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3.

Declaración Universal de los Derechos Humanos

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento


declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su
Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París; en esta se recogen en
sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos, a partir de la carta de
San Francisco (26 de junio de 1945).

La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y


sus protocolos comprende lo que se ha denominado la Carta Internacional de
Derechos Humanos. Mientras que la Declaración constituye, generalmente, un
documento orientativo, los Pactos son tratados internacionales que obligan a los
Estados firmantes a cumplirlos.

En numerosas convenciones, declaraciones y resoluciones internacionales de


derechos humanos se han reiterado los principios básicos de derechos humanos
enunciados por primera vez en la Declaración Universal de Derechos Humanos,
como su universalidad, interdependencia e indivisibilidad, la igualdad y la no
discriminación, y el hecho de que los derechos humanos vienen acompañados de
derechos y obligaciones por parte de los responsables y los titulares de estos. En la
actualidad, todos los Estados miembros de las Naciones Unidas han ratificado al
menos uno de los nueve tratados internacionales básicos de derechos humanos, y
el 80 % de ellos ha ratificado al menos cuatro de ellos, lo que constituye una
expresión concreta de la universalidad de la DUDH y del conjunto de los derechos
humanos internacionales.

ONU: Fundamento de las normas internacionales de derechos humanos.1

Historia

En la lenta evolución de los derechos humanos en la historia, es a partir del siglo


XVII cuando empiezan a contemplarse declaraciones explícitas con base en la idea
contemporánea del “derecho natural”. Inglaterra incorpora en 1679 a su constitución
la Habeas Corpus Act (Ley de Hábeas Corpus) y la Bill of Rights (Declaración de
Derechos) en 1689. En Francia como consecuencia de la Revolución francesa, se
hace pública, en 1789, la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano.

En 1927, entra en vigor la Convención sobre la Esclavitud de 1926, que prohíbe la


esclavitud en todas sus formas. Los llamados “Códigos de Malinas” que abarcan la
moral internacional (1937), las relaciones sociales (1927), las relaciones familiares
(1951) y el Código de Moral Política (1957), son intentos parciales de la conciencia
pública por regular una seguridad mínima de respeto al individuo, habitualmente
ignorado por los Estados. Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial la
Sociedad de Naciones impulsó los Convenios de Ginebra sobre seguridad, respeto
y derechos mínimos de los prisioneros de guerra, y en 1948 tras la Segunda Guerra
Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el documento titulado
“Declaración Universal de los Derechos Humanos”, conjunto de normas y principios,
garantía de la persona frente a los poderes públicos. Y ayuda a la convivencia entre
todos.

Proceso de elaboración

En virtud del artículo 68 de la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo Económico


y Social de las Naciones Unidas creó la Comisión de Derechos Humanos. A este
organismo, formado por dieciocho representantes de Estados miembros de la ONU,
se le encomendó la elaboración de una serie de instrumentos para la defensa de
los derechos humanos. Dentro de la Comisión se creó un comité formado por ocho
miembros, que serían Eleanor Roosevelt (Estados Unidos), René Cassin (Francia),
Charles Malik (Líbano), Peng Chun Chang (China), Hernán Santa Cruz (Chile),
Alexandre Bogomolov/Alexei Pavlov (Unión Soviética), Lord Dukeston/Geoffrey
Wilson (Reino Unido) y William Hodgson (Australia). Fue también de especial
relevancia la intervención de John Peters Humphrey, de Canadá, director de la
División de Derechos Humanos de la ONU.

El proyecto de Declaración se sometió a votación el 10 de diciembre de 1948 en


París, y fue aprobado, por los que entonces eran los 58 Estados miembros de la
Asamblea General de la ONU, con 48 votos a favor y las 8 abstenciones de la
Unión Soviética, de los países de Europa del Este, de Arabia Saudí y de Sudáfrica.
Además, otros dos países miembros no estuvieron presentes en la votación.

La abstención sudafricana puede ser vista como un intento de proteger su sistema


de apartheid, el cual violaba claramente varios principios de la declaración.2 La
abstención de la delegación saudí se debió principalmente a su inconformidad con
dos artículos: el 16 (matrimonio sin discriminación y con consentimiento de los
cónyuges) y el 18 (derecho a cambiar de religión).2 Las abstenciones de las
naciones comunistas se centraban en el hecho de que la declaración no condenaba
específicamente el fascismo y el nazismo.2 Sin embargo, Eleanor Roosevelt
atribuyó dicha abstención a la inconformidad con el artículo 13 (derecho a salir del
país libremente).

Así fue la votación:

Votos a favor: Afganistán, Argentina, Australia, Bélgica, Birmania, Bolivia, Brasil,


Canadá, Chile, China (Taiwán), Colombia, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, República
Dominicana, Ecuador, Egipto, El Salvador, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas,
Francia, Grecia, Guatemala, Haití, Holanda, India, Irak, Irán, Islandia, Líbano,
Liberia, Luxemburgo, México, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Pakistán,
Panamá, Paraguay, Perú, Reino Unido, Siria, Suecia, Tailandia, Turquía, Uruguay y
Venezuela.

Votos en contra: ninguno

Abstenciones: Arabia Saudí, Bielorrusia, Checoslovaquia, Polonia, Sudáfrica,


Ucrania, Unión Soviética y Yugoslavia.

Ausentes: Honduras y Yemen.3

Estructura y contenidos

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) se compone de un


preámbulo y treinta artículos, que recogen derechos de carácter civil, político,
social, económico y cultural.

Preámbulo

El preámbulo como parte expositiva que precede un documento legal, también


llamado exposición de motivos o considerandos, no forma parte de la norma, ni es
obligatoria, según se acepta habitualmente, pero se emplea para el análisis e
interpretación de las intenciones de la misma. Constituye, por lo tanto, una
importante fuente interpretativa y síntesis de la Declaración. Particularmente el
Preámbulo de la DUDH fue redactado al final, cuando ya eran conocidos todos los
derechos que serían incluidos en el texto definitivo.

El tercer considerando destaca un régimen de Derecho como esencial para la


protección de los derechos humanos. Es tan importante la construcción de una
sociedad donde los ciudadanos puedan disfrutar sus derechos, sin que sea
necesario recurrir al supremo recurso de la rebelión si hay una situación extrema de
tiranía u opresión que exige esta respuesta por parte de los ciudadanos:

Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen
de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la
rebelión contra la tiranía y la opresión;

Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

El cuarto considerando afirma la importancia de promover la amistad entre


naciones, sorprende su brevedad y falta de concreción, debido a que en el
momento histórico de la redacción de la Declaración ya había comenzado la Guerra
Fría, quedando esa cuestión relegada:
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas
entre las naciones;

Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

El quinto considerando toma nota del compromiso que los pueblos asumieron al
fundar las Naciones Unidas en San Francisco (Estados Unidos), en 1942 la Carta
de las Naciones Unidas menciona los derechos humanos en siete lugares de su
texto expresamente. Este considerando reconoce que el compromiso surge de los
pueblos como tales:

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta
su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la
persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han
declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro
de un concepto más amplio de la libertad

Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

El sexto considerando va dirigido a los Estados miembros de Naciones Unidas, a


los gobiernos y su decisión de trabajar para lograr el respeto universal y efectivo de
los derechos humanos.

Considerando que los Estados miembros se han comprometido a asegurar, en


cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y
efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre

Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo 2

Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la
condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción
dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un
territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra
limitación de soberanía.

Artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículos 3 al 27

Los derechos quedan enunciados en los artículos del 3 al 27, y pueden clasificarse,
según René Cassin, como sigue:
Los artículos del 3 al 11 recogen derechos de carácter personal;

Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de


esclavos están prohibidas en todas sus formas.

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o


degradantes.

Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia


mientras no se pruebe su culpabilidad

Artículos 4, 5 y 11.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Los artículos 12 a 17 recogen derechos del individuo en relación con la comunidad;

Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a
regresar a su país.

Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.

Artículos 13.2 y 17.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Los artículos 18 a 21 recogen derechos de pensamiento, de conciencia, de religión


y libertades políticas

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de


religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de Creencia, así
como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente,
tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la
observancia.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho


incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión.

Artículos 18 y 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Y los artículos 22 a 27 recogen derechos económicos, sociales y culturales.

Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como
a su familia, la salud, el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la
vivienda, la asistencia médica [...]

Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos


Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al
menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción
elemental será obligatoria [...]

Artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Sello conmemorativo de los 5 años de la Declaración Universal de los Derechos


Humanos.

Artículos del 28 al 30

Recogen las condiciones y límites con que estos derechos deben ejercerse.

Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en


el que los derechos y libertades proclamados en esta declaración se hagan
plenamente efectivos.

Artículo 28 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Importancia de la declaración

Aunque no es un documento obligatorio o vinculante para los Estados, sirvió como


base para la creación de las dos convenciones internacionales de la ONU, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, pactos que fueron adoptados por la Asamblea
General de Naciones Unidas en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de
1966.4 Sigue siendo citada ampliamente por profesores universitarios, abogados
defensores y por tribunales constitucionales. Así mismo el texto adquiere rango
constitucional en algunos países, como es el caso de Argentina:

Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las
organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y
concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración


Universal de Derechos Humanos; (...); en las condiciones de su vigencia, tienen
jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta
Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por
ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo
Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los
miembros de cada Cámara.

Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser


aprobados por el Congreso, requerirán el voto de las dos terceras partes de la
totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía
constitucional.
Artículo 75, inciso 22 de la Constitución de la Nación Argentina (1994)

También la Constitución Española de 1978 reconoce la Declaración:

Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la


Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal
de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las materias
ratificados por España

Artículo 10, apartado 2, de la Constitución Española (1978)

Abogados internacionalistas continuamente debaten cuáles de sus estipulaciones


se pueden decir que constituyen derecho internacional consuetudinario. Las
opiniones varían mucho en cuanto a esto y se cuestionan desde algunas
estipulaciones hasta todo el documento.

Según el Libro Guinness de los récords, la "DUDH" es el documento traducido a


más idiomas en el mundo (en el 2004 había sido traducido a más de 330 idiomas).

Derechos Humanos del siglo XXI: la Declaración Universal de Derechos


Humanos Emergentes

La Declaración Universal de los Derechos Humanos Emergentes (DUDHE) surge


de un proceso de diálogo de diversos componentes de la sociedad civil, organizado
por el Instituto de Derechos Humanos de Cataluña en el marco del Foro Universal
de las Culturas Barcelona 2004, titulado Derechos Humanos, Necesidades
Emergentes y Nuevos Compromisos.5 El 2 de noviembre de 2007, en el marco del
Forum de Monterrey (México) es aprobada la DUDHE.

Los derechos humanos emergentes suponen una nueva concepción de la


participación de la sociedad civil, dando voz a organizaciones y agrupaciones
nacionales e internacionales que tradicionalmente han tenido poco o ningún peso
en la configuración de las normas jurídicas, como las ONG, los movimientos
sociales y las ciudades, frente a los retos sociales, políticos y tecnológicos que
plantea la globalización y la sociedad global. La DUDHE no pretende sustituir ni
quitar vigencia a la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, ni a los
instrumentos nacionales o internacionales de protección de los derechos humanos,
más bien pretende actualizar, complementar, responder a los retos de la sociedad
global y actuar como complemento desde el punto de vista de la ciudadanía
participativa.

Nosotros, ciudadanas y ciudadanos del mundo, miembros de la sociedad civil


comprometidos con los derechos humanos, formando parte de la comunidad
política universal, reunidos en ocasión del Foro Universal de las Culturas en
Barcelona 2004 y Monterrey 2007, e inspirados por los valores de respeto a la
dignidad del ser humano, libertad, justicia, igualdad y solidaridad, y el derecho a
una existencia que permita desarrollar estándares uniformes de bienestar y de
calidad de vida para todos [...]

Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos Emergentes

Sexagésimo aniversario de la Declaración

El 10 de diciembre de 2008 se cumplieron sesenta años desde la aprobación de la


Declaración Universal de Derechos Humanos. En esa jornada, la Asamblea
General de las Naciones Unidas declaró al año siguiente, 2009, Año Internacional
del Aprendizaje sobre los Derechos Humanos, debido a que, tras un análisis de la
situación real en el mundo, se tomó conciencia de que la realización de la
Declaración tenía defectos que podrían reducirse a través del aprendizaje y la
educación.

Para este aniversario de la Declaración se acuñaron monedas conmemorativas de


2 euros de Bélgica, Italia, Finlandia y Portugal.

¿Qué es la Declaración Universal de Derechos Humanos y por qué se creó?

La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) es un documento que


sirve de plan de acción global para la libertad y la igualdad protegiendo los
derechos de todas las personas en todos los lugares. Fue la primera vez que los
países acordaron las libertades y derechos que merecen protección universal para
que todas las personas vivan su vida en libertad, igualdad y dignidad.

La DUDH fue adoptada por las Naciones Unidas (ONU), que acababa de
establecerse, el 10 de diciembre de 1948 como respuesta a los “actos de barbarie
ultrajantes para la conciencia de la humanidad” cometidos durante la Segunda
Guerra Mundial. Su adopción reconocía que los derechos humanos son la base de
la libertad, la justicia y la paz.

El trabajo sobre la DUDH comenzó en 1946, con un comité de redacción integrado


por representantes de una gran diversidad de países, entre ellos Estados Unidos,
Líbano y China. El comité de redacción se amplió posteriormente para incluir a
representantes de Australia, Chile, Francia, Reino Unido y la Unión Soviética, lo que
permitió que el documento se beneficiara de aportaciones de Estados de todas las
regiones y de su diversidad de contextos religiosos, políticos y culturales. Después,
la Declaración fue debatida por todos los miembros de la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU y, finalmente, fue adoptada por la Asamblea General en 1948.

La Declaración contiene 30 derechos y libertades que pertenecen a todas las


personas y que nadie nos puede arrebatar. Los derechos que se incluyeron siguen
siendo la base del derecho internacional de los derechos humanos. Actualmente, la
Declaración sigue siendo un documento vivo. Es el documento más traducido del
mundo.

¿Para qué está concebida?

La DUDH marca un hito. Por primera vez, el mundo tenía un documento acordado
globalmente que señalaba que todos los seres humanos son libres e iguales con
independencia de su sexo, color, creencias, religión u otras características.

Los 30 derechos y libertades contenidos en la DUDH incluyen el derecho a no ser


sometido a tortura, el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la educación
y el derecho a buscar asilo. La Declaración Incluye derechos civiles y políticos,
como los derechos a la vida, a la libertad y a la vida privada. También incluye
derechos económicos, sociales y culturales, como los derechos a la seguridad
social, la salud y a una vivienda adecuada.

¿Cuál es la pertinencia de la Declaración Universal de Derechos Humanos 70 años


después de su adopción?

La DUDH es, como indica su título, universal, lo que significa que se aplica a todas
las personas, en todos los países del mundo. Aunque no es legalmente vinculante,
la protección de los derechos y libertades contenidos en la Declaración está
incorporada en numerosas constituciones y marcos jurídicos nacionales.

La Declaración también ha sido la base a partir de la cual se han desarrollado


abundantes tratados de derechos humanos legalmente vinculantes y se ha
convertido en una referencia clara para las normas universales de derechos
humanos que deben promoverse y protegerse en todos los países.

La DUDH sigue sirviendo de base para leyes y normas nacionales e


internacionales. Para organizaciones como Amnistía, comprometidas con la
protección de los derechos humanos y la lucha en favor de ellos, es una inspiración
y una guía para nuestra misión y visión.

Los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes

Todos los derechos humanos tienen la misma importancia y todos los gobiernos
deben tratarlos de un modo justo y equitativo, en los mismos términos y con el
mismo énfasis. Todos los Estados tienen, con independencia de su sistema político,
económico y cultural, la obligación de promover y proteger todos los derechos
humanos para todas las personas sin discriminación.

Así, no importa las distinciones que hagan las personas, hay un solo principio
básico que subyace en todos los derechos contenidos en la DUDH: que todos los
seres humanos tienen los mismos derechos inalienables. Esto significa que los
derechos humanos son los mismos para todos los hombres, mujeres, niños y niñas
de todo el mundo, con independencia de cuáles sean sus circunstancias.

No puede haber distinción de ninguna clase, como raza, color, sexo, orientación
sexual o identidad de género, idioma, religión, opinión política o de cualquier otro
tipo, origen nacional o social, fortuna, nacimiento y cualquier otra situación.
Universal significa todas las personas en todos los lugares.

La DUDH también nos muestra que los derechos humanos son interdependientes e
indivisibles. Los 30 artículos de la Declaración tienen la misma importancia. Nadie
puede decidir que unos son más importantes que otros. Arrebatar un derecho tiene
un impacto negativo en todos los demás.

¿Cómo lucha Amnistía Internacional por los derechos de la Declaración Universal


de Derechos Humanos?

La DUDH es la piedra angular de los derechos por los que Amnistía y los siete
millones de personas que integran su base de poder luchan día sí, día también.
Más de 50 años después de nuestra fundación, seguimos actuando y haciendo
campaña en favor de la justicia, la libertad, la verdad y la dignidad dondequiera que
se nieguen

Lo hacemos investigando y denunciando abusos contra los derechos humanos


dondequiera que se cometan. Galvanizando a nuestro movimiento global,
arrojamos luz donde las personas están en peligro y damos información a las
generaciones futuras para que el cumplimiento progresivo de los derechos
humanos sea una realidad para todas las personas.
4. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR:


International Covenant on Economic, Social and Cultural Rights, por sus siglas en
inglés) es un tratado multilateral general que reconoce Derechos económicos,
sociales y culturales y establece mecanismos para su protección y garantía. Fue
adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución
2200A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 y entró en vigor el 3 de enero de 1976. Se
compromete a las partes a trabajar para la concesión de los derechos económicos,
sociales y culturales de las personas, incluidos los derechos laborales y los
derechos a la salud, la educación y un nivel de vida adecuado. A fecha del mes
noviembre de 2017, el Pacto tiene 166 partes[1].[2][3].

