Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
inmediato que puedo tener de mi ser. Soy el único juez de lo que hay en mí.
Fundamentalmente, lo que se evita a toda costa En el lado de la cultura popular, “la maldad es
es lo real, que, sin embargo, está en el borde de buena”, es decir, no se puede salir de un mundo
la teoría o más bien la práctica funcionalista. opresivo y estéril de la cotidianidad, más que a
Slavoj Žižek (2006, 2008) ha señalado insis- través del fármaco, la droga. Ulises Cruz Gra-
tentemente este problema. Cuando se esgrime nados (n.d.) ha realizado un juicioso estudio de
una visión del mundo, ese mundo crea un real, cómo los adictos a las drogas fundan su socie-
pero es a la vez un pliegue de lo real sobre sí dad en categorías derivadas de la relación ima-
mismo, que hegelianamente contiene su propia ginaria con el fármaco. “Enloquecerse” es una
negación. El gran problema del lenguaje, de operación consistente en consumir una droga,
acuerdo con Žižek, es que a la vez que aÀrma, droga que otorga experiencias distintas de es-
niega, y lo negado termina retornando en lo pacio-tiempo, que se corresponden con los sig-
real o en lo simbólico. Es el viejo mecanismo niÀcantes en lo real de los consumidores. ¿
de la represión, tratado fundamentalmente por ? Por supuesto que no.
Freud como una renegación. Lo rechazado de
la conciencia reaparece nuevamente, porque al La operación del mercado es la operación me-
Ànal forma parte de lo que rechaza. Es la natu- Àstotélica, por cuanto la vida estéril del cum-
raleza superyoica del lenguaje, cuyo contenido
simbólico aÀrma y niega a la vez lo aÀrmado, 1 Lite (inglés): Diet food or beverages. (Wikipedia, The
Free Encyclopedia). Dieta o bebida baja en calorías.
para terminar en lo imaginario, en el .
(Nota del autor).
plimiento de las normas, ligada a la represión, guos que vuelven a tener lugar con la New Age.
deviene ya en un “para sí”, un “darse cuenta” El signiÀcante fármaco, que se introduce de
que, Ànalmente, desemboca en que lo que vale diversas maneras, revela mil caras cuando usa al
la pena no es ser social, normativo, sino un con- consumidor para aparecer en el mundo que él
sumidor de placeres. Aunado el “para sí” del mismo ha creado. Librado a lo imaginario-ima-
consumo con el “para sí” de la ciencia, la sub- ginario, donde el objeto se puede descoyuntar
jetividad actual, como se planteara en Réquiem para volver a “yuntarse”, a juntarse, violenta-
por un sueño, desemboca en el acceso al deseo mente, placenteramente, gozosamente, donde
del Otro, cuyo mandato es gozar. Gozar de lo la realidad adquiere otros matices, donde el ojo
que se puede consumir, y vivir como un rico, cambia de perspectiva, forzado por el fármaco,
así no se detente esta condición. Para suplir esta forzado por un real que se produce a sí mismo,
falta, el banquero tiene a disposición del em- el consumidor se vuelve vehículo del delirio.
