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Pluralidad y función

social de la economía
Félix Jiménez

1. ¿Cómo caracterizarías la evolución que ha tenido la Economía en los últimos cin-


cuenta años en el Perú? ¿Cuáles crees que han sido sus más importantes hitos, logros
o fracasos?

Creo que su evolución ha estado más o menos relacionada con el desarrollo ocu-
rrido en la academia de los países desarrollados y dentro de la región latinoame-
ricana. Al inicio —me refiero a los años setenta y buena parte de los ochenta—,
tuvo más influencia en los programas de estudio la «moda» latinoamericana del
pensamiento estructuralista y los análisis de insumo-producto. A los cursos es-
tándar del «core» (núcleo) de la especialidad, en pre grado y posgrado, se le adi-
cionaron cursos de «economía sectorial», de «planificación» y de «economía
política», que incorporaba el desarrollo del denominado pensamiento marxista.
Algunos cursos que podrían ser del «core», como crecimiento económico, no
eran obligatorios a diferencia, por ejemplo, del curso de desarrollo que sí lo era,
y otros todavía no eran parte del currículum como Organización Industrial y
Regulación. En los cursos «core» de macroeconomía, que siempre incorporó el
modelo de ingreso-gasto keynesiano, se notaba también la influencia del llamado
«pensamiento económico latinoamericano» y la macroeconomía estructuralista
de Lance Taylor. Recuerdo haber visto, por ejemplo, programas de macroecono-
mía con el enfoque de las brechas interna y externa, y muy poco de la macroeco-
nomía que originaron Hicks, Patinkin, y Phillips, con su investigación de 1958, 141
en una primera oleada, y Lipsey y Friedman, en una segunda oleada. Los mode-
los macroeconómicos dinámicos con la curva de Phillips, recién se incorporaron
en la segunda mitad de los años ochenta y de manera definitiva en la década de
los años noventa. La macroeconomía que se enseñaba en esas primeras décadas
era fundamentalmente para economías cerradas.
En la década de los años ochenta, década perdida para las economías latinoa-
mericanas, no se pudieron hacer reformas importantes en los programas de estu-
dios. Hay que mencionar, sin embargo, que la macro para economías abiertas
con regímenes cambiarios fijo y flexible (modelos Mundell-Fleming y de James
Mead) se enseñaba, aunque no extensamente y en profundidad, en el curso de
Comercio 2. El curso de Macroeconomía 2 incorporaba el modelo IS-LM, pero
este se volvía a desarrollar en el curso de teoría monetaria, donde, además se re-
visaba la teoría cuantitativa del dinero y el monetarismo de Friedman, aparte del
multiplicador monetario y la creación de dinero bancario.
De otro lado, no puedo dejar de mencionar que por iniciativa de algunos pro-
fesores y como un esfuerzo por acercar la teoría a la realidad de nuestro país, se
hicieron varias innovaciones en los contenidos de lo que se enseñaba en macroeco-
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nomía. Por ejemplo, cuando se discutía el enfoque monetario de la balanza de pa-


gos, que era parte de los cursos de Comercio y Macroeconomía 2, se reformulaba
el modelo de demanda de dinero de Jacques Polak, Harry Johnson y Robert
Mundell, incorporando la inflación esperada o la devaluación esperada, en lugar
de la tasa de interés, y también se enseñaba y discutía el trabajo de Paul Krugman
y Lance Taylor sobre los efectos contractivos de la devaluación. Asimismo, la
crisis inflacionaria de los ochenta, que el primer gobierno de Alan García convir-
tió en hiperinflacionaria, concentró los esfuerzos de los investigadores de nuestro
Departamento de Economía al estudio de sus causas y al diseño de la política ma-
croeconómica para abatirla.
Podemos decir, en general, que en los años ochenta se hicieron innovaciones
curriculares y en los contenidos de las investigaciones, siguiendo la tradición plural
que le imprimieron los fundadores del Departamento de Economía, innovacio-
nes que se reforzaron en los años noventa. Los cursos de macroeconomía tienen
sumillas que incorporan diversos enfoques, como la macroeconomía neoclásica
prekeynesiana, la síntesis neoclásica, Keynes y los poskeynesianos como Minsky,
los nuevos keynesianos y los denominados Nuevos Clásicos (o teoría neoclásica
más la hipótesis de expectativas racionales de Lucas, Sargent y Wallace). Igual
ocurrió con el curso de crecimiento. Este tiene una sumilla que incluye modelos
142 keynesianos y neoclásicos con tasa de ahorro exógena y tasa de ahorro endógena,
la controversia sobre la teoría del capital, la teoría del crecimiento endógeno y mo-
delos de crecimiento determinados por factores de demanda.
La mayor innovación curricular se hizo en 1995 en el posgrado de economía.
Su modernización fue total. Aparte de los cursos de teoría micro y macro básicos
y de métodos cuantitativos, se incorporaron las especialidades de Finanzas y mer-
cado de capitales, y de Regulación y políticas públicas. Todos de estándar inter-
nacional.1 En la actualidad este programa tiene más especialidades. Es importante
señalar que los cursos de Organización Industrial, Regulación y Finanzas se in-
corporaron a los programas de estudios del pre y posgrado en los años noventa.
Los contenidos de los cursos de microeconomía también sufrieron cambios im-
portantes. Hoy son parte de sus sumillas la microeconomía de la información
imperfecta y asimétrica, la competencia imperfecta y las interacciones estratégi-
cas entre empresas con poder de mercado y la teoría de juegos.
Soy de los que piensan que la PUCP le dio profesionales al Banco Central de
Reserva del Perú (BCRP) y no a la inversa. Lo que no quiere decir que no hubo
recíproca influencia, puesto que muchos de nuestros egresados que regresaron
con sus posgrados al BCRP, también regresaron como docentes a nuestra univer-