El Pacto es parte de la Carta Internacional de Derechos Humanos, junto con la


Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, incluida la última del Primer y Segundo Protocolos
Facultativos.[4]

El Pacto es supervisado por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y


Culturales de las Naciones Unidas.[3]

El Pacto tiene sus raíces en el mismo proceso que condujo a la Declaración


Universal de Derechos Humanos y fue aprobada el 10 de diciembre de 1948.[4]

Continúa en la redacción de la convención, pero seguía habiendo diferencias


significativas entre los miembros de las Naciones Unidas sobre la importancia
relativa de negativos Civiles y Políticos versus positivos Económicos, Sociales y
Culturales.[5] Esto, finalmente, provocó que la convención se dividiera en dos
pactos: "uno para contener los derechos civiles y políticos y el otro para contener
económicos, sociales y culturales".[6]Cada uno contendrá también un artículo sobre
el derecho de todos los pueblos a la libre determinación.[7]

El primer documento se convirtió en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos, y el segundo, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales. Los proyectos fueron presentados a la Asamblea General de Naciones
Unidas para el debate en 1954, y aprobó en 1966.[8]

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales comprende


un Preámbulo y cinco partes:[9]

Partes Artículos Descripción

Parte I Artículo 1 Reconoce el derecho de libre determinación de los pueblos,


incluido el derecho a "determinar libremente su condición política",[10] procurar su
desarrollo económico, social y culturales, y gestionar y disponer de sus propios
recursos. Se reconoce un derecho negativo de un pueblo a no ser privado de sus
medios de subsistencia,[11] e impone la obligación de que las partes todavía
responsable de la no autónomos y territorios en fideicomiso (colonias) para
estimular y respetar su libre determinación.[12]

Parte II Artículos

2 a 5 Establece el principio de "realización progresiva". También requiere el


reconocimiento de los derechos "sin discriminación alguna por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social".[13] Los
derechos sólo pueden ser limitado por la ley, de manera compatible con la
naturaleza de los derechos, y sólo con el fin de "promover el bienestar general en
una sociedad democrática".[14]

Parte III Artículos

6 a 15 Listas de los propios derechos. Estos incluyen los derechos a: trabajo,


bajo "condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias",[15] con el derecho a
fundar y afiliarse a los sindicatos (Artículos 6, 7 y 8); seguridad social, incluso al
seguro social (Artículo 6); la vida familiar, incluida la licencia parental remunerada y
la protección de los niños (Artículo 10); un nivel de vida adecuado, incluso
alimentación, vestido y vivienda, y la "mejora continua de las condiciones de
existencia" (Artículo 11); la salud, específicamente el "más alto nivel posible de
salud física y mental" (Artículo 12); la educación, incluida la enseñanza primaria
universal y gratuita, disponible en general, la enseñanza secundaria, e igualmente
accesible la educación superior. Esto debe estar encaminada a "el pleno desarrollo
de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el
respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales",[16] y ayudar a
todas las personas para participar efectivamente en la sociedad (Artículos 13 y 14);
participación en la vida cultural (Artículo 15).

Parte IV Artículos

16 a 25 Regula la presentación de informes y de seguimiento del Pacto y las


medidas adoptadas por las partes para su aplicación. También permite que el
órgano de vigilancia - originalmente el Consejo Económico y Social de las Naciones
Unidas (ahora el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales). Hacer
recomendaciones generales a la Asamblea General de Naciones Unidas sobre las
medidas adecuadas para la realización de los derechos. (Artículo 21)

Parte V Artículos

26 a 31 Regula la ratificación, entrada en vigor, y la modificación del Pacto.


Disposiciones fundamentales

Editar

Principio de las obligaciones de los Estados Partes

Editar

El Artículo 2 del Pacto impone un deber a todas las partes a: adoptar medidas,
tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación internacionales,
especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos de que
disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive
en particular la adopción de medidas legislativas, la plena de los derechos aquí
reconocidos.[17][18]

Esto se conoce como el principio de "realización progresiva".[19] Reconoce que


algunos de los derechos (por ejemplo, el derecho a la salud) puede ser difícil en la
práctica para lograr en un corto período, y que los Estados pueden estar sujetos a
limitaciones de recursos, pero les obliga a actuar lo mejor posible dentro de sus
medios.

El principio es diferente de la del Pacto, que obliga a las partes a "respetar y a


garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a
su jurisdicción" los derechos reconocidos en esa Convención.[20] Sin embargo, no
hacer que el Pacto de sentido. La obligación de "adoptar medidas" impone una
obligación de trabajar en pro de la realización de los derechos.[19][21] Asimismo,
excluye deliberadamente medidas regresivas que impiden ese objetivo. El Comité
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales también se interpreta como el
principio de la imposición de obligaciones mínimas para prestar, por lo menos,
niveles esenciales de cada uno de los derechos.[19][22] Si los recursos son muy
limitados, esto debería incluir el uso de determinados programas dirigidos a los
grupos vulnerables.[19][23]

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales relativo a la legislación


como un medio indispensable para la realización de los derechos que no es
probable que sea limitado por las limitaciones de recursos. La promulgación de
disposiciones contra la discriminación y el establecimiento de derechos exigibles
con los recursos judiciales en los sistemas jurídicos nacionales se consideran
medios adecuados. Algunas disposiciones, como las leyes contra la discriminación,
ya es obligatorio en virtud de otros instrumentos de derechos humanos, tales como
el Pacto.[19][24][25][26][27]

Carácter de las obligaciones

Editar
El Comité afirmó que aunque los Estados se obligan a adoptar medidas para la
aplicación paulatina del Pacto, existen determinadas obligaciones cuyo
cumplimiento debe ser inmediato. Por un lado, garantizar que los derechos se
ejercerán sin discriminación; por otro, el compromiso en sí mismo de adoptar
medidas no puede diferirse ni condicionarse. Aunque la realización de los derechos
no deba ser inmediata, debe comenzarse a adoptar medidas "dentro de un plazo
razonablemente breve tras la entrada en vigor del Pacto". Estas medidas deberán
ser "deliberadas, concretas y orientadas lo más claramente posible hacia la
satisfacción de las obligaciones reconocidas en el Pacto". Como ejemplo de
medidas que deberían adoptarse, el Comité destaca las medidas legislativas, sin
perjuicio de otras como las administrativas, financieras, educacionales, sociales o
judiciales: en relación con esto último, considera el Comité que algunos derechos
pueden ser ejecutados inmediatamente y su efectividad controlada por los
Tribunales:

Igualdad entre hombres y mujeres (art. 3), también en lo relativo a la igualdad


salarial (art. 7, apartado a, inciso i)

Derecho de sindicación y huelga (art. 8)

Protección de niños y adolescentes (art. 10.3)

Obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza primaria (art. 13.2, apartado a)

Libertad de los padres o tutores para escoger para sus hijos o pupilos escuelas
distintas de las creadas por las autoridades públicas y de hacer que reciban la
educación religiosa o moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones (art.
13.3)

Libertad para establecer y dirigir instituciones de enseñanza (art. 13.4)

Libertad para la investigación científica y para la actividad creadora (art. 15.3)

Factibilidad y obligaciones mínimas

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La tesis tradicional recogía el principio de factibilidad, en virtud del cual las


obligaciones de los Estados se condicionan a sus posibilidades económicas. El
Comité afirma que existe, en todo caso, "una obligación mínima de asegurar la
satisfacción de por lo menos niveles esenciales de cada uno de los derechos" y que
corresponde a los Estados demostrar que han realizado todos los esfuerzos
posibles para utilizar los recursos disponibles en estos niveles básicos. El Pacto
entiende por recursos disponibles tanto los existentes en el Estado como los que
pone a su disposición la comunidad internacional mediante la asistencia y
cooperación internacionales, por lo que afirma el Comité que la cooperación
internacional es una obligación de los Estados.

Progresividad

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Finalmente, el Comité afirma que el hecho de que los derechos económicos,


sociales y culturales sean de carácter progresivo no implica que se "prive a la
obligación de todo contenido". Se trata de un "dispositivo de flexibilidad" que
atiende al hecho de que es imposible la realización de estos derechos en un breve
período, pero que debe interpretarse a la luz del objetivo general del tratado, que es
la plena efectividad de los derechos que recoge. Por lo tanto, los Estados están
obligados a "proceder lo más expedita y eficazmente posible con miras a lograr ese
objetivo", bajo control del Comité.

