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LA PRISIÓN PREVENTIVA EN EL
ESTADO CONSTITUCIONAL
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN……………………………………………………….......
CAPÍTULO I
PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO
1. DESCRIPCIÓN Y SELECCIÓN DEL PROBLEMA
1.1. Situación problemática…………………………………………
1.2. Justificación e importancia……………………………………
1.3. Objetivos y finalidad…………………….…………………….
1.3.1. Objetivos……………………………………………….
1.3.1.1. Objetivos generales……………………….
1.3.1.2. Objetivos específicos……………………..
1.3.2. Finalidad……………......……………………………..
2. FORMULACIÓN DEL
PROBLEMA…………………………………
2.1. Problema general…………………………………..................
2.3.
2.2. Problemas específicos………………………………………..
3. HIPÓTESIS Y
VARIABLES………………………………………….
3.1. Hipótesis general………………………………………………
3.2. Hipótesis especificas…………………………………………..
3.3. Identificación de variables…………………………………….
3.3.1. Variables independientes……………………………
3.3.2. Variables dependientes…………………………......
3.4. Identificación de los indicadores……………………………..
3.4.1. Indicadores de las variables independientes…......
3.4.2. Indicadores de las variables dependientes………..
4. FUNDAMENTOS
TEORICOS………………………………………
4.1. Antecedentes de la situación problemática…………………
4.2. Bases teóricas………………………………………………….
4.3. Marcos conceptuales………………………………………….
4.3.1. Marco teórico………………………………………….
4.3.2. Marco jurídico legal…………………………………..
5. UNIVERSO Y
MUESTRA……………………………………….......
5.1. Ámbito de la investigación……………………………………
5.1.1. Ámbito espacial……………………………………….
5.1.2. Ámbito temporal……………………………………….
5.1.3. Ámbito cuantitativo……………………………….......
5.2. Delimitación del universo………………………………….....
5.2.1. Delimitación temporal………………………………..
5.2.2. Delimitación espacial…………………………………
5.2.3. Delimitación social……………………………………
5.2.4. Delimitación física…………………………………….
5.3. Universo o población…………………………………………..
5.4. Muestra………………………………………………………….
6. MÉTODOLOGÍA……………………………………………………
…
6.1. Marco metodológico……………………………………………
6.2. Método…………………………………………………………..
6.2.1. Métodos de investigación…………………...............
6.2.2. Tipo de estudio………………………………………..
6.3. Tipo y diseño de la investigación……………………………..
6.4. Técnicas de recolección de Información…………………….
6.4.1. Encuesta……………………………………………….
6.4.2. Entrevista……………………....................................
6.4.3. Análisis documental………………………………….
6.4.4. Fichaje de Información doctrinaria………………....
6.4.5. Análisis micro comparativo de sistemas
jurídicos………………………………………………..
6.5. Técnicas de recolección de datos……………………………
6.6. Fuentes de información para la investigación………………
6.6.1. Fuentes primarias…………………………………….
6.6.2. Fuentes secundarias…………………………………
6.7. Procesamiento de la información acumulada………………
6.8. Análisis e interpretación de la información………………….
CAPÍTULO II:
DESARROLLO DE LAS INSTITUCIONES JURÍDICAS
RELACIONADAS A LA INVESTIGACIÓN
PRIMERA PARTE: NOCIONES PRELIMINARES
1. EL CONCEPTO JURIDICO DE LIBERTAD Y LA DOCTRINA
DE LOS DERECHOS
HUMANOS………………………………….
1.1. La libertad: nociones básicas…………………………………
1.2. La libertad en los distintos sistemas penales………………..
1.2.1. En el sistema acusatorio……………………………..
1.2.2. En el sistema inquisitivo……………………………..
1.2.3. En el sistema mixto…………………………………...
1.3.
2. MARCO LEGAL DE PROTECCION DE LA LIBERTAD
INDVIDUAL…………………………………………………………
…
2.1. En los tratados de Derechos Humanos…...........................
2.2. En la Constitución Política del Perú………………………….
2.3. En la jurisprudencia del Tribunal Constitucional…………..
CONCLUSIONES FINALES……………………………………………….
RECOMENDACIONES…………………………………………………….
PROPUESTA DE LEGE FERENDA………………………………….......
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………...
ANEXOS……………………………………………………………………..
INTRODUCCION
1.4. Finalidad.
3. HIPÓTESIS Y VARIABLES.
4. FUNDAMENTOS TEÓRICOS
1
FENECH, M., El Proceso Penal, cit, p.161, citado por Alonso Raúl Peña cabrera Freyre en Exegesis del
Nuevo Código Procesal Penal, Primera Edición, Editorial RODHAS, Lima 2007, p.712.
La prisión preventiva es una medida de coerción procesal valida,
cuya legitimidad está condicionada a la concurrencia de ciertos
presupuestos (formales y materiales), que debe tomar en cuenta el
Juzgador al momento de decidir la medida, que se encuentran
taxativamente previstos en las normas que modulan su aplicación 2.
La prisión preventiva se equipara a la “detención preventiva”
introducida en nuestro ordenamiento legal en el Art.137° del Código
Procesal penal de 1,991. Es una institución jurídica que en el
proceso penal significa la privación de la libertad del imputado con
el fin de asegurar el proceso de conocimiento o la ejecución de la
pena.
2
PEÑA CABRERA, Alonso Raúl, en Exegesis del Nuevo Código Procesal Penal, Primera Edición,
Editorial RODHAS, Lima 2007, p.712.
3
ROXIN, Claus; “Derecho Procesal Penal”, Traducción de la 25ª edición alemana de Gabriela E. Córdova
y Daniel R. Pastor, Editores del Puerto, Buenos Aires 2000, p.257.
desenvolvimiento normal de los individuos e instituciones que los
integran4 , en virtud a ella el mandato de detención aparece como
una respuesta del sistema penal frente a la potencialidad delictiva
del imputado; la aplicación de dicha medida transitoriamente
asegurará a la sociedad frente al presunto culpable y es admisible
en cualquier estado del procedimiento.
Las características esenciales de la prisión preventiva son su
provisionalidad, instrumentalidad y cautelar; y para Binder 5, existiría
un tercer principio: el de proporcionalidad: la violencia que se
ejerce como medida de coerción nunca puede ser mayor que la
violencia que se podrá eventualmente ejercer mediante la
aplicación de una pena, en caso de probarse el delito en cuestión.
Entre las medidas que aseguran el procedimiento, la prisión
preventiva es la injerencia más grave en la libertad individual; por
otra parte, ello es indispensable en algunos casos para una
administración de justicia penal eficiente 6. El principio constitucional
de proporcionalidad exige restringir la medida y los límites de la
prisión preventivas lo estrictamente necesario.
El derecho internacional de los derechos humanos protege
extremadamente el principio de inocencia que asiste al imputado, lo
que impide que se trate como culpable a la persona sospechosa de
haber cometido un delito mientras no haya sido declarada
judicialmente su culpabilidad, en consecuencia los efectos de la
prisión preventiva de ninguna manera pueden ser equiparados a
los efectos de una pena. Resulta completamente ilegitimo detener
preventivamente a una persona con fines retributivos o preventivos
propios de la pena, ahí radica la importancia de que la duración de
la prisión preventiva se extienda a un tiempo razonable, puesto que
al excederse de la razonabilidad temporal esta medida deviene en
arbitraria e ilegítima, por tanto la razonabilidad temporal de la
4
Diccionario Jurídico Fundamental, Flores Polo, Pedro, 2ª Edición, Editorial Grijley, Lima-Perú, año
2002, p.721
5
BINDER, A.M.: Introducción al Derecho Penal, p.200, citado por Alonso Raúl Peña cabrera Freyre en
Exegesis Del Nuevo Código Procesal Penal, Primera Edición, Editorial RODHAS, Lima 2007, p.714.
6
ROXIN, Claus; “Derecho Procesal Penal”, Traducción de la 25ª edición alemana de Gabriela E. Córdova
y Daniel R. Pastor, Editores del Puerto, Buenos Aires 2000, p.256.
medida se fundamenta en los principios de celeridad y eficacia
procesal.
Ni la función de aseguramiento de la pena corporal puede otorgar
legitimidad a la intromisión estatal en la esfera de la libertad de la
persona sin que exista una declaración de culpabilidad. Cualquier
fundamento resulta inconsistente, ni la justificación que la
detención judicial tiene por objeto “adelantar las funciones de la
pena a la declaración de culpabilidad” puede legitimar la facultad
del Estado para privar la libertad a los individuos de una sociedad.
El problema se potencializa en países en que las tasas de
criminalidad son altas y el sistema procesal penal no es suficiente
para luchar contra ese fenómeno, uno de esas sociedades es la
peruana que tiene altos índices de criminalidad y su sistema
democrático aún es débil, por lo que la aplicación de esta medida
de seguridad resulta necesaria y la colisión de derechos libertad-
seguridad son aún muy discutibles.
