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SCJ declara inadmisibles recursos del caso Baninter

Lunes 14 de julio del 2008

SANTO DOMINGO. La Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia


declaró inadmisibles los recursos de casación interpuestos por los
condenados en el expediente del Baninter.

La decisión fue adoptada por los jueces del tribunal, Hugo Álvarez
Valencia, presidente; Víctor José Castellanos, Julio Ibarra Ríos, Dulce
Rodríguez de Goris y Edgar Hernández Mejía. Ratificaron la decisión
de la Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del
Distrito Nacional, que condena a 10 años de prisión a Ramón Báez
Figueroa, Marcos Báez Cocco y Luis Álvarez Renta, y a cinco años a
Vivian Lubrano de Castillo.

Asimismo, los recursos del Banco Central, la Superintendencia de


Bancos y Baninter. El tribunal consideró que en virtud del más
elemental razonamiento de lógica y equidad, no procederá la casación
de una sentencia, cuando la Corte de Apelación que la emitió ha
motivado de manera correcta y adecuada la decisión de fondo, sin
incurrir en violaciones a la Constitución, a los tratados internacionales
de los que RD es signataria, ni ha desconocido o violentado las leyes
contentivas de las imputaciones y de las normas procesales
aplicables, como sucedió en la especie.

"Lo cual se pone claramente de manifiesto de los argumentos


expuestos por los recurrentes, cuyos resúmenes figuran transcritos
precedentemente, y de la simple lectura de la sentencia de que se
trata, toda vez que la decisión impugnada no está comprendida
dentro de las causales establecidas en el artículo 426 del Código
Procesal Penal".

Defensa pide excluir pruebas de acusación por violaciones


groseras a la Constitución

SANTO DOMINGO.- A continuación las conclusiones que presentó


ayer el consejo de defensa de Ramón Báez Figueroa ante el primer
Tribunal Colegiado del Distrito Nacional:

AL MAGISTRADO JUEZ PRESIDENTE Y DEMAS DIGNOS


MAGISTRADOS QUE INTEGRAN EL PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DE
LA CAMARA PENAL DEL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DEL
DISTRITO NACIONAL:
Asunto: Proceso criminal seguido en contra del Sr. Ramón Báez
Figueroa (y otros co-imputados) por alegada violación de las
disposiciones de los artículos 3 (literales a, b y c), 4 y 18 de la Ley
72-02, sobre Lavado de Activos, y Artículo 80 literales D y E, de la
Ley Monetaria y Financiera, en el supuesto perjuicio del Banco Central
de la República Dominicana, del Banco Intercontinental S.A. en
liquidación y de la Superintendencia de Bancos de la República
Dominicana. Escrito que contiene las conclusiones presentadas en
audiencia al final del alegato de clausura sustentado por la defensa
técnica del imputado Ramón Buenaventura Báez Figueroa.

Abogados exponentes: Dr. Marino Vinicio Castillo Rodríguez; Lic.


Juárez Víctor Castillo Semán y Dr. José Antonio Columna
Honorables Magistrados:

El exponente, el señor Ramón Báez Figueroa, dominicano, mayor de


edad, casado, empresario, portador de la cédula de identidad y
electoral número 001-0171879-9, domiciliado y residente en el
apartamento 18 de la “Torre Libertador”, situado en el número 25 de
la Avenida Anacaona, en esta ciudad;

Por órgano de sus abogados defensores Dr. Marino Vinicio Castillo


Rodríguez, Lic. Juárez Víctor Castillo Semán, y Dr. José Antonio
Columna, portadores de las respectivas cédulas de identidad y
electoral número 001-0103981-6, 001-0202214-2 y 001-0974861-6,
con relación al proceso criminal que le es seguido, por alegada
violación de las disposiciones de los artículos 3 (literales a, b, y c), 4
y 18 de la Ley 72-02, sobre Lavado de Activos, y Artículo 80 literales
d) y e), de la Ley Monetaria y Financiera, en el supuesto perjuicio del
Banco Central de la República Dominicana, del Banco
Intercontinental, S.A. en liquidación, y de la Superintendencia de
Bancos de la República Dominicana, y en virtud de las razones que os
fueran pormenorizadamente explicadas en las presentaciones y
discursos de clausura de los abogados que os dirigen la palabra,
concluye muy respetuosamente, de la siguiente manera:

I) Exclusión de la prueba en la que el Ministerio Público y los Actores


Civiles pretenden sustentar la acusación penal y la acción civil
resarcitoria:

A) Que declaréis que los documentos y evidencias que han sido


presentadas por el Ministerio Público y por los Actores Civiles para
presentar la acusación y la acción civil resarcitoria en este juicio
fueron obtenidos por la “Comisión de Administración” designada
mediante Resolución Única dictada por la Junta Monetaria en fecha 7
de Abril del 2003, en franca violación de las disposiciones de los
artículos 111 de la Constitución de la República y 62 y siguientes de
la Ley No. 183-02 Monetaria y Financiera que disponen el
procedimiento a seguir en caso de intervención y disolución de un
banco y que no le otorgaban la más mínima facultad a la Junta
Monetaria de pasar a ocupar, controlar y administrar el Banco
Intercontinental, sin haber ordenado su disolución y liquidación, con
lo cual se violaron flagrantemente los siguientes derechos
fundamentales del imputado Ramón Buenaventura Báez Figueroa:

1) Art. 8 numeral 2 literal j) de la Constitución de la República que


consagra el derecho de defensa, cuando se dejó sin efecto el contrato
de fusión que había pactado el Banco Intercontinental con el Grupo
Progreso sobre la base de supuestas irregularidades en torno a las
cuales ni siquiera se le informó, preguntó ni se dio oportunidad de
defenderse al imputado Ramón Báez Figueroa.

2) Art. 8 numerales 3, 9 y 13 de la Constitución de la República que


consagran la inviolabilidad de domicilio, la inviolabilidad de la
correspondencia y el derecho de propiedad, cuando esa Comisión
ilegal tomó el control físico de todas las instalaciones del Banco
Intercontinental incluyendo las oficinas y archivos personales del Sr.
Ramón Buenaventura Báez Figueroa y dispuso de ellos a su antojo sin
la más mínima facultad ni derecho para hacerlo.

3) Art. 8 numeral 5 de la Constitución que establece la igualdad de


todos ante la ley y el principio de legalidad, cuando mandó a hacer
cosas que la ley no mandaba y prohibió hacer otras que la ley no
prohibía.

4) Art. 8 numeral 12 de la Constitución que consagra la libertad de


empresa cuando esa Comisión ilegal de Administración le suplantó
arbitraria y abusivamente en las funciones directivas y
administrativas que desempeñaba, pasando a darle órdenes a todo el
personal del banco sin ningún tipo de facultad legal para ello.

5) Los derechos y garantías establecidos en su favor por el Art. 4


literal e) de la Ley No. 183-02 Monetaria y Financiera denominados
de legalidad, seguridad jurídica, interdicción de la arbitrariedad,
motivación de los actos que restrinjan la esfera jurídica de los
interesados, jerarquía normativa, eficacia, razonabilidad, economía,
transparencia, celeridad, publicidad y debido proceso.