Derechos reconocidos

Editar

La siguiente tabla recoge los derechos humanos plasmados en cada artículo del
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Artículo Derecho reconocido

Art. 6 Derecho a trabajar y libre elección de empleo

Art. 7 Derecho a condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias

Art. 8 Libertad sindical y derecho de huelga

Art. 9 Derecho a la seguridad social

Art. 10 Protección de la familia y los menores

Art. 11 Derecho a un nivel de vida adecuado y a la mejora continua de las


condiciones de existencia

Art. 12 Derecho a la salud

Arts. 13 y 14 Derecho a la educación

Art. 15 Derecho a participar en la vida cultural. Protección, desarrollo y difusión


de la ciencia y la cultura

Derechos laborales

Editar

Artículo principal: Derechos laborales


El Artículo 6 del Pacto reconoce el derecho al trabajo, definida como la oportunidad
de todos para ganar su vida mediante un trabajo libremente escogido o
aceptado.[28]Partes están obligados a adoptar "medidas adecuadas" para
garantizar este derecho, incluida la formación técnica y profesional y las políticas
económicas encaminadas a regular el desarrollo económico y en última instancia, el
pleno empleo. El derecho implica partes deben garantizar la igualdad de acceso al
empleo y proteger a los trabajadores de ser privado injustamente de empleo. Deben
evitar la discriminación en el lugar de trabajo y garantizar el acceso de los
desfavorecidos.[29][30]El hecho de que el trabajo debe ser libremente elegido o
aceptado significa partes deben prohibir el trabajo infantil o forzoso.[29][31]

El trabajo contemplado en el artículo 6 debe ser el trabajo decente.[29][32] Este es


realmente el sentido del Artículo 7 del Pacto, que reconoce el derecho de toda
persona a "justas y favorables" las condiciones de trabajo. Estos a su vez se define
como un salario justo, con igual remuneración por igual trabajo, suficiente para
proporcionar una vida digna para los trabajadores y sus dependientes; condiciones
de trabajo seguras, la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo; y suficiente
descanso y el esparcimiento, incluyendo las horas de trabajo limitadas y regulares,
vacaciones pagadas.

El Artículo 8 reconoce el derecho de los trabajadores a formar o afiliarse a los


sindicatos y protege el derecho a la huelga. Se permite que estos derechos se limita
a los miembros de las fuerzas armadas, de policía o funcionarios del Gobierno.
Varias partes han puesto reservas a esta cláusula, lo que le permite ser
interpretada de manera coherente con sus constituciones (China, México), o la
ampliación de la restricción de los derechos sindicales a los grupos tales como los
bomberos (Japón).[2]

Derecho a la seguridad social

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Artículo principal: Seguridad social

El Artículo 9 del Pacto reconoce "el derecho de toda persona a la seguridad social,
incluso al seguro social."[33] Se requiere que las partes a proporcionar algún tipo de
plan de seguro social para proteger a las personas contra los riesgos de
enfermedad, invalidez, maternidad, accidentes de trabajo, el desempleo o la vejez,
para proporcionar a los supervivientes, los huérfanos y los que no pueden pagar la
atención de la salud, y para garantizar que las familias estén suficientemente
soportadas. Beneficios de este régimen deben ser adecuados, accesibles a todos, y
siempre sin discriminación.[34] El Pacto no limita el tipo de sistema, tanto
contributivas y no contributivas y los planes están permitidos (como lo son de base
comunitaria y la mutua regímenes).[35]
El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha tomado nota de los
problemas persistentes con la aplicación de este derecho, con muy bajos niveles de
acceso.[36]

Varios partidos, entre ellos Francia y Mónaco, tienen reservas que les permite
establecer los requisitos de residencia para poder beneficiarse de las prestaciones
sociales. El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales permite este
tipo de restricciones, siempre que sean proporcionadas y razonables.[37]

Derecho a la vida familiar

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Artículos principales: Derechos del niño, Derechos del hombre, Derechos de las
mujeres y Derechos reproductivos.

El Artículo 10 del Pacto reconoce a la familia como "el elemento natural y


fundamental de la sociedad", y exige que las partes a acordar que "la más amplia
protección y asistencia posibles".[38] Partes deben garantizar que sus ciudadanos
son libres de establecer familias y que los matrimonios sean libremente contraído y
no forzado.[39] Las Partes deben también proporcionar vacaciones pagadas o de
una seguridad social adecuada a las madres antes y después del parto, una
obligación que se superpone con el Artículo 9. Por último, las partes deben tomar
"medidas especiales" para proteger a los niños de la explotación económica o
social, incluido el establecimiento de una edad mínima de empleo y de restricción
de los niños de ocupaciones peligrosas y dañinas.[40]

Derecho a un nivel de vida adecuado

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Artículos principales: Derecho a un nivel de vida adecuado, Derecho a la


alimentación, Derecho al agua y Derecho la una vivienda digna.

El Artículo 11 reconoce el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado.


Esto incluye, pero no limitado a, el derecho a una alimentación adecuada, vestido,
vivienda, y " una mejora continua de las condiciones de existencia".[41] También
crea una obligación de las partes a que trabajen juntos para eliminar el hambre en
el mundo.

El derecho a una alimentación adecuada, también conocido como el derecho a la


alimentación, se interpreta como que requiere "la disponibilidad de alimentos en
cantidad y calidad suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias de los
individuos, sin sustancias nocivas, y aceptables para una cultura determinada.[42]
[43] Esto debe ser accesible a todos, lo que implica una obligación de proporcionar
programas especiales para los grupos vulnerables.[44] El derecho a una
alimentación adecuada implica también un derecho al agua.[45][46]

El derecho a una vivienda adecuada, también conocido como el derecho a la


vivienda, es "el derecho a vivir en algún lugar de la seguridad, la paz y la
dignidad."[47] Se requiere una "adecuada privacidad, espacio adecuado, seguridad
adecuada, iluminación y ventilación adecuadas, una infraestructura básica
adecuada y una adecuada ubicación en relación con el trabajo y los servicios
básicos - todo ello a un coste razonable."[47] Las Partes deben garantizar la
seguridad de la tenencia y que el acceso es libre de discriminación, y para eliminar
progresivamente el trabajo de hogar. Los desalojos forzosos, que se define como
"la retirada permanente o temporal en contra de su voluntad de individuos, familias
y / o comunidades de los hogares y / o las tierras que ocupan, sin la disposición de,
y acceso a formas adecuadas de protección jurídica o de otra índole", son, prima
facie, una violación del Pacto.[48]

Derecho a la salud

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Artículo principal: Derecho a la salud

El Artículo 12 del Pacto reconoce el derecho de toda persona al "disfrute del más
alto nivel posible de salud física y mental."[49] «Salud» se entiende no sólo como
un derecho a estar sano, sino como un derecho a controlar la propia salud y el
cuerpo (incluida la reproducción), y estar libre de interferencias, tales como la
tortura o la experimentación médica.[50][51] Los Estados deben proteger este
derecho, garantizando que todo el mundo dentro de su jurisdicción, tiene acceso a
los factores determinantes de la salud, como agua potable, saneamiento,
alimentación, nutrición y vivienda, y por medio de un sistema global de atención
sanitaria, que está a disposición de todos, sin discriminación alguna, y
económicamente accesible para todos.[52][53]

El Artículo 12.2 exige a las partes que adopten medidas concretas para mejorar la
salud de sus ciudadanos, incluida la reducción de la mortalidad infantil y mejorar la
salud infantil, la mejora del medio ambiente y salud en el trabajo, la prevención,
control y tratamiento de enfermedades epidémicas y la creación de condiciones
para garantizar la igualdad y el acceso oportuno a los médicos servicios para todos.
Estos se consideran "ilustrativa, no exhaustiva de ejemplos", en lugar de una
declaración completa de las partes las obligaciones.[54]
El derecho a la salud se interpreta como que requieren las partes a que respeten la
mujer "los derechos reproductivos, al no limitar el acceso a la anticoncepción o
censurar, ocultar o desvirtuar intencionalmente la retención" de información sobre la
salud sexual.[55] Asimismo, deben garantizar que las mujeres están protegidas de
tradicionales nocivas prácticas como la mutilación genital femenina.[56]

Derecho a la educación

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Artículo principal: Derecho a la educación

El Artículo 13 del Pacto reconoce el derecho de todos a la educación. Esto se dirige


hacia "el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su
dignidad",[16] y ayudar a todas las personas para participar efectivamente en la
sociedad. La educación se percibe como un derecho humano y como "un medio
indispensable de realizar otros derechos humanos", y por lo tanto esta es una de
las mayores y más importantes artículos del Pacto.[57][58]

El Artículo 13.2 enumera una serie de medidas concretas cuyas partes están
obligadas a seguir para realizar el derecho a la educación. Estos incluyen la
prestación de libre, universal y obligatoria la educación primaria, "generalizada y
hacerse accesible" la educación secundaria en sus diversas formas (incluida la
formación técnica y profesional), e igualmente accesible la educación superior.
Todos estos deben estar disponibles para todos sin discriminación. Las partes
deben también desarrollar un sistema escolar (aunque puede ser pública, privada o
mixta), alentar o proporcionar becas para los grupos desfavorecidos, y se les anima
a hacer de la educación gratuita en todos los niveles.

