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Estructuras y

Comentario general 1

Prescripto = Saludo inicial 2

 Superscripto
11 Pablo apóstol (emisario, Vidal; plenipotenciario, Schlier)
no de parte3 de los hombres
ni por mediación de hombre alguno
sino por Jesús Cristo Intitulatio
y Dios Padre
que le resucitó de entre los muertos
2
y todos los hermanos que conmigo (están),

 Adscriptio
a las iglesias de Galacia

 Salutatio
3
Gracia a Uds.
y paz de parte de Dios nuestro Padre
y del Señor Jesús Cristo
√ 4que se entregó a sí mismo por nuestros
pecados,
√ para librarnos de este mundo perverso
√ según la voluntad de nuestro Dios y Padre,
√ 5a quien sea la gloria
por los siglos de los siglos
Amén. (cf. 6,18 inclusio ?)

----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Posible reconstrucción del texto original o primario del Prescripto

Superscripto A) Pablo, apóstol


y todos los hermanos que están conmigo (y mis colaboradores)
Adscriptio B) a las iglesias de Galacia.
Salutatio C) Gracias y paz.

1
Estas estructuras combinan diversas perspectivas. “Morfocrítica” de W. Stenger; estructuras
retóricas; las subdivisiones de Senén Vidal. Los comentarios están realizados, en gran medida, a partir de
Senén Vidal: Las cartas originales de Pablo, Trotta, Madrid, 1996 (= SENÉN). La traducción adoptada aquí
es la de BJ2. Las ampliaciones de información en cada versículo se colocan en “sangrado” y se hace referencia
a la fuente.
2
Disposición del “Saludo Inicial” (Prescripto) según las “cartas antiguas” y en el “corpus paulino”.
3
“De origen”.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 1


I. Prescripto o Saludo Inicial (1,1-5)

I.1. Generalidades
Las peculiaridades de este “prescripto” corresponden al carácter especial de esta
carta.
En este sentido es interesante comparar este saludo inicial con el de la 1 Tes 1,1 y 1
Co 1,1-3, por mencionar dos de las primeras cartas de Pablo. La comparación se puede
extender a todo el corpus paulino y así observar cómo el Apóstol y sus pseudoepígrafos no
utilizan mecánicamente una única fórmula, sino que la adaptan a las circunstancias de la
carta en cuestión.

1 Tes y 1 Co Gál
Pablo, Pablo,
apóstol, no de parte de los hombres ni por
mediación de hombre alguno, sino por Jesucristo y
Dios Padre, que le resucitó de entre los muertos,
2
Silvano y Timoteo, y todos los hermanos que conmigo están,

a la Iglesia de los Tesalonicenses a las Iglesias de Galacia.


en Dios Padre y en el Señor Jesucristo.
3
A Uds. gracias y paz. Gracia a Uds. y paz
de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor
Jesucristo,
4
que se entregó a sí mismo por nuestros pecados,
para librarnos de este mundo perverso, según la
voluntad de nuestro Dios y Padre,
5
a quien sea la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.

Pablo, Pablo,
llamado ser apóstol de Cristo Jesús por voluntad apóstol, no de parte de los hombres ni por
de Dios, mediación de hombre alguno, sino por Jesucristo y
Dios Padre, que le resucitó de entre los muertos,
2
y Sóstenes, el hermano, y todos los hermanos que conmigo están,
2
a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a las Iglesias de Galacia.
a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser
santos, con cuantos en cualquier lugar invocan el
nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y
de ellos
3 3
gracia a Uds. y paz Gracia a Uds. y paz
de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor
Jesucristo. Jesucristo,
4
que se entregó a sí mismo por nuestros pecados,
para librarnos de este mundo perverso, según la
voluntad de nuestro Dios y Padre,
5
a quien sea la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 2


 La superscriptio (mitente; v.1.2a) se alarga con el motivo del origen divino de la
misión de Pablo, que preanuncia la discusión siguiente sobre el origen, veracidad, validez
del euaggelion paulino.

