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Ah puch

En la mitología maya es el Dios y rey de Xibalbá, el inframundo.


Descrito como un esqueleto o cadáver con un rostro de jaguar (o
búho) adornado con campanas;
Corresponde al cuarto lugar, por el orden de su representación, al dios
de la muerte, que aparece 88 veces en los tres manuscritos. Tiene por
cabeza una calavera, muestra las costillas desnudas y proyecciones
de la columna vertebral; si su cuerpo está cubierto de carne, ésta se
ve hinchada y cubierta de círculos negros que sugieren la
descomposición.
Accesorios imprescindibles del vestido del Dios de la muerte son sus
ornamentos en forma de cascabeles. Éstos aparecen algunas veces
atados a sus cabellos o a fajas que le ciñen los antebrazos y piernas,
pero más a menudo están prendidos de un collar en forma de golilla.
Estos cascabeles de todos tamaños, hechos decobre y a veces de
oro, se encontraron en considerables cantidades durante el dragado
del Pozo de los sacrificios de Chichén Itzá, se supone que en el lugar
donde habían sido arrojados con las víctimas inmoladas.
Ah Puch, la antítesis de Itzamná, tiene como él dos jeroglíficos de su
nombre, y es, después de éste, la única deidad que se distingue de
esta manera. El primero representa la cabeza de un cadáver con los
ojos cerrados por la muerte, el segundo la cabeza del dios mismo, con
la nariz truncada, mandíbulas descarnadas y como prefijo un cuchillo
de pedernal para los sacrificios. Un signo que se encuentra asociado
frecuentemente al dios de la muerte es algo parecido a nuestro signo
de tanto por ciento %. El dios de la muerte era la deidad patrona del
día Cimí, que significa "muerte" en maya.
En el caso de Ah Puch, estamos frente a una deidad de primera clase,
como lo prueba la frecuencia de sus representaciones en los códices.
Como jefe de los demonios, Hunhau reinaba sobre el más bajo de los
nueve mundos subterráneos de los mayas, y todavía hoy creen los
mayas modernos que bajo la figura de Yum Cimil, el Señor de la
Muerte, merodea en torno a las habitaciones de los enfermos en
acecho de su presa.
Ah Puch es una deidad malévola. Su figura está asociada
frecuentemente con el dios de la guerra y de los sacrificios humanos, y
sus constantes compañeros son el perro, el ave Moán y la lechuza,
considerados como criaturas de mal agüero y de muerte. En
ocasiones se le denomina "Señor del noveno Infierno" o "El destructor
de mundos"
Ek chuah
Era el dios de la guerra.

Se lo representaba con el labio inferior grueso y colgando. Se lo pintaba de


color negro.

Como dios de la guerra, tenía atributos malévolos. Se lo representaba con una


lanza. A veces en combate y otra vez vencido por otro dios.

Pero este dios tenía también otro aspecto, ya que se lo consideraba también
dios de los Mercaderes ambulantes. En este caso era un dios benévolo. Se lo
representaba con un atado de mercadería sobre sus espaldas.

Ek Chuah, era también patrono del Cacao. Los que cultivaban este fruto le
celebraban una ceremonia especial en su honor para ganarse sus favores.ç
Ixchel
En la mitología maya Ixchel era diosa del amor, de la gestación, de los
trabajos textiles, de la luna y la medicina. En algunas ocasiones se le
representaba acompañada de un conejo. Una de sus advocaciones
era considerada maléfica, y se le representó en los códices, como una
mujer vieja, vaciando lo
Las leyendas mitológicas
cuentan que un dios
todopoderoso
llamado Itzamná creó al
mundo y se casó con la
diosa de la Luna llamada
Ixchel procreando a los
dioses Yum Kaax (dios del
maíz), Ek Chuah y a los
dioses de los sacrificios y
de las estrellas; sus hijas
fueron las diosas de las
aguas, de la noche y del
paraíso. A la diosa Ixchel
se le atibuyen los
fenómenos relacionados con la Luna, la preñez, el tejido y las
inundaciones.
Se le representaba como una anciana vaciando un cántaro lleno de
agua sobre la tierra o también como a una anciana tejiendo en un telar
de cintura.
Su templo se localiza en la isla Cuzamil (Cozumel) de la provincia
de Ecab. Del puerto de Pole (hoy Xcaret) partían las canoas de
peregrinos hacia el templo en Cuzamil para solicitar el oráculo de esta
diosa; en esta peregrinación acudían también las mujeres jóvenes
para pedir en sus embarazos procrear hijos que sus esposos querían.
Kukulcán
Kukulcán es un importante dios en la mitología maya, también conocido
como Gucumatz Es
referido con este último
nombre en el Popol
Vuh como un dios
creador del universo
junto a Tepew.

los mayas decían que


Kukulcán existió como
una persona que llegó
del poniente, antes,
después, o al mismo
tiempo de que los
itzáes llegaran a
Chichén Itzá. En su
partida, se detuvo en Champotón, donde también se erigió un templo en su honor,
junto al mar, para posteriormente seguir su camino hacia el altiplano de México.

