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Derecho y Realidad
Núm. 8 z II semestre de 2006
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UPTC
ISSN: 1692-3936

Algunas consideraciones sobre


control constitucional en Colombia
Some considerations regarding the
constitutional control in Colombia
Texto de ingreso del jurista Jaime Vidal Perdomo a la Academia Nacional
de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, República Argentina

Jaime Vidal Perdomo*

Resumen :
Se identifica el control constitucional colombiano contemplado en la
Constitución de 1991 y se brinda un esquema que permite ubicar el
sistema colombiano de control frente a otros.

Palabras clave:
Colombia, Constitución, Control constitucional, Estado social de derecho.

Abstract :
The Colombian constitutional control, established in the 1991
Constitution, is identified and it is shown in a scheme which allows to
place the Colombian control system in relation with the others.

Key words:
Colombia, Constitution, Constitutional Control, Social Rights State.

__________
* Profesor honorario de la Universidad del Rosario de Bogotá. Primer vicepresidente de la Academia
Colombia de Jurisprudencia.
Derecho y Realidad
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Señor presidente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba,


República Argentina, señor vicepresidente, señores miembros de la mesa directiva, señores
académicos, señoras y señores:

Desde el 10 de junio de 1988 poseo la calidad de académico correspondiente de esta Acade-


mia, distinción muy honrosa que comparto con mis compatriotas Fernando Hinestrosa, Luis
Carlos Sáchica y Jorge Vélez García. No obstante haber visitado la Academia Nacional de
Córdoba en otra ocasión, no me preparé para incorporarme en ella. Ahora lo hago, confiado en
responder con mayor propiedad, por el paso del tiempo, al inmenso honor que para mí y para
la Academia Colombiana de Jurisprudencia y la Universidad del Rosario, de las cuales proce-
do, significa pertenecer a un cuerpo académico de tanto renombre en su país y en otras
naciones, por los méritos en el derecho de quienes han sido y son miembros y por los altísimos
servicios que en todos los tiempos de su valiosa existencia ha prestado a su país y a Latinoamérica.

Para mí, a fin de indicar la dimensión del honor que se me ha dispensado y la gratitud por el
acto solemne que aquí se celebra, me basta recordar que hace poco más de cinco años fue
recibido el maestro de maestros, el profesor español Eduardo García de Enterría. Este recuer-
do viene a mi memoria porque su trabajo de ingreso, “La democracia y el lugar de la ley”
–texto sabio, como todos los de este gran jurista–, lo he leído con deleite en el número 355, de
abril de 2004, de la Revista de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, donde fue feliz-
mente publicado.

Gracias sean dadas también a Ricardo Haro, vuestro vicepresidente y eminente


constitucionalista, con quien me ligan varios años de amistad, fruto de nuestro común trajinar
jurídico y de nuestras visitas a Córdoba y a Bogotá, y quien con estimulantes palabras me ha
presentado esta tarde ante el foro de esta Academia.

El tema del cual voy a ocuparme en el espacio reglamentario concedido lo he denominado


“Algunas consideraciones sobre el control constitucional en Colombia”. Tiene que ver con un
sujeto complejo, vasto y evolutivo, y propongo estas notas como características generales del
control constitucional, que no puede abordarse convenientemente sino desde la perspectiva de
un solo país y conforme a la experiencia de él, dada su extensión, que, de otra manera, en la
amplia visión del derecho comparado, tomaría tomos y tomos y supone el manejo de varias
lenguas y el conocimiento profundo de diferentes sistemas jurídicos.

Por todas estas circunstancias y las limitaciones del tiempo que es menester emplear para
dirigirse a la Academia Nacional de Córdoba, el tema debe circunscribirse a un solo país y de
manera introductoria, por lo cual no puede ser tratado en todas sus partes integrantes principa-
les, que pueden ser las siguientes: los distintos tipos de control constitucional y los efectos del
tema en el concepto de Constitución, la cuestión de los derechos fundamentales, el examen
preliminar de las disposiciones constitucionales colombianas de 1991 que organizan el control
constitucional, la importancia de las sentencias de la Corte Constitucional –que en octubre de
2005 dieron valor al acto reformatorio de la Constitución de la reelección inmediata del
Presidente de la República– y las relaciones entre el derecho y la política.