 La adscriptio (destinatario: v. 2b) es escuetísima, reflejando la tensión de la carta.


Como se puede apreciar, particularmente, a partir del v. 6. Es una carta tensa. Pablo no hace
ningún “elogio” de la comunidad: en y de Dios; santificados… (1 Tes; 1 Cor).

 La salutatio (saludo: v. 3-5) está desarrollado con una fórmula tradicional, que
presenta la liberación efectuada por Cristo Jesús, preanunciando la temática de esta carta de
la “libertad” (v. 4); la fórmula de alabanza final (v. 5), suple, de algún modo, la falta de
proemio (en forma de acción de gracias o de alabanza).

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 3


I.2 Comentario

Versículo 1.

 Siguiendo el modelo de la carta grecoromana, el texto comienza con el nombre


del mitente. En este caso el nombre griego de Saulo: Pablo, Paulos, Παῠλος.

San Pablo en la Basílica de San Pedro.

Pablo es un nombre propio masculino de origen latino (Paulus) que existe desde
la antigua Roma y fue un cognomen4 de una gens (familia) romana ilustrísima
llamada Gens Emilia. Sus miembros más destacados fueron los cónsules Marco
Emilio Paulo, Lucio Emilio Paulo, y Lucio Emilio Paulo Macedónico y su
hermana Emilia Paula, esposa de Escipión el Africano. El nombre Paulus deriva
del adjetivo latino paulus, que significa pequeño u hombre de humildad.

 ¿Y quién fue Pablo de Tarso?


La pregunta parece ingenua. Tenemos el Libro de los Hechos de los Apóstoles.
Tenemos sus Cartas.
Y sin embargo, trazar una biografía de Pablo sigue siendo, historiográficamente,
una tarea muy ardua.

Hechos de los Apóstoles sólo nos habla de “Saulo/Pablo” a partir de la


persecución contra los helenistas, pasando por su “conversión/vocación”, sus
viajes misioneros y su estancia en Roma.
Por Hechos no sabemos absolutamente nada más que su lugar de
origen, su ciudadanía romana, y algunos aspectos que tienen que ver con su
formación religiosa e intelectual. Si a partir de Hechos queremos trazar una
4
El cognomen (plural, cognomina) de los romanos especificaba la rama de la familia (nomen) a la que se
pertenecía.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 4


verdadera y completa biografía el intento es por lo demás infructuoso, por
no decir, imposible (cf. Hech 22 y 26).

En sus Cartas auténticas poco habla Pablo de su origen. Y si lo hace es para


justificar alguna actitud, alguna toma de posición. Nunca con un sentido
verdaderamente autobiográfico. Ver Rom 11,1; 2 Cor 11,22; Flp 3,5-6 (tal
vez uno de los textos más fiables acerca de su origen); Gál 1,21. Y no mucho
más.

Y no cabe duda que si de biografía hablamos Gál 1,12-2,14 ocupa un lugar


preferencial. Pero hay que reconocer que este último texto es incompleto en
relación a una biografía y desde él Pablo intenta justificar sus actitudes
(verdadero apóstol y verdadero difusor del evangelio que proclama).

Por ello todos los intentos de reconstrucción de su vida se hacen a partir de


elementos externos. P.e. Lucas dice que nació en Tarso (cf. Hech 22,3).
Buscamos todo lo que sabemos hoy de Tarso de Cilicia y nos hacemos una
“película” que por momentos puede caer en la “ciencia ficción”.

En este sentido, quizá ya deberíamos renunciar a escribir una “Vida de


Pablo” y contentarnos tan sólo con los escasos datos de que disponemos. Y
en última instancia contentarnos con sus cartas y con lo que en ellas intenta
reflejar. O con alguna buena “novela histórica”.
O con lo que creemos es más valioso: tratar de entender, comprender,
“simpatizar” con un hombre “atrapado” por el Dios de Jesús Cristo.