Tiene la nariz larga y truncada, como la de un tapir, y en él se encuentran todos y


cada uno de los signos de un dios de los elementos. Camina sobre el agua,
maneja antorchas ardientes y se sienta en el árbol cruciforme de los cuatro vientos
que con tanta frecuencia aparece en los mitos americanos. Evidentemente es un
dios del cultivo y héroe, puesto que se le ve plantando maíz, llevando
herramientas y continuando un viaje, hecho que establece su conexión solar.
QUETZACOATL
Quetzalcóatl es una deidad de las
culturas de mesoamérica, en especial
de la chichimeca.
Hace mas de 2000 años ya se le
rendía culto en la zona tolteca. Se le
adoraría en toda Mesoamérica.
Quetzalcóatl, dios único, dual y
multiple, su doble era Xolotl, el malo y
entonces estaba ligado a Venus ,
estrella de la tarde y al mundo de los
muertos. Aveces se le identificaba con
Tlaloc, dios de la lluvia y con Ehecatl,
dios de el viento.
Quetzalcóatl, el creador de las cinco
edades cosmicas, de los hombres,
dador de vida a costa de su sangre, del
maíz, el que junto con Tlaloc arrebato a
loas hormigas para que los hombres se
alimentaran.
Según la leyenda cayo en la trampa de los magos y peco, salió de Tollan, y fue
hacia " el lugar de la quema ", vaticino su regreso y se incinero.
Quetzalcóatl es el nombre que dieron los pueblos de habla náhuatl al Ser
Supremo. Se compone de dos raíces: Cóatl, “serpiente”, y Quetzal, “plumas".
Para la cultura de los aztecas era hermano de Tezcatlipoca, en cambio para la
de los toltecas eran rivales
La combinación Quetzal-Cóatl contiene los siguientes significados, todos
relativos a las funciones de Quetzalcoatl en la teología tolteca: “serpiente con
plumas”, “doble precioso”, “ave de las edades”, “gema de los ciclos”, “ombligo o
centro precioso”, “serpiente acuática fecundadora”, “el de las barbas de
serpiente”, “el precioso aconsejador”, “divina dualidad”, “femenino y masculino”,
“pecado y perfección", “movimiento y quietud”. Era también importante para la
civilización teotihuacana.
Tepoztécatl
En la mitología azteca, Tepoztécatl era el dios del pulque, de la embriaguez y la
fertilidad. La deidad era también conocido por su nombre calendárico, Ometochtli.
Es un consorte de Mayahuel.
Según la mitología azteca, Tepoztécatl fue uno de los Totchtli Centzon, los
cuatrocientos hijos de Mayahuel, la diosa de la planta demaguey, y Pantecatl, el
dios que descubrió el proceso de fermentación. Como una deidad del pulque,
Tepoztécatl se asoció con cultos de la fertilidad y Tláloc. tepoztécatl también se
asoció con el viento, por lo tanto, se derivan de un nombre alternativo de
Ehecacone, el hijo del viento.

Tepoztécatl aparece en el Códice Mendoza llevaba un hacha de cobre.


Tezcatlipoca
en la cultura nahua, es el señor del cielo y de
la tierra, fuente de vida, tutela y amparo del
hombre, origen del poder y la felicidad, dueño
de las batallas, omnipresente, fuerte e
invisible. Entre los nahuas, Quetzalcóatl y
Tezcatlipoca son dualidad y antagonía.

La condición de espejo resume a


Tezcatlipoca, los contrastes y dualismos
presiden todas sus funciones, Tezcatlipoca
también es representado con una franja
negra en el rostro y en una pierna muestra un
hueso expuesto donde debería estar el pie,
como un jaguar, el que va al corazón de la
montaña (Tepeyolohtli), fuerza interna de la
Madre Tierra, el sol nocturno. Su emblema es
un cuchillo de obsidiana, que representa el
viento negro y cortante, como las palabras
que desarmonizan el entorno y la comunicación cuando no se emplean
adecuadamente.