pleado pobre de los ricos, créditos fáciles tipo
Casa Arana. En ocasiones, el recorrido por la revelación
del fármaco adquiere genialidad: Michaux, Ar-
Pues bien, volviendo al problema del “episodio taud, Baudelaire, Poe, Graves. Como solía decir
psicótico”, ya hay un recorrido para aÀrmar lo Freud, los literatos tienen la costumbre de saber
que está negado tras esos signiÀcantes. Como más que lo que sabe el cientíÀco. Algo olvidado
episodio, se ha requerido de la ciencia misma por este último: en el rito, el fármaco no solo
para así caliÀcarlo, y como psicosis, se está ha- actualiza el mito, sino que revela al chamán un
blando de algo que está negado en el DSM y su saber, lo ilumina, en un satori. Las viejas cul-
Àlosofía de que la enfermedad mental, después turas se sostuvieron sobre la revelación de la
de todo, no existe. La psicosis se nombra como verdad, algo que, por déÀcit del espíritu, apa-
trastorno… o sea, como un volver, como un rece ligado a los espíritus. Sin conceder razón
retorno, como lo que vuelve. Lo negado de mil a la mitología o a la religión, sus actuales pa-
modos por la ciencia, desde que Freud abrió radigmas han renunciado al fármaco, como en
la boca para ser hablado por lo inconsciente, el caso del cristianismo. En la religión azteca,
aparece de nuevo en lo que se pretende negar. un dios análogo al cristiano, Tláloc, es devora-
Retornan los afectos, o los aprendizajes “ne- do ritualmente por el creyente. En el marco del
gativos”. La parafernalia es historia personal, tabú de devorar niños, históricamente, demues-
familiar y social, como buenos psicólogos de tra Robert Graves (2007) que originariamente
DSM, de manual. La luz al Ànal del túnel la pro- el niño es un hongo alucinógeno, que revela la
porciona, al amparo de la ciencia, el neuro… voluntad del dios.
Aquí lo importante es el preÀjo. Ya hay suÀ-
ciente prestigio con ser neurólogo, neuropsi- Es dudoso que el cristiano joven actual sosten-
cólogo, psicoÀsiólogo, y bueno quizá hay otras ga la creencia que come el cuerpo de Cristo y
profesiones más que, a pesar de la psicología, bebe su sangre. Pero es la moda posmoderna,
solucionan el problema en una dimensión que religión sin dios, ateísmo deísta, etc.; en cual-
siempre han pretendido real, sin darse cuenta quier caso, hay que ser moderados para ser de-
que es imaginaria. mócratas, dirá entre líneas Žižek. Pues bien, el
episodio psicótico, siguiendo con el discurso, se
La nueva religión cientíÀca proporciona conte- nutre de estos signiÀcantes. Hegel, citado por
nidos delirantes en que sus evidencias se mez- Žižek, vuelve a señalar lo violento del análisis o
clan con el Dios y el Demonio y los dioses anti- fractura de los objetos, y su síntesis, en la imagi-
nación. Como vía del signiÀcante, lo imaginario importancia para alternar con la democracia y
no está exento de lo real. La pasión bulle en lo el capitalismo, modelos hegemónicos que, por
imaginario, pero es indispensable al entendi- serlo, son contradictorios con sus propios pos-
miento. Constituye lo inmediato, la percepción, tulados. En educación, por ejemplo, se privile-
aquello que aparece a los sentidos engañando (el gia la repetición, y se introduce a un ser muerto
demonio de la perversidad, de Poe) a Descartes en el aula. Este solamente puede vivir en un
(1992), a pesar de cuya advertencia la ciencia se acto de voluntad de poder, en un devenir del
monta sobre el postulado aristotélico que reza cual está sujeto. Quizá el aula funcionó bien en
que no hay conocimiento que no pase por los los tiempos de los primeros Àlósofos, pero aho-
sentidos, cuya interpretación es ambigua, pues ra es una ideología como la internet.
para la ciencia, que rechaza lo aparente, lo evi-
dente, se funda sobre lo rechazado: lo evidente. La locura, la psicosis, es una estructura, un len-
guaje que deviene, en el que se revelan, quizá
La investigación cientíÀca positivista se entien- más crudamente que en la neurosis (la vida
de como la postulación de axiomas derivados social, cotidiana), las vicisitudes de lo real que
del acopio de evidencias… se basa en la expe- deviene imaginario y simbólico y se anuda de
riencia… experimentación. Lo que se ausenta diversos modos.