En definitiva, para un conocimiento de la “vida de Pablo” remitimos a las


fuentes que hemos mencionado en la Bibliografía de este curso y a las
diversas cronologías, algunas de las cuales están contenidas en el Subsidio
N° 1.

 Pero aquí interesa ahora tener en cuenta ahora otro elemento que consideramos
más importante para la comprensión de Pablo.
Pablo es judío “de pura cepa”. Pertenece al Judaísmo. Podemos preguntarnos,
¿cuáles son las características del judaísmo del tiempo de Pablo? Aquí le vamos a dar la
palabra de Carlos Gil Arbiol5
“Así pues, las característica del judaísmo que Pablo compartía con la mayoría de sus
contemporáneos las podemos resumir en estas seis:

1. El judaísmo llevaba tiempo sufriendo una crisis de identidad debido al proceso de


helenización iniciado con la conquista de Alejandro Magno e intensificado por
Antíoco IV Epífanes. Muchos judíos vivían la dominación romana, y los problemas
derivados de ella, como una consecuencia de esa crisis de identidad.

5
Qué se sabe de… Pablo en el naciente cristianismo. Verbo Divino, Estella (Navarra), 2015, págs. 49-52.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 5


2. Movimientos piadosos (como el fariseo, quizá el más popular) pretendían superar
esa crisis mediante el fortalecimiento de la alianza, la oferta que Dios, por pura
iniciativa de su liberalidad, había regalado al pueblo de Israel como signo de su
gracia y misericordia. Este aspecto es, probablemente, el más importante de la
identidad judía en el período de Pablo: la alianza, la justicia y la misericordia son
dones que Dios regala a cada miembro de su pueblo, antes incluso de nacer; dones,
por tanto, independientes de sus obras. Se pueden leer a este respecto textos
rabínicos y esenios muy ilustrativos, como los citados en el capítulo anterior (léase
también: García Martínez 2000, 355-397).

3. La respuesta que se esperaba de todo judío creyente era la aceptación, la


incorporación voluntaria y comprometida en la dinámica de la alianza mediante el
cumplimiento de la voluntad de Dios expresada en la Torá. Todos los partidos
dejaban espacio para la libertad (unos con más énfasis que otros, incluso el esenio,
el más “determinista”). Así pues, la parte práctica que asumía todo judío en este
programa de restauración de la identidad judía era el aprecio del valor de la ley, el
cuidado por el cumplimiento riguroso de todos los aspectos concretos que
determinaban la vida de un judío; todo ello como respuesta a la elección gratuita de
Dios. El cumplimiento de la ley no lograba nada que no tuviera ya ganado el judío:
era su decisión libre de mantenerse en el pueblo de la alianza.

4. Hasta los más piadosos y esforzados judíos cometían transgresiones: alguna


involuntaria, otras voluntaria (la diferencia no es muy clara, pero tiene tratamientos
diferentes en la Torá). Sin embargo, estas transgresiones no apartaban para siempre
al judío del pueblo (salvo en casos excepcionales); si se arrepentía y ofrecía los
sacrificios requeridos como signo de que aceptaba de nuevo la oferta incansable de
Dios para permanecer en la alianza, volvía a recuperar la santidad y justicia original
que Dios le había regalado. Por tanto, la ley contemplaba la posibilidad de la
transgresión y ofrecía mecanismos posibles y viables para la reintegración sin
pérdida de privilegios.

5. Todo lo dicho tenía un marco de comprensión determinado: en este tiempo se


había extendido extraordinariamente una cierta expectación ante la posible
intervención de Yahvé para hacer justicia sobre la corrupción e iniquidad reinante y
para cambiar definitivamente el curso de la historia (bien directamente o a través de
un mesías). Esta visión apocalíptica se había generalizado e integrado con la de la
obediencia a la ley hasta el punto de que el cumplimiento de la Torá no solo
mantenía al judío en el pueblo de la alianza durante su vida sino que, además, le
aseguraba una salvación en la vida más allá de la muerte, como se percibe en el
Segundo Libro de Baruc o en el Cuarto Libro de Esdras. Esta innovación (no
igualmente aceptada por todos) generalizó la idea del juicio final como el
mecanismo que determinaría quiénes eran los fieles que obtendrían el premio eterno
anunciado por Dios: los que habían cumplido su voluntad expresada en la ley (los
transgresores serán castigados con una condena eterna) [Cf. la relectura cristiana de
Mt 25,31-46].

