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El mal de hoy en día es la inseguridad, Esto hace

que todas las personas vivan prevenidas y hagan


todo lo que sea necesario para sentirse más
seguras: Cámaras de seguridad, alarmas, pólizas
contra hurto, vehículos blindados, muros etc. Pero
como cristianos sabemos que la verdadera
protección está en las manos de Dios. La protección
de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestras
posesiones, viene como una bendición al ser hijos
de Dios. Él cuida de nosotros constantemente en
medio de este mundo conflictivo en el que vivimos.
¿Cómo podemos estar seguros de su protección?
Cuidando nuestra relación con Dios. La comunión
con Él es nuestro refugio, pues ha prometido que
guardará en completa paz a aquel cuyo
pensamiento en Él persevera, porque en Él ha
confiado. Cuando nuestra mente y corazón están en
continua comunión con Dios, nos asegura
protección y paz.
Proverbios 10:29 dice: “El camino de Jehová es
fortaleza al perfecto; Pero es destrucción a los que
hacen maldad”. Cuando nuestros caminos son
derechos y agradamos a Dios en todo, evitando
caminar por sendas extrañas y haciendo su perfecta
voluntad, contaremos siempre con su cuidado
amoroso y protección.
Recordemos que la misericordia de Dios nos
guarda de todo mal. Él posee la capacidad de
protegernos porque es Todopoderoso, su Palabra
dice que es nuestro amparo y fortaleza en los
momentos difíciles, contamos con su ayuda durante
las angustias, dándonos su poder protector. Una
seguridad que nos saca de los peligros, que nos
apacienta y cuida como el buen Pastor que es.
Estar en su presencia es el mejor refugio,
afiancemos nuestra fe para que nos pongamos
cubiertos bajo la sombra de sus alas. Dios promete
protección para los que viven para Él. Tengamos la
certeza de que Dios es nuestro guardador y es
nuestra sombra a nuestra mano derecha, como dice
su Palabra.
Confiando en Dios en las Pruebas
Introducción

Cristina maneja torpemente sus llaves, abre la puerta, y se derriba llorando en su apartamento. “¿Por qué, Señor? Hoy de

todos los días”, clama ella. La pérdida de su empleo llega como el golpe final de una larga serie de decepciones que

comenzaron con su divorcio dos años atrás. Entonces vino la muerte de su padre el año pasado. Solo hace una semana

ella recibió llamadas acerca de su hijo abandonando la secundaria y su mamá regresando al hospital batallando contra el

cáncer. Y ahora esto. ¿Cómo puede estar ocurriendo esto?

Preguntas en medio de lágrimas llenan sus oraciones esa noche. “¿Por qué es que yo hago lo correcto, pero no hay alivio?

¿Cómo puedes permitir que eso me suceda? ¿Dónde estás, Dios?”

Algunas veces se siente como que estamos golpeando las puertas del cielo, pero nos preguntamos aun si hay alguien del

otro lado. Gracias a Dios, encontramos esta misma expresión franca en los Salmos, donde hombres devotos también

cuestionaron al Señor. En el Salmo 42 el salmista se lamenta, “¿Por qué me has olvidado?” (v. 9). Y en el Salmo 43 él

clama, “¿Por qué me has rechazado?” (v. 2).

En el Salmo 22, David cuestiona a Dios en un momento de total desesperación.

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Lejos estás para salvarme,

lejos de mis palabras de lamento.

Dios mío, clamo de día y no me respondes;

clamo de noche y no hallo reposo. (Salmo 22:1-2 NVI)

Se siente como si Dios ha abandonado a David, lo ha dejado en la miseria, lo ha rechazado. ¿Se ha sentido usted tan

acongojado y solo que usted solamente susurra gemidos y quejas de angustia? ¿Dónde está Dios? ¿Lo ha abandonado a

usted? Las palabras fluyen en torrentes de dolor y emoción, algunas veces agitadas por el enojo y llenas del dolor que

sentimos.

Pero el salmo 22 continúa. Envuelto en una batalla entre su corazón y su mente, David dice,

Pero tú eres santo, tú eres rey,

¡tú eres la alabanza de Israel! (v. 3 NVI)


La batalla entre conocer y sentir el amor de Dios es una a la cual todos nos enfrentamos. Sabemos que Dios non tiene

exactamente donde Él nos quiere, ¡pero nos sentimos aplastados por las circunstancias! Perdemos a un ser querido, una

carrera, un matrimonio, un sueño. Y clamamos, “¿Cómo puedo continuar confiando en Dios?”

En este salmo, David recuerda quién es Dios y lo que Él ha hecho en el pasado. Estos dos principios de guía importantes

nos pueden sacar del borde de la duda que se desmorona y guiarnos a la tierra sólida de la fe.