A falta de la posibilidad de detenerse en todas las cuestiones mencionadas, veamos cómo se


identifica el control constitucional contemplado en la Constitución Colombiana de 1991 en
frente de esos asuntos que se han seleccionado como referencia comparativa para un análisis
exhaustivo, a fin de brindar un esquema resumido que permita ubicar el sistema colombiano de
control frente a otros.
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1. La fecha del establecimiento del miento que culminó en la reforma de


control constitucional colombiano y 1910, y reconoce que en Venezuela se
sus características desde el punto de aplicaba por la época el mismo princi-
vista del tipo de control pio, lo que después se ha enfatizado
mucho. Por lo que se puede concluir que
Si como es usual se parte de la la reforma constitucional de 1910, junto
existencia de dos principales tipos de con las normas venezolanas equivalen-
control constitucional, el difuso y de la tes, inauguró un sistema de control bien
excepción, por estar confiado en general diferente del norteamericano.
a los jueces ordinarios, y que no se dirige
contra la ley, sino que busca enervar sus Ahora, si la comparación ya no es con lo
efectos en un caso concreto de litigio que existía en 1910, sino entre el sistema
(desarrollado en los Estados Unidos de norteamericano, difuso y de la excep-
América después del fallo Marbury vs. ción, y el modelo europeo, que según la
Madison de 1803), y el europeo o doctrina actual recibió el influjo de Hans
kelseniano, que se encamina contra la Kelsen a partir de 1920 y generó gran
ley y tiene como cabeza a una Corte o impulso después de la segunda guerra
Tribunal Constitucional, puede decirse mundial, como es la hipótesis de
que se discute en Colombia sobre el Alemania, Italia y España, es indudable
momento de la instauración del control que en Colombia se practica este modelo
y la mayor influencia que en su de control constitucional.
organización tenga el sistema
norteamericano o el europeo. 2. La Constitución como norma y la
incidencia del control constitucional
En efecto: el importante jurista colom- sobre la noción de Constitución
biano don Eduardo Rodríguez Piñeres1
analiza el Acto Legislativo número 3 de Con frecuencia se sostiene que la forma
1910 (reformatorio de la Constitución de como está operando el control
1886), que permitió una decisión defini- constitucional en Europa, a partir de la
tiva de la Corte Suprema de Colombia supremacía de la Constitución en
de ajuste o violación de la Constitución relación con la ley, y por oposición al
como una solución distinta de la norte- concepto de la Constitución simplemente
americana, y mejor porque evita los como documento o proyecto político, ha
errores en que pueden incurrir los jue- conducido a la Constitución a conver-
ces llamados a decidir sobre los casos tirse en norma jurídica, dejando atrás
concretos; además, se remonta a 1858 el papel de documento político. Se habla
para fijar los antecedentes del movi- así del “nuevo derecho constitucional”2 ,

__________
1
Eduardo Rodríguez Piñeres: “Relaciones entre los poderes judicial y legislativo”. En: Por el reinado
del derecho (escritos varios). Bogotá: Imprenta de “La luz”, 1927.
2
Iván Vila Casado: Nuevo derecho constitucional. Bogotá: Ediciones Gustavo Ibáñez, 2004.
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de la “constitución normativa”, y se bajo cuya salvaguardia se puso en 1910


