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La situación demográfica de España

Juan José Zabala Calderón NP 53419


Demografía, población y recursos
Universidad Alfonso X “El Sabio”
Índice

3 Introducción

4 Análisis previo

6 Análisis de la pirámide de población

9 Longevidad

12 Problema de natalidad

13 El futuro de la población española

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Introducción

El estudio de la población española parte de la presentación de las fuentes que


proporcionan información sobre sus distintos componentes y se centra en la explicación
de sus rasgos actuales: una tasa de natalidad muy baja, una elevada esperanza de
vida, un boom migratorio positivo debido a la paralización de la emigración y a la
recepción de un elevado número de inmigrantes, una reactivación del crecimiento y
una estructura envejecida y terciarizada.

El análisis de la pirámide de población nos permitirá saber más no sólo de su


estructura sino de su evolución y los porqués de la actual situación demográfica de
nuestro país.

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Análisis previo

Basándonos en los datos de 2008, la población española ascendía a 46 millones


de habitantes aunque su distribución era y siempre ha sido irregular dependiendo de la
región española que se analizara pudiendo encontrar densidades de población muy
dispares. El más claro ejemplo de ello Castilla la Mancha con 25’68 hab/km2 (2.038.956
hab.) y su vecina Madrid con 779’34 hab/km2 (6.251.876 hab.). Con una media de 91’1
hab/km2, España se encuentra bastante por debajo de la media europea (114 hab/km2
(501.259.840 hab.)). Sin embargo al hablar de aglomeraciones urbanas encontramos
que 3 de las 20 ciudades más pobladas de la Unión Europea son Madrid, Barcelona y
Valencia en los puestos 3, 8 y 20 respectivamente siendo Madrid superada solamente
por Londres y Berlín. París es la 5ª aunque teniendo en cuenta la población de su área
metropolitana, pasa a 1er puesto con más de 11 millones de habitantes.

Los factores explicativos de dicha distribución en España son varios pero


analizándolos por separado cronológicamente diferenciamos:

a. En la época preindustrial la economía básicamente agraria tuvo más


peso por lo que las mayores densidades de población se encontraban
cercanas a las costas de relieve llano e inviernos suaves, sobre todo la
mediterránea. En el XVI el descubrimiento de América dio a Castilla una
gran prosperidad económica convirtiéndola en la zona más poblada de
la Península. Sin embargo en el XVII la crisis económica originó
movimientos de nuevo hacia la periferia.
b. En la época industrial (de mediados del XIX a la crisis de 1975) los
factores naturales perdieron importancia y se consolidaron y agudizaron
los contrastes en la distribución de la población. Aumentaron su peso
Madrid (como capital y centro financiero del Estado) y las regiones
periféricas en unos casos por su alto crecimiento natural (Galicia,
Andalucía y Murcia) y en otros casos por la instalación de actividades
económicas que atrajeron población, como la industria (Asturias, País
Vasco y Cataluña), mientras otras regiones del interior siguieron
perdiendo peso demográfico.
c. En la época post industrial dichos contrastes se mitigaron. La crisis del
75 redujo la atracción a las zonas industrializadas y disminuyeron las
salidas de las zonas tradicionalmente emigratorias que pasaron incluso
a recibir emigrantes retornados.

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En este trabajo trataré de definir las características actuales de la demografía
de España y al encontrarnos en este último periodo post industrial debo de destacar las
características de esta época: El sector terciario comenzó a primar con respecto a otros
situando a España como referente en el sector servicio, la hostelería, el comercio y el
turismo; La industria sufrió una difusión espacial perdiendo algunas zonas toda su
importancia industrial (Asturias es el más claro ejemplo); La agricultura que tantos
años vertebró la economía nacional pasó a estar totalmente tecnificada produciendo
desempleados que tuvieron que pasar a los sectores secundario y terciario; El aumento
de la inmigración extranjera no solo afectó al terreno laboral y demográfico sino al
sociocultural creando un panorama actual más diverso; Se consolidaron Madrid,
Andalucía y la costa mediterránea como principales focos demográficos (60% de la
población).

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Análisis de la pirámide de población

La pirámide de población española actual es la siguiente:

80 a 84
70 a 74
60 a 64
50 a 54
40 a 44
30 a 34
20 a 24
10 a 14
Menos 5

-6,0 -4,0 -2,0 0,0 2,0 4,0 6,0

Mujeres % Hombres %

Esta pirámide de elaboración propia está basada en los datos del Instituto
Nacional de Estadística
tadística (INE) con datos
dato de 2010.