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 6


6. Por último, la alianzas que Dios ofrecía tenía como objeto, exclusivamente, al
pueblo de Israel. Sin embargo, este, por su parte, debía convertirse en faro que
atrajera a todas las naciones para que reconocieran a Yahvé y entraran a formar
parte del único pueblo al final de los tiempos. La actividad proselitista del judaísmo
de la diáspora en tiempo de Pablo da cuenta de la importancia de este aspecto
misionero, si bien no todos los judíos lo aceptaban con la misma cordialidad, de
modo que había grupos más sectarios y exclusivista que otros.

La imagen de Dios y de la historia de la salvación que se desprende esta visión es la


de un Dios justo. Desde el inicio de la historia Dios decide crear el mundo
gratuitamente, por su misericordia, y hace un mundo “muy bueno” (Gn 1,31). Sin
embargo la persona creada desobedece a su creador y, en su afán por lograr el
puesto de Yahvé (ser como Dios), termina matando a su propio hermano (Gn 3-4).
Para evitar que los hombres se maten entre sí, Dios, de nuevo movido por su
misericordia, libera al hombre de la esclavitud (Ex 15) y le regala la Torá con la que
orientarlo para evitar la muerte (Ex 20). Sin embargo, de nuevo la persona se revela
contra Yahvé y decide hacer un dios a su imagen y semejanza (Ex 329 provocando
la ira de Yahvé. Pero Dios, por su misericordia, ofrece a su pueblo la posibilidad de
volver a la alianza mediante el arrepentimiento y los sacrificios (Lev 16). No cabe
otra valoración de esta historia, que la de la justicia de Dios; Dios ha estado
continuamente cuidando y conduciendo a su pueblo.

Esta presentación, necesariamente esquemática y simplificada, puede servirnos para


hacernos una idea del judaísmo que Pablo compartía con la mayor parte de los
demás judíos. No todas las características tenían el mismo valor para todos los
judíos; incluso algunas de ellas eran prácticamente ignoradas por algunos grupos,
que los sustituían por otras. El judaísmo del tiempo de Pablo era, como lo es hoy,
muy plural. Sin embargo, a pesar de ello, podemos pensar que Pablo afirmaba, aun
con matices, esos seis grandes principios que constituían su identidad como judío.
Es probable que defendiera algunos de ellos con mayor celo, ya que afirma que era
especialmente “celoso por las tradiciones de sus padres”, que era “exagerado”,
“superando y aventajando a muchos compatriotas” (Gal 1,13-14; cf. Flp 3,6; Hch
9,1-2). Resulta difícil determinar cuál de esas características era objeto de mayor
celo por parte de Pablo (o si eran todas ellas juntas). Me atrevo a sugerir, por el
conjunto de lo que sabemos de él en sus cartas y por su probable simpatía con el
partido fariseo, que era el valor central de la Torá (oral y escrita). Para él, el
cumplimiento de la ley tenía un doble sentido: por una parte, era el signo de la
identidad judía y del estatus que tenía el pueblo de Israel en el plan de Dios; por
otra, tenía un papel salvífico en el momento final de la historia cuando se juzgara a
todos en función de su fidelidad a ella. Como veremos, difícilmente se puede
explicar la ansiedad de Pablo por exponer el nuevo estatus de la Torá después de su
vocación si esa no tenía ya, antes de esta, un peso “exagerado”.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 7


 El título “emisario/plenipotenciario”, apóstolos, ἀπόστολος se precisa por medio
de una frase antitética (negativamente primero, y positivamente después: no de parte… sino
por…). Este tipo de construcción es frecuente en esta carta “apologética”. Normalmente, la
parte negativa refleja la acusación que se trata de refutar: Pablo no es un “emisario de
hombres” (apo de origen) ni “por encargo de hombre alguno” (dia con genitivo).