recuerda el bello título del muy el control de la constitucionalidad de las
sustantivo libro del profesor madrileño leyes, no comprendía entonces la noción
Eduardo García de Enterría que tiene de supremacía?
esa denominación3; del mismo modo, se
cita en el artículo 4 de la Constitución 3. ¿Dónde está contenido el derecho?
colombiana, donde se lee que en “Todo ¿Solamente en la ley o también en la
caso de incompatibilidad entre la Constitución?
Constitución y la ley u otra norma
jurídica, se aplicarán las disposiciones Las grandes codificaciones francesas del
constitucionales”. siglo XIX, y en particular las del Código
Civil y el Código de Comercio, dieron
En Colombia se ha ido más lejos, y el notable importancia y auge al derecho
propio Presidente de la República en un privado y destacaron el papel de la ley,
discurso en una universidad afamada, haciendo factible la creencia de que el
poco después de aprobada la Constitu- derecho se encontraba en la ley, que lle-
ción de 1991, hablaba de un “nuevo vaba de la mano al juez en la aplicación
derecho”, expresión que no se ha vuel- de la justicia; esa subordinación de la
to a utilizar después y que dio lugar a justicia desequilibró la categoría de las
una crítica severa4. ramas e hizo aparecer como subordi-
nación la tarea judicial; la Constitución
Fuera de estos antecedentes puede uno quedaba distante y podía concebirse bien
preguntarse si en Latinoamérica la en un plano político de organización de
Constitución no era tomada como nor- los poderes públicos.
ma, entonces ¿qué era? Y si, por
ejemplo, ¿la declaración de la reforma En cambio, ahora, en el nuevo derecho
constitucional de 1936 sobre la función constitucional, si así puede decirse, la
social de la propiedad no modificó el Constitución toma el sitio de las normas
Código Civil, inspirado en principios directamente, según se proclama como
contrarios, y daba lugar a la extinción novedad, e iguala y supera a la ley, y quizás
del dominio por su incumplimiento? Y uno pueda preguntarse legítimamente si
si dentro del concepto de legalidad no no asoman en estos planteamientos algunas
podía alegarse ante el Consejo de Esta- de las discrepancias con Gustavo
do la violación de la Constitución para Zagrebelsky, expuestas en el epílogo de
solicitar la nulidad de actos administra- Gregorio Peces-Barba al derecho dúctil
tivos? ¿La integridad de la Constitución, del primero5.

__________
3
Eduardo García de Enterría: La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional. Madrid: Civitas,
1985.
4
Jorge Humberto Botero: “Nueva constitución: ¿nuevo derecho?” Cuestiones Juridicae núm. 2. Bogotá:
Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas. 1994.
5
Gustavo Zagrebelsky: El derecho dúctil. Madrid: Trotta, 1995, p.157.
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Se comenta, en todo caso, de una espe- ría y práctica jurídicas del control cons-
cie de rebelión de los jueces contra la titucional en Colombia, ante la Academia
ley, para no estar más atados a ella, más Nacional de Derecho y Ciencias Socia-
cuando, como en Colombia, por virtud les de Córdoba, República Argentina,
de la “acción de tutela” están llamados corresponde examinar el importante
a pronunciarse en términos perentorios asunto de las competencias de la Corte
sobre ella y lo hacen con base en crite- Constitucional colombiana; primero, de
rios constitucionales, con prescindencia manera general, y luego con ocasión de
de las leyes, como lo autoriza el artícu- las reformas constitucionales, ya que fue
lo 85 de la carta de 1991. con el acto legislativo número 2 de 2004,
sobre la reelección presidencial inme-
No se controvierte la modalidad de la diata, que la Corte Constitucional
aplicación directa de la Constitución en estableció la célebre distinción entre
materia de derechos fundamentales, como reformar y sustituir una Constitución.
en otros sistemas jurídicos, pero tal vez Pero antes deben rememorase algunos
se pueda preguntar si resulta conveniente antecedentes que deben entrar en el aná-
esa falta de diálogo entre la Constitución lisis y que pueden ayudar a entender el
y la ley para el funcionamiento de los alcance de las disposiciones constitucio-
ordenamientos jurídicos, más cuando la nales de 1991.
categoría de los derechos fundamentales
no está definida con claridad. Si en 1910 fue claro el establecimiento
del control constitucional sobre las le-
Frente a la pasividad que con anteriori- yes, nada se dijo sobre la posibilidad de
dad se atribuía a los jueces de traducir control sobre actos reformatorios de la
únicamente la voluntad de la ley, ahora Constitución. Más adelante la similitud
se habla del “activismo de los jueces”, de la figura llevó a que la Corte Supre-
es decir, de tener vuelo propio y de de- ma de Justicia comenzara a acariciar
finir conforme a sus propios criterios, la posibilidad de extender el control
lo cual puede tener mucho significado constitucional a reformas constituciona-
tratándose de acciones de tutela, con las les. En efecto, esto ocurrió primero
cuales pueden definirse derechos eco- respecto del acto administrativo núme-
nómicos y sociales y puede sobrevenir ro 2 de 1977 y después en relación con
la pugna política con las competencias el acto administrativo número 1 de
legislativas de los órganos políticos. 1979, reformas impulsadas, en su or-
den, por los presidentes de la República
4. Las competencias de la Corte Alfonso López Michelsen y Julio César
Constitucional. La distinción de la ju- Turbay Ayala.
risprudencia entre reformar y
sustituir una Constitución En aquel momento se lanzó contra la
Corte Suprema de Justicia la acusación
En este repaso que se quiere hacer de de que había llevado el país hacia el
algunas cuestiones destacadas de la teo- extremo censurable del “gobierno de los
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jueces”. Esto puede explicar que en la tales: No es la importancia, ni son las