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sidad. Debo señalar, sin embargo, que la capacidad analítica y el conocimiento
de los diferentes enfoques y modelos económicos que adquieren nuestros estu-
diantes en su paso por la PUCP, les permitió adaptarse con rapidez a programas
especializados como los de macrofinanzas, o más orientados a la tecno-economía,
como son los cursos de macroeconometría y modelos estocásticos, por ejemplo,
que se dictaban en los cursos de BCRP.
Los años noventa fueron, además, una década de controversia cuyas conse-
cuencias en el Departamento de Economía aún no las vemos con claridad. Se im-
ponían en nuestro país las políticas del Consenso de Washington, y en el mundo
ya había empezado el retorno a «la edad oscura de la macroeconomía». Así llamó
Paul Krugman en su libro End This Depression Now de 2012, a la fase dominada
por la economía neoliberal en los últimos treinta años; según esta, los ciclos eco-
nómicos son fenómenos de equilibrio y el desempleo que generan las recesiones
expresa la decisión voluntaria de los trabajadores racionales, «que se toman tiem-
po hasta que mejoran las condiciones». Esta macroeconomía denominada «nuevo
clásica» irrumpió contra el keynesianismo en la academia y en la política pública.
La tecnomacroeconomía (por su sofisticación matemática) se impuso bajo la
hipótesis de que las expectativas racionales y el laissez faire garantizan la consecu-

1. N. del E.: Esta modernización fue liderada por Félix Jiménez. 143
ción del pleno empleo, que el funcionamiento del mercado desregulado produce
resultados económica y socialmente óptimos. No se requiere la intervención del
Estado. Esta macroeconomía neoclásica prekeynesiana, a la que se le sumó la hi-
pótesis de expectativas racionales, también fue incluida en nuestros programas de
estudio para asegurar el conocimiento de todos los enfoques por parte de nues-
tros estudiantes. Sin embargo, y no obstante su prédica acerca de la inefectividad
de las políticas fiscal y monetaria, la ideología neoliberal que había roto el com-
promiso de la democracia con el Estado en los países desarrollados (compromiso
que duró de 1945 a 1973) penetró en la concepción curricular de nuestro Depar-
tamento.
Jubilados los fundadores, con profunda formación y cultura teórica e históri-
ca, y próximos a jubilarse los que aun siguen en la ruta plural de la enseñanza de
distintos enfoques y modelos, o en la rigurosa y creativa apuesta por la macroeco-
nomía keynesiana, kaleckiana y minskyana, los cursos de macroeconomía y de teorías
del crecimiento acabarán perdiendo el papel formidable que tuvieron, precisa-
mente, para entender las crisis de los últimos veinte años en el mundo y en nues-
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tro país. Esto podría ocurrir, no obstante que la reciente crisis internacional de
2008-2009 ha producido un revival del pensamiento de Keynes y de los enfoques
poskeynesianos.

2. ¿Qué papel ha cumplido en ello la Facultad de Ciencias Sociales de la PUCP?


¿Podrías identificar algunos logros y algunos pasivos?

