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HOMOSAPTHM
JEeniando Diez Martín
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nowtilUS
Tras cada hombre viviente se encuentran
treinta fantasmas, pues tal es la proporción
Colección: Breve Historia numérica con que los muertos superan a los
www.brevehistoria.com vivos. Desde el alba de los tiempos, aproxi-
madamente cien mil millones de seres
Título: Breve Historia del Homo sapiens humanos han transitado por el planeta Tie-
Autor: © Fernando Diez Martín rra. Y es en verdad un número interesante,
pues por curiosa coincidencia hay aproxi-
Copyright de la presente edición: © 2009 Ediciones Nowtilus, S.L. madamente cien mil millones de estrellas en
Doña Juana I de Castilla 44, 3 o C, 28027 Madrid
www.nowtilus.com
nuestro universo local, la Vía Láctea, así por
cada hombre que jamás ha vivido, luce una
Editor: Santos Rodríguez estrella en ese universo.
Coordinador editorial: José Luis Torres Vitolas
Director de colección: José Luis Ibáñez Arthur C. Clarke,
2001, Una odisea espacial
Diseño y realización de cubiertas: Onoff imagen y comunicación
Diseño del interior de la colección: JLTV
Maquetación: Claudia R.
ISBN-13: 978-84-9763-774-9
Fecha de edición: Octubre 2009
Printed in Spain
Imprime: Estugraf Impresores
Depósito legal: M-37506-2009
ÍNDICE
Capítulo 1:
Mito, religión y ciencia 13
La nada, los dioses y los hombres 13
Y creó Dios al hombre a su imagen 15
La luz de la razón 17
Carbón, zanjas y geología 21
Un viaje a bordo del Beagle 23
La evolución humana 26
Capítulo 2:
El origen está en África 29
El valle del "hombre nuevo" 29
En busca del eslabón perdido 32
La historia de un fraude 35
Una caja de sorpresas 37
¡Lo tenemos! 40
En el cielo con diamantes 43
Capítulo 3:
Huesos, cerebros y piedras 47
Los primeros 47
La diferencia del 1% 50
El primate bípedo 53
Huesos, llanuras abiertas y partos 55
Dientes, comida y sexo 58
El cerebro del animal cultural 59
Capítulo 4:
Todo empezó en la selva 65
Relojes moleculares 65
El Homo floresiensis 151
Retrato de un ancestro 67 Los primeros europeos:
La conjura de la Tierra 69 el Homo antecessor 155
Al este del Edén 74 El Homo heidelbergensis
Lejanos candidatos 78 y la conquista del frío 159
Las últimas ramas 163
Capítulo 5:
La marcha comienza 85 Capítulo 9:
Los árboles crecen, las raíces cambian 85 Los señores del hielo 165
En el país de los Afar 89 Unneandertal en el metro 165
El enredo de la evolución 91 Atrapados en la Europa glaciar 168
A la orilla de la sabana 94 El humano del frío 172
¿Así habló Zarathustra? 97 La técnica de supervivencia 176
Las cenizas de Lucy 99 ¿Trascendentes, solidarios
y simbólicos? El alma neandertal 180
Capítulo 6: El fin de los neandertales 185
En la orilla del lago Turkana 103
Ser o no ser 103 Capítulo 10:
¿Los primeros humanos? 107 El humano simbólico 189
El que está "al lado del hombre" 112 Dibujando un candelabro 189
Los talladores de piedra 115 Una nueva Eva y un nuevo Adán 192
Cuando los humanos no estaban solos 118 Crónicas del hombre sabio 195
Al borde de la extinción 198
Capítulo 7: Hacia el nuevo mundo 201
Un lugar llamado Nariokotome 123 Un Big-bang humano 205
El descubrimiento de Kamoya 123 El comportamiento humano moderno 207
Un recién llegado 127
El nuevo contrato 131 La magia del arte 215
La invención y su trama 133 De la caverna a la estación espacial 220
Un lenguaje para una sociedad 139 Epílogo:
El destino 141 El porvenir de la humanidad 225
Capítulo 8: Cronología de algunos acontecimientos
Primeros colonos 143 relevantes para la investigación
El humano viajero 143 de la evolución humana 237
¡Hacia el Este! El Homo georgicus
y el Homo erectus 147 Bibliografía sugerida y comentada 245
¿Un humano endémico?
Millones
de años
Árbol genealógico
Homo neanderthalensis Homo sapiens
1
Homo erectos
Paranthropus
boisei
Mito, religión y ciencia
1 _ Paranthropus
robustos
Sobre el origen del ser humano
Homo
rudolfensis •
2 -
P
Paranthropus
LA NADA, LOS DIOSES Y LOS HOMBRES
3 _ aethiopicus
En el principio solo existía Po, el vacío. No había luz,
ni calor, ni sonido, ni movimiento. Poco a poco, entre
Australopitecus
las tinieblas, surgieron las primeras y tímidas turbulen-
afarensis
cias, gemidos, y susurros que anunciaron el origen
Australopithecus pálido de la luz, que fue creciendo hasta que se hizo el
anamensis día. Después vinieron el calor y la humedad que, al
mezclarse, dieron paso a la sustancia y la forma. Con
Aixiipithecus ram/dus
el tiempo, aquellas formas apenas esbozadas se hicie-
j Ardipithecus kadabba ron concretas y surgieron la tierra y el cielo, personifi-
cados en la Madre Tierra y el Padre Cielo. Todos los
Orrorin
dioses, seres vivos, cosas, fenómenos naturales nacie-
i tugenensis ron del cálido contacto entre cielo y tierra.
I Sahelanthrupus
tchadensls origen del universo y de la vida. Aquí se presenta la
idea de un cosmos que se hace a sí mismo, que es la
causa y el motor de todas las cosas. Sorprendentemen-
13
FERNANDO DIEZ MARTÍN Breve historia del Homo sapiens
te, los ingredientes básicos de este relato, es decir, el Y CREÓ Dios AL HOMBRE A SU IMAGEN
vacío primigenio, el trémulo movimiento inicial, el
nacimiento de las formas, del cielo y la tierra, de la El capítulo 1 del Génesis narra cómo el Dios de
divinidad suprema que se hace a sí misma (Pta para los judíos creó el mundo y los primeros seres huma-
los egipcios, Ta'aroa para los polinesios o Quetzalcóatl nos, Adán y Eva, a los que encomendó que crecieran,
para los aztecas, por ejemplo), así como los demás se multiplicaran, llenaran la tierra y la sometieran.
dioses y los seres, están presentes en muchas otras Yavé hizo a la mujer y al hombre a su imagen y
culturas del mundo antiguo, como las de Egipto, semejanza, por lo que el relato bíblico propone que
Grecia o India. Ya se trate del Po polinesio, el Nun de desde el inicio de su creación los humanos poseían
los antiguos egipcios, el Khaos de la Grecia clásica o completamente desarrolladas todas las capacidades
el Glan de la etnia bambara en Mali, este concepto mentales, culturales y morales que les otorgaban una
forma parte de los mitos creados por los hombres para total supremacía sobre los animales. Dios encomen-
explicar el origen del mundo que les rodea y darle daba a los hombres, además, una misión divina en la
sentido. Para una persona de nuestro tiempo, de la Tierra. El hombre ocupa, desde este punto de vista, la
trepidante sociedad tecnológica y la aldea global de la cumbre de la escala natural y el dominio de los seres
información, es igualmente sorprendente que esos creados exclusivamente para satisfacer sus necesida-
relatos míticos, pertenecientes al acerbo cultural de des justifica su papel diferente y único en el mundo
unos pueblos en los que ya no nos reconocemos, hecho por Dios. El Génesis también explica la diver-
presenten desconcertantes similitudes con la teoría del sidad racial y lingüística humana. Los tres hijos de
big bang, el modelo que la ciencia de nuestros días Noé y sus esposas, una vez finalizado el diluvio
utiliza para explicar la génesis del universo. universal, se expandieron por todo el orbe, dando
origen así a todas las razas y culturas conocidas. Dios
El ser humano, desde hace incontables generacio- creó por su propia voluntad todas las lenguas del
nes, ha perseguido ordenar la naturaleza y dar sentido a mundo cuando, para castigar a los hombres por la
su propia existencia. A lo largo y ancho de la historia, construcción de la Torre de Babel y con el objeto de
nuestra especie se ha servido de la mitología y de la confundirlos y dispersarlos, hizo que hablaran dife-
religión para, al fin de cuentas, hacer comprensible su rentes idiomas.
entorno. "El hombre es la medida de todas las cosas",
decía el filósofo griego Protágoras y, en verdad, las El relato del Génesis, pilar básico de las tres
religiones y sus ritos han servido para que el individuo grandes religiones monoteístas (el judaismo, el cris-
humano se presente a sí mismo frente a los poderosos, tianismo y el islamismo), ha influido muy significa-
a veces brutales, fenómenos de la naturaleza, frente a la tivamente en el pensamiento occidental sobre el
vida y la muerte o frente a la colectividad de la que origen y la diversidad humana durante cerca de dos
forma parte. En el afán por dotarse de un marco com- milenios. Los filósofos clásicos habían desarrollado
prensible, una de las preguntas esenciales que el ser ya la idea de que los humanos evolucionaron desde
humano se ha planteado a lo largo de su historia tiene formas animales. De particular importancia es la
que ver con su propio origen y naturaleza: ¿qué es el teoría atribuida al pensador Demócrito. Este filósofo
hombre?, ¿de dónde viene?, ¿cuál es su destino? griego defendió, a caballo de los siglos V y IV a.C,
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FERNANDO DIEZ MARTÍN
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Parentesco escandaloso.
El origen está en África
Caricatura de Darwin
aparecida en la prensa
satírica británica en Los grandes hitos en la búsqueda
1871, el mismo año de la
publicación de El origen de nuestros ancestros
del hombre.
humana en El origen del hombre y la selección en rela- E L VALLE DEL "HOMBRE N U E V O "
ción con el sexo, publicado en 1871. Apoyándose en
los trabajos de Huxley, afirma que nuestro linaje En 1871, en el Origen del hombre, Darwin pre-
comparte un ancestro común relativamente reciente dijo que lo más probable era que nuestros ancestros
con los grandes simios. De entre ellos, el chimpancé es se encontrasen en África, porque es en este conti-
el que se le antoja más próximo a nosotros. La simplifi- nente donde viven los primates más parecidos a
cación apresurada de sus razonamientos llevó a nosotros (los chimpancés y los gorilas). Darwin
muchos a concluir que lo que Darwin estaba diciendo había tomado la idea del libro de Thomas Huxley
es que el hombre desciende del mono. Ante esta idea, Evidencias del lugar del hombre en la naturaleza,
la burla y el escándalo no se hicieron esperar en la publicado en 1863. Sin embargo, a finales del siglo
sociedad decimonónica europea. Muestra de ello son XIX todavía se conocían muy pocos fósiles huma-
las caricaturas de la época que retratan a un Darwin nos y, desde luego, ninguno de ellos era africano. En
con cuerpo de chimpancé, o la reacción de la esposa las tempranas fechas de 1830 y 1848 ya se habían
del obispo de Worcester: "¡Dios Santo, de los monos! descubierto los primeros en la Cueva de Engis
¡Esperemos que no sea verdad y, si lo es, confiemos en (Bélgica) y en la cantera de Forbes, en Gibraltar.
que no se sepa!" Desafortunadamente para esta dama y Aunque hoy sabemos que estos restos pertenecen a
para otros muchos, ya no había remedio posible. La neandertales, en aquella época suscitaron poco inte-
búsqueda de nuestros orígenes había comenzado. rés y pasaron rápidamente al olvido.
Todo cambió en agosto de 1856. Ese verano, un
puñado de hombres que trabajaban en las voladuras
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FERNANDO DIEZ MARTÍN
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FERNANDO DIEZ MARTÍN Breve historia del Homo sapiens
gravemente enfermo por el raquitismo, había hecho embargo, no compartía algunas de sus ideas. Hae-
un alto para descansar en la cueva, donde murió. ekel pensaba, por ejemplo, que eran los simios asiá-
Incluso Thomas Huxley, el gran defensor de Darwin, ticos (orangutanes y gibones), y no los africanos, las
influido por las tesis raciales (y racistas) del antropó- especies más próximas a los humanos. Así lo plasmó
logo estadounidense Samuel Morton, sostuvo con en su árbol genealógico de 1868, en el que mostraba
brío que el fósil de Neander era un "tipo humano explícitamente la conexión entre los simios asiáticos
inferior", similar al de los aborígenes australianos. y el "eslabón perdido", al que denominó Pithecan-
Fue el paleontólogo irlandés William King, alumno ihropus alalus, literalmente, 'el hombre-mono sin
de Charles Lyell, quien en 1863 bautizó al ejemplar habla'. Este ser era mitad simio y mitad humano, no
alemán con el nombre de Homo neanderthalensis. caminaba completamente erguido, su mandíbula era
Por primera vez, ocho años antes de la aparición de muy prominente y no conocía el lenguaje. Las pro-
El origen del hombre, se dará cabida dentro de la puestas de Haeckel eran pura teoría pero calaron en
clasificación de Linneo a un tipo humano no sapiens. unos discípulos, que ansiosos por confirmarlas y
El ejemplar de Neander-thal será la primera especie ganarse el reconocimiento de la ciencia, se lanzaron
fósil perteneciente a nuestro género reconocida por la a la búsqueda de ese grial de la evolución.
ciencia. Y ese fósil se encontraba en Europa. Eugéne Dubois, estudiante holandés de medi-
cina, fue uno de aquellos jóvenes entusiastas. En
1887, a la edad de veintinueve años y al no conse-
EN BUSCA DEL ESLABÓN PERDIDO guir fondos del gobierno holandés para organizar
una expedición a los trópicos, dejó su trabajo en la
A pesar de los prejuicios iniciales en los que se Universidad de Amsterdam y se alistó como médico
vio envuelto el fósil de Neander, la confirmación de en el ejército destinado en las Indias Orientales
la existencia de especies humanas fósiles anteriores holandesas (nombre colonial de la actual Indonesia).
a nosotros se produjo en 1866, con el descubri- Dubois estaba convencido, siguiendo las tesis de
miento, en la cueva belga de Naulette, de una nueva 1 laeckel, de que los primeros ancestros de los huma-
mandíbula de formas primitivas. El estudio compa- nos debían encontrarse en territorio asiático. Y a
rativo de este resto con las mandíbulas de un chim- pesar de viajar a la otra punta del mundo, de los
pancé y un humano moderno demostró el carácter peligros y miserias que vivió en su búsqueda, su
claramente humano del mismo. Paul Broca, funda- determinación pronto dio unos inesperados frutos.
dor de la Sociedad de Antropología de París y En agosto de 1891 uno de sus asistentes encontró un
cercano a las ideas evolucionistas, aseguró que la molar humano en el río Solo, cercano a la aldea de
mandíbula constituía un argumento anatómico de Trinil, en la isla de Java. Pronto vinieron una bóveda
peso a favor del darwinismo y que se trataba del craneal y un fémur extrañamente moderno. Dubois
primer eslabón de la cadena que conectaba a los se dio cuenta de que el hueso de la pierna demos-
humanos con los simios. traba que ese ser andaba erguido, aunque poseyera
El insigne biólogo alemán Ernst Haeckel era un cráneo a caballo entre los simios y el hombre.
simpatizante de la teoría de Darwin pero, sin Decidió llamarlo Pithecanthropus erectus, literal-
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LA HISTORIA DE UN FRAUDE
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FERNANDO DTEZ MARTÍN Breve historia del Homo sapiens
décadas que esos fósiles, y no otros, correspondían a Conan Doyle, curiosamente, fue señalado por algu-
nuestro verdadero ancestro. Y en verdad, durante nos como partícipe de la misma), lo más importante
muchos años la mayor parte de los científicos acep- es que este vergonzoso suceso enturbió el progreso
taron de muy buen grado que nuestra evolución se en el estudio y comprensión de la evolución
había producido de esa forma, creando un ser mitad humana, atrasó notablemente el reconocimiento de
simio y mitad humano en la cadena de aconteci- otros fósiles verdaderos y distrajo a muchos ojos del
mientos. El hombre de Piltdown era el bálsamo ideal escenario más importante.
para los antropólogos bienpensantes del momento.