Asamblea Constituyente de 1991, ampliaciones profundas de una refor-
cuando el control constitucional se ma si esta supone una sustitución de
trasladó de la Corte Suprema de Justicia la Constitución. El fenómeno jurídico
de sustitución de la Constitución se
a la Corte Constitucional, se dijera en
presenta cuando un elemento definito-
el artículo 241 que “A la Corte rio de la esencia de la Constitución
Constitucional se le confía la guarda de de 19991, en lugar de ser modificado
la integridad y supremacía de la es reemplazado por un opuesto o
Constitución, en los estrictos y precisos integralmente diferente. Así, después
términos de este artículo”. Luego, de la sustitución de la Carta, como es
dentro del cuerpo de ese texto se imposible reconocerla en su identidad
introdujo suficiente claridad en cuanto básica, no cabe afirmar que la Cons-
a la diferencia sobre el control de las titución reformada sigue siendo la
leyes “tanto por su contenido material Carta de 1991. Al Congreso de la
República le está vedado sustituir la
como por vicios de procedimiento en su
Constitución, en forma total o parcial,
formación”. permanente o transitoria; por supues-
to, le está prohibido reemplazar la
No obstante, para reservarse una am- Constitución de 1991 por una comple-
plia competencia en materia de control tamente nueva y diferente, así como
de fondo sobre reformas constituciona- sustituir la Carta mediante un cambio
les, se ha dicho, la Corte Constitucional parcial de tal magnitud que haga im-
distingue entre reforma y sustitución posible, de manera permanente o
constitucional, y así va más a la compe- transitoria, reconocer en la Constitu-
tencia del Congreso que a la suya propia, ción los elementos definitorios de su
identidad originaria. Esto no obsta para
para encontrar límites al órgano elegi-
que el Congreso efectúe reformas im-
do, a pesar de referirse a los suyos, portantes para adaptar la Carta a la
como cuando dice que “en la Carta de evolución de la sociedad y responder
1991 no existen cláusulas pétreas, nor- a las expectativas de los ciudadanos7.
mas intangibles o principios
inmodificables”6. Al juzgar el acto legislativo 2 de 2004
en su conjunto, finalizó la Corte:
Quizá el control de la argumentación
pueda hallarse en este párrafo: ... si bien constató la importancia de
la reforma adoptada, concluyó que el
También advierte la Corte que el Congreso no había excedido su com-
poder de reforma es muy amplio y com- petencia al reformar, entre otras
prende la adopción de modificaciones normas, el artículo 197 que prohibía
importantes e, inclusive, trascenden- de manera absoluta la reelección pre-