Algunas traducciones colocan una coma entre Pablo y “apóstol”, o bien entre
“apóstol” y “no de parte de los hombres” etc.
El texto griego muestra claramente que Pablo une su nombre al de apóstol y este
referido no a hombres, sino a Jesús Cristo y a Dios Padre. De tal modo que de forma
apologética y retórica liga su nombre al de apóstol y este al de Jesús Cristo y a Dios Padre.
Y así como solemos decir, de modo impropio, Jesucristo, Pablo se estaría
presentando como Paulos, Παῠλος ἀπόστολος… διὰ ᾽Ιησοῠ Χριστοῠ καὶ θεοῠ πατρὸς:
Pabloapóstol-por (a través/por encargo) de Jesús Cristo-y-Dios Padre.
El texto es, entonces, enfático: Pablo es apóstol por decisión divina. O Pablo remite
a Dios y a Jesús Cristo su ser ap-óstol. Él es emisario, plenipotenciario de parte de…

Apóstol (emisario/plenipotenciario) es un término que aparece 24 veces en las cartas


auténticas de Pablo. En Gál se utiliza 3 veces (1,1.17.19). 34 veces en las cartas paulinas y
80 veces en el NT. Es un término técnico para el misionero, que tiene la autoridad de
“delegado” o “emisario” del Señor para la proclamación del euaggelion (con este sentido
22 veces, de las 24 ocurrencias en las cartas auténticas).

 El texto resaltado (aquel que lo resucitó de la muerte/aquel que lo despertó de


los muertos; tou= e)gei¿rantoj au)to\n e)k nekrw½n,) cita una antigua fórmula de alabanza
al Dios resucitador de Jesús. Probablemente la primera fórmula pascual (en su forma
original completa sería así: ‘Bendito [alabado] sea Dios, que resucitó a Jesús del lugar de
los muertos’: esa fórmula está también en la base de 2 Cor 4,14; Rom 4,24; 8,11); se trata
de la única referencia explícita a la resurrección de Jesús en toda la carta a los Gálatas (!):
por ello decimos que el motivo cristológico central en la misma es la muerte liberadora de
Jesús (ya desde el comienzo: cf. v.4).

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 8


Versículo 2.
 Los “hermanos”, adelfoí, ἀδελφοί son probablemente los colaboradores de Pablo
en la misión; pero no se nombra a ninguno de ellos: la apología se centra en la figura de
Pablo, que es el que escribe el “discurso apologético” (la 1ª per. sing. es predominante en
esta carta).
La expresión adelfós, ἀδελφός, se utiliza 11 veces en la carta a los Gál. 133 veces en
la totalidad de las cartas paulinas.

 “A las comunidades de Galacia”: impresiona la falta de epítetos, usuales en el


resto de cartas paulinas (ya se nota desde el comienzo la tensión de la carta); es una carta
circular a todas las comunidades de la región de Galacia ya que el problema afecta a todas
ellas, y se espera que la carta circule de una a otra; se supone, entonces, una cercanía
geográfica y una comunicación entre las comunidades, aunque no se nombra ningún núcleo
urbano central (reflejo del carácter excepcional de la misión de Pablo en esa región6).