Los Artículos 13.3 y 13.4 exigir las partes a que respeten la libertad de educación
de los padres por lo que les permite elegir y establecer las instituciones educativas
privadas para sus hijos, también conocida como la libertad de enseñanza. También
reconoce el derecho de los padres a "reciban la educación religiosa o moral que
esté de acuerdo con sus propias convicciones".[59] Esto se interpreta como que
requieren las escuelas públicas a respetar la libertad de religión y de conciencia de
sus alumnos, y como prohibiendo la enseñanza de una religión o sistema de
creencias no discriminatoria a menos que las exenciones y las alternativas
disponibles.[60]

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto interpretar


como también exigir a los Estados a respetar la libertad académica del personal y
los estudiantes, ya que esto es vital para el proceso educativo.[61] Asimismo,
considera que los castigos corporales en las escuelas a ser incompatible con la
Pacto del principio fundamental de la dignidad de la persona.[62]
El Artículo 14 del Pacto obliga a las partes que aún no han establecido un sistema
de enseñanza primaria obligatoria y gratuita, para adoptar rápidamente un plan
detallado de acción para su introducción "dentro de un número razonable de
años"[63]

Derecho a la participación en la vida cultural

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Artículos principales: Derecho de la Cultura, Derecho de autodeterminación y


Derecho a la participación.

El Artículo 15 del Pacto reconoce el derecho de toda persona a participar en la vida


cultural, gozar de los beneficios del progreso científico, y para beneficiarse de la
protección de los derechos morales y materiales a cualquier descubrimiento
científico o artístico trabajo que han creado. Esta última cláusula es a veces visto
como exige la protección de la propiedad intelectual, pero el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, lo interpreta como principalmente la protección
de los derechos morales de los autores y "proclamar[ción], el carácter
intrínsecamente personal de toda creación del hombre mente y la consiguiente
relación duradera entre el creador y su creación ".[64] Por lo tanto, exige a las
partes que respeten el derecho de los autores a ser reconocido como el creador de
una obra. El material de derechos se interpretan como parte del derecho a un nivel
de vida adecuado, y "no tiene que abarcar toda la vida de un autor."[65]

Las partes deben trabajar también para promover la conservación, el desarrollo y la


difusión de la ciencia y la cultura, "respetar la indispensable libertad para la
investigación científica y para la actividad creadora",[66] y fomentar los contactos
internacionales y la cooperación en estos ámbitos.

Reservas

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Algunas de las partes han formulado reservas y declaraciones interpretativas a su


aplicación del Pacto:

Bandera de Argelia Argelia interpreta partes de su Artículo 13, la protección de la


libertad de los padres a elegir libremente o establecer instituciones de enseñanza
adecuados, a fin de no "perturbar su derecho a organizar libremente su sistema
educativo".[2]

Bandera de Bangladés Bangladés interpreta la cláusula de libre determinación en el


Artículo 1, que se aplica en el contexto histórico del colonialismo. También se
reserva el derecho de interpretar los derechos laborales en los Artículos 7 y 8 y la
cláusulas de no discriminación de los Artículos 2 y 3 en el contexto de su
constitución y la legislación interna.[2]

Bandera de Bélgica Bélgica interpreta que la no discriminación por razón de origen


nacional como "no implica necesariamente la obligación de los Estados de
garantizar automáticamente a los extranjeros los mismos derechos que a sus
nacionales. El término debe entenderse que se refieren a la eliminación de
cualquier comportamiento arbitrario, pero no de las diferencias en trato basadas en
consideraciones objetivas y razonables, de conformidad con los principios
imperantes en las sociedades democráticas".[2]

Bandera de la República Popular China China prohíbe a los derechos laborales en


el Artículo 8 en forma compatible con su Constitución y la legislación interna.[2]

Bandera de Egipto Egipto acepta el Pacto sólo en la medida en que no entre en


conflicto con la ley de la Sharia Islámica.[2] derechos culturales

Bandera de Estados Unidos Estados Unidos - Amnistía Internacional afirma que


"Los Estados Unidos firmaron el Pacto en 1979 bajo la administración del
presidente Carter, pero no está totalmente vinculada por el mismo hasta que sea
ratificado. Por razones políticas, la administración Carter no dio el empuje necesario
para la revisión del Pacto por el Senado, quien debe dar su "consejo y
consentimiento" antes que dicho país pueda ratificar un tratado. Los presidentes de
Reagan y Bush consideraron que los derechos económicos, sociales y culturales no
eran realmente derechos sino que se limitan a objetivos sociales deseables y por lo
tanto no deberían ser objeto de tratados vinculantes. La administración del
presidente Clinton no niega la naturaleza de estos derechos, pero no parece
políticamente oportuno para participar en una batalla con el Congreso sobre el
Pacto. El gobierno del presidente Bush (hijo), la administración sigue en línea con el
punto de vista de la anterior del presidente Bush la administración".[67] La
Fundación Heritage, es un think tank conservador estadounidense, afirma que la
firma se obliga a la introducción de políticas que se opone, como la asistencia
sanitaria universal.[68]

Bandera de Francia Francia considera que el Pacto como subordinado a la Carta de


las Naciones Unidas. También se reserva el derecho de regir el acceso de los
extranjeros al empleo, la seguridad social y otros beneficios.[2]

Bandera de India India interpreta el derecho a la libre determinación se aplica


"únicamente a los pueblos bajo dominación extranjera"[2] y no será aplicable a los
pueblos dentro de los estados-nación soberanos. Asimismo, interpreta que la
limitación de la cláusula de derechos y los derechos de igualdad de oportunidades
en el lugar de trabajo en el contexto de su constitución.[2]
Bandera de Indonesia Indonesia interpreta la cláusula de la libre determinación
(Artículo 1) en el contexto del derecho internacional y otros de que no se aplica a
los pueblos dentro de un Estado-nación soberano.[2]

Bandera de Irlanda Irlanda se reserva el derecho a promover la lengua irlandesa.[2]

Bandera de Japón Japón se reserva el derecho a no ser obligado a introducir


progresivamente gratuita la educación secundaria y superior.[2]

Flag of Kuwait.svg Kuwait interpreta las cláusulas de no discriminación de los


Artículos 2 y 3 dentro de su constitución y las leyes, y se reserva el derecho a la
seguridad social a aplicarse sólo a los kuwaitíes. También se reserva el derecho a
prohibir las huelgas.[2]

Bandera de México México interpreta los derechos laborales en el Artículo 8, en el


contexto de su constitución y las leyes.[2]

Bandera de Mónaco Mónaco interpreta que el principio de no discriminación por


motivos de origen nacional como "no implica necesariamente la obligación
automática por parte de los Estados a otorgar a los extranjeros los mismos
derechos que sus nacionales",[2] y se reserva el derecho de establecer requisitos
de residencia en los derechos al trabajo, salud, educación y seguridad social.

Bandera de Noruega Noruega se reserva el derecho de huelga a fin de permitir el


arbitraje obligatorio de algunos conflictos laborales.[2]

Bandera de Nueva Zelanda Nueva Zelanda se reserva el derecho de no aplicar el


Artículo 8 (derecho a formar sindicatos y afiliarse a) la medida en que las medidas
existentes (que en el momento obligatorio incluido el sindicalismo y alentó a
arbitraje de las controversias) eran incompatibles con ella.[2]

Bandera de Pakistán Pakistán tiene una reserva general al interpretar el Pacto en el


marco de su constitución.[2]

Bandera de Reino Unido Reino Unido considera que el Pacto como subordinado a
la Carta de la ONU. Se hizo varias reservas con respecto a sus territorios de
ultramar.[2]

Bandera de Tailandia Tailandia interpreta el derecho a la libre determinación en el


marco de otras leyes internacionales.[2]

Bandera de Trinidad y Tobago Trinidad y Tobago se reserva el derecho de restringir


el derecho a la huelga de quienes se dedican a ocupaciones esenciales.[2]

Bandera de Turquía Turquía pondrá en práctica el Pacto con sujeción a la Carta de


la ONU. También se reserva el derecho de interpretar y aplicar el derecho de los
padres a elegir y establecer centros de enseñanza de manera compatible con su
constitución.[2]

Protocolo Facultativo

El Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales


y Culturales es un acuerdo de cara al Pacto, que permite a las partes a reconocer la
competencia del Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales para
examinar las denuncias de particulares.[69]

El Protocolo Facultativo del Pacto, aprobado el 10 de diciembre de 2008, otorga al


CDESC la facultad de estudiar comunicaciones de particulares.[70]

Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Este artículo o sección se encuentra desactualizado.

La información suministrada ha quedado obsoleta o es insuficiente.

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC) es el órgano


que supervisa el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales. No está previsto en el Pacto, sino que fue creado por la
resolución 1985/17, de 28 de mayo de 1985, del Consejo Económico y Social de las
Naciones Unidas para el desempeño de las funciones recogidas en la parte IV del
Pacto.[3]

El CDESC está formado por 18 expertos independientes elegidos por un período de


cuatro años. Se reúne en períodos de sesiones, normalmente dos al año, que
tienen lugar en Ginebra. Estos períodos de sesiones comprenden una sesión
plenaria de tres semanas precedida por un grupo de trabajo que se reúne durante
una semana.[3]

Los Estados están obligados a informar periódicamente al CDESC sobre la


aplicación del Pacto. Sobre la base de la información aportada, el Comité destaca
los aspectos positivos y negativos y formula una serie de recomendaciones: sus
respuestas a cada Estado toman la forma de observaciones finales. Por otro lado,
el Comité emite observaciones generales, que contienen su interpretación sobre
cuestiones relacionadas con el Pacto.[3]

¿Cuáles son los dos pactos internacionales?