Justamente porque afecta un derecho fundamental la prisión
preventiva debe constituir una medida de ultima ratio, que solo
debe aplicarse ante circunstancias plenamente justificadas, que
deben condecirse con un estado de cosas que revele graves
indicios de criminalidad, considerando al imputado renuente a
someterse libremente a la coacción estatal o que manifiesta una
conducta poco colaboradora para el esclarecimiento de los hechos,
o obstruya la actividad probatoria.
El orden interno de un Estado se revela en el modo en que estará
regulada esa situación de conflicto: los estados totalitarios, bajo la
antítesis errónea Estado-ciudadano, exagerarán fácilmente la
importancia del interés estatal en la realización, lo más eficaz
posible, del procedimiento penal. En un estado de Derecho, en
cambio, la regulación de esa situación de conflicto no es
determinada a través de la antítesis Estado-ciudadano; el Estado
mismo está obligado por ambos fines –aseguramiento del orden a
través de la persecución penal y protección de la esfera de libertad
del ciudadano7.
Con ello el principio constitucional de proporcionalidad exige
restringir la medida y los límites de la prisión preventiva a lo
estrictamente necesario; que será posible con la instauración de un
debido sistema penal y procesal penal que ha estado
evolucionando en el Perú, a partir de la dación de la Ley 24833, la
entrada en vigencia del Art.135° del Código Procesal Penal de
1991, sus respectivas modificatorias y con la entrada en vigencia
del nuevo Código Procesal Penal del 2004.
5. UNIVERSO Y MUESTRA
7
ROXIN, Claus; “Derecho Procesal Penal”, Traducción de la 25ª edición alemana de Gabriela E. Córdova
y Daniel R. Pastor, Editores del Puerto, Buenos Aires 2000, p.258.
5.1.1. Ámbito Espacial
Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia de la República: autos calificatorios,
recursos de nulidad y sentencias casatorias sobre autos
que resuelven el requerimiento de Prisión Preventiva.
5.4. Muestra
6. METODOLOGÍA
6.2. Método:
6.4.1. Encuesta
Dirigida a las unidades integrantes de la Muestra.
Previamente se instrumentalizará el cuestionario de
preguntas correspondiente.
6.4.2. Entrevista
A efectuarse a especialistas en la materia seleccionados
entre las unidades de la muestra, a las que por sus
condiciones académicas y de alta especialización en el
tema de investigación, se les entrevistará verbalmente,
previo cuestionario de preguntas y teniendo en cuenta las
variables e indicadores de la investigación.
CAPÍTULO II:
8
Cabanellas, Guillermo.- Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. Tomo V.- Pág. 177
desprende de una probeta, al producirse una reacción química, o el pájaro que
escapa de las rejas de su jaula.
El gran maestro Víctor García Toma sostiene que: “Es indudable que la historia
de la humanidad es un largo camino hacia la afirmación de la libertad, amén
que dicho albedrío autodenominativo en su actuación coexistencial se
encuentra garantizado por la ley. El ser humano nace libre, lucha por afirmarse
como tal o en su defecto, brega por recuperarla ante los embates de los
gobiernos autocrácticos. En los tiempos actuales ella se ha convertido en el
pendón de todos los pueblos (…). La humanidad siempre ha tenido un solo
norte: Que el hombre sea genuina y cabalmente libre. La libertad es un atributo
inherente al ser humano por su sola condición de tal. Esta facultad natural debe
ser concebida como expresión de albedrío y debe ser ejercitada dentro de las
limitaciones legales impuestas por el Estado para afirmar la plena convivencia
social, a efectos de que la libertad de uno no avasalle, no vulnere ni interfiera al
libertad de los demás”11.
9
Cabanellas, Guillermo.- Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. Tomo V.- Pág. 184
10
Enciclopedia Jurídica Omeba.- Tomo XVIII.- pág. 427
11
García Toma, Víctor, Los Derechos Humanos y la Constitución, Gráfica Horizonte S. A., Lima, 2001, p,
171.
facultad de optar entre su ejercicio o no ejercicio. Para mayor claridad,
convendría darle el nombre de derecho de segundo grado. Como tal, se funda
indefectiblemente en el de primer grado y carece, por ende, de existencia
autónoma. El de primer grado puede ser absoluto o relativo; el de segundo es
absoluto y tiene como correlato la obligación impuesta a todo el mundo de no
impedir al titular que opte entre ejercitar o no ejercitar los derechos que el
ordenamiento jurídico le otorga. Infiérase de ello que los demás no podrán
exigirle que los haga valer, ni estarán autorizados para impedir que los ejercite.
Esta relación podría expresarse diciendo que el derecho de primer grado es la
facultad fundante y el de segundo la facultad fundada.
El autor italiano Rocco H. sostenía que la libertad jurídica era “la facultad que
cualquier sujeto tiene de obrar dentro de los límites de aquello que los
preceptos del derecho no ordenan ni prohíben, y de impedir que otras personas
se opongan al desenvolvimiento de dicha actividad, o intervengan en ella” y
como, “Todo acto no contrario a una prohibición y toda omisión no opuesta a un
mandamiento jurídico pertenecen al sector de los procederes jurídicamente
libres”12.
12
ROCCO, H. L’autoritá Della cosa giudicata e i suoi limiti soggettivi, p. 299.
Resumiendo las ideas anteriormente expuestas, podemos precisar en estos
términos nuestra definición: libertad jurídica es la facultad que toda persona
tiene de ejercitar o no ejercitar sus derechos subjetivos, cuando el contenido de
los mismos no se reduce al cumplimiento de un deber propio.
13
Mill, John. Sobre la libertad, Alianza Editorial, España, 2000, p. 29.
Hay que eliminar la resistencia al cambio en los actuales operadores y en los
que ingresarán a operar. Se necesita una reforma educativa y una difusión
desde las universidades y los ámbitos sociales necesarios para que se
adquiera el compromiso de apoyar las actividades del nuevo modelo. Lo más
importante es modificar estereotipos o paradigmas no protectores de derechos
humanos, cambiar la cultura jurídica inquisitiva y sustituirla por una cultura
jurídica garantista, lo que nos corresponde a todos los integrantes de este
colectivo social.
La palabra inquisición deriva del verbo latino inquirir que significa averiguar,
preguntar, indagar. La utilización de este sistema es propio de los regímenes
despóticos, absolutistas y totalitarios, se la relaciona con la Roma imperial y el
Derecho Canónico.
Este sistema surge del movimiento revolucionario del siglo XVIII, este nuevo
procedimiento recoge de la inquisición la exclusividad de la persecución del
14
Neyra Flores, José Antonio, Manual del Nuevo Proceso Penal y de Litigación Oral, IDEMSA, Lima –
Perú, Julio 2010.
delito por parte del Estado. Y por otro lado, surge la idea del individuo protegido
con sus derechos como límite a este poder estatal.
Este artículo 1.1 contiene la obligación contraída por los Estados Partes
en relación con cada uno de los derechos protegidos por la Convención, de tal
manera que toda pretensión de que se ha lesionado alguno de esos derechos,
implica necesariamente (…) que se ha infringido también el artículo 1.1 de la
Convención.
2.2. TIPOS DE REGULACIONES CONTENIDOS EN EL ART. 7 DE LA
CONVENCIÓN.
4. DETENCIÓN ILEGAL
“Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las
condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los
Estados partes o por las leyes dictadas conforme a ellas.”
Al referirse a este, la Corte IDH ha dicho que estamos frente a “la prohibición
de detenciones o arrestos ilegales…”, en el cual se “reconoce la garantía
primaria del derecho a la libertad física: la reserva de ley, según la cual,
únicamente a través de una ley puede afectarse el derecho a la libertad
personal”, de manera que los Estados deben establecer “tan concretamente
como sea posible y “de antemano”, las “causas” y “condiciones” de la privación
de la libertad física”.
Lo afirmado por este órgano de las Naciones Unidas, puede ser extendido al
criterio interpretativo de la Convención, dado que; como es de verse en este
instrumento las detenciones no son exclusivas de carácter penal, sino también
existen detenciones por particulares y administrativas, a excepción de la
detención por deudas.
5. DETENCIÓN ARBITRARIA.
De este modo, para que este derecho se satisfaga “es necesario que las
razones de la detención sean comunicadas en un idioma que la persona
detenida comprenda, en un lenguaje simple y libre de tecnicismos, los hechos y
bases jurídicas esenciales en los que ésta se funda.
Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u
otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá
derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad,
sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a
garantías que aseguren su comparecencia en el juicio.