“Pablo escribe ταῐς ἐκκλησίαις τῆς Γαλατίας. Se trata, pues de una circular a
diversas iglesias de Galacia. Estas tienen que estar en una relación mutua
determinada y hallarse en parecida situación interna y externa. A todas puede el
apóstol abordarlas conjuntamente. No se puede decir con toda seguridad qué
territorio de Asia Menor es esta ἡ Γαλατία. Probablemente no es la provincia
romana, sino la región de Galacia en el centro de Asia Menor. 7
Con la mayoría de los comentaristas (Representan la llamada “teoría gálata-
meridional”: W. Ramsay, Th Zahn, J. Weiss, V. Hehn, Ed. Meyer, E. Burton, G.
Duncan, etc.) buscamos las ἐκκλησίαι τῆς Γαλατίας en la mencionada región de
Galacia, y por ellas entendemos aquellas comunidades que el apóstol ha fundado en
su segundo viaje misional -Hech 16,6- y a las que ha visitado por primera vez
durante su tercer viaje -Hech 18,23. La exégesis ulterior mostrará que esta
suposición se puede conciliar con otros datos apuntados en la carta.
La dirección se pone muy concisamente. Sólo se menciona el nombre de los
destinatarios. «¡Advierte también aquí la profunda indignación!» (Crisóstomo). No
los llama el apóstol, como hace con la comunidad de Corinto en 2 Cor 1,1. Ni
escribe a la ἐκκλησία... ἐν ϑεῳ πατρὶ ἡμω̆ν καὶ κυρίῳ Ἰησοῠ Χριστῳ̆ como dice en 1
Tes 1,1; 2 Tes 1,1. No los llama ἃγιοι... ἐν Χριστῳ̆ Ἰησοῠ, como ocurre en Flp 1,1, y
tampoco ἃγιοι... καὶ πιστοί, como Ef 1,1. Ni se encuentra la designación de ἃγιοι καὶ
πιστοί ἀδελφοί Col 1,1. Muchos menos se encuentran las abundantes y honrosas
predicaciones de 1 Cor 1,2: ἡγιασμένοι ἐν Χριστῳ̆ Ἰσοῠ, κλητοὶ ἃγιοι, o la de Rom
1,7: ἀγαπετοὶ ϑεοῠ, κλητοὶ ἃγιοι.

6
“… la razón por la cual Pablo misionó en Galacia fue una enfermedad suya [cf. 4,13], suya, que le obligó a
detenerse allí (verano del año 49): no entraba dentro de su programa la misión en esa región (las comunidades
gálatas son especiales dentro de las comunidades paulinas); y así como un milagro, surgió la amistad entre
Pablo y los gálatas. “Aquella primera vez”: to proteron [cf. 4,13]; después de ella, Pablo ha visitado otra vez
a los gálatas (poco tiempo antes de escribir la carta).” SENÉN, pág. 102-103.
7
[Se puede consultar los artículos “Galacia” y “Galacia (provincia romana)” de Wikipedia. Son correctos y
documentados]

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 9


Es claro que el apóstol quiere guardar la distancia 8. Esto no significa
naturalmente que Pablo no bendiga en la salutatio a la comunidad, como es su
costumbre.”9

8
Se aprecia también en la carta. El tratamiento a los miembros de la comunidad no pasa de -excepto 4,19-
ἀδελφοί: 1,11; 3,15; 4,12.28.31; 5,11.13; 6,1.18.
9
H. Schlier, La Carta a los Gálatas. Sígueme, Salamanca, 1975 (=SCHLIER), págs. 38-39.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 10


Versículo 3.

 Forma fija de la salutatio paulina a partir de esta carta: la fórmula que figuraba
en 1 Tes 1,1 se amplía con la indicación expresa sobre los donantes de la bendición.
“Gracia a Uds y paz de parte (partícula apo indicando el origen) de Dios nuestro
Padre y del Señor Jesús Cristo.”

Por eso el versículo permite la siguiente traducción: “Que os concedan el don de la


salvación y la paz Dios, nuestro Padre, y el Señor Jesucristo”. (Senén Vidal).
Gracia (χάρις) ocurre en Gál 7x: 1,3.6.15; 2,9.21; 5,4; 6,8. En las cartas paulinas
98x, y en el NT: 155x. Bien podemos decir que es un término típico del epistolario paulino.
Por su parte εἰρήνη (paz) ocurre en Gál 1,3; 5,22; 6,16. En el epistolario paulino
43x y en el NT 92x.