Era europeo, no podía ser de otro modo. Su cerebro,
incluso en la aurora de la humanidad, ya era tan UNA CAJA CON SORPRESAS
grande como el nuestro, a diferencia del de los nean-
dertales o los fósiles javaneses, cuya apariencia era En 1923, y con apenas veintinueve años de
escandalosamente bruta y primitiva. edad, Raymond Dart llegó a Sudáfrica para trabajar
Aunque, a decir verdad, la sospecha y la inves- como profesor de anatomía en la recién creada Uni-
tigación casi policial nunca estuvieron ausentes, hará versidad de Johannesburgo. El joven Dart, influido
falta esperar a 1953 para descubrir la impostura de por el estímulo científico de los descubrimientos de
Piltdown. Ese año, gracias al desarrollo de nuevas Piltdown, había llevado a cabo un estudio compara-
analíticas químicas, se denunció oficialmente que el tivo de los cerebros de humanos y chimpancés
hombre de Piltdown era, en realidad, un bonito durante su estancia en Inglaterra. La Universidad
puzzle confeccionado con el cráneo de un humano sudafricana fue un completo desencanto. Las instala-
moderno y la mandíbula de un orangután. Los ciones eran básicas, los medios técnicos casi inexis-
huesos habían sido tintados para darles una pátina tentes y no había ni siquiera una biblioteca de
similar a la de los verdaderos fósiles de animales medicina. Pero el brioso profesor australiano se puso
descubiertos en la gravera, lo que demuestra que manos a la obra y, entre otras cosas, animó a sus
detrás del engaño tuvo que haber un especialista en estudiantes a que buscasen fósiles de animales
paleontología ¿Quién o quiénes fueron los responsa- durante sus vacaciones de verano. La intención de
bles de semejante disparate? ¿Smith-Woodward, Dart era crear una colección didáctica y, para ello,
cuya ambición de notoriedad jamás hubiera podido prometió incluso una recompensa de cinco libras a
verse colmada con el estudio de los peces fósiles, su quien le llevase el fósil más interesante. A comien-
verdadero campo de estudio? ¿Keith, empeñado en zos del curso siguiente, una de sus alumnas, Jose-
hacer valer sus teorías? ¿Dawson, deseoso de colo- phine Salmonds, avisó a Dart de que había
car a Gran Bretaña en un lugar de referencia en la encontrado el cráneo fósil de un papión (un primate
paleontología mundial? ¿O quizás el eminente de medianas dimensiones) en la casa de unos ami-
geólogo William Solías, dispuesto a vengarse a todo gos, cerca de un sitio llamado Taung. El profesor,
precio de su rival Smith-Woodward? Aunque la educadamente, corrigió a la joven: imposible que
trama se nos antoje a la altura del famoso detective fuera un papión. Como muchos científicos de la
de ficción Sherlock Holmes (cuyo creador, Arthur época, Dart pensaba que África no podía haber sido
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los especialistas, mucho más interesados por los llevado a cabo una expedición geológica y paleonto-
nuevos descubrimientos que se estaban produciendo lógica en la garganta de Olduvai, a las puertas de las
de China (el llamado "hombre de Pekín", en 1929) y inmensas planicies del Serengueti (norte de Tan-
que parecían confirmar nuevamente que los orígenes zania) y en la tierra de los maasai. Aunque Reck
de nuestro linaje se situaban en Asia. Dart, ajeno a la encontró abundantes restos de animales fosilizados
delirante caza del eslabón perdido y la ambición en una profundidad o grosor de unos 100 metros de
mediática, volvió desilusionado a Sudáfrica, dis- sedimentos visibles en los escarpes de la garganta, la
puesto a retomar sus quehaceres académicos habi- I Guerra Mundial frustró la continuidad de sus traba-
tuales. jos. En 1931, y en el transcurso de una visita a la
región acompañado por el propio Reck, Louis halló
hachas de mano de gran antigüedad. Esa, junto a
¡Lo TENEMOS! otras razones de tipo personal y académico, fue la
excusa perfecta para que decidiera alejarse de
A Louis Leakey, estudiante en Cambridge, le Europa. En 1935, junto con su segunda esposa,
advertían que se olvidase de una vez por todas de Mary, una joven arqueóloga aficionada, comenzó a
esa disparatada idea suya: "si lo que usted persigue trabajar en Olduvai. Y ese paisaje, a los pies del
es embarcarse en la búsqueda de nuestros primeros sobrecogedor cráter del Ngorongoro, se convirtió en
ancestros, no es en África, sino en Asia adonde el hogar científico de ambos durante el resto de sus
debería dirigir la mirada, tal y como, por otra parte, vidas. Allí se entregaron durante veinticuatro años a
señalan todas las evidencias". Leakey, ciertamente, la búsqueda de fósiles humanos. Su determinación
era un joven testarudo y no estaba dispuesto a tuvo escaso éxito porque, a pesar de hallar abundan-
dejarse convencer fácilmente. Hijo de unos misione- tes artefactos líticos y fósiles de mamíferos, no
ros anglicanos en Kenya, se había criado en plena consiguieron encontrar el tan ansiado ancestro
sabana africana junto a otros niños de etnia kikuyu, humano. La suerte cambió una fresca mañana del 17
interesado por la naturaleza y la prehistoria. Durante de julio de 1959.
sus años de estudiante en la elitista Universidad de Ese día, mientras Louis descansaba en el
Cambridge, Louis participó en una expedición del campamento aquejado de fiebre, Mary decidió salir
Museo Británico al territorio de Tanganyka (actual sola a explorar una vez más los recovecos de
Tanzania) en busca de dinosaurios fósiles. El viaje le Olduvai. Por fortuna, sus ojos se detuvieron en un
fascinó y decidió centrar sus pesquisas en el conti- hueso que sobresalía de la tierra. Mary no podía
nente africano, pues estaba convencido de que la creer lo que estaba viendo: incrustados en el sedi-
predicción de Darwin era cierta. mento pudo ver unos dientes y luego la mandíbula a
En 1929 comenzó a buscar en Kenia evidencias la que pertenecían. Enseguida reconoció al homínido
arqueológicas de culturas antiguas. En sus prolíficos que tanto tiempo había buscado y corrió al encuen-
años de estudiante, Louis tuvo la oportunidad de tro de Louis gritando "¡lo he encontrado!, ¡lo he
conocer al destacado paleontólogo alemán Hans encontrado!" Cuando el cráneo casi estuvo listo para
Reck, quien en la temprana fecha de 1913 había su estudio, los Leakey se toparon con una desilusión
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FERNANDO DIEZ MARTÍN Breve historia del Homo sapiens
rial acabaría volatilizándose de África oriental y su recuperada en los ricos yacimientos de África orien-
lugar sería ocupado por un bosque más aclarado que, tal no se ha documentado ni un solo resto fósil perte-
solo andando el tiempo, daría paso a una sabana neciente a los antepasados directos de los gorilas y
abierta. Y, acostumbrado al cálido resguardo de la los chimpancés (que, por otra parte, y de forma un
selva ecuatorial, la sabana no parecía ser lugar para lanto extraña, tampoco se conocen en otros sitios).
nuestro importunado ancestro. Además, la distribución actual de gorilas y chimpan-
cés se sitúa en las regiones occidentales y centrales
de África ecuatorial y no sobrepasa la frontera del
A L ESTE DEL EDÉN Rift.
Aunque la East side story ha sido desafiada en
Sabemos que aquel ancestro común vivía en el los últimos años por algunos hallazgos, ésta se
cinturón selvático que un día, sin solución de conti- alinea con algunos de los mecanismos más vigoro-
nuidad, conectaba la franja ecuatorial africana de sos que operan en la evolución de las especies: el
Este a Oeste. Esta estabilidad ecológica permitió aislamiento de poblaciones y los cambios en el habi-
también su equilibrio biológico durante muchos tat. Todos los seres vivos, incluidos los minúsculos
milenios. Sin embargo, suponemos que la barrera organismos unicelulares, dependen en gran medida
del Rift acabó fracturando la población inicial en del medio ambiente en el que se desarrollan. Cuando
dos. Los grupos que habían tenido la fortuna de se produce la transformación de su ecosistema sola-
encontrarse en su zona oeste siguieron gozando de mente tienen dos salidas posibles: o la extinción o la
las ventajas y el sosiego que les proporcionaba aquel adaptación a los nuevos retos (mediante la migra-
edén selvático al que estaban acostumbrados y que ción a zonas más parecidas a su ecosistema original
seguía siendo regado generosamente por las corrien- o, de forma más drástica, mediante la especiación).
tes marinas atlánticas. Serían los ancestros de los Si, además, el reto ecológico se ve subrayado por el
chimpancés. Aquellos a los que, por desgracia, la aislamiento reproductivo de la población, entonces
escisión les había encontrado en su zona oriental no la solución más drástica puede verse favorecida. La
corrieron la misma suerte. Serían los ancestros de fuerza de este proceso también acabó cazando a los
los primeros homíninos y del posterior género ancestros de los chimpancés, por ejemplo. La selva
humano. Esta teoría sobre el origen de nuestro húmeda en la que quedaron inicialmente confinados
proceso de especiación (cambio de dirección desde tampoco fue inmune al vaivén climático del conti-
una especie hacia otra), formulada en 1994 por el nente ni a su fracturación y retroceso. De hecho, la
paleontólogo francés Yves Coppens, recibe el distribución actual de éstos es la consecuencia
nombre de la East side story ('la historia del lado directa de los cambios,que ha sufrido desde entonces
este', un juego de palabras que hace referencia al la selva ecuatorial en África oriental y central.
musical de Broadway convertido en exitosa película En contra de lo que se pensó en un principio,
en 1961). A su favor se encuentra el hecho, incontes- los primeros homíninos no se encontraron súbita-
table hasta el momento, de que entre la abultada mente en medio de la sabana abierta y seca. Ese
colección de restos de animales fósiles y homíninos destino estaba guardado para sus descendientes.
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arbustos de mediano porte que ahora comenzarían a cuenta, por tanto, de que el desconocimiento de este
abundar en los nuevos bosques abiertos y de transi- trascendental periodo para la evolución de nuestro
ción hacia la sabana. De esta forma no habrían linaje era aplastante: ¿cómo eran los antepasados de
tenido que combinar la marcha cuadrúpeda y bípeda Lucy?, ¿estábamos en condiciones de identificar con
al desplazarse de un arbusto a otro en busca de sus cierta seguridad las líneas más ancestrales de huma-
ansiados frutos y podrían recolectar muchos más al nos y chimpancés?, ¿era posible que el registro fósil
mismo tiempo. Esta hipótesis, propuesta en 1994 por hubiera podido conservar retazos de ese distante
el primatólogo estadounidense Kevin Hunt, se ve momento? Pronto surgieron equipos de investiga-
apoyada por las observaciones del comportamiento ción que, husmeando en sedimentos geológicos
de los chimpancés. Nuestros parientes, aunque de pertenecientes a ese periodo, se embarcaron en la
forma algo torpe, suelen utilizar la marcha erguida difícil aventura de contestar aquellas preguntas. Este
cuando están atareados buscando alimentos. reto ha sido, a la vez, una reñida carrera que ha
Finalmente, la marcha bípeda, perfeccionada a lo llevado consigo animadas controversias. Apenas
largo del tiempo, habría constituido una magnífica quince años después de que la caza diera comienzo,
ventaja para los homíninos, que acabarían uniendo contamos ya con algunos candidatos a hacerse con
su destino al de la exigente sabana abierta: habría el preciado título del homínino más antiguo.
permitido liberar las extremidades superiores para la Desgraciadamente, los fósiles recuperados son tan
talla de la piedra, para transportar alimentos desde escasos y parciales que el debate sobre su inclusión
las zonas más peligrosas a las más seguras, para o no en la rama ancestral de los humanos es muy
atenuar los efectos del Sol en las praderas desnudas vibrante y está completamente abierto. Esto es así
(la locomoción bípeda permite exponer menos porque los investigadores, deseosos de ser los descu-
superficie corporal a los rayos solares que la cuadrú- bridores de ese primer homínino (ninguno de ellos
peda), para disponer de una mayor visibilidad y muestra tanto entusiasmo por descubrir, por ejem-
control de los riesgos en las grandes extensiones de plo, un ancestro fósil de los gorilas), llevan al límite
herbáceas, o para responder con mayor eficacia a los su interpretación de los rasgos observados. Sin
trastornos ocasionados por la dispersión de los embargo, debido al dinámico proceso de especiación
alimentos. que suponemos se inició en torno a los 7 m. a., es
posible que algunas de las características que tien-
den a asumirse como exclusivas de los homíninos
LEJANOS CANDIDATOS fueran, en realidad, compartidas también con otros
géneros que nada tienen que ver con el linaje
Cuando los genetistas llegaron a la conclusión humano. La escasez y fragmentación de los fósiles
de que la divergencia entre los chimpancés y los no son, por tanto, buenos aliados para la reconstruc-
humanos se debió producir entre hace 7 y 5 m. a., ción de este trascendental periodo.
