosa si no se
encuentra en el mercado nacional, o de valorizar en forma diferente a la cotización oficial
de la moneda.

90
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este sentido, se ha expresado que no se trata de una norma de orden público, por lo
que las partes podrán pactar la entrega específica en moneda extranjera.

Pero si la contraprestación no tiene una conexión con la moneda extranjera pactada,


entonces se estaría utilizando como un modo de actualizar la deuda en moneda nacional, y
esto implica violar la prohibición de indexar instituida por los arts. 7º y 10 de la ley 23.928,
regla esta de orden público e inderogable por las partes, por lo cual el deudor podrá
liberarse entregando la cantidad de moneda nacional equivalente a la moneda extranjera
pactada.

 Dación de pago.

ARTÍCULO 942.- Definición.

La obligación se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago una


prestación diversa de la adeudada.

ARTÍCULO 943.- Reglas aplicables.

La dación en pago se rige por las disposiciones aplicables al contrato con el que tenga
mayor afinidad.

El deudor responde por la evicción y los vicios redhibitorios de lo entregado; estos efectos
no hacen renacer la obligación primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio de terceros.

Toda regla tiene su excepción. Pagliotto.

Concepto

Si bien la redacción del CC se refería a este instituto como “pago por entrega de bienes”, la
doctrina coincidía —dado su origen proveniente del derecho romano— en denominarlo
dación en pago.

91
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Al respecto, cabe señalar que el principio de identidad que rige el objeto del pago dispone
el deber del deudor de entregar la misma cosa a cuya entrega se obligó, al par que faculta
al acreedor a no ser forzado a recibir una prestación disímil a la convenida (art. 868 CCyC).

Es una consecuencia lógica del respeto que merecen los contratos, en tanto nadie puede
modificar sus condiciones unilateralmente.

Ahora bien, nada obsta a que el acreedor acepte de modo voluntario algo diferente a lo
estipulado.

El pleno ejercicio de la autonomía privada de las partes permite que, de común acuerdo, el
deudor se libere ejecutando una prestación distinta a la originalmente establecida.

Ello es así, en la medida que no se afecte el orden público, ni se perjudique a terceros.

Por ejemplo, supóngase que Juan tiene una deuda con Pedro por la entrega de una
pintura de Pablo Picasso, que al momento de cumplimiento intenta liberarse haciendo
entrega de una pintura de Salvador Dalí, y que el acreedor la recibe voluntariamente
prestando conformidad.

En este supuesto, se producirá el modo extintivo de las obligaciones de la dación en pago.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera.

 Otra cuasi o pseudo-excepcion es el pago con cheque. La obligación no se


extingue con la entrega del cheque sino cuando la parte tiene en su poder el
dinero que ha de retirar con el cheque.

Identidad.

ARTÍCULO 868.- Identidad.

El acreedor no está obligado a recibir y el deudor no tiene derecho a cumplir una


prestación distinta a la debida, cualquiera sea su valor.

92
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Introducción*

El principio de identidad del pago conjuga en un solo artículo lo que expresaban los arts.
740 y 741 CC.

Este artículo es válido para ambas partes de la obligación.

Tanto el acreedor como el deudor no se encuentran obligados a recibir o a efectuar una


prestación distinta de la debida.

Dicho artículo pone su foco en el requisito de identidad de la prestación y por tal motivo
abarca a todas las obligaciones sin distinción, ya sea la obligación de dar, de hacer o de no
hacer.

La observancia del requisito de identidad al momento de efectuarse el pago otorga


seguridad jurídica a la vinculación entre las partes.

Ello así, en tanto ambas partes conocen, desde el nacimiento de la obligación, la prestación
debida.

En tal virtud, ninguna de las partes puede en forma unilateral modificar dicha prestación.

Esto es así, aun cuando el deudor quiera pagar con alguna cosa de mayor valor de la
debida, la cual no se encuentra constreñido a aceptar y, en el otro extremo de la relación,
el acreedor no puede exigir una prestación distinta de la debida, aunque esta sea de
menor valor a la pactada.

2. Interpretación

2.1. Ámbito de aplicación

93
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Este principio alcanza su mayor rigor en las obligaciones de dar cosas ciertas, en las cuales
al estar determinada la individualidad de la cosa que se debe entregar, no existe
posibilidad de entregar otra cosa que la debida.

Lo mismo sucede en aquellas obligaciones de hacer, normadas en el art. 776 CCyC, que
señala que la prestación no puede ser realizada por un tercero cuando el deudor fue
elegido para realizarla por sus cualidades personales, es decir, en aquellas obligaciones de
hacer intuitu personae, en las cuales la prestación es infungible y no puede ser realizada
por una persona distinta del deudor.

Sin embargo, el principio de identidad no es absoluto, y si ambas partes se ponen de


acuerdo, pueden extinguir la obligación con una cosa distinta de la debida, pero en este
caso nos encontraríamos ante otro modo de extinción, cual es la dación en pago (art. 942
CCyC).

2.2. Excepciones al principio

A pesar de que el artículo bajo análisis no deja resquicio para una interpretación distinta,
dicho artículo no es absoluto y el deudor, en algunas situaciones, puede pagar con una
prestación distinta de la debida, extinguir la obligación y obtener su liberación.

2.2.1. Obligaciones facultativas

El art. 786 CCyC establece que la obligación facultativa es aquella que tiene una prestación
principal y otra accesoria.

El deudor paga en forma perfecta mediante el cumplimiento de la prestación debida con el


pago de la obligación principal, sin embargo el deudor “puede liberarse cumpliendo la
accesoria”.

Es decir que el deudor se encuentra facultado a pagar con la prestación accesoria.

De esta manera, el deudor sustituye el objeto de la obligación y cumple acabadamente la


misma pagando con la prestación accesoria, distinta de la principal.

94
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.2.2. Obligaciones de género

Otra excepción al principio de identidad se encuentra en aquellas obligaciones de género,


legisladas en el art. 762 CCyC.

Las obligaciones de género son una especie dentro de las obligaciones de dar cosas
inciertas.

Las mismas se distinguen porque la prestación no se encuentra determinada al celebrarse


la obligación, sino que se determinan al momento de la individualización de la cosa, lo cual
sucede en un período posterior.

Estas obligaciones tienen por objeto cosas inciertas no fungibles, es decir, que se
encuentran identificadas por su género pero no en su individualidad.

En virtud de ello, procedería el pago de una cantidad de cosas de mejor calidad que la
debida, ya que la individualización de la cosa que será objeto de la obligación corresponde
al deudor.

Si bien el artículo menciona que la calidad de la cosa elegida debe corresponder a una
calidad media, nada impide que el deudor elija una cosa de mayor o menor valor,
flexibilizándose en dicha situación el riguroso principio de identidad.

Luego de realizada la elección de la cosa que será objeto de la obligación, el deudor ha


individualizado la cosa con que va a pagar.

A partir de dicha individualización la obligación que se celebró como obligación de


género, se transforma en una obligación de dar cosas cierta.

En tal virtud, el deudor deberá entregar únicamente aquella cosa que ha sido
individualizada.

2.2.3. Obligaciones de dar cantidades de cosas

95
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las obligaciones de dar cantidades de cosas son una especie dentro de las obligaciones de
dar cosas inciertas.

En estas obligaciones lo que se determina al momento de la celebración de la obligación


es la especie, cantidad y calidad de cosas que son fungibles entre sí.

El CCyC incluye las obligaciones de dar cantidades de cosas dentro de las obligaciones de
género en el art. 762 CCyC.

Al tratarse de cosas fungibles el deudor puede sustituir una cosa por otra dentro de la
especie, cantidad y calidad pactada, en cuyo caso también el principio de identidad puede
verse afectado.

Este tipo de obligaciones dependen de una individualización, la cual se produce cuando las
cosas son contadas, pesadas o medidas.

A partir de dicha individualización la obligación de dar cantidades de cosas se convierte en


una obligación de dar cosa cierta, atento que se debe pagar con la cosa que se ha
individualizado.

En estas obligaciones el principio de identidad se flexibiliza, ya que el acreedor puede


recibir una mayor cantidad de la debida, o recibir cosas de mejor calidad de la debida

2.2.4. Obligaciones de dar sumas de dinero

Las obligaciones de dar sumas de dinero son una especie de las obligaciones de dar
cantidades de cosas.

El CCyC la define en el art. 765 y señala que “la obligación es de dar dinero si el deudor
debe cierta cantidad de moneda”.

Dicho artículo se completa con lo establecido en el art. 766 CCyC que indica que “el
deudor debe entregar la cantidad correspondiente de la especie designada”.

96
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El principio de identidad se aplica cuando el deudor al momento del cumplimiento entrega


al acreedor la especie designada de la moneda convenida.

Sin embargo dicho principio no es categórico, atento las vicisitudes que pueden
producirse y que se mencionan en el párrafo siguiente.

2.2.4.1. Obligaciones de dar moneda nacional

Las obligaciones de dar moneda nacional se rige por los artículos mencionados en el
punto anterior.

Sin embargo cuando existe un cambio de moneda, el deudor paga bien, con la nueva
moneda.

Eso es lo que ocurrió cuando el peso sustituyó al austral.

El deudor pagaba bien con el peso, aunque la obligación primitiva se hubiera constituido
estando vigente el signo monetario anterior (austral).

2.2.4.2. Obligaciones de dar moneda extranjera

Las obligaciones de dar dinero que se pactaron pagar con moneda extranjera, se
encuentras estipuladas en el art. 765 CCyC, que establece que “la obligación debe
considerarse como de dar cantidades de cosas y el deudor puede liberarse dando el
equivalente en moneda de curso legal”.

En virtud de lo expuesto, el deudor de una obligación pactada en moneda extranjera, paga


bien entregando moneda nacional al vencimiento de la obligación, sin vulnerar el principio
de identidad que rige respecto del objeto del pago.

2.2.5. Pago con cheque

El pago con cheque no es considerado un pago en el sentido técnico jurídico con que se
define el pago.

97
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ello así, atento que si bien el cheque es un instrumento de pago, no extingue la obligación
ni libera al deudor hasta tanto el mismo sea cobrado por el acreedor.

La entrega del cheque se considera una promesa de pago y no un pago en sí mismo.

En caso de que el acreedor acepte el pago con un cheque, el mismo encuadraría dentro
del concepto de “dación en pago”, en el cual el acreedor recibe voluntariamente una
prestación diversa de la adeudada con el objeto de extinguir la obligación.

2.2.6. Depósito en cuenta bancaria

Es claro que no existe identidad entre el depósito en la cuenta bancaria del acreedor y el
pago.

Ello significa que el acreedor tiene un crédito contra la entidad bancaria, conforme lo
establecido en el art. 1390 CCyC.

Dicho depósito no extingue la obligación ni libera al deudor, hasta tanto el acreedor no


retire los fondos del banco depositario.

2.2.7. Giro bancario

Indica el art. 1402 CCyC que “los créditos o títulos valores recibidos al cobro por el banco
se asientan en la cuenta una vez hechos efectivos”, por tal razón parte de la doctrina
considera que el giro bancario representa para el acreedor mayor seguridad de cobro,
atento que el banco únicamente extiende la constancia correspondiente, una vez que los
fondos se encuentran depositados.

Sin embargo, más allá de la seguridad al cobro que significa para el accipiens no resulta
ser un pago en sentido estricto.

2.2.8. Dación en pago

La dación en pago comparte con el pago el hecho de que ambos son modos extintivos de
las obligaciones.

98
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sin embargo en la dación en pago, el acreedor recibe en forma voluntaria una prestación
diversa de la debida por el deudor.

En tal virtud, el principio de identidad no se encuentra presente en la dación en pago y no


puede considerarse un pago en el sentido técnico de su definición.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Integridad.

ARTÍCULO 869.- Integridad.

El acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, excepto disposición legal o


convencional en contrario.

Si la obligación es en parte líquida y en parte ilíquida, el deudor puede pagar la parte


líquida.

El principio de integridad es otro de los principios esenciales referidos al objeto del pago.

Establece que el deudor no puede exigirle al acreedor la recepción de un pago parcial o


incompleto.

Se considera que el pago cumple con este principio cuando este incluye el bien debido
con sus accesorios.

La CSJN sigue dicho lineamiento y considera que el pago es íntegro si este “cubría la
totalidad del capital, gastos e intereses devengados hasta dicha oportunidad”

2. Interpretación

2.1. Ámbito de aplicación

Este principio se aplica a todo tipo de obligaciones.

99
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En las obligaciones de dar cosa cierta para transmitir el dominio, el cumplimiento de la


misma comprende la entrega de la cosa con sus accesorios (art. 746 CCyC), es decir, con
todo lo que se encuentre edificado o plantado en la misma (art. 1945 CCyC).

El Código trae diversos ejemplos aplicables a la esfera contractual:

1. lo establece el art. 1140 CCyC, al disponer que en los contratos de compraventa “la cosa
debe entregarse con sus accesorios”;

2. igualmente, en el contrato de comodato, son obligaciones del comodatario la restitución


de la cosa al acreedor con sus frutos y accesorios (art. 1536 CCyC);

3. de igual forma, en los contratos de leasing, el dador acuerda la tenencia de un bien con
más los “servicios y accesorios necesarios para el diseño, la instalación [y] puesta en
marcha”del mismo (art. 1233 CCyC);

4. en las obligaciones de hacer, tal el caso del contrato de transporte, el transportista no


solo está obligado a trasladar al pasajero al lugar de destino, sino también a garantizar su
seguridad, tanto física como material incluyendo su equipaje y pertenencias, durante todo
el trayecto del viaje (art. 1289 CCyC), dicha obligación si bien es a accesorias de la
principal, consistente en llevar al pasajero a su destino, integra el contrato celebrado;

5. la transferencia de títulos valores comprende “los accesorios que son inherentes a la


prestación en él incorporada”(art. 1818 CCyC).

El artículo también es aplicable en la esfera extracontractual, respecto a la reparación del


daño derivado de la violación del deber de no dañar a otro, cuyo resarcimiento debe ser
pleno (art. 1740 CCyC) abarcando todos aquellos daños que se encuentren en una relación
de causalidad adecuada con el hecho que los produjo.

En atención a lo expuesto, el acreedor puede rehusarse a aceptar un pago que sea


incompleto o que solo represente parte de la prestación debida.

2.2. Excepciones al principio de integridad

100
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.2.1. Acuerdo de partes

El mismo artículo bajo análisis indica, dentro de las excepciones al principio de integridad,
el acuerdo entre las partes o las disposiciones legales que lo autoricen.

Ello así, atento a que en el derecho creditorio prima la autonomía de la voluntad.

Lo que las partes acuerden es la ley a la que las partes deben someterse (art. 959 CCyC).

En este sentido, las normas del CCyC solo son de aplicación supletoria.

La autonomía de la voluntad que detentan las partes al celebrar el contrato permite


sostener que la relación obligacional tiene su fundamento en el principio de libertad
negocial; en virtud de ello, si bien el acreedor no se encuentra obligado a recibir pagos
parciales, puede pactar con el deudor la modalidad de pago en cuotas.

Lo que el artículo del Código evita es la imposición unilateral de un pago incompleto por
parte del deudor,; sin embargo, si deudor y acreedor acuerdan pagos parciales o diferidos,
están facultados para efectuarlos.

Este acuerdo de partes se rige por la libertad de formas, atento a que no se encuentra
comprometido el orden público y el CCyC no impone una forma solemne para efectuarlo.

En virtud de ello, el convenio puede ser explícito si las partes lo pactan expresamente, sea
en forma verbal o escrita, o puede ser acordado tácitamente, en el caso, que el deudor
pague parcialmente la deuda y el acreedor acepte voluntariamente el mismo, conforme el
art. 264 CCyC.

2.2.2. Deuda en parte líquida

El mismo art. 869 CCyC introduce la primera excepción al indicar que el deudor se
encuentra facultado a pagar solo la parte líquida de la deuda, en aquellos casos en los que
la obligación sea en parte líquida y en parte ilíquida.

101
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El CC, en la nota al art. 819, indicaba que la deuda líquida es “aquella cuya existencia es
cierta y cuya cantidad se encuentra determinada”.

Esta excepción se basa en el hecho de que al no encontrarse determinada la parte ilíquida


de la obligación no puede exigirse su pago hasta que se determine la misma, so pena de
efectuarse un pago incompleto de lo debido.

2.2.3. Pago con beneficio de competencia

El beneficio de competencia es un derecho que se otorga al deudor, que es quien decide


acogerse al beneficio.

En dicho caso, el deudor realiza un pago parcial de la deuda, sujeto a lo que buenamente
pueda pagar, conforme lo dispuesto por el art. 892 CCyC.

El resto de la deuda se difiere al momento en que el deudor mejore de fortuna o fallezca,


atento el carácter personalísimo del beneficio, el cual no se traspasa a los herederos del
deudor.

Este derecho es de carácter excepcional, pueden utilizarlo únicamente aquellos deudores


que explícitamente enumera el art. 893 CCyC y se otorga en virtud de la especial relación
que mantiene el deudor con el acreedor; nótese que los únicos beneficiados son los
ascendientes, descendientes, colaterales hasta el segundo grado, cónyuge o conviviente y
donante.

2.2.4. Pago a mejor fortuna

A diferencia de lo mencionado en el punto anterior, el pago a mejor fortuna es aplicable a


cualquier deudor.

Sin embargo, dicha forma de pago requiere del consentimiento del acreedor, según lo
establecido en el art. 889 CCyC, que señala “las partes pueden acordar que el deudor
pague cuando pueda o mejore de fortuna”.

102
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El CCyC indica en el art. 891 que dicho pago se establece “en beneficio exclusivo del
deudor” es un derecho personalísimo, en tanto no se transmite a los herederos de este,
quienes deberán abonar la misma como si la obligación fuese pura y simple.

2.2.5. Compensación legal

La compensación legal como medio de extinción de la obligación se realiza neutralizando


las deudas hasta el monto que alcance la menor (art. 921 CCyC).

En tal caso, el acreedor solo cobra el saldo que no logró neutralizarse.

Sin embargo, ello no es una excepción al principio de integridad, sino una consecuencia de
haber incidido en dicha relación jurídica, este medio de extinción.

Al tratarse de una compensación impuesta por la ley, no es factible que las partes rehúsen
sus efectos, en virtud de que el mismo se produce ministerio legis desde que ambas
deudas coexisten, es decir, desde que ambas deudas reúnen los requisitos establecidos en
el art. 923 CCyC.

2.2.6. Imputación legal del pago

Si bien es cierto que, si las partes lo acuerdan, el pago puede ser realizado en forma
parcial; también es cierto que la falta de acuerdo entre ellas impide el pago fragmentado,
como consecuencia del principio de integridad del pago.

Sin embargo, puede suceder que el deudor se encuentre obligado al pago de distintas
acreencias con el mismo acreedor y no posea bienes suficientes para hacer frente a todas
ellas.

En tal situación si al momento de efectuar el pago no asigna la deuda que saldará con la
prestación, y siempre que el acreedor no haya imputado el pago recibido a una
determinada deuda, la ley establece la forma en que deben imputarse los bienes
entregados a fin de saldar las mismas.

103
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este sentido, el art. 902, inc. b, CCyC señala que “cuando las deudas son igualmente
onerosas, el pago se imputa a prorrata”.

En virtud de ello, el CCyC permite el pago parcial de deuda, cuando el deudor no tuviere
bienes suficientes para saldar todas las acreencias asignando en forma proporcional los
bienes entregados a las deudas debidas.

Es decir, que lo que se encuentra vedado tanto al acreedor como al deudor, que es el pago
parcial, se encuentra autorizado por la ley, en el caso de la imputación legal.

2.2.7. Ejecución forzada: facultades del juez

Si el deudor no cumple con lo debido en el tiempo estipulado, el acreedor dispone de


medios para procurarse el pago adeudado.

Así lo dispone el inc. a del art. 730 CCyC cuando señala que el acreedor se encuentra
facultado a “emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha
obligado”.

Uno de los medios legales de los que dispone el acreedor es la acción judicial, ya sea para
proceder a la ejecución forzada de la deuda o para solicitar la indemnización
correspondiente, en caso de incumplimiento definitivo de la obligación.

A lo largo del articulado, el Código faculta a los jueces a morigerar las pretensiones de los
acreedores, sean estas originadas tanto en la esfera contractual como en la
extracontractual, la reducción se realiza siempre con fundamento en la equidad.

Ejemplo de ello encontramos en las obligaciones de dar dinero respecto de las cuales el
art. 771 CCyC dispone que “los jueces pueden reducir los intereses cuando la tasa fijada o
el resultado que provoque la capitalización de intereses excede, sin justificación y
desproporcionadamente, el costo medio del dinero para deudores y operaciones similares
en el lugar donde se contrajo la obligación”.

104
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En forma similar se encuentra normada la reducción del monto de la pena, en el caso de


cláusulas penales desproporcionadas con la gravedad de la falta que sancionan, en
comparación con el valor de la prestación debida.

En dicho caso, “los jueces pueden reducir las penas (...) [si] configuran un abusivo
aprovechamiento de la situación del deudor (art. 794 CCyC).

Es aplicable también en los contratos de locación de obra o locación de servicios cuando el


locador o comitente desisten unilateralmente del contrato, en cuyo caso la ley lo obliga a
indemnizar al locatario o prestador de la obra o servicio, todos los gastos y trabajos
realizados así como la utilidad que hubiera podido obtener.

Al respecto el art. 1261 CCyC dispone que “el juez puede reducir equitativamente la
utilidad si la aplicación de la norma conduce a una notoria injusticia”.

Igualmente se encuentra estipulado en el contrato de juego o apuesta al disponer el art.


1610 CCyC que “el juez puede reducir la deuda directamente originada en el juego si
resulta extraordinaria respecto a la fortuna del deudor”.

En la esfera extracontractual el juez cuenta con idénticas facultades; en caso de que se


haya establecido una punición excesiva para prevenir daños, ya sea por aplicación de
condenaciones pecuniarias administrativas, penales o civiles, el juez puede fijar
prudencialmente su monto (art. 1714 CCyC) o dejar la medida sin efecto total o
parcialmente (art. 1715 CCyC).

El Código mantiene la atenuación de la indemnización por razones de equidad,


permitiendo al juez morigerar la indemnización en función del patrimonio del deudor
siempre que el hecho que haya ocasionado el daño no sea atribuible a dolo del deudor
(art. 1742 CCyC).

2.2.8. Pago parcial de cheque

105
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La Ley de Cheques (24.452) introduce en el art. 31 la posibilidad del pago parcial de la


cartular, al cual su portador no puede rehusar.

En esta situación, el girado “puede exigir que se haga mención de dicho pago en el cheque
y que se otorgue recibo”.

Es dable destacar que el cheque conserva todos sus efectos por el saldo impago.

2.2.9 Pago parcial de letra de cambio y de pagaré

Similar supuesto encontramos respecto de la letra de cambio y del pagaré, cuya regulación
por el decreto-ley 5965/1963 estipula ,en el art. 42, que “El portador no puede rehusar un
pago parcial”, encontrándose en tal situación el girado a recibir el mismo.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera.

Pluralidad de relaciones obligacionales.

Si una persona tiene varias obligaciones con otra y no paga una, no se viola el principio de
integridad.

Obligaciones que se fraccionan en la deuda.

Pasa a ser simplemente mancomunada, si un deudor y no los otros deudores no se viola el


principio.

Propiedad de la cosa.

ARTÍCULO 878.- Propiedad de la cosa.

El cumplimiento de una obligación de dar cosas ciertas para constituir derechos reales
requiere que el deudor sea propietario de la cosa.

El pago mediante una cosa que no pertenece al deudor se rige por las normas relativas a la
compraventa de cosa ajena.

106
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El deudor debe encontrarse legitimado para transmitir el dominio de la cosa objeto del
pago; dicho requisito es una condición de validez del mismo.

El acreedor, en caso de que el deudor no sea el titular dominial de la cosa, puede


válidamente rehusarse a recibir el pago.

Sin embargo, el artículo permite que el deudor pague con una cosa ajena.

Para que el pago realizado en dichas circunstancias sea considerado válido, es necesario
que el acreedor haya tomado conocimiento al momento de recibir la cosa que la misma no
pertenecía al deudor, e igualmente la haya aceptado, en cuyo caso será aplicable al caso lo
normado por el art. 1132 CCyC.

2. Interpretación

2.1. Obligaciones de dar cosas ciertas para transmitir derechos reales

Las obligaciones de dar cosas ciertas pueden clasificarse, según la función económica
jurídica en:

a. obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales (conf. arts. 750 al 758
CCyC);

b. obligaciones de dar cosas ciertas para restituirlas a su dueño (arts. 759 al 761 CCyC);

c. obligaciones de dar cosa cierta para transferir su uso (arts. 749 y 1189 y ss. CCyC); y

d. obligaciones de dar cosa cierta para transferir la tenencia (arts. 749 y 1356 y ss. CCyC).

El art. 878 CCyC establece que el deudor debe ser propietario de la cosa que va a entregar
al acreedor, si la finalidad de la entrega es la constitución de derechos reales.

Ello es una consecuencia de lo normado en el art. 399 CCyC, que dispone que “nadie
puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el que tiene, sin perjuicio de
las excepciones legalmente dispuestas”; y es un requisito de validez del pago.

107
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si el deudor no es el propietario de la cosa, dicho pago es anulable, atento a que el


verdadero dueño del bien se encuentra facultado para perseguir el mismo en poder de
quien se encuentre (art. 1886 CCyC), en cuyo caso el pago realizado sería un pago precario,
porque el acreedor se vería sometido a la posibilidad de que el verdadero dueño reclame
la restitución del bien.

2.2. Sistema de transmisión de cosas

En el sistema argentino existe una diferencia entre el derecho a la cosa (ius ad rem) y el
derecho sobre la cosa (ius in re); mientras el primero constituye una obligación de dar para
constituir derechos reales, el segundo, una vez realizada la entrega, constituye un derecho
real sobre la cosa.

Para ello es importante conocer a partir de qué momento se adquiere el dominio de una
cosa cierta, para saber en qué momento pasamos de tener un derecho creditorio (derecho
a la cosa), para comenzar a tener un derecho real (derecho sobre la cosa).

La tradición, es decir, la entrega de la cosa, sigue siendo el sistema elegido por el CCyC
para transmitir el dominio.

Así lo establece el art. 750 CCyC:

“El acreedor no adquiere ningún derecho real sobre la cosa antes de la tradición, excepto
disposición legal en contrario”.

Ello es aplicable a la transmisión de cosas muebles no registrables, en las cuales la entrega


por parte del deudor de la cosa debida transmite el dominio de esta.

En cambio, si la transmisión del derecho de propiedad recae sobre inmuebles, se requiere


la concurrencia del título y del modo, es decir que la tradición (modo) debe estar
acompañada de la escritura pública (título) a fin de inscribir dicha transmisión en el
Registro de Propiedad.

108
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La mentada inscripción tiene fines declarativos, es decir, de publicidad frente a terceros,


con el objeto de difundir la transmisión de dominio efectuada (art. 1892 CCyC).

Párrafo aparte merece la adquisición de automotores, atento a que no alcanza con la


tradición del vehículo para transmitir el dominio de la cosa.

En este caso se requiere la inscripción de la transferencia en el Registro de Propiedad


Automotor.

Dicho requisito deriva del efecto constitutivo que reviste la inscripción en dicho Registro y
que es un acto independiente y distinto del contrato que lo origina.

En estos casos la inscripción en el Registro de la Propiedad es presupuesto necesario para


transmitir el dominio sobre el rodado (art. 1° del decreto-ley 6582/1958, ratificado por la
ley 14.467).

En virtud de lo expuesto, para transmitir el dominio sobre el la cosa, es requisito que el


deudor sea el propietario de la cosa, ya que es una condición de legitimidad del pago.

2.3. Efectos del pago con cosa ajena

El art. 878 CCyC señala la posibilidad de que el deudor entregue al acreedor, en pago de la
obligación, una cosa que no le pertenece, en cuyo caso remite a las reglas sobre
compraventa de cosa ajena.

El CCyC no invalida per se el acto si el deudor paga con un bien ajeno.

Para invalidar tal acto se requiere que el deudor entregue el bien, como si fuera propio
cuando en realidad no le pertenece, en tal situación el acto se encontraría viciado, a
consecuencia del error esencial que conlleva.

Pero si el deudor entrega la cosa, haciendo saber al acreedor que la misma no le


pertenece, el CCyC considera válido dicho cumplimiento, remitiendo a la regulación del
contrato de cosa ajena.

109
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ahora bien, de la lectura del art. 1008 CCyC que regula el contrato de compraventa de
cosa ajena, se desprende que el deudor puede asumir diversas conductas, las cuales
inciden en el cumplimiento de la obligación.

En primer lugar, el deudor puede entregar la cosa ajena al acreedor y garantizarle a este la
transmisión de la misma a su favor.

En tal supuesto el deudor se está comprometiendo a obtener del verdadero dueño la


transmisión del bien, objeto de la prestación.

Si el verdadero dueño no convalida la transmisión o no se aviene a realizar la misma, el


deudor será responsable de los daños y perjuicios ocasionados al acreedor.

En segundo lugar, el deudor puede entregar la cosa ajena pero no garantiza su


transferencia, sino que promete su diligencia para que el dueño transfiera el dominio de la
cosa a nombre del acreedor.

En este caso, el deudor no promete la transferencia sino que promete hacer todo lo
posible para que el dueño transmita el dominio, en cuyo caso si el verdadero dueño no
convalida el acto, el deudor no debe los daños y perjuicios, en cuanto el acreedor aceptó la
entrega de una cosa ajena a su propio riesgo.

Salvo que por culpa del deudor la transmisión del bien no se realice.

Finalmente, en el tercer supuesto el deudor entrega los bienes ajenos como propios, en
cuyo caso es responsable de los daños y perjuicios que ocasione al acreedor, derivada de
la acción de nulidad que conlleva el acto engañoso (art. 758 CCyC).

2.3.1. Acción de nulidad

Si el deudor paga con una cosa ajena como si esta cosa le perteneciera, el acreedor puede
solicitar la nulidad del acto, en los términos de los arts. 388 y 389 CCyC.

110
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La nulidad será relativa, atento que el interés protegido es el del acreedor, única persona
que puede invocarla; asimismo, la nulidad afecta a todo el acto, es total.

Para que la acción de nulidad sea viable, el acreedor debe ser de buena fe, es decir, que el
acreedor debe sostener que ignoraba al momento de recepción de la cosa objeto del
pago, que era ajena y que no pertenecía al deudor, en dichos términos lo establece el art.
1918 CCyC que señala que “El sujeto de la relación de poder es de buena fe si no conoce,
ni puede conocer que carece de derecho, es decir, cuando por un error de hecho esencial y
excusable está persuadido de su legitimidad”.

2.3.3. Acción de reivindicación

El propietario, para defender el derecho real de dominio, posee diversos remedios legales
para hacer frente a los ataques que pudieran afectar el ejercicio del derecho de propiedad.

La acción de reivindicación es uno de ellos y se encuentra regulada por el art. 2252 CCyC y
ss.

Dicha acción le permite al propietario “defender la existencia del derecho que se ejerce por
la posesión y corresponde ante actos que producen el desapoderamiento” (art. 2248
CCyC).

Mediante la reivindicación, el titular del derecho de dominio puede obtener la restitución


del bien de su propiedad, que se encuentra en manos de un tercero (en este caso ,el
acreedor que recibió como pago la cosa ajena).

Dicho derecho no puede ejercitarse si el tercero, poseedor de la cosa ajena, se ha


convertido en propietario de la misma, por efecto de la prescripción adquisitiva en los
términos de los arts. 1897, 1898 y 1899 CCyC.

Otra excepción al éxito de la acción reivindicatoria ocurre si la cosa entregada por el


deudor es una cosa mueble no registrable, en cuyo caso la posesión se adquiere por el
apoderamiento de la cosa y la buena fe del tercero es suficiente para adquirir el derecho

111
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

real de dominio y repeler la acción del propietario, en cuyo caso es de aplicación la


máxima “la posesión de buena fe de cosa mueble no robada ni perdida vale título” (arts.
1895, 1922 y 1923 CCyC).

2.3.4. Acción de daños y perjuicios

En el caso, que la reivindicación no fuera posible, el propietario de la cosa puede pretender


la reparación del daño ocasionado, tanto del deudor, como del acreedor.

Sin embargo, si inicia la acción de daños y perjuicios contra el deudor, y este repara el
daño ocasionado al propietario de la cosa, dicha reparación inhibe la posible reivindicación
del bien que pudiera intentar el propietario contra el acreedor.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

El art te lleva al art 1132.

ARTICULO 1132.- Cosa ajena.

La venta de la cosa total o parcialmente ajena es válida, en los términos del artículo 1008.
El vendedor se obliga a transmitir o hacer transmitir su dominio al comprador.

Y te lleva al art 1008.

ARTÍCULO 1008.- Bienes ajenos.

Los bienes ajenos pueden ser objeto de los contratos.

Si el que promete transmitirlos no ha garantizado el éxito de la promesa, sólo está


obligado a emplear los medios necesarios para que la prestación se realice y, si por su
culpa, el bien no se transmite, debe reparar los daños causados.

Debe también indemnizarlos cuando ha garantizado la promesa y ésta no se cumple.

112
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El que ha contratado sobre bienes ajenos como propios es responsable de los daños si no
hace entrega de ellos.

Créditos embargados o prendados.

ARTÍCULO 877.- Pago de créditos embargados o prendados.

El crédito debe encontrarse expedito.

El pago de un crédito embargado o prendado es inoponible al acreedor prendario o


embargante.

Mientras el art. 875 CCyC regula los requisitos que debe poseer la persona que realiza el
pago, esto es la capacidad para disponer, el art. 877 CCyC dispone igual requisito para los
objetos que se dan en pago, es decir, que los mismos se encuentren disponibles o
expeditos para que el pago realizado resulte eficaz.

En caso de que el objeto del pago se encuentre embargado o prendado, dicho pago es
inoponible al acreedor embargante o prendario que se ve perjudicado con dicha entrega.

2. Interpretación

Los bienes que integran el patrimonio del deudor representan la garantía que poseen los
acreedores en caso de incumplimiento de la obligación.

No solo garantizan la deuda los bienes que el deudor poseía al momento de contraer la
obligación, sino que los bienes futuros que pudiera adquirir constituyen la garantía común
para los acreedores (art. 743 CCyC).

Sin embargo, los acreedores pueden solicitar diversas medidas, tendientes a garantizar de
una manera más eficaz el cumplimiento del crédito.

En dicha categoría se enrolan la prenda y el embargo.

2.1. El embargo del crédito

113
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El embargo es una medida preventiva, de carácter judicial, que únicamente puede ser
decretada el juez competente con el fin de individualizar una determinada cosa del deudor
e inmovilizarla en el patrimonio de este, para así garantizar el cobro del crédito (art. 209
CPCCN), o para que el bien quede afectado a la ejecución del crédito (art. 233 CPCCN).

La forma de la traba del embargo difiere según se trate de cosas o de créditos.

En el primer caso cabe distinguir entre cosas registrables o no registrables.

En el caso en que el embargo tenga por objeto una cosa no registrable, basta con su
individualización, no resultando necesario su secuestro, en virtud de lo cual el deudor
sigue en posesión de la cosa embargada (art. 213 CPCCN).

En cambio, si la cosa es registrable, resulta suficiente la comunicación al Registro


respectivo, que se encarga de tomar nota de la traba y de publicitar frente a terceros la
medida realizada.

El embargo del crédito es una medida que solicita al juez el acreedor embargante para
garantizar un crédito propio y que se comunica al deudor del crédito a fin de que el
deudor del acreedor embargante no perciba la totalidad del crédito; ejemplo de ello es el
embargo del sueldo, la medida trabada por el acreedor embargante se pone en
conocimiento del empleador (tercero que es deudor del crédito) quien, ante la traba del
embargo, se encuentra impedido de entregar la totalidad del crédito-sueldo al empleado
(acreedor de crédito-sueldo).

El embargo se encuentra formalmente trabado sobre el crédito, una vez que haya sido
notificado el tercero deudor (533 CPCCN); en tal situación, si el tercero (deudor del crédito)
paga la totalidad del mismo al acreedor (deudor del acreedor embargante) el pago no será
válido y es declarado inoponible frente al acreedor embargante.

2.2. Créditos inembargables

La enumeración de los créditos inembargables no es taxativa y deriva de diversas leyes.

114
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

a. Las jubilaciones y pensiones, salvo por alimentos y litisexpensas (art. 46, inc. c, de la ley
18.037).

b. El salario mínimo vital y móvil, salvo por deudas de alimentos y litisexpensas (art. 120 de
la ley 20.744).

c. La remuneración anual complementaria (aguinaldo) de los empleados públicos (art. 5°


de la ley 12.915).

d. La indemnización por accidentes laborales (art. 11, inc. 1, de la ley 24.557).

e. El crédito por alimentos (art. 744, inc. g, CCyC).

f. Las indemnizaciones debidas al deudor por daño moral (art. 744, inc. f, CCyC).

g. Las indemnizaciones debidas al deudor por daño material derivado de lesiones a su


integridad psicofísica (art. 744, inc. f, CCyC).

2.3. La prenda del crédito

El art. 2219 CCyC dispone que el deudor puede constituir una prenda del crédito a favor
del acreedor para garantizar el efectivo pago del mismo.

La prenda se puede constituir sobre cualquier crédito que pueda ser cedido, es decir, que
se encuentre disponible para el deudor prendario (art. 2232 CCyC).

La prenda queda constituida cuando se cumpla con la notificación de su existencia al


deudor del crédito prendado (art. 2233 CCyC) y se procede a la entrega del título de
crédito donde consta la constitución del derecho real de garantía (art. 2219 CCyC).

Al igual que sucede con el embargo del crédito, la prenda vincula a tres personas:

1. el acreedor prendario, titular del derecho real de prenda, que recae sobre un crédito que
su deudor tiene contra un tercero;

2. el deudor prendario, que es quien constituye la prenda sobre un crédito propio; y

115
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2. el deudor del crédito prendado.

2.4. Efectos con relación al crédito embargado o prendado

Es dable señalar que ni el embargo, ni la prenda, inciden en la propiedad del crédito, el


cual sigue siendo del deudor, y por ello, goza de poder de disposición sobre el mismo.

Sin embargo el art. 2234 CCyC dispone que “el acreedor prendario debe conservar y
cobrar, incluso judicialmente, el crédito prendado”, aplicándose las reglas del mandato;
ello, en virtud de que si la prestación percibida consiste en dinero, el acreedor prendario
puede cobrarse lo debido de las sumas percibidas hasta cubrir su crédito.

Si existiese un saldo del crédito, debe restituirlo al acreedor primitivo (su deudor) y en
dicha oportunidad rendir las cuentas pertinentes.

Tanto el deudor prendario como el deudor cuyo crédito se encuentra afectado con un
embargo se encuentran inhibidos de percibir el crédito que tienen a su favor.

Es por ello que, si percibieran el pago íntegro de su crédito, dicho pago resultaría
inoponible al acreedor prendario o embargante, que serían los únicos legitimados para
deducir la acción.

Notificada la traba del embargo o la constitución de la prenda, aquel que pague al titular
del crédito, realiza un pago inoponible al acreedor embargante que puede solicitar el juez
que este responda con sus propios bienes por el pago efectuado (art. 533 CPCCN), por
aplicación de la máxima “quien paga mal, paga dos veces”.

Sin embargo, en dicha situación, el tercero notificado del embargo puede repetir el pago
indebido del acreedor del crédito, en los términos del art. 1796, inc. c, CCyC, por ser quien
percibió indebidamente la suma oblada.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo; Sebastián


Picasso; Marisa Herrera.

116
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ausencia de fraude a los acreedores.

ARTÍCULO 876.- Pago en fraude a los acreedores.

El pago debe hacerse sin fraude a los acreedores.

En este supuesto, se aplica la normativa de la acción revocatoria y, en su caso, la de la ley


concursal.

El fraude a los acreedores se produce cuando la persona que paga lo hace con el fin de
insolventarse o de evadir bienes para sortear la ejecución de los acreedores.

La intención de perjudicar a los demás acreedores es la causa fin del pago realizado.

Sin embargo, no todo pago que provoque la insolvencia del deudor es considerado un
pago fraudulento.

Puede suceder que el deudor haya pactado diversas obligaciones, en virtud de lo cual
debe pagar a distintos acreedores; la elección de un determinado acreedor para efectuar el
pago no conlleva necesariamente a considerar al pago realizado como fraudulento,
aunque el deudor carezca de bienes suficientes para pagar a los restantes.

Ello así, en tanto el pago realizado podía ser exigido por el acreedor y su incumplimiento
originaría la ejecución de sus bienes por parte del acreedor insatisfecho.

La buena fe es el prisma con el cual debe ser analizado el pago efectuado y, solo si el pago
que genera la insolvencia del deudor, no reviste la calidad de necesario a fin de evitar la
ejecución del mismo, y se conecta con el abuso de derecho, puede ser invalidado.

El artículo bajo análisis otorga a los acreedores el remedio de la acción pauliana o


revocatoria para sanear los efectos del pago fraudulento.

Son requisitos de dicha acción que el crédito sea de causa anterior al pago impugnado;
que el pago haya ocasionado la insolvencia o agravado la misma; y la connivencia con el

117
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

acreedor que recibió el pago, quien debía conocer que el pago originaba o agravaba la
insolvencia (art. 339 CCyC).

Principio de puntualidad.

ARTÍCULO 871.- Tiempo del pago.

El pago debe hacerse:

a. si la obligación es de exigibilidad inmediata, en el momento de su nacimiento;

b. si hay un plazo determinado, cierto o incierto, el día de su vencimiento;

c. si el plazo es tácito, en el tiempo en que, según la naturaleza y circunstancias de la


obligación, debe cumplirse;

d. si el plazo es indeterminado, en el tiempo que fije el juez, a solicitud de cualquiera de las


partes, mediante el procedimiento más breve que prevea la ley local.

El tiempo en que debe ser efectuado el pago.

La cuestión del plazo se encuentra relacionada con el modo de computar los intervalos del
derecho conforme la regulación del art. 6º CCyC, en el que se indica que “Los plazos
vencen a la hora veinticuatro del día del vencimiento respectivo.

El cómputo civil de los plazos es de días completos y continuos, y no se excluyen los días
inhábiles o no laborables”.

Es dable recordar que dicho artículo rige en forma subsidiaria y para el caso en que las
partes no hayan acordado al respecto, atento a que la libertad negocial permite que estas
dispongan que el computo del plazo se efectúe de manera distinta.

El Código no contiene disposición general respecto de aquellos términos o vencimientos


de obligaciones que se produzcan en días inhábiles.

118
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La única mención del CCyC al respecto se encuentra en forma particularizada para la


revocación de la aceptación en aquellos contratos de consumo que se celebren fuera del
local comercial o a distancia, en cuyo caso “si el plazo vence en día inhábil, se prorroga
hasta el primer día hábil siguiente” (art. 1110 CCyC).

La Ley de Cheques (24.452) menciona el tiempo en que debe efectuarse el pago si este
venciera en un día inhábil, disponiendo que “el cheque podrá ser presentado el primer día
hábil bancario siguiente al de su vencimiento” (art. 25).

Dichas normas pueden utilizarse analógicamente fundamentando la recepción del pago


cuyo vencimiento se produzca en días inhábiles.

2.2. Obligaciones de exigibilidad inmediata

El primer inciso menciona que las obligaciones de exigibilidad inmediata deben cumplirse
al momento de su nacimiento, o en la primera oportunidad que su índole lo consienta.

Ello así, atento la característica que revisten este tipo de obligaciones, también
denominadas “puras y simples”, que son exigibles desde el momento de su constitución.

Una obligación se considera de exigibilidad inmediata si no se encuentra sometida a las


modalidades de plazo o condición, en virtud de lo cual su cumplimiento no puede ser
postergado y debe ser cumplida inmediatamente o cuando el acreedor lo exija.

Atento a ello, las obligaciones de exigibilidad inmediata se constituyen y se cumplen en


forma simultánea; son obligaciones que presuponen ausencia de plazo

El CCyC trae ejemplos sobre el tiempo propio en que deben cumplirse este tipo de
obligaciones.

Así, el vendedor “debe entregar el inmueble inmediatamente de la escrituración, excepto


convención en contrario”(art. 1139 CCyC); producida la muerte del deudor beneficiado por
el pago a mejor fortuna, “la deuda se transmite a los herederos como obligación pura y
simple” (art. 891 CCyC); “también el usufructo puede ser establecido pura y

119
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

simplemente”(art. 2136 CCyC); “La oferta hecha a una persona presente o la formulada por
un medio de comunicación instantáneo, sin fijación de plazo, sólo puede ser aceptada
inmediatamente”(art. 974 CCyC); en el depósito gratuito el depositario puede “exigir del
depositante en todo tiempo, que reciba la cosa depositada”(art. 1359 CCyC).

2.3. Obligaciones de plazo determinado

En las obligaciones con plazo determinado, el pago debe realizarse el día del vencimiento.

El plazo determinado puede ser cierto o incierto, según que se encuentre determinado el
término del pago, conociendo el deudor con precisión la fecha en que este deberá
realizarse (por ejemplo, 14/11/2017), o que el plazo dependa de un hecho futuro que
inevitablemente acontecerá (por ejemplo, cuando ocurra el próximo eclipse de luna).

En ambos casos, el plazo puede encontrarse establecido expresa o tácitamente en función


de ese hecho cierto o incierto.

El plazo es una modalidad que modifica los efectos de la relación jurídica.

En este caso, postergando su cumplimiento hasta que ocurra el término previsto,


subordinando la exigibilidad de la prestación hasta que se produzca el vencimiento de la
obligación.

Es dable destacar que el plazo puede ser fijado por las partes o por la ley.

2.3.1. Obligaciones de plazo determinado cierto

En las obligaciones de plazo determinado cierto, el término en que debe realizarse el pago
se encuentra expresamente determinado por las partes y el mismo debe efectuarse el día
de su vencimiento.

El pago, por ende, debe ser realizado en dicha oportunidad, ni antes ni después.

Ello se encuentra reforzado por lo normado en el art. 872 CCyC respecto del pago
anticipado, el cual se encuentra en principio vedado.

120
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Luego de producido el vencimiento de la obligación, el deudor se encuentra en situación


de mora, y conforme lo dispuesto por el art. 886 CCyC, el deudor que quiera cumplir
deberá anexar al capital adeudado los intereses moratorios provocados por su
cumplimiento tardío.

El plazo determinado y cierto puede ser fijado por las partes o por la ley.

El CCyC trae diversos ejemplos de ello.

Así, al regular la cláusula penal, el Código menciona en su art 792 CCyC que “el deudor
que no cumple la obligación en el tiempo convenido debe la pena”; en el art. 1147 CCyC, al
regular la entrega de la cosa en el contrato de compraventa señala que “la entrega debe
hacerse dentro de las veinticuatro horas de celebrado el contrato”; en el contrato de
transporte, el art. 1284 CCyC refiere que “El transportista debe realizar el traslado
convenido en el plazo pactado en el contrato o en los horarios establecidos”; en el
contrato de mutuo cuando las partes han guardado silencio respecto del plazo para
restituir lo prestado, se establece que “el mutuario debe restituirlo dentro de los diez días
de requerirlo el mutuante” (art. 1528 CCyC).

Párrafo aparte merece el art. 1222 CCyC, el cual incorpora un requisito de orden procesal,
atento a que la intimación que establece, respecto del deudor moroso, es necesaria a
efectos de iniciar las acciones judiciales de desalojo. Pero si no se encuentran en dicha
situación, las partes deberán cumplir sus obligaciones en los plazos pactados en el
contrato.

2.3.2. Obligaciones de plazo determinado cierto conforme los usos del lugar

El plazo también se considera determinado si se cumple conforme los usos del lugar.

A lo largo del articulado, el CCyC incluye diversos casos de contratos en los que se aplica a
falta de convenio de las partes.

121
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Así lo encontramos en el contrato de locación de obra, que establece el plazo de garantía


que tiene el comitente para verifique la obra, sin que ello signifique la aceptación de la
misma, si “es de uso”en el lugar (art. 1272 CCyC); también lo estipula la regulación del
contrato de transporte: si no se encuentra convenido el plaz y los horarios en que debe
efectuarse, se realizará “de acuerdo a los usos del lugar en que debe iniciarse el
transporte”(art. 1284 CCyC); igualmente, en el contrato de consignación, el consignatario
se encuentra “autorizado a otorgar los plazos de pago que sean de uso en la plaza”(art.
1339 CCyC); asimismo, en el contrato de mutuo, el plazo que posee el mutuario para
restituir la cosa, si las partes no lo han convenido, será dentro de los 10 días de que lo exija
el mutuante “excepto lo que surja de los usos”(art. 1528 CCyC) y, del mismo modo, en el
contrato de agencia es obligación del empresario comunicar al agente “dentro del plazo
de uso”la aceptación o rechazo de la propuesta que le haya sido transmitida (art. 1484, inc.
d, CCyC) y, en igual forma, comunicar la ejecución o falta de ejecución del negocio
propuesto (art 1484, inc. e, CCyC).

2.3.3. Obligaciones de plazo determinado incierto

En las obligaciones de plazo determinado incierto, el término de cumplimiento se


subordina al acaecimiento de un hecho que inexorablemente ocurrirá, aunque no se
conoce con exactitud la fecha en la que el mismo se producirá, a partir del cual se computa
el plazo y/o se fija el término del cumplimiento.

El plazo incierto también puede ser fijado por las partes al acordar el hecho que debe
suceder para que se exija el cumplimiento de la prestación, o puede ser establecido por la
ley.

El Código incluye ejemplos de ello: al regular la extensión temporal del fideicomiso


testamentario indica que “el plazo máximo previsto en el art. 1668 se computa a partir de
la muerte del fiduciante”(art. 1699 CCyC).

122
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En los actos a título oneroso es nula la cláusula de inenajenabilidad que no fija plazo o fija
un plazo incierto o superior a 10 años; la misma se considera válida únicamente por diez
años.

2.4. Obligaciones de plazo tácito

En algunas obligaciones, el plazo no se encuentra determinado por las partes, pero la


naturaleza de la obligación o las circunstancias de la misma permiten colegirlo.

Las obligaciones de plazo tácito conforman una de las excepciones a la mora automática,
en virtud de que el plazo no se encuentra expresamente determinado (art. 887, inc. a,
CCyC), en cuyo caso puede fijarlo unilateralmente el acreedor.

Ello así, atento a que son obligaciones que se consideran de beneficencia ya que el único
que obtiene un provecho es el deudor, mientras que el acreedor en nada se beneficia.

Ello permite que el acreedor, pueda ponerle fin en cualquier momento:

para finiquitar el contrato, el acreedor deberá intimar fehacientemente al deudor


comunicando la fecha de pago y exigiendo el cumplimiento del mismo al deudor.

Estas obligaciones generalmente se encuentran enmarcadas bajo la forma de contratos


precarios.

Ejemplos de obligaciones de plazo tácito encontramos en:

1. el contrato de comodato: si no existe pacto respecto del plazo, “el comodante puede
reclamar la restitución en cualquier momento” (art. 1535, inc. e, CCyC);

2. la oferta sin plazo de aceptación: si se realiza a persona que no se encuentra presente, el


“proponente queda obligado hasta el momento en que puede razonablemente esperarse
la recepción de la respuesta, expedida por los medios usuales de comunicación” (art. 974
CCyC);

123
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

3. el contrato de mutuo donde la cosa debe ser restituida “dentro de los diez días de
requerirlo el mutuante” (art. 1528 CCyC).

Es dable destacar que el CCyC, en caso de duda respecto de si el plazo es tácito o


indeterminado, considera que es tácito (art. 887, in fine, CCyC).

2.5. Obligaciones de plazo indeterminado

En las obligaciones de plazo indeterminado, el término de cumplimiento no fue acordado


por ninguna de las partes, aunque se encuentre precisado el hecho (mejoría de fortuna del
deudor) a partir del cual el acreedor puede iniciar acciones para recibir lo que le es debido.

Tampoco es una obligación de plazo tácito, en tanto el acreedor no puede unilateralmente


exigir el pago, ya que el plazo de cumplimiento lo fija el juez, acción judicial mediante.

Así lo dispone el art. 889 CCyC: “Las partes pueden acordar que el deudor pague cuando
pueda, o mejore de fortuna; en este supuesto, se aplican las reglas de las obligaciones a
plazo indeterminado”.

Ahora bien, el CCyC omitió regular las obligaciones de plazo indeterminado en el Capítulo
3 respecto de las “clases de obligaciones”(art. 746 CCyC y ss.), aunque las menciona dentro
de las excepciones de constitución de mora automática señalando que “si no hay plazo, el
juez a pedido de parte, lo debe fijar mediante el procedimiento más breve que prevea la
ley local, a menos que el acreedor opte por acumular las acciones de fijación de plazo y de
cumplimiento, en cuyo caso el deudor queda constituido en mora en la fecha indicada por
la sentencia para el cumplimiento de la obligación”(art. 887, inc. b, CCyC), indicando cómo
se debe proceder ante dichas obligaciones y señalando las pautas procesales
correspondientes:

el juez no actúa de oficio si no a pedido de parte y el acreedor formulará su pretensión


utilizando el proceso más breve que, según la ley local, es el sumarísimo (art. 498 CPCCN)
para cumplir con el principio de contradicción y permitir escuchar a la parte deudora.

124
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Hasta que el juez no fije el plazo de cumplimiento, el deudor no se encuentra constituido


en mora.

La falta de fijación de plazo de la obligación incide en el cómputo del plazo de


prescripción de la acción, atento a que el plazo de prescripción comienza a computarse
desde que la obligación es exigible, en virtud de lo expuesto, recién cuando el juez
determine el plazo de cumplimiento judicialmente, comienza el cómputo del plazo de
cumplimiento y también se inicia el cómputo del plazo de prescripción.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera.

Localización.

ARTÍCULO 873.- Lugar de pago designado.

El lugar de pago puede ser establecido por acuerdo de las partes, de manera expresa o
tácita.

Concepto

El lugar de pago de la obligación constituye uno de los requisitos de las circunstancias del
pago, a fin de verificar la idoneidad del mismo.

El lugar acordado para el cumplimiento puede ser fijado en forma expresa o encontrarse
tácitamente determinado.

En este sentido, no existe problema en conocer el lugar de pago cuando las partes
expresamente lo han pactado en la obligación, pues en dicho lugar debe ser efectuado.

En cambio, se considera que el lugar fue acordado en forma tácita, si el mismo surge de las
circunstancias en que la obligación debe ser cumplida.

125
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Así, en la compraventa de semoviente, el lugar en que debe ser cumplida la obligación es


en el corral de los animales; en una locación de obra, cual puede ser pintar un inmueble, el
lugar de pago coincide con la ubicación del inmueble.

Sin perjuicio de ello, si bien el acuerdo de partes, referido a la fijación del lugar de pago, es
la regla principal, se aplica en caso de silencio y en forma residual, lo establecido en el art.
874 CCyC.

ARTÍCULO 874.- Lugar de pago no designado.

Si nada se ha indicado, el lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo del


nacimiento de la obligación.

Si el deudor se muda, el acreedor tiene derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en


el anterior.

Igual opción corresponde al deudor, cuando el lugar de pago sea el domicilio del acreedor.

Esta regla no se aplica a las obligaciones:

a. de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra
habitualmente;

b. de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, lugar de


pago es donde debe cumplirse la prestación principal.

Aclaración preliminar

En primer lugar, es necesario sanear la contradicción que parece existir en el primer


párrafo del artículo.

Para ello, es importante recordar que el título del artículo indica que regula las reglas a
aplicarse cuando el lugar de pago no se encuentra designado.

126
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Así, si las partes nada han pactado dispone enfáticamente que “el lugar de pago es el
domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la obligación”.

Sin embargo, ello se contradice con lo estipulado a renglón seguido, que señala que el
deudor tiene igual opción cuando el lugar de pago sea el domicilio del acreedor.

Atento que no pueden existir dos posibles soluciones contradictorias respecto del tema, la
única interpretación que se impone es que la regla, ante la falta de estipulación sobre el
lugar de cumplimiento, es establecer como lugar de pago el domicilio del deudor.

La posibilidad que tiene el deudor de exigir la recepción del pago en el domicilio del
acreedor, se aplica en caso de que dicho domicilio haya sido consensuado entre las partes.

Es decir, que dicha posibilidad debería haberse incluido en el art. 873 CCyC, que señala el
lugar de pago designado por las partes.

2.2. Domicilio del deudor

El artículo modifica el principio general subsidiario que sostenía el CC, que establecía como
principio subsidiario de lugar de pago al domicilio del deudor al momento del
cumplimiento de la obligación.

El artículo bajo análisis modificó dicha regla general subsidiaria, estableciendo que el lugar
de pago es el domicilio del deudor al tiempo de nacimiento de la obligación.

La nueva regla abarca todos aquellos casos en los cuales las partes no hayan designado
lugar de pago y establece que el mismo es el domicilio que el solvens tenía al momento de
celebración de la obligación, sin necesidad de que la obligación se haya realizado en el
domicilio del deudor, es decir, que el domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la
obligación es aplicable a todas las obligaciones, hayan sido celebradas en el domicilio del
deudor o fuera de él.

Es dable señalar que si el deudor muda el domicilio, en tiempo posterior a la celebración


de la obligación, ese hecho es irrelevante para el acreedor.

127
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El Código en dicho supuesto le permite elegir al acreedor entre el actual domicilio del
deudor o el histórico domicilio de este para exigir el pago de la obligación.

La opción de exigir el pago en uno u otro domicilio es facultativa para el acreedor y juega
a su favor, ya que es quien cuenta con la potestad de elección.

Esta elección del acreedor significa la facultad de prorrogar la jurisdicción, que como se
refiriera se encuentra determinada por el lugar de cumplimiento.

A fin de ejecutar la opción de cobro en el domicilio histórico o en el domicilio actual, es


necesario recordar que “el cambio de domicilio se verifica instantáneamente por el hecho
de trasladar la residencia de un lugar a otro con ánimo de permanecer en ella”(art. 77
CCyC) no resultando necesaria comunicación alguna al respecto.

Sin embargo, la opción que se le otorga al acreedor para elegir el domicilio actual o el
domicilio histórico del deudor, a efectos de exigir el cumplimiento, se encuentra limitada
en los casos en que deba aplicarse el derecho internacional privado.

Ello así, atento lo dispuesto por el art. 2652 CCyC que establece que, en caso de no
encontrarse determinado el lugar de cumplimiento y no resultare de la naturaleza de la
relación, “se entiende que lugar de cumplimiento es el del domicilio actual del deudor de
la prestación más característica del contrato”.

2.3. El domicilio de las personas jurídicas

En el caso en que el sujeto deudor sea una persona jurídica, estas poseen un domicilio
legal, que es el que se encuentra fijado en el estatuto y figuran en los registros de la
autoridad pública que le reconoció la personería.

Dicho domicilio legal generalmente se corresponde con el lugar de la administración y


desarrollo del giro comercial y en ese domicilio son válidas y vinculantes todas las
notificaciones que se le cursen (art. 153 CCyC).

128
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sin embargo, es posible que la persona jurídica posea sucursales en diversas jurisdicciones,
con un domicilio especial a los efectos de las obligaciones allí contraídas (art. 152 CCyC).

En virtud de lo expuesto, el lugar de cumplimiento es el domicilio legal que dicha persona


jurídica posea inscripto en los registros de la autoridad competente, aunque el acreedor
tendría la posibilidad de optar entre el domicilio legal o el domicilio de la sucursal, si es
esta el lugar de celebración de la obligación.

Dicha elección tiene relevancia al momento de iniciar las acciones judiciales por
incumplimiento, atento a que puede prorrogar la jurisdicción al domicilio de la sucursal,
pero siempre que en ella se haya contraído la obligación.

Ello es de aplicación en la Ley de Seguros (17.418), que establece que el “damnificado


puede citar en garantía al asegurador hasta que se reciba la causa a prueba. En tal caso
debe interponer la demanda ante el juez del lugar del hecho o del domicilio del
asegurador”(art. 118).

2.4. Excepciones

El artículo introduce dos excepciones en las cuales el principio residual general del
domicilio del deudor al momento del nacimiento de la obligación no se aplica.

En primer lugar, si la obligación es de dar cosa cierta y, en segundo lugar, si la obligación


es bilateral y de cumplimiento simultáneo y aunque el artículo no lo menciona, aquellos
casos en que una disposición legal disponga una solución diferente.

2.4.1. Obligación de dar cosa cierta

En este caso el artículo señala que el lugar de pago es aquel donde la cosa se encuentre
habitualmente (art. 874, inc. a, CCyC).

En este caso es irrelevante el lugar donde fue celebrada la obligación ya que lo que
determina el lugar de cumplimiento es el lugar donde “habitualmente”se encuentre la
cosa, sin importar que “accidentalmente”la cosa se encuentre en otro lugar.

129
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ejemplo de ello encontramos en el contrato de depósito, que señala que “la cosa
depositada debe ser restituida en el lugar en que debía ser custodiada”(art. 1361 CCyC); en
el contrato de mutuo se indica que el lugar de restitución de la cosa prestada será “en el
lugar establecido en el art. 874”(art. 1528 CCyC).

Un caso particular se establece en el contrato de compraventa de cosas muebles que


dispone que el lugar de pago o de entrega de la cosa, en ausencia de acuerdo de partes,
será “en el lugar en que la cosa cierta se encontraba al celebrarse el contrato” (art. 1148
CCyC).

Para el resto de las obligaciones que no sean de entregar cosa cierta, se aplica la regla del
art. 874, párr. 1, CCyC.

2.4.2. Obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo

Las obligaciones a las que se refiere esta excepción son aquellas en las cuales existen
obligaciones correlativas, en las cuales la prestación de una de las obligaciones tiene su
razón de ser en la contraprestación que recibe.

El inc. b del art. 874 establece que en este caso el lugar de pago será “donde debe
cumplirse la prestación principal”.

Además, las prestaciones deben realizarse en forma simultánea, por ejemplo, la permuta, o
los contratos de compraventa al contado en los cuales el lugar del pago es aquel donde se
realiza la tradición de la cosa o el intercambio de las prestaciones.

Es dable destacar que el art. 1141 CCyC señala que si en la compraventa de cosas muebles,
las partes no acuerdan el lugar y el tiempo de pago “se entiende que la venta es de
contado”.

Como se trata de un supuesto de excepción, si la obligación no reviste el carácter de


bilateral y simultánea se aplica el art. 874, párr. 1, CCyC.

2.4.3. Contrato de consumo celebrado fuera de local comercial

130
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Párrafo aparte merece el contrato de consumo celebrado fuera del establecimiento


comercial, ya sea que la compra haya sido realizada en el domicilio del consumidor o
mediante la utilización de medios electrónicos.

En dichas situaciones el lugar de pago es aquel en el cual “el consumidor recibió o debió
recibir la prestación”(art. 1109 CCyC).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

PV. Causa de pago. Pago indebido. Gastos del pago: principio general, aplicaciones.

Causa fuente y Causa fin (paginas anteriores)

C fuente: deuda anterior. C fin: el ánimo de pagar

La causa es la deuda antecedente al pago.

Pago sin causa.

ARTICULO 1796. Casos

El pago es repetible, si:

a) La causa de deber no existe, o no subsiste, porque no hay obligación válida; esa causa
deja de existir; o es realizado en consideración a una causa futuro, que no se va a producir;

b) Paga quien no está obligado, o no lo está en los alcances en que paga, a menos que lo
haga como tercero;

c) Recibe el pago quien no es acreedor, a menos que se entregue como liberalidad;

d) La causa del pago es ilícita o inmoral;

e) El pago es obtenido por medios ilícitos.

131
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se denomina “pago indebido” a aquel que no habilita al accipiens para retener lo pagado y
que por el contrario faculta al solvens opagador para iniciar una acción de repetición para
que aquel le restituya lo dado en pago.

De conformidad con la metodología del presente código habrá pago indebido cuando se
verifique alguno de los supuestos descriptos en la norma en estudio.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera.

 Gastos del pago: no hay regla fija.

En materia de compraventa:

ARTICULO 1138.- Gastos de entrega.

Excepto pacto en contrario, están a cargo del vendedor los gastos de la entrega de la cosa
vendida y los que se originen en la obtención de los instrumentos referidos en el artículo
1137. En la compraventa de inmuebles también están a su cargo los del estudio del título y
sus antecedentes y, en su caso, los de mensura y los tributos que graven la venta.

EL PRINCIPIO ES QUE LOS GASTOS DEL PAGO CORRE A CUENTA DEL DEUDOR.

PVI. Prueba de pago: carga de la prueba. Medios de prueba. Recibo. Presunciones


relativas al pago.

Prueba de pago: carga de la prueba.

ARTÍCULO 894.- Carga de la prueba.

La carga de la prueba incumbe:

a. en las obligaciones de dar y de hacer, sobre quien invoca el pago;

b. en las obligaciones de no hacer, sobre el acreedor que invoca el incumplimiento.

132
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En las obligaciones de dar y de hacer, la prueba del pago le incumbe a quien lo invoca.

Ello surge de la aplicación de las reglas generales en materia probatoria.

En las obligaciones de no hacer la carga de la prueba pesa sobre el acreedor que invoca el
incumplimiento.

La solución que brinda la norma resulta de la razonabilidad, ya que mal podría imponerse
al deudor la prueba del hecho negativo de lo que no ocurrió, es decir, no se le podría
exigir al deudor que pruebe aquello que no hizo, aun cuando esa abstención sea el
contenido de la obligación (ver Pizarro-Vallespinos).

En definitiva, aquello que debe probarse es un hecho que constituye la prestación debida
por el deudor.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Medios de prueba.

ARTÍCULO 895.- Medios de prueba.

El pago puede ser probado por cualquier medio excepto que de la estipulación o de la ley
resulte previsto el empleo de uno determinado, o revestido de ciertas formalidades.

El artículo sienta un principio amplio, ya que el pago puede ser probado por cualquier
medio.

Tratándose de un acto jurídico, se puede utilizar cualquiera de los extremos probatorios


autorizados por los códigos procesales nacionales o provinciales.

El recibo es el medio de prueba de pago por excelencia y, quien alega haber pagado sin
acompañar el recibo pertinente, tiene una presunción “hominis” adversa a él, que surge de
esa omisión.

133
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Pero ello no impide, claro está, que se justifique esa conducta por parte del deudor (por
ejemplo, porque los usos y costumbres descartan el uso de recibo) y agote por otros
medios de comprobación la demostración de la veracidad del pago.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Recibo.

ARTÍCULO 896.- Recibo.

El recibo es un instrumento público o privado en el que el acreedor reconoce haber


recibido la prestación debida.

El recibo es un instrumento escrito, público o privado, extendido por el acreedor, por el


cual deja constancia de la recepción del pago.

Se exige instrumento público para los recibos de pagos de obligaciones consignados en


escrituras públicas.

Conforme la norma contenida en el art. 1017 CCyC, deben ser otorgados por escritura
pública los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o extinción de
derechos reales sobre inmuebles, con excepción de los realizados mediante subasta; los
contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles; los actos
que sean accesorios de otros contratos otorgados en escritura pública y los contratos que,
por acuerdo de partes o disposición de ley, deben ser otorgados en escritura pública.

En estos casos, el recibo hace plena fe sobre los hechos pasados en presencia del
escribano.

En el caso del recibo privado, su autenticidad depende del reconocimiento de la firma y de


la convicción que lleve al ánimo del juzgador.

134
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Quien lo otorga debe tener capacidad para recibir el pago, por lo que si es dado por una
persona incapaz, el recibo es nulo, no obstante que el deudor podrá probar su liberación
por otros medios.

ARTÍCULO 897.- Derecho de exigir el recibo.

El cumplimiento de la obligación confiere al deudor derecho de obtener la constancia de la


liberación correspondiente.

El acreedor también puede exigir un recibo que pruebe la recepción.

ARTÍCULO 898.- Inclusión de reservas.

El deudor puede incluir reservas de derechos en el recibo y el acreedor está obligado a


consignarlas.

La inclusión de estas reservas no perjudica los derechos de quien extiende el recibo.

Presunciones relativas al pago.

ARTÍCULO 899.- Presunciones relativas al pago.

Se presume, excepto prueba en contrario que:

a. si se otorga un recibo por saldo, quedan canceladas todas las deudas correspondientes
a la obligación por la cual fue otorgado;

b. si se recibe el pago correspondiente a uno de los periodos, están cancelados los


anteriores, sea que se deba una prestación única de ejecución diferida cuyo cumplimiento

135
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

se realiza mediante pagos parciales, o que se trate de prestaciones sucesivas que nacen
por el transcurso del tiempo;

c. si se extiende recibo por el pago de la prestación principal, sin los accesorios del crédito,
y no se hace reserva, éstos quedan extinguidos;

d. si se debe daño moratorio, y al recibir el pago el acreedor no hace reserva a su respecto,


la deuda por ese daño está extinguida.

El recibo de saldo hace presumir la cancelación de todas las deudas correspondientes a la


obligación por la cual se otorga.

El recibo por uno de los períodos hace presumir que se encuentran pagos los anteriores,
sea que se trate de una obligación de prestación única diferida en el tiempo (por ejemplo,
por la existencia de cuotas) o de la hipótesis de prestaciones periódicas, que nacen en
cada período de tiempo (a prorrata temporis).

Esta previsión da solución a una vieja disputa interpretativa sobre la cuestión.

La extensión de un recibo sin reservas hace presumir la cancelación total y definitiva, no


solo de la obligación principal, sino también de sus accesorios.

Por último, el recibo sin reservas también extingue el daño moratorio (por ejemplo, en una
obligación de dar dinero, el recibo de capital sin reserva de intereses los extingue), salvo
que se trate de un pago judicial.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

136
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

PVII. Efectos del pago: pago realizado por el deudor; ejecución de la prestación por un
tercero; derechos del acreedor contra tercero que recibió el pago. Efectos accesorios:
recognoscitivo, confirmatorio, consolidatorio, interpretativo.

Efectos del pago: pago realizado por el deudor.

ARTÍCULO 880.- Efectos del pago por el deudor.

El pago realizado por el deudor que satisface el interés del acreedor, extingue el crédito y
lo libera.

Los efectos que menciona el artículo bajo análisis son los efectos principales del pago.

En este sentido es dable destacar que, cuando la prestación la realiza el deudor, los efectos
mencionados (extinción del crédito y liberación del deudor) se producen en forma
simultánea al momento del pago.

En cambio, si la prestación la cumple un tercero, las consecuencias mencionadas se


desdoblan, y se producen en tiempos diversos.

CCC Herrera, Carmelo, Picasso.

Ejecución de la prestación por un tercero.

ARTÍCULO 881.- Ejecución de la prestación por un tercero.

La prestación también puede ser ejecutada por un tercero, excepto que se hayan tenido en
cuenta las condiciones especiales del deudor, o hubiere oposición conjunta del acreedor y
del deudor.

Tercero interesado es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede causar un


menoscabo patrimonial, y puede pagar contra la oposición individual o conjunta del
acreedor y del deudor.

137
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las obligaciones, en principio, son de carácter relativo, es decir, únicamente afectan al


deudor y al acreedor; los terceros se encuentran fuera del vínculo obligacional y, en
principio, no pueden tener ninguna injerencia dentro del mismo.

Sin embargo, existen situaciones en las cuales los terceros se inmiscuyen en la relación
obligacional, satisfaciendo los intereses del acreedor, ello es posible excepto que la
obligación haya sido celebrada en virtud de las condiciones personales del deudor, en
cuyo caso el deudor es el único que debe realizar la prestación.

Sin embargo, el artículo menciona que la prestación puede ser ejecutada por un tercero, es
decir por una persona ajena a los sujetos que celebraron la obligación.

Una lectura cuidadosa del artículo permite interpretar que existen dos clases de terceros
que pueden efectuar el pago:

a. Tercero interesado:

la noción de “tercero interesado” se encuentra ahora definida en el presente artículo,


precisando que es aquel sujeto que ante el incumplimiento de la obligación por parte del
deudor, puede sufrir un menoscabo en su patrimonio.

En tal virtud, al encontrarse en peligro de sufrir un daño, cuenta con un interés legítimo y
puede imponer el pago al acreedor.

El artículo lo estipula en forma expresa:

“puede pagar contra la oposición individual o conjunta del acreedor y deudor”.

Este derecho a pagar del tercero se deriva del ius solvendi, que le autoriza a imponer el
pago al acreedor y, en virtud de ello, le permite sortear la oposición que pudieran alegar
tanto el acreedor como el deudor, o ambos conjuntamente.

Una consecuencia de ello es la legitimación que se le otorga para efectuar el pago por
consignación, atento a que la imposibilidad de pagar, derivada de la oposición que pudiera

138
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

esgrimir el acreedor, sumada a la probabilidad de sufrir un daño patrimonial si no se


realiza el pago, configuraría un abuso del derecho por parte del acreedor, que es
inaceptable aceptar.

Podemos mencionar algunos casos de pago por terceros interesados, ajenos a la


obligación, como ser:

i. Tercer poseedor de inmueble hipotecado o de la cosa mueble prendada: el propietario


de bienes gravados con prenda o hipoteca puede disponer de los mismos, sin perjuicio de
los derechos que la ley otorga al acreedor hipotecario o prendario (art. 1009 CCyC).

En virtud de ello, el adquirente de los bienes, si el deudor no paga la garantía que los
grava, puede sufrir la venta del bien por la ejecución que realice el acreedor que goza de la
garantía sobre los mismos, que le permite perseguir el bien del patrimonio en que se
encuentre.

Por ello el adquirente, que es un tercero ajeno y no es el deudor de la garantía, se


encuentra facultado a pagar al acreedor para impedir la venta que este pudiera efectuar
(arts. 915, incs. b y c, y 916 CCyC).

ii. Constituyente de garantía real sobre un bien propio para asegurar una deuda ajena, en
cuyo caso, si el deudor no paga la deuda contraída, verá ejecutado su bien en
cumplimiento de la garantía otorgada.

b. Tercero no interesado:

el tercero no interesado es aquella persona ajena al vínculo obligacional que, ante el


incumplimiento de la obligación por parte del deudor, no sufre ningún menoscabo en su
patrimonio.

En virtud de ello, y como no posee ningún interés legítimo en dicha obligación, no puede
imponer el pago si se oponen en forma conjunta el acreedor y el deudor.

139
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Una interpretación literal de la redacción pareciera indicar que si la oposición al pago se


realiza en forma individual, ya sea por el acreedor o por el deudor, el tercero no interesado
también gozaría del ius solvendi, es decir, que se encontraría en condiciones de imponer el
pago.

Como consecuencia de ello, si el acreedor se opone en forma individual a aceptar el pago


que desea realizar el tercero no interesado, este se encuentra legitimado activamente para
efectuar el pago mediante consignación judicial.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Derechos del acreedor contra el tercero que recibió el pago.

ARTICULO 884.- Derechos del acreedor contra el tercero.

El acreedor tiene derecho a reclamar al tercero el valor de lo que ha recibido:

a. en el caso del inciso c) del artículo 883, conforme a los términos de la relación interna
entre ambos;

b. en los casos de los incisos d) y e) del artículo 883, conforme a las reglas del pago
indebido.

ARTÍCULO 883.- Legitimación para recibir pagos.

Tiene efecto extintivo del crédito el pago hecho:

a. al acreedor, o a su cesionario o subrogante; si hay varios acreedores, el derecho al cobro


de cada uno de ellos se rige por las disposiciones correspondientes a la categoría de su
obligación;

b. a la orden del juez que dispuso el embargo del crédito;

c. al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte;

140
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d. a quien posee el título de crédito extendido al portador, o endosado en blanco, excepto


sospecha fundada de no pertenecerle el documento, o de no estar autorizado para el
cobro;

e. al acreedor aparente, si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las circunstancias


resulta verosímil el derecho invocado; el pago es válido, aunque después sea vencido en
juicio sobre el derecho que invoca.

Cuando el pago lo percibe un tercero, el acreedor no satisface su crédito.

Sin embargo, se encuentra impedido de exigir al deudor un nuevo pago, atento, que, por
el efecto liberatorio de la prestación efectuada al tercero, el deudor se libera
completamente y puede repeler exitosamente las acciones que pudiera intentar el
acreedor.

En esta situación, el acreedor deberá dirigir sus acciones contra el tercero que percibió el
crédito, quien debe restituir al acreedor lo que cobró en su nombre.

2.1. La acción contra el tercero indicado

En caso de que el que recibió el pago sea un tercero indicado, las acciones del acreedor se
encuentran relacionadas con el acuerdo interno que posea con el tercero.

Si el tercero percibió el pago por orden del acreedor, le son aplicables las acciones
concernientes al contrato de mandato.

En virtud de ello, el acreedor puede solicitar la rendición de cuentas de la gestión realizada


por el tercero y la entrega de las ganancias derivadas del negocio (art. 1324, incs. f y g,
CCyC).

Puede ocurrir que el acreedor desee concederle una liberalidad al tercero indicado, en
cuyo caso el crédito percibido vendría a ser una donación, por lo tanto, el acreedor no

141
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

tendría derecho a perseguir el crédito del patrimonio del adjectus, siendo de aplicación lo
normado en el art. 1542 CCyC y ss.

Si el tercero que percibe el crédito es socio del acreedor, deberá rendir cuentas de la
gestión realizada y repartir las ganancias obtenidas (art. 1° de la ley 19.550).

El tercero indicado puede ser en realidad un acreedor del acreedor, a quien el acreedor
haya cedido el crédito para compensar la deuda con el tercero indicado.

En definitiva, las acciones que posee el acreedor contra el tercero indicado, dependerán de
la vinculación jurídica que los una.

2.2. La acción contra el poseedor del título de crédito al portador

Cabe recordar lo reglado en el art. 17 del decreto-ley 5965/1963, que establece “que el
tenedor de la letra de cambio es considerado como portador legitimo si justifica su
derecho por una serie ininterrumpida de endosos aun cuando el último fuese en blanco”.

Ergo, si el beneficiario pierde el título de crédito, quien lo encuentra (tenedor del título)
puede presentarlo al cobro si el último endoso se encuentra en blanco.

En dicha situación, el verdadero acreedor posee acción contra el tenedor del título que
percibió el pago del deudor.

La norma le otorga la acción del pago indebido atento a que “recibe el pago quien no es
acreedor”, conforme lo establecido en el art. 1796, inc. c, CCyC.

2.3. La acción contra el acreedor aparente

Si quien percibe el crédito es el acreedor aparente, el verdadero acreedor posee acciones


legales para solicitarle la restitución de lo percibido mientras se encontraba ostentando
dicho cargo.

La acción que le otorga al acreedor contra el acreedor aparente de buena fe (si el acreedor
aparente actuó creyéndose acreedor) es la de pago indebido, conforme lo establecido en

142
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

el art. 1796, inc. c, CCyC, con el fin de que el acreedor aparente le entregue lo que ha
percibido del deudor.

Sin embargo, si el acreedor aparente obró de mala fe, es decir, conociendo que carecía de
título para ser acreedor, en cuyo caso su obrar configuraría un hecho ilícito, el acreedor
verdadero no solo tendrá acción para lograr la restitución de lo cobrado por el acreedor
aparente, sino también poseerá la acción de daños y perjuicios para reparar todos los
daños ocasionados al verdadero acreedor (art. 2315 CCyC).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Efectos accesorios: recognoscitivo, comfirmatorio, consolidatorio, interpretativo.

Enunciado. Los efectos accesorios, o auxiliares, del pago son los siguientes: recognoscitivo,
confirmatorio, consolidatorio e interpretativo.

 Efecto recognoscitivo. El pago constituye uno de los modos de reconocimiento


tácito en el artículo 721 del Código Civil.
 Efecto confirmatorio. La confirmación implica la renuncia a la acción de nulidad
relativa (arts. 1047, 1058 y 1059, Cód. Civ.) Cuando un sujeto capaz realiza un pago
válido (art. 1060, Cód. Civ.), confirma tácitamente el acto viciado (art. 1063).
 Efecto consolidatorio. Las partes pueden pactar la facultad de arrepentirse de un
contrato mediante la cláusula de seña (art. 1202, Cód. Civ.) Del derecho de
arrepentirse, se puede hacer uso hasta que haya “principio de ejecución”.

Los pagos que importan “principio de ejecución” consolidan el contrato pues, al extinguir
el derecho de arrepentirse, hacen más severo el vínculo jurídico. Una relación jurídica
claudicante, de la cual cabía apartarse mediante el arrepentimiento, resulta desde entonces
en firme.

143
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

 Efecto interpretativo. “Los hechos de los contrayentes, subsiguientes al contrato,


que tengan relación con lo que se discute, serán la mejor explicación de la
intención de las partes al tiempo de celebrar el contrato”.

Resumen UBA
http://www.altillo.com/examenes/uba/derecho/obligcivycom/obligcivycom2011capcinco.as
p

PVIII. Imputación del pago: concepto, imputación por el deudor, por el acreedor, legal.
Pago a cuenta de capital e intereses. Modificación de la imputación.

Imputación del pago.

Imputar es establecer una relación entre el pago que se efectúa y la obligación que se
salda. Es elegir o determinar la deuda que se cancela, cuando el monto pagado no alcanza
a satisfacer todas las que el solvens tiene con el accipiens.

Pizzarro define a la imputación como “el conjunto de reglas y principios que dan solución
a los problema que se sucitan entre el acreedor y deudor cuando existen varias
obligaciones de la misma naturaleza pendientes de cumplimiento y tiene lugar un pago
que no alcanza a satisfacerlas a todas”.

Para que se imputen los pagos, tiene que darse un supuesto de pago insuficiente en
primer lugar, el pago no tiene que alcanzar para cubrir todas las obligaciones, porque si se
realiza un pago que satisfaga, por ejemplo, capital mas interés, carece de objeto.

Messa.

Imputación por el deudor.

ARTÍCULO 900.- Imputación por el deudor.

144
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si las obligaciones para con un solo acreedor tienen por objeto prestaciones de la misma
naturaleza, el deudor tiene la facultad de declarar, al tiempo de hacer el pago, por cual de
ellas debe entenderse que lo hace.

La elección debe recaer sobre deuda líquida y de plazo vencido.

Si adeuda capital e intereses, el pago no puede imputarse a la deuda principal sin


consentimiento del acreedor.

Para que la imputación de pago cobre virtualidad, deben reunirse los siguientes requisitos:

a. que existan varias obligaciones pendientes de cumplimiento entre las mismas partes;

b. que las obligaciones tengan por objeto prestaciones de la misma naturaleza, es decir,
homogéneas;

c. que el pago efectuado no alcance a cubrir todas las obligaciones.

2.2. Imputación por el deudor. Oportunidad

La oportunidad para hacer la imputación del pago por el deudor es al tiempo de realizar el
pago.

Si bien la norma se refiere a la imputación realizada por el deudor al tiempo de formular el


pago, nada impide que haga saber su voluntad con anterioridad a ese momento.

Pero cuando la imputación fuera hecha con anterioridad al pago, el deudor no podía
modificarla, toda vez que se requeriría del consentimiento de ambas partes para modificar
la imputación ya realizada.

La facultad del deudor al momento de realizar la imputación no es ilimitada, ya que a su


facultad se contraponen los derechos del acreedor: hay supuestos en los que el deudor no
puede imputar sin consentimiento del acreedor.

145
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Tal es el caso, por ejemplo, del deudor que debe capital más intereses: no podrá imputar el
pago primero al capital sin consentimiento del acreedor.

2.3. Liquidez de las deudas

El artículo que comentamos establece que la elección del deudor no podrá realizarse sobre
deuda ilíquida o sobre aquella de plazo vencido.

La iliquidez del deudor consiste en un estado de indeterminación de la cantidad de la


prestación.

Debido a ello, no puede saberse si lo que está pagando el deudor corresponde al total de
la deuda, o si, por el contrario, se está eludiendo el principio de integridad de pago.

2.4. Obligaciones de plazo no vencido

La elección debe recaer sobre una deuda de plazo vencido.

En el CC el fundamento radica en que el plazo es establecido tanto en beneficio del


deudor como del acreedor (art. 570).

Por tanto, al impedir la imputación sobre obligaciones no vencidas, la ley procura evitar
que se vea atacado el derecho del acreedor.

Sin embargo, se dan dos excepciones a esta limitación:

1. que exista acuerdo entre acreedor y deudor;

2. que el plazo haya sido establecido solo en beneficio del deudor y este renuncie
tácitamente a prevalerse de ese plazo, pagando la deuda no vencida.

Ahora bien, el CCyC establece que el plazo se presume fijado a favor del deudor, a no ser
que, por la naturaleza del acto o por otras circunstancias, resulte previsto a favor de
acreedor o de ambas partes (art. 351).

Por tanto, la norma regulada implica una contradicción a ese beneficio.

146
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.5. Deudas dinerarias con intereses

Cuando se trata de obligaciones dinerarias que devengan intereses, el deudor no puede,


sin consentimiento del acreedor, imputar el pago al capital.

Ello es consecuencia del principio de integridad de pago y es una disposición que


claramente evita el perjuicio económico del acreedor.

Si el deudor cancelara el capital dejando impagos los intereses, se produciría una merma
en los frutos civiles de aquel, que perjudicaría al acreedor.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Imputación del acreedor.

ARTÍCULO 901.- Imputación por el acreedor.

Si el deudor no imputa el pago, el acreedor se encuentra facultado a hacerlo en el


momento de recibirlo, conforme a estas reglas:

a. debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y exigibles;

b. una vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede aplicar el saldo a la
cancelación parcial de cualquiera de las otras.

El actual art. 900 nada dice respecto del recibo.

Ello se debe a que, si bien lo común es el recibo de pago, no es un acto formal y puede el
acreedor probar por otros medios la imputación hecha al momento de recibir el pago —
por ejemplo, en un instrumento parte del recibo, otorgado en forma concomitante—.

Los límites a la facultad de imputación del acreedor son: debe imputar a una deuda líquida
y exigible, y una vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede aplicar el saldo a la
cancelación parcial de cualquiera de las otras.

147
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El artículo nada dice respecto de la aceptación de la imputación hecha por el acreedor al


momento del pago, en caso de que hubiera mediado dolo, violencia o sorpresa sobre el
acreedor, porque resulta de aplicación las previsiones de la parte general sobre los vicios
de la voluntad, sin necesidad de que esta norma lo mencione expresamente.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Imputación legal.

ARTÍCULO 902.- Imputación legal.

Si el deudor o el acreedor no hacen imputación del pago, se lo imputa:

a. en primer término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para el deudor;

b. cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a prorrata.

La imputación legal es subsidiaria de aquella que podrían haber realizado el deudor y el


acreedor, cada uno en su oportunidad.

La ley imputa, en primer término, el pago a la obligación de plazo vencido más onerosa al
deudor.

2. Interpretación

2.1. Deuda más onerosa

¿Cómo se puede determinar qué deuda es más onerosa para el deudor?

El antiguo art. 778 CC enunciaba algunas circunstancias que permitían ponderar como más
onerosa una deuda.

Así, enumeraba las deudas que llevaran intereses, o cláusula penal, prenda, hipoteca u otra
razón semejante.

148
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La apreciación de la mayor onerosidad de una deuda dependerá de las circunstancias de


cada caso y de las reglas de la sana crítica que aplique el órgano jurisdiccional.

La jurisprudencia ha dicho que una deuda que trae aparejada un título ejecutivo es más
onerosa para el deudor que aquella que solo confiere acción ordinaria.

También ha considerado más gravosa para el deudor una obligación que ya ha provocado
una acción judicial respecto de las que no han sido objeto de ellas.

2.2. Prorrateo

Cuando todas las deudas son igualmente onerosas, sin poder ponderar una en particular,
debe aplicarse el prorrateo que habilita; un pago parcial que, por vía de excepción, en este
caso, puede serle impuesto al acreedor.

Nada señala el artículo respecto de si todas las deudas pendientes entre deudor y acreedor
son de plazo aún no vencido, como tampoco estaba contemplado en el Código de Vélez
Sarsfield.

La jurisprudencia y la doctrina han sido contestes en aplicar idénticos principios que a las
deudas de plazos vencidos, por vía de analogía.

Cabe destacar que en nuestro derecho, a antigüedad de la deuda, carece de importancia a


los efectos de la imputación legal.

La imputación, realizada por el deudor, por el acreedor o por la ley, no es susceptible de


ser alterada en forma unilateral, ni por quien la hizo, ni por la otra parte.

Solo podría ser modificada si media acuerdo de ambas partes, en virtud del principio de
libertad contractual, contemplada en el art. 958 CCyC, obviamente, sin que pueda afectar
derechos adquiridos por terceros durante el lapso transcurrido desde la imputación y hasta
el convenio modificatorio (Pizarro-Vallespinos).

149
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La cuestión había sido expresamente regulada en el Proyecto de Código Unificado de 1998


(art. 839).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Pago a cuenta de capital e intereses.

ARTÍCULO 903.- Pago a cuenta de capital e intereses.

Si el pago se hace a cuenta de capital e intereses y no se precisa su orden, se imputa en


primer término a intereses, a no ser que el acreedor dé recibo por cuenta de capital.

En las deudas de dar sumas de dinero que devengan intereses, si el pago se hace a cuenta
de capital e intereses, sin realizar precisiones al respecto, se debe imputar en primer lugar
a los intereses.

2. Interpretación

En caso de que el pago exceda el monto de la deuda por intereses, se podrá aplicar el
sobrante al capital, solo con la conformidad del acreedor, ya que no puede imponérsele un
pago parcial.

La excepción a este principio se encuentra contemplado en la propia norma del art. 903
CCyC, y se configura cuando el acreedor extiende recibo por cuenta de capital, sin formular
reserva alguna respecto de los intereses adeudados.

En este supuesto, se presume, o bien que ha percibido los intereses con anterioridad, o
que ha resignado su crédito por intereses.

El recibo otorgado por el acreedor sin mencionar o hacer reserva sobre los intereses
adeudados, extingue la obligación del deudor respecto de ellos, más allá de cuál fuere la
voluntad real del acreedor en este sentido.

150
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Modificación de la imputación.

Modificación. Una vez hecha la imputación, en cualquiera de los casos indicados, el pago
tiene carácter definitivo y aquélla no puede ser modificada unilateralmente, salvo que haya
habido vicios (art. 775, Cód. Civ.) Si ambas partes se ponen de acuerdo en cambiar la
imputación, pueden hacerlo siempre que no perjudiquen derechos de terceros fundados
en dicha imputación (art. 953, Cód. Civ.)

CORROBORAR QUE SEA IGUAL EN EL CCC

151
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad 4. Efectos-Cumplimiento (continuación)

I. Pago a mejor fortuna:

Pago a mejor fortuna:

Nunca son generales, se conceden a una persona teniendo en cuenta las circunstancias.
Me es que la autorice a ni pagar, sino que lo hará recién cuando las circunstancias
mejoren. Es una obligación que se configura como futura e incierta (no imposible).

Se trata, entonces, de una obligación a cumplir cuando el deudor mejore de fortuna, es de


plazo incierto y éste queda determinado ante el requerimiento del acreedor. La cláusula
cum potuerit configura un plazo incierto, intuitu personae: la obligación se hará exigible
cuando ocurra la mejoría de fortuna prevista o la muerte del deudor.

Por otra parte, para que opere la cláusula de pago “a mejor fortuna”, deberá ser el deudor
quien demuestre que su situación patrimonial es insuficiente para afrontar el pago de la
deuda que mantiene con el acreedor, ya que, de lo contrario, el acreedor puede reclamar

152
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

el cumplimiento de la prestación en el plazo establecido inicialmente (si lo hubiera), o bien,


en forma inmediata.

MARCELO LOPEZ MESA

ARTICULO 889.-Principio. Las partes pueden acordar que el deudor pague cuando pueda,
o mejore de fortuna; en este supuesto, se aplican las reglas de las obligaciones a plazo
indeterminado.

ARTICULO 890.-Carga de la prueba. El acreedor puede reclamar el cumplimiento de la


prestación, y corresponde al deudor demostrar que su estado patrimonial le impide pagar.
En caso de condena, el juez puede fijar el pago en cuotas.

ARTICULO 891.-Muerte del deudor. Se presume que la cláusula de pago a mejor fortuna se
establece en beneficio exclusivo del deudor; la deuda se transmite a los herederos como
obligación pura y simple.

I) Beneficio de competencia

Beneficio de competencia:

El fundamento del pago con beneficio de competencia se encuentra en evitar que un


deudor de buena fe se vea colocado en situación de total desamparo al tener que dar
satisfacción a obligaciones contraídas con un acreedor con el cual media alguna relación
que obliga en equidad a tener cierta tolerancia.

Es una concesión legal que se otorga a ciertos deudores en virtud de la cual están
autorizados a pagar lo que buenamente puedan, dejándoles lo indispensable para su
subsistencia, con cargo de devolución si mejora de fortuna, requiriéndose que aquel sea
deudor de buena fe, carezca de recursos para su propia subsistencia y el acreedor no se
encuentre en una situación tan afligente como el propio deudor.

153
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Es un beneficio de carácter provisional, ya que se concederá solo hasta que el deudor


mejore de fortuna; y por sobre todas las cosas, es de carácter personalísimo e
intransmisible.

MARCELO LOPEZ MESA

ARTICULO 892: Definición. El beneficio de competencia es un derecho que se otorga a


ciertos deudores, para que paguen lo que buenamente puedan, según las circunstancias, y
hasta que mejoren de fortuna.

ARTICULO 893: Personas incluidas. El acreedor debe conceder este beneficio: a) a sus
ascendientes, descendientes y colaterales hasta el segundo grado, si no han incurrido en
alguna causal de indignidad para suceder; b) a su cónyuge o conviviente; c) al donante en
cuanto a hacerle cumplir la donación.

II) Mora: conceptos. Elementos: análisis. Principios y excepciones. Eximición.


Efectos de la mora del deudor. El derecho de pagar durante el estado de mora.
Cesación de la mora. Mora del acreedor. Efectos. Cesación.

Mora: concepto. Elementos: análisis.

Mora es significado de retraso o tardanza; pero este elemento aislado es inocuo. Aplicando
el concepto a las obligaciones, existe mora cuando la obligación no se cumple a su debido
tiempo, es decir, cuando hay un retraso en su cumplimiento y éste obedece a una causa
imputable al deudor.

La mora ha sido definida como “el retraso significativo e injustificado en el cumplimiento


de una obligación vencida, liquida y exigible”.

La mora consiste en un cumplimiento imputable de la obligación o del contrato. Para


ponerlo en palabras llanas, la mora requiere de dos ELEMENTOS: retardo en el
cumplimiento más imputabilidad. Sin imputabilidad, el mero retardo en el cumplimiento
de la obligación no constituye mora.

154
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Para que el retraso (puro dato objetivo de carácter temporal) se convierta en mora, es
necesario que el acreedor exija al deudor, de manera judicial o extrajudicial, el
cumplimiento de la obligación.

No hay identificación entre el mero incumplimiento y el estado jurídico de mora. El estado


de mora no depende en forma exclusiva de vencimiento del plazo, sino que además del
“hecho constitutivo” requiere la concurrencia de otros presupuestos, tales como a)
incumplimiento material, b) imputabilidad y c) ausencia de factores impeditivos. Sólo en
presencia de tales elementos el vencimiento del plazo o, en su caso, la interpelación,
operarán eficazmente como hecho constitutivo del estado de mora.

MARCELO LOPEZ MESA

Principios y excepciones. Eximición.

ARTICULO 886: Mora del deudor. Principio. Mora automática. Mora del acreedor. La mora
del deudor se produce por el solo transcurso del tiempo fijado para el cumplimiento de la
obligación. El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de
conformidad con el artículo 867 y se rehúsa injustificadamente a recibirlo.

Interpretación

Concepto:

La mora es el retardo calificado jurídicamente, el incumplimiento jurídicamente relevante.

Desde el punto de vista de sus efectos, la mora es una conducta antijurídica porque
comporta la violación del específico deber impuesto en el contrato en orden al tiempo de
su ejecución o del deber genérico de no dañar a otro.

Entre sus múltiples efectos, se cuenta el de constituir una fuente de la obligación de


resarcir el daño que causa al acreedor; y de allí su importancia en la responsabilidad civil.

2Daño moratorio:

155
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ese daño se configura en el patrimonio en relación con el tiempo que dura el retardo
(incumplimiento relativo); es decir, el perjuicio se incrementa por el transcurso del tiempo y
la pendencia de la obligación incumplida.

Si el retardo es imputable al deudor, pondrá a su cargo la reparación del daño moratorio y


deberá asumir el riesgo del contrato cuyo provecho para el acreedor se frustra por la
pérdida de la cosa o la imposibilidad de la prestación, aunque ello ocurra por un
acontecimiento fortuito.

2.3. Elementos de la mora

Sus elementos son:

a. el incumplimiento en tiempo propio que perfila la conducta antijurídica;

b. el daño que sufre el acreedor en su patrimonio;

c. la relación de causalidad entre el daño y la inejecución; y

d. la imputabilidad del deudor, sea culpa o dolo de este, o la imputación objetiva del deber
de responder;

e. Sin embargo, así reunidos estos elementos o presupuestos generales de la


responsabilidad civil, el retardo no es aún mora, pues el régimen jurídico requiere que el
deudor se halle encuadrado dentro del “estado de mora”.

2.4. Quid de la simple demora

La demora es el incumplimiento material.

El mero incumplimiento tiene sus virtualidades: cuando entraña un incumplimiento


absoluto o definitivo (plazo esencial, obligaciones de no hacer) resulta suficiente para
hacer nacer la responsabilidad del deudor por el daño que la inejecución ha causado al
acreedor.

156
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

También se atribuyen a la demora el derecho del acreedor a pagar por consignación, la


aptitud para requerir la resolución del contrato, para que comience el plazo de
prescripción o de caducidad, etc. —tal el posicionamiento de López Cabana—.

2.5. La regla. La mora automática

Con motivo de la reforma producida por la ley 17.711 al art. 509 CC, mucho se criticó la
ausencia de una regla general, a pesar de que, conforme la opinión de Borda, debía
considerarse que tal regla era la mora automática por resultar aquella contenida en el
primer párrafo de la norma y resultar aplicable a la mayor cantidad de casos.

El CCyC resuelve la cuestión al establecer como regla la mora automática, la que será
aplicable a todo aquel supuesto que no se halle entre las excepciones de las que trata el
artículo siguiente.

En efecto, tratando el art. 887 CCyC de las obligaciones a plazo tácito e indeterminado, la
regla se aplica pues a las obligaciones a plazo determinado, cierto o incierto; a las
obligaciones puras y simples; a las derivadas de los hechos ilícitos.

2.6. Las obligaciones a plazo

Las obligaciones con plazo cierto son aquellas que vencen determinado día de un mes y
de un año dados, o a tantos días de una fecha cierta.

Las obligaciones a plazo incierto son las que tienen plazo determinado por las partes, pero
el mismo depende de un acontecimiento futuro que fatalmente ocurrirá, aunque no se
conoce cuándo.

Es decir, que las partes no saben el día en que vencerá el plazo, pero entretanto la
obligación no es exigible por el acreedor ni pagable por el deudor, hasta que suceda el
hecho futuro y fatal que constituye el término del plazo.

157
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Algunos autores —como Boffi Bogero, Borda, Gagliardo, Ghersi, Greco, Moisset de
Espanes— sostienen que en el régimen de la ley 17.711 no cabe hacer distinción entre el
plazo cierto e incierto, correspondiendo siempre la mora automática.

En cambio, en otra tendencia, se entiende que, cuando el plazo es incierto, no basta con su
mero vencimiento, sino que además sería necesaria la interpelación al deudor —así lo
consideran Cazeaux, Garrido, Andorno, Llambías, Racciati—.

En una tercera postura, se señala que si la realización del hecho incierto resulta ignorada
por el deudor, la buena fe (art. 1198 CC) que debe prevalecer en las relaciones recíprocas,
impondrá como solución necesaria que el deudor no caerá en mora, mientras el acreedor
no le hubiese notificado el hecho o no lo hubiese conocido por otro medio.

No es necesaria la interpelación, sino que —como sostienen Alterini-Ameal-López Cabana,


Wayar y Trigo Represas— bastaría una declaración recepticia.

El Código despeja la interpretación de la cuestión en tanto, salvo las excepciones


consagradas en el art. 887 CCyC, a las restantes hipótesis se les aplicará la regla de la mora
automática.

2.7. Mora del acreedor

La mora del acreedor es el retraso en el cumplimiento de la obligación motivado por la


injustificada falta de colaboración adecuada, oportuna y necesaria del acreedor.

El tema asume especial relieve en aquellas obligaciones que, por sus características y
naturaleza, requieren de una actividad de cooperación por parte del acreedor, para que el
deudor pueda cumplir.

El sistema debe proteger al deudor que quiere cumplir, frente a la pasividad o la renuencia
injustificada del acreedor.

En procura de tutelar el derecho del deudor a pagar, existen las instituciones de la mora
del acreedor y pago por consignación.

158
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La mora es menos radical y más expeditiva que la segunda, pues sin liberarse de la
obligación, le permite trasladar a la otra parte los riesgos y consecuencias que derivan del
estado de mora.

El CCyC señala ajustadamente que, para constituir en mora al acreedor, el deudor debe
efectuar una oferta de cumplimiento que cumpla con los requisitos exigidos por el objeto
del pago de identidad, integridad, puntualidad y localización (art. 867 CCyC).

2.7.1. Los requisitos de la mora del acreedor

a. existencia de una obligación exigible;

b. la obligación debe requerir de ciertos actos de cooperación del acreedor para que
pueda ser cumplida;

c. la obligación debe subsistir tras la falta de cooperación y ser susceptible de


cumplimiento tardío.

2.7.2. Los efectos de la mora del acreedor

a. quien se encuentra en mora responde por los daños y perjuicios causados al deudor por
la falta de cooperación (por ejemplo, gastos de conservación de la cosa, de traslado, etc.);

b. carga también con los riesgos de una eventual imposibilidad sobrevenida de la


prestación, motivada por caso fortuito o fuerza mayor, operada durante el estado de mora;

c. con la mora cesa el curso de los intereses moratorios y punitorios en las obligaciones de
dar dinero y de valor.

En cambio, siguen corriendo los intereses compensatorios, toda vez que el deudor
conserva el capital en su poder.

Para liberarse del pago de estos últimos deberá consignar judicialmente, extinguiendo su
obligación (así lo consideran Llambías, Alterini, Compagnucci de Caso);

159
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d. el acreedor no podrá constituir en mora al deudor mientras no se purgue la mora;

e. la mora del acreedor impide invocar la teoría de la imprevisión;

f. en casos de gravedad, posibilita al deudor la resolución contractual por incumplimiento;

g. permite ejercer la facultad del pago por consignación;

h. la falta de cooperación provoca como efecto que el deudor quede en libertad de elegir
la prestación que deberá cumplir; tal lo que sucede en las obligaciones alternativas,
cuando la elección corresponde al acreedor y este no elige;

i. la mora del acreedor puede provocar la liberación del deudor cuando el cumplimiento
ulterior de la prestación resulte imposible o se trate de un supuesto de plazo esencial, en
el que técnicamente no hay mora sino incumplimiento definitivo por causas imputables al
acreedor.

Por ejemplo, el adquirente de una entrada para ver un recitar de música determinado, que
deja de asistir al espectáculo, no puede pretender que le sea entregada otra para otro
espectáculo.

2.7.3. Extinción de la mora del acreedor

Se produce la extinción de la mora del acreedor cuando el deudor recibe el cumplimiento


de la prestación.

Tal situación no enerva la reparación de los daños y perjuicios que el retardo de aquel
pueda haber causado al deudor.

También se produce la extinción de la mora por la renuncia expresa o tácita del deudor a
los efectos de la mora del acreedor (si las partes acuerdan un plazo para recibir una
determinada prestación que fue antes rechazada por el acreedor, se presume que media
renuncia a los efectos de la mora, salvo reserva en contrario).

160
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por último, finaliza la mora del acreedor por la extinción de la obligación por cualquier
causa, sin perjuicio de los efectos ya producidos por la mora hasta ese momento.

2.7.4. La mora del acreedor en los proyectos de reforma

El art. 719 del Proyecto del Poder Ejecutivo Nacional de 1993 la regulaba expresamente:

“Incurrirá en mora el acreedor que rehúse aceptar en tiempo la prestación del deudor, o
que omita prestar la cooperación necesaria para permitir el cumplimiento de la obligación.
Se aplicarán las disposiciones de los artículos precedentes”.

Enrolaba en la tesis que exige que debe mediar una oferta real de pago de parte del
deudor (sostenida por Busso, Cazeaux-Trigo Represas, Llambías).

El Proyecto de la Comisión Federal del mismo año la regulaba en términos similares,


aunque no requería la oferta real de pago ni expresa, ni tácitamente.

Por su parte, el Proyecto de 1998 establecía que:

“El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta real de pago y se rehúsa
injustificadamente a recibirlo. Se aplican en lo pertinente, las disposiciones relativas a la
mora del deudor”.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

ARTICULO 887: Excepciones al principio de la mora automática. La regla de la mora


automática no rige respecto de las obligaciones: a) sujetas a plazo tácito; si el plazo no
está expresamente determinado, pero resulta tácitamente de la naturaleza y circunstancias
de la obligación, en la fecha que conforme a los usos y a la buena fe, debe cumplirse; b)
sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho; si no hay plazo, el juez a pedido de
parte, lo debe fijar mediante el procedimiento más breve que prevea la ley local, a menos
que el acreedor opte por acumular las acciones de fijación de plazo y de cumplimiento, en

161
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

cuyo caso el deudor queda constituido en mora en la fecha indicada por la sentencia para
el cumplimiento de la obligación. En caso de duda respecto a si el plazo es tácito o
indeterminado propiamente dicho, se considera que es tácito.

Interpretación

2.1. Interpelación. Concepto y formas

La interpelación es la exigencia de cumplimiento.

Puede ser judicial, cuando la intimación la hace un oficial de justicia a través de un


mandamiento del juez; o extrajudicial, cuando la realiza el acreedor.

Este puede realizarla de cualquier manera.

Generalmente, se hace por carta documento, para facilitar su prueba.

2.2. Los requisitos de la interpelación

Los requisitos intrínsecos de la interpelación son:

1. categórica: debe ser un requerimiento indudable, concebido en el modo verbal


imperativo;

2. apropiada: solo se puede intimar a cumplir lo adeudado, tiene que estar en relación con
la obligación;

3. coercitiva: bajo apercibimiento de sanción jurídica;

4. de cumplimiento factible: que permita al deudor realizar el cumplimiento.

No deber ser intempestivo;

5. circunstanciado: debe indicar las circunstancias de lugar, tiempo, monto, forma, etc. de
cumplimiento.

En cuanto a los requisitos extrínsecos, ellos son:

162
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

1. la cooperación del acreedor cuando ella es necesaria para el cumplimiento;

2. la ausencia de incumplimiento del acreedor: el acreedor no debe estar en mora con


respecto a esa obligación.

2.3. La constitución en mora en las obligaciones con plazo tácito e indeterminado

La norma establece que la excepción a la mora automática resultan ser las obligaciones a
plazo tácito e indeterminado.

Las obligaciones de plazo tácito, y aquellas de plazo indeterminado (no las obligaciones
sin plazo, como algunos autores las denominan y la propia reforma enuncia, porque dichas
obligaciones tienen plazo aunque no término), hallan su régimen de constitución en mora
en las previsiones del mismo artículo, sea por la interpelación, sea con la previa fijación
judicial de término si la obligación no tiene plazo determinado.

El plazo tácito es aquel que surge implícitamente de la naturaleza y circunstancias del acto
o de la obligación.

No estamos frente a una obligación sujeta a plazo esencial, sino a plazo tácito, que es una
especie dentro del género más amplio del plazo indeterminado.

Se trata de obligaciones que no tienen un término de vencimiento expresamente fijado


por las partes, aunque de su naturaleza y circunstancias es posible inferir tácitamente el
momento a partir del cual el acreedor podrá exigir el cumplimiento de la prestación —
como, por ejemplo, el caso del mandatario que debe intereses de las cantidades que aplicó
al uso propio desde el día en que lo hizo y de las que le reste deber desde que se hubiese
constituido en mora en entregarlas (art. 1324, incs. g y f, CCyC); el depositante, quien
puede exigir al depositario la restitución de la cosa antes del vencimiento; o el de-positario
gratuito, quien puede exigir del depositante, en todo tiempo, que reciba la cosa
depositada (art. 1359 CCyC); también el comodato puede darse con frecuencia como una
obligación a plazo tácito (art. 1536, inc. e, CCyC—.

163
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El acreedor deberá interpelar al deudor para constituirlo en mora.

Cuando la indeterminación es absoluta, corresponde su fijación judicial, a falta de acuerdo


de partes.

Quedan comprendidos dentro de este supuesto aquellos casos en donde se ha tomado en


cuenta un acontecimiento no forzoso con la finalidad de diferir los efectos del acto (y no
de condicionarlos).

Así sucede, por ejemplo, con la obligación de pagar cuando mejore de fortuna o cuando
perciba el crédito de un tercero.

Si las partes no arriban a un acuerdo, se debe requerir la fijación judicial a través del
proceso más breve.

2.4. Presunción de plazo tácito

En caso de duda, lo que implica que se trata de una presunción que admite prueba en
contrario, debe interpretarse que la obligación es a plazo tácito.

El problema en la práctica se plasma en aquellos supuestos en los cuales resulta muy difícil
de precisar si el plazo es tácito o indeterminado propiamente dicho.

En tal supuesto, la norma proyectada prevé que, ante la duda, se considerará que el plazo
es tácito.

Para diferenciar un supuesto del otro, debe indagarse la voluntad de las partes, plasmada
en las cláusulas contractuales pertinentes, y determinar si lo que efectivamente ellas han
querido es integrar el convenio con una decisión judicial relativa al momento preciso en
que la obligación debe cumplirse (plazo indeterminado propiamente dicho) o,
simplemente, diferir los efectos hacia el futuro, sin tener en cuenta intervención judicial
alguna (plazo indeterminado tácito).

164
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este último supuesto, lo único que corresponde al juez es verificar si, teniendo en
cuenta la naturaleza y circunstancias de la obligación, ha transcurrido o no dicho plazo al
tiempo de promoverse la demanda.

En cambio, en el primer supuesto, debe intervenir para fijar el plazo e integrar de tal modo
el contrato.

Entonces, el plazo se considerará indeterminado solo cuando resulte inequívoco para el


juez que las partes han querido diferirlo a fijación judicial.

Ante la duda, se considerará que es tácito, con lo cual se alcanza una solución mucho más
dinámica, previsible y eficiente desde el punto de vista de la economía del proceso.

2.5. Obligaciones puras y simples

La doctrina y la jurisprudencia mayoritarias, en el régimen actual, entienden que en estas


obligaciones el deudor no incurre en mora si no es interpelado por el acreedor.

Quienes adhieren a estas ideas descartan terminantemente que pueda aplicarse a ellas el
régimen de mora automática y consideran también que es improcedente toda pretensión
de fija-ción judicial de plazo; esto último es propio de una especie de obligación modal, la
sujeta a plazo indeterminado propiamente dicho, y no de una obligación que se
caracteriza, precisamente, por lo contrario: no tener plazo (en esta tesis, Llambías, Alterini,
Kemelmajer de Carlucci, Moisset de Espanés).

El Proyecto de la Comisión Federal de 1993 las regulaba expresamente disponiendo la


constitución en mora por interpelación.

En el CCyC, en cambio, al no quedar incluidas dentro de las excepciones consagradas en el


artículo 887, la constitución en mora de tales obligaciones será automática.

2.6. La mora en los hechos ilícitos

165
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La mora automática era propiciada por la doctrina (por autores como Llambías, Cazeaux-
Trigo Represas, Lafaille, Busso, Salvat-Galli, Wayar) y la jurisprudencia.

En el CCyC resulta de aplicación la mora automática merced a la vigencia de la regla


general.

2.7. La constitución en mora en el derecho comparado

Una tendencia acepta la mora automática cuando la obligación tiene plazo (Código
alemán, art. 284; Código suizo, art.102; Código de Brasil, art. 960; Código de Chile, arts.
1551-52; Cód. de Paraguay, art. 424).

Otra tendencia exige la interpelación, haya o no plazo fijado (Cód. francés, art. 1139; Cód.
español, art. 1100; Cód. de Uruguay, art. 1336; Cód. de Holanda, art. 1093).

Una posición intermedia es la del Cód. Civil italiano de 1942, art. 1219, exige la constitución
en mora por interpelación, pero consagra importantes excepciones.

2.8. La mora del deudor en los proyectos de reforma

La mora en el Proyecto del PE de 1993: el art. 717 volvía al sistema de Vélez:

“Para que el deudor incurra en mora es necesario que se requiera judicial o


extrajudicialmente el cumplimiento de la obligación”.

