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INTRODUCCIÓN
Les voy a presentar los resultados de una comparación que he realizado entre la
Ramiro II y Vermudo III. Abordaré esta comparativa desde tres puntos de vista: el
materia épica del ciclo de los condes de Castilla: Fernán González y sus sucesores.
Vermudo III nos encontramos con mss. pertenecientes a tres versiones distintas de la
1º.—Una Versión amplificada que puede leerse en la PCG (ed. Menéndez Pidal
1955)1.
1
Creo acertada la designación “un discurso marcado por la causalidad”, es decir, por tratar de explicarlo
todo, que acuña Lacomba 2004 para la Estoria de España y que concuerda muy bien con la finalidad de
la amplificación.
2º.—Una Versión concisa (mss. TGZY y, a veces, ed. Ocampo) que al no
miramiento por las fuentes2. La CVR es una rama en esta sección de la Versión crítica,
junto con la Crónica General Vulgata y las Estorias del fecho de los godos.
deducidos del contexto, que glosan, anticipan o recapitulan la materia tratada. Explica,
por ejemplo, que el conde Lombardo había venido en busca de Fernán González porque
había oído su gran fama (p. 412a21-25). Este tipo de explicaciones son típicas de la PCG y
faltan en la Versión concisa y en CVR3. Otras adiciones definitorias de PCG son las
glosas etimológicas que no tienen reflejo en CVR, como las de los apodos (“ariesta”,
PCG quando+Suj.6 Este caso de anteposición del sujeto de las subordinadas temporales
se da también en las concesivas (p. 479a49) y en las causales. Por otro lado, la
sustitución léxica constituye una elección estilística por parte de los redactores de CVR,
aunque también puede darse por razones pragmáticas cuando no se entiende la palabra o
sistemáticamente por el verbo traer en la CVR (pp. 441b38, 470b28)7. Además, la CVR
González y los Siete Infantes de Lara, posponiéndolas para concentrar los sucesos y no
por la de “omne bueno” (pp. 458b17, 461a4), porque no la va a emplear con regularidad hasta que no la
glosa, v. g., p. 461a17.
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También explica que la muerte pasó por natural, aunque algunos lo “mesurasen”. Ambos comentarios
están ausentes de la CVR: son deducciones de PCG.
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Los lugares correspondientes de la PCG donde tiene lugar dicha inversión son los siguientes: pp. 430a13,
431b35, 432a4, 437b20, 444a39, 449a18, 460b27, 461a3, 461a21, 462a47, 462b23, 464a38, 465b20, 473a25, 477a12,
482b3. También las subordinadas causales son pospuestas generalmente a la principal en la CVR (pp.
425b45, 480a34); o bien, si antecede la causal, la CVR a veces la omite (467a34). Por tanto, se detecta una
tendencia a adoptar un orden sintáctico más rígido en CVR al posponer generalmente las subordinadas
con relación a la PCG. A veces invierte también el orden sintáctico de las coordinadas (p. 410a35). Al
pretender la CVR desmarcarse en el plano sintáctico de la PCG, incurre en ocasiones en hipérbaton:
“pudiesen acoger et defender / o sse esconder pudiesen” (p. 415a22).
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El subjuntivo del verbo tañer se confunde con el del verbo tener: tangas ~ tengas (p. 452b21), de ahí que
la CVR introduzca binomios para aclarar su significado (452b23; otros casos: 453a16, 453b1). El verbo
“yuraronse” (453a10) aparece en CVR como “ayuntaronse”; “tempestad” en PCG (459b26) es sustituido
por “pestilencia” en CVR. La PCG suele referirse (en capítulos provenientes de la Historia arabum
durante el reinado de Alfonso V) a la ciudad de Córdoba con la designación “villa” (PCG) en lugar de
“ciudad”, como la llama habitualmente la CVR.
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En la glosa sobre el “segundo Almanzor”, la PCG confunde al primero con éste, porque dice que aquél
murió del pesar que le causó la última derrota (PCG, p. 429b36-43).
