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Asignatura de Psicología Médica

III Ciclo de Estudios Semestre Académico 2019-I

EL APEGO

Autores
Fernández Samamé Nataly
Ly Salvador Cristina
Morante Montenegro Maribel
Sivincha Cubas Pierina
Ygnacio Junco Melissa

Docente

Vilela Quispe Isbi

Chiclayo – Perú
2018
1. INTRODUCCIÓN A LA AFECTIVIDAD

 DESARROLLO DE VINCULOS SOCIALES

La crianza del ser humano depende de lazos


sociales, como lo es primero entre el cuidador
y el bebe.

EMOCIONES BÁSICAS

 La alegría

La alegría es, de todas las emociones básicas,


quizás la más positiva: está asociada de manera
directa con el placer y la felicidad. Esta aparece, por ejemplo, en respuesta a la resolución de
alguna meta personal o ante la atenuación de un estado de malestar. Debido a la forma que
tenemos de manifestarla, puede parecer que no cumple ninguna función para nuestra
supervivencia más allá de ser un mero reflejo de nuestro estado interno.

Sin embargo, la alegría es uno de los sistemas que tiene el cuerpo para incentivar la acción.
Además, sirve de recompensa para aquellas conductas beneficiosas para uno mismo. Cuando
realizamos una acción que satisface una meta, es cuando se dispara la alegría, y gracias a ello
esa conducta se repetirá para volver a vivir esa sensación de placer. Es quizás el reforzados más
natural con el que contamos.

A través de ella, manifiesta el niño su bienestar, libera tensiones. A la 6ªsemana: aparece la


sonrisa social, y a los 3 o 4 meses: aparece la risa

A nivel fisiológico nos encontramos con un aumento de la tasa cardíaca y un mayor ritmo
respiratorio. Además, en la química cerebral nos encontramos con una mayor liberación de
endorfinas y dopamina.

 La tristeza y enojo

Dentro de las emociones básicas, la tristeza es la que


encarna una mayor negatividad. Esta emoción se
caracteriza por un decaimiento del estado de ánimo y una
reducción significativa en su nivel de actividad cognitiva y
conductual. A pesar de la mala fama que tiene esta
emoción, cumple funciones iguales o más importantes
incluso que el resto de emociones básicas.

• Aumenta su intensidad y frecuencia desde los 6 meses a


los 2 años.

• El enojo es utilizado como una señal social hacia el adulto.

• La tristeza es menos frecuente que el enfado

La función de la tristeza es actuar en situaciones donde el sujeto se encuentra impotente o no


puede llevar a cabo ninguna actuación directa para solucionar aquello que le apena, como el
fallecimiento de un ser querido. Por ello la tristeza baja el nivel de actividad, con el objetivo de
economizar recursos y evitar que hagamos esfuerzos innecesarios.
Además, actúa de manera autoprotectora, generando un filtro perceptivo que centra la atención
en uno mismo en lugar del estímulo dañino. Y lo más importante, instiga a la búsqueda de apoyo
social que te facilite la huida de la situación depresora.

 El miedo

El miedo es la emoción más estudiada en los animales y en el ser


humano. Es un estado emocional negativo o aversivo con una
activación muy elevada que incita la evitación y el escape de
situaciones peligrosas. La vivencia de la misma es una sensación de
gran tensión junto a una preocupación por la propia seguridad y
salud.

Los correlatos fisiológicos nos muestran una elevación rápida de la


activación y una preparación para la huida. La actividad cardíaca se
dispara y la actividad respiratoria se acelera, produciendo una
respiración superficial e irregular.

El miedo es un legado evolutivo que tiene un valor de supervivencia


obvio. Esta emoción nos es útil para preparar el cuerpo y producir conductas de huida o
afrontamiento ante estímulos potencialmente peligrosos. Además, facilita el aprendizaje de
nuevas respuestas que apartan a la persona del peligro.

Se manifiesta en el primer mes, al poner al niño hacia abajo. Los miedos más frecuentes:
ansiedad ante los extraños: aparece al 8º mes; depende de las características del niño, de la
forma en que el adulto se acerca al niño.

Angustia de separación: Aparece cuando la figura de apego se ausenta. Ambas se deben a los
logros del desarrollo cognitivo: El niño no distingue los rostros conocidos de los que no lo son,
poco a poco irá distinguiéndolos. No sabe que su madre sigue existiendo aunque no la vea, lo
irá entendiendo progresivamente.