Recordando el corazón de Dios

Primeramente, la naturaleza fundamental de Dios es buena. Él es un Dios confiable, que libera, salva, y redime. En nuestra

noche oscura de desesperación, el único lugar a donde podemos voltear es Aquel al que David volteó para clamar

sinceramente al Señor, buscando en Él refugio. Nuestra esperanza se basa en recordar quién es Dios. Él es el “Santo”, dice

el salmista (Salmo 22:3 NVI). Él es “compasivo y clemente, lento para la ira y grande en misericordia” (Salmo 103:8). Y a

través de Jesús, tenemos acceso directo a este Rey celestial lleno de gracia.

Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque

no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo

como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos

misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. (Hebreos 4:14-16)

La esperanza para Cristina y para todos nosotros frente a una dificultad económica, a un dolor emocional, y al aguijón de la

muerte reside en conocer el carácter de Dios. La Biblia nos recuerda que Su naturaleza intrínseca es buena, no mala.

Compasiva, no insensible. Fiel. Amable. Confiable.

No solamente eso, en Jesús tenemos un Salvador que ha soportado la misma punzante angustia que atraviesa nuestra

alma. Isaías nos dice, “Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción”

(Isaías 53:3). En la cruz Él clamó las mismas palabras que David expresó muchos años antes: “Dios mío, Dios mío, ¿por

qué me has abandonado?” (Mateo 27:46). Jesús mismo sabe lo que es sentirse abandonado.

Recordando la obra de Dios

No solo encontramos esperanza en Dios porque su naturaleza fundamental es buena, sino también encontramos esperanza

al recordar lo que Dios ha hecho. En el Salmo 22, David recuerda cómo Dios rescató a sus antepasados; las muchas

formas en que Él liberó a la nación de Israel.

En ti confiaron nuestros padres;

confiaron, y tú los libraste;

a ti clamaron, y tú los salvaste;

se apoyaron en ti, y no los defraudaste. (vv. 4-5 NVI)


Él también recordó la bondad de Dios hacia Él personalmente:

Pero tú me sacaste del vientre materno;

me hiciste reposar confiado

en el regazo de mi madre.

Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer;

desde el vientre de mi madre mi Dios eres tú. (Salmo 22:9-10 NVI)

Dependemos de Él porque Él se ha mostrado fiel en el pasado. Recordando su bondad hacia nosotros en el pasado nos

ayuda a seguir adelante durante los tiempos de duda y de preguntas.

Conclusión

En su dolor, Cristina solo podía sentir la angustia de perder su empleo y la frustración de todas sus batallas. Como un Padre

amoroso, Dios quiere que llevemos esas cargas a Él, que vertamos nuestros temores y nuestros dolores ante Él. Pero en

medio de todo eso, Él nos ofrece la estabilidad de su carácter y los alentadores recuerdos de bendiciones pasadas. Como

el maravilloso himno antiguo Gracia Admirable proclama: “La gracia me libró de perdición, Y me llevará al hogar.”

¿Qué ha hecho Dios por usted? ¿Puede usted recordar la obra de Dios en su vida?

 Comience un diario. Escriba versículos que le enseñan específicamente acerca del corazón de Dios y de Su carácter.
 Mantenga “Piedras de Dios” a la vista, recordatorios del cuidado de Dios, alrededor de su casa, en su coche, o en la
oficina. Estas pueden ser fotografías, cuadros, flores; cualquier cosa que le recuerde la obra anterior de Dios en su vida.
Como los israelitas en Josué 4, necesitamos recordatorios tangibles del impacto de Dios en nuestras vidas.
 Visite lugares significativos que Dios ha utilizado a través de su vida. Exprésele a un amigo lo que Él hizo y cómo lo afectó
a usted.
 Vea sus pruebas como una oportunidad para acercarse más a Dios a través de la oración y la lectura de la Biblia. Decida
no permitir que las dificultades causen una separación entre usted y el Señor.

Extraiga fortaleza de la familia de su iglesia uniéndose a un grupo de creyentes afectuosos que puedan apoyarlo y orar por

usted mientras usted pasa a través de este valle oscuro.