En el capítulo de las supresiones, destacamos que la CVR, frente a la tendencia
general de la historiografía alfonsí a mencionar sus fuentes, omite las alusiones a Lucas
de Tuy (pp. 391a31, 424a41, 443b46, 444b38, 446a52, 449b14, 449b40 452b5, 482b12) y al
arzobispo don Rodrigo (p. 468a15) en la PCG, pero ya en Vermudo III encontramos citas
al unísono del arzobispo (p. 473b26). La reducción de los sintagmas bimembres por parte
de CVR se hace a veces en contra de la mixtura de Toledano (V, 13) y Tudense (IV,
halle en las fuentes. Otro tipo de supresiones respecto de la PCG se justifican mejor
si cotejamos el texto cronístico con las prosificaciones de PCG. Esa abreviación llega al
si efectivamente la CVR fuese una redacción alfonsí, diciendo: “[...] que fue señor de
de Murçia, de Jahen, et dell Algarbe, et de toda ell Andaluzia” (cf. PCG, 480b10; CVR,
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En algunos casos la reducción provoca que coincida con el Tudense, porque el Toledano amplifica
normalmente el cronicón del Tudense. De ahí que cuando se elimina dicha amplificación en la traducción,
buscando una expresión alternativa dentro de ese modelo expositivo, se acerque más al texto de don
Lucas. Por consiguiente, el resultado es consecuencia de una modificación léxica antes que de una
traducción exacta del Tudense.
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Hay saltos: uno hasta el comienzo del fol. 62r; otros tres sucesivamente en la pp. 409b, 410b y 411a.
Son las típicas omisiones narrativas de CVR, a la que interesa un discurso menos prolijo y desembargado,
y para ello no duda en saltarse el final de la oración en la batalla de Hacinas (p. 405a13-25). Sin embargo,
también encontramos la carta incompleta en PCG 410b.
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La CVR contiene en DI el diálogo de Muño Salido, pero pasa a DD antes que la PCG en la reflexión de
Muño Salido que le hace volverse con los siete infantes. Algo semejante ocurre también en la Leyenda de
Mainete.
158a y fol. 69r del ms. N). No es comprensible que se reduzca este título oficial en una
concisa12. En el cap. 745 sobre el milagro del toro con el arzobispo de Santiago, que está
en general más amplificado en PCG, dice de él la CVR con un símil que se llegó al
arzobispo “tan manso commo si fuesse una oueja”, pero la PCG indica simplemente que
no se consigna en la fuente latina, aunque puede deducirse del contexto como prefiere la
histórico. Sin embargo, hay capítulos donde en conjunto se tiene la impresión de que la
deducciones) que la PCG (caps. 705, 733, 749, 765-766, 795)13. Ello no impide que se
las costas. Hay deducciones propias en el Mainete; a veces conserva los diálogos (¿o se
los inventa?).
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Algunos ejemplos de binomios en CVR, que no tienen correlato en PCG y Versión concisa, se
corresponden con los siguientes lugares de la ed. Menéndez Pidal 1955: pp. 431b45, 436b19, 452a28. Otros
binomios en CVR incluyen la causa-consecuencia: “envidia y desavenencia” (p. 466a15), “correr et
quebrantar” (p. 468b21); o bien, gradaciones jerárquicas del tipo “alcaydes e adelantados” (p. 466b24); o
bien, sintagmas de sentido contrario: “non destorvarie nin desviara / consintrie” (p. 475a11); otras veces
contrastan sinónimos: “discordia / desacuerdo et grant desavenencia” (476b9).
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No olvidemos que los binomios son más frecuentes en PCG, pero también se dan en CVR. Son
dobletes del tipo “bollicio y alborozo”, “amor e gracia”; en otros lugares: “menguado e engañado”
(101b), “fermosa e apuesta” (102b) “dicho e afirmado” (103b), “robaron e estragaron” (105b), “vencer
nin mover” (107a). Otras adiciones son inventos de Versión concisa y CVR como las palabras “mansas e
falagueras” de Yssem a los cordobeses para aplacar su ira, o el contenido de la carta de doña Teresa a su
hermano para que apresase al conde Fernán González; o bien, que Mudarra fue bautizado al llegar a Salas
para vengar a sus hermanos.
1.3. Traducción de las fuentes latinas
PCG, ya que demuestra en algunos casos exacta correspondencia con las fuentes, y en
otros yerra por no conocer los arreglos de la PCG. Sin embargo, este testimonio antiguo
con las fuentes14, por más que sus arreglos resulten en ocasiones lógicos y homogéneos.
decir, fundado en la comprensión de cómo suelen suceder las cosas. Este tipo de escenas
son las de recibimiento y envío de mensajes, reacción ante una incursión enemiga,
ataques, devastaciones, etc. Su carácter estereotipado permite que los cronistas puedan
contra los moros al final de su vida para enaltecer su figura (PCG, cap. 728), o las
estas situaciones son tan típicas que los cronistas no acceden a saltarse uno de los pasos
crónica deduce automáticamente que debe haber existido una previa reunión de dicho
ejército por lo que traduce: “llegaron su hueste muy grand et vinieron a tierra de
Por esa razón, estos modelos como el de la devastación son aptos para las
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Por esa razón es difícil admitir una consulta puntual antes de Fernando I. Habría que cerciorarse de que
no se base para algunas lecturas en una traducción glosada del Toledano (cf. Catalán 2005). La perfección
compilatoria del ms. Ss asombra hasta el punto de que en ocasiones parece colacionar con la Versión
concisa o la amplificada. Cuando todos los mss. hermanos de la CVR incurren en una laguna saltándose
deliberadamente para abreviar un trozo de la narración de la batalla de Hacinas (pp. 402b27-403b26) hasta
el comienzo del fol. 61v del códice E2, el ms. Ss suple esta laguna y junto con el ms. K también la del cap.