Hombres Mujeres TOTAL


Menos 5 1265330 1194287 2459617
5a9 1180608 1116537 2297145
10 a 14 1083408 1027925 2111333
15 a 19 1151430 1089386 2240816
20 a 24 1343028 1286418 2629446
25 a 29 1733193 1653711 3386904
30 a 34 2084295 1947929 4032224
35 a 39 2036044 1913122 3949166
40 a 44 1889212 1826780 3715992
45 a 49 1717169 1709707 3426876
50 a 54 1492254 1524029 3016283
55 a 59 1270207 1326955 2597162
60 a 64 1160190 1251502 2411692
65 a 69 952108 1062431 2014539
70 a 74 808038 977465 1785503
75 a 79 729457 976838 1706295
80 a 84 477141 749256 1226397
85 y más 326731 683434 1010165

TOTAL 22699843 23317712 46017555

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La pirámide de población es un gráfico que muestra la información demográfica
de un territorio en un momento concreto separando claramente los distintos grupos de
edades por sexo. Es por ello que tanto el factor sexo como el factor edad afectan a
dicho gráfico. Por un lado aunque nacen más varones que hembras (unos 105 niños por
cada 100 niñas), estas tienen mayor longevidad, algo a destacar en un país tan longevo
como España (77años de media en hombres y 83’5 años de media en mujeres). A su vez
la mayor parte de la inmigración tanto legal como ilegal de los últimos años ha sido de
varones de edades comprendidas entre los 15 y los 35 años. Con respecto a las edades
en España el 51% de los habitantes son mujeres aunque es de destacar que hasta los 35
años el número de hombres supera al de mujeres (en parte porque la mayoría de las
enfermedades mortales afectan en mayor medida a hombres que a mujeres (cardíacas,
respiratorias, neoplásicas (cáncer) y autoinmunes)).

Teniendo en cuenta la actual estructura por edades de la sociedad española,


esta se puede catalogar como una población envejecida. Para que una población se
considere como envejecida debe registra menos del 25% de jóvenes y más del 12% de
ancianos. Este es el caso de España ya que sólo el 14’5% de la población son jóvenes (0-
14 años) mientras un 17% son ancianos (>65 años). Analizando las causas de este
envejecimiento podemos observar un fuerte descenso de la natalidad desde 1975 que
ha reducido el número de jóvenes, el aumento de la esperanza de vida (aspecto que
trataré en el apartado de Esperanza de vida).

La estructura envejecida de la población española no afecta por igual a todas


las regiones (aunque en todas se da esta) sino que distinguimos claramente dos zonas:

I. La que podríamos llamar “zona joven” (por encima del 14% de población
joven) engloba a las CCAA de Madrid, Cataluña, Navarra, Valencia,
Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, Baleares,
Canarias, Ceuta y Melilla. Las mismas bajan del 18% de población
anciana.
II. La otra “zona anciana” (por encima del 18% de población anciana)
engloba a las CCAA de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja,
Castilla León y Aragón. A su vez todas ellas bajan del 14% de población
joven.

Las consecuencias de este envejecimiento han sido: La desaceleración económica


debido a la reducción de la población activa; La elevación de los gastos en pensiones
debido a que estas no proceden de sus cotizaciones sino de las efectuadas por los
trabajadores en activo en cada momento; Una subida del gasto sanitario derivado del
mayor consumo de medicamentos, estancias hospitalarias y visitas médicas que
reciben los ancianos; Y los cuidados para los ancianos lo que supone un incremento en

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las cargas familiares, un incremento en la demanda de residencias públicas o privadas
y a la necesidad de planear para ellos actividades que les permitan distraerse y sentirse
útiles. Esto afecta a la viabilidad del estado del bienestar.

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Longevidad

Una de las características demográficas más destacables de la población


española es su gran longevidad en la actualidad. Mientras la media europea es de 78’4
años en España la esperanza de vida media es de 80’2 años (77 años para varones y
83’5 para mujeres). Es también de destacar que sobre la media mundial 66’57 nos
variamos casi 14 años.