6) Los derechos y garantías establecidos en su favor por los propios


artículos 62 y siguientes de la Ley No. 183-02 Monetaria y Financiera
que establecían las normas a seguir para la disolución y posterior
liquidación ordenada del Banco Intercontinental y por el Art. 72 de la
misma ley, que establecía el Procedimiento Sancionador
Administrativo previo a toda acción penal.
B) Que como consecuencia de las anteriores violaciones
constitucionales y legales, comprobéis y declaréis que los actos de
incautación y/o manipulación de todos esos documentos y evidencias
realizados por esa ilegal “Comisión de Administración”,
independientemente de que son nulos de pleno derecho, por
aplicación inmediata de lo dispuesto por el artículo 46 de la
Constitución, incluyendo el informe que ésta preparara en fecha 7 de
julio del 2003, (marcado con el No.6 del orden de exhibición a cargo)
y que ha sido la pieza de supuesta convicción fundamental que aduce
la acusación, conjuntamente con todos los documentos y evidencias
presentadas, no pueden ser admitidos como prueba, ni valorados
como sustentación de la acusación penal presentada por el Ministerio
Público ni de la acción civil resarcitoria presentada por los actores
civiles, en virtud del principio de la legalidad de la prueba, por lo que
debéis ordenar su exclusión como medio probatorio en el presente
proceso.

C) Que ordenéis la exclusión de estas pruebas y evidencias no solo en


virtud del antes mencionado principio de la legalidad de la prueba
sino también en virtud del principio de exclusión probatoria que se
deduce de la aplicación del primero y que está consagrado no solo
como una norma elemental tendente a la preservación del derecho de
defensa y del debido proceso garantizado por el artículo 8 numeral 2
literal j) sino también en los artículos 26, 166 y 167 y del Código
Procesal Penal, principios éstos que han sido reconocidos de manera
indiscutida por nuestra Honorable Suprema Corte de Justicia desde
su célebre Resolución No. 1920, de fecha 13 de noviembre del 2003
y por la última decisión dictada recientemente por dicha
Superioridad, confirmando su vigencia, en fecha 3 de Marzo de 2006.

D) Que por las mismas razones, declaréis excluido como prueba del
presente proceso, el denominado “Informe Aurich” preparado por el
Sr. Luis Emilio Aurich Medrano y que figura señalado como pieza No.
9 del orden de exhibición a cargo, toda vez que ha quedado
establecido en este juicio que tal informe se circunscribe al supuesto
análisis de la documentación y pretendidas “evidencias” presentadas
ante el Juez de Instrucción por la Comisión ilegal de Administración
que estaba controlando y manejando abusiva e inconstitucionalmente
el Banco Intercontinental.

E) Que en el remoto, lejano e hipotético caso de que no admitiéseis


las conclusiones precedentes y os avocáreis a valorar los informes,
documentos y evidencias antes mencionados, no les otorguéis ningún
efecto de acreditación probatoria, en virtud de que:
1) El informe de la antes señalada Comisión ilegal de Administración
del Baninter, que es querellante y actor civil en el presente proceso,
así como los documentos y supuestas evidencias en que dice
sustentarse contienen simple y sencillamente la versión de los hechos
que hace dicha Comisión, la cual constituye precisamente el objeto
mismo de este litigio por lo cual no puede ser considerada como
prueba de dicha versión, en virtud del principio elemental del
procedimiento de que a nadie le es permitido fabricarse su propia
prueba.

2) Las consideraciones y conclusiones a que arriba ese informe, así


como el conjunto de documentos y evidencias que se pretenden usar
en su apoyo, son de índole contable y financiera y solo puede
arribarse a una conclusión adecuada sobre los mismos, si hubieran
sido objeto de una formal auditoría conforme a las reglas establecidas
por el artículo 54 de la Ley Monetaria y Financiera No. 183-02, lo cual
no se produjo en el presente proceso ni antes ni durante ni después
de que supuestamente se detectaron o determinaron los “hallazgos
contables” que sirvieron de base tanto a la acusación penal como a la
pretensión civil.

3) El informe en cuestión no solo está apoyado en una


documentación y evidencia ilegalmente ocupada, sino que hace
descansar sus conclusiones en que supuestamente no ocurrieron una
serie de hechos o circunstancias con los que pretenden convertir en
fraudulentas las actuaciones de los imputados en este caso, sin
que nadie haya comprobado que tales hechos o circunstancias
realmente no ocurrieron.

F) Que por las mismas razones, descartéis para fines de valoración


probatoria el denominado “Informe Aurich” toda vez que el autor del
mismo confesó una serie de hechos y circunstancias que privan a su
trabajo de toda importancia y procedencia para servir de prueba en el
presente caso como lo son:

1) Que el no hizo labores de auditoría y ni siquiera de experticio


judicial en el desempeño de su trabajo, el cual se limitó estrictamente
a “interpretar” los documentos y demás evidencias que le fueron
mostrados por el Juez de Instrucción sobre los cuales ni siquiera
llegó a conclusiones.

2) Que nunca vio la contabilidad del Banco Intercontinental ni


comprobó ninguna de las informaciones ni documentos que le
mostraron con dicha contabilidad.

3) Que tampoco vio ni comprobó nada en el sistema informático


utilizado por el Banco Intercontinental.
4) Que solo visitó el Banco Intercontinental para ir a buscar alguna
documentación requerida a la Lic. Zunilda Paniagua.
5) Que de doce pedidos de documentos que hizo solo le entregaron
siete, sin explicarle porque no le entregaron los otros, entre éstos los
relativos a los temas de Gaperan y Alta Financial.

6) Que fue seleccionado por el Juez de Instrucción sin figurar en la


terna propuesta a tales fines siendo introducido ante éste por una
empleada del querellante Banco Central.

7) Que en sus informes trabajó su esposa Bercia de Aurich y dos


hermanas de ésta, pese a existir una poderosa causa de inhibición
por el hecho de que ella había trabajado para el Banco
Intercontinental bajo instrucciones del imputado Marcos Báez Cocco y
había sido despedida de la institución por lo cual existía una
enemistad con éste.

8) Que no se inscribió nunca en el Colegio de Contadores Públicos


Autorizados ni ejerció nunca como tal.

9) Que en su experiencia como supuesto consultor bancario cuenta


con haber participado como gerente de operaciones de tres
instituciones bancarias y financieras quebradas.

G) Que como consecuencia de las exclusiones probatorias que os han


sido solicitadas en los ordinales anteriores, rechacéis las conclusiones
contenidas en el dictamen del Ministerio Público de fecha 29 de
Agosto de 2007, así como las pretensiones civiles presentadas por los
Actores Civiles el 3 de Septiembre de 2007, por no estar sustentadas
en pruebas legalmente obtenidas o en su defecto, por no establecer
la prueba alegada, los hechos que constituyen la base de la acusación
penal y de la acción civil resarcitoria más allá de la duda razonable
que le favorece al imputado Ramón Buenaventura Báez Figueroa y a
los demás imputados en el presente proceso.

