Link: http://www.aufop.com/aufop/uploaded_files/articulos/1240849938.pdf Nombre del articulo y autor: Convivencia, clima de aula y filosofía para niños Gonzalo ROMERO IZARRA Amparo CABALLERO GONZÁLEZ Fecha de publicación: 10/6/2008 Hablar de clima de aula nos exige una pregunta previa: generar un clima positivo... ¿para qué? En este contexto, nos preguntamos si nuestras escuelas son lugares de relación social humanizadora, donde los contenidos y metodologías con los que se trabaja sirven para una transformación social, cada día más urgente. Pensamos que, todavía hoy, la Escuela es un espacio privilegiado para anunciar y compartir esta especie de utopía porque “si tuviéramos que elegir un contexto en el que se reflejen como un crisol las diferentes características de una sociedad, probablemente éste sería la escuela” (CABALLERO, 2007). Las aulas no son entes aislados de su contexto. El más próximo e inmediato es el propio centro donde se halla inserta. El ecosistema social de cada centro es la síntesis cultural configuradora de la institución, donde el ambiente construido por la relación que mantienen entre sí las personas, los procesos educativos –razón esencial de la Escuela– y la proyección que de ella se hace, configuran en su conjunto la atmósfera envolvente, su clima. Este clima de la institución es el resultante de las actuaciones y percepciones de todos sus miembros, sin el que no puede entenderse ni desarrollarse la institución educativa. Entre las cuestiones que en una escuela influyen sobre el clima social, encontramos: las interacciones socio– comunicativas; Convivencia, clima de aula y filosofía para niños ISSN 1575-0965 · Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 11 (3), 29-36 31 la forma en la que se organizan las tareas educativas; el discurso del centro escolar, es decir, la coherencia entre fines y medios para lograr lo que se desea durante el proceso de enseñanza/aprendizaje; las percepciones de docentes y estudiantes sobre ese discurso; las relaciones generadas entre las personas, dentro y fuera de la institución; el estilo de liderazgo y toma de decisiones; las normas configuradoras; las propuestas administrativas; y la interdependencia entre la Escuela y su medio social, cultural y laboral (ANDERSON, 1982; MEDINA, 1997). AUTORREGULACIÓN EMOCIONAL Desde diferentes aproximaciones teóricas, se considera la autorregulación como la capacidad de los individuos para modificar su conducta en virtud de las demandas de situaciones específicas (Block y Block, 1980; Kopp, 1982; Rothbart, 1989)
Tipo de fuente bibliográfica: artículo de revista.
Autor: Ester Ato Lozano* , Carmen González Salinas y José Antonio Carranza Carnicero Titulo: Aspectos evolutivos de la autorregulación emocional en la infancia Nombre de la revista: anales de psicología Año: 2004, vol. 20, nº 1 (junio), 69-79 Paginas:
Bonano (2001) expone un modelo de autorregulación emocional que se centra en
el control, anticipación y exploración de la homeostasis emocional. La homeostasis emocional se conceptualizaría en términos de metas de referencia pertenecientes a frecuencias, intensidades o duraciones ideales de canales experienciales, expresivos o fisiológicos de respuestas emocionales. En este sentido, Vallés y Vallés (2003) señalan que puesto que las emociones tienen tres niveles de expresión (conductual, cognitivo y psicofisiológico) la regulación del comportamiento emocional afectará a estos tres sistemas de respuesta. Por tanto, la autorregulación emocional no sería sino un sistema de control que supervisaría que nuestra experiencia emocional se ajustase a nuestras metas de referencia.
Nombre de la página: robertexto
Link: http://www.robertexto.com/archivo8/autorreg_emocional.htm Nombre del articulo y autor: archivo del portal de recursos para estudiantes www.robertexto.com Fecha de publicación: RELACIÓN ENTRE AMBOS. Es necesario que el maestro se conozca, que sepa lo que vive, lo que siente, desea o espera, que comprenda cómo se relaciona con los demás, cuáles son sus posibilidades y límites, y que sea dueño de sus emociones y de su vida. Todo esto es fundamental porque no es posible llevar a nadie más allá de donde nosotros mismos hemos llegado. En este sentido, no es posible que el maestro ayude a sus alumnos a conocerse y entender lo que les pasa, a gestionar sus emociones, a estar motivados y a ser ellos mismos, si no está convencido de la importancia de los procesos socioafectivos, si no tiene una formación pegada a sus propias vivencias que le permita alcanzar una solidez personal. Sólo desde ella le será posible hacer frente a las situaciones conflictivas y a los procesos transferenciales que de forma inevitable se producen en el aula, mantener la serenidad ante los alumnos y ser un punto de referencia seguro para ellos
Nombre de la página: aufop
Link: http://www.aufop.com/aufop/uploaded_files/articulos/1240872524.pdf Nombre del articulo y autor: El desarrollo socioafectivo en la formación inicial de los maestros