es lo que ha engendrado lo imaginario y lo sim-
bólico: el sujeto. Reaparece, por ser real, a pesar Tratar la psicosis como un episodio, como un
de todos los esfuerzos por suprimirlo. Sus seña- trastorno, constituye un esfuerzo reÀnado de la
les se revelan en las fracturas discursivas, en los negación, de la dominación a través de la ideo-
parches imaginarios que encubren lo real. logía, de algo sumamente molesto al confort
que ofrece el capitalismo; quizá un goce que
Por ello existe una diferencia radical en la con- excede el mandato de goce del Otro, que es el
cepción del episodio psicótico, el trastorno consumo. Jairo Báez (ídem) advierte que, des-
afectivo, y la psicosis. pués de todo, la apuesta lacaniana en el análisis,
atravesando el fantasma, es que no hay Otro,
El modo como estos signiÀcantes establecen o el Otro es uno mismo. Así que hace apare-
las coordenadas de la realidad es diferente, y cer un signiÀcante en lo real, radical por todo
producen mundos distintos, en tanto que con- lo que implica: la responsabilidad del sujeto (y
cepciones distintas. La democracia pide que la muerte de Dios nietzscheana). Esto desem-
estas concepciones se respeten, sin discusión boca en adueñarse, hasta donde el límite que
alguna. Žižek ha recuperado la discusión, pues logra instaurar el sí mismo frente a lo ilimitado,
una psicología sin sujeto es el equivalente a una del deseo… responsablemente. Deshacerse de
psicología sin objeto, camino que ha recorrido Dios es tomar la responsabilidad del acto, a pe-
ya Jairo Báez (participante del Grupo de los sar de la voluntad del Otro.
jueves, reunión de estudio integrado por varios
docentes de diferentes universidades, llamado Frente al consumo, el imperativo del capitalis-
también irónicamente ¿Cuál Grupo?) en sus in- mo, que ofrece dosis insospechadas de Nueva
numerables comunicaciones personales. Era, el psicoanálisis opone la responsabilidad
del sujeto. Algo real (imposible), que opone
Tener en cuenta lo dicho en este escrito, frente otro imperativo, la responsabilidad (imposible).
a las diferentes formas que adquiere el malestar Esto es, atreverse a ser elegido por la implica-
en la cultura, en sus diversos campos, es de vital ción de las propias palabras. Con el psicótico,
apostando a lo imposible, se trata de escuchar El síntoma hace al sujeto, y a la vez que crea
sus palabras, si bien no hay lugar para el analista el malestar, se sostiene en el goce. El trabajo
en la psicosis. De cualquier modo, en el mundo analítico en la psicosis, particularmente, seña-
de la ciencia tampoco hay lugar para el analista. la al síntoma como nudo de la realidad, y a
su supresión como nociva para el sujeto. La
A modo de conclusión propuesta del psicoanálisis, frente al aparato
ideológico, es el reconocimiento de las contra-
La concepción del malestar cultural, nombrado dicciones causantes del malestar cultural, con-
por el positivismo lógico imperante en las cate- tradicciones del sujeto que al ser eliminadas
gorizaciones del DSM-IV-TR, y en las versiones por la farmacología simplemente se deslizan
del CIE, utilizadas regularmente en los contex- hacia la sujeción a la ideología.
tos relativos a la salud mental por los profesio-
nales de las ciencias de la salud, como trastorno, El peligro: seres , vacíos, sin compromiso
implica un tratamiento del síntoma, cuya elimi- social, profundamente narcisistas, muchas ve-
nación es la meta del funcionalismo. El costo de ces cínicos, sin dejar lugar para el otro, para el
esta operación ideológica es la salud misma del prójimo. Como efectos de la crítica del psicoa-
sujeto, en tanto que se suprime de la ecuación. nálisis, el devenir de la cultura posmoderna que
se deÀende de lo contradictorio con discursos
El profesional de la salud, agente ideológico, uti- aterradores, en defensa de las instituciones y
liza como argumento su recurso a una ciencia en detrimento de los sujetos. La defensa más
que no piensa, que está deÀnida y que ordena elaborada del Establecimiento radica en el im-
en recetarios los síntomas catalogados por los perativo de gozar de las ofertas del capitalismo.
grupos de estudio que integran la comunidad La resistencia del psicoanálisis versa sobre la no
“que piensa”. El psicoanálisis aparece como una eliminación del malestar en la cultura, pues lo
postura crítica frente al síntoma, mostrando su que está en juego es el sujeto mismo.
esencia estructurante de la realidad subjetiva.