La contribución del Departamento de Economía ha sido enorme en el desarrollo


de conocimiento de los problemas estructurales de la economía peruana y de sus
recurrentes desequilibrios interno y externo, y de los límites al crecimiento econó-
mico. La docencia e investigación desarrollada desde la creación de la Facultad ha
destacado la importancia social de nuestra disciplina: la economía. Paradójicamen-
te los períodos de crisis de la economía peruana dieron lugar a la creación de cono-
cimiento, con sendas investigaciones para comprender las causas de los distintos
episodios y proponer soluciones de política: el agotamiento del proceso sustituti-
vo de importaciones en los años setenta, la crisis de la deuda externa y sus episodios
inflacionarios de los ochenta, así como el estilo de crecimiento primario exportador
y liderado por actividades no transables desde los años noventa hasta la actualidad,
la dolarización de las depósitos y colocaciones del sistema bancario y el efecto hoja
de balance que provocó la crisis asiática y rusa de de 1998-1999, y su secuela re-
144 cesiva, que duró cerca de cinco años.
Los trabajos publicados y que se discutieron en clases, seminarios y conferencias
durante estas décadas, bien pudieran ser compilados en libros que se convertirían
en un registro histórico de la economía peruana y del pensamiento económico que
revelan cada una de esas investigaciones, y que se pergeñaron en los cubículos del
Departamento de Economía.
También es importante registrar, porque es parte de la identidad histórica del
Departamento, las contribuciones hechas por sus profesores cuando fueron llama-
dos, por así decirlo, a ejercer la función pública. Dos contribuciones que hizo el
Departamento son ahora la base de la estabilidad macroeconómica del país. La
reforma de los esquemas institucionales de política monetaria y la del manejo de
la deuda pública y la sostenibilidad de las cuentas fiscales.2 En los noventa, en plena
crisis, nuestros cursos de macroeconomía se abrían a las innovaciones poskeyne-
sianas en el campo de la política fiscal y monetaria. No solo se incorporaron como
parte del temario de los cursos los modelos con carga de la deuda, salarios rígidos
y trampa de la liquidez, sino que se revisaron la aportación monetaria de Wicksell
(1898) (la tasa de interés natural, la tasa de interés monetaria o bancaria y su rela-
ción con la curva que se llamará después la curva IS), los trabajos de reglas fiscales

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de Phillips, la sostenibilidad de la deuda de Domar, y la regla monetaria de J. B.
Taylor de 1993.
Cuando un grupo de profesores fue llamado por el gobierno de Alejandro
Toledo al BCRP y al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), se hicieron las re-
formas señaladas. Por un lado, el esquema de metas de inflación y dos reglas de
política: una regla a la Taylor de política monetaria, donde el instrumento es la
tasa de interés, y otra de intervenciones esterilizadas en el mercado cambiario.
Por otro lado, se creó un mercado de deuda pública en soles con cuatro propósi-
tos relacionados: uno, para reducir los riesgos de mercado —cambiario y de tasa
de interés—de la deuda que fundamentalmente era en moneda extranjera, susti-
tuyéndola por deuda en moneda nacional; dos, para darle sostenibilidad a la polí-
tica fiscal mediante planes plurianuales de reperfilamiento que disminuyan el
peso relativo de sus servicios, para hacerle espacio al gasto en educación, salud e
infraestructura; tres, para desarrollar el mercado capitales en soles, generando una
curva de referencia de la deuda pública para estimular las emisiones de deuda pri-
vadas; y, cuatro, para mejorar la eficiencia de la política monetaria (su instrumen-
to: la tasa de interés, sería más eficiente si aumenta la competitividad del mercado
financiero con el desarrollo del mercado de capitales).
2. En el BCRP este esfuerzo fue liderado por el profesor Óscar Dancourt; en el MEF, por el
profesor Félix Jiménez (N. del E.).
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3. Dentro del campo de la Economía ¿cuáles crees que ha sido los hechos más im-
portantes ocurridos en la historia de los últimos cincuenta años (en el Perú, en el
mundo, o en ambos)?