__________
6
“Comunicado del presidente de la Corte Constitucional, magistrado Manuel José Cepeda”, Revista de
la Academia Colombiana de Jurisprudencia, núm. 331, abril de 2006, p. 3.
7
Ibídem.
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sidencial. Para la Corte, permitir la 4.2 La opinión del profesor Ricardo


reelección presidencial –por una sola Zuluaga
vez y acompañada de una ley
estatutaria para garantizar los dere- En otro artículo titulado el “Control de
chos de la oposición y la equidad en la constitucionalidad de los actos
campaña presidencial– es una forma
reformatorios de la Constitución en
que no sustituye la Constitución de
1991 por una opuesta o integralmente
Colombia”, el profesor Ricardo Zuluaga
diferente. Para la Corte los elemen- desenvuelve la tesis de que no consagra
tos esenciales que definen el Estado la Constitución limitación en relación
social y democrático de derecho, fun- con cuestiones que no sean susceptibles
dado en la dignidad humana, no fueron de reforma, como sí lo hacen algunas
sustituidos por la reforma. El pueblo Constituciones, para luego examinar “la
elegirá soberanamente a quien decida tesis de la falta de competencia como
como Presidente, las instituciones de vicio de forma”, parte en la cual sostiene
vigilancia y control conservan la ple- que nuestra Corte Constitucional ha
nitud de sus atribuciones...8. variado recientemente su jurisprudencia
para lograr que la Constitución diga otra
En un valioso libro dedicado al tema de cosa, lo que para el autor significa que
la justicia constitucional9 se leen algu- existen límites implícitos al poder de
nas críticas a la posición de la Corte, reforma que la Constitución no
que, a la postre, se reserva el poder de consagra11.
definir si una reforma constitucional es
contraria o está ajustada al texto de 1991. Lo que sirve de fundamento para avan-
zar en esta dirección es la distinción
4.1 La opinión del ex constituyente entre el poder de reforma y el poder de
Juan Carlos Esguerra Portocarrero la sustitución, donde critica que se asu-
me erróneamente que la Constitución de
El ex constituyente Juan Carlos
1991 sea expresión del poder constitu-
Esguerra Portocarrero dice, refiriéndo-
yente originario, cuando en realidad no
se al control de la Corte Constitucional:
fue así.
“ella podrá no estar sometida a control,
como efectivamente no lo está, en el
El profesor reconoce, en su conclusión,
sentido de que alguien tenga atribuida
los esfuerzos de la Corte por avanzar
su fiscalización o la de sus actos, pero
en el proceso de construcción de la teo-
tal cosa está lejísimos de significar que
ría de la sustitución de la Constitución,
el ámbito de acción de la Corte no está
con lo cual “termina facultada para ejer-
claramente delimitado”10.
__________
8
Ibídem, p. 7.
9
Ricardo Sanín Restrepo (coordinador académico): Justicia Constitucional. Bogotá: Pontificia
Universidad Javeriana, Legis, 2004.
10
Ibídem, p. 82.
11
Ibídem, p. 301.
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cer una función que formalmente no se presidencial, tal como se puede ver en
le ha concedido y a partir de la cual, y uno de los párrafos del comunicado de
desde su escasa legitimidad democráti- prensa transcritos en el apartado ante-
ca, termina imponiéndole una restricción rior.
tan severa e indefinida al órgano que por
expreso mandato constitucional encar- 5.1 El Estado social de derecho, sus
na la presentación popular (C.P. Art. fundamentos desde la reforma cons-
133)”12. titucional de 1936