solo se conocían algunos dientes y fragmentos de La huella más antigua por ahora está consti-
huesos que, mal fechados, podían acercarse a los 4 tuida por un puñado de fósiles recuperados en 2001,
m. a. de antigüedad. Los paleoantropólogos se daban en unos sedimentos de entre 7 y 6 m. a. de antigüe-
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u
H. antecessor i—) j ¡ H- 'hresmosi;
W e^aster H. habílis p hnI S~\ f~l
2 a
H. gewgtctis j 1 A.^arlij i—11 1 H SrScfuS
3
Kenyanthropusp!atyops\^ i—I M-afr/canus
4 » anamensis O —Aoslralopimecus afatensis
ArtifpHhécus ramidu* •
5
Ardipithecus kattabba •
G ™ M Orrorin
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Satwlanthmpus tchadmsis H
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Breve historia del Piorno sapiens
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E N EL PAÍS DE LOS A F A R
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FERNANDO DIEZ MARTÍN
Breve historia del Homo sapiens
E L ENREDO DE LA EVOLUCIÓN
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problemas para correr como nosotros lo hacemos. titubeante. Aquí tenemos el enigma del 'australopi-
Ante la alarmante presencia de un peligro inespe- teco del lago': la primera especie incluida en este
rado, la mejor solución para ellos habría sido encara- género, de la que desconocemos su capacidad ence-
marse a un árbol, probablemente a cuatro patas, tal y fálica, cuya dentición es más primitiva que la de sus
como lo hacen los simios actuales. compañeros de Afar, pero dueño de una marcha
Esta reconstrucción de las características bípe- bípeda más evolucionada y mejor adaptada a la vida
das de los A. afarensis entra en contradicción con el en las grandes llanuras que la de otros australopite-
sobrecogedor hallazgo de las huellas de homíninos cus más recientes ¿Tiene esto sentido? Sí, es una de
más antiguas conocidas, las de Laetoli (en Tanzania, las lecciones más importantes que la evolución
muy cerca de Olduvai). En este hermoso paraje, humana no cesa en enseñarnos y a la que ya nos
Mary Leakey excavó en 1978 el milagro arqueoló- hemos referido: frente a la imagen de un progreso
gico de un instante congelado en el tiempo: entre unilineal, atareado invariablemente en crear formas
muchas otras trazas de animales dispersas por este que van de lo simple a lo complejo, la realidad se
sitio, se habían conservado las pisadas fosilizadas, empeña en mostrarnos una abigarrada ramificación
en un tramo de unos 27 m., de dos homíninos de acontecimientos, un torbellino en el que los
(macho y hembra o adulto y niño marchando muy rasgos que hoy podríamos considerar modernos se
juntos, quizás protegiéndose uno a otro, por un lugar presentan cuando no los esperábamos y se esfuman
abierto y peligroso) que andaban erguidos hace 3,6 cuando contábamos con ellos. Así podríamos expli-
m. a. por las tierras de Laetoli. Las pisadas quedaron car, tal y como sugiere el paleontólogo estadouni-
impresas en las aún húmedas cenizas volcánicas dense Ian Tattersall, cómo la parte superior del
que, tras su rápido enfriamiento, dejaron constancia fémur humano se parece más a la de un chimpancé
de tan fugaz y, aparentemente, anodino viaje. Lo que a la de un A. afarensis ¿Juega con nosotros la
más llamativo de este hallazgo descansa en el hecho evolución, haciendo que nuestros ancestros pasaran
de que las pisadas muestran una estructura de la de un fémur simiesco a otro de rasgos afarensis
zancada bastante precisa, no muy lejana a las huellas para, finalmente, volver a adoptar la forma inicial en
que dejaría uno de nosotros sobre la arena de una fases posteriores? ¿O es que el A. afarensis no sería
playa. Semejante evidencia de una bipedestación un ancestro directo de la línea humana, en contra de
bastante moderna ha causado cierta controversia. lo que proponía el optimista Johanson? Convencidos
Los únicos restos fósiles hallados en Laetoli pertene- de ello, algunos investigadores consideran que el
cen al A. afarensis, lo que ha hecho suponer a más anamensis es mejor candidato para hacerse con la
de uno que las huellas no pueden corresponderse corona ancestral de los humanos y, por tanto, lo
con la vacilante marcha de este bípedo arborícola. incluyen en un nuevo y gráfico género llamado
Algunos investigadores miran a la especie A. Praeanthropus, el de los prehumanos. Otros, sostie-
anamensis que, a pesar de ser algo más antiguo y nen que ese papel debería concederse al otro género
poseer un cráneo y unos colmillos más simiescos ya existente en aquel momento, el Kenyanthropus.
que el suyo, presenta unos huesos de la pierna que Su cara sorprendentemente plana, su cerebro relati-
denotarían una marcha bípeda más firme y menos vamente desarrollado y sus pequeños molares (con
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las inmediaciones del lago Chad. Si, como algunos herbáceas. Los grupos africanus estarían acostum-
investigadores sostienen, se trata de una variante brados a los parches boscosos aunque estarían mejor
regional salida del Cuerno de África, la presencia capacitados para abrirse paso en la sabana.
del A. bahrelghazali en África central hace 3,5-3 m.
a. (¡a 2.500 km. de distancia del Gran Rift!) solo
puede explicarse a partir de un itinerario en el que ¿Así HABLÓ ZARATHUSTRA?
estuvieran incluidas largas marchas por planicies
abiertas. Algo parecido debieron afrontar los grupos La obra maestra de ciencia ficción '2001, una
incluidos en la especie A. africanus. Debido a los odisea en el espacio', del genial cineasta estadouni-
problemas de datación de los yacimientos de Su- dense Stanley Kubrick, basada en una obra del escri-
dáfrica (todos ellos localizados en cuevas), no sabe- tor Arthur C. Clarke, arranca con un inesperado
mos con certeza cuándo comenzó la andadura de comienzo que hipnotiza al espectador: el amanecer
estos australopitecos, ni si éstos son el resultado de del hombre. Hace unos 4 m. a., un vasto paisaje
una migración desde África oriental. El impactante agreste y desértico es el hogar de unos seres simies-
descubrimiento de un esqueleto completo incrustado cos, podrían ser los primeros australopitecos, que se
en la roca caliza de las profundidades de la cueva de sustentan de alimentos vegetales, se disputan el agua
Sterkfontein (apodado con el nombre de little foot y con otras bandas hermanas, conviven pacíficamente
aún en proceso de lenta excavación) y otros restos con los herbívoros y, por la noche, se refugian en
recuperados en la cercana cueva de Jacovec podrían roquedos, al resguardo de las fieras salvajes que
acercarse hasta los 4 m. a., lo que haría más profun- aguardan escondidas en la oscuridad. Una vida, en
das las raíces de estos homíninos en suelo sudafri- fin, contenida por el miedo y el peligro. Una ma-
cano. De momento, se acepta que los africanus ñana, cuando la luz se despereza en esos breves pero
aparecen en el sur del continente hace unos 3 m. a., intensos amaneceres africanos, descubren inquietos
y se extinguen hace 2,4 m. a. Se asemejaban a sus un extraño monolito, de geometrías perfectas, apos-
congéneres los afarensis en sus capacidades locomo- tado en su territorio. La estructura ha sido colocada
toras (estaban mejor habituados a la marcha bípeda, allí por una inteligencia extraterrestre a la espera de
pero se movían bien por los árboles), aunque su forzar la evolución de aquellos simios. Y pronto
cráneo era menos simiesco (este es el rasgo de tendrá sus frutos: los anteriormente pacíficos y
mayor modernidad de los africanus, que ha servido temerosos primates descubren que pueden valerse de
a algunos especialistas para presentar su candidatura huesos como potentes armas para matar animales y
como ancestro más directo de los humanos moder- alimentarse de su carne, para matar a sus congéneres
nos), el volumen de su cerebro ligeramente mayor rivales y mostrar su liderazgo. La turbadora compo-
(440 ce), sus molares más desarrollados, y el dimor- sición de Richard Strauss, la obertura de Así habló
fismo sexual más atenuado. Por lo que sabemos, los Zarathustra, enmarca la reconstrucción de ese
paisajes sudafricanos de hace 3 m. a. eran más primer acto de la obra humana: la violencia, inocu-
áridos que los que frecuentaban los afarensis: una lada por aquellos seres venidos de fuera, ha sido el
combinación de bosques con extensas praderas de motor del vertiginoso progreso que nos ha llevado a
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El niño de Taung.
Este excepcional grisácea. Una serie televisiva recrea la muerte de
fósil, que conserva Lucy arrollada por una corriente de agua, ante la
toda la cara y el espantada e impotente mirada del que parece ser su
molde petrificado compañero. Quizás, demasiada imaginación. Los
del cerebro, perte- australopitecos debieron vivir en grupos en los que
nece a un ejemplar la competencia sexual todavía estaba bastante
infantil del Austra- marcada y en los que todavía no había cristalizado el
lopithecus modelo social de familia. Eso llegaría más tarde.
africanus, la especie La saga de los australopitecos consiguió sobre-
que habitaba África vivir durante un largo periodo de tiempo, casi dos
del sur hace 3 m. a. millones de años. Y eso fue un gran logro, puesto
y que, bautizada por que mostraron una gran destreza para encontrar su
Raymond Dart, lugar en la convulsa época que les tocó vivir.
inauguraba la Constituyeron un grupo heterogéneo en el que,
extensa familia de probablemente, estemos incluyendo homíninos bas-
los australopitecos. tante distintos entre sí. Al filo de los 3 m. a. y en
África oriental estuvieron acompañados por sus
dúos que vagaban de bosque en bosque, de una vecinos los parántropos (otros homíninos de los que
fuente de agua a otra, internándose a veces en las hablaremos en el capítulo siguiente) y hasta algunos
planicies cercanas. El empobrecimiento de su medio de los más recientes, como la sorpresa del Australo-
en la estación seca provocaba la dispersión de los pithecus garhi, pudieron asistir como testigos privi-
grupos cuando los alimentos se hacían más escasos. legiados al misterioso nacimiento de las primeras
Los vínculos sociales debieron tener cierta impor- especies que hoy incluimos en el género Homo.
tancia en aquella sociedad. En los australopitecos, la También fueron espectadores, quizás copartícipes,
diferencia de talla entre machos y hembras es más del alba del comportamiento tecnológico. Pero en su
acusada que la que observamos en los chimpancés larga andadura bajo el cielo africano, cuando todo
actuales, aunque la diferencia en los colmillos era parecía avanzar hacia nuevos derroteros, ellos
más atenuada (los colmillos muy grandes en los apenas cambiaron. Su cerebro permaneció casi
machos son característicos de las sociedades de intacto, poco mayor que el de un chimpancé, y sus
primates con machos dominantes que controlan sus formas de vida fueron las de siempre. Se desvane-
harenes). Es, por tanto, probable que existieran algu- cieron, no sabemos el porqué, y se llevaron consigo
nos lazos especiales entre machos y hembras. El los secretos de su estirpe: ¿Quién, de entre todos
imaginario contemporáneo, por ejemplo, se ha ellos, cedió el testigo a los primeros humanos?
encargado en repetidas ocasiones de reconstruir la
escena de Laetoli con una pareja de australopitecos,
con evidentes connotaciones familiares o afectivas,
que camina sobre un manto volcánico de arena
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En las orillas del
lagoTurkana
Los primeros humanos y los parántropos
SER O NO SER
Hace 2,8 m. a. se produjo un rebrote en el dete-
rioro del clima y el inicio de la Edad del Hielo
moderna: la alternancia de prolongados periodos de
frío glaciar y aridez (en los que las masas de hielo
polares se hacían muy extensas) con otros de tregua
(cuando las temperaturas eran mucho más benignas).
En las regiones ecuatoriales este vaivén climático
trajo consigo la expansión de las praderas herbáceas
de sabana. En aquel momento, embosque húmedo
que un día cubrió el Cuerno de África era ya un
lejano recuerdo. El mismo lago Turkana que un
millón de años antes había estado poblado de bos-
ques, marismas y praderas húmedas, ahora y a causa
de la sequía, vio cómo se reducía su extensión y se
ampliaban las alfombras desnudas de árboles y
cubiertas de hierbas. Este drástico cambio del pai-
saje conllevó una importante renovación de las espe-
cies de mamíferos: los caballos de tres dedos
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'Di" 0"
Una de las cuestiones más controvertidas de H. gooroiens Homo
A- babreighazah | ,
este trascendental momento de nuestra historia tiene Kenyanthropus ptatyop-
.— f_J
i
i A africanas
\Atistralopitttecus, afarcnst
que ver con los primeros representantes del género Ar mmtíus O
Homo. Ya sabemos que la especie más antigua de Aróipilliccus kadabba F 1
humanos fue presentada en sociedad en 1964 por
Louis Leakey y los anatomistas Phillip Tobías y Sahetenthropus tctiaúensia I
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ramente antes. El Homo rudolfensis ('el hombre del Esa arquitectura craneal más refinada, sin embargo,
lago Rodolfo', el nombre colonial con el que era co- es dueña de un cerebro más pequeño que el de los
nocido el lago Turkana, en Kenya) vivió en el Gran rudolfensis: 600 c e , lo que significa una disminución
Rift entre hace 2,5 y 1,9 m. a. Se trata de un homí- media de unos 100 ce. A pesar de todo, la evolución
nino que, sorprendentemente y en poco tiempo, ha encefálica del habilis respecto a los australopitecos
conseguido hacerse con un cerebro medio de 750 es igualmente considerable. Hace algo más de 2 m.a.,
c e , notablemente mayor que el de los australopite- por tanto, algunos homíninos, los que incluimos en el
cos: ¡los africanus, pocos miles de años antes apenas seno de nuestro género, habían iniciado un particular
disponían de una capacidad de 440 c e ! Sin em- camino de desarrollo cerebral, que ya no se frenaría
bargo, y recordando a aquéllos, aún conserva ciertos en lo sucesivo ¿Y qué causa provocó el inicio de este
rasgos de robustez en la cara y, sobre todo, en los extraño proceso? En realidad no lo sabemos. Un
dientes. Su rostro es grande, ancho y plano, mientras cerebro grande acarrea un problema considerable
que sus molares (grandes, con un esmalte grueso y para su portador: se trata de un órgano mastodóntico
con raíces profundas) recuerdan más a los parántro- que necesita ingentes cantidades de energía para
pos contemporáneos que a los humanos más recien- funcionar (en nuestro caso, el cerebro consume el
tes. Apenas sabemos nada sobre su cuerpo. Los 20% de toda la energía que producimos). Y eso signi-
escasos fósiles de las extremidades (brazos y pier- fica más comida (de buena calidad) y, claro está, más
nas) que han sido atribuidos a esta especie sugieren riesgo para hacerse con ella. Cuando Leakey y sus
que pudo ser más corpulento y estilizado que el colegas estudiaron las huellas cerebrales impresas en
habilis. el interior de los restos craneales, estaban convenci-
El Homo habilis, por su parte, vivió en África dos de que el Homo habilis ya tenía desarrollada el
oriental y del sur entre hace 2 y 1,4 m. a. Las caracte- área de Broca (la zona del cerebro que, entonces, se
rísticas físicas que hicieron situar al habilis dentro creía responsable del lenguaje). Hoy sabemos que
del género humano proceden fundamentalmente de esta zona no es la única región cerebral que inter-
su cráneo, bastante más moderno en comparación viene en el habla, pero este hecho pone de manifiesto
con el de los australopitecos. La bóveda craneal se que los habilis disponían ya de un cerebro mejor
acerca más a nuestra característica forma de globo, organizado que el de sus ancestros: los hemisferios
mientras que la cara no se proyecta tanto hacia izquierdo y derecho comienzan a dar signos de espe-
delante como en el caso de aquéllos (el prognatismo cialización (nuestra característica asimetría cerebral),
facial es más moderado). La cara de los habilis se lo que está vinculado con la mejora de las operacio-
hace más grácil (no tan masiva como la de los austra- nes de tipo manual. El cerebro del habilis estaba
lopitecos o incluso los rudolfensis) porque su estruc- capacitado también para afrontar una mayor comple-
tura dentaria se hace más pequeña y las muelas, por jidad en las relaciones con el medio natural y con sus
ejemplo, reducen su tamaño. Esta reducción de los congéneres.