Como verdadero emisario de Dios Padre y del Señor Jesús Cristo, y esto a pesar del
dolor (malestar) que Pablo siente hacia los gálatas, el apóstol no deja de entregar a la
comunidad el don salvífico (gracia y paz). Ello demuestra, también, que es verdadero
apóstol. Se comporta como el “destinante” (Dios y Jesús): Pablo también con liberalidad
entrega aquello que se le ha encargado: ser portador de la salvación y la paz a través del
anuncio del evangelio.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 11


Versículos 4-5.
El v. 4 cita una fórmula tradicional que interpretaba la muerte de Jesús como
“autoentrega” liberadora (cf. 2,20 y Ef 5,2.25; en forma de “entrega” por parte de Dios:
Rom 4,25; 8,32)10; su forma aquí desarrolla grandemente el tema de la “liberación”.
Se concluye en el v. 5 con una fórmula de alabanza a Dios (“él” se refiere a Dios, no
a Cristo), cuyo “designio” salvador está en el origen de todo.√

 “Se entregó a la muerte”: “que se entregó a sí mismo por nuestros pecados”. ‘Se
entregó a sí mismo’ (se trata de la ‘entrega’ para morir).

“¿Cómo se describe la acción de Jesucristo? Formalmente habla en primer lugar del


acontecimiento en sí y luego se fija en el efecto del hecho. Al acontecimiento se le
llama δοῠναι ἑαυτὸν ὑπερ τω̆ν ἁμαρτιω̆ν ἡμω̆ν [“se entregó a sí mismo por nuestros
pecados”]. La acción de Jesucristo consistió en su entrega por nosotros. En vez de
δοῠναι ἑαυτόν [“se entregó a sí mismo”] -con paralelos terminológicos y objetivos
en 1 Tim 2,6 y Tit 2,1411-, escribe Pablo en 2,20 (cf. Ef 5,2.2512): τοῠ ἀγαπήσαντός
με καὶ ραπαδόντος ἑαυτόν ὑπὲρ ἐμοῠ [“que me amó y se entregó a sí mismo por
mí”].
También en otras partes se expresa la entrega de Cristo casi siempre con el
verbo παραδιδόναι [paradidónai] -Rom 4,25; 8,32; 1 Cor 11,2313; cf. también los
numerosos lugares de los sinópticos. 14
Influye en esa formulación el uso de παραδιδόναι en Is 53,6.12 que se
interpreta cristológicamente.

10
Gál 2,20: “…y ya no vivo yo, sino que Crito vive en mí. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de
Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Ef 5,2: “y vivid en el amor como Cristo os amó y se
entregó por nosotros como oblación y víctima de suave aroma.” Ef 5,25: “Maridos, amad a vuestras mujeres
como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,…” Rom 4,25: “quien fue entregado por
nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.” Rom 8,32: “El que no perdonó ni a su propio Hijo,
antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas?
11
1 Tim 2,5-6: “5Porque hay un solo Dios y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús,
hombre también, 6que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Este es el testimonio dado en el
momento oportuno.” (eiâj ga\r qeo/j, eiâj kaiì mesi¿thj qeou= kaiì a)nqrw¯pwn, aÃnqrwpoj Xristo\j
¹Ihsou=j, o( dou\j e(auto\n a)nti¿lutron u(pe\r pa/ntwn, to\ martu/rion kairoiÍj i¹di¿oij.
Tit 2,14: “el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese
suyo, fervoroso en buenas obras.” (oÁj eÃdwken e(auto\n u(pe\r h(mw½n, iàna lutrw¯shtai h(ma=j a)po\ pa/shj
a)nomi¿aj kaiì kaqari¿sv e(aut%½ lao\n periou/sion, zhlwth\n kalw½n eÃrgwn.)
12
Ef 5,2.25: 2 “y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de
suave aroma.” 25 “Maridos amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por
ella,” Ef 2,5: kaiì peripateiÍte e)n a)ga/pv, kaqwÜj kaiì o( Xristo\j h)ga/phsen h(ma=j kaiì pare/dwken
e(auto\n u(pe\r h(mw½n prosfora\n kaiì qusi¿an t%½ qe%½ ei¹j o)smh\n eu)wdi¿aj. Ef 5,25: Oi¸ aÃndrej,
a)gapa=te ta\j gunaiÍkaj, kaqwÜj kaiì o( Xristo\j h)ga/phsen th\n e)kklhsi¿an kaiì e(auto\n
pare/dwken u(pe\r au)th=j,
13
Rom 4,25: “quien fue entregado por nuestros pecados [cf. Is 53,6] y fue resucitado para nuestra
justificación.”; 8,32: “El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo
no nos dará con él graciosamente todas las cosas?”; 1 Cor 11,23: “Porque yo recibí del Señor lo que os he
transmitido; que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan…”
14
παραδιδόναι significa además del general, “dar, entregar”, sobre todo “poner en manos de alguien” y
especialmente “entregar al tribunal”. Liddel-Scott, o.c.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 12