El agudo trabajo jurídico, uno de los pri- Sin quererle restar méritos a la
meros que se conoce contra la decisión Constitución de 1991, tengo reservas de
de la Corte Constitucional sobre sus fun- orden histórico, político y jurídico que
ciones, finaliza con una larga cita de la me llevan a concluir que la introducción
argumentación del magistrado de ese concepto no se hizo en 1991, sino,
Humberto Sierra Porto, que aparece con otros conceptos y una teoría política,
también en el comunicado de prensa del con la reforma constitucional de 1936.
20 de octubre de 2005 y que, en la prác- De entrada debe reconocerse que la
tica, ha quedado como decisión por su declaración formal se hace en 1991,
buena factura y la extensión de los tex- pero desde 1936 se trajeron los
tos de las piezas formales. fundamentos conceptuales que dieron
lugar a dicha declaración.
5. El Estado social de derecho
Para comenzar debe indicarse que la
Uno de los puntos clave de la interpre- fórmula está inspirada en la redacción
tación de la Constitución colombiana de del artículo 1.° de la Constitución espa-
1991 es el de la consagración en su tex- ñola de 1978 que reza: España se
to del Estado social de derecho. En constituye en un Estado social y demo-
efecto, se lee en su artículo 1.° que crático de Derecho, que propugna como
“Colombia es un Estado social de dere- valores superiores de su ordenamiento
cho”. Esta declaración se cita jurídico la libertad, la justicia, la igual-
normalmente en las decisiones de la ju- dad y el pluralismo político, remata con
risprudencia constitucional y en la severidad el enunciado en cuestión.
doctrina jurídica, y es la que le da ma-
yor realce a la Carta de 1991. La redacción colombiana proveniente de
Naturalmente, la mención del Estado 1936 declaraba: “Las autoridades de la
social de derecho se hizo en las senten- República están instituidas para proteger
cias que definieron la conformidad con a todas las personas residentes en Colom-
la Constitución del acto legislativo nú- bia, en sus vidas, honra y bienes y para
mero 02 de 2004 sobre la reelección asegurar el cumplimiento de los deberes

__________
12
Ibídem, p. 309.
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151

sociales del Estado y de los particulares”. lo hacen los autores de libro, se muestra
El precepto citado era el número 16 de la el rompimiento entre las tesis
codificación anterior a 1991 que, como se individualistas y las de orientación
sabe, estaba formado por la Constitución socialista que inspiraron las mencio-
de 1886 con las reformas introducidas con nadas Cartas políticas. Allí se sostenía
posterioridad, entre ellas la de 1936, tal que la primera aplicación de estas ideas
vez, la más importante13. es la de propiedad entendida como
función social; la segunda, el artículo
5.2 El Estado social, fruto del constitucional sobre el trabajo a la vez
constitucionalismo social como obligación social y derecho del
individuo.
Se ha hablado del “constitucionalismo
social” para referirse a aquel nacido En la parte histórica del libro se plantea
después de la primera guerra mundial, bien la oposición que esas ideas progre-
que registra la pérdida de confianza ciu- sistas generaron en quienes poseían
dadana en los postulados individualistas otras concepciones políticas y los cru-
del liberalismo de la época y por eso dos enfrentamientos a que aquellas
avanza hacia las preocupaciones de dieron lugar, frente a la frialdad o indi-
mejoramiento social, representadas por ferencia con que fueron recibidas en los
nuevas clases sociales que habían apa- trabajos constituyentes de 1991, lo que
recido haciendo más compleja la prueba que ya habían pagado el precio
estructura de la sociedad y que deman- de su novedad. Es posible que al am-
daban la protección del Estado. Se han pliar el radio de acción de reformas
mencionado como exponentes de ese constitucionales efectuadas por otras
constitucionalismo social las Constitu- naciones iberoamericanas en aquellas
ciones de México de 1917, de Weimar décadas en que nacieron los derechos
de 1919 y de la segunda República es- llamados de la segunda generación, los
pañola de 1931. derechos económicos y sociales, se en-
cuentren normas equivalentes y síntomas
De anteriores trabajos académicos de la polarización política que vivió Co-
recuerdo la elaboración del prólogo al lombia en aquella época.
libro de Álvaro Tirado Mejía y de
Magdala Velásquez sobre la “reforma La misma Constitución de 1991 da tes-
constitucional de 1936”14, en el cual se timonio de su conexión con la reforma
mostraron los nexos claros entre la constitucional de 1936 cuando el segun-
Constitución española de 1931 y la do párrafo del artículo 2 incorpora la
reforma constitucional de 1936, y, como declaración estampada en el artículo 16