El 16 de diciembre de 1966 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó


dos pactos en su resolución 2200 A (XXI): el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (PIDESC).

h
5. Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos

Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su


resolución 2200 A (XXI), de 16 diciembre de 1966

Entrada en vigor: 23 de marzo de 1976, de conformidad con el artículo 9

Los Estados Partes en el siguiente Protocolo,

Considerando que para asegurar el mejor logro de los propósitos del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en adelante denominado el Pacto) y
la aplicación de sus disposiciones sería conveniente facultar al Comité de Derechos
Humanos establecido en la parte IV del Pacto (en adelante denominado el Comité)
para recibir y considerar, tal como se prevé en el presente Protocolo,
comunicaciones de individuos que aleguen ser víctimas de violaciones de
cualquiera de los derechos enunciados en el Pacto,

Han convenido en lo siguiente:

Artículo 1

Todo Estado Parte en el Pacto que llegue a ser parte en el presente Protocolo
reconoce la competencia del Comité para recibir y considerar comunicaciones de
individuos que se hallen bajo la jurisdicción de ese Estado y que aleguen ser
víctimas de una violación, por ese Estado Parte, de cualquiera de los derechos
enunciados en el Pacto. El Comité no recibirá ninguna comunicación que concierna
a un Estado Parte en el Pacto que no sea parte en el presente Protocolo.

Artículo 2

Con sujeción a lo dispuesto en el artículo 1, todo individuo que alegue una violación
de cualquiera de sus derechos enumerados en el Pacto y que haya agotado todos
los recursos internos disponibles podrá someter a la consideración del Comité una
comunicación escrita.

Artículo 3

El Comité considerará inadmisible toda comunicación presentada de acuerdo con el


presente Protocolo que sea anónima o que, a su juicio, constituya un abuso del
derecho a presentar tales comunicaciones o sea incompatible con las disposiciones
del Pacto.

Artículo 4
1. A reserva de lo dispuesto en el artículo 3, el Comité pondrá toda comunicación
que le sea sometida en virtud del presente Protocolo en conocimiento del Estado
Parte del que se afirme que se ha violado cualquiera de las disposiciones del Pacto.

2. En un plazo de seis meses, ese Estado deberá presentar al Comité por escrito
explicaciones o declaraciones en las que se aclare el asunto y se señalen las
medidas que eventualmente haya adoptado al respecto.

Artículo 5

1. El Comité examinará las comunicaciones recibidas de acuerdo con el presente


Protocolo tomando en cuenta toda la información escrita que le hayan facilitado el
individuo y el Estado Parte interesado.

2. El Comité no examinará ninguna comunicación de un individuo a menos que se


haya cerciorado de que:

a) El mismo asunto no ha sido sometido ya a otro procedimiento de examen o


arreglo internacionales;

b) El individuo ha agotado todos los recursos de la jurisdicción interna. No se


aplicará esta norma cuando la tramitación de los recursos se prolongue
injustificadamente.

3. El Comité celebrará sus sesiones a puerta cerrada cuando examine las


comunicaciones previstas en el presente Protocolo.

4. El Comité presentará sus observaciones al Estado Parte interesado y al


individuo.

Artículo 6

El Comité incluirá en el informe anual que ha de presentar con arreglo al artículo 45


del Pacto un resumen de sus actividades en virtud del presente Protocolo.

Artículo 7

En tanto no se logren los objetivos de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea


General de las Naciones Unidas, de 14 de diciembre de 1960, relativa a la
Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos
coloniales, las disposiciones del presente Protocolo no limitarán de manera alguna
el derecho de petición concedido a esos pueblos por la Carta de las Naciones
Unidas y por otros instrumentos y convenciones internacionales que se hayan
concertado bajo los auspicios de las Naciones Unidas o de sus organismos
especializados.
Artículo 8

1. El presente Protocolo estará abierto a la firma de cualquier Estado que haya


firmado el Pacto.

2. El presente Protocolo está sujeto a ratificación por cualquier Estado que haya
ratificado el Pacto o se haya adherido al mismo. Los instrumentos de ratificación se
depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

3. El presente Protocolo quedará abierto a la adhesión de cualquier Estado que


haya ratificado el Pacto o se haya adherido al mismo.

4. La adhesión se efectuará mediante el depósito de un instrumento de adhesión en


poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

5. El Secretario General de las Naciones Unidas informará a todos los Estados que
hayan firmado el presente Protocolo, o se hayan adherido a él, del depósito de cada
uno de los instrumentos de ratificación o de adhesión.

Artículo 9

1. A reserva de la entrada en vigor del Pacto, el presente Protocolo entrará en vigor


transcurridos tres meses a partir de la fecha en que haya sido depositado el décimo
instrumento de ratificación o de adhesión en poder del Secretario General de las
Naciones Unidas.

2. Para cada Estado que ratifique el presente Protocolo o se adhiera a él después


de haber sido depositado el décimo instrumento de ratificación o de adhesión, el
presente Protocolo entrará en vigor transcurridos tres meses a partir de la fecha en
que tal Estado haya depositado su propio instrumento de ratificación o de adhesión.

Artículo 10

Las disposiciones del presente Protocolo serán aplicables a todas partes


componentes de los Estados federales, sin limitación ni excepción alguna.

Artículo 11

1. Todo Estado Parte en el presente Protocolo podrá proponer enmiendas y


depositarlas en poder del Secretario General de las Naciones Unidas. El Secretario
General comunicará las enmiendas propuestas a los Estados Partes en el presente
Protocolo, pidiéndoles que le notifiquen si desean que se convoque una conferencia
de Estados Partes con el fin de examinar las propuestas y someterlas a votación. Si
un tercio al menos de los Estados se declara en favor de tal convocatoria, el
Secretario General convocará una conferencia bajo los auspicios de las Naciones
Unidas. Toda enmienda adoptada por la mayoría de los Estados presentes y
votantes en la conferencia se someterá a la aprobación de la Asamblea General de
las Naciones Unidas.

2. Tales enmiendas entrarán en vigor cuando hayan sido aprobadas por la


Asamblea General y aceptadas por una mayoría de dos tercios de los Estados
Partes en el presente Protocolo, de conformidad con sus respectivos
procedimientos constitucionales.

3. Cuando tales enmiendas entren en vigor serán obligatorias para los Estados
Partes que las hayan aceptado, en tanto que los demás Estados Partes seguirán
obligados por las disposiciones del presente Protocolo y por toda enmienda anterior
que hubiesen aceptado.

Artículo 12

1. Todo Estado Parte podrá denunciar el presente Protocolo en cualquier momento


mediante notificación escrita dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas.
La denuncia surtirá efecto tres meses después de la fecha en que el Secretario
General haya recibido la notificación.

2. La denuncia se hará sin perjuicio de que las disposiciones del presente Protocolo
sigan aplicándose a cualquier comunicación presentada, en virtud del artículo 2,
antes de la fecha de efectividad de la denuncia.

Artículo 13

Independientemente de las notificaciones formuladas conforme al párrafo 5 del


artículo 8 del presente Protocolo, el Secretario General de las Naciones Unidas
comunicará a todos los Estados mencionados en el párrafo 1 del artículo 48 del
Pacto:

a) Las firmas, ratificaciones, y adhesiones conformes con lo dispuesto en el artículo


8;

b) La fecha en que entre en vigor el presente Protocolo conforme a lo dispuesto en


el artículo 9, la fecha en que entren en vigor las enmiendas a que hace referencia el
artículo 11;

c) Las denuncias recibidas en virtud del artículo 12.

Artículo 14

1. El presente Protocolo, cuyos textos en chino, español, francés, inglés y ruso son
igualmente auténticos, será depositado en los archivos de las Naciones Unidas.
2. El Secretario General de las Naciones Unidas enviará copias certificadas del
presente Protocolo a todos los Estados mencionados en el Artículo 48 del Pacto.

Primer Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos

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Primer Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

El Primer Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos es un protocolo adicional que busca asegurar la aplicación de las
disposiciones del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, por
sus siglas en inglés). Para ello, faculta al Comité de Derechos Humanos para recibir
y considerar comunicaciones de individuos que aleguen ser víctimas de violaciones
de cualquiera de los derechos enunciados en el Pacto.

Fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 16 de diciembre


de 1966 y entró en vigencia el 23 de marzo de 1976. Para enero de 2010, tenía 113
miembros y 35 signatarios.1

Contenido

El Protocolo facultativo establece un mecanismo que considera las comunicaciones


de individuos sobre las disposiciones del ICCPR. Tal mecanismo es similar a
aquellos mencionados en el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad y el artículo 14 del Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.
Las partes acuerdan reconocer la competencia del Comité de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas para considerar las denuncias de individuos o grupos que
sostengan que sus derechos resguardados bajo el Pacto han sido violados.2 Los
querellantes deberán haber agotados todos los recursos domésticos y no se
permiten las denuncias anónimas.3 El Comité de Derechos Humanos debe
presentar las denuncias a la atención de la parte pertinente, que deberá responder
en un plazo de seis meses.4 Tras el examen, el Comité debe presentar sus
conclusiones a la parte denunciada y al querellante.5

Si bien no está expresamente previsto en el Protocolo, el Comité de Derechos


Humanos tiene en cuenta el reconocimiento de su competencia para atender
denuncias como imponer una obligación de no obstaculizar el acceso al Comité y
evitar cualquier represalia contra los querellantes.6 Así, el Primer Protocolo
facultativo otorga al Comité la competencia necesaria para examinar las denuncias
de particulares con respecto a presuntas violaciones del Pacto cometidas por los
Estados parte del mismo.
Reservas

El Protocolo adicional requería que diez países presentaran sus ratificaciones para
que entrara en vigor,7 condición que se cumplió en 1976; sin embargo, varios
Estados miembros han tenido reservas y presentado declaraciones interpretativas
para su aplicación del Protocolo adicional.