Tezcatlipoca es, señor del lado norte del universo, que se identificaba con el
Mictlán, región del reposo, y se llama Mictlampa, rumbo de los muertos. Se asocia
con el color negro, con la imagen del Técpatl o cuchillo de pedernal, lo preside
Yayauhqui Tezcatlipoca (Oscuro espejo su esplendor). El norte es una región
árida por donde soplan los vientos fríos.

Tezcatlipoca, tenía la habilidad de conocer los pensamientos y los sentimientos,


además de ser omnipresente. Es el guerrero del norte, representa el cielo
nocturno, la luna y las estrellas. Es llamado "noche y viento, el arbitro, el que
piensa y rige por su propia voluntad". Es el dios de la noche y la tentación. Una de
sus características más relevantes es poseer la juventud eterna, por eso era
llamado telpochtli (el siempre joven). Es invisible, virtud por la que se lo creía
omnipresente. Se le atribuye además el nombre yáotl (el enemigo), como la
creación del aire y la música (en una mano porta flechas, en la otra una flauta). Es
el dios que da y quita la riqueza, es el protector de los esclavos.

Tlaloc
Es nombre náhuatl
del Dios de la lluvia y de
la fertilidad en la religión
teotihuacana y náhuatl.
Con otros nombres era
conocido en toda el
área mesoamericana.
Originalmente
representaba al agua
terrestre, en tanto que la
serpiente emplumada
representaba al agua
celeste. Es más conocido
en relación a
la cosmología azteca.
Los aztecas hicieron
sacrificios de niños para
honrarlo, ya que tenían a
Tláloc como el
responsable de las
periodos de sequía y de las lluvias torrenciales. Pensaban también que otros
dioses crearon a Tláloc. Tláloc es originario de la cultura de Teotihuacan, a la
caída de la ciudad, pasó a Tula y de ahí su culto se esparció entre los pueblos
náhuatl. Los teotihuacanos tuvieron contacto con los mayas de ahí que ellos lo
adoptaran o lo identificaran en la forma del dios Chaac. Tláloc vive en el mundo
de las causas naturales.
Sus representaciones en diversos materiales lo muestran con mascara ; en la
cultura Olmeca, en Teotihuacan, es de Tigre - Serpiente y su cabeza esta
integrada con la de Quetzalcóatl, prueba de su alta posición entre las
deidades.
Posteriormente su máscara la formaban dos serpientes
TLAZOTÉOTL
(Devoradora de la Mugre) diosa
mexica de la tierra, el sexo y el
nacimiento en la cultura azteca. Era la
diosa que eliminaba del mundo
el pecado y la diosa más relacionada
con la sexualidad. Relacionada con
la Luna.
Era conocida como "la comedora de
suciedad" debido a que se creía que
visitaba a la gente que estaba por
morir.
La diosa Tlazoltéotl mostraba las
contradicciones de algunos valores
morales sobre la feminidad en la
sociedad azteca: traía el sufrimiento
con enfermedades venéreas y lo
curaba con la medicina, inspiraba las
desviaciones sexuales pero a la vez
tenía la capacidad de absolverlas, y
todo ello siendo diosa madre de la fertilidad, del parto, patrona de los médicos
y a la vez diosa cruel que traía locura.

TOCI
En el panteón azteca es denominada Teteo Innan, “La madre de los dioses”,
es la diosa del plenilunio, diosa de las inmundicias, del pecado. En el suelo
Tlaxcalteca es La Abuela de los Dioses, de los Temazcales, los Textiles y la
Salud.

Para los aztecas, dominaba el décimo cuarto día del calendario religioso, en
tanto que diosa de la fertilidad se identifica y adopta los rasgos de la diosa
Toci, sobre todo en el transcurso de la fiesta del undécimo mes del año
azteca Ochpaniztli o la gran barredura. Sahagún describe los ritos que hacían
con la víctima selecta y el desollamiento final de ésta para halagar a nuestra
abuela Toci.