7.1.2. Juez.
Bajo esa premisa, “el control judicial inmediato es un “medio de control idóneo”
para evitar la arbitrariedad o ilegalidad de las detenciones”. Tomando en cuenta
que en un Estado de derecho corresponde al juzgador garantizar los derechos
del detenido, autorizar la adopción de medidas cautelares o de coerción,
cuando sea estrictamente necesario, y procurar, en general, un trato
consecuente con la presunción de inocencia que ampara al inculpado mientras
no se pruebe su responsabilidad, en atención a lo cual “un individuo que ha
sido privado de su libertad sin ningún tipo de control judicial debe ser liberado o
puesto inmediatamente a disposición de un juez (…)”, de tal forma que exista
“el goce efectivo de los derechos del detenido, tomando en cuenta la especial
vulnerabilidad de aquél”.
Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal
competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su
arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran
ilegales. En los Estados partes cuyas leyes prevén que toda persona que se
viera amenazada de ser privada de su libertad tiene derecho a recurrir a un
juez o tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad de tal
amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos
podrán interponerse por sí o por otra persona.
«Art. 2.- Toda persona tiene derecho: (...) 24. A la libertad y a la seguridad
personales. En consecuencia:(...) f) Nadie puede ser detenido sino por
mandamiento escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en
caso de flagrante delito.
El detenido debe ser puesto a disposición del juzgado correspondiente, dentro
de las veinticuatro horas o en el término de la distancia. Estos plazos no se
aplican a los casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas. En tales
casos, las autoridades policiales pueden efectuar la detención preventiva de los
presuntos implicados por un término no mayor de quince días naturales. Deben
dar cuenta al Ministerio Público y al juez, quien puede asumir jurisdicción antes
de vencido dicho término».
a) Se su prime la frase «en todo caso>> del inicio del segundo párrafo de la
norma, lo que reafirma claramente que no caben «otros casos>> para justificar
una detención distintos a los estipulados en el primer párrafo (es decir,
mandato judicial o flagrante delito); en consecuencia, ésta es la regla básica en
esa materia.
Sin duda que el esfuerzo desplegado en estos años, para crear conciencia en
este campo, ha dado sus frutos, al menos a nivel del avance en el texto
constitucional. Los principales problemas y aparentes «vacíos>> o
insuficiencias de la anterior norma constitucional en materia de la protección
frente a detenciones arbitrarias han quedado esclarecidos y resueltos.
1. CUESTIONES PREVIAS
15
Sentencia dictada por el Tribunal Constitucional en el Exp. Nº 01383 – 2008 – PHC/TC, Piura, 25 de
mayo de 2009, página web del Tribunal Constitucional.
que señalan se dicten las medidas necesarias para garantizar que el procesado
concurra al juicio, a fin de que se dicte la sentencia absolutoria o condenatoria,
según el caso.
16
ROLLA, Giancarlo, “Derechos fundamentales y Estado democrático: El papel de la justicia
constitucional”, en Revista Peruana de Derecho Constitucional, Nº 2, Lima, 2000, pp. 26, 27.
derecho a la libertad personal o sus derechos conexos (J) Igual criterio en el
exp. Nº 2849- 2004 HC/ TC17.
2. CONCEPTO.
El Proceso Constitucional de Hábeas Corpus se encuentra claramente definido
en el inciso 1 del artículo 200º de la Constitución Política del Estado: “Son
garantías constitucionales: 1.- La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante
el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona,
que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos constitucionales
conexos (...)”. Samuel Abad Yupanqui, sostiene: “(J) corresponde a los
tribunales y a su jurisprudencia un rol de especial relevancia para tutelar los
derechos fundamentales y limitar los excesos de poder. Sin embargo, para que
exista un eficaz control de los actos de los poderes públicos se requiere contar
con órganos jurisdiccionales independientes, autónomos e imparciales que
protejan a las personas frente a los excesos del poder” 18.
17
Sentencia dictada en el exp. Nº 05557 – 2009 – PHC/TC, Lima, el 5 de marzo de 2010, publicado en la
página web del Tribunal Constitucional
18
ABAD YUPANQUI, Samuel, “Prólogo”, a PIZARRO GUERRERO, Miguel, Jurisprudencia
Constitucional de Hábeas Corpus, Grijley, Lima, 2003, p. xv.
pero comprobamos que no es suficiente, de allí que es necesaria una garantía
adicional, que bien podríamos llamar una garantía de la garantía, la misma que
la encontramos en el hábeas corpus como instrumento procesal, que disponen
las personas para reaccionar frente a una posible violación de sus derechos
fundamentales relacionado con la libertad física, de movimiento, de tránsito y a
la integridad personal, prolongando su tutela a la amenaza o acto lesivo a la
vida, la integridad física y psicológica o la salud. Castillo Córdova: “El hábeas
corpus, en estricto, es una garantía constitucional destinada a proteger
directamente derechos constitucionales, y en cuanto protege derechos
reconocidos en la norma constitucional, pretende la vigencia plena de la
Constitución como norma jurídica y fundamental” 19.
19
CASTILLO CÓRDOVA, LUIS, “Comentarios al Código Procesal, Tomo II, Editorial Palestra, Lima,
2006, p.509.
20
BIDART CAMPOS, Germán J., Régimen legal y jurisprudencial del Amparo, Ediar, Buenos Aires,
1968, p. 82.
control constitucional en conexión con la libertad individual, por constituir el
estado normal de una persona.
De tal manera, que no se trata de cualquier tipo de amenaza que pueda ser
admitida como vulneración al derecho fundamental de la libertad, en esta
sentencia se establece dos presupuestos o requisitos que deben ser tomados
en cuenta, esto es la certeza que consiste en dejar de lado las conjeturas o
presunciones y la valoración que se debe efectuar sobre el conocimiento que
se debe tener respecto, a la pérdida de libertad. En tanto, a lo que se considera
como inminencia en la ejecución de la pérdida de libertad, ello significa que
éste debe realizarse a la brevedad, motivo por el cual vulnera dicho derecho
fundamental.
21
Sentencia del Tribunal Constitucional en el Exp. Nº 9095 – 2006 – PHC/TC – Cañete, publicado en la
Revista Diálogo con la Jurisprudencia N º 104, p, 68.
amenazada por tal o cual funcionario o particular, sino que esta sentencia
instruye, que es lo que se debe tener en cuenta para considerar como
amenaza en contra de la libertad de una persona. El Tribunal Constitucional, no
procede para proteger la propiedad: “Para acreditar el derecho que tiene sobre
la propiedad (que dice se le está violando), se hace necesario actuar pruebas
en la correspondiente estación probatoria, la que no existe en los procesos de
acciones de garantía, pero sí en el proceso judicial” 22.
22
PIZARRO GUERRERO, Miguel, Jurisprudencia Constitucional de Hábeas Corpus, Grijley, Lima,
2003, p. 33.
23
Sentencia dictada por el Tribunal Constitucional en el Exp. Nº 01241 – 2010 – PH/TC, 4 de junio de
2010, Ucayali, publicada en la página web del Tribunal Constitucional.
24
Sentencia del Tribunal Constitucional en el exp. Nº 2663 – 2003 – HC/TC, fundamento 6, op cit.
25
5 Sentencia dictada por el Tribunal Constitucional en el exp. Nº 04572 – 2009. PHC/TC. Fundamento
6, publicado en la página web del Tribunal Constitucional.
También se extiende el ámbito de protección a la tutela del debido proceso
conexo a la libertad individual, tales como:
Los tipos de hábeas corpus, tal como lo señala Susana Castañeda Otsu:
26
Sentencia del Tribunal Constitucional en el exp. Nº 03547 – 2009 – PHC/TC, op cit., fundamento 3),
publicado en la página web del Tribunal Constitucional.
detención, de reclusión, inclusive de hospitalización que puedan
considerarse inhumanas, humillantes.
vi)Instructivo. Este mecanismo procesal tiene como finalidad, no solamente
la libertad y la integridad personales, sino también prevenir la desaparición
o indeterminación del lugar de detención y, en última instancia, asegurar el
derecho a la vida de las personas que son víctimas de actos arbitrarios por
las autoridades.
vii) Innovativo. El Tribunal Constitucional, a partir de la doctrina, incorpora
este tipo de hábeas corpus. Así, según Domingo García Belaunde, debe
interponerse contra la amenaza y la violación de la libertad individual, aun
cuando éste ya hubiera sido consumado, opinión que también comparte
César Landa Arroyo, siempre que el afectado no vea restringida a su
libertad y derechos conexos27 .