dientes sugiere que los habilis tuvieron un régimen El hombre hábil parecía más humano a fuerza
alimenticio más variado que el los australopitecos, en de contemplar la forma de su cráneo y de sus dientes
el que no era necesario masticar tanto los alimentos. o de intuir los avances que comenzaban a producirse
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E L QUE ESTÁ ' A L LADO DEL HOMBRE' también presentes en África del sur, a través de la
especie Paranthropus robustus (el robusto descubierto
Cuando en 1959 Mary Leakey corría feliz hacia por Broom), que vivió en los mismos parajes que los
su campamento tras el descubrimiento del primer australopitecos sudafricanos, entre 2 y 1,5 m. a.
homínino de Olduvai (el cráneo apodado 'cascanue- Pero, ¿qué hace diferentes a los parántropos?,
ces' o 'Zinj', que hoy día incluimos en la especie Pa- ¿por qué los situamos en un sendero alternativo y
ranthropus boisei), hacía ya veinte años que se habían paralelo al seguido por el linaje humano? Este género
descubierto los primeros parántropos en Sudáfrica. En es un ejemplo magnífico de especialización extrema:
1938 un joven estudiante halló varios dientes fósiles todo su cráneo está diseñado para hacer de su mandí-
en la cueva de Kromdraai que puso en manos del bula una formidable máquina trituradora de alimentos.
paleontólogo escocés afincado en Sudáfrica Robert Los parántropos poseían las mandíbulas más potentes
Broom. Éste, en los años siguientes, no solo realizó de todos los grandes simios conocidos. Los músculos
numerosos hallazgos que daban un más que necesi- que controlan la masticación (los llamados temporales
tado apoyo a las reclamaciones africanas de Raymond y maseteros) estaban hiperdesarrollados en estos
Dart, sino que definió el nuevo género y especie homíninos y, por tanto, los huesos a los que se acopla-
Paranthropus robustus. Parántropo significa literal- ban esos músculos tan fornidos debían tener una
mente 'al lado del hombre', y, ciertamente, este género robustez equivalente. Así, en los parántropos el hueso
llevó a cabo la mayor parte de su andadura al lado de de la mejilla (el arco zigomático) era muy grande,
las primeras especies adscritas al género Homo, evolu- mientras que los ejemplares masculinos presentaban
cionando en paralelo a aquellas y desarrollando una una cresta ósea espectacular en la parte superior del
adaptación alternativa e igualmente original a los retos cráneo. Los parántropos utilizaban poco sus dientes
ambientales que fueron comunes a su tiempo. La rama incisivos y caninos y, por tanto, éstos eran bastante
que condujo a los parántropos comenzó su desarrollo pequeños. Sin embargo, sus muelas eran gigantescas,
casi al mismo tiempo que la de los humanos, hace con unas raíces enormes y cubiertas de un esmalte
unos 2,8 m.a., como si los nuevos desafios ecológicos espeso: por ello, a los parántropos se les conoce como
hubieran propiciado dos respuestas posibles en el seno los 'megadontes' o los 'dientes grandes'. Los gorilas,
de los australopitecus. En esa fecha situamos a la de talla mucho mayor, no poseen unos molares más
primera especie conocida dentro de este género, el desarrollados que los suyos. Los homíninos megadon-
Paranthropus aethiopicus, que vivió en África oriental tes, en fin, eran verdaderos molinos andantes.
hasta hace unos 2,2 m. a., más o menos cuando en la A pesar de esta robustez exagerada del cráneo y
misma zona del Gran Rift surge la especie Pa- la mandíbula, los parántropos disponían de un de-
ranthropus boisei (el cráneo de 'Zinj' y otros muchos sarrollo cerebral bastante notable. Los boisei, la espe-
ejemplares que reciben el nombre en honor de un cie más robusta e hiperespecializada de todas,
mecenas que financió generosamente las investigacio- poseían un promedio de 550 c e , no muy por debajo
nes de los Leakey). La andadura del P. boisei fue muy de los habilis (de hecho, algunos ejemplares superan
larga, algo más de un millón de años, hasta su extin- el promedio de estos primeros humanos). Sin
ción hace cerca de 1 m. a. Los parántropos estuvieron embargo, a lo largo de más de un millón de años, el
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tecnología. Y nunca mejor dicho. La sabana estaba sostienen que estas evidencias demuestran que los
repleta de carne: restos de cebras, antílopes o gace- homíninos de hace 2 m. a. habían recogido las partes
las, muertos por la sequía, la falta de pasto o, sobre más ricas en carne de algunos animales muertos en
todo, convertidos en despojos abandonados por los las inmediaciones del lago y las habían transportado
carnívoros. Los grandes felinos, por ejemplo, tras a un lugar más seguro, al resguardo de los grandes
saciarse dejaban aún partes muy nutritivas de sus felinos, para consumirlas tranquilos. Los primeros
presas: los cantos podían servir para romper los humanos, junto a una variada lista de alimentos
huesos o los cráneos de animales y hacerse con vegetales, debieron sobrevivir gracias a largas bati-
alimentos poco accesibles (la médula ósea o el cere- das en busca de carne, que conseguían cazando
bro); las afiladas lascas podían ser potentes aliados (cuando tenían esa fortuna) animales de pequeño
para, con rapidez, cortar tendones y desarticular tamaño, pero también disputando con otros fieros
algunas partes ricas en carne. Con unos dientes tan carnívoros los animales muertos que encontraban a
pequeños (insignificantes comparados con los de los su paso: ¡Y eso requería de mucho arrojo! Como las
grandes carnívoros), la capacidad de producir instru- praderas abiertas, los lugares más propicios para
mentos cortantes de piedra les habría dado una encontrar la ansiada carne eran también los lugares
ventaja salvadora: la tecnología se convertiría en sus más peligrosos (los encuentros con los grandes
dientes y colmillos y les permitiría la osadía de depredadores eran más previsibles), transportaban su
competir con los temibles carnívoros por los mismos alimento hacia zonas más seguras (los artefactos de
recursos: la carne. piedra fueron decisivos para agilizar sus labores de
carnicería). Ese comportamiento, originalmente un
¿Eran estos primeros humanos astutos cazado- simple acto reflejo de supervivencia, acabaría te-
res o temerosos carroñeros? El yacimiento de FLK niendo una importancia decisiva: el traslado de los
en Olduvai ha sido también una referencia para trozos de carne a refugios para compartirlos con el
intentar responder a esta pregunta. La impresionante grupo será la semilla de la complejidad social que
concentración de piedras talladas y huesos de anima- nos define.
les en las cercanías de un gran lago (hoy inexistente)
muestran que los homíninos podrían haber sido El espectáculo de diversidad en el lago Turkana
responsables de la acumulación y el consumo de debió ser sobrecogedor. Bandas de humanos y pa-
animales (entre los que se encuentran especies tan rántropos empeñados en la supervivencia y tallando
variadas como la jirafa, el elefante, el hipopótamo, con éxito su historia a través de incontables genera-
la cebra o el búfalo). Muchos huesos presentan ciones. Ambos linajes se revelan, en fin, como resul-
huellas de haber sido fracturados violentamente con tados únicos y magníficos de la caótica historia
cantos y muestran marcas de corte producidas con evolutiva de los homíninos. Justo es reconocer que
artefactos afilados. Algunos destacados especialis- ambas líneas, parántropos y humanos, fueron igual-
tas, como el estadounidense Henry Bunn o el espa- mente excepcionales. Desgraciadamente, los prime-
ñol Manuel Domínguez-Rodrigo (quien en la ros acabaron apagándose. Quizás, lo que en un
actualidad dirige una nueva ronda de investigaciones principio fue su salvación, acabó convirtiéndose en
en este mítico yacimiento y en otros de Olduvai), su condena: esa hiperespecialización física pudo
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Un lugar llamado
Hace 1,9 m. a., las inmediaciones del lago Turkana, en
Nariokotome
Kenya, estaban frecuentadas por distintos tipos de homíni- El salto hacia el Homo ergaster
nos: H. rudolfensis, H. habilis y R boisei ¿Cómo se relacio-
naban todas estas especies entre sí? ¿Cuál era su lugar en el
engranaje de la sabana?
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.^%~ym'
%
El joven Turkana.
Este esqueleto casi
completo, descubierto
en Nariokotome
(Kenya), es uno de
los hallazgos más
espectaculares de la
historia de la
paleoantropología.
Pertenece a un chico
que vivió hace
1,5 m. a. y que
formaba parte de la
especie
Homo ergaster.
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Antones E U R O P A ÁFRICA ASIA
le años I—>
El cráneo del joven de Nariokotome tiene una
D
H. neanderthalensís D H
' sa
P'en8 H. ftotesiens
P. mbustus
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cia, a punto de dar el "estirón" que nos caracteriza), partir del H. ergaster cuando los humanos pierden la
podríamos atribuirle una edad de entre 11 y 12 años. mayor parte del pelo corporal, desarrollan las glán-
Algunos investigadores señalan, sin embargo, que dulas sudoríparas y adquieren su particular sistema
las pautas de desarrollo de esta especie se encontra- de regulación térmica: la reducción de la tempera-
ban a caballo entre los australopitecus y nosotros y tura corporal a través de la evaporación. Todos estos
que su edad real sería, por tanto, de unos 8 ó 9 años. elementos se unieron para dotar a esta especie de
Un cuerpo tan desarrollado como el suyo a los ocho una resistencia sin precedentes para acometer largas
años solo se explica con un crecimiento más rápido y duras marchas a través de la sabana.
que el nuestro.
Frente a los homíninos anteriores, que aún
conservaban ciertas aptitudes para trepar a los árbo- E L NUEVO CONTRATO
les, el ergaster muestra la pérdida definitiva de ese
vínculo ancestral con la vida en la selva. La anato-
mía de este humano posee una locomoción plena- El chico de Turkana muestra una reorganiza-
mente eficaz, diseñada tanto para cubrir grandes ción del cuerpo de acuerdo con una bipedestación
distancias como para correr. Pero, como si de un similar a la nuestra. Por tanto, Alan Walker, el estu-
concienzudo atleta se tratara, el cuerpo del ergaster dioso de este joven fósil, presentaba una reconstruc-
también experimentó una destacada transformación ción de su pelvis con rasgos modernos: con forma de
fisiológica. Los humanos modernos que viven en cuenco y muy estrecha en su base. Este diseño, a
regiones tropicales tienden a poseer una elevada pesar de servir de maravilla para andar y correr, es
estatura. Una mayor superficie corporal facilita la muy poco práctico para traer hijos al mundo. La
pérdida de calor y la refrigeración. Este es el caso, combinación "fatal" de una pelvis moderna y un
por ejemplo, de los maasai de Tanzania y Kenya, o cráneo relativamente grande pondría en evidencia
de los dinka que habitan el sur de Sudán. Las estili- que en el H. ergaster los partos eran ya más dificul-
zadas proporciones del joven de Turkana son simila- tosos que en los homíninos anteriores. Y el hecho de
res a las de los miembros de estas etnias y sugieren que los nacimientos sean complicados no es más que
que su cuerpo se había adaptado para soportar la punta de un gran iceberg con extensas implicacio-
temperaturas muy altas: tan tórridas entonces como nes y exigencias de tipo social.
las actuales en esta árida región. La verticalidad de En todos los simios actuales la duración de la
su tronco (ya con forma cilindrica y no de embudo, gestación es proporcional al tamaño del cerebro. En
como ocurre con chimpancés y australopitecus) los chimpancés la gestación dura unos ocho meses y
aseguraba que los rayos solares tocaran la menor los recién nacidos se desenvuelven por sí mismos
superficie posible de su cuerpo, la cabeza y la con cierta rapidez. Ateniéndonos al mismo principio,
espalda. Por si fuera poco, la aparición por primera en los humanos, con un cerebro que es más de tres
vez de unas cavidades nasales protuberantes permi- veces el de un chimpancé, el embarazo debería durar
tía humedecer el aire en su camino hacia los pulmo- más de un año, ¡pero solo dura nueve meses! Los
nes y, así, refrigerar el cerebro. Suponemos que es a humanos hemos desarrollado una particularidad
excepcional, según la cual en un momento crítico de
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Con nacimientos
más complicados y sobrevivir sin la ayuda y el cuidado de sus padres. La
un periodo de aparición de la infancia obligó, en un momento dado
desarrollo más de nuestra evolución, a una reorganización profunda
prolongado de los de las relaciones entre mujeres y hombres. Los hijos
hijos, las mujeres y humanos eran tan costosos que los progenitores
los hombres ergaster debieron abandonar el individualismo anterior (cada
se ven obligados a cual se busca su sustento y el hijo es "el problema"
establecer vínculos de la madre) y basarse en alianzas cooperativas. Por
cooperativos entre tanto, si querían asegurar la descendencia, los dos
ellos para sacar progenitores debían colaborar para hacer frente a la
adelante una prole gran carga que supone un hijo tan dependiente. Eso
cada vez más significa que el hombre dejó de ser simplemente 'el
dependiente. Es el que engendra' y se convirtió en 'el padre': creando
origen de la unos vínculos estables con la madre y el hijo, partici-
estructura familiar pando en el cuidado y la manutención del retoño.
humana. Como contrapartida a esa dedicación cooperativa, el
padre tenía asegurada en la madre una compañera
nuestra evolución nos hemos visto obligados a sexual más o menos exclusiva durante un tiempo
restringir la gestación a esos escasos nueve meses. determinado. Ese parecía ser un buen "trato" y es la
Más allá de tal periodo, el parto sería traumático y la base de lo que la antropóloga estadounidense Helen
especie se vería avocada a la extinción. Este es un Fisher llamó el 'contrato sexual', el modelo que
claro ejemplo, entre otros, de que la evolución no regula no ya la reproducción, sino la estructura social
obedece a un minucioso plan de perfección. Bien al humana. Y es que nuestro comportamiento sexual (y
contrario, es imperfecta y genera improvisadas con él, el reproductivo) es bastante particular.