__________
13
Jaime Castro: Constitución Política de Colombia. Bogotá: Fundación Friedrich Naumann, Oveja
Negra, 1982, p. 29.
14
Álvaro Tirado Mejía y Magdala Velásquez: La reforma constitucional de 1936 (prólogo de Jaime Vidal
Perdomo). Bogotá: Fundación Friedrich Naumann, Oveja Negra, 1982, p. 7.
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del año de 1936, con apenas ligeros cam- das “tutelas contra sentencias”. Esto
bios de redacción. Es evidente que en el nos lleva a decir algunas palabras sobre
36, cuando la decepción por ciertos pos- la acción de tutela, las posibles causas
tulados del liberalismo y la necesidad de esas discrepancias y la propuesta de
de competir con las atractivas tesis del reforma constitucional sometida por el
marxismo, que habían triunfado en la Gobierno nacional ante el Congreso de
Unión Soviética, partidos como el Li- la República en los últimos días.
beral colombiano tomaron el camino
franco de girar hacia la izquierda, y la 6.1 La acción de tutela en su enun-
síntesis de su nueva filosofía fue la pre- ciado constitucional
ocupación principal por lo social y ya
no lo individual. Pasar por alto seme- El artículo 86 de la Constitución de 1991
jante compromiso hubiera significado prescribió:
quedarse al margen de la evolución his-
Toda persona tendrá acción de tutela
tórica. Desconocer el esfuerzo que
para reclamar ante los jueces, en todo
entonces se hizo sería borrar un trecho momento y lugar, mediante un procedi-
meritorio de la historia política y jurídi- miento preferente y sumario, por sí
ca del país, como es el que incorpora misma o por quien actúe a su nombre,
los derechos económicos y sociales. la protección inmediata de sus derechos
Calmada ya la tormenta por el rompi- constitucionales fundamentales, cuando
miento que tal conceptualización del quiera que estos resulten vulnerados o
Estado social de derecho implicaba, amenazados por la acción o la omisión
puede pasarse no solamente a procla- de cualquier autoridad pública.
mar el nuevo propósito del Estado, y a La protección consistirá en una orden
para que aquel respecto de quien se
corregir el error de interpretación co-
solicite la tutela, actúe o se abstenga
metido. de hacerlo. El fallo, que será de in-
mediato cumplimiento, podrá
6. La tutela contra sentencias y el impugnarse ante juez competente y,
“choque de trenes” en todo caso, este lo remitirá a la
Corte Constitucional para su eventual
El último punto que quiero plantear ante revisión.
este ilustrado foro de la Academia de Esta acción solo procederá cuando el
Derecho de Córdoba, en cuanto a algu- afectado no disponga de otro medio de
nas observaciones sobre el control defensa judicial, salvo que aquella se
utilice como mecanismo transitorio
constitucional en Colombia, es el atinen-
para evitar un perjuicio irremediable.
te al conocido en la prensa colombiana En ningún caso podrán transcurrir más
como el “choque de trenes”, apelativo de diez días entre la solicitud de tute-
dado para referirse a las fuertes discre- la y su resolución.
pancias que se han suscitado entre la La ley establecerá los casos en los que
Corte Constitucional, de un lado, y el la acción de tutela procede contra par-
Consejo de Estado y la Corte Suprema ticulares encargados de la prestación
de Justicia, de otro, por las denomina- de un servicio público o cuya conduc-
Algunas consideraciones sobre control constitucional en Colombia
153

