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PÁRPADOS

TIPOS DE EDEMA PALPEBRAL

El párpado, debido a la especial laxitud del tejido celular


subcutáneo, por infiltración en sus espacios intersticiales,
puede sufrir notables deformaciones.

El grado de un edema puede oscilar entre una simple


tumefacción del reborde ciliar hasta un importante
aumento del tejido periocular, ocasionando en algunos
pacientes una disminución e inclus o la oclusión de la
hendidura palpebral.

El diagnóstico diferencial del edema palpebral es


complejo y requiere realizar una exploración física
cuidadosa y considerar causas inflamatorias y no
inflamatorias.

El diagnóstico diferencial del edema palpebral hay que realizarlo con diversas entidades clínicas.
Se debe observar cuidadosamente su intensidad, su localización en uno o ambos párpados y su
coloración. Este examen inicial permite en primer lugar descartar infiltrados palpebrales aéreos
con su característica sensación de nieve crepitante, o hemáticos en el transcurso de los hematomas
palpebrales. Finalmente hay que definir si se trata de un edema inflamatorio o no inflamatorio y
analizar las posibles causas.

Carlos Alberto Pazmiño Montalván Ciclo IB


BLEFARITIS
Es una inflamación bilateral crónica frecuente de los márgenes palpebrales.
BLEFARITIS ANTERIOR

Etiología: Sus dos principales clases son la estafilocócica y la seborreica.


 Las bacterias que causan la variedad estafilocócica son S. aureus, Staphylococcus
epidermidis y estafilococos coagulasa negativos.
 La blefaritis seborreica se acompaña de infección por Pityrosporum ovale, aunque no se
ha demostrado que este organismo sea la causa. En muchos casos coexisten ambos tipos
(blefaritis mixta).

Cuadro clínico
Los principales síntomas son
irritación, ardor y prurito en los
márgenes palpebrales. Los ojos
tienen “bordes rojos”. Es
posible observar numerosas
escamas o costras pegadas a las
pestañas, tanto en los párpados
superiores como en los
inferiores.
En la blefaritis estafilocócica, las escamas son secas, los párpados están eritematosos, los bordes
palpebrales se hallan ulcerados y por lo general se caen las pestañas. Algunos casos de blefaritis
estafilocócica se complican con orzuelo, calacio, queratitis epitelial en el tercio inferior de la
córnea e infiltrados en los márgenes de esta misma.
En la blefaritis seborreica, las escamas son grasosas, no se forman úlceras y los párpados están
menos inflamados. Con frecuencia, también se observa seborrea en cuero cabelludo, cejas y
orejas.

Carlos Alberto Pazmiño Montalván Ciclo IB


En el trastorno mixto, que es más frecuente, se hallan escamas secas y grasosas, inflamación
palpebral y, a veces, úlceras. Es posible detectar especies de estafilococos y P. ovale, juntos o por
separado, en el material raspado de los márgenes palpebrales. Ambas formas de blefaritis anterior
predisponen a conjuntivitis recurrente.

Tratamiento
El tratamiento consiste en medidas higiénicas para los párpados, sobre todo en caso de blefaritis
seborreica. Se deben quitar cada día las escamas de los márgenes palpebrales, mediante raspado
suave con un hisopo de algodón húmedo y champú para bebé. La blefaritis estafilocócica se trata
con antiestafilocócicos o ungüento de sulfacetamida, que se aplican una vez al día en los bordes
palpebrales con un hisopo de algodón. Si no se tratan de manera adecuada, ambos tipos de
blefaritis pueden volverse crónicos y persistir durante meses o años. Por lo general, la
conjuntivitis estafilocócica o la queratitis acompañantes desaparecen pronto con la aplicación de
fármacos antiestafilocócicos.

Carlos Alberto Pazmiño Montalván Ciclo IB

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