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Ensayo
Presentado por
LUIS FERNANDO PALOMEQUE ASPRILLA
VIII semestre
Presentado a
LUCINA RENTERIA
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URABÁ Y EL SINDICALISMO ASESINADO
Ensayo
Introducción
Esto demuestra que en Colombia ser líder sindical es quizás una de las labores más
riesgosa y complicada, los líderes sindicalista a pesar de gozar de la protección de la
legislación colombiana, el estado es poco lo que hace para salvaguardar la integridad humana,
antes pareciera que el mismo Estado quien es el llamado a protegerlos es quien los persigue,
esto se debe a que estamos en un país donde don le va mejor al que calla y sufren los
atropellos sin decir nada, aquellas persona que se atrevieron a denunciar están muertas,
desaparecidas y otros están huyendo desconociendo que todas estas personas que hacen parte
de una organización sindical, de una u otra forma han contribuido al cambio social y
económico de un país que está inmerso en la corrupción y la impunidad (Castro, A., 2015).
Hablar de aquellas personas que piensan diferente a una mayoría o mejor a una
minoría nos encontramos con una clase política que aprovecha el poder y las artimañas para
silenciar al pueblo, una clase que siempre ha querido gobernar bajo sus propias leyes,
políticas y creencias, que no les importa pasar por encima de nadie con tal de lograr sus
propios objetivos.
Por tal razón lo que se busca con este escrito es contarle al pueblo colombiano la
verdad de lo que se ha vivido el movimiento sindical en el país donde cada día son menos
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los trabajadores sindicalizados es por ello que hoy podemos identificar tres grandes
momentos de nuestra historia de violencia ligada al movimiento sindical:
1. Comienzos de los años 80 hasta la promulgación de la constitución de 1991.
2. Del año 1991 hasta la primera posesión del presidente Álvaro Uribe.
3. De 2002 hasta el día de hoy.
Este texto describe el contexto histórico dentro del cual se ha producido semejante
catástrofe en contra del movimiento sindical y que para tratar de frenar los atropellos en
contra de los líderes sindicales, sociales y políticos, se debe pensar en un gobierno que
propugne por la plena vigilancia de los derechos humanos y el ejercicio de la acción sindical
con garantías.
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A comienzo de los años 80, en
medio de una marcada inconformidad
con las políticas económicas y sociales y
del autoritarismo y violación de los
derechos humanos bajo el gobierno de
Turbay Ayala, sectores del movimiento
sindical se dieron a la tarea de reivindicar
una ampliación de la democracia y se articularon estratégicamente con organizaciones de
izquierda, que planteaban tesis políticas con las que se identificaban. De manera particular
habría que mencionar la conducción casi hegemónica que aplicaba el Partido Comunista
sobre la Confederación Sindical del Trabajadores de Colombia (CSTC), mientras tanto otras
agrupaciones de izquierda militaban en lo que se denominaba el sindicalismo no confederado,
y era muy importante su presencia política en las organizaciones sindicales de mayor
importancia: magisterio, trabajadores del Estado y sector energético (Castro, A., 2015).
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ampliar su presencia, formar a sus mandos y equiparse para la ejecución de su Plan
Estratégico”.
Es obvio que nada justifica el crimen y la violencia sufridos por personas que ejercían
la acción sindical y política, y que las afinidades y articulaciones con organizaciones
guerrilleras debían ser judicializadas cuando se incurriera en delitos contra sindicalistas en la
década de los 80 buscó frenar la participación de terceras fuerzas en la disputa por el poder
local. A aquellos sectores sindicales que eran vistos como aliados de la guerrilla, se les
enfrentó como enemigos de guerra, con prácticas ilegales donde participaron activamente
agentes del Estado en alianzas con mafiosos y élites políticas locales (Mejia, 2005. (Mejia,
2005)
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El sindicalismo asegura que la protesta laboral, ha sido víctima de esta macabra
persecución por parte del Estado colombiano, quien por su parte, lo desmiente, y atribuye
esta persecución a los vínculos de los sindicatos con las guerrillas. Ambas explicaciones son
incompletas e irresponsables, existen intereses políticos de por medio (Campuzano, 2011).