Hay tres hechos. El primero: el desastre económico que produjo el gobierno de


Alan García de 1985-1990. En términos del Producto Bruto Interno (PBI) por
habitante la economía peruana retrocedió treinta años y la hiperinflación redujo
el poder adquisitivo de los sueldos y salarios en cerca del 70%. El país aun no se
recupera del deterioro brutal de la infraestructura económica y social, y de la
calidad de la educación, la salud pública y la seguridad social. El daño que le hizo
ese gobierno a la economía y sociedad peruana es similar, según opinan muchos,
al que le hizo el terrorismo hasta entrado los años noventa.
Hay que agregarle, además, el daño moral que le hizo al país la corrupción.
Este derrumbe de la economía tuvo efectos en la investigación empírica: las rela-
ciones de largo plazo entre las variables económicas pertinentes o relaciones de
cointegración, exigen el uso de técnicas que tomen en cuenta el «quiebre estruc-
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tural» (derrumbe) ocurrido en esos años. Tuvo su efecto también en la calidad de


la información estadística de las cuentas nacionales. Por varios años se mantuvo
sobreestimado el PBI y perdieron continuidad las series de empleo y producción
sectorial. Durante la gestión del ministro de economía Carlos Boloña, del gobierno
de Alberto Fujimori, se terminó de desmantelar el sistema de estadística y planifi-
cación sectorial. Solo revisando las tesis de economía podríamos darnos cuenta
del impacto que tuvo el cambio en la tendencia y calidad de las variables econó-
micas en los análisis empíricos de nuestros alumnos. Todas las series tienen ese
«quiebre estructural» en los años 1987-1992.
El segundo, es la puesta en vigencia de la «edad oscura de la economía» duran-
te el «fujimorato». Se desregularon los mercados, se liberalizó la economía al mismo
tiempo que se apreció la moneda, se dolarizaron los créditos y las colocaciones,
se redujo el gasto en educación, salud e infraestructura, y se privatizaron las em-
presas públicas. La economía creció durante cuatro años (1993-1997) de los diez
que duró la dictadura, estimulada por el crecimiento de la demanda internacio-
nal y de los precios de las materias primas. La crisis asiática y rusa tuvo un impac-
to recesivo prolongado, que fue exacerbado por las quiebras bancarias. La irrupción
de esta crisis frustró los intentos de dolarizar la economía siguiendo los pasos del
argentino Domingo Cavallo. La década terminó con la dación de la ley de pru-
dencia y transparencia fiscal, que legalizó la práctica procíclica de la política fis-
146 cal. El efecto más importante de este segundo hecho en el desarrollo de nuestras
investigaciones fue el diseño creativo de propuestas de política macroeconómica
alternativas, que después fueron introducidas como parte de la institucionalidad del
BCRP y del MEF, aunque solo parcialmente, durante los primeros años del gobier-
no de Alejandro Toledo.
Estos dos hechos afectaron profundamente las instituciones cuya corrosión fue
exacerbada por la corrupción. El inicio de la década de 1990 coincide con la crisis
de las ideologías, simbolizada con la «caída del muro de Berlín». Los partidos po-
líticos quedaron vacios de contenido. Con el cambio de la Constitución en 1993,
que le restó soberanía al Estado frente al capital transnacional, y con la corrup-
ción generalizada, se debilitaron aún más las instituciones del Estado constitucional
democrático. El extractivismo político que se consolidó en la década del «fujimora-
to» generalizó el extractivismo económico, con la práctica del rentismo y de ganan-
cias espurias de competitividad, mediante el abaratamiento del costo del trabajo.
El tercer hecho es la crisis internacional de 2008-2009. Esta, paradójicamente,
ha generado la esperanza del fin de la «edad oscura de la macroeconomía». Las críti-
cas al capitalismo desregulado que hiciera Karl Polanyi en su libro de 1944, La gran
transformación, vuelven a nuestra memoria. Cerca de treinta años de desregulación

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de los mercados y de crítica y rechazo al papel del Estado como garante de los equi-
librios macroeconómicos y responsable de enfrentar las injusticias sociales generadas
por el funcionamiento del mercado, habían relegado o marginado al pensamiento
keynesiano de los programas de estudios de la especialidad. Aumentó la desigual-
dad en la distribución del ingreso en las principales economías del mundo y cuando
estalló la crisis, las economías desreguladas evidenciaron depresiones por insuficien-
cia de demanda. Como en los años treinta del siglo veinte, la trampa de la liquidez
le quitó eficacia a la política monetaria para salir de la recesión y, nuevamente, se
volvió necesaria la intervención de la política fiscal. Como dice Krugman, hay
evidencia importante de que el estímulo fiscal es efectivo; es decir, que la política
fiscal contracíclica es decisiva para dinamizar la demanda agregada, y que la auste-
ridad fiscal reclamada por los neoliberales empeora la crisis recesiva.