"chapuzas" como ésta: para ser bípedos y disponer Mientras que en nuestros parientes cercanos, las
de grandes cerebros, ha sido necesario que nuestros hembras solo están disponibles sexualmente en su
retoños nazcan mucho antes de lo que sería normal y periodo de celo (que llamamos el estro), nuestra
nos hemos visto obligados a tener infancia (el especie ha superado esas limitaciones instintivas de
periodo de desarrollo necesario para compensar la la hembra y está preparada para el sexo en cualquier
inmadurez del feto) y a que ésta sea, además, muy momento. Somos una especie sexual, con un perma-
prolongada. Esta fase es también decisiva para nues- nente deseo sexual. Y eso se lo debemos a las muje-
tro aprendizaje, porque en ella se transmite una gran res: su disposición constante para el sexo ha
cantidad de información social y se asientan muchas estimulado también la excitación sexual permanente
pautas culturales que nos harán falta durante toda del varón. Y es solamente de esa forma cuando al
nuestra vida. hombre le podía compensar el intercambio de sexo
La larga infancia es un rasgo único de los huma- por una colaboración intensa en el cuidado y la
nos. Hasta los 5 ó 6 años un niño sapiens no puede manutención de la cría.
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Los bifaces o hachas de muy diversas, con recursos bien distintos), tal y
mano son utensilios como hacen los grandes cazadores. Sabemos que
tallados en sus dos caras estos humanos aumentaron significativamente el
que presentan un consumo de carne y que mejoraron la calidad de su
resistente filo en buena dieta. La forma de la pelvis del chico de Narioko-
parte de su contorno. tome muestra que sus intestinos se habían reducido,
Sirvieron para múltiples lo cual solo podría producirse cuando los alimentos
tareas. Para producir estas que llegan al estómago fueran mejores y más fáciles
formas simétricas y de digerir. Es posible que esto se consiguiera, en
regulares, los artesanos parte, gracias al consumo de alimentos cocinados.
ergaster necesitaron poner Conocemos algunos yacimientos muy antiguos
en marcha algunas reglas (fechados hace 1,5 m. a.) que podrían señalar la
geométricas complejas, existencia de una relación "amistosa" entre el H.
cuyo conocimiento ergaster y el fuego, el conocimiento de sus propie-
pasaron de generación en
dades y su aprovechamiento. Sin embargo, la capa-
generación.
cidad tecnológica para su conservación y producción
vendría más tarde (hace unos 0,8 m. a.) de la mano
forma planificada y deliberada) unos diseños que ya de otras formas humanas posteriores.
estaban presentes previamente en su cabeza y que, Ayudado de su nuevo instrumental de piedra (de
además, éste era capaz de repetirlos de forma siste- grandes dimensiones y con resistentes filos simétri-
mática. Estos rasgos indican que el tallador ache- cos y rectilíneos), el H. ergaster hallaría mayor faci-
lense estaba obligado a seguir determinadas reglas lidad para descuartizar grandes animales, como los
geométricas complejas si quería obtener una de esas hipopótamos o los elefantes y acceder a una abun-
hachas de mano (caracterizadas por la simetría de dante cantidad de carne. El secreto del éxito de estos
sus lados, los filos rectilíneos y regulares o el adel- bifaces se basa en que servían para múltiples fines y
gazamiento de sus dos caras). Todos estos rasgos
indican que el ergaster tuvo, por fuerza, que ser due- que, por tanto, formarían el equipamiento ideal de un
ño de unos recursos mentales más sofisticados que humano que, como el ergaster, estaba acostumbrado
las especies anteriores de humanos (o, al menos, fue a moverse mucho por amplios territorios. En una
capaz de ponerlos en práctica con sus creaciones larga batida fuera del campamento y dedicada a la
pétreas). búsqueda de recursos, el bifaz podía servir a la vez
La invención del hacha de mano fue una para actividades de carnicería, como remanente de
respuesta al nuevo lugar que el H. ergaster había materia prima (en caso de internarse en zonas donde
alcanzado en la sabana. Mejor adaptado para sobre- no hubiera buenas rocas para tallar) o para la recolec-
vivir en los parajes áridos, para desplazarse con rapi- ción de vegetales y el trabajo de la madera. Esta
dez de un sitio a otro, el ergaster amplió mucho su última actividad parece haber sido la tarea que lleva-
territorio de explotación (incluyendo en él zonas ron a cabo los ergaster que habitaron en las inmedia-
ciones del sobrecogedor lago Natrón (Tanzania), uno
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bros eran también capaces de transmitir de genera- ¿Acaso un puñado de gritos y sonidos pudieron ser
ción en generación el saber de una cultura material suficiente como vehículo de transmisión de sus
compleja: el novedoso achelense, que requería de conocimientos tecnológicos o sus negocios sociales?
reglas geométricas bastante sofisticadas y, por tanto, Hay investigadores que piensan que no. Para ello
difíciles de aprender. La cuidada elaboración de bi- debió hacer falta un lenguaje articulado, por elemen-
faces se convirtió en el elemento cultural más dis- tal que fuera, basado en la combinación de signos
tintivo de los grupos ergaster, quizás en una de las gesruales y acústicos.
muestras más claras de identidad grupal.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos que
emergen del comportamiento de los H. ergaster, EL DESTINO
¿cómo eran capaces de comunicar la riqueza de
nociones abstractas que podemos deducir de su vida El chico de Nariokotome tenía toda una vida
social y su acervo cultural? La vida en sociedad por delante, aún era joven. Pero a su edad ya estaba
necesita de un medio de comunicación que sea curtido y, en más de una ocasión, había acompañado
capaz de explicar los vínculos, las obligaciones, los a los suyos en las largas exploraciones lejos de las
deberes, que pueda relatar los acontecimientos del orillas del inmenso lago, allí donde las cintas de
pasado, los fenómenos situados en otros lugares, o vegetación que jalonan los ríos y arroyos se iban
que pueda explicar cuestiones conceptuales (como la haciendo cada vez más insignificantes y donde las
elaboración de un bifaz). Estamos hablando del grandes praderas abiertas, salpicadas de las monóto-
lenguaje, que va más allá de la comunicación nas acacias y de su raquítica sombra, se hacían eter-
animal. ¿Contaban ya los ergaster con esta poderosa nas. Por eso, cuando en esta ocasión, el grupo
herramienta? El joven de Noariokotome poseía unas decidió emprender una nueva batida, el muchacho
vértebras con una apertura pequeña, lo que quiere estaba preparado: para echarse a andar apenas le
decir que el número de nervios que circulaban por su hacían falta algunas de las hachas de mano que ya
médula espinal era menor que en nuestro caso. era capaz de tallar con bastante soltura. Sus filos
Algunos de estos nervios controlan los músculos del servirían para lo necesario, y cuando se gastasen,
tórax e intervienen en la respiración. Con una respi- siempre podría reavivarlos con unos cuantos golpes
ración menos eficaz que la nuestra (con menos certeros. Atareado en los preparativos e inquieto por
terminaciones nerviosas que la controlen), los inves- el viaje, apenas pensó en el malestar que desde hacía
tigadores han sugerido que el ergaster no podría algún tiempo le importunaba. Coincidiendo con la
hablar con la misma complejidad con que nosotros caída de su muela de leche estaba sintiendo un dolor
lo hacemos. Sin embargo, el hecho de que esta espe- intenso en su mandíbula que, enrojecida, estaba
cie no estuviera capacitada para disponer de una infectándose: los restos de la antigua raíz estaban
vocalización tan rica como la nuestra, no quiere dificultando la erupción de la nueva muela. El joven
decir que no pudiera servirse de otros sistemas no podía sospechar que aquél sería su último viaje,
lingüísticos funcionales que le sirvieran para trans- que no volvería a ver jamás a los que quedaban
mitir toda la gama de conceptos de su mundo social atrás, en el lago, ni a adivinar las grandes manchas
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aún no se había producido la revolución tecnológica mismas. Durante la mayor parte de la Edad del Hie-
del achelense. Esta rápida salida parece una necesi- lo la constante y drástica sucesión de periodos fríos
dad imperiosa por emprender el viaje y conquistar y templados, húmedos y áridos, de hielos y deshie-
nuevos territorios. Quizás la de viajero fuera una los supuso que existieran momentos en los que el
cualidad innata de ese primer representante incon- desierto del Sahara se redujo a la mínima expresión
testable del género Homo. Lo cierto es que, a partir (durante los pulsos húmedos y cálidos) o que algu-
de entonces, los humanos no dejaron de emigrar y nas barreras marinas desaparecieran (con el retro-
moverse a sus anchas por todo el Viejo Mundo ceso de los océanos durante los periodos glaciares,
(África, Asia y Europa). cuando el agua se concentraba en los polos y no
No sabemos a ciencia cierta si las primeras sali- llegaba hasta el mar). Estos cambios constantes de
das humanas fuera de África forman parte ya de una desiertos que desaparecen, tierras que emergen, ríos
voluntad consciente por expandirse o, por el contra- que se convierten en fronteras infranqueables o
rio, deben entenderse como parte de los mismos valles que hacen vadear cómodamente grandes
fenómenos biológicos que han afectado a otras cordilleras, por ejemplo, iban dirigiendo el rumbo de
muchas especies animales. Los mamíferos se embar- aquellos intrépidos colonos. También fueron expul-
can en complejos ciclos migratorios producidos por sando a otros animales. Los movimientos de sístole
una causa primordial (la búsqueda de alimentos) y y diástole que sucesivamente experimentaba el gran
dos razones preferentes. La primera es el cambio de desierto del Sahara provocaron que algunas especies
los ecosistemas: o bien el habitat al que está habi- africanas (leopardos, leones o elefantes) acabasen
tuada la especie se degrada y es necesario buscar llegando, en distintas oleadas, a Europa y Asia y
otro alternativo que sustente sus necesidades o, por conquistando esos territorios en periodos de clima
el contrario, surgen nuevos entornos propicios para benigno ¿Llegaron los humanos a su destino
su desarrollo. La segunda es el aumento demográ- siguiendo los flujos migratorios de estos animales,
fico: si crece la población, los mismos alimentos algunos de ellos presas potenciales? A nuestros ojos
deben ser entonces repartidos entre un mayor las distancias recorridas pueden parecer increíbles:
número de individuos, lo que supone una mayor grupos que se embarcan en un impresionante viaje
competencia y un peligro para la supervivencia del que les conduce desde el extremo de un continente
grupo. hasta los confines de otro. Sin embargo, si miramos
Sea cual sea la causa, la respuesta es siempre la con otros ojos (no con la inmediata escala temporal
misma: una parte de la población debe iniciar un a la que estamos tan acostumbrados), las distancias
viaje hacia ninguna parte. El azar, a través de los se nos antojan más accesibles: apenas diez kilóme-
corredores abiertos (los pasos más transitables, las tros de desplazamiento por generación hubieran
autopistas de los ríos y los valles) y las barreras que bastado para que diez mil generaciones después
impiden el paso (el mar, las montañas y los desier- (esto es, unos veinte mil años más tarde) los grupos
tos), se encargará de dirigir a los viajeros hacia un que inicialmente se encontraban en Tanzania hubie-
destino siempre cambiante, puesto que las puertas ran llegado a la isla de Java, en Indonesia, al otro
que se abren y las que se cierran nunca son las lado del mundo.
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7 _ [ Sahelanthropus tctwdensis í | ¡ H A C Í A EL E S T E !
E L HOMO GEORGICUS Y EL HOMO ERECTUS
El humano viajero
Hace 1,7 m. a. se documentan las primeras salidas humanas Por lo que hoy sabemos, la primera gran oleada
fuera de África, en un conjunto de oleadas que darán como migratoria condujo a los humanos rumbo Este, hacia
fruto las nuevas especies: H. georgicus, H. erectus, el Lejano Oriente, en un viaje que pudo producirse a
H. antecessor y H. floresiensis. Los humanos que través de dos rutas posibles desde el Rift: siguiendo
se quedaron en el continente africano evolucionaron el Nilo y llegando al corredor levantino (Palestina e
hacia la especie H. heidelbergensis que, hace Israel) o superando el mar Rojo a través del estrecho
500 mil años, inició otra nueva migración que une el Cuerno de África con la península
hacia Europa. Arábiga y que, en aquella época, era transitable.
Sabemos que el corredor levantino jugó un papel
muy destacado como puerta de acceso a Eurasia
porque el Homo ergaster ya se encontraba allí hace
1,5 m. a.
Sin embargo las trazas de un viaje anterior se
han hallado en la región del Cáucaso, en la actual
Georgia, cerca del mar Negro. En el año 1991,
cuando un grupo de arqueólogos llevaba a cabo una
excavación en la ciudad medieval de Dmanisi nadie
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podía sospechar ni en los más delirantes y surrealis- fácil aceptar la posibilidad de que el género humano
tas sueños que allí mismo, debajo de los muros de la sea originario de Asia porque no hay constancia de
impresionante ciudadela georgiana, esperaba oculto un solo ancestro probable en ese continente (similar
uno de los mayores bombazos paleoantropológicos a los australopitecos africanos). Por el momento se
de las últimas décadas: las incontestables huellas de acepta como la opción más probable que los huma-
la primera salida humana fuera de África, a las puer- nos alcanzaron el Sureste Asiático (quizás formando
tas de Europa. Desde entonces, Dmanisi no ha parte de la misma oleada migratoria de Dmanisi)
parado de estar en boca de todos. Y no es para hace cerca de 1,5 m. a., fecha a la que podrían
menos: con la heladora antigüedad de ¡ 1,7 m. a.! los corresponder los ejemplares más antiguos del Homo
hallazgos de restos humanos (cráneos y mandíbulas erectus en la isla indonesia de Java.
