VIOLENCIA FEMENINA

ANTONIO TADEO GOMEZ PEREZ

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Introducción

El presente trabajo, se ha realizado con fines educativos e investigaciones

a profundidad, en donde el lector se adentrara al estudio de un tema que se
sufre en la actualidad, como es la violencia que es producida por una mujer
hacia un hombre y sus impactos sociales que esta conlleva; misma que pude
producirse en cualquier etapa de su vida. Esta violencia física, verbal y sexual
ha ido creciendo en aumento con el paso de los años, misma que debemos
erradicar y tener una vida en paz e igualdad de género.

Es así, que actualmente el hablar de violencia de género, es hacer

referencia a violencia producida hacia las mujeres por el mero hecho de serlo;
pero esto no es así, ya que hoy en día vivimos en una sociedad que siempre ha
estigmatizado un tema que hemos dejado a un lado y en el olvido. Toda vez, que
es un tema de suma relevancia, como es la violencia dirigía hacia el hombre por
una mujer. En donde podemos entender que la violencia de género, es
cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad
que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o
psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación
arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida
familiar o personal.

Por otro lado, la violencia intrafamiliar se ha manifestado como una de

las problemáticas que en mayor medida afectan la salud mental y física de
quienes la viven, así como es importante también el impacto y rechazo a nivel
social que desencadena esta problemática. La violencia intrafamiliar es un
problema que puede presentarse en cualquier etapa de la vida, y ocurre
principalmente a personas en vulnerabilidad o que en su infancia han tenido
traumas psicológicos.

Esta violencia producida sobre los hombres genera baja autoestima,

estrés, inseguridad y frustración, en algunos casos incluso, puede llevar hasta
la muerte.

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 Por lo tanto, el maltrato al que se ven sometidos los hombres no
trasciende es porque los hombres no suelen denunciar, quizás por un mal
entendido orgullo y, sobre todo, por el tratamiento que recibe el hombre cuando
denuncia. Por estas razones no hay tantas denuncias de hombres maltratados,
así como no existen leyes que erradiquen este tipo de violencia. Asi mismo los
medios de comunicación se silencian, no se les da la misma repercusión
mediática como a la muerte de mujeres. Por lo que, los hombres maltratados
existen, y esta es una realidad silenciada por distintos intereses, pero es poco
visible para la sociedad, y es responsabilidad de todos, empezando en primer
lugar por los propios hombres maltratados, quienes tienen que denunciar para
confrontar el problema desde raíz.

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EL HOMBRE MALTRATADO

En la actualidad vivimos en una sociedad donde se dan diversos tipos de

violencia los más sonados son hacia mujeres y niñas. Pero así mismo, dentro de
este mismo ámbito se ha hablado muy poco de un tema de suma relevancia, el
cual trata sobre la violencia ejercida por una mujer en contra de los hombres,
pues adentrándonos a la historia, la figura masculina siempre se ha marcado
con el estereotipo caracterizado por una inmensurable fuerza física y por la
falta insensibilidad, caso contrario al creado para la mujer. Sin embargo, un
caso de maltrato dirigido hacia al hombre es mucho más habitual y común de
lo que nosotros pensamos.

Es así, como surge la violencia de género que es un tipo de violencia física

o psicológica dirigida a individuos o grupos sobre la base de su género basadas
de su sexo o género, con el fin de causar un sufrimiento o daño, amenazas,
coerción u otra privación de libertades.

Por otra parte, esto nos conlleva a entender, que la violencia dirigida
hacia una persona por medio de otra, es cualquier agresión física, psicológica,
mental y sexual con el fin de mantener el control sobre la otra persona.

“Por lo que refiere, al maltrato dirigido hacia el hombre se enmarca dentro

de la violencia doméstica y de acuerdo a datos del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), casi un 25% de las denuncias en este respecto
de 2011 corresponde a hombres maltratados por sus parejas. Del total de 5.632
personas denunciadas por violencia doméstica, el 76,2% fueron hombres y un
23,8% mujeres”. (Juventud, 2017)

De lo anterior, podemos entender que la sociedad se ha dado a la tarea de

observar como algo normal este tipo de violencia, aunque los índices de
estadística por parte de (INEGI) demuestren lo contrario. Es así, que esto ha
ocasionado que se hable poco respecto al tema. Por lo que, en gran medida se
debe a la visión que se tiene de cómo debe ser un hombre: un macho, no llora,
es aguantador, es peleonero, es violento, entre otras características.

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 La antropóloga y feminista, Marta Lamas, coincidió en que las agresiones
contra los varones no escandalizan como la femenina debido a la normalización
de la visión de la sociedad en torno a ésta.