Los miedos más frecuentes:

Ansiedad ante los extraños: aparece al 8º mes, depende de las características del niño y de la
forma en que el adulto se acerca al niño.

Angustia de separación: aparece cuando la figura de apego se ausenta.

Ambas se deben a los logros del desarrollo cognitivo:

– El niño no distingue los rostros conocidos de los que no lo son, poco a poco irá
distinguiéndolos.

– No sabe que su madre sigue existiendo aunque no la vea, lo irá entendiendo progresivamente.
 DESARROLLO DE LA EMPATÍA

La empatía se podría definir como la habilidad de sentir con los demás, como la capacidad de
entender los pensamientos y emociones ajenas, de ponerse en el lugar de los demás y compartir
sus sentimientos. Posee gran importancia para un buen desarrollo emocional puesto que, en
primer lugar, supone el conocimiento de las emociones propias. Sin ello, no sería posible
identificar y reconocer las emociones ajenas.

La empatía juega un papel muy importante en la aceptación de normas y el respeto a los demás
y repercute en gran parte del repertorio de conductas sociales como las relaciones de pareja, de
amistad, actitud hacia desconocidos, etc. Por contra, la falta de empatía puede estar detrás de
problemas de agresividad, egoísmo, desconfianza, etc.

Pero cuando nos referimos a los niños, tenemos que tener en cuenta que esta habilidad se
aprende y se desarrolla; como padres podemos hacerles partícipes de nuestras emociones o
sentimientos, atender a sus emociones cuando nos las manifiesten, practicar en situaciones que
supongan el respeto a unas normas o que requieran la escucha y comprensión de los demás.

2. BASES PSICO-FISIOLÓGICAS DEL APEGO.

PSICOFISIOLOGÍA

La psicofisiología es la rama de la psicología relacionada con las bases fisiológicas de los procesos
psicológicos. Es una disciplina de la psicobiología y el objeto de estudio es el ser humano. El
objetivo de la psicofisiología es el estudio de la conducta y de los procesos que la organizan.
Concretamente, se trata del estudio de nuestros procesos somáticos y fisiológicos.

AFECTIVIDAD

La afectividad es aquella capacidad que tiene el individuo para reaccionar ante ciertos
estímulos ya sean del medio interno o externos y que se caractericen por los sentimientos y
emociones.

La afectividad en el ámbito psicológico es un lenguaje menos formal, inclinándose a lo coloquial,


teniendo en cuenta que son aquellas muestras de amor que una persona le brinda a otra u otras
incluyendo a otras especies como los animales.

SINCRONÍA:

Existe la interacción armónica.


3. DEFINICIÓN DE APEGO

El apego se define como el vínculo afectivo que


se establece entre el niño, ya desde que nace, y
la persona que le atiende, normalmente sus
padres, se le llama relación de apego.

El apego es la relación afectiva más íntima,


profunda e importante que establecemos los
seres humanos, este apego afectivo se
caracteriza por ser una relación que es duradera
en el tiempo, suele ser estable, relativamente
consistente, y es permanente durante la mayor
parte de la vida de una persona.

En la actualidad se considera que el apego es uno


de los aspectos más importantes en el desarrollo
de los niños, debido a las siguientes razones:

 Primero, el apego es una necesidad biológica que todos los seres humanos tenemos (de
igual importancia que comer o respirar), esto quiere decir que los niños (y los adultos)
necesitan vivir vinculados a otras personas que los cuiden y los quieran.
 En segundo lugar, el apego es importante porque es el “espacio vital de crecimiento del
niño”, es decir, que la calidad del apego que reciba el niño/a va a influir en cómo se
comportará y desarrollará en el futuro.
 Finalmente, el apego es lo que da al niño un sentido de seguridad, autoestima,
confianza, autonomía y efectividad para enfrentar el mundo, de acuerdo a la calidad
afectiva que reciba de sus padres.

Teniendo en cuenta todas estas razones, es muy importante aclarar que el apego no incluye
todas las instancias de crianza y relación que se establecen con el niño/a. El apego se forma
específicamente en aquellos momentos donde ellos sienten o expresan algún malestar (sea
porque se sienten solos, están enfermos, se hicieron daño, etc.) y el modo cómo los padres
calman ese malestar.