En Is se dice kaiì ku/rioj pare/dwken au)to\n taiÍj a(marti¿aij h(mw½n. [“Y
Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros] o kaiì au)to\j a(marti¿aj pollw½n
a)nh/negken kaiì dia\ ta\j a(marti¿aj au)tw½n paredo/qh [“cuando él llevó el pecado
de muchos, e intercedió por los rebeldes”]. La última cita resuena claramente en
Rom 4,25, donde también en pasiva se dice oÁj paredo/qh dia\ ta\ paraptw¯mata
h(mw½n [quien fue entregado por nuestros pecados]
Es fácil relacionar la suerte del παῐς15 ϑεοῠ con el recuerdo de Jesús. Rom
8,32 indica que en el παραδοϑη̆ναι [ser entregado; infinitivo aoristo] está actuando
Dios; cf. Jn 3,16.16 Tales textos contribuyen a explicar el contenido de Gál 1,4. Se
ve además por ellos que el acontecimiento salvífico de Jesucristo consiste en la
absoluta autoentrega de Jesús, que completa de ese modo la obra de Dios.

 “Para liberarnos del dominio de esta época presente malvada”: ‘para liberarnos
de la época presente malvada’; la expresión ‘liberar de’ (el verbo ἐξὲληται > ἐξαιρέω17 sólo
figura aquí dentro de las cartas paulinas) señala la liberación de un dominio esclavizante;
‘época presente’ (sólo aquí en las cartas auténticas; ‘esta época’: en 1 Cor 1,20; 3,18; 2 Cor
4,4; Rom 12,2 y en la glosa de 1 Cor 2,6.8) es una terminología fija de la apocalíptica judía
para designar este mundo, dominado por la maldad, que va a dejar lugar al mundo nuevo
futuro; la liberación de Jesús realiza el traslado anticipado a ese nuevo mundo (“nueva
creación”). Cf. 6,15 (posible inclusión de toda la carta).

 “Cumpliendo así el designio salvador de Dios”: ‘conforme a la voluntad de


Dios’.

 “A él, la alabanza por siempre jamás”: para el cual (sea) la gloria (doxa) para
(durante) las épocas de (en el decurso de) las épocas’ (fórmula fija judía de alabanza a
Dios).
 El “amén” es la aclamación confirmativa de la comunidad.

15
Hijo, hija, niño, niña; muchacho, muchacha; joven; esclavo, criado.
16
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no perezcaa, sino
que tenga vida eterna.” OuÀtwj ga\r h)ga/phsen o( qeo\j to\n ko/smon, wÐste to\n ui¸o\n to\n
monogenh= eÃdwken, iàna pa=j o( pisteu/wn ei¹j au)to\n mh\ a)po/lhtai a)ll' eÃxv zwh\n
ai¹w¯nion.
17
ἐξαιρέω: sacar; quitar [algo, ac.; de… gen. o ἐκ y gen.] vaciar, extraer esp. las entrañas de las
víctimas // MED. sacar para sí, y esp. descargar, llevar a tierra; escoger, elegir o reservar para sí; llevarse,
obtener; alejar.

Gálatas 1,1-5. Alumnos. Página 13

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