en perfecto estado) e instrumentos de piedra no han Pero, ¿quién es el H. erectus? En el capítulo 2
parado de sucederse. En un primer momento los recordábamos la épica historia del médico holandés
investigadores pensaban que los humanos de Eugéne Dubois quien, en 1891 y empeñado en
Dmanisi formaban parte del H. ergaster. Sin em- confirmar las ideas del alemán Ernst Haeckel sobre
bargo, estudios más exhaustivos han permitido asig- el eslabón perdido, tuvo la fortuna de descubrir los
nar finalmente los restos a la nueva especie Homo restos del Pitecanthropus erectus ('el hombre-simio
georgicus, puesto que presentan unas características que anda erguido'), cerca de la aldea de Trinil, en
sorprendentemente intermedias entre los habilis y Java. Esta especie, de la que con posterioridad se
los ergaster. Así pues, tenemos a un humano más encontraron muchos más restos en Indonesia y en
arcaico que el ergaster típico de Turkana (una altura China, es conocida en la actualidad como el Homo
que no supera 1,5 m. y apenas entre 700 y 800 ce. de erectus y vivió en el Lejano Oriente entre hace unos
masa cerebral), que no conoce la innovación tecno- 1,6 m. a. y 40 mil años. Muchos investigadores pien-
lógica del achelense (emprendió su viaje antes de san que los H. erectus no son otra cosa que los
que se produjeran los primeros bifaces), pero que descendientes asiáticos de los emigrantes H. ergas-
hace 1,7 m. a. ya se encuentra a cinco mil kilómetros ter quienes, una vez llegados al Lejano Oriente y en
del Gran Rift, dirección Este. función de la lejanía y la separación de poblaciones,
En los últimos años, algunos investigadores han desarrollaron ciertos rasgos específicos que los dife-
propuesto que los primeros colonos estaban presen- rencian de sus parientes africanos. Las diferencias
tes ya en el Lejano Oriente en momentos muy anti- entre el H. ergaster y el H. erectus son más bien
guos, hace casi 2 m. a. Estas fechas tan altas han sutiles, tanto que algunos investigadores prefieren
revitalizado de nuevo la vieja idea de que el origen no hacer distinciones e incluyen a todos dentro del
de los humanos pudiera encontrarse en Asia. Sin H. erectus (este nombre es anterior al de ergaster y,
embargo, aunque estas evidencias fueran confirma- siguiendo una regla tradicional en las clasificaciones
das (han sido muy criticadas y, hoy por hoy, su acep- de las especies, el nombre más antiguo tiene siempre
tación es motivo de gran controversia) seguirían preferencia). En todo caso, los erectus eran dueños
haciendo muy improbable la candidatura asiática de un esqueleto robusto, tanto en lo que respecta a
como crisol de la humanidad: hoy por hoy no es su cuerpo como, sobre todo, su cráneo: ¡el hueso de
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la plataforma de Sunda y, por tanto, siempre mantu- descubridores del cráneo original y de los nuevos
vieron su carácter insular. Este es el caso de la hallazgos que se han ido sucediendo (partes de otros
pequeña isla de Flores, separada de la plataforma de seis individuos) señalan que, a pesar de su minús-
Sunda por un profundo canal que nunca, ni en los culo tamaño, el H. floresiensis muestra rasgos
momentos de mayor descenso de los niveles mari- inequívocamente humanos: la proporción y forma
nos, se unió al continente. Este aislamiento insular del cráneo, la dentición, la cara o la estructura de las
ha favorecido el desarrollo de una fauna endémica piernas. Además, debido a su pequeña estatura, el
(propia del lugar y que no se encuentra en ningún índice de encefalización de estos humanos no habría
otro sitio del planeta) compuesta por el dragón de diferido mucho del de los erectus que vivían en el
Komodo, la rata gigante de Flores o, ya extinto, un continente.
tipo de estegodón enano (género de elefante propio Como es de suponer, semejante hallazgo ha
de las regiones asiáticas). Tenemos constancia, a provocado una gran discusión sobre el origen y el
través de los abundantes instrumentos de piedra significado del enigmático humano de Flores.
hallados en algunos yacimientos arqueológicos, de Algunos han sugerido que los hallazgos se corres-
que los primeros humanos llegaron a esta isla hace ponden con un grupo de humanos modernos micro-
cerca de 800 mil años y que, para ello, tuvieron que cefálicos (esto es, enanos). Sin embargo, el equipo
sortear unos 19 km. de aguas abiertas, a bordo de de investigadores australianos que lo descubrió
algún tipo de embarcación rudimentaria. propone que el hombre de Flores no es más que un
ejemplo más del mismo endemismo y aislamiento
La isla de Flores obtuvo cierta fama en los biológico que observamos en otras especies anima-
círculos paleoantropológicos precisamente por les de la isla. Así, tras su llegada a Flores hace 800
poseer la evidencia más antigua de superación de mil años, el H. erectus habría iniciado un lento
obstáculos marinos por parte de los humanos. Nadie camino de especialización morfológica y de rees-
se esperaba que esa fama fuera ampliamente supe- tructuración de sus rasgos físicos, propiciado por las
rada en 2004. Ese año los medios de comunicación condiciones medioambientales de la isla (aisla-
expandieron como la pólvora un hallazgo científico miento, escasez de recursos y de competidores). Nos
sin precedentes: el descubrimiento de los restos de encontraríamos, pues, ante un pequeño humano de
un humano perteneciente a la nueva especie Homo pleno derecho (apodado el "hobbit", recordando a
floresiensis que, a pesar de formar parte de nuestro los seres de la saga de Tolkien), cuyos rasgos físicos
género, apenas superaba el metro de estatura y serían el resultado extremo de un proceso de espe-
disponía de unos escasos 380 ce. de capacidad ence- cialización y aislamiento insular pero que poseerían
fálica (¡menos que un Australopithecus afarensis o un comportamiento equiparable al de sus ancestros
un chimpancé!). ¿Dónde quedaba ahora el tan erectus. Habrían dispuesto de una tecnología similar
maltratado Rubicón cerebral (la frontera que, recor- a la de aquellos, como lo demuestran los artefactos
demos, utilizaban los investigadores para separar lo de piedra descubiertos junto a sus restos, y habrían
humano de lo que no lo era)? ¿Cómo es posible que sobrevivido gracias a la caza cooperativa de anima-
un ser de esas características, con un cerebro como les como el estegodón o el dragón de Komodo.
una manzana, pueda ser considerado humano? Los
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EL HOMO HEIDELBERGENSIS
cionan, no producían bifaces y, tanto en Gran Dolina Y LA CONQUISTA DEL FRÍO
como en la Sima del Elefante, los objetos de piedra
encontrados son simples cantos tallados y lascas Mientras todo esto estaba pasando, ¿qué ocurrió
cortantes. El H. antecessor guardaba, sin embargo, con los humanos que se quedaron en África? ¿Cuál
un secreto. Los huesos humanos, al igual que los fue su destino? En tiempos de los ergaster conoce-
otros animales presentes en el yacimiento, mostra- mos una gran expansión hacia el este que se inició en
ban evidentes marcas de corte que han permitido la temprana fecha de hace 1,7 m. a., cuando los
demostrar que llevaron a cabo prácticas caníbales en ergaster eran aún unos recién llegados sobre la faz de
el interior de su refugio cavernario. El canibalismo, la Tierra. Ese viaje desembocó en los H. erectus que,
que volveremos a ver en otros momentos y especies aislados en Asia, no participaron en los avatares
humanas posteriores, debió tener un fin puramente evolutivos que se sucedieron en otras partes del Viejo
gastronómico y representa la evidencia más antigua Mundo. Tampoco lo hicieron sus probables descen-
de este comportamiento en nuestro género ¿Las dientes, los H. antecessor, primeros ocupantes de
bandas humanas comían a los miembros de su Europa que, con el tiempo, languidecieron.
propio grupo (niños y jóvenes, en este caso) o de
grupos rivales?¿Hacían esto habitualmente o se Los H. ergaster siguieron su particular aventura
vieron empujados a ello en momentos de carestía? en las sabanas africanas del sur y del este, se exten-
La importancia de la sierra de Atapuerca, un entorno dieron hasta el Próximo Oriente y hasta las tierras
ecológico e histórico excepcional, milagrosamente del norte de África. Con el paso del tiempo, sus
conservado hasta nuestros días, radica en lo gran- restos fósiles son cada vez más escasos y su rastro se
dioso de los tesoros que esconde: una riqueza apabu- va desvaneciendo poco a poco hasta desaparecer
llante y difícil de digerir en tan poco espacio. Los hace algo menos de 1 m. a. Luego, casi el silencio,
restos fósiles son excepcionalmente abundantes, un periodo oscuro con muy pocas y muy dispersas
mucho más de lo que habitualmente suele ocurrir. evidencias fósiles, en el que apenas intuimos que la
Los secretos arqueológicos de la Gran Dolina y de la evolución humana está gestando un nuevo proceso
Trinchera del Ferrocarril no han sido más que intui- de cambio. Hace 600 mil años los restos fósiles
dos hasta el momento. Allí aguardan escondidos los reaparecen y lo hacen con novedades significativas,
datos que nos ayudarán a reconstruir la biografía de encarnando una nueva especie.
estos primeros europeos. Pero por si esto fuera poco, El famoso cráneo etíope de Bodo (que, al igual
Atapuerca es mucho más aún: ¡todavía no hemos ha- que los antecessor burgaleses pudo haber sido objeto
blado de la Sima de los Huesos! de canibalismo), con una edad de algo más de 600
mil años, es el primer ejemplar firmemente adscrito a
una nueva especie, descendiente de los ergaster, el
Homo heidelbergensis (el nombre hace referencia a
la ciudad alemana de Heidelberg, cerca de la cual se
encontraron los primeros fósiles adscritos a esta
especie en el año 1907). Entre los demás fósiles afri-
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canos de este periodo cabe citar el cráneo de Broken Mayor, una cavidad que cuenta con más de medio
Hill (Zambia) que, descubierto en 1921 y apenas kilómetro de recorrido. En lo más oscuro de sus
tenido en cuenta en la época, tiene el honor de haber profundidades encontramos un pequeño pozo
sido el primer fósil humano descubierto en suelo afri- llamado la Sima de los Huesos, una de las joyas más
cano, anterior al legendario hallazgo del niño de espectaculares de la paleoantropología europea: en
Taung. Uno de los rasgos más importantes del H. los sedimentos de este pequeño recinto, fechados en
heidelbergensis es su desarrollo cerebral: disponía de 400 mil años y junto a huesos de otros animales, se
una masa encefálica media de unos 1.250 c e , consi- han recuperado más de 5.000 fósiles perfectamente
derablemente más que su ancestro ergaster y conservados y de todas las partes del cuerpo (incluso
bastante parecida a la de los humanos modernos ¡Por los pequeños huesecillos del oído) pertenecientes a
fin, se había dado el esperado salto de la encefaliza- una treintena de individuos heidelbergensis de
ción! El heidelbergensis era muy corpulento y, los ambos sexos y de todas las edades. Jamás, en ningún
ejemplares masculinos pudieron llegar a disponer de otro lugar del mundo, se ha recuperado una colec-
una altura de hasta 1,8 m. y 100 kg. de peso. ción tan rica y tan diversa de una población humana
Con esas características, y pertrechado con la fósil. Jamás antes los investigadores han podido
misma tecnología achelense heredada de sus ances- hacerse con la instantánea de una sociedad ancestral
tros, hace 500 mil años el H. heidelbergensis se lanzó tan amplia ni sumergirse en sus entresijos.
a la conquista del mundo, ocupando la mayor parte de Cuando los heidelbergensis llegaron a Europa
Europa (también las zonas más norteñas) y llegando se encontraron con una naturaleza dura y exigente a
incluso hasta la India. En nuestro continente son muy la que pronto se adaptaron. En medio de la Edad del
abundantes los restos fósiles atribuidos a esta especie Hielo, las condiciones eran muy distintas a las africa-
(desde Gran Bretaña hasta Grecia, pasando por nas: el clima mucho más frío, los inviernos largos,
Francia o Alemania). Los yacimientos arqueológicos las horas de luz escasas y los recursos vegetales muy
achelenses, las huellas de su vida cotidiana (sus acti- inestables debido a la acusada estacionalidad que
vidades de caza, de producción de bifaces y otros caracteriza a estas latitudes ¿Quién podía confiar en
utensilios de piedra y de madera, su ir y venir por las alimentarse de frutas, bulbos o gramíneas en los
arterias fluviales en busca de alimento) son inconta- inhóspitos fríos invernales? Para asegurar su supervi-
bles a lo largo y ancho de toda Europa. Las zonas
altas de los valles fluviales españoles, por ejemplo, vencia debieron apoyarse en el recurso más seguro,
están llenas de pistas de su paso. Si las huellas del la carne, y convertirse, por tanto, en grandes cazado-
humano de Heidelberg (tanto fósiles como culturales) res. Sus actividades cinegéticas fueron muy comple-
son muy abundantes, existe un lugar donde la riqueza jas, como lo atestigua el impresionante hallazgo en
de restos es más que abrumadora: la Sima de los un yacimiento alemán de tres lanzas de madera de
Huesos, en la sierra de Atapuerca. más de dos metros de longitud, perfectamente traba-
jadas para convertirlas en sofisticadas armas arrojadi-
No muy lejos de la Trinchera del Ferrocarril zas que, a modo de las jabalinas actuales, sirvieron
(donde, como vimos, se habían hallado los restos de en elaboradas tácticas de caza. Los heidelbergensis
los primeros europeos) se sitúa la llamada Cueva vivían en pequeñas bandas muy móviles, que deam-
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Los señores del hielo
UN NEANDERTAL EN EL METRO
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Los neandertales fueron los primeros humanos de Paleontología, concordaba según Boule con el
fósiles descubiertos, antes incluso de la publicación primitivismo de la industria de piedra asociada a esta
de las teorías de Darwin. En los años que siguieron especie (las bastas manos de los neandertales parecían
al hallazgo del valle alemán de Neander, en 1859, se incapaces de ningún tipo de refinamiento). Todo ello
mezclaron los prejuicios etnocéntricos de la Europa demostraría que el H. neanderthalensis carecía de
decimonónica con la incertidumbre y el desconoci- cualquier "preocupación estética o moral" y que en él
miento. No en vano, la prehistoria aún estaba en dominaban las "funciones puramente vegetativas
pañales y los rasgos que presentaban aquellos fósiles sobre las cerebrales". En las representaciones que en la
resultaban extraños. Esta confusión hizo que los época se hacían de los neandertales, los rasgos de
neandertales fueran vistos como unos seres conve- animalidad aparecen subrayados (ferocidad en el
nientemente alejados de nosotros, bien por el tiempo rostro, denso pelaje recubriendo todo el cuerpo, bruta-
(el individuo de Neander se interpretó como un lidad), extinguiendo sin vacilación todo amago de
salvaje anterior a los pueblos germánicos), por la posible humanidad.
superioridad racial (como miembro de una "raza Tras la II Guerra Mundial, la percepción de esta
inferior") o bien por una tara o anormalidad abe- especie basculó como un péndulo desde el mito de la
rrante (como un idiota o un enfermo patológico). brutalidad animal hasta una consentida humanidad.