Estudio bíblico de Proverbios 2:1-22

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Proverbios 2:1-22
Amigo oyente, volvemos hoy al Libro de Proverbios y vamos a
observar lo que dice el capítulo 2. Confiamos en que usted ya se
habrá dado cuenta que los dichos que se encuentran aquí en
Proverbios no se han reunido en este libro de una forma
descuidada o por casualidad. Aquí se cuenta una historia, cuyos
eventos están relacionados. Tenemos ante nosotros un desafío,
un reto presentado a un joven para que llegue a ser una
persona sabia. Se le recomienda que escuche, que incremente
su conocimiento. Él tiene que comenzar a aprender de su padre
y de su madre en el hogar y esa es la lección básica antes de
que entre en la escuela. Y esa primera lección básica le será de
utilidad aun cuando en el futuro adquiera conocimientos más
avanzados. Esa lección fundamental es la siguiente; "El temor
del Señor es el principio de la sabiduría" (como leímos en 1:7)
Ahora, la forma de saber acerca del Señor es `por medio de Su
Palabra. Hay muchas personas que dicen que para entender la
Palabra de Dios hay que tener un alto grado de inteligencia.
Estimado oyente, permítanos decir que nada está más alejado
de la verdad. Dios no dice que eso es lo esencial. Sin embargo,
en este capítulo donde el joven comienza, se pondrá en claro
que si él ha de conocer la voluntad y la palabra de Dios, tendrá
que estudiar. No puede entretenerse ni andar con titubeos, ni
andar recogiendo margaritas a lo largo del camino de la vida;
tendrá que aplicar su corazón a la sabiduría. En consecuencia,
tendrá que estudiar la Palabra de Dios.
Leamos ahora el versículo 1 de este capítulo 2 de Proverbios,
que comienza a hablar sobre