Respecto a éste último tipo de Hábeas Corpus, cabe aclarar que el juez no está
facultado a emitir un pronunciamiento, cuando ya cesó la amenaza o violación
de la garantía constitucional relacionada con la libertad personal de quien ha
recurrido a esta acción de garantía -al producirse la sustracción de la materia-,
pero se precisa, si el Tribunal constata que la detención es arbitraria, debe
pronunciarse sobre este particular, de acuerdo lo que señala el artículo 1 del
Código Procesal Constitucional, (…) si luego de presentada la demanda cesa
la agresión o la amenaza o si ella deviene en irreparable, el juez atendiendo al
agravio producido, declarará fundada la demanda precisando los alcances de
su decisión, disponiendo que el emplazado no vuelva a incurrir en las acciones
u omisiones que motivaron la interposición de la demanda, y que si procediere
de modo contrario se le aplicarán las medidas coercitivas previstas en el
artículo 22 del presente Código, sin perjuicio de la responsabilidad que
corresponda.
Para tal efecto, debe tenerse en cuenta lo previsto en el artículo 419 del Código
penal: “El Juez que, maliciosamente o sin motivo legal, ordena la detención de
una persona o no otorga la libertad a un detenido o preso, que debió decretar,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de
cuatro años.”
27
CASTAÑEDA OTSU, Susana Inés, Derecho Procesal Constitucional. Hábeas Corpus, 2ª ed., Jurista
Editores, 2004, T. II, pp. 614 y ss.
5. PROCEDENCIA DE PROCESO CONSTITUCIONAL DE HÁBEAS
CORPUS A RAÍZ DE RESOLUCIONES JUDICIALES.
6. PROCEDIMIENTO PENAL.
28
Sentencia del Tribunal Constitucional en el STC 00728 – 2008 – PHC /TC fj. 10., publicado en la
página web del Tribunal.
actuaciones de una causa judicial; iv) Regular. Establecer regla, norma o
pauta; v) Irregular. Contrario a regla, norma o principio 29.
6.1. CLASES.
6.1.1. Procedimiento Regular:
29
CABANELLAS, Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, cit., T. VI, pp. 433, 435, 437; T. VII, p.
109; T. IV, p. 499, respectivamente.
30
Sentencia del Tribunal Constitucional, Expediente Nº 189 – 99 – AA/TC.
jurisdicción ordinaria, sino, la de proteger derechos constitucionales de un
procesado que han sido vulnerados por el órgano jurisdiccional.
Asimismo, se debe conocer las razones por las cuales se decidió en un sentido
o en otro, a fin de que el afectado con esta medida pueda realizar las acciones
necesarias para el ejercicio del derecho de defensa ante la restricción de su
libertad individual; porque no basta sostener que se ha vulnerado ésta o sus
derechos conexos a ella, es necesario que en su momento el Juez
Constitucional analice previamente si los actos denunciados han violado o no
los derechos fundamentales y que por lo tanto merecen ser tutelados por el
Hábeas Corpus, como podría ser el caso de no fundamentar las razones por
las cuales se priva de libertad al imputado o no se ha respetado lo que señala
en forma expresa la Constitución, respecto a que la detención policial solo
procede cuando el intervenido se encuentra en flagrante delito.
34
En la línea que lo caracteriza Torres del Moral en su obra Derecho a la tutela judicial efectiva, en Los
derechos fundamentales y su protección jurisdiccional, Colex, Madrid, 2007.
35
Así lo con7rmó hace tiempo la propia doctrina del TEDH en la sentencia del caso Deweer v. Bélgica, de
27 de febrero de 1980, analizando la conformidad de sistemas extrajudiciales de resolución de
controversias con el art. 6 del CEDH.
la Justicia, para resolver sus asuntos jurídicamente, y no en la versión, en
cierto modo limitativa, que actualmente le remite al acceso a los tribunales en el
ejercicio del derecho a la tutela judicial efectiva, no en vano, y aquí suscribimos
plenamente la posición de Ramos Méndez36, administrar justicia no es
únicamente decidir casos.
36
F. Ramos Méndez, El sistema procesal español, Ed. Atelier, Barcelona, 2010, p. 30
37
C. Marqués Cebola, La mediación, Marcial Pons, Madrid, 2013, p. 46
38
Véase las reWexiones que sobre el derecho de acceso a los tribunales como cierre del sistema en pos de
la igualdad de los derechos plantea A. Rials, L´accès a la justice, Presses Universitaires de France, Paris,
1993, pp. 9 ss.
reconocido como un derecho de primera generación en cuanto hace parte del
grupo de derechos denominados como individuales, civiles y políticos,
considerados como los derechos fundamentales por excelencia2. Precisamente
estos derechos cuentan con unos mecanismos de protección y de efectividad
muy concretos como el recurso de amparo o la acción de tutela, en el caso
colombiano3. Antes de discurrir sobre el contenido de este derecho complejo,
es importante precisar que al considerarse como derecho fundamental, se le
concibe como un derecho del ser humano incluido en norma positiva
constitucional. A propósito, una manera de concebir los derechos
fundamentales es la de comprenderlos como una especie de derechos
humanos, considerando que son aquellos derechos reconocidos por los
Estados en sus Cartas políticas4 y en el contexto de los tratados y convenios
en materia de derecho internacional de los derechos humanos y derecho
internacional humanitario, los que igualmente han sido integrados a las
Constituciones por medio del bloque de Constitucionalidad. Justamente, el
debido proceso es un derecho humano reconocido en las Constituciones
políticas, por lo que asume el carácter de fundamental, y adicionalmente
aparece delimitado en gran parte de las normas positivas internacionales y
desde la jurisprudencia emitida por órganos supranacionales.
39
Moreno Catena, Víctor, “Sobre el derecho de defensa”, Teoría & Derecho Revista de Pensamiento
Jurídico, El derecho de defensa, Valencia, núm. 8, diciembre de 2010, p. 17.
40
García Odgers, Ramón, “El ejercicio del derecho a defensa técnica en la etapa preliminar del proceso
penal”, Revista de Derecho, Concepción, Chile, núm. 223-224, año LXXVI, enero-junio/julio-diciembre
de 2008, p. 119.
Asimismo, constituye un derecho ilimitado, por ser un derecho fundamental
absoluto.4 Justamente, la defensa de la persona en juicio y de sus derechos se
concibe solamente a través de la intervención del abogado 41.
41
Seco Villalba, José Armando, El derecho de defensa. La garantía constitucional de la defensa en el
juicio, primer premio otorgado por la Asociación de Abogados de Buenos Aires, Buenos Aires, Depalma,
1947, p. 38.
42
Fue adoptado en Nueva York el 16 de diciembre de 1966. México se adhirió el 24 de marzo de 1981.
El decreto promulgatorio se publicó en el Diario Oficial de la Federación del 20 de mayo de 1981, y la fe
de erratas en el Diario Oficial de la Federación del 22 de junio de 1981.
de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus
derechos u obligaciones de carácter civil. Se aclara que tanto la prensa
como el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios
por consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una
sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las
partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal,
cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera
perjudicar a los intereses de la justicia.
Es justo enunciar que si bien, hasta aquí, se han desarrollado las posiciones
más radicales enfrentadas al principio, el avance doctrinario ha conllevado a
que la segunda cláusula de la Constitución Italiana -promulgada el 22/12/49)-
establezca “La responsabilidad penal es personal. No se considera culpable al
encausado hasta su sentencia definitiva...”. Ello deriva en que el principio
consagra un estadio jurídico, y no una presunción legal, el imputado es
inocente hasta que sea declarado culpable por sentencia firme, y “...no obsta,
claro está, que durante el proceso pueda existir una presunción de culpabilidad
(del juez) capaz de justificar medidas coercitivas de seguridad...”.
1. ASPECTOS GENERALES:
-Es la medida cautelar de carácter personal más intensa pues una vez
dispuesta y hecha efectiva, el encarcelamiento perdura durante todo el trámite
del proceso. (Francisco J. D’Albora)- Código Procesal Penal de la Nación -
Abeledo Perrot -2003-
-La prisión preventiva ha sido definida como “la privación de la libertad del
imputado con el fin de asegurar el proceso de conocimiento a la ejecución de la
pena” (ROXIN, CLAUS, “Derecho Procesal Penal”; pág. 257, Editora del
Puerto, Argentina, año 2000)
El profesor cordobés Dr. Alfredo Vélez Mariconde la define como aquel estado
de privación de la libertad que el órgano jurisdiccional impone al procesado
(imputado) durante la sustanciación del proceso, cuando se le atribuye un
delito reprimido con pena privativa de la libertad.
Carlos Fontan Balestra, afirma que la prisión preventiva tiene como meta
exclusiva el aseguramiento del proceso. La prisión preventiva es un mal
necesario, se fundamenta la necesidad que tiene la sociedad de tomar
medidas de precaución contra quienes presuntamente ha cometido un delito;
es una medida de seguridad, un medio para instruir los procesos y una
garantía de que se cumplirá la pena.