Sin embargo, las excepciones reducían la aplicación del principio general a:

1. plazo cierto, aun cuando deba cumplirse en el domicilio del deudor;

2. plazo esencial;

3. cuando el deudor manifiesta su intención de no cumplir la obligación;

4. hechos ilícitos;

5. disposición legal o convencional en contrario.

166
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En cambio, el Proyecto de la Comisión Federal optó por la diferenciación de casos,


comenzando la norma con la mora automática prevista para las obligaciones sujetas a
plazo expreso (art. 509).

En cambio, preveía la interpelación para las obligaciones de plazo tácito y las puras y
simples.

El Proyecto de 1998 también optó por la distribución de casos entre uno y otro sistema de
constitución en mora (arts. 1593 y 1595), disponiendo el primero la mora automática y el
segundo, la mora por interpelación.

Admitía que sea el juez quien libere de los efectos de la mora automática al deudor si se
transgrede la regla de buena fe (art. 1594).

2.9. Valoración de la regulación en el CCyC

Consagra una regla general, se disipan las dudas: el principio general es el de la mora
automática, la que comprende a las obligaciones puras y simples; en materia de hechos
ilícitos, las obligaciones sujetas a un plazo determinado expreso, cierto o incierto.

Ello así cualquiera fuese el lugar de cumplimiento de la obligación, esto es, aunque
coincidiera con el domicilio del deudor.

El régimen tiende a reducir la litigiosidad en aspectos que generaron polémica en la


doctrina y jurisprudencia nacional.

Eximición:

ARTICULO 888: Eximición. Para eximirse de las consecuencias jurídicas derivadas de la


mora, el deudor debe probar que no le es imputable, cualquiera sea el lugar de pago de la
obligación.

2. Interpretación

2.1. Efectos de la mora

167
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

1. Apertura de las acciones por responsabilidad.

Ante la mora del deudor, el acreedor tiene derecho a:

pretender su ejecución forzada; obtener la ejecución por otro; reclamar la indemnización


sustitutiva (art. 730 CCyC);

2. indemnización del daño moratorio (arts. 1716 y 1737 CCyC y ss.);

3. imputación del caso fortuito: el moroso soporta el caso fortuito, a menos que sea
irrelevante (art. 1733, inc. c, CCyC);

4. inhabilidad para constituir en mora al acreedor: en las obligaciones correlativas, la parte


morosa no tiene derecho a constituir en mora a la otra (arg. arts. 1031 y 1032 CCyC);

5. operatividad de la cláusula resolutoria: en los contratos con prestaciones recíprocas, el


contratante inocente puede pedir la disolución del vínculo con los daños a cargo del
moroso (art. 1087 CCyC);

6. pérdida de la facultad de arrepentirse cuando se pacta la seña penitencial (art. 1059


CCyC):

la mora propia es un impedimento para arrepentirse del contrato.

La seña debilita el vínculo contractual, pero cuando el deudor incurre en mora, pierde la
facultad de arrepentirse del mismo;

7. facultad de exigir la cláusula penal (art. 792 CCyC);

8. imposibilidad de invocar la teoría de la imprevisión (art. 1091 CCyC).

2.2. Eximición de la mora

El deudor se exime de la mora si acredita que ella no le es imputable.

La mora exige la concurrencia de un factor de atribución subjetivo u objetivo.

168
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En las obligaciones de medios, el deudor se liberará por la prueba de la no culpa


(diligencia debida), mientras que en las obligaciones de resultado, la eximente solo se
alcanzará por la prueba del
corte de la cadena causal (art. 1726 CCyC), esto es, la culpa de la víctima (art. 1729 CCyC),
el caso fortuito (art. 1730 CCyC), el hecho de un tercero por el que no deba responder (art.
1731 CCyC) o la imposibilidad de cumplimiento (art. 1732 CCyC), con fundamento en
que el deudor ha prometido un resultado eficaz (art. 774, inc. c, CCyC).

2.3. La mora y el domicilio del deudor

La última parte del artículo en comentario hace referencia a una cuestión que dividía a la
doctrina y a la jurisprudencia.

Cuando el lugar de cumplimiento de la obligación era el domicilio del deudor, al acreedor


le bastaba con no presentarse para dejarlo constituido en mora (así lo han señalado
Alterini-Ameal-López Cabana).

Por ello, se sostenía que, en ese caso, a pesar de que el plazo fuere cierto, la constitución
en mora del deudor, exigía la interpelación.

Borda sostenía que, en esta cuestión, existía un error conceptual cuando se afirmaba que el
solo vencimiento del término no sería eficaz para provocar la mora del deudor, porque
habría faltado la necesaria cooperación del acreedor que no hubiese acudido al domicilio
del obligado a recibir el pago y que, en los casos en que el acreedor debiese recoger la
prestación en el domicilio del deudor, su incumplimiento equivaldría a la negativa a
recibirla.

Argumentaba que era notorio que se confundía así constitución en mora con
imputabilidad de la inejecución, que son dos conceptos diferentes (igual postura esgrimen
Bustamante Alsina, Garrido, Cifuentes, Wayar, Morello, Bueres, Gesualdi, Silvestre).

169
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sin embargo, no se pone en duda que, si el acreedor no presta la necesaria cooperación,


no existe mora del deudor, simplemente porque no le es imputable desde que no incurre
en culpa.

Pero si esto hace a los presupuestos de fondo de la responsabilidad civil por mora, otra
cosa es la prueba del hecho de no haber cumplido el acreedor, o sea de la falta de culpa
del deudor.

La cuestión queda resuelta en el CCyC ya que no hay dudas de que se aplica la mora
automática prevista como regla del sistema, cualquiera resulte el lugar de cumplimiento de
la obligación, esto es, coincida o no con el domicilio del deudor.

2.4. Purga de la mora

El deudor moroso tiene derecho a pagar, con tal que anexe a la prestación debida los
accesorios derivados de la mora (así lo sostienen Llambías, Alterini-Ameal-López Cabana,
Moisset de Espanés, Wayar).

Esta es la tendencia que prevalece en doctrina y jurisprudencia, excepción hecha en los


casos de plazo esencial y cuando el acreedor hizo uso de la cláusula resolutoria (en contra,
ver Abelleyra y Busso).

2.5. Cesación de la mora

Se produce la cesación de la mora del deudor si el acreedor renuncia a la mora de aquel.

Esa renuncia puede ser expresa o tácita, total o parcial.

También se da ese efecto cuando el deudor cumple su prestación con más los daños y
perjuicios moratorios, o consigna judicialmente lo debido.

En cambio, la mora no cesa ante la existencia de una demanda judicial del acreedor si la
misma se declara caduca.

170
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Efectos de la mora del deudor:

La mora del deudor puede ser definida como el estado en el cual el incumplimiento
material se hace jurídicamente relevante.

La mora del deudor es la situación anormal del retraso del incumplimiento por la que
atraviesa una obligación exigible cuando, por una causa imputable, el deudor no satisface
oportunamente la expectativa del acreedor, y subsiste mientras la ejecución especifica de
la prestación, aunque tardía, sea posible y útil.

Para que se configure la mora del deudor, deben concurrir los siguientes requisitos: 1) el
retado en el cumplimiento; 2) que dicho retardo sea imputable (subjetiva u objetiva) al
deudor y 3) la constitución en mora del deudor.

Existen dos sistemas de constituciones en mora, la llamada “mora automática” y la “mora


por interpelación”:

1) Mora “ex re”. También llamada mora automática, se produce por el solo transcurso
del tiempo sin que sea necesario que el acreedor efectué interpelación alguna del
deudor.
2) Mora “ex persona”. Este sistema requiere de un de un acto previo de acreedor
llamado interpelación, para constituir en mora al deudor.

Por ende, una vez operado el vencimiento de la obligación, el deudor quedará en


estado de morosidad, sin que sea necesario requerimiento alguno por parte del
acreedor para su constitución en mora (interpelación).

171
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Surgen dos consecuencias principales de la configuración de una situación de mora,


consiste en:

a) A partir de su mora, el deudor debe los intereses correspondientes (art. 758CCC)


b) El deudor en mora responde hasta el caso fortuito, a no ser que la mora sea
indiferente para la producción del caso fortuito o de la posibilidad de cumplimiento
(art. 1733 inc. C, CCC).

El derecho de pagar durante el estado de mora:

CREO QUE ES EL PAGO POR CONSIGNACÓN, PERO HAY QUE PREGUNTARTE A LA PROFE.

Es así ;)

Cesación de la mora del deudor:

Los efectos de la mora pueden cesar por las siguientes causas:

a) Por el pago: cuando el deudor paga, desaparece la mora, pues ése es el efecto del
pago, aunque tardío. Obvio es que para ello el pago debe incluir los intereses
correspondientes o ser aceptados sin ellos y sin hacer salvedades a su respecto el
acreedor.
b) Por su renuncia expresa o tácita del acreedor a los derechos que le asisten por la
mora incurrida: el derecho a reclamar una indemnización de daños y perjuicios o
los efectos de la perdida de una cosa, o los accesorios del crédito, así como la
decisión de no hacerlo, constituyen derechos exclusivamente de interés particular
del acreedor, ya que no está involucrado en ellos el orden público, si el abandono
de ellos se produce después de haberse adquirido el derecho y no antes. Si se trata
de un derecho ya adquirido él puede ser renunciado o no ejercido directamente; en
cambio no sería válido una renuncia anticipada a reclamar tales créditos.

MARCELO LOPEZ MESA

Cesación de la mora del deudor.

172
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La situación jurídica de mora concluye por pago (art. 865), por pago por consignación
judicial (arts. 904 y ss.) o extrajudicial (art. 910 y ss.), por su purga a través de la
realización de ofertas reales de cumplimiento (art.886, último párr.), por la renuncia del
acreedor a los derechos que le otorga la mora debitoris (arts. 944 y ss.) y por
imposibilidad de cumplimiento (art. 955).

a) Pago.

Quien se encuentra en mora, puede y debe pagar. El ordenamiento jurídico debe


asegurarle las vías adecuadas para ello.

Obviamente, quien paga estando en mora, debe adecuar su conducta para que el pago
sea íntegro. Por lo tanto, si se trata de una deuda dineraria, debe pagar el capital más
los intereses moratorios, pudiendo el acreedor negarse a recibir un pago que no
contemple estos últimos; no porque el acto solutorio sea extemporáneo, sino en razón
de su falta de integridad cuantitativa.

El derecho del deudor moroso de pagar y liberarse no es absoluto y tiene límites de


importancia, ya que no puede ejercerse en dos casos:

1) Cuando ya ha operado la resolución contractual, supuesto en el cual estamos ante


un caso de incumplimiento y no de mora.

2) Cuando se trata de obligaciones sujetas a plazo esencial, supuesto en el cual,


conforme lo hemos visto, estamos ante un caso de incumplimiento definitivo por
frustración irreversible del interés del acreedor y no de mora

b) Pago por consignación.

Si el deudor moroso no puede realizar el pago en las condiciones anteriormente


indicadas, debe reconocérsele el derecho de acudir a la vía del pago por consignación
judicial o extrajudicial que prevé el Código Civil y Comercial.

173
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Para que ésta proceda debe ser íntegra, por lo que deberá comprender la prestación
originaria y además los daños y perjuicios que derivan de la mora.

c) La purga de la mora a través de ofertas reales (36).

Si el deudor realiza una oferta real de pago, efectiva e íntegra, al acreedor, opera la
purga de la mora debitoris y se produce la mora del acreedor si éste se niega
injustificadamente a recibirla (art.886, último párrafo).

Quien efectúa la oferta real purga su mora y puede constituir en mora al acreedor. Ese
es el efecto que produce dicha oferta, el cual no debe ser confundido con el que
produce el pago por consignación que es distinto y no es otro que permitir la
liberación del deudor.

Una cosa es liberarse de los efectos de la mora (y, más aún, constituir en mora al
acreedor), con todo lo que ello significa y otra, distinta, es liberarse de la obligación.
Para esto último, el deudor deberá consignar, si así lo desea, ya que la consignación no
constituye una vía compulsiva, cuya omisión pueda generar al deudor, en este caso,
otra consecuencia que no sea la perdurabilidad de la obligación.

d) Renuncia del acreedor.

También cesan los efectos de la mora por renuncia del acreedor a hacer valer los
derechos que aquél estado le confiere.

La renuncia puede ser expresa o tácita, y debe ser siempre inequívoca, ya que sus
efectos no se presumen.

Hay renuncia tácita, por ejemplo, cuando el acreedor otorga al deudor moroso un
nuevo plazo para cumplir y purgar su mora.

En caso de duda acerca de si una determinada manifestación de voluntad del acreedor


importa o no renuncia, habrá que estar por la negativa.

174
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Creemos que, como regla, no es posible inferir que las tratativas posteriores a la
constitución en mora puedan ser tomadas como una renuncia a los efectos de la mora.

Existen supuestos en los que la propia ley prohíbe la renuncia extintiva de la mora. Tal
lo que sucede en materia de seguros (art. 50, ley 17.418), en donde se determina que
"el asegurado no puede renunciar a los beneficios adquiridos por la mora de su
asegurador".

e) Imposibilidad de cumplimiento

La mora del deudor se transforma en incumplimiento definitivo cuando la prestación


deviene imposible con posterioridad a la constitución en aquél estado. Ello significa
que la obligación primitiva modifica su objeto y se convierte en la de pagar una
indemnización de los daños causados (art. 955). No estamos frente a una nueva
obligación sino ante la misma prestación incumplida que ha modificado su objeto.

Con ese sentido debe entenderse el paso del estado de mora al de incumplimiento. El
deudor continúa obligado, pero la prestación tiene ahora un objeto distinto y sigue
debiendo el daño moratorio hasta el momento en que se extinga la obligación por
alguno de los modos previstos en el ordenamiento jurídico.

PIZARRO.

Mora del acreedor:

Es el tipo de mora más rara que se pueda dar en el derecho de las obligaciones. La “mora
accipiendi” o “mora creditoris”, consiste en todo y cualquier retardo injustificado en recibir
la prestación.

En el código civil y comercial, en su art. 886, 2° párrafo, declara:

175
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

“El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad
con el artículo 867 y se rehúsa injustificadamente a recibirlo.”

Y en la norma a la que el art. 886 remite, expresa:

“el objeto del pago debe reunir los requisitos de identidad, integridad, puntualidad y
localización”.

Cuando el acreedor incurre en mora, se le aplican principalmente las mismas normas que
se le aplicarían al deudor que haya incurrido en mora, en la medida en que fueran
compatibles con su naturaleza.

La configuración de la mora del acreedor requiere la reunión de dos requisitos de fondo:

a) La posibilidad y disposición del deudor de cumplir realmente la prestación


b) La falta injustificada de aceptación de la prestación ofrecida, en tiempo hábil, por
parte del acreedor o su omisión de presentarse la cooperación de su parte que sea
indispensable para permitir el cumplimiento.

A esos requisitos de fondo debe agregarse uno formal: la oferta realizada por el deudor.
En esta inteligencia se ha sostenido que el acreedor solo se constituye en mora cuando se
niega a recibir la prestación que se le ofrece.

Así entonces entendemos, que el acreedor está obligado a recibir la prestación debida y
también esta obligado a recibir pagos completos cancelatorios y también pagos parciales,
en este ultimo caso, si existiera disposición legal o convencional en contrario.

El acreedor que obstaculiza el cumplimiento del deudor, o le pone impedimentos, o no


presenta la colaboración indispensable para el cumplimiento, los perjuicios que el retraso
pueda originar, debe sufrirlo él y no el obligado, quien busco cumplir con la obligación.

MARCELO LOPEZ MESA

Efectos:

176
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La mora por parte del acreedor, produce los siguientes efectos:

1) Los riesgos de que la cosa se pierda corren a partir de la mora por parte del
acreedor, mientras no cumpla la intimación de recibir la cosa (art. 755 CCC.)
2) El deudor queda facultado a promover un juicio de consignación en contra del
acreedor (art. 904, inc. A, CCC.)
3) El acreedor responde por su dolo y por su culpa frente al deudor (art. 729 CCC.),
factores de atribución que se aprecian conforme con las reglas corrientes del
Código.
4) Si el deudor debiese hacer gastos para conservar la cosa, el acreedor está obligado
a satisfacerlas desde que haya comenzado la mora.

MARCELO LOPEZ MESA.

Cesación:

III) Pago por consignación: concepto y fundamento. A) consignación judicial:


carácter, requisitos, casos en que procede. Forma (modos de efectuarla).
Efectos. Deudor moroso. Desistimiento. b) consignación extrajudicial:
procedencia y tramite. Derechos del acreedor que retira el deposito.
Impedimentos.

Pago por consignación:

El pago por consignación implica el cumplimiento coactivo inverso de la obligación. Se


trata del anverso de la ejecución forzada, pensada para vencer la resistencia del deudor
está la ejecución forzada.

El código ha agregado la novedad del pago por consignación en forma extrajurídica, ante
un escribano de registro y seguimiento determinados requisitos en las normas que lo
tratan.

177
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La consignación puede ser realizada en aquellas obligaciones de dar dinero, pero también
resulta aplicable en los supuestos de obligaciones de dar cosas ciertas y cosas
indeterminadas a elección de acreedor. En cambio, el instituto no resulta aplicable en las
obligaciones de hacer (obligaciones que impliquen actividades del solvens) y obligaciones
de no hacer.

El instituto de la consignación se caracteriza por: a) ser excepcional. b) debe respetar los


principios generales del pago. C) es facultativa. D) puede ser judicial o extrajudicial.

COSTA

Fundamentos:

El fundamento del pago por consignación es doble: a) apuntar a la liberación del sujeto
pasivo de la obligación ante la resistencia de su acreedor, y b) la liquidación de las
relaciones crediticias de la forma más apropiadas a las relaciones en juego persigue una
relación social.

El fundamento de la consignación radica en los efectos de las obligaciones. Así como para
vencer la resistencia del deudor esta la ejecución forzada, para en el caso de la resistencia
del acreedor esta la consignación para así liberar de la obligación que el deudor ha
intentado ejecutar.

Consignación Judicial:

Caracteres del pago por consignación judicial

Según la definición que brinda el CCyC, el pago es el cumplimiento de la prestación que


constituye el objeto de la obligación (art. 865 CCyC), al que le resultan aplicables las reglas
de los actos jurídicos (art. 866 CCyC) y debe reunir los requisitos de identidad, integridad,
puntualidad y localización (art. 867CCyC).

Y cuando el codificador refiere al pago por consignación judicial, dispone que debe
cumplir con esos requisitos y surtir sus mismos efectos (arts. 905 y 907 CCyC).

178
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Entonces, el pago por consignación judicial no es una figura distinta de la del pago, sino
que se trata de un mecanismo o modo de realizarlo.

Supone el trámite de un proceso judicial contencioso, que dependerá de las normas


procesales aplicables en cada jurisdicción (arts. 5º; 75, inc. 12; y 121 CN).

Vale advertir que el proceso no se reduce a un simple depósito o intimación judicial, sino
que estos son actos procesales que complementan o que se anexan al fundamental y
constitutivo, que es la demanda.

Allí es donde el actor tiene la carga expositiva y probatoria propia del proceso de
conocimiento.

Al tratarse de un juicio contencioso, tienen que respetarse, entre otros, los principios de
contradicción y defensa, lo cual se traduce en el ineludible emplazamiento del acreedor
para que conteste la demanda.

En esa ocasión, este último tiene la carga de pronunciarse —categórica e


inequívocamente— en relación a si acepta o rechaza el pago que le es ofrecido por el
actor.

Existen depósitos judiciales que no se emparentan con el proceso de consignación judicial


por no constituir procesos contenciosos propiamente dichos.

Así, por ejemplo, el pago de impuestos o tasas judiciales; el depósito de una suma de
dinero que debe pagarse al acreedor ante el juez embargante del respectivo crédito; y la
mal denominada “consignación cambiaria”, que contempla el art. 45 del decreto-ley
5965/63, entre otros.

La consignación judicial es un mecanismo compulsivo, tendiente a vencer la reticencia del


acreedor, o bien a sortear diversos obstáculos que dificultan o impiden realizar el pago en
forma directa.

179
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

No está de más decir que el pago coactivo no permite, bajo ningún supuesto, el ejercicio
de fuerza física sobre la persona del acreedor ni sobre terceros.

Conectado con ello, puede decirse que el pago por consignación judicial constituye una
víaexcepcional a la que puede acudrse cuando se verifica alguna de las circunstancias que
contempla la norma y que alcance a constituir un serio obstáculo para el cumplimiento
espontáneo por parte del deudor.

Ello determina que en el juicio de consignación constituya una carga del actor la
justificación y demostración de los extremos que habilitan a valerse de esa forma
compulsiva de pago.

Es claro que es un procedimiento facultativo.

El deudor no está obligado a consignar, sino que constituye para él una carga, un
imperativo de su propio interés:

si desea obtener la liberación ante la imposibilidad o dificultad de hacerlo por sus propios
medios de manera válida o segura, deberá recurrir al procedimiento de la consignación
judicial.

Es una herramienta que el deudor puede o no utilizar, sin que sea menester a los efectos
de purgar su eventual mora, pues a tal efecto —y a fin de constituir en mora al acreedor—
le basta con realizar una oferta real y efectiva de cumplimiento por vía extrajudicial.

Por último, puede destacarse que el pago por consignación supone la intención de pagar
por parte del deudor (arg. arts. 259, 260 y 866 CCyC).

Debe siempre verificarse por parte del consignante un interés concreto y específico al
actuar de ese modo, para que el procedimiento y el pago sea válido.

Ese interés no es otro que el animus solvendi, es decir, la intención del deudor de cumplir
una prestación determinada —que reconoce a su cargo— y de liberarse precisamente del
vínculo obligacional que la contiene.

180
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Así no se verifica un interés semejante cuando el deudor realiza el depósito, pero cuestiona
la existencia de la obligación, pues ello no implica reconocimiento de la deuda ni la
intención de cancelarla.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Requisitos:

ARTICULO 905: Requisitos. El pago por consignación está sujeto a los mismos requisitos
del pago.

Interpretación:

Adviértase que, en lo atinente al estudio de los requisitos del pago, corresponde atenerse
a la interpretación de los arts. 867 CCyC y concs., de ahí que corresponda remitir al lector
al comentario de esas disposiciones.

Sin perjuicio de ello, deviene procedente formular ciertas precisiones relacionadas al


procedimiento consignatorio.

2.1. Integridad e identidad de objeto

Para que una consignación sea plenamente eficaz debe intentarse respetando los
principios de identidad e integridad que resguardan la exactitud del objeto.

De lo contrario, el acreedor —que, excepto disposición legal o convencional, no está


obligado a recibir un pago parcial o diferente del estipulado (arts. 868 y 869 CCyC)—,
podrá rechazarlo válidamente.

Como excepción al principio general, es posible imponer al acreedor un pago en distinta


especie al pactado, en el supuesto previsto por el art. 906, inc. c, CCyC, al que cabe
remitirse.

181
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El requisito de integridad determina que el pago debe constituir una prestación


cuantitativamente igual a la debida —es decir, comprensiva de todos los accesorios
adeudados, como es el caso de los intereses que se hayan devengado en caso de que haya
mediado mora del deudor (art. 870 CCyC)— y las costas generadas por el incumplimiento
en tiempo oportuno.

En el supuesto de que el deudor adeude un monto en parte líquido y otro en parte


ilíquido, es posible la consignación en pago de la totalidad de la parte líquida,
manifestando la intención de abonar lo ilíquido cuando se practique su liquidación.

A todo evento, debe descartarse el rechazo de la demanda de consignación si se verifica


una insignificante diferencia entre lo pagado y lo efectivamente adeudado, cuando ello
revela un error material o pudiese implicar un excesivo rigorismo susceptible de ser
subsanado.

No es admisible la consignación por un monto estimado en forma aproximada.

Pero, a su vez, si frente a la manifiesta voluntad de pago del deudor, el acreedor se niega a
recibir el pago ofrecido por considerarlo incompleto, debe indicar el quantum del saldo
adeudado.

Porque, cuando el acreedor considera que el pago que se le ofrece no reúne los requisitos
de identidad e integridad, debe colaborar con el deudor para determinar la cuantía de la
parte ilíquida.

De lo contrario, su respuesta incompleta debe juzgarse como evasiva, con los mismos
efectos de reconocimiento tácito que produce el silencio.

El acreedor no puede aceptar el pago ofrecido por consignación imputándolo como


cancelación parcial de la deuda o bien a una deuda distinta a la que se consignó.

Ello, principalmente, porque el pago por consignación es una facultad del deudor ejercida
con un solo propósito: liberarse de una obligación.

182
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ese es, y no otro, el efecto que produce la oferta contenida en la demanda en caso de ser
aceptada (art. 972 CCyC); no puede el acreedor por su sola voluntad imponer un resultado
distinto porque significaría aceptar lo que no le ha sido ofrecido.

Cabe destacar que, sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia no son pacíficas sobre esta
cuestión.

2.2. Sujetos. Legitimación activa y pasiva

Están legitimados para promover la consignación judicial todos aquellos que, dentro de
determinada obligación, tienen derecho a pagar.

Se trata de quienes ostentan un interés jurídico en la extinción de la obligación.

En primer lugar, el deudor, sea que revista la calidad de obligado principal o subsidiario,
como el fiador, el avalista, etc.

Pero, además, puede realizar compulsivamente el pago cualquier tercero interesado,


entendiéndose por tal a quien no tiene intervención directa en determinada relación
jurídica pero se puede ver beneficiado o perjudicado jurídicamente por las consecuencias
que de ella deriven, al verse vinculado en razón de algún derecho con los sujetos o con el
objeto de ese negocio.

Así, el interés del tercero es el de proteger su propio patrimonio, contando para ello con la
posibilidad de consignar por el deudor principal y obtener su liberación coactiva.

Pese a no contar con interés jurídico que lo legitime y que justifique la vía excepcional, por
aplicación del art. 881 CCyC debe aceptarse el pago por consignación intentado por el
tercero no interesado cuando no media oposición del deudor.

Los legitimados pasivos son tanto el acreedor y sus herederos como cualquier tercero que,
sin ser parte de la relación jurídica sustancial, se encuentre autorizado por aquel o por la
ley —por ejemplo, curadores, síndicos, etc.— para recibir el pago.

183
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se trata de los destinatarios del pago que pueden ser demandados —uno o todos ellos—
en el juicio de consignación.

2.3. Tiempo. Consignación prematura y tardía

Entre los principios que rigen el pago está el de puntualidad, que en lo que aquí interesa
determina que, para que el pago que se consigna sea puntual, debe ejecutárselo en la
oportunidad designada por la voluntad de las partes o por la ley.

De acuerdo a lo establecido en el art. 871 CCyC, si la obligación es de exigibilidad


inmediata, el pago debe hacerse en el momento de su nacimiento, y si se ha determinado
un plazo, sea cierto o incierto, el día del vencimiento.

En cambio, si el plazo es tácito, el artículo dispone que el pago debe hacerse en el tiempo
en que, según la naturaleza y circunstancias de la obligación, deba cumplirse; mientras
que, si el plazo es indeterminado, debe hacerse el pago en el tiempo que el juez fije, a
solicitud de cualquiera de las partes, mediante el procedimiento más breve que prevea la
ley local.

Cabe preguntarse qué sucede si el pago por consignación es intentado fuera de esos
plazos, es decir, antes del vencimiento o una vez verificado el plazo en que debía
efectuarse el pago.

Dado que el plazo se presume establecido en favor de ambas partes, el deudor no puede
pretender anticipar el pago.

O sea que el pago por consignación no puede ser prematuro, excepto que lo acepte el
acreedor, sin que ello dé derecho a obtener descuentos (art. 872 CCyC).

El pago tampoco debe ser tardío, habiendo considerado la doctrina que ello ocurre
cuando el deudor carece del derecho de pagar porque operó el incumplimiento absoluto y
definitivo de la prestación, tal como ocurre, por ejemplo, cuando media plazo esencial para
el cumplimiento o cuando ha operado la resolución expresa o implícita del contrato.

184
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

A todo evento, existe la posibilidad de que el acreedor pretenda dar por resuelto el vínculo
comunicándoselo al deudor pero que este, disconforme con ello, alegue la vigencia del
vínculo y consigne judicialmente las sumas adeudadas.

En ese caso, será tarea del juez determinar primeramente si al momento de intentarse la
consignación el vínculo obligacional había sido o no válidamente resuelto.

Distinto es el supuesto del pago que intenta el deudor moroso en ejercicio del derecho de
liberarse, que expresamente se le reconoce en el art. 908 CCyC.

Mas, en este supuesto, el vínculo obligacional está vigente, por lo que el deudor conserva
el derecho de pagar, aunque deba además reparar el daño moratorio.

Ya se volverá sobre este tópico al comentar el art. 908 CCyC, que faculta al deudor moroso
a acudir a la consignación judicial.

2.4. Lugar

Tocante al requisito de localización, la norma debe complementarse con lo dispuesto en el


art. 873 CCyC que, al referirse al lugar de pago, dispone que puede ser establecido por
acuerdo de partes, de manera expresa o tácita.

Asimismo, no pueden obviarse las reglas sentadas en el art. 874 CCyC, que prevé que si
nada se ha indicado al respecto, el lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo de
nacimiento de la obligación.

Mas, si el deudor se muda, el acreedor tiene derecho a exigir el pago en el domicilio actual
o en el anterior, previendo la misma solución cuando el lugar de pago sea el domicilio del
acreedor.

Aclara la norma que esta regla no se aplica a las obligaciones de dar cosas ciertas pues, en
este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra habitualmente.

185
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Y tampoco a las obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo, previendo en este


caso que el lugar de pago será donde debe cumplirse la prestación principal.

Puede agregarse la importancia de este recaudo en materia de competencia pues las


normas procesales disponen, generalmente, que el juicio de consignación sea promovido
en el lugar de cumplimiento de la obligación (v. gr., art. 5°, inc. 3, CPCCN).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Casos en los que procede:

ARTICULO 904: Casos en que procede. El pago por consignación procede cuando: a) el
acreedor fue constituido en mora; b) existe incertidumbre sobre la persona del acreedor; c)
el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por causa que no le es imputable.

Interpretación

2.1. Caracteres del pago por consignación judicial

Según la definición que brinda el CCyC, el pago es el cumplimiento de la prestación que


constituye el objeto de la obligación (art. 865 CCyC), al que le resultan aplicables las reglas
de los actos jurídicos (art. 866 CCyC) y debe reunir los requisitos de identidad, integridad,
puntualidad y localización (art. 867CCyC).

Y cuando el codificador refiere al pago por consignación judicial, dispone que debe
cumplir con esos requisitos y surtir sus mismos efectos (arts. 905 y 907 CCyC).

Entonces, el pago por consignación judicial no es una figura distinta de la del pago, sino
que se trata de un mecanismo o modo de realizarlo.

186
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Supone el trámite de un proceso judicial contencioso, que dependerá de las normas


procesales aplicables en cada jurisdicción (arts. 5º; 75, inc. 12; y 121 CN).

Vale advertir que el proceso no se reduce a un simple depósito o intimación judicial, sino
que estos son actos procesales que complementan o que se anexan al fundamental y
constitutivo, que es la demanda.

Allí es donde el actor tiene la carga expositiva y probatoria propia del proceso de
conocimiento.

Al tratarse de un juicio contencioso, tienen que respetarse, entre otros, los principios de
contradicción y defensa, lo cual se traduce en el ineludible emplazamiento del acreedor
para que conteste la demanda.

En esa ocasión, este último tiene la carga de pronunciarse —categórica e


inequívocamente— en relación a si acepta o rechaza el pago que le es ofrecido por el
actor.

Existen depósitos judiciales que no se emparentan con el proceso de consignación judicial


por no constituir procesos contenciosos propiamente dichos.

Así, por ejemplo, el pago de impuestos o tasas judiciales; el depósito de una suma de
dinero que debe pagarse al acreedor ante el juez embargante del respectivo crédito; y la
mal denominada “consignación cambiaria”, que contempla el art. 45 del decreto-ley
5965/63, entre otros.

La consignación judicial es un mecanismo compulsivo, tendiente a vencer la reticencia del


acreedor, o bien a sortear diversos obstáculos que dificultan o impiden realizar el pago en
forma directa.

No está de más decir que el pago coactivo no permite, bajo ningún supuesto, el ejercicio
de fuerza física sobre la persona del acreedor ni sobre terceros.

187
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Conectado con ello, puede decirse que el pago por consignación judicial constituye una
víaexcepcional a la que puede acudrse cuando se verifica alguna de las circunstancias que
contempla la norma y que alcance a constituir un serio obstáculo para el cumplimiento
espontáneo por parte del deudor.

Ello determina que en el juicio de consignación constituya una carga del actor la
justificación y demostración de los extremos que habilitan a valerse de esa forma
compulsiva de pago.

Es claro que es un procedimiento facultativo.

El deudor no está obligado a consignar, sino que constituye para él una carga, un
imperativo de su propio interés:

si desea obtener la liberación ante la imposibilidad o dificultad de hacerlo por sus propios
medios de manera válida o segura, deberá recurrir al procedimiento de la consignación
judicial.

Es una herramienta que el deudor puede o no utilizar, sin que sea menester a los efectos
de purgar su eventual mora, pues a tal efecto —y a fin de constituir en mora al acreedor—
le basta con realizar una oferta real y efectiva de cumplimiento por vía extrajudicial.

Por último, puede destacarse que el pago por consignación supone la intención de pagar
por parte del deudor (arg. arts. 259, 260 y 866 CCyC).

Debe siempre verificarse por parte del consignante un interés concreto y específico al
actuar de ese modo, para que el procedimiento y el pago sea válido.

Ese interés no es otro que el animus solvendi, es decir, la intención del deudor de cumplir
una prestación determinada —que reconoce a su cargo— y de liberarse precisamente del
vínculo obligacional que la contiene.

188
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Así no se verifica un interés semejante cuando el deudor realiza el depósito pero cuestiona
la existencia de la obligación, pues ello no implica reconocimiento de la deuda ni la
intención de cancelarla.

2.2. Obligaciones que pueden consignarse

Para que la consignación prospere y alcance sus efectos es imprescindible que exista —y
subsista— un vínculo obligacional que imponga al deudor el deber de cumplir con una
determinada prestación.

En lo que atañe a las obligaciones naturales, no pueden dar lugar al pago por
consignación.

Si bien podrían ser objeto de pago voluntario, no debe olvidarse que este procedimiento
compulsivo está pensado como un remedio excepcional fundado en el interés liberatorio
del deudor, y que este está necesariamente relacionado con una prestación obligacional
que le es exigible.

Están comprendidas en la consignación judicial cualquier clase de prestaciones, ya sea que


constituyan obligaciones de dar, de hacer o de no hacer (arts. 746 a 778 CCyC).

Ello, pues no es una figura distinta del pago y no hay razón —ya que, de haberla, habría
sido consagrada legalmente— para acotar el mecanismo al ámbito de las obligaciones de
dar sumas de dinero, que es el supuesto más frecuente, aunque no se desconoce la
dificultad de concebir en la práctica supuestos en los que proceda el cumplimiento
compulsivo de obligaciones de hacer y, sobre todo, de las obligaciones de no hacer.

En cada supuesto, habrá de variar el procedimiento a seguir para ofrecer y, eventualmente,


perfeccionar el pago por vía judicial.

Tratándose de obligaciones de dar sumas de dinero o de cosas indeterminadas, el


procedimiento surge de las disposiciones específicas del art. 906 CCyC, mas no se

189
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

contempla la solución para otros supuestos —como, por ejemplo, para la consignación de
obligaciones de dar cosas ciertas—.

De todos modos, no debe perderse de vista que, en cualquiera de los casos, la cuestión
radica en poner a disposición del acreedor —por medio de actos procesales— una oferta
real y concreta de pago que sea susceptible de ser aceptada para que se perfeccione.

Ello impone en cada caso evaluar la obligación de que se trata, el tipo de contratación, la
naturaleza de las prestaciones y las circunstancias del caso, para determinar la forma más
adecuada de proceder por vía de la consignación judicial.

Y esa tarea, seguramente propuesta por la parte al entablar demanda, debe satisfacer el
criterio del juez, quien es primeramente un garante de los derechos de todas las partes en
el proceso.

Así, en caso de obligaciones de dar cosas que no sean dinero, será conveniente analizar la
naturaleza y tipo de bien que se pretende consignar a los efectos de determinar el
procedimiento más adecuado para materializar la oferta y ponerla a disposición del
acreedor con el traslado de la demanda.

Si la cosa a entregar consiste en documentos —por ejemplo, certificados laborales— que


pueden ser anexados al expediente sin mayores dificultades o inconvenientes, así debe
procederse.

El CCyC no regula, como sí lo hacía su predecesor (art. 764 CC), un procedimiento de


intimación judicial a los efectos de la consignación de cosas, cuando su presentación o
guarda en el tribunal no es posible o aconsejable por alguna razón.

Debe aceptarse que ese mecanismo no es la regla pero tampoco está vedado y que,
cuando no sea posible poner la cosa a disposición del acreedor en el tribunal, la intimación
judicial es la manera más adecuada y conveniente de proceder, sin perjuicio de que,
eventualmente, el juez decida otro destino para la guarda de la cosa, según las
circunstancias de cada caso.

190
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Incluso, debe aquí tenerse presente la disposición del art. 906, inc. c, CCyC, que autoriza la
venta de la cosa si no puede ser conservada o si su custodia genera gastos excesivos.

2.3. Supuestos que habilitan el pago por consignación

El art. 904 CCyC enuncia supuestos de hecho que habilitan al deudor a utilizar excepcio-
nalmente la vía del pago por consignación.

En efecto, determina su procedencia cuando el acreedor fue constituido en mora, o


cuando existe incertidumbre sobre la persona del acreedor, o cuando el deudor no puede
realizar un pago seguro y válido por causa que no le es imputable.

Se trata de una enunciación amplia que comprende situaciones que importan un serio y
real obstáculo, impidiendo o dificultando el pago directo.

De manera que un pequeño inconveniente, desavenencia o una mera dificultad previsible


o enmendable no torna eficaz el procedimiento de consignación.

2.3.1. Acreedor constituido en mora

Debe apuntarse como un acierto del texto legal la alusión a la mora del acreedor en el
primero de los incisos, que no aparecía prevista en la legislación anterior, que se refería a
la negativa del acreedor de recibir el pago ofrecido por el deudor (art. 757 CC).

La nueva norma no requiere la dificultosa acreditación de un hecho negativo semejante,


sino que la prueba debe estar simple y llanamente direccionada a acreditar la constitución
en mora mediante un hecho positivo y cierto, que es la existencia de una oferta realizada al
acreedor o a un tercero autorizado a recibir el pago.

Aquí corresponde remitirse a la interpretación del art. 886 CCyCy concs., mas es ineludible
resaltar que, para constituir en mora al acreedor, no basta con una mera declaración del
deudor sobre su voluntad de pagar, aunque esta llegue a conocimiento del acreedor.

191
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Lo que interesa es que el solvens ponga a disposición del accipiens una oferta de pago
válida —es decir, reúna los requisitos previstos— de tal manera que solo de este último
dependa que se consuma el cumplimiento.

El acreedor incurre en mora si se rehúsa injustificadamente a recibir el pago o bien cuando


no colabora con el deudor para que se concrete, y esa falta de colaboración dificulta
seriamente la liberación del deudor.

Como es sabido, el acreedor debe observar una conducta acorde con el principio de buena
fe, comportándose frente al deudor con arreglo a la directiva ética y general consagrada
en el art. 9º y evitando —además— la consagración de situaciones abusivas, como
también se legisla de manera general en el art. 10 CCyC.

Claro que, a fin de no imponer la realización de actos estériles, debe relevarse de la


necesidad de interpelar previamente para constituir en mora cuando el propio acreedor se
adelantó a exteriorizar que no recibiría la prestación.

De igual modo, en el supuesto de pagos que deban realizarse en forma sucesiva, no debe
requerirse al deudor que constituya en mora al acreedor al vencimiento de cada período,
pues ello constituiría una excesiva e injustificada exigencia.

En tal caso, una vez que el acreedor ha rechazado recibir un pago, debe presumirse que
esa negativa persiste en relación a los sucesivos pagos.

2.3.2. Cuando existe incertidumbre sobre la persona del acreedor

Cuando el deudor tiene motivos serios que lo hacen dudar razonablemente acerca de
quién es el verdadero titular del crédito, está legitimado para consignar, pues si intenta
pagar y lo hace mal, se verá obligado a pagar nuevamente.

Debe suscitarse una duda razonable en el deudor sobre la persona del acreedor, por lo
que no corresponde admitir la consignación si aquel se encuentra en condiciones de
determinarlo sin mayores inconvenientes.

192
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las dudas deben recaer —y evaluarse— sobre circunstancias objetivas.

La casuística es variada, pudiendo destacarse el supuesto de que concurran varias personas


reclamando el mismo derecho y el deudor tenga razones serias y fundadas para dudar
acerca de quién reviste la verdadera calidad de acreedor, o bien cuando nadie reclame el
crédito al deudor y este pretenda liberarse sin saber a quién pagar.

Estas circunstancias se presentan cuando, por ejemplo, fallece la persona del acreedor y
varias personas concurren a reclamar el crédito invocando la calidad de heredero sin
declaración judicial, o bien, en el segundo supuesto, cuando se desconoce quiénes son los
herederos y ninguna persona concurre invocando y acreditando esa calidad.

Otro supuesto se verificaría cuando el deudor tiene conocimiento de que existe el


acreedor, pero no conoce su actual paradero y no se ha declarado judicialmente la
ausencia con presunción de fallecimiento.

2.3.3. Cuando el deudor no puede realizar un pago seguro

y válido por causa que no le es imputable

Este supuesto comprende el conjunto de situaciones diversas que habilitan el pago con
intervención judicial en tanto pueden significar para el deudor la imposibilidad de realizar
el pago en forma segura o válida, por una causa que le es ajena y que constituye un serio y
concreto riesgo de que se vea obligado a pagar de nuevo o responder frente a terceros.

Se suscita la imposibilidad de un pago seguro cuando, por ejemplo, pese al deber


impuesto por el art. 897 CCyC, el acreedor no accede a extender el pertinente recibo.

También estaría subsumido en la norma el caso del acreedor que no acepta las reservas
que el deudor desee hacer constar —por ejemplo, de repetir lo pagado— al momento de
realizar el pago.

Un pago seguro podría verse imposibilitado por la oposición formulada por un tercero que
crea una situación de incertidumbre sobre el proceder y la responsabilidad ulterior.

193
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se imposibilita el pago válido al deudor cuando el acreedor es incapaz al momento de


querer realizarlo y aquel no tiene representante legal con facultades para recibirlo.

Distinto es el caso del acreedor que está sometido a un proceso concursal, pues al estar
inhabilitado para recibir pagos, el deudor no debe proceder por la vía de la consignación,
sino ofrecer el pago directamente al órgano de la masa de acreedores (sindicatura).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Forma:

ARTICULO 906: Forma. El pago por consignación se rige por las siguientes reglas: a) si la
prestación consiste en una suma de dinero, se requiere su depósito a la orden del juez
interviniente, en el banco que dispongan las normas procesales; b) si se debe una cosa
indeterminada a elección del acreedor y éste es moroso en practicar la elección, una vez
vencido el término del emplazamiento judicial hecho al acreedor, el juez autoriza al deudor
a realizarla; c) si las cosas debidas no pueden ser conservadas o su custodia origina gastos
excesivos, el juez puede autorizar la venta en subasta, y ordenar el depósito del precio que
se obtenga.

Interpretación

2.1. El depósito de dinero debe tener lugar en un banco autorizado

Se sienta la regla de que, en el caso de que la obligación a consignar tenga por objeto dar
sumas de dinero, debe procederse mediante depósito en el banco designado al efecto por
las normas procesales de cada jurisdicción.

Cabe recordar que no es el depósito la consignación propiamente dicha, sino un mero


acto procesal contenido en ese tipo de procesos.

194
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por disposición del primer inciso de la norma, es inapropiado el depósito efectuado en


otra institución bancaria o en una escribanía, incluso si ya existieran sumas en poder de un
escribano como consecuencia de la tramitación previa de un procedimiento extrajudicial
en los términos de los arts. 910 CCyC y concs.

Es decir que en cualquiera de los casos corresponde que las sumas sean depositadas en la
entidad bancaria autorizada con indicación del expediente respectivo, de modo tal que el
dinero quede a disposición del órgano judicial competente.

En cuanto a las obligaciones que tengan por objeto la entrega de moneda que no sea de
curso legal en la República, sin perjuicio de reputárselas como de dar cantidades de cosas
(art. 765 CCyC), el proceder razonable y conveniente para la consignación es el de su
depósito en un banco autorizado al efecto, a disposición del tribunal.

Ello, dejando a salvo la facultad del deudor de cancelar la deuda consignando su


equivalente en pesos, conforme lo autoriza la parte final de la norma citada.

2.2. Consignación de cosas indeterminadas

En las obligaciones de dar cosas indeterminadas, que tienen por objeto la entrega de una
o varias cosas a elegir, si la opción es a cargo del deudor, este debe efectuar la elección e
intimar como si la obligación fuera de dar cosa cierta; si la elección es a cargo del acreedor
y se encuentra pendiente, el deudor debe intimarlo para que la realice, y si el acreedor no
elige la cosa, entonces el juez puede autorizar a que lo haga el deudor, y la obligación se
rige como si fuera de consignar cosa cierta.

A partir del texto de la disposición legal, es claro que debe mediar mora del acreedor en
practicar la elección, lo cual significa que debió existir una intimación extrajudicial con
anterioridad a la promoción del juicio de consignación.

En tanto que el procedimiento compulsivo impone que se realice una nueva intimación
judicial a los efectos de que el acreedor practique la elección por el término que el juez

195
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

estime necesario, y solo ante este nuevo silencio, se faculta al deudor a practicar la
elección.

Una vez efectuada la elección por el acreedor o, en su defecto, por el deudor, la deuda
pasará a ser de cosa cierta, debiendo procederse a consignar la cosa poniéndola a
disposición del acreedor para que pueda aceptarla perfeccionando el pago.

Aun luego de la intimación judicial y hasta que la cosa no sea efectivamente consignada,
no media un ofrecimiento de pago por parte del deudor, por lo que este puede desistir del
proceso sin mayores implicancias.

2.3. Autorización de venta de cosas consignadas

El juez puede disponer, a pedido del interesado —sea el actor o el demandado— y por
resolución fundada, la venta en pública subasta de los bienes involucrados, poniendo a
disposición del acreedor la suma de dinero resultante.

Esta previsión viene a completar una laguna existente en el CC, que se suplía acudiendo a
las disposiciones procesales referidas al embargo de cosas muebles (art. 205 CPCCN).

Es claro inferir que, una vez obtenido el precio del remate y depositadas las sumas en el
banco de depósitos judiciales, se aplica el trámite procesal de la consignación de sumas de
dinero.

Aunque la medida importe una excepción al principio de identidad del objeto del pago, la
solución propiciada se justifica en tanto beneficia al deudor, que se libera del
mantenimiento costoso e incómodo, y también al acreedor, que obtiene una mejor
protección del valor económico de su derecho dado que podría verse afectado por gastos
de conservación excesivos que, en última instancia, de proceder la consignación,
terminarían siendo soportados por él.

196
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Efectos:

ARTÍCULO 907.- Efectos.

La consignación judicial, no impugnada por el acreedor, o declarada válida por reunir los
requisitos del pago, extingue la deuda desde el día en que se notifica la demanda.

Si la consignación es defectuosa, y el deudor subsana ulteriormente sus defectos, la


extinción de la deuda se produce desde la fecha de notificación de la sentencia que la
admite.

Interpretación

2.1. El perfeccionamiento del pago

El destino de la prestación consignada y los efectos que es susceptible de producir el pago


ofrecido, dependen de la actitud que adopte el acreedor demandado al ser emplazado a
juicio.

Si este acepta el depósito efectuado por el deudor, la obligación que dio origen a la
consignación se extingue, pudiendo el acreedor recibir la cosa en pago.

Debe aclararse que ello no obsta a que, a tal efecto, el juez deba pronunciarse mediante
sentencia que dé por concluido el proceso y disponga la entrega de la cosa consignada al
acreedor.

Un supuesto particular se produce cuando el acreedor demandado acepta el pago pero


rechaza el procedimiento, negando el impedimento invocado por el deudor para realizar el
pago directo.

197
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En tal caso, el acreedor puede retirar lo depositado, pues media acuerdo sobre la cuestión
de fondo, lo que determina el perfeccionamiento del pago.

No obstante ello, el juicio podrá continuar a fin de discernir quien debe soportar las costas
y gastos causídicos.

Cuestionado o no el procedimiento, si el acreedor acepta el depósito efectuado por el


deudor, el pago queda perfeccionado.

Puede discutirse si ello tiene lugar en el preciso momento en que la oferta es aceptada por
el demandado o en la ocasión de notificarse el traslado de la demanda de consignación.

Por aplicación estricta de lo previsto en la norma en análisis —que contempla en general


los supuestos en que la oferta no es impugnada—, y reconociendo que es en esa
oportunidad —con la notificación— cuando verdaderamente el pago es puesto a
disposición del acreedor para que sea aceptado, debería optarse por esta última
interpretación.

Por otra parte, podría el acreedor no contestar demanda o bien hacerlo pero con evasivas,
es decir, sin expedirse de manera categórica e inequívoca en relación a si acepta o rechaza
el pago que le es ofrecido por el deudor.

Recuérdese que su silencio representa uno de los casos en que la ley impone que sea
interpretado como manifestación de voluntad conforme con la oferta (arg. arts. 263, 907 y
979 CCyC), razón por la cual las respuestas evasivas o contradictorias carecen de eficacia.

Debe reputarse que una respuesta es evasiva cuando el acreedor rechaza el pago por
incompleto sin realizar la propia liquidación de la acreencia; en ese supuesto, su negativa a
la consignación efectuada deviene arbitraria, pues no es razonable negarse a recibir el
pago ofrecido por el deudor sin establecer clara y concretamente cuál es la diferencia que
presume que existe con lo que considera que le es debido.

198
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En estos casos —falta de contestación, respuestas evasivas o contradictorias— la norma


establece que el pago quedará perfeccionado desde el momento que se notificó el
traslado de la demanda.

Aunque, en los hechos, deba el juez pronunciarse de inmediato dictando sentencia que así
lo declare con efecto retroactivo, previa evaluación de los antecedentes del caso y los
requisitos que deben observarse para la procedencia de la demanda.

Además, dispondrá en ese acto las medidas necesarias para que se proceda a la entrega de
la cosa depositada al acreedor.

Aquí debe admitirse que no siempre ante el silencio del acreedor la demanda tendrá éxito,
pues de todos modos podría el juez desestimarla si, por ejemplo, advierte que el
demandado carece de legitimación pasiva por no ser el acreedor ni un sujeto autorizado a
recibir el pago.

Es lógico, pues en ese caso el silencio del demandado no podría tener efectos sobre una
relación jurídica de la que es ajeno.

Si, frente a la demanda por consignación, el demandado rechaza el pago que le es


ofrecido con fundamento en que no cumple los requisitos para constituirse como tal, será
la sentencia la que determine la suerte del cumplimiento compulsivo intentado por el
deudor.

Si el juez hace lugar a la impugnación, debe rechazar la demanda y, como consecuencia, el


pago no habrá llegado a perfeccionarse.

El acreedor que pretenda cobrar el crédito debe ocurrir por otra vía procesal, pues el
proceso de consignación se agota allí, aunque hace cosa juzgada material en relación a la
improcedencia del pago intentado por el deudor.

199
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En tanto que, si la sentencia declara válida la consignación, por disposición de la norma,


sus efectos se retrotraen a la fecha en que se notificó la demanda, quedando en ese
instante perfeccionado el pago.

Parece lógico, pues se reconoce que en ese momento el deudor ejerció válidamente su
derecho a liberarse y la negativa del acreedor debe reputarse injustificada.

Entonces, se juzga que en esa ocasión operó la transmisión de un patrimonio a otro.

En el último de los supuestos de la norma, se prevé el caso de que la consignación


intentada por el deudor fuera defectuosa por alguna causa y sea subsanada luego de su
rechazo por parte del acreedor.

En tal caso, la norma dispone que el pago quedará perfeccionado desde la fecha de
notificación de la sentencia que admita la demanda.

Cabe aquí pensar que, de completarse el depósito, el acreedor se encontraría en


condiciones de aceptar la nueva oferta y, con ello, perfeccionar el pago antes de la
sentencia.

En materia de costas por la tramitación del juicio, el Código no impone ninguna solución
como lo hacía la legislación anterior de Vélez Sarsfield, lo que se juzga atinado pues estas
deben ser establecidas por el juez de acuerdo a las circunstancias de cada caso, valiéndose
de la regulación procesal local que sea aplicable.

2.2. Situación jurídica de los bienes hasta el perfeccionamiento de la consignación

La cosa depositada se halla en una situación especial, ya que pese a que el deudor no la
detenta, aún no salió de su patrimonio ni lo hará hasta tanto no sea adquirida por el
acreedor con el perfeccionamiento del pago.

La cuestión adquiere particular relevancia en relación con terceros acreedores, ya sea del
deudor o del acreedor, en tanto la cosa pertenezca o deba pertenecer a uno u otro
patrimonio.

200
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.2.1. Concurso o quiebra del deudor —o tercero— consignante

Una vez declarada la apertura del concurso del deudor, este no puede efectuar ningún tipo
de pago (ver art. 16 de la ley 24.522).

Esta premisa determina que, a los efectos de evaluar la validez de la consignación


intentada por el deudor concursado, sea menester contrastar dos instantes concretos:

el de la apertura del concurso y el del perfeccionamiento del pago por consignación —


que, como se dijo anteriormente, puede tener lugar en tres momentos distintos según la
postura que adopte el acreedor frente al traslado de la demanda—.

Es claro que si el pago por consignación se perfeccionó con anterioridad a la declaración


del concurso, el pago se torna irrevocable, pues esa circunstancia no altera la eficacia de
los actos cumplidos con anterioridad.

Si está pendiente el perfeccionamiento, ya sea porque no fue aún aceptado o porque fue
rechazado por el acreedor, el síndico está autorizado para presentarse en el juicio donde
tramita la consignación y retirar lo consignado haciendo uso de la facultad conferida al
deudor por el art. 909 CCyC.

Pero el pago es revocable si se perfeccionó con posterioridad a la presentación del


concursado, incluso si la demanda de consignación había sido promovida antes, pues
como se señaló, ese acto procesal no basta para operar la transmisión de la propiedad.

Cabe la aclaración de que el deudor puede obtener autorización judicial para efectuar
pagos por vía consignatoria, cuando ello fuere imprescindible para la continuación de sus
actividades o para resguardar los intereses del concursado (ver art. 16 de la ley 24.522).

Similar es el supuesto de quiebra del deudor.

Allí debe contrastarse el instante de perfeccionamiento del pago por consignación con el
período de sosecha, pues si se consumó durante su transcurso podría resultar un acto
ineficaz.

201
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Así, si al notificarse al acreedor la demanda por consignación, este acepta el depósito con
conocimiento del estado falencial de su deudor, el pago consumado será ineficaz (ver art.
119 de la ley 24.522).

2.2.2. Embargos

La cuestión relativa al momento en que se perfecciona el pago por consignación es de


indudable trascendencia en relación a los embargos que pudieran trabar los acreedores de
ambas partes.

En caso de embargo por parte de los acreedores del deudor —o del tercero consignante—
sobre la cosa que se pretende consignar, será oponible al acreedor consignado si se trabó
antes de que se perfeccione el pago con la aceptación o con la sentencia, según el caso,
pues hasta entonces el bien no salió del patrimonio del deudor.

Lo antedicho explica que el acreedor pueda embargar el bien consignado en el mismo


juicio en que es demandado, a fin de asegurar el cobro de su crédito con la prestación
consignada, lo cual se justificaría solo en el supuesto de que no aceptara el pago por
incompleto y pretendiera asegurarse parte de la satisfacción de su crédito en el marco de
otro proceso.

En tal caso, si la consignación procediese, el embargo caería por haberse embargado una
cosa que se acaba reconociendo como del propio embargante; en cambio, si la
consignación fuera rechazada, el embargo tendría eficacia.

Finalmente, los acreedores del demandado en el juicio de consignación pueden trabar


también embargo sobre la cosa consignada.

Pero ese embargo dependerá de que el pago por consignación sea aceptado por el
demandado o declarado válido por la sentencia.

202
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Téngase en cuenta que, mientras ello no ocurra, los bienes integran el patrimonio del
deudor, por lo que este puede desistir del proceso y retirar los bienes consignados (ver art.
909), tornando ineficaz el embargo.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Deudor moroso:

ARTÍCULO 908.- Deudor moroso: El deudor moroso puede consignar la prestación debida
con los accesorios devengados hasta el día de la consignación.

Interpretación

Para ser válidas y tener eficacia, las ofertas del deudor deben ser comprensivas de la
prestación originaria y de todos sus accesorios.

Entonces, en caso de que se adeude una suma en concepto de capital, esta debe ser
consignada junto con sus intereses, costos y daños generados a causa de la mora incurrida
y computados hasta su cese, ya que, de lo contrario, el pago intentado no sería íntegro,
pudiendo el acreedor rechazarlo exitosamente.

Si se encuentra pactada una cláusula penal moratoria, esta debe pagarse junto con el
capital.

Mas si no se pactó una penalidad de esas características, el eventual crédito del acreedor
por los daños que pudo generarle la mora del deudor no constituye una deuda líquida que
quepa exigir al deudor.

A todo evento, debe pensarse que podría el deudor consignar el capital sin los accesorios
pactados —o con parte de ellos— si simultáneamente pretende cuestionar la validez de las

203
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

cláusulas donde fueron estipulados, por ejemplo, tachándolas de abusivas en los términos
del art. 988 CCyC.

En tal caso, la procedencia de la consignación estará sujeta a la decisión que recaiga sobre
la impugnación deducida respecto de tales cláusulas.

Es claro que, para evitar abusos, en ese caso excepcional debería el deudor depositar —al
menos— la suma representativa de los accesorios que, según su entendimiento, no
transgreden la regla moral.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Desistimiento:

ARTÍCULO 909.- Desistimiento.

El deudor tiene derecho a desistir de la consignación antes de que la acepte el acreedor o


de que haya sido declarada válida.

Con posterioridad sólo puede desistir con la conformidad expresa del acreedor, quien en
ese caso pierde la acción contra los codeudores, los garantes y los fiadores.

Interpretación

En este supuesto, si el deudor retira la oferta, no extingue ni altera la obligación, porque el


pago no alcanza a perfeccionarse.

No obstante ello, la consignación desistida guarda cierta relevancia por cuanto determina
que el deudor haya reconocido judicialmente la existencia de la deuda (arg. art. 733 CCyC)
e interrumpido el curso de la prescripción (arg. art. 2545 CCyC).

204
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

No puede dejar de observarse que si el pago no se perfeccionó y el deudor desiste de la


consignación, solo le serán oponibles los embargos trabados por sus propios acreedores,
incluso por el demandado.

Una vez que queda perfeccionada la consignación, ya sea por aceptación del acreedor o
por sentencia que reconozca su suficiencia, cesa el derecho del deudor de retirar lo
consignado pues los bienes ingresaron al patrimonio del acreedor de manera irrevocable.

Como excepción, la norma prevé que el deudor desista de la consignación con acuerdo del
acreedor.

En rigor, ese acuerdo realizado luego de perfeccionado el pago determina el nacimiento


de una nueva obligación, relacionada a los mismos bienes, que son otra vez debidos por el
deudor al acreedor.

Pero no por ello renace la obligación ya extinguida.

Surge un nuevo crédito, sin los accesorios del anterior.

De allí que se juzga razonable que la norma determine que los codeudores o fiadores de la
deuda original quedarán liberados de responsabilidad respecto de la nueva relación
creditoria, a la que son totalmente ajenos.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

PAGO POR CONSIGNACIÓN EXTRAJUDICIAL

CONCEPTO

El Código derogado lo definía en el art. 756: “Págase por consignación haciéndose


depósito judicial de la suma que se debe”. Esta definición, no es precisa, pues sólo se

205
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

refiere a la consignación de una suma de dinero, que constituye por cierto, el caso más
frecuente. Sin embargo, ello también procede cuando se trata de obligaciones de dar, que
tienen por objeto cosas ciertas o cosas indeterminadas. De allí que sea más apropiado
definir al pago por consignación como aquel que “satisface al deudor o quien está
legitimado para sustituirlo, con intervención judicial” (Llambías).1 El pago por consignación
es una forma de concretar la 1 Ramón Daniel Pizarro- Carlos Gustavo Vallespinos.
Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones T. 3 pág. 457- Hammurabi, José Luis
Depalma Editor. llamada “liberación coactiva del deudor”, ya que éste puede llegar a
cumplir la prestación utilizando los órganos judiciales. Es la solución a un estado crítico de
colaboración y cooperación que se deben las partes para satisfacer tal como explica Betti:
“el interés ajeno, y un interés a la integridad de la propia esfera jurídica”.2 Caseaux y Trigo
Represas a su vez nos decían que para enunciar un concepto lato de “pago por
consignación” que abarque todos los supuestos que la ley prevé, el mismo hay que
referirlo a la participación de la justicia . Hoy, sin embargo, a la luz de lo dispuesto por los
arts. 910/913 del Código actual, debemos destacar al contemplarse la consignación
extrajudicial, que los conceptos dados mantienen vigencia en lo que refiere a las
obligaciones de dar cosas ciertas e inciertas, pero no en lo tocante a las obligaciones que
tienen por objeto dar sumas de dinero, ya que a tenor de lo explicitado por la Comisión
Redactora designada por el decreto 191/2011 en los “Fundamentos” del Proyecto la
consignación extrajudicial es una novedad introducida por el Proyecto del Poder Ejecutivo
de 1993, con antecedente en la Consignación cambiaria que previó el art. 45 del decreto-
ley 4965/1963, que se regula en detalle, en la inteligencia de que va a ser un instrumento
útil para disminuir la litigiosidad. Frente a ello, podemos afirmar que se trata al pago por
consignación de un pago forzoso en interés del deudor que puede realizarse judicial o
extrajudicialmente ante notario. CARACTERES. Tiene las siguientes características: a) Es una
forma de pago forzoso con o sin intervención judicial. b) Es excepcional porque como bien
se ha dicho lo corriente 2 Rubén H. Campagnucci de casa, Manual de Obligaciones. Pág.
224, Astrea. 3 Pedro V. Caseaux- Felix a. Trigo Represas. Tomo III, 4ta. Edición, pág. 186 La
Ley. es que el pago se realice con la sola actuación de las partes - solvens y accipiens-

206
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

privadamente. De manera que el procedimiento de pago por consignación se torna viable


únicamente cuando el deudor aparece coartado en el ejercicio de su derecho a pagar, por
la existencia de un artículo efectivo al cumplimiento directo y eficaz. De ahí que la mera
posibilidad de que el acreedor pueda dificultar el cumplimiento no habilita por sí solo al
deudor para pagar mediante consignación4 . c) Es facultativo para el deudor, ya que el
deudor como sostuviera Busso puede usar o no esta medida de liberación. d) Es judicial,
porque en los supuestos consagrados legalmente indefectiblemente debe acudirse a la vía
jurisdiccional contenciosa. e) Es extrajudicial, porque al deudor de una suma de dinero le
es permitido hoy optar por el trámite de consignación extrajudicial.

REQUISITOS.

El artículo 905 del Código Civil y Comercial de la Nación, en punto a los requisitos del
pago por consignación nos dice que el mismo está sujeto a los mismos requisitos del
pago. Estos a tenor de lo establecido en el art. 867 del CCC no son otros que los de
identidad, integridad, puntualidad y localización. Requisitos que son tratados
puntualmente por el Nuevo Cuerpo legal. El primero en el art. 868 al referir que el acreedor
no está obligado a recibir pagos parciales, excepto disposición legal o convencional en
contrario, especificando que si la obligación es en parte líquida y en parte ilíquida el
deudor puede pagar la parte líquida. El tercero, al indicar de manera clara las distintas
circunstancias involucradas al tiempo de pago, ratificando, que el pago anterior al
vencimiento del plazo no da derecho a exigir descuentos (arts. 871 y 872) y, en lo tocante
al último, en los arts. 4 Caseaux – Trigo Represas, ob. cit. pág. 186/187 y sus citas 5 y 6. 873
y 874 los que nos indican que el lugar de pago puede ser establecido por acuerdo de
partes, de manera expresa o tácita; y, que si nada se ha indicado, el lugar de pago es el
domicilio del deudor al tiempo de nacimiento de la obligación. Si el deudor se muda, el
acreedor tiene derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el anterior. Igual opción
corresponde al deudor, cuando el lugar de pago sea el domicilio del acreedor. Regla que
no se aplica a las obligaciones: a) de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es
donde la cosa se encuentra habitualmente; b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento

207
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

simultáneo; en este supuesto, el lugar de pago es donde debe cumplirse la prestación


principal. A ello debemos agregar que el pago debe ser realizado respetando el principio
de la buena fe en el ejercicio de los derechos (art. 9), principio que en las disposiciones
generales de las obligaciones en general, se reitera en lo que hace a su aplicación, al
disponerse en el art. 729 que el deudor y acreedor debe obrar con cuidado, previsión y
según las exigencias de la buena fe. Otro requisito que prevé el CCC en su art. 908 y que
no se halla en el Código derogado, es que el deudor moroso puede consignar la
prestación debida con los accesorios devengados hasta el día de a consignación. Esto
refiere a manera de ejemplo a obligaciones que generen intereses (arts. 767, 768, 769 y
770), los que deberán tomarse en cuenta al tiempo de efectuar la consignación cualquiera
fuera su especie (arts. 904 y 910 inc. b)

Procedencia y tramite de la consignación extrajudicial

El art. 910 del CCC de la Nación nos precisa que sin perjuicio de las disposiciones del
Parágrafo 1° referente a la consignación judicial que resultan aplicables, el deudor de una
suma de dinero puede optar por el trámite de consignación extrajudicial. A tal fin, debe
depositar la suma adeudada ante un escribano de registro, a nombre y a disposición del
acreedor, cumpliendo los siguientes recaudos: a) Notificar previamente al acreedor, en
forma fehaciente, del día, la hora y el lugar en que será efectuado el depósito; b) Efectuar
el depósito de la suma debida con más los intereses devengados hasta el día del depósito;
este depósito debe ser notificado fehacientemente al acreedor por el escribano dentro de
las cuarenta y ocho horas hábiles de realizado, si es imposible practicar la notificación, el
deudor debe consignar judicialmente. De consuno a lo expuesto, vemos que a priori son
tres las cuestiones que merecen ser destacadas. La Primera, que para corporizar éste nuevo
régimen legal se requiere el concurso de un escribano de registro, ya que el depósito de la
suma adeudada debe hacerse ante el mismo. Segunda que la opción por éste trámite se
halla reservado solamente para las obligaciones que tienen por objeto dar sumas de
dinero; y, la tercera, tal como lo expuso la Comisión Redactora en sus fundamentos antes
destacado, que la regulación en detalle que se efectúa del nuevo régimen, descansa en la

208
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

inteligencia de que va a ser un instrumento útil para disminuir la litigiosidad. En esos


fundamentos en su capítulo 5. Actos jurídicos luego de explayarse acerca de las razones
del tratamiento que se efectúe de los instrumentos públicos, se detienen en afirmar que lo
indicado “... demuestra que la esencia de la función notarial no es la de conferir fe pública,
como habitualmente se afirma, sino que su esencia es la de brindar protección a los
ciudadanos en los actos y negocios de máxima trascendencia, legislativamente
seleccionados, a través de un conjunto de operaciones jurídicas que son las que
fundamentan su eficacia erga omnes. La fe pública es el efecto de un conjunto de
operaciones.. “agregando que “... esta estructura jurídica es predicable respecto a la
actividad notarial”. En tal inteligencia, si reparamos que el ejercicio de los derechos y su
regulación como principios generales tiene como destinatarios especiales a los
ciudadanos. El nuevo régimen permite ir a estos con trámite expeditivo que los aleja de la
necesidad de tener que efectuar una postulación procesal con todo lo que ello acarrea. En
definitiva, lo que se propone con la instauración de este tipo excepcional de pago es un
cambio importante en nuestra cultura jurídica cual es la de pensar que todo se debe
resolver jurídicamente, cuando la impronta del momento es lo de tratar de vaciar a los
Tribunales de pleitos que con un poco de sentido común y razonabilidad pueden ser
solucionados por las mismas partes comprometidas. No creo que lo dicho apareje una
esperanza vana, cuando la buena fe que todos proclaman les permita contemplar que por
este camino, valores como la solidaridad y la convivencia pueden hacerse efectivos. Gran
parte de la responsabilidad en el éxito de lo pretendido, descansa obviamente en la buena
disposición de los notarios en transitar el camino fijado, que sólo puede ser dejado de lado
como lo precisa el último párrafo del inc. b del art. 910, cuando el depósito efectuado no
puede ser notificado como se lo exige.

ARTICULO 910:Procedencia y trámite. Sin perjuicio de las disposiciones del Parágrafo 1°, el
deudor de una suma de dinero puede optar por el trámite de consignación extrajudicial. A
tal fin, debe depositar la suma adeudada ante un escribano de registro, a nombre y a
disposición del acreedor, cumpliendo los siguientes recaudos: a) notificar previamente al

209
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

acreedor, en forma fehaciente, del día, la hora y el lugar en que será efectuado el depósito;
b) efectuar el depósito de la suma debida con más los intereses devengados hasta el día
del depósito; este depósito debe ser notificado fehacientemente al acreedor por el
escribano dentro de las cuarenta y ocho horas hábiles de realizado; si es imposible
practicar la notificación, el deudor debe consignar judicialmente.

Derechos del acreedor

El Código regula dos situaciones, la primera los derechos del acreedor una vez notificado
del depósito) dentro del quinto día hábil de notificado, el acreedor tiene derecho a: 1)
Aceptar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del deudor el pago de los
gastos y honorarios del escribano; 2) Rechazar el procedimiento y retirar el depósito,
estando a cargo del acreedor el pago d ellos gastos y honorarios del escribano; 3)
Rechazar el procedimiento y retirar el depósito, o no expedirse. En ambos casos el deudor
puede disponer d ella suma depositada para consignarla judicialmente. Frente al retiro del
depósito, se regulan las siguientes hipótesis: a) Si el acreedor retirar lo depositado y
rechaza el pago, puede reclamar judicialmente un importe mayor por considerarlo
insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por gastos y honorarios por considerar que
no se encontraba en mora o ambas cosas. Aquí, a diferencia de lo normado en el inciso b)
del art. 912 donde aún cuando rechaza el procedimiento por el retiro de lo depositado la
consignación extrajudicial surte sus efectos, con la única salvedad que son a cargo del
acreedor el pago de los gastos y honorarios del escribano. En este supuestos, si bien la
hipótesis es la misma -rechazo del procedimiento y retiro del depósito- las consecuencias
no son idénticas, porque puede reclamar judicialmente un importe mayor por considerarlo
insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por gatos y honorarios por considerar que
no se encontraba en mora (art. 886), claro está que ello acontece si en el pertinente recibo
hace reserva de su derecho, ya que de lo contrario se considera que el pago es liberatorio
desde el día del depósito con los efectos del art. 880. b) La ley establece un plazo de
caducidad para el ejercicio de las acciones conferidas- reclamar un importe mayor por
considerarlo insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por gastos y honorarios por no

210
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

encontrarse en mora- el cual es de treinta días computados a partir del recibo con
reservas.

ARTICULO 911:Derechos del acreedor. Una vez notificado del depósito, dentro del quinto
día hábil de notificado, el acreedor tiene derecho a: a) aceptar el procedimiento y retirar el
depósito, estando a cargo del deudor el pago de los gastos y honorarios del escribano; b)
rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del acreedor el pago de
los gastos y honorarios del escribano; c) rechazar el procedimiento y el depósito, o no
expedirse. En ambos casos el deudor puede disponer de la suma depositada para
consignarla judicialmente.

Derechos del acreedor que retira el deposito:

ARTICULO 912: Derechos del acreedor que retira el depósito. Si el acreedor retira lo
depositado y rechaza el pago, puede reclamar judicialmente un importe mayor o
considerarlo insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por gastos y honorarios por
considerar que no se encontraba en mora, o ambas cosas. En el recibo debe hacer reserva
de su derecho, caso contrario se considera que el pago es liberatorio desde el día del
depósito. Para demandar tiene un término de caducidad de treinta días computados a
partir del recibo con reserva.

Interpretación

Siempre que el acreedor retire el depósito sin cuestionar el pago —presupuesto del primer
inciso del art. 911 CCyC—, este quedará perfeccionado y surtirá los efectos liberatorios que
le son propios, extremo que no se verifica en los dos incisos siguientes; en tales casos, no
media conformidad con el depósito por parte del acreedor, por lo que el pago por
consignación extrajudicial —que no es un mecanismo compulsivo— no se habrá
perfeccionado, dejando habilitada la vía de los tribunales.

Por disposición del art. 912 CCyC, todo cuestionamiento del acreedor relacionado con el
pago debe quedar asentado en el recibo que extienda el escribano interviniente.

211
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si no se procede de ese modo y se retira el dinero, se considera que no se han formulado


objeciones y el pago tiene carácter liberatorio desde el día del depósito; es decir, que el
perfeccionamiento opera con efectos que se retrotraen al preciso momento en que se
efectúa el depósito ante el escribano.

Una interpretación armónica de los artículos contenidos en este parágrafo permite


aseverar que, cuando el legislador refiere al rechazo del “procedimiento”, hace alusión a
toda objeción vinculada al pago, lo que comprende todo cuestionamiento relacionado
tanto con la suma ofrecida como con el mecanismo extrajudicial intentado.

Volviendo sobre la primera de las hipótesis contempladas en el art. 911 CCyC, allí se
establece que si el acreedor retira el pago y no lo cuestiona, los gastos de la consignación
extrajudicial quedan a cargo del deudor.

Entonces, pareciera que la ley premia al acreedor que colabora con la voluntad
cancelatoria del deudor.

Esta conclusión se fortalece cuando en el inciso siguiente se prevé que si el acreedor


rechaza el procedimiento pero retira el depósito, debe cargar con los gastos y honorarios
del notario.

Sobre el particular, es útil señalar que en las XXIV Jornadas Nacionales de Derecho Civil,
celebradas en 2013, la Comisión n° 2 de “Obligaciones” se expresó favorablemente en
relación con la regulación de este mecanismo de pago extrajudicial alternativo, aunque
añadió que, no obstante ello, “... no está justificado que el accipiens que acepta con
reservas el pago deba afrontar los gastos y honorarios...”.

De todos modos, el examen integral de las normas indica que ello no operaría como un
principio absoluto ni soluciona definitivamente el problema de los costos de este
procedimiento extrajudicial.

Es que, el inciso segundo del art. 911 CCyC debe relacionarse con lo dispuesto en el
artículo siguiente, que da cuenta de que el retiro del depósito por parte del acreedor que

212
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

cuestiona el pago no soluciona definitivamente la cuestión relacionada con los gastos y


honorarios del escribano.

Ello, pues el art. 912 CCyC dispone que en tal caso el acreedor conserva el derecho de
reclamar judicialmente un importe mayor, o bien considerarlo insuficiente, o exigir la
repetición de los gastos y honorarios sufragados por considerar que no se encontraba en
mora, o ambas cosas.

En definitiva, debe pensarse que si aquel cuestiona el pago haciendo reserva de que está
incompleto, pero a su vez retira la suma depositada, es razonable que sea él quien soporte
los gastos notariales pues, de lo contrario, el procedimiento carecería de eficacia; es decir
que siempre le bastaría a aquel con imputar cualquier ofrecimiento al pago parcial de la
deuda para desvirtuar el mecanismo extrajudicial intentado.

De ahí la razonabilidad de la solución legal.

En consonancia con ello, es también atinado que la norma prevea que el ejercicio del
derecho a demandar por parte del acreedor que retira el depósito bajo reserva esté
sometido a un término de caducidad de 30 días, que se computa a partir de la fecha del
recibo que se otorgue en ese acto.

Operado ese plazo sin que se ejerzan acciones judiciales, la consignación extrajudicial
habrá perfeccionado el pago, cancelando la obligación con efectos retroactivos al
momento en que el depósito fue puesto a disposición del requerido.

Aquí vale señalar que es aconsejable que, al momento de formular la reserva, el acreedor
exprese los motivos de manera clara y precisa, y que esos motivos sean los que se
esgriman en sede judicial.

De lo contrario, el acreedor correrá el riesgo de ser vencido en juicio.

213
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Así lo indican las exigencias de la buena fe, porque bien podría el deudor esgrimir la
violación por parte del acreedor de un obrar anterior jurídicamente relevante y plenamente
eficaz —teoría de los propios actos—.

El último de los incisos del art. 911, sin referirse ya a quien debe cargar con los gastos y
honorarios, prescribe la posibilidad de que el deudor disponga de la suma depositada
cuando el acreedor no acepte el procedimiento ni el depósito, o cuando no se expida
dentro del plazo de cinco días.

Aquí es interesante destacar que, pese a que el procedimiento extrajudicial no habrá


cumplido con su objetivo de cancelar el crédito y liberar al deudor, de todos modos surte
importantes efectos, ya que opera como un modo de constituir en mora al acreedor.

Es que, retomando la antigua discusión acerca de si el pago mediante la intervención de


un notario revestía la calidad de un ofrecimiento real de pago, la nueva legislación así lo
reconoce y establece que la falta de aceptación habilita para proceder por la vía judicial,
quedando configurada la mora credendi.

Formuladas estas consideraciones en torno a las disposiciones de los arts. 911 y 912 CCyC,
es posible sintetizar la cuestión relativa a los efectos del pago por consignación
extrajudicial del siguiente modo:

el pago queda perfeccionado por esa vía si el acreedor retira el depósito aceptando la
oferta sin objeciones.

También ello ocurre cuando el acreedor que cuestionó el pago formulando reservas, dejó
vencer el plazo de caducidad de 30 días sin ejercer la acción judicial correspondiente.

En caso de que el acreedor retire el depósito bajo reserva y acuda a los tribunales, la
cuestión dependerá de la decisión del juez, ya que si se admite el reclamo, el pago no se
habrá perfeccionado.

214
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En cambio, si se rechazan las objeciones, se considerará que el pago habrá sido


cancelatorio desde la fecha del depósito.

Finalmente, si el acreedor no retira la suma depositada, sea que rechace el pago o que no
se expida dentro de los cinco días de efectuado, la ley pone a cargo del deudor la facultad
de acudir a la vía judicial para consignar la prestación.

En este caso, mediante el procedimiento extrajudicial, no se habrá perfeccionado el pago,


mas será de utilidad para constituir en mora al acreedor, siempre que el pago reúna los
requisitos legales.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Impedimentos

Por último, en el art. 913, se consigna que no se puede acudir al procedimiento previsto
en este Parágrafo si antes del depósito, el acreedor optó por la resolución contrato o
demandó el cumplimiento de la obligación. Circunstancias que devienen lógica, porque al
haberse ya acudido a los caminos previstos en los arts. 1076,1078 y art. 730 ss. y cc. del
CCC, las acciones aquí acordadas son inconducentes.

ARTICULO 913: Impedimentos. No se puede acudir al procedimiento previsto en este


Parágrafo si antes del depósito, el acreedor optó por la resolución del contrato o demandó
el cumplimiento de la obligación.

Enrique Carlos Müller

IV) Cumplimiento defectuoso: concepto. Actitudes que puede adoptar el acreedor.


Cumplimiento defectuoso ignorado.

Cumplimiento defectuoso: Concepto.

215
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

V) Pago por subrogación.

Pago por subrogación:

ARTICULO 914.-Pago por subrogación. El pago por subrogación transmite al tercero que
paga todos los derechos y acciones del acreedor. La subrogación puede ser legal o
convencional.

II. Comentario

El pago con subrogación consiste en el cumplimiento de la obligación realizado por un


tercero y produce los efectos de desinteresar al acreedor y sustituirlo en el ejercicio de los
derechos (Pizarro y Vallespinos).

Se trata de un pago que da lugar al cambio de un acreedor por otro, y de esa manera se
produce la sucesión entre vivos de la parte activa de la relación obligatoria (Compagnucci
de Caso).

La mayoría de los autores sostienen que es una sucesión en el crédito que se produce a
título singular (Borda, Trigo Represas, López Cabana, Alferillo).

Más allá de ello, con relación a la nueva disposición legal, Santarelli considera que se
encuentra mejor descripta porque el instituto es concebido como el efecto subrogatorio
que tiene el pago realizado por un tercero, en donde se trata de un supuesto de
sustitución personal por quien paga una deuda que no le es propia. Siguiendo a Lafaille,
señala que esta situación singular se explica por el doble efecto propio del pago: extinguir
el crédito y liberar al deudor. Sin embargo, dada la anomalía que se da en el solvens (que
no es el deudor) se produce uno de los efectos propios de esta figura, que el deudor no se
libera de la obligación, sino que queda constreñido al crédito, ahora del subrogado, en el
crédito del acreedor desinteresado. Es así que la subrogación constituye más u n medio de
transmisión de las obligaciones que un modo de extinción.

216
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El artículo menciona además las clases de pago con subrogación al igual que lo hacía el
art. 767. En efecto, existen dos clases bien diferenciadas: la subrogación convencional, que
tiene como base a la voluntad de las partes, y la subrogación legal, que surge de la propia
ley. A su vez, la subrogación convencional puede ser hecha por el acreedor o por el propio
deudor (cfr. arts. 916 y 917).

ARTICULO 915.-Subrogación legal. La subrogación legal tiene lugar a favor:

a) del que paga una deuda a la que estaba obligado con otros, o por otros;

b) del tercero, interesado o no, que paga con asentimiento del deudor o en su ignorancia;

c) del tercero interesado que paga aun con la oposición del deudor;

d) del heredero con responsabilidad limitada que paga con fondos propios una deuda del
causante.

Interpretación:

La norma prevé los presupuestos que habilitan el pago por subrogación legal, es decir,
aquel que se configura sin dependencia de la voluntad del acreedor o del deudor.

Aquí, el codificador simplificó la regulación anterior contenida en el Código de Vélez —que


parecía proponer un enunciado taxativo— y, en su lugar, optó por consagrar una regla
general suficientemente amplia, que abarca los diferentes casos en los que un tercero
intente pagar una deuda ajena.

La norma prevé los presupuestos que habilitan el pago por subrogación legal, es decir,
aquel que se configura sin dependencia de la voluntad del acreedor o del deudor.

Aquí, el codificador simplificó la regulación anterior contenida en el Código de Vélez —que


parecía proponer un enunciado taxativo— y, en su lugar, optó por consagrar una regla
general suficientemente amplia, que abarca los diferentes casos en los que un tercero
intente pagar una deuda ajena.

217
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La norma exceptúa del pago por subrogación al heredero que responde frente a terceros
con sus propios bienes (art. 2321 CCyC).

Por otra parte, el codificador optó por referirse a créditos del causante y no de la sucesión,
como lo hacía el Código de Vélez Sarsfield, de manera que quedan comprendidas todas
las deudas que fueron contraídas por aquel, incluso nacidas luego de su muerte.

Pero, entonces, no estarían comprendidos otros gastos como los funerarios o de


conservación de bienes, que atañen más bien a los herederos y no a la persona del difunto
(arts. 1793 y 2324 CCyC). De todos modos, tales casos estarían contemplados en el
supuesto del primer inciso de la norma en análisis.

No debe perderse de vista que la situación también está prevista por el art. 2320 CCyC,
que consagra el derecho al reembolso por parte del heredero o legatario que paga una
porción de las deudas o de los legados superior a su parte.

En tal caso, se le reconoce expresamente acción contra sus coherederos o colegatarios por
el reembolso del excedente, hasta el límite de la parte que cada uno de ellos debía
soportar personalmente, incluso en caso de subrogación en los derechos del que recibe el
pago.

2.4. Subrogación legal del asegurador en los derechos del asegurado

Dentro de la regla general antes enunciada, contenida en el artículo objeto de análisis,


están abarcadas todas las situaciones que pudieran presentarse cuando el pago es
realizado por un tercero.

Pero ello no obsta a que determinados supuestos sean consagrados expresamente por la
ley y merezcan especial regulación.

Tal es el caso del art. 80 de la Ley de Seguros 17.418, que prescribe:

“Los derechos que correspondan al asegurado contra un tercero, en razón del siniestro, se
transfieren al asegurador hasta el monto de la indemnización abonada (...) El asegurador

218
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

no puede valerse de la subrogación en perjuicio del asegurado (...) La subrogación es


inaplicable en los seguros de personas”.

Dicha norma contempla el supuesto de que el asegurador, en cumplimiento del contrato


de seguro de responsabilidad civil, indemniza a su asegurado por los daños y perjuicios
causados por un tercero.

El pago de la indemnización produce la subrogación y habilita a reclamar al responsable —


salvo que sea el propio asegurado— el recupero de los importes efectivamente abonados.

Como se ve, la subrogación legal se produce por efecto del pago que realiza el
asegurador, sin que sea necesario probar el contrato de seguro ni su correcta ejecución.

El asegurador pasa a ocupar la posición del asegurado —acreedor originario de la


indemnización—, recibiendo todos sus derechos y facultades, pero también soportando las
defensas y excepciones que, contra él, pueda oponer el deudor demandado en el juicio de
responsabilidad civil.

Queda expresamente exceptuada por la norma aludida la subrogación legal en los seguros
de vida pues ellos tienen finalidad resarcitoria; en tales casos, la víctima puede reclamar al
responsable y obtener —a la vez— el beneficio pactado con el asegurador.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

ARTÍCULO 916.- Subrogación convencional por el acreedor.

El acreedor puede subrogar en sus derechos al tercero que paga.

ARTÍCULO 917.- Subrogación convencional por el deudor.

219
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El deudor que paga al acreedor con fondos de terceros puede subrogar al prestamista.
Para que tenga los efectos previstos en estas normas es necesario que:

a. tanto el préstamo como el pago consten en instrumentos con fecha cierta anterior; El
deudor que paga al acreedor con fondos de terceros puede subrogar al prestamista.

b. en el recibo conste que los fondos pertenecen al subrogado;

c. en el instrumento del préstamo conste que con ese dinero se cumplirá la obligación del
deudor.

2. Interpretación

2.1. Subrogación convencional por el acreedor

Si bien el acreedor puede estar obligado a recibir el pago por parte del tercero (art. 881
CCyC), pudiendo incluso este optar por la vía compulsiva de la consignación, la
subrogación convencional es facultativa para el acreedor.

Es decir, que puede estar obligado, según el caso, a recibir el pago efectuado por el
tercero, aun cuando no esté obligado a subrogarlo en sus derechos contra el deudor.

No tiene relevancia aquí la actitud del deudor, ya que el derecho se transfiere al


solvensaun ante su oposición.

Véase que, entonces, esta es la vía que tiene el tercero no interesado para subrogarse en
los derechos del acreedor contra la voluntad del deudor, consecuencia que no puede
obtenerse mediante la subrogación legal (art. 915 CCyC).

Dos son los requisitos para la procedencia de la subrogación convencional: que la voluntad
se manifieste en forma expresa y que lo sea con anterioridad o simultaneidad al acto de
pago.

220
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Esto último viene dado por una razón obvia, pues carecería de efectos cualquier
convención que se realizara luego del pago, ya que la obligación se encontraría extinta y
no cabe la transmisión de derechos sobre un crédito inexistente.

Si bien no es necesario que el deudor originario preste conformidad, es imprescindible


notificarlo de la transferencia, o bien que la acepte.

2.2. Subrogación convencional por el deudor

En este caso, la subrogación opera a instancias del deudor, en concierto de voluntad con el
tercero a quien se transfieren los derechos sobre el crédito.

Es el deudor quien paga la deuda, pero lo hace con fondos que le facilita un tercero
prestamista, a quien favorece subrogándolo en lugar de su acreedor, de cuyo
consentimiento se prescinde.

La norma es precisa en cuanto a los requisitos para la procedencia del pago por
subrogación convencional por el deudor.

En primer lugar, el préstamo y el pago deben constar expresamente en instrumentos de


fecha cierta anterior al acuerdo de subrogación.

Con ello se procura que el acuerdo sea oponible frente a otros acreedores del deudor.

En segundo lugar, en el recibo de pago de la deuda que otorgue el acreedor debe hacerse
constar que fue abonada con fondos pertenecientes al prestamista subrogado.

Finalmente, se requiere que en el instrumento del préstamo conste que con ese dinero se
cumplirá la obligación del deudor, lo cual viene a despejar cualquier cuestionamiento en
torno a la afectación del préstamo al pago de una deuda determinada.

No parece tratarse de una figura muy útil en la práctica, por la simple razón de que el
tercero que esté dispuesto a hacer el pago y subrogarse en los derechos del acreedor

221
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

puede obtener ese resultado pagando directamente al acreedor que no se opone, lo cual
es un mecanismo mucho más simple y seguro, que no requiere de la voluntad del deudor.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

ARTÍCULO 918.- Efectos.

El pago por subrogación transmite al tercero todos los derechos y acciones del acreedor, y
los accesorios del crédito. El tercero subrogante mantiene las acciones contra los
coobligados, fiadores, y garantes personales y reales, y los privilegios y el derecho de
retención si lo hay.

ARTÍCULO 919.- Límites.

La transmisión del crédito tiene las siguientes limitaciones:

a. el subrogado solo puede ejercer el derecho transferido hasta el valor de lo pagado;

b. el codeudor de una obligación de sujeto plural solamente puede reclamar a los demás
codeudores la parte que a cada uno de ellos les corresponde cumplir;

c. la subrogación convencional puede quedar limitada a ciertos derechos o acciones.

ARTÍCULO 920.- Subrogación Parcial.

Si el pago es parcial, el tercero y el acreedor concurren frente al deudor de manera


proporcional.

222
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2. Interpretación

2.1. Principio general

Con motivo de la transmisión del crédito que opera a partir del pago por subrogación, el
tercero solvens pasa a ocupar el lugar del originario acreedor y el deudor pasa a tener un
nuevo acreedor.

Esa transmisión del crédito comprende la deuda principal con todos sus accesorios, y los
privilegios y garantías que tenía el anterior acreedor; ello así, por cuanto la obligación no
se ha extinguido sino que ha sido transmitida de manera íntegra al tercero que pagó.

Ello determina que este asuma la misma posición jurídica del anterior titular del crédito.

Dejando obviamente al margen los derechos personalísimos o los que, por cualquier otra
causa, no puedan ser transmitidos, el pago por subrogación transmite al tercero todas las
prerrogativas y facultades propias del derecho de crédito, las garantías personales y reales
de las que disponía su titular, tales como hipotecas, prendas, fianzas, y todas las acciones
del anterior acreedor, como la de resolver o rescindir el contrato, promover acción
revocatoria, promover la ejecución, etc.

Aquí, cabría preguntarse si, en caso de concurso del deudor, el pago por subrogación —
que no está prohibido por ninguna disposición legal— transmite también al acreedor el
derecho a votar una eventual propuesta.

La cuestión ha suscitado controversias pues el régimen de mayorías previsto por el art. 45


de la ley 24.522 exige la concurrencia de un doble orden de mayorías —de créditos y de
acreedores— a los efectos de la aprobación de la propuesta de acuerdo, y parte de la
doctrina autoral y jurisprudencial ha puesto en duda la transmisión de este derecho de
voto con sustento en la posible afectación de normas de orden público y de eventuales
fraudes.

223
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las discusiones al respecto exceden el objeto de este análisis; no obstante, se destaca que,
en principio, no parece razonable impedir al acreedor subrogante el pleno ejercicio de los
derechos derivados del pago.

Además, parece claro que la posibilidad de fraude debe evitarse con independencia de que
se trate o no de acreedores subrogantes, tanto dentro del proceso concursal como en
cualquier otro contexto.

Ello, por aplicación del elenco de los principios generales consagrados por el art. 9 CCyC y
concs., y por expresa directiva del art. 876 CCyC, en cuanto prescribe que el pago debe
hacerse sin fraude a los acreedores.

En lo que respecta al acreedor primitivo que recibe el pago, queda desinteresado de la


obligación.

En cuanto al deudor, la sustitución de la persona del acreedor debe serle anoticiada, mas
no es susceptible de generar una alteración en su situación jurídica.

Esta no puede verse agravada por la subrogación, por lo que el deudor debe exactamente
lo mismo al acreedor subrogado, al tiempo que mantiene el derecho de oponer al
subrogante todas las defensas y excepciones de que disponía contra aquel, sin perjuicio de
las que también tenga contra el nuevo acreedor.

Es importante tener en cuenta que el plazo de prescripción de las acciones transmitidas al


tercero comienza a correr a partir de que la acción originaria se hizo exigible para el primer
acreedor, pues el pago por subrogación no da nacimiento a un nuevo crédito sino que
transfiere el existente.

Y, en consonancia con la regla general prevista en el art. 399 CCyC, esa transmisión no
confiere mejores derechos que los que tenía el subrogado ni puede agravar la situación
jurídica del deudor.

2.2. Limitaciones

224
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En el art. 919 CCyC se establecen tres limitaciones concretas a los derechos del subrogante
sobre el crédito que le fuera transmitido.

En primer lugar, se prescribe que no puede reclamar al deudor más de lo que hubiera
pagado al acreedor originario.

Entonces, si el tercero satisfizo el interés y desinteresó al acreedor pagándole un importe


menor al adeudado, solo tiene acción contra el deudor por lo efectivamente abonado.

Es lógico que se faculte el recupero de lo efectivamente desembolsado.

De lo contrario, si el tercero estipulase pagar un precio determinado a cambio de los


derechos emergentes de un crédito, entonces habría un negocio distinto, asimilable a una
cesión de créditos.

Por otra parte, en el supuesto del codeudor de una obligación de sujeto plural que paga el
total de la deuda, se dispone que solamente puede reclamar a los demás codeudores la
parte que a cada uno de ellos les corresponde cumplir.

Como fundamento de esa limitación se han sostenido razones de orden práctico, pues si
se permitiera a cada deudor repetir el total de lo pagado demás a cualquiera de los
restantes deudores, se originaría una prolongada y antieconómica cadena de acciones.

Concordantemente, el art. 2320 CCyC prevé que el heredero de responsabilidad limitada


que pagó con fondos propios una deuda del causante y se subrogó en los derechos del
acreedor, solo puede reclamar a los demás herederos hasta el límite de la parte que cada
uno de ellos debía soportar personalmente.

Por último, la norma en análisis establece que, tratándose de derechos disponibles, las
partes pueden acordar que la subrogación se circunscriba a ciertos derechos y acciones, o
que se excluya alguno de los efectos ordinarios del pago por subrogación.

2.3. Subrogación parcial

225
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El art. 920 CCyC contempla un supuesto particular en el que el pago por subrogación es
parcial, lo cual requiere, cabe aclarar, de la conformidad del acreedor, puesto que no está
obligado a recibir pagos incompletos (art. 869 CCyC), al tiempo que se verifica la
insuficiencia de bienes del deudor para pagar en forma íntegra la deuda.

En tal caso, se establece que el tercero solvens y el acreedor parcialmente subrogado


concurren con igual derecho sobre la parte que les es debida a prorrata, es decir, que se
distribuyen de manera proporcional los bienes del deudor.

Ello, salvo convención en contrario entre los acreedores.

La solución es razonable si se observa que el tercero subrogante parcialmente accede al


mismo crédito que antes pertenecía íntegramente el primer acreedor.

Entonces, no se justificaría dotar de privilegios a ninguno de ellos, en tanto ostentan


iguales derechos creditorios.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

226
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad 5: Ejecución específica.

PI. Modos de hacerla efectiva. Compulsión personal: prisión por deudas, evolución
histórica, contempt of court. Multas civiles; legales, convencionales y judiciales. Visión
del sistema argentino; nuevos dispositivos que consagran refuerzos en la protección
legal del crédito.

Modos de hacer efectiva la ejecución específica.

ARTÍCULO 777.- Ejecución forzada.

El incumplimiento imputable de la prestación le da derecho al acreedor a:

a. exigir el cumplimiento específico;

b. hacerlo cumplir por terceros a costa del deudor;

c. reclamar los daños y perjuicios.

Mediante el cumplimiento del deudor es satisfecha la expectativa a la prestación del


acreedor, aquél efectúa espontáneamente el comportamiento debido. El acreedor tiene
también una expectativa a la satisfacción, cuando no es cumplida la prestación o el
comportamiento debido, a tal efecto puede obtener la ejecución especifica, esto es
constreñir al deudor a realizar dicho comportamiento (ejecución forzada) o procurar la
satisfacción de su interés con intervención de un tercero (ejecución por otro)

https://www.exapuni.com/apuntes/detalle/2238/1924/Derecho%20Civil%20II/UNI%204%2
0EJECUCION%20ESPECIFICA

Introducción

227
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Entre los efectos normales de toda obligación, se halla su ejecución forzada, dado que el
deudor debe procurar aquello a que se ha obligado.

La norma reitera en lo sustancial lo establecido en el art. 730 CCyC.

No se establece de modo expreso la regla que veda el ejercicio de violencia física sobre la
persona del deudor en caso de ejecución forzada, a diferencia del art. 629 CC.

Interpretación

Alcances

Ante el incumplimiento imputable de la prestación por parte del deudor, el acreedor tiene
derecho a exigir su cumplimiento específico, a hacerlo cumplir por otro a costa del
obligado o bien a reclamar los daños y perjuicios.

No obstante el artículo guarda silencio respecto de la prohibición de ejercer violencia


sobre la persona del deudor, resulta indudable la vigencia de este principio, en el amparo
de la libertad y dignidad humana, incompatible con el uso de la violencia y con el espíritu
del Código.

Cumplimiento específico

El acreedor puede reclamar “el cumplimiento específico” (art. 777 CCyC) de la obligación y
para ello estará legitimado para ejercer vías de compulsión.

Cabe aquí también efectuar el distingo según el cumplimiento del objeto sea o no
escindible de la persona del deudor.

En el primer caso, si el deudor se muestra renuente a cumplir la obligación en forma


voluntaria, el acreedor tiene el derecho de exigir su ejecución aunque se encuentra vedado
el uso de la violencia.

En el restante caso, procede la ejecución forzada y el empleo de la fuerza pública para


obligar al deudor al cumplimiento de la prestación.

228
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

De todos modos, siempre podrá apelar a otras vías de compulsión —astreintes, resolución
contractual, excepción de incumplimiento, cláusulas penales—, y recién cuando estas se
agotan puede recurrir a la indemnización de daños y perjuicios.

Sin embargo, no puede apelar de modo directo al reclamo de daños y perjuicios; tampoco
el deudor puede ofrecerlo, pues lo debido es un hecho y no una suma de dinero.

Prestación por otro

Ante el incumplimiento imputable de la prestación por parte del deudor, el acreedor se


encuentra legitimado para hacer cumplir la obligación por cuenta de este.

El acreedor obtiene así un modo de contrarrestar los efectos del incumplimiento, pues
queda legitimado para ejecutar el hecho por otro a cuenta del deudor contra quien incluso
puede solicitar el reembolso de los gastos, con más daños moratorios.

La posibilidad con la que cuenta el acreedor se halla condicionada a ciertos recaudos.

En primer lugar, es necesario que el deudor se encuentre en mora.

En segundo, que su interés tenga por objeto una prestación fungible, ya que requiere que
se trate de un acto que pueda ejecutar sin la participación del deudor.

En tercer lugar, que cuente con autorización judicial, pues esta exigencia encuentra su
correlato en que nadie puede hacer justicia por mano propia, además de que es el juez
quien puede comprobar si hubo o no incumplimiento.

Daños y perjuicios

En caso que la ejecución específica forzada no resulte viable, el acreedor puede reclamar el
resarcimiento de los daños y perjuicios sufridos.

Para ejercer la pretensión resarcitoria, solo le basta al sujeto activo constituir en mora al
deudor sin necesidad de agotar la instancia de ejecutar la prestación por un tercero a costa
del obligado.

229
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Compulsión personal:

Un mecanismo para vencer la resistencia del deudor es su compulsión personal. Se hace


efectiva según los sistemas y las épocas a través de dos vías fundamentales: la prisión por
deudas y el contempt of court en el derecho anglosajón.

En la actualidad la tendencia universal es adversa a la prisión por deudas, conforme al art


75 inc22 CN, no podrá ser restablecida en Argentina.

 PRISIÓN POR DEUDAS: es el caso en que el deudor por la sola circunstancia de


serlo puede ser sometido a prisión, hoy en día esta en desuso. Esta coexistió con el
CC que comenzó a regir el 1° de enero de 1871 por medio de la ley 340. Un medio
indirecto de obtener el cumplimiento de la obligación era antiguamente el de la
prisión por deudas, abolida en las legislaciones modernas. El único caso de prisión
por deudas que existen en el Estado Argentino es el creado por deudas impositivas,
ése es el punto al que han llegado nuestros gobernantes en su afán de recaudar
dinero. (messa)
 CONTEMPT OF COURT: es un instituto (del derecho anglosajón) que sanciona la
desobediencia a los jueces. Cuando un juez manda al deudor que pague, y este no
lo hace, se produce su desobediencia o menosprecio al tribunal (contempt of court)
que genera una sanción disciplinaria de prisión.

Antecedentes

 Contempt of court
 Derecho Alemán: El juez puede multar e incluso enviar a prisión a quien no cumple
con una sentencia judicial.
 Derecho francés: se ideó las astreintes como coerción del tipo económico

230
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

 Argentina: antes de reformar el Código Civil (art. 666 bis) los tribunales aplicaban
sanciones conminatorias, asimismo los congresos en la materia habían concluido
que debía introducirse este instituto al Código. Es así que el Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación las introdujo en el art. 37 y el Código Civil mediante
reforma de Ley 17.711

Multas civiles

Las multas civiles constituyen una especie de las poco frecuentes sanciones civiles
represivas o retributivas. Se las clasifica como:

LEGALES (dispuestas por ley ej: como si no arriba transporte autorizado en plazo fijado)

CONVENCIONALES.

ARTÍCULO 790.- Concepto

La cláusula penal es aquella por la cual una persona, para asegurar el cumplimiento de una
obligación, se sujeta a una pena o multa en caso de retardar o de no ejecutar la obligación.

La finalidad resarcitoria y compulsiva de la cláusula penal

La cláusula penal no solo tiene una finalidad resarcitoria, sino también una función
compulsivacomo medio de constreñir al exacto cumplimiento de las obligaciones.

Como enseña el Profesor Ordoqui Castilla, dicha cláusula es esencialmente conminatoria, y


ataca a la fuente del daño, que es la inejecución ilícita.

Siguiendo a los maestros franceses Mazeaud, se debe agregar que ella no tiene en cuenta
el daño ni su posible valor, sino que mediante su uso se establece una suma de dinero que
conmine y asegure en lo posible el cumplimiento de la acción principal.

231
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las sanciones multas o penas civiles y la reparación de daños

No hay confusión posible entre las sanciones o multas y la reparación de daños.

Si bien ambas se refieren a un monto dinerario, el resarcimiento del daño directo apunta a
reparar el efectivo incumplimiento y, probado este y su envergadura, procede la
reparación.

Las multas o penas, por su parte, no tienen en cuenta el daño sufrido, sino la producción
de la conducta descripta del sancionado y la consecuencia tasada ante la gestación de la
misma.

Clases de sanciones conminatorias

Del texto del artículo surge la existencia de dos tipos de cláusulas: moratorias y
compensatorias.

1. La cláusula moratoria es la que se aplica en caso de retardo imputable en el


cumplimiento de la obligación y su pago es acumulable a la ejecución de la prestación
principal.

2. La cláusula compensatoria es la que corresponde en caso de inejecución de definitiva de


la obligación principal, no es acumulable, sino que la sustituye compensando los daños y
perjuicios sufridos por el acreedor.

2.4. Caracteres

Por su parte, la cláusula penal presenta los siguientes caracteres:

1. Expresa:

surge solo de la autonomía de la voluntad de las partes, por lo que generalmente está
incluida en los contratos de manera explícita, puesto que su interpretación es restrictiva.

2. Accesoria:

232
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

siempre se presenta en relación a una obligación principal impuesta, en los términos del
art. 556 CC y ss.

3. Subsidiaria:

el objeto de la obligación lo constituye la prestación debida; la cláusula

penal solo se aplica para el caso de incumplimiento de esta última, es decir reemplaza la
prestación incumplida.

Desde esta arista, el deudor no puede eximirse del cumplimiento de la obligación principal
pagando la cláusula penal, como tampoco el acreedor puede pretender, antes de la
inejecución de la obligación principal, que se le pague la cláusula penal.

4. Condicional:

dado que es de aplicación solo en caso de producirse el acontecimiento futuro e incierto


de incumplimiento de la obligación principal por parte del deudor, el incumplimiento es el
hecho condicionante de la cláusula penal, y no viceversa.

Es decir, la obligación principal no es condicional, solo lo es la cláusula penal, que


subordina el nacimiento del derecho a la producción de un acontecimiento futuro e
incierto (ver art. 343 del CCyC).

5. Inmutable:

la jurisprudencia de nuestros tribunales, casi en forma conteste, consideraba que la


cláusula penal acordada no podía ser modificada por excesivo que fuera su monto, esto en
coherencia con el irrestricto respeto al principio de la autonomía de la voluntad.

Si bien esta sigue siendo la regla existen algunas excepciones a las cuales nos referiremos
en el comentario de los artículos posteriores.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

233
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

JUDICIALES

La llamada “ejecución de resoluciones judiciales por mano del juez”. Es una herramienta
procesal que se ha presentado como una novedad, pero que en esencia es mas viejo de lo
que se cree. Es “un corolario de los principios de tutela judicial efectica y de economía
procesal”. Propende a evitar, dentro de lo posible, que el cumplimiento de un mandato
judicial se materialice mediante las ejecuciones sustitutivas “por terceros” o “por daños”,
cuando “el auxilio de la fuerza pública u otros recursos puedan lograr el acatamiento de
una orden jurisdiccional desobedecida”.

Se ha dicho “la ejecución por manos del juez no se agota con el supuesto del
requerimiento de la fuerza pública. Existen muchas otras posibilidades en igual sentido.
Asi, la de recurrir al cateo del embargado, que también intenta adoptar las vías recurribles
para soslayar las reñidas con la economía procesal, ejecuciones sustitutivas por “terceros” o
por “daños”.

Realmente, siempre y en todos los casos de viabilidad de la ejecución por manos del juez
se intenta eludir el siso de las mencionadas ejecuciones sustitutivas o subrogadas, sea
porque ellas aseguran en la especie la ejecución in natura, sea porque así ahorran tramites
morosos y dispendiosos.

Habrá casos en los que se hará una ejecución por mano del juez por una urgencia, y otros
por la conveniencia de evitar trámites o hasta acomodos con una de las partes.

Messa.

Visión del sistema argentino; nuevos dispositivos que consagran refuerzos de la protección
legal del crédito.

¿?

PII. Ejecución forzada. Concepto. Limitaciones.

234
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

EJECUCIÓN FORZADA

El derecho civil prescribe que el acreedor tiene "...derecho para emplear los medios legales,
a fin de que el deudor le procure aquello a que se ha obligado.". Tal situación le permite
iniciar acciones tendientes a lograr por intermedio de la justicia, que el deudor cumpla con
la prestación debida.

Limitaciones al poder del acreedor

Esta facultad con la que cuenta el acreedor tiene sus limitaciones de acuerdo a la
obligación de que se trate (de dar, de hacer o de no hacer)

1) Obligaciones de dar:

Para Llambías deben cumplirse tres requisitos en cuanto a la cosa a los efectos de
proceder a la ejecución forzada: a) Tiene que existir; b) Tiene que estar en el patrimonio del
deudor; c) El deudor tiene que tener la posesión de la cosa (en este caso, si quien tiene la
posesión de la cosa es un tercero, debe efectuarse un juicio a los efectos de determinar
quien tiene mejor derecho a poseer). En este tipo de obligaciones no hay impedimento
respecto del ejercicio de violencia sobre el deudor, siempre y cuando se tenga debida
autorización judicial y actúen las fuerzas de seguridad o judiciales, puede por ejemplo
existir violencia física, como por ejemplo en un desalojo compulsivo.

2) Obligaciones de hacer:

En este tipo de obligaciones, el acreedor tiene el claro límite de no poder ejercer violencia
contra la persona del deudor, esta limitación se aplica a cualquier obligación personal , no
necesariamente debe ser una de carácter intuitu personae.

3) Obligaciones de no hacer:

Rige el mismo impedimento que para las de hacer.

235
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

PIII. Sanciones comnitorias. Concepto. Diferencia con los daños y perjuicios. Naturaleza
jurídica. Régimen legal: CCP. Caracteres: enunciado y análisis. Punto de partida y
cesación.

Sanciones comnitorias.

ARTÍCULO 804.- Sanciones conminatorias.

Los jueces pueden imponer en beneficio del titular del derecho, condenaciones
conminatorias de carácter pecuniario a quienes no cumplen deberes jurídicos impuestos
en una resolución judicial.

Las condenas se deben graduar en proporción al caudal económico de quien debe


satisfacerlas y pueden ser dejadas sin efecto o reajustadas si aquél desiste de su resistencia
y justifica total o parcialmente su proceder.

La observancia de los mandatos judiciales impartidos a las autoridades públicas se rige por
las normas propias del derecho administrativo.

Introducción.

El mundo jurígeno se ha referido a este tipo de sanciones bajo el nombre de las astreintes,
aunque también se las ha conocido como multas onminatorias, penas conminatorias o
bien sanciones conminatorias tal como se refiere a ellas el CCyC.

A modo conceptual podemos señalar que las astreintes o sanciones conminatorias


constituyen una condena de contenido patrimonial impuesta por el judicante en una
situación ju-rídica conceta, cuya perspectiva teleológica reposa en torcer la posición
reticente de un deudor a cumplir con una decisión jurisdiccional que implica, para este, un
deber jurídico concreto.

2. Interpretación

2.1. Función sancionatoria y compulsiva

236
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Pese a que un sector de la doctrina ha considerado que este tipo de multas civiles no
constituyen una verdadera sanción, nosotros creemos lo contrario.

No obstante corresponde señalar que estas sanciones gozan de una doble función, por un
lado implican, al momento de que el juez las imponga ante el caso de reticencia, una
verdadera función conminatoria, pues la finalidad de esta consiste en constreñir al deudor
al cumplimiento, es decir su objetivo tiene un carácter preventivo.

Pero en una segunda etapa tiene un objetivo estrictamente sancionatorio, el cual deriva
del incumplimiento objetivo de la conducta a seguir impuesta por la manda jurisdiccional.

2.2. Caracteres

En cuanto a sus caracteres podemos decir que este tipo de sanciones son:

1. Conminatorias porque representan un medio compulsivo para darle eficacia a una


decisión jurisdiccional en el proceso.

Es decir, constituyen medidas compulsivas tendientes a actuar sobre la voluntad del sujeto
obligado, y no se gradúan en función de la importancia del daño que ocasiona la demora
sino de acuerdo con las posibilidades de resistencia en el cumplimiento de la obligación y
con el caudal económico del obligado.

No configuran, por lo tanto, una indemnización de daños, por cuanto carecen de finalidad
resarcitoria y son ajenas a la real existencia de un perjuicio.

2. Accesorias e instrumentales, pues derivan de un deber preliminar impuesto por una


manda judicial, siendo su finalidad —como se dijo— compeler al cumplimiento de la
misma.

237
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

3. Discrecionales, porque se caracterizan por su arbitrariedad, nota derivada de la


desproporción de la condena pronunciada contra el deudor, ya que es precisamente la
exageración lo que puede determinar a un deudor a resignarse a cumplir la sentencia
dictada en su contra.

4. Pecuniarias, ya que deben ser fijadas en dinero, no en especie.

5. Excepcionales y de aplicación restrictiva, en la medida que deben ser aplicadas cuando


no existe otro medio eficaz para lograr el cumplimiento.

6. Ejecutablescon independencia de la condena en el juicio principal.

Es decir, no caben dudas que la resolución que ordena la aplicación de este tipo de
sanciones, al condenar al pago de una suma de dinero fácilmente liquidable por una
operación aritmética, puede y debe ser ejecutada exclusivamente por los procedimientos
estatuidos en los códigos rituales para el cumplimiento compulsivo de sentencias.

2.3. La acumulabilidad de las sanciones conminatorias y los daños y perjuicios

Existen marcadas diferencias entre las sanciones conminatorias y los daños y perjuicios.