La fuente de la sabiduría
"Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas en ti mis
mandamientos"
Aquí dice: hijo mío. Evidentemente este es el consejo que se le
da al joven. EL comenzó como un niño en el hogar. Luego creció
lo bastante como para hacer frente a la vida y entonces recibe
consejo de una persona sabia. Su vida en el hogar como un
muchachito, luego su crecimiento, ahora haciéndole frente a la
vida, y recibe este consejo de parte de una persona sabia en el
andar de la vida. Aparentemente ésta podría haber sido la
primera lección que él recibe en el colegio. Desgraciadamente él
no aprendería esto en algunas escuelas contemporáneas.
La frase prosigue: Hijo mío, si recibes mis palabras. Las
Palabras de Dios tienen que ser recibidas. Sus mandamientos
han de ser guardados o acumulados con las cosas más valiosas
de nuestra vida.
Cierto hombre tenía una caja de seguridad en un banco e iba allí
regularmente cada semana. Iba para contar lo que allí había
atesorado. Le agradaba ir al lugar donde se encontraban sus
riquezas. Había acumulado algunas acciones y bonos, y le
encantaba ir a mirarlos. Y hemos oído de una mujer que poseía
valiosas joyas. Le agradaba sacarlas de su alhajero y
admirarlas. Esa es la manera en que la Palabra de Dios debería
ser guardada, atesorada. Recordemos esta recomendación de
atesorar sus mandamientos.
Leamos ahora el versículo 2:
"Haciendo estar atento tú oído a la sabiduría; si inclinas tu
corazón a la prudencia"
Aquí dice inclina tu oído. O sea, mantener el oído abierto. Algo
tiene que entrar por la puerta del oído, pero su destino final es
el corazón. Cuando la Palabra de Dios llega al corazón, produce
entendimiento. Ahora, él no ha terminado con este
mandamiento, y continúa insistiendo en el desafío. Leamos el
versículo 3:
"Si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista"
Observemos lo que nos está diciendo aquí. Pedro lo expresó de
la siguiente manera en su primera carta 2:2, diciendo: desead,
como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada,
para que por ella crezcáis para salvación. Se refiere el apóstol a
la Palabra de Dios. ¿Ha visto usted, estimado oyente, alguna vez
a un bebé cuando su mamá le está dando el biberón? El
pequeño está acostado observando lo que su mamá le está
trayendo y mueve todo lo que tiene, sacude sus manos, mueve
sus pies, y su boca está deseando ansiosamente la leche de ese
biberón. Y el hijo de Dios debería igualmente actuar de esa
manera frente a la Palabra de Dios. En cuando a la situación
espiritual de los cristianos en la actualidad, diremos que allí
donde hay un movimiento de renovación, usted puede notar que
hay un renovado interés en la Palabra de Dios. Aquí dice "Si
invocas a la inteligencia", y ¿cuál es ese conocimiento o
inteligencia? Recordemos que el temor del Señor es el principio
de la sabiduría.
Y continúa diciendo el versículo 3 y pidas. Otra versión dice "si
alzas tu voz". Y otra dice "pide con todas tus fuerzas inteligencia
y buen juicio". Nos gustaría ver a jóvenes reclamando algo tan
necesario. Leamos ahora el versículo 4:
"Si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un
tesoro"
Cuando los hombres están buscando minas de plata, no se fijan
en los sacrificios que tienen que hacer, y muchos de ellos han
encontrado la muerte tratando de descubrir el preciado metal.
Muchos han tenido que hacer viajes largos, corriendo riesgos y
realizando enormes esfuerzos, cruzando todo un país para
comercializarla. De esta manera deberíamos nosotros procurar
el conocimiento, el conocimiento de la Palabra de Dios.
Deberíamos buscarlo con la misma ansia que si estuviéramos
extrayendo ese mineral de la tierra, buscando algo de gran
valor. Y dice el versículo 5 de Proverbios 2:
"Entonces entenderás el temor del Señor y hallarás el
conocimiento de Dios"
Aquí se está hablando de algo que es más que simplemente una
lectura devocional. Sabemos de personas que han estado
leyendo la Biblia para sus momentos devocionales de meditación
por años, y no han avanzado en su conocimiento del texto
Bíblico. Uno no puede aprender la Palabra de Dios simplemente
adoptando una actitud aparentemente piadosa y poniéndose a
leer unos pocos versículos de la Biblia. La verdadera forma de
aprenderla es atesorarla, leerla o escucharla con atención,
aplicarla al corazón (al centro de nuestros pensamientos y
emociones), ansiar reclamarla y recibirla como el alimento
básico y buscarla como si fuera un metal precioso o un tesoro
escondido. Cuando tenemos esa actitud hacia la Palabra divina,
entonces aprenderemos mucho de ella. Y entenderemos cuál es
el "temor reverente del Señor" y el "conocimiento de Dios" que
se mencionan en este versículo 5.
Cierto joven estaba hablando en una ocasión acerca de un
examen bastante difícil que tenía que rendir en el seminario, y
era acerca de cierto libro de Teología. Era un libro bastante
aburrido y no se parecía por lo cierto en nada a una novela de
misterio. Y uno de los jóvenes estaba quejándose acerca de eso.
Él dijo: "Profesor, este es uno de los libros más secos que yo he
leído". A lo cual, el profesor le contestó: "Entonces humedécelo
con un poco del sudor de tu frente". Y así es como son las
cosas, estimado oyente, según Dios dice, y no hay ninguna
clase de atajo o fórmula mágica para aprender los secretos de la
Palabra de Dios. No hay ninguna fórmula piadosa de aprenderla.
No hay ningún sustituto para el esfuerzo personal, como el que