Asimismo Ferrajoli afirma “la prisión preventiva constituye una fase del proceso
ordinario y es decidida por un juez. Así, en razón de sus presupuestos, de sus
modalidades y de las dimensiones que ha adquirido, se ha convertido en el
43
signo más evidente de la crisis de la jurisdiccionalidad, de la
administrativización tendencial del proceso penal y, sobre todo, de su
degeneración en un mecanismo directamente punitivo.”. 44
43
“La Prisión Preventiva Frente al Estado de Derecho” escrito por Roberto Rabi González, Lunes 3 de octubre de
2.005
44
Ferrajoli, Luigi “Derecho y Razón”, Trotta, Quinta Edición, 2001
También sostiene Ferrajioli que: “La prisión preventiva obligatoria es
verdaderamente una contradicción en sus términos. La prisión preventiva se
justifica solamente en casos graves de peligro de falsificación de las pruebas o
de fuga del imputado. Debería tratarse de una medida absolutamente
excepcional y acotada. No debería ir más allá de alguna semana. Pero
naturalmente eso implica un costo, porque el imputado podría ser culpable.
Pero la democracia implica ciertos peligros. Si la prisión preventiva es
obligatoria funciona como una pena anticipada y, por lo tanto, totalmente
ilegítima.”45.
La prisión preventiva sólo se puede aplicar en la medida en que tenga fines
procesales, esto es, que pretenda resguardar la averiguación de la verdad y la
aplicación de la ley penal. Por ello, los únicos criterios válidos para imponerla
son el entorpecimiento de la investigación y el peligro de fuga, 46 probados en el
caso concreto47. De este modo, la detención cautelar únicamente puede tener
carácter excepcional; por supuesto, esta coerción no puede ser más gravosa,
ni durar más, que la propia pena 48. Debe existir una sospecha relevante sobre
el imputado49 y tener carácter provisional. Además, la medida es legítima
mientras se mantengan sus presupuestos de justificación. Por último, el Poder
Judicial debe garantizar un adecuado control de la legitimidad de las
detenciones50.
45
Luigi Ferrajoli, Jurista: "Los derechos son un papel si no se incluyen garantías adecuadas”. Fecha: 7/1/2006
14:30:00 | Tema: Pensamiento Crítico Fuente: Diario Clarín
46
Corte IDH, Caso Suárez Rosero, Ecuador, Sentencia del 12 de noviembre de 1997, SerieC, nº 35, numeral 77
47
Corte IDH, Caso Tibi, Ecuador, Sentencia del 7 de septiembre de 2004, Serie C, nº 114, numeral 107.
48
CIDH, Informe 12/96, párrafo 72; Corte IDH, Caso Gangaram Panday, Sentencia del 21 de enero de 1994,
Serie C nº 16, numeral 47. 21/1/94, numeral 47.
49
Corte IDH, Caso Tibi, numeral 107.
50
CIDH, Informe 2/97, párrafo 19. Con respecto a Argentina: La Comisión Interamericana de Derechos Humanos
sostuvo hace casi diez años que incumplía la Convención Americana sobre Derechos Humanos por no respetar los
estándares internacionales que habilitan la aplicación de una medida privativa de la libertad.
Coincide la doctrina en la idea de que el hombre primitivo no pensó en construir
cárceles para los transgresores de sus leyes, más bien tenía la idea de vengar
la ofensa que investigar las causas que influyeron en la comisión del hecho
delictuoso.51
La Prisión desde la etapa primitiva, hasta finales del siglo XVI pasando por el
Derecho Técnico Germánico, se ha utilizado fundamentalmente para guardar
delincuentes, incluso con ulteriores fines antropológicos, no como medio
represivo en sí, y ello es resultado de la concepción que sobre el delito y
delincuente tiene la época; el hecho sancionable es un mal, y el culpable un
"perversus homo" no susceptible de corrección, sino de castigo rápido y capital.
En esta situación la cárcel custodia se impone frente a la prisión entendida y
aplicada como pena.
51
Manuel Abreu Menéndez. Antecedentes Legislativos e Inconstitucionalidad de las Normas Mínimas. Revista
Criminalística. 1982. Pág.
52
Carlos García Valdez. Estudio de Derecho Penitenciario. Editora Tecno. 1982 pgs.
instrumentos de sufrimientos, que generalmente llevaban a los reos a la
muerte.
Se puede decir que la prisión, por su parte, es una institución utilizada desde
tiempos muy remotos, que ha cumplido con la función de asegurar que el que
está acusado de cometer un delito no evada la acción de la justicia.
Así arranca el gran modelo de la regeneración del individuo, puesto que nada
se hace con apresar a una persona y no tratar de que aprenda algún oficio para
devolverlo a la sociedad como una persona de bien y arrepentida.
Una de las implicancias prácticas del principio de inocencia es que, como regla
general, toda persona imputada de un delito tiene el derecho a permanecer en
libertad durante la sustanciación del proceso penal en su contra. Y sólo
circunstancias excepcionales justificarían restringir esa libertad, esto es,
siempre y cuando exista peligro cierto de fuga o de entorpecimiento en la
investigación, cuya verificación en el caso concreto frustraría los fines del
procedimiento penal: averiguar la verdad y aplicar la ley penal.
Por constituir una de las medidas penales más gravosas para el individuo y por
chocar de manera frontal con la presunción de inocencia y el derecho a la
libertad ambulatoria, la dogmática penal no ha encontrado aún un convincente
motivo de legitimidad de la prisión preventiva, sino que ha formulado diversos
principios y presupuestos53 para su aplicación dirigidos a limitar su ejercicio y
controlar su ejecución. Ellos son:
El mismo tribunal ha sostenido que toda vez que se trata de una restricción que
sólo es admitida excepcionalmente, corresponde al Estado probar la necesidad
de la prisión preventiva57. Por lo tanto, el derecho a la libertad personal puede
54
Corte IDH. Caso Bayarri vs. Argentina. Excepción preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
30 de octubre de 2008. Serie C No. 187, párr. 69.
55
Corte IDH. Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de
2005. Serie C No. 129, párr. 74; Caso Servellón García y otros Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 21 de septiembre de 2006. Serie C No. 152, párr. 88; Caso Yvon Neptune Vs. Haití. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 180, párr. 107; Cfr. Caso Bayarri Vs.
Argentina, párr. 69.
56
Corte IDH. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador. Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35,
párr. 77; Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No. 170, párr. 145; Cfr. Caso Yvon Neptune Vs.
Haití, párr. 107; Cfr. Caso Bayarri Vs. Argentina, párr. 69.
57
Corte IDH, caso “Tibi vs. Ecuador”, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, sentencia del
7 de septiembre de 2004, Serie C, n° 114, párrafo 107.
ser restringido sólo en forma excepcional, siempre y cuando el Estado
fundamente y acredite debidamente la existencia de los requisitos exigidos por
la Convención Americana de Derechos Humanos 58, y siempre que la restricción
sea de interpretación y aplicación restrictiva, con el cuidado de que no se
desnaturalicen la garantía de no ser privado de la libertad hasta el dictado de
una sentencia y el principio pro homine59.
En cuanto a los fines del instituto, la Corte IDH ha dicho que la aplicación de la
prisión preventiva debe perseguir exclusivamente la finalidad de asegurar que
el imputado no impida el desarrollo de las investigaciones ni eluda la acción de
la justicia60. El riesgo o peligro procesal invocado para dictar la medida debe
existir en el caso concreto y deben “estar fundados en circunstancias
objetivas”61. Esta idea ha sido complementada por la CIDH, en el sentido de
que “la mera alegación sin consideración del caso concreto no satisface este
requisito”62. De esta forma, la aplicación de una medida cautelar no debe tener
en cuenta las características personales del autor y la gravedad del delito 63. De
acuerdo con la CIDH, se descarta igualmente que la imposición de la medida
pueda fundarse en fines preventivos como la “alarma social” o “la repercusión
social del hecho”, la “peligrosidad” del imputado o “el peligro de reincidencia”,
apoyados sobre criterios de derecho penal material, no procesal, propios de
una respuesta punitiva64: “… Esos son criterios basados en la evaluación del
hecho pasado, que no responden a la finalidad de toda medida cautelar por
medio de la cual se intenta prever o evitar hechos que hacen, exclusivamente,
58
Corte IDH, caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre
de 2005. Serie C No. 135, párr. 198.
59
CIDH, Informe 35/07. Caso 12.553. Uruguay. José, Jorge y Dante Peirano Basso, del 1 de mayo de 2007,
párr. 75
60
“…la privación de libertad del imputado no puede residir en fines preventivo-generales o preventivo-
especiales atribuibles a la pena, sino que sólo se puede fundamentar […], en un fin legítimo, a saber: asegurar
que el acusado no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia” (Cfr. Corte IDH,
Caso Chaparro Álvarez Vs. Ecuador, párr. 103).