Es importante aclararle a los lectores de este documento ciertos términos para entrar
en contexto y desarrollar la discusión: el sindicalismo es producto de la Revolución
industrial; y puede ser definido como una asociación o agrupación formada para la defensa
de los intereses económicos y laborales de un grupo de trabajadores asalariados”. Parecería
una labor fácil y sin riesgos, como lo es en una mayoría de países, lamentablemente no
podemos decir lo mismo de nuestro país Colombia, ya que nuestro país es calificado como
el país más peligroso para ejercer el sindicalismo, y no es solo un calificativo en vano; por el
contrario, es muy cierto, en Colombia se cometen muchas injusticias con los sindicalistas.
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salvedad que hacen a pocas páginas del comienzo del libro da entender la intención real de
los autores y una manera de alarmar a implicados que aún permanecen en la impunidad.
Además no creo que sean solo suposiciones, ya que hay testimonios de sindicalistas
en los que relatan que a sus casas han llegado la fuerza policial a hacerles allanamientos, o
detenciones, actos que tienen una total arbitrariedad, y estos actos no los hace la policía
simplemente porque le pareció, o por que quisieron, alguien les tuvo que haber dado la orden,
¿A dónde llegaremos?
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URABÁ. Territorio de exterminio sindical
Fecode según los datos en los que se apoya el autor en su investigación, representan
el 26,4% de los trabajadores sindicalizados del país y también representa el mayor número
de homicidios y violaciones a la vida, la integridad física y a la libertad
Como primero, entre 1984 y 1990, está delimitado por dos importantes
acontecimientos políticos; por un lado están las conversaciones de tregua y paz por la
mayoría de los grupos guerrilleros con el gobierno del presidente Belisario Betancourt en el
año 1984, y por otro lado la elección de la asamblea de la constituyente que se celebrada en
1990, en ese periodo se presentó altos índices polarización, persecución, violencia contra
civiles no armados, periodistas, intelectuales, jueces, lideres, partidos políticos y
organizaciones sociales y sindicales, durante se crearon partidos políticos comunistas, con la
creación la CUT convergieron varios de los esfuerzos por la unidad sindical y unidades
sociales, que a su vez estaban muy influenciadas por los diálogos de paz con las guerrillas,
que aun con representación política aún continuaban delinquiendo en la clandestinidad; para
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los movimientos sociales, estos acontecimientos daban lugar para promover un cambio
constitucional que requería el país para superar el conflicto armado y los espacios de
participación (Mejía, M. A., 2005).
Como lo afirman los autores, en este periodo, los sindicatos se hicieron eco en las
consignas de los diálogos con las guerrillas, es decir las guerrillas tomaron gran parte del
crédito de las manifestaciones, elecciones locales y eventos a favor de la asamblea Nacional
Constituyente, por otra parte en nuestra, el sindicalismo de la región de Urabá fue clave en
la conquista de las alcaldías locales y un gran caudal de votos en las elecciones del congreso
a la asamblea nacional constituyente.
Luego del año 1991, con la instalación de la asamblea nacional constituyente, se cierra
en 1997 con la creación de las autodefensas unidas de Colombia (AUC), sumado al clima
creado por la nueva constitución, la incorporación del m-19 y el EPL a la vida política legal
y el proceso de expansión del paramilitarismo tuvieron gran influencia en la violencia contra
los trabajadores sindical, especialmente en los ejes bananeros; En Urabá los asesinatos a
trabajadores bananeros sindicalizados pasaron de 53 en 1992 a 152 en el siguiente, un
acontecimiento bastante notorio fue uno que ocurrió en nuestro municipio el día 28 de enero
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de 1993, fue secuestrado y asesinado por la disidencia del EPL, Alirio Guevara,
vicepresidente de Sintrainagro.