realizan aquellos que trabajan para extraer de las entrañas de la
tierra un preciado tesoro. Y esa tarea no requiere una
inteligencia privilegiada. Porque además del esfuerzo que
ponemos de nuestra parte, el Espíritu de Dios nos ayuda a
comprender el mensaje de la Biblia, y a trasladar su enseñanza
a nuestra vida práctica. Bueno, escuchemos lo que se nos dice
aquí en el versículo 6, de este capítulo 2, de Proverbios; dice:
"Porque el Señor da la sabiduría y de su boca proceden el
conocimiento y la inteligencia."
Si usted quiere sabiduría, estimado oyente, tiene que pedírsela
a Él. Recordemos lo que dijo el Apóstol Pablo, en su Primera
Epístola a los Corintios 2:9-10, Cosas que ojo no vio ni oído oyó
ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha
preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a
nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo examina, aun
lo profundo de Dios. Así que si Dios nos revela la verdad divina
por medio de Su Espíritu, quiere decir que El está aquí hoy para
ser nuestro Maestro. Y, estimado oyente, esa es la razón por la
cual muchas personas que no tienen ningún doctorado, ni han
podido estudiar teología, sin embargo tienen un conocimiento de
la Palabra de Dios que muchos otros no pueden lograr.
Un pastor nos ha contado que conoció a una anciana que no
había recibido más educación que la primaria o básica y que
asistía a su iglesia llevando una Biblia muy usada. Esa mujer era
capaz de discutir o intercambiar opiniones sobre temas Bíblicos
y revelaba un gran discernimiento espiritual. Sabía más teología
y tenía un conocimiento Bíblico mayor que muchos miembros de
la iglesia, sin haber asistido nunca a un Seminario Teológico.
Tampoco había seguido cursos formales de preparación Bíblica.
Pero pasaba cada día cierto tiempo leyendo y examinando la
Biblia y cuando tenía dudas en su estudio personal, oraba a Dios
pidiendo su dirección. Es decir que tenía un corazón abierto a la
Palabra de Dios, y la leía con verdadera ansia, dispuesta a que
el Espíritu de Dios fuera su Maestro. Realmente, Dios respondía
sus oraciones y le daba la sabiduría necesaria que ella, por las
circunstancias de su vida, no había podido adquirir por sí
misma.
Estamos viviendo ahora en días cuando no hay demasiado
interés por la Biblia. Y en realidad, nos sorprende que haya
tantas personas que quieran estudiar la Biblia siguiendo este
programa de radio. El Dr. Ironside dijo en cierta ocasión, hace
muchos años, lo siguiente: "Aun entre aquellos que dan gran
importancia y valor a las verdades preciosas de la Biblia, el
estudio diligente de la misma está disminuyendo". Y tememos
que eso sea aun verdad en círculos que han estado
tradicionalmente interesados en el uso y estudio de la Biblia.
Pero por otra parte, en sectores que han estado normalmente
apartados de la influencia de la Biblia, ha surgido un interés en
su estudio. Por eso, bien dice el proverbio de este versículo 6,
porque el Señor da la sabiduría y de su boca proceden el
conocimiento y la inteligencia. ¿Y cómo podemos escucharle
hablar? Con frecuencia solemos decir que la Biblia es la Palabra
de Dios. El nos habla por medio de este libro.
Leamos ahora los versículos 7 y 8 de este capítulo 2 de
Proverbios:
"Él provee de sana sabiduría a los rectos: es escudo para los
que caminan rectamente. Él es quien guarda las sendas del
juicio y preserva el camino de sus santos."
Muchos creyentes se encuentran como si estuvieran perdidos en
la niebla y se preguntan hacia dónde dirigirse. Es evidente que
el problema consiste en que están tan alejados de la Palabra de
Dios. Aquí en este libro, en la Biblia, es donde Él está hablando.
Su Palabra es como una sirena en la niebla. Como dice este
proverbio, preserva el camino de sus santos, es decir, a quienes
le son fieles, Eso es lo que Él hará, y no lo realizará al azar,
desordenadamente, Por ello insistimos en que usted tiene que
acudir a la Palabra de Dios. El versículo 9 dice:
"Entonces comprenderás qué es justicia, juicio y equidad, y todo
buen camino."
Es triste observar en el día de hoy a tantas personas que están
ocupando cargos públicos, que rigen los destinos de las naciones
y que no están siendo guiados por el Señor. Y Él quiere guiarlos.
Ah, si ellos sólo acudieran a El buscando Su sabiduría. Para el
que tenga un profundo deseo de vivir controlado por el poder de
la verdad revelada en la Palabra de Dios, Dios será como un
escudo, porque El es un defensor de los suyos, manteniéndolos
seguros a medida que transitan por los senderos del juicio y el
discernimiento, protegiendo su camino.
Estimado oyente, escuchamos muchas veces a algunas personas
que decir que nosotros sostenemos la verdad, pero lo
verdaderamente importante es que la verdad nos sostenga y
sujete a nosotros. Usted puede notar que existe una gran
diferencia entre estas opciones. Y nos dice que en los días
finales habrá quienes engañen con su palabrería. No nos
interesa hablar con palabras ampulosas, redundantes, con
grandes palabras que no tengan mucho significado, como
tratando de dejar una buena impresión. Nadie aquí quiere
mostrar jactancia por conocimientos en diferentes áreas como,
por ejemplo, teología, conocimiento Bíblico, filosofía o
psicología. Ya hay bastante de ello por ahí. Lo que necesitamos
son personas que muestren una comprensión de justicia, juicio
y equidad, y todo buen camino como dice este versículo 9.
Leamos ahora los versículos 10 al 12, que comienzan a
hablarnos sobre