61
“el Estado no debe detener para luego investigar, por el contrario, sólo está autorizado a privar de la libertad
a una persona cuando alcance el conocimiento suficiente para poder llevarla a juicio”. (Cfr. Corte IDH, Caso
Chaparro Álvarez Vs. Ecuador, párr. 103).
62
Cfr. CIDH, Informe 35/07. Uruguay, párr. 85.
63
“…la obligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente
necesarios para asegurar que aquél no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción
de la justicia. Las características personales del supuesto autor y la gravedad del delito que se le imputa no son,
por si mismos, justificación suficiente de la prisión preventiva”. (Cfr. Corte IDH, Caso López Álvarez Vs.
Ecuador, párr. 69).
64
Cfr. CIDH, Informe 35/07. Uruguay, párr. 84.
a cuestiones procesales del objeto de la investigación y se viola, así el principio
de inocencia…”65.
Por otro lado, según la Corte IDH la medida cautelar dictada debe guardar
proporcionalidad entre los presupuestos que ameritan su dictado y los hechos
que se investigan. “La legitimidad de la prisión preventiva no proviene
solamente de que la ley permite aplicarla en ciertas hipótesis generales 66”, sino
que además requiere de un juicio de proporcionalidad para que su aplicación
no sea arbitraria.
65
OP CIT.
66
Cfr. Corte IDH, Caso López Álvarez Vs. Ecuador, párr. 68
67
“..La medida cautelar no debe igualar a la pena en cantidad ni en calidad (artículo 5(4) y 6 de la Convención
Americana). La proporcionalidad se refiere justamente a eso: se trata de una ecuación entre el principio de
inocencia y el fin de la medida cautelar. No se trata de una equivalencia. No se debe confundir la equiparación
que se establece entre la prisión preventiva y la pena a los fines de computar los plazos de detención, con la
equiparación de su naturaleza”. (Cfr. CIDH. Informe35/07, Uruguay, párr. 109).
De esta forma, el juez debe valorar periódicamente si las causas y la
proporcionalidad de la prisión preventiva impuesta se mantienen, sin necesidad
de llegar al momento de dictar una sentencia absolutoria para levantar la
medida. Así, cuando desaparezcan los presupuestos que fundamentan la
prisión preventiva el juez debe decretar la libertad de la persona procesada 68.
68
“…el juez no tiene que esperar hasta el momento de dictar sentencia absolutoria para que una persona
detenida recupere su libertad, sino debe valorar periódicamente si las causas, necesidad y proporcionalidad de
la medida se mantienen, y si el plazo de la detención ha sobrepasado los límites que imponen la ley y la razón.
En cualquier momento en que aparezca que la prisión preventiva no satisface estas condiciones, deberá
decretarse la libertad sin perjuicio de que el proceso respectivo continúe”. (Cfr. Corte IDH, Caso Bayarri Vs.
Argentina, párr. 76).
prohibiendo la sustitución de la prisión preventiva por alguna otra medida, o
incorporando nuevas y polémicas causales de procedencia de la misma.
En este contexto, hay que señalar que estos países tienen procesos de reforma
muy disímiles. En efecto, Argentina, México y Perú actualmente son países con
reformas parciales. Argentina es un estado federal que contiene 23 provincias,
algunas con sistema acusatorio en plena implementación y otras, con un
sistema inquisitivo todavía vigente donde el juez es el que investiga y juzga.
Algo similar sucede con México que es también un país federal, en cuyo caso 8
de 32 entidades federativas están con legislación reformada. Por último, Perú
avanzó hacia un sistema acusatorio a partir del año 2006, con una aplicación
gradual del nuevo Código Procesal Penal. Actualmente, de los 29 distritos
judiciales de ese país, el sistema acusatorio está vigente en 16 de ellos.
Por otra parte, hay problemas específicos y diversos en cada país, como son la
duración de la detención a la espera de la resolución de prisión preventiva –o
bien la duración de la misma prisión preventiva–, la duración de las audiencias,
la oralidad en las etapas previas al juicio, resoluciones dictadas fuera de
audiencia, entre otros hallazgos interesantes.
La prisión preventiva es una medida cautelar, la misma que se tiene que dictar
en el curso de un proceso penal, razón por la que constituye una de las
resoluciones más importantes que tiene que dictar el juez, como es el privar de
libertad al imputado derecho fundamental, que tiene protección, no solamente
en la Constitución Política, sino en los tratados internacionales y las normas
procesales correspondientes, protección que no es absoluta, porque se dicta
contra quien se le imputa que ha cometido un delito siempre y cuando no exista
una medida menos gravosa; pero esta tiene la condición de excepcional,
porque la libertad es la regla, además de estar protegido por los principios de
necesidad, proporcionalidad, legalidad, judicialidad, razonabilidad,
provisionalidad y bajo los criterios o presupuestos señalados en forma expresa
en la norma procesal que motiva este análisis.
69
SOLER, Sebastián; Bases ideológicas de la reforma penal, Buenos Aires, 1996, Pag.32.
70
CALDERÓN SUMARRIVA, Ana; ABC del Derecho Procesal Penal, Editorial SAN MARCOS, Lima,
2007, p. 91.
c) Peligro Procesal: Es el verdadero sustento de la medida cautelar. la
posibilidad de que el imputado, por sus antecedentes u otras circunstancias,
rehuya el juzgamiento o perturbe la actividad probatoria. Es decir existe peligro
de fuga y un peligro de perturbación o entorpecimiento… no basta la gravedad
de la pena por sí sola para probar el peligro de fuga; el Juez tiene que valorar
el arraigo del imputado en el país, su profesión, domicilio, recursos, lazos
familiares, etc.
Ahora bien, el artículo 268º del Código Procesal Penal, señala como
presupuestos o requisitos que deben concurrir conjuntamente para que el
Fiscal le requiera la aplicación de la prisión preventiva al Juez de Investigación
Preparatoria, los siguientes:
71
DEL RIO LABARTHE, Gonzalo; La Prisión Preventiva en el Nuevo Código Procesal Penal, ARA
Editores, Lima, 2008, pp. 24- 25.
a) Que existen fundados y graves elementos de convicción para estimar
razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o
partícipe del mismo, para Pablo Sánchez Velarde 72, ello significa que la ley
exige la necesidad que tiene el juez de evaluar los elementos de convicción
(prueba) que acompaña el Fiscal en su pedido, de tal manera que sirvan para
sustentar la imposición de la medida, es decir, la labor investigadora preliminar
debe relacionar al imputado con la comisión del delito. Es decir, que lo que
exige este requisito son elementos suficientemente consistentes que vinculen
al imputado con la comisión del hecho delictivo, sin que sea exigible el nivel de
intervención en el hecho delictivo, dado el estado de la investigación. En el
mismo sentido, el requisito no hace distinción alguna en relación al tipo de
delito en que puede solicitarse esta medida coercitiva, pudiendo ser por
consiguiente tanto en los delitos dolosos, como en los delitos culposos, pues no
cabe hacer una distinción donde la ley no distingue.
Para James Reátegui Sánchez 74, es lógico éste criterio ya que todo delito
genera un injusto penal y un injusto civil, éste último puede soslayarse a la hora
de verificar el peligro de fuga. Además, si el sujeto se aleja de la acción de la
justicia, no solamente se está alejando de su eventual asunción de
responsabilidad penal, representada por la aplicación de la ley penal y de la
búsqueda de la verdad real, sino que también se aleja de su eventual asunción
se responsabilidad civil ocasionada por la situación dañosa, donde a la posible
víctima se le puede –dentro de las posibilidades- resarcir económicamente. Por
eso, es más bien un riesgo hacia los intereses de la víctima del delito. También
debe tener en cuenta que como el riesgo de fuga es un riesgo que puede
verificarse durante el transcurso del proceso, es un riesgo que siempre
“perseguirá” al imputado, también la voluntad de sometimiento para o hacia el
resarcimiento del daño, como elemento inherente al delito, lo “perseguirá” al
imputado.
Es decir, este parámetro, guarda relación con la tutela judicial del agraviado y
no es que la prisión preventiva le otorgue por si misma tutela al agraviado, sino
que es un mecanismo procesal que como se ha dicho coadyuva al éxito del
proceso penal, ello implica un pronunciamiento de fondo que engloba la
pretensión punitiva y la pretensión civil, lo cual supone tutela judicial efectiva
para el imputado a través de un proceso judicial justo y también para la parte
agraviada, en tanto los efectos de la sentencia la alcanzan. Y si bien, en
relación a este parámetro, se podría señalar que si el imputado no ha
reconocido su intervención en el hecho delictivo, entonces no resultaría
73
DEL RIO LABARTHE, Gonzalo; Ob. cit., pp. 56-57.