Austria no reconoce la jurisdicción del Comité de Derechos Humanos para


considerar denuncias que ya hubieran sido examinadas por la Comisión Europea
de los Derechos Humanos.8

Chile, Croacia, El Salvador, Francia, Alemania, Guatemala, Malta, Rusia, Eslovenia,


Sri Lanka y Turquía consideran que el Protocolo adicional solo aplica a las
denuncias que surgieron después de que entró en vigencia para dichos países.8

Croacia, Dinamarca, Francia, Alemania, Islandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta,


Noruega, Polonia, Rumania, Rusia, Eslovenia, España, Sri Lanka, Suecia, Turquía
y Uganda no reconocen la jurisdicción del Comité de Derechos Humanos para
considerar denuncias que ya han sido atendidas bajo otro procedimiento
internacional de denuncias.8

Ni Alemania ni Turquía reconocen la jurisdicción del Comité de Derechos Humanos


para atender denuncias que resulten del artículo 26 del ICCPR, que cubre la
discriminación e igualdad ante la ley, salvo en la medida en que se refieran a los
derechos expresamente reconocidos en el Pacto.8

Ni Guyana ni Trinidad y Tobago reconocen la jurisdicción del Comité de Derechos


Humanos para atender denuncias relativas al uso de la pena de muerte.8

Venezuela no reconoce la competencia del Comité de Derechos Humanos para


considerar denuncias relativas a juicios in absenta por crímenes contra la república.
6. Protocolo El Segundo Protocolo Facultativo: único tratado universal
destinado a abolir la pena de muerte de forma permanente

Artículo por Pierre Désert Publicado el 24/06/2008

El Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos (PIDCP) es un tratado internacional adoptado en 1989 por la Asamblea
General de las Naciones Unidas que tiene como objetivo la abolición de la pena de
muerte de manera permanente.

Es el único instrumento internacional de alcance universal que trata sobre este


tema. Está en consonancia con la lucha de la ONU contra la pena de muerte.

El alcance del Protocolo

El Protocolo es un instrumento muy importante tanto a nivel nacional e


internacional.

A nivel nacional, cuando un Estado ratifica el Protocolo, esta aceptando que nadie
puede ser ejecutado en su jurisdicción, con la única excepción de los delitos
militares muy graves cometidos en tiempo de guerra. Por lo tanto, no sólo se trata
de permitir a los Estados de establecer su posición abolicionista gracias a la
aplicación del derecho internacional, sino también de garantizar de manera
sostenible e irreversible la abolición de la pena de muerte a nivel nacional, ya que el
Protocolo no incluye ningún procedimiento para retractarse.

A nivel internacional, el Protocolo permitirá en última instancia, que las ejecuciones


sean ilegales y consagrará definitivamente el principio según el cual la pena de
muerte es una violación de los Derechos Humanos y en particular del derecho a la
vida. Para ello, sin embargo, el número de Estados que patrocinan el Protocolo
debe llegar a una "gran mayoría".

¿Qué dice el Segundo Protocolo Facultativo?

El preámbulo del Protocolo destaca la importancia de la abolición de la pena de


muerte en la protección y promoción de los derechos humanos: presupone
entonces el compromiso de los Estados miembros con este fin. El artículo 1°
prohíbe las ejecuciones y prevé la abolición de la pena de muerte en la jurisdicción
de los Estados miembros. El artículo 2 permite que Estados se reserven el derecho
de aplicar la pena de muerte para los delitos de carácter militar muy graves
cometidos en tiempos de guerra.

El artículo 6 establece además que los Estados no podrán establecer excepciones


a la prohibición de las ejecuciones, incluso en caso de emergencia pública que
amenace la seguridad de la nación. Los artículos 3, 4 y 5 se refieren a las
obligaciones de los Estados miembros en la presentación de informes y presentan
el procedimiento de demanda y, por último, los artículos 7 a 11 cubren las
cuestiones de procedimiento.

¿Cómo se traduce esto en la práctica?

El Derecho Internacional de los Derechos Humanos establece obligaciones que los


Estados deben respetar: al convertirse en parte de un tratado internacional, un
Estado acepta las obligaciones y los deberes impuestos por el derecho
internacional, incluido el de respetar, proteger y preservar los Derechos Humanos.

En el marco del Segundo Protocolo, los Estados tienen la responsabilidad de


prohibir las ejecuciones en su jurisdicción y de adoptar las medidas necesarias para
abolir la pena de muerte, tras la ratificación de este Protocolo.

Debido a que el Protocolo prohíbe expresamente las ejecuciones, un Estado


firmante debe conmutar la pena de los que ya están condenados a muerte. El
Protocolo obliga a los Estados miembros a no exponer a nadie a un riesgo real de
ejecución, independientemente de las circunstancias.

El Protocolo es supervisado por el Comité de Derechos Humanos, uno de los


órganos integrados por expertos independientes, constituido por la ONU para
supervisar la aplicación de sus tratados. Los Estados miembros están obligados a
presentar un informe periódico al Comité de Derechos Humanos sobre el
cumplimiento efectivo, dentro de su territorio de los derechos contenidos en el
tratado. En algunos casos, el Comité de Derechos Humanos puede examinar las
denuncias entre los Estados

La ratificación de un tratado tiene consecuencias para los Estados: en caso de


incumplimiento de sus obligaciones, su responsabilidad se puede ver
comprometida. Esto se aplica al Segundo Protocolo.

De acuerdo con Marc Bossuyt, Relator Especial de la Comisión de Derechos


Humanos de las Naciones Unidas en 1989, editor del texto, el Protocolo 2 crea dos
obligaciones fundamentales para los Estados: proporcionar un derecho individual
de las personas, el derecho a no ser ejecutado, y tomar todas las medidas
necesarias, incluso legislativas, para abolir la pena de muerte.

6. Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles


y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte

Aprobado y proclamado por la Asamblea General en su resolución 44/128 15 de


diciembre de 1989

Los Estados Partes en el presente Protocolo,


Considerando que la abolición de la pena de muerte contribuye a elevar la dignidad
humana y desarrollar progresivamente los derechos humanos,

Recordando el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos,


aprobada el 10 de diciembre de 1948, y el artículo 6 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, aprobado el 16 de diciembre de l966,

Observando que el artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


se refiere a la abolición de la pena de muerte en términos que indican claramente
que dicha abolición es deseable,

Convencidos de que todas las medidas de abolición de la pena de muerte deberían


ser consideradas un adelanto en el goce del derecho a la vida,

Deseosos de contraer por el presente Protocolo un compromiso internacional para


abolir la pena de muerte,

Han convenido en lo siguiente:

Artículo 1

1. No se ejecutará a ninguna persona sometida a la jurisdicción de un Estado Parte


en el presente Protocolo.

2. Cada uno de los Estados Partes adoptará todas las medidas necesarias para
abolir la pena de muerte en su jurisdicción.

Artículo 2

1. No se admitirá ninguna reserva al presente Protocolo, con excepción de una


reserva formulada en el momento de la ratificación o la adhesión en la que se
prevea la aplicación de la pena de muerte en tiempo de guerra como consecuencia
de una condena por un delito sumamente grave de carácter militar cometido en
tiempo de guerra.

2. El Estado Parte que formule esa reserva deberá comunicar al Secretario General
de las Naciones Unidas, en el momento de la ratificación o la adhesión, las
disposiciones pertinentes de su legislación nacional aplicables en tiempo de guerra.

2. El Estado Parte que formule esa reserva deberá comunicar al Secretario General
de las Naciones Unidas, en el momento de la ratificación o la adhesión, las
disposiciones pertinentes de su legislación nacional aplicables en tiempo de guerra.

3. El Estado Parte que haya formulado esa reserva notificará al Secretario General
de las Naciones Unidas de todo comienzo o fin de un estado de guerra aplicable a
su territorio.
Artículo 3

Los Estados Partes en el presente Protocolo deberán incluir en los informes que
presenten al Comité de Derechos Humanos, en virtud del artículo 40 del Pacto,
información sobre las medidas que han adoptado para poner en vigor el presente
Protocolo.

Artículo 4

Respecto de los Estados Partes en el Pacto que hayan hecho una declaración en
virtud del artículo 41, la competencia del Comité de Derechos Humanos para recibir
y considerar comunicaciones en las que un Estado Parte alegue que otro Estado
Parte no cumple con sus obligaciones se hará extensiva a las disposiciones del
presente Protocolo, a menos que el Estado Parte interesado haya hecho una
declaración en sentido contrario en el momento de la ratificación o la adhesión.