De una forma más clara y directa es posible afirmar entonces que la calidad del apego que los
hijos establecen con uno está determinada por el modo como se suele calmar los diversos
malestares que pueden sentir o vivir. Si por ejemplo, un niño se cae, llora, y los padres lo retan,
o si a un bebé se lo deja llorar por mucho tiempo, o si se deja solo a un niño o niña por largos
periodos, entonces todos esos son modos que no calman al niño, sino que lo dejan con más
malestar (y por ende, son modos inadecuados de establecer apego). Por lo tanto, el apego es
una relación afectiva estable, duradera, íntima que determina en gran parte el desarrollo
presente y futuro del niño/a, y que se forma en los miles de momentos en donde un infante
expresa su necesidad de ayuda y lo que los padres hacen con ese malestar.
 Desde este punto de
vista, inevitablemente surgen muchas preguntas e interrogantes sobre el modo más adecuado
de cuidar y calmar a los niños.
4. IMPLICANCIA DEL APEGO EN LA ADOLESCENCIA Y LA VIDA ADULTA.

Debemos comprender que en la actualidad muchos de los conflictos psicológicos se producen a


lo largo de las edades. Como por ejemplo:

Las psicopatologías, a través del conocimiento de la historia afectiva de los primeros años,
seguridad básica y los modelos internos; que incentiven a la persona a tomar ciertas decisiones
ya sean buenas o malas en su vida.

Cambios que van ligados a la figura de apego: el vínculo afectivo se desplaza de la madre al
grupo de iguales; amigos, compañeros de clase o de alguna actividad deportiva o lúdica de la
que son partícipes, es decir este va a originar una Imagen o copia del vínculo mantenido con la
figura primaria de referencia; en este caso la madre.

APEGO Y ADULTEZ:

Desde el punto de vista afectivo, la relación entre la pareja en la etapa adulta es la imitación y
reproducción de la relación entre el niño y su figura de apego.

Pero como en cada etapa de la vida hay diferencias que nos permiten reconocer a la persona
que las está pasando, el afecto también tiene una diferencia y la que encontramos es que la
relación de la infancia es asimétrica (uno cuida, otro es cuidado), mientras que en el adulto es,
o debería ser, simétrica.

El estilo o modo de amar que las personas desarrollaran en su vida ya adulta va a depender de
los estilos de apego construidos:

• Estilo de apego seguro: darán como resultado relaciones confiadas y positivas.

• Estilo de apego ansioso: darán como resultado relaciones dependientes, además de una
continua necesidad de confirmación de que es amado.

• Estilo de apego evitativo: dará como resulta relaciones desconfiadas y distantes.

Casos en los que la persona, en su vida madura, realiza demandas continuadas a su figura de
apego (suele dirigirse a la pareja) sin situación amenazante o peligrosa objetiva, con el objetivo
de mantenerse cercana a esa figura y asegurarse que está próxima a ella y no le abandona.
5. TIPOS DE APEGO Y SUS MANIFESTACIONES PSICOLÓGICAS

El apego es una manifestación del vínculo creado por el


niño con las personas seguras, los distintos tipos de apego
describen esta manifestación.

El primer tipo de apego es el del tipo seguro, dado por la


madre y el niño, este apego es usual y hace sentirse al niño
ansioso cuando su madre no está en la habitación,
interrumpiendo sus actividades lúdicas y de exploración.
Cuando la madre regrese a la habitación el niño volverá a
tener la seguridad y podrá continuar sus actividades con
normalidad, este comportamiento es muy común en niños
pequeños que están en el desarrollo de sus habilidades
motrices. Este tipo de apego está caracterizado por la incondicionalidad: el niño sabe que su
cuidador no va a fallarle. Se siente querido, aceptado y valorado. El comportamiento de los niños
con apego seguro es activo, e interactúan de manera confiada con el entorno. Hay buena
sintonía emocional entre el niño y la figura vincular de apego, lo cual se expresa en las etapas
de desarrollo posteriores.

El apego evasivo es el cual el niño no necesita a la madre para comenzar sus actividades, se
siente más seguro con extraños y no le hace mucho caso cuando esta se encuentra en la
habitación. Si la madre no se encuentra en la habitación no lloran o hacen alguna rabieta y
también es parte del desarrollo de los niños en ciertas etapas. Las emociones que se presentan
de manera más frecuente en este caso son el miedo y la angustia exacerbada ante las
separaciones, así como una dificultad para calmarse cuando el cuidador vuelve. Durante la
interacción con éste hay ambivalencia: enojo y preocupación, aunque la ausencia del cuidador
genera ansiedad. Es por ello por lo que los pequeños con este estilo de apego necesitan la
aprobación de los cuidadores y vigilan de manera permanente que no les abandonen. Exploran
el ambiente de manera poco relajada y procurando no alejarse demasiado de la figura de apego.