“Estamos inmersos en una cultura que dice que no hay que golpear a una
mujer ni con el pétalo de una rosa. Entonces si alguien mata a una mujer es
noticia y escándalo. La violencia contra hombres está más naturalizada y no
escandaliza como la ejercida de hombres contra las mujeres o mujeres contra
mujeres”, aseguró”. (CASTRO, 2017).

Es así, que desde la infancia debemos fomentar a los niños a que a una
mujer no se le debe pegar; como lo es también que si un compañero de escuela
agrede a otro éste debe responde a dicha agresión, por lo que la violencia, por
mínima que sea, se aprecia como algo normal y como parte del ser del hombre.

Por lo que, el maltrato hacia los hombres regularmente deriva de

problemas de la infancia, ya que fueron niños reprimidos o con traumas
psicológicos a quienes se les inculcaba una fortaleza ante cualquier
circunstancia y en su etapa adulta es cuando sufren este tipo de
consecuencias.

En este sentido, podemos observar que los principales factores que

provocan este tipo de situaciones, generando todo tipo de violencia
intrafamiliar, son los problemas económicos, el desempleo, diferencias de
género, la marginación social, factores que provocan violencia hacia los
hombres.

Por consiguiente, debemos hacer énfasis que este tipo de situaciones o

actos que generan violencia física y emocional hacia los hombres, no solo se da
dentro del noviazgo o matrimonio, sino que puede darse en cualquier etapa de
su vida. Es así, que en ocasiones las mujeres se hacen las víctimas para
doblegar al hombre, sin pensar que al hacerlo también generan violencia contra
sí mismas. Esto es difícil para las personas, porque a través de los tiempos se
educa con la creencia de que la mujer es inferior en muchos aspectos.

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 Se debe agregar que en muchas ocasiones un hombre que sufre de
violencia física o psicológica, es muy difícil que denuncie este tipo de actos y es
por diversas razones como son la vergüenza y miedo ante la sociedad; así
mismo la falta de leyes en materia de protección a hombres maltratados son
escasas, la falta de un servicio y/o teléfono de emergencia como en el caso de
las mujeres, problemas de credibilidad y falta de apoyo familiar, la inconciencia
social que puede generar sentimientos de humillación y sometimiento.

De lo anterior, se han cometido dentro de nuestra sociedad muchas

injusticias contra el hombre a causa de leyes que no son equitativas para
hombres y mujeres, estableciendo penas más duras para maltratadores que para
maltratadoras. Si un hombre pega a una mujer, se le castiga con cárcel, si una
mujer hace lo mismo, se le absuelve. Sin pruebas, ni testigos ni investigación
alguna, el denunciado es detenido, expulsado de su casa, se le arrebata la
custodia de sus hijos y es dictada contra él una orden de alejamiento.

Nos han hecho creer que estás leyes son constitucionales, que da amparo y
protección a hombres y mujeres, y probablemente sea así, sin embargo en
procesos judiciales donde el hombre ha sido acusado falsamente de malos tratos,
si este no cuenta con una buena defensa, lo pierde todo y va a la cárcel.
(ABOGA2, 2018)

Es así, que dentro de nuestros núcleos familiares se da mucho el cliché

social en donde el hombre debe ser modelo de fortaleza y la mujer debe ser
delicada y pasiva. Asi pues, el hecho de que se den pocos casos de maltrato
hacia hombres por parte de sus parejas, es to no quiere decir que no se; esto
conlleva a que la sociedad no tenga tanto conocimiento de este fenómeno en
comparación con el caso opuesto, es decir, la violencia producida por el
machismo que deja tantas víctimas, como por desgracia estamos
acostumbrados a ver en las noticias. Asimismo, también ocurre que la falta de
atención por parte de los medios, el tratamiento desfavorable en cuantas
ayudas públicas y el golpe a su autoestima, hace desistir a gran parte de las

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víctimas en el momento de acudir a las autoridades y realizar una denuncia
sobre estos abusos y maltratos.

Por otra parte, este tipo de actos ha llevado a que la violencia producida
por una mujer sea excesiva, hasta producir la muerte. Ya que en 2015 el INEGI
registró 20 mil 762 muertes por homicidio en el país, de las cuales 18 mil 293
fueron de hombres y dos mil 383 de mujeres. Asi mismo, en México el INEGI
detalla que 8 de cada 10 jóvenes son maltratados por sus novias, ya sea de
manera física, psicológica, sexual y hasta económicamente.

El INEGI precisa que el 78% de los jóvenes entre 15 y 24 años son

agredidos psicológicamente por su pareja, quien navega la mayoría de las veces
con bandera de "víctima". (Juventud, 2017)

En vista de que, el hombre en la actualidad no denuncia este tipo de

violencia por culpa de los estigmas sociales y demás; as mismo, sufre de
diversos tipos de maltrato como son los siguientes:

Degradación: Este es un tipo de violencia que se ejerce en ambos tipos de

género. Consiste en hacer que la otra persona se sienta desvalorada, y se cree
una dependencia frente a su pareja. “No sirves para nada, eres un tonto”.