II) Del bloqueo al acceso a la prueba absolutoria del imputado Ramón


Buenaventura Báez Figueroa.

A) Que comprobéis y declaréis que independientemente de las


violaciones de derechos fundamentales mencionadas en la sección
anterior, al imputado Ramón Buenaventura Báez Figueroa le fue
bloqueado físicamente el acceso a la prueba documental, contable y
financiera que pudiera favorecerle, como por ejemplo, la evidencia de
pagos y aportes hechos al Banco, documentos de soporte de
múltiples transacciones , entre otros, con lo cual se le colocó en un
total y absoluto estado de indefensión, incurriéndose en un nuevo y
más lesivo atentado a su sagrado derecho de defensa previsto en su
favor por el artículo 8 numeral 2 literal j) de la Constitución de la
República.
B) Que comprobéis y declaréis dicho estado de indefensión, el cual
llegó al extremo de que ni siquiera le fueron mostrados los
documentos en que se basaba la acusación durante toda la fase de
instrucción de primer grado, colocándolo en una situación de obvia y
abusiva desventaja procesal frente a sus acusadores con grave
perjuicio personal, moral y social, tiene como efecto que no se le
pueda exigir la presentación de una prueba que le fue ilegal y
abusivamente bloqueada.

III) Violaciones a la Ley Monetaria cometidas en perjuicio del Banco


Intercontinental y del imputado Ramón Buenaventura Báez Figueroa
así como su impacto destructivo en el valor de los activos del Banco y
del Grupo Intercontinental y de su habilidad para responder de sus
pasivos

A) Que comprobéis y declaréis que la autoridad monetaria y


financiera del gobierno anterior, independientemente de las
violaciones de derechos fundamentales que se enumeran en la
sección anterior, violó flagrantemente los siguientes textos legales en
perjuicio del Banco Intercontinental, de sus directivos, accionistas y
empresas vinculadas:

1) Artículo 80 literal a) de la Ley No. 183-02 Monetaria y Financiera


que penaliza a todo representante de la autoridad o persona “que
conscientemente difundan por cualquier medio falsos rumores u
organicen campañas difamatorias relativas a la liquidez o solvencia de
una o varias entidades de intermediación financiera y la estabilidad
del mercado cambiario”.

2) Artículo 38 literal f) que impide a todo miembro o empleado de la


autoridad monetaria y financiera, participar a cualquier título en los
consejos de administración de las instituciones de intermediación
financiera, por lo que a fortiori, jamás podría el Gobernador del Banco
Central designar el Consejo de Administración del Banco
Intercontinental como lo hizo ilegalmente en fecha 7 de Abril del
2003.

3) Artículos 9, 15 y 19 que delimitan las funciones de la Junta


Monetaria, del Banco Central y de la Superintendencia de Bancos y
que no prevén jamás la facultad de que la Junta Monetaria pueda
ordenar que el Banco Central designe una Comisión de
Administración de un banco y que esta comisión pase a ser
supervisada por la Superintendencia de Bancos como se hizo
ilegalmente, en perjuicio del Banco Intercontinental en fecha 7 de
Abril de 2003.

4) Artículo 15 parte in fine que impedía al Banco Central asumir y/o


garantizar el pago de pasivos de terceros, como se hizo en forma
indiscriminada, abusiva e ilegal con todos los pasivos del Banco
Intercontinental.

5) Artículo 61 que prevé las normas que hay que cumplir frente a los
bancos que están en un proceso de regularización.
6) Artículos 62 y siguientes que establecen las reglas que hay que
seguir una vez que fracasan los planes de regularización de un banco
y se ordena su disolución y posterior liquidación.

7) Artículo 72 que establece la obligación de cumplir con el


procedimiento sancionador administrativo previo.

B) Que comprobéis y declaréis que las mencionadas violaciones a la


Ley Monetaria 183-02, conjuntamente con la abusiva y
malintencionada inclusión de la acusación de violación a la Ley sobre
Lavado de Activos, no aplicable al presente caso, crearon un efecto
devastador y destructivo del valor de los activos del banco así como
de sus empresas vinculadas y en consecuencia de la habilidad y
vocación de esos activos de servir de respaldo para el pago de la
totalidad de los pasivos de la institución, a todo lo cual no solo estaba
legalmente obligado el imputado Ramón Buenaventura Báez
Figueroa, sino contractualmente comprometido, por sí y por las
empresas Inmobiliaria RB S. A., Inmobiliaria Intercontinental, Grupo
Intercontinental S. A. y Group Wide Internacional, en base al contrato
pactado con el Grupo Progreso en fecha 24 de Marzo de 2003, que
fue abusiva y arbitrariamente dejado sin efecto por decisión unilateral
de la autoridad.

C) Que comprobéis y declaréis además que esta pérdida enorme del


valor de los activos del Banco Intercontinental y sus empresas
vinculadas es, en consecuencia, un perjuicio sufrido directamente por
el imputado Ramón Buenaventura Báez Figueroa y no causado por
éste.

IV) Exclusión de tipos penales en virtud del principio de la


irretroactividad de las leyes:

A) Que en virtud de lo dispuesto por el Art. 47 de la Constitución de


la República y sin entrar en consideraciones de fondo en torno a si se
han constituido los elementos de la infracción de lavado de activos
prevista por los artículos 3 literales a), b) y c) 4 y 18 de la Ley No.
72-02 sobre Lavado Activos de fecha 4 de Junio de 2002, declaréis la
misma inaplicable a las conductas alegadamente ocurridas con
anterioridad a la promulgación de la mencionada ley, dentro de las
cuales se enmarcan, como os fuera pormenorizadamente explicado
por los abogados exponentes, la casi totalidad de los hechos
alegados tanto para sostener la acusación penal como la acción civil
resarcitoria.
B) Que en virtud del mismo principio de la irretroactividad de las
leyes declaréis inaplicable igualmente las disposiciones de la Ley No.
183-02 Monetaria y Financiera a conductas ocurridas con anterioridad
a la entrada en vigencia de la misma el día 3 de Diciembre del 2002.

V) No culpabilidad del imputado Ramón Buenaventura Báez Figueroa,


de los crímenes de lavado de activos previsto en los artículos 3
(literales a, b y c), 4 y 18 de la Ley No. 72-02 y abuso de confianza
previsto en el artículo 408 del Código Penal:

A) Que declaréis no culpable al imputado Ramón Báez Figueroa de la


comisión del crimen de lavado de activos previsto y sancionado por
los artículos 3 (literales a, b y c), 4 y 18 de la Ley No. 72-02 sobre
Lavado de Activos por no haberse cometido los hechos y no
constituirse los elementos de dicho crimen con las actuaciones
materiales que le han sido imputadas acaecidas con posterioridad a
que fuera votada la mencionada ley, toda vez que tales conductas lo
que entrañan son la concesión de préstamos a accionistas, partes y
empresas vinculadas, inversión del Banco Intercontinental no
compatibles con el negocio bancario, independientemente del no
reporte de operaciones contables a las autoridades de la
Superintendencia de Bancos, conductas éstas que estaban
específicamente previstas y sancionadas por las disposiciones de la
Ley No. 708 General de Bancos y posteriormente por las
disposiciones de la Ley No. 183-02 Monetaria y Financiera.