747, omitido en todos los mss. restantes de la CVR (Fernández-Ordóñez 1993).
Gallecie vastaverunt” (V, 11), i.e., ‘y con estragos e incursiones las ciudades y los
resolver algunas de las incógnitas que suscita como qué oposición encuentran y hasta
estragando quanto fallavan, ca nin les fincauan las pueblas menores nin las villas
mayores que todo lo non prisiessen et lo non destruyesen” (PCG, p. 425b4-9). Este
subordinadas, y si alguna coincide con algún término procedente del Toledano o del
De manera que en algunos casos las coincidencias lingüísticas con las fuentes
pueden estar fundadas, no siempre en la mera poligénesis o el azar 16, sino en compartir
contra Sancho I el Gordo y luego quiere una conciliación con el rey, como dice la fuente
latina, puede deducirse que ha habido algún tipo de mensaje entre ambos. Por ello, la
PCG afirma “enuio rogar al rrey don Sancho quel perdonasse” (p. 423b19). Sin embargo,
podría pensarse que ese “enuio” corresponde al ablativo absoluto del Tudense (IV, 3445)
“missis nunciis”, literalmente ‘siendo enviados los mensajeros’, aunque en este caso
creo que se ajusta más a una situación estereotipada que a una traducción directa de ese
ablativo. Hay, pues, más deducciones de las que parece, y ejemplos que parecen retratar
aspectos: los cambios cronológicos y los paralelos con la historia del Cid. La CVR
pospone quince años las hazañas del conde Fernán González respecto de la cronología
de PCG17, retrasándolas hasta el 2º año de Ordoño III, ya que pretende que el Almanzor,
con el que se enfrenta Fernán González, sea el mismo que ostenta la dignidad de hagib
poco después. Con ello evita referirse a dos Almanzores como había resuelto la PCG.
Estos arreglos no son infrecuentes en la Versión crítica con idea de ofrecer un texto más
III.
Los caballeros del conde (Nuño Laín) no hacen más que quejarse de ser como
La PCG –pero no CVR– habla de los “sosannos” o ‘desprecios’ del conde 18 (p. 416a19;
lucha contra los musulmanes y la mala fama que dejarán a sus descendientes. Esto
donaciones a S. Millán son históricas (Keller 1955: 252). Estas profecías y milagros
(Casalduero).
Las escenas de liberación del conde por la inteligente doña Sancha tienen
algunos puntos en común con las de don Remont Berenguer en el Cantar, ya que en
libera cuando deja la huelga de hambre, y en el de Fernán González cuando acepta ser
esposo de doña Sancha, esto es, de la hija de su enemigo el rey de Navarra, García el
Tembloso. En ese encarcelamiento resuena también el eco de las palabras del Cid al
conde de Barcelona, cuando Fernán González se consuela con doña Sancha, admitiendo
que la prisión es cosa por la que pasan reyes y grandes hombres (PCG, p. 420a44). En la
conde, pero la PCG –y no la CVR– hace más creíble la escena, haciendo que doña
Sancha hable detrás del conde cuando se dirige al carcelero para que le abra la puerta21.
Sancha del Fernán González22. Aquélla es tan mala que primero mata a su padre, el
conde francés que huye con doña Argentina, la primera mujer del conde García
al arcipreste una “heredad” en Castilla si le ayuda en su huida. El conde también manda acorro (404a35-
b1).
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La estructura tripartita como plan preconcebido y la presencia del número tres (Keller 1957).
21
La condesa trata de excusar el castigo del rey Sancho I de León por esta liberación, recordándole el
parentesco con sus hijos, que son primos. Este dato genealógico está ausente de la PCG (que se limita a
recalcar el “debdo” que se tiene), pero lo reflejan la CVR y la Crónica de 1344. La liberación de Cirueña
se refiere en la Crónica najerense (ed. Estévez Sola 2003: 143).
22
Ella representa un modelo de lealtad frente a su tía, la malvada doña Teresa (Casalduero).