Con toda la evidencia recolectada, puedo afirmar con seguridad, que pareciera ser que
ha existido una violencia sistemática, agresión psicológica, presión contra trabajadores, por
diferentes frentes grupos armados, incluyendo al estado colombiano, (este último se supone
que este debe ejercer el monopolio natural de la fuerza y la soberanía, garantizar la protección
de los derechos humanos de los ciudadanos del país, y más de los trabajadores
sindicalizados), pero infortunadamente, incluso como se comenta sometidos a una
persecución sistemática, perseguidos hasta con consecuencias letales, debido a la debilidad
y la presencia del estado colombiano, que hace caso omiso ante los hechos y tratando de
justificarlos diciendo que estos fueron productos de “problemas con bandas delincuenciales”,
y se hacen ajenos al problema, aunque como cabe resaltar que si existe mucha relación las
disputas territoriales de la zonas específicas anteriormente mencionadas con las cifras más
altas de homicidios.
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Teniendo en cuenta todas las injusticias contra sindicalistas, es imposible que los
trabajadores se interesen por pertenecer a las organizaciones sindicales, y cada vez son menos
las personas pertenecientes a los sindicatos, los empresarios y el Estado están logrando su
meta, desaparecer de Colombia el sindicalismo, es por ello que el movimiento sindical debe
ir cambiando de tal modo que permita implementar metodologías en caminada en la
formación de nuevos líderes sindicales propositivos donde hay una mayor participación de
la juventud ya que estos son los llamados a hacer parte del cambio generacional del
movimiento sindical y así poder continuar con la lucha por la no explotación de la clase
trabajadora y de su familia.
Se hace necesario reforzar el movimiento sindical, aunque sea el mismo Estado quien
está en contra de él. Debido a que este responsable en gran parte de las muchas muertes de
los líderes sindicalistas, y no solo es culpable de asesinarlos o desaparecerlos por medio del
ejercito; también son culpables de llevar procesos judiciales en contra de ellos, pero son
procesos que son llevados con total arbitrariedad e injusticia porque lo que se busca es callar
las voces de aquellos líderes que le están abriendo los ojos a pueblo para que no sigamos
cayendo en las mentiras de una clase social que hoy ejerce el poder de la manera que más les
conviene y que siempre han estado en contra del movimiento sindical, de quienes solo buscan
mejorar las condiciones laborales y la reducción de la pobreza en un país que es rico, donde
la riqueza está repartida en una minoría (Castro, A., 2015).
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La clase obrera ha hecho parte del cambio del mundo laboral sin desconocer en gran
aporte echo por empresarios a pesar de que estos y el gobierno son los opositores numero de
los sindicatos, los empresario se preocupan más por la explotación a cualquier costo que por
mejorar las condiciones laborales de sus subordinados en este escrito se puede evidenciar que
a pesar de la intervención de organizaciones internacionales de derechos humanos que a
diario están mirando para nuestro país se ha mitigado un poco los atropellos contra los
trabajadores sindicalizados y gracias a las denuncias realizadas por estos se a lo grado ver
una disminución de los asesinatos pero la actividad sindical sigue siendo supremamente
peligrosa en nuestro país (Castro, A., 2015).
En algo que concuerdo con los autores que han abordado el tema y es que el escenario
actual, con el proceso de paz en vigencia y la justicia especial para la paz (JEP), es el
momento para esclarecer los hechos y reparar las víctimas. Una oportunidad para todos, y un
tiempo para que los procesos sindicales se afirmen como alternativa social a la explotación
generadora de inequidad en que vivimos.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cure, M. F. (2016). Acciones sindicales frente al pacto global y las nuevas formas laborales
en Colombia. Disponible en http://repository.lasalle.edu.co/handle/10185/18527
Javillier, J. (2001). Las normas internacionales del trabajo. Organización Internacional del
Trabajo.
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