CENTRO DE ESTUDIOS DE LA ORINOQUIA - CEO

Historia, muerte y legado de Dumar Aljure

50 años después de su partida
Por: Edgar Balaguera* 

CENTRO DE PENSAMIENTO ESTUDIANTIL ORINOQUIA - CPEO

*Estudiante de Derecho de la Universidad de los Andes. Miembro del Centro de Pensamiento Estudiantil Orinoquia.  
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Introducción

El 5 de abril de este año se cumplieron 50 años de la muerte en combate del Capitán

Dumar Aljure Moncaleano, un militar que desertó de las fuerzas militares con ocasión de
la violencia política liberal- conservadora que se inició con el asesinato de Jorge Eliecer
Gaitán el 9 de abril de 1948.

Dumar Aljure no logró reconocimiento a nivel nacional, tal vez porque su accionar se
concentró en la región de los Llanos Orientales, la cual estaba para esa época aún muy
apartada del centro del país y de los ámbitos nacionales. Sin embargo, en la región aún
es muy conocido por algunas personas que vivieron en la época en que este desarrolló
su accionar subversivo. 

Aspectos de su personalidad 

Aljure se caracterizó por tener un arduo

temple y lograr generar un sin número de
mitos a cerca de su naturaleza humana.
Un ejemplo de estos mitos era su
creencia de tener la capacidad
psicológica de reconocer cuando le
mentían, dando órdenes arbitrarias como
“mátenlo” o “déjenlo ir que ese muchacho
es inocente” (Martínez, 2017, p. 165). De
igual manera, existían rumores que Aljure
tenía en su casa en el “Rincón de Bolívar”,
un cementerio privado destinado
exclusivamente a enterrar a aquellos que
habían muerto a manos suyas (El
Espectador, 1968).

Por otro lado, son diversos los relatos que

afirman la existencia de tendencias
suicidas por parte de Aljure. Entre los
mas relevantes se encuentra el intento de
suicidio en una finca de su propiedad
llamada “La Esmeralda” mediante una
puñalada cerca al corazón. Decisión
tomada a raíz de la accidental muerte de
una de sus hijas. 
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En otra ocasión, debido a una discusión
con su esposa Ana Felisa, Aljure ebrio se
enterró un cuchillo. La pelea había sido
desencadena por la presunta infidelidad
de Aljure con una mujer del pueblo que
causó que su esposa le dijera que “hasta
ahí lo acompañaba” (Martínez, 2017, p.
160). Estos comportamientos de Aljure
respondían a una filosofía materializada en
la frase “la última bala sería mía”, que
denotaba como él no estaba dispuesto a
que alguien decidiera la suerte de su vida.
Siempre quiso tener el control de todo,
incluido de su propia vida, es por esta
razón que no iba a conceder a nadie el
gusto de matarlo, mucho menos torturarlo.
Trayectoria
La región de los Llanos Orientales fue,
durante la Gran Violencia de los 50s, sujeta
a un arduo proceso de colonización dando
como resultado el surgimiento de las
primeras "repúblicas independientes" de la
historia nacional (Borda, 2016). Estas
últimas como resultado de la labor de
grandes líderes guerrilleros liberales, como
Guadalupe Salcedo, Eliseo Fajardo y
Dumar Aljure, que fundaron “territorios
autónomos” establecidos mediante
métodos de democracia directa y  nuevo condenado 2 años después por el
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legislación propia (Borda, 2016). En el caso
de Aljure, su accionar militar y político lo
desarrolló dentro del marco de las
guerrillas liberales alzadas en armas que
se asentaron territorialmente en lo que se
denominó los Llanos Orientales,
específicamente en el “Rincón de Bolívar”,
jurisdicción del Municipio de San Martín
Meta. Territorio en el que se ubicó desde
el año 1950 aproximadamente hasta su
muerte en 1968. Respecto a esta situación,
Martínez (2017) menciona que:
Las autoridades militares acusaron
al Capitán Aljure de haber
establecido durante quince años un
imperio de miedo en el bajo Ariari.
Según estas, Aljure “había logrado
extender de tal manera su “imperio”
que ni si quiera el Ejercito podía
pisar sus terrenos “privados” y quien
se oponía a sus deseos era castigado
con la muerte o con la destrucción de
su vivienda” (El Espectador, Bogotá,
6 de abril de 1968, 4ª) (p. 121)
El inicio del accionar delictivo de Aljure
tiene su origen en el año 1945 en Bogotá,
cuando fue condenado por el juez
permanente de Occidente a 45 días de
arresto por el delito de hurto, siendo de
 
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mismo delito a 8 meses de cárcel (VII
Brigada, 1968). En 1949 se enlistó en el
ejército, para finalmente desertar el 12 de
febrero de 1950 junto a 4 compañeros más
(Martínez, 2017). En 1954 fue sindicado de
delitos de asociación para delinquir, robo y
homicidio. Al siguiente año, el Tribunal de
Neiva lo condenó a 24 años de cárcel por
“los delitos de genocidio de 13 personas
entre mujeres y niños, robo y asociación
para delinquir” ejecutados en el municipio
de Colombia-Huila (VII Brigada, 1968, p.2).
En los siguientes años continuó
perpetrando delitos y le siguieron librando
órdenes de captura, sin que ninguna
llegara a ejecutarse. Así pues, estas
órdenes no fueron más que simbólicas, e
incluso llegaron a deslegitimar la labor
jurisdiccional en el territorio. Pues,  se veía
como desde los escritorios emanaban
mandatos, pero ninguna autoridad era
capaz de ejecutarlos debido al temor y
respeto que generaba Aljure en los
pobladores de la región.
Su actividad militar se caracterizó por los
continuos ataques a las fuerzas
conservadoras Estatales y civiles que
trataban de acentuarse e influenciar
políticamente su región (Maullin, 1968).
Políticamente, fue reconocido como un
importante representante de la ideología
del Partido Liberal y, con ello, un arduo
enemigo de la doctrina conservadora,
llegando a ejercer acciones a favor del
Partido Liberal como disminuir la
concurrencia de votantes potencialmente
conservadores a través de la coerción en su
zona de influencia (Martínez, 2012, p. 139).
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En dialogo con Wilson Balaguera, un
sanmartinero de 59 años de edad, quien en
su niñez fue testigo del accionar e
influencia que tenía Dumar en el seno de
la sociedad donde se crió, nos comenta
que: “su levantamiento en armas y accionar
militar estuvo matizado por la
conveniencia y la complacencia de los
miembros de la dirección nacional del
Partido Liberal”. Balaguera reconoce que
detrás de esta permisividad estuvo “la
influencia de su amigo Hernando Durán
Dussan, que para la fecha ungía como uno
de los dirigentes regionales del Partido
Liberal en el departamento del Meta, con
su asiento principal en el extenso territorio
del municipio de San Martín”. En efecto,
Durán Dussan era para la época senador
por el Partido Liberal, y tal como lo relata
Martínez (2012) “para los políticos locales,
Aljure se había convertido en un
importante baluarte electoral del Partido
Liberal en el Ariari, fundamentalmente
para Hernando Durán Dussan” (p. 138).
Según Balaguera, esta relación íntima y útil
para ambos, desembocó en un “pacto
implícito de no agresión, donde Aljure le
proporcionaba votos y seguidores a Durán
Dussan, y este a cambio ejercía presión e
influencia en las fuerzas militares, policivas
e incluso el propio DAS para evitar la
captura y judicialización del líder
guerrillero”.
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Yendo aún más allá, Balaguera asegura que
la convivencia del Capitán Aljure no fue
solo con el Partido Liberal, sino que “se
extendió a personas adineradas y
residentes en la ciudad de Bogotá y en la
capital de la intendencia del Meta. En
general de los ganaderos y propietarios de
las extensas tierras en el Municipio de San
Martín y de las autoridades civiles y
administrativas, policivas y militares de la
región.” Entre estas autoridades reconoció
a alcaldes y concejales de diferentes
municipios de la región del Ariari, junto
con algunos diputados que ejercían
influencia en la región.
La mala fortuna de Aljure inició en el año
1967 cuando cortó relación con Durán
Dussan y se unió al movimiento liberal
oficialista liderado por Daniel Arango
Jaramillo y Alfonso Latorre. El corte con
Dussan se debió a la imposibilidad e
inoperancia de este para conseguirle el
indulto que tanto anhelaba Aljure
(Martínez, 2017). En las elecciones
parlamentarias de 1968, según registros, la
ayuda de Aljure en su zona de influencia
no consistió en lograr votos, sino en instar
a la población a la abstención electoral
mediante amenazas y advertencias. De esta
manera, consolidó su apoyo a Arango
Jaramillo, saliendo este victorioso con dos
tercios de la votación total en el
departamento del Meta (Maullin, 1968).
El martirio de Aljure continuó con una
serie de cuestionamientos en el año 1968.
Según Balaguera, esto se dio por “los
abusos en los que incurrió con la población
civil en el área de influencia del municipio
de San Martín, incluido el Rincón de
Bolívar, Puerto Limón y en general de la
región del Ariari”. 
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Estos abusos se evidenciaron en muertes
violentas a personas en el espectro
territorial de su poder militar y político. Un
ejemplo de esto fue la muerte que Aljure
decidió darle al cantinero que lo atendía
en medio de sus tragos, sin ninguna razón
aparente. Todo esto en frente de un
sargento del Ejército, sin que este llegara a
hacer algo (Martínez, 2017). Al salir del
establecimiento, gritó a viva voz “No es en
vano que yo sea el jefe liberal aquí”
(Maullin, 1968, p.22). De este modo, ya en
1968 comenzó a ser visto como un emisario
del Frente Nacional, donde además de
autoproclamarse con funciones judiciales,
autoconfiguró la pena de muerte en su
área de influencia, llegando a decapitar
personas que a su percepción merecían
esta pena (Martínez, 2017). Toda esta
situación alertó fuertemente a las
autoridades militares y grupos políticos de
la región, que empezaron a ver la propia
existencia de Aljure como un arma fuera de
control.
Operación Bolívar
La operación militar por medio de la cual
se dio muerte a Dumar Aljure fue
denominada Operación Bolívar. Según
Martínez (2017), el 3 de abril en la noche
acuartelaron las tropas en Granada,
informándoles de manera falsa que Aljure
había atacado una patrulla del Ejército en
Puerto Limón. Todo con el objetivo de
enfundar odio y rabia en los soldados para
que atacaran sin clemencia en la operación
de respuesta contra Aljure. El ataque del
pelotón del ejercito inició hacia las cinco
de la mañana.
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Respecto a este día, Balaguera relata que
mientras él se encontraba muy temprano
en una de las fincas de sus tíos,
sorpresivamente empezó a ver pasar
numerosos militares del Ejercito muy bien
armados en dirección a la base de Aljure
ubicada en el Rincón de Bolívar. Una vez
empezaron los disparos... comentó que la
disputa “se inició a las cinco de la mañana
y se prolongó hasta las cinco de la tarde, a
esa hora se silenciaron las armas y más
tarde se conoció el desenlace de este
enfrentamiento.”
  
Efectivamente, el enfrentamiento inició
temprano y se prolongó durante varias
horas. Según relata Martínez (2017), hacia
las dos de la tarde Aljure se encontraba
arrinconado en su casa junto a varios
familiares suyos. En este punto, la batalla
había entrado en punto muerto; ni el
ejercito lograba avanzar, ni Aljure tenia
chance de escapar. De este modo,
mediante altavoz se le ofreció a Dumar que
podría dejar salir por la puerta a su esposa
e hijos mientras que hacían un cese al
fuego. Aceptando el acuerdo, su esposa
Ana Felisa intentó salir por la puerta del
patio junto con dos de sus hijas, pero
cuando salió al patio, le lanzaron una
granada que rápidamente recogió y tiro en
dirección contraria. Su reacción fue correr
de nuevo hacia el interior de la casa, pero
estando ya a punto de ingresar, otra
granada la alcanzó y el resultado fue fatal:
una de sus hijas despedazada y la otra
herida gravemente, su abdomen y pecho
destrozado. Ante esta situación, totalmente
saturado por la nostalgia y la impotencia,
Dumar Aljure decidió dirigirse a un rincón
de la casa y suicidarse con su propia arma
a eso de las 6:30 p.m. (Martínez, 2017).  de 1968, el comandante del Ejército, mayor
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Pareciese ser que el punto de quebranto de
Aljure fue ver a su familia morir, pues
situación de combate y guerra era natural
en las vivencias de él. A las 7pm el Ejercito
logró entrar a la casa, pensando en un
principio que Aljure se había logrado
escapar, hasta que encontraron el cadáver.
El resultado final fue la muerte de Dumar
Aljure, su esposa y demás compañeros
guerrilleros liberales que estaban ubicados
en su área de asentamiento, junto con un
número indeterminado de soldados. No
obstante, según comenta Balaguera, “el
hermetismo de las fuerzas militares hizo
que fuese difícil saber con exactitud el
saldo de muertos y la verdadera naturaleza
de este enfrentamiento, provocando que
de esta situación se empezaran a relatar
diversas versiones”. Entre las hipótesis que
más se escuchan es que Aljure logró matar
a un pelotón de 100 soldados -algo que es
poco probable- y que solo fue derrotado
cuando las fuerzas armadas llegaron con
más de 200 soldados a derribarlo. También
se comenta que fue capturado con vida,
torturado y posteriormente ejecutado por
los militares.
En cuanto a la justificación de llevar a cabo
esta operación, las teorías que cobran
mayor relevancia son dos. Una que trata de
explicarla por razones de orden público y
otra por venganza política. Respecto a la
primera, se estableció que Aljure y el
ejército tenían un pacto tácito de no
interferencia en la zona de influencia del
primero, siempre y cuando se mantuviera
un mínimo de orden y seguridad en la
zona. No obstante, con la injustificada
muerte del cantinero Cándido a comienzos
general Guillermo León Caicedo, manifestó
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su preocupación y la necesidad de Consecuencias Políticas

intervención de las fuerzas estatales en el
La muerte de Dumar Aljure debía tener
territorio de Aljure antes de que las cosas
consecuencias: era un líder en su región,
se salieran de control (Maullin, 1968). Del
tenía el cariño de unos y el resentimiento
otro lado, la teoría de la venganza política
de otros. Pero, en general, no pasaba
consiste en que Durán Dussan, debido a la
percibido en su entorno. Sus detractores se
traición y cambio de bando que había
alegraban de su partida, pero con mucho
tenido Aljure, decidió utilizar su poder
recelo de no exponer su entusiasmo
político para promover una acción militar
públicamente para evitar confrontaciones.
que diera de baja a Dumar (Martínez, 2017).
Por otro lado, sus seguidores y promotores
habían despertado sed de venganza hacia
En estricto sentido las dos teorías no son
quien fuera el responsable de su muerte.
mutuamente excluyentes. Es posible que
En primera instancia, se señaló a Hernando
las actuaciones de Aljure hayan despertado
Durán Dussan de ser el determinador de
el interés y preocupación de los altos
esta avanzada. Así lo retrata Martínez
oficiales del Ejército, del ministro de
(2017) cuando menciona que:
defensa e incluso del mismo Presidente.
Debido a la muerte del exguerrillero
Esto, conjugado con una sed de venganza
Dumar Aljure se presentaron algunos
de un líder político conocedor de la región
hechos de gravedad. Los militantes
y con capacidad de influir en las decisiones
comunistas en el Llano se dedicaron
del Gobierno, pudo haber sido fundamental
a propagar la información de que
para que las condiciones fueran propicias y Hernando Durán Dussan había
necesarias para llevar a cabo la Operación mandado a matar al Capitán Aljure.
Bolívar. Esto lo hacían con el propósito de
indisponer a la gente de Aljure en
contra de Durán Dussan, para que lo
asesinaran o impulsaran a los
mismos comunistas a atentar contra
su integridad personal. (p. 145)

Balaguera reconoce que el efecto

inmediato de la muerte de Aljure fue que
“los habitantes de San Martín y en general
de la región de Ariari consideraron que
Hernando Durán Dussan era responsable de
la muerte en combate del Capitán Dumar
Aljure, situación que llevó al destrono del
poder político que este ejercía en la
región”. Además, fue víctima de amenazas
 de muerte en su contra por parte de
algunos militantes comunistas en el Llano,

|  07  Las opiniones expresadas en el presente artículo son del autor y no reflejan necesariamente la posición oficial de la Universidad de los Andes.
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quienes a partir de llamadas instigaron al
líder político a no volver a aparecerse en la
región (Martínez, 2017). Finalmente,
Balaguera concluye que “la muerte de
Aljure constituyó la muerte política de
Dussan, sin que a lo largo de dos o tres
décadas hubiera podido restablecer la
simpatía, liderazgo e influencia política
que algún día ejerció sobre los habitantes
en los Llanos Orientales”.  Bibliografía
Conclusiones
La vida de Dumar Aljure se caracterizó por
la simpatía que logró en la población civil,
aún teniendo en cuenta sus actividades
ilegales. La relación y patrocinio que logró
con líderes políticos retrata la agonía que
significó para el país la guerra bipartidista.
Investigar sobre su vida y muerte sirve para
retratar las luchas reivindicativas que han
tenido las poblaciones más marginadas de
nuestro país. También expone como estas
luchas con fundamento ideológico
fácilmente logran ser distorsionadas y
desviadas por intereses individuales de sus
líderes. Además, tener el gusto de
escuchar  fragmentos del relato de esta
época en voz de mi padre es invaluable,
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pues viene a significar como las vivencias y
experiencias de personas del común logran
recrear lo que tal vez no se podía
inmortalizar a través de cámaras y videos.
Los recuerdos y la mente de aquellos que
estuvieron allí serán determinantes para
algún día, tal vez, saber exactamente qué
fue lo que realmente sucedió.
Borda, O. F. (2016). La violencia en
Colombia. Entornos, 29(2), 27-32.
Martínez, O. V. (2017). El capitán Dumar
Aljure: vida y muerte de un hombre
rebelde. UD Editorial (Universidad
Distrital Francisco José de Caldas).
Maullin, R. L. (1968). The Fall of Dumar
Aljure: A Colombian Guerrilla and
Bandit. Rand Corporation.
VII Brigada. (1968). Prontuario de
Dumar Aljure.
El Espectador. (1968). El exguerrillero
Dumar Aljure se dirige a los
exguerrilleros y a todos los hombres y
mujeres del llano. Bogotá.