B) Que declaréis no culpable al Sr. Ramón Báez de la comisión del


crimen de abuso de confianza previsto y sancionado por el artículo
408 del Código Penal por no haberse cometido los hechos y no
constituirse los elementos de dicho crimen con las actuaciones
materiales que le han sido imputadas toda vez que tales conductas lo
que igualmente entrañan es la concesión de préstamos a accionistas,
partes y empresas vinculadas que estaban específicamente previstas
y sancionadas por las disposiciones de la Ley No. 708 General de
Bancos y posteriormente por las disposiciones de la Ley No. 183-02
Monetaria y Financiera y además por constituir el deposito bancario
un contrato de deposito irregular, que no configura el crimen
previsto en el artículo 408 del Código Penal.

C) Que declaréis no culpable al Sr. Ramón Buenaventura Báez


Figueroa de violar los acápites d) y e) del artículo 80 de la Ley No.
183-02 Monetaria y Financiera por no haberse cometido los hechos
y no constituirse los elementos de dicho crimen con las actuaciones
materiales que le han sido imputadas puesto que, luego de votada
esta ley, no fueron presentados los estados financieros que pudieran
entenderse como adulterados o incompletos toda vez que sobre los
estados relativos al ejercicio que terminó el 31 de diciembre del 2002
fue solicitada y obtenida una prórroga que vencía el 24 de marzo del
2003 y en esa fecha fue sometido a la consideración de la autoridad
el anexo único del contrato de fusión pactado con el Grupo Progreso
con la descripción general de los activos, pasivos y capital del Banco
Intercontinental, sobre el cual la firma de auditores externos del
Grupo Progreso inició el proceso de auditoría previsto como parte de
la debida diligencia contemplada en el acuerdo de fusión, el cual no
pudo ser concluido por la decisión de la autoridad de dejar sin efecto
el proceso de fusión y tomar ilegalmente la administración y control
de banco.

VI) Variación de la calificación para incluir infracciones a la Ley No.


708 General de Bancos que fueron mantenidas como tales por la Ley
No. 183-02 Monetaria y Financiera, así como de la aplicación de
causas de atenuación de responsabilidad penal:

A) Que comprobéis y declaréis que el Banco Intercontinental, al igual


que la totalidad de los bancos de la República Dominicana se
encontraba en violación de las siguientes disposiciones de la Ley No.
708 General de Bancos, que luego de derogada ésta por la Ley No.
183-02 Monetaria y Financiera, se convirtieron en infracciones a ésta
última y que eran harto conocidas y permitidas por las autoridades
supervisoras:

1) Artículo 18 que regula el monto del capital, reservas y patrimonio


que debían de tener los bancos, que luego de votada la ley 183-02
quedó regido por los artículos 38 literal b) y 46 de esta ley.

2) Artículos 20, 21, 22 y 23 que establece los porcentajes a ser


tomados en cuenta a los fines del cálculo del encaje legal, que luego
de votada la ley 183-02 quedó regido como parte del establecimiento
de la noción de patrimonio y reservas de los bancos por el artículo 46
de esta ley.

3) Artículo 25 literal c) que establece los límites para la concesión de


préstamos a empresas vinculadas o no. Y el literal e) del mismo
artículo, que establece los límites para el monto de los préstamos a
ser otorgados a accionistas y directivos que luego de votada la ley
183-02 quedó regido por los artículos45 literal d) y 47 literal b) de
esta ley.
4) Artículo 26 literal b) y c) que establece la prohibición de participar
directa o indirectamente en cualquier empresa comercial agrícola,
industrial o de cualquier otra clase (incluyendo la de medios de
comunicación), o la compra de acciones en otras empresas en exceso
del límite permitido por dicho artículo que luego de votada la ley 183-
02 quedó regido por los artículos 41 literales b) y c) y 45 literales e) y
f) de esta ley.
5) Artículos 30 y 31 que establece la obligación de presentar informes
a la Superintendencia de Bancos en la forma prevista por el mismo,
para los ejercicios fiscales relativos a años anteriores al 2002, que
luego de votada la ley 183-02 quedó regido por el artículo 54 literales
a), b) y c) de esta ley.

B) Que en consecuencia, variéis la calificación de las infracciones que


constituyen vuestro apoderamiento a los fines de incluir la violación
de tales artículos de la Ley 183-02 Monetaria y Financiera por parte
del imputado Ramón Buenaventura Báez Figueroa, pero, haciendo
aplicación del principio de la favorabilidad en beneficio del imputado
cuando se presenta la derogación de una ley por otra, que sanciona
la misma conducta con diferentes penas, impongáis la sanción penal
correspondiente conforme al rango mas benigno que, en nuestro
caso, prescribía el artículo 35 de la Ley General de Bancos No.708.

C) Que en ejecución de lo dispuesto por el Art. 340 numerales 6 y 10


del Código Procesal Penal que establecen dos importantes causas de
exclusión o amplia atenuación de la responsabilidad penal del
imputado, impongáis al imputado Ramón Buenaventura Báez
Figueroa una sanción penal por debajo del mínimo del tipo permitido
en el mencionado Art. 35 de la Ley General de Bancos No.708, o en
su defecto, por debajo del mínimo previsto por la Ley 183-02
Monetaria y Financiera, toda vez que se ha probado fehacientemente
en el presente juicio, tal y como lo explicáramos en las distintas
intervenciones y alegatos de clausura de la defensa técnica de Ramón
Buenaventura Báez Figueroa:

1) Las conductas previstas y sancionadas por estas disposiciones


penales, al ser comunes a toda la banca crearon en la psiquis del
imputado no solo la impresión errónea sino la evidente seguridad de
que estaban permitidas y no tenían un carácter o índole criminal.

2) Que al serle permitida la regularización de tales conductas a todos


los demás bancos por propuesta realizada de manera institucional por
la Asociación de Bancos de la República Dominicana, en la reunión
sostenida con el actual Presidente de la República y su equipo
económico, para analizar esta situación durante el período de
transición de gobierno, bien pueden considerarse tales conductas
como socialmente aceptadas.
VII) Criterios de determinación de la pena que favorecen al imputado
Ramón Buenaventura Báez Figueroa:

A) Que al considerar la imposición de una sanción penal por debajo


del mínimo establecido por el artículo 35 de la Ley General de Bancos
No. 708, o en su defecto, por debajo del mínimo previsto por la Ley
183-02 Monetaria y Financiera, toméis en cuenta además, en virtud
de lo dispuesto por el artículo 339 del Código Procesal Penal, que los
móviles que impulsaron al imputado Ramón Buenaventura Báez
Figueroa al incurrir en las infracciones a las normas bancarias antes
mencionadas eran fundamentalmente el interés de que el Banco
Intercontinental y el Grupo Intercontinental se expandieran y se
fortalecieran cada día más, y no el de afectar el patrimonio de
respaldo de los mismos y que su conducta posterior a la comisión de
tales infracciones comprobó con creces su deseo de responsabilizarse
absolutamente de todos los pasivos que pudieren determinarse y
probarse, fehaciente e inequívocamente, para lo cual contaba con los
inmensos activos del propio banco y de sus empresas vinculadas que
fueron abusiva y temerariamente destruidos por las actuaciones
ilegales e inconstitucionales de los representantes de la autoridad
quienes mostraron un interés en beneficiarse de manera obscena con
el uso y despilfarro de tan importante patrimonio.

B) Que también toméis en cuenta a favor del imputado Ramón


Buenaventura Báez Figueroa las particularidades de su personalidad y
su buena índole, como ser humano, demostrada en la actitud estoica
y responsable que asumió desde el primer momento, aún luego de
ser una víctima propiciatoria de un poder político truculento y
desbordado que decretó su perdición respondiendo a fines y móviles
realmente inconfesables.

C) Que también toméis en cuenta a favor del imputado, el contexto


social y cultural en donde se cometió la infracción que, tomando en
cuenta lo generalizada de estas prácticas, imponen una atenuación
del rigor en la aplicación de la norma que subyace en ella.

E) Que igualmente toméis en cuenta a favor del imputado, el grave


efecto futuro que tendría sobre él y sus familiares la imposición de
una condena injusta, excesiva y no equitativa y lo que puede
entrañar una decisión de esta naturaleza de implícita condonación o
justificación de los desafueros criminales cometidos por la autoridad
del gobierno anterior en contra de dicho imputado a través de todos
los tristes episodios que componen este dramático caso.

F) Por último, que toméis en cuenta además, Honorables


Magistrados, que ha quedado comprobado en el presente proceso que
las infracciones cometidas, por demás sistémicas a toda la banca, no
fueron las que produjeron el colapso del Banco Intercontinental y la
consecuente secuela de enormes perjuicios económicos para el país,
sino que el mismo se produjo finalmente por el cúmulo interminable
de violaciones constitucionales y legales en que incurrió la autoridad
en perjuicio del banco y sus principales ejecutivos desde que se inició
el proceso de desestabilización del Banco Intercontinental, a partir del
mes de Septiembre de 2002, a base de rumores sistemáticamente
esparcidos para provocar retiros masivos que nunca se detuvieron,
con el objetivo de forzarle a retirar una acción legal que habían
iniciado en contra del principal asistente militar del Presidente de la
República de entonces, así como las claras y reiteradas violaciones a
la Ley Monetaria y Financiera en que incurrió dicha autoridad desde
que decidió tomar por asalto el Banco Intercontinental el 7 de Abril
del 2003 hasta que tomó la decisión de pagar la totalidad de sus
pasivos sin haber ordenado su disolución y sin haber esperado la
liquidación ordenada y honesta de sus bienes.

VIII) Renuncia al derecho de restitución: Que pese a que el imputado


Ramón Báez Figueroa ha sufrido enormes daños tanto materiales
como morales como consecuencia de la violación de sus derechos
fundamentales por parte de una autoridad abusadora y truculenta,
solicita que se le libre acta de que, en nombre propio por sí y por las
compañías Inmobiliaria RB S. A. Inmobiliaria Intercontinental, Grupo
Intercontinental S. A. y Group Wide International que suscribieran el
acuerdo de fusión con el Grupo Progreso de fecha 24 de Marzo de
2003, declaran que no tienen ningún derecho o interés que perseguir
tendente a la restitución de los bienes cuyo decomiso fuera solicitado
mediante las conclusiones del Ministerio Público de fecha 29 de
Agosto de 2007, toda vez que tales bienes fueron originalmente
propuestos a la autoridad monetaria del gobierno anterior, para que
pudieran servir para cubrir cualquier desfase entre activos y pasivos
del Banco Intercontinental que hubiere podido determinarse de
manera fehaciente e inequívoca, lo cual nunca se hizo, por lo cual,
pese a que fueron ilegalmente incautados bajo la alegación de la Ley
No. 72-02 sobre Lavado de Activos, con gravísimo detrimento de su
valor, al ser rechazado ahora este cargo por no haberse cometido tal
infracción, ni ser aplicable a este caso, deben de liberarse de las
restricciones a su libre disponibilidad que crea la mencionada ley a los
fines de que puedan formar parte de las labores de liquidación del
Banco Intercontinental, lo cual ha sido, por demás, solicitado,
aunque por razones absolutamente improcedentes , por el propio
Ministerio Público.

IX) Rechazo de la acción civil resarcitoria.


A) Que rechacéis la acción civil resarcitoria que le sirve de objeto a la
constitución en actor civil presentada por el Banco Central de la
República Dominicana, la Superintendencia de Bancos y el Banco
Intercontinental en liquidación, toda vez que los daños y perjuicios
que se reclaman en la misma, son esencialmente pagos realizados
por la ilegal “Comisión de Administración” del Banco Intercontinental
y por el propio Banco Central, en franca y abierta violación de las
disposiciones de los artículos 111 de la Constitución de la República y
15 y 64 literal c) de la Ley No. 183-02 Monetaria y Financiera que
sólo permitían al Banco Central, una vez que se declarara la
disolución del Banco Intercontinental, garantizar, nunca pagar por
adelantado, hasta la suma de RD$ 500,000.00 por depositante y
siempre sujeto al cumplimiento del procedimiento de liquidación de
bienes del Banco Intercontinental.

B) Que en consecuencia, comprobéis y declaréis que tienen causa


ilícita todos los pagos realizados en violación a las mencionadas
disposiciones legales y en consecuencia no pueden ser repetidos en
justicia, en perjuicio del imputado Ramón Buenaventura Báez
Figueroa ni contra ningún otro imputado.

C) Que en adición a la razón que acaba de ser expuesta, rechacéis la


acción civil resarcitoria presentada por los actores civiles, puesto que
la misma persigue el cobro de partidas sobre cuya realidad y
cuantificación no ha sido demostrada por ninguna prueba que no sea
la simple alegación y/o certificación del Contralor del Banco Central
que no es más que un empleado de uno de los actores civiles y en
consecuencia no puede pretender fabricar la prueba de lo que alega
como base de sus pretensiones.

D) Que en adición a la razón antes mencionada, rechacéis la


mencionada acción civil resarcitoria por el hecho de que la misma
persigue el cobro de partidas variables que dependen del resultado
final de la liquidación de los activos y pasivos del Banco
Intercontinental, la cual está en curso, por lo cual, este tribunal no
está en capacidad de estimar el resultado final de los daños
reclamados hasta tanto no concluya con el mencionado procedimiento
de liquidación, lo que le dejaría como única alternativa, en caso de
entender procedente la imposición de reparaciones o indemnizaciones
en el presente caso, la de ordenar la liquidación por estado de las
mismas al tenor de lo previsto por el artículo 345 del Código Procesal
Penal dominicano.

E) Que en todo caso, rechacéis la acción civil resarcitoria intentada


por los actores civiles, por el argumento adicional, que os fuera
ampliamente articulado en los discursos de clausura de los abogados
concluyentes, en el sentido de que dicha acción civil se pretende
basar en las disposiciones de los artículos 1382, 1383 y 1384 del
Código Civil, que establecen las reglas ordinarias de la
responsabilidad civil y en este proceso ha quedado palmariamente
establecido que los enormes daños y perjuicios que le generó al país
el colapso del Banco Intercontinental se debieron a las acciones
ilegales e inconstitucionales en que incurrió la autoridad desde que se
inició el abusivo proceso de desestabilización de esa institución
bancaria en el mes de Septiembre del 2002, pasando por todas las
reiteradas y consecutivas violaciones a la Ley Monetaria que
culminaron con la toma del Banco Intercontinental en fecha 7 de Abril
de 2003 y la fatídica decisión de pagar por encima del límite
establecido por la ley y en consecuencia, no existe una relación de
causalidad entre el daño efectivamente producido y las infracciones
en las que se podía haber encontrado al Banco Intercontinental a la
Ley General de Bancos No. 708 o a la Ley No. 183-02 Monetaria y
Financiera, antes de que se iniciara su desestabilización inducida.

F) De manera subsidiaria y para el caso lejano, remoto e hipotético


de que no admitiérais las conclusiones señaladas en el acápite
anterior, comprobéis y declaréis que las violaciones a la Constitución
y a la ley cometidas por la autoridad en perjuicio del Banco
Intercontinental S. A. así como de su presidente y principal
accionista, tuvieron una infinitamente mayor relación de causalidad
con los daños finalmente experimentados por el Banco Central de la
República Dominicana que las infracciones a la Ley General de Bancos
o a la Ley Monetaria y Financiera en que se encontraba el Banco
Intercontinental y en consecuencia, reduzcáis proporcionalmente a la
magnitud de la mencionada relación de causalidad, las restituciones
y/o indemnizaciones que pudieren ser admitidos en favor de los
Actores Civiles que cometieron estas faltas a la ley y a la
Constitución.

G) Más subsidiariamente y en el remoto e hipotético caso de que


consideréis procedentes o justificables los pagos realizados por el
Banco Central y siempre hasta el límite de RD$ 500,000.00 pesos por
depositante, previsto por el artículo 64 literal c) de la Ley 183-02
Monetaria y Financiera, ordenéis la cuantificación detallada de éstos,
conforme al límite establecido por dicho artículo y en base a la
cantidad de depositantes que tenía el Banco Intercontinental en esa
situación y su liquidación por estado, de acuerdo a las facultades que
os confiere el ya mencionado Art. 345 del Código Procesal Penal.

H) Que a los fines indicados en el acápite anterior, toméis en cuenta


que las labores de liquidación del Banco Intercontinental se
encuentran pendientes de concluir y que, en consecuencia, la
imputación de los pagos que resulten de la cuantificación del límite
establecido por el Art. 64 literal c) deberá ser realizada contra el
producido de tales labores de liquidación, y en particular, de la
realización de los activos no solo del banco sino de sus empresas
vinculadas, los cuales alcanzarían con creces para cubrir el monto de
los pagos que hayan sido realizados dentro del límite establecido por
el antes mencionado artículo 64 literal c), todo lo cual debe
igualmente ser objeto del procedimiento de liquidación por estado
previsto por el mencionado artículo 345 del Código Procesal Penal.
X) Rechazo de pretensiones penales presentadas por el actor civil.
Que en virtud de lo ya fallado por vuestras sentencias de fecha 15 de
Septiembre de 2006, rechacéis, sin necesidad de considerarlos en
cuanto al fondo, los absurdos pedimentos de imposición de sanciones
penales y decomiso presentados por los actores civiles en sus
conclusiones de fecha 3 de Septiembre de 2007, toda vez que es el
criterio que ha sentado este tribunal que los Actores Civiles en este
proceso no tienen la posibilidad de presentar acusaciones ni
peticiones de índole penal.

XI) Costas procesales.


Que al rechazar la acción civil resarcitoria de los actores civiles por
las razones que han sido señaladas, los condenéis al pago de las
costas civiles del procedimiento, ordenando su distracción en
provecho de los abogados postulantes quienes las han avanzado en
su totalidad.
En la Ciudad de Santo Domingo, Distrito Nacional, a los doce (12)
días del mes de Septiembre del año Dos Mil Siete (2007).

Firmado:
Dr. Marino Vinicio Castillo Rodríguez,

Lic. Juárez Víctor Castillo Semán

y Dr. José Antonio Columna

EXPOSICIÓN DE DEFENSA

Vincho pide justicia al margen de turbas e intereses oscuros que


ejercen presión

SANTO DOMINGO.- El doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez pidió


ayer a los jueces del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional
aplicar justicia al margen de las “turbas y los intereses oscuros” que
las propician, de los “lobbies” de organizaciones que calificaron como
fantasmas, y otras nutridas de fondos extranjeros, en lo que se
entiende es una alusión a Participación Ciudadana, que en los últimos
días ha acudido al tribunal y públicamente ha pedido a los jueces que
sean condenados los implicados en el caso Baninter.
Castillo Rodríguez dijo que la realidad única consiste en que
“estamos empeñados en que se establezca la verdad de las
discordias, porque ello os libraría de todo remordimiento al imponer
un castigo y nos podría hacer respetables a quienes hemos buscado
lealmente hacer justicia”.

“No es posible poner de lado el profundo significado del gran drama


del juicio siempre; no es posible reducir a los jueces, que habrán de
disponer de años de privación de la libertad, de desventurados
imputados, que dejen las conciencias en casa; que se deshumanicen
y vengan al plenario a juzgar con cifras y reglas palabreras a gentes
desesperadas, haciendo abstracción de que todo cuanto acontecía en
su sociedad cuando ocurrieron los hechos reputados como delictivos,
tiene que ser objeto de su consideración, altísima”.

Dijo que la función política de la Constitución de la República es poner


límites jurídicos al ejercicio del Poder y la garantía de la Constitución,
significa certeza de que dichos límites no serán transgredidos.

“Esas expresiones tan sencillas y simples encierran, sin embargo, la


descripción del drama de la historia que ha sido siempre la opresión y
la persecución, de un lado, y la indefensión y la desdicha del otro”,
indicó.

Explicó esas expresiones revelan con una conmovedora lógica que el


Poder es el odioso depósito de todos los ingredientes del abuso y que
solo las luchas del hombre frente a éste han logrado resistirlo
mediante la organización constitucional.

Los jueces

El abogado que preside la defensa de Báez Figueroa dijo que “no es


menos cierto que se han venido haciendo esfuerzos, aún
insuficientes, para controlar el exceso de poder y garantizar ese
tuétano de la sociedad, que es el ciudadano”.

“Es a vosotros, jóvenes jueces, como a otros tantos ya formados o


por formar, a quienes podría tocar la misión única de reducir a la
obediencia las deformaciones terribles que han impuesto las fuerzas
del Poder, asociadas a su vertiente política, predominantemente
servido por maleantes”, enfatizó Vinicio Castillo.

Sostuvo que es la otra batalla constitucionalista, la del día a día del


atropello, y son los jueces los verdaderos generales de la misma.
Son los jueces en el sistema procesal actual, terceros imparciales,
quienes representan al pueblo formados en el pequeño jurado que es
un Colegiado, para oír, ver y juzgar los conflictos más disímiles.

Señaló que el jurista que desde luego, es en los procesos donde está
el componente del abuso de poder, cuando se pone más a prueba el
estado de derecho nuestro por nacer. Esto significa que la última
instancia para las garantías de ese Estado de Derecho de verdaderos
ciudadanos, serán los jueces.

“Es de las sentencias de los tribunales de justicia, de donde podrían


provenir las grandes reivindicaciones o las peores decepciones. Es el
juez, el funcionario crucial del orden jurídico-social que rige la
convivencia en nuestra aciaga tierra”.

Explicó que si él responde con valor, independencia, sabiduría y un


espíritu de justicia, la sociedad se hará más fuerte y estable. Si, por
el contrario, él vacila, se encoge y teme al poder, en sus siniestras
versiones de poder económico, poder social, agregado al poder
político, serán las sentencias las fuentes inagotables de fracasos y
frustraciones, generadoras de las peores indicaciones de un Estado
Fallido.

“Creo, sin embargo, que esos reparos resultan inicuos, hijos de una
torpe y miope visión de lo que el juicio es en realidad, de lo que él
sigue siendo como escenario terrible para esclarecer y dirimir
conflictos, saturados de pasiones e intereses, como es éste que ha
sabido estremecer a la comunidad nacional, como pocos eventos lo
han logrado”, precisó el jurista.

ABOGADOS EXTRANJEROS

Ve irrespetan al tribunal

El doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez calificó ayer como


vergonzante y un irrespeto incalificable a los jueces que componen el
Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional las consultas pagadas
con dinero público de cientos de miles de dólares a abogados
argentinos y españoles para ser publicadas en espacios pagados y en
folletos impresos con gran lujo.

Dijo que esto tiene la intención malsana y objetivo bajo de presionar


al tribunal acerca de lo que deberá ser su decisión en este juicio. “Se
traen unos argentinos y españoles y los alojan en lujosos resorts del
país con dinero público y les dicen ‘esto fue así’ en base a los papeles
de Zunilda Paniagua y toda la basura con que han formado la
acusación y de allí sacan supuestas conclusiones de que nuestro
defendido ha violado la ley de lavado de activos”, dijo.
Agregó: “¿Cuánta inseriedad, honorables magistrados? Abogados
extranjeros que no han pasado un minuto en ninguna de las miles de
horas que este tribunal ha empleado para ventilar este proceso y
vienen con la bajeza y la vagabundería de ponerlos a opinar y a
ofrecer dictámenes pagados que no tienen ningún valor ni asidero
jurídico y que lo único que pretenden es ejercer presión ante vos.”

REVELA

Castillo: rompimiento Hipólito y de Báez provocó destrucción Baninter

SANTO DOMINGO.- El consejo de defensa de Ramón Báez Figueroa


solicitó anoche al Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional la
declaratoria de no culpabilidad de Ramón Báez Figueroa de los cargos
de haber violado la ley 72-02 sobre lavado de activos y el artículo
408 del Código Penal relativo al abuso de confianza por no haberse
cometido los hechos y no constituirse los elementos de esos crímenes
con las actuaciones que le imputan. Al presentar las conclusiones
formales, la defensa de Báez Figueroa pidió la variación de la
calificación para incluir violación a la ley 708 General de Bancos
vigente hasta diciembre del 2002 en la que se enmarcan más del
95% de los hechos que le han sido imputados por la acusación.

También solicitó al tribunal causas de atenuación de la


responsabilidad penal prevista en los artículos 340, numerales 6 y 10
del Código Procesal Penal, ya que durante el proceso se comprobó
que las infracciones a la ley bancaria eran comunes a toda la banca,
toleradas por décadas por las autoridades monetarias y financieras.

La defensa de Báez Figueroa señaló que según se puede comprobar


de manera fehaciente en los videos de las audiencias a puertas
cerradas celebradas por el Primer Tribunal Colegiado, que el sector
bancario de la República Dominicana que sobrevivió a la crisis del
2003, al través de una reunión con el presidente de la República,
Leonel Fernández, siendo este presidente electo, en la que participó
su gabinete económico, planteó la necesidad de un plan de
regularización que le permitiera al resto de la banca superar las
violaciones a la Ley Monetaria y Financiera en que estaban
incurriendo hasta ese momento, ya que de no obtenerse el mismo
podría decretarse su quiebra y cierre.

El doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez, de la defensa de Báez


Figueroa, al referirse a este aspecto señaló que el juicio ha arrojado
como se produjo una carta secreta al Fondo Monetario Internacional
(FMI) sobre la necesidad imperiosa de que ese plan de regularización
fuera permitido y que el resultado de las auditorías asistidas
realizadas por técnicos de ese organismo internacional no fueran
dadas al conocimiento público.

La defensa de Báez Figueroa solicitó la exclusión de las pruebas en


que el ministerio público y los abogados del Banco Central pretenden
sustentar la acusación penal y la acción civil resarcitoria ya que
fueron obtenidas por la denominada comisión de administración de
Baninter, designada mediante resolución única de la Junta Monetaria
el 7 de abril del 2003, en franca violación de las disposiciones de los
artículos 111 de la Constitución de la República y 62 y siguientes de
la ley 183-02 Monetaria y Financiera que disponen el procedimiento a
seguir en el caso de intervención y disolución de un banco y que no le
otorgaban la más mínima facultad a la Junta Monetaria de pasar a
ocupar, controlar y administrar el Banco Intercontinental, sin haber
ordenado su disolución y liquidación, con lo cual se violaron
flagrantemente los derechos fundamentales del imputado Ramón
Buenaventura Báez Figueroa.

Entre los derechos fundamentales violados, la defensa de Báez


Figueroa señaló los que están amparados en la Constitución de la
República en el artículo 8 numeral 2 literal J, numerales 3, 5, 9, 12 y
13. También los derechos y garantías establecidos en el artículo 4
literal E de la ley 183-02; el artículo 62 y siguientes de la ley de la
misma ley.

En su escrito de conclusiones, la defensa de Báez Figueroa solicitó


declarar, en virtud de las violaciones constitucionales y legales, la
nulidad e ilicitud de todos los actos de incautación y/o manipulación
de todos esos documentos y evidencias realizados por esa ilegal
comisión de administración del Baninter, incluyendo el informe que
preparó el 7 de julio del 2003, marcado con el número 6 del orden de
exhibición a cargo y que ha sido la pieza de supuesta convicción
fundamental que aduce la acusación, conjuntamente con todos los
documentos y evidencias presentadas ya que estos no pueden ser
admitidos como pruebas, invalorados como sustentación de la
acusación en virtud del principio de la legalidad de la prueba.

Asimismo, la defensa de Báez Figueroa solicitó que se ordene la


exclusión de estas pruebas y evidencias, no sólo en virtud de los
preceptos legales mencionados sino en aplicación del principio de
exclusión probatoria que se deduce de la aplicación del primero y que
está consagrado no sólo como una norma elemental tendente a la
preservación del derecho de defensa y del debido proceso
garantizado por el artículo 8, numeral 2 literal J, sino también en los
artículos 26, 166 y 167 del Código Procesal Penal.
La defensa de Báez Figueroa solicitó también al Primer Tribunal
Colegiado que por las mismas razones de violación a la Constitución
de la República se declare excluido del proceso el denominado
“informe Aurich” preparado por el señor Luis Emilio Aurich Medrano
“toda vez que ha quedado establecido en este juicio que tal informe
se circunscribe al supuesto análisis de la documentación y
pretendidas evidencias presentadas ante el juez de la instrucción por
la comisión ilegal de administración que estaba controlando y
manejando abusiva e inconstitucionalmente el Banco
Intercontinental.”

También, la defensa de Báez Figueroa pidió que “de forma


subsidiaria, con relación al denominado informe Aurich, que el Primer
Tribunal Colegiado descarte para los fines de valoración probatoria el
mismo ya que su autor confesó, en declaraciones dadas en plenario,
que no hizo labores de auditoría y ni siquiera de experticio judicial en
el desempeño de su trabajo, que nunca vio la contabilidad del
Baninter, ni comprobó ninguna de las informaciones ni documentos
que le fueron mostrados, que no comprobó nada en el sistema
informático del Banco, entre otros graves hechos que fueron
acreditados en el interrogatorio de Aurich.”

Sobre la prueba del informe del Panel de Expertos del FMI


El doctor Castillo Rodríguez, al referirse a “la única prueba que podría
sobrevivir como prueba escrita, preestablecida o preconstituida”,
consignada en el informe del panel de expertos del Fondo Monetario
Internacional (FMI), expresó que “a pesar de que esta tiene la gran
debilidad de que estos fueron nutridos en sus informaciones
básicamente por la parte acusadora el mismo acredita en gran modo
la tesis de la defensa de Ramón Báez Figueroa, en cuanto a que no
era posible que la autoridad regulatoria se desvinculara e
irresponsabilizara de las malas prácticas que afectaban al sistema
bancario dominicano.”

“De ese informe basta leer las conclusiones para saber qué fue lo que
verdaderamente hicieron los expertos del panel del FMI y cuánto
puede esto demarcar el campo del examen de conciencia de los
jueces en esta hora crucial,” dijo Castillo Rodríguez.

“Así cuando el panel de expertos plantea que la debilidad manifiesta y


deliberada de la autoridad reguladora y supervisora concurría con su
auspicio, por comisión u omisión, a la tolerancia de esas prácticas
bancarias tan anormales, está señalando que la lesividad no fue
enteramente la obra del acusado,” señaló el abogado.

El doctor Castillo Rodríguez, al proseguir con el análisis del panel del


FMI, explicó que a juicio de los expertos las malas prácticas
detectadas en Baninter y en los demás bancos colapsados no eran
exclusivas de éstos sino que por el contrario era una práctica
extendida a todas las demás instituciones bancarias del país.
Reunión de la banca nacional con el presidente electo Leonel
Fernández

El doctor Castillo Rodríguez expresó que según consta en los videos


de las audiencias que se hicieron a puertas cerradas de los
interrogatorios del que fuera presidente del Consejo de Asesores
Económico del Poder Ejecutivo, Julio Ortega Tous, y del que dirigiera
la presidencia del Banco del Progreso, Pedro Castillo, quedó
acreditado en este juicio los detalles de una reunión solicitada por la
banca nacional al entonces presidente electo de la República, doctor
Leonel Fernández, y su gabinete económico, en la cual se expuso de
manera cruda los resultados de las auditorías asistidas que se habían
realizado a la banca nacional con posterioridad al colapso bancario del
2003.
En esa reunión el sector bancario le planteó al presidente de la
República la violación generalizada de la ley 183 Monetaria y
Financiera, las mismas que le han sido imputadas a Ramón Báez
Figueroa en el juicio de Baninter, en las que se involucraba toda la
banca nacional.

Asimismo, se le planteó al doctor Fernández la necesidad imperiosa


de que se le otorgara al sector bancario dominicano un plan de
regularización que le permitiera subsanar las violaciones provenientes
de malas prácticas, así como los problemas de descapitalización que
afectaban a ese sector, advirtiéndole que de no concederse la
regularización o perdones de esas violaciones se produciría un
colapso generalizado de todo el sistema.

Indicó que esto provocó que se enviara una carta que se ha


mantenido secreta al FMI dando cuenta de la situación y se lograra
obtener la aprobación correspondiente para aplicar, como
efectivamente se produjo, el plan de regularización de los bancos que
sobrevivieron la crisis del 2003.

El doctor Castillo Rodríguez explicó que está totalmente y


absolutamente probado el carácter sistémico de los hechos que le son
imputados a Ramón Báez Figueroa y la tolerancia absoluta que la
autoridad monetaria y financiera le consintió por años a esas
prácticas.

“Este es un hecho fundamental para que la defensa de Ramón Báez


Figueroa pueda solicitar la atenuación de las penalidades previstas en
el artículo 340, numeral 6 y 10, del Código Procesal Penal para los
casos en que el individuo haya actuado bajo el entendimiento erróneo
de que lo que hacía estaba permitido por las autoridades o porque
puedan considerarse en virtud de esta circunstancia y de su carácter
generalizado como conductas socialmente aceptadas,” dijo el
defensor de Báez Figueroa.

El doctor Castillo Rodríguez concluyó su intervención expresando: “El


mal gobierno. Es ahí donde reside el vigor de la tesis o teoría del caso
de la defensa. Es nuestro argumento mayor el de que todo cuanto
ocurrió como desastre, fue la obra del mal gobierno, que tiene una
referencia bíblica eterna: “cuando los justos dominan, el pueblo se
alegra; más cuando domina el impío el pueblo gime”, Proverbios
29.2”.

Agregó: “Jóvenes jueces de este prestigioso tribunal de la República,


muy en breve os apartareis de este recinto y traspasarán el muro del
murmullo y del alegato para ir al campo solemne de la soledad y ahí
necesariamente les va a asaltar la pregunta ¿quién tiene la razón?
Eso está en vuestras manos, haced temporalmente las veces de Dios.
Que Él les ilumine al hacerlo en su nombre.”

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