4. ¿De qué forma la Economía ha enfocado el estudio de la globalización y del creci-


miento económico diferenciado que hemos tenido? ¿Ha cumplido la Facultad un
papel importante en ello?

Se han realizado varios estudios sobre los impactos de la globalización en el pa-


trón de acumulación de capital y en la capacidad de las políticas macroeconómi-
cas. Están publicados en libros y en la revista del Departamento de Economía. 147
Para entender el contenido de estos estudios quizás es necesario precisar lo que
significa globalización para nosotros. Es la internacionalización de las políticas de
liberalización y desregulación de los mercados puestos de moda por el neolibera-
lismo, junto a la revolución de las comunicaciones. También es la internaciona-
lización y deslocalización los procesos productivos aprovechando las ventajas de
costos e impuestos que se expanden entre los países que adoptan el credo neoli-
beral y desmantelan sus estándares regulatorios.
Para el caso de nuestro país debemos decir que esta globalización y el crecimien-
to significativo de los precios de los minerales «consolidó» un patrón de especia-
lización comercial sesgado hacia la producción de materias primas. Y como ocurrió
con una notable apreciación cambiaria, su efecto en la estructura productiva fue
contrario a la producción de bienes transables internacionalmente, lo que provocó
una espectacular penetración de importaciones y estimuló la producción de bie-
nes no transables de baja productividad, como son los sectores comercio, servicios
y construcción. El crecimiento de las últimas décadas, entonces, reprodujo los pro-
blemas estructurales de desarticulación, heterogeneidad tecnológica y de produc-
Félix Jiménez

tividad entre sectores, y, al no haber aumentado de manera suficiente el stock de


capital por trabajador, no ha resuelto los problemas de informalidad y subempleo.
La ausencia de restricciones al movimiento de capitales, las tímidas interven-
ciones esterilizadas del BCRP en el mercado cambiario, junto a la «enfermedad
holandesa», fueron las causas de la notable caída del tipo de cambio real bilateral
y multilateral. En cierto sentido, se puede decir que el BCRP perdió, como en la
década de los años noventa, capacidad en el manejo de la política cambiaria des-
pués del gobierno del presidente Toledo.
Todos estos temas, junto a otros como el de las concentraciones, fusiones y las asi-
metrías de mercado; los rendimientos a escala en las teorías del comercio internacio-
nal, la naturaleza de las instituciones económicas y su relación con las instituciones
políticas, las nuevas teorías del crecimiento, etcétera, son materia de las investiga-
ciones que los profesores del Departamento de Economía realizaron y publicaron en
forma de artículos, capítulos de libros o columnas periodísticas especializadas.

5. ¿Cómo piensas que van a discurrir en los próximos cincuenta años los temas de la
realidad que estudias? ¿Te atreverías a proponer cuáles podrían ser las tendencias?

Creo que se generarán tres grandes tendencias en la investigación de la realidad


económica peruana. La primera tiene que ver con la estrategia económica que
148 finalmente le permita al país desarrollarse. La crisis internacional y la desacelera-
ción del crecimiento chino, ha vuelto a poner en primer plano la debilidad de las
estrategias exportadoras que sitúan el motor del crecimiento en los mercados exter-
nos, y, simultáneamente, ha hecho evidente la necesidad de diversificar la estrucu-
ra productiva para endogenizar el crecimiento y desarrollo del país. Esto significa
que, a diferencia de los años sesenta y setenta, la discusión se centrará en cómo
crear mercados internos dinámicos y cómo compatibilizar las políticas macroeco-
nómicas con esta estrategia de crecimiento y desarrollo. A diferencia del pasado,
la estrategia de desarrollo de mercados internos tendrá que ser concebida en el mar-
co de una economía abierta.
La segunda línea de investigación relacionada con la primera será el de los fac-
tores económicos, de recursos naturales, climáticos y de otro tipo que se deben to-
mar en cuenta para un nuevo esquema de macroregionalización y descentralización
del país. Este es el complemento necesario de la estrategia de desarrollo de mer-
cados internos para integrar la economía, con la geografía y demografía del país.
La tercera línea de investigación será el tema de las instituciones. Hay una crisis
institucional en todo el sistema constitucional democrático. El extractivismo ha
penetrado casi todo el aparato del Estado, poniendo en jaque a la democracia. Des-

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de el estudio crítico de las instituciones económicas se contribuirá al análisis y a
las propuestas de reforma de las instituciones políticas.