Uno de los ejemplos más célebres de la imagen El ciudadano neandertal embutido en su traje y
que la ciencia mostraba de estos humanos a comienzos corbata y entregado a los quehaceres de la vida
del siglo XX vino a raíz de la explosión de descubri- moderna que aparece en el libro de Coon es un
mientos que en esas fechas se precipitaba en Francia. preludio de ese radical cambio. A pesar de todos
Entre todos aquellos hallazgos, en 1908 se encontró un estos avatares, de haberlo disfrazado de feroz simio
esqueleto casi completo de un hombre enterrado en caníbal o de discreto estadounidense de clase media,
una cueva de la pequeña población de La Chapelle- el hombre enterrado en la gruta de La Chapelle-aux-
aux-Saints, en el centro del país. Este mismo individuo Saints seguía siendo el mismo: un anciano cuyos
era precisamente el que, 31 años después, Coon vesti- huesos estaban gravemente deformados por la artri-
ría de impecable ciudadano neoyorquino y el mismo tis y otras dolencias, que tras su muerte había sido
que, entre 1911 y 1913, fue objeto de un prolijo estu- enterrado y que pertenecía a una especie humana tan
dio abordado por el eminente paleontólogo francés distinta y, al mismo tiempo, tan increíblemente
Marcelin Boule, el primero de semejante complejidad cercana a la nuestra. Esta misma mezcla es la que
que se llevó a cabo sobre un neandertal. La completa nos ha resultado tan inquietante y tan fascinante a la
descripción de Boule estaba decididamente dirigida a vez y es la que ha hecho a los neandertales, su
mostrar a una criatura indudablemente simiesca: mundo y el misterio de su ocaso, merecedores de un
encorvado, hosco, fornido, la cabeza inclinada, la cara particular interés, casi hipnótico, casi obsesivo. Es
prominente (evidentes signos de su retraso mental), las por ello por lo que su figura es clave para compren-
piernas arqueadas, los pies desproporcionados... en der la historia de la paleoantropología. En ellos, los
fin, ¡un bruto prehistórico recién salido de la animali- primeros humanos fósiles conocidos para la ciencia,
dad! Esta descripción física, publicada en los Anales hemos reflejado los distintos intereses ideológicos,
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HOP
H Pelvis con
que, a pesar de su cercanía con la península Ibérica, Antebrazo corto 5 ^ ^ F ^ | í P K 2 ^ |H pubis corto
3 Antebrazo largo
jamás cruzaron el estrecho de Gibraltar. Mano grande | i ^ H ^ ^ ^ ^ V ú
y fuerte I ^ ^ B ^ ^ ^ ^ V m E É ^ B U ^ B I 2 Mano grácil
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les es ligeramente inferior al de los sapiens. La cara, los sapiens muestran en sus respectivos genomas, por
particularmente alrededor de la nariz y las órbitas, tanto, diferencias sustanciales que, según indica el
sobresalía y estaba bastante proyectada hacia delante, reloj molecular, pueden remontarse hasta hace unos
con una frente más corta e inclinada que la nuestra 600 mil años, momento en el que las ramas que
(que es alta y vertical). Por debajo de ésta se sitúan conducirían a ambos linajes comenzaron a divergir.
dos grandes protuberancias óseas que rodean las órbi- Con posterioridad, se ha podido extraer material gené-
tas oculares. La nariz de los neandertales era muy tico de otros ocho yacimientos diferentes repartidos
grande, saliente y ancha, a juzgar por la gran apertura por toda Europa (entre los que se encuentra el español
nasal que observamos en su cara. Finalmente, su de El Sidrón y otros de Francia, Bélgica, Italia,
barbilla apenas estaba esbozada. La prominencia de la Croacia y Ucrania). Todos estos estudios confirman la
cara media se expresaba también en el avance de sus existencia de, al menos, tres mutaciones genéticas
arcadas dentales, tan proyectadas hacia adelante que originales que no se observan en los sapiens y que
entre los últimos molares y el fondo de la mandíbula constituirían características propias neandertales.
había un amplio hueco. Sus incisivos eran llamativa- Además, subrayan la existencia de variaciones regio-
mente grandes, mucho más que los de los sapiens: es nales significativas entre la población neandertal euro-
posible que su desarrollo se debiera a que los utiliza- pea, algo perfectamente esperable para una historia
ban como una tercera mano, por ejemplo, para agarrar demográfica tan compleja y tortuosa como la de estos
las pieles mientras las trabajaban. humanos, repetidamente aislados unos de otros en
Ciertos caracteres neandertales están muy arrai- refugios diferentes durante los máximos fríos.
gados genéticamente y aparecen muy pronto en el Desde aquellas reconstrucciones de principios
desarrollo del individuo. La estructura del oído interno del siglo XX en las que se presentaba a unos seres
neandertal, por ejemplo, es distinta a la nuestra y es la peludos, fieros y simiescos, los neandertales han ido
prueba de un sendero evolutivo que se separó de la cambiando de cara a medida que los prejuicios sobre
rama de los sapiens hace relativamente bastante su estatus humano han ido desvaneciéndose. Sin
tiempo. A pesar de que aún conocemos una minúscula embargo, muchos de los lugares comunes sobre su
parte del genoma neandertal (el 0,03%, en concreto), apariencia se han repetido hasta nuestros días. La
en los últimos años estos estudios están experimen- película El clan del oso cavernario (basada en la
tando una evolución vertiginosa. En 1997, el genetista novela del mismo nombre de la escritora estadouni-
sueco Svante Páábo obtuvo la primera secuencia del dense Jane Auel), en la que se narran las vicisitudes
genoma neandertal, a partir de muestras de ADN mito- vividas por una niña huérfana sapiens recogida por
condrial (el material genético presente en las mitocon- un grupo de neandertales, ejemplifica muy bien los
drias, que se hereda exclusivamente a través de la prejuicios raciales y etnocéntricos que han afectado
madre) obtenidas del individuo fósil de Neandertal I nuestra visión de las cosas. La joven y esbelta heroí-
(el primero identificado, en 1856). Estas investigacio- na sapiens tiene la tez muy clara, es rubia y luce
nes demostraron que la variación genética neandertal unos llamativos ojos azules, mientras que los miem-
se alejaba claramente del rango esperando para una bros del clan de acogida son bastante peludos, con
población de humanos modernos. Los neandertales y ojos y pelo oscuros, rechonchos y algo patizambos.
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por el hambre y la escasez o, por el contrario, debe dentro del llamado Paleolítico medio. Es curioso que
ligarse con prácticas rituales o funerarias? el tránsito desde el achelense (la producción de gran-
Los neandertales llevaban una vida nómada, en des bifaces que se perpetuó durante casi 1,5 m.a.)
grupos familiares más o menos extensos, siguiendo los hacia el Paleolítico medio se produce más o menos de
pulsos de la naturaleza. Sin embargo, su vida social se forma simultánea en dos escenarios y con dos protago-
veía empobrecida de vez en cuando, en los momentos nistas diferentes: los neandertales en Europa y los
en los que las poblaciones se aislaban y las posibilida- sapiens en África. Ese proceso convergente de innova-
des de relación con otros grupos se veían reducidas ción muestra hasta qué punto ambas especies compar-
significativamente. Para sus asentamientos, que en tieron semejanzas en un momento dado de su
general eran poco duraderos y de tipo estacional, selec- respectiva historia. El Paleolítico medio se caracteriza
cionaban los mejores emplazamientos y los más próxi- por la desaparición de aquellas grandes hachas de
mos a los recursos alimenticios: en cuevas y abrigos mano (los neandertales, en ocasiones, siguieron produ-
colgados en farallones rocosos, desde los que se domi- ciendo algunos bifaces de muy pequeñas dimensiones)
naban las vías de paso y circulación de animales; o en y su sustitución por una variada gama de pequeños
los fondos de valle, más resguardados de las inclemen- instrumentos tallados sobre lascas: las llamadas raede-
cias del tiempo. Utilizaban huesos, maderas, pieles y ras (que, como su nombre indica, se utilizaban para
piedras para construir estructuras de habitación en sus raer piel o cortar carne), los denticulados y las mues-
asentamientos al aire libre, como cabanas y paravien- cas (eficaces en el trabajo de la madera) o las puntas
tos, o para acondicionar las cuevas que ocupaban. Su (que, engarzadas en los extremos de astiles de madera
espacio doméstico aparece compartimentado para servirían como eficaces lanzas). Uno de los avances
servir a distintas funciones: las áreas de taller, de técnicos más característicos de este momento está
cocina, los basureros y los hogares, los focos preferen- constituido por la llamada "técnica levallois" de talla
tes de vida social y comunitaria. Uno de los yacimien- (el nombre hace referencia al suburbio parisino en el
tos peninsulares más importantes para rastrear la que este método se documentó por primera vez). Esta
estructuración del espacio doméstico en el mundo técnica implica una compleja secuencia de operacio-
neandertal se encuentra en el barcelonés abrigo Ro- nes sobre un núcleo con el objetivo de obtener lascas o
maní, cuyas tareas de investigación están dirigidas por puntas cuya forma está predeterminada antes de
Manuel Vaquero y Eudald Carbonell. Sabemos que los desgajarlas. Dado que estas lascas son muy finas y que
neandertales completaban su desarrollo antes que su forma está prevista de antemano, la talla levallois es
nosotros y es probable que la dureza de la vida, funda- un modo muy eficaz de aprovechar al máximo la
mentalmente en los periodos glaciares, obligaba a toda materia prima disponible (el pedernal o los cantos
la comunidad, incluidas mujeres y niños, a participar rodados de cuarcita, por ejemplo). La técnica levallois
en las arriesgadas partidas de caza: son abundantes los requiere que el artesano posea en su cabeza un
individuos que muestran fracturas de huesos y otras esquema conceptual bien estructurado de las operacio-
heridas traumáticas producidas en estos lances. nes técnicas y motoras que se han de realizar. La inno-
vación del Paleolítico medio no es sino un ejemplo de
Los neandertales eran maestros talladores de la hasta qué punto los humanos de este momento habían
piedra. Los arqueólogos sitúan sus saberes técnicos
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Hace unos 35 mil
años, los neandertales miento de un hioides neandertal en la cueva israelí de
comenzaron a Kebara demostró que éste era virtualmente idéntico
elaborar ornamentos al de los sapiens. Los huesos del oído interno de los
a partir de dientes de heildebergensis de la sierra de Atapuerca, ancestros
animales o directos de los neandertales, muestran que la audi-
fragmentos de marfil, ción de esta especie era equiparable a la nuestra.
como éste procedente Audición y vocalización son elementos necesarios
del yacimiento para la producción de un sistema fonémico complejo.
francés de Arcy-sur- Por su parte, los estudios genéticos procedentes
Cure. ¿Un signo de nuevamente de El Sidrón muestran que los neander-
preocupación estética tales compartían con los sapiens el gen FOXP2, rela-
o la simple copia cionado con la capacidad del habla y el lenguaje. No
irreflexiva de lo visto sabemos a ciencia cierta hasta qué punto la vocaliza-
en sus vecinos ción de los neandertales era similar a la nuestra, pero
sapiens! parece ser que las posibles diferencias existentes
deberían verse más como soluciones peculiares de
sendos universos lingüísticos complejos.
sapiens, sin comprender su verdadero significado
simbólico. Como dice el paleoantropólogo francés
Pascal Picq, desde el descubrimiento de los neanderta- E L FIN DE LOS NEANDERTALES
les todo lo que hace referencia a la veracidad de su
cualidad humana ha sido constantemente cuestionado, Hay una pregunta que, como un fantasma, vuel-
como si los neandertales solo pudieran conseguir el ve una y otra vez a los humanos modernos desde
preciado galardón de su humanidad reflejándose en que éstos tienen constancia de la existencia de los
nosotros o emulando inconscientemente nuestro com- neandertales: ¿qué pasó con ellos? ¿Cómo y,por qué
portamiento. desaparecieron sin apenas dejar rastro? Éstos, a
Y, en este punto, llegamos al debate de los deba- través de sus ancestros heidelbergensis, habían sido
tes: ¿hablaban los neandertales?, ¿disponían de un los amos de Europa durante casi medio millón de
lenguaje articulado complejo? Hasta no hace mucho años. Pero llegó un día en que su mundo se vio
tiempo se pensaba que la posición de su laringe, más llamado a cambiar súbitamente, sin remedio posible.
elevada que la nuestra, impedía a esta especie la Hace unos 50 mil años la especie Homo sapiens,
producción de un lenguaje vocal como el nuestro. La que hasta entonces (y salvo por su presencia en el
estructura de su aparato fonador se suponía, por Próximo Oriente) se había mantenido misteriosamente
tanto, distinta y se sugería que su hueso hioides (que dentro de los límites africanos, comenzó su conquista
conecta la laringe con los músculos de la lengua y del mundo. Los neandertales, en su expansión hacia el
permite la articulación de los sonidos vocálicos) Próximo Oriente, ya habían tenido la oportunidad de
debería ser diferente al de los sapiens. El descubri- familiarizarse allí con estos otros humanos. ¿Tendrían
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noticia entonces los grupos europeos de la existencia algún modo, la sangre neandertal corre por nuestra
de estos extraños parientes? ¿Intuirían que pronto venas? Si existieron este tipo de relaciones, debieron
dejarían de estar solos en sus dominios? Hace unos 40 ser esporádicas e inapreciables, dado que los estudios
mil años, los neandertales aún se extendían desde del ADN no delatan la existencia de intercambios
Portugal hasta el Cáucaso, en un amplio territorio que genéticos entre ambas especies.
conocían y dominaban desde incontables generacio- Aunque la vida cotidiana pudo incluir toda
nes. Entonces, oleadas de sapiens comenzaron a aden- suerte de situaciones, a largo plazo la historia entre
trarse en Europa, avanzando desde el Este, lo que neandertales y sapiens tuvo un único desenlace.
provocó que ambas humanidades se encontraran de Podemos intuir el desarrollo de los acontecimientos a
nuevo. ¿Cómo fue semejante acontecimiento?, ¿qué través de la particular geografía arqueológica. Ésta se
sensaciones produciría a unos y a otros el asomarse a muestra como una danza en la que los dos bailarines
los ojos de unos seres tan iguales y tan diferentes a la realizaran pasos de sobra conocidos y ensayados: los
vez?, ¿qué descubrirían en sus respectivas miradas? sapiens comienzan a expandirse desde el Este hasta el
Desde ese primer encuentro europeo hasta el fin centro de Europa, los neandertales a retraerse hacia
de los neandertales pasaron nada menos que ¡12 mil algunos enclaves periféricos como la península
años!, un largo periodo en el que las dos especies Ibérica, el Cáucaso o los reductos franceses. La
vivieron en similares parajes, cazaron presas simila- pujanza de los sapiens se hace más vigorosa por todo
res, aprovecharon los mismos recursos y sufrieron los el territorio, mientras que los enclaves neandertales
mismos vaivenes climáticos. Ese tiempo debió ser comienzan a apagarse poco a poco, como velas a las
suficiente para conocerse y habituarse a la cultura y que les falta el combustible: primero las montañas
los modos de vida de los otros. La interpretación orientales, después los paisajes galos, los enclaves
tradicional dice que es ahora cuando los neandertales, mediterráneos. Mientras aún se masca el olor al humo
en un fenómeno de aculturación (cambio cultural de la extinción en esas zonas, una llama titubeante
propiciado por la influencia de otro pueblo), copian todavía se mantiene erguida en la península Ibérica,
los avances tecnológicos y los comportamientos artís- cada vez más empujada hacia el sur hasta que, hace
ticos de los sapiens. Otros, más osados, piensan que unos 24 mil años (en esta fecha se data el yacimiento
los sapiens también habrían reproducido parte de la más reciente atribuido a esta especie, en Gibraltar), la
sabiduría neandertal. Los contactos pudieron incluir fuerza de la resistencia se agota y se hace la penum-
momentos de hostilidad, de indiferencia o de estrecha bra eterna en la memoria de los neandertales.