Artículo 5

Respecto de los Estados Partes en el primer Protocolo Facultativo del Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aprobado el 16 de diciembre de 1966,
la competencia del Comité de Derechos Humanos para recibir y considerar
comunicaciones de personas que estén sujetas a su jurisdicción se hará extensiva
a las disposiciones del presente Protocolo, a menos que el Estado Parte interesado
haya hecho una declaración en sentido contrario en el momento de la ratificación o
la adhesión.

Artículo 6

1. Las disposiciones del presente Protocolo serán aplicables en carácter de


disposiciones adicionales del Pacto. 2. Sin perjuicio de la posibilidad de formular
una reserva con arreglo al artículo 2 del presente Protocolo, el derecho garantizado
en el párrafo 1 del artículo 1 del presente Protocolo no estará sometido a ninguna
suspensión en virtud del artículo 4 de Pacto.

Artículo 7

1. El presente Protocolo está abierto a la firma de cualquier Estado que haya


firmado el Pacto.

2. El presente Protocolo está sujeto a ratificación por cualquier Estado que haya
ratificado el Pacto o se haya adherido a él. Los instrumentos de ratificación se
depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

3. El presente Protocolo quedará abierto a la adhesión de cualquier Estado que


haya ratificado el Pacto o se haya adherido a él.
4. La adhesión se efectuará mediante el depósito del instrumento correspondiente
en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

5. El Secretario General de las Naciones Unidas informará a todos los Estados que
hayan firmado el presente Protocolo, o se hayan adherido a él, del depósito de cada
uno de los instrumentos de ratificación o adhesión.

Artículo 8

1. El presente Protocolo entrará en vigor transcurridos tres meses a partir de la


fecha en que haya sido depositado el décimo instrumento de ratificación o de
adhesión en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

2. Respecto de cada Estado que ratifique el presente Protocolo o se adhiera a él


después de haber sido depositado el décimo instrumento de ratificación o adhesión,
el presente Protocolo entrará en vigor una vez transcurridos tres meses a partir de
la fecha en que tal Estado haya depositado su propio instrumento de ratificación o
de adhesión.

Artículo 9. Las disposiciones del presente Protocolo serán aplicables a todas partes
componentes de los Estados federales, sin limitación ni excepción alguna.

Artículo 10

El Secretario General de las Naciones Unidas comunicará a todos los Estados


mencionados en el párrafo 1 del artículo 48 del Pacto:

a) Las reservas, comunicaciones y notificaciones conforme a lo dispuesto en el


artículo 2 del presente Protocolo;

b) Las declaraciones hechas conforme a lo dispuesto en los artículos 4 ó 5 del


presente Protocolo;

c) Las firmas, ratificaciones y adhesiones conformes a lo dispuesto en el artículo 7


del presente Protocolo;

d) La fecha en que entre en vigor el presente Protocolo conforme a lo dispuesto en


el artículo 8 del mismo.

Artículo 11….

1. El presente Protocolo, cuyos textos en árabe, chino, español, francés, inglés y


ruso son igualmente auténticos, será depositado en los archivos de las Naciones
Unidas.

2. El Secretario General de las Naciones Unidas enviará copias certificadas del


presente Protocolo a todos los Estados mencionados en el artículo 48 del Pacto.
Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, destinado a abolir la pena de muerte
Aprobado y proclamado por la Asamblea General en su resolución 44/128 15 de
diciembre de 1989

Entrada en vigor : el 11 de julio de 1991, de conformidad con el párrafo 1 del


artículo 8

Estados Partes

Los Estados Partes en el presente Protocolo,

Considerando que la abolición de la pena de muerte contribuye a elevar la dignidad


humana y desarrollar progresivamente los derechos humanos,

Recordando el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos,


aprobada el 10 de diciembre de 1948, y el artículo 6 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, aprobado el 16 de diciembre de l966,

Observando que el artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


se refiere a la abolición de la pena de muerte en términos que indican claramente
que dicha abolición es deseable,

Convencidos de que todas las medidas de abolición de la pena de muerte deberían


ser consideradas un adelanto en el goce del derecho a la vida,

Deseosos de contraer por el presente Protocolo un compromiso internacional para


abolir la pena de muerte,

Han convenido en lo siguiente:

Artículo 1

1. No se ejecutará a ninguna persona sometida a la jurisdicción de un Estado Parte


en el presente Protocolo.

2. Cada uno de los Estados Partes adoptará todas las medidas necesarias para
abolir la pena de muerte en su jurisdicción.

Artículo 2

1. No se admitirá ninguna reserva al presente Protocolo, con excepción de una


reserva formulada en el momento de la ratificación o la adhesión en la que se
prevea la aplicación de la pena de muerte en tiempo de guerra como consecuencia
de una condena por un delito sumamente grave de carácter militar cometido en
tiempo de guerra.
2. El Estado Parte que formule esa reserva deberá comunicar al Secretario General
de las Naciones Unidas, en el momento de la ratificación o la adhesión, las
disposiciones pertinentes de su legislación nacional aplicables en tiempo de guerra.

3. El Estado Parte que haya formulado esa reserva notificará al Secretario General
de las Naciones Unidas de todo comienzo o fin de un estado de guerra aplicable a
su territorio.

Artículo 3

Los Estados Partes en el presente Protocolo deberán incluir en los informes que
presenten al Comité de Derechos Humanos, en virtud del artículo 40 del Pacto,
información sobre las medidas que han adoptado para poner en vigor el presente
Protocolo.

Artículo 4

Respecto de los Estados Partes en el Pacto que hayan hecho una declaración en
virtud del artículo 41, la competencia del Comité de Derechos Humanos para recibir
y considerar comunicaciones en las que un Estado Parte alegue que otro Estado
Parte no cumple con sus obligaciones se hará extensiva a las disposiciones del
presente Protocolo, a menos que el Estado Parte interesado haya hecho una
declaración en sentido contrario en el momento de la ratificación o la adhesión.

Artículo 5

Respecto de los Estados Partes en el primer Protocolo Facultativo del Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aprobado el 16 de diciembre de 1966,
la competencia del Comité de Derechos Humanos para recibir y considerar
comunicaciones de personas que estén sujetas a su jurisdicción se hará extensiva
a las disposiciones del presente Protocolo, a menos que el Estado Parte interesado
haya hecho una declaración en sentido contrario en el momento de la ratificación o
la adhesión.

Artículo 6

1. Las disposiciones del presente Protocolo serán aplicables en carácter de


disposiciones adicionales del Pacto.

2. Sin perjuicio de la posibilidad de formular una reserva con arreglo al artículo 2 del
presente Protocolo, el derecho garantizado en el párrafo 1 del artículo 1 del
presente Protocolo no estará sometido a ninguna suspensión en virtud del artículo 4
de Pacto.

Artículo 7
1. El presente Protocolo está abierto a la firma de cualquier Estado que haya
firmado el Pacto.

2. El presente Protocolo está sujeto a ratificación por cualquier Estado que haya
ratificado el Pacto o se haya adherido a él. Los instrumentos de ratificación se
depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

3. El presente Protocolo quedará abierto a la adhesión de cualquier Estado que


haya ratificado el Pacto o se haya adherido a él.

4. La adhesión se efectuará mediante el depósito del instrumento correspondiente


en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

5. El Secretario General de las Naciones Unidas informará a todos los Estados que
hayan firmado el presente Protocolo, o se hayan adherido a él, del depósito de cada
uno de los instrumentos de ratificación o adhesión.

Artículo 8

1. El presente Protocolo entrará en vigor transcurridos tres meses a partir de la


fecha en que haya sido depositado el décimo instrumento de ratificación o de
adhesión en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

2. Respecto de cada Estado que ratifique el presente Protocolo o se adhiera a él


después de haber sido depositado el décimo instrumento de ratificación o adhesión,
el presente Protocolo entrará en vigor una vez transcurridos tres meses a partir de
la fecha en que tal Estado haya depositado su propio instrumento de ratificación o
de adhesión.

Artículo 9

Las disposiciones del presente Protocolo serán aplicables a todas partes


componentes de los Estados federales, sin limitación ni excepción alguna.

Artículo 10

El Secretario General de las Naciones Unidas comunicará a todos los Estados


mencionados en el párrafo 1 del artículo 48 del Pacto:

a) Las reservas, comunicaciones y notificaciones conforme a lo dispuesto en el


artículo 2 del presente Protocolo;

b) Las declaraciones hechas conforme a lo dispuesto en los artículos 4 ó 5 del


presente Protocolo;
c) Las firmas, ratificaciones y adhesiones conformes a lo dispuesto en el artículo 7
del presente Protocolo;

d) La fecha en que entre en vigor el presente Protocolo conforme a lo dispuesto en


el artículo 8 del mismo.

Artículo 11

1. El presente Protocolo, cuyos textos en árabe, chino, español, francés, inglés y


ruso son igualmente auténticos, será depositado en los archivos de las Naciones
Unidas.

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