6. De la misma manera, ¿en qué formas crees que evolucionará la ciencia de la Eco-
nomía en el próximo medio siglo?

Creo que ya existen tendencias en curso que terminarán cambiando notablemen-


te el contenido de la ciencia económica. Dos de ellas ya se han incorporado en los
programas de estudio: la nueva teoría del comercio basada en los rendimientos
crecientes escala, y la teoría del crecimiento endógeno. Sin embargo, aún no se
encuentra desarrollos sobre las implicaciones de estos nuevos enfoques en el aná-
lisis microeconómico. Por ejemplo, en teoría del crecimiento endógeno, por un
lado, hay modelos que descartan el uso de la función de producción neoclásica y,
por otro, en los modelos que todavía recurren al uso de este tipo de función de
producción se incorpora un factor que elimina los rendimientos decrecientes del
capital para que haya crecimiento endógeno. La puesta en segundo plano de la
función de producción neoclásica llevará a la revisión de la microeconomía con-
vencional y, sin duda, a revalorar como base de los nuevos desarrollos microeconó-
micos, la teoría del precio costo normal de Kalecki, el principio del costo pleno
de Hall y Hitch y la teoría de la formación de precios de Paul Andrews. 149
Otro tema que en el futuro aparecerá en los textos de macroeconomía es el
capítulo de teoría de la política macroeconómica basada en reglas. Ya han apare-
cido algunos donde se presenta la política monetaria basada en metas de infla-
ción y una regla de política con la tasa de interés como instrumento. Lo que aun
no se incluye son las reglas de política fiscal. Será otra manera de recordar los
aportes que al respecto hizo W. Phillips a mediados de los años cincuenta del si-
glo pasado. La regla contracíclica para el gasto corriente y la regla de oro para el
gasto en inversión, así como la sostenibilidad de la deuda, son dos temas todavía
poco tratados en los cursos de usuales de macroeconomía.

7. ¿Algo más que quieras añadir?

En el proceso de enseñanza debemos mantener la pluralidad de los enfoques y


modelos que caracteriza a nuestra disciplina, y el papel social, en la comprensión
de la realidad y en las propuestas de soluciones a sus problemas, que siempre ha
caracterizado a la realización de investigaciones por parte de los profesores y es-
Félix Jiménez

tudiantes. Mantener estos dos valores cultivados en los últimos cincuenta años,
sin descuidar la calidad y el estándar internacional de nuestros cursos, es lo que
seguirá dándole vigencia y prestigio al Departamento de Economía de nuestra
Facultad.

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Félix Jiménez Jaimes es doctor en Economía por la New School for Social Re-
search y maestro en Economía por El Colegio de México. Jiménez es profesor prin-
cipal en la PUCP, ha formado parte del Comité Asesor de la Dirección de la Escuela
de Graduados de la PUCP y ha sido Coordinador del Programa de Maestría en Eco-
nomía. Ha sido también profesor visitante en distintas universidades a nivel interna-
cional, entre las que se encuentran la Universidad Alfonso X El Sabio, de Madrid,
España, la Universidad Autónoma de Madrid, la New School for Social Research,
City University of New York, Estados Unidos y El Colegio de México. A lo largo de
su trayectoria ha obtenido diversos reconocimientos por su labor como investigador,
en la que se ha dedicado principalmente a las áreas de Macroeconomía, Teoría Mone-
taria, Finanzas Públicas, Finanzas Internacionales, Economía Internacional y Creci-
miento Económico. Ha realizado asesorías y consultorías al Presidente de la República,
a la OIT, al Banco de la Nación, al Ministerio de Economía y Finanza, al Programa
de Naciones Unidas, entre otros, en temas de política económica, macroeconomía y
empleo, finanzas públicas, modelos macroeconométricos, proyectos de inversión y es-
tudios de mercado. Siguiendo por esa línea encontramos que las principales áreas

Pluralidad y función socila de la Economía


tratadas por Jimenez en sus distintas investigaciones comprenden los temas de teorías
del comercio internacional, macroeconomía, teorías del crecimiento y sobre econo-
mía peruana. Algunas de sus publicaciones más recientes son: Elementos de Teoría y
política macroeconómica para una economía abierta; Crecimiento económico: enfoques
y modelos (Fondo editorial de la PUCP), y La economía peruana del último medio si-
glo: ensayos de interpretación (CISEPA-PUCP).

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