Cosificación: El hombre deja de sentirse una persona para empezar a ser

un objeto inanimado que solo obedece órdenes, no tiene la capacidad de dar
opiniones ni pensar. Se convierte en una cosa y pierde su identidad.

Intimidación: Este tipo de violencia consiste en amenazar a la otra persona

a fin de mantenerlo alerta y ansioso, lo que podría obligarlo a sentirse realmente
mal con mucho miedo y temor. Algunos ejemplos son: “¡Vete de casa!, me voy a
marchar con tus hijos y te vas a quedar solo, como sigas llegando tarde un día
me vas a encontrar muerta”.

Sobrecarga de responsabilidades: Es obligar a los hombres a asumir todas

las responsabilidades, ya sea de la familia o de la relación. Él tiene que asumir
todo y ya no tiene tiempo ni cabeza para relajarse ni pensar en nada más.

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 Privación: Este tipo de violencia consiste en hacer que el hombre se aísle de
todos, es decir lo hacen elegir entre sus amigos o su pareja, o entre su familia y
su pareja. Limitan y reducen sus posibilidades de socializar.

Distorsión de la realidad subjetiva: Consiste en transformar la percepción

del otro. Al hombre se le crea una sensación de confusión, de duda constante. Se
encuentra cuando la pareja apela a la superioridad de su lógica o su razón,
cuando miente lo evidente o le engaña y le hace ver que está confundido, cuando
una cosa pequeña le pone la mayor importancia para hacerle sentir culpable.

Estrategias defensivas: Este tipo de violencia es psicológica y es similar a

la victimización, hacer sentir al otro culpable de todo lo que sucede.

Violencia física: Una simple cachetada o un empujón son ejemplos de

violencia, (AWEITA, 2018)

Todas estas observaciones, se puede deducir el perfil psicológico de un

hombre maltratado, dando como resultado:

 Una persona con bajo auto estima y poca validación de sí mismo

 Buscan la aprobación de su pareja en todo momento
 Una persona sumisa y callada de manera habitual
 Se crea un perfil con demasiada inseguridad, hasta aislarse de
otras personas con las que tenía contacto (familiares y amigos).
 No sabe cómo llevar este tipo de situaciones y como salir de esa
relación
 Su pareja puede ser para ellos como una madre que castiga de
forma "normal".
 Presentan síntomas ansiedad y estrés.
 El hombre siempre se sacrifica por su pareja en todo momento.

En consecuencia, podemos afirmar que actualmente se sanciona el mero

hecho de ser hombre, y basta la simple denuncia de una mujer para que un
hombre sea arrestado por la policía, que en casos análogos no se aplicaría. El

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hombre debe demostrar su inocencia, lo cual es algo insólito, además de
vulnerar el derecho a la presunción de inocencia. En los demás casos, es el
denunciante quien tiene que demostrar la culpabilidad del denunciado o
denunciada.

Es así, que queda en nuestras manos erradicar y luchar contra este tipo
violencia; en donde las agresiones empiezan en forma de gritos, insultos,
humillaciones o golpes, lo cual se debe evitar hablándolo con la pareja el cómo
se siente el uno del otro, o bien en ciertos casos especiales, no resulta hablar
con la otra parte y sebe denunciar este tipo de violencia sufrida, para que se dé
la ayuda y apoyo necesario.

Lo más importante en la prevención es que seamos capaces de dar una

educación de NO VIOLENCIA, que pase por eliminar programas de televisión
donde la violencia en forma de gritos, insultos o desprecios al otro, son tomados
como algo habitual, como algo permisible. Empezar por los niños y
adolescentes es tarea de todos. Vivamos una vida tranquila, en paz plena y sin
violencia.

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BIBLIOGRAFÍA

ABOGA2. (21 de NOV de 2018). Obtenido de https://aboga2.eu/hombres-maltratados-

por-mujeres/
AWEITA. (2018). Obtenido de https://aweita.larepublica.pe/magazine/3530-estos-son-
los-tipos-de-violencia-que-un-hombre-sufre-y-siempre-calla

CASTRO, J. (17 de MARZO de 2017). EXCELSIOR. Obtenido de EXCELSIOR:

https://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/03/17/1152369#view-1
Juventud, I. M. (15 de diciembre de 2017). gob.mx. Obtenido de gob.mx:
https://www.gob.mx/imjuve/articulos/violencia-contra-hombres-una-violencia-
mas-silenciosa?idiom=es