Los enemigos del joven


"Cuando la sabiduría penetre en tu corazón y el conocimiento
sea grato a tu alma, la discreción te guardará y te preservará la
inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres que
hablan perversamente"
Estimado oyente, como dice el versículo 10, cuando la sabiduría
de Dios penetre en su propio corazón y el conocimiento sea
grato a su alma, usted no podrá ser engañado fácilmente. Si
usted permanece cerca de la Palabra de Dios, no será desviado
de su buen camino. Continuemos leyendo los versículos 13 al
15: El nos preservará
"De los que abandonan los caminos rectos para andar por
sendas tenebrosas, de los que disfrutan haciendo el mal y se
gozan con las perversiones del vicio, las sendas de los cuales
son torcidas, y torcidos sus caminos."
Esta ha sido nuestra oración desde el mismo principio de
nuestro ministerio y actividades de enseñanza, incluyendo los
programas de radio. Y es la oración de todos aquellos que, de
diversas maneras, enseñan y proclaman la Palabra de Dios.
Todos necesitamos ser protegidos del engaño de los malvados
que puedan acercarse inadvertidamente porque están por todas
partes. En el libro de los Proverbios se le enseña al hijo de Dios
que tiene dos clases de enemigos: la persona malvada y la
mujer extraña, ajena.
Cuando el joven comienza a transitar por el camino de la vida,
se le advierte sobre las personas malvadas. Vincularse a ellas,
constituye un peligro para él, porque pueden presionarle para
satisfacer sus propios intereses y desviarle del camino y
propósito que Dios tiene para su vida.
Veamos ahora lo que dicen los versículos 16 al 22 de este
capítulo 2, de Proverbios:
"Serás así librado de la mujer ajena, de la extraña que halaga
con sus palabras, que abandona al compañero de su juventud y
se olvida del pacto de su Dios, por lo cual su casa se desliza
hacia la muerte, y sus sendas hacia los muertos. De los que a
ella se lleguen, ninguno volverá ni seguirá de nuevo los
senderos de la vida. Tú así andarás por el camino de los buenos
y seguirás las sendas de los justos; porque los rectos habitarán
la tierra y los íntegros permanecerán en ella. En cambio, los
malvados serán eliminados de la tierra, y de ella serán
desarraigados los prevaricadores."
En estos proverbios el joven es advertido aquí contra el hombre
malvado y contra la mujer extraña. Ya sabemos quién es el
hombre malvado, pero ¿quién es esta mujer extraña? En Israel,
Dios había entregado una ley que establecía que ninguna mujer
israelita podía dedicarse a la prostitución. Es posible que si
alguna mujer lo hiciera, fuera expulsada de los límites del
pueblo y clasificada junto con los pecadores, y más tarde en la
historia, con los publicanos, que serían los agentes encargados
de recaudar los impuestos. En este contexto, la extraña era la
no judía que se introducía en el pueblo, porque se daba cuenta
de que habría un lugar para que ella ejerciera su profesión. Así
que la mujer extraña era una extranjera que se introducía en
aquella sociedad israelita para ejercer la prostitución. Entonces
en estos proverbios se le advertía al joven sobre ella. Y se le
decía lo que le podría suceder y a lo que se exponía. EL
versículo 19 dice el que se enreda con ella no vuelve jamás, ni
alcanza los senderos de la vida. Aquí quiere decir que el joven
perdería su salud. En aquellos días llevaba años curarse de las
consecuencias de una enfermedad venérea y Dios advirtió a los
jóvenes sobre esos peligros.
Al despedirnos hoy, queremos hacerlo con las palabras del
Salmo 119, que dice: ¿Con qué limpiará el joven su camino?
¡Con guardar tu palabra! Y otra versión lo expresa de esta
manera: "¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra".

“El temor de Jehová... eso es sabiduría”


“LA CONCLUSIÓN del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus
mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre.” (Eclesiastés 12:13.) A esta profunda
conclusión llegó el rey Salomón, del antiguo Israel, bajo inspiración divina. También el patriarca Job
reconoció el valor de temer a Dios, pues dijo: “¡Mira! El temor de Jehová... eso es sabiduría, y
apartarse del mal es entendimiento” (Job 28:28).
La Biblia otorga una gran importancia a temer a Jehová. Pero ¿por qué es sabio cultivar temor
reverente a Dios? ¿Qué beneficios nos reporta individual y colectivamente a los siervos de Jehová?
En el capítulo 14 de Proverbios, versículos 26 a 35, encontramos la respuesta.*
Produce “fuerte confianza”
“En el temor de Jehová hay fuerte confianza, y para sus hijos llegará a haber un refugio”, afirma
Salomón (Proverbios 14:26). La persona que teme a Jehová confía de lleno en el Dios leal y
todopoderoso. No sorprende que mire hacia adelante con fuerte confianza, pues sabe que le espera
un futuro largo y colmado de bendiciones.
Pero ¿qué futuro les aguarda a quienes confían en los proyectos, organizaciones, ideologías y
riquezas de este mundo? Prescindiendo de cuál sea el futuro que ellos desean, en realidad será
corto, porque la Biblia dice: “El mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17). Entonces, ¿qué sentido tiene que estemos
‘amando al mundo o las cosas que están en el mundo’? (1 Juan 2:15.)
¿Qué hacen los padres temerosos de Dios para asegurarse de que “llegará a haber un refugio” para
sus hijos? El salmista cantó: “Vengan, hijos, escúchenme; el temor de Jehová es lo que les enseñaré”
(Salmo 34:11). Si los padres enseñan a los niños a temer a Dios y les ponen ellos mismos el ejemplo,
es más probable que lleguen a ser hombres y mujeres con una fuerte confianza en Jehová
(Proverbios 22:6).
“El temor de Jehová es un pozo de vida —continúa Salomón—, para apartar de los lazos de la
muerte.” (Proverbios 14:27.) El temor de Jehová es “un pozo de vida” porque el Dios verdadero es
“la fuente de agua viva” (Jeremías 2:13). Adquirir conocimiento de Jehová y de Jesucristo puede
significar vida eterna para nosotros (Juan 17:3). Además, el temor de Dios nos aparta de los lazos de
la muerte. ¿Cómo? Proverbios 13:14 dice: “La ley del sabio es fuente de vida, para apartar a uno de
los lazos de la muerte”. Cuando tememos a Jehová, obedecemos su ley y dejamos que su Palabra
guíe nuestros pasos, sin duda se nos protege de prácticas y sentimientos que nos hacen daño y que
podrían conducirnos a una muerte prematura.