Haciendo una visión global de dicho aumento de la esperanza de vida, podemos


hacer un análisis desde varios aspectos:

Año Primero Segundo Tercero


1975 78,03 (Noruega) 78,00 (Suiza) 77,94 (Suecia)
1976 78,16 (Noruega) 78,14 (Suiza) 77,96 (Suecia)
1977 78,67 (Suiza) 78,61 (Noruega) 78,57 (Suecia)
1978 78,69 (Suecia) 78,65 (Suiza) 78,55 (Noruega)
1979 78,88 (Holanda) 78,78 (Suiza) 78,75 (Japón)
1980 79,14 (Holanda) 79,09 (Noruega) 78,85 (Suecia)
1981 79,28 (Holanda) 79,17 (Noruega) 79,15 (Japón)
1982 79,71 (Japón) 79,43 (Noruega) 79,43 (Suiza)
1983 79,81 (Japón) 79,64 (Suecia) 79,57 (Holanda)
1984 80,25 (Japón) 80,03 (Suiza) 79,93 (Suecia)
1985 80,53 (Japón) 80,16 (Suiza) 79,73 (Canadá)
1986 80,97 (Japón) 80,30 (Suiza) 80,02 (Suecia)
1987 81,42 (Japón) 80,66 (Suiza) 80,30 (Francia)
1988 81,32 (Japón) 80,73 (Suiza) 80,50 (Francia)
1989 81,79 (Japón) 80,94 (Suiza) 80,67 (Francia)
1990 81,86 (Japón) 80,98 (Francia) 80,72 (Suiza)
1991 82,18 (Japón) 81,18 (Francia) 81,11 (Suiza)
1992 82,30 (Japón) 81,47 (Francia) 81,34 (Suiza)
1993 82,46 (Japón) 81,47 (Francia) 81,44 (Suiza)
1994 82,92 (Japón) 81,90 (Francia) 81,73 (Suiza)
1995 82,81 (Japón) 81,91 (Francia) 81,75 (España)
1996 83,54 (Japón) 82,06 (Francia) 82,02 (Suiza)
1997 83,77 (Japón) 82,32 (Francia) 82,24 (España)
1998 83,97 (Japón) 82,52 (Suiza) 82,42 (Francia)
1999 83,96 (Japón) 82,54 (Suiza) 82,52 (Francia)
2000 84,58 (Japón) 82,79 (Francia) 82,68 (España)
2001 84,91 (Japón) 83,01 (Suiza) 82,99 (España)
2002 85,22 (Japón) 83,05 (España) 83,02 (Suiza)
Fuente: Elaboración propia.

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I. En la tabla anterior se reflejan las máximas medias registradas en el
mundo desde el año 1975 al 2002. Es evidente que todas ellas
corresponden a la edad femenina al ser más longevas. Desde el año
1995 en el que por primera vez España sale en la lista se han repetido las
veces, dejando claro la mayor calidad de vida de la que disfrutamos en
esta época y las mejoras en la alimentación y la sanidad.

II. Por otra parte vemos como (según los datos del INE) la esperanza de
vida ha aumentado un 230% desde los 34’76 años en 1901 de media a
los 80’23 en 2005.

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III. Si el análisis de longevidad lo hacemos por zonas, vemos como
claramente no existe gran diferencia por lo que sólo se podría destacar
que las comunidades más longevas son en mayoría las del norte de
España. Quizás destacar que Ceuta, Melilla y las ínsulas presentan una
menor esperanza de vida.

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Problema de natalidad

Uno de los principales problemas demográficos actuales en el panorama


nacional es el causado por la baja natalidad que asola nuestra actual pirámide de
población. Los datos del INE hablan por sí solos:

• Tasa bruta de natalidad: 10,96‰


• Tasa global de fecundidad (nacidos por mil mujeres de 15 a 49 años): 43,0‰
• Número medio de hijos por mujer: 1,38
• Edad media al nacimiento del primer hijo: 29,3 años.
• Edad media a la maternidad: 30,9 años.
• Porcentaje de nacidos de madre no casada: 28,4%.

Respecto a Europa, con una tasa de 1’45 hijos por madre, España se sitúa bajo
la media con 1’2 hijos. Y este es, aunque no lo parezca, un buen dato ya que si no
contásemos los hijos de inmigrantes nos encontraríamos en 1’07, la tasa más baja de
natalidad de Europa. Irónicamente la edad media de maternidad es de 30’9 años, la
más alta de Europa. El nuevo índice del INE de porcentaje de nacidos de madre no
casada fue introducido a sugerencia del Eurostat debido al cambio del modelo familiar
que en las últimas décadas se ha producido en España. Esta tasa de un 28’4% se sitúa
ligeramente bajo la media de los países de la Unión. En los matrimonios con 4’9 por
cada mil habitantes nos situamos sobre la media europea (4’7‰) y con respecto a los
divorcios con 1‰ nos encontramos muy por debajo de la media europea (2’8‰).