Sustancialmente podemos decir que las sanciones conminatorias persiguen la ejecución in


natura, mientras que los daños y perjuicios la sustituyen, las sanciones conminatorias son
modificables los daños y perjuicios no, las sanciones conminatorias no requieren
necesariamente que exista daño, los daños y perjuicios sí.

Con relación a esto último, la mayoría de la doctrina y la jurisprudencia considera que


ambos rubros no son acumulables entendiendo que si el daño es superior a la imposición
de las sanciones conminatorias debe el acreedor reclamar el total de la indemnización,
respecto del cual la cuantía debida en concepto de sanción conminatoria funcionará como
monto a cuenta del total.

238
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si a la inversa el monto total de la sanción conminatoria es superior al del daño podrá


reclamar el total de aquella, porque las sanciones conminatorias proceden
independientemente de que exista o no daño, detentando independencia de título

Ello encuentra justificación en sistemas jurídicos como el argentino donde la sanción es a


favor del acreedor, pues si ello fuera viable —entiende esta posición—, este último se
beneficiaría a doble título y obtendría un enriquecimiento sin causa.

Desde nuestra perspectiva, debemos partir de la base de que las sanciones conminatorias
no indemnizan daños, sino que cumplen un rol instrumental sancionatorio enderezado a
preservar el cumplimiento de los mandatos judiciales.

En razón de tal precisión, no puede hallarse en el tema, para impedir la acumulabilidad,


razón suficiente que sostenga la aplicación del principio del enriquecimiento sin causa, por
cuanto el acreedor puede percibir perfectamente el monto de los daños y perjuicios que le
produjo el incumplimiento del deudor (reunidos que sean los presupuestos del responder
civil) y el monto que le correspondiere en virtud de la aplicación de las sanciones
conminatorias, este último como beneficiario de ellas por imposición legal.

Ello es así, pues la causa fuente de ambos casos resulta divergente.

En las sanciones conminatorias se pena el incumplimiento de una manda judicial,


independientemente de la producción del daño, y en la responsabilidad civil se resarce el
daño derivado de ese incumplimiento obligacional.

Basta con vislumbrar que, en el primer caso, la relación jurídica se instituye entre el deudor
y el Estado, pese a que por decisión legislativa se ha instituido al acreedor como
beneficiario de esa sanción.

Mientras que en el segundo supuesto la relación jurídica se establece entre acreedor y


deudor, siendo el primero quien percibe el resarcimiento por ser el sujeto pasivo del daño
acaecido.

239
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Volvemos a insistir, la causa de la sanción conminatoria reposa en la conducta omisa del


incumplidor la cual es sancionada con un monto pecuniario que el legislador ha
considerado que sea impuesto a favor del acreedor del mismo.

Mientras que en la indemnización se resarce el daño derivado del incumplimiento de una


obligación jurídica instituida entre el acreedor y el deudor.

La situación resulta asimilable al resarcimiento del daño previsto en el marco del estatuto
del consumo (arts. 40 y 40 bis, de la ley 24.240 y sus modif.) y su acumulabilidad con los
daños punitivos (art. 52 bis de la ley 24.240), puesto que en estos casos si bien la
obligación de responder frente al consumidor emana de un mismo deber incumplido, sus
fuentes son diversas en cuanto a que en un caso se resarce el daño producido a la persona
o sus bienes, cuantificándose éste en razón de la envergadura del mismo, y en el otro se
sanciona la conducta del deudor independientemente de la otras indemnizaciones que
correspondan, cuantificándose la sanción en razón de la gravedad del hecho y demás
circunstancias del caso.

En este último caso, tal como ocurre con las sanciones conminatorias, el legislador ha
decidido que se instituya el monto derivado de la sanción a favor de la víctima, siendo este
—el ingreso de una suma de dinero a favor de la víctima—, el único aspecto que guarda
analogía funcional con el resarcimiento.

Concluyo entonces, en que al derivar de diversas fuentes, los daños y perjuicios y las
sanciones conminatorias son acumulables.

Tampoco los intereses se subsumen en la sanción conminatoria, pues mientras estos


surgen a posteriori de cada incumplimiento como consecuencia de la falta de pago en
tiempo oportuno de una obligación civil expedita y exigible, acumulándose al capital a los
fines de evitar su desvalorización por el transcurso del tiempo, la sanción conminatoria es
consecuencia exclusiva del hecho antijurídico, el cual fue descripto en una intimación

240
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

judicial previa que responde a un fin sancionatorio aunque se instituya como una multa
escalonada o de tracto sucesivo ante cada incumplimiento.

Ello surge además de la inteligencia y hermenéutica del art. 1748 CCyC.

2.4. La remisión al derecho administrativo de las sanciones conminatorias impuestas al


Estado

El art. 804 CCyC en su último párrafo estipula que la observancia de los mandatos
judiciales impartidos a las autoridades públicas se rige por las normas propias del derecho
administrativo.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

NATURALEZA JURÍDICA

Constituye un medio de compulsión del deudor lo que excluye que se trate.

De una multa civil, porque tal sanción se aplica a una conducta ya obrada y la astreinte
persigue que en lo futuro el deudor deje de resistir el cumplimiento de sus deberes

De una indemnización de dañosconstituyen un medio de compulsión del deudor.

FUNDAMENTO

La posibilidad de compeler pecuniariamente al sujeto pasivo de un deber jurídico que no


lo cumple tiene fundamente en poderes implícitos de los jueces. Uno de los aspectos de la
actuación judicial es la ejecución de las resoluciones y a tal fin, es idóneo el empleo de
mecanismos como el descripto.

241
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Conviene advertir que el área de aplicación de las astreintes es mas amplia que la
correspondiente a las obligaciones: pueden ser impuestas en relación con cualquier clase
de deberes jurídicos que motiven una resolución judicial y no solo respecto de los deberes
obligacionales. Por ello es muy común su vigencia en el área del derecho de familia. Desde
1968 rige las astreintes en el art 666bis CC, ley 17.711 y el Art. 37 del CPCC.

https://www.exapuni.com/apuntes/detalle/2238/1924/Derecho%20Civil%20II/UNI%204%2
0EJECUCION%20ESPECIFICA

PIV. Ejecucion por un tercero. Concepto. Régimen; la autorización judicial. Caso del
boleto de compraventa.

ARTÍCULO 881.- Ejecución de la prestación por un tercero.

La prestación también puede ser ejecutada por un tercero, excepto que se hayan tenido en
cuenta las condiciones especiales del deudor, o hubiere oposición conjunta del acreedor y
del deudor.

Tercero interesado es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede causar un


menoscabo patrimonial, y puede pagar contra la oposición individual o conjunta del
acreedor y del deudor.

Sin embargo, el artículo menciona que la prestación puede ser ejecutada por un tercero, es
decir por una persona ajena a los sujetos que celebraron la obligación.

Una lectura cuidadosa del artículo permite interpretar que existen dos clases de terceros
que pueden efectuar el pago:

a. Tercero interesado:

la noción de “tercero interesado” se encuentra ahora definida en el presente artículo,


precisando que es aquel sujeto que ante el incumplimiento de la obligación por parte del
deudor, puede sufrir un menoscabo en su patrimonio.

242
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En tal virtud, al encontrarse en peligro de sufrir un daño, cuenta con un interés legítimo y
puede imponer el pago al acreedor.

El artículo lo estipula en forma expresa:

“puede pagar contra la oposición individual o conjunta del acreedor y deudor”.

Este derecho a pagar del tercero se deriva del ius solvendi, que le autoriza a imponer el
pago al acreedor y, en virtud de ello, le permite sortear la oposición que pudieran alegar
tanto el acreedor como el deudor, o ambos conjuntamente.

Una consecuencia de ello es la legitimación que se le otorga para efectuar el pago por
consignación, atento a que la imposibilidad de pagar, derivada de la oposición que pudiera
esgrimir el acreedor, sumada a la probabilidad de sufrir un daño patrimonial si no se
realiza el pago, configuraría un abuso del derecho por parte del acreedor, que es
inaceptable aceptar.

Podemos mencionar algunos casos de pago por terceros interesados, ajenos a la


obligación, como ser:

i. Tercer poseedor de inmueble hipotecado o de la cosa mueble prendada: el propietario


de bienes gravados con prenda o hipoteca puede disponer de los mismos, sin perjuicio de
los derechos que la ley otorga al acreedor hipotecario o prendario (art. 1009 CCyC).

En virtud de ello, el adquirente de los bienes, si el deudor no paga la garantía que los
grava, puede sufrir la venta del bien por la ejecución que realice el acreedor que goza de la
garantía sobre los mismos, que le permite perseguir el bien del patrimonio en que se
encuentre.

Por ello el adquirente, que es un tercero ajeno y no es el deudor de la garantía, se


encuentra facultado a pagar al acreedor para impedir la venta que este pudiera efectuar
(arts. 915, incs. b y c, y 916 CCyC).

243
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ii. Constituyente de garantía real sobre un bien propio para asegurar una deuda ajena, en
cuyo caso, si el deudor no paga la deuda contraída, verá ejecutado su bien en
cumplimiento de la garantía otorgada.

b. Tercero no interesado:

el tercero no interesado es aquella persona ajena al vínculo obligacional que, ante el


incumplimiento de la obligación por parte del deudor, no sufre ningún menoscabo en su
patrimonio.

En virtud de ello, y como no posee ningún interés legítimo en dicha obligación, no puede
imponer el pago si se oponen en forma conjunta el acreedor y el deudor.

Una interpretación literal de la redacción pareciera indicar que si la oposición al pago se


realiza en forma individual, ya sea por el acreedor o por el deudor, el tercero no interesado
también gozaría del ius solvendi, es decir, que se encontraría en condiciones de imponer el
pago.

Como consecuencia de ello, si el acreedor se opone en forma individual a aceptar el pago


que desea realizar el tercero no interesado, este se encuentra legitimado activamente para
efectuar el pago mediante consignación judicial.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Autorización judicial

En principio sólo puede autorizarse a un tercero a efectuar la prestación debida por el


deudor judicialmente por cuanto nadie está autorizado a hacerse justicia por mano propia.

244
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sin embargo, en caso de urgencia se exime al acreedor de pedir la autorización, y en su


caso debe prescindir directamente de ella si con la demora agrava innecesariamente los
daños. (caso del horario de salida de un avión)

Se dan entonces las siguientes situaciones

1) Cuando media autorización judicial, el acreedor tiene derecho a reclamar todo lo


invertido ya que dicha suma surge de la propia resolución judicial que autoriza a la
ejecución por otro puede disponer el tope del gasto necesario (reembolso)

2) Si no hay autorización judicial, se relama la inversión siempre y cuando sea ajustada a


derecho (reintegro), ya que no puede sin justificación realiozar un gasto excesivo

El boleto de compraventa

La ley procesal en su art. 512 expresa el caso de la sentencia que condena a escriturar, que
se hace bajo el apercibimiento de que el juez suplirá el incumplimiento del obligado,
suscribiendo la correspondiente escritura y a costa del deudor.

Cuestiones a considerar

1) El acreedor generalmente espera el cumplimiento de la obligación mediante el pago


o cumplimiento espontáneo, tiene en consecuencia una expectativa a la prestación y tras el
pago puede apropiarse del bien pagado

2) Si el deudor no cumple aún el acreedor tiene la expectativa de la prestación, sin


embargo a los efectos de proceder a la ejecución forzada o por otro el deudor debe estar
en mora, ya que sólo ese incumplimiento es jurídicamente relevante

3) Finalmente si el acreedor opta por la satisfacción por equivalente o indemnización, ya


no busca el cumplimiento de la prestación ya que su expectativa ha sido modificada por
un derecho a la indemnización (art. 505 inc. 3º in fine)

UNIDAD VI- RESGUARDO DEL CRÉDITO COMO ACTIVO PATRIMONIAL.

245
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

PI. El patrimonio como garantía común de los acreedores. Concepto. Fundamentos


legales del principio. Alcances y limitaciones: bienes que constituyen la garantía, bienes
excluidos de la garantía. Prioridad del primer embargante.

El Patrimonio como garantía común de los acreedores:

El patrimonio como garantía común de los acreedores, es la última garantía de los


acreedores para el cobro de sus créditos, la prenda común de los acreedores. Está
constituido por el conjunto de bienes que posee la persona y esté se ve afectado al
cumplimiento de la deuda de su titular.

MESA

Fundamento:

Como las obligaciones no siempre son cumplidas, desde su constitución misma, es normal
que el acreedor se valga de diversos mecanismos para asegurarse, en medida de lo
posible, la satisfacción de su derecho.

Cabe resaltar, que es un hecho comprobado, que muchos deudores tienen, como
conducta natural o habitual, huir del yugo de las obligaciones para liberarse, es decir, lo
más normal es que el deudor cumpla con la obligación por la cual se ha comprometido a
cumplir.

Pero en el caso de que el deudor no cumpla con su respectiva obligación, es que surgen
los medios de garantías, los cuales constituyen un refuerzo al vínculo de la obligación con
el objeto de asegurar al acreedor el cumplimiento de la obligación.

La expresión garantía es utilizada con un significado comprensivo de cualquier cedió por el


cual el acreedor puede asegurarse el cumplimiento o la obligación o agravar la
responsabilidad del deudor en caso de incumpliendo.

246
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El concepto general de garantía comprende en si rodo medio con el cual se asegura al


acreedor la exacta ejecución de la prestación.

Algunos de estos constituyen relaciones típicas de derecho real o personal encaminadas a


prevenir el peligro de una violación de la obligación por el deudor y constituyen las domas
más características del derecho de garantía en sentido estricto.

De acuerdo a sus orígenes, las garantías de una obligación pueden clasificarse en dos
grupos: s) garantías convencionales (aquellas que se constituyen a través de un pacto entre
partes. Estas garantías, a su vez, pueden ser reales o personales); y en garantías legales
(aquellas que surgen de la ley, al reconocer esta la calidad de ciertos créditos, garantizando
su cobro).

MESA

Alcances y limitaciones: bienes que constituyen la garantía

ARTICULO 743.-Bienes que constituyen la garantía. Los bienes presentes y futuros del
deudor constituyen la garantía común de sus acreedores. El acreedor puede exigir la venta
judicial de los bienes del deudor, pero sólo en la medida necesaria para satisfacer su
crédito. Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria, excepto
que exista una causa legal de preferencia.

II. Comentario de UniversoJus

1. Bienes que integran la garantía Los bienes del deudor, es decir todo aquello que se
encuentra en su activo patrimonial debe responder y asegurar el derecho del acreedor. Es
difundida la expresión de Pothier " qui s' oblige le sien", o la enseñanza de Llambías:

" entre el activo y el pasivo hay una inexorable vinculación en cuanto a que el activo
respalda al pasivo y éste disminuye el haber líquido de una persona".

247
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Estos bienes, como asertivamente lo indica el artículo, comprende tanto a los presentes
como los futuros, aunque es dable señalar, no todos están alcanzados por la acción de los
acreedores tal como se verá en el comentario al art. 744.

2. El reclamo de subasta La norma referida abunda en aclarar que los acreedores


pueden llegar a solicitar la subasta judicial de los bienes embargados. Aclara,
innecesariamente a mi juicio, que ello no puede ir más allá del valor del crédito que es
objetivo de la venta forzosa.

3. Igualdad de los acreedores Si bien se enseña que los acreedores tienen igual grado
de preferencia, es decir que cobran en proporción al importe de sus acreencias (prorrata),
esto acaece cuando son " quirografarios", y además cuando el activo no alcance a cubrir la
totalidad de los créditos.

Hay otros acreedores que tienen preferencia o privilegio a quienes no les alcanza el
principio indicado.

Bienes excluidos de la garantía:

ARTICULO 744.-Bienes excluidos de la garantía común. Quedan excluidos de la garantía


prevista en el artículo 743:

a) las ropas y muebles de uso indispensable del deudor, de su cónyuge o conviviente, y de


sus hijos;

b) los instrumentos necesarios para el ejercicio personal de la profesión, arte u oficio del
deudor;

c) los sepulcros afectados a su destino, excepto que se reclame su precio de venta,


construcción o reparación;

d) los bienes afectados a cualquier religión reconocida por el Estado;

248
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

e) los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las servidumbres prediales, que
sólo pueden ejecutarse en los términos de los artículos 2144, 2157 y 2178;

f) las indemnizaciones que corresponden al deudor por daño moral y por daño material
derivado de lesiones a su integridad psicofísica;

g) la indemnización por alimentos que corresponde al cónyuge, al conviviente y a los hijos


con derecho alimentario, en caso de homicidio;

h) los demás bienes declarados inembargables o excluidos por otras leyes.

Comentario de UniversoJus:

1. Bienes inembargables: fundamentos El art. 744 establece en ocho incisos los bienes que
considera excluidos de la garantía común de los acreedores. Me atrevo a señalar que se
trata de una simple ejemplificación, ya que en otras normas vigentes hay más bienes y
cosas que resultan ajenos a esa garantía y son, por ello, inembargables.

Las razones de esta separación son de lo más variadas; las hay de contenido humanitario, o
interés general, o protección a los servicios públicos, o que hacen a la moral media,
etcétera.

2. Enumeración El primer inciso (a) comprende el mobiliario y vestido de uso indispensable


del deudor, su cónyuge, hijos y conviviente. Casi no merece mayor comentario, aunque
trae cierta perplejidad que haya " ropa de uso indispensable", y otra " embargable" que no
lo sea. En cuanto a qué bienes comprende, me parece una cuestión menor ingresar en
determinar si " el televisor o la computadora" están dentro o fuera de la discriminación;
todo se resuelve en el caso concreto y de acuerdo a los tiempos y circunstancias.

En relación a los útiles de trabajo o instrumentos para el ejercicio de las labores del
deudor, ya estaban previstos en los Códigos de procedimientos, y tienen cierta similitud
con lo anterior.

249
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los sepulcros quedan incluidos en el inc. c) como bienes fuera de la garantía, con
excepción de los acreedores que tengan pendiente el crédito por la enajenación, o
construcción, o reparaciones en la edificación.

En cuanto a los bienes destinados a una religión reconocida por el Estado, se los nombra
en el inciso d). Si bien el sentido resulta plausible, ya que hace a todo aquello que se
vincula con lo espiritual y creencias de la gente, también habría que considerar a las
personas (acreedores) que hayan trabajado para su construcción, refacción, arreglo, etc.
Éstos no podrán cobrar de esos bienes.

Los derechos de usufructo, uso, habitación y bienes de las servidumbres prediales, integran
la lista de los inembargables. Ya se había considerado a los derechos de uso y habitación,
ahora se incluyen los derechos derivados del usufructo, y las servidumbres.

Las sumas indemnizatorias que cubren el " daño moral", y los daños " psicofísicos" se
encuentran protegidas por la ley. Es una novedad de la ley civil, ya que ello se puede ver
en el derecho laboral, pero resulta una buena salida para todas las personas que reciben
este tipo de resarcimiento.

En cuanto a los alimentos, no sólo están incluidos los del deudor, sino también los que les
pudiere corresponder en el supuesto del homicidio al cónyuge, conviviente y a los hijos. En
la doctrina siempre fue un tema debatido si los alimentos inembargables son solamente
los " futuros" o también los " devengados no percibidos". Creo que, ante el silencio de la
ley, y el sentido proteccionista, debe ser entendido en sentido amplio, comprendiéndose
todo tipo de alimentos.

El último inciso, confirma en cierto sentido el dicho anterior, de la existencia de otros


supuestos no incluidos en la larga enumeración del art. 744.

Prioridad del primer embargante:

250
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 745.-Prioridad del primer embargante. El acreedor que obtuvo el embargo de


bienes de su deudor tiene derecho a cobrar su crédito, intereses y costas, con preferencia a
otros acreedores.

Esta prioridad sólo es oponible a los acreedores quirografarios en los procesos


individuales.

Si varios acreedores embargan el mismo bien del deudor, el rango entre ellos se determina
por la fecha de la traba de la medida.

Los embargos posteriores deben afectar únicamente el sobrante que quede después de
pagados los créditos que hayan obtenido embargos anteriores.

II. Comentario de UniversoJus:

Este artículo ha sido redactado en el mismo sentido que lo dispuesto en el art.

218 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y del Código Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Buenos Aires. Se mantiene la preferencia en el cobro del
crédito del primer acreedor embargante.

Así, el acreedor que en un proceso judicial ha obtenido en primer término la traba de un


embargo sobre los bienes del deudor, tiene prelación en el cobro íntegro de su crédito
más los intereses y costas de dicho proceso, con relación a otros acreedores de ese deudor
(1).

Esta prioridad sólo es oponible a los acreedores quirografarios, motivo por el cual no
afecta a los acreedores con privilegio.

El principio de cobro del primer acreedor embargante, sólo es aplicable a los procesos
individuales, no al caso de los acreedores del concurso.

251
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La efectivizarían de la traba de la cautelar, es lo que determina el orden de preferencia en


el supuesto de sucesivos embargos sobre el bien de un mismo deudor. Se trata de la
aplicación del principio prior in tempore, potior in iure.

La prelación surge de la fecha en que se trabó el embargo con la anotación en el Registro


de propiedad correspondiente en el caso de muebles e inmuebles registrables, y no de la
fecha en que el Juez decretó el embargo.

Los otros acreedores quirografarios y embargantes posteriores, podrán satisfacer su


crédito con el remanente s i es que queda alguno una vez que el primero que logró trabar
la precautoria haya percibido la totalidad de su crédito más los intereses y costas, todo
según las determinaciones realizadas en la sentencia judicial.

En el caso en que el deudor titular del bien se concurse o quiebre, gobierna el principio de
la par conditio creditorumy requiere que todos los acreedores concurran en un pie de
igualdad a intentar cobrar sus acreencias.

I) DINÁMICA DE LA GARANTÍA COMÚN. MEDIDAS CAUTELARES. CONCEPTO. ENUNCIADO Y


ANÁLISIS. INTERVENCIÓN DEL ACREEDOR EN JUICIOS EN QUE EL DEUDOR ES PARTE:
RÉGIMEN.

Dinámica de la garantía común. Medidas Cautelares. Concepto. Enunciado y análisis.

Las medidas cautelares son herramientas jurídicas que tiene por finalidad mantener el
patrimonio del deudor en su estado actual, evitando que lo disminuya mediante la
enajenación, fraudulenta o simulada, de sus bienes.

La mayoría de estas medidas son naturales procesales, aunque también existen acciones
cautelares en el ámbito del derecho de fondo.

Las medidas cautelares fueron concebidas, entonces, para compensar o balancear


equitativamente los intereses de todas las partes en conflicto.

252
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La actuación cautelar tiende a evitar la posibilidad de frustración del derecho, aventando el


riesgo de insolvencia o fraude.

Dictar una medida cautelar implica anticipar parcialmente los efectos de la decisión de
fondo, ordenando el mantenimiento o cristalización de la situación jurídica existente entre
las partes.

Como principio, las medidas cautelares son conservatorias y se basan en el congelamiento


de la situación jurídica discutida, hasta que se dicte la sentencia; como excepción, a veces,
se ordena la innovación del mismo según sea la naturaleza de los hechos sometidos a
juzgamiento, supuesto que recibe el nombre de medida cautelar innovativa, la que cada
día gana mayor espacio en el firmamento procesal.

Para que pueda tener lugar el dictado de una medida cautelar es necesario:

a) Verosimilitud del derecho: la mera comprobación de que es razonable que el derecho


pueda llegar a existir sobre lo cual basta con una mera probabilidad.
b) Peligro en la demora: consiste en la posibilidad objetiva de frustración, riesgo o estado de
peligro de ese derecho invocado por el demandante, en caso de no disponer la cautela.
c) Cantracautelar: se trata del otorgamiento de garantías suficientes por parte del solicitante
de la cautela, para el casi de que su reclamo no recibiera finalmente acogida en la
sentencia.

Estas a su vez se clasifican, según diversos autores en:

1) Según la forma en que las medidas cautelares han sido legisladas, pueden clasificarse en:
 Nominadas, tipificadas o especificas (aquellas que aparecen descriptas en ley, como el
embargo preventivo, secuestro, inhibición general de los bienes, anotación de Litis, etc.)
 Genéricas o innominadas (al contrario, son aquellas que carecen de una regulación jurídica,
pero se hallan autorizadas en tanto quienes las solicitan reúnan los presupuestos generales
de admisibilidad).
2) Según sus efectos sobre la situación planteada, pueden ser:

253
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

 Conservativas, cuando tienden al mantenimiento del estado de hecho (embargo de


inmueble)
 Innovativas, cuando el litigio tiende a la modificación de la situación y a conservar el
estado en las que las cosas se encuentran.
3) Según el bien el cual se trate:
 Medidas para asegurar el bien (secuestro, inhibición).
 Medidas para asegurar personas (protección de personas, guarda de hijos).
4) Por sus condiciones de procesabilida:
 Medidas de peligro abstracto, en las cuales las acreditaciones de la verosimilitud del
derecho la ley presume el periculum in mora.
 De peligro concreto, en las que debe demostrarse concretamente la existencia del riesgo.

Así mismo, las medidas cautelares llegan a diferenciarse

a) Medidas acordadas por el derecho procesal: embargo, inhibición general de bienes,


anotación de Litis, prohibición de innovar, prohibición de contratar, secuestro de bienes,
intervención y administración judicial.
b) Cautelares concebidas por el derecho sustantivo.

MARCELO LOPEZ MESA

Embargo

Según el concepto de Embargo preventivo que brinda el Diccionario de Ciencias Jurídicas,


Políticas y Sociales de Manuel Ossorio, Embargo preventivo hace referencia a lo siguiente:

Medida procesal precautoria de carácter patrimonial que, a instancia de acreedor o actor,


puede decretar un juez o tribunal sobre los bienes del deudor o demandado, para
asegurar el cumplimiento de la obligación exigida y las resultas generales del juicio. Es juez
competente en los embargos preventivos el del partido donde estén los bienes que hayan
de ser embargados, y, en caso de urgencia, el juez municipal del pueblo en que se
encuentren.

254
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

http://argentina.leyderecho.org/embargo-preventivo/

Inhibición general de bienes

La inhibición general de bienes es una medida cautelar que afecta a todos los bienes
inmuebles y muebles registrables del deudor (por eso se llama "general")

Para efectivizarla, una vez que el Juez la decreta, se inscribe mediante oficio o testimonio
ley 22.172 en el Registro de la Propiedad que el acreedor solicite.

Por ej. si el deudor vive en Buenos Aires, se puede pedir la inscripción en el Registro de la
Propiedad Inmueble de la Capital Federal, en el de la Provincia de Buenos Aires y en el
Registro Nacional de la Propiedad Automotor.

Una vez inscripta la inhibición, el deudor no podrá vender ni gravar sus bienes
(hipotecarlos, prendarlos). Si intenta hacerlo, tiene que pedir el levantamiento de la medida
cautelar y primero pagar.

Es una medida subsidiaria, ya que el artículo 228 del Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación Argentina dice que procede cuando no pueda hacerse efectivo el embargo
preventivo, por desconocerse los bienes del deudor o éstos no alcanzaran para cubrir la
deuda. Si el deudor presentare bienes a embargo o diere caución suficiente se dejará sin
efecto la inhibición general de bienes.

Es decir, si se conocen bienes del deudor se los embarga. Si no se los conoce o su valor es
inferior al de la deuda reclamada, se lo inhibe.

En la solicitud de inhibición, deberá consignarse mínimamente el nombre y apellido del


deudor, su domicilio.

255
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La inhibición tiene efecto desde que se anota en el Registro de la Propiedad y no importa


qué acreedor la trabó primero, a diferencia del embargo donde el primer embargante
tiene prioridad sobre el segundo.

En principio la inhibición se dispone "sin establecer un monto", en forma genérica, pero he


visto juicios donde se establece que se inhibe a una persona por determinado monto.

La inscripción de la inhibición general de bienes tiene una validez de CINCO AÑOS, igual
que el embargo preventivo, pudiendo reinscribirse antes de su vencimiento.

Es importante RECORDAR la fecha de vencimiento de una inhibición que trabamos 4 ó 5


años atrás. Generalmente el deudor está sumamente atento a esa fecha para
despatrimoniarse en forma inmediata a los cinco años, si no reinscribimos la medida.

Si mantenemos la voluntad de cobrar un crédito, tenemos que acordarnos de reinscribir la


inhibición general de bienes. Nunca se sabe cuándo un deudor, hasta el momento
insolvente, puede recibir una herencia y tener que levantar la medida cautelar para poder
disponer de los bienes y el acreedor - cuando ya creía que nunca cobraría - se encuentra
cobrando.

Convengamos que es bastante frustrante terminar un juicio, ganarlo, no conocer ningún


bien para embargar y tener que trabar una inhibición de general de bienes a la espera de
un futuro incierto. Pero en un cierto porcentaje de casos, da resultado. En otros, la
inscripción de la inhibición sólo será un gasto más que el litigante haga a cambio de nada.

Hay juicio que a pesar de ser ganados, se tornan incobrables. Lo mismo sucede con
honorarios que ganamos en la condena en costas.

http://www.estudio-juridico-abogados.derecho-de-familia.com.ar/planificacion-
sucesoria/es/ARTICULOS/A_-
_Articulos_varios/1148/QUE_ES_LA_INHIBICION_GENERAL_DE_BIENES,_por_Mirta_N%C3%B
A%C3%B1ez.htm

256
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Anotación de Litis

La anotación de litis es una medida cautelar, tomada en el transcurso de un proceso


judicial, que consiste en anotar en el Registro de la Propiedad la existencia de un litigio
que tiene por objeto el bien en cuestión, con el objeto de informar a terceros que el bien
referido es litigioso, o sea, que quien promovió la demanda, y peticionó el registro del
juicio existente, pretende derechos sobre él. Así el que pretenda adquirir ese bien está
alertado de la situación, y si bien podrá comprarlo, ya que a diferencia del embargo o de la
inhibición, la anotación de litis no retira el bien del comercio, ni lo inmoviliza, no podrá
alegar luego que desconocía tal situación, y no podrá oponerse a la devolución del mismo
si el demandante triunfa en el reclamo.

https://derecho.laguia2000.com/derecho-procesal/anotacion-de-litis

Prohibición de innovar

Es una medida cautelar o judicial que impide la alteración de la situación de hecho, o de


derecho, existente al tiempo en que se la decreta. Como la sentencia es, en principio,
declarativa del derecho ventilado en el pleito, la medida de no innovar procura que las
partes no aproveche del lapso de dependencia del litigio, para crear dificultades que
tornen el pronunciamiento judicial, inocuo o de dudosa eficacia.

Básicamente, la medida de no innovar encuentra justificación en las garantías


constitucionales de la defensa en juicio y de igualdad ante la ley "pero también halla
fundamento-dice Podetti- En el principio de moralidad o en la buena fe con la cual deben
proceder los litigantes. Sería contrario a un mínimo de buena fe procesal-agrega que
mientras, por un lado se busca que los jueces resuelvan el litigio, reconociendo o
declarando las cuestiones controvertidas, por otro, se modifique el status jurídico o de
hecho de los bienes discutidos, procurando obtener un aventaja de esta actitud".

En la generalidad de los casos, la medida de no innovar implica la prohibición de que se


altere el estado de hecho existente al tiempo de iniciarse el proceso. Tal lo que ocurre, por

257
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ejemplo, cuando se dispone mantener el estado de "no ocupación" en que se encuentra


un inmueble, o se prohibe la destrucción de una cosa.

Los presupuestos de admisibilidad no son otros que los comunes o sea la verosimilitud del
derecho que se alega y el peligro en la demora, a los que se agrega otro ingrediente, o sea
que la cautela no puede ser obtenida por otra medida precautoria, lo que equivale a decir
que se recurre a la prohibición de innovar en última instancia. La contracautela a exigir en
estos casos se gradúa de acuerdo con los intereses en juego, y casi siempre la fianza a
prestar es de carácter real.

Para hacer efectiva la medida debe ser comunicada a la persona o entidad que deba
cumplirla, y puede también ser anotada, en su caso, en los registros pertinentes.

http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/prohibici%C3%B3n-de-
innovar/prohibici%C3%B3n-de-innovar.htm

Prohibición de contratar

Es una medida cauterlar. Procede cuando se la autoriza por ley, o por contrato, o para
asegurar la ejecución forzada a los bienes objeto del juicio, y significa la "prohibición de
contratar sobre determinados bienes".

http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/prohibici%C3%B3n-de-
contratar/prohibici%C3%B3n-de-contratar.htm

Secuestro de bienes,

el secuestro de bienes es el depósito de una cosa que se disputan dos o más individuos,
en manos de otro que debe restituir al que obtenga una decisión a su favor.

El secuestro de bienes convencional hace referencia al consentimiento que dan las partes
de constituir dicho secuestro, depositan la cosa litigiosa en un tercero para que terminado
el proceso este la regrese.

258
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El secuestro judicial es aquel que se constituye por decreto del juez. Este tipo de secuestro
busca asegurar los bienes en caso de que se presente un embargo, busca proteger
determinado patrimonio en manos del demandado como un tipo de garantía de pago.

https://misabogados.com.co/blog/que-son-el-embargo-y-secuestro-de-bienes/

Intervención y administración judicial.

La figura del administrador judicial es de gran eficacia en el aseguramiento del resultado


de los procesos judiciales. El administrador actúa bajo mandato judicial y su función es la
de administrar determinados bienes ajenos o ejercer la función de asistencia o vigilancia
en la gestión de tales bienes. Suele ser un profesional titulado superior y con habilidad
reconocida para la gestión de patrimonios. Así pues, la intervención de un administrador
judicial, por ejemplo, en un embargo de bienes y rentas, conllevará siempre y cuando sea
posible, la materialización del cobro. El administrador judicial es un auxiliar del juez, pues
aunque la designación corresponde al acreedor, el nombramiento lo efectúa el juez, de
modo que no es un representante del acreedor sino un mandatario del juez que lo ha
nombrado, y por tanto está sujeto a sus órdenes e instrucciones. Sin embargo, parece que
el administrador judicial se sitúa en una posición más próxima al acreedor que lo ha
designado, porque su trabajo va encaminado al cobro de la deuda a través de la ejecución
de los bienes del deudor.

https://es.wikipedia.org/wiki/Administraci%C3%B3n_judicial

Intervención del acreedor en juicios en que el deudor es parte: régimen

PII. Acción directa. Concepto. Requisitos de ejercicio. Efecto.

Acción Directa: concepto.

El maestro Álvarez Caperochipi definía a la acción directa como “la facultad que concede
en ciertos casos la ley al acreedor para reclamar un crédito del deudor de su deudor. So la

259
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

conoce como acción directa, porque reclama el derecho en con nombre propio
(directamente) y no a través del patrimonio de su deudor ejercitando derechos de éste
(como sucede en la acción subrogatoria), y no necesita, en consecuencia, alegar ni probar
u estado de insolvencia o peligro inminente de su crédito, reconociéndosele al que ejercita
la acción directa la titularidad del crédito de su deudor”.

Utilizando un grafismo, puede decirse que la acción directa es como un puente, que
permite a un acreedor pasar por sobre su deudor y ejecutar al deudor de éste.

Según Pizarro y Vallespinos, “acción directa es la que compete por derecho propio al
acreedor para percibir en su exclusivo beneficio de un tercero lo que éste adeuda a su
deudor, hasta el importe de su propio crédito. Se trata de una protección excepcional, que
requiere de expresa consagración normativa, orientada a brindar al acreedor bajo ciertas
circunstancias, una tutela jurídica enérgica y eficaz”.

ARTICULO 736.-Acción directa. Acción directa es la que compete al acreedor para percibir
lo que un tercero debe a su deudor, hasta el importe del propio crédito. El acreedor la
ejerce por derecho propio y en su exclusivo beneficio. Tiene carácter excepcional, es de
interpretación restrictiva, y sólo procede en los casos expresamente previstos por la ley.

Requisitos de ejercicio:

ARTICULO 737.-Requisitos de ejercicio. El ejercicio de la acción directa por el acreedor


requiere el cumplimiento de los siguientes requisitos:

a) un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor;

b) una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del deudor;

c) homogeneidad de ambos créditos entre sí;

260
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d) ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo anterior a la
promoción de la acción directa;

e) citación del deudor a juicio.

El art. 737 CCyC enumera los requisitos que deben cumplirse para que el acreedor (“A”)
pueda ejercitar la acción directa contra el tercero (“C”).

Así, se requiere que tanto el crédito del acreedor (“A”) contra su propio deudor (“B”), como
el de este último (“B”) contra el tercero (“C”), sean exigibles, lo que significa que al
momento de la promoción de la acción su cumplimiento no debe hallarse sujeto a alguna
modalidad de las previstas en el Libro Primero (Parte general), Título IV (“Hechos y actos
jurídicos”), Capítulo 7 (Modalidades de los actos jurídicos), arts. 343 a 357 CCyC; recaudo
este (el de la exigibilidad) que no se prevé para la acción subrogatoria (conf. art. 739
CCyC), lo que marca otra de las tantas diferencias existentes entre ambos institutos.

Asimismo, el último crédito mencionado (el de “B” contra “C”) debe ser correlativo y
homogéneo con respecto al crédito del acreedor (“A”) contra el deudor (“B”).

El carácter correlativo y homogéneo resulta ser la nota característica y a su vez limitante de


esta acción, puesto que, si no se exigieran tales extremos, carecería de sentido la existencia
de la acción subrogatoria.

Por otro lado, si así no se la condicionara, se estaría introduciendo una peligrosa


herramienta, en la medida en que —de aquel modo— los co-contratantes podrían verse
expuestos al ejercicio de una acción directa dirigida en su contra, por deudas —en nada—
vinculadas con la relación jurídica que los uniera con sus acreedores.

Vale decir que la acción directa procede no solo con respecto a obligaciones de dar sumas
de dinero (aunque este sea el supuesto más usual), sino también frente a obligaciones de
hacer, como por ejemplo el reclamo que pudiera efectuar el sublocatario de un inmueble

261
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

contra el locador principal (por ejemplo, titular del inmueble) a fin de que cumpla con una
reparación que se encuentre a su cargo y/o del sublocador (conf. art. 1216, párr. 2, CCyC),
o bien la acción del mandante contra el mandatario sustituto, para exigir el cumplimiento
del encargo (conf. art. 1327 CCyC).

En otro orden de ideas, el art. 737 CCyC exige que ninguno de los dos créditos se
encuentre embargado con anterioridad a la promoción de la acción directa, lo que se
justifica en que la presencia de un embargo involucraría cuestiones de preferencias (arts.
745 CCyC y 218 CPCCN), que conspiran contra este y excepcional remedio que pretende
otorgarle la norma a un acreedor para perseguir el cobro de su crédito frente a un tercero.

De conformidad con la interpretación que mandan realizar los arts. 1º y 2º de este Código,
el hito temporal que fija la norma (la promoción de la acción) con relación a la traba del
embargo, y que obstaría la promoción de la acción, debe armonizarse con el fijado por el
art. 738, inc. a, CCyC, que establece que la notificación de la demanda causa el embargo
del crédito a favor del demandante, puesto que, aunque no se lo mencione expresamente,
la traba de un embargo por parte de un tercero ajeno a la tríada involucrada en la acción
directa durante el período que va desde su promoción hasta la notificación de la demanda,
frustraría del mismo modo su progreso.

En otras palabras, si se registrara un embargo sobre alguno de los créditos (sea el de “A”
contra “B”, como el de este último contra “C”) con posterioridad a la promoción de la
acción directa, pero con anterioridad a la notificación de la demanda, aquella se tornaría
improcedente y el acreedor (“A”) debería redirigir su reclamo únicamente contra su deudor
(es decir, contra “B”).

Finalmente, la norma establece un requisito de suma trascendencia:

la citación del deudor a juicio, aspecto que la doctrina y jurisprudencia dominante solían
rechazar a la luz del régimen del CC, que ninguna previsión había tomado sobre el
particular.

262
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Esta citación, sin embargo, luce justificada en el hecho de que al tercero demandado se le
permiten oponer todas las defensas que tendría contra su deudor —además de las que
tuviera contra el acreedor demandante—, por lo que elementales razones que hacen al
debido proceso y al derecho de defensa en juicio (art. 18 CN) imponen que aquel deudor
(“B”) sea oído en dicho juicio.

Como regla, puede afirmarse que la citación al deudor (“B”) lo sería en carácter de tercero
(arts. 90 CPCCN y ss.), y principalmente a fin de que la sentencia le sea oponible y no
pueda luego invocar al progreso de una eventual acción de su acreedor (“A”) la mala
defensa del demandado (“C”) —máxime cuando allí se resolverían eventualmente las
defensas que este último pudiera tener contra el deudor (“B”)—, más allá de que todo ello
dependerá de los términos de los escritos introductorios y de la actitud que pretenda
asumir el deudor (“B”), lo que terminará por definir si su intervención lo es como tercero
litisconsorcial, como tercero adhesivo simple o coadyuvante, o bien, lisa y llanamente,
como un litisconsorte necesario originario.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Efectos:

ARTICULO 738.-Efectos. La acción directa produce los siguientes efectos:

a) la notificación de la demanda causa el embargo del crédito a favor del demandante;

b) el reclamo sólo puede prosperar hasta el monto menor de las dos obligaciones;

c) el tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas las defensas que
tenga contra su propio acreedor y contra el demandante;

d) el monto percibido por el actor ingresa directamente a su patrimonio;

263
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d) el deudor se libera frente a su acreedor en la medida en que corresponda en función del


pago efectuado por el demandado.

Siguiendo con la regulación exhaustiva que el Código le dispensó a este instituto, se


prevén en el art. 738 CCyC los efectos que produce la acción directa.

En este sentido, y en primer lugar, se establece que la notificación de la demanda causa el


embargo del crédito a favor del demandante, lo que marca una notoria y favorable
diferencia frente a lo que dispone el segundo párrafo del art. 739 CCyC para la acción
subrogatoria.

Precisamente, esta previsión constituye uno de los grandes incentivos a favor de la acción
directa, junto con lo dispuesto en el art. 738, inc. d, CCyC.

En segundo lugar, y como una necesaria derivación de la prohibición de enriquecerse sin


causa (conf. arts. 1794, 1796, inc. b, CCyC y concs.), se establece que el reclamo solo puede
prosperar hasta el monto menor de las dos obligaciones.

Este precepto se vincula con lo establecido en el art. 1071, inc. b, CCyC, con relación al
subcontrato.

Del mismo modo, y como correlato de ello, el art. 738, inc. e, CCyC dispone que el deudor
se libera frente a su acreedor, en la medida en que corresponda, en función del pago
efectuado por el demandado.

En tercer lugar, desde el punto de vista del tercero demandado (“C”), y como ya se
adelantara, no hay razón para que este no pueda hacer valer todas las defensas que
derivan de su obligación, aun las que tuviera contra su propio acreedor (“B”).

Es por eso que el inc. c establece que el tercero demandado puede oponer al progreso de
la acción todas las defensas que tenga contra su propio acreedor y contra el demandante,

264
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

como —por caso— la prescripción, la pendencia de algún plazo o condición, la injerencia


de un medio de extinción, entre muchas otras posibilidades.

En cuarto lugar, y marcando otra de las grandes ventajas (y otro de los grandes estímulos)
para el ejercicio de esta acción, el art. 738, inc. d, CCyC determina que el monto percibido
por el actor ingresa directamente a su patrimonio.

En la acción subrogatoria, en cambio, el producto de la acción del acreedor (“A”) contra el


tercero (“C”) se incorpora al patrimonio del deudor (“B”), sin que tampoco, y como ya se
señalara, ello genere preferencia alguna en el cobro (art. 739, párr. 2, CCyC).

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

PIII. Acción subrogatoria. Concepto. Método del código civil. Fundamento caracteres.
Condiciones de ejercicio. Legitimación activa. Citación del deudor. Doble legislación.
Legitimación activa: acreedores a quienes se otorga, acciones y derechos que la
autorizan. Derechos excluidos. Defensa oponible. Efectos. Comparación con la acción
directa.

Acción subrogatoria. Concepto:

Se la llama subrogatoria, porque los acreedores que se valen de ella se subrogan en los
derechos de su deudor; se la denomina asimismo indirectamente u oblicua, ya que el
producido de la gestión ingresa en el patrimonio del deudor y no en el del acreedor que la
ejercita, al que sólo beneficia de un modo indirecto tal gestión.

Art 739-Acción subrogatoria. El acreedor de un crédito cierto, exigible o no, puede ejercer
judicialmente los derechos patrimoniales de su deudor, si éste es remiso en hacerlo y esa

265
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

omisión afecta el cobro de su acreencia. El acreedor no goza de preferencia alguna sobre


los bienes obtenidos por ese medio.

Comentario de UniversoJus

1.Concepto La acción subrogatoria, también denominada " indirecta" u " oblicua" , consiste
de un derecho que la ley le otorga a los acreedores quirografarios para que hagan valer
derechos y obligaciones que le corresponden a su deudor, ante la incuria, la desidia o
inercia del obligado".

Por esta vía se le permite al acreedor que accione en nombre de su deudor, a fin de
obtener de terceros la entrega de bienes, o aceptando una herencia, o también oponiendo
la defensa de prescripción liberatoria, etcétera.

2.Requisitos La ley sólo menciona dos características, pero elude otros requisitos para su
ejercicio. Indica que debe tratarse de un acreedor de un crédito " cierto", sea o no exigible,
pero da como presupuestos tácitos que el deudor sea remiso o desidioso o se halle
inactivo, y que el acreedor demuestre un interés legítimo.

En cuanto al crédito " cierto", implica que no se encuentre controvertido y sea por sus
antecedentes y documentación pertinente, suficientemente verosímil.

No se requiere el carácter de exigible.

La desidia o inacción del deudor importa, como bien dice el profesor Albaladejo, que el
derecho se encuentre descuidado o casi abandonado, y sea susceptible de una utilización
más provechosa que la que realiza el deudor.

Y por último debe existir un " interés legítimo" del acreedor para poder incursionar en la
vida de su deudor; ello implica alegar y demostrar que no hay otros bienes en cabeza del
obligado para embargar o hacer efectivo el crédito. Esta prueba que no llega hasta la
demostración de la insolvencia, resulta necesaria, ante lo excepcional del ejercicio de la
acción indirecta.

266
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

3. Efectos El artículo señala los efectos del resultado de la acción subrogatoria, y como bien
afirma Llambías, los derechos son de propiedad del subrogado y no del subrogante.

Por ello, ante el éxito de la pretensión los bienes, cosas o derechos que debía el tercero
van directamente al patrimonio del subrogado, deudor del actor, y no crean preferencia
alguna a favor del acreedor subrogante.

Método del Código Civil:

Debemos destacar que dicha acción es mucho mejor empleada por este nuevo Código
unificado, a diferencia que el Código Civil de Velez, al cual se le brinda un tratamiento
expreso al reglar los efectos de los contratos, lo cual resulta incorrecto, a nuestro entender,
dado que debía ser tratado junto a la teoría general de la obligación, como lo dispone el
nuevo texto legal.

COSTA

Al igual que otros casos, el Código Civil carece de una definición o concepto sobre la "
acción subrogatoria", solamente en el art. 1196 que, sigue la fuente del " Code" civil
francés , se dispone que " [l]os acreedores pueden ejercer todos los derechos y acciones
de su deudor...".

UNIVERSOJUS

Fundamento:

Estimamos que el fundamento de la acción subrogatoria reside en el principio general que


indica que el patrimonio de deudor es la garantía común de los acreedores. La acción
subrogatoria no hace más que ser un instrumento más de esa máxima, al permitir accionar
a los acreedores antes la inacción del deudor de percibir los créditos que le correspondan:
así, consideramos, la acción subrogatoria se erige en un medio de conservación de la
responsabilidad patrimonial que le cabe al deudor.

267
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

COSTA.

La acción subrogatoria se funda en el principio según el cual el patrimonio constituye la


garantía de los acreedores, a causa de la cual éstos, ante la desidia o negligencia del
deudor, se sustituyen en su persona ejercitando los derechos que aquél no hace valer.

MARCELO LOPEZ MESA.

Caracteres:

Los caracteres que identifican a la acción subrogatoria son:

a) Es una acción personal, porque el subrogante carece de todo derecho real sobre los bienes
objeto de su gestión.
b) Se trata de una acción individual que puede ejercer cualquier acreedor, la cual no requiere
del consentimiento ni autorización del resto de los acreedores.
c) Constituye una acción indirecta u oblicua, porque el subrogante actua en representación
de su deudor y el producto de su gestión ingresa al patrimonio de éste y no en el suyo
propio.
d) Es una obligación facultativa porque ningún acreedor esta obligado a ejercerla.
e) Es una acción autónoma. Esto quiere decir que no es subsidiaria de otra acción que
pudiera tener el subrogante.
f) No ésta comprometida en ella el orden público. Por ello, el acreedor y el deudor podrían
convenir, por ejemplo, que no será ejercida, o que se ejercerá con mayor extensión que la
ley que la reconoce.

Condiciones de ejercicio:

1) Calidad de acreedor para poder ser subrogante, quien pretende ejercer una acción de
subrogante deber acreditar de modo fehaciente su carácter de acreedor del deudor a
quien pretende subrogar en su derecho.
2) Existencia de un interés legítimo en el acreedor. El acreedor debe probar la existencia de
un interés que le sirva de presupuesto a la acción.

268
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

3) Inacción del deudor. El subrogante debe probar necesariamente la inactividad o pasividad


del deudor en sus derechos patrimoniales, y acreditar que ello redunda en un perjuicio
patrimonial que le es propio, puesto que le impide cobrar el crédito que tiene contra el
deudor inactivo.

COSTA.

Condiciones para su ejercicio:

Condiciones sustanciales

La norma pretende —desde luego— la calidad de acreedor del subrogante.

Bajo tal admonición se le otorga la legitimación a cualquiera, sin distinción, bajo el único
requisito de que sea titular de un crédito cierto (considerando, incluso, a aquellos sujetos a
término o bajo condición suspensiva —art 347 CCyC—) habiéndose limado ya la disputa
de otrora: la que, bajo una interpretación reinante, requirió a la acreencia, la cualidad de
exigible, cuando tampoco la restricción se alinea con el carácter líquido (cantidad
determinada) del crédito.

Si bien es inherente al instituto que medie la inacción del deudor, toda vez que la
raigambre de esta acción converge en su incuria, resulta indispensable —sin embargo—
que se lo mencione así en la norma objetiva, por cuanto cabe colegir que si el deudor se
aprestara en forma diligente con respecto a los suyos propios, se tornaría injustificada la
intromisión que pudieran emprender los acreedores del primero.

Asimismo, no resulta necesario recalar en cuál fue el factor subjetivo que motivó al deudor
a mantenerse inactivo, ya que el requerimiento legal se abate únicamente ante un hecho
puramente material, consistente en la omisión, representada por la inercia del solvens, a
quien se atañe subrogado.

De tal modo, es el acreedor —con intenciones de subrogarse— quien debe demostrar los
basamentos para proceder en nombre de su deudor.

269
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sin perjuicio de ello, luego de la citación pertinente —art. 740 CCyC—, se invierte la carga
de la prueba a fin de sustentar este aspecto del asunto y será el deudor subrogado quien
se vea precisado —en cambio— a demostrar su actividad.

Bien cabe afirmar entonces que el pilar de esta acción se erige a partir de la inacción del
deudor, puesto que como corolario de su desidia podría verse afectada la percepción de la
acreencia perteneciente al acreedor subrogante.

Empero, además, debe proclamarse un interés legítimo para actuar, donde es el acreedor
quien corre con la carga de demostrar la apatía de su deudor a la hora de perseguir a los
suyos propios.

No obstante, aquel aliciente podría ceder, en la medida que el accipiens se viera cubierto
por la solvencia del deudor y en tal caso, por carencia de incentivo, el juez atine a refractar
la subrogación apetecida.

Condiciones superfluas

El CCyC no exige que el acreedor tenga en su poder un título ejecutivo, ni que demuestre
la insolvencia del deudor subrogado.

Tampoco es necesario que se acredite el intento fallido de ejecutar cualquier otro de sus
bienes, ni se formulan señalamientos (que podrían juzgarse dirimentes) en cuanto a la
fecha que debiera expresar el crédito en virtud del cual se exija.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Legitimación activa. Citación del deudor.

270
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 740.-Citación del deudor. El deudor debe ser citado para que tome intervención
en el juicio respectivo.

Interpretación de UniversoJus

Citación del deudor: Por cuanto se advierten implicados el derecho de propiedad (art. 17
CN) y el derecho al ejercicio de la libertad individual (art. 19 CN), el CCyC impone, con
carácter indispensable y como paso previo al traslado de la acción al demandado, que se
cite al deudor subrogado. Esta comunicación se instruye en miras a sanear la inactividad
del deudor.

En consecuencia, sin perjuicio del rito que impongan al respecto los diversos códigos
procesales, resulta indispensable que el acreedor exprese cabalmente las dotes de su
pretensión para que sea viable la sustitución procesal.

Entonces, el deudor que vaya a ser subrogado se encuentra facultado para oponerse —de
manera fundada— a la subrogación, procurar que se determine su manifiesta
improcedencia o interponer la demanda, asumiendo así el verdadero rol de actor, aunque
el deudor no tenga la obligación de comparecer.

En síntesis, la citación otorga al solvens la facultad de oponerse a la subrogación en el caso


de que aquella reclamación resulte desacertada, debiendo demostrar, entonces, el ejercicio
de una actividad conducente, dirigida a obtener el cobro de su crédito.

Por ende, la citación prevista no implica la conformación de un litisconsorcio necesario, sin


perjuicio de que el deudor decida comparecer o —en cambio— desacatar el llamamiento;
empero, aun así, los efectos de la cosa juzgada le serán igualmente extendidos.

Actitudes del deudor: Ahora, percibida la circunstancia —aquel balanceo que puede
suscitarse entre comparecer o escurrirse—, con mayor especificación cabe reparar que al
deudor le aguarda tomar la decisión de avenirse al proceso o —en cambio— desdeñar su
citación.

271
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Entonces, por su parte, si comparece, podrá discordar con la subrogación intentada,


tildándola de improcedente (ver art. 741 CCyC). O —en cambio— asumir el rol de actor y
oportunamente hacer propia —en todo o en parte—, incluso modificándola, la pretensión
original. Más aun, se encuentra facultado para entablar una nueva demanda (debiendo
cargar —por ende— con las costas del proceso que iniciara con anticipación el acreedor
subrogante).

Y también, por otra parte, presentándose, podrá otorgar un bien a embargo que satisfaga
en su totalidad la pretensión del acreedor, a fin de extinguir la acción subrogatoria en
curso.

Sin embargo, en los casos en los que el deudor oponga su actividad procesal y así el
acreedor subrogante quede excluido del proceso, aquel se encontrará facultado para
intervenir como tercero coadyuvante. En consecuencia, a través de ese rol secundario de
carácter de accesorio, que lo repondrá —empero— como dependiente de la actuación de
la parte a la que respalde, podrá así, como adherente simple, activar las facultades que su
deudor no ejercite.

Por último, el deudor subrogado puede intervenir —igualmente— al solo efecto de ocupar
la calidad de tercero en el proceso, tornándose también —como en el invertido caso
precedente— un adherente simple, y por lo tanto —de tal modo— no quedar excluido de
la acción para obtener las mismas atribuciones que las partes principales.

Empero el deudor que no obedezca la citación, antes debidamente anoticiado y vencidos


los plazos perentorios que disponen los códigos procesales provinciales para su
presentación, habilitará —de tal modo— a que el trámite del proceso continúe sin su
intervención, aunque la omisión de estar a derecho —como ya fuera expresado— no
implica que los efectos de la cosa juzgada vayan luego a resultarle inoponibles.

Doble legislación:

272
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se habla de una doble legislación ya que también se trata en el Código Procesal de Entre
Rios.Sobre medidas precautorias: art 206-218-226-225-227-228.

Legitimación activa: acreedores a quienes se otorga, acciones y derechos que la autorizan:

El CCyC no distingue entre clases de acreedores a quienes se fuera a dotar de la facultad


expedita para ejercer esta acción.

No existen diferencias en cuanto a su posición privilegiada o quirografaria, ni siquiera se


tiene en cuenta, entre los de un mismo orden, la antigüedad de la fecha de su crédito, ni
tampoco que se haya constituido en mora al deudor.

Solo se le requiere estar en posesión de un crédito exigible.

Sin embargo, aunque se le conceda al acreedor el ejercicio de un amplio abanico de


eventos, a fin de tender a mejorar la situación patrimonial de su deudor, aquel no podrá
evadir los límites dentro de los cuales se ciñen los derechos de su deudor, cuando
tampoco desnaturalizar la forma en la que pudiera ejercerlos.

El acreedor subrogante actúa en nombre del deudor subrogado y no en el suyo propio.

De tal modo, debe atenderse con mayor énfasis aquí al interés legítimo que aquel
evidencie, orientado a hacer acrecentar el patrimonio del deudor, ya que el derecho de
propiedad que se encuentra en juego en el caso es el del solvens, tornándose inapropiado
entonces que, mediante este dispositivo, el acreedor se convierta indirectamente en
administrador del patrimonio de su deudor.

Legitimación pasiva

El rol pasivo —por ende— es ocupado por el deudor del deudor—debitor debitoris—.

273
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Derechos Excluidos:

ARTICULO 741.-Derechos excluidos. Están excluidos de la acción subrogatoria:

a) los derechos y acciones que, por su naturaleza o por disposición de la ley, sólo pueden
ser ejercidos por su titular;

b) los derechos y acciones sustraídos de la garantía colectiva de

los acreedores;

c) las meras facultades, excepto que de su ejercicio pueda resultar una mejora en la
situación patrimonial del deudor.

Interpretación UniversoJus

2.1. Derechos patrimoniales inherentes a las personas:Esta clase de derechos resultaron


caracterizados como aquellos cuyo su ejercicio es inseparable de la individualidad de la
persona (ver art. 498 CC y la nota al art. 1445 CC).

Ahora, en cambio, el CCyC proporciona una noción, dentro de la cual estos derechos
pueden considerarse ajenos al cobijo de la acción (por ejemplo, las indemnizaciones de las
consecuencias no patrimoniales —art. 1741 CCyC—; las afectaciones a la dignidad —art. 52
CCyC—).

2.2. Derechos excluidos de la garantía común de los acreedores: El art. 242 CCyC expresa
que todos los bienes de los que sea titular la persona del deudor se encuentran afectados
al cumplimiento de sus obligaciones y constituyen la garantía común de los acreedores,

274
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

haciendo la salvedad respecto de determinados bienes a los que la propia ley remite (ver
art. 744 CCyC), los que indudablemente se precian alcanzados por la eliminación.

Es por ello que se trata solo de los bienes embargables y ejecutables que se encuentran
dentro del patrimonio del deudor —en el presente y en el futuro (art. 743 CCyC)—, los que
se hallan aprovechables para el ejercicio de las acciones que intenten los acreedores, en los
términos sindicados.

2.3. Meras facultades del deudor: A aquellas se las distingue de los derechos adquiridos
por el deudor y, por tal circunstancia, quedan relegadas del ámbito de aplicación de la
subrogatoria. Por lo tanto, quedan desligadas de la acción, la aceptación de ofertas
contractuales dirigidas al deudor, las facultades de uso, goce y administración, las
facultades de disposición, entre otras.

Ahora bien, sin embargo podrían verse absorbidas en el caso de que su ejercicio pueda
resultar una mejora en la situación patrimonial del deudor. Entonces, será el magistrado
quien deberá, bajo la tutela de la sana crítica, a fin que no se desnaturalice el quid de la
esencia de esta distinción, discernir qué índole de cuestiones alcanza a cruzan la delgada
línea trazada entre una mera facultad del deudor (sic et simpliciter) y aquella cuya
ejercitación pudiera proveer una mejora en la situación patrimonial más favorable para el
acreedor.

Defensas Oponibles. Efectos:

ARTICULO 742- Defensas oponibles: Pueden oponerse al acreedor todas las excepciones y
causas de extinción de su crédito, aún cuando provengan de hechos del deudor
posteriores a la demanda, siempre que éstos no sean en fraude de los derechos del
acreedor.

Interpretación UniversoJus

275
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El CCyC dispone que el demandado —deudor del deudor— se encuentra facultado para
interponer ante el acreedor subrogante todas las prerrogativas que coadyuven a
demostrar la ineficacia de su acción, dejando de lado las acciones personales que tuviera
contra al acreedor subrogante.

Por ende, la actuación del actor no implica la extinción de la relación obligacional habida
entre el demandado y su verdadero acreedor —deudor subrogado—. Es por ello que el
deudor del deudor se encuentra habilitado para saldar su crédito ante el verdadero titular
del derecho. Es entonces que el deudor original posee la aptitud de recibir el pago por
parte de su propio deudor —siempre y cuando no haya medida cautelar que lo impida—.
En consecuencia, todo hecho que se suscite con posterioridad a la interposición de
demanda, también le será oponible al acreedor subrogante.

Corresponde destacar que los efectos de la sentencia —consecuencia de la participación


del subrogante— abarcan el crédito íntegro que el deudor demandado tuviera contra el
deudor subrogado.

Ello, puesto que no se limitan los alcances del fallo al crédito que pudiera poseer el
acreedor subrogante.

Así, el actor no tiene derecho sobre la diferencia entre su crédito y el total que fuera a
obtener, atento a que lo alcanzado por el ejercicio de la subrogatoria le pertenece a su
titular, el subrogado. Por lo tanto, el acreedor-actor no puede hacerse del producido ni
tampoco se encuentra en un mejor orden de privilegio a consecuencia del ejercicio de la
acción.

Por lo tanto, es conveniente solicitar la traba de un embargo preventivo una vez ingresado
el bien al patrimonio del deudor, a fin de resguardar la posibilidad de cobro.

Vale destacar que en las situaciones previstas no debe haber mediado fraude a los
derechos del acreedor subrogado. En el caso, las defensas mencionadas le serán

276
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

inoponibles. Planteada esta circunstancia, las actuaciones principales deberán suspenderse,


para resolver por vía incidental el conflicto referido.

Sección 3S. Garantía común de los acreedores

Comparación con la acción directa:

ACCIÓN DIRECTA ACCIÓN SUBROGATORIA


En la acción directa el acreedor ejercita En la acción subrogatoria no ocurre lo
derechos propios y lo hace en su mismo, ya que se ejercen los derechos de
exclusivo beneficio. Ello representa para otro y en su nombre, aunque en interés
los acreedores dos grandes beneficios: a) de los acreedores. Si tiene éxito, el actor
les permite conservar en su exclusiva no goza de preferencia alguna para sí,
conveniencia el importe integro de la sino que los bienes se incorporan en el
condenación contra el deudor de su patrimonio del deudor, y pasan a
deudor, es decir, los bienes o recursos responder a las ejecuciones de los
obtenidos por su ejercicio, hasta el acreedores, que pueden hacer valer las
importe de sus créditos; b) los exime de preferencias y privilegios que tuvieran
las defensas fundadas en causas incluso pasando por encima del acreedor
exclusivamente personales a su condena. que incorporó los bienes a la masa.
En la acción directa el acreedor ejercita la En la acción subrogatoria se ejercita la
acción en la medida de su crédito, y en acción en nombre del deudor, pero se
algunos casos dentro de una medida ejercita por el total del crédito y no por la
fijada por la ley. parte del actor
En la acción directa el demandado puede Ello no es posible en la acción
oponerse al acreedor, que acciona en su subrogatoria, donde el demando sólo
contra, todas las defensas que tenga puede articular las defensas que tenga
directamente contra él, y entre éstas, la contra el deudor subrogado, acreedor
excepción de compensación. suyo.

PIV. Acción de simulación. Concepto de simulación. Caracterización. Acción entre


partes. Prueba. Acción de terceros. Prueba.efectos. Efecto frente a terceros.
Subadquirientes.

277
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Acción de simulación. Concepto:

Se ha definido a la simulación como “un fenómeno de divergencia entre la apariencia y la


realidad. Se produce así un conflicto entre la voluntad declarada de una persona, que se
hace ostensible y su voluntad interna (lo realmente deseado), la cual permanece en la
penumbra y necesita ser expuesta para determinar la causa el negocio”.

La simulación entonces la entendemos como aquel acuerdo que se celebra entre las
partes, cuya declaración receptada no es verdadera, con la intención de engañar a un
tercero, sea que esta declaración carezca de algún contenido, o que sea completamente
falsa. Es decir, es una declaración de un contenido de voluntad no real emitido
conscientemente y de acuerdo entre las partes, para producir con fines de engaño la
apariencia de un negocio jurídico que no existe o es distinto de aquel que realmente se ha
realizado.

Caracterización:

ARTICULO 333.-Caracterización. La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter


jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no
son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten
derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se
constituyen o transmiten.

Comentario de UniversoJus

1.Noción: El vicio de simulación es definido como el defecto de buena fe del acto jurídico
consistente en la discordancia consciente y acordada entre la voluntad real y la declarada
por los otorgantes del acto, efectuada con ánimo de engañar, de donde puede resultar, o
no, lesión al orden normativo o a los terceros ajenos al acto.

2.Elementos del negocio simulado: De acuerdo con un criterio doctrinario generalmente


aceptado, los elementos del negocio simulado son tres: contradicción entre la voluntad
interna y la declarada. Esta idea responde a la evidencia de que el negocio jurídico tiene un

278
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

elemento interno que es la voluntad (que para ser eficaz debe emanar de un sujeto que
actúe con discernimiento, intención y libertad), y un elemento externo que es la
declaración de la voluntad. La simulación se manifiesta por una discordancia entre lo
efectivamente querido por las partes del negocio y lo declarado por ellas; acuerdo de
partes que precede y sirve de causa a esa contradicción. La discordancia entre lo querido y
lo manifestado se presenta en otros vicios (por ej., en el error y en la violencia), pero lo
característico de la simulación es que tal discordancia es querida y acordada por las partes;
el ánimo de engañar (animus decipiendi) del que puede resultar o no perjuicio a terceros
(conf. Cámara, Llambías, Ferrara, Acuña Anzorena) o una violación de la ley. En otras
palabras, puede existir una simulación inocua.

3. Simulación absoluta y relativa: Como se ha señalado, el Código Civil y Comercial ha


suprimido el art. 956 que definía la simulación absoluta y relativa. De todos modos tal
distinción puede mantenerse pues claramente corresponden a dos supuestos distintos y
está implícita en el art. 333 que comentamos y en el art. 334.

De modo que la simulación absoluta es aquella en que el acto ostensible no oculta un acto
real. El acto es pura y total apariencia. Tal sucede, por ejemplo, cuando para evitar la acción
de los acreedores, el propietario de un inmueble lo enajena a alguien, pero de manera
puramente aparente, pues en realidad pretende seguir siendo el titular del dominio, y esa
apariencia se crea sólo para impedir que sus acreedores puedan hacer valer sus derechos
sobre la cosa. La simulación absoluta comprende sustancialmente entonces al denominado
contrato ficticio.

La simulación relativa se presenta cuando debajo del acto ostensible existe otro acto
diferente que es el realmente querido. Acontece, por ejemplo, cuando un padre que quiere
favorecer a su hijo donándole una casa, simula con él la celebración de una compraventa.
El efecto jurídico de transmitir el dominio es querido por las partes, pero se ha disimulado
el verdadero carácter del acto que sirve de causa a esa transmisión. Por eso se la llama
ocultación o veladura.

279
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 334.-Simulación lícita e ilícita. La simulación ilícita o que perjudica a un tercero


provoca la nulidad del acto ostensible. Si el acto simulado encubre otro real, éste es
plenamente eficaz si concurren los requisitos propios de su categoría y no es ilícito ni
perjudica a un tercero. Las mismas disposiciones rigen en el caso de cláusulas simuladas.

Acción entre partes. Prueba:

ARTICULO 335.-Acción entre las partes. Contradocumento. Los que otorgan un acto
simulado ilícito o que perjudica a terceros no pueden ejercer acción alguna el uno contra
el otro sobre la simula-ción, excepto que las partes no puedan obtener beneficio alguno
de las resultas del ejercicio de la acción de simulación.

La simulación alegada por las partes debe probarse mediante el respectivo


contradocumento. Puede prescindirse de él, cuando la parte justifica las razones por las
cuales no existe o no puede ser presentado y median circunstancias que hacen inequívoca
la simulación.

Comentario UniversoJus

1. Acción entre las partes La acción de simulación entre las partes del negocio ha de
entablarse cuando alguna de ellas pretende hacerse fuerte en la apariencia creada; así
verbigracia, si el testaferro pretendiera desconocer su calidad de tal y se comportara como
un verdadero propietario de la cosa que le había sido transmitida de manera
absolutamente simulada.

Pero resulta claro que en la mayor parte de los casos la simulación encierra, cuanto menos,
un ánimo de engañar y, muchas veces, se la utiliza para perjudicar los derechos de
terceros. En tal caso es razonable que el ordenamiento se desentienda de los simulantes,

280
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

negándoles el acceso a la justicia. Es una aplicación del principio según el cual nadie puede
invocar su propia torpeza (que no es falta de diligencia sino conducta ilícita).

De donde sólo sería admitida la acción de simulación entre las partes, si aquélla era inocua,
es decir, no violaba la ley ni perjudicaba los derechos de terceros (conf. Salvat, Machado).

Fue Orgaz quien propuso que debía admitirse la acción entre las partes si con ella no se
persiguiera la consumación del acto ilícito que encierra la simulación, sino por el contrario
a impedir tal consumación o a reparar los efectos perjudiciales que hubiera tenido. Así se
plasmó en la reforma introducida por la ley 17.711 al art. 959 y se conserva en el Código
Civil y Comercial de 2014.

2. Legitimación para el ejercicio de la acción Corresponde a las partes del negocio. No


tiene legitimación un deudor cedido extraño al acto, ni quien pretende hacerlo por vía de
subrogación de los derechos de las partes que intervinieron en el acto simulado.

3.Procedimiento Debe ventilarse por juicio ordinario, por lo que resulta improcedente
invocarla por vía incidental, sin perjuicio de que se la puede hacer valer por vía de acción o
excepción, aunque no se deduzca reconvención.

4.Prueba de la acción de simulación entre partes

4.1. Concepto de contradocumento: Contradocumento es el instrumento público o privado


otorgado por las partes o el beneficiario del acto simulado, normalmente destinado a
quedar secreto, en el que se declara el verdadero contenido o carácter del acto y tendiente
a restablecer la realidad de las cosas.

4.2. Requisitos que debe reunir: Desde antiguo la jurisprudencia ha definido que el
contradocumento debe reunir los siguientes recaudos: ser otorgado por las partes del
negocio o el beneficiario de la simulación; referirse fatalmente al acto simulado; tener
simultaneidad intelectual con el acto. Es decir que no necesariamente debe ser
absolutamente contemporáneo con el negocio simulado, sino que basta con que las partes

281
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

hayan tenido el propósito deliberado de crear el contradocumento desde el momento


mismo en que se celebró el acto ostensible.

4.3. Exigencia del contradocumento La reforma de 1968 estableció la regla según la cual se
exige el contradocumento "en principio"; pudiendo prescindirse del mismo "si mediaran
circunstancias que hagan inequívoca la existencia de la simulación".

El art. 335 que estamos comentando sigue exigiendo el contradocumento "en principio"
pero admite que puede prescindirse de él cuando la parte justifica razones por las cuales
no existe o no puede ser presentado y median circunstancias que hacen inequívoca la
simulación.

No debe verse en el cambio de texto una reforma al régimen anterior, pues ya la doctrina
señalaba que quien demandaba la nulidad causada en el vicio de simulación sin presentar
un contradocumento, debía acreditar una circunstancia justificativa de esa no presentación,
para lo cual podía recurrir a cualquier medio de prueba.

Además, debe probar que la simulación es inequívoca, por lo que no mediando


contradocumento se presume la sinceridad del acto.

Acción de terceros. Prueba:

ARTICULO 336.-Acción de terceros. Los terceros cuyos derechos o intereses legítimos son
afectados por el acto simulado pueden demandar su nulidad. Pueden acreditar la
simulación por cualquier medio de prueba.

Comentario de UniverJus:

1. Legitimados para ejercer la acción de simulación Tienen legitimación todos aquellos que
tengan un derecho actual o eventual, bastando con que el acto impugnado entrañe un
peligro de hacer perder un derecho o de no poder utilizar una facultad legal.

282
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los acreedores de fecha posterior al acto pueden cuestionarlo por simulación,


circunstancia que diferencia a la acción de simulación de la revocatoria o pauliana.

2. Legitimación pasiva En los juicios de simulación resulta obligatorio constituir un


litisconsorcio pasivo con todos aquellos que hayan participado del negocio atacado.

3. Prueba en la acción de simulación ejercida por terceros Es obvio que los terceros no
están alcanzados por la exigencia del art. 960 respecto del contradocumento, dado que
éste está destinado normalmente a quedar secreto y es conocido sólo por las partes del
acto simulado, por lo que no han de poder presentar una prueba directa de la simulación.

Es con ese fundamento que la jurisprudencia y la doctrina nacional admiten la validez de la


prueba de presunciones.

Estas presunciones pueden ser legales o de hecho.

4. Presunciones de hecho La doctrina distingue en relativas a las personas intervinientes en


el acto simulado, al objeto del contrato, a la ejecución del negocio y a la actitud de las
partes al realizar el negocio jurídico.

4.1. Presunciones relativas a las personas La jurisprudencia ha considerado que la relación


de parentesco constituye una presunción relativa de hecho. Se ha aplicado, en reiteradas
oportunidades, para anular por simuladas enajenaciones hechas a los padres o hermanos,
o aun consanguíneos y afines. La jurisprudencia ha hecho jugar esta presunción también
cuando las partes son concubinos, o el acto se ha realizado con algún pariente de los
concubinos.

En muchos casos se ha admitido la presunción derivada de amistad íntima de los


contratantes y también la existencia de relaciones profesionales, comerciales o de
dependencia.

4.2. Presunciones relativas al objeto del negocio El negocio se presume simulado cuando el
vendedor enajena aquello que es su principal o única fuente de recursos, o todos sus

283
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

bienes, o diversos bienes por un precio único. A la venta de todo el patrimonio o parte
significativa se la denomina omnia bona y, generalmente se la vincula a simulaciones de
insolvencia (Mosset Iturraspe). La e xistencia de un precio vil es demostrativa de
simulación, pero ha de venir acompañada de otras circunstancias corroborantes, habida
cuenta de la práctica habitual en la plaza de abaratar el costo de las transacciones
declarando un precio inferior al real.

Pero, el precio vil ligado a la amistad, parentesco, inexistencia de pago efectivo, escasa
capacidad del adquirente, resulta una presunción significativa. A veces puede serlo el pago
de un precio superior al real.

4.3. Presunciones relativas a la ejecución del negocio Se refieren generalmente a la no


ejecución del acto, como sucede cuando el vendedor continúa en posesión del objeto
enajenado, como comodatario, locatario, administrador del fondo de comercio, etcétera.

Pueden incluirse aquí, las presunciones derivadas de la falta de capacidad económica de


las partes para el negocio de que se trate, que han sido utilizadas por la jurisprudencia en
infinidad de oportunidades. Es también importante señalar que, muchas veces, se trata de
ocultar esta falta de capacidad económica del comprador con la apariencia de
movimientos de fondos bancarios, la gestación de préstamos, la utilización de sociedades
extranjeras (especialmente de ciertos países que autorizan la constitución de sociedades
con la liberalidad propia de los paraísos fiscales).

4.4. Presunciones relativas a la actitud de las partes Aquí entra en juego el factor tempus.
Como cuando una de las partes enajena bienes ante la inminencia de un divorcio, o antes
de un embargo conociendo el juicio ejecutivo. A veces aquí se encuentran presunciones de
fraude. También la liberalidad encubierta hecha poco antes de la muerte.

4.5. Otras presunciones La doctrina y la jurisprudencia han elaborado otras presunciones,


entre las cuales pueden mencionarse: la falta de necesidad del negocio; mientras la causa
simulandi intenta probar por qué se simula, la necesidad debe demostrar para qué se
contrató; el fracaso de esta explicación genera presunción de simulación; el exceso de

284
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

formas o abuso de solemnidades en aquellos casos en que la ley no las exige (como la
adquisición de cosas muebles por escritura pública).

Inclusive el exceso de precauciones (explicaciones del porqué del acto, del precio vil:
excusatio non pedita acusatio manifiest).

5. Causa simulandi Se identifican bajo la denominación causa simulandi las razones que las
partes pudieron tener para simular un negocio jurídico.

La causa simulandi no es un requisito de la simulación. Por lo que su prueba no se


constituye en un recaudo de procedencia de la acción de simulación (conf.

Mosset Iturraspe y toda la jurisprudencia nacional).

Pese a lo cual se trata de un elemento revelador de significativa importancia; la razón que


hayan tenido las partes para otorgar el acto simulado ayudará a tener la certeza de la
existencia de la simulación, desde que la torna inteligible y hace plausible su aceptación
como tal.

Por lo que su alegación y prueba es eficaz tanto cuando la acción es promovida por un
tercero ajeno al acto como cuando la ejerce una de las partes en los casos en que está
autorizada para ello.

6. Valoración de la prueba Tratándose de acción de simulación entablada por terceros, la


apreciación de la prueba indiciaria es materia reservada a la apreciación judicial.

Las pruebas han de ser valoradas en su conjunto, y tomando en consideración las


circunstancias anteriores, concomitantes y posteriores del caso, pues las presunciones
deben ser graves, precisas y concordantes para contribuir a la prueba; en efecto, hechos
que aislados no prueban circunstancia alguna, ligados y vinculados con otros adquieren
valor probatorio y hacen desaparecer la duda, creando una fuerte presunción de
simulación.

285
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

7. Efectos frente a terceros Todos los terceros se benefician con la declaración del acto
simulado, aun aquellos que, expresa o tácitamente, hayan manifestado su voluntad de no
impugnarlo, pues un acto no puede ser válido e inválido al mismo tiempo. Esta es una
diferencia crucial con la acción revocatoria que solo beneficia al acreedor que la ha
ejercido.

8. Prescripción de la acción de simulación Uno de los temas conflictivos durante la vigencia


del Código Civil, incluso después de la reforma de 1968 por la ley 17.711, fue el de la
prescripción de la acción.

La cuestión aparece ahora regulada en el art. 2563; el plazo de prescripción de la acción es


de dos años plazo que se cuenta en la acción ejercida entre las partes desde que una de
ellas se negó a dejar sin efecto el acto simulado (inc.

b); y cuando es ejercida por un tercero desde que conoció o pudo haber conocido la
simulación (inc. c).

Efectos. Efectos frente a terceros. Subadquiriente:

ARTICULO 337.-Efectos frente a terceros. Deber de indemnizar. La simulación no puede


oponerse a los acreedores del adquirente simulado que de buena fe hayan ejecutado los
bienes comprendidos en el acto.

La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos por el acto
impugnado sólo procede si adquirió por título gratuito, o si es cómplice en la simulación.

El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor responden


solidariamente por los daños causados al acreedor que ejerció la acción, si los derechos se
transmitieron a un adquirente de buena fe y a título oneroso, o de otro modo se perdieron
para el acreedor. El que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde
en la medida de su enriquecimiento.

286
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Comentario de UniversoJus:

1. Efecto de la acción de simulación respecto de terceros acreedores El primer párrafo del


artículo abarca el conflicto entre el que resulte triunfante en la acción de simulación que
termina con la declaración de invalidez del negocio de enajenación y los acreedores
quirografarios del enajenante simulado.

La solución de la ley es que la simulación no puede oponerse a los acreedores que de


buena fe hubiesen ejecutado el bien o bienes simuladamente enajenados.

2. Acción contra el subadquirente Es frecuente que las partes del acto simulado quieran
completar su acción enajenando el bien objeto del negocio a un tercero. El Código Civil y
Comercial dispone que la acción contra este subadquirente procede si adquirió a título
gratuito o es de mala fe lo que caracteriza como "cómplice de la simulación".

En definitiva, el tercero contra el cual no procede la acción es el que adquirió de buena fe y


a título oneroso.

3. Acción de daños Si la acción de simulación se detuviera en algún estadio porque el bien


ha sido transmitido a un adquirente de buena fe y a título oneroso, todos los que
participaron del concierto simulatorio deben resarcir daños y perjuicios.

Y si alguno de los adquirentes intermedios lo es de buena fe pero a título gratuito, su


responsabilidad se extiende en la medida de su enriquecimiento.

PV. Acción de inoponibilidad. Concepto de fraude. Declaración de inoponibilidad.


Requisitos. Efecto frente a terceros. Extinción de la acción. Extinción de la
inoponibilidad. Comparación con la acción de simulación.

Acción de Inoponibilidad:

287
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La declaración de inoponibilidad es, precisamente, el efecto de la sentencia que admite la


acción de fraude promovida por los acreedores.

Es un supuesto de ineficacia establecido por la ley (al igual que la nulidad), que priva a un
negocio valido, y eficaz entre las partes, de sus efectos respecto de determinados terceros
a quienes la ley dirige su protección, permitiéndoles ignorar la existencia del negocio
jurídico e impidiéndoles a las partes del mismo ejercitar pretensiones jurídicas dirigidas
contra tercero.

No está en juego la validez del negocio (como en la nulidad). Se trata de actos validos
tanto para las partes como para los terceros en general, pero que no producen efectos
propios en relación a determinados terceros protegidos por la ley.

Estos terceros son los denominados “terceros interesados”. Por eso funciona en el caso
del vicio de fraude; y también cuando no se han satisfecho ciertos recaudos de publicidad,
como puede ser en la constitución de los derechos reales: la transmisión del dominio sobre
un inmueble no es oponible a terceros mientras no se inscriba en el Registro de la
Propiedad.

RESUMEN DE INTITUCIONES.

Concepto de fraude:

Concepto: se define el fraude a los acreedores como “el que se comete a través de actos
o negocios jurídicos, validos, por regla general positivos o de actuación, unilaterales o
bilaterales, destinados a enajenar derechos o facultades o abdicarlas, en perjuicio de los
acreedores, teniendo en conciencia de obstaculizar o impedir la prestación debida”
(Mosset Iturraspe).

RESUMEN DE INTITUCIONES.

Declaración de Inoponibilidad:

288
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 338.-Declaración de inoponibilidad. Todo acreedor puede solicitar la


declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de sus
derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que hubiese
podido mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna.

Comentario de UniversoJus:

1. El fraude a la ley y el fraude a los acreedores La palabra fraude comprende múltiples


posibilidades; entre ellas el fraude a la ley (o fraude de ley como suele expresar la doctrina
española) que el Código Civil y Comercial trata en el art. 12, segundo párrafo, y el fraude a
los acreedores que es el regulado en esta Sección.

2. Noción de fraude a los acreedores Se define el fraude a los acreedores como el que se
comete a través de actos o negocios jurídicos, válidos, por regla general positivos o de
actuación, unilaterales o bilaterales, destinados a enajenar derechos o facultades o
abdicarlas, en perjuicio de los acreedores pues provocan o agravan la insolvencia o
violentan la igualdad de los mismos, teniendo conciencia de obstaculizar o impedir la
prestación debida (Mosset Iturraspe).

3. Efectos El acto otorgado en fraude a los acreedores es inoponible a quien ejerce la


acción. La inoponibilidad está tratada en los arts. 396 y 397.

4. Actos a los que aplica El fraude a los acreedores se concreta a través de ciertos actos,
que deben ceñirse a las pautas que se explicitan seguidamente:

Deben ser negocios jurídicos bilaterales o unilaterales (como el no ejercicio de un derecho


de tanteo).

Deben ser negocios válidos, pues si el negocio es nulo, no es susceptible de ser declarado
inoponible por fraude. La nulidad absorbe la inoponibilidad por ser una sanción más
extensa.

289
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Deben ser negocios positivos o de actuación. Pero, en ciertos casos hay algunas omisiones
que pueden ser fraudulentas, como dejar de contestar una demanda, dejar caducar un
pleito, no oponer la prescripción liberatoria. Por ello el nuevo texto mejora el viejo art. 964
y autoriza el ejercicio de la acción respecto de las renuncias que hubieran permitido
mejorar (o evitar empeorar) la situación de fortuna del deudor. Así, verbigracia, podrían ser
susceptibles de revocación: la no aceptación de una donación ofertada al deudor (conf.
Mosset Iturraspe; contra Sánchez de Bustamante), el no ejercicio de un derecho de tanteo,
y casos semejantes. Con ese criterio amplio, pueden atacarse por fraude a los acreedores,
los negocios declarativos, como las divisiones de condominio, las particiones de herencia, y
las divisiones de la sociedad conyugal.

Deben referirse a derechos o intereses patrimoniales. No son susceptibles de ser atacados


por vía de una acción revocatoria los negocios que se refieran a derechos
extrapatrimoniales y a derechos patrimoniales, pero cuyo ejercicio sea inherente a la
persona. Por ejemplo, los acreedores no podrían pretender revocar un negocio jurídico por
el cual el deudor prohibiese la venta o difusión de una obra intelectual de su autoría, pues
en ese caso está en juego el derecho moral de autor. Del mismo modo, gran parte de la
doctrina considera que no es revocable el acto por el cual se renuncia a perseguir una
indemnización por daño moral (Borda, Mosset Iturraspe), o a dejar sin efecto una donación
por ingratitud del donatario (conf. Borda, Sánchez de Bustamante).

Deben causar un perjuicio. Ya hemos señalado que debe tratarse de actos de enajenación
que empobrezcan el patrimonio, o de actos que impidan su enriquecimiento. Esto
constituye un perjuicio para los acreedores, que de este modo ven disminuida o impedida
de acrecentar la garantía común. Pero, el perjuicio que da lugar a la acción revocatoria es
un poco más complejo. Pues para que tales actos sean revocables deben causar la
insolvencia del deudor, o agravar la ya existente. Y, además, según algunos autores,
también constituye perjuicio que da lugar a la revocación, la violación del principio de
igualdad de los acreedores. Esto último aparece muy claro en el ámbito de la quiebra, pero
no lo es tanto en el plano de la acción pauliana regulada por el Código Civil.

290
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Requisitos:

ARTICULO 339.-Requisitos. Son requisitos de procedencia de la acción de declaración de


inoponibilidad:

a) que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya
actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores;

b) que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;

c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer que
el acto provocaba o agravaba la insolvencia.

Interpretación

2.1. Análisis de los incisos

a. que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya
actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores;

Este requisito tiene una explicación evidente.

Es sabido que el patrimonio del deudor constituye la garantía común de los acreedores.

Al momento de contratar o celebrar un acto jurídico, estos han tenido en cuenta la


composición patrimonial de aquel y han procedido en función de ella.

De modo que si mientras se desarrolla una relación jurídica determinada el obligado


enajena bienes en forma fraudulenta, el acreedor puede ver frustrada la expectativa de
cumplimiento debido a la insolvencia obreviniente del obligado.

Si, en cambio, el deudor estaba arruinado y no tenía bienes al tiempo de la contratación,


circunstancia que era de conocimiento del acreedor, este no podría alegar burla a sus
derechos, porque ya sabía que contrataba con un insolvente.

291
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

De todos modos, el CCyC establece una excepción: que el deudor haya actuado con el
propósito de defraudar a futuros acreedores.

Se trata de los casos en que el sujeto preordena un resultado determinado, y se


desapodera de sus bienes teniendo en miras el futuro incumplimiento de la obligación que
no está dispuesto a pagar.

La prueba de la excepción corre por cuenta del acreedor, que podrá valerse de cualquier
medio.

b. que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;

El demandante debe acreditar que la enajenación de bienes atacada, ha provocado o


agravado la insolvencia del deudor.

Si dicha insolvencia se produce con posterioridad al acto, no dará acción para solicitar la
declaración de inoponibilidad.

c. que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer que
el acto provocaba o agravaba la insolvencia.

El acto fraudulento supone que se verifique la intención del deudor y del adquirente de
defraudar o concilio fraudulento.

Esta exigencia rige exclusivamente cuando el acto impugnado es oneroso, porque si fuera
gratuito no es necesario acreditar la complicidad del tercero ya que la ley decididamente
se inclina por favorecer al acreedor defraudado por su deudor antes que al subadquirente
que recibió el bien o la cosa sin hacer ningún desembolso.

Se presume la complicidad del tercero si conocía o debía conocer que el acto provocaba o
agravaba la insolvencia (art. 340 CCyC).

Se trata de una presunción que admite ser desvirtuada por prueba en contrario, ya que
está prevista solamente para aligerar la carga probatoria del acreedor por cuanto probar

292
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

un estado psicológico, como es la complicidad en el fraude, puede resultar


extremadamente complejo.

En consecuencia, el tercero es quien tiene la carga de demostrar no solo que desconocía la


insolvencia del deudor, sino que, aun conociéndola, le realizó, por ejemplo, un préstamo,
que si bien tiene entidad para agravarla, puede tener el propósito de ayudar
financieramente al obligado para que pueda atender sus obligaciones.

Es preciso aclarar que el estado de insolvencia no implica necesariamente un estado de


cesación de pagos, aunque pueden coexistir.

Aquella supone carencia de bienes patrimoniales para que los acreedores se cobren sus
créditos.

La cesación de pagos importa que el acreedor —aunque tiene bienes ejecutables— carece
de liquidez para hacer frente a sus deudas.

En síntesis, el ánimo de defraudar se presume por el conocimiento de la insolvencia por


parte del tercero, pero no se podría cercenar la posibilidad de probar en contra de esa
presunción porque no todo conocimiento del estado de insolvencia puede importar
complicidad.

De lo contrario, se estaría violando el principio de inocencia como así también el ejercicio


del derecho de defensa en juicio.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Efectos frente a terceros:

293
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 340.-Efectos frente a terceros. Deber de indemnizar. El fraude no puede


oponerse a los acreedores del adquirente que de buena fe hayan ejecutado los bienes
comprendidos en el acto.

La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos por el acto
impugnado sólo procede si adquirió por título gratuito, o si es cómplice en el fraude; la
complicidad se presume si, al momento de contratar, conocía el estado de insolvencia.

El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor responden


solidariamente por los daños causados al acreedor que ejerció la acción, si los derechos se
transmitieron a un adquirente de buena fe y a título oneroso, o de otro modo se perdieron
para el acreedor. El que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde
en la medida de su enriquecimiento.

Interpretación

2.1. Oponibilidad

La sentencia que declara fraudulento el acto no alcanza a los acreedores del adquirente
que hubieran ejecutado de buena fe los bienes comprendidos en el fraude.

La solución se justifica por análogos fundamentos a los expuestos al comentar el art. 337
CCyC, esto es, por las necesidades del tráfico y el principio de buena fe que cabe derivar
de la intervención jurisdiccional —ver también el comentario al art. 339 CCyC-

2.2. Oponibilidad de la sentencia a los terceros adquirientes y subadquirientes

Para que la sentencia resulte oponible al tercer adquirente a título oneroso, y a los
subadquirentes sucesivos también a título oneroso, es preciso que todos ellos hubieran
obrado de mala fe, esto es, que hayan sido cómplices en el fraude, tal como se dijo al
comentar el art. 339 CCyC.

Ante la dificultad de obtener prueba directa de la complicidad, la ley sale en auxilio del
acreedor perjudicado.

294
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Es así que presume la complicidad del adquirente en caso que este —o el subadquirente—
hubieran conocido la insolvencia del deudor al tiempo de celebrar el acto.

En rigor, la norma establece un supuesto de inversión de la carga probatoria.

2.3. Adquirentes a título gratuito

En el conflicto suscitado entre el o los adquirentes a título gratuito y el acreedor


perjudicado por el acto fraudulento, la ley se inclina por dar preferencia a este último.

Por tanto, es irrelevante la buena o mala fe de los primeros.

2.4. Responsabilidad de los cómplices del acto fraudulento frente al acreedor

Al igual que ocurre en materia de simulación, el deudor y el o los subadquirentes de mala


fe serán solidariamente responsables frente al acreedor perjudicado que ejerció la acción,
por los daños y perjuicios que le pudiera causar el hecho de no poder hacer ejecución de
la cosa a fin de cobrar su acreencia contra un subadquirente de buena fe y a título
oneroso.

La misma solución se aplica en caso de que la cosa se hubiere perdido o deteriorado, o


hubiere salido del comercio

En cambio, el que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, también


responderá solidariamente, pero solo en la medida de su enriquecimiento, el cual funciona
como límite de la indemnización debida por su parte al acreedor perjudicado, por no
poder hacer efectiva la ejecución de su crédito contra los bienes transmitidos

2.5. Conversión de la imposibilidad de ejecutar la condena para los casos de pérdida o


enajenación de la cosa

El art. 340 CCyC establece un supuesto de transformación de los efectos de la


inoponibilidad por la obligación de indemnizar, que tiene lugar a raíz de la imposibilidad
de ejecutar el bien que fue objeto del acto que provocó o agravó la insolvencia

295
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Extinción de la acción:

ARTICULO 341.-Extinción de la acción. Cesa la acción de los acreedores si el adquirente de


los bienes transmitidos por el deudor los desinteresa o da garantía suficiente.

Interpretación

El tercero que resultó adquirente de los bienes transmitidos por el deudor en fraude a sus
acreedores, aunque es parte necesaria en la acción revocatoria porque puede sufrir los
efectos de la sentencia, en rigor, no es parte en la obligación que se pretende ejecutar.

Como por el mecanismo propio de esta acción, la sentencia puede perjudicar sus
derechos, es indudablemente un tercero interesado y, como tal, el acreedor no podrá
rehusar el pago que aquel quiera hacerle, porque de lo contrario podría experimentar un
daño o menoscabo en un derecho propio si se llega a ejecutar el bien adquirido para
pagar la deuda (art. 881 CCyC).

Esta norma pone en evidencia la eficacia del negocio para quienes lo han celebrado,
porque de lo contrario, no resultaría viable la opción que le proporciona al tercero que
adquirió los bienes que fueron objeto del acto.

Para que el pago o la garantía del tercero paralicen la acción del acreedor, es preciso que
cubra el capital y los accesorios, entre ellos los gastos del juicio.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

296
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Extensión de la inoponibilidad:

ARTICULO 342.-Extensión de la inoponibilidad. La declaración de inoponibilidad se


pronuncia exclusivamente en interés de los acreedores que la promueven, y hasta el
importe de sus respectivos créditos.

Comentario de UniversoJus:

1. Extensión de la inoponibilidad Dado que la acción dirigida contra el acto fraudulento


pretende la declaración de inoponibilidad y no su nulidad y se ejerce en la medida del
interés del acreedor, tal acción puede ser paralizada por el adquirente demandado
desinteresando al acreedor o dándole una garantía suficiente.
En el ámbito del derecho concursal, esto es, la acción de ineficacia de actos del quebrado
ejercida en la quiebra, esta posibilidad no existe pues la acción beneficia a todos los
acreedores.
LEY 26.994/14 CODIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACION LIBRO PRIMERO. PARTE
GENERAL TITULO IV. HECHOS Y ACTOS JURÍDICOS CAPITULO 7. MODALIDADES DE LOS
ACTOS JURÍDICOS Comentario de Carolina E. GRAFEUILLE Sección 1a Condición

Interpretación de Dateas:

2.1. Naturaleza de la acción revocatoria

La acción revocatoria o pauliana es una acción de carácter personal, conservatoria o


reparadora que tiende a mantener la integridad del patrimonio del obligado.

Además, tiene carácter ejecutivo.

2.2. Efectos de la acción revocatoria. Inoponibilidad

297
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La declaración de inoponibilidad —que es la finalidad que se persigue con la acción de


fraude— se pronuncia exclusivamente a favor de quienes promovieron la acción.

Estos podrán ejecutar el bien que provocó o agravó la insolvencia del obligado en manos
de quien se encuentra, sin que sea necesario que el bien o la cosa vuelva a ingresar al
patrimonio del deudor.

Es que, a diferencia del acto simulado, el acto fraudulento es real, sincero y válido entre las
partes.

Solamente provoca que algunos acreedores, concretamente aquellos que promovieron la


acción y han obtenido sentencia favorable, puedan comportarse como si el acto de
enajenación no hubiera existido, de modo que están habilitados para ejecutar los bienes o
valores directamente en el patrimonio del subadquirente en cuyo poder —y titularidad—
se encuentran.

Es por ello que se requiere inexorablemente probar la complicidad del tercero, pues pese a
tratarse de un acto real y productor de efectos jurídicos entre las partes, la ejecución del
acreedor habrá de perjudicar su patrimonio.

La sentencia solamente se pronuncia en favor del acreedor que promovió la acción y hasta
el límite de su respectivo crédito.

No aprovecha a los restantes acreedores que no promovieron la demanda.

El fundamento de esta solución es el principio según el cual el interés es la medida de la


acción.

2.3. Litisconsorcio

En la acción de fraude deben intervenir no solo el acreedor demandante y el deudor a


quien se reprocha haber provocado o agravado su insolvencia, sino también el o los
subadquirentes a quienes se acusa de ser cómplices en el acto fraudulento.

298
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Es un supuesto de integración obligatoria de la litis de modo que el juez podrá ordenar de


oficio la regularización del contradictorio (art. 89 CPCCN).

De no haberse promovido acción contra alguno de los partícipes, la sentencia no podrá


serle opuesta.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Comparación con la acción de simulación:??????

PVI. Privilegios. Definición. Asiento. Origen legal. Renuncia y postergación.


Indivisibilidad. Transmisibilidad. Extensión. Cómputo. Procesos universales. Privilegios
generales. Créditos quirigrafarios.

Privilegios. Definición. Asiento:

ARTICULO 2573.-Definición. Asiento. Privilegio es la calidad que corresponde a un crédito


de ser pagado con preferencia a otro. Puede ejercitarse mientras la cosa afectada al
privilegio permanece en el patrimonio del deudor, excepto disposición legal en contrario y
el supuesto de subrogación real en los casos que la ley admite. El privilegio no puede ser
ejercido sobre cosas inembargables declaradas tales por la ley.

Interpretación

En el Capítulo 1 de ese Título, dedicado a las disposiciones generales, los privilegios son
definidos como la calidad que corresponde a un crédito de ser pagado con preferencia a
otro, lo que implica que se mejora la fórmula del Código Civil (ver art. 2573 que alude a
“calidad” y el art. 3875 CC que se refiere al “derecho”).

299
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El Proyecto de 1998 no definía a los privilegios, aunque cabe aclarar que la mayoría de las
normas proyectadas aparecen inspiradas en ese Proyecto.

Según el art. 2573 CCyC, los privilegios “pueden ejercitarse mientras la cosa afectada al
privilegio permanece en el patrimonio del deudor [lo que avalaría la postura de quienes
entienden que el asiento del privilegio es la cosa], excepto disposición legal en contrario y
el supuesto de subrogación real en los casos que la ley...” lo prevea de tal forma.

Queda descartado entonces, como regla, el carácter reipersecutorio del privilegio, aunque
se deja a salvo la posibilidad de que exista una disposición legal en contrario.

Respecto de la publicidad mediante la inscripción, el Proyecto no la contempla.

No ha llegado el momento de introducirla en la legislación (la Ley de Concursos y Quiebras


tampoco la prevé), pues con anterioridad debería sopesarse con todo cuidado el enorme
impacto que ella produciría sobre el sistema registral.

De manera adecuada, se destaca que los privilegios no pueden ser ejercidos sobre cosas
inembargables declaradas tales por la ley.

Ocurre que, si no se pueden embargar, no podrán ser ejecutadas por el acreedor para
cobrarse, siendo el embargo un trámite inexcusable de la ejecución forzada.

Precisamente, sobre el precio obtenido en la ejecución forzada los acreedores habrán de


concurrir haciendo valer las preferencias que eventualmente les pudieran asistir.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Origen Legal:

300
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTICULO 2574.-Origen legal. Los privilegios resultan exclusivamente de la ley. El deudor


no puede crear a favor de un acreedor un derecho para ser pagado con preferencia a otro,
sino del modo como la ley lo establece.

Interpretación

Si bien reiteradamente se ha entendido que el patrimonio constituye la “prenda común de


los acreedores”, y que todos ellos se hallan en un pie de igualdad cuando los bienes son
suficientes para satisfacer los créditos, en algunos casos y obedeciendo a distintos
fundamentos —motivos de interés general, equidad, justicia, humanidad, bien público y
aun la conveniencia del propio deudor— el legislador rompe ese principio de igualdad
para otorgar a ciertos acreedores —ponderando la naturaleza o causa de sus créditos y
nunca por motivos que hagan a su persona— una situación especial de preferencia frente
a los demás.

Ese trato especial que la ley brinda a determinados acreedores se materializa a través de
los privilegios y del derecho de retención.

De modo que los privilegios solo pueden tener origen legal, y por ello no pueden ser
creados por las partes; tampoco por los jueces, pues ello importaría poner en sus manos
un poder de apreciación incompatible con la naturaleza de sus funciones.

La norma que se comenta mantiene una redacción similar a la del art. 3876 CC, pero
desaparece el párrafo segundo agregado por la ley 24.441 que se refería a la posibilidad
de convenir la postergación de los derechos del acreedor, la que pasa a integrar el artículo
siguiente (art. 2575 CCyC).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

301
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Renuncia y postergación:

ARTICULO 2575.-Renuncia y postergación. El acreedor puede renunciar a su privilegio. El


acreedor y el deudor pueden convenir la postergación de los derechos del acreedor
respecto de otras deudas presentes o futuras; en tal caso, los créditos subordinados se
rigen por las cláusulas convenidas, siempre que no afecten derechos de terceros.

El privilegio del crédito laboral no es renunciable, ni postergable.

Interpretación

La norma que se comenta introduce la “renuncia” como modo unilateral del acreedor de la
extinción del privilegio, lo que torna aplicable los principios consagrados por los artículos
944 a 954 del nuevo Código en relación a este modo de extinción de las obligaciones.

La excepción a la posibilidad de renunciar está dada por los créditos laborales, que no son
renunciables ni postergables según el artículo en comentario.

A su vez, la norma ratifica la posibilidad de convenir la postergación de los derechos del


acreedor respecto de otras deudas presentes o futuras, rigiendo en tal caso para las partes
las cláusulas convenidas, siempre que no se afecten derechos de terceros.

De esa manera no se vulnera el principio de legalidad, pues no se crea ni se extingue un


privilegio por acuerdo entre deudor y acreedor, sino que ese privilegio legal se posterga,
se subordina a otros, sin afectar, claro está, derechos de terceros.

La posibilidad de convenir entre acreedor y deudor la postergación de los derechos del


acreedor respecto de otras deudas que contempla el citado art. 2575 CCyC, no
desnaturaliza el necesario origen legal de los privilegios, porque las convenciones
celebradas reglarán los derechos entre acreedor subordinante y acreedor subordinado,
pero no podrán afectar derechos de terceros, como se dispone expresamente, con lo que
el principio de legalidad de los privilegios no sufre demérito alguno.

302
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ello es así pues el convenio de subordinación, como principio, debe mantener inalterada la
situación del resto de los acreedores, sin beneficio ni perjuicio para estos.

Al respecto, cabe recordar que los convenios de subordinación se encuentran ya admitidos


en la Ley de Concursos y Quiebras (art. 239), y en el párrafo agregado al antiguo art. 3876
CC por la ley 24.441.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Indivisibilidad:

ARTICULO 2576.-Indivisibilidad. Transmisibilidad. Los privilegios son indivisibles en cuanto


al asiento y en cuanto al crédito, independientemente de la divisibilidad del asiento o del
crédito. La transmisión del crédito incluye la de su privilegio.

Interpretación

1.1. Indivisibilidad de los privilegios

El principio de indivisibilidad que consagra el artículo en comentario consiste en que toda


la cosa que constituye el asiento del privilegio y cada parte de ella quedan afectadas al
pago de todo el crédito y de cada parte de él.

La división de las cosas o del crédito no afecta la integridad del privilegio y este subsiste
hasta tanto haya sido totalmente satisfecho el acreedor.

1.2. Transmisión del crédito

Como una consecuencia del principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, el
art. 2576 prevé que la transmisión del crédito incluye la del privilegio.

Ello es así, pues siendo los privilegios calidades de ciertos créditos, resultan accesorios de
ellos y quedan ligados a su suerte, siguiéndolos en todas sus vicisitudes.

303
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Transmisibilidad:

ARTICULO 2577.-Extensión. El privilegio no se extiende a los intereses, ni a las costas, ni a


otros accesorios del crédito, excepto disposición legal expresa en contrario.

Interpretación

Según la interpretación que se deriva del art. 2577 CCyC, el privilegio solo afecta y puede
ejercerse sobre el capital puro del crédito, no pudiéndoselo extender a los intereses, las
costas y otros accesorios, salvo que una norma legal prevea lo contrario. se trata de una
excepción al principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Cómputo:

ARTICULO 2578.-Cómputo. Si se concede un privilegio en relación a un determinado lapso,


éste se cuenta retroactivamente desde el reclamo judicial, excepto disposición legal en
contrario.

Interpretación

El art. 2578 CCyC contempla el supuesto de que el privilegio se conceda por un plazo
determinado, en cuyo caso dicho privilegio comienza a computarse a partir de la fecha en
que se promueve el reclamo judicial.

304
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Vale decir que el punto de partida del cómputo del privilegio tiene lugar desde la
interposición de la demanda o la puesta en marcha de la actividad jurisdiccional (medida
cautelar, prueba anticipada, etc.), excepto que una norma legal prevea lo contrario.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Procesos Universales:

ARTICULO 2579.-Procesos universales. Régimen aplicable. En los procesos universales los


privilegios se rigen por la ley aplicable a los concursos, exista o no cesación de pagos.

Interpretación

La norma en comentario, que no registra un antecedente similar en el Código Civil, regula


expresamente los privilegios dentro de los procesos universales, los cuales se regirán la
norma en comentario, que no registra un antecedente similar en el Código Civil, regula
expresamente los privilegios dentro de los procesos universales, los cuales se regirán.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Privilegios Generales:

ARTICULO 2580.-Privilegios generales. Los privilegios generales sólo pueden ser invocados
en los procesos universales.

Interpretación

305
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El Código Civil reconoció expresamente la existencia de privilegios generales y legisló


sobre ellos (ver arts. 3878, 3879 y 3880 CC).

La norma actual eliminó la enumeración, pero no desconoció estos privilegios, los cuales
solo podrán ser invocados en los juicios universales, rigiéndose por la Ley de Concursos y
Quiebras, conforme lo establece el artículo anterior.

Al aludir a “generales” el art. 2580 CCyC se refiere a la totalidad de los bienes muebles e
inmuebles del deudor.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Créditos quirografarios:

ARTICULO 2581.-Créditos quirografarios. Los acreedores sin privilegio concurren a prorrata


entre sí, excepto disposición expresa en contrario de este Código.

Interpretación

Esta norma, que no reconoce un antecedente similar en el Código Civil, consagra —según
la opinión de la doctrina— un principio de estricta justicia, igualdad y lógica jurídica,
teniendo en cuenta que el patrimonio del deudor es la prenda común de los acreedores.

Es natural, entonces que, de haber varios acreedores quirografarios, prorrateen sus


respectivos créditos, salvo que exista una ley que disponga lo contrario.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

306
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

PVII. Derecho de retención. Legitimación. Cosa retenida. Ejercicio. Atribuciones del


retenedor. Obligaciones del retenedor. Efectos. Extinción.

Derecho de retención. Legitimación:

ARTICULO 2587.-Legitimación. Todo acreedor de una obligación cierta y exigible puede


conservar en su poder la cosa que debe restituir al deudor, hasta el pago de lo que éste le
adeude en razón de la cosa.

Tiene esa facultad sólo quien obtiene la detentación de la cosa por medios que no sean
ilícitos. Carece de ella quien la recibe en virtud de una relación contractual a título gratuito,
excepto que sea en el interés del otro contratante.

Interpretación

El art. 2587 CCyC comienza refiriéndose a la legitimación para ejercer el derecho de


retención al aludir a “todo acreedor de una obligación líquida y exigible”.

La referencia a una obligación “líquida y exigible” no constaba en el código anterior, que


limitaba la facultad a obligaciones emergentes del contrato o de un hecho que produjera
obligaciones respecto al tenedor.

El concepto actual es más amplio e integral al conceder la facultad, en tanto y en cuanto la


detentación de la cosa no haya emanado de un acto ilícito, y se amplía con una
determinación negativa vedando el ejercicio de la facultad cuando la relación contractual
que la origina sea a título gratuito, salvo que sea en interés del otro contratante.

Del texto de la norma se infiere que el derecho de retención presenta en la actualidad los
siguientes caracteres:

a) Detentación de una cosa ajena (el retentor habrá de ser calificado como tenedor o
poseedor según los casos).

La cosa puede ser mueble o inmueble.

307
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Lo fundamental es que sea ajena o que el retentor sea al menos condómino de ella.

b) Existencia de un crédito líquido y exigible a favor del que retiene la cosa contra el
propietario de ella.

c) Una relación entre el crédito y la cosa, o sea que el crédito tiene que haber nacido con
motivo de la cosa.

No es suficiente tener un crédito contra el propietario de la cosa para gozar del derecho
de retención; es preciso también que ese crédito se refiera a la relación existente entre el
que retiene la cosa y el propietario, que la obligación de este haya nacido por ocasión de
la cosa.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Cosa Retenida:

ARTICULO 2588.-Cosa retenida. Toda cosa que esté en el comercio puede ser retenida,
siempre que deba restituirse y sea embargable según la legislación pertinente.

Interpretación

La norma en comentario ratifica un principio que de hecho regía y que consiste en que la
cosa sobre la que se ejerce el derecho de retención debe estar en el comercio (ver arg. art.
234 CCyC), pero además hace hincapié en que sea embargable y ello se justifica pues, en
última instancia, si esa cosa va a ser ejecutada debe necesariamente ser embargada con
anterioridad.

Por último, el derecho de retención se descarta, en caso de que la cosa pueda no


restituirse.

308
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Ejercicio:

ARTICULO 2589.-Ejercicio. El ejercicio de la retención no requiere autorización judicial ni


manifestación previa del retenedor. El juez puede autorizar que se sustituya el derecho de
retención por una garantía suficiente.

Interpretación

Ya se ha dicho que el ejercicio del derecho de retención es una potestad del acreedor, y
representa, por ello, uno de los casos de justicia privada, como lo sería, por ejemplo, la
exceptio non adimpleti contractus, en virtud de la cual se procede directamente a ejercer la
facultad por vías de hecho.

Lo dispuesto en el segundo párrafo debe interpretarse en el sentido de que, a pedido del


deudor y según las circunstancias del caso, el juez puede sustituir el derecho de retención
por una garantía suficiente.

Esta posibilidad ya se encontraba prevista en el régimen anterior (ver art. 3943 CC in fine).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Atribuciones de retenedor:

ARTICULO 2590.-Atribuciones del retenedor. El retenedor tiene derecho a:

309
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

a) ejercer todas las acciones de que dispone para la conservación y percepción de su


crédito, y las que protegen su posesión o tenencia con la cosa retenida;

b) percibir un canon por el depósito, desde que intima al deudor a pagar y a recibir la cosa,
con resultado negativo;

c) percibir los frutos naturales de la cosa retenida, pero no está obligado a hacerlo.

Si opta por percibirlos, debe dar aviso al deudor. En este caso, puede disponer de ellos,
debiendo imputar su producido en primer término a los intereses del crédito y el
excedente al capital.

Interpretación

Si bien los principios consagrados existían de hecho durante el régimen del Código Civil de
Vélez Sarsfield a pesar de la falta de consagración legislativa, resulta acertada la
enumeración de atribuciones, dado que se trata de acciones que protegen los intereses del
retenedor, pero que son ejercidas sobre bienes de terceros.

En efecto, según lo dispuesto en el artículo en comentario, el retenedor tiene derecho a


ejercer todas las acciones de que dispone para la conservación y percepción de su crédito,
y las que protegen su posesión o tenencia con la cosa retenida (acciones personales y
posesorias).

Puede también percibir un canon por el depósito, a partir de la intimación que efectúe al
deudor para que pague y, en su caso, reciba la cosa; si esta intimación tuviera resultado
negativo.

Finalmente, puede percibir los frutos naturales de la cosa retenida, pero no está obligado a
hacerlo.

310
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si optara por percibirlos, debe dar aviso de ello al deudor, en cuyo caso puede disponer de
ellos, debiendo imputar su producido en primer término a intereses del crédito y el
excedente, al capital (ver arg. arts. 870, 900, 903, 1934 y 1935 CCyC).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Obligaciones de retenedor:

ARTICULO 2591.-Obligaciones del retenedor. El retenedor está obligado a:

a) no usar la cosa retenida, excepto pacto en contrario, en el que se puede determinar los
alcances de dicho uso, inclusive en lo relativo a los frutos;

b) conservar la cosa y efectuar las mejoras necesarias a costa del deudor;

c) restituir la cosa al concluir la retención y rendir cuentas al deudor de cuanto hubiera


percibido en concepto de frutos.