“Adorno del rey”


Durante la mayor parte de su reinado, Salomón temió y obedeció a Jehová, lo que contribuyó a que
su gobierno tuviera buenos resultados. ¿Cómo se sabe si un rey es buen gobernante o
no? Proverbios 14:28 responde: “En la multitud de pueblo está el adorno del rey, pero en la falta de
población está la ruina del alto funcionario”. La aptitud de un rey se mide por el bienestar de sus
súbditos. Si muchos desean permanecer bajo su dominación, será porque es un buen dirigente.
Salomón tenía “súbditos de mar a mar [del mar Rojo al mar Mediterráneo] y desde el Río [Éufrates]
hasta los cabos de la tierra” (Salmo 72:6-8). Su gobernación se caracterizó por paz y prosperidad sin
precedentes (1 Reyes 4:24, 25). El reinado de Salomón fue todo un éxito. Por otro lado, el dirigente
que no cuenta con el favor popular acaba sufriendo deshonra.
Teniendo eso presente, ¿qué puede decirse de la gloria del Salomón Mayor, el Rey Mesiánico,
Jesucristo? Pensemos en los súbditos que ya tiene hoy en día. En todo el planeta hay más de seis
millones de hombres y mujeres temerosos de Dios que han decidido vivir bajo el dominio de Cristo.
Tienen fe en Jesús y están unidos en la adoración verdadera del Dios vivo (Juan 14:1). Al final del
Reinado Milenario, todos los que estaban en la memoria de Dios habrán resucitado. La Tierra,
convertida en un paraíso, estará llena de personas justas y felices que habrán demostrado gratitud
por su Rey. Sin duda, eso constituirá un magnífico testimonio del éxito del gobierno de Cristo. Por
consiguiente, no perdamos nunca nuestra maravillosa esperanza del Reino.

Beneficios espirituales y físicos


El temor reverente a Dios calma el corazón y tranquiliza el espíritu, porque entre las muchas facetas
de la sabiduría están el buen juicio y el discernimiento. Proverbios 14:29 dice: “El que es tardo para
la cólera abunda en discernimiento, pero el que es impaciente está ensalzando la tontedad”. Si
tenemos discernimiento, comprendemos que la cólera descontrolada perjudica nuestra
espiritualidad. Las ‘enemistades, las contiendas, los celos, los arrebatos de cólera y las altercaciones’
figuran entre las obras que podrían impedir que ‘heredáramos el reino de Dios’ (Gálatas 5:19-21).
Se nos aconseja incluso que no alberguemos ira, aunque esté justificada (Efesios 4:26, 27). Por otra
parte, la impaciencia puede llevarnos a decir o hacer cosas tontas que luego lamentemos.
El rey de Israel señala ahora los efectos nocivos que tiene la cólera en la salud: “Un corazón calmado
es la vida del organismo de carne, pero los celos son podredumbre a los huesos” (Proverbios 14:30).
La cólera y los enojos causan problemas de salud tales como dificultades respiratorias, presión alta y
trastornos hepáticos y pancreáticos. Los médicos indican, además, que tales sentimientos negativos
agravan e incluso provocan males como úlceras, urticaria, asma, enfermedades de la piel y
problemas digestivos. Por otro lado, “la paz del corazón fomenta la salud” (Proverbios 14:30, La
Nueva Biblia Latinoamérica, 2004). Así, seremos sabios si seguimos “tras las cosas que contribuyen a
la paz y las cosas que sirven para edificación mutua” (Romanos 14:19).

El temor de Dios nos ayuda a ser imparciales


“El que defrauda al de condición humilde ha vituperado a su Hacedor, pero el que muestra favor al
pobre Lo glorifica”, dice Salomón (Proverbios 14:31). La persona temerosa de Dios reconoce que
todo ser humano tiene el mismo Hacedor, Jehová Dios, por lo que ve al de condición humilde como
su prójimo y comprende que el trato que se le da a este le importa al Creador de la humanidad.
Para glorificar a Dios, debemos ser justos e imparciales con los demás. Los cristianos de escasos
recursos deben recibir atención espiritual sin parcialidad. Y tenemos que llevar las buenas nuevas
del Reino de Dios tanto a ricos como a pobres.
El sabio rey pasa a señalar otra ventaja del temor de Jehová: “A causa de su maldad, el inicuo será
empujado abajo, pero el justo hallará refugio en su integridad” (Proverbios 14:32). ¿Cómo es
empujado abajo el inicuo? Según algunos biblistas, eso significa que cuando sobrevienen
calamidades, el malvado no tiene ninguna posibilidad de recuperarse. El hombre que teme a Dios,
en cambio, se refugia en su integridad para con el Creador. Como confía plenamente en Él hasta la
muerte, manifiesta la misma resolución que Job, quien dijo: “¡Hasta que expire no quitaré de mí mi
integridad!” (Job 27:5).
Para mantenernos íntegros, debemos tener temor de Dios y sabiduría. ¿Y dónde se halla la
sabiduría? Proverbios 14:33 responde: “En el corazón del entendido descansa la sabiduría, y en medio
de los estúpidos llega a ser conocida”. En efecto, se halla en el corazón del hombre que tiene
entendimiento. Pero ¿en qué sentido llega a ser conocida en medio de los necios? Según una obra
de consulta, “el necio, en su afán de parecer sabio, suelta cosas que cree que reflejan sabiduría,
pero, al hacerlo, las convierte en necedad”.