Fernández, con tal de hacerse condesa de Castilla; después facilita también la muerte del
conde por alimentar mal al caballo, y finalmente es descubierta por su hijo, Sancho
García, que le hace beber la copa con la que pretendía envenenarlo para poder
entregarse en los brazos de Almanzor –observen el detalle de que es tan malvada que se
por esa razón se adoptó en Castilla la costumbre de dar de beber primero a las damas.
Las dos partes anteriores referidas a su padre, García Fernández, son omitidas en CVR
por no darles crédito al no adecuarse a la noticia del Toledano (V, 2) sobre la muerte de
este conde en batalla, que además había consignado previamente (PCG, p. 421b)23.
de la glera de Burgos la crónica alude a los juglares con la expresión “dizen que lo
mato” en referencia a la muerte del ufano Álvar Sánchez por un puñetazo del menor de
los infantes, Gonzalo González. Ahora bien, esa violencia extrema es lo que
precisamente justifica para Ruy Velázquez su traición. Este personaje representa una
23
En mi opinión, el milagro del caballero devoto no tiene relación con el relato sobre las malas mujeres
de Garcí Fernández. Ese milagro podría estar relacionado con la conservación de la sepultura del conde
en Cardeña, ya que se refiere también el martirio de los monjes “seyendo el fuera de la tierra en demanda
de aquella su muger” (p. 429a17). Sin embargo, es más probable que se inspire en la tradición arlantina
por el tema del escudero en la puerta de la ermita que es testigo de que el caballero no había ido a pelear
al Vado de Cascajares. También el tema del puerco montés que permite al héroe descubrir una gruta
sagrada lo encontramos en el reinado de Sancho III el Mayor. Así se explican las donaciones a San
Antolín de Palencia, y la repoblación de esta ciudad, que según la leyenda, estaba yerma.
especie de anti-Cid, pues no carece del enorme poder de convocatoria del héroe
burgalés por ser “bienandant” en las huestes, pese a que, por el contrario, no escatima
malas artes, astucias y maldades. Se trata del hipócrita señor de la guerra que busca su
conveniencia, entendiéndose tanto con moros –llama por amigo a Almanzor– como con
cristianos. Promete también ayudar a los infantes como el Cid a Minaya en su algara por
Hasta ahora hemos visto que la CVR omitía la alusión específica a su fuente, o
“romanz” del infant García introduce un contraste entre la versión erudita del Toledano
y la épica, al igual que la PCG (p. 471a32), sobre esta traición leonesa de los Vela. En
cualquier caso, la CVR conserva más detalles24 de la fuente juglaresca que la PCG
como, por ejemplo, la intervención de Nuño Rodríguez, ante quien conducen al infante
Crónica Najerense (ed. Estévez Sola 2003: 153), sólo menciona a Roy Vela, padrino de
cuando alude a que echaron el cadáver del infante por la muralla para que lo recogiera
Sancho el Mayor y lo llevara al monasterio de Oña; aunque matiza: “mas esto non
semeia cosa de creer”, fórmula que volverá a emplear más adelante cuando algunos
pormenores de las fuentes épicas no le convenzan. A causa de esta reticencia, nos ahorra
24
La CVR pasa a DI el diálogo de Yennego Vela con el infant en su recibimiento en León y también el
consejo de traición de los Vela. Sin embargo, la PCG trae en DI el diálogo de doña Sancha sobre su
venganza y el diálogo con Sancho el Mayor que en CVR aparece en DD.
3. ASPECTOS IDEOLÓGICOS
partición de los reinos25. En efecto, la CVR añade una advertencia sobre los traidores
que se alzan con la tierra (106b) relacionado con el Fernán González, y también juzga
ilegal el alzamiento del conde por los ricos hombres sin el consentimiento del monarca
(CVR, p. 83a). Se suprimen las amenazas y desafíos de Bernardo al rey para preservar
ideológica. Sin embargo, la CVR omite el comentario sobre el suplicio de los Vela:
texto interpolado (ms. Ss, fol. 66v) en el “planto por España” del Toledano, que explica
la invasión árabe como consecuencia de la fuerza de la sangre de los godos (de la que
tenemos algunos ejemplos en el Sancho II) que los llevaba a cometer regicidios y
El infante don Garçia tomo el rregno por fuerça a su padre el rrey don Alfonso el
Magno. Al rrey don Sancho matol Velit Adolfes a trayçion siendo su vasallo. Al rrey
don Alfonso, fijo del rrey don Fernando el que gano Seuilla, tolliol el rregno su fijo el
25
Si la Versión crítica se hubiese redactado entre 1282-1284 no tendría sentido la agudización de esta
ideología, comprobable, entre otras cosas, en la conservación del Cantar de las particiones de Fernando I,
ya que Alfonso X pretendía repartir los reinos de Murcia y Jaén a sus nietos los infantes de la Cerda, y
darle Sevilla y el Algarbe a su hijo don Juan, como puede comprobarse en el testamento.