Interpretación

El retenedor debe conservar la cosa retenida y efectuar las mejoras necesarias a costa del
deudor (se excluyen las útiles y las voluntarias), pero no puede usarla, salvo pacto en
contrario, y debe restituirla al concluir la retención, rindiendo cuentas al deudor de cuanto
hubiera percibido en concepto de frutos.

En otras palabras, la cosa no puede ser usada, pues debe restituirse en las mismas
condiciones en que se recibió, salvo el desgaste por el transcurso del tiempo, o que se
hubiera pactado algo distinto.

311
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Efectos:

ARTICULO 2592.-Efectos. La facultad de retención:

a) se ejerce sobre toda la cosa cualquiera sea la proporción del crédito adeudada al
retenedor;

b) se transmite con el crédito al cual accede;

c) no impide al deudor el ejercicio de las facultades de administración o disposición de la


cosa que le corresponden, pero el retenedor no está obligado a entregarla hasta ser
satisfecho su crédito;

d) no impide el embargo y subasta judicial de la cosa retenida, por otros acreedores o por
el propio retenedor. En estos casos, el derecho del retenedor se traslada al precio obtenido
en la subasta, con el privilegio correspondiente;

e) mientras subsiste, interrumpe el curso de la prescripción extintiva del crédito al que


accede;

f) en caso de concurso o quiebra del acreedor de la restitución, la retención queda sujeta a


la legislación pertinente.

Interpretación

312
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Según lo dispuesto en la norma que se analiza, el derecho de retención se ejerce sobre


toda la cosa, cualquiera sea la proporción del crédito adeudada al retenedor, es
transmisible con el crédito al que accede por aplicación del principio de que lo accesorio
sigue la suerte de lo principal, pero ello no impide al deudor el ejercicio de las facultades
de administración y disposición de la cosa por ser su titular, siempre, claro está, que ello
implique la entrega del bien que solo procede cuando el retenedor ha sido desobligado.

Obviamente, el ejercicio del derecho de retención tampoco impide el embargo y la subasta


de la cosa retenida, tanto a instancias del propio retenedor o de otros acreedores, en cuyo
caso el derecho del retenedor se traslada al precio obtenido en la subasta, con el privilegio
correspondiente.

Mientras subsista el derecho de retención, se interrumpe el curso de la prescripción


extintiva del crédito al que accede, y en caso de concurso o quiebra del deudor, la
retención queda sujeta a la legislación especial.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Extinción:

ARTICULO 2593.-Extinción. La retención concluye por:

a) extinción del crédito garantizado;

b) pérdida total de la cosa retenida;

c) renuncia;

d) entrega o abandono voluntario de la cosa. No renace aunque la cosa vuelva a su poder;

313
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

e) confusión de las calidades de retenedor y propietario de la cosa, excepto disposición


legal en contrario;

f) falta de cumplimiento de las obligaciones del retenedor o si incurre en abuso de su


derecho.

Interpretación

El derecho de retención concluye:

por la extinción del crédito garantizado (en virtud del principio de que lo accesorio sigue la
suerte de lo principal); por pérdida total de la cosa retenida; por renuncia del acreedor; por
entrega o abandono voluntario de la cosa, sin que el derecho renazca aunque la cosa
vuelva a poder del acreedor; por confusión de las calidades de retenedor y propietario de
la cosa, excepto disposición legal en contrario; por la falta de cumplimiento de las
obligaciones del retenedor o si incurre en abuso de su derecho (ver arg. art. 10 CCyC).

En cuanto a la renuncia, siempre constituye un acto unilateral recepticio, de modo tal que,
ni siquiera requiere aceptación, basta que llegue a conocimiento del destinatario, pues no
se afectan derechos de terceros.

Acerca de la confusión, corresponde advertir que, de concurrir esta hipótesis, el retenedor


se transformará en propietario y; por ende, desaparece la obligación de restituir (ver args.
arts. 931 y 932 CCyC).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

314
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad VII: Clasificación.

P I. Criterios. Por la existencia o no de modalidades: obligaciones puras y condicionales,


a plazo, con cargo.

Por el sujeto: pluralidad disyunta y conjunta; obligaciones divisibles e indivisibles,


simplemente mancomunadas y solidarias.

Por la autonomía o dependencia: obligaciones principales y accesorias. Por la índole del


contenido: obligaciones de resultado y de medios. Por la naturaleza del objeto: A) De
prestación determinada: obligaciones de dar cosas ciertas, de hacer, de no hacer. B) De
prestación indeterminada: obligaciones facultativas, alternativas, de dar cosas inciertas
no fungibles y de género limitado, de dar cantidades de cosas y de dar sumas de dinero.

Por su fuente: contractuales, extracontractuales y legales.

Por la existencia o no de modalidades: obligaciones puras y condicionales, a plazo, con


cargo.

Es frecuente que las partes de un acto jurídico decidan voluntariamente introducir


modalidades, mediante las cuales los efectos propios del acto son queridos de una
determinada manera, bajo ciertas condiciones, en un plazo establecido o con una
determinada utilización de las cosas que resultan ser objeto del negocio jurídico. En tal
caso, diremos que el acto jurídico está “modalizado” por uno o varios elementos
accidentales, que pueden ser una condición, un plazo o un cargo, según hemos
mencionado; estos elementos, pues, una vez incorporados en el acto jurídico, se erigen en
requisitos de eficacia del mismo, ya que los efectos del negocio celebrado estarán sujetos
a su cumplimiento.

El CC Velez Sarsfield clasificaba a estas obligaciones en a) puras (cuando su cumplimiento


no depende de condición alguna, ni de ninguna otra modalidad), y b) modales (aquellos
que están sujetas a alguna modalidad). Y estas ultimas, además, se subclasificaban en:
1)condicionales: la eficacia o extinción de la obligación depende del acaecimiento de un

315
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

hecho futuro e incierto; 2) a plazo: la exigibilidad de la obligación está supeditada a la


ocurrencia de un hecho futuro y cierto, y 3)con cargo o modo: cuando se impone al
adquiriente de un derecho una obligación accesoria y excepcional.

El CCC ha prescindido ha prescindido de esta clasificación en forma especifica, aunque


estimamos que no desaparecido, ya que quedan comprendidas en el capitulo 7 del titulo
IV “hechos y actos jurídicos” del Libro Primero, referido a las modalidades de los actos
jurídicos (art 343 – 357). Alli se refiere el articulado a los actos jurídicos sometidos a
condición, a plazo y con cargo, lo cual es directamente aplicable a las obligaciones que
nazcan de ellos.

Estimados que esto es un acierto metodológico, puesto que las modalidades no son
exclusivas de las obligaciones, sino que corresponden también a los actos jurídicos, por lo
cual son correctamente ahora tratadas en la parte correspondiente a ellos, como además
lo efectúan los códigos civiles alemán y brasileño. En este mismo sentido se expedían
autores (Alterini y Colmo), que agregaban que las modalidades se pueden presentar –por
regla general- en cualquier acto jurídico, sea este bilateral (como un contrato) o unilateral
(testamento), a excepción de ciertos casos, tales como: matrimonio, nombramiento de
tutor, institución de heredero legitimario, entre otros.

Una de las grandes modificaciones que posee este CCC en este tipo de obligaciones es la
referida al beneficiario del plazo cuando éste se encuentra inserto en una relación jurídica.

El C de Velez fijaba una presunción Juris Tantum, es decir, que admitia prueba en contrario,
y podía ser desvirtuada no sólo por la alegación y prueba de que se convino el plazo en
beneficio del acreedor o del deudor, debía concluirse que el plazo había sido establecido a
favor de una u otra parte.

El CCC ha cambiado este principio, al disponer en el art 351 que: “el plazo se presume
establecido en beneficio del obligado a cumplir o a restituir a su vencimiento, a no ser que,
por la naturaleza del acto, o por otras circunstancias, resulte de que ha sido previsto a
favor del acreedor o de ambas partes”. Este nuevo sentido marca un retorno al criterio

316
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

clásico que impera en la mayoría de los códigos del mundo, que estipulan que el plazo
esta establecido a favor del deudor, aunque con atenuaciones según diversas
cirscunstancias. Debemos destacar que la concesión de un plazo para que en él se
cumplieran las obligaciones ha sido considerada desde el derecho romano, como un
beneficum debitoris, estimando para ello que quien está obligado al cumplimiento de la
obligación suele tener interes en retrasar el pago el mayor tiempo posible; este beneficio
concedido al deudor se encontraba enmarcado en el mas amplio favor debitoris que ha
llegado a introducirse en la mayoría de los ordenamientos europeos. Esta es la postura que
fue plasmada en el CC francés, alemán, suizo, entre otros.

Según nuestro parecer, cuando el plazo se ha establecido a favor del deudor, este puede
renunciarlo e imponer el cumplimiento anticipado de la prestación al acreedor, quien no
puede negarse a recibir el pago; en cambio, cuando es puesto a favor del acreedor, éste
puede prescindir del plazo y exigir el cumplimiento de las obligaciones en forma
inmediata.

Costa.

Por el sujeto: pluralidad disyunta y conjunta; obligaciones divisibles e indivisibles,


simplemente mancomunadas y solidarias.

Cuando la obligación tiene como sujetos a un solo acreedor y deudor, estamos en


presencia de una obligacon de sujeto singular. Cuando hay mas de un sujeto en cualquiera
de las partes o en ambas, estamos frente de obligaciones de sujeto plural o
mancomunadas. Estas pueden ser:

a) Obligaciones disyuntas o disyuntivas: son obligaciones de sujeto plural en las


cuales los sujeos están vinculados por la conjunción “o”, provocando que se
excluyan entre si, ya se trate del deudor o del acreedor. Se encuentran
expresmanente contempladas por el CCC en los art 853 – 855.
b) Obligaciones conjuntas o conjuntivas: en ellas los sujetos se vinculan mediante la
conjunción “y”, de modo tal que todos ellos son concurrentes los unos con los

317
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

otros, tanto respecto de sus deudas como de sus créditos, si es que hablamos de
conjunción pasiva o activa, respectivamente. Estas obligaciones conjuntivas se
sublasifican a su vez en: 1) obligaciones simplemente mancomunadas: que pueden
ser objeto divisible o indivisible; 2) obligaciones solidarias: que pueden ser también
divisibles o indivisibles según el objeto, y 3) obligaciones concurrentes: han sido
incluidas en el CCC, a diferencia del CC.

Obligaciones simplemente mancomunadas y solidarias.

 La obligación simplemente mancomunada es quella en la que el crédito o la deuda


se fracciona en tantas relaciones particulares independientes entre si como
acreedores o deudores haya, las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos
distintos los unos de los otros. Art 825.
 En cuanto a la obligación solidaria, hay solidaridad en las obligaciones con
pluralidad de sujetos y originadas en una causa única cuando, en razón del titulo
constitutivo o de la ley, su cumplimiento total puede puede exigirse a cualquiera de
los deudores, por cualquiera de los acreedores, art 827. La solidaridad puede ser
activa y pasiva, y en ningún caso se presume, ya que debe surgir de la ley o del
titulo constitutivo de la obligación. Art 828.
 En materia de obligaciones solidarias, opera la propagación de efectos de la
suspensión de la prescripción.
 La muerte de un deudor solidario produce los efectos previstos en el art 843 “si
muere uno de los deudores solidarios y deja varios herederos, la deuda ingresa en
la masa indivisa y cualquiera de los acreedores puede oponerse a que los bienes se
entreguen a los herederos o legatarios sin haber sido previamente pagado.
Despues de la partición, cada heredero está obligado a pagar según la cuota que
corresponde en el haber hereditario”. Pareciera ser, entonces, que no se extingue la
solidaridad, sino que subsiste, y una vez realizada la partición, cada heredero queda
compelido a pagar según la cuota que corresponda en el haber hereditario.

318
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

 Si muere un acreedor solidario, el crédito se divide entre sus herederos en


proporción a su participación en la herencia. Despues de la partición, cada
heredero tiene derecho a percibir según la cuota que le corresponde en el haber
hereditario. Art 849.

Obligaciones concurrentes. Costa

Llamadas conexas, indistintas o convergentes son aquellas en las que varios deudores
deben el mismo objeto en razón de causas diferentes. Art 850.

ARTÍCULO 850.- Concepto.

Las obligaciones concurrentes son definidas como aquellas que presentan unidad de
objeto, unidad de acreedor, aunque distintos deudores resultan obligados en base a
distintas causas del deber.

ARTÍCULO 851.- Efectos.

Excepto disposición especial en contrario, las obligaciones concurrentes se rigen por las
siguientes reglas:

a. el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o a todos los codeudores,
simultánea o sucesivamente;

b. el pago realizado por uno de los deudores extingue la obligación de los otros obligados
concurrentes;

c. la dación en pago, la transacción, la novación y la compensación realizadas con uno de


los deudores concurrentes, en tanto satisfagan íntegramente el interés del acreedor,
extinguen la obligación de los otros obligados concurrentes o, en su caso, la extinguen
parcialmente en la medida de lo satisfecho;

319
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d. la confusión entre el acreedor y uno de los deudores concurrentes y la renuncia al


crédito a favor de uno de los deudores no extingue la deuda de los otros obligados
concurrentes;

e. la prescripción cumplida y la interrupción y suspensión de su curso no producen efectos


expansivos respecto de los otros obligados concurrentes;

f. la mora de uno de los deudores no produce efectos expansivos con respecto a los otros
codeudores;

g. la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada contra uno de los codeudores
no es oponible a los demás, pero éstos pueden invocarla cuando no se funda en
circunstancias personales del codeudor demandado;

h. la acción de contribución del deudor que paga la deuda contra los otros obligados
concurrentes se rige por las relaciones causales que originan la concurrencia.

ARTÍCULO 852.- Normas subsidiarias.

Las normas relativas a las obligaciones solidarias son subsidiariamente aplicables a las
obligaciones concurrentes.

Obligaciones divisibles e indivisibles

ARTÍCULO 805.- Concepto.

Obligación divisible es la que tiene por objeto prestaciones susceptibles de cumplimiento


parcial.

Este nuevo articulado sigue el criterio del CC, con su fundamento en la estructura de la
relación obligacional.

En este tema, el hecho que una obligación sea divisible o indivisible va a depender de que
sea fraccionable la prestación.

320
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si la prestación puede ser fraccionada la obligación es divisible, caso contrario es


indivisible.

En algunos casos, ya sea por imperio de la ley o por voluntad de las partes, la prestación
divisible se considera indivisible, sin que pueda regir el principio de fraccionamiento.

Alterini, Ameal y López Cabana ponen como ejemplo el caso de que D y E deban entregar
a A un terreno compuesto por dos lotes para destinarlo en su totalidad a la construcción
de una casa; en tal situación, a pesar de que el terreno compuesto por dos lotes es en sí
mismo divisible, no se admite que el cumplimiento de la obligación sea regido por el
principio del fraccionamiento: no hay división a pesar de la divisibilidad.

Concluyen diciendo que la indivisibilidad puede ser material o voluntaria; la divisibilidad


solo puede ser material.

Así, se observa que las obligaciones serán divisibles en la medida en que los objetos y las
prestaciones sean susceptibles de cumplimiento parcial o por partes, e indivisibles en caso
contrario (art. 813 CCyC).

En este tipo de obligaciones, queda admitida expresamente la indivisibilidad intelectual o


convencional, junto a la material, tal como surge del art. 814 CCyC.

Y en el lineamiento del art. 806 CCyC, la divisibilidad puede ser material, siempre que no
devenga antieconómica.

Alterini, Ameal, López Cabana explicaban que una cosa es el objeto de la prestación; y otra,
su contenido.

La primera es lo debido, es lo que sirve para satisfacer el interés del acreedor.

El contenido es la conducta que despliega el deudor a favor del acreedor para lograr que
la obligación se cumpla.

Asimismo permite precisar si una prestación puede ser factible de cumplimiento parcial.

321
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Y la posibilidad de cumplimiento parcial de la obligación no se refiere solamente a la


posibilidad de fraccionar el objeto de la obligación, sino también a la divisibilidad de la
prestación.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Divisibles.

ARTÍCULO 813.- Concepto.

Son indivisibles las obligaciones no susceptibles de cumplimiento parcial.

En este tipo de obligaciones indivisibles, el cumplimiento parcial no existe como


posibilidad, por ello es siempre indivisible la obligación de entregar un cuerpo cierto,
aunque fuese susceptible materialmente de división, ya sea por poder fraccionarse en
partes reales, cada una de ellas homogéneas y análogas a las otras partes y al todo.

Y esto es así y tiene su razón de ser, pues el objeto de la deuda de un cuerpo cierto no es
la cosa a entregar, sino el hecho en sí de su entrega.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Por la autonomía o dependencia: obligaciones principales y accesorias.

ARTÍCULO 856.- Definición.

Obligaciones principales son aquellas cuya existencia, régimen jurídico, eficacia y


desarrollo funcional son autónomos e independientes de cualquier otro vínculo
obligacional.

Los derechos y obligaciones son accesorios a una obligación principal cuando dependen
de ella en cualquiera de los aspectos precedentemente indicados, o cuando resultan
esenciales para satisfacer el interés del acreedor.

322
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La obligación es principal cuando existe por sí misma, con plena independencia de


cualquier otra vinculación obligatoria.

Son autónomas e independientes en cuanto a su existencia, su eficacia, su desarrollo


funcional, su régimen jurídico.

Por el contrario, la obligación y los derechos resultan accesorios cuando dependen de otra
obligación principal o cuando son esenciales para satisfacer el interés del acreedor.

De este modo, se establece en el artículo en comentario un criterio de diferenciación más


amplio al dispuesto en el Código de Vélez.

Nótese que el art. 523 CC las definía diciendo que una obligación era principal y otra
accesoria cuando la una era la razón de la existencia de la otra.

La reforma ha ampliado con criterio la diferenciación en estas categorías por cuanto no


solo hace referencia a su existencia, sino también a su eficacia, su desarrollo funcional, su
régimen jurídico.

El artículo en estudio incluye tanto las obligaciones accesorias como a los derechos
accesorios.

En general se ha considerado necesaria la regulación normativa principalmente por los


efectos que conllevan a cada una de las especies.

En este sentido, cabe señalar que su aplicación excede el ámbito de los derechos
personales para proyectarse a la Teoría General del derecho.

Cabe destacar que en caso de duda se deberá estar por la independencia y autonomía de
la obligación por cuanto es un instituto de excepción.

En efecto, el principio general en materia de obligaciones múltiples o plurales —varias


entre un mismo deudor y acreedor— es que las mismas resultan independientes entre sí,
es decir, se fundan en la causa que las origina.

323
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La interdependencia resulta ser una excepción a la regla.

ARTÍCULO 857.- Efectos.

La extinción, nulidad o ineficacia del crédito principal, extinguen los derechos y


obligaciones accesorios, excepto disposición legal o convencional en contrario.

La vida de la obligación accesoria depende de la principal.

De este modo, la extinción de la obligación principal importa la extinción de la obligación


accesoria.

Tal el caso de la obligación de pagar intereses que se extingue cuando el acreedor recibe
el pago de capital sin efectuar la reserva expresa de aquellos; la novación de la obligación
principal que extingue las accesorias salvo reserva expresa, la compensación de la
obligación principal también extingue la accesoria como también sucede con la
transacción, la confusión y la remisión de la obligación principal.

A la inversa, la extinción de la obligación accesoria no implica la extinción de la obligación


principal.

Por ejemplo, en la fianza puede suceder que como consecuencia de hechos o actos de
negligencia del acreedor esta se extingue, lo que no importa —como se ha dicho— la
extinción de la obligación principal.

Del mismo modo, la nulidad de la obligación principal importa la nulidad de la accesoria y


la nulidad de la accesoria no importa la nulidad de la principal.

1.3. Excepciones

La norma en comentario contempla en forma expresa la excepción al principio de que lo


accesorio sigue la suerte de lo principal que puede ser legal o convencional.

324
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En efecto, reconoce con base en el principio de autonomía de la voluntad que pueda


convencionalmente estipularse que no se produzca la extensión de los efectos.

Por su parte, respecto a las excepciones impuestas en la ley, cabe señalar que en algunos
supuestos de acuerdo a la normativa aplicable no se aplica este principio, a saber:

• Art. 801 CCyC: la nulidad de la obligación principal por falta de capacidad del deudor no
importa la nulidad de la cláusula penal si esta fue contraída por otra persona.

• Arts. 799 y 800 CCyC: cuando la naturaleza de la prestación principal difiere de la


naturaleza de la cláusula penal, el régimen aplicable de divisibilidad e indivisibilidad es el
de la naturaleza de la prestación contenida en la cláusula penal.

Así, sea divisible o indivisible la obligación principal, cada uno de los codeudores o de los
herederos del deudor no incurre en pena sino en proporción de su parte, siempre que sea
divisible la obligación impuesta en la cláusula penal.

Si la obligación impuesta en la cláusula penal es indivisible, o si es solidaria aunque


divisible, cada uno de los codeudores, o de los coherederos del deudor, queda obligado a
satisfacer la pena entera.

• Art. 803 CCyC: la cláusula penal tiene efecto aunque su estipulación haya tenido en mira
el cumplimiento de una obligación que, al momento de concertar la accesoria, no podía
exigirse judicialmente, siempre que no sea reprobada por la ley.

• Art. 2194 CCyC: la extinción parcial de la obligación principal, no extingue


proporcionalmente los derechos accesorios de prenda e hipoteca, que subsisten
indivisibles en tanto no se ejecute íntegramente la prestación principal.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso

Por la índole del contenido: obligaciones de resultado y de medios.

325
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

-revisar.

ARTÍCULO 792.- Incumplimiento.

El deudor que no cumple la obligación en el tiempo convenido debe la pena, si no prueba


la causa extraña que suprime la relación causal.

La eximente del caso fortuito debe ser interpretada y aplicada restrictivamente.

Interpretación

2.1. La construcción jurídica de la cláusula penal: descripción de la conducta y sanción civil

La cláusula penal funciona como una “norma compuesta”, que predetermina lo que Kelsen
llama una proposición jurídica completa.

Como dice el autor no se puede dar cuenta cabal, en términos verbales, de lo que es una
proposición jurídica completa sin formular una especie de norma doble, integrada por una
norma primaria y una secundaria.

Para el jurista, la proposición normativa se integra de la norma primaria que describe la


conducta a seguir “el cumplimiento de la obligación pactada”, y la norma secundaria que
determina la consecuencia ante la trasgresión del enunciado que se precede: “la sanción
pecuniaria pactada”.

Entonces, siguiendo a los maestros Aftalión, García Olano y Vilanova la fórmula queda
circunscripta a la siguiente afirmación: dada una cierta conducta humana, debe ser un acto
coactivo.

2.2. Elementos constitutivos

Lo expuesto reproduce la funcionalidad de las cláusulas penales en el campo jurígeno, es


decir, ellas deben estar compuestas de tres elementos esenciales: uno subjetivo, el
destinatario; uno objetivo, la descripción del comportamiento; y otro coactivo, la sanción
legal ante la trasgresión de la manda.

326
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Como aduna Cossio se estatuye determinado comportamiento a personas determinadas y


ante circunstancias específicas, con la correspondiente sanción jurídica.

2.3. El incumplimiento objetivo como hecho jurídico sobre el cual reposa la viabilidad de la
sanción

Entonces, el hecho o conducta que debe analizarse para decidir la viabilidad de la sanción
impuesta es el cumplimiento o no de la conducta a seguir por parte del deudor, la cual
fuera descripta en el acuerdo que dio origen a la cláusula penal.

Dicho más precisamente es menester analizar, el incumplimiento objetivo, y una vez


determinado este será atendible el reproche que merece el deudor para incurrir en la pena
por incumplimiento de la obligación principal.

2.4. La interpretación e integración de la cláusula penal

A los fines de dilucidar si efectivamente se ha incumplido con la descripción obligacional


prevista en la cláusula penal impuesta, es necesario realizar un esfuerzo interpretativo e
integrador del contrato.

Al respecto, dice Pothier, que el contrato encierra el concurso de voluntades de dos


personas, de las cuales una promete una cosa y la otra acepta la promesa que se le ha
hecho.

En este marco, la función de las reglas de interpretación es la de establecer el genuino


sentido del consentimiento contractual y como apunta Betti, una vez hallada la voluntad
de las partes termina esa interpretación.

Bajo estas premisas —explica Lorenzetti—, que la actividad interpretativa en el ámbito


contractual, se refiere a los derechos y a las obligaciones asumidos por las partes, y la
circunscripción de estos.

327
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Entonces corresponde al juez en todo caso interpretar la obligación asumida por el deudor
(norma primaria en los términos de Kelsen), como fundamento que amerite la aplicabilidad
de la sanción pecuniaria impuesta (norma secundaria en los términos de Kelsen).

En este marco, debemos señalar que el instituto de la cláusula penal supone un derecho
excepcional que obliga a una interpretación restrictiva, y no puede extenderse a otros
supuestos que los estrictamente previstos, máxime cuando fácilmente se la pudo redactar
involucrando cualquier incumplimiento de las partes y no solo el que se alega.

Por su parte, se advierte que conforme la redacción de este precepto no resulta necesaria
la constitución en mora del deudor ante el incumplimiento, pues ésta opera
automáticamente.

Tal como lo dispone el art. 886 CCyC, la mora del deudor se produce por el solo transcurso
del tiempo fijado para el cumplimiento de la obligación (ver arts. 350 CCyC y ss.).

En otro orden de ideas, el incumplimiento objetivo debe valorarse en miras del principio
de buena fe vigente en materia obligacional.

Así, el art. 729 CCyC estipula que deudor y acreedor deben obrar con cuidado, previsión y
según las exigencias de la buena fe.

En virtud de ello, consideramos que el incumplimiento irrelevante o carente de


fundamento en torno al objeto de la obligación principal resulta estéril para lograr la
aplicabilidad del instituto al caso.

2.5. La imputabilidad y el factor de atribución aplicable en razón del carácter de la


obligación asumida

Con relación a la imputabilidad del incumplimiento y su consecuente factor de atribución,


es necesarios considerar que el art. 1721 CCyC establece que la atribución de un daño al
responsable puede basarse en factores objetivos o subjetivos.

En ausencia de normativa, el factor de atribución es la culpa.

328
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Mientras que el art. 1723 CCyC estipula que cuando de las circunstancias de la obligación,
o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener un resultado
determinado, su responsabilidad es objetiva.

Si bien la mayoría de la magistratura nacional considera que, a los fines de la aplicación de


la cláusula penal pactada, es menester imputar el incumplimiento del deudor a título de
dolo o culpa, caso contrario no hay responsabilidad, existen tesituras que admiten que en
estos casos no se requiere factor de atribución pues el mismo se subsume dentro de la
antijuridicidad del incumplimiento.

Consideramos que la cuestión de la imputabilidad debe ser analizada en base al carácter


de la obligación asumida, es decir, si se trata de una obligación de diligencia de prudencia
o de medios; o si se trata de una obligación determinada o de resultado.

Siguiendo a los Mazeaud y a Chabas, se puede decir que, si la obligación es determinada, y


el resultado no ha sido obtenido se debe probar que la inejecución proviene de una causa
que le es extraña.

Esta clasificación nace con Demoge y su cabal importancia radica en el campo probatorio.

Decía el autor que, para determinar a quién se impone la carga de la prueba de la culpa,
habrá que establecer si la obligación incumplida es de medios o de resultados.

En el primer caso, se requerirá que sea el acreedor (o más genéricamente la víctima del
daño) quien demuestre que el sindicado como responsable ha actuado negligentemente,
mientras que, en las obligaciones de resultado, la culpa se presume, siendo el obligado
quien se hallaría precisado de demostrar su falta de culpa.

En cuanto a la esfera de aplicación de dichos criterios, dice Demoge que, aun en el campo
extracontractual, pueden encontrarse supuestos en donde la ley va más allá de ordenar
una conducta diligente, y exige un determinado resultado.

329
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si la obligación que pesa sobre el deudor es la de conducirse con prudencia o diligencia,


hay que demostrar que el deudor no se ha comportado con la diligencia y prudencia a las
cuales está obligado.

La prueba de una imprudencia o negligencia del deudor está a cargo del acreedor, es
decir, en las obligaciones de medio se compromete la diligencia y la aptitud para cumplir
aquellas medidas que son necesarias para lograr un determinado resultado, pero sin
asegurarlo, pues no existe posibilidad de hacerlo.

Cuando el resultado ha sido establecido concretamente, y no existe aleatoriedad alguna en


torno al cumplimiento de dicho deber se vislumbra a todas luces que estamos frente a una
obligación de resultado.

En estas obligaciones, con prescindencia de la fuente que la origine, al acreedor le basta


con demostrar la existencia de la obligación o el acontecimiento dañoso, para que se
presuma la culpa del deudor.

Decían desde antaño los maestros franceses Mazeaud y Chabas, que el interés práctico de
la distinción es capital en el campo de la prueba.

Y ello es real en la medida que si se trata de una obligación de resultado será el deudor
quien deba probar la ejecución debida, mientras que si se trata de una obligación de
medios será el acreedor quien deba acreditar el cumplimiento.

No obstante lo expuesto, si bien este es el criterio prevaleciente durante siglos en el


derecho comparado en especial en la doctrina francesa, cada vez con más fuerza se
proyecta una consideración diferente en torno a la cuestión, algunos autores consideran
que la distinción infiere exclusivamente en el factor de atribución, subjetivo en las
obligaciones de medio y objetivo en las obligaciones de resultado, en este sentido dice el
profesor Picasso, sabido es, que la formulación del distingo entre obligaciones de medios y
de resultados desempeñada por Demoge nació precisamente para responder a esa
cuestión (carga de la prueba), y así fue trabajada durante mucho tiempo por la doctrina

330
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

comparada, pese a esta afirmación, el jurista considera que la utilidad del distingo en lo
que hace a la distribución de la carga de la prueba resulta ser actualmente escasa, y que su
función principal radica, en constituir una verdadera divisoria de aguas en lo que hace al
factor de atribución de la responsabilidad aplicable.

Obligaciones de medio y resultado:

Provienen del derecho comparado y su criterio es según el objeto y de acuerdo a la índole


de interés comprometido. No estaba en el CC.

Para el jurista Frances Demogue, en las obligaciones de Medio es el acreddor quien debe
demostrar la negligencia del deudor, quien para poder eximirse deberá acreditar su “no
culpa”(es decir actuado diligentemente); mientras que en los deberes de resultado, la culpa
se presume, pensando la carga de la eximente en cabeza del deudor (el incumplimiento,
obsérvese, engendra la presunción de culpa del deudor).

Lo concreto es que la obligación de medios impone únicamente al deudor el deber de


aptitud e idoneidad para adoptar y llevar a cabo aquellas diligencias o medidas que
habitualmente conducirán al resultado esperado, sin asegurar la obtención de éste ultimo.
En cambio, en la obligación de resultado el deudor se compromete a la obtención de éste,
por lo cual, ante la frustración de su consecución, se presumirá su responsabilidad: este
resultado entraña una realización final, en la que se logra el fin económico buscado por el
acreedor, fun que determinó el nacimiento del vínculo obligacional.

Costa.

Por la naturaleza del objeto: A) De prestación determinada: obligaciones de dar cosas


ciertas, de hacer, de no hacer.

Las obligaciones según la naturaleza de la prestación pueden ser de dar, de hacer y de no


hacer.

331
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Obligaciones de dar son aquellas en las cuales su objeto consiste en la entrega de


una cosa o de un bien, asumiendo el deudor el deber de efectuarla al acreedor
(entregar una casa).
Obligaciones de hacer son las que tienen por objeto la realización de una actividad
o conducta que el deudor debe realizar a favor del acreedor. (pintar un cuadro).
Obligacionees de no hacer son aquellas que tienen por objeto una abstención o
privación de un hecho licito.

Asimismo según la determinación del objeto, las obligaciones de DAR pueden clasificarse
en:

Obligaciones de dar cosa cierta: aquellas en las cuales el objeto que debe
entregarse se encuentra individualizado desde le momento en que nace la
obligación,
Obligaciones de género: son las que están referidas a un objeto que debe
entregarse se encuentra individualizado desde el momento en que nace la
obligación, por lo cual habrá de ser elegido o individualizado con posterioridad.
Obligaciones de dar dinero, son las que tienen por objeto la entrega de dinero,
cuya cantidad y calidad se encuentra determinada desde el mismo momento del
nacimiento de la obligación. Dentro de esta categoría, cabe incluir también a las
obligaciones de valor, que son aquellas en las cuales el objeto de la obligación
consiste en la valuación de un bien o utilidad, reajustable de conformidad con las
oscilaciones que experimente la moneda, hasta el momento de su cuantificación en
dinero. Con ello, advertimos –claro está- que la obligación de valor habrá de
convertirse en dinero al momento del efectivo pago o de la liquidación de la
deuda, según la postura doctrinaria y jurisprudencial que se siga al respecto. En
síntesis, se debe un valor al nacimiento de la obligación, pero se paga en dinero.
Costa.

332
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

B) De prestación indeterminada: obligaciones facultativas, alternativas, de dar cosas


inciertas no fungibles y de género limitado, de dar cantidades de cosas y de dar sumas de
dinero.

Obligaciones facultativas, alternativas.

En cuanto al concepto, el art 779 establece que “La obligación alternativa tiene por objeto
una prestación entre varias que son independientes y distintas entre si. El deudor está
obligado a cumplir una sola de ellas”.

Dispone el CCC en cuanto a la elección que en caso de no haberse pactado nada al


respecto, la elección corresponderá al deudor, art 780, continuándose con la clasificación
que mantenía el CC, en lo que hace a que si la facultad de elección reace en el deudor,
estaremos ante una obligación alternativa regular, mientras que si el derecho de elegir la
cosa corresponde al acreedor, la obligación será alternativa irregular art 781 y 782.

Como novedad importante del nuevo ordenamiento, merece destacarse la inclusión de las
obligaciones de género limitado en la regulación de las obligaciones alternativas, art 785,
poniendo en fin a las discusiones doctrinarias que se habían dado con respecto a ello en
nuestro país.

El art 786 define la obligación facultativa, estableciendo que: “la obligación facultativa tiene
una prestación principal y otra accesoria. El acreedor sólo puede exigir la principal, pero el
deudor puede liberarse cumpliendo la accesoria. El deudor dispone hasta el momento del
pago para ejercitar la facultad de optar”.

Tambien se mantiene el mismo criterio del CC, en cuanto se estable que en caso de duda
de si una obligación es alternativa o facultativa, se la tiene por alternativa, art 788.

Por su fuente: contractuales, extracontractuales y legales.

333
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los Códigos del siglo XIX, entre ellos el de Vélez, siguiendo el modelo francés,
consagraban una neta división entre la responsabilidad contractual y la extracontractual.

Varios fundamentos fueron avanzados por la doctrina de esa época para fundar esa
postura “dualista”; entre otras cosas, se decía que los intereses en juego eran distintos en
cada uno de esos sectores, porque mientras la responsabilidad contractual tutelaba
únicamente el interés de las partes, plasmada en un derecho relativo (el de crédito), la
extracontractual protegía derechos absolutos, y se ponía en funcionamiento ante una
violación de la ley, lo que implicaba que en este último caso estaba comprometido el
interés general.

Sin embargo, un largo proceso que tuvo lugar a partir de los últimos años del siglo XIX fue
dando por tierra con esa neta distinción entre las dos esferas. Si bien pueden identificarse
varios fenómenos como determinantes de esa evolución, sin duda alguna el más
importante de ellos fue el cambio de eje de la responsabilidad civil que pasó de castigar a
un responsable a pretender resarcir todo daño injustamente sufrido. Desde esta última
perspectiva, carece de sentido que la reparación de perjuicios que son idénticos esté sujeta
a un régimen distinto según que ese daño resulte del incumplimiento de una obligación o
de la violación del deber general de no dañar.

Sucede, sin embargo, que el ámbito aquiliano se ha mostrado, de cuatro décadas a la


actualidad, más permeable a los avances del “derecho de Daños”. Así, puede observarse
que los factores objetivos de imputación y la responsabilidad del principal por el hecho del
dependiente, por ejemplo, han tenido un desarrollo que no se exhibe en el ámbito
contractual.

La “actividad peligrosa” y las “cosas riesgosas” no han sido receptadas, cuando de


incumplimiento a un deber preexistente se trata. Se discutía si el art. 1113 reformado del
Código de Vélez, al hablar de “riesgo” para el ámbito extracontractual, era también de
aplicación en el ámbito obligacional.

334
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Pude señalarse que, contra los avances del ámbito extracontractual, acorde con los
cambios económicos y sociales (a partir de los avances industriales, científicos y
tecnológicos), ha existido una resistencia del ámbito contractual a adaptarse a ese nuevo
fenómeno, cuando en verdad su incidencia se ha producido con similar agudeza.

En nuestro país, hace ya tiempo que existía consenso doctrinal en el sentido de propiciar
una reforma del CC que unificara los dos subsistemas de responsabilidad. Esta corriente ya
había tenido, incluso, manifestaciones concretas en algunos microsistemas, como sucede
con la ley 24.240, que regula de manera unitaria los daños sufridos por los consumidores
en el ámbito de la relación de consumo.

Actualmente se afirma que la responsabilidad civil es un fenómeno unitario, y que ambas


órbitas comparten la misma finalidad (resarcir todo el perjuicio injustamente sufrido) y los
mismos elementos (antijuridicidad, relación causal, factor de atribución y daño),
justificando su regulación unitaria.

2. La unidad basada en la finalidad

En la segunda acepción del diccionario de la Real academia española, “unificar” significa


“Hacer que cosas diferentes o separadas formen una organización, produzcan un
determinado efecto, tengan una misma finalidad”.

Lo que se ha hecho, precisamente, es que el sistema de la responsabilidad, en ambas


órbitas, posea una misma finalidad.

Unificación no es, en el caso en análisis, equiparación absoluta. En tal caso se estaría


confundiendo “unificación del régimen legal de la responsabilidad” con “homogeneidad en
todos los aspectos del régimen”, cuando en verdad, en el CCCN la aplicación de dichas
reglas comunes se limitan a la identidad de finalidad y de presupuestos entre ambas
esferas de responsabilidad, pretendiendo lograr también, en principio, una unidad de
efectos.

335
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Digo ello, pues en este nuevo régimen, no se subsume al contrato en el hecho ilícito, ni se
desconoce la diferencia estructural entre uno y otro hecho generador.

Unificar la responsabilidad no implica diluir la distinta estructura del contrato y el hecho


ilícito, sino simplemente unificar las consecuencias de ambos, sometiéndolas, salvo casos
de excepción, a las mismas reglas.

Esa imposibilidad de equiparación absoluta se debe a una circunstancia eminentemente


estructural, diferente en el contrato y en el hecho ilícito. La distinción entre la
responsabilidad contractual y la extracontractual, dice Viney, no puede ser negada en
relación a la distinta estructura del hecho generador del deber de reparar.

La utilidad del contrato, afirma la autora, consiste en crear entre las partes obligaciones
que la ley no prevé, y esa especificidad de los vínculos contractuales sería completamente
abolida si pudieran sustituirse esas obligaciones personalizadas por los deberes generales
que la ley impone para las relaciones entre terceros. Pero una vez incumplido el convenio,
no hay razón para hacer diferencias, en orden a la reparación, entre las consecuencias de
ese incumplimiento y las que surgen de la comisión de un ilícito aquiliano. En otras
palabras, la unificación de las dos órbitas de responsabilidad no diluye la distinta
estructura del contrato respecto del hecho ilícito, sino que se propone, simplemente,
unificar las consecuencias de ambos, sometiéndolas, salvo casos de excepción, a las
mismas reglas.

Esa es, sin ninguna duda, la concepción adoptada por la Comisión de Reformas. En los
fundamentos que la mencionada Comisión acompañó al Proyecto se dice que: “la tesis que
se adopta es la unidad del fenómeno de la ilicitud, lo cual no implica la homogeneidad, ya
que hay diferencias que subsisten”. Esas diferencias son irreductibles, y derivan de la
distinta naturaleza del hecho generador de responsabilidad en cada una de esas hipótesis.
En particular, la regulación de la responsabilidad derivada del incumplimiento de una
obligación requiere tener en cuenta algunas especificidades que resultan de la existencia
de un vínculo previo entre acreedor y deudor que liga a este último a ejecutar una

336
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

determinada prestación. En su caso, el eventual origen convencional de esa obligación


puede determinar también algunas reglas especiales tendientes a preservar la autonomía
de la voluntad de los contratantes.

El tratamiento de ambas parcelas en el nuevo CCCN argentino.

El art. 1716 del nuevo CCCN argentino viene a unificar expresamente la responsabilidad
civil contractual y extracontractual. Su texto señala: “Deber de reparar. La violación del
deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación
del daño causado, conforme con las disposiciones de este Código”.

En otras palabras, cualquiera sea la fuente del deber de reparar el daño (la violación del
deber general de no dañar —fuente de la responsabilidad extracontractual—, o el
incumplimiento de una obligación —fuente de la “contractual”—) la responsabilidad se
rige, en principio, por las mismas reglas. Concordemente, y a salvo las excepciones que
luego mencionaré, las normas que integran el Capítulo I del Título V del Libro Tercero del
Proyecto, consagradas a la responsabilidad civil (arts. 1708 a 1780), se aplican
indistintamente a la responsabilidad contractual y la extracontractual.

En particular, la unificación comprende —con una importante excepción— a las dos


diferencias de regulación más importantes entre las dos órbitas de responsabilidad que,
según se señaló, consagra el Código vigente.

http://www.pensamientocivil.com.ar/doctrina/2649-unificacion-responsabilidad-civil-
contractual-y-extracontractual-nuevo

P II. Obligaciones disyuntivas. Concepto. Caracteres. Naturaleza jurídica. Comparacion


con las obligacones solidarias. Efectos. Regimen legal. Eleccion del sujeto. Recursos.

337
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Obligaciones de objeto disyunto: si bien son obligaciones que también poseen dos o más
prestaciones, el deudor logra liberarse cumpliendo una sola de ellas. Estas obligaciones se
clasifican en obligaciones alternativas y obligaciones facultativas. Costa.

Obligaciones disyuntivas.

Son aquellas que pueden ser exigidas por uno de varios acreedores o cumplidas por uno
de varios deudores.

Caracteres:

a) Indeterminacion provisional de sujetos: inicialmente se presenta una prularidad de


personas en alguno de los polos de la obligación. Se torna provisoria dado que al
llevarse a cabo la elección, quedan excluidos de la relación jurídica todos aquellos
sujetos que no fueron seleccionados.
b) Identidad del objeto: la prestación debida resulta ser la misma, cualquiera sea el
acreedor o deudor seleccionado.
c) Identidad de causa.
d) Condicionalidad: opera una condición resolutoria respecto a la pluralidad inicial de
sujetos. Consiste el hecho condicionante en que un acreedor sea elegido o un
deudor sea seleccionado, para que el resto quede marginado de la realcion jurídica.

Especies: Las obligaciones disyuntivas pueden ser pasivas, en las que la prestación debe ser
cumplida por uno de varios deudores, u obligaciones activas, en donde la prestación será a
favor de uno de varios acreedores.

Regimen legal: Las obligaciones disyuntivas están sujetas subsidiariamente a los preceptos
que gobiernan a las obligaciones mancomunadas, art 855.

Elección: Si se trata de una obligación disyuntiva pasiva, el acreedor indica cual de los
sujetos debe realizar el pago, art 853, salvo que mediante una estipulación expresa se haya
decidido que la labor de selección será realizada por un deudor, la pluralidad de deudores
o un tercero.

338
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si fuese una obligación disyuntiva activa, en principio, le compete al deudor elegir a quien
le realizará el pago, art 854. A través de ua estipulación en contrario, la selección puede
reacer en un acreedor, pluralidad de acreedores o un tercero.

Inexistencia del principio de prevención en la obligación disyunta activa: la circunstancia de


la interposición de la demanda por uno de varios acreedores no enerva la facultad de
elección que goza el deudor, art 854. Ella subsiste a pesar de tal contingencia.

Ius solvendi de los deudores de la obligación disyuntiva pasiva: Una vez llevada a cabo la
elección por parte del acreedor, el deudor señalado resulta ser el sujeto que debe pagar.
Sin embargo, como todo el elenco del polo pasivo poza del ius solvendi, sus miembros
poseen el derecho de cumplir la prestación debida, si antes el acreedor no procedió a
interponer la demanda contra alguno de ellos, art 853. Desde tal perspectiva, incluso
podrían recurrir al pago por consignación si el acreedor adoptara una postura reticente.

Inexistencia de las reglas de participación o contribución: La falsa pluralidad que elimina la


elección explica la razón por la que no se aplican las pautas de participación o contribución
que han sido objeto de estudio en las obligaciones mancomunadas y en las solidarias.

En la obligación disyuntiva pasiva, el deudor que paga no puede solicitar reembolso


alguno a los otros coobligados, art 853. En la obligación disyuntiva activa, el acreedor que
recibe la prestación debida no está obligado a participarla con los que integraron
inicialmente la pluralidad, art 854.

ARTÍCULO 854.- Disyunción activa.

Si la obligación debe ser cumplida a favor de uno de varios sujetos, excepto estipulación
en contrario, el deudor elige a cuál de éstos realiza el pago.

La demanda de uno de los acreedores al deudor no extingue el derecho de éste a pagar a


cualquiera de ellos.

339
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El que recibe el pago no está obligado a participarlo con los demás.

El Código define normativamente el concepto de “obligación” como una relación jurídica


en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho de exigir del deudor una prestación
destinada a satisfacer un interés lícito y ante el incumplimiento a obtener forzosamente la
satisfacción de dicho interés (art. 724 CCyC).

En las obligaciones disyuntivas, el sujeto inicialmente está indeterminado, por cuanto


aparecen varios sujetos ya sea del lado activo como el pasivo que no adquieren el carácter
de acreedor o deudor hasta que no se practique la elección a la que hace referencia la
norma.

Los sujetos del nexo obligacional se encuentran sometidos a esta condición resolutoria.

Hasta tanto no sea hecha la elección, los diversos beneficiarios o los diversos obligados
aparecen como candidatos a acreedores o deudores y quedan supeditados a una opción
que se hará entre ellos.

Una vez hecha la opción, el elegido será titular del crédito o el obligado de la deuda.

Esta es la diferencia sustancial con las obligaciones solidarias en donde todos los sujetos
que aparecen en la obligación son acreedores y deudores.

En la obligación disyuntiva, una vez practicada la opción, el acreedor disyuntivo que cobra
la prestación no deberá soportar la distribución con los restantes acreedores —ya que
ninguna participación les debe— y el deudor que paga no tendrá derecho a reclamar la
contribución de los demás.

En cuanto a la forma, el modo de enunciar estas obligaciones es mediante el empleo de la


conjunción “o”; así por ejemplo Juan o Manuel deben pagar la suma de $1000 a María.

La alternatividad o disyunción que caracteriza este tipo de obligaciones puede ser activa o
pasiva.

340
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sin embargo existen características que les son comunes a ambas.

2.2. Caracteres

De conformidad con lo expuesto los caracteres, de la obligación disyuntiva son:

a. Pluralidad originaria de vínculos:

los intervinientes están en alternativa desde el nacimiento de la obligación.

b. Sujetos indeterminados: como consecuencia de esta alternatividad, los acreedores y


deudores se encuentran inicialmente indeterminados.

Con la elección se produce la determinación.

c. Unidad en el objeto de la obligación: el pago que realice el deudor a favor del acreedor
que ha sido elegido, extingue la obligación.

Esa extinción lo es para todos los sujetos intervinientes.

No rigen los principios de distribución y contribución.

2.3. Disyunción pasiva. Disyunción activa

El art. 853 CCyC establece expresamente la disyunción pasiva.

En el caso la elección la hace el acreedor, salvo estipulación en contrario, quién debe elegir
a qué deudor habrá de exigirle el cumplimiento.

Hasta que el acreedor no demande, cualquiera de ellos tiene el derecho a pagar.

Por su parte, el art. 854 CCyC regula el supuesto de disyunción activa al decir que la
elección a hace el deudor, salvo también en este caso estipulación en contrario.

No rige el derecho de prevención.

El deudor puede elegir a quien pagar aun en caso de haber sido demandado por otro
acreedor.

341
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En efecto, la facultad de elección la mantiene aun en el caso de haber sido demandado.

En ambas, una vez operada la elección por parte del acreedor o deudor la obligación es de
sujeto singular.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

P III. Obligaciones divisibles e indivisibles.

Las obligaciones divisibles: Concepto, divisibilidad y división. Antecedentes históricos,


solución del CCC. Requisitos de la divisibilidad. Prestaciones divisibles. Efectos en las
relaciones con la otra parte. El principio de división. Pago y otros modos extintivos. Caso
de insolvencia, prescripción, mora o culpa, cosa juzgada. Efectos en la relación interna.
Comparacion con las obligaciones indivisibles.

Las ideas de Pothier, seguidas por el Código de Napoleon, según el art 1217, la obligación
es divisible o indivisible según que tenga por objeto una cosa o un hecho que en su
entrega o en su ejecución, sea o no suceptible de división natural o intelectual.

Aun simplificdo el CC francés, freitas precisó, el concepto de división intelectual introduce


confusión en el sistema, porque prácticamente no hay objeto o prestación que no sea
susceptible de división intelectual; asi, por ejemplo, un cuerpo cierto como es un cuadro,
suceptible de ser poseído en condominio por varios dueños, con lo que la obligación de
entregarlo seria divisible. Ademas, se confunde la obligación con el derecho real: la
obligación de entregar una cosa cierta es indivisible, en tanto que el derecho real de
dominio que se tiene sobre ella es perfectamente divisible desde el punto de vista
intelectual, tratándose en realidad del derecho real de condominio.

Velez eliminó el concepto de divisibilidad intelectual de las obligaciones y sentó un criterio


simple y claro: las obligaciones son divisibles cuando tienen por objeto prestaciones
susceptibles de cumplimiento parcial. En el CC la divisibilidad o indivisibilidad de la
obligación surgia de la naturaleza de la prestación, criterio que ha seguido el CCC, art 813.

342
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Borda.

Sistema del CCC.

El art 814 indica que la fuente de la indivisibilidad puede encontrarse en: 1) La naturaleza
de la prestación, no admite ser materialmente fraccionada, ej realizar una escultura, art
814. 2) El acuerdo de voluntad (indivisibilidad subjetiva): cuando la obligación tiene por
objeto una prestación en si misma divisible, pero que no lo es porque los que han
constituido la obligación han querido expresa o tácitamente que ella sea exigida como
indivisible, como por ejemplo, la restitución de un préstamo de dinero otorgado a dos
codeudores. En caso de duda sobre si se convino que la obligación sea indivisible o
solidaria, se considera solidaria, art 814. 3) La ley: es el propio ordenamiento que señala tal
característica, art 815. Constituye un ejemplo la hipótesis de la indivisibilidad impropia, art
824.

Creemos que podemos enunciar como sistema de nuestro CCC, el siguiente orden de
ideas: la regla general es que las obligaciones son divisibles, regla que tiene dos
excepciones: a) la indivisibilidad dada por la naturaleza de la prestación, (hay una
imposibilidad natural, física o jurídica de hacer la división), por la convención (el querer de
las partes) y la ley y, b) la solidaridad, en cuyo caso impera un régimen propio, art 827 y
sig.

Borda.

ARTÍCULO 814.- Casos de indivisibilidad.

Hay indivisibilidad:

a. si la prestación no puede ser materialmente dividida;

b. si la indivisibilidad es convenida; en caso de duda sobre si se convino que la obligación


sea indivisible o solidaria, se considera solidaria;

c. si lo dispone la ley.

343
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTÍCULO 815.- Prestaciones indivisibles.

Se consideran indivisibles las prestaciones correspondientes a las obligaciones:

a. de dar una cosa cierta;

b. de hacer, excepto si han sido convenidas por unidad de medida y el deudor tiene
derecho a la liberación parcial;

c. de no hacer;

d. accesorias, si la principal es indivisible.

Prestaciones divisibles.

Las obligaciones de dar son divisibles cuando: 1- cuando tienen por objeto la entrega de
sumas de dinero o de otras cantidades. 2- cuando se trate de obligaciones de genero en
las cuales las cosas deben ser entregadas comprendan un numero de objetos de la misma
especie que sea igual al numero de acreedores o a su múltiplo. Ejemplo del segundo caso:
se venden mil ovejas a dos, diez o veinte compradores.

El principio de división.

La característica esencial de estas obligaciones esque ellas se dividen en tantas partes


como deudores y acreedores haya, art 808. Cada una de esas partes es una obligación
independiente de las restantes. Los acreedores tienen derecho a su cuota y los deudores
no responden por la insolvencia de los demás, reza el 808. Conviene tener presente esta
regla, porque ella explica todo el régimen legal de estas obligaicones. ASi, si A y B deben
$100.000 a C, cada uno de ellos está obligado a pagar $50.000 y nada más. Si A y B deben
$100.000 a C y D, A deberá $25.000 a C y otros tantos a D y lo mismo deberán B.

El principio es que todas las obligaciones son simplemente mancomunadas de objeto


divisible. Esta regla general tiene dos excepciones: a) las obligaciones de objeto indivisible
que resultan ser una especie de la obligaciones simplemente mancomunadas; b) las

344
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

obligaciones solidarias que presentan un régimen particular a pesar de que la prestación


sea divisble, art 812 o indivisible.

Borda.

Pago y otros modos extintivos. Caso de insolvencia, prescripción, mora o culpa, cosa
juzgada.

Las diversos cosecuencias surgen a partir de la regla básica de que cada uno de deudores
tiene respecto de cada uno de los acreedores una obligaciones separada e independiente,
art 808. Las principales consecuencias son las siguientes:

1. Exigibilidad: cada uno de los acreedores no podrá exigir de cada uno de los
deudores sino la parte que le corresponde en la obligación, pues solamente tienen
derecho a su cuota. Si el acreedor es uno y los deudores dos, sólo podrá exigir a
cada uno la mitad de la deuda, si nada se hubiese pactado al repsecto. Si los
acreedores y los deudores son dos, cada acreedor no podrá exigir de cada deudor
sino la cuarta parte de ella.
2. Pago: cada deudor sólo está obligado a pagar su parte en la deuda, su cuota, art
808. Es una consecuencia necesaria del principio de división sentado en el numero
anterior.
Existe una situación especial de excepción: si el deudor ha asumido proceder al
pago completo de la deuda o se ha acordado entre los codeudores delegarle tal
tarea, no se tornará posible invocar el principio de división, art 809. Encontramos
un caso especial en las deudas del condominio en donde uno de los cotitulares
asume cumplir la prestación debida en beneficio de la comunidad.
Haciendo aplicación de los principios explicados, encontramos que si uno de los
deudores huniera pagado al acreedor más de lo que le correspondía, podrá repetir
el pago, 810; y a la inversa, el deudor que hubiera pagado a uno sólo de los
acreedores toda la deuda, no queda por ello eximido de pagar su parte a cada uno
de los coacredores. Ejemplo: si A debe $100.000 a B y C, no se desobliga pagando

345
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

el total a B; por el contrario, C, tiene derecho a demandarlo por los $50.000 que le
corresponde y, a su vez, A tiene derecho a repetir de B lo que le pagó de más.
Es claro que si uno de los codeudores ha pagado deliberadamente por los
restantes deudores, no podrá ya repetirlo del acreedor, porque se trata de un pago
por otro, art 810.
3. Insolvencia: Si alguno de los deudores fuera insolvente, resultará perjudicado el
acreedor; los codeudores sólo están obligados por la parte que a ellos les
correspondía, no responden por la insolvencia de los demás 808.
4. Prescripcion: la prescripción corre separadamente para cada uno de los deudores;
la suspensión o interrupción de aquélla, que favorece a uno de los deudores, no
tiene influencia respecto de los demás.
5. Mora y factoes de atribución: La mora o los factores de atribución imputable a
alguno de los deudores no tiene efecto respecto de los demás.
6. Clausula penal: si la obligación divisible contuviese clausula penal, sólo incurrirá en
la pena el deudor que ha incumplido y solamente por la parte que le
corresponda.art 799.
Borda.

ARTÍCULO 799.- Divisibilidad.

Sea divisible o indivisible la obligación principal, cada uno de los codeudores o de los
herederos del deudor no incurre en la pena sino en proporción de su parte, siempre que
sea divisible la obligación de la cláusula penal.

ARTÍCULO 808.- Principio de división.

Si la obligación divisible tiene más de un acreedor o más de un deudor, se debe fraccionar


en tantos créditos o deudas iguales, como acreedores o deudores haya, siempre que el
título constitutivo no determine proporciones distintas.

Cada una de las partes equivale a una prestación diversa e independiente.

346
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los acreedores tienen derecho a su cuota y los deudores no responden por la insolvencia
de los demás.

ARTÍCULO 809.- Límite de la divisibilidad.

La divisibilidad de la obligación no puede invocarse por el codeudor a cuyo cargo se deja


el pago de toda la deuda.

ARTÍCULO 810.- Derecho al reintegro.

En los casos en que el deudor paga más de su parte en la deuda:

a. si lo hace sabiendo que en la demasía paga una deuda ajena, se aplican las reglas de la
subrogación por ejecución de la prestación por un tercero;

b. si lo hace sin causa, porque cree ser deudor del todo, o porque el acreedor ya percibió
la demasía, se aplican las reglas del pago indebido.

Efectos en la relación interna. Comparacion con las obligaciones indivisibles.

La divisibilidad o indivisibilidad de la obligación se deriva natural y directamente de la


propia prestación, es decir, de que ésta sea divisible o no (ej. una obligación pecuniaria es,
por naturaleza, divisible, porque el dinero lo es).

La divisibilidad o indivisibilidad puede ser natural u objetiva.

La divisibilidad natural de la prestación no autoriza, por sí sola, el cumplimiento parcial de


la obligación, únicamente es el requisito necesario para la divisibilidad convencional (por
acuerdo). Sin embargo, la indivisibilidad natural de la prestación sí que impide el acuerdo
de divisibilidad. Sólo se admite el cumplimiento parcial cuando ha sido expresamente
convenido en el contrato (art. 1169 CC).

El art. 1151 describe qué obligaciones son indivisibles, aunque se atenderá a cada caso:

347
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las de dar o entregar “cuerpos ciertos” que no permitan fraccionarse en lotes (ej. entregar
un cuadro).

Las de hacer que no sean susceptibles de cumplimiento parcial (ej. cantar en el estreno de
una zarzuela). Pero serán divisibles las que tengan por objeto la prestación de un número
de días de trabajo, la ejecución de obras por unidades métricas y análogas.

La mayor parte de las obligaciones negativas (de no hacer), pues cualquier acto produce
simultáneamente el incumplimiento.

https://juspedia.es/libro/obligaciones/96-obligaciones-divisibles-e-indivisibles

Obligaciones indivisibles. Concepto. Prestacion individual. Efectos. Principio de


prevención y propagación. Pago y otros modos extintivos. Caso de insolvencia,
prescripción, mora o culpa, Juez competente, cosa juzgada. Efectos en la relación
interna. Comparacion con las obligaciones divisibles. Comparacion con las obligaciones
solidarias. Indivisibilidad impropia. Concepto, efectos, comparación con la indivisibilidad
y la solidaridad. Casos.

Obligaciones Indivisibles.

Concepto: debe considerarse como obligaciones indivisibles aquellas que no sean


susceptibles de cumpliemnto parcial, art 813. Ya anteriormente hemos analizado sus
fuentes y los distintos casos que envuelve esta categoría.

Dado la semejanza que existe entre las obligaciones solidarias e indivisibles, el art 823
ordena la aplicación subsidiaria de los preceptos que gobiernan a la primera en el ámbito
de la segunda. Como consecuencia de esta remisión, entre otros ejemplos, opera el
pricipio de prevención en las obligaciones indivisibles.

Borda.

ARTÍCULO 813.- Concepto.

348
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Son indivisibles las obligaciones no susceptibles de cumplimiento parcial.

En este tipo de obligaciones indivisibles, el cumplimiento parcial no existe como


posibilidad, por ello es siempre indivisible la obligación de entregar un cuerpo cierto,
aunque fuese susceptible materialmente de división, ya sea por poder fraccionarse en
partes reales, cada una de ellas homogéneas y análogas a las otras partes y al todo.

Y esto es así y tiene su razón de ser, pues el objeto de la deuda de un cuerpo cierto no es
la cosa a entregar, sino el hecho en sí de su entrega.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Prestacion individual. Efectos.

ARTÍCULO 814.- Casos de indivisibilidad.

Hay indivisibilidad:

a. si la prestación no puede ser materialmente dividida;

b. si la indivisibilidad es convenida; en caso de duda sobre si se convino que la obligación


sea indivisible o solidaria, se considera solidaria;

c. si lo dispone la ley.

El art. 814, inc. a, CCyC se refiere a la indivisibilidad material.

La misma se sustenta en la índole no fraccionable de la prestación (Alterini, Ameal, López


Cabana), no siendo posible su partición en razón de su propia naturaleza.

En este contexto, y siguiendo a Pizarro, la prestación no puede ser dividida en partes


homogéneas al todo y tener valor proporcional a dicho todo.

349
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El art. 814, inc. b, CCyC se refiere a la indivisibilidad convenida, y la misma es subjetiva.

Y al focalizar esa indivisibilidad en la voluntad de los sujetos obligados, se le concede


dicho carácter a una prestación que por naturaleza no lo tiene.

En relación a esa indivisibilidad, no habría inconveniente en que la misma, al ser voluntaria,


sea a su vez expresa o tácita.

Asimismo la misma puede provenir de un acto de última voluntad.

La indivisibilidad legal es la que surge de las disposiciones expresas de la ley.

La doctrina, destaca la importancia en esa relación entre la solidaridad pasiva de las


obligaciones y la garantía.

En este sentido, se ha sostenido que la solidaridad pasiva es la que asume mayor


importancia práctica.

Es que el hecho de que varios queden vinculados por la totalidad del débito implica
mejores perspectivas de cobro para el acreedor, que contará con diversos patrimonios en
pie de igualdad afectados al pago de la deuda.

Este tipo de solidaridad legal está integrada a las garantías que en muchos casos el
legislador quiso poner a disposición de los consumidores y usuarios.

Finalmente, cabe agregar que la obligación solidaria destaca una indivisibilidad —


voluntaria o legal— de la prestación debida y una pluralidad de vínculos entrelazados por
una misma fuente, sea esta el contrato o la voluntad del legislador.

Esa indivisibilidad legal es la que le da sentido a las obligaciones solidarias, y de la cual


proceden sus efectos.

A modo de ejemplos, se pueden mencionar:

350
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

a. las obligaciones solidarias, que forman parte de la categoría de obligaciones conjuntas,


se caracterizan porque existen dos o más acreedores o dos o más deudores en una misma
obligación.

O sea que los vínculos que ligan a los acreedores plurales o a los deudores plurales nacen
de una sola fuente.

Esta es una característica común a todas las obligaciones conjuntas y se la denomina


unidad de causa.

b. la obligación de escriturar es indivisible, no puede ser fraccionada y es preciso


demandar a todos los obligados, pues se trata de un litisconsorcio necesario pasivo.

c. dado que la obligación de pagar expensas es indivisible, cuando la unidad funcional no


corresponde a un propietario individual, sino a condóminos o coherederos, cualquiera de
ellos puede ser ejecutado por el todo, sin perjuicio de la acción recursoria que pueda
ejercer contra los restantes deudores, y en tanto dicha característica de obligación
indivisible hace inaplicable el principio de división de las deudas de pleno derecho que
rige en materia sucesoria.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

EFECTOS DE LA INDIVISIBILIDAD desactualizado revisar

EFECTOS POR EL ASPECTO ACTIVO: Según lo dispuesto por el artículo 1584, cada uno de
los acreedores puede exigir el pago total de la obligación indivisible, lo mismo que en la
solidaridad.

Esta solución no tiene inconveniente cuando el cumplimiento de la obligación redunda en


provecho de todos los acreedores, como ocurre cuando el objeto de aquella consiste en
una abstención.

351
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Pero cuando la obligación es de dar o entregar una cosa, el pago a un solo acreedor pone
en peligro el derecho de los otros.

TRANSMISIÓN POR CAUSA DE MUERTE:

La indivisibilidad se transmite a los herederos del acreedor, en forma tal que cualquiera de
estos puede exigir también la totalidad de la prestación debida. Pero esta regla,
consagrada en el artículo 1585 es aplicable a las obligaciones que son indivisible la
naturaleza de su objeto, tiene excepción en lo tocante a la indivisibilidad convencional,
pues cuando se trata de esta cada heredero del acreedor muerto solo puede demandar su
cuota o parte en el crédito, y la totalidad de este no puede serlo sino mediante demanda
conjunta de todos los herederos.

DISPOSICION DEL CREDITO POR ALGUNO O ALGUNOS DE LOS COACREEDORES.

Si la obligación indivisible existe en favor de varios acreedores, cada uno de ellos tiene
derecho a una parte o cuota en el crédito, de la que puede disponer libremente. En
consecuencia, cualquiera de ellos puede condonar al deudor la parte que le corresponda o
puede recibir el precio de ella a anera de dación en pago. Pero ninguno de dichos
coacreedores tiene derecho sobre la totalidad de la obligación, lo que le impide
condonarla o recibir el precio de la cosa debida sin el consentimiento de los otros y si lo
llega a hacer, estos podrán demandar la cosa abonando al deudor la parte o cuota del
acreedor que haya remitido la deuda o recibido el precio de la cosa, conforma a lo
dispuesto en el artículo 1589 del código civil.

INTERRUPCION Y SUSPENSION DE LA PRESCRIPCION:

La suspensión o interrupción de la prescripción en favor de uno de los acreedores de la


obligación indivisible aprovecha a los otros, a pesar de que a ley no consagre
expresamente tal efecto.

EFECTOS DE LA INDIVISIBILIDAD POR EL ASPECTO PASIVO:

352
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Según el artículo 1584, cada uno de los que han contraído unidamente una obligación
indivisible es obligado a satisfacerla en todo, aunque no se haya pactado la solidaridad.

Pero en el sistema penal colombiano existe una excepción a dicha regla al disponer que el
deudor demandado tiene el beneficio del plazo para ponerse de acuerdo con los demás
codeudores a fin de conseguir su cooperación en el cumplimiento de la obligación.
Artículo 1587.

Pero este beneficio del plazo solamente tiene cabida, según expresa disposición de la ley,
en los casos en que la obligación deba ser cumplida por todos los codeudores. Pero si la
obligación es de tal naturaleza que el deudor demandado pueda cumplirla, este puede ser
condenado al total cumplimiento, quedando a salvo su acción contra los demás
codeudores para la indemnización que le deban.

LA TRASMISIÓN DE LA INDIVISIBILIDAD:

Art. 1585. La indivisibilidad no se extingue por la muerte del deudor, sino que se trasmite a
sus herederos, cada uno de los cuales queda, obligado a pagar el total de la deuda en la
misma forma en que antes lo estaba su causante.

Si cualquiera de los herederos del deudor muerto puede ser demandado para el pago
total de la obligación indivisible, también goza él del beneficio de plazo reconocido por el
artículo 1587 del código para ponerse de acuerdo con sus coherederos y con los otros
codeudores con objeto de obtener la cooperación de los en el pago que se le exige, a
menos que se trate de obligación que solo él puede cumplir, pues, entonces, podrá ser
condenado al cumplimiento total quedándole a salvo su acción de indemnización contra
sus coherederos y los otros codeudores.

http://delasobligaciones.blogspot.com.ar/2012/08/obligaciones-divisibles-e-
indivisibles.html

Principio de prevención y propagación.

353
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Efectos con relación a la otra parte

* Principio de prevención:

El deudor puede pagarle a cualquiera de los acreedores, pero si uno de ellos ya lo hubiera
prevenido (demandado) deberá pagarle a ese.

* Principio de Propagación:

Si un hecho ocurrido entre uno de los deudores y uno de los acreedores está relacionado
con el cumplimiento de la obligación (ej. El pago) produce efectos entre ese deudor y ese
acreedor, pero también se extiende, se propaga a los demás deudores y acreedores.

Exigibilidad: Cualquier acreedor puede exigir el total de la deuda a cualquier deudor. Ej.
Vendo un cuadro a Pedro y a Juan, cualquiera de ellos me puede exigir entregar la obra.

Pago: El pago hecho por cualquier deudor a cualquiera de los acreedores, libera a todos
los demás.

Insolvencia: La insolvencia de uno de los deudores, no perjudica al acreedor, el cual podrá


exigir a otro deudor el cumplimiento íntegro de la prestación.

Prescripción: Extiende sus efectos a todos los deudores y acreedores.

Culpa y Dolo: La culpa y dolo son personales. De modo que si la cosa se pierde por culpa o
dolo de un codeudor, solo el será responsable por daños y perjuicios, en tanto los demás
quedan liberados.

Mora: la mora también es personal.

Cosa Juzgada: No puede ser aducida por los acreedores que no fueron parte del pleito.

Novación:

* Uno de los deudores con el acreedor común: extingue la obligación de los


codeudores.

354
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Uno de los acreedores con el deudor común: no afecta a los otros acreedores,
quienes mantienen el derecho de exigir la obligación original.

Remisión o Transacción: La remisión de deuda o transacción hecha por un coacreedor no


extiende sus efectos a los demás sujetos de la obligación.

Medida de contribución o participación: Igual que las divisibles, la regla genera es que si
no hay nada convenido la obligación se cumple en formas iguales. Si de las formas
establecidas para reglar la desigualdad q pudiere existir (títulos, contratos o causas) no
surgiera la desigualdad, de distribuye en partes iguales)

http://ues21cursando2doabogacia.blogspot.com.ar/2015/09/unidad-8-clasificacion-de-
las.html

Pago y otros modos extintivos.

ARTÍCULO 816.- Derecho de los acreedores al pago total.

Cada uno de los acreedores tiene derecho de exigir la totalidad del pago a cualquiera de
los codeudores, o a todos ellos, simultánea o sucesivamente.

ARTÍCULO 817.- Derecho a pagar.

Cualquiera de los codeudores tiene derecho a pagar la totalidad de la deuda a cualquiera


de los acreedores.

Las obligaciones indivisibles presentan como característica fundamental que cada uno de
los codeudores está obligado al pago íntegro de la deuda y cada uno de los coacreedores
tiene derecho al cobro total del crédito (Alterini, Ameal, López Cabana).

Llambías sostenía que cada acreedor no debería tener derecho sino a una parte, y cada
deudor no debería satisfacer sino también su parte, la concentración del objeto le concede
al primero y le impone al segundo, la satisfacción debida por entero.

355
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Trigo Represas explicaba que de ahí la consecuencia inevitable en punto al régimen del
pago, del derecho de cualquier acreedor a exigir el todo de la obligación de uno solo de
los deudores.

Como contrapartida, el deudor, en principio, puede y debe pagar a cualquier acreedor, o


sea que se libera cumpliendo de esa manera, y no puede pretender que concurran al cobro
los restantes acreedores.

El análisis continúa con los arts. 820, 821 y 841 CCyC.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

ARTÍCULO 818.- Modos extintivos.

La unanimidad de los acreedores es requerida para extinguir el crédito por transacción,


novación, dación en pago y remisión.

Igual recaudo exige la cesión del crédito, no así la compensación.

El motivo de la unanimidad de los acreedores tiene su fundamento en lo que sostenía


Mercadé, a quien Vélez transcribió en la nota al art. 668 CC:

no corresponde admitir la remisión de deuda (lo mismo ocurre con la novación, la dación
en pago y la cesión de créditos) para uno de los acreedores de la prestación indivisible,
porque los acreedores —considerados individualmente— no son “personalmente dueño(s)
del crédito”.

En ese orden, en el caso que un acreedor hubiese hecho novación, dación en pago,
remisión o cesión del crédito, el resto de los coacreedores conserva su derecho para
reclamar el pago íntegro del crédito, siendo inoponible el acto jurídico realizado por el
acreedor sin consentimiento de los restantes sujetos activos de la obligación.

356
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Casos de insolvencia, prescripción, mora o culpa, juez competente, cosa juzgda. Revisar.

ARTÍCULO 819.- Responsabilidad de cada codeudor.

La mora de uno de los deudores o de uno de los acreedores, y los factores de atribución
de responsabilidad de uno u otro, no perjudican a los demás.

La mora es estrictamente personal, por lo que si uno de los codeudores es interpelado por
un coacreedor para que caiga en mora, ello no se propaga a los otros deudores, no va a
beneficiar a los otros acreedores.

ARTÍCULO 820.- Contribución.

Si uno de los deudores paga la totalidad de la deuda, o repara la totalidad de los daños, o
realiza gastos en interés común, tiene derecho a reclamar a los demás la contribución del
valor de lo que ha invertido en interés de ellos, con los alcances que determina el artículo
841.

Relaciones de contribución

En las obligaciones indivisibles, el pago que efectúa un deudor, extingue la deuda y el


crédito.

No obstante ello, ese pago efectuado por el deudor, habilita y provoca un nuevo orden de
contribución entre el que pagó y los coobligados.

Asimismo, se abre una nueva relación de distribución entre el acreedor accipiens y el resto
de los coacreedores.

2.2. Derecho del deudor que pagó íntegramente la prestación

357
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El deudor que pagó la deuda en su totalidad, puede exigir de los demás deudores el
reintegro de sus respectivas cuotas partes, ya sea por medio de la acción recursoria o por
el pago con subrogación.

En lo demás se remite a lo comentado en el art. 841 CCyC.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

ARTÍCULO 821.- Participación.

Si uno de los acreedores recibe la totalidad del crédito o de la reparación de los daños, o
más que su cuota, los demás tienen derecho a que les pague el valor de lo que les
corresponde conforme a la cuota de participación de cada uno de ellos, con los alcances
que determina el artículo 841.

Tienen igual derecho si el crédito se extingue total o parcialmente, por compensación


legal.

Derecho de los coacreedores que no cobraron

En el caso que la obligación sea de dar un cuerpo cierto, el pago que efectúa uno de los
coacreedores tiene como consecuencia convertir a todos en condóminos del objeto.

Los acreedores que quieran reclamar su parte al acreedor que recibió la prestación,
tendrán que recurrir a las acciones destinadas a la cesación del estado de indivisión que,
por la naturaleza de la prestación, es la venta de la cosa.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

358
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTÍCULO 822.- Prescripción extintiva.

La prescripción extintiva cumplida es invocable por cualquiera de los deudores contra


cualquiera de los acreedores.

La interrupción y la suspensión del curso de la prescripción extintiva se rigen por lo


dispuesto en el Libro Sexto.

La prescripción liberatoria, en lo que respecta a las obligaciones indivisibles, presenta la


siguiente característica: si se produce la prescripción, la misma propaga sus efectos, ya sea
aprovechando a todos los deudores y perjudicando a los acreedores.

En relación a la interrupción y la suspensión, se analiza en el Libro Sexto.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

ARTÍCULO 823.- Normas subsidiarias.

Las normas relativas a las obligaciones solidarias son subsidiariamente aplicables a las
obligaciones indivisibles.

ARTÍCULO 824.- Indivisibilidad impropia.

Las disposiciones de este parágrafo se aplican a las obligaciones cuyo cumplimiento sólo
puede ser exigido por todos los acreedores en conjunto, o realizado por todos los
deudores en conjunto, excepto las que otorgan a cada uno el derecho de cobrar o a pagar
individualmente.

Las obligaciones indivisibles regulares o propiamente dichas tienen como características


esenciales:

1) que no admiten ser fraccionadas, y

359
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2) que cualquiera de los deudores está obligado frente a cualquiera de los acreedores al
cumplimiento íntegro de la prestación debida.

Pero también existen ciertas obligaciones que, siendo indivisibles, no presentan la última
de esas características, por lo cual se las denomina obligaciones indivisibles impropias o
irregulares.

Los acreedores para exigir su cumplimiento o los deudores para cancelarlo, deben actuar
en conjunto.

El efecto característico de este tipo de obligación indivisible impropia es que los


acreedores —para exigir el cumplimiento de la prestación—, y los deudores —para
cancelarlo— deben actuar de manera conjunta.

En la redacción del CCyC, si un acreedor intenta cobrar individualmente el crédito, el


deudor demandado puede oponer la excepción de falta de legitimación activa.

Consecuentemente ningún deudor está obligado a cumplir la prestación de manera


individual.

Algunos casos para mencionar, siguiendo a Ameal:

a. deuda de varios cuerpos ciertos:

si varios deudores se obligan a entregar varios cuerpos ciertos (los caballos, Ceferino,
Mapuche y Tornado) que no son fungibles, la deuda no puede ser fraccionada en partes
equivalentes, por lo cual el acreedor solo tendrá derecho a exigir su pago conjuntamente a
todos los codeudores;

b. obligaciones de colaborar:

en ciertas obligaciones los deudores deben cumplir la prestación debida en estrecha


colaboración trabajando en equipo (Pedro músico y Juan escritor, se obligan a componer

360
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

un tema musical), el acreedor carece de derecho a demandar la ejecución de la obra a cada


uno de ellos en particular;

c. restitución de la cosa depositada:

cuando existe pluralidad de depositantes.

Si los depositantes son varios, el depositario debe efectuar la restitución a todos ellos en
conjunto, salvo que haya designado un codepositante para recibirlo.

En suma, como señala Trigo Represas, las obligaciones indivisibles impropias son aquellas
cuyo cumplimiento requiere de la colaboración organizada de todos los deudores y, en
consecuencia, solo puede demandarse a todos ellos en conjunto.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Efectos en la relación interna.REVISAR

Efectos en la Relación interna: Participación, Medida.

Si un acreedor cobro la deuda debe dar participación a los otros, o sea que debe distribuir
lo cobrado entre los otros acreedores en proporción a la parte de cada uno.

http://ues21cursando2doabogacia.blogspot.com.ar/2015/09/unidad-8-clasificacion-de-
las.html

Comparacion con las obligaciones solidarias.

En lo esencial, las obligaciones indivisibles y solidarias se comportan del mismo modo:


cada uno de los coacreedores puede exigir de cada uno de los codeudores el pago integro
de la deuda, art 816 y 844, el pago hecho por uno de los codeudores a uno de los
coacredores extingue la obligación, art 817 y 835;la insolvencia de uno de los deudores
perjudica a los codeudores y no al acreedor.

361
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Pero hay también entre ellas importantes diferencias:

a) En lo que atañe al origen del pago integro: en las obligaciones indivisibles se funda
en la naturleza propiamente dicha de la prestación, que no puede ser dividida y
que hace imposible el pago parcial, art 814; empero, tales obligaciones comparten
con la solidaria la fuente convencional o legal ya que cabe que –en estos
supuestos- la prestación sea en si misma divisible.
b) En caso de muerte de uno de los codeudores, la obligación de una cosa indivisible
debe ser afrontada íntegramente por cada uno de los herederos, puesto que no
podrían pagarla parcialmente; en cambio, la obligación solidaria ingresa en la masa
indivisa; después de realizada la participación, cada coheredero debe cumplir la
prestación de acuerdo a la cuota que le corresponde en el haber hereditario. Art
843.
c) En las obligaciones indivisibles, los factores de atribución y la mora de uno de los
codeudores son personalísimos y no perjudican a los restantes obligados, art 819;
en cambio, en las obligaciones solidarias, los factores de atribución o la mora de
uno de ellos tiene efectos respecto de los demás, art 838.
d) En las obligaciones solidarias puede haber remisión parcial de la deuda, remisión
de la parte que corresponde a uno de los codeudores, e incluso, remisión de la
deuda. En las obligaciones indivisibles no se concibe remisión parcial, ni remisión
del deber de pagar el total (manteniendo la obligación de pagar cada parte). Solo
es posible la remisión total, la cual, hecha a favor de uno de los codeudores,
beneficia a los demás. Art 818.

Borda.

Comparacion con las obligaciones divisibles.

a) Las obligaciones de dar son divisibles: 1.cuando tienen por objeto la en trega de
sumas de dinero o de otras cantidades; 2. Cuando se trate de obligaciones de
genero en las cuales las cosas que deben ser entregadas comprendan un numero

362
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

de objetos de la misma especie que sea igual al numero de acreedores o a su


múltiplo. Ejemplo del segundo caso: se venden mil ovejas a dos, diez o veinte
compradores.
En cambio son indivisibles las obligaciones de dar: 1- una cosa cuerta, art 815: un
cuadro, una casa; 2- cuando se trata de obligaciones de genero en las cuales el
numero de objetos no coincida con el de los deudores o acreedores o su múltiplo.
Ej se venden 10 toros a 3 compradores.
b) Las obligaciones de hacer son en principio indivisibles, art 815, con excepción de si
han sido convenidas por unidad de medida y el deudor tiene derecho a la
liberación parcial, como la construcción de un muro estipulada por metros (al
contrario, cuando la construcción de una obra no es por medida, la obligación es
indivisible).
c) Las obligaciones de no hacer son también en principio indivisibles art 815 y
difícilmente se concibe un caso en que puedan dividirse. Velez daba un ejemplo: si
una persona se ha obligado a no desmontar 50 hectareas de bosque, y se
desmontan 10, la obligación fue en parte cumplida y en parte no.
d) Las accesorias resultan indivisibles si la principal lo es, art 815. La excepción a tal
regla se encuentra en la clausula penal, pues en el art 799 establece el principio de
la divisibilidad: sea divisible o indivisible la obligación principal, cada uno de los
codeudores o de os herederos del deudor no incurre en la pena sino en la
proporción de su parte, siempre que sea divisible la obligación de la clausula penal.
Solamente cabe aplicar la totalidad de la pena cuando la obligación de la clausula
penal sea indivisible o soliudaria aunque divisible, art 800.
e) Respecto de las obligaciones alternativas, puede ocurrir que unas prestaciones
tengan carácter divisible y otras indivisibles; en tal caso, el carácter divisivble o
indivisible de la obligaicon dependerá de la opción del deudor, del acreedor o de
un tercero designado, según sea el caso, art 780. Es claro que si todas las
obligaciones comprendidas en la futura opción son divisibles o todas indivisibles,
no será necesario esperar la elección para determinar el carácter de la obligación.

363
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

f) En cuanto al carácter de las obligaciones facultativas, esta determinado, en


principio, por el de la obligación principal. Sin embargo, hay un caso especial: si la
prestación principal fuese divisible, hubiese pluralidad de deudores, y uno de ellos
optara por liberarse pagando la obligación accesoria indivisible, será esra la que
determina la naturaleza de la obligación. A diferencia de las alternativas, en que la
naturaleza está indeterminada hasta el momento de la elección, en este caso está
determinada ab initio, aunque luego pueda variar.
Borda.

Indivisibilidad impropia.
Consiste en aquella obligaicon que a pesar de que la prestación debida se torna
susceptible de cumplimiento parcial, para que sea cumplida eficazmente, requiere la
colaboración de todos los acreedores y de todos los deudores. En otras palabras, sólo
puede ser exigida por el conjunto de los integrantes del polo activo (los acreedores) y
realizada por los miembros del polo pasivo (deudores). Por ejemplo, en la obligación de
escriturar deben concurrir la totalidad de los compradores y vendedores para transferir la
propiedad, el cantante debe ir acompañado por su banda, el jefe del equipo medico debe
realizar la intervención quirúrgica con su equipo.
El art 824 indica que se aplican las reglas de las obligaicones indivisibles a estas
situaciónes, excepto las que otorgan a cada uno el derecho de cobrar o pagar
individualmente.
Borda.

P IV. Obligaciones simplemente mancomunadas. Concepto. Caracteres. Casos.


Supuestos de: pluralidad de responsables, pluralidad acumulativa, contrato por equipo,
crédito en mano común.

364
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTÍCULO 825.- Concepto.


La obligación simplemente mancomunada es aquella en la que el crédito o la deuda se
fracciona en tantas relaciones particulares independientes entre sí como acreedores o
deudores haya.

Las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos distintos los unos de los otros.

ARTÍCULO 826.- Efectos.


Los efectos de la obligación simplemente mancomunada se rigen, por lo dispuesto en la
Sección 6ª de este Capítulo, según que su objeto sea divisible o indivisible.

Concepto
En relación al concepto, la doctrina es coincidente al sostener que las mismas son
obligaciones de sujeto plural en las que el crédito o la deuda se descompone en tantas
relaciones particulares independientes entre sí como acreedores y deudores haya.

La obligación mancomunada tiene pluralidad de sujetos, unidad de prestación, unidad de


causa, y pluralidad de vínculos.

2.2. Características

Las características de esta obligación están dadas por:

a. pluralidad de sujetos: que se puede dar del lado activo (acreedor), en el pasivo (deudor)
o en ambos.

A su vez puede ser originaria o sobrevenida, y esto ocurre si la obligación nació con un
acreedor o deudor único y luego, en virtud del fallecimiento, lo suceden los herederos;

365
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

b. unidad de objeto: ello en virtud de que la prestación es debida por todos los deudores a
todos los acreedores;

c. causa fuente única: el origen de la obligación es el mismo para todos los acreedores y
deudores;

d. pluralidad de vínculos disociados o independientes entre sí.

2.3. Clases

2.3.1. Mancomunadas con objeto divisible o indivisible

Las obligaciones simplemente mancomunadas pueden estar referidas a prestaciones


divisibles o indivisibles, sin perjuicio de ello, el Código Civil trata las de objeto indivisible en
el art. 693 CC, remitiendo el presente CCyC a la Sección 6a tal como lo expresa el art. 826
CCyC.

No obstante ello, para algunos autores la mancomunación solamente es posible cuando el


objeto de la prestación es “divisible”.

En ese sentido se expresan De Gásperi, Morello, Borda; y en contra —y entendiendo que


puede existir una obligación mancomunada aunque el objeto sea divisible o indivisible—
Lafaille, Busso, Salvat-Galli, entre otros.

La obligación indivisible puede cambiar en una divisible, cuando —por ejemplo— el deber
de dar una cosa cierta se transforma en indemnizar el daño por el incumplimiento,
mediante una suma de dinero.

366
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este tipo de obligaciones, cada acreedor solo tiene derecho de exigir el pago de su
parte, y por otro lado, cada deudor solamente se encuentra obligado a cumplir la porción
que le corresponde.

2.3.2. Simplemente mancomunadas o solidarias

Las simplemente mancomunadas se presentan cuando el acreedor puede reclamar solo su


cuota parte del crédito y el deudor debe pagar su cuota parte de la deuda.

Las solidarias se dan cuando cualquiera de los deudores debe pagar íntegramente la
deuda y a la inversa cualquier acreedor puede recibir íntegramente el crédito.

Este tipo de clases se pueden superponer, de la siguiente manera:

Obligaciones simplemente mancomunadas:

divisibles (Juan y Pedro deben a Pablo $100.000)

indivisibles (Juan y Pedro deben a Pablo una camioneta)

Obligaciones solidarias:

divisible (Juan y Pedro deben a Pablo de manera solidaria $100.000)

indivisibles (Juan y Pedro deben a Pablo una camioneta de manera solidaria)

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

367
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Supuestos de: pluralidad de responsables, pluralidad acumulativa, contrato por equipo,


crédito en mano común.
NO ENCONTRADO.

P V. (1°) Obligaciones solidarias. Concepto. Caracteres. Conseciencia de la pluralidad de


vínculos. Fundamento y finalidad. Fuentes. Prueba, modo de establecerla. Extincion
absoluta y relativa, casos y consecuencias. Nulidad. Solidaridad activa, pasiva y mixta.

Obligaciones solidarias. Concepto.

ARTÍCULO 827.- Concepto.

Hay solidaridad en las obligaciones con pluralidad de sujetos y originadas en una causa
única cuando, en razón del título constitutivo o de la ley, su cumplimiento total puede
exigirse a cualquiera de los deudores, por cualquiera de los acreedores.

La palabra “solidaria” proviene de la expresión latina solidum, que expresaba un concepto


de totalidad y se la utilizó para describir una tipología de la obligación por la cual cada
deudor “debe el todo”, con prescindencia del vínculo que lo unía con los restantes
deudores, relación cuyos alcances y vicisitudes resultan indiferentes, frente al reclamo del
acreedor.

La obligación solidaria es aquella de sujeto plural en la que ya sea por voluntad de la


partes o porque así lo dispone la ley, y sin atender su naturaleza —divisible o indivisible—
cualquier acreedor puede exigir a cualquiera de los deudores su cumplimiento íntegro.

368
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Llambías explicaba que en estos casos existe un frente común de acreedores y deudores, y
cada individuo de ese frente, en principio, goza de los derechos pertenecientes a un
acreedor singular, o está sujeto a los mismos deberes que pesan sobre un deudor singular,
con respecto a la totalidad del objeto debido.

En este tipo de obligación, cuando hay pluralidad de acreedores la solidaridad es activa, si


esa pluralidad es de deudores es pasiva y en los supuestos que sea de ambas, acreedores y
deudores, es mixta.

Vélez Sarsfield hizo confluir, en un solo texto, la traducción que hizo Andrés Bello de los
arts. 1200, 1203 y 1204 del Código Civil francés y la norma abunda en la descripción de las
potestades del titular del crédito.

La disposición legal reitera con énfasis que el sujeto activo del vínculo “... puede exigir el
pago de la deuda por entero contra todos los deudores solidarios juntamente, o contra
cualquiera de ellos...” y aclara que si se reclamó “... el todo contra uno de los deudores y
resultase insolvente, puede reclamarlo contra los demás...”.

En este rasgo distintivo de este tipo de obligaciones, cuando se trata de solidaridad pasiva
con sujetos múltiples, lo relevante y trascendente es que cuando se hace referencia a una
“obligación solidaria”, se refiere a ese derecho del acreedor a elegir, con libertad, sin
condicionamientos, a quien se persigue para el cobro, en función de una estrategia que a
nadie tiene que justificar.

Es decir, donde hay solidaridad, hay elección libre del acreedor y esta elección se funda en
que en las obligaciones solidarias no hay un deudor principal, todos son deudores
principales.

2.2. Elementos

369
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

1. La solidaridad es un tipo de obligación que se determina por la multiplicidad de sujetos


que toman parte de ella.

2. Esos sujetos de la solidaridad pueden ser tanto deudores (pasiva) como acreedores
(activa).

3. Esta obligación se contrae por mandato de la ley o bien por haber acordado contraerla
en esta modalidad.

4. Es necesaria la existencia de un solo objeto y la multiplicidad de sujetos obligados a


cumplir o facultados para exigir el cumplimiento de esta obligación.

5. La solidaridad constituye una relación de carácter obligatoria e imperativa, por lo que


esta puede ser exigida una vez que se cumpla un término o condición.

Es preciso puntualizar que hay autores que sostienen que este tipo de obligación posee
una unidad y dirección que hace que cada uno deba cumplir la totalidad, aunque haya
matices circunstanciales que diferencian a cada uno de los sujetos.

Otros, sostienen que habría una serie plural de vínculos coligados por una variedad de
relaciones unidas.

Se fundamenta en lo que dispone el art. 702 CC que permite variar la situación de los
sujetos, para uno puede tratarse de una obligación pura y simple, y para otro condicional o
a término.
Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián
Picasso ; Marisa Herrera

370
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Caracteres.
1. Unidad de prestación: Cualquiera seal el numero de acreedores o deudores, lo
debido es una sola cosa.
2. Pluralidad e independencia de vínculos: La unidad de prestación no impide que los
vínculos que unen a los acreedores y deudores sean distintos e independientes.
Esta independencia de vínculos da lugar a las siguientes consecuencias: a) la
obligación puede ser pura y simple para alguno de los deudores y sujeta a
condición, plazo o cargo, para los otros, art 830. B) Si una obligación es nula
respecto de uno de los acreedores (ej porque es incapaz), conserva su validez
respecto de los demás, art 830. C) Uno de los deudores puede ser exonerado de su
parte de la deuda, manteniéndose la obligación para los restantes, art 837.
Sin embargo no se trata de una independencia total de vínculos, pues hay efectos
que trascienden de unos deudores o acreedores a otros. Suele resaltarse este
aspecto cuando se habla de vínculos coligados.
3. Unidad de causa: Como indica el 827, también la unidad de causa constituye un
carácter esencial de las obligaciones solidarias, pues de lo contrario (y aun en la
hipótesis de que los deudores estuvieren obligados por el todo) nos
encontraríamos en presencia de las obligaciones concurrentes, que resultan otra
categoría dentro de la clasificación de las obligaciones.
4. Es de carácter excepcional: el régimen normal es la simple mancomunación; para
que haya solidaridad ella debe estar expresamente contenida en el titulo
constitutivo de la obligación o surgir inequívocamente de la ley, art 828.

Borda.

Consecuencias de la pluralidad de vínculos

371
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Una obligación puede ser pura y simple para un acreedor o deudor y condicional o a plazo
para otro.

En este caso, el acreedor solo podrá reclamar el pago al primero, debiendo aguardar al
cumplimiento de la modalidad (plazo o condición) para poder reclamar el pago al último.

En el caso de nulidad del vínculo ocasionada por la incapacidad ya sea de un acreedor o


deudor, la misma no afecta la validez de la obligación en relación a los otros integrantes
del respectivo grupo si éstos son capaces, para quienes la obligación sigue siendo
solidaria.

Si alguno de los deudores ha padecido un error esencial o ha sido víctima de dolo


principal o violencia, el acto jurídico obrado por él es anulable, pero dicha nulidad es ajena
a la obligación respecto de los otros deudores que no sufrieron vicio alguno.

La renuncia parcial a la solidaridad efectuada por el acreedor en provecho de uno de los


codeudores no afecta el carácter solidario de la obligación respecto de los otros.

Existe también independencia de las defensas que pueden hacer valer los distintos
obligados, tal como se analizará en el art. 831 del CCyC.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera.

Fuentes.

La solidaridad puede tener su origen en el titulo constitutivo de la obligaicon (contrato o


testamento, por ejemplo) o en la ley (art 828). El CCC no hace mención alguna a la
sentencia que tenga autoridad de cosa juzgada, como lo hacía el art 700 del CC. La
supresión es elogiable dado que los jueces no hacen sino declarar el derecho de las partes
y no podrían condenar solidariamente a los demandados al pago de una deuda si tal
solidaridad no surge del titulo constitutivo de la obligación o de la ley.

Borda.

372
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTÍCULO 828.- Fuentes.

La solidaridad no se presume y debe surgir inequívocamente de la ley o del título


constitutivo de la obligación.

Fundamento y finalidad.

La solidaridad pasiva (que es la forma mas frecuente e importante de la solidaridad) tiene


por objeto asegurar al acreedor el pago de su crédito, poniéndolo a resguardo contra la
posible insolvencia de alguno de los deudores; importa, por tanto, una garantía personal.
Tiene, además, para el acreedor la gran ventaja de que, en caso de incumplimiento, no se
verá obligado a intentar tantos juicios como deudores haya (como tendría que hacerlo si la
obligación fuera simplemente mancomunada), sino que le bastará con demandar a uno de
ellos por el total.

En cuanto a la solidaridad activa, tiene para los coacreedores la ventaja para demandar el
pago total; funciona, por tanto, como un poder reciproco que facilita el cobro, art 829.

ARTÍCULO 829.- Criterio de aplicación.

Con sujeción a lo dispuesto en este Parágrafo y en los dos siguientes, se considera que
cada uno de los codeudores solidarios, en la solidaridad pasiva, y cada uno de los
coacreedores, en la solidaridad activa, representa a los demás en los actos que realiza
como tal.

Prueba de solidaridad.

Puesto que la solidaridad no se presume, art 828, quien alega que la tiene su origen en el
titulo constitutivo de la obligacio, tal como el contrato o el testamento, debe probarla. La
que surge de la ley no requiere prueba, puesto que el derecho se invoca, no se prueba.
Ninguna duda existe de que la solidaridad puede probarse por testigos, a menos que una
disposición legal establezca un medio especial, art 1019. Cabe acreditar la solidaridad en
los contratos formales mediante testigos, si hay imposibilidad de obtener la prueba de

373
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

haber sido cumplida la formalidad o de existir principio de prueba instrumental o


comienzo de ejecución, art 1020.
¿Puede probarse la solidaridad por presunciones? La respuesta afirmativa no ofrece dudas
siempre que se distinga claramente la expresión de la voluntad y la prueba de dicha
expresión. La prueba de presunciones no puede hacerse valer para demostrar que las
partes tuvieron la intención de pactar la solidaridad, aunque no lo hicieron expresamente;
pero si puede utilizarse para demostrar que la solidaridad se pactó expresamente. Asi, por
ejemplo, se podría probar por este medio que la solidaridad estaba pactada en un
documento escrito que se ha perdido o que se pactó verbalmente. Claro está que en esta
materia la prueba de presunciones debe admitirse sólo con mucho cuidado, para no correr
riesgo de que se utilice este medio para desvirtuar el principio de que la solidaridad debe
ser expresa o surgir de manera inequívoca, art 828.
Borda.

Extincion de la solidaridad.
La solidaridad se extingue por renuncia del acreedor. Bien entendido que nos referimos a
la renuncia a la solidaridad en si misma, que no implica renuncia al crédito. En otras
palabras: una cosa es renunciar al crédito y otra a la solidaridad. De esta última nos
ocuparemos aquí. Ahora bien: el CCC contempla la extinción absoluta (por la cual los
deudores quedan liberados de la solidaridad dado que el acreedor renuncia expresmanete
a ese carácter en beneficio de todos ellos; el art 836 indica que la deuda se transforma en
simplemente mancomunada) y también la relativa, que solamente libera al beneficiario. En
este ultimo caso, la deuda continuará siendo solidaria para todos los restantes deudores,
pero con deducción de la parte que correspondía al liberado, art 837. Ejemplo A, B y C
deben $300.000 a D, quien libera de la solidaridad a C; A y B permanecen como deudores
solidarios pero sólo por $200.000.
La renuncia puede ser expresa o tácita. La primera exige una declaración de voluntad de
renunciar; la segunda resulta de reclamar a uno de los deudores sólo su parte o de recibir
de ellos el pago de esa parte. Desde ese momento no podrán reclamar ya de los restantes

374
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

deudores el pago total de la deuda, sino que habrá que deducir lo reclamado o recibido en
pago, art 837. Debemos acotar que la exticion absoluta debe obedecer siempre a una
renuncia exprea por las consecuencias gravosas que conlleva: hacer desaparecer el
carácter solidario; por el contrario, la extinción relativa puede ser producto de una renuncia
tácita.
Borda.
ARTÍCULO 836.- Extinción absoluta de la solidaridad.
Si el acreedor, sin renunciar al crédito, renuncia expresamente a la solidaridad en beneficio
de todos los deudores solidarios, consintiendo la división de la deuda, ésta se transforma
en simplemente mancomunada.
ARTÍCULO 837.- Extinción relativa de la solidaridad.
Si el acreedor, sin renunciar al crédito, renuncia expresa o tácitamente a la solidaridad en
beneficio de uno solo de los deudores solidarios, la deuda continúa siendo solidaria
respecto de los demás, con deducción de la cuota correspondiente al deudor beneficiario.

Nulidad.

Solidaridad mixta.
Cuando la pluralidad de sujetos en las obligaciones solidarias aparece simultáneamente en
el lado del crédito y en el de la deuda, se habla de obligaciones solidarias mixtas.
Cualquiera de los acreedores podrá reclamar el total debido a cualquiera de los deudores;
una vez pagada así la deuda, se extingue la solidaridad. Mientras ningún acreedor reclame
a algún deudor el cumplimiento de la obligación, cualquier deudor podrá pagar al
acreedor que elija.
http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/solidaridad-mixta/solidaridad-mixta.htm

(2°) Solidaridad pasiva. Concepto. Importancia. Efectos principales: derecho al cobro,


caso de concurso; pago; otros modos extintivos. Efectos secundarios: mora, culpa, dolo,

375
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

indemnizacion; demanda de intereses; prescripción; cosa juzgada. Efectos de la relación


interna, principio de contribución, medida, acciones recursorias, caso de insolvencia y de
concurso. Hechos ilictios.

Solidaridad pasiva. Concepto. Importancia.

La solidaridad pasiva es, ya lo sabemos, la que obliga a todos los codeidores al pago total
de la deuda. Su importancia es enorme en la vida de los negocios porque, según ya lo
dijimos, importa unn eficacísimo medio de garantía; para que el acreedor quede impago es
preciso que todos los codeudores caigan en insolvencia; como los demás permite reclamar
toda la deuda de una misma persona, sin necesidad de dividir la acción, facilita
extraordinariamente la acción del acreedor, que puede elegir el deudor que mejor le
acomode. Tiene muchísima mayor difusión e importancia práctica que la solidaridad activa
y por ello la estudiaremos en primer término.
Borda.

Efectos principales: derecho de cobro, caso de concurso.

Los principales son los efectos que hacen a la esencia misma de la solidaridad, que
quedaría desvirtuada si no estuvieran.
a) Derecho de cobrar: el único acreedor tiene derecho a reclamar de cualquiera de los
deudores la totalidad de la deuda; mas aun, goza de la facultad de requerir el pago
a uno, a varios o, a todos los codeudores, de manera simultanea o sucesiva, art 833.
Cabe advertir que el principio de prevención que estudiaremos mas adelante no
desempeña ningún papel en la solidaridad pasiva dado que su razón de ser
obedece a que al haber pluralidad de acreedores, varios puedan pretender el cobro
del crédito. El art 833 se torna claro al respecto: el acreedor posee la potestad de
requerir a los codeudores el cumplimiento de la prestación debida de manera
simultanea o sucesiva.

376
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

b) Caso de concurso: DESACTUALIZADO REVISAR. Concepto: hay solidaridad pasiva


(varios deudores y un acreedor común) cuando cualquier deudor está obligado a
pagar la totalidad de la deuda al acreedor.

§ Caso concurso preventivo y en la quiebra: el concurso incide de varias maneras en


las obligaciones solidarias:

1. El concurso del deudor produce la caducidad del plazo al que pueden estar
sometidas algunas de sus obligaciones (art.753 y 132, ley 19.551). en el supuesto de
que sea concursado uno de los coobligados solidarios, la caducidad del plazo de la
obligación se produce solo para él, siendo irrelevante para los demás que no
provocaron e concurso.

2. Si todos los coobligados solidarios son concursados, el acreedor común puede


presentarse en el concurso de cada uno de ellos reclamando el íntegro pago del
crédito (art.139, ley 19.551)

3. Si uno de los deudores solidarios es concursado, el acreedor puede presentarse


en su concurso reclamando el pago total del crédito (art.139 ley 19.551); si no lo
obtiene, podrá accionar contra los demás codeudores no concursados en procura
del cumplimiento de la obligación.

4. El coobligado o garante no fallido que paga después de la quiebra, queda


subrogado en los derechos del acreedor, hasta el monto de su derecho de
repetición contra el concursado (art.139, 2ª parte, ley 19.551)

377
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El pago.

ARTÍCULO 834.- Derecho a pagar.


Cualquiera de los deudores solidarios tiene derecho a pagar la totalidad de la deuda, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 837.

El deudor tiene el derecho de pagar al acreedor la totalidad del importe de la deuda, dis-
poniendo de amplias facultades para elegir a quién le reclama.

Y ese derecho del deudor se va a encontrar restringido cuando hubiese sido demandado
por algún acreedor —o acreedores—, pues en ese supuesto el pago debe hacerse a este.

En este caso, el pago se hace a ese deudor por el principio de prevención que está
dispuesto en el art. 845 CCyC.

El pago efectuado de esa manera y en tales circunstancias propaga sus efectos y extingue
consecuentemente la relación obligatoria entre acreedores y deudores.

No obstante ello, una vez cancelada esa obligación quedan abiertas las acciones internas,
de regreso o recursorias, entre el deudor que efectuó el pago con los demás deudores que
no pagaron.

Esas acciones también se pueden suscitar entre el coacreedor que recibió el pago y los
demás coacreedores.
 Extinción relativa de la solidaridad

378
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La última parte de la norma hace un reenvió al art. 837 CCyC, y establece que, cuando el
acreedor renuncia parcialmente a la solidaridad a favor de uno de los deudores, sin
declinar del crédito, el importe de la prestación queda reducido.

La disminución debe hacerse descontando la cuota que corresponde al deudor


beneficiado.

Esta circunstancia no significa que se extingue la deuda.

El deudor beneficiario continúa pero como deudor simplemente mancomunado y los otros
deudores como codeudores solidarios, pero obviamente con la deducción de la cuota
parte de aquel.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Otros modos extintivos.

ARTÍCULO 835.- Modos extintivos.


Con sujeción a disposiciones especiales, los modos extintivos inciden, según el caso, sobre
la obligación, o sobre la cuota de algún deudor solidario, conforme a las siguientes reglas:

a. la obligación se extingue en el todo cuando uno de los deudores solidarios paga la


deuda;

b. la obligación también se extingue en el todo si el acreedor renuncia a su crédito a favor


de uno de los deudores solidarios, o si se produce novación, dación en pago o
compensación entre el acreedor y uno de los deudores solidarios;

379
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

c. la confusión entre el acreedor y uno de los deudores solidarios sólo extingue la cuota de
la deuda que corresponde a éste.

La obligación subsistente conserva el carácter solidario;

d. la transacción hecha con uno de los codeudores solidarios, aprovecha a los otros, pero
no puede serles opuesta.

Este artículo establece con claridad las formas de extinción de la obligación solidaria,
mencionándolas de manera detallada, haciendo una diferenciación entre los efectos que se
trasladan hacia los codeudores, y los que producen efectos solamente con los que
intervienen.

En ese análisis, y en el primer grupo, se encuentra el pago, la renuncia del crédito, la


novación, dación en pago y compensación; y entre los que provocan efectos entre los
intervinientes está la confusión y la transacción.

2.2. Efectos trasladados a todos los deudores

El art. 835, inc. a, CCyC se refiere al pago realizado por uno de los deudores.

Este pago libera a todos los deudores satisfaciendo el crédito.

Se lo explica como una derivación de la unidad de objeto y comunidad de intereses..

El art. 835, inc. b, CCyC consagra el principio de la propagación de efectos extintivos de la


obligación solidaria.

380
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En el CC no se encontraban expresamente considerados la dación en pago y la renuncia, y


en el CCyC sí se hace.

La novación es la transformación de una obligación en otra.

En este caso la realiza el deudor con el acreedor, y la primitiva obligación desaparece y


surge una nueva.

Ello importa que la nueva relación solamente tiene eficacia entre las partes que la
acordaron y el resto de los deudores quedan liberados.

En los supuestos de novación, es necesario tener en cuenta si se trata de solidaridad activa


o pasiva.

Llambías, refiriéndose a la solidaridad activa, explicaba que si uno de los acreedores es


satisfecho en su interés con relación a ese objeto mediante la estipulación de una nueva
obligación, la primitiva obligación desaparece para todos los deudores.

En la solidaridad pasiva, la novación que efectúan un codeudor y el acreedor produce sus


efectos propagándose, extinguiendo la obligación de los restantes codeudores.

En el caso de la compensación, los efectos que produce son los mismos.

La misma tiene lugar cuando dos personas por derecho propio, reúnen la calidad de
acreedor y deudor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda.

El mismo inciso hace referencia a la compensación, y para que se verifique la misma, es


preciso que la cosa debida por una de las partes, pueda ser dada en pago de lo que es

381
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

debido por la otra; que ambas deudas sean subsistentes civilmente, líquidas, exigibles, de
plazo vencido, y que si fuesen condicionales, se encuentre cumplida la condición.

Si uno de los deudores resulta a su vez acreedor del acreedor, dicha compensación —al
igual que el pago— brinda satisfacción al interés y de esa forma transporta dicha extinción
hacia los demás.

En este supuesto, también corresponde ponderar si la solidaridad es activa o pasiva.

Es decir, la compensación en la solidaridad activa, es la que se efectúa entre cualquier


coacreedor con el deudor y propaga sus efectos a los otros coacreedores.

Es decir que, si uno de los coacreedores satisfacen su crédito por medio de la


compensación, ello implica que libera a los restantes deudores.

En el supuesto que la solidaridad sea pasiva, los deudores pueden oponer la


compensación del crédito que tenga cualquiera de ellos contra el acreedor.

La dación en pago también es mencionada en este inciso.

Acá el CCyC lo introduce expresamente, ya que al no estar mencionada en el CC, la


doctrina lo trataba pacíficamente.

La misma es una convención liberatoria, que, como tal, requiere del consentimiento del
acreedor que consiste en la expresión de su predisposición a aceptar una prestación
distinta a la contemplada en la obligación original para extinguirla.

La dación en pago consecuentemente, efectuada por cualquier codeudor a favor de


cualquier coacreedor tiene efectos expansivos y extingue la relación obligatoria solidaria.

382
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.2.1. La renuncia de la solidaridad

La misma puede ser absoluta o relativa, y expresa o tácita.

Es absoluta cuando expresamente el acreedor renuncia a la solidaridad, consintiendo en


dividir la deuda entre cada uno de los deudores.

Es relativa cuando el acreedor renuncia solo en beneficio de uno o de algunos de los


deudores, y la obligación continúa de manera solidaria para el resto, con deducción de la
cuota correspondiente al deudor dispensado de la solidaridad.

Es expresa si la manifestación de voluntad de renunciar es positiva y practicada con la


intención de exteriorizarla en ese sentido.

Es tácita si resulta de actos que permiten conocer con certidumbre la voluntad del
acreedor de renunciar a la solidaridad.

2.3. Efectos relativos

En el resto de los incisos, el CCyC se refiere a los casos en que la obligación solamente se
extingue entre los sujetos que tienen intervención, y como consecuencia de ello, se
sostiene que son de efecto relativo.

Así, en el art. 835, incs. c y d, CCyC se encuentran la confusión y la transacción.

La confusión solo tiene un efecto relativo con respecto a la persona que reúne ambas
calidades, pero no alcanza a los demás acreedores y deudores.

383
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El CCyC le concede a esta forma una consecuencia de extinción entre los sujetos que
llegan a confundir la obligación en uno solo.

Los demás partícipes de la obligación mantienen la solidaridad, sosteniendo expresamente


la norma que la obligación subsistente conserva el carácter solidario.

En el art. 835, inc. d, CCyC se encuentra la transacción, y la misma es un contrato por el


cual las partes, para evitar un litigio, o ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas,
extinguen obligaciones dudosas o litigiosas (art. 1641 CCyC).

En conclusión, la transacción consentida por uno de los acreedores, en las obligaciones


solidarias, no surte efecto para los demás, salvo que los otros acreedores, que no estaban
comprendidos por la transacción opten por ella y en este caso la transacción rige para
ellos, o cuando el deudor oponga la transacción a los acreedores ajenos a ella pero solo
por la parte del acreedor que transigió.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Efectos secundarios DESACTUALIZADOO

Mora: si un acreedor pone en mora al deudor, ello favorece a todos los acreedores.

-Culpa: si la cosa debida se pierde sin culpa del deudor, la obligación se extingue para
todos los acreedores (art.709). si hay culpa del deudor, éste deberá indemnizar.

-Indemnización: la indemnización –por pérdida culposa o dolosa de la cosa- podrá ser


demandada por cualquier acreedor, del mismo modo que la obligación principal, es decir,
solidariamente (art.711).

384
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

-Prescripción: la interrupción de la prescripción en favor de un acreedor, beneficia a todos


los demás (art.713). no sucede lo mismo en la suspensión de la prescripción, pues la
suspensión es un beneficio personal del acreedor (art.3981).

-Intereses: si uno de los acreedores demanda por intereses al deudor, ello favorece a todos
los demás acreedores (art.714).

-Cosa juzgada: la cosa juzgada recaída en juicio, es invocable por los coacreedores, pero
no es oponible a los codeudores que no fueron parte en el juicio. Los codeudores pueden
invocar la cosa juzgada contra el coacreedor que fue pare en el juicio (art.715, 2º párrafo
agregado por ley 17.711).

http://derecho911.blogspot.com.ar/2014/02/obligaciones-solidarias.html

Efectos en la relación interna, principio de contribución, medida, acciones recursorias,


caso de insolvencia y de concurso.

Frente a los acreedores, cada uno de los deudores solidarios está obligado a cumplir la
prestación debida en su totalidad, art 833. Pero todos los coodeudores están obligados a
contribuir al pago de esa deuda en proporción a su parte de la obligación; de tal modo
que si cualquiera de ellos hubiera pagado el total o un monto que excede su parte de la
deuda, el art 840 determina que tal obligado puede repetir a los demás codeudores de
acuerdo a la cuota de aprticipacion o de responsabilidad que cada uno tiene de la deuda.
En el numero anterior hemos dicho que el que paga se subroga en los derechos del
acreedor, no obstante lo cual la solidaridad se extingue, razón por la cual el que ha pagado
sólo puede reclamar de sus codeudores la parte que a cada uno le correspondía. Sin
embargo, no procede la acción de repetición en el supuesto de que se hubiese producido
la remisión gratuita de la deuda, art 840, pues en este caso el codeudor solidario que fue
beneficiado con la remisión de la deuda no ha tenido que efectuar pago alguno al
acreedor.

385
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Puede ocurrir, empero, que uno de los codeudores sea insolvente. Seria injusto que el que
ha pagado cargue con esa insolvencia; por ello, el art 842 dispone que la cuota
correspondiente a los codeudores insolventes es cubierta por todos los obligados.
Significa que la perdida ocasionada por tal evento se repartirá a prorrata entre el que
hubiera hecho el pago y los restantes codeudores solventes.

Puede suceder que uno de los codeudores haya sido liberdo por el acreedor de la
solidaridad y que otro de ellos resulte insolvente, ¿Quién carga con la perdida? Aclaremos
el problema: A, B, C y D deben solidariamente a E $40.000, quien libera de la solidaridad a
A; mas tarde B cae en insolvencia. Si A no hubiera sido liberado de la solidaridad, habría
tenido que cargar con el tercio de la parte de B, soportado por C yD otro tercio cada uno.
Pero como A no es deudor solidario, cabe preguntarse quien carga con el tercio que
hubiera tenido que soportar. Hay 3 soluciones posibles: 1. Cargan con dicho tercio los
restantes codeudores, C y D, solución que debe descartarse porque los deudores no deben
ser perjudicados por la liberación que hace el acreedor. 2. Carga con el acreedor. 3. Carga
con el codeudor liberdo. En torno a estas dos últimas ha habido controversia en la
doctrina. La solución está en el art 842 cuando dispone que todos los obligados deben
soportar la insolvencia de algún miembro del polo pasivo.

La manera de dividir la obligación entre los codeudores está en el 841:

ARTÍCULO 840.- Contribución.

El deudor que efectúa el pago puede repetirlo de los demás codeudores según la
participación que cada uno tiene en la deuda.

La acción de regreso no procede en caso de haberse remitido gratuitamente la deuda.

ARTÍCULO 841.- Determinación de la cuota de contribución.

Determinación de la cuota de contribución.

386
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las cuotas de contribución se determinan sucesivamente de acuerdo con:

a. lo pactado;

b. la fuente y la finalidad de la obligación o, en su caso, la causa de la responsabilidad;

c. las relaciones de los interesados entre sí;

d. las demás circunstancias.

ARTÍCULO 842.- Caso de insolvencia.

La cuota correspondiente a los codeudores insolventes es cubierta por todos los


obligados.

Hechos ilícitos.

Una hipótesis donde el codeudor solidario no tiene acción de repetición contra sus
deudores es cuando finca en el resarcimiento de las consecuencias del incumplimiento
doloso: su autor no puede repetir el monto pagado por tales conceptos si los demás
codeudores no participaron. Ello implicaría autorizarlo a invocar su propia intención de no
cumplir para accionar judicialmentel. Esto ya aparecia en el CC que determinaba que el
coautor que había satisfecho los daños ocasionados por la comisión de un delito (acto
ilicto producido con la intención de dañar, dolo) no podía demandar a sus complices.

(3°) Solidaridad activa. Concepto. Importancia. Efectos principales: derecho al cobro,


caso de prevención; pago; otros modos exintivos. Efectos secundarios; pérdida
inculpable de lo debido; mora; indemnización; demanda de interes; prescripción; cosa
juzgada. Efectos en la relación interna. Principios de participación, Efectos comunes a la
solidaridad pasiva y activa. Defensas comunes, cosa juzgada. Defensas personales,
aprovechalidad. Limitacion de los efectos; dispensa de solidaridad, muerte.

387
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Solidaridad activa. Concepto. Importancia.

Hay solidaridad activa cuando cada uno de los acreedores puede reclamar del deudor la
totalidad de la deuda, como señala el art 844. Su importancia práctica es escasa, porque no
tiene otra utilidad que servir como mandato para percibir el pago de un crédito común,
efecto jurídico que se puede lograr mediante el otorgamiento del poder.

Nunca tiene su origen en la ley; su única fuente es la voluntad de las partes plasmada en el
titulo constitutivo de la obligación, ya sea un contrato, ya sea un testamento.

Efectos principales: derecho al cobro y caso de prevención.

Derecho a cobro.

ARTÍCULO 844.- Derecho al cobro.

El acreedor, o cada acreedor, o todos ellos conjuntamente, pueden reclamar al deudor la


totalidad de la obligación.

La parte acreedora puede demandar el pago de la deuda por entero, contra todos los
deudores o contra uno cualquiera de ellos, sin que en este caso se extinga la obligación de
los otros.

Ese derecho que tiene el acreedor es con prescindencia de que la obligación sea divisible o
indivisible, pues es el efecto esencial de la solidaridad.

El acreedor tiene la facultad de elegir a quién demandar, pero debe seguir las siguientes
pautas:

i. Puede demandar a todos los deudores solidarios en forma conjunta, o a varios de sus
integrantes.

388
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Lo que logra el acreedor es una sentencia con efecto de cosa juzgada contra todos los
demandados.

ii. Puede dirigir la acción solamente contra uno de los codeudores.

La ventaja es que si es solvente, la celeridad del proceso es una herramienta para tener en
cuenta.

iii. En el caso que demande a uno solo (o a algunos) puede suceder:

a. que perciba la totalidad y en ese caso, la relación entre el grupo de acreedores y


deudores queda agotada y solamente quedará la acción entre los codeudores;

b. que renuncie en forma parcial a la solidaridad y perciba esa parte.

En ese caso, tiene acción contra los restantes por la totalidad de la deuda, pero con la
deducción de lo correspondiente al deudor en cuyo favor operó la renuncia;

c. que por ser el demandado insolvente, no perciba el crédito, en cuyo caso podrá accionar
contra los demás reclamando la totalidad de la deuda.

2.2. Efecto entre las partes

En el mismo sentido que la solidaridad pasiva, se pueden distinguir los efectos principales
y los secundarios.

El más importante es que cualquiera de los acreedores, o todos o algunos, pueden requerir
el pago total al deudor.

Ahora, si cada acreedor tiene derecho a cobrar la totalidad de la prestación debida,


igualmente puede recibir un pago parcial que voluntariamente le hiciera el deudor.

Tal pago parcial, aunque recibido por un solo acreedor, no se imputa a la parte de este en
el crédito sino a favor de todos los interesados.

389
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Esa imputación del pago parcial a la deuda total está impuesta por la índole de la
obligación solidaria y no podría modificarse por acuerdo del deudor y el accipiens, que
solo sería eficaz para los intervinientes en ese arreglo, pero no para los acreedores ajenos a
él que siempre podrían llamar al accipiens a rendición de cuen-tas, de conformidad a las
reglas que rigieran la relación interna entre todos los acreedores.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Caso de prevención.

ARTÍCULO 845.- Prevención de un acreedor.

Si uno de los acreedores solidarios ha demandado judicialmente el cobro al deudor, el


pago sólo puede ser hecho por éste al acreedor demandante.

Este principio de prevención es cuando la ley le concede una preferencia al acreedor que
demandó el cobro del crédito, para que el pago le deba ser hecho a él y no a otro
acreedor.

Ahora, si el acreedor no demandó el cobro, el deudor tiene derecho de pagar la deuda a


cualquier acreedor.

En este caso va a disponer de amplias facultades para elegir a cuál de ellos les paga.

Es decir que hasta que algún acreedor efectúe el reclamo por el pago del crédito, todos se
encuentran en la misma condición y cualquiera puede percibirlo válidamente.

Los reclamos extrajudiciales, aunque sean fehacientes, no son suficientes para que entre en
juego el principio de prevención.

En síntesis, para que la prevención resulte aplicable, deben darse dos requisitos:

a) que exista demanda judicial por parte de algún acreedor, no bastando una notificación
extrajudicial (Llambías); y

390
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

b) que dicha demanda haya sido notificada al deudor.

Este principio de prevención resulta ser una aplicación especial del principio general
”primero en el tiempo, mejor en el derecho”.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera.

Pago. Otros modos extintivos.

ARTÍCULO 846.- Modos extintivos.

Sujeto a disposiciones especiales, los modos extintivos inciden, según el caso, sobre la
obligación, o sobre la cuota de algún acreedor solidario, conforme a las siguientes reglas:

a. la obligación se extingue en el todo cuando uno de los acreedores solidarios recibe el


pago del crédito;

b. en tanto alguno de los acreedores solidarios no haya demandado el pago al deudor, la


obligación también se extingue en el todo si uno de ellos renuncia a su crédito a favor del
deudor, o si se produce novación, dación en pago o compensación entre uno de ellos y el
deudor;

c. la confusión entre el deudor y uno de los acreedores solidarios sólo extingue la cuota
del crédito que corresponde a éste;

d. la transacción hecha por uno de los coacreedores solidarios con el deudor no es


oponible a los otros acreedores, excepto que éstos quieran aprovecharse de ésta.

Medios de extinción: clases

El CCyC trata los medios de extinción, y los mismos son los hechos o actos jurídicos que
tienen como efecto concluir con la relación jurídica obligacional.

391
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se podría mencionar asimismo que pueden considerarse otras formas de concluir con la
obligación, sin que esta norma agote la enunciación.

Esas formas pueden ser la condición resolutoria, el plazo resolutorio, la anulación de los
actos y la prescripción.

2.2. Pago, novación, compensación y dación en pago

El pago que realiza el deudor a uno de los acreedores propaga sus efectos a la totalidad
del grupo activo.

Tal como se trató anteriormente, si no entra en acción el principio de prevención, el pago


efectuado a cualquier acreedor extingue la obligación.

En este artículo se consagra el principio de la propagación de efectos extintivos de la


obligación solidaria en los casos de novación, compensación o remisión de deuda.

La novación es la transformación de una obligación en otra.

Llambías, refiriéndose a la solidaridad activa, explica que si uno de los acreedores es


satisfecho en su interés con relación a ese objeto mediante la estipulación de una nueva
obligación, la primitiva obligación desaparece para todos los deudores.

Esta solución es razonable, pues si cualquier coacreedor solidario puede cobrar


íntegramente lo que se le debe, es consecuente con ello que también pueda actuar
dispositivamente sobre el derecho de crédito por esta vía extintiva.

Si bien no se requiere del consentimiento de los coacreedores, por la titularidad del


crédito, puede ser pasible de las acciones de regreso.

La remisión posee iguales consecuencias que los anteriores, teniendo efectos expansivos,
ya sea que comprenda la totalidad del crédito o solamente la parte correspondiente al
deudor.

392
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este caso, el acreedor responde frente a los demás coacreedores, en la medida de las
respectivas acciones de regreso.

2.3. Confusión y transacción

La confusión quedó como una forma de extinción parcial, es decir con único efecto con
relación al acreedor-deudor que la produce.

En lo demás es similar a lo afirmado en relación a tratar la solidaridad pasiva.

La transacción es la realizada entre el deudor y un acreedor, y no es posible que sea


opuesta a los demás acreedores, salvo que estos adhieran y puedan modificar su situación
jurídica.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Efectos secundarios. Perdida inculpable de lo debido, mora, indemnización, demanda de


intereses, prescripción, cosa juzgada.

DESACTUALIZADO REVISAR

Efectos Secundarios:

-Mora: si un acreedor pone en mora al deudor, ello favorece a todos los acreedores.

-Culpa: si la cosa debida se pierde sin culpa del deudor, la obligación se extingue para
todos los acreedores (art.709). si hay culpa del deudor, éste deberá indemnizar.

-Indemnización: la indemnización –por pérdida culposa o dolosa de la cosa- podrá ser


demandada por cualquier acreedor, del mismo modo que la obligación principal, es decir,
solidariamente (art.711).

393
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

-Prescripción: la interrupción de la prescripción en favor de un acreedor, beneficia a todos


los demás (art.713). no sucede lo mismo en la suspensión de la prescripción, pues la
suspensión es un beneficio personal del acreedor (art.3981).

-Intereses: si uno de los acreedores demanda por intereses al deudor, ello favorece a todos
los demás acreedores (art.714).

-Cosa juzgada: la cosa juzgada recaída en juicio, es invocable por los coacreedores, pero
no es oponible a los codeudores que no fueron parte en el juicio. Los codeudores pueden
invocar la cosa juzgada contra el coacreedor que fue pare en el juicio (art.715, 2º párrafo
agregado por ley 17.711).

http://derecho911.blogspot.com.ar/2014/02/obligaciones-solidarias.html

Efectos en la relación Interna.

Si un acreedor cobró la deuda, debe dar participación a los otros, es decir, debe distribuir
lo cobrado entre los otros acreedores en proporción a la parte de cada uno (principio de
contribución). No obstante una vez que cancela el crédito tiene derecho a que los demás
codeudores le reintegren la arte que a cada uno le correspondía en la obligación. La
medida de la participación se determina en base al art.689 que como vimos anteriormente
rige la medida de las cuotas o partes existentes en una obligación conjunta.

http://derecho911.blogspot.com.ar/2014/02/obligaciones-solidarias.html

Principio de participación.

ARTÍCULO 847.- Participación.

Los acreedores solidarios tienen derecho a la participación con los siguientes alcances:

a. si uno de los acreedores solidarios recibe la totalidad del crédito o e la reparación del
daño, o más que su cuota, los demás tienen derecho a que les pague el valor de lo que les
corresponde conforme a la cuota de participación de cada uno;

394
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

b. en los casos del inciso b) del artículo 846, los demás acreedores solidarios tienen
derecho a la participación, si hubo renuncia al crédito o compensación legal por la cuota
de cada uno en el crédito original; y si hubo compensación convencional o facultativa,
novación, dación en pago o transacción, por la cuota de cada uno en el crédito original, o
por la que correspondería a cada uno conforme lo resultante de los actos extintivos, a su
elección;

c. el acreedor solidario que realiza gastos razonables en interés común tiene derecho a
reclamar a los demás la participación en el reembolso de su valor.

El CCyC trata en este artículo las relaciones internas entre los acreedores, que se dividen en
tres incisos:

Inc. a: trata el caso de cuando un acreedor recibe el pago de todo el crédito;

Inc. b: hace una remisión al art. 846,inc. b, CCyC;

Inc. c: se refiere a los derechos del acreedor que hizo gastos necesarios en interés común.

2.1. Pago o cumplimiento

El inc. a dice que si el acreedor solidario recibe “la totalidad del crédito”, o “de la
reparación del daño”, o “más de la cuota”, debe participar a los demás coacreedores del
beneficio obtenido en exceso a la parte que le corresponde en la obligación.

Por ejemplo, si Pedro debe solidariamente a Juan, Pablo y María $6000, siendo las partes
de los créditos iguales, cuando Juan perciba íntegramente el pago de la obligación tiene
que participar a Pablo y María, entregándole $2000 a cada uno.

En el caso, que perciba un pago parcial, deberá efectuar la distribución proporcional que
corresponda con los demás coacreedores, pues ese pago recibido se debe imputar a
cuenta de lo adeudado.

395
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En ese orden de ideas, esa aceptación del pago parcial que efectuó el acreedor solidario
no puede perjudicar a los restantes coacreedores, quienes podrán reclamar lo adeudado.

2.2. Renuncia, compensación, novación, y otras formas de extinción

El inc. b se refiere a la renuncia, compensación legal por la cuota de cada uno,


compensación convencional o facultativa, novación, dación en pago, o transacción.

En estos supuestos, aquellos que no tuvieron participación pueden reclamar al actor de


esos actos.

Un ejemplo sería: si un acreedor renuncia a la totalidad del crédito, otro del grupo tiene
derecho de solicitar que le pague su parte en el crédito original.

En los casos de compensación o dación en pago, el acreedor demandante puede ejercer


una opción entre lo que originariamente le correspondía, o bien el importe que resulte del
acto extintivo.

Asimismo, la compensación o dación en pago, se analizó en el art. 846 CyC. 2.3. Gastos

Cuando el acreedor debió realizar gastos en interés de la totalidad del grupo, tiene
derecho a su reclamo.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

ARTÍCULO 841.- Determinación de la cuota de contribución.

Determinación de la cuota de contribución.

Las cuotas de contribución se determinan sucesivamente de acuerdo con:

a. lo pactado;

b. la fuente y la finalidad de la obligación o, en su caso, la causa de la responsabilidad;

396
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

c. las relaciones de los interesados entre sí;

d. las demás circunstancias.

Si por aplicación de estos criterios no es posible determinar las cuotas de contribución, se


entiende que participan en partes iguales.

Efectos comunes a la solidaridad activa y pasiva.

Semejanzas y diferencias.

En lo esencial, las obligaciones indivisibles y solidarias se comportan del mismo modo:


cada uno de los coacreedores puede exigir de cada uno de los codeudores el pago integro
de la deuda, art 816 y 844; el pago hecho por uno de los codeudores a uno de los
coacredores extingue la obligación; la insolvencia de uno de los deudores perjudica a los
codeudores y no al acreedor.

Pero también hay diferencias:

- En lo que atañe el origen del pago integro: en las obligaciones indivisibles se funda
en la naturaleza propiamente dicha de la prestación, que no puede ser dividida y
que hace imposible el pago parcial, art 814; empero, tales obligaciones comparten
con la solidaria la fuente convencional o legal, ya que cabe que –en estos
supuestos- la prestación sea en su misma divisible.
- En caso de muerte de uno de los codeudores, la obligación de una cosa indivisible
debe ser afrontada íntegramente por cada uno de los herederos, puesto que no
podrían pagarla parcialmente; en cambio, la obligación solidaria ingresa en la masa
indivisa; después de realizada la partición, cada coheredero debe cumplir la
prestación de acuerdo a la cuota que le corresponde en el haber hereditario, art
843.
- En las obligaicones indivisibles, los factores de atribución y la mora de uno de los
codeudores son personalísimos y mo perjudican a los restantes obligados, art 819;

397
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

en cambio, en las obligaciones solidarias, los factores de atribución o la mora de


uno de ellos tiene efectos respecto de todos los demás, art 838.
- En las obligaciones solidarias puede haber remisión parcial de la deuda, remisión
de la parte que corresponde a uno de los codeudores e incluso, remisión de la
solidaridad, art 836 y 837, sin que ello implique remisión de la deuda. En las
obligaciones solidarias puede haber remisión parcial de la deuda ni remisión del
deber de pagar el total (manteniendo la obligación de pagar cada parte). Solo es
posible la remisión total, la cual, hecha a favor de uno de los codeudores, beneficia
a los demás. El art 818 indica que requiere unanimidad de los acreedores.
Borda.

Defensas comunes, cosa juzgada.

ARTÍCULO 831.- Defensas.

Cada uno de los deudores puede oponer al acreedor las defensas comunes a todos ellos.

Las defensas personales pueden oponerse exclusivamente por el deudor o acreedor a


quien correspondan, y sólo tienen valor frente al coacreedor a quien se refieran.

Sin embargo, pueden expandir limitadamente sus efectos hacia los demás codeudores, y
posibilitar una reducción del monto total de la deuda que se les reclama, hasta la
concurren cia de la parte perteneciente en la deuda al codeudor que las puede invocar.

Las defensas o excepciones que les corresponden y pueden interponer tanto los
acreedores como los deudores se distinguen entre: las comunes y las particulares.

Llambías explicaba que las defensas comunes amparan a cualquier integrante del frente
común de acreedores o deudores, aunque el hecho haya provenido de uno solo de ellos.

A modo de ejemplo se puede mencionar el caso en que un acreedor inicia una demanda a
los fines de interrumpir la prescripción, y en ese caso, ante la excepción de prescripción
que oponga un deudor, cualquier acreedor puede oponerse a la mencionada excepción.

398
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Otro ejemplo sería si un deudor paga la deuda, otro deudor puede alegarlo como
cancelatorio.

Otros supuestos de este tipo de defensas comunes son:

a. Las causas que determinan la extinción total de la obligación (pago, novación,


compensación, dación en pago, entre otros).

b. La prescripción cumplida.

c. Las nulidades que afecten a toda la obligación —no respetar las solemnidades—.

d. Las modalidades que integren la totalidad de la obligación (plazo, condición, etc.).

e. La imposibilidad de cumplimiento derivada del caso fortuito o la fuerza mayor.

Cosa juzgada.

ARTÍCULO 832.- Cosa juzgada.

La sentencia dictada contra uno de los codeudores no es oponible a los demás, pero éstos
pueden invocarla cuando no se funda en circunstancias personales del codeudor
demandado.

El deudor no puede oponer a los demás coacreedores la sentencia obtenida contra uno de
ellos; pero los coacreedores pueden oponerla al deudor, sin perjuicio de las excepciones
personales que éste tenga frente a cada uno de ellos.

El art. 832 CCyC resulta claro en referencia a los efectos de la cosa juzgada en las
obligaciones solidarias, y revalida el principio de que quien no participó en el juicio no
puede ser perjudicado con la invocación de la sentencia dictada, pero puede alegarla si le
es conveniente.

Es por ello que se aplica la regla de que la cosa juzgada tiene efectos secundum eventum
litis, por lo que a quien no fue parte en el juicio no se le puede aplicar las consecuencias

399
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

del pronunciamiento judicial, pero ello no impide que éste la alegue contra quien intervino
en el proceso.

Von Thur, siguiendo el criterio del Código alemán, decía que la sentencia debería tener
efectos expansivos de la cosa juzgada contra quienes no fueron parte en el proceso dado
que aceptar o ontrario, importaría un grave cercenamiento al derecho de defensa.

La cosa juzgada siempre tendría, de tal modo, efectos personales.

Otra excepción sería cuando limita la invocación de la cosa juzgada, en los casos en que la
sentencia que favorece al deudor demandado se basó en defensas estrictamente
personales y no las comunes a todos.

Este artículo hace expresa referencia a que los codeudores que no tuvieron intervención en
el juicio, no pueden invocar la cosa juzgada que se sustentó en circunstancias personales
del demandado.

La parte final de este artículo expresa que el acreedor que no intervino puede oponer al
deudor que intervino la excepción en análisis, pero debe alegar otras defensas basadas en
cuestiones personales entre ambos que, como dice Boffi Boggero, puede fundarse en una
nulidad relativa fundada en un vicio de la voluntad.

En un fallo de la Cámara Civil, se sostuvo:

“siendo el mismo hecho el sometido a juzgamiento, sobre el cual recayó sentencia civil que
pasó en autoridad de cosa juzgada, no corresponde nuevamente el análisis de los aspectos
fácticos de la causa, siendo extensiva dicha cosa juzgada a las partes del juicio. No sería
lógico y podría incurrirse en strepitusfori, teniendo en cuenta que el hecho dañoso, objeto
de análisis y juzgamiento y sobre el cual ha recaído sentencia que se encuentra firme, fuera
nuevamente juzgado. Podría suceder que en cada sentencia se llegara, sobre los mismos
partícipes y hecho, a conclusiones distintas, lo cual atenta contra la seguridad jurídica que
es la base y fundamento de la cosa juzgada. Y, asimismo, ha sostenido este tribunal que la
sentencia condenatoria es invocable contra el responsable que ha sido parte en el juicio,

400
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

por los damnificados que no han intervenido en él por aplicación analógica del art. 715 del
CC”.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Defensas personales, aprovechabilidad.

Art 831 arriba.

Estas defensas siempre van a favorecer a alguno de los cointeresados, como sucede en los
supuestos de ausencia de capacidad de hecho, o bien por un vicio de la voluntad que lleve
aparejado la nulidad del acto (error, dolo o violencia).

A su vez puede ocurrir que una modalidad, que le corresponde a uno solo, sea interpuesta
como defensa particular o estrictamente personal, como ser en los supuestos de plazo,
cargo, o condición suspensiva.

Llambías sostenía que, en estos casos, solamente la pueden invocar aquellos que se
benefician, pero no los demás integrantes del grupo; es decir, hay defensas o excepciones
personales que no pueden ser aprovechadas por los demás.

Y estos supuestos se dan en los casos en que lo que acontece con respecto a uno de esos
vínculos por un motivo puramente personal, no se propaga a los demás del vínculo, como
sucede en el caso en que la incapacidad de uno de los deudores, no puede alegarse por
los demás deudores capaces.

Y lo relevante en los casos que prosperen estas defensas particulares o estrictamente


personales es que la eliminación de un codeudor puede redundar en un incremento de la
carga definitiva que habrán de soportar los demás deudores.

401
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Esto no debe sorprender, pues se trata de una lógica derivación de la pluralidad de


vínculos.

2.3. Defensas personales con efecto expansivo

En los supuestos de defensas personales con efecto expansivo, las mismas, sin perder el
carácter personal, pueden ser aprovechadas por los demás cointeresados, posibilitando en
esos casos una reducción del monto de la deuda.

Algunos ejemplos son:

a. Remisión parcial de la deuda efectuada por un acreedor a favor de un codeudor


solidario (Juan, Pedro y Pablo deben a María, solidariamente, la suma de $60.000, y
participan en la comunidad de intereses por partes iguales. María hace remisión parcial de
la deuda a favor de Juan.

Ahora, si María pretendiera iniciar una demanda contra Pedro y Pablo por la deuda
originaria de $60.000, estos pueden invocar el efecto expansivo de la remisión de Juan,
para reducir proporcionalmente el monto demandado, que debiera ser de $40.000).

b. La confusión entre el acreedor y uno de los deudores solidarios sólo extingue la cuota
de la deuda que corresponde a este.

La obligación subsistente conserva el carácter solidario tal como lo prescribe claramente el


art. 835 CCyC.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Limitaciones de los efectos, dispensa de solidaridad, muerte.

Dentro del desarrollo anterior, ultima parte del 813.

402
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

By juampi.

P VI. Obligaciones concurrentes; concepto, casos, efectos, normas subsidiarias.


Comparacion con las solidarias.

ARTÍCULO 850.- Concepto.

Las obligaciones concurrentes son definidas como aquellas que presentan unidad de
objeto, unidad de acreedor, aunque distintos deudores resultan obligados en base a
distintas causas del deber.

En igual sentido se ha expedido la jurisprudencia al señalar que “Las obligaciones


concurrentes, indistintas o in solidum son aquellas que presentan unidad de objeto, unidad
de acreedor, aunque distintos deudores que resultan obligados en base a distintas causas
del deber”.

Si bien en doctrina han sido denominadas “indistintas”, in solidum, “conjuntas”, “conexas”,


o “convergentes”, el término adecuado es el que refiere el CCyC:

“concurrentes”porque se trata de obligaciones distintas, con causa fuente diversa, pero


que concurren con relación a un mismo objeto y acreedor.

La denominación in solidum ha sido criticada por cuanto dicho término equivale a


obligación solidaria, y estas obligaciones no se identifican.

Existen supuestos en los cuales no hay solidaridad porque se presenta diversidad de causa
fuente.

En las obligaciones concurrentes coexisten obligaciones originadas en distintas fuentes


para satisfacer una prestación única.

2. Interpretación

2.1. Caracteres de las obligaciones concurrentes

403
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los caracteres de las obligaciones concurrentes son:

1. Identidad de acreedor,

2. Identidad de objeto debido,

3. Diversidad de deudores,

4. Diversidad de causas del deber, que son distintas e independientes entre sí,

5. Generación de deudas distintas, por lo que se diferencias de las obligaciones solidarias


en las cuales la deuda es única.

Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Efectos.

ARTÍCULO 851.- Efectos.

Excepto disposición especial en contrario, las obligaciones concurrentes se rigen por las
siguientes reglas:

a. el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o a todos los codeudores,
simultánea o sucesivamente;

b. el pago realizado por uno de los deudores extingue la obligación de los otros obligados
concurrentes;

c. la dación en pago, la transacción, la novación y la compensación realizadas con uno de


los deudores concurrentes, en tanto satisfagan íntegramente el interés del acreedor,
extinguen la obligación de los otros obligados concurrentes o, en su caso, la extinguen
parcialmente en la medida de lo satisfecho;

404
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d. la confusión entre el acreedor y uno de los deudores concurrentes y la renuncia al


crédito a favor de uno de los deudores no extingue la deuda de los otros obligados
concurrentes;

e. la prescripción cumplida y la interrupción y suspensión de su curso no producen efectos


expansivos respecto de los otros obligados concurrentes;

f. la mora de uno de los deudores no produce efectos expansivos con respecto a los otros
codeudores;

g. la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada contra uno de los codeudores
no es oponible a los demás, pero éstos pueden invocarla cuando no se funda en
circunstancias personales del codeudor demandado;

h. la acción de contribución del deudor que paga la deuda contra los otros obligados
concurrentes se rige por las relaciones causales que originan la concurrencia

En el plano de la relación entre los deudores entre sí, cada uno de los codeudores se rige
por las relaciones causales que han dado origen a la concurrencia, conforme el artículo
comentado establece expresamente en su inc. H.

En las obligaciones concurrentes si el solvens ha sido el autor material del hecho entonces
no tendrá acción de regreso contra el otro codeudor.

Por el contrario, si el que paga no ha sido el autor material del daño puede repetir del otro
deudor el total que hubiera desembolsado ya que no es equitativo que deba soportar las
consecuencias de ese hecho que no causó.

Sin embargo, en este sentido ha dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que “La
acción recursoria encuentra su fundamento último en razones de justicia y equidad que
obstan a que alguien soporte en definitiva un daño mayor al que efectivamente causó” y
que si no hay motivo para discriminar en cuanto a la influencia causal de una u otra culpa,

405
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ni en cuanto a su gravedad, la distribución del daño debe hacerse entre los responsables
por partes iguales, por aplicación del principio de la causalidad paritaria.

Los fundamentos se basan en que “...en varias situaciones, el obligado concurrente que
paga, aún sin haber puesto causalidad material alguna, no estará habilitado para ejercer la
acción de regreso por el total desembolsado contra el autor material. Ello se da
principalmente en los casos en que el obligado que concurre con el autor pone cierta
causalidad “mediata” erigiéndose —de ese modo— en deudor a título propio o
corresponsable”.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Normas subsidiarias.

ARTÍCULO 852.- Normas subsidiarias.

Las normas relativas a las obligaciones solidarias son subsidiariamente aplicables a las
obligaciones concurrentes.

Dado la gran semejanza que ofrecen, el art 852 dispone que las normas relativas a las
obligaciones solidarias resultan ser subsidiaramente aplicables a las obligaciones
concurrtentes.

Comparacion con las solidarias.

Sin perjuicio de la aplicación subsidiaria de las normas referidas a las obligaciones


solidarias en los supuestos que así correspondiere, es necesario tener en cuenta las
diferencias entre ambas clasificaciones.

1. La obligación solidaria es una sola, aunque existe pluralidad de vínculos coligados.

406
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las obligaciones concurrentes son varias —dos o más—, relacionadas entre sí por tener el
mismo objeto y acreedor.

La representación recíproca que existe en las primeras no se advierte en las concurrentes.

2. En las obligaciones solidarias existe unidad de causa, en tanto que en las concurrentes
se produce diversidad de causa generadora del deber.

3. En las obligaciones solidarias la prescripción actúa con el efecto masivo; mientras que en
las concurrentes es independiente para cada deudor.

La prescripción operada a favor de uno de los deudores no beneficia al otro, e


inversamente, la interrupción o la suspensión de la prescripción respecto de uno de ellos
no perjudica al otro.

4. En las obligaciones solidarias los efectos de la mora se propagan, en las concurrentes


ello no sucede.

Respecto de las obligaciones concurrentes ha dicho la doctrina que “no se producen los
efectos de la solidaridad en cuanto no se propagan a los codeudores las situaciones
personales en relación a cada uno de ellos que comporten modificaciones o extinción de la
obligación, como la prescripción, la suspensión o interrupción de la prescripción”.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

P VII. Obligaciones principales y accesorias. Importancia de esta categorización:


opiniones. Criterios del CCC. Accesorios de la obligación y las llamadas clausulas
accesorias. Obligaciones accesorias. Concepto. seudoexcepciones. Derechos accesorios
del acreedor: efectos sustanciales y procesales. Casos de conexión necesaria y de
independencia.

407
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Obligaciones subsidiarias y secundarias: comparación con las accesorias.

Obligaciones principales y accesorias. Importancia de la categorización. Criterios del CCC.

ARTÍCULO 856.- Definición.

Obligaciones principales son aquellas cuya existencia, régimen jurídico, eficacia y


desarrollo funcional son autónomos e independientes de cualquier otro vínculo
obligacional.

Los derechos y obligaciones son accesorios a una obligación principal cuando dependen
de ella en cualquiera de los aspectos precedentemente indicados, o cuando resultan
esenciales para satisfacer el interés del acreedor.

La obligación es principal cuando existe por sí misma, con plena independencia de


cualquier otra vinculación obligatoria.

Son autónomas e independientes en cuanto a su existencia, su eficacia, su desarrollo


funcional, su régimen jurídico.

Por el contrario, la obligación y los derechos resultan accesorios cuando dependen de otra
obligación principal o cuando son esenciales para satisfacer el interés del acreedor.

De este modo, se establece en el artículo en comentario un criterio de diferenciación más


amplio al dispuesto en el Código de Vélez.

Nótese que el art. 523 CC las definía diciendo que una obligación era principal y otra
accesoria cuando la una era la razón de la existencia de la otra.

La reforma ha ampliado con criterio la diferenciación en estas categorías por cuanto no


solo hace referencia a su existencia, sino también a su eficacia, su desarrollo funcional, su
régimen jurídico.

El artículo en estudio incluye tanto las obligaciones accesorias como a los derechos
accesorios.

408
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En general se ha considerado necesaria la regulación normativa principalmente por los


efectos que conllevan a cada una de las especies.

En este sentido, cabe señalar que su aplicación excede el ámbito de los derechos
personales para proyectarse a la Teoría General del derecho.

Cabe destacar que en caso de duda se deberá estar por la independencia y autonomía de
la obligación por cuanto es un instituto de excepción.

En efecto, el principio general en materia de obligaciones múltiples o plurales —varias


entre un mismo deudor y acreedor— es que las mismas resultan independientes entre sí,
es decir, se fundan en la causa que las origina.

La interdependencia resulta ser una excepción a la regla.

Accesorios de la obligación y las llamadas clausulas accesorias.

Tal como lo sostiene la doctrina mayoritaria la accesoriedad puede tener su origen en la


voluntad de las partes o en la ley.

En efecto, la accesoriedad de la obligación puede ser legal o voluntaria. La primera es una


consecuencia legal de la obligación principal.

En la accesoriedad voluntaria, la obligación es accesoria porque ha sido estipulada


teniendo en mira la obligación principal.

Tales los casos de la obligación de pagar los daños y perjuicios por la inejecución de la
prestación y de la cláusula penal prevista para asegurar la ejecución de la obligación
principal —respectivamente.

Obligaciones accesorias. Concepto. Clases. Fuentes. Efectos sustanciales y procesales.

El carácter principal o acceosorio de una obligación se ha referido, tradicionalmente, a su


objeto o a las personas obligadas.

409
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

a) Son accesorias en cuanto a su objeto cuando son contraídas para asegurar el


cumplimiento de una obligación principal: tal como la clausula penal, la obligación
del vendedor de entrgar al comprador el titulo de propiedad del inmueble
enajenado, la de reparar los daños por retardos en el cumplimiento de la
obligaciones, etc.
b) Son accesorias con relación a las personas, cuando las personas contraen
obligaciones como garantes o fiadores: en estos casos la obligación accesoria no es
contraída por una de las partes sino por un tercero; también en este supuesto su
fin es asegurar el cumplimiento de la obligación principal.
c) Otra modalidad especial radica en los derechos reales de garantía, llamados
accesorios del derecho del acreedor: es posible citar como ej la hipoteca, prenda,
anticresis, warrants, debentures y obligaciones negociables. Tales especies deben
reputarse también accesorias, pues siguen la suerte de la obligación principal.

Modernamente, se ha ampliado la nocion de accesoriedad. Se recurre a criterios de


interdependencia funcional y económico.

Desde el punto de vista funcional, se estima que la obligación principal consiste en aquella
que satisface de manera directa el interes del acreedor y acceosoria la que coadyuva a tal
fin. Podria encuadrarse en esta categoría tanto las garantías personales y reales.

Desde el punto de vista económico, la obligación principal tiende a obtener el bien que
aspira el acreedor, la obligación accesoria versa sobre otros bienes de menor valor que
actúan como complemento. Resultaria un ejemplo la adquisición de un equipo de
computadora donde lo accesorio recaería sobre los programas básicos de software que se
encuentran instalados.

Tales ideas han influenciado en la redacción del art 856.

Borda.

Excepciones y seudoexcepciones.

410
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El CCC parece que contiene excepciones, pero en realidad son sólo aparentes, según lo
pondremos en relieve.

a) El art 801 dispone: la nulidad de la obligación con clausula penal no causa la de la


principal. La nulidad de la principal causa la de la penal, excepto si la obligación con
clausula penal fue contraída por otra persona, para el caso que la principal fuese
nula por falta de capacidad del deudor. -EL supesto legal de la ultima parte de la
norma transcripta debe entenderse de la siguiente manera: una persona estipula
una clausula penal para el caso de que una obligación concertada por otro sea nula
por falta de capacidad de este ultimo. Habría en realidad una obligación
condicional suspensiva: el hecho condicionante se encontraría constituido por la
nulidad de la otra obligación en razón de la incapacidad del deudor. Tal situación
ha sido denominada en doctrina como clausula penal impropia.
b) El art 803 dice que es igualmente valida la clausula penal que sea puesta- para
asegurar el cumplimiento de una obligación que al tiempo de concertar la
acceosoria no podía exigirse judicialmente, siempre que no sea reprobada por la
ley. Es lógico que sea asi sea, puesto que como la obligación existe (aunque el
deudor no pueda ser compelido a cumplirla) la obligación acceosoria de garantía
mantiene su validez.
c) No se ha reproducido en el nuevo cuerpo legal el art 664 del CC que disponía:
subsistirá- la obligación contenida en la clausula en penal, aunque la obigaicon no
tenga efecto, si ella se ha contraído por otra persona, para el caso de no cumplirse
por ésta lo prometido.- La ausencia dde un texto similar no impide mantenr la
misma solución. Es que, en verdad, aquí no hay obligación principal y obligación
acceosoria. No hay mas obligación que la contraída por el promitente, único
obligado hasta el momento en que la persona por la cual prometió se allane a
ejectuar la prestadcion prometida. El supuesto es el siguiene: una persona contrae
una obligación a nombre de otra (de quien no tiene poder) y estipula que, para el
caso de que la persona por quien se obligó, no pueda o no quiera cumplir, él

411
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

pagará personalmente una pena convenida. Es claro, entonces, que el deber de


pagar la pena se funda en la obligación expresamente convenida.
Borda.

Excepciones

La norma en comentario contempla en forma expresa la excepción al principio de que lo


accesorio sigue la suerte de lo principal que puede ser legal o convencional.

En efecto, reconoce con base en el principio de autonomía de la voluntad que pueda


convencionalmente estipularse que no se produzca la extensión de los efectos.

Por su parte, respecto a las excepciones impuestas en la ley, cabe señalar que en algunos
supuestos de acuerdo a la normativa aplicable no se aplica este principio, a saber:

• Art. 801 CCyC: la nulidad de la obligación principal por falta de capacidad del deudor no
importa la nulidad de la cláusula penal si esta fue contraída por otra persona.

• Arts. 799 y 800 CCyC: cuando la naturaleza de la prestación principal difiere de la


naturaleza de la cláusula penal, el régimen aplicable de divisibilidad e indivisibilidad es el
de la naturaleza de la prestación contenida en la cláusula penal.

Así, sea divisible o indivisible la obligación principal, cada uno de los codeudores o de los
herederos del deudor no incurre en pena sino en proporción de su parte, siempre que sea
divisible la obligación impuesta en la cláusula penal.

Si la obligación impuesta en la cláusula penal es indivisible, o si es solidaria aunque


divisible, cada uno de los codeudores, o de los coherederos del deudor, queda obligado a
satisfacer la pena entera.

• Art. 803 CCyC: la cláusula penal tiene efecto aunque su estipulación haya tenido en mira
el cumplimiento de una obligación que, al momento de concertar la accesoria, no podía
exigirse judicialmente, siempre que no sea reprobada por la ley.

412
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

• Art. 2194 CCyC: la extinción parcial de la obligación principal, no extingue


proporcionalmente los derechos accesorios de prenda e hipoteca, que subsisten
indivisibles en tanto no se ejecute íntegramente la prestación principal.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera

Derechos accesorios del acreedor: efectos sustanciales y procesales. Casos de conexión


necesaria y de independencia.

Se mantiene el principio general que consiste en que la obligación accesoria continúa la


suerte de la principal ampliándose el criterio por cuanto se extienden los efectos entre las
obligaciones principales y las accesorias en lo relativo a la validez y eficacia de ambas
obligaciones.

1.2. Efectos

La vida de la obligación accesoria depende de la principal.

De este modo, la extinción de la obligación principal importa la extinción de la obligación


accesoria.

Tal el caso de la obligación de pagar intereses que se extingue cuando el acreedor recibe
el pago de capital sin efectuar la reserva expresa de aquellos; la novación de la obligación
principal que extingue las accesorias salvo reserva expresa, la compensación de la
obligación principal también extingue la accesoria como también sucede con la
transacción, la confusión y la remisión de la obligación principal.

A la inversa, la extinción de la obligación accesoria no implica la extinción de la obligación


principal.

Por ejemplo, en la fianza puede suceder que como consecuencia de hechos o actos de
negligencia del acreedor esta se extingue, lo que no importa —como se ha dicho— la
extinción de la obligación principal.

413
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Del mismo modo, la nulidad de la obligación principal importa la nulidad de la accesoria y


la nulidad de la accesoria no importa la nulidad de la principal.

Obligaciones subsidiarias y secundarias: comparación con las accesorias.

P VIII. Obligaciones de resultado y de medios. Concepto. Origenes de la teoría.


Denominaciones. Evolucion. Difusion. Virtualidades de esta categorización. Regimen.
Casos. Jurisprudencia.

Concepto.

En las obligaciones de medios se procura que el deudor se comprometa a llevar a cabo


una conducta diligente, dirigida a un resultado querido por el acreedor, pero que no es
garantizado. La ocurrencia del resultado depende en mayor o menor medidad de hechos
contingentes. Ejemplo típico es la curación de un enfermo, situación que el medico que lo
trata no puede prometer.

En las obligaciones de resultado se busca la satisfacción del acreedor a través de la


consecución de un fin; hay incumplimiento si no se obtiene ciero opus. Se configura la
expectativa de un resultado exitoso. Encontramos un ejemplo cabal en las obligaciones de
dar donde el interes del acreedor se cumple a través de la entrega del objeto prometido.
Borda.

Origenes de la teoría. Denominaciones. Evolucion.

Se torna materia de controversia si se puede encontrar su origen en el derecho romano.


No resulta discutible que le cabe el honor a Rene Demogue haber practicado el adecuado
distingo y acreditado las valiosas consecuencias que brinda tal clasificación al
derecho,especialmente en el ámbito de la respondabilidad. Su importancia se ha
incrementado ante la gravitcion de los factores de atribución objetivos pues Demogue

414
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

analizó las obligaciones de medios y resultados a fin de estudiar la carga probatoria en el


régimen francés, con criterio de imputación subjetivo.

Pautas de distinción: El encuadre como obligación de medio o resultado dependerá


muchas veces de la clasificación que hagan las partes al ejercer la autonomía de la
voluntad.Otras veces será la ley o los usos y costumbres quienes indicarán en que
categoría se encuentran. En ausencia de previsión legal y normativa, se torna menester
recurrir a parámetros rales como la aleatoriedad del resultado, el riego contractual, la
buena fe, la confianza, etc.

Borda.

Virtualidades de esta categorización. Regimen. Casos.

El referido C ha dedicado preceptos a fin de dilucidar las cuestiones planteadas. Muchas de


ellas, como dijimos, han perdido entidad.

Se encuentran referancias a las obligaciones de medio y resultado:

1. En el régimen de las obligaciones: los tres incisos del 774.


2. En los factores de atribución: el 1723 señala que cuando las cirscunstancias de la
obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener un
resultado determinado, su responsabilidad es objetiva. Se ha inclinado el legislador
por vincular a las obligaciones de resultado con criterios de imputación objetivo.

Sin embargo, la problemática de la carga de la prueba ha perdido cierta entidad en


orden a que el art 1735 faculta al magistrado a distribuir la labor probatoria entre las
partes, ponderando quien se halla en mejor situación de aportarla.

Borda.

Jurisprudencia.

415
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El gran atractivo que ha ejercido para cierto sector de la doctrina la existencia de esta
categoría, se explica en que posibilitada el desenvolvimiento de los factores de atribución
objetivos del CC, que era de fuerte impregnación subjetiva.

Se postuló que primaban factores de atribución subjetivos en las obligaciones de medio. El


acreedor debía probar el incumplimiento y la culpa que incurrió su contraparte. En cambio,
al deudor le bastaba acreditar haber desplegado una conducta diligente para eximirse de
responsabilidad.

Operaban factores de atribución objetivos en el campo de las obligaciones de resultado.


Se tornaba suficiente al acreedor demostrar el incumplimiento. El deudor sólo se eximia
acreditando el casus (esto es, el hecho de la victima. El acreedor, en el caso-, el hecho de
un tercero por el cual el deudor no debía responder o el caso fortuito, y siempre que la ley
no dispusiese lo contrario).

Borda. ¡Listo terminé la unidad por fiiiiiiin!!!!!! 

416
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad VIII: Clasificacion continuación.

I) Obligaciones de dar cosas ciertas. Concepto. Comparaciones. Clasificación


según la función económica-jurídica de la presunción: extensión.
Transferencia de derechos reales; restitución al dueño; transferencia del uso y
de la tenencia. Deberes del deudor: diligencias necesarias para la entrega de
la cosa.
Transferencia de derechos reales, sistemas de transmisión. La tradición:
concepto, crítica. Sistemas francés y alemán: el código civil; los registros
locales. Jurisprudenciales plenaria. Forma de producirse la transmisión entre
las partes y frente a terceros. Bienes muebles, inmuebles y muebles
registrables. Efectos entre las partes; modos de cumplimiento. Régimen de
los frutos, productos, mejoras, expensas: valuación. Riesgos de la cosa y de la
obligación; casos de pérdida y deterioro, distintas situaciones. Valuación del
daño, efecto con relación a terceros; cosas muebles e inmuebles; la buena y la
mala fe: régimen de la preferencia; nulidad de la transmisión,
responsabilidad.
Restitución al dueño. Efectos entre las partes: modos de cumplimiento.
Régimen de los frutos, productos, mejoras, expensas; valuación. Riesgos de

417
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

cosa y de obligación: casos de pérdida y deterioro, distintas situaciones.


Efectos con relación a terceros; cosas muebles, la buena y la mala fe; cosas
inmuebles, responsabilidad.

Obligaciones de dar cosas ciertas. Concepto. Comparaciones:

Las obligaciones de dar cosa cierta son aquellas en las cuales el objeto que debe
entregarse se encuentra individualizado desde el momento en que nace la obligación.

Son aquellas en las cuales su objeto consiste en la entrega de una cosa mueble o inmueble
que se encuentra individualizado desde el mismo instante de la formación de la obligación.

Del mismo que los disponía el código civil de vélez sarsfield, el código civil y comercial
distingue a las obligaciones de dar cosa cierta según su finalidad, por lo que se puede dar:
a) transferir su uso o tendencia (art. 749), o constituir derechos reales (art. 750 a 758), o b)
restituirlas a su dueño (art. 759 a 761).

Costa.

En general, la obligación de dar, en el nuevo cccn, consiste en la conservación (mantener


en el estado en que se encontraba la cosa al momento de contraerse la obligación) y
entrega de una cosa con todos sus accesorios al acreedor. Como criterio general, la dación
es entrega, y la entrega significa un traspaso de la posesión de la cosa objeto de la
obligación, cuando se constituyen derechos reales, o de su uso o tenencia, en caso de
obligaciones nacidas de contratos de locación, deposito, comodato, etc., y en caso de
obligaciones de dar para restituir.

Al margen del deber de conservación lo que caracteriza a este tipo de obligación es su


contenido, que implica dar una cosa, es decir, entregarla.

El acto de la entrega puede tener diferentes efectos jurídicos, según se esté entregando la
cosa para constituir derechos reales (posesión) o para transmitir uso o tenencia.

418
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

mesa.

Código civil y comercial distingue a las obligaciones de dar cosa cierta según su finalidad,
por lo que se puede dar:

A) transferir su uso o tendencia (art. 749), constituir derechos reales (art. 750 a 758)

B) restituirlas a su dueño (art. 759 a 761).

Costa.

Clasificación según la función económica-jurídica de la presunción: extensión:

Según la determinación del objeto, las obligaciones de dar pueden clasificarse en:

a) Obligaciones de dar cosa cierta: aquellas en las cuales el objeto que debe
entregarse se encuentra individualizado desde el momento en que nace la
obligación.

b) Obligaciones de género: son las que están referidas a un objeto que no se


encuentra definido al momento en que nace la obligación, por lo cual habrá de ser
elegido o individualizado con posterioridad.

c) Obligaciones de dar dinero: como su nombre lo indica, son las que tienen por
objeto la entrega de dinero, cuya cantidad y calidad se encuentra determinada
desde el mismo momento del nacimiento de la obligación. Dentro de esta
categoría, cabe incluir también a las obligaciones de valor, que son aquellas en las
cuales el objeto de la obligación consiste en la valuación de un bien o utilidad,
reajustable de conformidad con las oscilaciones que experimente la moneda, hasta
el momento de su cuantificación en dinero. Con ello, advertimos que la obligación
de valor habrá de convertirse en dinero al momento del efectivo pago o de la
liquidación de la deuda, según la postura doctrinaria y jurisprudencial que se siga al
respecto.

Costa

419
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Transferencia de derechos reales:

Existen diferentes sistemas de transmisión de dominio en nuestro derecho:

a) Si se trata de un bien inmueble, bastara con el consentimiento y la tratacion de la


cosa para que el dominio quede transmitido entre las partes. Sin embargo, esto es
insuficiente respecto de terceros. En otras palabras, para que la transmisión de
dominio sea oponible a estos últimos será necesario inscribir el título suficiente en
el registro inmobiliario de la jurisdicción que corresponda. Hasta que no ocurra esta
registración, la transmisión del domino será inoponible a los terceros (art. 1893).
b) Si se trata de bienes muebles, basta el consentimiento y la tradición para que se
considere operada la transmisión de dominio entre las partes y respecto de
terceros.
c) Finalmente, si se trata de automotores y equinos de pura sangre de carrera,
transmisión del dominio sólo se perfeccionará entre las partes y respecto de
terceros si se formaliza por instrumento público o privado y se inscribe en el
registro de la propiedad automotor y en los registros genealógicos reconocidos
por el ministerios de agricultura y ganadería. En otras palabras, la inscripción
registral es constitutiva del dominio.

Restitución al dueño:

Sigue rigiendo aquí el principio de que las cosas perecen para su dueño; pero hay que
advertir que el dueño no es ya el deudor sino el acreedor. Tal ocurre, por ejemplo, en la
locación, el comodato, el depósito: la cosa es de propiedad del acreedor, es decir, de quien
tiene derecho a exigir la restitución.

Transferencia del uso y la tenencia:

Artículo 749.- obligación de dar cosas ciertas para transferir el uso o la tenencia. Remisión.

Cuando la obligación de dar una cosa determinada tenga por objeto transferir solamente
el uso o la tenencia de ella, se aplican las normas contenidas en los títulos especiales.

420
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Interpretación lorenzetti:

En esta parte del código únicamente se dispone sobre las obligaciones de dar que tengan
como finalidad la constitución de un derecho real" y la restitución de cosas al dueño,
quedando por ende excluidos de estas disposiciones todos aquellos casos en los que debe
producirse la entrega de una cosa en el marco de situaciones jurídicas diferentes, como
son la transferencia del mero uso o la tenencia. Cabe aclarar que en el caso en que un
tenedor o usuario deba restituir la cosa al dueño (un depositario, un locatario, un
comodatario, entre otros), concurren dos situaciones. El tenedor o el usuario únicamente
pueden transferir el derecho que tienen (art. 399 del código), y la relación de poder que
ostentan puede haberles sido transmitida por un dueño o no (piénsese el caso del locador
que no es el dueño de la cosa). En el caso de que el tenedor deba restituir al dueño, se
produce la confluencia de las normas que contemplan ambas situaciones jurídicas
(transferencia del uso o la tenencia por restitución, y restitución al dueño), aunque rigen las
normas especiales dispuestas para cada situación en particular". En otras palabras, lo que
se encuentra excluido del presente régimen son las reglas de la transmisión del uso o la
tenencia (que se aplican al depositante, al locador, al comodante, etc.), sea para constituir
la relación de poder, o para restituir la cosa. Acreditada la entrega, si existe duda sobre su
finalidad, el artículo 1911 del código resuelve las cosas a favor de la posesión, en cuanto
relación de poder que vincula al detentor con la cosa'. Tal presunción es iuris tantum,
motivo por el cual quien invoque lo contrario deberá acreditarlo, por cualquier medio de
prueba.

Interpretación dateas:

Si bien las obligaciones cuyo objeto consiste en la transferencia de la tenencia o uso de la


cosa poseen características propias respecto de las que tienen por finalidad constituir
derechos reales, no existen razones para negar la aplicación de las normas o principios
establecidos en el presente capítulo a ambos casos, en la medida en que no contradigan la
regulación particular.

421
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En efecto, el contrato de compraventa, que es la causa más frecuente de obligaciones de


dar cosa cierta, impone al vendedor o deudor el deber de conservar la cosa tal como se
hallaba el día del contrato y entregarla con sus accesorios (arts. 746 y 1140 ccyc) y esta
obligación pueda ser extendida a todo supuesto de obligación de dar cosa cierta.

Deberes del deudor: diligencias necesarias para la entrega de la cosa:

La obligación de dar cosa cierta impone al deudor estos dos deberes fundamentales: a)
conservar la cosa para cumplir lo que ha prometido; b) entregar la cosa en el tiempo y
lugar estipulados.

En cuanto a la conservación de la cosa, es obligación del deudor mantenerla en el mismo


estado en que se encontraba cunado contrajo la obligación. Es decir, con otras palabras,
debe obrar con un cuidado diligente de la cosa, para encontrarse luego en la posibilidad
de cumplir con la entrega, tal como lo prometió.

La entrega o tradición de la cosa tiene en nuestro derecho positivo una importancia


fundamental, porque sin ella no es posible constituir sobre la cosa derechos reales.
Mientras la tradición no se ha hecho efectiva, el comprador, acreedor prendario, etc., tiene
un derecho personal contra el deudor para obligarlo a cumplir con la entrega, pero no
tiene sobre la cosa ningún derecho real; en otras palabras, tiene un derecho a la cosa y no
un derecho sobre la cosa.

Esta exigencia de la tradición se aplica tanto a los bienes muebles como a los inmuebles;
pero respecto a estos últimos, y a los efectos de declarar oponible la adquisición o
transmisión de derechos reales hacia terceros, es necesaria, además, la inscripción del
título suficiente en el registro de la propiedad.

Es claro que la tradición no será necesaria si el adquirente tiene ya su posesión por otro
título; por ejemplo, si el locatario compra la casa que alquila. Se trata de los medos
sucedáneos de la tradición.

422
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Transferencia de los derechos reales. Sistema de transmisión. La tradición: concepto, critica

Art. 750 tradición. El acreedor no adquiere ningún derecho real sobre la cosa antes de la
tradición, excepto disposición legal en contrario.

Interpretación de la norma por lorenzatti:

En el código, a partir de la reforma, se combina el tradicional sistema de adquisición de los


derechos reales mediando título y tradición, con las restantes situaciones en las que se
dispone que la entrega de la cosa no produce per se la adquisición del derecho real, sino
que es necesario otro acto distinto. Siempre es ineludible, para que opere la adquisición
del derecho real, que existan tanto el título como el modo.

El título es el acto jurídico del que surge la voluntad de transmisión del derecho real por su
titular, y la consecuente y correlativa adquisición por otra persona (art. 1892 del código).
Por su parte, el modo es el acto que materializa el desplazamiento patrimonial que surge
del título, y que lo hace cognoscible por terceros.

No se agota en la tradición (que es la entrega de la cosa —art. 1924 del código—), sino
que también quedan emplazados en aquella categoría la inscripción registral (cuando se
trata de bienes en los que la registración es constitutiva, o cuando el tipo de derecho así lo
requiera) y el primer uso en el caso de la adquisición de una servidumbre positiva (art.
1892 del código). Se indica en esta última norma que no es necesaria la tradición en los
casos de la denominada tradición abreviada, que en rigor de verdad son supuestos en los
que, si bien debe entenderse que existe jurídicamente tradición (pues, en los casos en que
se transmite la posesión, se adquiere el derecho real), no se presenta en los hechos la
entrega material y efectiva de la cosa, que sigue permaneciendo bajo el poder de quien
tenía, con anterioridad al título, una relación real diferente.

423
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En materia de compraventa, puede pactarse que la puesta a disposición de la mercadería


en tránsito o el endoso de los documentos de transporte surta los efectos de la entrega
(art. 1149 del código).

Su incidencia en las obligaciones bajo análisis:

Se trata aquí de las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir o transferir un derecho
real. En consecuencia, la adquisición del derecho real (de acuerdo a lo que se establece en
las normas específicas que regulan tal situación, arts. 1982 y ss. Del código) importa el
pago o , cumplimiento de la obligación (art. 865 del código), y la consecuente liberación
del deudor.

Publicidad de la adquisición

La adquisición de los derechos reales es oponible a terceros desde que tenga "publicidad
suficiente" (art. 1893 del código), lo que importa que éstos la hayan conocido o podido
conocer.

Cuando se encuentra dispuesta la inscripción registral, su concreción en los términos y


condiciones que establecen las leyes respectivas dota de oponibilidad la adquisición del
derecho. Vale aclarar que en esta situación no incide que la inscripción sea declarativa o
constitutiva, desde que aquí no se trata de determinar el efecto inter panes, sino respecto
de terceros, que en ambos casos es idéntico.

De todas maneras, la ausencia de inscripción es oponible a aquellas personas que


conocieron o pudieron conocer la adquisición del derecho real, como son, por ejemplo, los
testigos del acto (no sólo los instrumentales, sino cualquier persona que efectivamente
haya tomado conocimiento), personas que hayan intervenido en la formación y
celebración del título, sucesores, etcétera.

La publicidad posesoria, en los casos en que no está impuesta la inscripción registral, es


elemento suficiente para la publicidad de la adquisición, como ocurre en el caso de las
cosas muebles no registrables. En el caso de subadquirentes de cosas que no sean

424
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

hurtadas o perdidas, la posesión de buena fe es suficiente para la adquisición de los


derechos reales, salvo que lo haya sido a título gratuito. En este último caso, en el conflicto
de intereses, se privilegia el derecho del verdadero dueño por sobre el del subadquirente,
pero no en razón de que este último experimente un enriquecimiento sin causa (desde que
la causa, lícita, es la transmisión a título gratuito), sino porque al no sufrir detrimento
alguno, se privilegia el principio nemo plus iuris (art. 399 del código).

Interpretación de dateas:

Tradición y entrega son conceptos diferentes.

La entrega es un acto material por el cual un sujeto pone en manos o en poder de otro a
alguien o algo.

La tradición, si bien comprende el acto material de la entrega, también requiere del acto
material de recepción.

Por ello, la simple manifestación del deudor en virtud de la cual se considera desposeído
de la cosa, o la declaración dirigida a dar al adquirente la posesión de esta, no alcanzan
para ser consideradas como tradición.

Así lo expresa el art. 1924 ccyc al establecer “hay tradición cuando una parte entrega una
cosa a otra que la recibe. Debe consistir en la realización de actos materiales de, por lo
menos, una de las partes, que otorguen un poder de hecho sobre la cosa, los que no se
suplen, con relación a terceros, por la mera declaración del que entrega de darla a quien la
recibe, o de éste de recibirla”.

Nada obsta a que el acto de entrega y recepción puedan llevarse a cabo en momentos
distintos.

2.2. Diferentes formas de tradición

425
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En nuestro ordenamiento, se admiten diferentes formas de tradición.

Cuando mediante la tradición se produce la entrega física de la cosa (art. 1924 ccyc), se
habla de tradición “auténtica”.

En cambio, si los actos de entrega y recepción de la cosa se concretan mediante otros


actos o hechos a los que se les otorga tal carácter, se está en presencia de un supuesto de
tradición “simbólica”.

El art. 1925 ccyc considera hecha la tradición de cosas muebles, por la entrega de
conocimientos, cartas de porte, facturas u otros documentos de conformidad con las
reglas respectivas, sin oposición alguna, y si son remitidas por cuenta y orden de otro,
cuando el remitente las entrega a quien debe transportarlas, si el adquirente aprueba el
envío.

La tradición también puede quedar satisfecha sin la necesidad de realización de actos


materiales.

Es lo que sucede en la llamada traditio brevi manu, donde la cosa es tenida a nombre del
propietario y, con motivo de un acto jurídico celebrado entre tenedor y propietario, pasa a
nombre del primero.

En este caso, lo que cambia es el título en virtud del cual se tiene o posee la cosa, por lo
que la tradición deviene innecesaria por encontrarse satisfecha desde una época anterior
(art. 1892, párr. 3, ccyc).

Finalmente, existe otro caso de tradición sin necesidad de actos materiales de entrega y
recepción, lo que ocurre en la llamada constitutio posesorio.

Aquí la situación es al revés que en la traditio brevi manu, pues es el poseedor quien pasa
de tal condición a la de simple tenedor, en virtud del acto jurídico por el cual aquella se ha
transferido (art. 1892, párr. 3, ccyc).

2.3. Excepciones al principio general

426
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El principio general en virtud del cual el derecho real no queda perfeccionado antes de la
tradición, admite excepciones que deben estar fundadas en una norma legal.

Así, en materia de automotores, el decreto-ley 6582/1958 establece un régimen registral


donde la inscripción adquiere carácter constitutivo del derecho real de dominio:

“la transmisión del dominio de los automotores deberá formalizarse por instrumento
público o privado, y solo producirá efecto entre las partes y con relación a terceros desde
la fecha de su inscripción en el registro de propiedad del automotor” (art. 1º).

De modo que, hasta tanto no se realice la inscripción registral, no se encuentra


perfeccionada la transmisión del dominio del automotor, aun cuando ya se hubiera
entregado la posesión del bien al adquirente.

De la misma manera, la inscripción en el registro nacional de la propiedad automotor es


suficiente para transferir la titularidad del rodado, independientemente de haberse
realizado la tradición de la cosa a favor del adquirente.

Un régimen similar se observa en la normativa registral de equinos de pura sangre de


carrera (art. 2° de la ley 20.378)

Artículo 1892. Título y modos suficientes

La adquisición derivada por actos entre vivos de un derecho real requiere la concurrencia
de título y modo suficientes.

Se entiende por título suficiente el acto jurídico revestido de las formas establecidas por la
ley, que tiene por finalidad transmitir o constituir el derecho real.

La tradición posesoria es modo suficiente para transmitir o constituir derechos reales que
se ejercen por la posesión.

427
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

No es necesaria, cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y éste por un acto
jurídico pasa el dominio de ella al que la poseía a su nombre, o cuando el que la poseía a
nombre del propietario, principia a poseerla a nombre de otro.

Tampoco es necesaria cuando el poseedor la transfiere a otro reservándose la tenencia y


constituyéndose en poseedor a nombre del adquirente.

La inscripción registral es modo suficiente para transmitir o constituir derechos reales


sobre cosas registrables en los casos legalmente previstos; y sobre cosas no registrables,
cuando el tipo del derecho así lo requiera.

El primer uso es modo suficiente de adquisición de la servidumbre positiva.

Para que el título y el modo sean suficientes para adquirir un derecho real, sus otorgantes
deben ser capaces y estar legitimados al efecto.

A la adquisición por causa de muerte se le aplican las disposiciones del libro quinto.

Sistema francés y alemán:

El sistema francés es el sistema en donde la propiedad se transmite con el mero acuerdo


de voluntades, sin ser necesaria la tradición. En el sistema francés también se ha operado
una importante evolución, que motivó al legislador a adoptar el sistema de la tradición
ficta y, en su virtud, las convenciones tuvieron no solamente la consecuencia de crear
derechos y obligaciones entre las partes, sino también la de tranferir el dominio (art. 711 y
1138 del cód. Francés).

En la nota del art. 577 cc se critica ácidamente este sistema:

“establecido el derecho personal de donde tiene que resultar la transmisión de la


propiedad, muchos jurisperitos no quisieron ver nada más, y dieron luego la propiedad
como transmitida y adquirida sólo por el simple poder del concurso de las voluntades en
un momento dado. Tomóse la propiedad en su elemento individual solamente, y no se

428
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

atendió a su elemento social. Contóse con la buena fe de las convenciones, como si la


mala fe no fuese posible.

Las cosas que se conviene transmitir es posible que no sean transmitidas, y la misma cosa
puede ser vendida a dos personas diferentes. Si el contrato es suficiente, independiente de
cualquier manifestación exterior de la transferencia del dominio, el segundo comprador
podría de buena fe, transmitir también la cosa, que así irá sucesivamente pasando a otros.
Tenemos entonces un choque de derechos, una colisión donde por un lado se presenta el
interés de uno solo, y por el otro los intereses de muchos. ¿se puede y debe ser indiferente
a la constante incertidumbre del derecho de propiedad, al fundamento de todas las
relaciones civiles? Si este mal no puede ser evitado del todo ¿no convendrá evitarlo lo más
que sea posible?. Según la teoría del cód. Francés sobre la transmisión de la propiedad,
como efecto inmediato de los contratos, no hay intervalo entre la perfección de los
contratos, la transmisión y su adquisición realizada. La tradición y la posesión nada valen.
El derecho personal, y el derecho real son una misma cosa. El contrato es el propio
dominio; y el dominio es el contrato. No hay diferencia alguna entre el título para adquirir
y el modo de adquirir, entre la idea y el hecho, entre la causa y el efecto.

La innovación del código civil de francia fue tan inesperada, tan peligrosa tan opuesta a la
buena razón, que por mucho tiempo se dudó que ella hubiese derogado el régimen de las
leyes anteriores. Troplong, martou y otros muchos jurisconsultos no dejaron de confesar
que esta innovación tan grave fue subrepticiamente introducida, sin la discusión especial y
profunda que ella reclamaba. Aun así, el nuevo principio no tuvo aplicación respecto a los
bienes muebles, según el art. 2279, y en cuanto a los inmuebles fue aplicado con
restricciones según los arts. 939 y 1069. En vano el legislador francés proclamó su principio
de la transmisión de la propiedad sólo por efecto de las convenciones, pues que la fuerza
de las cosas lo obligó a violarlo en relación a los muebles y a no mantenerlo respecto a los
inmuebles, sino por medio de disposiciones contradictorias e incompletas, que expusieron
la propiedad territorial y la garantía hipotecaria a incertidumbres y peligros tales, que la

429
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

segunda generación sintió la necesidad de reformar radicalmente la legislación en esta


parte.

Lo que desde luego no se había conocido por la fascinación de un bello principio en


apariencia, que realzaba el poder de la voluntad humana, vínose a conocer después por las
exigencias económicas de un buen régimen hipotecario. Y en verdad, el sistema
hipotecario del código civil francés quedó profundamente viciado desde que confundió los
derechos personales con los derechos reales. Era una anomalía y una providencia inútil
manifestarse al público el derecho real de la hipoteca, cuando el primer derecho real, "la
propiedad", fuente de todos los otros, no tenía la misma publicidad en los casos más
frecuentes.”

Sistema alemán: en alemania, a situación difiere si la cosa es mueble o inmueble. Respecto


de bienes inmuebles, los contratantes deben prestar un consentimiento formal ante un
oficial público e inscribirlo en un registro. Este sistema gira sobre tres ejes básicos:

1) Investiduras: dado que interviene el estado


2) Abstracción: la persona manifiesta la voluntad de transmitirla, es un acto abstracto.
3) Fe pública: la transmisión de derecho se produce con la inscripción en el registro.

En el sistema germánico, hay una marca diferencia entre la transmisión de inmuebles y la


de muebles. Si se trata de los primeros, tanto la relación entre las partes como los efectos
respecto de terceros se rigen por el convenio y la inscripción en los libros territoriales. Si se
trata de los segundos, se necesitan el convenio y la tradición y, para su oponibilidad, la
inscripción. Es un sistema elogiado por la doctrina.

El código civil:

El sistema adoptado por el derecho argentino, en el sistema de transmisión de inmuebles


establecido por vélez en el código original, se asentó sobre dos requisitos: título y modo.

430
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Este sistema es mantenido en el nuevo código civil, que lo exige en el art. 1892, pero con
importantes diferencias, en razón de haberse hecho eco de la evolución que tuvo el primer
código con las leyes 17.711 y 17.801.

Por ende, en nuestro país, el dominio se adquiere a través del título (instrumento que
acredita la propiedad) y modo (aprehensión física de la cosa o tradición y primer uso en las
servidumbres positivas, en el nuevo código) (art.1892 cccyc) y se vuelve oponible el
derecho respecto de terceros con la inscripción registral.

Hoy la tradición no es el único modo y, a veces, en ciertas ocasiones ella resulta


innecesaria.

El título confiere solamente un derecho a la cosa, pero la propiedad sólo se transmite


cunado el modo ha sido cumplido.

Registros locales:

El cuarto párrafo del art. 1892 del ccyc da un paso más en la materia y convierte a la
inscripción registral en modo suficiente de adquisición de inmuebles, con lo que la
tradición deja de ser necesaria a efectos de adquirir el derecho, pues la inscripción del
título en el registro suple, con lo que la inscripción registral va a tener mayor efecto ahora
que antes. Ergo, vamos a tener que adaptar los esquemas tradicionales, pues a un
adquirente con título inscripto ya no se le podría cuestionar que no ha hecho actos
posesorios, pues el modo inscripción originaria ahora títulos perfectos, con presidencia de
si hubo o no tradición.

Es más, del juego del tercero y cuarto párrafo del art. 1892 del ccyc permite pensar que la
tradición no es título suficiente para transmitir y constituir derechos reales sobre cosas
registrables.

Ergo, pensamos a partir de la entrada en vigencia del nuevo código un sistema registral
inmobiliario más parecido al del registro del automotor, que al registro inmobiliario
establecido sobre la base del art. 17.801

431
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Artículo 1892. Título y modos suficientes

La adquisición derivada por actos entre vivos de un derecho real requiere la concurrencia
de título y modo suficientes.

Se entiende por título suficiente el acto jurídico revestido de las formas establecidas por la
ley, que tiene por finalidad transmitir o constituir el derecho real.

La tradición posesoria es modo suficiente para transmitir o constituir derechos reales que
se ejercen por la posesión.

No es necesaria, cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y éste por un acto
jurídico pasa el dominio de ella al que la poseía a su nombre, o cuando el que la poseía a
nombre del propietario, principia a poseerla a nombre de otro.

Tampoco es necesaria cuando el poseedor la transfiere a otro reservándose la tenencia y


constituyéndose en poseedor a nombre del adquirente.

La inscripción registral es modo suficiente para transmitir o constituir derechos reales


sobre cosas registrables en los casos legalmente previstos; y sobre cosas no registrables,
cuando el tipo del derecho así lo requiera.

El primer uso es modo suficiente de adquisición de la servidumbre positiva.

Para que el título y el modo sean suficientes para adquirir un derecho real, sus otorgantes
deben ser capaces y estar legitimados al efecto.

A la adquisición por causa de muerte se le aplican las disposiciones del libro quinto.

Jurisprudencia plenaria:

Formas de producirse la transmisión entre las partes y frente a terceros:

432
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Bienes muebles, inmuebles y muebles registrables. Efectos entre partes; modo de


cumplimiento:

Artículo 755.- riesgos de la cosa.

El propietario soporta los riesgos de la cosa.

Los casos de deterioro o pérdida, con o sin culpa, se rigen por lo dispuesto sobre la
imposibilidad de cumplimiento.

Interpretación

2.1. Riesgo de la cosa y riesgo del contrato

La doctrina ha admitido diferencias entre el riesgo de la cosa y el riesgo del contrato (de la
obligación).

En este orden, el deudor obligado a dar la cosa para transferir derechos reales, es dueño
de ella; y por el principio que sostiene que las cosas crecen y perecen para su dueño, si la
cosa se pierde, ese costo deberá asumirlo él.

Significará la pérdida del valor económico de la cosa y del derecho real que se ejercía
sobre ella.

Ahora bien, ese riesgo al que está expuesta la cosa por pérdida o deterioro puede adquirir
un sentido más amplio si el evento se produce cuando la cosa está dentro de un contrato
o forma parte del objeto de una obligación.

En estos casos, los efectos de la pérdida no los asume únicamente el deudor, sino todos
los que contrataron con relación a la cosa, prescindiendo de que sean o no dueños de ella.

2.2. Deterioro y pérdida

Se habla de pérdida de una cosa cuando se destruye física o materialmente en forma total,
o resulta extraviada sin que pueda saberse su paradero.

433
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

También se admite como supuesto el de destrucción jurídica de la cosa, y es el que se


produce cuando la cosa es colocada fuera de comercio o considerada por el ordenamiento
jurídico inapta para ser objeto de una relación jurídica obligacional.

El deterioro, en cambio, es una situación menos grave que la pérdida o destrucción de la


cosa, pues en este caso aquella experimenta una alteración en su estructura que, aunque
no altera su esencia, produce una disminución de su valor económico.

En determinados casos, no resulta sencillo distinguir si se trata de una pérdida o un


deterioro, por lo que habrá que indagar si la alteración de la cosa asume una entidad
suficiente para suponer que ha quedado desnaturalizada la cosa, en función del destino
que las partes entendieron darle y las circunstancias del caso concreto.

Si es así, se tratará de una destrucción o pérdida y no de deterioro.

2.3. Relaciones de consumo

En el ámbito de las relaciones de consumo, reguladas por la ley 24.240, el acreedor de la


cosa, ante el “incumplimiento” del contrato por el proveedor, salvo caso fortuito o fuerza
mayor, puede optar, a su libre elección por:

“a) exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuera posible; b)
aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente; c) rescindir el contrato con
derecho a la restitución de lo pagado, sin perjuicio de los efectos producidos,
considerando la integridad del contrato. Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y
perjuicios que correspondan” (art. 10 bis de la ley 24.240).

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Régimen de los frutos, productos, mejoras, expensas: valuación.

434
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Articulo 754.-frutos. Hasta el día de la tradición los frutos percibidos le pertenecen al


deudor; a partir de esa fecha, los frutos devengados y los no percibidos le corresponden al
acreedor.

Interpretación

2.1. Frutos percibidos

El código civil y comercial define al fruto percibido como aquel “que separado de la cosa
es objeto de una nueva relación posesoria” (art. 1934, inc. A, ccyc) y establece en el artículo
en estudio que los frutos percibidos al momento de la tradición corresponden al deudor.

La norma guarda coherencia con el principio según el cual el dominio de una cosa se
extiende a sus accesorios y frutos, y no se pierde hasta tanto se realice la tradición de la
cosa.

2.2. Frutos pendientes

El fruto pendiente es el que todavía no se ha percibido (art. 1934, inc. B), es decir el que no
ha sido separado de la cosa fructífera.

De allí que, al encontrarse adherido a la cosa, le pertenece al acreedor.

2.3. Frutos devengados y no cobrados

Existe una tercera categoría de frutos —los devengados y no cobrados— que ha motivado
discusiones doctrinarias durante la vigencia del ordenamiento anterior.

En materia de frutos civiles, dentro de los cuales se encuentran, por ejemplo, las rentas que
provienen del uso y goce de una cosa, los salarios, honorarios u otra forma de
contraprestación del trabajo humano; puede suceder que al momento de la tradición
existan frutos ya devengados pero que todavía no han sido cobrados por el deudor.

Para nuestro actual ordenamiento, los frutos devengados y no cobrados le corresponden


al acreedor, y tal solución ha sido criticada por considerarse que tal derecho reconocido al

435
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

acreedor podría vulnerar la garantía de propiedad protegida por la constitución nacional


en la medida en que el deudor es el propietario de la cosa al momento del devengamiento
de los frutos y, por ende, quien tiene título suficiente para percibir ese crédito ya
devengado pero todavía no cobrado.

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Artículo 751.- mejoras. Concepto y clases.

Mejora es el aumento del valor intrínseco de la cosa.

Las mejoras pueden ser naturales o artificiales.

Las artificiales, provenientes de hecho del hombre, se clasifican en necesarias, útiles y de


mero lujo, recreo o suntuarias.

Artículo 752.- mejora natural. Efectos.

La mejora natural autoriza al deudor a exigir un mayor valor.

Si el acreedor no lo acepta, la obligación queda extinguida, sin responsabilidad para


ninguna de las partes.

Artículo 753.- mejoras artificiales.

El deudor está obligado a realizar las mejoras necesarias, sin derecho a percibir su valor.

No tiene derecho a reclamar indemnización por las mejoras útiles ni por las de mero lujo,
recreo o suntuarias, pero puede retirarlas en tanto no deterioren la cosa.

Interpretación

2.1. Concepto

436
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

De acuerdo a la clasificación del código de vélez sarsfield, se distinguían como aumentos y


mejoras a las modificaciones de la cosa debida que provocaban un aumento intrínseco de
su valor.

La diferencia entre una y otra residía en que los “aumentos” eran por acción directa y
exclusiva de la naturaleza, en tanto que las “mejoras” son aquellas que provenían de la
acción del hombre.

El nuevo ordenamiento reúne ambas especies en el concepto genérico de “mejoras”, y las


distingue en naturales y artificiales.

La mejora, en consecuencia, debe entenderse como el aumento del valor intrínseco de la


cosa.

No debe confundirse el valor intrínseco de la cosa con el extrínseco, o el precio que se


paga por ella.

Toda mejora del valor intrínseco puede generar un aumento del valor extrínseco del bien.

Pero esta relación no funciona a la inversa.

Un aumento del valor extrínseco no genera por sí solo un incremento del valor intrínseco
del bien, ni implica una modificación de su estructura.

Por ejemplo, un inmueble tiene un valor intrínseco que está representado por su diseño,
extensión y materiales utilizados para construirlo.

En cambio, el valor extrínseco está determinado por cuestiones relacionadas con el


mercado inmobiliario, como ser las leyes de la oferta y la demanda, la ubicación, la forma
de pago, etc.

2.2. Clases de mejoras

2.2.1. Mejoras naturales

437
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si bien no están definidas por el art. 751 ccyc, su concepto se deduce por oposición a las
mejoras artificiales que sí lo están en la citada norma.

Las mejoras naturales son todas aquellas que, excluyendo la acción del hombre, se
producen por acción directa y exclusiva de la naturaleza, por ejemplo, los procesos de
avulsión y aluvión (arts. 1959 y 1961 ccyc).

Frente a esta situación, el deudor sobre quien pesa la obligación de entregar la cosa, está
autorizado a “...exigir un mayor valor. Si el acreedor no lo acepta, la obligación queda
extinguida, sin responsabilidad para ninguna de las partes”.

La norma del art. 752 ccyc es la expresión legal del principio res crescit domino, según el
cual las cosas aumentan para su dueño.

Si en el transcurso de tiempo que se extiende desde el nacimiento de la obligación y la


oportunidad que las partes han previsto para su cumplimiento, la cosa experimenta una
mejora natural, el deudor podrá pretender del acreedor un mayor valor por la cosa.

Cuando el acreedor no acepta abonar el mayor valor de la cosa, la obligación quedará


extinguida sin responsabilidad para ninguna de las partes.

En caso de mediar desacuerdo entre las partes respecto del mayor valor de la cosa, se
estima que la determinación del precio debe ser efectuada judicialmente o por árbitros.

Una vez determinado el precio justo, podrá el acreedor de la cosa optar si paga ese mayor
valor o resuelve la operación.

2.2.2. Mejoras artificiales

El art. 751 ccyc define las mejoras artificiales como aquellas provenientes de hecho del
hombre, a las que clasifica en tres subespecies: las mejoras necesarias; las útiles y de mero
lujo; y las de recreo o suntuarias.

2.2.3. Mejoras necesarias

438
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El código civil definía las mejoras necesarias como aquellas que resultan indispensables
para la conservación de la cosa.

Tal definición es mantenida en el art. 1934, inc. D, ccyc, que las identifica como “la
reparación cuya realización es indispensable para la conservación de la cosa”.

El inciso anterior del citado artículo habla de la “mejora de mero mantenimiento” y la


define como “la reparación de deterioros menores originados por el uso ordinario de la
cosa” (art. 1934, inc. C, ccyc), supuesto que se considera identificable con el de las
expensas necesarias cuyas características antes han sido descriptas; y la razón de ello es
que al tratarse de “reparación de deterioros menores” no debería observarse un aumento
de su valor.

El deudor no tiene derecho a exigir el valor de las mejoras necesarias por ser
indispensables para la conservación de la cosa.

2.2.4. Mejoras útiles

La mejora útil es aquella que resulta “beneficiosa para cualquier sujeto de la relación
posesoria” (art. 1934, inc. E, ccyc), por ejemplo, la instalación del servicio de agua corriente,
teléfono, gas, etc.

Las mejoras útiles introducidas en la cosa, no dan derecho a exigir un mayor valor por ella,
aun cuando tal mejora pudiera implicar un aumento del valor de la cosa prometida.

El fundamento de esta solución es que el deudor está obligado a conservar la cosa en el


mismo estado en el que se encontraba cuando contrajo la obligación (art. 746 ccyc), por lo
que no debió introducir ninguna modificación que altere su estructura.

Se pueden presentar diversas situaciones.

Por un lado, el acreedor —que no está obligado a pagar la mejora— puede exigir que sea
retirada de modo que la cosa vuelva a su estado anterior.

439
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Supóngase que el deudor antes de entregar la cosa construye una habitación en un sector
que era destinado a jardín.

Esa modificación, en principio, significará un aumento del valor intrínseco de la cosa pero,
al mismo tiempo, puede producir la frustración del interés del acreedor que esperaba
disfrutar del jardín.

En este caso, el acreedor podrá exigir la reposición de la cosa al estado anterior, o resolver
el negocio con los daños y perjuicios que haya sufrido.

Puede suceder que el acreedor desee mantener la mejora, supuesto en el cual puede
exigírsele que abone un mayor costo, el que resultará de la diferencia entre el valor
original y el valor incrementado por la mejora.

Debe tenerse presente, sin embargo, que en todo caso deberán evitarse las situaciones
abusivas que podrían presentarse a raíz de una interpretación estricta de la norma.

Si el acreedor no puede demostrar en qué medida ha sido afectado su interés, no parece


que sea procedente reconocerle la facultad de exigir el retiro de las mejoras, máxime
cuando ello pudiera implicar un deterioro en la cosa.

2.2.5 mejoras suntuarias

Este tipo de mejoras son definidas como las “de mero lujo o recreo o provecho exclusivo
para quien la hizo” (art. 1934, inc. F, ccyc).

Por ejemplo, el agregado de ornamentos en techos, la introducción de detalles de


decoración, la colocación de una piscina, de un sistema de hidromasaje, etc.

Distinguir si una mejora es útil o suntuaria puede resultar una tarea compleja en aquellos
casos donde no es claro su carácter útil o voluntario.

De todas maneras, la solución que adoptan las normas en análisis es la mismo que la
contemplada para las mejoras útiles.

440
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las mejoras suntuarias no son indemnizables por el acreedor, y resultan aplicables los
mismos criterios expuestos en el punto anterior.

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Riesgo de la cosa y de la obligación; caos de pérdida y deterioro, distintas situaciones:

2. Interpretación

2.1. Riesgo de la cosa y riesgo del contrato

La doctrina ha admitido diferencias entre el riesgo de la cosa y el riesgo del contrato (de la
obligación).

En este orden, el deudor obligado a dar la cosa para transferir derechos reales, es dueño
de ella; y por el principio que sostiene que las cosas crecen y perecen para su dueño, si la
cosa se pierde, ese costo deberá asumirlo él.

Significará la pérdida del valor económico de la cosa y del derecho real que se ejercía
sobre ella.

Ahora bien, ese riesgo al que está expuesta la cosa por pérdida o deterioro puede adquirir
un sentido más amplio si el evento se produce cuando la cosa está dentro de un contrato
o forma parte del objeto de una obligación.

En estos casos, los efectos de la pérdida no los asume únicamente el deudor, sino todos
los que contrataron con relación a la cosa, prescindiendo de que sean o no dueños de ella.

2.2. Deterioro y pérdida

Se habla de pérdida de una cosa cuando se destruye física o materialmente en forma total,
o resulta extraviada sin que pueda saberse su paradero.

441
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

También se admite como supuesto el de destrucción jurídica de la cosa, y es el que se


produce cuando la cosa es colocada fuera de comercio o considerada por el ordenamiento
jurídico inapta para ser objeto de una relación jurídica obligacional.

El deterioro, en cambio, es una situación menos grave que la pérdida o destrucción de la


cosa, pues en este caso aquella experimenta una alteración en su estructura que, aunque
no altera su esencia, produce una disminución de su valor económico.

En determinados casos, no resulta sencillo distinguir si se trata de una pérdida o un


deterioro, por lo que habrá que indagar si la alteración de la cosa asume una entidad
suficiente para suponer que ha quedado desnaturalizada la cosa, en función del destino
que las partes entendieron darle y las circunstancias del caso concreto.

Si es así, se tratará de una destrucción o pérdida y no de deterioro.

2.3. Relaciones de consumo

En el ámbito de las relaciones de consumo, reguladas por la ley 24.240, el acreedor de la


cosa, ante el “incumplimiento” del contrato por el proveedor, salvo caso fortuito o fuerza
mayor, puede optar, a su libre elección por:

“a) exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuera posible; b)
aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente; c) rescindir el contrato con
derecho a la restitución de lo pagado, sin perjuicio de los efectos producidos,
considerando la integridad del contrato. Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y
perjuicios que correspondan” (art. 10 bis de la ley 24.240).

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Interpretación de la norma por lorenzetti:

442
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Consideraciones generales el principio res perit et crescit domino adquiere consagración


legal, y de él se deriva la circunstancia de que, si luego de la constitución de la obligación y
antes de la entrega la cosa se pierde o se deteriora, el perjudicado será el deudor (el
dueño) y no el acreedor.

La cuestión, en tal caso, radica en determinar la responsabilidad por el incumplimiento


obligacional. La norma remite, adecuadamente, a las disposiciones de la sección 6' del
capítulo 5 del título i (imposibilidad de cumplimiento, arts. 955 y 956 del código) (ver ps.
518 y ss.).

Se distinguen dos supuestos:

si el objeto se torna imposible en forma absoluta y definitiva luego del nacimiento de la


obligación, la obligación naturalmente se extingue por falta de objeto.

El hecho ajeno irresponsabiliza al deudor. En el artículo 955 del código se hace referencia
al caso fortuito o a la fuerza mayor, pero también deben entenderse comprendidos el
hecho de la víctima y el de un tercero por quien no se debe responder, ya que se quiebra
el nexo causal, al no existir autoría del deudor en la situación e incumplimiento que se ha
generado (arts. 1729 a 1732 del código).

Por otra parte, en los casos del artículo 1733 del código el deudor es igualmente
responsable, aun mediando caso fortuito.

El factor de atribución

cabe preguntarse respecto al factor de atribución del incumplimiento de la obligación de


dar. De acuerdo a lo que surge del artículo en comentario, todo parece indicar que la
responsabilidad es subjetiva. Sin embargo, en el artículo 1723 del código se dispone que
cuando de las circunstancias de la obligación o de lo convenido por las partes, surge que
el deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad es de naturaleza
objetiva. En el caso de las obligaciones de dar, se considera que se trata de una obligación
de resultados, con factor de atribución objetivo.

443
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Frustración de la finalidad

por otra parte, en caso de mora del deudor, habrá que analizar si el plazo es esencial, caso
en el cual, cumplido éste, debe entenderse que también existe imposibilidad de
cumplimiento. Lo propio acontece si se frustra el interés del acreedor "de modo
irreversible" (art. 956 del código), elemento teleológico que en el ámbito de las
obligaciones nacidas de un contrato encuentra emplazamiento en la figura de la
frustración del fin (art. 1090 del código).

Otros efectos en caso de deterioro

Cabe preguntarse cuál sería la solución en el caso del deterioro (sea o no responsable el
deudor), con relación a la posibilidad del acreedor de exigir la cosa deteriorada con
disminución proporcional del precio (e indemnización de daños, en caso de ser imputable
al deudor). En tal caso, y si bien la ley ahora nada dice en general, ello no obsta a que el
acreedor tenga la facultad de optar por estas variantes, a lo que —como es natural— no
puede ser compelido, ya que el detrimento (análogamente a lo que ocurre en caso de
mejoras) afecta la identidad del objeto.

cuando la obligación de dar emana de un contrato de compraventa, tal es la solución


prevista en el artículo 1130 del código: si la cosa ha dejado de existir parcialmente, el
comprador puede demandar la parte existente con reducción del precio puede trasladarse,
por analogía, a todo tipo de obligación de dar con el fm de constituir un derecho real (arg.
Art. 1124 del código).

si el deterioro es atribuible al deudor, nada obsta también a que pueda solicitar una cosa
equivalente, en las condiciones que se indican a continuación.

Otros efectos en caso de pérdida

Si bien, por definición, la cosa cierta es única e individualmente irrepetible, existen no


pocos casos en los que puede existir una cosa similar o equivalente. Esto último es
sinónimo de fungibilidad (art. 232 del código), aunque en el caso que nos ocupa puede

444
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

llegar a no ser perfecta. El supuesto más visible se presenta cuando se ha producido la


individualización en las obligaciones de género (art. 762 del código), caso en el cual es
perfectamente factible la existencia de una cosa similar pero también podría hablarse de
un equivalente no dinerario en algunos casos de cosas ciertas°.

en tal situación, y como la norma nada dispone al respecto, deberá valorarse en el caso
concreto si razonablemente el deudor se encuentra en condiciones de proporcionar tal
equivalente. En definitivita, en ambos casos la cuestión debe meritarse a la luz, de los
principios de buena fe y abuso del derecho.

Existen, empero, casos en los cuales la cuestión se encuentra expresamente prevista. En la


solidaridad pasiva, si el cumplimiento se hace imposible por causas imputables a un
codeudor, los demás responden por el equivalente de la prestación debida y la
indemnización de daños y perjuicios (art. 838 del código), que en sentido amplio puede
entenderse como "equivalente dinerario", o una prestación similar.

En la obligación de saneamiento, el acreedor tiene varias opciones, entre ellas "reclamar un


bien equivalente, si es fungible" (art. 1039, inc. B, del código).

Por último, en la ley de defensa del consumidor 24.240, en el artículo 10 bis se consagra,
entre las opciones que tiene el consumidor a su libre elección ante el incumplimiento de la
oferta o del contrato, la de "aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente"
(inc. B).

Valuación del daño, efectos con relación a terceros; cosas muebles e inmuebles; la buena y
la mala fe: régimen de preferencia

Artículo 756.- concurrencia de varios acreedores. Bienes inmuebles.

Si varios acreedores reclaman la misma cosa inmueble prometida por el deudor, son todos
de buena fe y a título oneroso, tiene mejor derecho:

A. El que tiene emplazamiento registral y tradición;

445
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

B. El que ha recibido la tradición;

C. El que tiene emplazamiento registral precedente;

D. En los demás supuestos, el que tiene título de fecha cierta anterior.

Artículo 757.- concurrencia de varios acreedores. Bienes muebles

Si varios acreedores reclaman la misma cosa mueble prometida por el deudor, son todos
de buena fe y a título oneroso, tiene mejor derecho:

A. El que tiene emplazamiento registral precedente, si se trata de bienes muebles


registrables;

B. El que ha recibido la tradición, si fuese no registrable;

C. En los demás supuestos, el que tiene título de fecha cierta anterior.

Artículo 758.- acreedor frustrado.

El acreedor de buena fe que resulta frustrado en su derecho, conserva su acción contra el


deudor para reclamar los daños y perjuicios sufridos.

Interpretación

2.1. Concurrencia de varios acreedores sobre una misma cosa inmueble o mueble

La norma solo plantea el conflicto entre acreedores de buena fe y a título oneroso.

Si el acreedor fuera de mala fe, independientemente de haber adquirido a título oneroso o


gratuito, no tendría derecho a reclamar el reconocimiento de su posición pues su interés
es ilícito.

Por otro lado, el acreedor que viera frustrada la tradición de la cosa porque antes fue
entregada a un acreedor de mala fe, no tendría que acudir a las normas en análisis, sino
atacar la validez del acto jurídico que ha tenido un objeto prohibido.

446
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En efecto, el art. 392 ccyc dispone que “todos los derechos reales o personales
transmitidos a terceros sobre un inmueble o mueble registrable, por una persona que ha
resultado adquirente en virtud de un acto nulo, quedan sin ningún valor, y pueden ser
reclamados directamente del tercero, excepto contra el subadquirente de derechos reales
o personales de buena fe y a título oneroso”.

La buena fe requerida en la relación posesoria es aquella que consiste en no haber


conocido ni podido conocer la falta de derecho a ella.

Cuando se trata de cosas registrables, la buena fe requiere el examen previo de la


documentación y constancias registrales, así como el cumplimiento de los actos de
verificación pertinente establecidos en el respectivo régimen especial (art. 1902 ccyc).

Los adquirentes a título gratuito, por otra parte, quedan al margen de los artículos en
análisis, independientemente que lo hayan sido de buena o mala fe.

Esta solución tiene su razón de ser en que no existiría perjuicio para el tercero adquirente a
título gratuito, pues no ha tenido a su cargo contraprestación alguna, a diferencia del
acreedor a título oneroso cuyo derecho frustrado experimentaría un daño efectivo.

En caso de conflicto entre acreedores, la ley otorga mejor derecho al acreedor de cosa
inmueble que tiene emplazamiento registral y tradición, seguidamente el que ha recibido
la tradición, luego el que tiene emplazamiento registral precedente, y finalmente los
acreedores que tengan título de fecha cierta anterior, siguiendo el principio romano prior
in tempore potior in iure.

En materia de cosas muebles, tendrá mejor derecho el que tiene emplazamiento registral
precedente —si se trata de cosas muebles registrables—; o el que ha recibido primero la
tradición si la cosa mueble no es registrable, y luego los acreedores que tengan título con
fecha cierta anterior si ninguno de ellos ha obtenido la posesión de la cosa.

Cabe señalar, sin embargo, que cuando la norma alude al emplazamiento registral, se
refiere a aquellos supuestos en los que la inscripción tiene carácter constitutivo.

447
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.2. Acreedores frustrados

El acreedor que sufre la frustración de su derecho, tendrá acción contra el deudor de mala
fe para exigir la reparación integral de su perjuicio.

La norma del art. 758 ccyc no hace más que reeditar el principio establecido en el art. 730
ccyc que faculta al acreedor a:

“a) emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha obligado;
b) hacérselo procurar por otro a costa del deudor; y c) obtener del deudor las
indemnizaciones correspondientes”.

Además, el acreedor puede denunciar penalmente al deudor de mala fe (arts. 172 y 173
cp).

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Nulidad de la transmisión, responsabilidad:

Restitución al dueño:

Es estos casos, la entrega de la cosa aquí no se dirige a entregarlas para constituir un


derecho real, sino para restituirla a su dueño. De tal modo, en las obligaciones que aquí
analizamos, el dueño de la cosa es el acreedor a su restitución, lo que no tiene un efecto
neutro.

Rige aquí también el principio res crescit et perit domine, pero el dueño en estas
obligaciones no es deudor, por ejemplo, en la locación, comodato, depósito, la cosa es
propiedad del acreedor, que es quien tiene derecho a exigir la restitucion de la misma.

448
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por ende, en estas obligaciones, los roles se han intercambiado y las cosas carecen,
mejoran o se pierden para su dueño, el acreedor.

Efectos entre las partes: modos de cumplimiento

Art. 759 regla general. En la obligación de dar para restituir, el deudor debe entregar la
cosa al acreedor, quien por su parte puede exigirla.

Si quien debe restituir se obligó a entregar la cosa a más de un acreedor, el deudor debe
entregarla al dueño, previa citación fehaciente a los otros que la hayan pretendido.

Interpretación de la norma por lorenzetti:

la situación jurídica del acreedor y del deudor, en estas obligaciones, es la inversa a la de


las obligaciones de dar con el fin de constituir derechos reales. Aquí el dueño es el
acreedor.

La norma contempla así todos los casos en que, por la razón que sea, una persona debe
entregar (restituir) la cosa al dueño.

De acuerdo a la calidad que detente el deudor, se aplicarán las normas de la posesión o la


tenencia, y en este último caso las normas especiales —si las hubiere— que rigieran en
razón de la causa que dio origen a la relación de poder (por ejemplo, en el caso del
contrato de locación), que confluirán con las que ahora se analizan (ver comentario al art.
749 del código). Por otra parte, cabe recordar que siempre, en el caso del artículo
comentado, el acreedor debe ser el dueño de la cosa. Si no lo es (por ejemplo, el locatario
que subloca, y la cosa le tiene que ser devuelta), se aplicarán para la restitución las normas
privativas de la transferencia del uso o la tenencia (art. 749 del código). En cambio, si un
tenedor debe restituir la cosa al dueño, confluirán las normas de este parágrafo con las
relativas a la tenencia, como se ha indicado al comentar el artículo 749 del código, aunque
priman las soluciones especiales.

449
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

resta señalar que por aplicación del principio res perit et crescit domino, todas las
vicisitudes materiales que experimente la cosa por hechos extraños a las partes (mejoras
naturales, y deterioros o pérdida sin responsabilidad del deudor) corren por cuenta del
acreedor, quien será beneficiado o perjudicado, sin derecho alguno entre las partes. Aquí,
como bien se ha dicho, la solución es más sencilla porque la relación jurídica es más
elemental".

El deudor debe citar a otros eventuales pretensores con los que se haya obligado.

Interpretación de dateas:

Pluralidad de acreedores

Es posible que el deudor de una obligación de dar cosa cierta para restituirla se haya
obligado frente a una pluralidad de acreedores.

Tratándose la obligación de dar cosa cierta de una obligación indivisible (art. 815, inc. A,
ccyc) cualquiera de los acreedores tendría derecho a exigir la totalidad del pago al deudor
o a los codeudores (art. 816 ccyc) y, entre ellos, al acreedor que ha demandado
judicialmente el pago (arts. 823 y 845 ccyc).

Sin embargo, la solución que brinda el artículo se aparta de tal principio porque, frente a la
concurrencia de acreedores, el deudor tiene el deber de entregar la cosa a quien acredite
su carácter de titular, previa citación fehaciente del resto de los acreedores que la hayan
pretendido independientemente de que estos hayan notificado con anterioridad su
pretensión de cobro al deudor.

Régimen de los frutos, productos, mejoras, expensas; valuación:

Frutos: en la nueva normativa, el poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos y
los naturales devengados aun no percibidos. Al contrario, el poseedor de mala fe debe
restituir los frutos percibidos y los que se hubieran percibido con su actuar diligente, es
decir, que ha perdido por su culpa.

450
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El reparto de los frutos se hace entre el acreedor y el poseedor de buena fe es el siguiente:


el acreedor tiene derecho a los frutos naturales pendientes, que no se han separado de la
cosa.

El poseedor de buena fe tiene derecho a los frutos percibidos (los que se han separado en
el pasado) y a los frutos civiles devengados, sobre los que ya tiene derecho, pese a no
estar cobrados.

Es así, porque el principio del devengamiento que proviene de la economía tiene en


cuenta los flujos financieros, no los monetarios; por ello el derecho se adquiere cuando
nace, pese a que no haya existido una transferencia monetaria que lo haga efectivo y lo
extinga jurídicamente. En otras palabras, el derecho a percibir los frutos civiles ya se ha
adquirido, mientras que los pendientes siguen la suerte de la cosa principal, que debe ser
entregada con todos sus accesorios.

Productos: todos, habiendo buena o mala fe, deben restituir los productos (objetos que se
separan de la cosa o se sacan de ella, y que una vez separados no se vuelven a producir,
pues se altera la sustancia, como las piedras de una cantera o el mineral de las minas).

Mejoras: a diferencia de lo que ocurre con las obligaciones de dar cosas ciertas para
constituir derechos reales, en las obligaciones de dar cosa cierta para restituir no hay
régimen especial de mejoras.

En general, el deudor estará a cargo de las mejoras de mero mantenimiento y de las


necesarias. Como tenedores que son estos deudores, en la relación material con la cosa
que pertenece al acreedor, estarán imposibilitados de requerir indemnizaciones por los
gastos en que incurrieran en la realización de este tipo de mejoras.

Además, el art. 1938 ccyc también niega la indemnización por mejoras suntuarias; sólo
permite su retiro si no se daña la cosa objeto de la obligación. En la misma norma, sí se
reconoce el derecho a la indemnización de los gastos que irroguen las mejoras útiles, pero

451
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

limitados al mayo valor que adquiera el bien, a consecuencia de esas mejoras, no


corresponde el reembolso de los gastos efectuados, si superan dicho valor.

En los casos en que no haya deber legal o contractual de conservar la cosa, el art.1938 ccyc
reconoce la facultad de requerir el reembolso del consto de las mejoras necesarias,
siemore y cunado no exista culpa de quien las realizó, ni actúe de mala fe.

Riesgo de cosa y de obligación: casos de pérdida y deterioro, distintas situaciones:

Perdida sin culpa: el deudor es responsable por el valor de la cosa y los daños y perjuicios,
a pesar de haber perdido la cosa por caso fortuito y fuerza mayor en los siguientes
supuestos: si tomó cobre sí el riesgo del caso fortuito; si está en mora, salvo que pruebe
que la cosa se hubiese perdido de igual manera en manos de su dueños; si fuera poseedor
de mala fe, a menos que pruebe que la cosa igual se perdería en poder del acreedor; o,
finalmente, si el poseedor de la cosa se la hubiese apropiado delictuosamente.

Cuando hay obligación de dar cosa cierta para restituirla a su dueño y se perdiere la cosa
sin culpa del deudor, éste no tiene responsabilidad, pero debemos recordar que siempre
quedan a salvo los derechos que tenga el dueño hasta el momento de la pérdida (ej.: si se
beneficia con la cosa, o el propietario podrá cobrar los arrendamientos hasta ese instante).
Esta pérdida de la cosa puede producirse por caso fortuito o fuerza mayor.

Perdida con culpa: según el art. 955, que se refiere a la imposibilidad culpable de reintegrar
ña cosa a su dueño, cunado la cosa perdió por hechos imputables al deudor, éste debe
resarcir al dueño, modificándose el objeto de la obligación. La misma solución se recoge
del art. 1732 del ccyc.

Deterioro sin culpa del deudor: el dueño debe recibir la cosa en el estado en que se halle,
sin derecho a indemnización alguna, no tiene acción. Son aplicables las reglas del caso
fortuito que eximen de responsabilidad contractual (art. 1730, 1731 ccyc)

452
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por supuesto, no debe descartarse la posibilidad de que el deudor esté incurso en alguna
de las excepciones al principio de exoneración de responsabilidad por caso fortuito,
insertas en el art. 1733 del ccyc.

Deterioro con culpa: no existe norma especial en el nuevo código, como sí ocurría en el de
vélez. En consecuencia, el acreedor tendría derecho a dos opciones: 1) puede percibir el
equivalente del valor de la cosa más daños e intereses, o 2) recibir la cosa como está más
los daños e intereses.

Sin lugar a dudas, en el régimen del actual código se puede llegar a la misma conclusión, y
se le debe permitir al acreedor optar por una de las dos soluciones; ello, puesto que las
reglas generales de la responsabilidad civil así lo indican en los art. 1716 y 1749 del ccyc.

Además, esta solución es congruente con lo determinado en el art. 955 ccyc para la
pérdida imputable de la cosa.

Efectos con relación a terceros; cosas muebles, la buena y la mala fe:

El art. 760 rige para todo tipo de muebles no registrables y agrega como requisito, a
diferencia del código derogado, la calidad de título oneroso para tutelar al tercero.

Articulo 760.-entrega de la cosa a quien no es propietario. Bienes no registrables. Con


relación a terceros, cuando la obligación de dar cosas ciertas tiene por fin restituirlas a su
dueño, si la cosa es mueble no registrable y el deudor hace, a título oneroso, tradición de
ella a otro por transferencia o constitución de prenda, el acreedor no tiene derecho contra
los poseedores de buena fe, sino solamente cuando la cosa le fue robada o se ha perdido.
En todos los casos lo tiene contra los poseedores de mala fe.

Interpretación infojus:

2.1. Pluralidad de acreedores es posible que el deudor de una obligación de dar cosa cierta
para restituirla se haya obligado frente a una pluralidad de acreedores.

453
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Tratándose la obligación de dar cosa cierta de una obligación indivisible (art. 815, inc. A,
ccyc) cualquiera de los acreedores tendría derecho a exigir la totalidad del pago al deudor
o a los codeudores (art. 816 ccyc) y, entre ellos, al acreedor que ha demandado
judicialmente el pago (arts. 823 y 845 ccyc).

Sin embargo, la solución que brinda el artículo se aparta de tal principio porque, frente a la
concurrencia de acreedores, el deudor tiene el deber de entregar la cosa a quien acredite
su carácter de titular, previa citación fehaciente del resto de los acreedores que la hayan
pretendido independientemente de que estos hayan notificado con anterioridad su
pretensión de cobro al deudor.

2.2. Tradición de cosa mueble no registrable a favor de terceros no propietarios puede


presentarse la situación en la que el deudor de una obligación de dar cosas cierta para
restituirla a su dueño, tratándose de cosas muebles no registrables, celebre obligaciones
con terceros respecto de la misma cosa, circunstancia que plantearía un conflicto entre el
dueño y el tercero.

En tales casos, la ley otorga preferencia al tercero a quien se le ha efectuado la tradición,


siempre que sea a título oneroso, de buena fe, y la cosa no sea robada ni perdida (art. 1895
ccyc). La buena fe requerida consiste en no haber conocido ni podido conocer la falta de
derecho a la posesión que se otorga (art. 1902 ccyc).

Quienes hayan recibido la cosa a título gratuito no podrán invocar la preferencia que
otorga el artículo, pues ellos no pueden invocar un perjuicio ya que no han tenido a su
cargo contraprestación alguna a diferencia del dueño de la cosa que sufriría un perjuicio
efectivo si la pierde.

Finalmente, si el tercer adquirente es de mala fe —por haber conocido o podido conocer la


falta de derecho a la posesión que se le otorgaba—, el acreedor (propietario de la cosa)
puede reivindicarla.

454
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si se trata de una cosa mueble no registrable robada o perdida, y el tercero poseedor es


de buena fe, este no puede reclamarle al reivindicante el precio que pagó, excepto que el
objeto se haya vendido con otros iguales en una venta pública, o en casa de venta de
objetos semejantes, o por quien acostumbraba a venderlos (art. 2259 ccyc).

2.3. Tradición de cosa mueble o inmueble registrable a favor de terceros no propietarios en


estos supuestos, la solución legal otorga siempre preferencia al dueño acreedor. En efecto,
independientemente de que el tercero haya contratado a título oneroso, tratándose de
una cosa registrable cabe presumir siempre la mala fe del tercero, pues la buena fe exige
que cumpla con el examen previo de la documentación y constancias registrales, así como
el cumplimiento de los actos de verificación pertinente establecidos en el respectivo
régimen especial (art. 1902 ccyc).

Cosas inmuebles, responsabilidad:

En este caso, el acreedor tiene un derecho real sobre la cosa; y como tiene un título mejor,
e tercero, aunque tenga buena fe, ve caer su derecho.

Según el art. 761 del ccyc, el acreedor tiene acción real contra terceros que sobra la cosa
hayan adquirido aparentemente derechos reales, o que la tenga en su posesión por
cualquier contrato realizado con el deudor.

Literalmente, la norma declara la precedencia de la acción real en estos términos:

Articulo 761.-entrega de la cosa a quien no es propietario. Bienes registrables. Si la cosa es


inmueble o mueble registrable, el acreedor tiene acción real contra terceros que sobre ella
aparentemente adquirieron derechos reales, o que la tengan en su posesión por cualquier
contrato hecho con el deudor.

Interpretación de lorenzetti:

Como nadie puede transmitir un derecho mejor que el que tiene (art. 399 del código),
cuando se trate de bienes registrables (muebles o inmuebles) en manera alguna el tercero

455
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

que ha recibido la cosa podrá alegar la buena fe', pues el transmitente no será, en lo que a
él respecta, su dueño.

En materia de inmuebles, con anterioridad a la sanción de la ley 17.801 (y a la


incorporación del art. 2505 del código derogado), se señalaba que esta solución
(consagrada en el art. 599 del código derogado) se fundaba en "que debiendo constar en
escritura pública todos los derechos referentes a cosas inmuebles, el tercero, aunque sea
de buena fe, ha incurrido en culpa al no erigir de sus causahabientes el título respectivo".
Luego de la incorporación al código derogado del artículo 2505, la solución del artículo
599 se mantuvo invariable, aunque ahora justificada en los efectos de la inscripción
declarativa: el adquirente no puede invocar buena fe. Idéntica solución cabía postular,
incluso antes de esta circunstancia, con motivo de la incorporación de la inscripción
constitutiva para la adquisición de automotores (decreto-ley 6582/58).

El dueño, en consecuencia, es titular de la acción reivindicatoria (arts. 2252 y ss.).

II) Obligaciones de hacer o no hacer: obligación de hacer: concepto;


comparación con las de dar y de no hacer. Especies: fungibles y no fungibles;
instantáneas y permanentes; de servicio y de obra. Efectos. Cumplimiento
específico: tiempo, modo; mal cumplimiento. Ejecución forzada y por otro;
límites de ambas. Responsabilidad por incumplimiento. Imposibilidad de
pago. Obligación de escriturar: concepto, características. Otorgamiento de la
escritura por el juez; jurisprudencia plenaria. Normas procesales.
Responsabilidad por incumplimiento: valuación del daño. Obligación de
exhibir, concepto, casos, alcances.

Obligación de hacer: concepto

Las obligaciones de hacer se cumplen mediante la realización de un servicio o un hecho.


Para desobligarnos de ese tipo de vínculo debemos realizar el accionar convenido. En las
obligaciones de hacer, la prestación consiste en un hecho positivo.

456
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se trata de obligaciones positivas, que se encuentran constituidas por una prestación de


acción, de comportamiento, de conducta, en que la actividad normalmente es esencial
para el cumplimiento.

Decía busso: “las obligaciones de hacer son aquellas cuyo objeto consiste en el despliegue
de energía de trabajo, sean físicas o morales, prestadas por el deudor a favor del
acreedor”.

Artículo 773.- concepto.

La obligación de hacer es aquella cuyo objeto consiste en la prestación de un servicio o en


la realización de un hecho, en el tiempo, lugar y modo acordados por las partes.

Comparación con las obligaciones de dar y las de no hacer:

• obligaciones de dar: son aquellas en que el objeto de la obligación consiste en


transferir el dominio de una cosa, constituir un derecho real o en ella o simplemente
entregar su mera tenencia.

• obligaciones de hacer: son aquellas en que lo que se debe es un hecho o acción


positiva que no sea la entrega de la cosa

• obligación de no hacer: es aquella obligación en que lo que se debe es una


abstención del deudor de realizar algo que de otra forma le sería lícito.

Especies: fungibles y no fungibles:

Fungibles: se llama “hecho fungible” a aquel que puede ser realizado indefinidamente por
otra persona, porque al contratar no se ha tenido en mira el arte o habilidad propios del
contratante.

457
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este caso, se trata de obligaciones que no requieren que el deudor cuente este otro
tipo de prestación, poco o nada importa que ella sea satisfecha por el deudor, un asistente
suyo o un tercero.

Podríamos decir que este subgénero constituye la regla; pues normalmente las
obligaciones de hacer son fungibles. Por tanto, en caso de existir alguna duda sobre si una
obligación de hacer es fungible o infungible, debe considérese que se trata de una
obligación de naturaleza fungible. Para ponerlo en pocas palabras, el principio rector seria:
en duda, a favor de la fungibilidad. Are con ninguna característica especial, puesto que
cualquier persona, con un mínimo de idoneidad, puede cumplirlas; de hecho, al momento
de contratarlas no fue tenida en mira ninguna cualidad especial del obligado.

Articulo 776: la prestación puede ser ejecutada por persona distinta del deudor, a no ser
que de la convención, de la naturaleza de la obligación o de las circunstancias resulte que
éste fue elegido por sus cualidades para realizarla personalmente. Esta elección se
presume en los contratos que suponen una confianza especial.

No fungibles: en ellas, la actividad personal del deudor, en razón de sus cualidades o


aptitudes intrínsecas, ha sido especialmente tenida en mira por las partes, al momento de
contratar. En este caso, de haber sido otro el deudor, el acreedor no hubiese contratado,
como ocurre en el caso de la contratación de una obligación intuitu pernonae, donde el
sujeto deudor ingresa en la obligación como elemento esencial, integrando el objeto de la
prestación.

El ejemplo paradigmático que se da de ellas es contrataciones de un artista famoso para


que pinte un cuadro o un retrato o el del cirujano plástico que debe reconstruir un rostro
femenino, bajo determinadas pautas.

Instantáneas y permanentes:

Según qué actividad se desarrolle en un solo acto de cumplimiento (por eje., repara una
cañería rota), o que demande un lapso de cierta extensión o de manera fraccionada (por

458
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ej., el abogado que asesora a una empresa por lo que se le paga mensualmente; el
cuidado de un animal por el tiempo de vacaciones de su dueño; o clases de guitarra los
martes y jueves por la tarde, en un horario predeterminado).

De servicio y de obra:

Articulo 774.-prestación de un servicio. La prestación de un servicio puede consistir:

a) En realizar cierta actividad, con la diligencia apropiada, independientemente de su


éxito. Las cláusulas que comprometen a los buenos oficios, o a aplicar los mejores
esfuerzos están comprendidas en este inciso;
b) En procurar al acreedor cierto resultado concreto, con independencia de su eficacia;
c) En procurar al acreedor el resultado eficaz prometido. La cláusula llave en mano o
producto en mano está comprendida en este inciso.

Si el resultado de la actividad del deudor consiste en una cosa, para su entrega se aplican
las reglas de las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales.

Interpretación

2.1. Obligaciones de medios y de resultados

La obligación de medios implica un compromiso de diligencia, que solo tiende a la


consecución del resultado final.

El incumplimiento se configura cuando el deudor omite prestar esa conducta calificada

En las obligaciones de resultado, la actividad del deudor se endereza al logro ineludible del
interés final esperado por el acreedor, de manera que no se cumplirá el deber si no se
satisface aquella finalidad última.

La relevancia del distingo entre obligaciones de medios y de resultados radica en la


diversidad existente en el factor de atribución, hecho que determina cuáles son las
eximentes de responsabilidad a utilizar en cada caso.

459
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En las primeras, el criterio legal de imputación es la culpa; y en las restantes, el factor de


atribución es objetivo, de modo que el responsable se libera demostrando la causa ajena,
salvo disposición legal en contrario (arts. 1722 y 1723 ccyc).

2.2. Prestación de un servicio. Distintos niveles

La prestación de un servicio puede consistir en la realización de una actividad con la


diligencia apropiada independientemente de su éxito.

Tal lo que sucede con las cláusulas que comprometen a los buenos oficios o a aplicar los
mejores esfuerzos.

En este caso, el deudor asume el cumplimiento de una obligación de medios, pues lo que
ha asumido es un compromiso de diligencia que solo tiende a la consecución del resultado
final.

El incumplimiento se verifica cuando el deudor omite prestar esa conducta calificada.

También puede tener por objeto que el acreedor procure cierto resultado concreto con
independencia de su eficacia o procurarle al acreedor un resultado eficaz, lo que se supone
en el caso de la cláusula llave en mano o producto en mano.

En estos supuestos, el deudor asume una obligación de resultado, ya que su actividad se


encuentra comprometida al logro ineludible del interés final esperado por el acreedor.

En los incs. B y c, se distingue entre resultado y resultado eficaz, interpretándose que si


bien el código ha receptado la distinción entre obligaciones de resultado concreto y de
resultado eficaz, esta carece de toda consecuencia práctica dado que ambas definen una
misma modalidad de ejecución, incumplimiento y de responsabilidad obligacional.

2.3. Remisión a las obligaciones de dar

Si el resultado de la actividad consiste en una cosa para su entrega, se aplican las reglas de
las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales (arts. 750 a 758 ccyc).

460
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Articulo 775.-realización de un hecho (obras). El obligado a realizar un hecho debe


cumplirlo en tiempo y modo acordes con la intención de las partes o con la índole de la
obligación. Si lo hace de otra manera, la prestación se tiene por incumplida, y el acreedor
puede exigir la destrucción de lo mal hecho, siempre que tal exigencia no sea abusiva.

Interpretación

2.1. Tiempo y modo

Como principio general, quien se encuentra obligado a realizar un hecho debe cumplirlo
en tiempo y modo acordes con la intención de las partes; o con la índole de la obligación.

El hecho debe ser realizado por el deudor en la forma debida, pues el acreedor tiene
derecho a que el deudor cumpla de manera específica el objeto de la obligación.

El deudor debe cumplir el hecho en tiempo propio.

Por tiempo debe entenderse aquel fijado de manera expresa o tácita por las partes; y en
caso de que no se haya fijado o no surja de la naturaleza de la obligación, deberá fijarlo el
juez (art. 871 ccyc).

Al hablar de modo, no se hace más que aludir a todas las circunstancias y particularidades
tenidas en cuenta para su ejecución, cobrando relevancia la intención que han tenido las
partes o lo que estas pudieron haber entendido (arts. 958, 961, 1061 y 1063 ccyc).

El deudor deber realizar los trabajos conforme las reglas del arte u oficio.

También se encuentra obligado a realizar la prestación en concordancia con los usos


admitidos según la naturaleza de la obligación.

461
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.2. Incumplimiento de la obligación de hacer

2.2.1. Cumplimiento defectuoso. Derecho a tener por no realizada la prestación

El deudor incumple la obligación no solo cuando incurre en total inejecución sino cuando
el hecho no se ejecuta de acuerdo a lo convenido por las partes.

En este último caso, la prestación se tiene por no hecha y los efectos que derivan de esa
situación son los mismos que para el caso de negativa de cumplimiento.

En caso de que la prestación no se realice en la forma debida, el deudor incurre en


inejecución de la obligación.

No cualquier defecto en el modo de ejecutar la obligación permite tenerla por no


realizada, pues aquel debe ser grave y no insignificante.

Si bien la ley faculta al acreedor a tener por no realizada la prestación y le permite destruir
lo mal hecho, dicha facultad encuentra ciertos límites, pues no puede resultar abusiva.

Es el acreedor quien tiene la carga de probar el defecto en la ejecución así como su


entidad y que el deudor no ha cumplido con la calidad convenida, en cuyo caso este
último podrá acreditar que la imposibilidad fue por causa ajena a su conducta.

Tampoco se puede optar por la destrucción si lo realizado difiere de lo pactado en


aspectos secundarios o superfluos o si el acreedor no objeta lo que el deudor está
realizando, a pesar de advertir que se verifican serias diferencias.

Si la falla en el modo de ejecutar la obligación es importante, el acreedor puede requerir su


destrucción, a costa del deudor.

Puede acontecer que este último se niegue a destruir lo mal hecho.

En este caso, para un sector de la doctrina, el acreedor puede resolver por su cuenta la
destrucción defectuosa sin recabar venia judicial, lo que lo expone a perder la mejor
prueba de la que dispone para acreditar el incumplimiento.

462
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Otros autores, ubicándose en una postura más estricta, entienden conveniente solicitar
autorización judicial, salvo que concurran circunstancias extraordinarias.

De resultar tardío, el cumplimiento de la obligación para una opinión, el acreedor puede,


como principio, rechazar el pago tardío que desee ejecutar el deudor.

Otros entienden que la regla general es diferente ya que, en principio, cuando el


cumplimiento es tardío, el acreedor no puede rechazar caprichosamente el pago que el
deudor pretenda efectuar, si este ofrece resarcir el daño moratorio.

El acreedor solo podrá hacerlo cuando el cumplimiento extemporáneo carezca de interés


para él o cuando autorice la resolución del contrato.

2.2.2. Negativa de cumplimiento

Ante el incumplimiento del hecho por parte del deudor, le basta al acreedor con alegar la
inejecución de la obligación.

En ese caso, para no incurrir en responsabilidad, el deudor deberá acreditar el


cumplimiento en tiempo y modo de la obligación o bien que el incumplimiento no le
resulta imputable.

Frente a la inejecución total de la obligación o a la declaración de incumplimiento, si el


hecho se realizó de manera defectuosa, el acreedor puede solicitar la ejecución forzada de
la obligación; obtener el cumplimiento por parte de un tercero a costa del deudor;
reclamar la reparación de los perjuicios e intereses; requerir además la destrucción de lo
mal hecho en caso de que resulte necesario, entre otras alternativas por aplicación
específica de los principios generales de la materia (excepción de incumplimiento;
resolución del contrato en caso de prestaciones recíprocas, etc.).

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

463
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Cumplimiento específico: tiempo, modo; mal cumplimiento:

Artículo 773.- concepto.

La obligación de hacer es aquella cuyo objeto consiste en la prestación de un servicio o en


la realización de un hecho, en el tiempo, lugar y modo acordados por las partes.

Interpretación de lorenzatti:

Las circunstancias modo, tiempo y lugar de cumplimiento no se rigen sólo por lo que las
partes hayan dispuesto, sino además por lo que establezcan las normas imperativas en los
casos en los que la autonomía de la voluntad se encuentra vedada (un caso particular es la
ley 24.240 de defensa del consumidor), y las supletorias a falta de previsión convencional.
También, en su caso, por lo que el juez determine en los casos sometidos a su decisión.

En relación con el tiempo de cumplimiento, gobiernan las disposiciones generales sobre el


tiempo del pago (arts. 871 y 872 del código), la mora (arts. 886 a 888 del código) y el
incumplimiento definitivo (art. 955 y 956 del código).

Las reglas generales sobre el lugar de pago se encuentran en los artículos 873 y 874 del
código. Va de suyo que el cumplimiento debe ser en especiera, y que en caso contrario el
acreedor puede hacer valer los medios que le otorga el artículo 777 del código.

De todas maneras, el incumplimiento debe ser relevante, ya que no puede admitirse que
ante cualquier falla o defecto menor se activen en plenitud, y a rajatabla, los mecanismos
de la tutela satisfactiva129. La cuestión debe ser analizada en el caso concreto, a la luz del
principio del ejercicio regular de los derechos.

Artículo 775.- realización de un hecho

464
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El obligado a realizar un hecho debe cumplirlo en tiempo y modo acordes con la intención
de las partes o con la índole de la obligación.

Si lo hace de otra manera, la prestación se tiene por incumplida, y el acreedor puede exigir
la destrucción de lo mal hecho, siempre que tal exigencia no sea abusiva.

Interpretación

Tiempo y modo

Como principio general, quien se encuentra obligado a realizar un hecho debe cumplirlo
en tiempo y modo acordes con la intención de las partes; o con la índole de la obligación.

El hecho debe ser realizado por el deudor en la forma debida, pues el acreedor tiene
derecho a que el deudor cumpla de manera específica el objeto de la obligación.

El deudor debe cumplir el hecho en tiempo propio.

Por tiempo debe entenderse aquel fijado de manera expresa o tácita por las partes; y en
caso de que no se haya fijado o no surja de la naturaleza de la obligación, deberá fijarlo el
juez (art. 871 ccyc).

Al hablar de modo, no se hace más que aludir a todas las circunstancias y particularidades
tenidas en cuenta para su ejecución, cobrando relevancia la intención que han tenido las
partes o lo que estas pudieron haber entendido (arts. 958, 961, 1061 y 1063 ccyc).

El deudor deber realizar los trabajos conforme las reglas del arte u oficio.

También se encuentra obligado a realizar la prestación en concordancia con los usos


admitidos según la naturaleza de la obligación.

Incumplimiento de la obligación de hacer

Cumplimiento defectuoso. Derecho a tener por no realizada la prestación

465
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El deudor incumple la obligación no solo cuando incurre en total inejecución sino cuando
el hecho no se ejecuta de acuerdo a lo convenido por las partes.

En este último caso, la prestación se tiene por no hecha y los efectos que derivan de esa
situación son los mismos que para el caso de negativa de cumplimiento.

En caso de que la prestación no se realice en la forma debida, el deudor incurre en


inejecución de la obligación.

No cualquier defecto en el modo de ejecutar la obligación permite tenerla por no


realizada, pues aquel debe ser grave y no insignificante.

Si bien la ley faculta al acreedor a tener por no realizada la prestación y le permite destruir
lo mal hecho, dicha facultad encuentra ciertos límites, pues no puede resultar abusiva.

Es el acreedor quien tiene la carga de probar el defecto en la ejecución así como su


entidad y que el deudor no ha cumplido con la calidad convenida, en cuyo caso este
último podrá acreditar que la imposibilidad fue por causa ajena a su conducta.

Tampoco se puede optar por la destrucción si lo realizado difiere de lo pactado en


aspectos secundarios o superfluos o si el acreedor no objeta lo que el deudor está
realizando, a pesar de advertir que se verifican serias diferencias.

Si la falla en el modo de ejecutar la obligación es importante, el acreedor puede requerir su


destrucción, a costa del deudor.

Puede acontecer que este último se niegue a destruir lo mal hecho.

En este caso, para un sector de la doctrina, el acreedor puede resolver por su cuenta la
destrucción defectuosa sin recabar venia judicial, lo que lo expone a perder la mejor
prueba de la que dispone para acreditar el incumplimiento.

Otros autores, ubicándose en una postura más estricta, entienden conveniente solicitar
autorización judicial, salvo que concurran circunstancias extraordinarias.

466
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

De resultar tardío, el cumplimiento de la obligación para una opinión, el acreedor puede,


como principio, rechazar el pago tardío que desee ejecutar el deudor.

Otros entienden que la regla general es diferente ya que, en principio, cuando el


cumplimiento es tardío, el acreedor no puede rechazar caprichosamente el pago que el
deudor pretenda efectuar, si este ofrece resarcir el daño moratorio.

El acreedor solo podrá hacerlo cuando el cumplimiento extemporáneo carezca de interés


para él o cuando autorice la resolución del contrato.

Negativa de cumplimiento

Ante el incumplimiento del hecho por parte del deudor, le basta al acreedor con alegar la
inejecución de la obligación.

En ese caso, para no incurrir en responsabilidad, el deudor deberá acreditar el


cumplimiento en tiempo y modo de la obligación o bien que el incumplimiento no le
resulta imputable.

Frente a la inejecución total de la obligación o a la declaración de incumplimiento, si el


hecho se realizó de manera defectuosa, el acreedor puede solicitar la ejecución forzada de
la obligación; obtener el cumplimiento por parte de un tercero a costa del deudor;
reclamar la reparación de los perjuicios e intereses; requerir además la destrucción de lo
mal hecho en caso de que resulte necesario, entre otras alternativas por aplicación
específica de los principios generales de la materia (excepción de incumplimiento;
resolución del contrato en caso de prestaciones recíprocas, etc.).

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Ejecución forzada y por otro; límites de ambas:

467
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Artículo 777.- ejecución forzada.

El incumplimiento imputable de la prestación le da derecho al acreedor a:

a. Exigir el cumplimiento específico;


b. Hacerlo cumplir por terceros a costa del deudor;
c. Reclamar los daños y perjuicios.

Interpretación

2.1. Alcances

Ante el incumplimiento imputable de la prestación por parte del deudor, el acreedor tiene
derecho a exigir su cumplimiento específico, a hacerlo cumplir por otro a costa del
obligado o bien a reclamar los daños y perjuicios.

No obstante el artículo guarda silencio respecto de la prohibición de ejercer violencia


sobre la persona del deudor, resulta indudable la vigencia de este principio, en el amparo
de la libertad y dignidad humana, incompatible con el uso de la violencia y con el espíritu
del código.

2.1.1. Cumplimiento específico

El acreedor puede reclamar “el cumplimiento específico” (art. 777 ccyc) de la obligación y
para ello estará legitimado para ejercer vías de compulsión.

Cabe aquí también efectuar el distingo según el cumplimiento del objeto sea o no
escindible de la persona del deudor.

En el primer caso, si el deudor se muestra renuente a cumplir la obligación en forma


voluntaria, el acreedor tiene el derecho de exigir su ejecución, aunque se encuentra
vedado el uso de la violencia.

En el restante caso, procede la ejecución forzada y el empleo de la fuerza pública para


obligar al deudor al cumplimiento de la prestación.

468
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

De todos modos, siempre podrá apelar a otras vías de compulsión —astreintes, resolución
contractual, excepción de incumplimiento, cláusulas penales—, y recién cuando estas se
agotan puede recurrir a la indemnización de daños y perjuicios.

Sin embargo, no puede apelar de modo directo al reclamo de daños y perjuicios; tampoco
el deudor puede ofrecerlo, pues lo debido es un hecho y no una suma de dinero.

2.1.2. Prestación por otro

Ante el incumplimiento imputable de la prestación por parte del deudor, el acreedor se


encuentra legitimado para hacer cumplir la obligación por cuenta de este.

El acreedor obtiene así un modo de contrarrestar los efectos del incumplimiento, pues
queda legitimado para ejecutar el hecho por otro a cuenta del deudor contra quien incluso
puede solicitar el reembolso de los gastos, con más daños moratorios.

La posibilidad con la que cuenta el acreedor se halla condicionada a ciertos recaudos.

En primer lugar, es necesario que el deudor se encuentre en mora.

En segundo, que su interés tenga por objeto una prestación fungible, ya que requiere que
se trate de un acto que pueda ejecutar sin la participación del deudor.

En tercer lugar, que cuente con autorización judicial, pues esta exigencia encuentra su
correlato en que nadie puede hacer justicia por mano propia, además de que es el juez
quien puede comprobar si hubo o no incumplimiento.

2.1.3. Daños y perjuicios

En caso que la ejecución específica forzada no resulte viable, el acreedor puede reclamar el
resarcimiento de los daños y perjuicios sufridos.

Para ejercer la pretensión resarcitoria, solo le basta al sujeto activo constituir en mora al
deudor sin necesidad de agotar la instancia de ejecutar la prestación por un tercero a costa
del obligado.

469
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Responsabilidad por incumplimiento:

Cuando la obligación ingresa en tal estado de incumplimiento, las consecuencias


dependen de la circunstancia que lo haya motivado y el tenor de la situación. Podrá existir
mora o incumplimiento definitivo. Si el cumplimiento ha sido parcial, y el acreedor aún
tiene interés en la prestación, podrá exigir que se complete. Podrá activar todos los
mecanismos de la ejecución forzada (art. 777 ccyc), y solicitar los daños y perjuicios que la
situación le haya ocasionado (cualquier sea el tenor del incumplimiento).

Si la causa de la obligación es un contrato, y si se verifican los restantes recaudos legales,


podrá resolver el contrato (art. 1083) o, en su caso, la excepción de incumplimiento (art.
1031).

También puede pedir la destrucción de lo mal hecho.

Imposibilidad de pago:

Si la obligación de hacer no puede cumplirse sin culpa del deudor, el vínculo obligacional
se disuelve. Y a partir de la disolución de la obligación, se genera una obligación
restitutoria: todo lo que ha obtenido el deudor con motivo de la obligación debe ser
reintegrado al acreedor.

En cambio, si la obligación no pudiera cumplirse por un acto u omisión culposa del


deudor, será él quien tendrá que responder por su actividad negligente ante el acreedor,
indemnizando a éste los perjuicios que hubiera sufrido.

Obligación de escriturar: concepto, características:

470
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La obligación de escriturar es un caso típico de las denominadas indivisibles, irregulares o


impropias, lo que hace que la demanda de escrituración deba ser entablada por todos los
compradores.

La obligación de otorgar la escrituración es una obligación de hacer, y como tal puede ser
ejecutada forzadamente siempre que no fuera necesario emplear violencia contra la
persona del deudor, porque en tal caso el acreedor puede pedir autorización para ejecutar,
llevar a cabo los trámites necesarios para hacerlo por su cuenta o por un tercero a costa de
aquel o bien solicitar ante la negatividad del deudor de que la obligación se resuelva en la
de daños e intereses.

Otorgamiento de la escritura por el juez

Jurisprudencia plenaria

Normas procesales:

Código procesal nacional:

Articulo 512 .-la sentencia que condenare al otorgamiento de escritura pública, contendrá
el apercibimiento de que si el obligado no cumpliera dentro del plazo fijado, el juez la
suscribirá por él y a su costa.
La escritura se otorgará ante el registro del escribano que proponga el ejecutante, si aquél
no estuviere designado en el contrato.
El juez ordenará las medidas complementarias que correspondan.

Código procesal de entre rios:

Art. 498º: condena a escriturar.- la sentencia que condenare al otorgamiento de escritura


pública, contendrá el apercibimiento de que si el obligado no cumpliera dentro del plazo
fijado, el juez la suscribirá por él y a su costa.

La escritura se otorgará ante el registro del escribano que proponga el ejecutante, si aquél
no estuviere designado en el contrato.

471
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El juez ordenará las medidas complementarias que correspondan.-

Responsabilidad por incumplimiento: valuación del daño

Obligación de exhibir, concepto, casos, alcances.

Obligaciones de no hacer. Concepto:

Articulo 778.-obligación de no hacer. Es aquella que tiene por objeto una abstención del
deudor o tolerar una actividad ajena. Su incumplimiento imputable permite reclamar la
destrucción física de lo hecho, y los daños y perjuicios.

Interpretación de dateas:

Las obligaciones de no hacer son aquellas que tienen por objeto una abstención del
deudor o tolerar una actividad ajena.

Se caracterizan por su contenido negativo, pues su objeto consiste en la abstención de


algo que, normalmente, el deudor habría podido efectuar si no se impidiera la constitución
de la obligación.

Les resultan aplicables las disposiciones generales relativas a las obligaciones de hacer.

Ante el incumplimiento imputable de la obligación de no hacer, el acreedor se encuentra


facultado para “reclamar la destrucción física de lo hecho, y los daños y perjuicios” (art.
777, inc. C, ccyc).

Es una facultad que corresponde a la que acuerdan los arts. 775 y 777 ccyc.

Ante el incumplimiento, y según los casos, son aplicables otros remedios:

Excepción de incumplimiento, resolución por incumplimiento, aplicación de astreintes,


entre otros.

472
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El artículo faculta al acreedor a pedir la destrucción de lo que el deudor hubiera realizado


contraviniendo la obligación.

La solución prevista legalmente procura extirpar los resultados de la infracción,


removiendo el estado de cosas que ilegítimamente ha creado la inconducta del deudor.

El acreedor no se encuentra habilitado para hacer justicia por mano propia.

Debe solicitar autorización judicial para obtener la destrucción física de lo hecho por el
deudor en contravención a la obligación.

Fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Comparación con las obligaciones de dar y las de hacer, y con las servidumbres:

¿?????????????????????????

Especies: in no faciendo e in patiendo; instantáneas y permanentes. Efectos:

In no faciendo (de puro no hacer):

Ellas constituyen una abstención pura, como en el caso de la obligación de quien vende un
fondo de comercio de no instalarse como competidor dentro de un determinado radio de
comercio.

La más corriente de las obligaciones de no hacer es la que consiste en una obligación de


mera inactividad, que implica que el deudor se abstenga de realizar un acto determinado.
Se trata de una actividad individual del deudor que es objeto de compromiso.

In patiendo (de tolerar o dejar hacer):

Ellas entrañan no impedir que otro actúe, deje hacer, o sea, tolerar o soportar actos del
acreedor que el deudor de la obligación estaría facultado a no soportar.

473
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La otra posible dimensión de esta obligación es que el deudor permita o tolere una
actividad del acreedor. En este supuesto, la actividad del deudor no es individual, sino que
está vinculada con la actividad del acreedor. Aquí, el contenido de la prestación es una
tolerancia, una aquiescencia a la realización de un acto por otro, el acreedor de esa
aquiescencia.

Desde otro punto de vista, pueden clasificarse en:

a) Obligaciones de no hacer instantáneas: que obligan en un solo acto a la abstención


(ej., la obligación de no oponerse a la entrada de animales a un campo privado).
b) Obligaciones de no hacer permanentes: son aquellas que exceden el marco de un
solo acto. Se pueden dividir en:
1) Continuadas, en donde la obligación continúa ininterrumpidamente.
2) Periódicas, en las cuales se intercala abstención y acción.
3)

Cumplimiento específico: tiempo, modo:

Como dice dice el maestro llambías, por aplicación del art. 625 cc, la omisión del deudor
perdura todo el tiempo que lo exija la obligación y del modo en que fue la intervención de
las partes que se realiza.

En el nuevo código no existen reglas puntuales que resuelvan sobre el tiempo y modo de
la abstención, por ello habrá que indagar en lo pactado, interpretándoselo a la luz de la
buena fe, y el ejercicio regular de los derechos de que se trate. Son aplicable en el caso las
reglas de los art. 1061 del ccyc que versan sobre la interpretación de los contratos.

Ejecución forzada y por otro; limites:

Se le reconoce la facultad al creedor para pedir la ejecución forzada de la prestación


negativa debida por el deudo. El limite se encuentra en la necesidad de ejercer violencia
para que cumpla la obligación, pese al silencio del nuevo ordenamiento.

474
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El maestro galli realizaba un distingo, según que la persona del deudor fuera o no esencial
con respecto a la prestación debida. Si no era esencial la persona del deudor (por ejemplo,
cierra de local comercial con la fuerza pública), procedía la ejecución directa de la
obligación de no hacer por la fuerza pública; en cambio, si la persona era esencial para
lograr el cumplimiento de la obligación de no hacer (por ejemplo, alguien que vende
sistemas informáticos que se obliga a no venderlos a otro), como no puede ejercer
violencia sobre él, allí se detiene la ejecución forzada de tal obligación.

Poner el comentario de lorenzetti!!!!!!!!!

Responsabilidad por incumplimiento:

El deudor de no hacer incumple "haciendo" (por ej., quien instala un negocio violando un
pacto de no competencia). Se ha eliminado el casuismo del cód. Civil relativo a la
imputabilidad del incumplimiento v sus efectos contenido en dichos artículos. Que
establecen una. Responsabilidad subjetiva que ahora no es tal.

El no hacer es, indudablemente, un resultado. De allí que el factor de atribución, a fin de


calibrar la imputabilidad del incumplimiento, es objetivo (art. 1723 ccyc).

Revisaaaaar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Adlfwseiafqbdóqnwpdnepocf}ozeneifnpf

Imposibilidad de pago:

Puede suceder que la abstención prometida resulte imposible sin cumpla del deudor: por
ejemplo, un propietario se ha comprometido con su vecino a no levantar una pared, la
municipalidad lo obliga a cercar. En tal hipótesis, la obligación se resuelve sin que el
deudor deba daños y perjuicios (art. 955)

Si, por el contrario, la abstención se hubiera hecho imposible de cumplir, debe los daos y
perjuicios consiguientes.

En definitiva, la imposibilidad de cumplimiento de la obligación de no hacer es igual a la


obligación de hacer. La ley es categórica en el art. 778 del código.

475
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Este supuesto comprende casos de imposibilidad común y los de imposibilidad de hacerlo


sin apelar a la violencia en la persona del deudor. Cabe, en ambos casos, la aplicación de
los principios de la indemnización de daños.

La doctrina se ha pronunciado en contra de la necesidad de interpelación para que el


deudor se encuentre en mora.

Si la imposibilidad de cumplir la prestación prometida surge, en cambio, sin culpa del


deudor, el art. 955 establece:

Articulo 955.-definición. La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la


prestación, producida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue la obligación, sin
responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene debido a causas imputables al deudor, la
obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los
daños causado

Cabe añadir que la obligación de no hacer puede referirse a la abstención de un tercero.

Con respecto a los casos de obligaciones de dar, v. Gr., prohibiciones de transferir el


dominio de una cosa, cabe decir que se les aplican las normas de las obligaciones de no
hacer, con los ajustes que cada situación requiera.

III) Obligaciones facultativas. Concepto. Objeto. Fuente. Naturaleza jurídica.


Caracteres. Comparación con las obligaciones alternativas, la seña y la
cláusula penal. Caso de duda. La opción. A quién corresponde. Modo de
efectuarlas. Tiempo. Efectos. Riesgos y responsabilidad: incidencia sobre la
prestación principal o accesoria: casos de pérdida o deterioro; incidencia de
la culpa. Obligación facultativa con elección a favor de acreedor: concepto,
naturaleza.

Obligaciones facultativas. Concepto:

476
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las llamadas obligaciones facultativas son aquellas que tienen por objeto una sola
prestación, pero dan la facultad al deudor para sustituir esa prestación por otra, que se
halle prevista en el contrato, en calidad de accesoria o subsidiaria.

Artículo 786.- concepto.

La obligación facultativa tiene una prestación principal y otra accesoria.

El acreedor solo puede exigir la principal, pero el deudor puede liberarse cumpliendo la
accesoria.

El deudor dispone hasta el momento del pago para ejercitar la facultad de optar.

Se trata de un supuesto de obligaciones de objeto disyunto, donde varias prestaciones


integran el objeto debido, facultándose al deudor a pagar una sola de ellas para liberarse.

Se entiende que esta clase de obligaciones importan una falsa disyunción, desde el punto
de vista del objeto debido.

Es que el carácter facultativo de esta clase de obligaciones no se refiere a la prestación


debida —principal—, sino a la posibilidad que la ley otorga al deudor al permitirle
sustituirla por otra —accesoria—, especificada en el título de la obligación, configurándose
una dación en pago autorizada por los contrayentes.

A diferencia de lo que acontece con las obligaciones alternativas, aquí no existe una
verdadera indeterminación, sino que se autoriza a una forma especial de pago.

Es decir, como indica la norma, el objeto de la obligación se conforma con una prestación
principal y otra accesoria o subsidiaria, que integra la obligación como medio de liberación
del deudor, presentándose como una forma de pago cancelatoria (como, por ejemplo, en
el caso de que el vendedor se obliga a entregar la unidad, reservándose el derecho de
suplir el cumplimiento mediante el pago de la seña doblada).

477
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El carácter facultativo no se refiere a la prestación debida sino a la posibilidad que tiene el


deudor de sustituirla por otra, indicada previamente en el título de la obligación.

Es decir, se le permite al deudor reemplazar la prestación principal por otra idónea para el
pago, individualizada al momento de constituirse la deuda.

Mesa y dateas.

Objeto:

El objeto de las obligaciones facultativas es plural o compuesto, conformado por una


prestación principal, verdadero objeto de la deuda, y otra accesoria o subsidiaria,
considerada como un medio de liberación reconocido al deudor en el contrato.

La naturaleza de las obligaciones facultativas se determina únicamente por la prestación


principal, verdadero objeto de la deuda.

En el caso de las obligaciones alternativas su naturaleza depende de la ulterior elección


que se realice del objeto; en las facultativas, se define desde el momento inicial de su
constitución.

Por otro lado, existe disparidad entre los distintos objetos susceptibles de ser dados en
pago, lo cual deriva en que alguno es debido —prestación principal— y otro no —
prestación accesoria—, aunque sí es apto para el pago.

Otra característica es que la opción funciona siempre a favor del deudor, a diferencia de lo
que ocurre en las obligaciones alternativas, donde puede autorizarse al acreedor o,
eventualmente, a un tercero (“irregulares”).

Las prestaciones tienen una relación de dependencia correspondiente al concepto de


principal y accesoria.

Su objeto puede referirse tanto a prestaciones de dar, de hacer o de no hacer; como así
también la facultad sustitutiva puede recaer en las modalidades o circunstancias de

478
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

cumplimiento de la obligación, a saber: tiempo, lugar o forma del pago (contado, cuotas,
con intereses).

La facultad de sustituir la prestación debida por otra puede emanar tanto de la voluntad
de los particulares (contrato o testamento), como también surgir de una disposición legal
(por ejemplo, el art. 1559 ccyc autoriza al donatario a liberarse de la obligación de
alimentos a favor del donante, devolviendo los bienes donados, o su valor si los hubiese
enajenado).

Dateas.

Fuente:

Estas obligaciones pueden tener dos fuentes diversas:

A) Nacen por una convención entre deudor y acreedor


B) Por imperio de la ley.

Este último supuesto merece alguna reflexión suplementaria.

El mejor ejemplo de una obligación facultativa legal es el de un beneficiario de una


donación con cargo, el cual puede liberarse de la obligación de prestar alimentos al
donante que no tuviese medios de subsistencia, mediante la devolución de los bienes
donados o de la devolución de ellos, si los hubiese enajenado, como se dispone por el art.
1837 del cc y también por el art. 1559 del nuevo código.

Mesa.

Naturaleza jurídica:

La esencia de las obligaciones facultativas es cierta desde el instante en que se la


constituye, porque, como en ella no hay sino una sola prestación, obvio es que se la
determine por la naturaleza de ésta, como se dispone en el art. 644 del cc “la naturaleza de
la obligación facultativa se determina únicamente por la prestación principal, que forma el
objeto de ella”.

479
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Esto debe seguir siendo interpretado así en el nuevo código, aunque no hayan reglas que
así lo determine. Pero surge eminentemente la razón de que el acreedor solo tiene
derecho a exigir la prestación principal; por ende, es la única que puede coaccionarse y,
además, es la prestación principal. La prestación accesoria no puede determinar la
naturaleza jurídica de la obligación y no puede ser pretendida por el acreedor; como se
dijo, es solo una facultad de pago que posee el deudor.

Además, para mayor justificación, debe tenerse presente que la extinción de la obligación
por imposibilidad de cumplimiento de la obligación principal de la pauta de cuál es la que
caracteriza al objeto de la obligación.

Por otra parte, por el carácter determinante de la prestación principal, desde el momento
mismo de su constitución, puede saberse si la obligación es mobiliaria o inmobiliaria,
divisible o indivisible, etc.

Mesa.

Caracteres:

Las obligaciones facultativas se caracterizan por las siguientes notas:

a) Existen en ellas dos prestaciones de deferentes categoría: 1) una principal y ; 2)


otras accesorias. La principal es la esta in obligatione, como decían los romanos, y a
segunda, in facultate solutionis o in solutiones.
b) Son obligaciones con unidad de objeto, por lo que el acreedor sólo puede reclamar
la prestación principal.
c) Confieren al deudor la facultad de sustituir la prestación principal por la accesoria,
prevista en el contrato.
d) Antes del pago, existe una determinación provisional del objeto, ya que al
momento de contratar no se conoce cuál será la prestación que el deudor elegirá
para cumplir con su obligación.
e) Son obligaciones que presentan una única y unidad de vinculo jurídicos.

480
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

f) La naturaleza de la obligación facultativa se determina únicamente por la


prestación principal que forma el objeto de ella.

Mesa.

Comparaciones con las obligaciones alternativas, la seña y la cláusula penal:

Obligaciones facultativas Obligaciones alternativas


Facultad de opción La facultar de optar por la Puede ser objeto de
prestación accesoria estipulación en contrario
solamente corresponde al (art.780) e incluso puede
deudor (art.786) pactarse la elección por un
tercero (art. 783).
Naturaleza de la Se determina la naturaleza Para conocer la naturaleza
obligación de la obligación solo de la obligación hay que
solamente por la esperar el momento de la
obligación principal. elección, para saber qué
régimen se aplica, una vez
que se realiza la elección
sabemos qué tiene que
dar, hacer o no hacer
Prestación La prestación es una sola; Las prestaciones son dos o
la prestación accesoria no más y todas son
constituye el objeto de la obligaciones principales,
obligación (art. 786). independientemente y
distintas entre sí (art.779).
Prestaciones de Si la prestación principal Como las prestaciones son
incumplimiento imposible se hace de cumplimiento independientes unas de
imposible, sin culpa del otras y todas son
deudor, la obligación se principales, si una de ellas
extingue aunque la se hace de cumplimiento
obligación accesoria fuera imposible por causo
de cumplimiento posible. imputable al deudor, se
debe la otra u otras.

481
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

(art.779)
Qué puede reclamar el Es las obligaciones El acreedor debe pedir el
acreedor facultativas, el acreedor pago de las diferentes
solamente puede reclamar prestaciones que forman
la prestación principal el objeto de la obligación,
(art.786) dejando al deudor la
libertad e cumplir que se
eligiere.
Vicios Basta para invalidar a la Basta para su validez con
obligación facultativa el que una u otra de las
vicio en la prestación prestaciones
principal, aunque no lo comprendidas en la
haya en la obligación obligación esté exenta de
accesoria. vicios.
Extinción Se extingue cundo hubiese Tienen que desaparecer
perecido el objeto de la todas las prestaciones
obligación principal, existentes para que se
aunque existiere el de la declare extinta la
prestación accesoria obligación.
(art.787). Las prestaciones son
Si parece (desaparece) la independientes, por lo que
obligación principal sin si desparece una por
culpa del deudor, la cualquier motivo, la
obligación se extingue o obligación sigue vigente,
queda resuelta aunque debiendo cumplirse otra
subsista o siga vigente la o prestación (arts.7
las prestaciones accesorias 79,781y782).
(art.787)

Mesa.

482
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las obligaciones con cláusula penal también tienen las siguientes diferencias con las
obligaciones facultativas:

(a) En la obligación facultativa el deudor tiene el derecho de sustituir la


prestación principal por la accesoria, por la prestación estipulada in
facultate solutione. En la obligación con cláusula penal el deudor no tiene
este derecho.
(b) En la obligación facultativa el acreedor sólo puede demandar la obligación
principal; nunca puede exigir al deudor el cumplimiento de la obligación
accesoria. En la obligación con cláusula penal sucede lo contrario. El
acreedor,
En caso de incumplimiento, puede exigir la obligación de la cláusula penal.

revisar, código vijeo.

La seña es una cláusula que permite a los contratantes “arrepentirse” dejando sin efecto el
convenio celebrado (art.689). Acá la seña juega como indemnización en caso de disolución
de la obligación, por arrepentimiento (conf. Art.1202); en cambio, la prestación se satisface
como pago para cumplir la obligación y no para disolverla.

Revisar, codigo vijeo.

Caso de duda:

Artículo 788.- caso de duda.

En caso de duda respecto a si la obligación es alternativa o facultativa, se la tiene por


alternativa.

Interpretación de dateas:

Caso de duda ante la nominación de varios objeto

483
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La norma es clara en cuanto a la solución a adoptar en el supuesto de que se dude acerca


del carácter alternativo o facultativo de una obligación, decidiéndose por el primero de los
mencionados.

Autores como colmo y lafaille criticaban tal disposición pues consideraban que no atendía
al favor debitoris, pues la obligación facultativa resulta más favorable al deudor y, de ese
modo, la duda no se interpreta a favor del obligado.

Sin embargo, se continúa con la línea adoptada por la mayoría de la doctrina, ya que la
obligación facultativa establece una opción excepcional en beneficio del deudor que,
como tal, debe interpretarse restrictivamente si no se halla claramente estipulada en el
acto jurídico del que nace.

Por lo tanto, si se duda de su existencia, debe concluirse que no ha quedado configurada


la facultad en favor del deudor; luego, la obligación es alternativa.

La opción:

Artículo 789.- opción entre modalidades y circunstancias.

Si en la obligación se autoriza la opción respecto de sus modalidades o circunstancias, se


aplican las reglas precedentes.

A quién corresponde:

La norma hace referencia a la posibilidad con la que cuentan las partes de autorizar la
opción respecto de las modalidades o circunstancias de la ejecución, como sería el caso
del lugar de pago o la posibilidad de efectuarlo al contado o financiado en cuotas con los
correspondientes intereses.

Del mismo modo que en el caso del objeto, la facultad de opción solo correspondería al
deudor, quien podría sustituir la modalidad principal al momento de efectuar el pago.

484
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Dateas.

Modo de efectuarla. Tiempo:

Se indica en el art. 786 del ccyc que "hasta el momento del - pago" puede ejercitarse la
facultad, lo cual lleva a considerar que es posible otorgar dicho acto antes del acto
solutorio, y el deudor no podría variar el camino elegido.

La cuestión, sin embargo, no se encuentra exenta de polémicas. Para algunos, cualquier


anuncio anterior al pago sería irrelevante, "pues no podría el deudor cambiar
unilateralmente la índole de su deuda, alterando el objeto debido por una manifestación
de su voluntad, lo cual sería una novación objetiva inconcebible", por lo cual es necesario
el pago para que haya legítimo ejercicio de la opción (llambias).

Otros, en cambio, sostienen que la facultad se rige por principios similares a los de la
elección en las obligaciones alternativas, por 10 que la opción quedaría configurada
mediante la manifestación de voluntad comunicada al acreedor, apegándose que "el
deudor dispone hasta el momento del pago para ejercitar la facultad de optar. Dado que
nada le impide hacerlo asimismo con anterioridad a ese momento, no vemos razones
sólidas para postergar la virtualidad de dicho acto hasta entonces" (pizarronallespinos).

Esta última es la solución que se ha adoptado, y que tiene también su razón de ser en el
principio de buena fe y de ejercicio regular de los derechos. Piénsese, por ej., el caso en
que el deudor comunique antes del pago la opción, y ello traiga aparejados deberes de
conducta accesorios por parte del acreedor para la recepción de la prestación facultativa.

O también que, por la misma razón, pudiera eventualmente resultar disfuncional el


ejercicio de la facultad en el mismo momento de la opción, al imponerle al acreedor
adoptar medidas diferentes según lo demande una u otra prestación. La solución, pues,
conjunta debidamente todos los intereses en juego.

El acto jurídico de la opción es no formal (art. 284 ccyc), pues la ley no impone
solemnidades, y puede ser incluso tácito. Por eso, "la opción se realiza cuando el deudor

485
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

notifica al acreedor que pagará tal o cual prestación, cuando ha comenzado a pagar una u
otra, o cuando, como es obvio, paga íntegramente una de ellas" (boffi boggero).

Rivera.

Efectos:

Para los efectos se debe tener en cuenta el principio de interdependencia que gobierna la
relación entre las prestaciones que integran su objeto, de tal modo que siempre se
considera a la accesoria como dependiente de la principal (art.523).

revisa, codigo vijeo.

Riesgos y responsabilidad:

En cuanto a los riesgos y responsabilidad: sólo interesa la prestación principal, ya que la


imposibilidad de cumplir,

Pérdida, deterioro o nulidad de la prestación accesoria no afecta para nada a la prestación


principal (conf. Art. 649 y 650).

Revisa, codigo vijeo.

Incidencia sobre la prestación principal o accesoria: casos de pérdida o deterioro:


incidencia de la culpa

Ø imposibilidad de cumplir o perdida de la prestación principal, sin culpa del deudor: se


extingue la obligación. Si el deudor estaba en mora, el acreedor podrá reclamar los daños,
pero no el pago de la prestación accesoria (art.647 y 513).

Ø imposibilidad de cumplir o perdida de la prestación principal, por culpa del deudor: el


acreedor puede reclamar

El precio de la cosa que ha perecido o el cumplimiento de la prestación accesoria (art.648).

486
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ø deterioro de la cosa que constituye el objeto de la prestación principal, por culpa del
deudor: el código no lo prevé, pero se aplican las disposiciones sobre obligaciones de dar
cosas ciertas. Por lo tanto, el acreedor puede recibir la cosa deteriorada con una
disminución proporcional del precio o disolver la obligación y reclamar daños y perjuicios.

Revisa, código viejo

Obligación facultativa con elección a favor de acreedor: concepto, naturaleza:

IV) Obligaciones alternativas. Concepto. Naturaleza jurídica. Caracteres.


Comparación: con las obligaciones conjuntivas, las facultativas, las de género,
las de genero alternativo, las condicionales y con la cláusula penal.
La elección. A quien corresponde; caso de negatividad. Modo de efectuarla,
tiempo. Efectos. Caso de las prestaciones periódicas. Riesgo y
responsabilidad en la obligación alternativa regular: caso de perdida y de
deterioro, singular o general; incidencia de la culpa. Ídem en la obligación
alternativa irregular. Régimen de los aumentos y mejoras.
Quid de las obligaciones de genero limitado. Concepto. Naturaleza jurídica.
Circunstancias de la elección. Efectos; caso de pérdida singular o general.

Obligaciones alternativas. Concepto:

Artículo 779.- concepto.

La obligación alternativa tiene por objeto una prestación entre varias que son
independientes y distintas entre sí.

El deudor está obligado a cumplir una sola de ellas.

Son aquellas que tienen por objeto una de entre varias prestaciones independientes entre
sí, de modo que el deudor se libera de la obligación entregando una de las cosas
prometidas.

487
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las obligaciones alternativas es la que tiene por objeto una de entre muchas prestaciones
independientes y distintas las unas y las otras en el título, de modo que la determinación
de una para el cumplimiento, que deba hacerse entre ellas, queda desde el principio
indeterminada y se determina en un momento posterior, el de la elección.

Ella se concibe como un vínculo único entre acreedor y deudor, perfecto en cuanto su
existencia cierta, bajo condición resolutoria de si es cumplida cualquiera de las otras. No
hay pues incertidumbres sobre la existencia misma de la obligación, sino con relación a las
prestaciones que habrán de satisfacer.

Mesa.

Contenido: existe aquí, una pluralidad de prestaciones que pueden ser de distinta
naturaleza:

De dar, de hacer y de no hacer; donde el deudor cumple entregando una de ellas,


respetándose así el principio de integridad del pago, ya que no le permite ofrecer la
satisfacción parcial de varias de ellas.

Lo relevante de esta clase de obligaciones es la existencia de varios objetos debidos, por


ende, varios aptos para el pago, cuya opción se mantiene latente hasta el momento en que
se formaliza la elección.

Es decir, su resultado determina el pago de la obligación, ya que la deuda se satisface con


el cumplimiento de una sola de esas prestaciones, la cual el deudor debe ejecutar
íntegramente.

Naturaleza jurídica:

La doctrina clásica preponderante —demolombe, pothier, aubry y rau, entre otros—, la


concibe como un vínculo obligacional único, fraccionado en prestaciones singulares, que
se subordina a una condición resolutoria; esto es, la elección de una de las prestaciones

488
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

para el pago por sobre las otras que la integran; sin que ello signifique que la
incertidumbre alcance al vínculo, ya que lo incierto es el contenido de la obligación dentro
de las posibilidades que presenta.

De ese modo, la elección de la prestación transforma en inexistentes aquellas otras no


elegidas respecto de las cuales opera retroactivamente la condición resolutoria.

A partir del momento en que se efectúa la opción la cosa elegida pasa a conformar el
objeto cierto de la obligación, es decir, lo que debe el deudor, cumpliéndose respecto de
las restantes posibilidades no elegidas, la condición resolutoria.

En esta clase de obligaciones, el acreedor debe pedir el pago de las diferentes prestaciones
que forman el objeto de la obligación, dejando al deudor la libertad de cumplir con la que
eligiere.

Caracteres:

A. Originariamente se adeudan varias prestaciones, es decir, su objeto es plural o


compuesto, las cuales pueden ser de una misma índole (prestaciones de dar, hacer o no
hacer); o bien de naturaleza combinada (prestaciones de dar y hacer, por ejemplo:

Construir una pared o entregar materiales de construcción);

B. Su causa es única;

C. Reconocen un único vínculo;

D. El objeto del pago también es único, desde el momento en que el artículo señala que el
deudor debe “una prestación entre varias (...) Está obligado a cumplir una sola de ellas”
(art. 779 ccyc);

E. Las prestaciones debidas tienen que ser independientes y distintas entre sí.

Son independientes aquellas prestaciones que no se hallan subordinadas unas a las otras,
y no requieren de las otras para existir.

489
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Son distintas aquellas que se diferencian, a pesar de su naturaleza, por las circunstancias
en que se las conforma: será alternativa la obligación de pagar de contado o bien
financiado en cuotas mensuales;

F. La capacidad de elección del deudor entre varias prestaciones, debiendo cumplir con
una sola de ellas, momento a partir del cual pasa a ser considerado el único objeto de la
obligación a pagar.

Dateas

Comparación con:

Las obligaciones conjuntivas:

Recordemos que en las obligaciones alternativas se deben solamente una o varias, pero de
ninguna manera todas las prestaciones comprometidas. En las obligaciones conjuntas se
deben todas las prestaciones.

Las facultativas

Las diferencias con las obligaciones facultativas son: que estas comprenden una sola
prestación; la prestación accesoria no forma parte de la obligación, pudiendo el deudor
sustituir una por otra al momento del pago.

Mientras que en las obligaciones alternativas las distintas prestaciones están en un pie de
igualdad, en las facultativas hay disparidad entre ellas, existe un interdependencia o
subordinación entre las prestaciones, pues una sola constituye la deuda, mientras que la
otra queda fuera del objeto debido.

Las de género:

Respecto a las diferencias con las obligaciones de género, en estas, el objeto debido solo
está definido en su especie y cantidad en su origen, es decir, lo determinado es el género,

490
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

no su individualidad; mientras que en las obligaciones alternativas, las prestaciones que la


integran están precisadas desde su origen, correspondiendo elegir por una de ellas.

Por otro lado, la elección en las obligaciones de género debe recaer sobre cosas de calidad
media; en cambio, en las obligaciones alternativas la elección no está sujeta a ningún
criterio de calidad, sino que se efectúa con libertad entre las prestaciones que la integran
desde su origen.

Las de género alternativo:

Las condicionales:

La obligación alternita es pura y simple, no dependiendo su existencia de eventualidad


alguna, mientras que la obligación condicional es de existencia incierta.

En la obligación alternativa, el despeje de la incertidumbre corresponde al juego interno de


las circunstancias propias de la misma obligación. En las condicionales, el hecho que
configura una condición es extrínseco al vínculo que está subordinado a la realización de
ese hecho.

La elección en la obligación alternativa es coercible. El hecho condicionante en la


obligación condicional no es coercible, aunque sea un acto del deudor.

Por último, en la elección que defino el objeto a pagar no influye sobre la existencia de la
deuda; mientras que la obligación condicional es de existencia incierta.

La cláusula penal:

En las obligaciones alternativas, todas las prestaciones son principales y el deudor cumplirá
con su obligación entregando una de ellas. En cambio, la cláusula penal opera como
prestación accesoria y nunca sustituye a la prestación principal; quien paga la cláusula
penal no cumple la obligación, sino que indemniza al acreedor por el incumplimiento.

491
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La elección:

Artículo 780.- elección. Sujetos. Efectos.

Excepto estipulación en contrario, la facultad de elegir corresponde al deudor.

La opción que corresponde a varias personas requiere unanimidad.

Si la parte a quien corresponde la elección no se pronuncia oportunamente, la facultad de


opción pasa a la otra.

Si esa facultad se ha deferido a un tercero y éste no opta en el plazo fijado, corresponde al


deudor designar el objeto del pago.

En las obligaciones periódicas, la elección realizada una vez no implica renuncia a la


facultad de optar en lo sucesivo.

La elección es irrevocable desde que se la comunica a la otra parte o desde que el deudor
ejecuta alguna de las prestaciones, aunque sea parcialmente.

Una vez realizada, la prestación escogida se considera única desde su origen, y se aplican
las reglas de las obligaciones de dar, de hacer o de no hacer, según corresponda.

Constituye una característica de esta clase de obligaciones el ejercicio de una opción, es


decir, la posibilidad de elegir para su cancelación entre varias prestaciones, la cual una vez
ejecutada cercena la posibilidad de cumplir la obligación de otro modo.

La doctrina considera a la elección como un elemento sustancial en la obligación


alternativa, siempre que una vez ejercida la opción, aquella se transforma en una deuda de
cosa cierta cuyo objeto es el determinado por el sujeto habilitado al efecto (arts. 746 y ss.
Ccyc).

La elección no tiene establecida una forma específica, sino que puede ejercerse de
cualquier modo, expresa o tácitamente (supuesto en que el deudor realiza un pago parcial
aceptado por el acreedor); y sin restricciones para e autorizado al momento de determinar

492
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

el objeto seleccionado para cumplir con la obligación, esto es, puede hacerlo libremente
entre las prestaciones que la conforman.

No existe condicionamiento alguno, como ocurre, por ejemplo, con las obligaciones de
género, en la cuales la elección debe recaer sobre cosa de calidad media (art. 762 ccyc).

Por lo tanto, puede optar por cualquiera, aunque sea de la mejor o de la peor calidad.

Dateas

A quien corresponde:

Si las partes no acuerdan lo contrario, la elección corresponde al deudor, supuesto en el


cual la obligación alternativa se denomina “regular”, pues ello es lo ordinario.

Sin embargo, este principio consagrado por la ley, es meramente subsidiario.

De ahí, que puede ser modificado por la voluntad de los contrayentes, y dejar librada la
elección al acreedor o a un tercero, “obligación alternativa irregular” (arts. 782 y 783 ccyc,
respectivamente

Esta prerrogativa, que la ley consagra —en principio— en favor del deudor, es accesoria de
la deuda o del crédito (depende en cabeza de quién se sitúe) razón por la cual no puede
ser transmitida independientemente de su principal.

Como se señalaba en la nota al art. 657 cc, “la facultad de elegir es inherente al derecho”,
pero no lo es respecto de su titular, por lo cual se transmite con la deuda, a favor de los
herederos o de los cesionarios de la persona que goza de él; incluso puede ser ejercida por
otros acreedores mediante la acción subrogatoria.

En caso de que fuesen varios los deudores y/o los acreedores, la norma expresamente
exige la unanimidad en la elección.

493
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si bien no lo indica, en caso de falta de acuerdo, será el juez quien decida sin estar ligado a
la opinión de la mayoría, sino en virtud de la equidad, contemplando las características de
la obligación, su naturaleza, y la voluntad de las partes.

Dateas

La regla es que la elección corresponde al deudor, salvo estipulación en contrario,


pudiendo ser deferida al acreedor o, incluso, a un tercero.

Ello responde a una arraigada tradición derivada del principio favor debitoris, aunque -de
todas maneras- si de ello se generara una situación de abuso del derecho (art. 10 ccyc), la
cuestión podría ser objeto de revisión. Esta situación se podría presentar, particularmente,
en el ámbito de las relaciones de consumo, aunque debe ser valorada con suma prudencia.
Es que si bien no son válidas las cláusulas que de alguna manera limiten o restrinjan los
derechos del consumidor (art. 37 de la ley 24.240), la sola existencia de alternativitas con
elección a cargo del deudor (el proveedor) no basta, per se, para considerar que los
derechos del consumidor se vean menguados. De hecho, a primera vista la conclusión
debería ser la opuesta: el consumidor cuenta, aunque a opción del proveedor, con un
abanico de posibilidades. De todas maneras, ello puede, eventualmente, constituir una
elegante y velada cláusula que, en los hechos, vulnere la prohibición del art. 37 de la ley, lo
cual deberá ser valorado en el caso concreto

Cuando la elección se ha puesto en cabeza de varias personas, constituye un acto que, si


bien eventualmente podrá ser otorgada en diferentes momentos por cada una de ellas (si
las circunstancias lo permitieran), de todas maneras, requiere unanimidad. En caso
contrario, el ccyc claramente resuelve las cosas a favor del deudor, quien queda a cargo de
practicar la elección. La situación debe equipararse al caso en que el tercero incurra en
mora en la elección.

Rivera

Caso de negatividad:

494
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Modo de efectuarla:

Dispone la norma que “la elección es irrevocable desde que se la comunica a la otra parte
o desde que el deudor ejecuta alguna de las prestaciones, aunque sea parcialmente” (art.
780 ccyc).

La elección es un acto voluntario; es una manifestación de la voluntad destinada a


modificar el vínculo obligacional, que requiere para existi como tal de la notificación a la
contraria; es decir, es una declaración de voluntad recepticia, ya que al estar destinada al
conocimiento de otro, solo se perfecciona desde el momento en que llega o puede llegar a
conocimiento de la otra parte por la notificación a esta.

La elección es una etapa dentro de la vida de la obligación alternativa y luego de ejercida


la opción se concentra el objeto debido en el objeto elegido, convirtiéndose en una
obligación simple.

La doctrina se dividía entre una teoría “dualista”, para la cual primero había que distinguir
si se trataba de una obligación alternativa regular o irregular, pues en el primer supuesto la
elección se perfecciona con la entrega o cumplimiento de la cosa, mientras que en el otro
caso se perfecciona mediante una declaración de voluntad recibida por el deudor.

Para la teoría “monista”, en cambio, no era necesario tal distingo, pues la elección se
efectiviza desde que su titular formula una declaración de voluntad recepticia.

Se coincidía en que esta última era la tesis adoptada por vélez sarsfield, que estimaba
eficaz la elección anticipada, y no aquella otra que identificaba elección con cumplimiento.

Sin embargo, la reforma viene a superar esa diferenciación, postulando que la elección se
perfecciona al comunicársela a la otra parte pudiendo, en el caso de la obligación
alternativa regular, supeditarse al tiempo en que el deudor ejecuta, aunque sea
parcialmente, alguna de las prestaciones.

495
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por lo tanto, si la elección es irrevocable desde que se notifica a la otra parte, mientras no
hubiese tenido lugar, la elección no se ha perfeccionado y puede volver sobre su decisión
aquel que tiene la facultad de optar.

Luego de la notificación, la facultad de elegir queda agotada por su ejercicio, ya que sería
inconcebible que, consumada, quien la hizo pretendiera volver sobre sus pasos, resultando
solamente legítimo pagar con el objeto escogido.

Dateas.

Tiempo:

La elección no puede demorarse indefinidamente, sino que debe efectuarse en tiempo


propio, esto es, el estipulado por las partes en la convención, o bien en caso de plazo
indeterminado, el fijado por el juez de acuerdo con el procedimiento previsto en el art. 887
ccyc.

Vencido el plazo de ejercer la opción, la reforma en modo claro y contundente, traslada el


derecho a la contraria, quien debería previamente intimarlo bajo apercibimiento de
efectuar la elección por su cuenta.

Distinto es el caso en el que la elección haya sido deferida a un tercero, supuesto en el


cual, de no hacerla efectiva en tiempo propio, se otorga al deudor, conforme al principio
general consagrado por la ley.

Dateas

Efectos:

Dispone el artículo que “una vez realizada, la elección la prestación escogida se considera
única desde su origen, y se aplican las reglas de las obligaciones de dar, de hacer o de no
hacer según corresponda” (art. 780 ccyc).

496
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El efecto esencial de la elección es convertir a la obligación alternativa en una cosa cierta;


opera una concentración de los deberes del deudor en ese objeto seleccionado.

De ahí en adelante, se la considera como la única debida desde el momento en que se


contrajo la obligación, descartando las demás prestaciones del objeto obligacional.

Es decir, la irrevocabilidad de la elección —desde el momento en que se perfecciona la


elección, al ser comunicada la prestación elegida— hace que los demás objetos de la
obligación dejen de estar sujetos a las pretensiones del acreedor o a la opción del deudor;
se convierte la obligación alternativa en una de dar cosa cierta.

Dateas.

Caso de la prestación periódica:

Dispone la norma que cuando en la obligación alternativa estén comprometidas


prestaciones periódicas, la elección realizada una vez no implica renuncia a la facultad de
optar en lo sucesivo.

Se explica la disposición a partir de la independencia y autonomía de las prestaciones


comprendidas en esta clase de obligaciones, ya que se trata de pagos autónomos e
íntegros que corresponden a cada una de ellas por separado y no parciales.

Por ello, en ocasión de cada vencimiento, se mantiene vigente la facultad de elegir, pues la
opción hecha respecto de uno de los vencimientos no lo obliga para los otros.

En cada período subsiste intacto el derecho de elección, y el hecho de que no se hubiese


optado por cierta prestación en una oportunidad, que no significa que se hubiera
abandonado el derecho de elección.

Es decir, la opción ejercida no lo compromete para los vencimientos futuros.

497
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Riesgos y responsabilidad en la obligación alternativa regular: casos de la pérdida o


deterioro, singular o general; incidencia de la culpa. Ídem en las obligaciones alternativas
irregulares.

Artículo 781.- obligación alternativa regular.

En los casos en que la elección corresponde al deudor y la alternativa se da entre dos


prestaciones, se aplican las siguientes reglas:

A. Si una de las prestaciones resulta imposible por causas ajenas a la responsabilidad de las
partes, o atribuibles a la responsabilidad del deudor, la obligación se concentra en la
restante; si la imposibilidad proviene de causas atribuibles a la responsabilidad del
acreedor, el deudor tiene derecho a optar entre dar por cumplida su obligación; o cumplir
la prestación que todavía es posible y reclamar los daños y perjuicios emergentes de la
mayor onerosidad que le cause el pago realizado, con relación al que resultó imposible;

B. Si todas las prestaciones resultan imposibles, y la imposibilidad es sucesiva, la obligación


se concentra en esta última, excepto si la imposibilidad de alguna de ellas obedece a
causas que comprometen la responsabilidad del acreedor; en este caso, el deudor tiene
derecho a elegir con cuál queda liberado;

C. Si todas las prestaciones resultan imposibles por causas atribuibles a la responsabilidad


del deudor, y la imposibilidad es simultánea, se libera entregando el valor de cualquiera de
ella; si lo son por causas atribuibles a la responsabilidad del acreedor, el deudor tiene
derecho a dar por cumplida su obligación con una y reclamar los daños y perjuicios
emergentes de la mayor onerosidad que le ocasione el pago realizado, con relación al que
resultó imposible;

D. Si todas las prestaciones resultan imposibles por causas ajenas a la responsabilidad de


las partes, la obligación se extingue.

Artículo 782.- obligación alternativa irregular.

498
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En los casos en que la elección corresponde al acreedor y la alternativa se da entre dos


prestaciones, se aplican las siguientes reglas:

A. Si una de las prestaciones resulta imposible por causas ajenas a la responsabilidad de las
partes, o atribuibles a la responsabilidad del acreedor, la obligación se concentra en la
restante; si la imposibilidad proviene de causas atribuibles a la responsabilidad del deudor,
el acreedor tiene derecho a optar entre reclamar la prestación que es posible, o el valor de
la que resulta imposible;

B. Si todas las prestaciones resultan imposibles y la imposibilidad es sucesiva, la obligación


se concentra en la última, excepto que la imposibilidad de la primera obedezca a causas
que comprometan la responsabilidad del deudor; en este caso el acreedor tiene derecho a
reclamar el valor de cualquiera de las prestaciones;

C. Si todas las prestaciones resultan imposibles por causas atribuibles a la responsabilidad


del acreedor, y la imposibilidad es simultánea, el acreedor tiene derecho a elegir con cuál
de ellas queda satisfecho, y debe al deudor los daños y perjuicios emergentes de la mayor
onerosidad que le reporte el pago realizado; si lo son por causas atribuibles a la
responsabilidad del deudor, el acreedor tiene derecho a elegir con el valor de cuál de ellas
queda satisfecho;

D. Si todas las prestaciones resultan imposibles por causas ajenas a la responsabilidad de


las partes, la obligación se extingue.

Artículo 783.- elección por un tercero.

Las opciones conferidas al deudor y al acreedor en los artículos 781 y 782 también pueden
ser ejercidas, a favor de aquéllos, por un tercero a quien le haya sido encargada la elección.

499
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El art. 781 ccyc alude a las contingencias que pueden afectar a la obligación alternativa
regular durante la vigencia de la relación jurídica.

En las obligaciones alternativas, cuando existe imposibilidad de alguna de las prestaciones,


cobran virtualidad los principios de independencia de aquellas que conforman el objeto
obligacional, así como el de concentración, que vincula a los contrayentes desde el origen
de la obligación respecto de alguna de las prestaciones debidas, excluyendo las restantes
retroactivamente

La norma en estudio plantea cuatro casos diferentes:

 Imposibilidad de una de las prestaciones.

A su vez se desdobla en:

1. Imposibilidad de una de las prestaciones por caso fortuito o responsabilidad del


deudor:

En este caso se tornan operativos los principios señalados supra (independencia y


concentración), de ahí que corresponda cumplir la prestación posible, sin perjuicio alguno
para el acreedor.

2. Imposibilidad de una de las prestaciones por responsabilidad del acreedor:

En este supuesto, el deudor tiene la posibilidad de optar, dando por cumplidala obligación
con quella prestación perdida o de imposible cumplimiento.

O bien, puede cumplir con la restante, resultando acreedor de los daños y perjuicios
emergentes del mayor valor del pago que debió efectuar con relación al que le resultó
frustrado.

 Imposibilidad sucesiva de ambas prestaciones.

Si bien el artículo no formula un distingo como en el apartado anterior, su estudio permite


formular la siguiente distinción:

500
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

1. Imposibilidad sucesiva de ambas prestaciones por responsabilidad del deudor:

La obligación se concentra en la última prestación, y el deudor debe el valor de esta más


los daños y perjuicios.

2. Imposibilidad sucesiva de ambas prestaciones por responsabilidad del acreedor:

La norma señala que el tiene derecho a elegir con cuál queda liberado.

Es decir, el deudor puede elegir con cuál cancelará la obligación, entendiéndose que el
deudor puede optar por aquella perdida por causa del acreedor, extinguiéndose así la
obligación.

 Imposibilidad simultánea de ambas prestaciones. No puede operar el principio de


concentración, diferenciando el artículo:
1. Imposibilidad simultánea de todas las prestaciones por causas atribuibles al
deudor: se libera entregando el valor de cualquiera de las prestaciones.
2. Imposibilidad simultánea de todas las prestaciones por causas atribuibles al
acreedor: el deudor puede dar en pago una de las prestaciones perdidas y reclamar
los daños y perjuicios por el mayor valor que le ocasionó el pago realizado con
relación al que le resultó imposible.

 Pérdida de todas las prestaciones por caso fortuito o fuerza mayor: importa la
extinción de la obligación.

El art. 782 ccyc, por su lado, contempla los supuestos de imposibilidad en las obligaciones
alternativas irregulares, cuando la elección recae en el acreedor.

La norma en examen plantea cuatro supuestos:

 Imposibilidad de una de las prestaciones.

El inciso, a su vez, se desdobla:

501
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

1. Imposibilidad de una de las prestaciones por causas ajenas a la responsabilidad de


las partes: opera el principio de concentración, quedando como única prestación la
que resta.
2. Imposibilidad de una de las prestaciones por causas atribuibles al deudor: el
acreedor tiene derecho a optar entre reclamar la restante, o bien, el valor de la que
resulta imposible.

 Imposibilidad sucesiva de todas las prestaciones (se entiende que se trata de un


caso de imposibilidad imputable, pues de resultar ajena a la responsabilidad de las
partes, se extingue la obligación): debe cumplirse con la última por efecto del
principio de concentración.

La norma contempla como excepción, el caso de que la imposibilidad de la primera


obedezca a causas que comprometan la responsabilidad del deudor, supuesto en el
que el acreedor tiene la potestad de reclamar el valor de cualquiera de las
prestaciones.

 Imposibilidad simultánea de todas las prestaciones.

Deben diferenciarse dos supuestos:

1. Imposibilidad simultánea de todas las prestaciones por causas imputables al


acreedor: la ley otorga al acreedor la posibilidad de escoger la prestación que
define el cumplimiento, pero debe indemnizar al deudor del mayor valor que le
reporte el pago realizado.
2. Imposibilidad simultánea de todas las prestaciones por causas imputables al
deudor: el acreedor tiene derecho a elegir el valor de aquella con la cual se quedará
satisfecho.
 Imposibilidad de todas las prestaciones por hecho fortuito: extingue la obligación.

502
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Finalmente, el art. 783, contempla el supuesto en que la elección hubiese sido encargada a
un tercero, a quien se le reconoce las mismas opciones conferidas al acreedor y al deudor
en los arts. 781 y 782, y en favor de estos.

Régimen de aumento y mejoras:

Quid de las obligaciones de género limitado. Concepto:

La norma hace extensiva las disposiciones relativas a las obligaciones alternativas respecto
de aquellas obligaciones en las que el deudor se obliga a entregar una cosa incierta
comprendida dentro de un número de cosas ciertas de la misma especie (por ejemplo, el
deudor debe entregar al acreedor uno de los cuatro caballos que tiene en su establo).

El género se caracteriza por ser un concepto abstracto, no admite límites particulares, de


ahí que el deudor no pueda liberarse por imposibilidad de pago, ya que siempre podrá
cumplir con la deuda a su cargo entregando un individuo de la especie convenida.

Sin embargo, este principio no rige en las obligaciones alternativas, donde el deudor se
libera cumpliendo una de las diferentes prestaciones que integran su objeto, pero que son
independientes entre sí, por lo cual, si todas se pierden por caso fortuito, la obligación se
extingue por imposibilidad de pago.

Naturaleza jurídica.

Circunstancias de la elección. Efectos; casos de perdida singular o general:

La norma define claramente lo que se entiende por "género limitado": se trata de


prestaciones de dar en las que (contrariamente a lo que ocurre en las típicas obligaciones
alternativas), existe fungibilidad de las diversas cosas entre sí. Ahora bien: tal fungibilidad
no es perfecta (como ocurre con las cantidades de cosas en el código derogado), desde
que si así lo fuera (por ejemplo, el deudor debe sin más $ 100, o $ 50, o $ 300), existiría
una falsa disyunción'. En consecuencia, dichas cosas no son idénticas entre sí, pero de
todas maneras forman parte de una misma especie, y por tales razones se entienden

503
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

intercambiables. Además, es condición esencial que las cosas que integran este lote estén
identificadas. El ejemplo típico es el de dar quince vacas de entre las cincuenta que son de
propiedad del deudor. En tal caso, y por encontrarse delimitado el número y la identidad
de las cosas, no puede predicarse con propiedad la existencia de una obligación de
género, sin más, y por ello lo razonable es entender que esta situación debe asimilarse a
las obligaciones alternativas. Es que, en esencia, son eso: el deudor debe una prestación
(en el caso, todas las prestaciones son de dar), de entre dos o más que están
determinadas.

Dos son las consecuencias que se proyectan ante esta situación. La primera es que, por no
tratarse de una obligación de género, no rige el principio el género nunca perece (art. 763
del código), sino las disposiciones sobre los riesgos de las diversas prestaciones contenidas
en esta sección (arts. 781 y 782 del código). Si todas las cosas que integran el lote perecen
por caso fortuito, el deudor queda desobligado. La segunda es que tampoco rige el
principio de la calidad media que impera en las obligaciones de género para la
determinación de la cosa 152(art. 762 del código), desde que en el artículo 780 nada se
dispone sobre tal circunstancia.

¿cuándo hay obligación de género, y cuándo de género limitado?

Advierten pizarro y vallespinos que en la práctica pueden presentarse situaciones en las


que sea dificultoso determinar si la obligación es de género, o de género limitado. Lacruz
berdejo señala que "la cuestión más dificultosa es, a este respecto, la fijación de la frontera
entre género limitado y altematividad cuando, como dice larenz, las existencias o reservas
sean pequeñas".

Díez-picazo indica, ante la falta de declaración expresa de voluntad de las partes, por
ejemplo, "si un fabricante de cemento se obliga a suministrar una tonelada, ¿está o no
implícito en el pacto que el cemento objeto de contratación es el producido por tal
fabricante?

504
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El problema no es baladí, pues en sí se trata de una obligación de género, el caso fortuito


no liberará al deudor. Si es de género limitado, ocurrirá lo contrario.

Señala el jurista español que la cuestión no puede ser resuelta con carácter general, siendo
decisivos no sólo la voluntad implícita de los contratantes, sino también el sentido general
de los usos de los negocios.

En tal sentido, en el artículo 1° del código, los usos y costumbres son fuente del derecho,
motivo por el cual es factible acudir a ellos para determinar la solución más razonable.

Consecuencias:

Dos son las consecuencias que se proyectan ante esta situación.

(i) Pérdida por caso fortuito de todos los integrantes del género. Extinción de la
obligación sin responsabilidad. Por no tratarse de una obligación de género, no
rige el principio el género nunca perece (art. 763 ccyc), sino las disposiciones sobre
los riesgos de las diversas prestaciones contenidas en esta sección (arts. 781 y 782
ccyc). Si todas las cosas que integran el lote perecen por caso fortuito, el deudor
queda desobligado.
(ii) Inaplicabilidad del principio de la "calidad media". Tampoco rige el principio de la
calidad media que impera en las obligaciones de género para la determinación de
la cosa (lacruz berdejo) (art. 762 del ccyc), desde que en el art. 780 del ccyc nada se
dispone sobre tal circunstancia.

V) Obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles. Concepto. Cosa fungible y no


fungible: caracterización.
Obligaciones de género. Concepto. Especies. Individualización de la cosa. A
quien corresponde. Como se hace: distintas teorías. Calidad de la cosa elegida.
Efectos anteriores y posteriores a la elección. Riesgos y responsabilidades.
Casos de restitución al dueño y transferencia de uso.

505
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles. Concepto:

Pueden ser definidas como aquellas que tienen por objeto la entrega de una o varias cosas
a elegir dentro de una respectiva especia (ej., la entrega de un perro doberman, una
pintura de monet o un caballo de montar).

El objeto de la obligación, en esta figura jurídica, está determinado solo con relación a su
especie; pero queda indeterminado dentro de esta. La cosa que va a ser el objeto concreto
de la obligación queda pendiente de una elección o individualización dentro de la especie
correspondiente. Debe tratarse, además, de cosa no fungible.

De modo tal que el objeto de esta clase de obligaciones está determinado, pero solo con
relación al género (si es un perro, la raza; si es un alimento, la denominación de origen, un
vino madeira, etc.).

cosa fungible y no fungible: caracterización:

Articulo 232.- cosas fungibles.

Son cosas fungibles aquellas en que todo individuo de la especie equivale a otro individuo
de la misma especie, y pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual
cantidad.

El codificador expresa que opta por restringir el concepto de “cosa fungible” a tan solo una
de sus posibles acepciones: aquella que considera que la cosa es fungible cuando "todo
individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma especie, y pueden sustituirse
por otras de la misma calidad y en igual cantidad”.

Sin perjuicio de lo expuesto hasta el momento, el cc definía a las cosas fungibles como
“aquellas en que todo individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma
especie, y que pueden sustituirse las unas por las otras de la misma calidad y en igual
cantidad” (art. 2324).

506
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La explicación radica en que vélez ya había previsto que, de las posibles acepciones que
pudiera tener la noción de “fungible”, la única que tenía fuerza legal era la que involucraba
el poder de sustitución de esta clase de cosas.

Se advierte, entonces, una reproducción casi literal del art. 2324 cc en el art. 232 ccyc.

A raíz de esto, se infiere que, a pesar de lo expuesto en los fundamentos del anteproyecto,
el nuevo codificador no innova respecto del cc y conserva la misma definición que había
plasmado vélez.

Entonces, ¿existe realmente una modificación en el concepto de cosa fungible? Sí, existe
una reforma, pero el cambio de concepto de las cosas fungibles no proviene del art. 232,
que es objeto del presente comentario —en razón de los argumentos que esgrimimos ut
supra— , sino del art. 231 (cosas consumibles).

Al realizar la glosa al art. 231, señalamos que el codificador había suprimido el llamado
“consumo civil” en el cual eran consumibles aquellas cosas “que terminan para quien deja
de poseerlas por no distinguirse en su individualidad”.

Es claro que las cosas que no se distinguen en su individualidad son ciertamente fungibles.

Ello es lo que el legislador habrá entendido al considerar que el problema de la


“individualidad” atañe a la fungibilidad y no a la consumibilidad; por esta razón, al
restringir el concepto de cosa consumible a aquellas que se extinguen con el primer uso
modificó “indirectamente” el concepto de cosas fungibles.

En otras palabras, bajo ccyc una cosa que termina para quien deja de poseerla por no
distinguirse en su individualidad es una cosa fungible que no es consumible.

Dateas.

Las no fungibles serán las que no admiten la sustitución, así una obra de arte original.

507
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La diferencia se patentiza si por la destrucción de la cosa ha de indemnizarse por daños y


perjuicios, así en las fungibles será posible la restitución por otra de la misma clase; por el
contrario, en las no fungibles sólo será posible la indemnización en dinero al no poder ser
sustituida.

Obligaciones de género. Concepto:

Las obligaciones de genero son aquellas en donde el objeto de la prestación está


determinado por características genéricas comunes a todos los individuos de la misma
especie, y en las que todo individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma
especie, y puede darse la subrogación del uno por el otro.

Se denomina por lo tanto obligaciones genéricas a aquellas obligaciones de dar, en las


cuales la cosa o cosas, que han de ser objeto de la prestación, se encuentran determinadas
únicamente a través de su pertenencia a un género, que puede ser moldeado de acuerdo a
los intereses de las partes.

Para la validez de esta obligación debe estar individualizado el género próximo, o, en otras
palabras, el género limitado y no meramente el género. Ello pues, porque la especie no
estaría determinando si el objeto que la obligación explicita fuese solo el género.

La especie se determina al momento de la entrega. El objeto está determinado solamente


con respecto al género, pero queda indeterminado dentro de este, esperando su
individualización.

Se caracteriza por:

a) La cantidad debe estar determinada o deber ser determinable.


b) La especie debe estar determinada: se la puede determinar incluso por
circunstancias secundarias o no esenciales, pero debe poder ser determinada.
c) Tiene que tratarse de cosas que no tengan una especificidad característica que las
haga únicas.

especies:

508
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

¿?????????????

Individualización de la cosa:

Articulo 762.-individualización. La obligación de dar es de género si recae sobre cosas


determinadas sólo por su especie y cantidad.

Las cosas debidas en una obligación de género deben ser individualizadas. La elección
corresponde al deudor, excepto que lo contrario resulte de la convención de las partes. La
elección debe recaer sobre cosa de calidad media, y puede ser hecha mediante
manifestación de voluntad expresa o tácita.

El código emplea el vocablo individualizar, suficientemente comprensivo de elección


(destinado en el código derogado a las obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles), y
de contar, pesar o medir (destinado en el código derogado a las obligaciones de dar
cantidades de cosas). Es un acto jurídico (art. 259 del código) en el cual su otorgante fija el
individuo de la especie, concretando —en definitiva— cuál es la cosa que deberá
entregarse en cumplimiento de la obligación de dar.

A quien corresponde:

Se dispone en el art. 762 del ccyc que "la elección corresponde al deudor, excepto que lo
contrario resulte de la convención de las partes". El principio favor debitoris justifica la
solución de la norma, que faculta al deudor a practicar el acto de individualización, sin per-
juicio de que las partes pacten lo contrario. Esto último incluye no solamente que pueda
ser el acreedor quien lo haga, sino también un tercero.

La libertad para elegir se encuentra limitada al principio de calidad media, de modo que si
la elección está a cargo del acreedor no podrá elegir los ejemplares de mejor calidad, y si
la elección recae sobre el deudor, no podrá elegir los de peor calidad. Tal solución resulta
coherente con los principios de buena fe. No obstante, ello, en caso de controversia,

509
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

corresponderá que el juez dirima la cuestión. De todos modos, debe tenerse presente que
este principio de calidad media puede ser dejado de lado por convención entre las partes.

Es un acto unilateral, motivo por el cual no es necesario para su formación el concurso de


la voluntad de la otra parte, o de ambas (en el caso en que quien lo otorgue sea un
tercero). Si bien nada se indica, y existen interesantes contrapuntos doctrinarios sobre los
problemas, razonablemente debe entenderse que, si bien el acto queda perfeccionado con
su solo otorgamiento, necesariamente debe llegar a conocimiento de los interesados,
quienes podrán —eventualmente-- cuestionarlo. La toma de razón toma irretractable el
acto de individualización. En otras palabras: para ser válido sólo se requiere de la
manifestación de voluntad de quien lo tiene a cargo, y puede ser revocado hasta que
llegue a conocimiento del destinatario, constituyendo esto último una ineficacia funcional
del acto jurídico.

El acto es no formal, corolario del principio general de libertad de formas (art. 284 del
código), y se prevé que la manifestación de voluntad sea expresa, esto es, oralmente, por
escrito, mediante signos inequívocos o por la ejecución de un hecho material (art. 262 del
código), o tácita, esto es, cuando de un acto que no se encuentra direccionado
inequívocamente a lo que aquí interesa pueda de todas maneras conocerse con
certidumbre la voluntad de su otorgante (art. 264 del código).

Como se hace: distintas teorías:

La doctrina distingue según que la elección le corresponda al acreedor o al deudor.

Cuando le corresponde al deudor, algunos autores sostienen que para realizar la elección
basta con una manifestación de la voluntad electiva al acreedor, aunque otros autores se
inclinan por el sistema de ihering, donde la elección opera al momento de la entrega de la
cosa.

El nuevo art. 762 de código, permite que la manifestación de la voluntad del elector sea
expresa, mediante el principio de ejecución de la prestación.

510
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Cuando la elección le corresponde al acreedor: es prácticamente unánime, todos los


autores sostienen que esta voluntad electiva o de elección se debe comunicar al deudor o
al tercero, en su caso.

El nuevo código no proscribe la posibilidad de que el acreedor se pronuncie tácitamente,


pero es difícil que el acreedor por sí solo dé inicio a la ejecución de la prestación. De todos
modos, si en un caso fuere viable, su conducta valdría como manifestación electiva del
objeto de la obligación.

Calidad de la cosa elegida:

En caso de no existir mayores especificaciones, rige el denominado "principio de la calidad


media". Esto es, no puede escogerse ni la cosa de peor calidad, ni la mejor de todas. La
solución se funda en la buena fe. Se trata de una cuestión de hecho que, en caso de
controversia, debe ser resuelta en el caso concreto. En esta problemática, sobre todo en la
práctica comercial, tienen especial incidencia los usos y costumbres, ahora expresamente
receptados en el artículo 1° del código como fuente del derecho. Existen, empero, algunas
excepciones al principio. La primera es el pacto de las partes, desde que no se trata de
normas de derecho imperativo. Sin embargo, en el marco de las relaciones de consumo, la
cuestión presenta algunos matices interesantes, ya que podría entenderse que una
cláusula que permita al proveedor optar por la cosa de peor calidad importaría una
restricción de los derechos del consumidor, vedada por el artículo 37 de la ley 24.240. Lo
propio en el ámbito de las cláusulas abusivas en los contratos por adhesión a cláusulas
generales predispuestas, desde que deben tenerse por no escritas las que importan una
renuncia o restricción a los derechos del adherente (art. 998, inc. B, del código). En ambos
casos, la restricción al derecho a la calidad media sería evidente.

También la ley puede establecer la calidad de la cosa.

En el caso del legado de género (art. 2502 del código), "si la elección ha sido conferida
expresamente al heredero o al legatario, éstos pueden optar, respectivamente, por la cosa

511
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

de peor o de mejor calidad. Si hay una sola cosa en el patrimonio del testador, con ella
debe cumplirse el legado".

En la compraventa sobre muestras, el comprador no puede rehusar la recepción si la cosa


es de igual calidad que la muestra (art. 1153 del código).

Codigo de lorenzetti

Efectos anteriores y posteriores a la elección:

Art. 763 período anterior a la individualización. Antes de la individualización de la cosa


debida, el caso fortuito no libera al deudor. Después de hecha la elección, se aplican las
reglas sobre la obligación de dar cosas ciertas

El principio que reza "el género nunca perece" queda claramente plasmado en la norma, y
la divisoria de aguas es el otorgamiento del acto de individualización. Previo a éste, el
deudor no queda eximido del cumplimiento de la obligación, ni aun por caso fortuito,
pues se entiende que por definición las cosas que integran el género son infinitas". Pero el
género puede perecer, como ocurriría en el caso en que se deje de fabricar una
determinada mercancía, caso en el cual "el deudor genérico puede eximirse por
imposibilidad de la prestación"88, o si se extinguiera una especie animal. Sin embargo,
podrían presentarse situaciones en las que, pese a que materialmente las cosas existan,
hacerse de ellas resulte sumamente dificultoso, excesivamente oneroso o, incluso, de
imposible concreción. Las dos primeras situaciones van de la mano. Supóngase una
epidemia que produce la muerte de un sinnúmero de animales en un vasto territorio, lo
que trae aparejado para el deudor la necesidad de procurárselos efectuando gestiones y
erogaciones que razonablemente no debían quedar comprendidas en el marco de los
deberes accesorios de conducta a su cargo. En tal caso, es aplicable el artículo 1091 del
código, que prevé la posibilidad de rescisión o adecuación del contrato para el supuesto
de imprevisión. También puede suceder que, pese a que el género nunca perece, se tome
virtualmente imposible para el deudor hacerse de la cosa debida. Por ejemplo, si por

512
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

disposición de la autoridad se prohíbe su importación, y el elemento no se produce en el


país.

En estos supuestos, jugarán otros institutos. Por caso, el deudor, si no se encuentra en


mora (art. 1733), podrá eventualmente invocar y probar (art. 1736) que queda eximido del
cumplimiento y que no es responsable (art. 1732), pues la obligación se extinguió por una
imposibilidad de cumplimiento no imputable a él, de carácter objetivo y absoluto. Las
aristas son difusas, pudiendo eventualmente predicarse la existencia de una obligación de
género limitados' (art. 785 del código), aunque de todas maneras no siempre será así,
dependiendo del caso concreto.

Si se entiende que de todas maneras se está en presencia de una obligación de género, la


situación debe asimilarse a la imposibilidad de cumplimiento por imposibilidad de la
prestación (art. 955 del código), con lo cual la solución es -en los hechos- idéntica a la de
la obligación de género limitado, pero con una diferencia esencial: ab initio la obligación
no era de género limitado (ahora alternativa -art. 785 del código-), sino, lisa y llanamente
de género. La cuestión debe ser valorada con suma prudencia, a fin de no frustrar los
derechos del acreedor.

Una vez individualizada la cosa, ésta pasa a ser cosa cierta. Por ello cesa el régimen
transitorio de las obligaciones de género, y pasa a imperar el establecido en los artículos
anteriores, según cuál sea su finalidad (constituir un derecho real o restituir cosas al
dueño).

Vale destacar, como se indica en el comentario de los artículos 755 y 759 del código, que
la posibilidad de cumplimiento mediante equivalente se potencia, dependiendo de la
situación que el caso concreto presente.

riesgos y responsabilidades:

los riesgos de la cosa antes de la elección en el transcurso de tiempo entre la celebración


de la obligación hasta la oportunidad acordada para efectuar la elección, rige el principio

513
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

de que el género nunca perece.


Ello así, por cuanto el género es inagotable, razón por la cual siempre existirá la posibilidad
de encontrar otros individuos que lo integren. Si no los hubiera, se estará frente a algo que
no es género en el sentido técnico del término.
De allí que el caso fortuito no pueda ser invocado por el deudor para liberarse, a menos
que acredite que por caso fortuito han perecido todos los ejemplares de la especie, en
cuyo caso la obligación debe resolverse según las normas relativas a la imposibilidad de
cumplimiento (arts. 955 y 956 ccyc).

Infojus.

casos de restitución al dueño y transferencia de uso.

}’’’’??????????????

VI) Obligaciones de dar dinero. Concepto, comparación con las obligaciones de


valor. El dinero: funciones, características, distintas clases de moneda.
Obligaciones en moneda nacional. Cumplimiento. El principio nominalista;
valoración; cláusulas estabilizadoras; legitimidad. Obligaciones en
determinada moneda nacional. Obligaciones a oro; las hipotecas oro. La
inflación y sus secuelas. Hiperinflación. Retorno al nominalismo. Leyes 23.928
y 24.283. Régimen de responsabilidad: incumplimiento culposo y doloso.
Obligaciones en moneda extranjera. Concepto. Ley 23.928. Régimen de las
obligaciones contraídas con anterioridad al 06/01/2002: la “pasificación”
conforme la “ley de emergencia pública y reforma del régimen cambiario” n°
25.561, decreto 214/02 y ccds. Análisis jurisprudencial. Intereses. Concepto.
Clases: según el origen y la finalidad, análisis. Intereses voluntarios.
Autonomía de la voluntad. Tasa admitida por la jurisprudencia civil y
comercial. Usura: concepto; antecedentes: derecho comparado; sanción que
corresponde; la usura penal. Intereses moratorios. Concepto, paralelo con los
daños y clausula penal. Tasa: diferentes tipos. Curso: el problema de la

514
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

iliquidez. Anatocismo: concepto. Extinción de los intereses: distintas causas.


Situación anterior y posterior a la ley de convertibilidad.

Obligaciones de dar dinero. Concepto

Art. 765 concepto. La obligación es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de
moneda, determinada o determinable, al momento de constitución de la obligación. Si por
el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que no sea de
curso legal en la república, la obligación debe considerarse como de dar cantidades de
cosas y el deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal

Son aquellas que se dan cuando el deudor debe cierta cantidad de moneda que sea de
curso legal, determinada o determinable al momento de la constitución de la obligación.

El código las distingue de las obligaciones de valor, tal como se explica en el comentario al
art. 772 ccyc.

El carácter de curso legal de una moneda significa que el dinero goza de sanción y de
proclamación estatal, y como consecuencia de ello, es irrecusable como instrumento de
pago cuando es ofrecido por el deudor en cumplimiento de su obligación.

En el ámbito nacional, solo el peso tiene curso legal de conformidad con lo establecido
expresamente en el art. 38 de la ley 12.155 de creación del bcra, en las disposiciones de su
carta orgánica —ley 20.539—, y en el art. 7º de la ley 23.928.

El curso forzoso, en cambio, significa la calidad de curso legal aplicada al papel moneda
inconvertible.

De allí que esta cualidad de la moneda está compuesta de dos elementos; por un lado, la
regla de curso legal, vinculada a la relación deudor-acreedor y, por el otro, la regla de
inconvertibilidad, vinculada a la relación emisor del billete-tenedor.

515
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

De este modo, en nuestro sistema monetario, antes de la reforma que introdujo la ley
25.561 a la ley de convertibilidad (23.928), la moneda —peso— tenía curso legal pero no
tenía carácter forzoso por ser convertible.

Actualmente, en el sistema monetario argentino coexisten dos monedas, el peso (decreto


2128/1991), que reemplazó al austral convertible, de curso legal y forzoso; y el peso oro de
la ley 1130, que se utiliza como unidad de cuenta en supuestos muy específicos como el
previsto en el código aeronáutico (arts. 144 y 145) y en la ley general de navegación (arts.
175, 331 y 337 de la ley 20.094).

Dateas.

Las obligaciones de dar dinero (u obligaciones pecuniarias) son aquellas que tienen por
objeto la entrega de cierta cantidad de moneda, de dar una suma de dinero. Son
obligaciones pecuniarias aquellas cuyo objeto es la entrega de dinero, el que desde el
hontanar jurídico es definido como una cosa mueble, fungible, divisible y consumible, que
sirve como medio de pago de valor de cosas y servicios.

Estas obligaciones presentan una característica esencialmente genérica, al recaer sobre una
determinada suma de dinero, y no sobre ciertas y determinadas monedas, consideradas en
su individualidad. Debido al carácter arquetípicamente fungible del dinero, el
cumplimiento de tales obligaciones no puede jamás hacerse imposible por perdida de la
cosa debida.

Mesa.

Comparación con las obligaciones de valor:

La obligación de dar dinero (tal es su denominación correcta, y así ha sido receptada en el


ccyc) es aquélla cuya prestación consiste en la entrega de "cierta cantidad de moneda,
determinada o determinable, al momento de la constitución de la obligación" (art. 765
ccyc)

516
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las obligaciones de valor, son aquellas en las que la deuda consiste en un cierto valor, que
es transformado en dinero en un momento posterior al del nacimiento de la obligación
(art. 772), son obligaciones de valor.

Rivera.

Se distingue la deuda de dinero –ya definida- de la deuda de valor, que se refiere a un


valor abstracto, constituido por bienes, que luego se habrá de medir en dinero cuando
sobrevenga el acuerdo de las partes, o la sentencia judicial que liquida la deuda. Luego de
practicada esta determinación aquella obligación se convierte en una deuda de dinero
(llambías).

Síntesis:

-obligación dineraria: tiene un monto fijo e inamovible, en los que no inciden la inflación y
la depreciación monetaria.

-obligación de valor: se debe el valor o la utilidad que tiene derecho a percibir el acreedor
como contraprestación o resarcimiento de un daño sufrido, que en última instancia por vía
de la voluntad de las partes o por sentencia judicial, serán apreciados en dinero y hasta
que ello acontezca, la pérdida del poder adquisitivo que sufra la moneda tendrá incidencia
sobre la deuda.

Derecho 911.

El dinero: funciones

Señala llambias que "el dinero es la moneda autorizada por el estado", lo que impone
deslindar ambos conceptos, que en ocasiones son empleados como sinónimos.

La moneda es una cosa que, en razón de un "acuerdo" entre los integrantes de una
comunidad, es utilizada como medio de pago y medida de valor de las restantes. Si bien se
trata de un concepto suma- mente amplio, se ha mantenido -por así decirlo- inalterado

517
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

desde los comienzos de la civilización, desde que surgieron los intercambios económicos
entre las personas.

Primero se emplearon bienes escasos (que, por ende, tienen mayor valor), en especial los
metales preciosos. Con el tiempo, se fueron acuñando las primeras monedas que fueron
hechas en pequeñas porciones metálicas, lo que permitía su fácil traslado. Se trataba, en
esta primera etapa, de bienes de valor intrínseco. Con posterioridad, y por las dificultades
que presentaba el traslado y el acopio de monedas de valor intrínseco, surgieron las
"monedas de papel", que eran documentos emitidos por poseedores de monedas, que
garantizaban su entrega a quien los presentara, efectuándose los intercambios con dichos
documentos. Finalmente, cuando se conformaron los diversos estados, éstos se arrogaron
la facultad exclusiva y excluyente de emitir su propia moneda.

Allí surge el concepto de dinero: es una moneda que el estado emite, autoriza e impone
"con la finalidad primordial de servir como unidad de medida de todos los bienes, como
instrumento de cambio y como medio de pago de relaciones patrimoniales" (pizarronalle-
spinos).

En la argentina, su emisión y las cuestiones atinentes a su circulación son facultad exclusiva


y excluyente del congreso de la nación (art. 75, incs. 6" y 11 de la const. Nac.).

Se le asigna un nombre ("peso", “euro”, “real” y, "dólar", "yen", etc.), y se pone en


circulación. Por ello es que en el mundo hay muchas monedas (en plural), y por lo general
cada país emplea una moneda en particular como "dinero", la que el propio estado emite.
Pero hay también sistemas "bimonetaristas" (como cuba, que emite dos monedas
diferentes que coexisten); países que no emiten su propia moneda y han adoptado la
emitida por otro estado (en panamá, además del "balboa" el dólar estadounidense tiene
curso legal), y otras variantes.

En consecuencia, la moneda extranjera, puede o no ser "dinero" en un país determinado; lo


será cuando ese país le asigne curso forzoso.

518
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Come se analizará más adelante, desde la sanción misma del cód. Civil la obligación en
"moneda extranjera" fue válida, aunque su régimen mutó en varias oportunidades. -

Es importante advertir que para que sea aplicable el régimen de las obligaciones de dar
dinero o, en su caso, las de dar moneda extranjera, debe tratarse de monedas que al
tiempo de la constitución de la obligación no hayan perdido su curso, esto es, que no
hayan sido privadas de sus efectos esenciales. En algunos países (argentina,
lamentablemente, lo ha experimentado) las crisis eco- nómicas o también cambios
socioeconómicos importantes (en europa sucedió en el euro) provocaron la abrogación de
algunas monedas y su reemplazo por otras (por ej., hoy no existen más como moneda la
lira, la peseta, el franco, etc.).

Eventualmente las piezas materiales (de valor intrínseco o de papel) que fueron moneda,
dejan de tener tal condición y pasan a ser nada más que cosas que, generalmente, tienen
valor histórico o numismático.

La moneda posee las funciones:

1 funciones económicas. Esencialmente la moneda es una medida de valor de los restantes


bienes que pueden ser mensurados económicamente (hay bienes que no, como por ej., los
derechos personalísimos) y, como consecuencia de lo anterior, es un instrumento de
cambio "que permite a quien lo dispone adquiere otros bienes y servicios idóneos para
satisfacer sus necesidades" (pizarrona- llespinos). Además, tiene una función de ahorro
pues su atesoramiento permite la acumulación de valores económicos. Es también un claro
instrumento de política económica de los estados, ya que éstos imponen oscilaciones en
su valor, la cantidad en que se emite, expansión o retracción del crédito, aumento o
disminución de las tasas de interés, medidas para alentar el consumo, cuestiones salariales
y de producción, etc., etc. (trigor represas), otras medidas macroeconómicas.

2.funciones jurídicas del dinero. En lo atinente específicamente a las relaciones de


obligación es, específicamente, un medio de pago, esto es, de cumplimiento obligacional,
sea que se trate de obligaciones que en su origen se establecieron en dinero (y que se

519
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

llaman dinerarias), o cuando un valor económico determinado debe ser luego traducido a
una suma de dinero (en el caso de las obligaciones de valor). Toda obligación, por
definición (art. 725 ccyc), tiene valor económico y, en última instancia se "resuelve" en el
pago de una suma de d' mero.

3.su significación social, el dinero es un vehículo que permite a las personas lograr la
satisfacción de múltiples necesidades en su devenir existencial, desde las más básicas
(alimentación y vestido), hasta las más suntuarias. ~1 poder económico que otorga el
dinero, lamentablemente (y ha sucedido en todas las épocas) suele torcer los espíritus,
perdiendo muchas veces el hombre la conciencia del verdadero sentido de su existencia en
otros casos, por cierto, se produce el fenómeno inverso. Las crisis económicas que azotan
recurrentemente a los países (de mayor o menor entidad, y más o menos recurrentes),
suelen tener origen, dentro de múltiples factores causales, en políticas monetarias
equivocadas, y traen aparejados no 'pocos conflictos sociales y políticos. En estos tiempos,
también tiene un fortísimo valor simbólico, pues una moneda "fuerte" (esto es, apreciada
internacionalmente) refleja sin lugar a dudas la situación económica del estado que la
emite.

Rivera.

De la gran variedad de funciones del dinero es necesario destacar dos funciones


específicas:

1) Funciones necesarias: ellas so lógicamente inseparables de la esencia del dinero


como medio de cambio, siendo inherentes a ella, dado lo cual se trata de funciones
que el dinero desempeña siempre, en toda y cualquier circunstancia.
2) Funciones ordinarias: son ellas conexas a la esencial del dinero como medio de
cambio, pero no resultan inseparables de ella, tratándose de funciones que el
dinero desempeña normalmente, pero no de manera indefectible o inexorable.

También, el dinero necesariamente posee funciones económicas, ellas son:

 Es la medida de valor de los bines y servicios

520
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

 Es un instrumento de cambio.
 Es un instrumento de ahorro.
 Instrumento de cambio para procurar a su poseedor bienes y servicios.
 La moneda sirve como unidad de cuenta.

Rivera.

Características:

El dinero, como cosa, posee los siguientes caracteres:

1) Es una cosa mueble


2) Es un bien fungible por excelencia; ello, al punto de que constituye el ejemplo
arquetípico y clásico de cosa fungible.
3) Es consumible a su primer uso
4) Es eminentemente divisible.
5) Es de curso legal, pues su valor está certificado por el estado en cada pieza
monetaria.
6) Es de curso forzoso, al estar los particulares obligados a recibirlo.
7) Es subrogable.

Distintas clases de moneda:

La moneda es un objeto material, que ha ido variando a través de los tiempos. Salvo -
como se verá- el caso de la moneda metálica, las restantes cosas que se utilizan como
moneda no tiene un valor intrínseco, sino que representan un valor, en tanto y en cuanto
sean auténticas; esto es, que sean las emitidas por el estado. Por ello, sus falsificaciones
carecen de valor.

(i) Moneda metálica. Es la que está hecha de metales (oro, plata, cobre, etc.), y que
tiene valor intrínseco, en su mismo, en razón de su propia materialidad. Como
bien se ha dicho, "el valor intrínseco corresponde al valor representativo". Única
moneda de la antigüedad, en la actualidad ha perdido importancia, siendo
reemplazada por las otras “monedas" que analizamos a continuación. De todas

521
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

maneras, aún existen, y pese a que su circulación es escasa (casi nula, en los
hechos), suelen ser utilizadas como reserva monetaria. En la argentina, la
moneda metálica se denomina "argentino oro", y está regulado por la ley 1130.
(ii) Moneda de papel. Es un billete (o también las piezas de metal sin valor
intrínseco, llamadas "monedas") emitido por el estado, y que es convertible;
esto es, el estado garantiza que cada billete tiene su correspondiente respaldo
(generalmente oro, pero también puede ser en moneda extranjera), y se obliga
a cambiarla por dicho bien a solicitud del portador en el banco oficial. Por ende,
si el valor del respaldo fluctúa, correlativamente lo hace la moneda.
(iii) Papel moneda. Es el billete (o las "monedas") emitido por el estado, que es
inconvertible y, por ende, su valor de cambio reposa esencialmente en la
confianza que la comunidad deposita en el emisor. El estado la impone como
medio de pago. Tiene un valor nominal, que es el que se le asigna al billete; y
su valor de cambio depende de múltiples factores, entre ellos "la relación
existente entre la cantidad de circulante y de depósitos bancarios, p el conjunto
de bienes y servicios por otro. Si el dinero circulante se multiplica -por ej., por
vía de emisión monetaria descontrolada- sin un adecuado crecimiento de los
bienes y servicios que se producen, su valor se diluye y se genera inflación. E
inversamente" (pizarronallespinos). Es la más empleada universalmente en la
actualidad.
(iv) Desmaterialización de la moneda. Como bien se ha dicho, "el dinero es una
'acumulación abstracta de valor y; como objeto visible, el dinero es el cuerpo
con el que se cubre el valor económico, abstraído de los objetos valiosos, en un
proceso similar a un texto, que es un acontecimiento acústico y fisiológico y, sin
embargo, toda su significación, para nosotros reside en la representación
interior que transmite o simboliza" (simmel).
En la actualidad, y cada vez con mayor asiduidad, se efectúan pagos de
obligaciones de dar dinero a través de medios electrónicos, mediante
transferencias instantáneas de sumas depositadas en una cuenta bancaria del
pagador, a una cuenta del acreedor, o "tarjetas" que no portan dinero, pero

522
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

tienen "crédito" y que son pasadas por un lector (como el caso del transporte
público de pasajeros), u otras formas.
Incluso, muchas veces estas sumas nunca han sido materialmente tenidas "en la
mano del deudor", sino que permanecen depositadas en su cuenta, que luce
como un estado contable dentro de un complejísimo sistema bancario de
créditos, débitos y compensaciones; pero que siempre reposan, en última
instancia, en la existencia efectiva del valor que la suma representa, y cuya
moneda material que puede ser retirada de dichas cuentas. La ley en ciertas
situaciones impone -incluso- la adopción de tales mecanismos, como el caso de
la ley 25.345, y también en varias obligaciones tributarias.
La tecnología avanza a pasos agigantados en esta temática. Por tales razones,
es conveniente deslindar ambas cuestiones: el acto jurídico del pago, que
puede ser obrado mediante estos mecanismos que desmaterializan la moneda;
de la moneda en sí misma, que constituye una realidad necesariamente
subyacente para que se pueda obrar de la manera indicada.
(v) Las "monedas" creadas por los particulares. Monedas electrónicas. Existen, o
han existido, en varios lugares del mundo (curitiba, japón, incluso 10s en los
ee.uu.) Personas o comunidades que por distintas necesidades (en particular, en
situaciones de crisis económicas) crearon "monedas" alternativas o
“complementarias", que obviamente no son emitidas por el estado, pero que
son aceptadas por un número más o menos importante de miembros de una
comunidad determinada. Se trata, en definitiva, de "un acuerdo dentro de una
comunidad para aceptar como medio de pago una moneda que no tiene
validez nacional” (lietaer). Su valor surge de las más variadas maneras. Por ej.,
en un "club de canje” cada sujeto ofrece alguna cosa, o prestar un servicio; a
eso. -se le asigna un "valor", y se le entrega un "billete" con el que puede
"pagar" por algún bien o servicio prestado por otro integrante del club. Se
genera, así, riqueza, en el sentido de que las personas ponen a disposición
cosas o fuerza de trabajo, y en lugar de efectuar intercambios directos, lo hacen

523
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

a través de dicha “moneda", lo que favorece notablemente la generación de


una mayor actividad económica.
Si bien este tipo de intercambios se producen en universos de personas más o
menos numerosos, y "cara a cara", la irrupción de internet ha provocado un
nuevo cimbronazo.
Desde hace muy pocos años (en 2009) han comenzado a surgir las
"criptodivisas" o "criptomonedas", siendo la primera el "bitcoin". Es un nuevo
tipo de dinero, descentralizado (no está emitido por estado alguno), global, y
que emplea la criptografía como medio para garantizar el control.
(vi) Las "cuasimonedas" emitidas por el estado. En las recurrentes crisis económicas
que han azotado nuestro país, algunas provincias emitieron "bonos", que tenían
las características gráficas de un billete, e incluso nombre propio. Fueron
empleados como moneda, e incluso se exigió a ciertos acreedores a aceptarlos
(en especial grandes empresas), varios de ellos lo hicieron voluntariamente, y
hasta se habilitó la posibilidad de efectuar depósitos bancarios. Se trataba, en
rigor de verdad, de títulos de deuda emitidos por el estado, que garantizaban el
pago de una suma determinada de dinero, de acuerdo a la reglamentación
específica, a su vencimiento.

Obligaciones en moneda nacional. Cumplimento:

El art. 619 del código velezano expresaba, “si la obligación del deudor fuese de entregar
una suma de determinada especie o calidad de moneda corriente nacional, cumple la
obligación dando la especie designada, u otra especie de moneda nacional al cambio que
corra el día del vencimiento de la obligación”.

Código viejo. Mesa

En función de lo dispuesto en los arts. 765 y 772 del ccyc, obligación dineraria es aquella
en la que su cantidad se encuentra determinada o es fácilmente determinable (mediante
una operación aritmética) desde el nacimiento cie la obligación (in obligatione), o bien

524
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

cuyo valor ha sido determinado mediante la operación de cuantificación prevista en el art.


772 del ccyc.

Rivera.

el principio nominalista:

a la luz del principio nominalista, "cada unidad monetaria es igual a sí misma (un pero
siempre es igual a un peso). El dinero emitido por el estado tiene el valor que éste le fija,
con total prescindencia de su aptitud adquisitiva; en consecuencia, el deudor de una suma
de dinero cumplirá entregando al acreedor una cantidad igual a la prometida, cualesquiera
sean las fluctuaciones que haya sufrido el poder adquisitivo de la moneda" (moisset de
espanés~izarro/ vallespino)

Se parte de una ficción legal, en el sentido de que se considera que el valor de la moneda
no fluctúa, pese a que ello acontezca. Las partes conocen absolutamente a cuánto
asciende la obligación de dar dinero, desde que la cantidad expresadas la que, finalmente,
debe ser entregada.

Valoración:

Para esta corriente, la obligación de dar dinero debe cumplirse entregando la cantidad de
moneda necesaria, que represente el mismo poder adquisitivo que el que tenía al tiempo
de constituirse la obligación. Por ej., si se entregó en préstamo $ 100, y al vencimiento se
produjo una inflación del 27%, deberán entregarse $ 127. Aquí se rescata la esencia del
dinero: es una medida de valor, no un fin en sí mismo, y de allí que la consecuencia
necesaria deba ser la postulada.

Cláusulas estabilizadoras:

En un entorno normativo en el que se impone el principio nominalista de la moneda,


surgen inevitablemente procedimientos para eludir los perjuicios que la depreciación o
inestabilidad de una moneda puedan producir en las prestaciones pecuniarias. En efecto,

525
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

las deudas de dinero son deudas de cantidad, establecidas en una determinada moneda
de curso legal no pudiendo directamente considerarlas como deudas de valor, lo que
origina cuando su cumplimiento es diferido de hecho o contractualmente la asunción de
los riesgos antes mencionados, normalmente por el acreedor, aunque en ocasiones las
oscilaciones de valor pudieran beneficiar al deudor. No obstante, los procesos
inflacionarios tan frecuentes en las economías actuales y virulentos especialmente en los
países poco desarrollados o de economía y/o política inestable, ponen de relieve de forma
generalizada la imposibilidad de mantener, ni siquiera por breves espacios de tiempo, el
principio nominalista en la liquidación de las deudas. Se trata de soslayar el problema, no
con la validez universal para un determinado territorio, lo que conduciría a la aplicación del
principio valorista en lugar del nominalista, sino que son las partes contratantes en cada
acto o convenio con trascendencia económica o disposiciones de los poderes públicos,
quienes determinan la forma de corrección en la devaluación de la moneda en la
liquidación de las deudas pecuniarias originadas por negocios concretos o determinados.
Esto se realiza mediante diversas cláusulas de estabilización, conocidas igualmente como
"cláusulas de garantía de valor" o "cláusulas de seguro".
Todas las cláusulas de estabilización tienen como objetivo transformar una deuda de
cantidad en una deuda de valor, tomando para ello como referencia el precio de una
mercancía en su sentido más amplio o un índice o cesta de los precios de mercancías o de
monedas, determinando la deuda pecuniaria en una cantidad de la mercancía o índice
tomado como elemento estabilizador, al momento del nacimiento de la obligación, y
pactando que, al momento de ser exigible tal obligación (vencimiento), se liquidará en la
moneda convenida, por la cantidad que de la misma resulte de aplicar el precio de
referencia estipulado al que se cotice la mercancía o índice al vencimiento. Normalmente
en los contratos en los que se establecen cláusulas de estabilización, es necesario
contemplar fórmulas alternativas para los supuestos en que la fórmula principal de
estabilización no pueda aplicarse al día del vencimiento.

526
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Es el mecanismo de corrección del principio nominalista que adoptan los sujetos de la


relación obligatoria al regular la cuantía de la deuda pecuniaria con referencia a una
mercancía que fluctúe con el poder adquisitivo de la moneda. Conocidas también como
cláusulas estabilizadoras, cláusulas de seguro o cláusulas de garantía de valor, son
cláusulas de valor en las que se sustituye la solución nominalista por la solución valorista y
se incluyen en el articulado de los contratos de larga duración o de tracto sucesivo. En
todo caso, estas cláusulas no deben confundirse con la cláusula de pago en especie, en la
cual la prestación se realizará entregando una cosa distinta al dinero y que tiene un valor
intrínseco. En realidad, la aplicación de esta última cláusula convierte la venta en permuta.

Legitimidad:

Obligaciones en determinada moneda nacional:

Obligaciones a oro:

El "argentino oro". Es una moneda de valor intrínseco que actualmente sigue teniendo
vigencia. Fue creada por ley 1130 del 5 de noviembre de 1881. En su art. Lo se dispone: "la
unidad monetaria de la república argentina, será el peso de oro o plata. El peso de oro es 1
gramo 6.129 diez milésimos de gramo de oro, de título de 900 milésimos de fino. El peso
de plata es el de 25 gramos de plata, de título de 900 milésimos de fino". En el art. So se
establece: "las monedas de oro y plata, acuñadas en las condiciones de esta ley, tendrán
curso forzoso en la nación, servirán para cancelar todo contrato u obligación, contraída
dentro o fuera del país y que deba ejecutarse en el territorio de la república, a no ser que
se hubiera estipulado expresamente el pago en una clase de moneda nacional".

Pero luego, por ley 1354 (del año 1883), se modificó este sistema bimetálico,
disponiéndose que todos los bancos sólo estaban habilitados a emitir billetes pagaderos
en pesos nacionales oro, dejándose sin efecto la moneda de plata.

527
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En la actualidad ha perdido vigencia efectiva, ya que no se siguen acuñando, y por ello el


cumplimiento en especie es virtualmente imposible, lo que -en consecuencia- llevaría a
concluir que para su conversión debería recurrirse al valor de mercado del oro, lo que
claramente colisiona con la prohibición de actualización de deudas de dinero que se
estatuyó en el año 1991 con la ley 23.928, y sigue vigente en la actualidad (pizarro
vallespinos).

De todas maneras, en algunas normas se emplea, como medida de valor para fijar
indemnizaciones (en el código aeronáutico y en la ley de navegación), lo que -como se
verá más adelante- es válido, pues constituye un pará- metro para la determinación de las
deudas de valor (art. 772 ccyc

Las hipotecas oro:

la inflación y sus secuelas. Hiperinflación. Retorno al nominalismo:

Hasta mediado de la década de 1940, en la argentina no hubo inflación, pero, para


afrontar las deudas y gastos crecientes del estado se recurrió a la emisión desmedida de
circulante; éste fue el origen de la altísima inflación endémica que durante 50 años padeció
la argentina.

El resultado fue que la emisión de moneda sin respaldo hizo que durante cincuenta años
en nuestro país se perdiera de vista el principio rector de la economía, que no es otro que
el de la escases: las cosas valen, cuando son escasas.

De ello derivan dos consecuencias:

1) Cuando una cosa deja de ser escasa, deja de tener valor o lo pierde en la medida
en que pierda su escasez;
2) Cuando se emite dinero sin respaldo, este se envilece en mucha mayor proporción
de la emisión adicional, porque queda afectada la confianza pública.

Cuando la moneda de un país empieza a tener problemas serios o existe desconfianza se


produce la inflación.

528
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Al no haber un límite a la impresión monetaria, se busca solucionar los problemas


imprimiendo más dinero para pagarles a todos los que reclaman. Y la rueda cada vez gira
más rápido.

El valor de la moneda es, en principio, una cuestión de circulación monetaria, el exceso de


moneda en un país produce inflación porque la oferta no está en relación con la cantidad
de dinero que se demanda.

Cuando el dinero por el exceso de emisión circula rápido, se podría decir que recalienta la
economía y entonces el precio de las cosas y bienes aumentan.