“Ensalza a una nación”


Tras mostrar el efecto que tiene el temor de Dios en nosotros individualmente, el rey de Israel pasa
a mostrar el efecto que tiene en toda una nación. Dice: “La justicia es lo que ensalza a una nación,
pero el pecado es cosa afrentosa a los grupos nacionales” (Proverbios 14:34). En el caso de la nación
de Israel se cumplió claramente este principio. Cuando los israelitas observaban las elevadas normas
divinas, eran ensalzados por encima de las naciones vecinas. No obstante, sus repetidos actos de
desobediencia les acarrearon deshonra, y con el tiempo, Jehová los rechazó. Este principio es
aplicable de igual modo a los siervos de Dios de la actualidad. La congregación cristiana se
diferencia del mundo porque observa los justos principios divinos. Ahora bien, para mantener esa
posición elevada, cada uno de nosotros debe llevar una vida casta. Si practicamos el pecado,
sufriremos deshonra y nos convertiremos en un oprobio para la congregación y para Dios.
Salomón expresó a continuación lo que complace a un rey: “El placer del rey está con el siervo que
actúa con perspicacia, pero su furor llega a estar para con el que actúa vergonzosamente” (Proverbios
14:35). Y Proverbios 16:13 afirma: “Los labios de la justicia son un placer para un rey magnífico; y él
ama al que habla cosas rectas”. Así es, nuestro Caudillo y Rey, Jesucristo, se siente muy complacido
cuando actuamos con justicia y perspicacia y utilizamos nuestros labios en la obra de predicar el
Reino y hacer discípulos. Por consiguiente, participemos de lleno en esa obra y disfrutaremos de las
bendiciones que reporta temer al Dios verdadero.
INFORME SESION DISTRITAL 29/06/2018
IEUCB CONCEPCION

Amados hermanos, les saludamos cordialmente

Agradecemos al Señor poder servirle, es nuestro deseo hacerlo con excelencia.

A continuación´ algunos hechos relevantes sucedidos en nuestra congregación:

Los días 11 y 12 de Mayo se realizó capacitación a maestros de Escuela Dominical y a hermanos


que mantienen el ministerio de trabajo con niños, la capacitación fue realizada por el Director
Nacional de APEN, la cual fue de mucha bendición para los asistentes, confirmando así la
necesidad de seguir perfeccionándonos en el trabajo con Niños y Adolescentes

Durante el mes de Mayo se realizaron algunas mejoras en las instalaciones, se adquiere luminarias
led para las salas de clases, focos exteriores y sistema de cámaras de seguridad para el recinto,
además se trabaja en mejorar el sistema de alarma, todo ello para el resguardo de la integridad de
la familia que cuida el recinto como asimismo del templo y salones.

El día 2 de Junio, se realiza un seminario de música, denominado Proyecto Impulso, coordinado


por el grupo de alabanzas, el fin es que la hermandad comprenda el real sentido de la alabanza al
Señor en la Iglesia Cristiana.

En el mes de Junio se participa de capacitación a liderazgo en Lican Ray, por medio de 2 hermanos

Los días 23 y 24 de junio nos visitó el Misionero Hector Meneses, quien capacitó a la iglesia el día
sábado y participó de la enseñanza en la Escuela Dominical y Culto.

Reconocemos nuevamente que el Señor ha bendecido nuestra iglesia, y permite continuar con la
Obra.

Durante este año continúa la colaboración de nuestro pastor asesor Armando Valdés.

Se mantiene el trabajo de nuestros departamentos, Sociedad Femenina, Unión de Jóvenes, Ichtus,


Escuela Dominical, Departamento de Misiones, Ministerio de Alabanza, Diaconado.

Se mantienen reuniones con liderazgos y sesiones de miembros bimensuales.

Rogamos sus oraciones por nuestra iglesia

Cuerpo de Ancianos.

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