74
REÁTEGUI SÁNCHEZ, James; Ob. cit., pp. 226-227.
razonable se evalúe su actitud frente al daño resarcible que se ocasionó, sin
duda tal razonamiento debe ser ponderado en su justa medida por el Juzgador,
con los otros componentes de este presupuesto y los otros presupuestos de la
prisión preventiva, porque también el Juzgador podría advertir a partir de los
fundados y graves elementos que vinculan al imputado con el hecho delictivo,
que más que a la realidad de los hechos, responde simplemente a una
estrategia de defensa del imputado, en todo caso corresponde que ello sea
resuelto por el Juzgador, en cada caso, con el número de elementos que le
permita emitir un pronunciamiento acertado.
El artículo 2 numeral 24 literal f) establece que “Nadie puede ser detenido sino
por mandamiento escrito y motivado del Juez o por las autoridades policiales
en caso de flagrante delito”, asimismo estable que el detenido debe ser puesto
a disposición del juzgado correspondiente, dentro de las veinticuatro horas o en
el término de la distancia, estos plazos no se aplican a los casos de terrorismo,
espionaje y tráfico ilícito de drogas.
RESUMEN:
La primera disposición final de la Ley 29499, disposición que regula la vigencia
de dicha norma, debe ser interpretada conforme a los métodos teleológico y
sistemático. La suspensión de la vigencia de dicha ley sólo está circunscrita a
la aplicación de la Vigilancia Electrónica Personal, encontrándose vigente la
modificatoria de la referida Ley respecto al Art.135 del Cod Proc Penal. Los
considerandos cuarto, quinto y sexto, constituye Precedente Vinculante
Normativo de cumplimiento obligatorio.
COMENTARIO:
El principio de legalidad al momento de resolver un pedido de variación del
mandato de detención es evidentemente imperativo, y se basa en los principios
básicos del derecho penal sustantivo, como del proceso penal, por lo que ante
los precedentes vinculantes establecidos en los considerandos cuarto, quinto y
sexto, podemos advertir que el juzgador se basa en los presupuestos del
Código de Ejecución Penal y de Procedimientos penales, para determinar el
merecimiento de una variación de un mandato de detención al de uno de
libertad con restricciones, así esté vigente la norma, que la permite, y sin
embargo, esto se basa también en el criterio del juez, que debe ser garantista
para obtener un resultado mas equitativo, y basándose en los preceptos
constitucionales, que buscan de la pena, no solo su cumplimiento irrestricto,
sino su variación siempre y cuando el delincuente demuestre que existe un
cambio dentro de su perspectiva personal, en el caso de autos, y el
precedente, se evidencia que existe una interpretación legalista y sistematizada
de la norma, por parte del juzgador.
RECURSO DE NULIDAD N° 4482–2009. LIMA (29–10–
2010).
RESUMEN:
El recurso de nulidad interpuesto por la defensa del encausado, contra el auto
superior, que declaró improcedente su solicitud de variación de la medida de
comparecencia con la restricción de arresto domiciliario por la de
comparecencia con las restricciones previstas en los incisos 3, 4, 5 y último
párrafo del artículo 1430 del Código Procesal Penal. Por lo que, declararon NO
HABER NULIDAD en el auto superior e improcedente su solicitud de variación
de la medida de comparecencia con la restricción de arresto domiciliario por la
de comparecencia con las restricciones previstas en los incisos 3, 4, 5 y último
párrafo del artículo 143° del Código Procesal Penal.
COMENTARIO:
Nuevamente, aunque con total certeza la sala penal, aparte de resolver
basándose en los presupuestos legales para determinar la conexidad entre el
pedido de variación y su procedencia, incide que incluso en medidas
preventivas, se debe incidir y tomar en consideración la gravedad de la pena
otorgada, por lo que su improcedencia es inminente, y basándose en el criterio
constitucional del respecto a la finalidad de la pena, este reo sería un peligro
tanto para la sociedad, como para la ejecución de su propio proceso.
RESUMEN:
Se presenta una nulidad contra un auto superior, que declaró improcedente la
solicitud de variación de medida de mandato de detención por el de
comparecencia, por lo que la sala suprema resolvió declararla improcedente.
COMENTARIO:
Que, el delito imputado es de tenencia ilegal de armas, y que la imputada,
había demostrado una preexistencia de arraigo domiciliario, y encontrarse
viviendo con sus padres, sin embargo la etapa donde pedía su excarcelación o
variación era durante la etapa de juicio oral, no estando dentro de los
parámetros del Código de Ejecución, y que dicha probanza respecto de su
arraigo si bien enerva la probabilidad del peligro procesal, esta no es la etapa
para solicitarla, primando el principio de legalidad, y basándose en un criterio
eminentemente procesal.
RESUMEN:
El encausado interpuso recurso de nulidad contra la resolución emitida por sala
mixta de Ventanilla, que declaró infundada su solicitud de variación de medida
de detención, en el proceso penal que se sigue por el delito contra el
Patrimonio, en su modalidad de robo agravado, por lo que la Sala Suprema,
resuelva revocar dicha resolución, y reformarla en fundada, ordenando la
liberación del imputado, para que continúe las investigaciones en libertad.
COMENTARIO:
El encausado, en esta ocasión cumplió con acreditar con medios probatorios
los presupuestos que configuran el pedido de variación de la medida tomada
por el juzgado, durante el proceso, haciendo uso de los principios
constitucionales de duda razonable, presunción de inocencia, debido proceso y
legalidad. Basándose en el criterio garantista, donde se valore los hallazgos o
primeras hipótesis, o resultados de las investigaciones, cierto grado de
probabilidad en que la imputación o acusación no requiere una medida
coercitiva como la prisión preventiva.
RESUMEN:
El imputado, interpuso recurso de nulidad contra la resolución emitida por la
Sala, que declaró improcedente su solicitud de variación de prisión preventiva,
en los seguidos por el delito contra la libertad sexual en la modalidad de
violación; por lo que la Sala Suprema, resuelve no haber nulidad, y que se
desestime su recurso, a efectos de que se continúe la causa según su estado.
COMENTARIO:
Ante, un delito tan execrable, que atenta contra la indemnidad del menor, el
juzgado hizo una valoración eminentemente procesal que dejó en claro que el
imputado no logró probar su sometimiento y todas sus garantías procesales.
RECURSO DE NULIDAD N° 286–2014. AYACUCHO (03–
10–2014).
RESUMEN:
Que la prueba material es contundente respecto al transporte de droga,
finalmente frustrado por la intervención policial. El hecho de la intervención de
pobladores por sospechas de un robo y que en esa intervención retengan
policías, luego liberados por acción de la Fiscalía, no es relevante ni tiene
mérito para dudar de la integridad del hallazgo de droga en la camioneta
incautada. La diligencia de registro y hallazgo de droga, oculta en unas caletas
de la camioneta, se hizo con la Fiscal y, además, la realidad de la misma tiene
fundamento documental y pericial.
COMENTARIO:
Que, el debido proceso, y la buena actuación probatoria, inicialmente llevada a
cabo por parte de la policía, la cual fue debidamente cotejada y desarrollada en
la tesis del ministerio público, fue la que manejó el juzgado para sentenciar al
imputado a cumplir una pena privativa de la libertad, respetándose los cánones
constitucionales, y de garantía procesal que ofrece el proceso penal para las
partes implicadas.
RESUMEN:
Durante el curso del procedimiento no aparece indicio procedimental que
enerve o ponga en seria duda los cargos inicialmente formulados. Así como
tampoco prueba que serviría para enervar el peligro de fuga.
COMENTARIO:
Que, de la revisión de las diligencias desplegadas, se haya responsabilidad, en
los delitos imputados al encausado, y con la admisión de uno de los implicados,
no se puede dar duda razonable a la variación de la medida coercitiva tomada
por el juzgado, en este caso prisión preventiva, por lo que la Sala Suprema
determinó que no hay nulidad sobre dichas resoluciones, y ordenó que
inmediatamente se remita el expediente al juzgado de origen para que se
continúen con el estado del proceso, lo que evidencia el criterio discrecional de
los juzgadores en casos puntuales como el de tráfico ilícito de drogas.
RECURSO DE NULIDAD N° 830–2014. LIMA (21–04–
2015).
RESUMEN:
La prisión preventiva de las personas por juzgar no debe ser la regla general,
pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la
comparecencia del acusado en el acto del juicio o en cualquier momento de las
diligencias procesales.
COMENTARIO:
Que, el imputado alega que no cumple con los presupuestos para que se le
haya dictado prisión preventiva, toda vez que aún no se ha determinado en la
etapa pertinente del proceso, la existencia de dolo en su conducta, en
consecuencia no puede haber imputación necesaria la cual merezca la medida
coercitiva antes mencionada, sin embargo, el Ministerio Público, con los medios
probatorios recabados durante las diligencias preliminares, ha logrado dar la
certeza del vínculo directo del imputado con el delito y su victima, por lo que la
medida es acorde a derecho, y su revocatoria solo generaría incertidumbre de
peligro procesal, la cual afectaría fuertemente el debido proceso, por lo que no
hay lugar a la nulidad deducida, y en consecuencia se debe seguir
inmediatamente el curso del proceso.