Con respecto a las políticas nacionales estas son claramente pronatalistas, esto
es, políticas encaminadas a aumentar el crecimiento de la población tratando de
incrementar el número de nacimientos. Estas se han aplicado tradicionalmente en
países donde la edad de la población es avanzada y existen pocos nacimientos. En el
caso de España, estas políticas son escasas y hasta la fecha nada efectivas. La duración
del permiso de paternidad es escasa y la regulación de las licencias por motivos
familiares urgentes es la menos desarrollada (permiso de dos días y excedencia no
retribuida de un año). El permiso parental (excedencia para cuidado de hijo) es de
duración amplia pero no está remunerado. Sin embargo la regulación del permiso de
maternidad es más completa: su duración de 16 semanas está en la media europea
pero genera derecho a percepción del 100% de las retribuciones y es posible su disfrute
a tiempo parcial. Aún así, España necesita incorporar políticas públicas de conciliación
y modificar la normativa vigente para acercarse a los objetivos que determina la UE.

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El futuro de la población española

España está experimentando profundas transformaciones demográficas desde


1975. Ha dejado de ser un país natalista, joven y emigratorio, para convertirse en un
país con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, envejecido e inmigratorio.

Estos cambios conllevan otros de orden económico, social y cultural. Por eso los
expertos realizan proyecciones demográficas de futuro, para poder planificar aspectos
como la necesidad de plazas escolares o residencias para la tercera edad; el gasto
sanitario o en pensiones; las ayudas sociales, etc.

En el futuro se espera que la tasa de natalidad crezca durante unos años debido
a la población extranjera. Pero durante las décadas de 2010-2020 probablemente
decrecerá, al llegar a la edad fértil las mujeres españolas nacidas en la época de mayor
descenso de la natalidad (1985-1995). A su vez la fecundidad o media de hijos por
mujer dependerá de la adopción por parte de las inmigrantes de las pautas de
fecundidad de las mujeres españolas.La tasa de mortalidad, actualmente baja, crecerá
hasta tasas medias debido al constante envejecimiento de la población. Paralelamente,
la esperanza de vida aumentará, aunque con menor intensidad, dado que se encuentra
en niveles altos, y se estabilizará hacia 2030.Por ello se prevé un crecimiento natural
negativo debido al previsible descenso de la natalidad y el aumento de la tasa de
mortalidad.

Con respecto a los movimientos migratorios de la población española se prevé


que se mantendrán las migraciones internas interurbanas, intrarregionales e
intraprovinciales y una escasa migración al exterior. La población extranjera es muy
difícil de prever ya que depende del mantenimiento de España como destino
inmigratorio así como de la situación social, política y económica de los países de
origen. El INE por ello plantea dos escenarios posibles que se saldarían con una
inmigración para 2060 de 6’3 millones como mínimo y 9’6 millones como máximo.

El futuro crecimiento de la población continuará hasta 2050 por efecto de la


inmigración y después descenderá debido al envejecimiento demográfico. Es probable
también que dicho envejecimiento de paso a una época de gran oferta de empleo por
lo que futuras oleadas de inmigración no son descartables así como de trabajadores
cualificados provenientes de Europa. En la estructura de sexo seguirán predominando
los hombres entre los jóvenes y las mujeres entre las ancianas. No obstante, las
diferencias numéricas entre los sexos tenderán a acortarse a medida que el estilo de
vida de las mujeres se aproxima al de los varones en algunos aspectos que entrañan
mayor riesgo de muerte como los hábitos sociales nocivos. Para evitarlo, se deben

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promover campañas de información, prevención y concienciación sobre estos riesgos.
En la estructura por edad en 2050 España será uno de los países más envejecidos del
mundo con un 13% de jóvenes y un 30% de ancianos según las previsiones. Por ello,
para paliar los problemas derivados del envejecimiento se han planteado diversas
soluciones. Frente al aumento del gasto en pensiones, la OCDE recomienda el retraso
de la edad de jubilación, la eliminación de las prejubilaciones y el fomento de los fondos
de pensiones. Frente al gasto médico, la prevención y un uso más racional de los
recursos sanitarios. Y frente al aumento de ancianos la creación de un servicio de
ayuda a las familias, a los ancianos dependientes así como de residencias públicas para
mayores. En la estructura económica la incorporación total de la mujer al mercado
laboral así como los jóvenes y los inmigrantes (legales) han de ser prioritarios en
nuestro mercado laboral debido a que en un par de décadas se dará una etapa en la
que gran cantidad de trabajadores se jubilarán y si sus plazas no son correctamente
cubiertas devendrá una época de inmigración justificada por el trabajo fácil.

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