Los precios en moneda nacional aumentaban en cuestión de horas; eso sucede cuando un
país no tiene moneda. La inflación extrema deja sin moneda al país.

En el año 1976, tribunal argentino que por primera vez aplico el principio valorista,
dejando de lado el principio nominalista. Y entonces autorizó la indexación o
repotenciación de ciertas deudas, las que ya no eran más deudas de dinero, esto es, que ya
no eran más obligaciones de entregar unidades de medida, sino que eran, a partir de
entonces, deudas de valor.

Se había revertido con esto el principio nominalista y se había abierto la compuerta de la


indexación, aunque no hubiera sido prevista por las partes al contratar una clausula
indexatoria, como paliativo al envilecimiento monetario.

La indexación de las deudas libero, por un tiempo las energías económicas.

A los 5 años de indexar, los doctrinarios más agudos comenzaron a advertir, que por vía de
la indexación podía cometerse la injusticia inversa a la que planteaba el nominalismo.

Esto se trata de, la utilización de índices o coeficientes de actualización para indexar los
precios demostró ser un remedio para la inflación. La indexación retroalimenta la inflación
creando un círculo vicioso.

529
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sin un proveedor se ve obligado a pagar una deuda indexada, este indexa a su vez sus
propios precios. Quienes le compran hacen lo mismo, lo que genera un circulo de alza de
precios que en algún punto requiere de nuevas indexaciones y así sigue la rueda, sacando
de cause a la inflación.

En 1985, el gobierno del doctor alfonsín, sancionó el llamado “plan austral”, el cual
funciono razonablemente un tiempo, pero no se hicieron los ajustes requeridos al
presupuesto, percibiendo los desfasajes en nuestra economía, por lo que en algunos mese
reboto la inflación. Primero tímidamente y después llegando a tasas del 15% mensual
nuevamente.

La crisis de la economía se disparaba cada vez más. En 1989 se produjo el más severo
episodio hiperinflacionario de la economía.

Tiempo más tarde, en el mes de marzo de 1991, el ministro de economía caballo propuso
al país una nueva política económica, basa en la vuelta a de la ortodoxia y la
convertibilidad de la moneda, solo que no respecto del oro, sino del dólar estadunidense.

Se sanciono entonces la ley 23.928 de convertibilidad del austral con nuevas medidas
políticas económicas.

A esta ley se sumaron una serie de decretos reglamentarios, uno de los cuales cambio la
denominación de la moneda argentina, dejando de lado el austral y estableciendo el peso.

Merced a estas normas, la república argentina se incierto en los rígidos principios


ortodoxos de una economía estructurada a partir de una moneda convertible.

La ley 23.928 prohibió la indexación y los intereses excesivos.

Al haber una disciplina fiscal y una convertibilidad obligada no puede permitiré que se
generen excedentes o retas que no tengan contrapartida en la caja de conversión; por ello
tiene que ser dura la disciplina económica, y por eso rige, nuevamente, el principio
nominalista, los intereses son bajos limitados al 1% mensual máximo.

530
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Luego de algunos meses de convertibilidad se vio que era necesario complementar la


convertibilidad de la moneda con una ley desindexatoria, que volviera los valores de los
bienes a su valor real.

El 24 de noviembre de 1993 se sancionó la ley desindexatoria 24.283.

Leyes 23.928 y 24.283. Régimen de responsabilidad: incumplimiento culposo y doloso:

La llamada ley 23.928, es la que se conoce como “ley de convertibilidad”, en esta se


establece lo siguiente:

a) Declaró la convertibilidad del austral con el dólar de los estados unidos a partir del
1 de abril de 1991 a una relación de 10mil australes por cada dólar
b) Obligó al banco central de la republica argentina a vender las divisas que le sean
requeridas para operaciones de conversión a la relación establecida en el art.
Anterior, debiendo retirar de circulación los australes recibidos en cambio.
c) Autorizó al banco central de la república argentina a comprar divisas a precio de
mercado, con sus propios recursos, por cuenta y orden del gobierno nacional o
emitiendo los australes necesarios para tal fin.
d) Aseguró que en todo momento las reservas de libre disponibilidad de bcra en oro y
divisas extranjeras, serán equivalentes a por lo menos el ciento por ciento de la
base monetaria
e) Estableció que cunado las reservas se inviertan en depósitos, otras operaciones a
interés, o en títulos públicos nacionales o extranjeros pagaderos en oro, metales
preciosos, dólares estadunidenses u otras divisas de similar solvencia, su computo a
los fines de esta ley se efectuaran a valores de mercado.

La ley 24.283 sancionó en noviembre de 1993. Esta norma contó con un solo artículo, este
dispuso lo siguiente:

“cuando deba actualizarse el valor de una cosa o bien o cualquier otra prestación,
aplicándose índices, estadísticas u otros mecanismos establecidos por acuerdos, normas o

531
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

sentencias, la liquidación judicial o extrajudicial resultante no podrá establecer un valor


superior al real y actual de dicha cosa o bien o prestación, al momento del pago”.

“la presente norma será aplicable a las situaciones jurídicas no consolidadas”.

Obligaciones en moneda extranjera. Concepto:

la moneda extranjera no tiene carácter dinerario, como lo preveía la ley de convertibilidad


23.928 y el anteproyecto del código. Por el contrario, es una cosa no dineraria y por lo
tanto si la obligación se pacta en moneda extranjera, es considerada como de dar
cantidades de cosas (art. 765). La obligación en moneda extranjera no está prohibida,
como ocurre en otros países, sino que, por el contrario, puede ser usada y así lo prevé el
código en numerosos supuestos (contratos bancarios). La obligación que tiene por objeto
una prestación en moneda extranjera presenta el problema del pago. Conforme con el
régimen del código, la regla es que el deudor tiene la opción de liberarse dando el
equivalente en moneda de curso legal. La opción por el equivalente no la transforma en
una obligación facultativa, porque no hay una prestación principal y otra accesoria (art.
786). Esta regla tiene las siguientes excepciones: a) que las partes hayan pactado
expresamente el pago en moneda extranjera y la renuncia a la opción (arts. 958, 959, en
materia de contratos; 1121, inc. A, en los contratos de consumo); b) que esté previsto
expresamente otra solución (ej.: contratos bancarios). Esta hermenéutica es la única posible
dentro del sistema del código, que obliga a una interpretación coherente (art. 2°, código).
En el sistema no sólo no hay ninguna prohibición expresa para contratar en moneda
extranjera, sino que hay varias normas que así lo permiten, lo que destruye toda la tesis de
que, al ser obligaciones de género, no pueden constituirse en precio de un contrato. El
código regula las obligaciones en moneda extranjera derivadas de un contrato de depósito
bancario (art. 1390) y dispone que deben restituirse en la moneda de la misma especie. En
materia de contrato de préstamo bancario, el artículo 1408 establece que es el contrato
por el cual el banco se compromete a entregar una suma de dinero obligándose el
prestatario a su devolución y al pago de los intereses en la moneda de la misma especie,

532
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

conforme con lo pactado. Igual temperamento adopta el código en el artículo 1409 al


disponer que el contrato de descuento bancario obliga al titular de un crédito contra
terceros a cederlo a un banco, y a éste a anticiparle el importe del crédito, en la moneda
de la misma especie, conforme con lo pactado. Otro tanto puede deducirse de los artículos
1405 (contrato cuenta corriente), y 1410 (apertura de crédito). Con relación al contrato de
mutuo el artículo 1525 expresamente dispone que el mutuario se obliga a devolver igual
cantidad de cosas de la misma calidad y especie, y en los mismos términos lo hace con
relación a los intereses (art. 1527). Asimismo, al no mencionarse el decreto-ley 5965 sobre
letra de cambio y pagaré, dentro de las derogaciones derivadas de la aplicación del nuevo
código, se debe entender que no sufre modificaciones. Por lo tanto, sería válido insertar en
esos papeles de comercio la cláusula de "pago efectivo en la moneda extranjera". A la luz
de este panorama, queda claro que la norma residual del artículo 765 no resulta de orden
público99, pues, si ése hubiera sido el objetivo de política monetaria, mal podría haber
adoptado el mis o legislador —como se dijo— un criterio diverso para con las obligaciones
en moneda extranjera pactadas en los diferentes contratos nominados que canalizan
habitualmente la dinámica de los negocios vinculados al crédito monetario. En
consecuencia, dado que el artículo 765 no resulta una norma imperativa, no habría
inconvenientes en que las partes, en uso de la autonomía de la voluntad (arts. 958 y 962),
pacten —como dice el artículo 766— que el deudor debe entregar la cantidad
correspondiente de la especie designada. En otras épocas y con relación al código
derogado, se sostuvo que la obligación en moneda extranjera debía considerarse como de
"dar cantidades de cosas", y por lo tanto resultaba aplicable el régimen de las obligaciones
de género; la consecuencia de ello es que no podía ser el precio de un contrato. Los
autores que sostuvieron esta interpretación se ajustaban al análisis del artículo 617 del
código derogado, y no existían todas las normas que el código vigente contiene respecto
de contratos en moneda extranjera, por lo que no son trasladables sus conceptos. Las
reglas que se adoptaron por la doctrina y la jurisprudencia generalizadas, luego de un
largo derrotero, fueron: "a) el deudor puede pagar en moneda extranjera o mediante el
equivalente en moneda nacional; b) en los contratos que producían sus efectos fuera del

533
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

territorio nacional, había que cumplir en la moneda extranjera sin opción alguna; c) en los
contratos en que el uso de la moneda extranjera era considerado esencial, debía
entregarse esa moneda-mercancía sin opción".

Ley 23.928. Régimen de las obligaciones contraídas con anterioridad al 06/01/2002: la


“pasificación” conforme la “ley de emergencia pública y reforma del régimen cambiario” n°
25.561, decreto 214/02 y ccds. Análisis jurisprudencial:

Con la finalidad de combatir el deterioro de la moneda que se producía por la inflación, se


dictó la ley 23.938, que consagró el sistema nominalista (art. 619 del código derogado, y
art. 7° de la ley 23.928), prohibiéndose el uso de las cláusulas de actualización monetaria.
Se autorizó la contratación en moneda extranjera (modificación del art. 617, código
derogado), disponiéndose que debían considerarse como de dar sumas de dinero. La
moneda extranjera no tenía curso legal ni forzoso, pero dejó de ser una obligación de dar
cantidades de cosas, para tener idéntico régimen que las de curso legal.

Con la sanción de la ley 25.561 (y un sinnúmero de normas complementarias) se produjo


una enorme mutación, derogándose el régimen de convertibilidad. El plexo normativo
básico en esta etapa se componía de: 1) código derogado (arts. 616-624). 2) ley 23.928
(modificada por la ley 25.561). 3) ley 25.561. 4) decreto 214/2002. 5) decreto 320/2002. 6)
decreto 410/2002. 7) decreto 762/2002. 8) decreto 1242/2002.9) ley 25.713. 10) ley 25.796.
11) ley 25.798. 12) ley 25.820. 13) ley 26.084. 14) ley 26.103. 15) ley 16.167. 16) ley 26.896.
Mediante esta última se prorrogó hasta el 31 de diciembre de 2015 la vigencia de la ley
25.561.

por vía legislativa se crearon distinciones en base a dos criterios: a) la fecha de su


constitución (antes o después del 6-1-2002), y b) la naturaleza del dinero que debe
entregarse (moneda nacional o moneda extranjera).

El sistema, básicamente, quedó estructurado de la siguiente manera:

534
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Obligaciones en pesos nacidas con anterioridad a la ley 25.561 (del 6-1-2002): no se


produjo modificación sustancial alguna. Siguió rigiendo el sistema nominalista, con
prohibición de actualización de cualquier naturaleza, por vía directa (ley 25.561, arts. 30 y
50; arts. 70 y 10 de la ley 23.928, modificados por ley 25.561; art. 619 del código
derogado).

obligaciones en moneda extranjera nacidas con anterioridad a la ley 25.561 (del 6-1-2002):
la legislación de emergencia modificó sustancialmente el régimen del código civil vigente
en aquel momento. Los principales cambios ocurrieron en esta especie. La regla general
era que se "transforman" a pesos todas las obligaciones en moneda extranjera, existentes a
la sanción de la ley 25.561, haya o no mora del deudor. Se disponía una conversión
diferenciada, según que la obligación se encuentre o no vinculada al sistema financiero y,
en el primer caso, se distinguía entre los créditos y deudas de las entidades financieras. Se
establecía, además, la aplicación de mecanismos de recomposición del valor, según los
casos (coeficiente de estabilización de referencia, y coeficiente de variación salarial).

Obligaciones en pesos nacidas con posterioridad a la ley 25.561 (del 6-1-2002): continúa
rigiendo el principio nominalista (art. 7° de la ley 23.928 modificado por ley 25.561, y art.
619 del código derogado). Se prohíben las cláusulas de actualización monetaria, cualquiera
sea su tipo (arts. 7° y 10 de la ley 23.928, modificados por ley 25.561; art. 5°, dec.
214/2002).

Obligaciones en moneda extranjera nacidas con posterioridad a la ley 25.561 (del 6-1-
2002): el sistema fue sustancialmente distinto respecto a las obligaciones nacidas con
anterioridad a la ley 25.561. Se mantuvo in totum el régimen legal establecido
originariamente por la ley 23.928. Regía el artículo 617 del código derogado, según la ley
23.928 (art. 5°, ley 25.561; arts. 1° y 50, clec. 214/2002; art. 2°, dec. 320/2002). Se trata de
obligaciones de dar dinero en las que rige el sistema nominalista. La moneda extranjera no
tenía curso legal. No podía ser usada como cláusula de actualización.

535
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En síntesis, en la tercera etapa se mantuvo el nominalismo para las obligaciones en pesos


(cualquiera sea su fecha de nacimiento), y el régimen del artículo 617 del código derogado
(t. O., ley 23.928) para las obligaciones en moneda extranjera nacidas con posterioridad a
la ley 25.561. En estos tres casos, la actualización por vía directa se encontraba legalmente
vedada.

Lorenzetti.

Intereses. Concepto. Clases: según el origen y la finalidad, análisis:

La noción de "interés" se genera desde la economía. Samuelson dice que "el interés es el
pago que se efectúa por el uso del dinero", agregando a renglón seguido que "el tipo de
interés es la cantidad de intereses pagada por unidad de tiempo expresado en porcentaje
de la cantidad recibida en préstamo. En otras palabras, los individuos deben pagar por la
posibilidad de pedir dinero prestado. El costo de obtener dinero en préstamo, expresado
en dólares anuales por cada dólar prestado, es el tipo de interés"". Los tipos de interés se
expresan en porcentajes medidos por unidades de tiempo.

desde la óptica económica, se distingue el interés nominal del real. El primero mide el
rendimiento anual expresado en la moneda, por cada unidad invertida. O sea, "el tipo de
interés sobre el dinero expresado en dinero". El segundo "se corrige para tener en cuenta
la inflación y se calcula restando del tipo de interés nominal la tasa de inflación. Por otra
parte, cuando el dinero es suministrado por los denominados "intermediarios financieros"
(generalmente los bancos comerciales), el costo de contar con el dinero por ellos facilitado
se acrecienta en razón de que se incluyen en el precio otros rubros distintos del
denominado interés puro, también denominados "escorias o resacas”.

Traslada al plano de las relaciones jurídicas, la cuestión adquiere algunos matices propios
que deben ser puestos de resalto, pues son también causa de las perturbaciones
conceptuales y las diversas y contradictorias soluciones que se proponen, y que se
pretenden zanjar con esta nueva regulación.

536
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El concepto de interés no se limita al pago del "precio" de la liquidez, sino que se extiende
a otra situación, pues en ciertos casos constituye la indemnización que el deudor debe
pagar por no cumplir en tiempo y forma con la obligación de dar dinero.

Por ello, busso lo ha definido claramente como el aumento que las deudas pecuniarias
devengan en forma paulatina durante un tiempo dado, sea como precio por el uso de un
dinero ajeno, o como una indemnización por un retardo en el cumplimiento de una
obligación dinerarias. Los autores de nuestro país, en general, adoptan un concepto
similar.

Como bien se ha indicado (pizarro vallespinos), los intereses tienen los siguientes rasgos
distintivos:

a) Pecuniariedad: se trata de moneda, en correspondencia estricta con la


obligación de dar dinero a la que acceden.
b) Porcentualidad: son debidos en términos de proporcionalidad a la
obligación principal (capital) y al tiempo.
c) Periodicidad: se van generando a medida que el tiempo transcurrenten
unidades de tiempo previamente establecidas.
d) Accesoriedad: constituyen una obligación accesoria a la principal (la deuda
de dar dinero), y se rige por las reglas generales de dicha figura (arts. 856 y
857 ccyc),'además de normas que resuelven sobre cuestiones específicas.

Clases:

Existen muchas clasificaciones, particularmente en materia eco- nómica. Pero en lo


que2ahora interesa, las más relevantes son las siguientes.

 Según su naturaleza

En el ccyc se ha clarificado notablemente la cuestión.

537
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

(i) Intereses compensatorios. También llamados lucrativos o retributivos, son los


intereses que se deben por el tener el capital ajeno o que debe entregarse a
otra persona, en concepto de "precio" por gozar de liquidez (art. 767 ccyc).
(ii) Intereses por mora. Son los que el deudor debe por haber ingresado el deudor
en estado moratoria. Los intereses por mora, a su vez se subdividen en
moratorias (art. 768 ccyc) y punitorios (art. 769 ccyc). Ambos pueden tener
origen legal o convencional.
 Según su origen
(i) Voluntarios. Se trata de la obligación de pagar intereses surgida de la voluntad
de las partes al otorgarse un acto jurídico, sean bilaterales (es lo común, y se
denominan también convencionales), o unilaterales (los podría estatuir el
testador en un legado).
(ii) Legales. El ordenamiento en muchísimos casos establece la existencia de la
obligación de pagar intereses. Además del caso de los intereses por mora, se
deben intereses en los siguientes casos: saldos de la cuenta del tutor por los
gastos realizados (art. 133 ccyc); el saldo deudor de la cuenta corriente (art.
1398 ccyc); intereses en el mutuo oneroso (art. 157 ccyc); en la obligación de
restituir en el caso de revocación de la donación por incumplimiento de 10s
cargos (art. 1570 ccyc); etc.
 Según el origen de la tasa de interés

Cuando la obligación de pagar intereses existe (cualquiera sea su origen), el origen de la


determinación de la tasa de interés admite las siguientes especies:

(i) Tasa legal. Es la que establece el ordenamiento para supuestos


específicos. Por ej., la tasa de interés moratorio cuando las partes no la
han fijado (art. 768 inc. C] ccyc); o en el caso de mora en la deuda de
alimentos, en donde se devenga "una tasa de interés equivalente a la
más alta que cobran los bancos a sus clientes, según las
reglamentaciones del banco central, a la que se adiciona la que el juez
fije según las circunstancias del caso" (art. 552 ccyc).

538
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

(ii) Tasa convencional. Es la que fijan las partes, en uso y con los límites de
la autonomía de la voluntad. -
(iii) Tasa judicial. Es la que establecen los jueces, cuando así la ley lo ha
dispuesto, como en el caso en que no se hubiera pactado o no surja de
la ley la tasa de interés compensatorio (art. 766 ccyc).

Intereses voluntarios. Autonomía de la voluntad:

Se trata de la obligación de pagar intereses surgida de la voluntad de las partes al


otorgarse un acto jurídico, sean bilaterales (es lo común, y se denominan también
convencionales), o unilaterales (los podría estatuir el testador en un legado).

La autonomía de la voluntad es un principio básico de nuestro derecho contractual, se


entiende incorporado en todas las relaciones entre los particulares, y es la libertad de que
gozan los particulares para pactar los contratos que les plazcan, y de determinar su
contenido y efectos.

Tasa admitida por la jurisprudencia civil y comercial:

La tasa de interés puede cumplir una doble función, o una única, según sea la realidad
económica en que se halle inserta esta. Para contestar qué función tiene una tasa de
interés determinada, previamente debe deslindarse si en esa economía y en ese momento
se halla autorizada o prohibida la repotencia, actualización o indexación de las
obligaciones dinerarias. Según sea una u otra respuesta, diferente será la función de la tasa
de interés:

a) Si la indexion se halla prohibida, la tasa de interés tiene una doble función: en parte
opera como factor de actualización y en parte como compensación por el uso del
capital.
b) En cambio, cuando la indexion no está prohibida, la tasa de interés actual
solamente como beneficio por el no uso del capital, no poseyendo ese
componente actualizador.

539
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En épocas de baja inflación, del total de la tasa de interés solo una mínima porción de
esta opera como mecanismo de actualización, siendo su función preponderante la
compensatoria.

Clases de tasa de interés:

Los interese constituyen un porcentaje del capital, el que recibe el nombre de tasa. El
art. 768 recepta las diversas clases de tasas existentes:

1) Las tasas convencionales: estas no deben excederse de cierta proporción con el


capital, pues de ser excesiva, puede ser reducida judicialmente por aplicación de la
regla moral del ordenamiento.
2) Las tasas legales: se dispone que, cuando no se establezca la tasa de interés se
estará por las que se fijen según las reglamentaciones el banco central; en este tipo
de tasa el interés no permanece fijo, sino que fluctúa, conforme a las cotizaciones
de plaza.
3) Las llamadas tasas judiciales no son más que aplicaciones de las anteriores.

El nuevo código se pronuncia por el sistema de libertad de contratación, pero ya el


maestro de gásperi señalaba que la proclamada libertad de fijar la tasa de interés no podía
ser absoluta, pues necesariamente debía entenderse que dicha libertad no era limitada.

Tratándose de una cuestión que afecta al orden público, toda vez que en un juicio se
advierta la presencia de intereses excesivos, el juez debe reducir la tasa a lo que estime
justo y moral, aunque medie petición de parte.

Usura: concepto:

En materia de tasas de interés existe un caos generalizado y un inmenso desconocimiento


técnico y científico en cuanto a los límites de lo abusivo. Es posible afirmar que en nuestro
país prácticamente todos los acreedores (judiciales, hipotecarios, prendarios, bancarios,
etcétera) están aplicando tasas excesivas y exorbitantes, se son abrumadoras para los
deudores y que en muchos casos los desequilibran económica, social y personalmente.

540
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La usura no es solamente la elevada tasa de interés, sino que esto se potencia aún más
debido al anatocismo (intereses sobre intereses) y al ratioferusismo (determinación abusiva
en sistemas de cálculo, bases de determinación excesiva y cargos inadecuados).

Estas tasas deben estar acordes con casa operación en particular, sin producir el
aprovechamiento de uno por el otro.

En gran parte el producto de la ignorancia o desconocimiento generalizado se debe a los


constantes procesos inflacionarios que soportamos como sociedad -especialmente en
américa latina- y donde nos hicimos a las idea de tasas abrumadoramente altas, y una vez
que la pérdida del poder adquisitivo de la moneda fue mínimo o tal como lo es
actualmente mucho menos significativo que lo que sucedía en otras épocas, las tasas no se
adecuaron apropiadamente a las nuevas circunstancias y por ende son exageradamente
altas para lo que podemos considerar como razonable.

Dependiendo fundamentalmente de cada tipo de operación y de las características


particulares de la misma, lo que requiere un análisis pormenorizado de cada caso en
particular, podemos decir de una tasa de 2,2% anual (sin considerar el riesgo por
incobrabilidad ni la previsión por la eventual pérdida del poder adquisitivo del dinero
corriente). Es un valor adecuado como para establecer el máximo sin que pueda ser
considerada usuraria (con riesgo de incobrabilidad puede llegar al 4,28% anual).

Antecedentes: derecho comparado;

La convención americana sobre derechos humanos (pacto de san josé de costa rica)
establece en su artículo 21 inc. 3 que la usura y cualquier otra forma de explotación
humana por parte de otros hombres, debe ser motivo de prohibición legal. Esta
convención tiene jerarquía constitucional en la república argentina. El código penal de este
país se ocupa del delito de usura en el artículo 175 bis, castigándolo con sanciones de
prisión y multa. Tipifica el delito como doloso ya que se necesita que quien comete la
usura se aproveche de la necesidad, la inexperiencia o la ligereza de otra persona, y en
virtud de tales circunstancias le hiciere de cualquier modo, dar o prometer, para sí o para

541
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

otros, intereses u otras ventajas pecuniarias evidentemente desproporcionadas con su


prestación o que otorgue otorga recaudos o garantías de carácter extorsivo.

No se determina específicamente cuando, una tasa de interés constituye usura, lo que


queda librado a la interpretación judicial, que en general pone como tope máximo para los
intereses compensatorios y punitorios, la de una vez y media la que cobra el banco de la
nación argentina en sus operaciones ordinarias de descuento en un plazo de treinta días,
sin capitalización.

Muchas veces es aconsejable para los deudores de préstamos a interés, en lugar de


refinanciarlos con el prestamista que además de intereses usurarios aplicará anatocismo, y
deberá comprometerse en el nuevo préstamo a abonar el capital que no pagó del
préstamo anterior más los intereses, mas los intereses del nuevo crédito, llevar el caso a la
justicia, que seguramente morigerará los intereses a cobrar.

Sanción que corresponde; la usura penal:

Articulo 175 bis del código penal

- el que, aprovechando la necesidad, la ligereza o la inexperiencia de una persona le hiciere


dar o prometer, en cualquier forma, para sí o para otro, intereses u otras ventajas
pecuniarias evidentemente desproporcionadas con su prestación, u otorgar recaudos o
garantías de carácter extorsivo, será reprimido con prisión de uno a tres años y con multa
de pesos tres mil a pesos treinta mil.

La misma pena será aplicable al que a sabiendas adquiriere, transfiriere o hiciere valer un
crédito usurario.

La pena de prisión será de tres a seis años, y la multa de pesos quince mil a pesos ciento
cincuenta mil, si el autor fuere prestamista o comisionista usurario profesional o habitual.

Intereses moratorios. Concepto:

542
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Articulo 768.-intereses moratorios. A partir de su mora el deudor debe los intereses


correspondientes. La tasa se determina:
a) por lo que acuerden las partes;
b) por lo que dispongan las leyes especiales;
c) en subsidio, por tasas que se fijen según las reglamentaciones del banco central.

Intereses moratorios son aquellos que se deben en caso de mora del deudor en el
cumplimiento de su obligación. El deudor, con su incumplimiento, priva ilegítimamente al
acreedor de su derecho a percibir un capital y, como consecuencia de ello, se encuentra
obligado a reparar el perjuicio ocasionado. Los intereses moratorios, en consecuencia,
constituyen la indemnización de tal daño y requieren para su admisión que el
incumplimiento le sea imputable al deudor. En el código de vélez se encontraban
regulados en el art. 622, y en el ccyc por el art. 768 que sienta similar principio al previsto
en la legislación derogada ("a partir de su mora el deudor debe los intereses
correspondientes..."), y en cuanto a la tasa dispone que se determina por lo pactado por
las partes, por lo que dispongan leyes especiales y, en subsidio, por las que se fijen según
las reglamentaciones del banco central de la república argentina. O sea que, a diferencia
del art. 622 cc, ya no son los jueces quienes fijan la tasa de interés moratorio,
sustituyéndose la determinación judicial, en ausencia previsión contractual o legal, por la
del banco central de la república argentina.

Paralelo con los daños y clausula penal:

Tasa: diferentes tipos:

Se establecen tres criterios para determinarla, en forma subsidiaria:

(i) tasa convencional. Puede ser por acuerdo de partes, lo que no debe inducir a asimilarlos
al interés punitorio. Aunque por lo general el interés por mora emanado de acuerdo de
partes es el punitorio, de todas maneras, podría pactarse una tasa de interés moratorio

543
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

(que nace por imperio de la ley), esto es, sin el plus de sanción que es de la esencia del
punitorio.

(ii) tasa legal. Las leyes especiales también pueden fijar la tasa y, las partes podrían
establecer una diferente, en tanto y en cuanto la norma no sea de orden público.

(iii) tasa legal subsidiaria. Se indica en el art. 767 del ccyc que en subsidio es el banco
central quien debe establecerla mediante reglamentaciones. La comisión expresamente
indica -en los fundamentos del anteproyecto- que no se adopta la tasa activa en razón de
la multiplicidad y diversidad de supuestos de hecho que pueden presentarse.

Se innova aquí respecto a la determinación de la tasa de interés. En el art. 622 del cód.
Civil, en defecto del pacto de las partes o de una disposición de la ley, era el juez quien
debía establecerla. Ahora, para tal supuesto, lo hace el banco central de la república
argentina.

' Si bien algunas voces han señalado que, en rigor de verdad, estas reglamentaciones
constituirían una pauta más para el juez, quien podría seguir fijando la tasa de interés
moratorio, nos parece que la norma es sumamente clara, y no admite otra interpretación
que la indicada.

Pero es verdaderamente inconveniente, y rompe con una tradición que se ha mantenido


invariable, y sin objeciones. Supóngase que válidamente se pactó una tasa de interés
compensatorio, y que la moratoria (reglamentaria) es menor; sería un contrasentido, ya
que la mora nunca puede mejorar la situación del deudor. O que la tasa de interés
reglamentaria sea sensiblemente inferior a la inflación real, 10 que en los hechos no
alcanzaría siquiera para cubrir la pérdida de poder adquisitivo de la moneda (nada habría,
en puridad de conceptos, de interés moratorio). En tales casos, y otros que distorsionen la
esencia de este interés, los jueces o bien deberán declarar la inconstitucionalidad de la
norma, o bien declararla inaplicable.

544
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por cierto, al tiempo en que se escriben estas líneas, no se ha dictado dicha


reglamentación. Ante tal vacío, la norma no tiene virtualidad, y los jueces deben fijar la
tasa.

Curso: el problema de la iliquidez.

Anatocismo: concepto:

Artículo 770.- anatocismo

No se deben intereses de los intereses, excepto que:

A. Una cláusula expresa autorice la acumulación de los intereses al capital con una
periodicidad no inferior a seis meses;

B. La obligación se demande judicialmente; en este caso, la acumulación opera desde la


fecha de la notificación de la demanda;

C. La obligación se liquide judicialmente; en este caso, la capitalización se produce desde


que el juez manda pagar la suma resultante y el deudor es moroso en hacerlo;

D. Otras disposiciones legales prevean la acumulación.

El artículo examinado mantiene el principio general de rohibición del anatocismo,


contemplando una serie de excepciones.

En primer lugar, autoriza el pacto de capitalización de intereses con una periodicidad no


inferior a seis meses.

El art. 623 cc, en cambio, autorizaba los acuerdos de capitalización con la periodicidad que
establezcan las partes.

El mínimo de periodicidad exigido tiene como finalidad evitar situaciones abusivas, por el
elevado impacto que puede tener una capitalización anticipada de intereses con menor
periodicidad.

545
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En segundo término, permite la capitalización cuando se demande judicialmente el pago


de un capital y sus intereses.

La capitalización opera desde la fecha de notificación de la demanda.

Cabe considerar que, al igual que sucede en el primer supuesto, la capitalización ocurre
con una periodicidad no inferior a seis meses.

No exige para la procedencia de la capitalización que los intereses se adeuden por un


período determinado, como lo hacía el art. 569 ccom (“un año”).

Además, se aparta del proyecto del código civil de 1998, que admitía la capitalización de
los intereses desde la celebración de la audiencia de mediación o de una medida cautelar,
si son anteriores a la notificación de la demanda.

Seguidamente, admite la capitalización cuando la obligación se liquide judicialmente,


supuesto en el cual opera desde que el juez manda pagar la suma resultante y el deudor
es moroso en hacerlo.

Se trata de lo que ocurre en las obligaciones de valor.

Por último, la capitalización procede cuando otras disposiciones legales la prevean.

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Extinción de los intereses: distintas causas:

Existen dos maneras de extinción de los interese, una automática y otra accesoria:

546
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

1) La obligación de pagar interese se extinguen por vía accesoria, cuando se


extinguen en forma independiente, por cualquiera de las causas de extinción de las
obligaciones: pago, novación, compensación, etc.
2) Pero la extinción puede producirse también por vía accesoria, cuando se extingue
la obligación principal, consiste en pagar el capital. Hay que distinguir entre los
intereses vencidos y los futuros. Si los intereses ya se han hecho exigibles no
bastaría con que se hubiera extinguido la obligación de pagar el capital para que
los intereses se extinguen la obligación de pagar el capital para que los intereses se
extinguen por vía de consecuencia: pagando el capital, no se extinguiría en
principio y por ese sólo hecho la obligación de pagar los intereses ya vencidos; en
cambio, si se trata de intereses futuros, al extinguirse la obligación de pagar el
capital (principal) se extingue la obligación de pagar los intereses (accesoria).

Situación anterior y posterior a la ley de convertibilidad:

Hasta ese momento, la hiperinflación había sido el motivo principal del drama económico,
ganando espacio en las tapas de los diarios del primer trimestre de 1991. Ya era rutinario
correr a cobrar los sueldos y desde allí correr a gastarlos para evitar que perdiese valor, o,
en su defecto, comprar dólares, esa maravillosa moneda estable que salía de circulación
porque la gente la guardaba en su casa, por simple temor a que en los bancos fuese
incautada por el gobierno. El dinero nacional, literalmente, quemaba en las manos.

El plan logró establecerse cuando domingo cavallo reemplazó a antonio erman gonzález al
frente del ministerio de economía y todas las políticas del sector dieron un vuelco. La ley
de convertibilidad fijaba al valor de la moneda nacional al mismo e inamovible valor del
dólar, a través de un mecanismo mediante el cual el banco central de la república
argentina estaba obligado a comprar y vender los dólares que se le demandaran.

El artículo 1° de la ley declaraba “la convertibilidad del austral con el dólar de estados
unidos de américa a partir del 1° de abril de 1991, a una relación de diez mil australes
(10.000 australes) por cada dólar”.

547
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El 6 de abril del ’91, cavallo, luego de presentar el plan que, dijo, rescataría a la economía
nacional de las profundidades de la hiperinflación, aseguraba: “no hay ningún riesgo de
que violemos la ley de convertibilidad, el valor de nuestra moneda está, sin duda,
perfectamente asegurado y nadie tiene que temer por el futuro de la paridad cambiaria”.

El plan económico, que esencialmente continuaba con la línea neoliberal impuesta por la
dictadura militar a fines de la década del ’70, se basaba en la liberación financiera y
comercial, la desregulación de una amplia gama de actividades económicas.

En un principio, las tasas de interés se redujeron, el dólar se mantuvo estable, los índices
de aumentos de los precios al consumidor disminuyeron del 27 por ciento en febrero al 3
por ciento en junio, aumentó la demanda de bienes de consumo y la producción industrial
se reactivó.

Pero el desequilibrio fiscal producía un déficit que ya no era sostenido por la emisión de
moneda –prohibida por la ley de convertibilidad si no se obtenía dólares equivalentes-
sino por la toma de crédito externo, iniciándose así una nueva era en la argentina de
aumento del nivel de endeudamiento en forma marcada.

La creciente deuda de los dos gobiernos de carlos menem sumó dos veces más de lo que
el país debía antes de 1989. La asunción del gobierno de la alianza no sólo no logró
contener la crisis, sino que tampoco pudo evitar el estallido a principios del verano de
2001, paradójicamente con domingo cavallo sentado otra vez en el sillón principal del
ministerio de economía, luego de ser defenestrado por menem en 1995.

VII) Obligaciones de valor. Concepto. Diferencias con las deudas dineradas.


Dificultades de su categorización. Recepción en el derecho argentino.
Jurisprudencia. Incidencia de la ley 23.928. Efectos. Casos. Intereses y su
curso.

Obligaciones de valor. Concepto:

548
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Son aquellas en las cuales el objeto de la obligación consiste en la valuación de un bien o


utilidad, reajustable de conformidad con las oscilaciones que experimente la moneda,
hasta el momento de su cuantificación en dinero. Con ello, advertimos, que la obligación
de valor habrá de convertirse en dinero al momento del efectivo pago o de la liquidez de
la deuda, según la postura doctrinaria y jurisprudencial que se siga al respecto. En sintiese,
se debe un valor al nacimiento de la obligación, pero se paga en dinero. En la obligación
de valor, aun cuando termine pagándose en dinero, existirá siempre el precio de ese bien
cuya valuación se ha pactado, hasta que llegue el momento de su cumplimiento en dinero.

Artículo 772.- cuantificación de un valor.

Si la deuda consiste en cierto valor, el monto resultante debe referirse al valor real al
momento que corresponda tomar en cuenta para la evaluación de la deuda.

Puede ser expresada en una moneda sin curso legal que sea usada habitualmente en el
tráfico.

Una vez que el valor es cuantificado en dinero se aplican las disposiciones de esta sección.

El código incorpora expresamente la distinción entre las obligaciones de dar sumas de


dinero y las obligaciones de valor.

Si la deuda consiste en cierto valor, el artículo en comentario establece el monto resultante


debe referirse al valor real al momento que corresponda tomar en cuenta para la
evaluación de la deuda.

El precepto establece que en el supuesto de que el interés del acreedor persiga obtener un
valor medible en dinero, la cantidad de moneda a entregar para satisfacerlo debe
cuantificarse al momento en que deba evaluarse.

Se ha interpretado que la fórmula es amplia y deja abierta la posibilidad de que se


catalogue como obligación de valor a cualquier obligación de pagar en dinero y también

549
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

es amplia la posibilidad de que la evaluación se practique al momento del vencimiento de


la obligación o en uno posterior.

Por otro lado, el artículo autoriza a que la deuda sea expresada en una moneda sin curso
legal que sea habitualmente utilizada en el tráfico.

Por ello, las obligaciones de valor pueden surgir de acuerdo de partes o de la ley.

De modo de compatibilizar la posibilidad de determinar obligaciones de valor


contractuales o por vía judicial con la prohibición de actualizar deudas dinerarias prevista
en los arts. 7º y 10 de la ley 23.928, se ha interpretado que no se puede pactar una deuda
en dinero cierta y que dicha suma se actualice de acuerdo al valor del producto o servicio
adquirido, ni el juez puede mandar a pagar un monto determinado y que ese monto se
siga actualizando hasta su pago, pues ello viola la prohibición de indexar.

Por el contrario, sí se puede pactar contractualmente que el precio del producto, servicio o
beneficio objetos del contrato se determinen con posterioridad en relación al valor del
producto o servicio adquirido, o de otro producto o servicio que las partes determinen,
pues se estaría en presencia de una cláusula de determinación del precio, no opuesta a la
prohibición establecida por los artículos antes citados.

Si la manera de determinar el valor es fijarlo en relación a una moneda extranjera, ello


debe compatibilizarse con las normas propias de las obligaciones en moneda extranjera.

Un vez que el valor es cuantificado en dinero, establece el artículo, se aplica a la deuda de


valor las disposiciones de las obligaciones de dar sumas de dinero.

Bajo la vigencia del código civil, para un sector de doctrina, una vez liquidada
convencionalmente o judicialmente la deuda de valor la obligación se convertía en
dineraria; en cambio, otro sector entendía que la deuda de valor nacía como tal y mantenía
su condición hasta el momento del pago, con todo lo que ello significa.

550
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El artículo en examen adopta la opinión mayoritaria, considerando que una vez que el
valor es cuantificado, se aplica el régimen de las obligaciones de dar sumas de dinero, lo
que ha sido objetado en el ámbito de la doctrina, con sustento en que puede acontecer
que entre la liquidación de la deuda y el pago transcurra un tiempo, motivo por el cual se
ha considerado que debería subsistir la obligación de valor que mantiene la estabilidad del
crédito a través del tiempo, cualquiera fuera la contingencia económica.

* fuente: código civil y comercial de la nación comentado / gustavo caramelo ; sebastián


picasso ; marisa herrera - 1a ed. - ciudad autónoma de buenos aires: infojus, sistema
argentino de información jurídica, 2015.

Diferencias con las deudas dineradas:

Una de las modificaciones más importantes en la materia obligacional es la regulación de


las obligaciones de valor, aplicadas durante muchos años por la jurisprudencia y la
doctrina argentinas, pero que no tenían recepción en la codificación. Las obligaciones
dinerarias son aquellas cuyo objeto es la entrega de una suma de dinero119. El dinero es
lo debido y es el modo de pago; por ello se dice que está in obligatione, porque es objeto
de la obligación e in solutione, porque es el medio de pago. En la actividad económica, son
numerosísimas: el precio en la compraventa la de pagar la prima en el seguro, las rentas
vitalicias, la que surge de títulos valores como el pagaré, el cheque o la letra de cambio; la
instrumentada en obligaciones negociables. La deuda de valor es aquella en que el objeto
es un bien, que es medido por el dinero. Lo que se debe entonces es un valor, y el dinero
no es el objeto, sino el modo de pagar; a diferencia del caso anterior, no está in
obligatione, sino in solutione. Las diferencias son sustanciales.

En las primeras, el dinero es expresado mediante una suma determinada o determinable al


momento del nacimiento de la obligación; en las de valor, en cambio, ello no ocurre al
principio, sino a posteriori, cuando es precisa la cuantificación.

Las obligaciones de valor adquieren una trascendencia mayor cuando el sistema es


nominalista (se debe devolver la misma cantidad de dinero y no hay cláusulas de

551
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

indexación) y hay inflación. En las obligaciones de dar sumas de dinero siempre se debe la
misma cantidad de dinero, aunque el mismo se deprecie, mientras que en las de valor, lo
debido es el bien, que se valoriza al momento del pago en una cantidad de dinero, de
modo que, en estas últimas, el dinero varía según el aumento del precio del bien'''. Son
obligaciones de valor': la indemnización de daños y perjuicios, tanto en la responsabilidad
por incumplimiento contractual como en la extracontractual; la obligación proveniente del
enriquecimiento sin causa; la indemnización por expropiación; la deuda de medianería; la
obligación de alimentos; las recompensas en la sociedad conyugal; la obligación de
colacionar.

La obligación de valor permanece al margen del nominalismo, por cuanto lo que se debe
no es dinero, sino un valor que, aunque termine traduciéndose en dinero, permitirá
siempre la actualización que sea pertinente hasta alcanzarlos y representarlos por medio
de una suma de dinero. Para algunos autores, la obligación de valor puede transformarse
en una obligación de dar suma de dinero. Ello ocurre cuando un valor es determinado en
dinero, por las partes, o por una sentencia en forma definitiva, y de allí en más es
considerada de dinero. En el régimen del código, esta interpretación sostiene que, una vez
determinado ese valor, la obligación pasa a ser dineraria y no puede actualizarse porque
rigen los artículos 765, 766 y la prohibición de indexación de la ley 23.938. En contra de
esta opinión, mayoritariamente se entiende que siempre la obligación es como nace, y por
lo tanto, de valor; la liquidación judicial o convencional que pueda efectuarse nada agrega
o quita a esa conclusión: siempre subsistirá como deuda de valor, con todo lo que ello
significa, hasta el momento en que opere el pago. El distingo entre obligaciones de dinero
y de valor adquiere relevancia en contextos inflacionarios''. El artículo 772 establece una
serie de criterios para la cuantificación, que son los que han receptado la doctrina y
jurisprudencia. El primero es que la obligación nace con una prestación que consiste en un
valor, que luego se transforma en dinero. Esa transformación debe tomar en cuenta el
valor real, que, en la mayoría de los casos, es el precio de mercado del bien de que se
trata. En cuanto al momento, el artículo no adopta un criterio específico dada la variedad

552
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

de situaciones. En general es el momento del pago, pero hay numerosas situaciones en


que la ley lo fija (medianería, colación, etc.). Una vez producida esta cuantificación en
dinero, se transforma en una obligación dineraria y se aplican las disposiciones de la
sección.

Dificultades de su categorización:

Se ha interpretado que la fórmula es amplia y deja abierta la posibilidad de que se


catalogue como obligación de valor a cualquier obligación de pagar en dinero y también
es amplia la posibilidad de que la evaluación se practique al momento del vencimiento de
la obligación o en uno posterior.

Recepción en el derecho argentino. Jurisprudencia:

Es oportuna la recepción normativa de la categoría de las deudas de valor es por medio


del art. 772.

Jurisprudencia:

1. Cuando con el empleo de índices oficiales el resultado económico


obtenido fuese objetivamente injusto, debía prevalecer la realidad sobre
las fórmulas matemáticas (csjn, la ley, 1995-d, 796. Id. En la ley, 1994-d,
217, ed, 156-152, con nota del dr. Bidart campos. Id. La ley, 1992-b, 216.
Scba, dj, 1994-1-615).
2. La impugnación de la liquidación le corresponde al reclamado quién
debe probar que la actualización resulta muy superior al valor real de la
cosa (cnciv., sala a, la ley, 1995-d, 129).

Incidencia de la ley 23.928. Efectos:

Articulo 7º — el deudor de una obligación de dar una suma determinada de pesos cumple
su obligación dando el día de su vencimiento la cantidad nominalmente expresada. En
ningún caso se admitirá actualización monetaria, indexación por precios, variación de

553
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

costos o repotenciación de deudas, cualquiera fuere su causa, haya o no mora del deudor,
con las salvedades previstas en la presente ley.

Articulo 10. — mantiénense derogadas, con efecto a partir del 1° de abril de 1991, todas
las normas legales o reglamentarias que establecen o autorizan la indexación por precios,
actualización monetaria, variación de costos o cualquier otra forma de repotenciación de
las deudas, impuestos, precios o tarifas de los bienes, obras o servicios. Esta derogación se
aplicará aun a los efectos de las relaciones y situaciones jurídicas existentes, no pudiendo
aplicarse ni esgrimirse ninguna cláusula legal, reglamentaria, contractual o convencional —
inclusive convenios colectivos de trabajo— de fecha anterior, como causa de ajuste en las
sumas de pesos que corresponda pagar.

La posibilidad de determinar obligaciones de valor contractuales o por vía judicial con la


prohibición de actualizar deudas dinerarias prevista en los arts. 7º y 10 de la ley 23.928, se
ha interpretado que no se puede pactar una deuda en dinero cierta y que dicha suma se
actualice de acuerdo al valor del producto o servicio adquirido, ni el juez puede mandar a
pagar un monto determinado y que ese monto se siga actualizando hasta su pago, pues
ello viola la prohibición de indexar.

Por el contrario, sí se puede pactar contractualmente que el precio del producto, servicio o
beneficio objetos del contrato se determinen con posterioridad en relación al valor del
producto o servicio adquirido, o de otro producto o servicio que las partes determinen,
pues se estaría en presencia de una cláusula de determinación del precio, no opuesta a la
prohibición establecida por los artículos antes citados.

Si la manera de determinar el valor es fijarlo en relación a una moneda extranjera, ello


debe compatibilizarse con las normas propias de las obligaciones en moneda extranjera.

Un vez que el valor es cuantificado en dinero, establece el artículo, se aplica a la deuda de


valor las disposiciones de las obligaciones de dar sumas de dinero.

554
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Bajo la vigencia del código civil, para un sector de doctrina, una vez liquidada
convencionalmente o judicialmente la deuda de valor la obligación se convertía en
dineraria; en cambio, otro sector entendía que la deuda de valor nacía como tal y mantenía
su condición hasta el momento del pago, con todo lo que ello significa.

Casos:

Son innumerables las situaciones en las que en el ccyc se prevé la existencia de


obligaciones de valor, o de situaciones en las que debe establecerse un valor determinado,
que luego tiene directa incidencia en los derechos de los involucrados, y que puede derivar
en el nacimiento de obligaciones.

Entre otros, cabe citar los siguientes: recompensas entre cónyuges (art. 464, 491, 493, 494).
Alimentos (arts. 433,434,541). Mejoras (arts. 751 y ss., 1211, 1224, 1938). Obligaciones
alternativas (arts. 781, 782). Obligaciones indivisibles (arts. 820,821). Obligaciones solidarias
(art. 847). Restitución por extinción del contrato (arts. 1080,1081). Imposibilidad de
devolución por el consumidor (art. 1114). Evicción (art. 1174). Retribución en las obras (art.
1263). Destrucción de la obra (art. 1268). Transporte de cosas, cálculo del daño (art. 1311).
Custodia de títulos (art. 1420). Factoraje, imposibilidad del cobro del derecho de crédito
cedido (art. 1427). Obligación alimentaria del donatario (art. 1559). Responsabilidad del
donatario por los cargos (art. 1563). Revocación de la do- nación (art. I569).
Incumplimiento de los cargos (art. 1570). Cesión de derecho inexistente (art. 1629).
Indemnización de daños (arts. 1738 y ss.). Transformación (art. 1957). Construcción,
siembra y plantación (art. 1962). Invasión de inmueble colindante (art. 1963). Cobro de la
medianería (arts. 2014,2015, 2017, 2025). Aceptación $orzada de la herencia (art. 2295).
Aceptación por incapaces (art. 2297). Colación (arts. 2385 y ss.). Porción legítima,
perecimiento de lo donado (art. 2455).

Intereses y su curso:

La cuantificación en dinero del valor adeudado se realiza al momento de la sentencia o del


acuerdo transaccional que pone fin al proceso.

555
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

la tasa de interés aplicable para las obligaciones de valor es la tasa de interés puro.

Una vez que opera la cuantificación en dinero del valor adeudado, se aplica la tasa de
interés moratorio que corresponde para las deudas dinerarias.

556
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

557
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad IX. Modos de extinción.

PI. Compensacion. Definición. Especies. Requisitos de la compensación legal. Efectos.


Fianza. Pluralidad de deudas del mismo deudor. Compensacion facultativa.
Compensacion judicial. Exclusion convencinal. Obligaciones no compensables.

Compensacion.

ARTÍCULO 921.- Definición.

La compensación de las obligaciones tiene lugar cuando dos personas, por derecho
propio, reúnen la calidad de acreedor y deudor recíprocamente, cualesquiera que sean
las causas de una y otra deuda.

Extingue con fuerza de pago las dos deudas, hasta el monto de la menor, desde el
tiempo en que ambas obligaciones comenzaron a coexistir en condiciones de ser
compensables.

El art. 818 CC brindaba un concepto muy similar al que establece el art. 921 bajo
análisis.

Este modo extintivo de las obligaciones reconoce su fuente en el derecho romano:

est credit et debiti inter se contributio (Digesto, 16.2.1).

Asimismo, el verbo “compensar” proviene de la voz latina compensatio, que significa


contrapesar, pesar juntas y balancear un objeto con otro.

Para decirlo en otras palabras, extinguir dos obligaciones en la medida que una se
integre con la otra.

Especies.

ARTÍCULO 922.- Especies.

La compensación puede ser legal, convencional, facultativa o judicial.

La compensación puede ser:

1. legal;

558
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2. convencional;

3. facultativa; y

4. judicial.

2.1. Compensación legal

La compensación legal es la que dispone la ley de pleno derecho cuando se encuentran


reunidos ciertos requisitos.

Estos son: que ambas partes deben ser deudoras de prestaciones de dar; que los objetos
comprendidos en las prestaciones deben ser homogéneos entre sí; y que los créditos
deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que resulte afectado el derecho de
terceros.

Procede aún contra la voluntad de alguna de las partes, aunque ello no signifique que
deba ser alegada por el interesado.

Al respecto, ver comentario al art. 923 CCyC.

2.2. Compensación convencional

La compensación convencional, también llamada contractual, es la que surge de la


autonomía de la voluntad de las partes (art. 958 CCyC).

Nace de la libre decisión de los interesados en circunstancias en que no están


presentes todos los recaudos necesarios para que opere una compensación legal.

Para decirlo en otras palabras, es un acto jurídico bilateral por el que se extinguen
obligaciones recíprocas provenientes de distintas causas, cuando median obstáculos
para la procedencia de la compensación legal.

La única exigencia sustancial para que se configure este instituto es que cada uno de
los sujetos pueda disponer del crédito recíproco que pretende compensar.

Por lo tanto, no será necesario el requisito de la exigibilidad, pudiéndose compensar


obligaciones sujetas a plazo pendiente, condición suspensiva e, inclusive, naturales.

Tampoco resulta ineludible que las deudas sean homogéneas por lo que las partes, en
tanto presten el debido consentimiento, pueden compensar voluntariamente, por
ejemplo, una obligación de hacer con una deuda de sumas de dinero, una obligación de
dar cosa cierta con una de no hacer, etc.

Esta compensación convencional, si bien había sido recogida por la doctrina nacional,
no se encuentra regulada en el Código Civil de Vélez Sarsfield.

559
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La razón de esta ausencia es que un acuerdo de estas características tiene sustento en


el art. 1197 de tal cuerpo legal, que confiere plena libertad negocial a las partes para
decidir sobre sus derechos y obligaciones.

Ello, en la medida que no afecten disposiciones de orden público, la moral y las buenas
costumbres (art. 958 CCyC).

2.3. Compensación facultativa

La compensación facultativa también tiene lugar cuando falta alguno de los requisitos
para que opere la compensación legal.

Sin embargo, tiene la peculiar característica de que únicamente puede ser opuesta por
quien goza de un beneficio o ventaja adicional a la que solo ella puede renunciar.

Para mayor profundidad en el análisis, ver comentario al art. 927 CCyC.

2.4. Compensación judicial

La compensación judicial es la que decreta un juez al momento de dictar sentencia en


un pleito, declarando admisibles total o parcialmente los créditos invocados por las
partes en la demanda y eventual reconvención.

Para mayores precisiones, ver comentario al artículo 928 CCyC.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

Requisitos de la compensación legal.

ARTÍCULO 923.- Requisitos de la compensación legal.

Para que haya compensación legal:

a. ambas partes deben ser deudoras de prestaciones de dar;

b. los objetos comprendidos en las prestaciones deben ser homogéneos entre sí;

c. los créditos deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que resulte afectado el
derecho de terceros.

Para que se configure la compensación legal (esto es, la que se produce de pleno
derecho y por imperio de la ley) la normativa exige que estén presentes determinados
requisitos.

Estos son:

560
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

1. que se trate de prestaciones de dar;

2. que los objetos contenidos en las prestaciones sean homogéneos entre sí; y

3. que los créditos sean exigibles y estén disponibles libremente sin afectar derechos de
terceros.

El Código Civil de Vélez Sarsfield también establecía determinados requisitos para la


compensación legal en sus arts. 820 a 822 CC.

Efectos.

ARTÍCULO 924.- Efectos.

Una vez opuesta, la compensación legal produce sus efectos a partir del momento en
que ambas deudas recíprocas coexisten en condiciones de ser compensadas, aunque el
crédito no sea líquido o sea impugnado por el deudor.

Los efectos de la compensación, una vez opuesta, se producen desde el momento en que
ambas deudas recíprocas comenzaron a coexistir en condiciones de ser compensadas.

Es decir, que una vez que se cumplen los requisitos de la compensación legal, los
efectos operan de pleno derecho, de modo automático, sin la necesidad de que
intervenga un órgano jurisdiccional.

A diferencia de lo establecido en el CC, no se exige que el crédito se encuentre líquido


para poder ser compensado.

Fianza.

ARTÍCULO 925.- Fianza.

El fiador puede oponer la compensación de lo que el acreedor le deba a él o al deudor


principal.

Pero éste no puede oponer al acreedor la compensación de su deuda con la deuda del
acreedor al fiador.

Opciones a cargo del fiador.

Siguiendo esta línea de razonamiento, la normativa sobre compensación plantea dos


posibilidades a cargo del fiador.

561
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En primer lugar, el fiador puede compensar con el acreedor un crédito que, de forma
personal, tenga con este con la obligación surgida del contrato de fianza.

Si bien parece que este supuesto se aleja del requisito de la reciprocidad de las
obligaciones, lo cierto es que el fiador —aunque accesorio— es un verdadero deudor.

Por lo tanto, en la medida en que se coloca en la misma situación que el deudor


afianzado, no habría inconveniente para que, por derecho propio, oponga la
compensación.

En segundo lugar, el fiador puede, por excepción al principio de personalidad de las


deudas, oponerle al acreedor un crédito que tenga a su favor el deudor principal de la
obligación afianzada.

Es que el acreedor no puede pretender que el fiador le pague lo que él no puede


exigirle al deudor principal por la probable oposición de una compensación.

De este modo, pues, se ahorra una cadena de acciones superfluas.

Por lo demás, la solución es lógica ya que, de lo contrario, se permitiría una maniobra


entre acreedor y deudor principal para perjudicar los intereses del fiador.

En efecto, podría darse el caso absurdo de que el deudor, pese a cobrar su crédito, no
pagase su deuda.

2.2. Imposibilidad del deudor principal

Por el contrario, el deudor afianzado no tiene la potestad de compensar lo que le deba


el acreedor al fiador.

En efecto, en este supuesto no se encuentra presente el requisito de la reciprocidad por


derecho propio de las obligaciones; crucial para oponer la compensación.

El acreedor no es, a su vez, deudor personal del obligado principal, sino de su fiador.

2.3. Efectos

En ambos escenarios se extinguen las obligaciones con fuerza de pago hasta el alcance
de la menor.

En el primer caso, se produce la extinción de la obligación del fiador y la satisfacción


del interés del acreedor, pero subsiste la relación jurídica de aquel con el deudor
afianzado.

En este supuesto, el fiador (que compensó un crédito personal) tendrá a su favor una
acción regresiva contra el deudor principal.

562
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En el segundo caso, si la compensación fuese total de la obligación afianzada, se


extingue la relación entre todos los partícipes del contrato.

Es que la compensación entre acreedor y deudor principal extingue también la fianza,


que reviste carácter de accesorio en tanto su obligación reside en la falta de pago del
deudor principal.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera

Pluralidad de las deudas del mismo deudor.

ARTÍCULO 926.- Pluralidad de deudas del mismo deudor.

Si el deudor tiene varias deudas compensables con el mismo acreedor, se aplican las
reglas de la imputación del pago.

La normativa dispone que el deudor tenga la facultad de declarar por cuál de las
distintas deudas debe imputarse la compensación, debiendo recaer la elección sobre
una deuda líquida y de plazo vencido.

A su vez, la ley establece que si el sujeto adeuda capital e intereses, la compensación


no puede imputarse a la deuda principal sin consentimiento del acreedor.

Ahora bien, si el deudor no hiciere la correspondiente imputación, el acreedor se


encuentra facultado para hacerla con determinados recaudos:

debe efectuarla a alguna de las deudas líquidas y exigibles, y solo una vez canceladas
totalmente una o varias deudas puede aplicar el saldo a la cancelación parcial de
cualquiera de las otras.

Por último, si el deudor o el acreedor no hicieren la imputación, se hará, en primer


término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para el deudor; y cuando las
deudas son igualmente onerosas, se imputará a prorrata.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

Compensación facultativa.

ARTÍCULO 927.- Compensación facultativa.

La compensación facultativa actúa por la voluntad de una sola de las partes cuando
ella renuncia a un requisito faltante para la compensación legal que juega a favor suyo.

Produce sus efectos desde el momento en que es comunicada a la otra parte.

563
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Caracteres. Supuestos

La compensación facultativa, entonces, depende estrictamente de la voluntad de la


parte favorecida, quien decide renunciar a su beneficio.

Esto significa que puede invocarla aun cuando la otra parte no preste su conformidad
e, incluso, intente impedirlo.

En función de lo expuesto es que se refiere a una “facultad” que tiene el acreedor para
realizar este tipo de compensación.

Opera en la medida que no sea posible la compensación legal.

El ejemplo clásico de este instituto jurídico ha sido traído por Colmo, quien aducía que
una parte que es acreedora de un caballo de carrera y, al mismo tiempo, deudora de un
caballo común (por títulos diferentes), tendría la facultad de renunciar a su ventaja y
oponer la compensación facultativa.

Más allá del supuesto referido, no tan pasible de suscitarse cotidianamente en la vida
negocial, podría oponerse la compensación facultativa en presencia, por ejemplo:

• de una obligación civil y una natural;

• de una obligación civilmente válida y una afectada a un vicio de nulidad relativa;

• de un crédito exigible y uno sujeto a plazo suspensivo no cumplido;

• de una obligación alternativa, si el deudor con derecho de elección elige la prestación


que el acreedor asimismo le debe.

2.2. Efectos

Los efectos de la compensación facultativa son idénticos a los de la compensación legal


con la diferencia de que se producen desde que es comunicada a la otra parte.

La declaración de voluntad mediante la cual el acreedor renuncia a una utilidad que


está en su favor provoca que se reúnan los requisitos de la compensación legal.

Por lo tanto, desde ese momento ambas deudas comienzan a coexistir en condiciones
de ser compensadas.

La solución normativa es absolutamente lógica en tanto, recién en el instante en que


es opuesto, este instituto jurídico desaparece el obstáculo que impedía la compensación
legal, dejando a ambos créditos en condiciones de ser neutralizados.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

564
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Compensación judicial.

ARTÍCULO 928.- Compensación judicial.

Cualquiera de las partes tiene derecho a requerir a un juez la declaración de la


compensación que se ha producido.

La pretensión puede ser deducida simultáneamente con las defensas relativas al crédito
de la otra parte o, subsidiariamente, para el caso de que esas defensas no prosperen

La compensación judicial es la que decreta un magistrado al momento de dictar


sentencia en un pleito, declarando admisibles total o parcialmente los créditos
invocados por las partes en la demanda y eventual reconvención.

Esto significa que la condena versa sobre un objeto homogéneo.

El juez, entonces, es quien neutraliza ambas pretensiones hasta el monto de la menor


y condena a satisfacer el excedente.

Si bien el Código de Vélez Sarsfield no la regulaba específicamente, tanto la doctrina


como la jurisprudencia nacional reconocían esta figura.

A su vez, esta variante se encontraba prevista en el artículo 865 del Proyecto de


Código Civil de 1998.

Exclusión convencional.

ARTÍCULO 929.- Exclusión convencional.

La compensación puede ser excluida convencionalmente.

La razón de esta disposición radica en que el beneficio de la compensación resulta


pasible de ser renunciado por los sujetos.

Por supuesto que, como toda abdicación de un derecho, debe ser clara e inequívoca
(art. 948 CCyC).

En la medida en que el pacto de exclusión no altere el orden público, será válido y


deberá ser respectado por la autoridad judicial.

Del mismo modo que acreedor y deudor recíproco pueden convenir la compensación,
también pueden excluirla.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

565
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Obligaciones no compensables.

ARTÍCULO 930.- Obligaciones no compensables.

No son compensables:

a. las deudas por alimentos;

b. las obligaciones de hacer o no hacer;

c. la obligación de pagar daños e intereses por no poderse restituir la cosa de que el


propietario o poseedor legítimo fue despojado;

d. las deudas que el legatario tenga con el causante si los bienes de la herencia son
insuficientes para satisfacer las obligaciones y los legados restantes;

e. las deudas y créditos entre los particulares y el Estado nacional, provincial o


municipal, cuando:

i. las deudas de los particulares provienen del remate de bienes pertenecientes a la


Nación, provincia o municipio; de rentas fiscales, contribuciones directas o indirectas o
de otros pagos que deben efectuarse en las aduanas, como los derechos de almacenaje o
depósito;

ii. las deudas y créditos pertenecen a distintos ministerios o departamentos;

iii. los créditos de los particulares se hallan comprendidos en la consolidación de


acreencias contra el Estado dispuesta por ley;

f. los créditos y las deudas en el concurso y quiebra, excepto en los alcances en que lo
prevé la ley especial;

g. la deuda del obligado a restituir un depósito irregular.

Análisis de los incisos

a. las deudas por alimentos;

La ley expresamente dispone que no puedan ser compensadas las deudas por
alimentos.

Esta disposición no es más que una reiteración de lo prescripto por el art. 539 CCyC,
que establece que “la obligación de prestar alimentos no puede ser compensada, ni el
derecho a reclamarlos o percibirlos”.

566
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La razón fundamental de esta norma estriba en la necesidad de preservar su destino, a


efectos de proteger intereses que resultan impostergables.

No puede soslayarse que los alimentos tienen por finalidad atender necesidades
primordiales y primarias de las personas que, en caso de poder compensarse,
devendrían ilusorias.

Al respecto, Vélez Sarsfield expresaba, en la nota al art. 825 CC, que “si la
compensación pudiese tener lugar en deuda tal, traería el pago forzoso en una suma o
con un derecho que en el juicio no puede ser embargado, ni respecto de la cual el
deudor puede ser obligado a cederla”.

En efecto, esta excepción legal debe extenderse en principio a todos los casos de
créditos que resultan inembargables, que se encuentran excluidos de la garantía
común de los acreedores (art. 744 CCyC).

Por lo tanto, a fin de asegurar el goce de estos derechos por su titular, deben
considerarse también incluidos los sueldos de los trabajadores hasta el monto que fija
la ley, las indemnizaciones del derecho del trabajo como las referidas a accidentes,
despidos o maternidad, las jubilaciones y pensiones, entre tantos otros.

Si se permitiera la compensación en estos casos, existiría un pago obligatorio en clara


contraposición a la esencia de estos créditos.

Se arribaría por esta vía, pues, al resultado que precisamente se pretendía impedir con
la inembargabilidad.

Por último, se ha planteado el interrogante de qué ocurre con los alimentos vencidos y
no reclamados oportunamente.

Si bien algunos autores sostienen que procedería la compensación, lo cierto es que la


ley no hace distinción al respecto y no parece haber una razón suficiente como para
hacerla, por lo que también quedarían englobados en la presente disposición.

b. las obligaciones de hacer o no hacer;

La normativa expresa que las obligaciones de hacer y no hacer no pueden resultar


materia de compensación.

Esta disposición está en armonía con el requisito de que, para que opere la
compensación legal, se trate de prestaciones de dar homogéneas entre sí.

Al respecto, se ha sostenido que las obligaciones de hacer y no hacer no pueden


erigirse en prestaciones fungibles.

567
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

No obstante, algunos autores estiman que la prohibición resulta correcta en


obligaciones de hacer que atienden a las características y cualidades personales del
deudor.

En cambio, no tendría sentido si la ejecución del hecho por el obligado resulta


irrelevante (siendo indiferente la persona que lo practique) e, incluso, podría
imponerse la ejecución por un tercero.

En definitiva, no sería razonable que se impida la compensación si se trata de dos


prestaciones relativas a un mismo hecho fungible, en el que no resulte relevante la
calidad personal del deudor.

c. la obligación de pagar daños e intereses por no poderse restituir la cosa de que el


propietario o poseedor legítimo fue despojado;

La obligación de pagar daños e intereses por no poder restituirse la cosa de la que el


propietario o poseedor legítimo fue despojado (art. 2241 CCyC) tampoco puede ser
compensada.

Si una persona decide despojar a otra de un bien de su posesión, la consecuencia


ineludible es que, en caso no poder restituirla —ya sea por haberla consumido,
destruido o enajenado—, debe pagar los daños e intereses correspondientes.

En este escenario, la normativa dispone que quien realizó el despojo no pueda


compensar un crédito anterior que tuviera con el despojado.

La disposición procura, entonces, evitar la justicia por mano propia.

Se pretende impedir que el acreedor se apodere a la fuerza de cosas en posesión de su


deudor para asegurarse el cobro de su crédito.

Es que, ante una imposibilidad y/o dificultad en la percepción de su acreencia, podría


verse incentivado a llevar adelante este ardid a fin de compensarla con la deuda
generada por el despojo.

Los requisitos para que acontezca esta excepción legal son:

1. que un sujeto se apodere de una cosa ajena;

2. que la víctima sea su propietaria o poseedora legítima;

3. que se origine una deuda motivada por la imposibilidad de restituirla (sea por su
consumo, destrucción o enajenación); y

4. que se pretenda compensar tal deuda con un crédito anterior.

568
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d. las deudas que el legatario tenga con el causante si los bienes de la herencia son
insuficientes para satisfacer las obligaciones y los legados restantes;

Las deudas que tenga el legatario con el causante, si los bienes de la herencia son
insuficientes para satisfacer las obligaciones y los legados restantes, no pueden ser
compensadas.

La disposición es lógica en tanto, si se permitiera a los legatarios compensar las


deudas que tengan con el causante cuando los bienes de la herencia son insuficientes,
se perjudicaría al resto de los acreedores y se generaría una prioridad de cobro
contraria al régimen de preferencias instaurado por la ley (art. 2358 CCyC y concs.).

e. las deudas y créditos entre los particulares y el Estado nacional, provincial o


municipal...

En ciertos supuestos, las deudas y los créditos entre los particulares y el Estado
nacional, provincial o municipal no pueden compensarse.

Esto significa que, pese a estar cumplidos los requisitos de la compensación legal,
razones de orden superior impiden en determinadas circunstancias la extinción de las
obligaciones por este medio.

Estas son las siguientes:

i. las deudas de los particulares provienen del remate de bienes pertenecientes a la


Nación, provincia o municipio; de rentas fiscales, contribuciones directas o indirectas o
de otros pagos que deben efectuarse en las aduanas, como los derechos de almacenaje o
depósito;

En este caso, que plantea tantas excepciones, pareciera reafirmarse el principio


esbozado por algunos autores de que las deudas públicas no son compensables.

En primer lugar, no procede este modo extintivo de las obligaciones cuando se trata de
deudas de los particulares que provienen de remates que se hacen por orden del
Estado.

Así, el precio adeudado por la adjudicación de tierras públicas, o por la venta de bienes
correspondientes a una herencia vacante, no podrá ser compensado con la deuda que el
Estado tiene con los adquirentes a raíz de otro título.

En segundo lugar, se prohíbe la compensación de todas las deudas que los particulares
pudieren tener con el Estado en su actuación como Fisco, ya sea por impuestos directos
o indirectos.

569
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El fundamento de esta disposición es evitar un entorpecimiento en el ingreso de dinero


a las arcas públicas por créditos fiscales, que están reservados para satisfacer
necesidades colectivas.

El destino que se le concede a tales recursos, indisolublemente ligado a la atención de


servicios, funciones públicas y necesidades sociales, no puede desatenderse por la falta
de fondos.

En este sentido, sería inconveniente que ingresos de tal naturaleza se vieran limitados
por una compensación opuesta por particulares.

En la inteligencia apuntada, entonces, no es posible que los deudores de impuestos —a


menos que una ley así lo establezca— puedan eximirse de abonarlos alegando créditos
que, por otros motivos, puedan poseer contra el Estado.

Si bien en la redacción del Código de Vélez Sarsfield se hacía mención únicamente al


Estado, ya la doctrina había considerado que, en esta protección, se encontraban
encuadrados tanto la Nación como las provincias y los municipios, que gestionan y
realizan fines públicos.

Así lo aclara el CCyC.

En tercer lugar, tampoco pueden compensarse los créditos provenientes de tasas


(pagos en aduanas como los derechos de almacenaje o depósitos), cuya estructura
jurídica es análoga a la de los impuestos y siguen la misma regulación.

ii. las deudas y créditos pertenecen a distintos ministerios o departamentos;

En este caso, se trata de las obligaciones recíprocas que los particulares tienen contra
el Estado, pero en su carácter de sujeto de “derecho privado”.

La regla en estos supuestos es la procedencia de la compensación, a menos que sean


deudas y créditos que correspondan a distintos ministerios o departamentos.

La solución de la ley es razonable en tanto cada departamento y ministerio, como


entidad descentralizada y autárquica, posee una administración contable disímil.

Por lo tanto, razones prácticas y de buen funcionamiento de los órganos estatales lleva
a la necesidad de que este modo extintivo opere únicamente en caso de idéntica
contabilidad presupuestaria.

Resultaría contrario a las normas que gobiernan la administración aceptar la


compensación de cajas distintas.

iii. los créditos de los particulares se hallan comprendidos en la consolidación de


acreencias contra el Estado dispuesta por ley;

570
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por otra parte, se excluye la compensación de los créditos contra el Estado que, en
virtud de una ley, se hayan consolidado.

A través de una decisión del Poder Legislativo se difiere temporalmente la exigibilidad


de ciertos créditos contra el Estado o se dispone su pago de acuerdo a ciertas
condiciones o modalidades.

En definitiva, la sanción de una ley de consolidación provoca la ausencia de alguno de


los requisitos sustanciales de la compensación legal; sea la exigibilidad del crédito por
haberse diferido su cobro, o bien la homogeneidad de las prestaciones en tanto el
crédito fue convertido en un título de deuda pública.

f. los créditos y las deudas en el concurso y quiebra, excepto en los alcances en que lo
prevé la ley especial;

La imposibilidad de compensar los créditos y las deudas en el concurso y quiebra es


una consecuencia lógica del principio de paridad que debe reinar entre los acreedores
en los procesos regulados por la ley 24.522.

Este principio se vería conculcado si se pudieran compensar las deudas del concursado
o fallido, que se tornan exigibles una vez abierto el concurso o declarada la quiebra.

En este supuesto, los acreedores —que, a su vez, son deudores— verían satisfechos sus
créditos (o, al menos, una parte), en clara violación al proceso de liquidación regulado
por la ley especial.

De este modo, se sustraerían del pago de su propia deuda, impidiendo que ese activo
entre al patrimonio del concursado o fallido, en claro perjuicio a la masa de acreedores.

Por lo tanto, los acreedores que también resulten deudores en estas circunstancias
deberán, por un lado, hacer el pago respectivo de su deuda y, por el otro, verificar su
crédito como el resto de los acreedores, integrando la masa.

Ello, excepto en los alcances que prevé la Ley de Concursos y Quiebras (art. 130 y
concs.).

g. la deuda del obligado a restituir un depósito irregular.

Por último, la normativa prohíbe la compensación de aquellos créditos provenientes de


la restitución de una cosa dada en depósito irregular.

Este tipo de depósito tiene la característica de que no se debe la misma e idéntica cosa
depositada sino una suma de dinero o una cantidad de cosas consumibles que pueden
confundirse con las propias.

571
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ello es así aún cuando el depositante no hubiese permitido —e, incluso, prohibido— al
depositario el uso o consumo de ellas (art. 1637 CCyC).

En tanto al finalizar el contrato se debe restituir una cosa de la misma especie, nada
obstaría a la compensación si la otra deuda, por título diferente, fuera homogénea y
cumpliera con el resto de los requisitos consignados.

Sin embargo, se ha sostenido que el fundamento de la prohibición radica en que la


obligación del depositario es una obligación de honor.

El depositante tiene en especial consideración la persona del deudor al momento de


contratar, por lo que resultaría injusto que, al requerir la restitución, se pudiese
oponer la compensación, en clara frustración a la confianza depositada.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

P II. Confusión. Definición. Fundamento. Naturaleza Jurídica. Especies.


Alcance o extensión. Efectos.

Confusión. Definición. Fundamento. Naturaleza jurídica. Especies. Alcance.

ARTÍCULO 931.- Definición.

La obligación se extingue por confusión cuando las calidades de acreedor y de deudor se


reúnen en una misma persona y en un mismo patrimonio.

Concepto

Un sujeto no puede exigirse a sí mismo la realización de la prestación debida como así


tampoco accionar en su contra, en tanto no hay interés para hacerlo.

La imposibilidad de ejercicio de los derechos deviene absurda e inútil la supervivencia


de las obligaciones.

En definitiva, al reunirse en una persona calidades contradictorias, se desvanece una


de las notas fundamentales de la estructura de la obligación, como lo es su bipolaridad.

En este supuesto, ya no será posible hacer la distinción entre sujeto activo y pasivo,
entre crédito y deuda, lo que tiene la virtualidad suficiente de provocar la extinción de
las obligaciones.

Para que funcione la confusión, es necesario que la reunión en la misma persona de la


calidad de deudor y acreedor tenga lugar por derecho propio.

572
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Esto significa que no habrá confusión si el representante de una persona resulta


acreedor o deudor de su representado.

Esta circunstancia será irrelevante, más allá de las medidas legales que haya que
adoptar en tal supuesto.

2.2. Naturaleza jurídica

Hay quienes sostienen que se trata de un verdadero hecho jurídico.

Cuando la confusión ocurre, se produce una imposibilidad o un obstáculo de


cumplimiento, ya que nadie puede exigirse a sí mismo la realización de la prestación
debida.

Para esta postura, que indica que la confusión es un modo de paralización de las
acciones por estar vedado su ejercicio, basta que cese el hecho y se restablezcan las
calidades de acreedor y deudor en personas distintas para que las partes interesadas
sean restituidas a los derechos temporalmente extinguidos.

Esto significa que no se trataría de un modo extintivo, sino de una inhibición


transitoria de la acción.

Mientras dura la confusión, la obligación permanece viva, en un estado de latencia,


con la potencialidad de recuperar su eficacia si se disocian en el futuro las calidades.

Otros consideran que es un verdadero modo extintivo (así está legislado en el CCyC),
en tanto el efecto por excelencia es la extinción de la deuda con todos sus accesorios.

La reviviscencia de la obligación por el hecho posterior que restablezca las calidades de


acreedor y deudor en personas distintas no es privativa del modo extintivo.

Al respecto, la nulidad de la novación, por ejemplo, también hace revivir la obligación


y del deber de cumplimiento resurge, pues en todos los casos desaparece la causa de la
extinción.

Se trata de excepciones que funcionan como casos en que la extinción se resuelve, sin
que pueda afirmarse que, si se dan los presupuestos legales, la obligación no haya
quedado extinguida.

2.3. Fuentes

La confusión puede tener lugar con motivo de una sucesión a título universal o bien
una sucesión a título singular.

2.3.1. Por título universal

573
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Puede suceder que un deudor herede al acreedor en el crédito o bien que un acreedor
herede a su deudor en la deuda.

También podría ocurrir que un tercero herede tanto al deudor como al acreedor.

En todos estos supuestos, el crédito y la deuda quedarán en cabeza de la misma


persona, produciéndose la extinción de las obligaciones.

En el sistema del CC, la aceptación de una herencia se presumía efectuada bajo


beneficio de inventario, por lo que solo se producía la confusión cuando el heredero
hubiere aceptado la herencia de manera pura y simple o hubiese renunciado
expresamente o perdido tal beneficio.

En la redacción del CCyC se elimina la distinción entre aceptación lisa y llana, y


beneficio de inventario de la herencia.

Simplemente, se establece que los herederos tengan todos los derechos y acciones del
causante de manera indivisa y que continúen en la posesión de aquello de lo que el
causante era poseedor.

A su vez, el art. 2317 CCyC dispone que “el heredero queda obligado por las deudas y
legados de la sucesión sólo hasta la concurrencia del valor de los bienes hereditarios
recibidos”, lo que genera similares efectos a la aceptación con beneficio de inventario.

2.3.2. Por título singular

Puede ocurrir que el deudor adquiera el crédito por una cesión de derechos o que el
acreedor obtenga la deuda por un traspaso de deuda (art. 1614 CCyC y ss.).

También podría suceder que un tercero, por acto entre vivos, adquiera el crédito y
tome a su cargo la deuda correspondiente.

En todas estas circunstancias, se extinguirán las obligaciones por reunirse en la


misma persona las calidades de acreedor y deudor.

2.4. Requisitos

Para que se configure este modo extintivo de las obligaciones, se necesitan dos
requisitos fundamentales:

a. que la deuda y el crédito provengan del mismo título constitutivo (que sean
correlativas); y

b. que se afecte a idéntica masa patrimonial.

2.4.1. Que se trate de una obligación única

574
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En primer lugar, debe tratarse de una relación jurídica en la que se confundan los
extremos respectivos de crédito y deuda.

Esto es, que se unifique en una misma persona los títulos de acreedor y deudor de
obligaciones correlativas, ya sea porque uno de los sujetos primitivos sucede al otro o
bien porque un tercero sucede a ambos.

En cambio, si se tratase de obligaciones recíprocas, en las que cada uno fuera acreedor
y deudor, operaría la compensación, pero no la confusión.

2.4.2. Que afecte a la misma masa patrimonial

La confusión procede solo en caso de que el crédito y la deuda afecten a la misma masa
patrimonial.

Por lo tanto, no operará este modo extintivo de las obligaciones si se tratara de dos
patrimonios disímiles que están en cabeza de una misma persona.

Este requisito resulta fundamental en tanto los patrimonios diferentes representan


objetos separados de responsabilidad para los acreedores.

Si la confusión procediera en estos supuestos, se sustraería de la acción de ciertos


acreedores bienes que están exclusivamente destinados a responder por sus créditos.

Esto explicaba, por ejemplo, que no se produjera la confusión cuando se trataba de un


heredero aceptante con beneficio de inventario del CC.

Precisamente, este instituto jurídico tenía, entre otras finalidades, la de evitar que se
confundieran el patrimonio del heredero con el del causante, que permanecían
absolutamente distintos e independientes.

En la redacción del CCyC se dispone, de modo similar, que el heredero quede obligado
por las deudas y legados de la sucesión, solo hasta la concurrencia del valor de los
bienes

hereditarios recibidos (art. 2317 CCyC).

Esta solución resulta razonable en tanto, si bien la calidad de deudor y acreedor se


reúnen en una misma persona, los patrimonios se mantienen ficticiamente por
separado, para evitar que el heredero deba afrontar con sus propios bienes deudas del
causante.

2.5. Especies

La confusión puede ser total o parcial.

575
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En caso de que se reúnan en una misma persona las calidades contrapuestas de


deudor y acreedor en la integridad de la obligación, la confusión será total.

Por ejemplo, esto podría suceder si el deudor del causante resulta luego su único
heredero.

Ahora bien, si la sucesión —en el crédito o la deuda— absorbe solo una parte de la
obligación, la confusión será parcial.

Por ejemplo, esto podría ocurrir si el deudor del causante resulta heredero junto con
otros parientes.

En este caso de pluralidad de herederos, la deuda quedará extinguida por confusión en


la porción o cuota parte hereditaria que corresponda.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

Efectos.

ARTÍCULO 932.- Efectos.

La obligación queda extinguida, total o parcialmente, en proporción a la parte de la


deuda en que se produce la confusión.

Interpretación

La extinción de la obligación será en proporción a la parte de la deuda en que se


produce la confusión.

Incluirá a los accesorios, en tanto estos siguen la suerte del principal (art. 857 CCyC y
concs.)

La redacción del Código Civil de Vélez Sarsfield aclaraba que la confusión provocaba la
extinción de la fianza, y que si el acto por el cual se configuró era anulado, el crédito
paralizado recobraba su eficacia.

Ambas disposiciones resultaban superfluas ya que respondían a los principios


generales del régimen de interdependencia de obligaciones principales y accesorias, y
de invalidez de los actos jurídicos.

Podría suceder que, por algún acto jurídico válido, se separen las calidades de acreedor
y deudor que habían venido a reunirse en la misma persona.

En ese caso, se renovará el vínculo de la obligación.

576
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ello, aun cuando tal cese no será eficaz con respecto a terceros que pudieran sufrir una
lesión en sus derechos.

Esto podría ocurrir, por ejemplo:

a. si en una sucesión mortis causa, producida la confusión como acreedor y deudor del
heredero testamentario, se declarara la nulidad del testamento;

b. si el heredero es declarado indigno y pierde su vocación hereditaria;

c. si se decreta la nulidad del acto de aceptación de le herencia.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

P III. Novación. Definición. Naturaleza jurídica. Elementos. Voluntad de


novar. Modificaciones que no importan novación. Novación por cambio del
deudor. Novación por cambio de acreedor. Circunstancias de la obligación
anterior. Circunstancias de la nueva obligación. Efectos. Novación legal.

Novación. Definición. Naturaleza jurídica. Elementos.

ARTÍCULO 933.- Definición.

La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva, destinada


a reemplazarla.

Concepto

La novación implica, entonces, un acto jurídico bilateral a través del cual el acreedor y
el deudor sustituyen una obligación por otra.

La extinción de la obligación primitiva no solo es efecto de la novación, sino también la


causa de la nueva obligación que se gesta por el acuerdo.

Por ejemplo, supóngase que Juan le debe a Pedro $200.000, y que ambas partes
deciden, de común acuerdo, tener por extinguida esa obligación primigenia y
cambiarla por otra consistente en la entrega de un automóvil determinado.

La interdependencia causal de los sucesos conlleva a concluir que la extinción de la


obligación anterior y el nacimiento de la nueva se producen de forma simultánea.

Al mismo tiempo que se extingue una, se da vida a una nueva obligación, que difiere
de la anterior en alguno de sus elementos esenciales.

2.2. Requisitos

577
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Los requisitos para que se configure este instituto son:

a. la existencia de una obligación primigenia (que, con motivo de la sustitución,


resultará extinguida).

En caso contrario, no podría haber novación, ya que ella supone la existencia de una
obligación anterior que le sirve de causa;

b. la creación de una nueva obligación (que tiene su causa en la anterior), destinada a


sustituir a la primitiva;

c. la voluntad de las partes de realizar el acuerdo novatorio; es decir, la intención de


novar, de sustituir la obligación primitiva por la nueva.

La redacción del CC exigía, asimismo, la capacidad de las partes para contratar.

Tal regulación devenía superflua toda vez que, dado que la novación supone la
celebración de un nuevo contrato —con un vínculo que puede ser, incluso, más gravoso
que el anterior—, resultaban aplicables los principios generales regulados por la
normativa en este sentido.

2.2.1. La existencia de una obligación primitiva

Resulta necesario que exista una obligación primitiva, que se extinguirá y servirá de
causa a la nueva obligación que se crea a raíz del acuerdo novatorio.

La obligación primigenia debe ser válida y cumplir con los requisitos establecidos en el
art. 938 CCyC (ver comentario a esa norma).

Es que no puede extinguirse algo que no ha llegado a existir.

2.2.2. La creación de una nueva obligación

La novación importa la creación de una nueva obligación en reemplazo de la obligación


primitiva, que le sirve de causa.

La nueva obligación también debe ser válida y cumplir con las exigencias del art. 939
CCyC (ver comentario a tal norma).

2.2.3. La voluntad o el ánimo de novar

Uno de los requisitos esenciales de este modo extintivo, tal cual lo resalta el art. 934
CCyC (a cuyo comentario cabe remitirse) es que exista la voluntad, el ánimo, de
sustituir una obligación por otra.

Esto significa que la intención de las partes de reemplazar la obligación primitiva por
una nueva debe ser clara e inequívoca.

578
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.3. Prueba

La prueba de la novación incumbe a quien alega la extinción de la obligación primitiva


y la consiguiente creación de la nueva, sea el deudor o el acreedor.

En cuanto a los medios de prueba eficientes para la demostración de los elementos


referidos, son los propios de todos los contratos.

2.4. Especies de novación

La novación como modo extintivo de las obligaciones puede ser por cambio de sujeto,
de objeto, de causa, o de algún otro elemento esencial.

La redacción del CCyC, a excepción de la novación subjetiva, no explicita —como sí lo


hacía Vélez Sarsfield— los distintos tipos de novación.

Sin embargo, la norma es clara cuando dispone que “cualquier modificación accesoria
de la obligación primitiva no comporta novación”; de lo que se sigue que habrá
novación cuando la modificación radique sobre un elemento esencial.

2.4.1. Novación por cambio de objeto

La novación puede ser por un cambio en el objeto principal.

Esto es, que en la nueva obligación se deba un objeto esencialmente diferente al


adeudado en la obligación primitiva extinguida.

El cambio en la prestación originaria debe ser de trascendencia.

Por ejemplo, habrá novación por cambio de objeto en caso de que se sustituya:

a. una obligación de dar sumas de dinero por una obligación de dar cosa cierta;

b. una obligación de dar por una obligación de hacer;

c. una obligación de no hacer por una obligación de hacer;

d. una deuda de capital por una renta vitalicia, etc.

Por supuesto que resulta crucial en este contexto que esté presente la intención de
novar.

El mero hecho de contraerse una obligación sobre un objeto nuevo no implica


necesariamente la extinción de la deuda primitiva, en tanto ambas pueden coexistir.

Ello, a menos que surja claramente de la voluntad de las partes.

2.4.2. Novación por cambio de causa

579
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La novación puede operar por un cambio de la causa fuente; esto es, del presupuesto
de hecho con virtualidad suficiente como para generar la obligación.

Un cambio en el antecedente que la ha engendrado, en su título (art. 726 CCyC).

Por ejemplo, supóngase que Juan le debe a Pedro una indemnización por daños y
perjuicios derivada de un hecho ilícito.

En vez de iniciar las acciones judiciales correspondientes, las partes deciden de común
acuerdo novar tal obligación y convertirla en un préstamo a favor de Juan, que deberá
devolver la suma debida en un plazo de tiempo determinado, con más sus intereses.

En este caso las partes efectúan una alteración en el título de la obligación, que muta
para darle vida a uno nuevo.

El deudor se obliga a cumplir con una prestación que proviene de una causa
absolutamente distinta.

Antes la causa de deber era el hecho ilícito cometido, mientras que ahora es el contrato
de préstamo o mutuo.

Otros ejemplos de novación por cambio de causa podrían ser:

a. la modificación de un contrato de locación por uno de compraventa con respecto al


mismo inmueble;

b. un depósito que se convierte en un préstamo o viceversa;

c. una obligación de pagar el precio de una locación de servicios que se erige en la de


restituir un depósito;

d. la conversión de una permuta en compraventa; etc.

2.4.3. Novación por otro cambio esencial en la obligación

Habrá novación en todos los supuestos en que se modifique un aspecto sustancial de la


relación jurídica.

Esto es, en la medida en que haya cambios trascendentales en la obligación


originariamente constituida.

En este sentido, se ha considerado que las siguientes mutaciones importan novación:

a. el agregado o supresión de una condición, ya que el derecho efectivo se transforma


en contingente o viceversa;

b. el agregado o supresión de un cargo resolutorio;

580
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

c. la transformación de una obligación simplemente mancomunada en solidaria, etc.

2.4.4. Novación por cambio de sujeto

La novación subjetiva puede suceder por cambio de deudor, de acreedor o de ambos


(ver comentario a los artículos 936 y 937 del CCyC).

Este modo extintivo de las obligaciones, si bien receptado por el Código Civil y
Comercial, ha declinado su uso a partir del reconocimiento en el derecho moderno de la
posibilidad de transmitir créditos y delegar y asumir deudas.

2.5. Efectos

La novación extingue la obligación primitiva con todos sus accesorios, salvo los
supuestos previstos en el artículo 940, a cuyo comentario cabe remitirse.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera

Voluntad de novar.

ARTÍCULO 934.- Voluntad de novar.

La voluntad de novar es requisito esencial de la novación.

En caso de duda, se presume que la nueva obligación contraída para cumplir la


anterior no causa su extinción.

Interpretación

Tan importante resulta al animus novandi que de no poder predicarse el cumplimiento


de este requisito, se presume que la nueva obligación contraída no causa la extinción
de la anterior, sino que subsiste de modo paralelo.

Como la novación implica una renuncia a la obligación originaria, tiene


necesariamente un criterio de interpretación restrictiva (artículo 948 del CCyC).

En caso de duda, se estará por la inexistencia del modo extintivo y la presencia de dos
obligaciones.

En efecto, supóngase que Juan se obliga frente a Pedro por la entrega de un automóvil
y, con posterioridad, ambos celebran un nuevo acuerdo por el cual el primero se
compromete a pintarle la casa al segundo.

En este caso, a menos que las partes lo hayan establecido, no hay razón alguna para
suponer que hubo una novación.

581
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El propósito de extinguir la obligación anterior y dar luz a una nueva debe ser
indudable, correspondiéndole a quien lo invoca la carga de su prueba.

El ánimo de novar puede surgir de forma expresa, cuando las partes directa, positiva e
inequívocamente exteriorizan su intención de extinguir la obligación primitiva y
reemplazarla por una nueva.

No obstante, también puede surgir de modo tácito en caso de que el móvil de novar
pueda inferirse con certidumbre de los hechos cumplidos.

Por ejemplo, la nueva obligación contraída podría resultar incompatible con la


anterior.

Supóngase que Juan y Pedro celebran un contrato de locación por un departamento


con un canon mensual de $5.000, y que luego suscriben un contrato de compraventa
respecto de la misma propiedad (imputando el precio de los alquileres devengados a
las cuotas para adquirir el inmueble).

Aun cuando en el segundo instrumento no se utilice expresamente el vocablo


“novación” —que siempre es aconsejable para evitar incertidumbres—, la
incompatibilidad entre ambas obligaciones es tal que no deja lugar a dudas respecto de
la extinción de la anterior.

Ello es así, en tanto resulta imposible que ambas subsistan o coexistan; la nueva
obligación priva definitivamente de causa a la anterior (ya que no se puede alquilar y
vender al mismo tiempo una propiedad).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

Modificaciones que no importan novación.

ARTÍCULO 935.- Modificaciones que no importan novación.

La entrega de documentos suscriptos por el deudor en pago de la deuda y, en general,


cualquier modificación accesoria de la obligación primitiva, no comporta novación.

Tal como surge del comentario al art. 933 CCyC, para que se produzca una novación
debe existir un cambio sustancial en la obligación primitiva que genere el nacimiento
de la nueva.

La norma objeto de examen contempla diversas modificaciones que puede sufrir la


obligación que no implican una novación.

2.1. La entrega de documentos suscriptos por el deudor en pago de la deuda

582
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La norma prevé expresamente el supuesto de entrega al acreedor de documentos


suscriptos por el deudor en pago de la deuda.

En ese caso, no presume que se haya querido sustituir una obligación por otra.

Al respecto, debe interpretarse que la documentación en pagarés u otros documentos


de crédito similares simplemente obedece al propósito de facilitar el cobro de una
deuda que, como tal, permanecerá idéntica.

En definitiva, la causa de los libramientos es exactamente la misma que la de la


obligación del deudor que los motiva.

2.2. Cualquier modificación accesoria de la obligación primitiva

Por otra parte, una alteración accesoria de la obligación primigenia no constituye


novación.

Se trata de modificaciones accidentales (muchas veces referidas al tiempo, lugar o


modo de cumplimiento) que no implican novación de la obligación originaria, que
continúa subsistiendo, pero modificada en esos aspectos secundarios.

Sobre el punto, se ha considerado, por ejemplo, que no importan novación:

a. las modificaciones relacionadas con el tiempo de cumplimiento de la obligación (la


inclusión o prórroga de un plazo);

b. las alteraciones en el lugar de pago;

c. el agregado o supresión de un medio de garantía real o personal;

d. el cambio del monto de la obligación (a menos que sea sustancial);

e. la mutación de los intereses;

f. el fraccionamiento del precio en cuotas;

g. el agregado o supresión de un cargo que no revista el carácter de condición


resolutoria, etc.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

Novación por cambio de deudor.

ARTÍCULO 936.- Novación por cambio de deudor.

La novación por cambio de deudor requiere el consentimiento del acreedor.

583
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El requisito por excelencia que exige la normativa en esta novación subjetiva por
cambio de deudor es el consentimiento del acreedor.

Resulta indispensable que el sujeto activo manifieste su voluntad positiva en la


modificación del sujeto pasivo.

Tal disposición resulta razonable en tanto el acreedor está renunciando a su derecho


contra el deudor, lo que puede tener una afectación en su patrimonio.

En caso contrario, se posibilitaría al deudor a traspasar su deuda a quien resulte


insolvente, en claro perjuicio al sujeto activo de la obligación.

En tanto el CCyC no se refiere a la necesidad de que el deudor primitivo consienta el


reemplazo, parecieran estar vigentes los dos supuestos de novación receptados por la
doctrina, y que regulaba expresamente el CC.

Esto es, la delegación pasiva, que involucra el consentimiento del deudor originario, y
la expromisión, que se configura sin su injerencia.

En ambos supuestos opera la extinción de la obligación primitiva y el nacimiento de


una nueva.

No obstante, estas cuestiones deben examinarse integralmente con las disposiciones


del CCyC referidas a “cesión de deudas” (ver, al respecto, comentario al art. 1632
CCyC y ss.).

Novación por cambio del acreedor.

ARTÍCULO 937.- Novación por cambio de acreedor.

La novación por cambio de acreedor requiere el consentimiento del deudor.

Si este consentimiento no es prestado, hay cesión de crédito.

Concepto

La novación por cambio de acreedor es un acto jurídico plurilateral que requiere del
consentimiento de tres sujetos:

el acreedor primitivo (delegante), el tercero que asume el crédito (delegado) y el deudor


de la obligación (delegatario).

En este escenario, el deudor pasa a tener un nuevo acreedor y, simultáneamente,


queda liberado con respecto al acreedor originario.

584
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este modo de extinción de las obligaciones, también llamado delegación activa,


resulta esencial el consentimiento del deudor, que puede ser dado de forma expresa o
tácita, ya que la ley no impone ninguna exigencia al respecto.

En caso de no hallarse presente, se estará en presencia de una figura jurídica


diferente, denominada “cesión de créditos” (art. 1614 CCyC y ss.).

Circunstancias de la obligación anterior.

ARTÍCULO 938.- Circunstancias de la obligación anterior.

No hay novación, si la obligación anterior:

a. está extinguida, o afectada de nulidad absoluta; cuando se trata de nulidad relativa,


la novación vale, si al mismo tiempo se la confirma;

b. estaba sujeta a condición suspensiva y, después de la novación, el hecho


condicionante fracasa; o a condición resolutoria retroactiva, y el hecho condicionante se
cumple; en estos casos, la nueva obligación produce los efectos que, como tal, le
corresponden, pero no sustituye a la anterior.

Obligación anterior extinguida o viciada de nulidad

Para que la obligación primitiva pueda servir de causa a la nueva obligación es


necesario que sea válida y efectiva.

Por lo tanto, no podrá operar la novación si la obligación anterior estuviere extinguida


(por ejemplo, mediante un pago) o afectada de nulidad absoluta —que, como tal (por el
motivo que fuere), no resulta susceptible de confirmación (arts. 386 y 387 CCyC).

La declaración de nulidad hace desaparecer la causa de la novación de modo


retroactivo.

Ahora bien, la obligación originaria viciada de nulidad relativa podría servir de causa
fuente de la nueva obligación, en caso de que fuera confirmada al momento de
realizarse el acto novatorio (arts. 386 y 388 CCyC).

Por ejemplo, supóngase el caso de un menor de edad que contrajo una obligación y que,
al llegar a la mayoría de edad, decide novarla confirmando el acto inicial (esto es,
renunciando implícitamente a la acción de nulidad).

En este supuesto, no habría inconveniente para que opere este modo extintivo en tanto
cesó el vicio invalidante y se confirmó el acto previamente afectado por una nulidad
instaurada a fin de tutelar los intereses del propio menor.

585
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La obligación confirmada será válida y, como tal, susceptible de ser novada.

2.2. Obligación anterior sujeta a una condición

La condición constituye un requisito voluntario de eficacia de la obligación (art. 343


CCyC y ss.).

En consecuencia, ni una obligación sujeta a condición suspensiva, cuyo hecho


condicionante fracase, ni una sujeta a condición resolutoria retroactiva, cuyo hecho
condicionante se cumpla, podrán ser causa fuente válida y eficaz de una nueva
obligación en la novación.

En el caso de la condición suspensiva, la existencia y eficacia de la obligación está


supeditada al acaecimiento de un hecho futuro e incierto.

Por ejemplo, el caso del empleador que se obliga a entregarle a su gerente la suma de
$100.000 si supera una cantidad determinada de ventas en el mes.

Si el hecho condicionante se cumple, no habría ningún impedimento para que


prosperen los efectos de la novación.

En cambio, si el hecho condicionante fracasa, significa que la obligación primigenia


nunca logró constituirse verdaderamente; lo que obsta a que pueda extinguirse y, por
lo tanto, que pueda ser novada por una obligación pura y simple.

En otras palabras, la falta de cumplimiento del hecho condicionante provoca la


ineficacia de la obligación primitiva y la consiguiente imposibilidad de que sirva de
causa fuente de una nueva obligación.

En el caso de una obligación sujeta a una condición resolutoria sucede algo similar,
pero a la inversa.

La existencia y la eficacia de la obligación desaparecerán en cuanto acontezca el hecho


futuro e incierto pactado.

Por ejemplo, el caso del empleador que se obliga a entregarle a su empleado $5.000
extra mensuales hasta que obtenga su título universitario.

En la medida en que la condición se cumpla, los efectos son retroactivos al momento en


que se contrajo.

Por lo tanto, la obligación originaria carecerá de vigencia real y, por lo tanto, no


resultará pasible de ser novada.

En ambos supuestos, entonces, no se da la base que permita el acuerdo novatorio.

586
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La ineficacia de la obligación originaria priva a la novación de uno de sus


presupuestos, ya que no puede extinguirse algo que no alcanza a tener efectividad.

El efecto retroactivo de la condición hace remontar la desaparición de la obligación a la


fecha del acto constitutivo:

si la condición suspensiva fracasa se estima que el derecho nunca nació, si se cumple


la condición resolutoria de un derecho adquirido se reputa como si no hubiese existido.

Ello no significa que, como lo indica la normativa, la nueva obligación —aun cuando no
sustituya a la anterior— produzca los efectos que como tal le corresponden.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

Circunstancias de la nueva obligación.

ARTÍCULO 939.- Circunstancias de la nueva obligación.

No hay novación y subsiste la obligación anterior, si la nueva:

a. está afectada de nulidad absoluta, o de nulidad relativa y no se la confirma


ulteriormente;

b. está sujeta a condición suspensiva, y el hecho condicionante fracasa; o a condición


resolutoria retroactiva y el hecho condicionante se cumple.

Interpretación

2.1. Obligación nueva viciada de nulidad

Si la nueva obligación está afectada por una nulidad absoluta es de ningún valor y, por
ende, no es susceptible de sustituir o reemplazar a la anterior (arts. 386 y 387 CCyC).

El acto que crea la nueva obligación no es susceptible de confirmación y, por lo tanto,


la novación no podrá tener lugar.

La obligación primitiva permanecerá inalterable.

En cambio, si está viciada de nulidad relativa, solo operará el efecto novatorio en caso
de que sea confirmada posteriormente por el afectado (arts. 386 y 388 CCyC).

En efecto, si la obligación primigenia es celebrada por una persona capaz que, al


tiempo de celebrar un acuerdo novatorio, devino por algún motivo incapaz, la
efectividad de tal convenio dependerá de la ulterior confirmación que pueda realizarse
del acto, purgando el vicio respectivo.

587
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Esto significa que para que la novación surta plenamente sus efectos será necesario
que quien tenga interés en la nulidad, una vez desaparecido el vicio invalidante,
confirme el acto, convirtiendo en válida a la obligación.

En este supuesto, la novación opera con el efecto retroactivo que es propio de la


confirmación.

El hecho de que la nueva obligación esté afectada por una nulidad absoluta o por una
nulidad relativa —que no fue confirmada ulteriormente— impide que se sienten las
bases del acuerdo novatorio.

Sin embargo, en ambos supuestos la obligación primigenia, que no logró ser sustituida,
subsiste con todos sus efectos.

2.2. Obligación nueva sujeta a condición

En similar sentido a lo expuesto al comentar el art. 938 del CCyC, resulta necesario
que la obligación sea eficaz.

Por lo tanto, no habrá novación en caso de que la nueva obligación esté sujeta a
condición suspensiva, cuyo hecho condicionante fracase, o sujeta a condición
resolutoria retroactiva, cuyo hecho condicionante se cumpla (art. 343 CCyC y ss.).

En ambos supuestos, la obligación no se configura eficazmente y carece de virtualidad


suficiente para dar sustento al acto novatorio.

Mientras en el primer caso la obligación no llega a tener eficacia, en el segundo se


resuelve por el cumplimiento del hecho.

Si bien es cierto que la obligación original ya estaba extinguida cuando la condición


suspensiva no ocurrió o la condición resolutoria se cumplió, no es menos veraz que su
efecto es retroactivo al tiempo en que se contrajo la obligación primigenia.

En resumidas cuentas, el cumplimiento de la condición se incorpora al acuerdo


novatorio, de modo que, no sucedida la condición suspensiva o producida la resolutoria,
se priva de eficacia al convenio.

En tal caso, subsiste la obligación originaria con todos sus accesorios.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

Efectos.

ARTÍCULO 940.- Efectos.

La novación extingue la obligación originaria con sus accesorios.

588
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El acreedor puede impedir la extinción de las garantías personales o reales del antiguo
crédito mediante reserva; en tal caso, las garantías pasan a la nueva obligación sólo si
quien las constituyó participó en el acuerdo novatorio.

El efecto natural de la novación es la extinción de la obligación primigenia con todos


sus accesorios que, como tales, no pueden correr una suerte distinta.

La extinción de los accesorios tiene idéntico carácter definitivo que la extinción de la


obligación principal.

Por lo tanto, subsistirán si, pese a la apariencia, no ha dejado de existir la obligación


primitiva.

Esto ocurre, por ejemplo, con la invalidez o inefectividad de la segunda obligación que
sustituye a la primera.

Ahora bien, puede suceder que en la obligación primigenia existan garantías reales
(como una prenda o una hipoteca) o personales que el acreedor tenga interés en
preservar.

La normativa permite que estas subsistan en la medida que se haga la reserva


respectiva, que debe surgir de manera inequívoca del acto.

Al respecto, no puede soslayarse que el art. 1597 del CCyC dispone claramente que “la
fianza se extingue por la novación de la obligación principal aunque el acreedor haga
reserva de conservar sus derechos contra el fiador” (ver comentario al respecto).

En definitiva, se trata de una facultad del acreedor fundada en motivos de orden


práctico y que, en principio, no perjudica a otros acreedores quienes tendrían que
haber soportado la garantía.

La reserva debe ser contemporánea a la novación ya que una ulterior sería ineficaz
toda vez que los accesorios ya se habrían extinguido y no podrían revivir por la mera
voluntad unilateral del acreedor.

A su vez, la ley dispone que, una vez efectuada la reserva, las garantías pasan a la
nueva obligación solo si quien las constituyó participó en el acuerdo novatorio.

En este sentido, cabe distinguir dos supuestos diferentes:

que haya sido el deudor o un tercero quien garantizó la obligación primigenia.

Novación legal.

ARTÍCULO 941.- Novación legal.

589
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Las disposiciones de esta Sección se aplican supletoriamente cuando la novación se


produce por disposición de la ley.

En cualquiera de los supuestos de novación legal regulados y provenientes de distintos


cuerpos normativos, se aplicarán supletoriamente las disposiciones de este CCyC.

Uno de los ejemplos más claros de novación legal (con abstracción de la voluntad de las
partes) surge de Ley de Concursos y Quiebras que, en su art. 55, dispone que el
acuerdo homologado “importa la novación de todas las obligaciones con origen o causa
anterior al concurso”.

Esto significa, que el acuerdo homologado en el marco del proceso extingue las
obligaciones primitivas que tenía el concursado con los acreedores y las sustituye por
otras nuevas que subsisten, incluso, en caso de incumplimiento y ulterior declaración
de quiebra.

En este escenario, el acuerdo homologado opera como causa fuente de las nuevas
obligaciones y determina sus características.

Otro supuesto de novación legal puede encontrarse en la consolidación de las deudas


del Estado.

En efecto, el art. 17 de la ley 23.982 dispone que “la consolidación legal del pasivo
público implica la novación de la obligación original y de cualquiera de sus accesorios,
así como la extinción de todos los efectos inmediatos, mediatos o remotos que la
imposibilidad de cumplir sus obligaciones por parte de cualquiera de las personas
jurídicas u organismos comprendidos por el artículo 2 pudiera provocar o haber
provocado.

En lo sucesivo solo subsisten a su respecto los derechos derivados de la consolidación”.

En efecto, las deudas alcanzadas por la consolidación quedan novadas legalmente.

Esto es, se extinguen las obligaciones primigenias con sus accesorios y nacen en su
reemplazo nuevas obligaciones que tienen por objeto la entrega de títulos de la deuda
pública, conforme el diferimiento y los mecanismos establecidos en la citada
normativa.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera.

P IV. Dación en pago. Definición. Reglas aplicables.

ARTÍCULO 942.- Definición.

590
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La obligación se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago una


prestación diversa de la adeudada.

ARTÍCULO 943.- Reglas aplicables.

La dación en pago se rige por las disposiciones aplicables al contrato con el que tenga
mayor afinidad.

El deudor responde por la evicción y los vicios redhibitorios de lo entregado; estos


efectos no hacen renacer la obligación primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio de
terceros.

Concepto

Si bien la redacción del CC se refería a este instituto como “pago por entrega de
bienes”, la doctrina coincidía —dado su origen proveniente del derecho romano— en
denominarlo dación en pago.

Al respecto, cabe señalar que el principio de identidad que rige el objeto del pago
dispone el deber del deudor de entregar la misma cosa a cuya entrega se obligó, al par
que faculta al acreedor a no ser forzado a recibir una prestación disímil a la convenida
(art. 868 CCyC).

Es una consecuencia lógica del respeto que merecen los contratos, en tanto nadie
puede modificar sus condiciones unilateralmente.

Ahora bien, nada obsta a que el acreedor acepte de modo voluntario algo diferente a lo
estipulado.

El pleno ejercicio de la autonomía privada de las partes permite que, de común


acuerdo, el deudor se libere ejecutando una prestación distinta a la originalmente
establecida.

Ello es así, en la medida que no se afecte el orden público, ni se perjudique a terceros.

Por ejemplo, supóngase que Juan tiene una deuda con Pedro por la entrega de una
pintura de Pablo Picasso, que al momento de cumplimiento intenta liberarse haciendo
entrega de una pintura de Salvador Dalí, y que el acreedor la recibe voluntariamente
prestando conformidad.

En este supuesto, se producirá el modo extintivo de las obligaciones de la dación en


pago.

2.2. Naturaleza jurídica

591
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La dación en pago es un acto jurídico bilateral complejo que requiere la conjunción de


voluntades del deudor y el acreedor.

Mientras el primero ofrece en pago algo diferente, el acreedor ejerce su facultad de


aceptarlo.

Las vertientes doctrinarias en cuanto a la naturaleza jurídica de este instituto son de


lo más disímiles.

Hay quienes sostienen que era una mera modalidad de pago; otros lo asimilan a la
compraventa; y no faltan quienes lo conciben como un contrato oneroso de
transmisión.

De manera más moderna, algunos autores consideran que, en realidad, esta figura
jurídica es una novación objetiva seguida de un cumplimiento inmediato.

En efecto, se trataría de dos acontecimientos separados pero velozmente unidos sin


intervalo de tiempo alguno.

Al respecto, Borda adujo que esta teoría no ofrece inconvenientes prácticos pero sí
jurídicos.

Ello es así, toda vez que la voluntad de las partes no está destinada a novar, a
sustituir una obligación por otra, sino a extinguir la obligación preexistente.

2.3. Requisitos

Para que opere el instituto de la dación en pago se necesita la presencia de los


siguientes requisitos:

la existencia de una obligación primitiva; la realización de una prestación diferente a


la debida; el consentimiento de las partes y la recepción en calidad de pago.

2.3.1. La existencia de una obligación primitiva

En primer lugar, debe existir una obligación primigenia, cualquiera sea su naturaleza:

de dar, hacer o no hacer.

A su vez, esta obligación que se pretende extinguir con la ejecución de una prestación
diferente debe ser válida.

De lo contrario, se trataría de un pago indebido y los bienes eventualmente retenidos


implicarían un enriquecimiento sin causa del acreedor (art. 1794 CCyC).

2.3.2. La realización de una prestación diferente a la debida

592
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El deudor debe cumplir de manera efectiva con una prestación distinta de la debida.

No basta con una simple promesa, aún cuando fuera aceptada, toda vez que en ese
supuesto habrá novación y no dación en pago.

En la medida que sea aceptado por el acreedor, el deudor podrá sustituir, por ejemplo,
una obligación de dar cosa cierta por una obligación de dar cosa cierta diferente, una
obligación de hacer por una obligación de dar, etcétera.

Esto significa que nada obsta que se trate de la ejecución de una prestación de
naturaleza totalmente disímil.

En la redacción del Código Civil de Vélez Sarsfield se establecía que la prestación


diferente que ejecutaba el deudor no podía tratarse de una suma de dinero.

Las razones que se han brindado para explicar tal restricción es que, en ese caso, no
habría estrictamente dación en pago sino técnicamente una liquidación convencional
por incumplimiento de la obligación; esto es, una indemnización.

No obstante, la referida limitación carecía de un justificativo real.

En estos supuestos, lo determinante es el comportamiento del deudor que cumple con


una prestación diferente, sea cual fuere.

No parece haber inconveniente alguno en que se considere dación en pago a la


recepción voluntaria del acreedor de una suma de dinero en reemplazo de lo que le es
debido como prestación primigenia.

Tal pareciera ser la regulación del CCyC que, de modo genérico, aplica este instituto
jurídico a todos los casos en los que el acreedor voluntariamente acepte en pago una
prestación diversa de la adeudada.

2.3.3. El consentimiento de las partes y la recepción en calidad de pago.

En tanto rige en la materia el principio de identidad del pago, por el que el acreedor no
puede ser obligado a recibir una cosa diferente de la debida (art. 868 CCyC), la
recepción debe ser realizada de forma voluntaria.

A su vez, debe haber intención concreta del deudor de pagar (animus solvendi).

Esto es, de desobligarse de su obligación primitiva a través de la ejecución de una


prestación diferente.

En consecuencia, la sustitución implicará la efectiva transferencia de lo dado en pago.

Si es una cosa, se transferirá su propiedad; si es un crédito, su titularidad.