RESUMEN:
El presente caso se trata no sólo de hechos graves y cometidos en concierto
entre dos personas adultas contra una adolescente, sino que con tener trabajo,
domicilio y una supuesta buena referencia social no autoriza a rechazar de
plano en una línea de desarraigo y en una activa intervención ilegítima sobre la
actividad probatoria.
COMENTARIO:
El sentido del juzgador, debidamente parafraseado por la sala suprema,
demuestra que el delito imputado tiene una prognosis de pena mayor al mínimo
para desestimar una medida coercitiva, como la de prisión preventiva,
asimismo, la actuación procesal de los medios probatorios y testimonio del
agraviado demuestra su responsabilidad, por lo que de desestima el recurso.
CASACIÓN N° 28–2012. HUÁNUCO (04–05–2012) AUTO
DE CALIFICACIÓN.
RESUMEN:
Que, el ministerio público interpuso recurso de casación contra la sentencia de
vista emitida por la Sala Penal, la cual reformaba el mandato de prisión
preventiva, por uno de comparecencia restringida, por el delito de colusión y
rehusamiento de actos funcionales, en agravio del Estado, sin embargo la Sala
Suprema, resolvió declarar inadmisible el recurso, y en consecuencia no haber
lugar para la casación por errónea interpretación de la ley penal.
COMENTARIO:
La sala, al resolver la inadmisibilidad del recurso de casación se basa en una
cuestión estructural del cumplimiento de los presupuestos del recurso de
casación, y mas allá de ello que la resolución de vista de la sala recurrida,
determina que no existen medios probatorios que de certeza de la constitución
del delito, en otras palabras, graves elementos de convicción que vinculen
directamente al imputado con el delito, por lo que la medida de prisión
preventiva, resulta excesiva, y es que coinciden en que debió ser reformada.
RESUMEN:
Que, el imputado es acusado por el ilícito penal de disturbios y otros delitos en
agravio del estado, por lo que el juzgado emitió medida coercitiva personal de
prisión preventiva, la cual fue recurrida por la defensa del imputado, y
declarada nula mediante auto de vista, por lo que el fiscal interpuso formal
recurso de casación contra dicho auto, a efectos de que sea revocado y
confirme la medida tomada por la primera instancia.
COMENTARIO:
Que, esta Sala Suprema, considera que la excarcelación del imputado dado a
que la sala ha declarado nula la resolución que ordena su prisión preventiva,
considerando que su liberación se lleve en cuanto se programe la nueva
audiencia y así otorgarle todas las garantías constitucionales, durante la
audiencia, primando en este caso el principio constitucional al debido proceso.
CASACIÓN N° 286–2012. AREQUIPA (19–10–2012)
AUTO DE CALIFICACIÓN.
RESUMEN:
Recurso de casación contra la Auto de vista emitido por la Sala Superior Penal
de Arequipa, que determinó revocar la resolución de primera instancia la cual
declaró infundada la solicitud de prolongación de la medida de prisión
preventiva, por el delito de parricidio contra el imputado, interpuesto por el
Ministerio Público, fue resuelto por la Sala Suprema Penal como inadmisible, y
determinando que no se adecuaba a los presupuestos procesales de la
casación dentro de los parámetros procesales penales.
COMENTARIO:
Que, lo resuelto por la Sala Suprema, se ajusta a los cánones constitucionales,
puesto que en delitos contra la vida, cuerpo y salud, la rigurosidad de la
investigación, da paso a que se le garantice al imputado el debido proceso, un
plazo razonable, y promover los fines reparatorios, constitucionalmente
aceptados, respecto de la pena, y peor aun en diligencias de investigación,
como el caso de autos donde por lo delicado del delito, se debe dar una amplia
investigación, y desplegar todos los medios indagatorios, de comprobación, y
de búsqueda, para llegar a una acusación fuerte.
CASACIÓN N° 312–2012. LA LIBERTAD (16–11–2012)
AUTO DE CALIFICACIÓN.
RESUMEN:
Mediante recurso de casación, la defensa del imputado, por el delito de robo
agravado con subsecuencia de muerte, contra la resolución la improcedencia
de la solicitud de prolongación de la medida de Prisión Preventiva, contra el
investigado, sosteniendo que se vulnera el debido proceso, la debida
motivación, la razón suficiente, y la presunción de inocencia;
COMENTARIO:
Que, el ordenamiento constitucional, si bien considera como ultima ratio, la
acción coercitiva de prisión preventiva determinada por el juzgado, dentro del
marco de investigación es permitido, al igual que su ampliación debido a su
grado de dificultad, por lo que no existe en estos casos vulneración alguna, al
principio de presunción de inocencia, debido a la magnitud del delito imputado.
RESUMEN:
Que, el imputado interpuso recurso de casación contra la resolución emitida por
la Sala Penal, que confirmó el requerimiento de prisión preventiva, declarado
fundado por el juez de primera instancia, en un delito de violación de la
indemnidad sexual de una menor de edad, lo que dio lugar a que la Sala
Suprema, declarase inadmisible el recurso extraordinario y en consecuencia,
continúe las investigaciones con el imputado en cárcel.
COMENTARIO:
Que, el criterio asumido por la Sala Suprema Penal, está dentro de los
estándares constitucionales, a pesar de que la Prisión Preventiva debe ser una
regla de excepcionalidad con el objetivo de garantizar el correcto trámite del
proceso, por lo que dado a la complejidad de la investigación, y lo execrable del
delito, una interpretación basada en ponderación de derechos constitucionales,
da lugar a que en este tipo de casos de le otorgue una preferencia a la
investigación fiscal, en aras de mantener el debido proceso incólume, para
luego sentenciar.
RESUMEN:
El recurso de casación interpuesto por el Ministerio Público, contra la
resolución de vista que resolvió revocar lo dispuesto por la primera instancia, la
cual declaró fundado el requerimiento de prisión preventiva. Debido a dicha
situación, lo resuelto por la Sala Suprema Penal, advierte que lo determinado
por la Sala Penal, fue erróneo, y que el recurso de casación interpuesto está
bien concedido, debido a que se ajusta a la causal, de errónea interpretación
de la norma de índole procesal, y la inaplicación de los preceptos
jurisprudenciales en casos como el de autos, que trata de un delito atentatorio
contra la vida, cuerpo y salud.
COMENTARIO:
Que, lo resuelto por la sala suprema, demuestra en cierta forma que el objetivo
de la prisión preventiva, solo es excepcional, y se debe aplicar en delitos, como
los citados, donde el imputado, genera un inminente peligro procesal, el cual
puede generar estado de indefensión al agraviado, y una fuerte vulneración al
debido proceso, como preceptos constitucionales, superiores a la presunción
de inocencia.
RESUMEN:
Que, lo resuelto por la sala penal fue recurrido mediante casación, por el
abogado del imputado, dado que a este se le impuso la medida de prisión
preventiva, debido a la investigación en su contra por el delito de robo
agravado, por lo que la Sala Suprema, resolvió declararlo inadmisible.
COMENTARIO:
Que, de lo resuelto por la sala suprema, se puede determinar, que debido a la
complejidad del caso a investigar, y por tanto el pronunciamiento de la primera
instancia, no era el adecuado, lo que generó que la segunda instancia emita un
pronunciamiento con la debida discresionalidad, primando el debido proceso, el
principio de legalidad, y el principio de inmediación, todos los que se
constituyen como parte del precepto constitucional de la tutela jurisdiccional
efectiva, por lo que dicho recurso no estaba dentro de los presupuestos del
recurso de casación y dio paso a que se declare inadmisible, y se continúe con
la causa.
RESUMEN:
Que, la defensa del imputado interpuso recurso de casación contra la
resolución de vista emitida por la Sala Penal, que revoca la resolución que
declaraba infundada la prolongación de la medida de Prisión Preventiva, en la
investigación sobre el delito de robo agravado, declarándola inadmisible.
COMENTARIO:
Que, lo resuelto por la Sala Suprema, se adecúa dentro de los parámetros
constitucionales, dado que el delito cometido por los imputados, deben ser
investigados dentro del conocido plazo razonable, el cual está dentro de lo
solicitado, no existiendo arbitrariedad, ni un rastro de cuestionamiento sobre el
proceder del titular de la legalidad, por lo que la presunción de inocencia en el
presente caso, es equivalente a la supremacía de la protección de la dignidad
humana, por encima de tratativas diferenciadas con individuos que han
cometido ilícitos penales.
RESUMEN: