Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
A) Derecho venezolano
I. Al hablar de la sociedad anónima del derecho venezolano
hay que destacar desde el primer momento, que ella — que es mer
cantil en razón de su form a, exceptuadas las sociedades agrope
cuarias y mineras (A rt. 200, C.Co., A rt. 102, Ley de M inas)—
va a ser utilizada no sólo para grandes empresas sino también
para empresas pequeñas y medianas. E s ta situación no ha capa-
biado ni siquiera después de la introducción de la sociedad de
responsabilidad limitada en 1955. Las disposiciones del derecho
venezolano relativas a la constitución de las sociedades anónimas
* Conferencias dictadas en francés en la Facultad Internacional para
la enseñanza del derecho comparado en Helsinki (Finlandia) en el
mes de agosto de 1962.
20 ROBERTO GOLDSCHMIDT
pital social; reintegro o aumento del capital social; cambio del ob
je to social (A rt. 11).
E l E jecutivo Nacional podrá suspender o revocar las autori
zaciones de funcionamiento acordadas a las empresas regidas por
la Ley o para cualquiera de sus sucursales o agencias, dándoles
un plazo prudencial para la liquidación de sus negocios. Dichas
suspensiones o revocaciones se harán por resoluciones motivadas
y tomando en cuenta los inform es que al respecto sum inistre la
Superintendencia de Bancos (A rt. 12 ).
Por otra parte, acerca de la persona de los administradores
y empleados de los Bancos e Institutos de Crédito, la Ley esta
blece determinadas incapacidades (A rt. 124, ords. 79 y 8 9), no
previstas en la legislación común de sociedades por acciones.
La Ley vigente sobre inspección y vigilancia de las empresas
de seguros de 1938 no exige para tales empresas la form a de so
ciedad anónima, aunque en la práctica normalmente la tienen ya
que el tipo de la asociación, m ejor dicho, de la sociedad de segu
ros mutuos (A rts. 365-9, C.Co.), es poco usado. Tal asociación, por
otra parte, hay que distinguirla de las cooperativas de seguros
(A rts. 60-2, Ley de Sociedades Cooperativas). L a Ley de 1938
prevé la inscripción de las empresas aseguradoras en un registro
que se lleva en el Ministerio de Fomento (A rts. 3 y siguientes).
L a inscripción podrá negarse por determinadas causales enumera
das en el A rt. 8 de la Ley. E l A rt. 9 fija , desde este punto de vis
ta, los lím ites del contralor de las cláusulas de las pólizas o con
tratos.
E l reciente Proyecto de Ley de Em presas de Seguros y R e
aseguros, adverso a las asociaciones de seguros mutuos, requiere
que las empresas que se propongan obtener permiso para consti
tuirse en Venezuela, con el fin de realizar operaciones de segu
ros, adopten la form a de sociedad anónim a; tengan no menos de
cinco adm inistradores; que sus acciones sean nominativas, no
convertibles al portador y que el capital suscrito no sea menor a
una suma determinada por la Ley, de acuerdo con la especie del
seguro en que las empresas aspiren a operar; y que haya entera
do en C aja, en dinero efectivo, por lo menos el 50 por ciento del
capital mínimo exigido. Requisitos especiales rigen para las em
presas ex tran jeras que se propongan obtener permiso para rea
lizar operaciones de seguros en Venezuela.
X IV . E n tre los gravámenes fiscales que origina la constitu
ción de las sociedades por acciones, hay que señalar, especial
mente, además del causado por la inscripción del documento cons
titutivo y del gravamen que establece el pago de un bolívar por
34 ROBERTO GOLDSCHMIDT
cada mil bolívares o por fracción menor de mil bolívares del ca
pital suscrito o del capital comanditario, según los casos, el im
puesto relacionado con la constitución mediante emisión de ac
ciones al portador. Según un decreto de 1961, que deroga dispo
siciones anteriores, las compañías por acciones deben pagar un
impuesto equivalente al 30 por ciento, del monto del capital repre
sentado en acciones al portador antes de que su documento cons
titutivo se inscriba en el Registro de Comercio. Se excluyen del
activo hereditario a los fines del pago del impuesto de sucesiones,
las acciones al portador, si se prueba que por ellas se ha pagado
el impuesto señalado.
XV. Desde el aspecto penal, el A rt. 920, C. Co., que, como vi
mos, constituye un argumento para reconocer la personalidad ju
rídica de las sociedades por acciones irregulares, castiga a los pro
motores y a los administradores como quebrados culpables, si por
su culpa no se han observado las formalidades establecidas para
la constitución. Serán penados como quebrados fraudulentos cuan
do dolosamente hayan omitido la publicación del contrato de la
sociedad o declarado falsam ente el capital suscrito o enterado en
caja.
E l A rt. 370, C.Co., castiga, entre otros hechos, la simulación
o afirm ación falsa de suscripciones o entregas con el fin de ob
tener o intentar obtener suscripciones a acciones u obligaciones, o
darles valor a éstas en la Bolsa.
B ) Derecho argentino
mero menor que el legal sin que medie una estipulación previa. A
ambas hipótesis ya nos referim os en relación al derecho venezola
no y los resultados allí logrados contrarios a la nulidad, en el pri
m er caso, y a la disolución, en el segundo, deben aplicarse también
al derecho argentino, pese a los textos legales distintos. E l A nte
proyecto que suprime el número mínimo de accionistas, establece
que la disolución de la sociedad con un solo socio sólo se produce
si no se incorporan nuevos socios en el térm ino de tres meses.
E l requisito de la duración predeterminada carece de sentido
dentro de un régimen en que la vida de la sociedad depende del
mantenimiento de la autorización gubernamental y en que, inclu
so, su prórroga debe ser aprobada por el Poder Ejecutivo, con las
modalidades establecidas en el A rt. 325, C.Co. Por otra parte, los
estatutos pueden establecer plazos muy prolongados, por ejemplo,
de noventa y nueve años. Según el Anteproyecto, será necesario
indicar el término de duración de la sociedad. E n lo relativo a la
m ayoría necesaria para una prórroga, ella será distinta según que
la posibilidad de prórroga fuere o no prevista en los estatutos.
V. Los demás requisitos indicados conciernen a la suscrip
ción e integración del capital social. Sin en trar aquí en algunas
controversias acerca de la tram itación formal, en la práctica, si
los diez accionistas necesarios suscriben el capital social — o, co
mo vimos, una primera serie del mismo que no baje del veinte por
ciento, posibilidad criticada por algunos autores— e integren el
diez por ciento de lo suscripto en dinero efectivo, se puede desde
ya redactar los estatutos, nombrar las primeras autoridades, ges
tionar la autorización gubernativa, protocolizar el acto constituti
vo, publicar éste y la autorización, desde el Decreto 1.793-56 por
un día, e inscribirlo todo en el R egistro Público de Comercio
(constitución en form a sim ultánea: A rts. 319, 289, 291-3, 335).
Así, en caso de un capital declarado de 1.000.000 de pesos, al con
ten tarse con la suscripción de una primera serie de 200.000 pe
sos y la integración del diez por ciento, o sea, de 20.000 pesos, se
podrá solicitar autorización para funcionar con el depósito de la
suma señalada en último término. No existen disposiciones lega
les sino sólo algunas pocas de carácter reglam entario, con res
pecto al contralor de la valuación de los aportes en especie.
E n el Anteproyecto, la constitución en form a simultánea, lla
mada en él constitución mediante acuerdo privado, presupone una
escritu ra que será presentada al Juzgado de Inscripción el cual
resolverá por decisión apelable acerca de la inscripción en el R e
gistro Público de Comercio, después de haber oído las observa
ciones de las ya señaladas autoridades adm inistrativas encarga
das del contralor de la constitución de las sociedades anónimas
las cuales actuarán con carácter de M inisterio Público, y las even
CONTROL DE LA CONSTITUCION DE LAS SOCIEDADES POR ACCIONES 39
que los socios les puedan oponer la nulidad de ella. E n cambio, los
socios no pueden alegar dicha existencia para demandar a ter
ceros o para reclam ar unos de otros la división de ganancias o la
participación en las pérdidas. Declarada la nulidad, se procederá,
de acuerdo con el Anteproyecto, a la liquidación inmediata con la
peculiaridad de que, canceladas las deudas contraídas o nacidas
de la responsabilidad civil, el remanente corresponde a los socios
sólo en las sociedades señaladas en segundo término, m ientras
que en las sociedades con un objeto ilícito corresponde al Consejo
Nacional de Educación o instituciones similares de las Provin
cias. Los socios y los administradores de la sociedad responden
ilimitada y solidariamente; en sociedades anónimas, sin embar
go, a pesar de este texto, no parece ser posible admitir la respon
sabilidad de los primeros como tales.