593
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En definitiva, debe tratarse de un acuerdo de voluntades, fundado en la autonomía


privada de las partes (arts. 958 y 959 CCyC), referido a la extinción de la obligación
original mediante la ejecución de una obligación disímil.

2.4. Prueba

La carga de la prueba de la existencia de la dación en pago pesa sobre quien la alega.

A tal fin, puede valerse de todos los medios probatorios.

En sentido contrario, el acreedor que pretenda desvirtuar que operó este modo
extintivo de las obligaciones, al recibir la prestación diferente sin hacer salvedad o
reserva alguna, deberá probar la causa distinta del crédito.

Es decir, deberá comprobar el origen que pudo justificar la ejecución de la nueva


prestación por el deudor.

2.5. Efectos

La dación en pago extingue la obligación principal con todos sus accesorios (art. 857
CCyC y concs.).

Esto incluye hipotecas, fianzas, prendas, cláusulas penales, privilegios, intereses, etc.

A diferencia de la novación, en que se reemplaza una obligación por otra, en la dación


en pago se extingue la obligación pactada sin que subsista una nueva.

A su vez, a diferencia del pago —en el que se cumple con la prestación que hace al
objeto de la obligación a través de un acto jurídico unilateral—, en la dación se ejecuta
una prestación disímil mediante un acto jurídico bilateral que exige el consentimiento
de ambas partes.

2.6. Reglas aplicables. Evicción y vicios redhibitorios.

La ley dispone que se apliquen a la dación en pago las reglas del contrato con el que
tenga mayor afinidad.

En esta inteligencia, por ejemplo, se proyectarán las normas previstas para la cesión
de créditos (art. 1614 CCyC y ss.) cuando lo que se da en pago es un crédito constituido
a favor del deudor, que intenta por ese medio liberarse de una obligación previa con su
acreedor.

Por otro lado, se aplicarán las reglas de la compraventa (art. 1123 CCyC) si este modo
extintivo importa la entrega de una cosa.

En este escenario, el deudor revestirá la calidad de vendedor, al par que el acreedor, el


carácter de comprador que paga el precio, compensándolo con su crédito.

594
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

A su vez, la ley establece, lógicamente, que el deudor deba responder por la evicción
(art. 1044 CCyC y ss.) y los vicios redhibitorios de lo entregado (art. 1051 CCyC y ss.).

En efecto, a fin de brindar una adecuada satisfacción a los intereses del acreedor, todo
sujeto que transmite una cosa a título oneroso debe responder por aquellos.

Así las cosas, por ejemplo, el deudor responde por evicción del derecho cedido si un
tercero demostrase ser titular del crédito que se ha dado en pago.

Ahora bien, la evicción o los vicios redhibitorios de la cosa no afectan la extinción de la


obligación primitiva, que asume carácter definitivo.

En efecto, el acreedor desposeído por quien reivindica la cosa dada en pago tiene
derecho a ser indemnizado como comprador, aunque no puede hacer revivir la
obligación.

No obstante, nada impide que se pueda efectuar una alteración convencional de tales
efectos.

Como lo dispone la norma, no hay obstáculo para que las partes, de común acuerdo,
pacten que renazca la obligación anterior en caso de evicción o vicios redhibitorios.

Ello así, en la medida que no perjudiquen los derechos de terceros.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ;


Sebastián Picasso ; Marisa Herrera

595
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Unidad IX: Modos de extinción.

V) RENUNCIA Y REMISIÓN. CONCEPTO. NATURALEZA JURÍDICA. CARACTERES. RENUNCIA


ONEROSA Y GRATUITA. ACEPTACIÓN. RETRACTACIÓN. PRUEBA. FORMA. REMISIÓN.
NORMAS APLICABLES. EFECTOS. PAGO PARCIAL DEL FIADOR. ENTREGA DE LA COSA DAD
EN PRENDA.

REMISIÓN. CONCEPTO. SU RELACIÓN CON LA RENUNCIA. FORMA. EFECTOS.

Renuncia y Remisión: Concepto.

La distinción entre los conceptos de renuncia y remisión ofrece diversas variantes.

Por un lado, están quienes consideran que son dos modos extintivos absolutamente
diferentes.

En esta línea, se sostiene que mientras el primero implica una declaración del acreedor de
que no cobrará su crédito, el segundo consiste en una condonación o perdón en la que el
acreedor se da ficticiamente por pagado.

No obstante, más allá de la multiplicidad de interpretaciones, la doctrina mayoritaria con-


cluye que se trata de una relación de género-especie.

Mientras la renuncia puede englobar derechos de los más variados, la remisión se refiere
específicamente a los derechos de crédito.

Por lo tanto, si bien toda remisión es una renuncia, no toda renuncia es una remisión.

En otras palabras, la renuncia es la abdicación de todo derecho susceptible de abandono,


sea personal, real o intelectual (en tanto no esté prohibida y afecte intereses privados), y la
remisión es la abdicación voluntaria y espontánea del derecho de crédito.

596
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El art. 944 CCyC es claro en cuanto dispone que toda persona puede renunciar a sus
derechos, siempre y cuando tal abdicación no se encuentre prohibida y afecte solo
intereses privados.

Naturaleza Jurídica:

En lo que respecta a la naturaleza jurídica, la renuncia es un acto jurídico, conforme el art.


259 CCyC, por lo cual es voluntario, lícito y posee la finalidad inmediata de aniquilar
derechos.

En cuanto a si se trata de un acto jurídico unilateral o bilateral, la mayoría de la doctrina se


inclina por la primera solución.

De todos modos, para mayor análisis sobre los fundamentos de cada una de las posturas,
cabe remitirse al comentario a los arts. 946 y 947 CCyC.

Al tratarse de un verdadero acto jurídico, la renuncia deberá reunir determinados


requisitos para su validez:

capacidad (según se trate de una renuncia onerosa o gratuita); objeto (que deber ser lícito,
posible, determinado o determinable y no contrario al orden público, la moral o las buenas
costumbres, ni lesivo a derechos ajenos); y forma (ver comentario al art. 949 CCyC).

Caracteres:

ARTÍCULO 944.- Caracteres.

Toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la ley cuando la renuncia no
está prohibida y sólo afecta intereses privados.

No se admite la renuncia anticipada de las defensas que puedan hacerse valer en juicio.

a) Para algunos autores, la renuncia es unilateral, el sujeto titular sólo se desprende


del derecho y no se transmite el mismo. Es un acto unilateral de voluntad. El
destino y la suerte posterior del derecho no interesa al negocio abdicativo, y ese

597
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

derecho puede ser o no adquirido por otro, pero nunca hay vinculación jurídica
entre la extinción y el posterior nacimiento.
b) La renuncia es siempre abdicativa y no traslativa de derechos, aunque lleve al
incremento patrimonial de otros.
c) Se ha discutido si la renuncia es gratuita u onerosa. Para algunos autores debe ser
considerada neutra. Remitimos al art. 945 para el comentario de la diferenciación
entre la renuncia onerosa y gratuita que efectúa en nuevo texto.
d) No se presume legalmente (art. 948 del nuevo texto). La interpretación de la
renuncia es restrictiva: ante la duda, debe interpretarse que no hay renuncia.

Renuncia onerosa y gratuita:

Interpretación de dateas:

La renuncia puede ser onerosa o gratuita.

En el primer supuesto, el acto abdicativo responde a un ofrecimiento que realiza el otro


contratante.

Esto significa que el abandono se produce a cambio de un precio o de una ventaja.

Por el contrario, en la renuncia gratuita no se obtiene ninguna contraprestación.

El acto proviene de una mera liberalidad.

La figura típica de la renuncia es la gratuita que, si bien importa una generosidad, no se


confunde con la donación, que se refiere siempre a la transmisión de la propiedad de una
cosa (art. 1542 CCyC).

En cambio, la renuncia implica una dejación de un derecho determinado.

No cabe duda de que, en la renuncia onerosa, se trata de un acto jurídico bilateral.

598
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por el contrario, en lo que respecta a la renuncia gratuita la mayoría de la doctrina se


inclina por sostener que es un acto jurídico unilateral (ver distintas posiciones en el
comentario al art. 947CCyC).

En este contexto, según se trate de uno u otro supuesto, la normativa remite a las reglas
aplicables a los contratos onerosos o de donación.

Por lo tanto, la renuncia onerosa podrá ser realizada por quien tenga capacidad para
contratar a título oneroso mientras que la renuncia gratuita solo podrá ser efectuada por
quien tenga capacidad para donar (art. 1548 CCyC).

A su vez, en caso de renunciarse derechos litigiosos o dudosos, se aplicarán las normas


que regulan la transacción en materia de capacidad (arts. 1641 a 1648 CCyC).

Por otra parte, la renuncia será total o parcial en la medida en que se abandone todo el
derecho o tan solo una parte.

Derechos renunciables e irrenunciables

En lo que respecta al objeto de la renuncia, debe tratarse de un derecho que sea


susceptible de ser abandonado.

En este sentido, en principio pueden ser renunciados los derechos que el ordenamiento
jurídico concede en interés particular de las personas, pero no los otorgados en miras del
orden público.

En la inteligencia apuntada, se puede hacer un distingo entre ciertos derechos


renunciables y otros irrenunciables.

2.4.1. Derechos renunciables

En el marco de los derechos patrimoniales, sean personales, reales o intelectuales, la regla


es que, en tanto tengan en miras el interés individual, pueden ser renunciados.

599
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En efecto, se puede renunciar tanto al derecho en sí mismo como a las facultades que de
él emergen.

Por ejemplo, puede renunciarse:

a. el derecho a recibir una indemnización por los daños y perjuicios derivados de un hecho
ilícito;

a. b. el derecho a resolver un contrato;


b. el derecho de retención;
c. la garantía de evicción;
d. el derecho a cobrar una deuda que se desprende de una relación contractual
incumplida;
e. el derecho a oponer la compensación;
f. el derecho a una prescripción ya cumplida;
g. el derecho al cobro de honorarios por trabajos ya ejecutados, etc.

2.4.2. Derechos irrenunciables

En general, son irrenunciables los derechos en los que está en juego el orden público.

No se trata de prerrogativas concedidas en exclusivo interés individual, sino de derechos


instituidos en resguardo del interés general.

Por lo tanto, aun cuando se trate de derechos patrimoniales, no puede renunciarse:

a. al derecho a alimentos futuros;


b. al derecho a pedir indefinidamente la división del condominio;
c. al derecho a adquirir una herencia futura;
d. al derecho al cobro de sueldos, aguinaldos e indemnizaciones previsto en las leyes
laborales;
e. al derecho al cobro de honorarios derivados de servicios que todavía no fueron
prestados;
f. a los derechos previsionales y de seguridad social, etc.

600
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por otra parte, los derechos extrapatrimoniales son, por regla, irrenunciables.

Esto es, los derechos vinculados a las relaciones de familia o el estado de las personas,
como el derecho a la patria potestad o la calidad de cónyuge; o los derechos
personalísimos, como el derecho al nombre, el derecho a la libertad, etcétera.

Las acciones de estado son las que tienden a declarar la existencia de los presupuestos de
un determinado emplazamiento en el estado de familia o a constituir, modificar o extinguir
un emplazamiento.

La prohibición es fácilmente entendible en cuanto se trata de derechos inalienables, no


disponibles, que exceden el ámbito del interés puramente individual, para proyectarse al
plano del interés social fuertemente ligado al orden público.

La normativa hace expresa referencia a que no pueden renunciarse anticipadamente las


defensas que puedan hacerse valer en juicio.

Entre ellas, por ejemplo, las referidas a la intimación de pago, la citación para oponer
excepciones y la sentencia (art. 543 CPCCN).

La solución normativa es lógica ya que, de lo contrario, podría comprometerse la garantía


de defensa en juicio prevista por el art. 18 CN.

En todos estos supuestos, como así también en el resto que la ley disponga, la renuncia
será nula.

En tanto se trata de intereses que exceden el ámbito puramente subjetivo del titular del
derecho y trasuntan cuestiones que afectan el orden público, tal nulidad puede ser incluso
declarada de oficio por el juez.

Interpretación de InfoJus:

601
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La renuncia puede ser efectuada por un acto entre vivos, o por una disposición de última
voluntad.

A su vez, la renuncia realizada por acto entre vivos, puede se a título oneroso o gratuito. En
cada caso, rigen distintas disposiciones con relación a la capacidad de las partes: la
renuncia hecha a título onerosa se asimila a los contratos onerosos y se le aplica dicha
normativa.

La renuncia a título gratuito, se rige por las reglas de la donación.

Los autores argentinos, señalan que la renuncia efectuada por un precio o prestación
cualquiera, pierde su tipicidad que es la de un acto jurídico unilateral.

En este sentido, señala Compagnucci de Caso, que la renuncia es un acto jurídico " neutro
" que no puede ser juzgado como un acto oneroso, pues es unilateral; ni tampoco gratuito
pues no hay liberalidad.

Aceptación:

ARTÍCULO 946.- Aceptación.

La aceptación de la renuncia por el beneficiario causa la extinción del derecho.

Interpretación de Dateas:

2.1. Carácter unilateral o bilateral de la renuncia

La interpretación sobre el carácter unilateral o bilateral de la renuncia tiene gran


importancia en lo que respecta a los efectos y a su tiempo de producción.

Quienes consideran que la renuncia es un acto jurídico bilateral aducen que la aceptación
del deudor es un requisito indispensable para el perfeccionamiento del acto.

Para fundar tal posición, se basan en la redacción del art. 868 CC, que dispone que “hecha
y aceptada la renuncia, la obligación queda extinguida”.

602
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En el mismo sentido, el art. 946 CCyC establece que “la aceptación de la renuncia por el
beneficiario causa la extinción del derecho”.

En función de tales disposiciones, la aceptación resultaría un elemento constitutivo de la


extinción.

A su vez, se proponen otros argumentos para concluir en el carácter bilateral del acto
abdicativo.

Por un lado, se manifiesta que el hecho de que la renuncia pueda ser retractada no tendría
explicación si ya se hubiese perfeccionado el acto extintivo por la sola voluntad del
acreedor.

La resurrección de la deuda en esa hipótesis requeriría de un nuevo consentimiento por


parte del deudor.

Por otro lado, también se aduce que, si la renuncia es rechazada, no provoca efecto
alguno; que nadie puede ser obligado a recibir favores que no quiere; y que el deudor
posee el derecho de pagar —e, incluso, de consignar judicialmente—, por lo que es
necesaria su voluntad para provocar la extinción.

No obstante, la doctrina mayoritaria considera que, en principio, se trata de un acto


jurídico unilateral.

Por lo tanto, solo requiere de la voluntad del acreedor para su eficacia (mientras no sea
retractada y aun antes de ser aceptada).

En apoyo a estas ideas, se arguye que la aceptación de la renuncia no hace a la existencia


misma de la obligación sino a su irrevocabilidad.

Esto significa que únicamente concede virtualidad para impedir la retractación, dejando
fijados de manera irreversible los efectos del acto abdicativo.

603
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En esta línea de razonamiento, se resalta que el acreedor puede abstenerse de reclamar el


pago de la deuda, dejándola prescribir, lo que constituiría una forma tácita de renuncia.

En este sentido, el acreedor no puede ser obligado a mantener un crédito en contra de su


voluntad.

Asimismo, también se destaca que el carácter unilateral explica la renuncia contra un


deudor indeterminado; que una vez extinguida la obligación resulta evidente que ya no
hay derecho a pagar ni consignar; y que en los derechos reales la renuncia siempre es
unilateral y produce efectos por la sola voluntad.

Prescindir de la conformidad del deudor, que incluso puede estar ausente por desinterés,
facilita la pronta liquidación del crédito, en armonía con la moderna concepción dinámica
del patrimonio.

Por último, en uno de los argumentos más tentadores de esta tesis, se remarca que la ley
regula el período entre la renuncia y la retractación, dejando a salvo los derechos
adquiridos por terceros en ese tiempo.

Tal disposición, sin dudas, coadyuva a la naturaleza unilateral de la renuncia.

Es que si fuese bilateral no se concebiría cuál es el sustento de los derechos de terceros en


ese período, ya que el crédito se hubiese mantenido en manos del acreedor.

Por lo tanto, esta disposición pareciera certificar que la renuncia ha producido sus efectos
desde el momento en que fue formulada.

Por supuesto que todo este debate tiene sentido en el supuesto de la renuncia gratuita.

En caso de tratarse de una abdicación onerosa, en la que se obtiene un precio o una


ventaja a cambio, el acto será bilateral.

Claro está que, como en esta hipótesis ambos sujetos participan del convenio, no resultará
aplicable todo el régimen de aceptación y retractación comentado.

604
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En efecto, la renuncia onerosa será irrevocable desde el momento en que se ha


formalizado el acuerdo de voluntades.

2.2. La aceptación de la renuncia y sus efectos

Mediante la aceptación se impide que el titular del derecho retrotraiga su voluntad y deje
sin eficacia el acto abdicativo.

La aceptación de la renuncia por parte del deudor, entonces, provoca la extinción


irrevocable del derecho que se abandona, con todos sus accesorios (art. 857 CCyC y
concs.).

En este modo extintivo, en principio, no se transfieren derechos (como sí ocurre, por


ejemplo, en la donación).

En otras palabras, la renuncia entraña la pérdida de un derecho disponible, que ocasiona la


separación de su titular por abandono y no por transmisión o enajenación.

Por otra parte, la renuncia solo produce efectos entre acreedor y deudor, y no puede
afectar derechos de terceros.

Por lo tanto, los acreedores que se vean perjudicados, sin perjuicio de otras medidas que
pudieran corresponderles, estarán legitimados para deducir una acción revocatoria (art.
338 CCyC).

Retractación:

ARTÍCULO 947.- Retractación.

La renuncia puede ser retractada mientras no haya sido aceptada, quedando a salvo los
derechos adquiridos por terceros.

Interpretación de Dateas:

2.1. Concepto

605
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La retractación es una manifestación de voluntad a través de la cual se revoca la decisión


de abdicar de determinado derecho o facultad.

Como requisito sustancial para poder recobrar plenamente el derecho, debe ser realizada
en tiempo útil; esto es, antes de la aceptación del deudor.

Una retractación posterior sería de ningún valor, en tanto la obligación se habría


extinguido de manera irrevocable.

2.2. Retractación expresa o tácita

La retractación puede ser efectuada de forma expresa o tácita.

La primera implica una comunicación fehaciente e inequívoca de la voluntad de retractarse.

La segunda requiere que la conducta llevada adelante por el acreedor, con posterioridad a
la renuncia, resulte absolutamente incompatible con la intención de abandonar el derecho.

Por ejemplo, supóngase el caso de quien, pese a haber comunicado la renuncia de un


crédito (que todavía no recibió aceptación del deudor), inicia un proceso judicial a fin de
cobrarlo.

Tal proceder importaría una retractación tácita.

2.3. Efectos

Por último, la retractación, si bien resulta eficaz con respecto al deudor y consolida el
derecho del acreedor en su conformación originaria, no puede alterar derechos de
terceros.

Esto significa que, pese a la revocación de la decisión, quedarán a salvo los derechos que
los terceros hubieren adquirido con motivo de la renuncia.

606
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por lo tanto, a modo de ejemplo, puede señalarse que los fiadores, avalistas o acreedores
del deudor que hayan embargado el bien que era objeto de la prestación no pueden ser
perjudicados en sus derechos adquiridos.

Prueba:

ARTÍCULO 948.- Prueba.

La voluntad de renunciar no se presume y la interpretación de los actos que permiten


inducirla es restrictiva.

Interpretación de Dateas:

En caso de que hubiere una duda respecto de si hubo un acto abdicativo, debe estarse por
su ausencia.

A su vez, debe aplicarse un alcance restrictivo en caso de vacilación sobre la extensión de


las facultades renunciadas.

Por lo tanto, la voluntad de despojarse del derecho solo puede entenderse configurada
cuando hay hechos inequívocos y contundentes.

Ello no implica que la renuncia necesariamente deba ser expresa; esto es, a través de una
comunicación fehaciente.

Puede haber una renuncia tácita en la medida en que los hechos que permitan inducirla,
interpretados restrictivamente, sean verdaderamente convincentes y revelen de forma
indudable la intención de ejercer el acto abdicativo.

Algunos autores han considerado que estas apreciaciones resultan atendibles solo en el
caso de las renuncias gratuitas, ya que resulta lógico favorecer y proteger a quien ha
cedido generosamente un derecho.

607
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Sin embargo, en las renuncias onerosas, en las que no se configura tal liberalidad, sino que
existe un convenio por el que se obtiene un precio o una ventaja a cambio, la
incertidumbre no debería favorecer al renunciante.

En estos casos, la duda debería resolverse en el sentido de la mayor reciprocidad de


intereses y equivalencia de las prestaciones.

Forma:

ARTÍCULO 949.- Forma.

La renuncia no está sujeta a formas especiales, aun cuando se refiera a derechos que
constan en un instrumento público.

Interpretación de Dateas:

En definitiva, rige en la especie una plena libertad de formas.

Puede ser efectuada de manera verbal o por escrito, por instrumento público o privado.

Sobre la posibilidad de que la renuncia sea tácita, ver comentario al art. 948 CCyC.

Ello no significa que para algunos supuestos específicos la normativa exija que la
abdicación sea realizada de modo expreso o bien a través de una forma en particular,
como puede ser la escritura pública.

Un ejemplo de lo primero es el artí. 836 CCyC, que dispone que la renuncia absoluta a la
solidaridad debe ser realizada de modo expreso; mientras que un ejemplo de lo segundo
es el art. 2299 CCyC, que requiere que la renuncia de la herencia sea expresada en escritura
pública o en acta judicial incorporada al expediente.

Remisión:

ARTÍCULO 950.- Remisión.

608
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se considera remitida la deuda, excepto prueba en contrario, cuando el acreedor entrega


voluntariamente al deudor el documento original en que consta la deuda.

Si el documento es un instrumento protocolizado y su testimonio o copia se halla en poder


del deudor sin anotación del pago o remisión, y tampoco consta el pago o la remisión en
el documento original, el deudor debe probar que el acreedor le entregó el testimonio de
la copia como remisión de la deuda.

Interpretación de Dateas:

2.1. Concepto

La remisión es un acto jurídico mediante el cual el acreedor abdica de un derecho de


crédito.

Si bien no se ve satisfecho en su interés, provoca la liberación del deudor.

Al respecto, surgen las mismas controversias en doctrina en cuanto a la naturaleza jurídica


del instituto; esto es, si de trata de un acto jurídico unilateral o bilateral (ver comentarios a
los arts. 946 y 947 CCyC).

La doctrina mayoritaria se inclina por sostener que los efectos se producen por la sola
declaración de voluntad unilateral recepticia del acreedor, no siendo necesaria la
conformidad por parte del deudor.

2.2. Especies

La remisión puede ser total o parcial en la medida en que se agote todo el derecho
creditorio o tan solo una parte del mismo.

A su vez, puede ser expresa o tácita.

La remisión será expresa cuando haya una manifestación de voluntad positiva e inequívoca
del acreedor enderezada a producir el efecto abdicativo.

609
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este caso, la aceptación del deudor cerrará toda posibilidad de retractación.

Esta expresión podrá hacerse bajo cualquier forma: verbal o escrita, por instrumento
público o privado.

Por otra parte, la remisión será tácita cuando pueda inferirse válidamente de la conducta
del acreedor.

Esto es, que se pueda inducir de modo categórico, con certidumbre, la voluntad del sujeto
activo de abandonar o declinar el crédito que le corresponde.

Al respecto, el art. 950 CCyC plantea específicamente el supuesto de remisión tácita,


consistente en la entrega por parte del acreedor al deudor del instrumento en que consta
la deuda.

Por último, aun cuando algunos autores consideran que este instituto jurídico solo tendría
sentido a título gratuito, el reenvío de normas efectuado por el CC (art. 876) y el CCyC (art.
951) permite concebirlo también a título oneroso.

Esto significa que la remisión puede configurarse tanto como una liberalidad como a
cambio de una utilidad en provecho del acreedor.

En contra de esta postura, se sostiene que, en caso de existir onerosidad en la remisión


(que haya una entrega de una cosa o equivalente a cambio del perdón de su obligación),
en realidad se trataría o bien de una dación en pago, novación o transacción.

2.3. Entrega del documento original en que conste la deuda

La normativa regula el supuesto de remisión tácita más corriente, que consiste en la


entrega voluntaria por parte del acreedor del documento original en el que conste la
deuda (esto es, la letra de cambio, cheque, pagaré, etcétera).

En este caso, el documento es un medio de comprobación necesario y suficiente de la


existencia de la obligación.

610
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

No requiere complementación alguna para lograr tal finalidad y sin su exhibición el


derecho devendría ilusorio por falta de prueba.

En la inteligencia apuntada, la tenencia efectiva por parte del deudor del instrumento del
que emerge su deber es casi asimilable a la inexistencia de la obligación.

Es que dependería de su exclusiva voluntad dejar sin vigencia la prueba del vínculo.

Para que opere esta remisión tácita, se necesita la presencia de los siguientes requisitos:

2.3.1. Entrega del documento por el acreedor

La entrega del documento en el que conste la deuda debe ser realizada por el acreedor (o
quien lo represente en debida forma) al deudor, y no por parte de un tercero.

2.3.2. Entrega voluntaria

La entrega debe ser voluntaria.

No solo es necesario que sea con discernimiento y libertad, sino también con la intención
específica de renunciar al cobro de la deuda.

En este sentido, no procederá la remisión si el documento es robado, hurtado o extraviado.

De todos modos, se presume que si el instrumento está en poder del deudor, su entrega
fue realizada de forma voluntaria.

Por lo tanto, corresponderá al acreedor, en caso de querer desvirtuar tal presunción,


probar en sentido contrario.

2.3.3. Recepción por el deudor

La recepción del documento debe ser efectuada por el deudor (o por un representante con
poder suficiente) y no por un tercero.

En este último caso, podría tratarse de un depósito, un mandato, una prenda, etcétera.

611
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

2.3.4. Conexidad entre el crédito y el documento

Resulta imprescindible que exista una debida conexidad entre el crédito en cabeza del
acreedor y el documento que se entrega.

Es decir, es necesario que ambos se correspondan.

2.3.5. El documento debe ser original

Por último, en un requisito que resulta esencial, debe tratarse del documento original en
donde conste la deuda.

No alcanza para que opere la remisión tácita la entrega de un testimonio o de una copia
simple, certificada o legalizada por escribano.

Por lo tanto, la posesión de una copia o testimonio de un documento protocolizado (en el


que no esté anotada la remisión) no presume la liberación del deudor.

En efecto, no tendría sentido la entrega hecha por el acreedor de la mera copia de un


documento original que, subsistiendo en un registro de un escribano, puede dar lugar —
con los recaudos pertinentes— a la expedición de sucesivas segundas copias.

Ello es así, sin perjuicio de que el deudor pueda, eventualmente, probar que el acreedor le
entregó el testimonio de la copia como remisión de la deuda.

La presunción consagrada por la normativa, referida a la existencia de remisión cuando el


deudor tenga en su poder el documento original, admite prueba en contrario.

Esto significa que el acreedor, a fin de quedar excluido del efecto presumido por la ley,
puede comprobar que no tuvo la intención de renunciar al crédito.

Para ello, deberá demostrar la causa por la que hizo entrega del documento.

612
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por su parte, el deudor podría sostener que, en realidad, no es beneficiario de remisión


alguna sino que el documento se encuentra en su poder debido al pago que hiciera de la
deuda respectiva.

Algunos autores consideran que, en estas circunstancias, cabe tener por presumido el
pago (y no la remisión).

La razón estriba en que la entrega del documento ante el pago es lo que suele suceder
ordinariamente, lo que constituye la práctica comercial corriente.

Mientras el cumplimiento de las obligaciones es la forma normal de extinción, la remisión


reviste carácter excepcional.

Por lo tanto, bastaría con que el deudor alegue que pagó para que quede en cabeza del
acreedor la carga de desvirtuarlo.

Norma Aplicable:

ARTÍCULO 951.- Normas aplicables.

Las disposiciones sobre la renuncia se aplican a la remisión de la deuda hecha por el


acreedor.

La ley es clara en cuanto a que se aplican a la remisión de deuda las disposiciones relativas
a la renuncia.

Tal decisión es razonable dada la relación de género-especie que media entre ambas.

Por lo tanto, este modo extintivo consistente en la abdicación del derecho de crédito
también será un acto no formal, que no se presume, que tiene interpretación restrictiva,
etc. (ver comentarios a los arts. 944 a 949 CCyC).

El art. 951 dispone la aplicación a la remisión de deuda, de la normativa sobre renuncia


prevista en los arts. 944 a 949. Ambos institutos está regulados en la Sección 5a Del
Capítulo 5 " Otros medios de extinción " . Ello implica, que los principios sobre clases,

613
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

formas y prueba de la renuncia son también aplicables a la remisión de deuda. La remisión


puede ser expresa o tácita, total o parcial, y en consecuencia dar lugar a una extinción total
o parcial de la obligación.

Dateas e InfoJus.

Efectos:

ARTÍCULO 952.- Efectos.

La remisión de la deuda produce los efectos del pago.

Sin embargo, la remisión en favor del fiador no aprovecha al deudor.

La hecha a favor de uno de varios fiadores no aprovecha a los demás.

Interpretación de Dateas:

La remisión de la deuda produce los efectos del pago, extinguiendo la obligación principal,
con todos sus accesorios.

En caso de que la remisión fuera parcial, por supuesto, solo se extinguirá en parte el
crédito y la deuda, subsistiendo la relación obligatoria con otro contenido.

La normativa dispone específicamente que la remisión que hiciera el acreedor con respecto
al fiador no aprovecha al deudor.

La solución es lógica en tanto la extinción de una obligación accesoria no propaga sus


efectos con respecto a la obligación principal (principio de interdependencia entre las
obligaciones principales y las accesorias).

A su vez, el Código establece que la remisión “hecha a favor de uno de varios fiadores no
aprovecha a los demás”.

Esta redacción —similar a la del Código de Vélez Sarsfield— ha generado diversas


interpretaciones.

614
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Algunos autores sostienen que la norma se refiere a la fianza solidaria.

Toda vez que en la fianza simplemente mancomunada cada fiador responde solo por su
cuota parte, la disposición en este sentido sería superflua; ninguno podría ser afectado por
la remisión que se hiciera a favor de otro fiador.

En cambio, otros autores consideran que la norma se refiere a una fianza simplemente
mancomunada ya que, si fuera solidaria, la remisión a uno de los fiadores propagaría sus
efectos con respecto a los restantes.

En apoyo de la primera teoría, podría interpretarse que existe en realidad una doble
renuncia.

En primer lugar, una renuncia relativa al régimen de solidaridad (art. 837 CCyC) y, acto
seguido, una remisión de deuda al fiador excluido; que no puede aprovechar a los demás.

Pago parcial del fiador:

ARTÍCULO 953.- Pago parcial del fiador.

El fiador que pagó una parte de la deuda antes de la remisión hecha al deudor, no puede
repetir el pago contra el acreedor.

Interpretación de Dateas:

Al respecto, cabe señalar que tal pago parcial del fiador antes de la remisión hecha por el
acreedor al deudor debe entenderse efectuado como a cuenta de lo debido y no como un
precio por su liberación.

Si pudiera computarse como un precio por su liberación, dejando incólume el crédito del
acreedor, podría generarse un supuesto de enriquecimiento sin causa.

Esto sucedería, por ejemplo, si un acreedor posee un crédito por $50.000, el fiador abona
$10.000 por su liberación y luego el deudor es ejecutado por la totalidad de la obligación.

615
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este caso, el acreedor —en clara burla al sistema— cobraría más de lo que le
corresponde, mientras que el fiador no tendría acción de repetición alguna en tanto su
pago no le habría reportado ningún beneficio al deudor.

Entonces, siendo que el pago efectuado por el fiador se entiende realizado a cuenta de la
deuda, se interpreta que la remisión realizada posteriormente lo es sobre el monto
restante.

En este sentido, la ley presume de manera razonable que el acreedor hizo la remisión
sobre el saldo de la deuda (esto es, habiendo computado el pago del fiador).

En este escenario, el fiador no tendrá acción de repetición contra el acreedor por el pago
parcial oportunamente realizado.

Ello es así, ya que se trató de un pago debidamente efectuado sobre una porción de la
deuda vigente en ese entonces y que en ningún momento fuera remitida por el acreedor.

Ahora bien, resta determinar si en este contexto le corresponde al fiador una acción de
repetición contra el deudor.

Al respecto, cabe señalar que si el pago hubiere sido como precio por la liberación,
dejando a la deuda intacta, no habría acción posible, ya que el beneficio fue propio y no en
razón del deudor.

Sin embargo, si se tratase de un pago a cuenta, como un análisis integral del


ordenamiento jurídico lo requiere, nada privaría al fiador a dirigir contra el deudor
afianzado la acción de repetición correspondiente.

Entrega de la cosa dada en prenda:

ARTÍCULO 954.- Entrega de la cosa dada en prenda.

616
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La restitución al deudor de la cosa dada en prenda causa sólo la remisión de la prenda,


pero no la remisión de la deuda.

Interpretación de Dateas:

Al respecto, cabe destacar que la posesión por parte del deudor de la cosa pignorada hace
presumir que la entrega fue voluntaria.

Al mismo tiempo, esta intencionalidad en la restitución presume la remisión de la prenda.

Sin embargo, como el derecho real de prenda es un accesorio que viene a garantizar a la
deuda, su extinción de ninguna manera provoca la extinción de la obligación principal.

Esta solución normativa es un desprendimiento lógico del principio de interdependencia


de las obligaciones principales y accesorias.

En resumidas cuentas, la abdicación de la prenda no afecta el crédito principal al que va


anexo.

Remisión: Concepto

La remisión de deuda es un modo de extinción de las obligaciones que consiste en el


perdón total o parcial de la deuda que efectúa el acreedor.

La remisión de deuda constituye una especie del más amplio género que es la renuncia a
invocar cualquier derecho subjetivo y no solo el crédito.

La remisión de deuda es un acto jurídico, que consiste en el perdón o condonación del


pago de la obligación, total o parcial, efectuado por el acreedor a favor del deudor.

Su relación con la renuncia: forma y efectos:

La remisión de deuda constituye una especie del más amplio género que es la renuncia a
invocar cualquier derecho subjetivo y no solo el de crédito. Esta relación de especie a

617
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

género que tiene la remisión con la renuncia, surge inclusive de una interpretación al texto
legal.

“las disposiciones sobre la renuncia se aplican a la remisión de la deuda hecha por el


acreedor” (art.951)

En efecto, mientras la renuncia es un acto por el cual una persona, en forma libre y
espontánea, abdica o abandona cualquier clase de derecho (creditorio, real o intelectual),
la remisión de deuda, en cambio, es el acto por el cual el acreedor abdica o abandona un
derecho creditorio.

Con la remisión de deuda, el acreedor renuncia (en todo o parte) a su derecho creditorio y
con eso libera (en todo o en parte) al deudor, sin recibir la prestación. En palabras más
llanas, le perdona la deuda.

VI) IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIMIENTO. DEFINICIÓN. IMPOSIBILIDAD TEMPORARIA

Imposibilidad de cumplimiento. Definición

ARTÍCULO 955.- Definición.

La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la prestación, producida


por caso fortuito o fuerza mayor, extingue la obligación, sin responsabilidad.

Si la imposibilidad sobreviene debido a causas imputables al deudor, la obligación


modifica su objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los daños causados.

Interpretación de Dateas:

2.1. Concepto

El objeto de la obligación debe ser material y jurídicamente posible, tanto al momento de


su nacimiento como a lo largo de toda su existencia (art. 725 CCyC).

618
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La obligación sería nula por falta de objeto en caso de que este fuera de cumplimiento
imposible desde su origen.

En este supuesto, el vínculo ni siquiera habría llegado a configurarse.

Ahora bien, puede suceder que la imposibilidad de cumplimiento, en vez de originaria, sea
sobreviniente.

Esto es, subsiguiente a la formación del acto que ha generado la obligación, provocando
un obstáculo insuperable para el deudor.

El CCyC ha transformado la denominación del instituto en “imposibilidad de


cumplimiento”, lo que era entendido en el Código Civil de Vélez Sarsfield como
“imposibilidad de pago” (arts. 888 a 895 CC).

En otras palabras, una obligación que nace como posible (que tiene existencia y eficacia
jurídica), pero cuyo objeto deviene de cumplimiento imposible por caso fortuito o fuerza
mayor.

La imposibilidad sobrevenida determina un incumplimiento definitivo e irreversible o bien


uno temporario.

Sea cual fuere, obsta a la configuración del vínculo, tal cual fue diseñado originariamente.

En la medida en que tal imposibilidad no resulte imputable al deudor, la obligación se


extinguirá con todos sus accesorios, sin generar ningún tipo de responsabilidad.

Ello es así toda vez que nadie puede ser obligado a hacer lo imposible ni responsabilizado
por acontecimientos que no puede evitar.

Algunos autores han cuestionado la autonomía conceptual de este instituto por considerar
que se trata de una derivación de las disposiciones referidas a las figuras del caso fortuito
o fuerza mayor.

2.2. Caracteres de la imposibilidad

619
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En primer lugar, debe tratarse de una imposibilidad de cumplimiento y no de una mera


dificultad.

Esto es, el objeto debe tornarse irrealizable.

No basta con que el comportamiento sea sumamente complicado, en cuyo caso el deudor
se encuentra compelido a cumplir, más allá de que pueda invocar alguna figura legal como
—por ejemplo— la imprevisión (art. 1091 CCyC).

La carga de la prueba sobre la imposibilidad sobrevenida pesa sobre el deudor.

En tanto está a su cargo la obligación de cumplir con la prestación, debe alegar y probar
las causas que impiden que lo haga de forma espontánea, exacta y específica.

Para que opere la extinción de la obligación por imposibilidad sobrevenida se necesita,


entonces, la presencia de los siguientes requisitos:

2.2.1. Imposibilidad material o legal sobreviniente

La imposibilidad debe ser sobreviniente (posterior al acto que ha generado la obligación),


ya que, si fuese originaria, la obligación sería nula por falta de objeto.

La imposibilidad puede ser tanto material como legal.

La imposibilidad material entraña un impedimento físico o fáctico.

Por ejemplo, habrá imposibilidad material si la cosa a cuya entrega se comprometió el


deudor fuera destruida o desapareciese desconociéndose su paradero; si el pintor que
tenía a su cargo la obligación de hacer un retrato perdiere la visión en un accidente;
etcétera.

En lo que respecta a las obligaciones genéricas, cabe señalar que el género nunca perece
por lo que siempre será posible realizar el pago con otros objetos de la misma especie y
calidad.

620
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Ello es así, a menos que tales cosas hayan sido puestas fuera del comercio.

En este marco, quedan encuadradas las obligaciones de dar sumas de dinero.

Por otro lado, la imposibilidad es legal cuando el ordenamiento jurídico impide el


cumplimiento de la prestación debida.

En este sentido, podría ocurrir que el Estado decida expropiar por razones de utilidad
pública la propiedad que debía entregar el vendedor, poner fuera del comercio una cosa
determinada, prohibir la construcción a menor o mayor altura de la convenida por las
partes, etcétera.

2.2.2. Imposibilidad objetiva

La distinción entre imposibilidad objetiva y subjetiva ha sido materia de diversas


controversias.

Tradicionalmente se entendía que la imposibilidad es objetiva cuando la prestación no


puede ser cumplida por ninguna persona, mientras que es subjetiva cuando no puede ser
cumplida por el deudor concreto.

Esta noción estricta de imposibilidad objetiva podía conllevar a situaciones injustas, por lo
que se considera que en realidad se manifiesta cuando el impedimento va referido a la
prestación en sí y por sí considerada; esto es, cuando se trata de un obstáculo inherente a
la propia identidad intrínseca del objeto de la prestación.

Por otra parte, la imposibilidad es subjetiva cuando atañe a condiciones personales o


patrimoniales propias del deudor, que no están ligadas a la prestación.

En este contexto, un impedimento que solo afecta al deudor (como la pérdida de la visión
para realizar un retrato) puede ser tenido en cuenta para configurar una imposibilidad
objetiva.

Es que en este supuesto el inconveniente está íntimamente relacionado con la prestación.

621
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La imposibilidad objetiva requerida por la norma, entonces, pondera la prestación en sí


misma considerada, con abstracción de todo elemento extrínseco.

Los impedimentos puramente subjetivos del deudor no quedarán abarcados en esta


especie a menos que las características personales estén contenidas en la prestación.

2.2.3. Imposibilidad absoluta

La diferencia entre imposibilidad absoluta e imposibilidad relativa está directamente


relacionada con la intensidad del impedimento.

La imposibilidad es absoluta cuando no puede ser superada por las fuerzas humanas; ello,
en tanto se atienda a las exigencias de la tutela de la vida, la libertad y la integridad
psicofísica.

En cambio, la imposibilidad es relativa cuando no es posible para el deudor.

La dificultad o la mayor onerosidad como obstáculo para el deudor para cumplir con su
prestación no pueden erigirse como un supuesto de imposibilidad.

2.2.4. Causas no imputables al deudor

En estos casos no sólo es importante la existencia de una imposibilidad sobrevenida sino


también la causa de tal imposibilidad.

En efecto, a fin de que pueda extinguirse la obligación por esta causa es necesario que tal
impedimento no haya sido provocado por causas imputables al deudor.

Esto significa, que no haya habido una conducta culposa o dolosa del sujeto pasivo que
haya generado la imposibilidad.

Si esta reconoce su génesis en un accionar del deudor (quien, por ejemplo, destruyó la
cosa a cuya entrega se comprometió), el vínculo no se extingue.

622
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En este caso, la obligación se transforma en la de pagar los daños y perjuicios ocasionados,


aplicándose los principios generales de la responsabilidad civil.

Caso fortuito y culpa son nociones incompatibles.

2.2.5. Caracteres del caso fortuito o fuerza mayor

La imposibilidad debe ser producida por caso fortuito o fuerza mayor.

Esto es, un hecho que no ha podido preverse o que, previsto, no ha podido evitarse.

Para que un hecho constituya caso fortuito o fuerza mayor debe reunir ciertos requisitos:

ser imprevisible, inevitable, actual y ajeno al deudor.

Para mayores precisiones, cabe remitirse al comentario al art. 1730 CCyC y cons.

De todos modos, cabe señalar que el deudor responde en caso de que se hubiese hecho
cargo a través de una asunción convencional del caso fortuito o fuerza mayor o por estar
en mora en el cumplimiento de la obligación.

2.3. Imposibilidad definitiva

La imposibilidad es definitiva cuando la prestación ya no es susceptible de ser cumplida


ulteriormente.

Se trata de una situación irreversible.

Imposibilidad temporaria:

ARTÍCULO 956.- Imposibilidad temporaria.

La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y temporaria de la prestación tiene efecto


extintivo cuando el plazo es esencial, o cuando su duración frustra el interés del acreedor
de modo irreversible.

623
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La imposibilidad es temporaria cuando la prestación es aún posible de ser realizada con


posterioridad e idónea para satisfacer el interés del acreedor.

Esto significa que el impedimento habrá de desaparecer en el futuro.

Por lo tanto, la imposibilidad transitoria no alcanza para liberar al deudor y extinguir la


obligación.

Ello dicho sin perjuicio de que pueda eximirse de los daños moratorios que experimente el
acreedor a causa del retardo.

En virtud de que la obligación sigue vigente, una vez removido el obstáculo, persiste el
deber del deudor de cumplimentar con su prestación.

Sin embargo, hay ciertos supuestos en los que se considera que tal imposibilidad tiene
efecto extintivo: la frustración irreversible del interés del acreedor y el plazo esencial.

2.4.1. Frustración irreversible del interés del acreedor

El primer interrogante que se plantea al analizar el caso de una imposibilidad temporaria


es si existe un límite a la espera del acreedor.

No parece sensato (e, incluso, podría ser abusivo) mantener al acreedor de modo
indefinido aguardando a que cese la imposibilidad y se efectivice el cumplimiento.

En muchas ocasiones, la ejecución tardía puede resultar inútil o carecer de suficiente


interés para el sujeto activo.

Un ejemplo dado por la doctrina es la imposibilidad transitoria que tiene un deudor de


transportar determinada mercadería a raíz de un conflicto bélico.

Si bien es una cuestión temporaria, no parece adecuado someter al acreedor a una espera
que puede ser sumamente prolongada.

624
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Por lo tanto, en estos supuestos se reconoce al acreedor la facultad de asimilar la


imposibilidad temporaria con una imposibilidad definitiva y, por ende, disolver el vínculo
obligacional.

Este criterio es una consecuencia lógica del principio de buena fe (art. 961 CCyC) y del
ejercicio regular de los derechos.

En todos los supuestos en los que se produzca una frustración irreversible del interés del
acreedor, se producirá la extinción de la obligación.

Esto es, todas las hipótesis en las que pueda inferirse razonablemente que el cumplimiento
en tiempo oportuno resulta esencial con el fin perseguido por el acreedor.

2.4.2. Plazo esencial

Las obligaciones de plazo esencial son aquellas en las que el cumplimiento tardío carece
de todo valor.

La falta de observancia del plazo provoca lisa y llanamente el incumplimiento definitivo.

Por ejemplo, la imposibilidad transitoria de la empresa de catering que no puede concurrir


en tiempo y forma al casamiento al que se había comprometido.

El cumplimiento ulterior de tal prestación resulta absolutamente irrelevante.

Tal como puede percibirse, esta excepción es tan solo un ejemplo más de la frustración
irreversible del interés del acreedor.

2.5. Efectos

La imposibilidad sobrevenida (sea definitiva o temporaria en los casos previstos), no


imputable al deudor, provocará la extinción de la obligación con todos sus accesorios (art.
857 CCyC y concs.).

Una vez disuelto el vínculo, se producirá la liberación del deudor.

625
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En cambio, si la imposibilidad sobreviene debido a causas imputables al deudor, la


obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los
daños causados.

En caso de que la imposibilidad se produjese en el marco de una relación bilateral, la


extinción también se produce sobre la causa que le dio origen.

Entonces, en la medida que opera como una resolución contractual, el deudor deberá
restituir lo que hubiese recibido como contraprestación con motivo de la obligación
extinguida.

Por ejemplo, supóngase un contrato de compraventa de un automóvil entre Juan y Pedro,


en el que Juan abonó el precio y Pedro no puede hacer la entrega respectiva ya que, por
una causa no imputable, el rodado se destruyó.

En ese caso, si bien se extingue la obligación de Pedro motivada por la imposibilidad de


cumplimiento, la resolución del contrato conlleva a que deba devolver el precio recibido a
cambio.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

VII) PRESCRIPCIÓN. CONCEPTO. METODOLOGÍA. CLASES. ELEMENTOS. FUNDAMENTOS.


ÁMBITO DE APLICACIÓN. CARÁCTER IMPERATIVO. SUJETOS. RENUNCIA. INVOCACIÓN DE
LA PRESCRIPCIÓN. MODIFICACIÓN DE LOS PLAZOS POR LEY POSTERIOR. PASO
ESPONTANEO.

SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN: EFECTOS. ALCANCE SUBJETIVO. SUSPENSIÓN POR


INTERPELACIÓN FEHACIENTE. SUSPENSIÓN POR PEDIDO DE MEDIACIÓN. CASOS
ESPECIALES.

626
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN: EFECTOS. INTERRUPCIÓN POR RECONOCIMIENTO.


INTERRUPCIÓN POR PETICIÓN JUDICIAL. DURACIÓN DE LOS EFECTOS. INTERRUPCIÓN
POR SOLICITUD DE ARBITRAJE. ALCANCE SUBJETIVO. DISPENSA DE LA PRESCRIPCIÓN:
REQUISITOS.

DISPOSICIONES PROCESALES RELATIVAS A LA PRESCRIPCIÓN: VÍAS PROCESALES.


FACULTADES JUDICIALES. OPORTUNIDAD PROCESAL PARA OPONERLA.

PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA. A) COMIENZO DEL CÓMPUTO: REGLA GENERAL. RENDICIÓN


DE CUENTAS. PRESTACIONES PERIÓDICAS. PRESTACIONES A INTERMEDIARIOS.
HONORARIOS POR SERVICIOS PRESTADOS EN PROCEDIMIENTOS. CRÉDITOS SUJETOS A
PLAZO INDETERMINADOS. B) PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN: PLAZO GENÉRICO. PLAZOS
ESPECIALES. PLAZO DE PRESCRIPCIÓN DE DOS AÑOS. COMPUTO DE LOS PLAZOS DE DOS
AÑOS. PLAZO DE PRESCRIPCIÓN DE UN AÑO. PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD:
COMPARACIÓN.

Prescripción. Concepto:

La prescripción es la extinción de un derecho o, para hablar con mayor precisión, la


extinción de las acciones diversas de un derecho, por el abandono de su titular durante el
termino fijado por la ley.

Metodología:

El código trata la prescripción en el título I del libro sexto dedicado a las disposiciones
comunes a los derechos personales y reales. Ese título está dividido a su vez, en cuatro
capítulos dedicados respectivamente a las disposiciones comunes a la prescripción
liberatoria y adquisitiva, a la prescripción liberatoria, a la prescripción adquisitiva, y a la
caducidad de los derechos.

En nuestros planes de estudio ha sido tradicional tratar la prescripción liberatoria en el


curso de Obligaciones. Es un método muy discutible, pues éste no es un hecho extintivo de
la obligación en sí misma, sino de las acciones derivadas de ella; y, por otra parte, no se

627
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

aplica solamente a las obligaciones, sino también a otros derechos. Debió, pues, ser
tratado en la Parte General, como lo hacen los códigos alemán y suizo.

Clases:

Hay dos clases de prescripción:

a) la adquisitiva, llamada con mayor propiedad usucapión, consiste en la adquisición


de un derecho por haberlo poseído durante el termino fijado por la ley. Así, la
propiedad de un inmueble se adquiere por su posesión durante diez años de
buena fe y con justo título, o por su posesión durante veinte años si no hay justos
título o buena fe, es decir, para los poseedores de mala fe.
b) La liberatoria, o prescripción propiamente dicha, que consiste en la pérdida de un
derecho por el abandono.

Elementos:

Los elementos que la prescripción requiere son dos:

a) La inacción del titular.


b) El trasunto del tiempo.

Fundamentos:

La prescripción liberatoria desempeña un papel de primer orden en el mantenimiento de la


seguridad jurídica. El abandono prolongado de los derechos crea la incertidumbre, la
inestabilidad, la falta de certeza en las relaciones entre los hombres. El trasunto del tiempo
hace perder muchas veces la prueba de las excepciones que podría hacer valer el deudor.
La prescripción tiene, pues, una manifiesta utilidad: obliga a los titulares de los derechos a
no ser negligentes en su ejercicio y pone claridad y precisión en las relaciones jurídicas. En
interés del orden público y de la paz social conviene liquidar el pasado y evitar litigios
sobre contratos o hechos cuyos títulos se han perdido y cuyo recuerdo se ha borrado.

628
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

No debe creerse, por lo tanto, que la institución se inspira en el propósito de proteger al


deudor contra su acreedor; su fundamento es, como se ha indicado, de orden social.
Insistimos, apuntara a la seguridad y a la paz en las relaciones jurídicas, procurándose
poner límite en el tiempo a la litigiosidad.

Este fundamento en el orden público explica, además, que los contratantes no puedan
renunciar por anticipado a los plazos de prescripción ni extenderlos más allá de lo que
diga la ley (art.2533); porque juega aquí más un interés público que individual. Todo
acortamiento o prolongación de plazos afecta el equilibrio del sistema y debe ser
repudiado. Y debe destacarse que la hipótesis de abreviación de los plazos resulta
particularmente peligrosa en los contratos de adhesión, en los que una de las partes
impone todas las condiciones del contrato, que la otra debe aceptar o rechazar en bloque;
de ahí puede derivar una abreviación abusiva de prescripción. Sin embargo, debemos
destacar que no ocurre los mismo en materia de caducidad.

Estos mismos fundamentos son los que se dieron para sostener la idea de que la
prescripción es una materia atinente a los códigos de fondo o, con otras palabras, una
cuestión delegada por la provincia al gobierno federal, cuya regulación es atribución del
Congreso de la Nación.

A nuestro juicio, la norma deber ser interpretada en el sentido de que las provincias
pueden fijar plazos de prescripción para la percepción de los impuestos, pero tales plazos
jamás pueden exceder los establecidos por el CCyC. De esta manera, entendemos, damos
validez a la norma, sin que avance sobre la CN. Por lo demás, es importante destacar que
el art. 2532 sólo deja a las legislaciones provinciales la regulación de los plazos en materia
de tributos; los demás plazos y el resto de las cuestiones atinentes a la prescripción, queda
exclusivamente gobernados por el CCyC.

Ámbito de aplicación:

ARTÍCULO 2532. Ámbito de aplicación.

629
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En ausencia de disposiciones específicas, las normas de este Capítulo son aplicables a la


prescripción adquisitiva y liberatoria.

Las legislaciones locales podrán regular esta última en cuanto al plazo de tributos.

El CCyC no establece una definición legal general de la prescripción, aunque en el art. 1897
sí lo hace con relación a la prescripción adquisitiva.

Por imperativo de lo establecido en este artículo, cuando existe una ley especial que
contiene pautas para el cómputo de los plazos de prescripción, referidas a la relación
jurídica de la que se trate, en primer término se aplican ellas y las reglas establecidas en
este código operan solo en ausencia de previsión normativa específica.

Lo dispuesto en el tramo final del artículo, en cuanto a que las legislaciones locales pueden
regular en materia de prescripción liberatoria cuando se refiere al plazo de los tributos —
se entiende, referido a lo relativo a los tributos locales— obedece al diseño constitucional
argentino, en el que la materia tributaria local se encuentra comprendida dentro de las
facultades no delegadas por las provincias en el gobierno federal (arts. 75 y 121 CN).

Se trata de una disposición incorporada al Proyecto por la Comisión Bicameral que se


ocupó de su análisis en el Congreso Nacional.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Carácter imperativo:

ARTÍCULO 2533. Carácter imperativo

Las normas relativas a la prescripción no pueden ser modificadas por convención.

630
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Este artículo es claro en su redacción al no permitir la modificación del régimen de


prescripción por vía de acuerdos, cualquiera sea la naturaleza jurídica de quien sea parte
de ellos.

Dado que el artículo no efectúa distinción al respecto, corresponde considerar alcanzados


todos los aspectos de la regulación en la materia, y no solo los atinentes a la extensión o
reducción de los plazos legalmente establecidos.

Todos los aspectos relacionados a los plazos, sus modos de cómputo, causales de
modificación y cuestiones procesales quedan sustraídos del ámbito negocial.

En razón de este enunciado, la materia relativa a la prescripción debe ser considerada


indisponible para las partes, en los términos de los arts. 12, 963 y 964 CCyC, a cuyos
comentarios cabe remitir.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Sujetos:

ARTÍCULO 2534. Sujetos

La prescripción opera a favor y en contra de todas las personas, excepto disposición legal
en contrario

Se han unificado en este art. 2534 CCyC las previsiones contenidas en los arts. 3950 y 3963
CC.

Su primera parte es explícita al señalar como principio general que, salvo excepción legal
expresa, toda persona puede prescribir, sea ella humana o jurídica, pública o privada.

En el segundo párrafo se incorpora la disposición contenida en el art. 3963 CC, por la que
se otorga legitimación para plantear la prescripción no solo al deudor, sino también a sus

631
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

acreedores y a cualquier interesado, aunque el obligado no la invoque o la renuncie


(disposición que se vincula con el principio establecido en el art. 242 CCyC).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Renuncia:

ARTÍCULO 2535. Renuncia

La prescripción ya ganada puede ser renunciada por las personas que pueden otorgar
actos de disposición.

La renuncia a la prescripción por uno de los codeudores o coposeedores no surte efectos


respecto de los demás.

No procede la acción de regreso del codeudor renunciante contra sus codeudores


liberados por la prescripción.

Interpretación

2.1. Renunciabilidad de la prescripción ya ganada

El presente artículo continúa con el principio asentado en el art. 3965 CC, en cuanto a la
posibilidad de renunciar a la prescripción ya ganada; tanto en el caso de quien posee una
cosa, en la prescripción adquisitiva, como en el del deudor que podría invocarla, en el de la
liberatoria.

De tal modo, cualquier cláusula que importe una renuncia anticipada al curso de la
prescripción queda invalidada por referirse a materia indisponible para las partes, según la
pauta establecida en el art. 2533 CCyC.

632
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En cuanto a la capacidad para formular la renuncia con relación al plazo de prescripción ya


transcurrido, se exige la necesaria para otorgar actos de disposición, concepto
técnicamente más amplio que el de capacidad para enajenar, empleado en el código civil.

2.2. Efectos de la renuncia en caso de pluralidad de deudores

El segundo supuesto previsto por este artículo es el de formulación de la renuncia de la


prescripción por alguno de los codeudores, determinando que ella será inoponible a los
demás codeudores, quienes de todos modos podrán plantearla frente a su acreedor.

Dado que la norma no efectúa distinción alguna, corresponde considerarla de aplicación a


todas las obligaciones de sujeto plural.

Finalmente, el artículo establece que si uno de los deudores renuncia al plazo de


prescripción operado en su favor y efectúa el pago de la deuda, no gozará de acción de
regreso contra sus codeudores liberados por la prescripción.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Invocación de la prescripción:

ARTÍCULO 2536. Invocación de la prescripción

La prescripción puede ser invocada en todos los casos, con excepción de los supuestos
previstos por la ley.

El artículo establece una regla clara según la cual, de no existir disposición legal expresa en
contrario que obste a ello, la prescripción puede ser invocada.

Al tiempo de la sanción del código y sin perjuicio de la eventual ampliación de los


supuestos por vía de legislación futura, son imprescriptibles:

633
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

a) la acción de nulidad absoluta (art. 387 CCyC);


b) la acción de inoponibilidad, dejando a salvo el derecho de la otra parte a enervarla
por la prescripción o la caducidad, ya que aquella perdura mientras la parte contra
quien se intente valer la inoponibilidad alegue la prescripción de la acción para
reclamar el cumplimiento de la relación jurídica sustancial en que se asienta el
derecho de quien invoca la inoponibilidad (vgr. art. 2562, inc. f, CCyC);
c) el derecho de reclamar la filiación o de impugnarla (art. 576 CCyC);
d) las acciones de estado de familia, salvo los derechos patrimoniales que surgen de
ellas, que están sujetos a prescripción (art. 712 CCyC);
e) la acción de los comuneros para pedir la partición mientras dure la indivisión (art.
1997 CCyC);
f) la acción para reclamar una servidumbre forzosa (art. 2166 CCyC);
g) las acciones reales (reivindicatoria, confesoria, negatoria y de deslinde) dejando a
salvo el derecho a oponer la prescripción adquisitiva (art. 2247 CCyC);
h) la acción de petición de herencia, dejando a salvo la prescripción adquisitiva del
heredero que ha intervertido el título (art. 2311 CCyC); e
i) la acción de partición de herencia, dejando a salvo la prescripción adquisitiva del
heredero que ha intervertido el título (art. 2368 CCyC).
j) Se agregan a ello distintos supuestos, que la doctrina considera de
imprescriptibilidad:
k) el derecho a demandar alimentos. De acuerdo a la jurisprudencia, solo prescriben
las cuotas adeudadas o alimentos atrasados fijados por sentencia o acuerdo
homologado, en el término que fije la ley (belluscio) y el supuesto previsto en el art.
2564, inc. e, CCyC;
l) la acción para solicitar el divorcio (Kemelmajer);
m) las acciones de cesación del daño, como por ejemplo: el acto abusivo (art. 10
CCyC), el acto discriminatorio, las molestias que exceden la normal tolerancia (art.
1973 CCyC) o la cesación del daño ambiental y la acción para reclamar sus bienes
del ausente con presunción de fallecimiento que reaparece es imprescriptible (art.
92 CCyC) (lópez Herrera); y

634
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

n) la acción de desalojo que tiene el locador de un inmueble contra su inquilino, o el


propietario contra un usurpador o un tenedor precario, salvo que haya prescripción
adquisitiva (lópez Herrera).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Modificación de los plazos por la ley posterior:

ARTÍCULO 2537. Modificación de los plazos por ley posterior

Los plazos de prescripción en curso al momento de entrada en vigencia de una nueva ley
se rigen por la ley anterior.

Sin embargo, si por esa ley se requiere mayor tiempo que el que fijan las nuevas, quedan
cumplidos una vez que transcurra el tiempo designado por las nuevas leyes, contado
desde el día de su vigencia, excepto que el plazo fijado por la ley antigua finalice antes que
el nuevo plazo contado a partir de la vigencia de la nueva ley, en cuyo caso se mantiene el
de la ley anterior.

El artículo establece como regla que los plazos que están corriendo al tiempo de entrar en
vigencia una nueva norma que los modifica, se rigen por la ley que estaba vigente cuando
comenzaron a correr.

Se trata de una solución razonable, pues fue la ley anterior la que generó la expectativa de
que en ese período el titular activo del derecho tendría amparo jurisdiccional para la
defensa de su derecho; el deudor podría ser liberado al cumplimiento del plazo y el
poseedor adquiriría el derecho real.

Se optó, pues, por el sistema que de mejor modo respeta la confianza de todos.

635
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se enuncia, asimismo, una excepción: los plazos que están corriendo se rigen por la nueva
ley si son más breves, pero se computan a partir de la entrada en vigencia de la nueva ley y
se agrega una contraexcepción o excepción a la excepción previa:

los plazos que están corriendo, aún más largos, se rigen por la vieja ley si, aplicando la
nueva, desde su entrada en vigencia, el cómputo final es más extenso que si se hubiese
aplicado la antigua.

De tal modo, es posible establecer que el criterio empleado es que siempre se aplica el
plazo de prescripción que vence primero.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Pago espontaneo:

ARTÍCULO 2538. Pago espontáneo

El pago espontáneo de una obligación prescripta no es repetible.

2. Interpretación

En este artículo se establece la irrepetibilidad de lo pagado en forma espontánea, en razón


de una deuda correspondiente a una obligación prescripta.

Por pago espontáneo debe entenderse el hecho sin que medien vicios que afecten la
voluntariedad del acto.

La norma no formula distinciones con relación al pago hecho por terceros, cuestión a la
que cabe estar a lo regulado en el art. 882 CCyC.

636
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Puede agregarse asimismo ante una obligación prescripta, que el acreedor no está
obligado a recibir el pago por parte del deudor, no quedando tampoco a favor de ella la
posibilidad de consignar judicialmente.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Suspensión de la prescripción. Efectos:

ARTÍCULO 2539. Efectos

La suspensión de la prescripción detiene el cómputo del tiempo por el lapso que dura pero
aprovecha el período transcurrido hasta que ella comenzó.

La norma expone el mecanismo por el que opera la suspensión de la prescripción que


consiste en, dado un plazo de prescripción en curso, detener el cómputo cuando se
verifica alguno de los supuestos a los que este código atribuye efecto suspensivo,
reanudando el cómputo una vez cesada la causa que motivó aquella detención.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Alcances subjetivos:

ARTÍCULO 2540. Alcance subjetivo

La suspensión de la prescripción no se extiende a favor ni en contra de los interesados,


excepto que se trate de obligaciones solidarias o indivisibles.

637
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Según lo establecido en este artículo, en el caso de las obligaciones simplemente


mancomunadas (arts. 825 y 826 CCyC), la prescripción no propagará efectos ni a favor ni
en contra de los interesados.

Por el contrario, de tratarse de obligaciones solidarias (arts. 827 a 849 CCyC) o de objeto
indivisible (arts. 813 a 824 CCyC), sí se producirá dicha propagación; en el primer caso, en
razón de la naturaleza del vínculo; en el segundo, en función de la naturaleza de la
prestación.

En las obligaciones concurrentes, en razón de lo establecido en el art. 851, inc. e, CCyC ni la


interrupción ni la suspensión de la prescripción tienen efectos expansivos o propagatorios,
lo que es lógico dada la diversidad de causa de cada vínculo.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Suspensión por interpelación fehaciente:

ARTÍCULO 2541. Suspensión por interpelación fehaciente

El curso de la prescripción se suspende, por una sola vez, por la interpelación fehaciente
hecha por el titular del derecho contra el deudor o el poseedor.

Esta suspensión sólo tiene efecto durante seis meses o el plazo menor que corresponda a
la prescripción de la acción.

El artículo en comentario resulta aplicable a ambas clases de prescripción.

El efecto suspensivo es independiente de la constitución o no en mora del deudor, pues


puede que este se encontrara ya en ese estado cuando se formula la interpelación.

638
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La interpelación debe ser circunstanciada, con clara indicación de la obligación o vínculo


negocial de la que se trata; ello a fin de evitar equívocos en caso de mantener las partes
más de una relación jurídica.

Debe ser, además, realizada por medio fehaciente; esto es, que permita su verificación
posterior, como ocurre con el caso de las cartas documento o las actas notariales.

El código exige que sea hecha por el titular del derecho contra el deudor o poseedor; por
lo que esta posibilidad de generación de suspensión del plazo no se encuentra, en
principio, establecida a favor de terceros.

La suspensión opera por una única vez por relación jurídica y por un plazo máximo de seis
meses o el menor que corresponda a la prescripción de la acción; que, con lógica
sistémica, debe ser computado desde la recepción de la notificación por el destinatario
(arts. 980, inc. b, y 983 CCyC).

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Suspensión por pedido de mediación:

ARTÍCULO 2542. Suspensión por pedido de mediación

El curso de la prescripción se suspende desde la expedición por medio fehaciente de la


comunicación de la fecha de la audiencia de mediación o desde su celebración, lo que
ocurra primero.

El plazo de prescripción se reanuda a partir de los veinte días contados desde el momento
en que el acta de cierre del procedimiento de mediación se encuentre a disposición de las
partes

639
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El artículo en comentario incorpora al Código la causal de suspensión del plazo de


prescripción por existencia de un proceso de mediación y dispone que ella opera desde la
expedición por medio fehaciente de la comunicación de la fecha de la audiencia de
mediación o desde su celebración, lo que ocurra en primer término.

La suspensión durará todo el tiempo que requiera el desarrollo del procedimiento, pues
puede que las partes celebren varias audiencias en búsqueda de la autocomposición del
conflicto y hasta el término del vigésimo día posterior al momento en el que el acta de
cierre del procedimiento de mediación se encuentre a disposición de las partes.

La norma es de aplicación, tanto a las mediaciones obligatorias, como a las facultativas y a


las desarrolladas con intervención de mediador privado, oficial o de intervención
institucional.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Casos especiales:

ARTÍCULO 2543. Casos especiales

El curso de la prescripción se suspende:

a) entre cónyuges, durante el matrimonio;


b) entre convivientes, durante la unión convivencial;
c) entre las personas incapaces y con capacidad restringida y sus padres, tutores,
curadores o apoyos, durante la responsabilidad parental, la tutela, la curatela o la
medida de apoyo;

640
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d) entre las personas jurídicas y sus administradores o integrantes de sus órganos de


fiscalización, mientras continúan en el ejercicio del cargo;
e) a favor y en contra del heredero con responsabilidad limitada, respecto de los
reclamos que tienen por causa la defensa de derechos sobre bienes del acervo
hereditario.

Más allá de los supuestos generales de suspensión del cómputo del plazo de prescripción
en curso enunciados en los artículos anteriores, se regulan como casos especiales los
siguientes.

Se ha eliminado la suspensión de la prescripción derivada de la constitución como


querellante en el proceso penal de la víctima del delito por el que se acciona, prevista en el
art. 3982 bis CC.

Según lo expresaron los integrantes de la comisión en los “Fundamentos”, ello obedeció a


la independencia de la persecución punitiva estatal de la pretensión privada
indemnizatoria, sumado a la existencia de vías para ejercer esta última, pues es posible
interponer la pretensión resarcitoria en sede penal o hacerlo en sede civil, lo que revela
que no se justifica la paralización del curso del plazo.

2.1. Análisis de incisos

El inc. a dispone que la prescripción se suspende entre cónyuges durante el matrimonio.

A diferencia del régimen anterior, no recoge la aclaración referida a que dicha suspensión
se mantiene durante la separación de bienes y aunque estén divorciados por autoridad
competente, ya que ello queda fuera de contexto en el espíritu que deja trascender la
nueva normativa.

En igual línea, tampoco recepta la suspensión de las acciones contra terceros que pudieran
perjudicar a uno de los cónyuges, como lo hacía el art. 3970 CC.

En el inc. b se dispone que el curso del plazo de prescripción se suspende mientras exista
unión convivencial entre las partes en la relación jurídica de la que se trate.

641
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se incorpora una situación que antes no estaba contemplada, derivada de la incorporación


al código de la regulación de las uniones convivenciales (arts. 509 a 528 CCyC).

De allí que debe repararse en la siguiente cuestión: establecer a partir de qué momento
comienza la suspensión de la prescripción, si es inmediatamente desde que comienza la
unión y se convive en forma efectiva, o desde que la unión tiene efectos jurídicos, es decir
a los dos años de acuerdo a lo establecido en art. 510 de este cuerpo normativo; criterio,
este último, que aparece como el más acertado, si se tiene en cuenta que la unión
convivencial solo producirá efectos a partir del cumplimiento de dicho plazo.

En el inc. c se incorpora en la letra de la norma a los padres y a los apoyos. estos últimos
son los sujetos designados por el juez de acuerdo a lo normado por el art. 43 CCyC para
colaborar en la toma de decisiones de la persona con capacidad restringida.

El inc. d encuentra su justificación en el evidente conflicto de intereses en que se


encuentran las personas mencionadas con relación a la persona jurídica que dirigen o
controlan, pudiendo con ello disponer de la presentación de información en forma
adecuada para la protección de sus intereses u ocultamiento de irregularidades.

Así se recuerda que la ley 19.550 de sociedades comerciales establece la acción judicial
para demandar al administrador o a los miembros del consejo de vigilancia, por los daños
y perjuicios que hubiera causado a la sociedad, distinguiendo entre la acción social que es
concedida a esta o la acción individual que le es concedida a los accionistas y terceros con
la misma finalidad.

Aquí la norma incorpora la causal de suspensión únicamente para la acción social,


estableciendo que el cómputo del plazo de la prescripción corre desde que los
administradores o integrantes de sus órganos de fiscalización cesaron en sus cargos, lo
que resulta coherente con las funciones que desempeñan.

En el inc. e, con relación al heredero beneficiario, se continúan las soluciones previstas en


los arts. 3972 y 3974 CC.

La primera norma establecía que la prescripción no corre contra el heredero que ha


aceptado la herencia con beneficio de inventario, respecto de sus créditos contra la

642
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

sucesión; mientras que la segunda, que el heredero beneficiario no puede invocar a su


favor la prescripción que se hubiese cumplido en perjuicio de la sucesión que administra.

La razón de ello radica en que no sería útil obligar al heredero beneficiario a provocar
dispensas contra la sucesión cuya administración se encuentra a cargo, pues como su
representante, la acción se dirigiría contra el mismo, confundiéndose así la figura del
demandante con el demandado.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Interrupción por la prescripción: efectos

ARTÍCULO 2544. Efectos

El efecto de la interrupción de la prescripción es tener por no sucedido el lapso que la


precede e iniciar un nuevo plazo.

La norma enuncia exactamente el concepto expuesto en la introducción, pues establece


que —a diferencia de la suspensión, en la que el tiempo transcurrido hasta el inicio de ella
puede ser computado y completado a posteriori, una vez cesada la causal que la motivó—,
la interrupción de la prescripción inutiliza el lapso pasado como si no hubiera sucedido;
debiéndose iniciar un nuevo cómputo.

Debe tenerse en cuenta que, cuando el hecho que da lugar a la interrupción no se agota
en uno solo, sino que continúa en el tiempo debido a la actividad de las partes, el plazo de
la prescripción se encuentra interrumpido por todo el lapso en el que perduren sus
efectos.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

643
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Interrupción por reconocimiento:

ARTÍCULO 2545. Interrupción por reconocimiento

El curso de la prescripción se interrumpe por el reconocimiento que el deudor o poseedor


efectúa del derecho de aquel contra quien prescribe.

El reconocimiento como causal solo puede provocarlo el deudor o el poseedor.

Se trata de un acto jurídico unilateral que puede ser expreso o tácito.

Se produce en forma inmediata, agotando sus efectos en el momento mismo de su


realización.

Si bien no está sometido a ninguna condición especial en cuanto a su forma, debe ser
exteriorizado por una manifestación de voluntad ya sea expresa o tácita, tal como lo prevé
el art. 733 CCyC.

Dado su carácter unilateral, no es necesario que dicha manifestación sea aceptada por el
acreedor o beneficiario para que genere efectos.

Se requiere, sí, que el acto de exteriorización sea realizado por persona capaz de disponer
del derecho sobre el cual se realiza el reconocimiento.

Se entiende que, por la forma en que ha sido redactada la norma bajo análisis, ella se
refiere a un deudor o poseedor que se encuentra prescribiendo, con un plazo aún no
cumplido; pues, de lo contrario, se trataría de una renuncia.

Un supuesto de interrupción por reconocimiento tácito se encuentra en el art. 2592, inc. e,


CCyC que prevé que el ejercicio del derecho de retención por el acreedor, tolerado por el
deudor, interrumpe el curso de la prescripción del crédito al que accede.

644
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Interrupción por petición judicial. Duración de los efectos:

ARTÍCULO 2546. Interrupción por petición judicial

El curso de la prescripción se interrumpe por toda petición del titular del derecho ante
autoridad judicial que traduce la intención de no abandonarlo, contra el poseedor, su
representante en la posesión, o el deudor, aunque sea defectuosa, realizada por persona
incapaz, ante tribunal incompetente, o en el plazo de gracia previsto en el ordenamiento
procesal aplicable

ARTÍCULO 2547. Duración de los efectos

Los efectos interruptivos del curso de la prescripción permanecen hasta que deviene firme
la resolución que pone fin a la cuestión, con autoridad de cosa juzgada formal.

La interrupción del curso de la prescripción se tiene por no sucedida si se desiste del


proceso o caduca la instancia.

2.1. Noción de petición judicial

El art. 3986 CC se refería solo a demanda, término que había sido interpretado como
comprensivo de cualquier planteo judicial que pusiera de manifiesto la intención de actuar
el derecho por parte del acreedor.

El art. 2546 CCyC se refiere a toda petición ante autoridad judicial que dé cuenta de la
intención de no abandonar el derecho del que se trate, formulada contra el poseedor, su
representante en la posesión, en los casos de prescripción adquisitiva o ante el deudor, en

645
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

los de prescripción liberatoria y aunque fuera defectuosa, realizada por persona incapaz,
ante tribunal incompetente o en el plazo de gracia previsto por el ordenamiento procesal.

La amplitud del concepto incluye a actos como las medidas preparatorias, medidas
cautelares, pruebas anticipadas, preparación de la vía ejecutiva, pedido de verificación de
créditos, constitución en actor civil, etc.

Quedan pues, comprendidas en la previsión normativa, las presentaciones de demandas


“al solo fin de interrumpir la prescripción”, de práctica habitual en nuestro medio forense.

Lo novedoso de la regulación es que se incluyó a las peticiones judiciales presentadas en el


plazo de gracia previsto en el ordenamiento procesal aplicable.

2.2. Duración de la interrupción en proceso

En que se alcanzó una resolución que pone fin al litigio en razón de lo establecido en el
art. 2547 CCyC, la interrupción del plazo de la prescripción se mantiene hasta que la
resolución que ponga fin a la cuestión se encuentre pasada en autoridad de cosa juzgada
formal; único supuesto en el que la previsión normativa tiene interés; pues, de haber
mediado una decisión con efecto de cosa juzgada material, no habrá en principio
posibilidad para el debate posterior.

2.3. Circunstancias que dejan sin efecto la interrupción

En el segundo párrafo del art. 2547 CCyC se determina la enervación de los efectos de la
interrupción anteriormente operada, en caso de desistimiento del proceso o de
declaración de caducidad de la instancia; supuestos en los que la interrupción se tiene por
no sucedida.

Interrupción por solicitud de arbitraje. Alcance subjetivo:

ARTÍCULO 2548. Interrupción por solicitud de arbitraje

646
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El curso de la prescripción se interrumpe por la solicitud de arbitraje.

Los efectos de esta causal se rigen por lo dispuesto para la interrupción de la prescripción
por petición judicial, en cuanto sea aplicable.

ARTÍCULO 2549. Alcance subjetivo

La interrupción de la prescripción no se extiende a favor ni en contra de los interesados,


excepto que se trate de obligaciones solidarias o indivisibles.

2.4. Interrupción de la prescripción por solicitud de arbitraje

Se establecía en el art. 3988 CC que el compromiso arbitral hecho en escritura pública,


sujetando la cuestión de la posesión o propiedad a juicio de árbitros, interrumpía la
prescripción.

El ccyc regula especialmente el contrato de arbitraje (arts. 1649 a 1665 CCyC) y en el art.
2548 CCyC prevé que el curso de la prescripción se interrumpe por la formulación de una
solicitud de arbitraje, en los casos en los que ella es admisible, según lo determinado en el
art. 1651 CCyC.

Para que opere el sometimiento de una cuestión al mecanismo de resolución de conflictos


del arbitraje, debe existir un acuerdo de arbitraje escrito o haberse enunciado una cláusula
compromisoria (art. 1650 CCyC).

En cuanto al régimen de la interrupción de la prescripción derivada de la formulación de


una solicitud de arbitraje, se rige por lo establecido para la interrupción de la prescripción
por petición judicial, en cuanto le sea aplicable; lo que determina, por ejemplo, que en
caso de desistimiento de la solicitud de arbitraje, la interrupción se tenga por no sucedida.

2.5. Efectos de la interrupción entre los cointeresados

647
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Se establece en el art. 2549 CCyC que la interrupción de la prescripción no se extiende a


favor ni en contra de los interesados en una determinada relación jurídica; salvo que se
trate de obligaciones solidarias o indivisibles, en los que sus efectos se propagan entre los
interesados; en las primeras, en razón de la naturaleza del vínculo; y en las segundas, por la
de la prestación debida.

Al regular la cuestión en materia de solidaridad pasiva, el art. 839 CCyC remite a lo aquí
dispuesto.

En el caso de las obligaciones concurrentes, en razón de lo establecido en el art. 851, inc. e,


CCyC y dada su naturaleza, la interrupción no produce efectos expansivos respecto de los
otros obligados concurrentes.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Dispensa de la prescripción: requisitos:

ARTÍCULO 2550. Requisitos

El juez puede dispensar de la prescripción ya cumplida al titular de la acción, si dificultades


de hecho o maniobras dolosas le obstaculizan temporalmente el ejercicio de la acción, y el
titular hace valer sus derechos dentro de los seis meses siguientes a la cesación de los
obstáculos.

En el caso de personas incapaces sin representantes el plazo de seis meses se computa


desde la cesación de la incapacidad o la aceptación del cargo por el representante.

Esta disposición es aplicable a las sucesiones que permanecen vacantes sin curador, si el
que es designado hace valer los derechos dentro de los seis meses de haber aceptado el
cargo.

648
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Interpretación

El art. 2550 CCyC faculta directamente al juez a dispensar de la prescripción ya cumplida al


titular de la acción en diversos supuestos.

2.1. Dificultades de hecho o maniobras dolosas

El párrafo 1 del artículo en análisis establece que:

“Si dificultades de hecho o maniobras dolosas obstaculizaron temporalmente el ejercicio


de la acción y el titular del derecho lo hace valer dentro de los seis meses siguientes a la
cesación de los obstáculos”.

Las dificultades de hecho pueden estar dadas por todo tipo de situación en la que la
persona se haya visto impedida física o moralmente de plantear su acción; como ocurre en
los casos de persecuciones políticas bajo gobiernos dictatoriales; situaciones de catástrofes
naturales, de guerra o conmoción interna.

En cuanto a los supuestos dolosos, cabe considerar las defraudaciones o estafas, cuando
se presentan de forma tal que el obrar diligente del acreedor no hubiera podido despejar
razonablemente el engaño, o también en los supuestos de privación ilegal de la libertad.

2.2. Supuesto de persona incapaz sin representante

En este caso, también se prevé un plazo de seis meses, los que se computan desde la
cesación de la incapacidad o la aceptación del cargo por el representante.

En caso de duda, debe adoptarse siempre el criterio que resulte más favorable a la tutela
efectiva de los intereses de quien padeció la incapacidad.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Disposiciones procesales relativas a la prescripción: vías procesales

649
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

ARTÍCULO 2551. Vías procesales

La prescripción puede ser articulada por vía de acción o de excepción.

De acuerdo a lo establecido en el art. 2551 CCyC, existen dos vías procesales a los fines de
intentar hacer valer la prescripción:

como acción, por ejemplo, por vía de una acción declarativa; o la de la excepción, como
defensa planteada ante la promoción de una acción.

De ello se infiere que, cuando la prescripción es articulada como excepción, es el deudor


quien deberá oponer la prescripción frente a una demanda promovida por el acreedor.

Facultades judiciales:

ARTÍCULO 2552. Facultades judiciales

El juez no puede declarar de oficio la prescripción.

El art. 2552 CCyC mantiene el principio que ya se encontraba establecido en el art. 3964
CC, por lo que la cuestión de la prescripción debe ser introducida en el proceso judicial por
el interesado en su declaración y, en defecto de ello, no puede ser declarada de oficio por
el juez, aunque sea evidente.

Se diferencia en ello de la caducidad establecida por ley, que sí puede ser declarada de
oficio, según se establece en el art. 2572 CCyC.

Oportunidad procesal para oponerla:

ARTÍCULO 2553. Oportunidad procesal para oponerla

650
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La prescripción debe oponerse dentro del plazo para contestar la demanda en los
procesos de conocimiento, y para oponer excepciones en los procesos de ejecución.

Los terceros interesados que comparecen al juicio vencidos los términos aplicables a las
partes, deben hacerlo en su primera presentación.

En el art. 2553 CCyC se prevé la introducción de la defensa de prescripción en los procesos


de conocimiento o en los procesos ejecutivos, estableciéndose que —en cada uno de
ellos— ella debe oponerse dentro del plazo para la articulación de defensas frente al
planteo inicial, lo que en el proceso de conocimiento corresponde al plazo para contestar
la demanda y en los ejecutivos, en el establecido para oponer excepciones.

De ello se deriva que, no habiendo aún vencido el plazo para hacerlo, cualquier
presentación que se haga al respecto no impedirá la posterior formulación del planteo
dentro de los plazos mencionados.

Se elimina así la conflictiva previsión introducida al art. 3962 CC por la ley 17.711, que
restringió la amplia posibilidad de planteamiento establecida por Vélez Sársfield a la
contestación de la demanda o primera presentación en el juicio que hiciera quien intente
oponerla; lo que determinaba situaciones notoriamente injustas.

El segundo párrafo se encuentra destinado a los terceros interesados quienes, no siendo


parte en un juicio, intervienen en el mismo debido a un interés propio; y donde el dictado
de alguna resolución respecto a ellos, pueda ocasionarle directamente un perjuicio
irreparable.

El código permite que, aun habiendo transcurrido la oportunidad procesal otorgada a las
partes en los procesos de conocimiento o de ejecución para invocar la prescripción, los
terceros interesados puedan introducir su planteo en su primera presentación en la causa;
ello en tanto no se trate de un comparendo extemporáneo, claro está.

651
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Prescripción liberatoria: comienzo del cómputo: regla general

ARTÍCULO 2554. Regla general

El transcurso del plazo de prescripción comienza el día en que la prestación es exigible.

Según lo establecido en este artículo, la regla general en materia de cómputo del plazo de
prescripción determina que este debe calcularse desde que la prestación es exigible;
solución lógica, pues es claro que, si por algún motivo no es posible exigir el cumplimiento
de la prestación, no corresponde iniciar el cómputo de la prescripción en perjuicio del
acreedor.

Se emplea una fórmula idónea por su amplitud para ser aplicada a diversos tipos de
relaciones y situaciones jurídicas.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Rendición de cuentas:

ARTÍCULO 2555. Rendición de cuentas

El transcurso del plazo de prescripción para reclamar la rendición de cuentas comienza el


día que el obligado debe rendirlas o, en su defecto, cuando cesa en la función respectiva.

652
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Para demandar el cobro del resultado líquido de la cuenta, el plazo comienza el día que
hubo conformidad de parte o decisión pasada en autoridad de cosa juzgada

Interpretación

2.1. Oportunidad para la rendición de cuentas

El art. 2555 CCyC dispone que el plazo de prescripción para exigir la rendición de cuentas
comienza el día en que el obligado debe rendirlas o, en su defecto, cuando cesa en la
función en razón de la que recae sobre él dicha obligación.

Puede ocurrir que quien deba rendir cuentas tenga que hacerlo antes de cesar en sus
funciones, por existir estipulación en tal sentido o, si el negocio es de ejecución
continuada, al concluir cada uno de los períodos o al final de cada año calendario (art. 861
CCyC).

En su defecto, la rendición debe ser hecha al concluir el negocio.

Puede ocurrir que el obligado a rendir cuentas cese en sus funciones en un plazo previo al
previsto o estipulado para su rendición, en ese caso, podría interpretarse que el plazo de
prescripción se computa desde que aquél cesó en sus funciones.

2.2. Cómputo del plazo para el cobro del resultado líquido de la cuenta

El artículo dispone que, para demandar el cobro del resultado líquido de la cuenta, el plazo
de prescripción comienza a computarse el día en que hubo conformidad de parte o
decisión pasada en autoridad de cosa juzgada que determine el resultado líquido exigible.

En tal sentido, la aprobación de la rendición de cuentas, dice el art. 862 CCyC, puede ser
aprobada expresa o tácitamente, “... si no es observada en el plazo convenido o dispuesto
por la ley o, en su defecto, en el de treinta días de presentadas en debida forma”.

653
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En síntesis, aquí nos encontramos frente al momento posterior a la rendición de cuentas,


donde realizada ella, lo que importa ahora para sus interesados es el cobro de su
resultado.

Así pues, toda vez que el plazo de prescripción comienza el día en que hubo conformidad
de parte o decisión pasada en autoridad de cosa juzgada para reclamar el cobro del
resultado líquido de la cuenta, no será otro, sino a partir de su aprobación, sea ella expresa
o tácita, o desde la fecha de la sentencia firme.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Prestaciones periódicas:

ARTÍCULO 2556. Prestaciones periódicas

El transcurso del plazo de prescripción para reclamar la contraprestación por servicios o


suministros periódicos comienza a partir de que cada retribución se torna exigible.

La norma establece la forma de computar el plazo de prescripción en el caso de


prestaciones periódicas, determinando que comienza a correr desde que cada retribución
es exigible.

De tal modo, cada contraprestación es considerada como una obligación distinta a los
fines del cómputo del plazo de la prescripción, debe atenerse a los plazos de cumplimiento
pactados o que surjan de disposiciones legales aplicables.

En razón de ello, los pagos efectuados no son parciales, sino independientes uno de otros.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

654
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Prestaciones a intermediarios:

ARTÍCULO 2557. Prestaciones a intermediarios

El transcurso del plazo de prescripción para reclamar la retribución por servicios de


corredores, comisionistas y otros intermediarios se cuenta, si no existe plazo convenido
para el pago, desde que concluye la actividad.

Se trata aquí del supuesto especial para computar el plazo de prescripción respecto del
reclamo de la retribución de aquellas personas que ejercen la actividad de corredores,
comisionistas y otros intermediarios.

La norma establece que, de haber plazo convenido para el pago, el plazo de prescripción
se computará desde el vencimiento de este.

Pero, de no haberlo, comenzará a correr desde la conclusión de la actividad desarrollada.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Honorarios por servicios prestados en procedimientos:

ARTÍCULO 2558. Honorarios por servicios prestados en procedimientos

El transcurso del plazo de prescripción para reclamar honorarios por servicios que han sido
prestados en procedimientos judiciales, arbitrales o de mediación, comienza a correr desde
que vence el plazo fijado en resolución firme que los regula; si no fija plazo, desde que
adquiere firmeza.

655
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Si los honorarios no son regulados, el plazo comienza a correr desde que queda firme la
resolución que pone fin al proceso; si la prestación del servicio profesional concluye antes,
desde que el acreedor tiene conocimiento de esa circunstancia.

El art. 2558 CCyC, a diferencia del art. 4032, inc. 1, CC —que solo preveía el plazo de
prescripción de los honorarios de quienes intervenían en procesos judiciales— contempla
el reclamo de los honorarios por servicios que han sido realizados dentro de los
procedimientos judiciales, arbitrales o de mediación, pero no los derivados de una
sentencia que tuvo por objeto o pretensión principal el reclamo de honorarios
extrajudiciales.

Por lo tanto, abarca las tareas efectuadas por los mediadores, abogados, amigables
componedores, árbitros, abogados, peritos, etc. en cambio, excluye de su ámbito el
desempeño profesional efectuado fuera del procedimiento judicial, arbitral o de
mediación, vale decir, las gestiones, las consultas, etcétera.

La mediación constituye una alternativa no adversarial para el manejo y solución de


conflictos.

El mediador asiste a las partes a fin de que estas puedan alcanzar un acuerdo mutuamente
satisfactorio.

En el ámbito nacional, la ley 26.589 prevé la mediación como etapa previa obligatoria a la
vía judicial.

Tal como enseña Palacio, junto al proceso judicial, que constituye el proceso por
antonomasia, la ley admite la posibilidad de que las partes sometan la decisión de sus
diferencias a uno o más jueces privados, llamados árbitros, o amigables componedores
(art. 1649 y ss.).

La norma prevé dos acciones: una, tendiente a la regulación de los honorarios, para la cual
el plazo de prescripción comienza a correr desde que queda firme la resolución que puso
fin al proceso (sentencia, transacción, conciliación, desistimiento del derecho o del

656
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

proceso, allanamiento y caducidad de la instancia) o, si la labor profesional concluyó antes,


desde que el acreedor ha tomado conocimiento de esa circunstancia.

En la otra, tendiente al cobro de los honorarios regulados, el plazo de prescripción


comienza a correr desde que vence el plazo fijado para su pago en la resolución que los
fija (que generalmente se establece en diez días, de lo contrario rigen los plazos previstos
en las leyes arancelarias locales) y si no tuviera plazo, desde que la resolución quedó firme,
por encontrarse consentida o ejecutoriada.

El cese de las funciones de un profesional antes de que el proceso concluya puede deberse
a diversas causas, así podría ocurrir con la revocación del poder, o la incapacidad o
fallecimiento del mandante o cliente, supuestos en que el plazo se computa desde que tal
decisión es notificada al profesional; así como también, en el caso del fenecimiento de la
relación de quienes hayan intervenido en el procedimiento judicial, arbitral o de
mediación, desde el instante en que finalizó su intervención en aquel.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Créditos sujetos a plazos indeterminado:

ARTÍCULO 2559. Créditos sujetos a plazo indeterminado

Si el crédito está sujeto a plazo indeterminado, se considera exigible a partir de su


determinación.

El plazo de prescripción para deducir la acción para la fijación judicial del plazo se computa
desde la celebración del acto.

Si prescribe esta acción, también prescribe la de cumplimiento.

657
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El cumplimiento del pago de las obligaciones puede ser de exigibilidad inmediata, tácita,
de plazo determinado o indeterminado.

Cuando se trata de obligaciones con plazo indeterminado, requieren la intervención


judicial para su determinación.

Empero, ello no implica que no se pueda cumplir o exigir su cumplimiento, sino que se
encuentra diferido y, en ese supuesto, será el juez, a requerimiento de cualquiera de las
partes, el encargado de fijarlo, mediante el procedimiento más breve que prevea la ley
local (art. 871, inc. d, CCyC).

Son ejemplos de obligaciones de plazo indeterminado: el pago a mejor fortuna (art. 889
CCyC) y la excepción al principio de la mora automática art. 887, inc. b, CCyC).

En el caso de los actos jurídicos sujetos a un cargo (art. 354 CCyC), el art. 355 CCyC
establece que la acción derivada de su cumplimiento prescribe desde que se encuentra
expedita, conforme las modalidades del artículo en comentario.

Para concluir, toda vez que en las obligaciones de plazo indeterminado, sujetas a fijación
judicial a requerimiento de cualquiera de las partes, el pago debe cumplirse y, en su caso,
exigirse en el fijado por aquel.

Es, en consecuencia, a partir de ese momento en que el cómputo del plazo de la


prescripción comienza a correr.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Plazos de prescripción: plazo genérico

ARTÍCULO 2560. Plazo genérico

658
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

El plazo de la prescripción es de cinco años, excepto que esté previsto uno diferente en la
legislación local.

El código sigue la metodología del CC, estableciendo un plazo de prescripción genérico y


regulando casos específicos.

Además, actualiza los plazos, intentando la unificación y la reducción en cuanto ello resulte
conveniente y ajustado al valor seguridad jurídica y a la realidad actual.

En los proyectos anteriores de reforma, también se previó la reducción de los plazos


generales a cinco años (el Proyecto de 1997, art. 3933; el de la Comisión Federal, art. 4023;
y el del Poder Ejecutivo de 1993, art. 3993) y en cuatro años en el Proyecto de 1998 (art.
2501).

Por lo tanto, lo que aquí se establece es un plazo genérico de prescripción de cinco años,
en tanto no se haya preceptuado un término diferente en la legislación local, pudiendo ser
mayor o menor que aquel (por ejemplo, art. 2561, párr. 1, CCyC).

En tal sentido, el art. 2532 CCyC reconoce a las jurisdicciones locales fijar plazos de
prescripción en materia tributaria.

El código ha regulado también la extinción de los derechos reales por el no uso durante un
lapso.

Sobre el particular, establece que el derecho real de usufructo se extingue por el no uso
durante diez años (art. 2152, inc. c, CCyC) como así también el de servidumbre (art. 2182,
inc. b, CCyC), lo cual guarda similitud con los arts. 2924, 2969 y 3059 CC.

Asimismo, en el caso del derecho de superficie, el derecho a construir se extingue por el


no uso durante diez años y el derecho a plantar y forestar, cuando transcurren cinco años
(art. 2124 CCyC); cabe señalar que en este último caso, amplió el plazo de tres años
establecido por el art. 8° de la ley 25.509.

659
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Plazos especiales:

ARTÍCULO 2561. Plazos especiales

El reclamo del resarcimiento de daños por agresiones sexuales infligidas a personas


incapaces prescribe a los diez años.

El cómputo del plazo de prescripción comienza a partir del cese de la incapacidad.

El reclamo de la indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil prescribe a


los tres años.

Las acciones civiles derivadas de delitos de lesa humanidad son imprescriptibles.

2. Interpretación

2.1. Daños por agresiones sexuales infligidas a personas incapaces

Sin lugar a dudas la inclusión del plazo especial de prescripción para este tipo de daños es
un avance importante en nuestra legislación, que tenía como antecedente la ley 26.705
que reformó el art. 63 CP. en la legislación extranjera también se encontraba contemplado,
en particular, el art. 2226 del Código francés, que dispone “en caso de perjuicio causado
por torturas o actos de barbarie, o por violencias o agresiones sexuales cometidas contra
un menor, la acción por responsabilidad civil prescribe a los veinte años”.

Por ello, dada la naturaleza de este reclamo indemnizatorio, el objeto de esta acción goza
de un plazo mayor al prescripto en el art. 2560 CCyC.

660
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

Asimismo, el inicio del cómputo del plazo se establece a partir del cese de la incapacidad
de la víctima, lo cual tiene en consideración la particular situación en la que se encuentran
los menores o incapaces, tanto por su madurez como por el contexto en donde se pueden
producir las situaciones de abuso u otros factores.

2.2. Indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil

Para este supuesto se establece un plazo especial de prescripción de tres años, sea cual
fuere la fuente de la responsabilidad, al haberse unificado los regímenes de
responsabilidad civil contractual y extracontractual.

Comprende todos los daños derivados de la responsabilidad civil, incluidos los reclamos
de consumidores, en este caso dada la modificación introducida por la reforma al art. 50
de la ley 24.240 —que limitó el plazo de prescripción a las sanciones aplicables en ese
específico régimen legal—, en tanto no se afecte el principio general establecido en los
arts. 1094 y 1095.

La norma en análisis no indica desde cuándo se computa el plazo —con anterioridad se lo


establecía a partir de la ocurrencia del hecho generador o dañoso—, por lo que quedará
librado a la interpretación que se realice en cada caso concreto (art. 1717 CCyC).

2.3. Acciones civiles derivadas de delitos de lesa humanidad

La República Argentina ha otorgado jerarquía constitucional (conf. art. 75, inc. 22 CN) a la
Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de
Lesa Humanidad (adoptada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones
Unidas el 26 de noviembre de 1968) mediante la ley 24.584, que establece en su art. 1° que
los crímenes de guerra y los de lesa humanidad son imprescriptibles, cualquiera sea la
fecha en que se hayan cometido.

La convención establece en su art. 4° que los Estados partes se comprometen a adoptar,


con arreglo a sus respectivos procedimientos constitucionales, las medidas legislativas o
de otra índole que fueran necesarias para que la prescripción de la acción penal o de la

661
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

pena, establecida por ley o de otro modo, no se aplique a los crímenes de guerra o de lesa
humanidad y, en caso de que exista, sea abolida.

En tal sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “Priebke, Erich s/ solicitud de


extradición”, resolvió que los delitos contra la humanidad son imprescriptibles, así como
también, tanto los “crímenes contra la humanidad” como los “crímenes de guerra” son
delitos contra el “derecho de gentes” que la comunidad mundial se ha comprometido a
erradicar.

Por ello, en tanto los delitos cometidos contra la humanidad son imprescriptibles, con ese
mismo fundamento se ha establecido la imprescriptibilidad de las acciones civiles
derivadas de aquellos.

2.4. Acciones imprescriptibles

Se remite al lector al comentario del art. 2536 CCyC donde se enumeran las que están
reguladas a lo largo de este Código y los supuestos elaborados por la doctrina.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Plazo de prescripción de dos años:

ARTÍCULO 2562. Plazo de prescripción de dos años

Prescriben a los dos años:

a) el pedido de declaración de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos;


b) el reclamo de derecho común de daños derivados de accidentes y enfermedades
del trabajo;
c) el reclamo de todo lo que se devenga por años o plazos periódicos más cortos,
excepto que se trate del reintegro de un capital en cuotas;

662
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

d) el reclamo de los daños derivados del contrato de transporte de personas o cosas;


e) el pedido de revocación de la donación por ingratitud o del legado por indignidad;
f) el pedido de declaración de inoponibilidad nacido del fraude.

El inc. a refiere que los actos jurídicos son susceptibles de nulidad absoluta (art. 386 CCyC)
o nulidad relativa (art. 388 CCyC), la que solo puede declararse, en este último supuesto, a
instancia de las personas en cuyo beneficio se establece.

Excepcionalmente puede invocarla la otra parte, si es de buena fe y ha experimentado un


perjuicio importante.

Puede sanearse por la confirmación del acto y por la prescripción de la acción, prevista en
el artículo en comentario.

La parte que obró con ausencia de capacidad de ejercicio para el acto no puede alegarla si
obró con dolo.

Ahora bien, como se dijo en el comentario al art. 2561 CCyC, los actos jurídicos
susceptibles de nulidad absoluta son imprescriptibles; en cambio, cuando se trata de
nulidad relativa, el Código prevé un plazo de dos años, computados de conformidad con
las pautas establecidas en el art. 2563 CCyC.

La norma ha reducido notablemente el plazo para la nulidad relativa, dado que en el art.
4023 CC el término era de diez años y, en el caso de la nulidad comercial, de cuatro (art.
847, inc. 3, CCom.).

Además, se han unificado en dos años los plazos para reclamar la ineficacia en supuestos
de nulidad relativa por error, dolo, violencia, simulación, incapacidad (que han mantenido
el plazo establecido en los arts. 4030 y 4031 CC), lesión (el plazo en el Código Civil era de
cinco años, art. 954 CC) y fraude (tenía un plazo de un año en el art. 4033 CC).

El inc. b establece en dos años el plazo de prescripción relativo al reclamo de daños


derivados de accidentes y enfermedades del trabajo, esto es, de todas aquellas acciones
promovidas en el ámbito civil por los trabajadores tendientes al resarcimiento de los
perjuicios sufridos acaecidos en el ámbito laboral, sean fruto de accidentes o de

663
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

enfermedades, unificándolo al plazo establecido en el régimen laboral (art. 258 de la ley


20.744).

El inc. c se hace referencia a todas aquellas prestaciones que deban pagarse por períodos
de años o plazos periódicos más cortos, con exclusión de aquellas obligaciones que
tengan por objeto la devolución de un capital en cuotas.

No se aplica a las obligaciones que contengan un plazo mayor a un año, dado que se trata
de obligaciones periódicas, en las cuales el plazo de prescripción se computa respecto de
cada una de las cuotas de manera individual.

Queda excluido el reintegro de un capital que se efectúa en cuotas, dado que lo que se
intenta evitar, conforme López Herrera, es la ruina del deudor por la acumulación de
prestaciones fluyentes, supuesto que no se da en el caso del reintegro de una suma, que
se divide para posibilitar el pago por parte del deudor.

La norma reduce el plazo que estaba previsto en el art. 4027, inc. 3, CC, y mejora su
redacción, sin incurrir en una enumeración casuística.

También, unifica los plazos en materia comercial, dado que el Código de Comercio fijaba
un plazo decenal para el mutuo, y cuatrienal para los intereses (art. 847 CCom.).

Además, establece un plazo breve para los intereses bancarios o los alquileres, como así
también para los impuestos provinciales (ingresos brutos, impuesto inmobiliario) y
servicios domiciliarios (agua, luz, etc.)

Para el reclamo de los daños derivados del contrato de personas o de cosas (art. 1280
CCyC), el inc. d amplía el plazo de un año que preveía el art. 855 CCom.

Para transportes realizados dentro de la República.

Mantiene el plazo de dos años, que ya existía para transportes dirigidos a cualquier otro
lugar.

Cuando el damnificado es un pasajero consumidor debe tenerse en cuenta que se derogó


el art. 50 de la ley 24.240 (que establecía un plazo de tres años), como así también lo

664
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

dispuesto por los arts. 1094 y 1095 CCyC y la doctrina que emana del plenario dictado por
la Cámara Civil de la Capital Federal en “Sáez González, Julia del C. v. Astrada, Armando V.
y otros” el 12 de marzo de 2012.

El inc. e dispone un plazo de prescripción de dos años respecto al pedido de revocación de


la donación por causa de ingratitud o del legado por indignidad (arts. 1569 y 2281 CCyC).

La norma amplía el anterior plazo anual que surgía del art. 4034 CC, para unificarlo con las
acciones de fraude y simulación.

Se complementa con el art. 2459 CCyC, que fija un plazo de prescripción adquisitiva de
diez años a favor del donatario y el subadquirente que han poseído la cosa donada
durante diez años computados desde la adquisición de la posesión (art. 1901 CCyC).

Finalmente, el inc. f se refiere al pedido de declaración de inoponibilidad nacido del fraude,


previsto en el art. 338 CCyC.

Asimismo, el art. 397 CCyC establece que la inoponibilidad puede hacerse valer en
cualquier momento, sin perjuicio del derecho de la otra parte a oponer la prescripción o la
caducidad.

La norma elevó el plazo de un año que preveía el art. 4033 CC, unificándolo con el de la
acción de simulación, lo cual resulta coherente teniendo en cuenta que es usual que ambas
acciones se planteen en forma conjunta.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Cómputo del plazo de dos años:

ARTÍCULO 2563. Cómputo del plazo de dos años

665
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

En la acción de declaración de nulidad relativa, de revisión y de inoponibilidad de actos


jurídicos, el plazo se cuenta:

a) si se trata de vicios de la voluntad, desde que cesó la violencia o desde que el error
o el dolo se conocieron o pudieron ser conocidos;
b) en la simulación entre partes, desde que, requerida una de ellas, se negó a dejar sin
efecto el acto simulado;
c) en la simulación ejercida por tercero, desde que conoció o pudo conocer el vicio
del acto jurídico;
d) en la nulidad por incapacidad, desde que ésta cesó;
e) en la lesión, desde la fecha en que la obligación a cargo del lesionado debía ser
cumplida;
f) en la acción de fraude, desde que se conoció o pudo conocer el vicio del acto;
g) en la revisión de actos jurídicos, desde que se conoció o pudo conocer la causa de
revisión.

El inc. a dispone que el cómputo del plazo de prescripción de dos años comenzará a correr
desde que ha cesado la violencia o desde que el error o el dolo se conocieron o pudieron
ser conocidos.

La norma agregó al art. 4030 CC que el plazo comience a correr cuando el vicio haya
podido ser conocido.

Las disposiciones atinentes a la violencia como vicio de la voluntad del acto jurídico se
encuentran contenidas en el art. 276 CCyC y ss.

El art. 265 CCyC refiere que el error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la nulidad
del acto y el art. 271 CCyC, al dolo.

En el caso del inc. b, el plazo comienza a correr desde que, requerida una de ellas, se negó
a dejar sin efecto el acto simulado (art. 335 CCyC).

A diferencia del art. 4030 CC, que determinaba que aquel comenzaba a correr cuando el
aparente titular del derecho hubiere intentado desconocer la simulación, la actual

666
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

redacción es más clara, dado que establece la necesidad de requerimiento previo para
establecer cuándo se ha desconocido la simulación.

En el supuesto del inc. c, el plazo empieza a correr desde que el tercero conoció o pudo
conocer el vicio del acto jurídico (art. 336 CCyC).

Es importante destacar que aquel comienza a correr, no desde que el tercero conoció o
pudo conocer el acto jurídico realizado, sino desde que conoció o pudo conocer que el
acto era simulado.

La norma establece, en el inc. d, que el plazo comienza desde que cesó la incapacidad
(arts. 44 y 45 CCyC).

En el inc. e, el plazo comienza a correr desde la fecha en que la obligación a cargo del
lesionado debía ser cumplida (art. 332 CCyC), a diferencia de lo que disponía el art. 954 CC,
que la hacía correr desde que se otorgó el acto.

El plazo de prescripción de dos años para la acción de fraude, en el inc. f, se computa


desde que se conoció o pudo conocer el vicio del negocio por quien intenta la acción.

Por último, para el supuesto contemplado respecto de la acción de revisión de actos


jurídicos (inc. g), el plazo de prescripción comienza a correr desde que se conoció o pudo
conocerse la causa de revisión.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Plazo de prescripción de un año:

ARTÍCULO 2564. Plazo de prescripción de un año

Prescriben al año:

a) el reclamo por vicios redhibitorios;

667
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

b) las acciones posesorias;


c) el reclamo contra el constructor por responsabilidad por ruina total o parcial, sea por
vicio de construcción, del suelo o de mala calidad de los materiales, siempre que se
trate de obras destinadas a larga duración.
a) El plazo se cuenta desde que se produjo la ruina;
d) los reclamos procedentes de cualquier documento endosable o al portador, cuyo
plazo comienza a correr desde el día del vencimiento de la obligación;
e) los reclamos a los otros obligados por repetición de lo pagado en concepto de
alimentos;
f) la acción autónoma de revisión de la cosa juzgada.

2. Interpretación

2.1. Vicios redhibitorios

La norma amplía el plazo de tres y seis meses previsto en el CC (art. 4041) y el Código de
Comercio (art. 473).

En cuanto al régimen del consumidor, hay que tener presente que se modificó el art. 50 de
la ley 24.240 y lo dispuesto en los arts. 1094 y 1095.

En cuanto a la regulación de los vicios redhibitorios, corresponde remitirse a lo dispuesto


en los arts. 1051 y 1052 CCyC y ss., y en especial lo normado en el art. 1054 CCyC en
cuanto al inicio del cómputo del plazo de ejercicio de la acción de responsabilidad por
vicios ocultos.

2.2. Acciones posesorias

Las acciones posesorias son aquellas tendientes a recuperar la posesión del bien o a
proteger la posesión del que la tiene (arts. 2238 y 2242 CCyC).

La norma mantiene el plazo que contenía el art. 4038 CC, pero eliminó las prescripciones
semestrales de los arts. 4039 y 4040 de ese mismo cuerpo legal.

2.3. Responsabilidad por ruina total o parcial

668
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La norma establece que el cómputo del plazo anual de prescripción por responsabilidad
contra el constructor de la obra por ruina total o parcial (sea por vicio de construcción, del
suelo o de mala calidad de los materiales, siempre que se trate de obras destinadas a larga
duración) se compute una vez producida la ruina (arts. 1251, 1273 y 1274 CCycC

Asimismo, el daño debe producirse dentro de los diez años de aceptada la obra (art. 1275
CCyC), plazo de caducidad.

Es decir, durante diez años hay un plazo de garantía y, si la ruina se produce dentro de ese
plazo, la demanda debe interponerse dentro del término de un año.

Eel artículo en análisis sigue al art. 1646 CC.

2.4. Reclamos de documento endosable o al portador

Un documento es endosable cuando es susceptible de ser transmisible vía endoso y es al


portador, cuando no figura el nombre del beneficiario y se transmite mediante su mera
entrega o simple tradición de aquel.

El art. 848, inc. 2, CCom. establecía un plazo de tres años.

El término comienza a correr desde el día del vencimiento de la obligación.

El art. 1821, inc. f, CCyC se refiere a la oposición de la prescripción por parte del deudor
ante el reclamo del portador del título valor.

La norma se refiere a títulos de crédito que carezcan de una regulación especial, dado que
existen regímenes especiales que fijan otras reglas:

el inicio del plazo anual en materia de cheques comienza desde la expiración del plazo
para su presentación (art. 61 de la ley 24.452) y la acción cambiaria derivada de la letra de
cambio y pagaré contra el aceptante o librador tiene un plazo de prescripción de tres años
(art. 96 del decreto ley 5965/1963).

2.5. Reclamos por repetición en concepto de alimentos

669
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

La norma se refiere a los reclamos a otros obligados por repetición de lo pagado en


concepto de alimentos, la que será por el total si existen cobligados de grado más próximo
(art. 549 CCyC) o proporcionalmente, si son del mismo grado (art. 546 CCyC).

También contempla la acción de reembolso prevista en el art. 669, párr. 2, CCyC.

2.6. Revisión de la cosa juzgada

La acción de revisión de la cosa juzgada no está legislada y se consagró en la doctrina y


jurisprudencia a partir del fallo de la CSJN dictado en autos “Campbell Davidson c/ Pcia. de
Buenos Aires”.

La norma establece un plazo anual para el ejercicio de la acción revisora de la cosa juzgada
emanada de otro proceso en el cual se advierte la existencia de defectos sustanciales en
los actos procesales que afectan el debido proceso legal.

Cabe señalar que la doctrina aplicaba para estos casos, dada la ausencia de regulación, el
plazo general decenal previsto en el CC.

El plazo establecido en este inciso resulta de aplicación a la revisión de laudos arbitrales


previsto en el art. 1656 CCyC.

* Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián


Picasso ; Marisa Herrera - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, Sistema
Argentino de Información Jurídica, 2015.

Prescripción y caducidad: comparación:

La prescripción extingue la acción y no el derecho, como ocurre en la caducidad. Quien


sufrió la caducidad de su derecho ya no lo posee, pues se acabó, en cambio quien posee
un derecho prescripto, lo sigue poseyendo, aunque no puede reclamar su cumplimiento
por vía judicial, a través de una acción. Sin embargo, es titular de un derecho creditorio

670
Resumen Obligaciones Civiles y Comerciales
Ballhorst Eichenberger

natural, que significa que el derecho existe, y que si el deudor paga, puede retener el
acreedor lo pagado.

Una diferencia sustancial entre prescripción extintiva y caducidad es que la prescripción es


lo normal y corriente en cualquier derecho, pues casi todos son susceptibles de prescribir
en sus acciones, cuyos plazos están solo fijados por ley y no por voluntad de las partes; en
cambio la caducidad afecta a muy pocos derechos determinados legal o
convencionalmente.

Según la corte suprema, las diferencias son 3:

A) La prescripción descansa no sólo sobre la necesidad de poner término a la


incertidumbre de los derechos, sino sobre una presunción de abandono por
parte del titular, al paso que la caducidad se funda exclusivamente en la
necesidad de dar seguridad al tráfico jurídico, y opera por el mero
transcurso del tiempo.
B) La prescripción es estimable sólo a instancia de parte, mientras que la
caducidad puede ser también apreciada de oficio por el tribunal. Esto
significa, que la prescripción ha de ser alegada por la parte que pretende se
estime, mientras que la caducidad puede ser estimada por el propio Juez (si
bien es conveniente igualmente que sea denunciada).
C) La prescripción es susceptible de interrupción por acto del que por ella
pueda resultar perjudicado, y por el contrario la caducidad no admite, en
ningún caso, la interrupción del tiempo, cuyo simple transcurso la origina.

671

Potrebbero piacerti anche