Tonatiuh
En la mitología mexica, Tonatiuh era el dios del sol. El pueblo mexica
lo consideró como el líder de el cielo. También fue conocido como el
quinto sol, debido a que los mexicas creían que asumió el control
cuando el cuarto sol fue
expulsado del cielo. De acuerdo
a su cosmología, cada sol era un
dios con su propia era cósmica y
según los mexicas ellos aún se
encontraban en la era de
Tonatiuh.
De acuerdo al mito mexica de la
creación, el dios demandaba
sacrificios humanos como tributo
y si estos se le rehusaban, él se
movería a través del cielo para
ocultarse. Se cree que alrededor
de 20,000 personas eran
sacrificadas cada año a Tonatiuh
y otros dioses, aunque se piensa
que este número era exagerado
por los españoles que pretendían
envilecer el culto mexica. Los mexicas estaban fascinados con el sol y
lo observaban cuidadosamente, y tenían un calendario solar que
estaba en segundo lugar en cuanto a precisión, solamente superado
por el calendario de los mayas. Muchos de los monumentos mexicas
que se mantienen en pie en la actualidad, están alineados con el sol,
en la Piedra del Sol (conocida como calendario azteca) se representó
con un cuchillo de sacrificio como lengua; era dibujado con el disco
solar en la espalda y con el cuerpo y la cara rojos.
El conquistador español Pedro de Alvarado se le atribuyó el nombre
de Tonatiuh por su pelo rubio y ojos celestes.
Se relacionaba altamente con las águilas.
Tzitzimime
En la mitología azteca, los Tzitzimime son demonios celestiales que intentan
continuamente destruir el mundo. Se les considera también estrellas femeninas
que intentar impedir que el sol nazca atacándolo al amanecer y anochecer, pero
sobre todo durante los eclipses.

De ellas se creía que vendrían para vivir tras el fin del mundo, así como que que
colgaban por la noche sobre los cruces de caminos esperando a algún humano.

La más importante es Itzpapálotl. Otra de ellas fue la abuela de Mayáhuel que


participó en el mito de la creación del Maguey

Xochiquetza
Su nombre significa Xochitl, flor y Quetzal, hermosa; 'pájaro florido y
es la joven diosa de la belleza, las flores,
el amor, el placer amoroso, y las artes.Es
una de las dos diosas relacionada con
la fertilidad de la naturaleza y la belleza,
quizás por ello se le representa como hija
o esposa de Centéotl. Xochiquétzal, “flor
preciosa”, nació de los cabellos de la diosa
madre.
En los mitos de creación se menciona que
fue mujer de Piltzintecutli, hijo de la
primera pareja de hombres: Cipactónal y
Oxomoco. Con Piltzintecutli tuvo un hijo,
Cintéotl, dios del maíz, y en otros mitos se
cuenta que también engendraron a
Nanahuatzin, quien se sacrificaría en el fogón divino para convertirse
en el Quinto Sol, y a Xochipilli, dios de las flores y también conocido
como dios del amor. Tuvo varios consortes y amantes. Primero
habitaba en Tamoanchan, “cerro de la serpiente”, uno de los paraísos
situado en el primer cielo, el Tlalocan, el cual se localizaba en la
cumbre del Cerro de la Malinche. Esta morada era una región llena de
deleites y pasatiempos agradables en donde había fuentes, ríos,
florestas y lugares de recreación. En este sitio había un árbol florido, y
el que alcanzaba a coger una de sus flores o era tocado por alguna de
ellas sería dichoso y fiel enamorado. Xochiquétzal era atendida por
otras diosas y estaba acompañada y guardada por mucha gente, de
tal manera que ningún hombre la podía ver. Los que la cuidaban eran
enanos, jorobados, payasos y bufones, que la divertían con música y
bailes, y que también desempeñaban el oficio de embajadores cuando
mandaba mensajes a los dioses que ella cuidaba.
Xolotl
En la mitología mexica y tolteca, Xólotl (el animal, señor de la estrella de la tarde y
del inframundo) era el dios del relámpago, los espíritus y además el ayudaba a los
muertos en su viaje al Mictlán.

Xólotl era también el dios de fuego y de la mala suerte. Era gemelo de


Quetzalcóatl, y la personificación maligna de Venus. Protege al Sol cuando viaja a
través del inframundo durante la noche. También llevo adelante al género humano
y le entregó el fuego de la sabiduría. En el arte, Xólotl fue representado como un
esqueleto, un hombre con cabeza de perro - "xólotl" también puede significar un
animal monstruoso con pies invertidos en náhuatl, la lengua azteca. Era también el
patrón del juego Ulama. Es identificado con Xócotl como el dios azteca del fuego
Huracán
En la mitología maya Huracan o
Hurakan fue el dios del fuego,
viento y de las tormentas.
Es representado como un ser
con cola de serpiente y también
de aspecto reptiloide, porta un
objeto humeante (posiblemente
una antorcha) y una gran
corona. De su nombre proviene
la palabra huracán que designa
al fenómeno meteorológico.
Según la mitología, fue uno de
los dioses que participaron en
la creación del hombre a partir
del maíz. Hurakan había
enviado El Gran Diluvio maya,
un diluvio universal, enviado
para destruir a los primeros
hombres que habían enfurecido
a los dioses. El había vivido en
las nubes sobre la inundada Tierra mientras la repetía empujando el agua
hasta las costas originales.

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