infante don Sancho: alçaronse con don Sancho todos los del rregno e ajuramentaronse
contra el rrey para prenderle e echarle de la tierra, mas ayudole Dios e los de Seuilla e el
rrey Abenenjufal de los abonmarines a ese rrey don Alfonso, asy commo adelante lo
con documentos del final del reinado como la sentencia de Alfonso X contra el infante
una factura alfonsí. El verbo ajuramentarse referido a los confederados con don Sancho
mataron unos, que se yuraron *contra ell, o seye comiendo”, p. 314a49-b1), mientras que
sultán benimerín Abū Yūsuf. Desde luego, la mala transliteración de un nombre árabe
acompañado de una pertinente explicación sobre el origen del linaje de los benimerines.
Hasta ese momento al sultán benimerín se le conoce como “rey o señor de Marruecos o
de allend mar”, e incluso “señor de Salé” (Cantiga 169, v. 53; ed. Mettmann 1981, I:
que “Abeneniufal de los abonmarines” (ms. Ss)26 fuese redactado en las postrimerías del
26
“Abêyuçaf dos abenmariis” (Crónica de 1404; apud Catalán 1997: 170).
reinado de don Alfonso, porque ni él ni sus sucesores hasta Alfonso XI emplean el
que llegará “fasta el tiempo que yo comence a regnar” (fol. 166r). De manera que el
como base cualquiera de los extractos del reinado de Alfonso X que habían proliferado
contiene una actualización del reinado de Alfonso el Sabio y de sus sucesores. Además,
(Catalán 1997: 139), ya que es pretérito sin la adición de ningún tipo de adverbio como
“agora” que nos la relacione con la época de composición. Creo ser mera suposición la
que no triunfa por completo la usurpación. Además, resulta difícil imaginarse una
27
El Poema de Fernán González nos habla de los benimerines que recluta Almanzor para la batalla de
Hacinas, incurriendo naturalmente en un estrepitoso anacronismo. Ahora bien, el verso está corrupto y
necesita enmienda, pues se lee literalmente “venien los almofares (> almohades) e los aves marinos (>
abenmarinos)”. La Estoria de España, pese a que refleja el nombre de los almohades, nada dice de los
benimerines. Tenemos que irnos hasta la Crónica de 1344, que prosifica por su cuenta el Poema
introduciendo los episodios de las mocedades del héroe (Avalle-Arce 1972) y el romancístico del vado de
Carrión, para leer allí “marinos, marines, marinís o maris” y también en esta forma parece aludirse a los
benimerines en la Crónica particular del Cid, aunque podría referirse con un neologismo a “los moros
dallend mar”. Conviene, pues, investigar “moros marinos” como deformación de “almorávides” o como
adjetivo equivalente a “moros dallend mar”. Es posible que la Crónica de 1344 tuviese en cuenta el cantar
juglaresco, de cuya etapa primitiva nos da noticias Berceo, donde es más patente el tono caballeresco que
el hagiográfico del Poema de Arlanza (Avalle-Arce 1972).
CONCLUSIONES
CVR con datos lingüísticos que demuestran su empleo regular28 de binomios y otros
léxicas nos lleva a pensar que en principio arregla con fuerte personalidad un texto
previo, cuya cercanía al prototipo queda confirmada por la conservación de datos de las
fuentes latinas. Ahora bien, en este asunto de las fuentes latinas no se debe perder de
de ese arreglo sea alfonsí. En efecto, la omisión de las autoridades que sirven de fuente
redujese en una obra bajo su patrocinio. Además, la CVR parece haberse compuesto
fuera de Castilla a tenor del comentario sobre los límites del condado que defiende
Fernán González de los ataques leoneses: “que desde Pisuerga allende contra partes de
Castilla” (CVR, p. 83a; ms. N, fol. 3v), mientras que la PCG se expresa desde el punto
poder (pp. 465b12, 466a49), y censura de algunas alusiones sexuales, recogidas en PCG,
nunqua bien podie fazer fijos”, p. 421a1) y la del menor de los infantes de Lara
obra de Alfonso X, para quien las narraciones épicas amenizaban el relato y tenían una
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
2005.
32
La Estoria de España desautoriza a los cantares franceses sobre las conquistas de Carlomagno en
España, excepto las de Cataluña, “et lo al que chufan ende non es de creer” (PCG, p. 356a8).
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