ta afecte grave y directamente el in- por el decreto 306 de 1992. Dentro del
terés colectivo, o respecto de quienes primero estaba contemplada la posibili-
el solicitante se halle en estado de sub- dad de la tutela contra sentencias (en el
ordinación o indefensión. artículo 11) bajo la siguiente redacción:
“La acción de tutela podrá ejercerse en
La acción de tutela es una adaptación todo tiempo, salvo la dirigida contra sen-
del recurso de amparo conocido en el tencias o providencias judiciales que
derecho iberoamericano y colocado por pongan fin a un proceso, la cual cadu-
la Constitución para mostrar su preocu- cará a los dos meses de ejecutoriada la
pación por la efectividad de los derechos providencia correspondiente”.
fundamentales; es, a no dudarlo, el tex-
to más famoso de la Carta colombiana El artículo 12 siguiente establecía:
de 1991 y, en cierta manera, el que la “La caducidad de la acción de tutela
simboliza en su más noble finalidad pro- no será obstáculo para impugnar el
tectora de derechos. acto o la actuación mediante otra
acción si fuere posible hacerlo de
Sin entrar a analizar a fondo la acción conformidad con la ley”.
de tutela, lo que debe hacerse y se ha
hecho por obras especiales, baste por 6.3 La decisión de inconstitucionalidad
el momento afirmar que la acción de
tutela hace parte, según el profesor Por medio de la sentencia C-543 de 1
Eduardo Rozo Acuña15, de las “garan- de octubre de 1992, la Corte Constitu-
tías constitucionales” entre las cuales cional, en votación dividida, declaró
estudia, en América Latina, la de hábeas inexequibles los artículos 11 y 12 del
corpus, la del juicio de amparo, el man- decreto 2591 de 1991, y 40 del mismo
dado de seguranca, el recurso de estatuto, aunque mantuvo la consti-
protección y el propio control de tucionalidad del art. 25, también
constitucionalidad. demandado; la decisión de la Corte
Constitucional ha sido examinada en dos
6.2 La reglamentación de la acción estudios críticos: el de Manuel Fernan-
de tutela do Quinche Ramírez 16 , en forma
extensa, y el de Sandra Morelli Rico17,
La acción de tutela fue reglamentada por más desde el contexto de la institución y
el decreto-ley 2591 de noviembre 19 de de las dificultades de su inserción en el
1991, que, a su turno, fue reglamentado conjunto de cuerpos judiciales colombia-

__________
15
Eduardo Rozo Acuña: Las garantías constitucionales en el derecho público de América Latina.
Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2006.
16
Manuel Fernando Quinche Ramírez: Vías de hecho. Acción de tutela contra sentencias. Bogotá:
Editorial Huellas de Ley, 2001.
17
Sandra Morelli Rico: La Corte Constitucional: ¿un legislador complementario? Bogotá: Universidad
Externado de Colombia. Temas de derecho público Núm. 45, 1997.
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154

nos. Quinche Ramírez desarrolla la te- dente de la Corte Suprema de Justicia,


sis de que la decisión estuvo inspirada que publica la Revista Semana18.
en la hermenéutica formalista y que
apareció como sustituto en la jurispru- El presidente de la República, doctor
dencia la teoría de la “vía de hecho”, Álvaro Uribe Vélez, ha querido que por
que explica largamente. La abogada intermedio del consenso se disipen o
Morelli Rico habla más de las dificulta- disminuyan las discrepancias de las altas
des de inserción de la Corte Cortes, propósito que ha resultado difícil.
Constitucional y de la indefinición del
constituyente de 1991, que dejó a la Cor- Ante esta circunstancia desafortunada, al
te Suprema de Justicia y al Consejo de finalizar septiembre de 2006 la prensa
Estado con la misma jerarquía y al mis- informa de la presentación por el Gobierno
mo nivel de la Corte Constitucional. ante el Congreso de la República de un
proyecto de reforma constitucional que
6.4 La iniciativa gubernamental reglamenta la tutela contra sentencias,
para poner fin al choque de trenes19.
Sea de ello lo que fuere, a partir del Además se informa de una iniciativa
2004, para poner una fecha, el país similar que tendría el apoyo del Consejo
presenció el espectáculo de la disputa de Estado, la Corte Suprema de Justicia y
de competencias en las “altas Cortes”, el Fiscal General de la Nación.
en perjuicio del sistema jurídico, el
prestigio de la administración de justicia Se termina así una etapa de enfrenta-
y la seguridad jurídica. mientos institucionales derivados del
ejercicio de la acción de tutela y se abre
Una muestra del choque de trenes está otra que surtirá ante el Congreso de la
en las fuertes declaraciones del presi- República como constituyente derivado.

__________
18
Revista Semana, Bogotá, 25 de septiembre de 2006, p. 34.
19
El Tiempo, Bogotá, del 28 de septiembre de 2006, p. 1-16.

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