A diferencia de los dos antes mencionados el apego de oposición, el niño manifiesta una cercanía
a la madre, pero sin interactuar, es decir le gusta está cerca a la madre pero no realiza
actividades de recreación; pero cuando la madre sale se angustia y se pone ansioso causando su
llanto que continuara así regrese la madre. Esto ocurre porque el apego con el cuidado no ha
generado suficiente seguridad, con lo cual, el pequeño desarrolla una autosuficiencia
compulsiva con preferencia por la distancia emocional. Aunque la despreocupación por la
separación pudiera confundirse con seguridad, en distintos estudios se ha mostrado que en
realidad estos niños presentan signos fisiológicos asociados al estrés, cuya activación perdura
por más tiempo que los niños con un apego seguro.

El apego desorganizado es común en niños inseguros, se caracteriza por que ellos manifiestan
conductas contradictorias y evitan manifestar su apego a la madre cuando esta, también cuando
hay un extraño presente en la habitación se alejan de ella. Se trata del extremo contrario al
apego seguro. Ocurre, por ejemplo, en casos de abandono temprano, cuya consecuencia en el
niño es la pérdida de confianza en su cuidador o figura vincular, e incluso puede sentir
constantemente miedo hacia ésta.

6. PSICOPATOLOGÍA DEL APEGO

El apego es la relación recíproca que establecemos con otras personas afines.

La relación con nuestra familia durante los primeros años de vida constituye los cimientos sobre
los que vamos a construir nuestra personalidad y la forma de relacionarnos con los demás.

Muchas de las patologías que surgen en la adolescencia y la edad adulta, como adicciones,
trastornos alimenticios, dependencia emocional u obsesiones, tienen su origen en relaciones de
apego inseguro con la familia durante la infancia. La paradoja es que una conducta que surge
para reducir el malestar acaba con el tiempo produciendo dolor y ansiedad.

Cuando las relaciones de apego son de tipo inseguro, el cerebro del niño crea mecanismos
inconscientes de regulación que pueden dar lugar a emociones como miedo, frustración, rabia,
culpa o vergüenza y ser origen de patologías como depresiones, obsesiones, trastornos
alimenticios, dependencia emocional o adicciones.

Gracias al estudio de la psicopatología del apego se puede intervenir sobre los pacientes desde
diferentes ángulos, y de este modo atacar las patologías psicológicas desde la raíz, más allá de
los síntomas

Aunque no debe considerarse una causa suficiente para el desarrollo de psicopatologías


específicas, el apego inseguro se relaciona de forma directa con algunos trastornos mentales, y
puede verse como una vulnerabilidad general, aunque la sintomatología particular dependa de
factores genéticos, de desarrollo y ambientales.

Un buen número de estudios han mostrado resultados consistentes en la relación que las
interacciones con figuras de apego inconsistentes, poco confiables o insensibles tienen con el
desarrollo posterior de trastornos del estado de ánimo, la personalidad o incluso de tipo
psicótico.

En esta línea, los apegos inseguros (tanto en su versión ansiosa como evitativa) aparecen
asociados con la depresión, la ansiedad clínicamente significativa, el trastorno obsesivo-
compulsivo, el trastorno de estrés postraumático, las tendencias suicidas y los trastornos
alimentarios, así como una variedad de
trastornos de la personalidad (dependiente,
histriónico, esquizoide o evitativo).Algunas de las
características que denotan un aspecto
psicopatológico relacionado con el apego son:

• Baja tolerancia a la frustración.

• Desorganizado – desoreintado.

• Miedos / ansiedad.

• Síntomas disociativos.
• Falta de empatía.

• Dificultad en la regulación emocional.

• Problemas con la alimentación.

• Contacto ocular pobre.

APEGO Y PSIQUIATRÍA INFANTO-JUVENIL: GENERALIDADES

• Los síntomas depresivos son más la consecuencia de un apego inseguro que al contrario.

• Los síntomas depresivos y el apego inseguro del adolescente son producidos por:

 Como factor de riesgo para la depresión.


 Actuando en espejo en adolescentes con padres depresivos.
 Como efecto de propio apego inseguro.
 Conducta Desafiante.
 Otros Trastornos de Conducta.
 Trastorno Reactivo de la Vinculación

APEGO AMBIVALENTE (ASOCIACIÓN DEBIL):

 -Conductas suicidas (Adam, 1995)


 -Agorafobia (Ruiter y cols, 1992).
 -T. alimentarios (Ward, 2000)

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