relación. En el yacimiento portugués de Lagar Velho Nuevamente, ¿qué pasó con ellos? No lo sabemos
(valle de Lapedo, en el norte del país) se ha encon- y probablemente nunca lleguemos a saberlo: se lleva-
trado una muestra de lo que podría ser un ejemplo de ron el secreto consigo para siempre. Hace años algunos
hibridación entre ambas especies: un niño sapiens investigadores propusieron que los belicosos sapiens
que, años después de la extinción neandertal, presenta los habrían exterminado, en el primer gran genocidio
algunos rasgos físicos que observamos exclusiva- de la historia de la humanidad. No hay evidencias
mente en aquéllos ¿Hubo contactos sexuales entre arqueológicas de semejante desastre. Hoy en día supo-
miembros de ambas especies? ¿Significa eso que, de nemos que debió existir todo un cúmulo de factores
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Hace unos 24 mil años, lo que queda de un El origen del Homo sapiens
raquítico clan familiar malvive agotado en los acanti-
lados de la cueva gibraltareña de Gorham, en el
extremo más meridional de Europa, al borde del mar
y de la nada. El cansancio del grupo no es físico, no
en vano ellos son los orgullosos señores del hielo, los DIBUJANDO UN CANDELABRO
aguerridos cazadores que un día dominaron estas
tierras, en las que ahora sólo son sombras. La debili- La primera noticia del descubrimiento de un
dad es espiritual, existencial, una opresión que es humano moderno fósil data de la temprana fecha de
capaz de inmovilizar el cuerpo, de entumecer los 1823, cuando Charles Darwin no era más que un
músculos, como si un caballo recién abatido cayera adolescente de catorce años. Entonces, en una cueva
con todo su peso y por sorpresa encima de su distraí- del suroeste del Reino Unido, un sacerdote halló un
do cazador. Es el cansancio que está detrás de la esqueleto que atribuyó a una mujer (quizás una pros-
angustia de intuir, sin saber a ciencia cierta, que están tituta romana, dedujo el avispado mosén, a juzgar
solos, que son los últimos supervivientes de entre los por las vistosas joyas que reconoció junto a los
suyos. El viento azota violentamente el cuerpo con restos) que pronto sería conocida como 'la Dama
un sabor salino que viene del sur, del otro lado del roja'. En realidad, se trataba del enterramiento de un
mar, de las tierras que nunca tendrán ánimo de explo- muchacho de hace unos 28 mil años cuyos huesos se
rar. Demasiado agotados para emprender un nuevo habían enrojecido gracias a la presencia de ocre en
viaje tras las manadas, hacia los fértiles valles, como el ajuar que lo acompañaba en su viaje al más allá.
antaño. La angustia va creciendo a medida que el Sin embargo, el hallazgo más célebre se llevó a cabo
crepitar de la última hoguera encendida va apagán- en 1868, en el abrigo de Cro-Magnon, en la Dordoña
dose y las brasas sumen en una roja penumbra, simi- francesa. Allí se descubrió una sepultura que conte-
lar al ocre con que embadurnan a sus muertos, los nía los restos de cuatro individuos adultos y un niño
rostros silenciosos de los allí congregados. que mostraban unos rasgos físicos, en lo fundamen-
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tal, similares a los nuestros y que habían sido ente- no se interesan por esas pequeñas diferencias: la
rrados con sofisticados artefactos de piedra y objetos variación genética de toda nuestra especie es minús-
de decoración personal. Nacían, a partir de entonces, cula si la comparamos con la observada en una
para el imaginario de los europeos, los "cromaño- población chimpancé, por ejemplo. Sin embargo,
nes", nuestros antepasados prehistóricos, nuestros algunos investigadores siguen considerando que el
iguales salidos del salvajismo y las cavernas. modelo multirregional, también llamado la hipótesis
Aunque hubo quien pensó entonces que los del 'candelabro' (por la particular forma que su
Homo sapiens se habían originado en Europa, las representación gráfica muestra), sigue siendo válido
veleidades eurocentristas se fueron disipando tras el para explicar el origen de los humanos modernos.
descubrimiento de otros fósiles sapiens en distintas Según ellos, las bases de nuestra especie se asenta-
partes del globo y tras la confirmación (sobre todo a ron hace unos 2 m. a., cuando se registran los
partir de la década de 1930) de que muchos aspectos primeros procesos migratorios fuera de África hacia
decisivos de la evolución de los humanos modernos las distintas regiones del Viejo Mundo. Los grupos
habían tenido lugar fuera del ámbito europeo. Durante humanos asentados en esos territorios fueron evolu-
buena parte del siglo XX se aceptó la idea de que cionando de forma independiente y continuada en
nuestra especie había surgido de forma más o menos las distintas fases de transición que ya conocemos
independiente en las distintas regiones del Viejo pero, sin embargo, manteniendo una importante
Mundo, a través de la evolución local de los represen- unidad biológica (a través de un flujo genético
tantes del género Homo allí asentados. Así, se llegó a constante entre poblaciones que se movían mucho
suponer que los actuales europeos serían los descen- y, por tanto, compartían sus genes) que les permitió
dientes directos de los neandertales, mientras que los desembocar a todos en lo que somos actualmente, el
asiáticos lo serían del Homo erectus y los africanos Homo sapiens. La hipótesis del candelabro, sin
del Homo ergaster. Esta concepción multirregional embargo, cuenta con firmes detractores: ¿cómo es
del origen del Homo sapiens tuvo la tentación, en el posible que poblaciones tan distantes geográfica-
marco del gran interés que los estudios raciales susci- mente y tan menguadas numéricamente fueran
taban en la antropología de finales del siglo XIX y capaces de mantener la unidad biológica necesaria
principios del XX, de apoyarse en presupuestos racis- para converger en los humanos modernos? Eso
tas, afortunadamente hoy denostados, y justificarlos requeriría un trasiego constante de grupos de un
señalando que las diferencias morfológicas que obser- lado a otro del Viejo Mundo, que permitiera mante-
vamos en los humanos se basarían en su particular ner la unidad genética entre Europa e Indonesia,
historia evolutiva: las razas actuales hundirían su ¡separadas por más de 10 mil km. de distancia!
origen en especies prehistóricas diferentes. Tanto los pujantes avances de la biología molecular
como los datos arqueológicos con que contamos
Hoy en día sabemos que los rasgos raciales, son los obstáculos más graves con los que se ha
meras adaptaciones superficiales a los condicionan- topado esta hipótesis.
tes del medio ambiente, no han jugado ningún papel
biológico de relevancia en la historia evolutiva de
nuestra especie y, por tanto, los paleoantropólogos
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MODELO MULTIRREGIONAL
O DEL CANDELABRO
MÓLDELO MONOGENISTA
O DE LA EVA AFRICANA
veintiuna de las veintisiete variaciones del cromo-
Asia África Europa Asia África Europa soma Y proceden de África y llegaron a la conclusión
de que es en ese continente donde, hace unos 70 mil
años, vivió el hombre que poseía el cromosoma Y
/} ancestral de todos los hombres actuales: es la teoría
del 'Adán cromosómico'. Todas las estimaciones si-
túan a nuestro Adán ancestral en una fecha bastante
posterior a la Eva mitocondrial ¿Por qué ocurre esto?
No lo sabemos con certeza, pero la genética molecu-
we/ lar nos informa de que las trazas más antiguas del
ADN sapiens se conservan en las mitocondrias y no
en el cromosoma Y. En todo caso, la genética parece
demostrar una y otra vez que nuestros protagonistas
Hace 2 m.a.
Salida de África
Homo ergaster/ereclus
bíblicos tuvieron su Edén en África.
Otro instrumento de gran interés para rastrear el
Generación
EVA origen de los humanos modernos, casi tanto como
I
los estudios de ADN, está constituido por los análi-
lili
i o n
* • ? • W sis lingüísticos. En la actualidad contamos con más
2 c s é « • • •
3 * • • • •
de 6.000 lenguas vivas en todo el mundo, clasifica-
das genéticamente en función de sus semejanzas
(fonética y vocabulario, por ejemplo). Es curioso
• • ""• # • • • • j» f constatar que el árbol genealógico de las lenguas
O « 0 # # • • 3 «0 vivas dibuja una silueta análoga a la del ADN mito-
! condrial: la mayor diversidad lingüística de todo el
?9 Q o j^é t'é é >
R 1*1 ©
mundo se encuentra en África y es allí, por tanto,
donde puede rastrearse la raíz madre de todas las
c. • • • • • • • • •
lenguas que se han conservado: los grupos humanos
• • • • • • • • • • • se desplazan de un sitio a otro llevando consigo sus
genes, pero también sus lenguas.
Existen dos hipótesis sobre el origen del Homo sapiens: la
que considera una evolución continuada en diferentes partes CRÓNICAS DEL HOMBRE SABIO
del Viejo Mundo (el modelo del 'candelabro') y la que lo
sitúa exclusivamente en África (la 'Eva africana'). Esta ¿Qué nos dice el registro fósil de todo esto, de
segunda es la más aceptada. Eva no fue la única mujer viva estas genealogías impresas en nuestros cromosomas
hace 200 mil años, momento en el que el reloj molecular o en nuestras palabras? Al final del capítulo 8, antes
sitúa su existencia, pero sí la única que ha perpetuado su de dejar momentáneamente de lado al continente
ADN mitocondrial hasta el presente.
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liano pudiera producirse en torno a los 60 mil años, lo Si el origen del poblamiento humano en Aus-
que supondría que una oleada migratoria hacia el tralia es objeto de un animado debate, la conquista de
Lejano Oriente ya estaba en marcha antes del desastre América se ha convertido en uno de los capítulos de
de Toba. En todo caso, los sapiens ya estaban presentes mayor controversia en la Prehistoria de nuestra espe-
en Australia hace 40 mil años, en un momento en el cie: ¿cuándo y cómo llegaron los primeros humanos a
que el clima era sustancialmente más húmedo que el tierras americanas? Eurasia y América se encuentran
actual. Los restos fósiles de los primeros australianos separadas actualmente por el estrecho de Bering, un
muestran una considerable variabilidad física que algu- pequeño salto marítimo de apenas 85 km. Sin em-
nos investigadores han querido interpretar como la bargo, durante el último periodo glaciar, el descenso
evidencia de que este territorio vivió distintas oleadas del nivel marino permitió la emergencia de un puente
migratorias que aportaron poblaciones diferentes. Otra terrestre que conectaba Siberia y Alaska a través de
posibilidad es que semejante diversidad morfológica un paisaje estepario abierto, seco y helado que recibe
pueda explicarse debido a la gran extensión de esta el nombre de Beringia. Las condiciones de vida en
isla-continente. Australia fue la plataforma de salida estas regiones del círculo polar ártico debieron ser tan
para una formidable aventura que se inició hace unos extremas para los humanos de la Edad del Hielo, que
35 mil años, la que llevó a los humanos a iniciar una los primeros sapiens parece que solo empezaron a
carrera de expansión marítima a lo largo de numerosos frecuentar las regiones siberianas más orientales hace
archipiélagos del Pacífico, como Melanesia (Nueva unos 27 mil años. Es a partir de ese momento en el
Bretaña y Nueva Irlanda) o las Molucas. que algunos de esos grupos, quizás siguiendo los
Mientras que la oleada migratoria más antigua movimientos de las manadas de mamuts, atravesaron
parece ser la del Lejano Oriente y la región de Sahul, las puertas de Beringia y entraron en el inmenso
los grupos sapiens comenzaron su incursión en paraíso americano: verdaderamente un nuevo mundo
Europa hace unos 40 mil años. En esas fechas encon- descubierto por aquellos curtidos pioneros. La inter-
tramos yacimientos arqueológicos adscritos al com- pretación convencional sugiere que esa ola migratoria
portamiento del 'hombre sabio' en Europa oriental y debió producirse hace unos 12 mil años (cuando la
central para, cinco milenios más tarde, hallarlos en la última glaciación comenzaba a desvanecerse), justo
mayor parte del continente. Ese proceso de expan- cuando las condiciones ambientales en Beringia pare-
sión hacia occidente de los sapiens coincidió, como cen algo más benignas: los puentes terrestres se hicie-
sabemos, con el lento repliegue de los neandertales ron más estables y la desolación de las estepas
hacia sus refugios periféricos para, algo más de 10 congeladas se vio alterada por el crecimiento de abri-
mil años después, desaparecer de la faz de la tierra. gos forestales. Esa fecha coincide, además, con los
Los sapiens europeos tuvieron que afrontar una gran yacimientos arqueológicos más antiguos descubiertos
prueba: el envite de la última glaciación que, en su en Alaska. A partir de ese punto, siguiendo siempre la
momento más álgido (hace entre 23 y 16 mil años), hipótesis tradicional, los sapiens descendieron hacia
provocó una de las sacudidas de mayor frío y desola- el sur por los corredores abiertos entre las masas
ción de toda la Edad del Hielo. glaciares hasta, una vez liberados de los hielos, conti-
nuar una rápida expansión que les hizo llegar a Tierra
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hace 22 y 18 mil años) sirven para llevar a cabo una concentrada en determinadas especies (el reno, el
talla por presión y, de este modo, obtener unos arte- ciervo, la cabra montes o el mamut en distintas regio-
factos de magnífica factura. Las láminas y los frag- nes de Europa o el bisonte en América). En algunos
mentos de lámina se transforman, mediante el ejemplos observamos cómo las partidas de caza
retoque de sus filos, en una gran variedad de artefac- debían estar constituidas por formidables empresas en
tos que, además, tienden a ser cada vez más peque- las que participaban numerosos cazadores, que no
ños y ligeros, hasta convertirse en verdaderos solo abatían las presas sino que las preparaban para su
microlitos (minúsculos artefactos de piedra). Este aprovechamiento. Estas cazas masivas demuestran
proceso recibe el nombre de leptolitización y está que las técnicas de conservación de carnes y pescados
relacionado con un avance técnico importante: como (ahumado, secado o incluso el congelado en las regio-
ocurría con los trillos de nuestra sociedad agraria nes heladas de Europa central) servían al almacena-
tradicional, los artefactos de piedra se convierten en miento de excedentes. Además, comenzamos a ver el
simples componentes recambiables de utensilios uso masivo de recursos costeros (abundantes molus-
compuestos y, por tanto, más complejos y duraderos. cos y pescados marinos) y, tal y como confirma el
En este momento se produce un gran avance de las desarrollo de los arpones, fluviales (con la pesca de
técnicas de caza y pesca, como demuestra la diversi- salmónidos). Los grupos sitúan sus campamentos
ficación de proyectiles y armas arrojadizas. Así, tanto en cuevas como al aire libre, en parajes desde
contamos con toda una variedad de puntas de sílex los que se dominan los recursos disponibles de caza,
que se engarzaban con cordajes o resinas en lanzas y pesca y recolección. En el primer caso, las actividades
con otros artefactos elaborados en materiales alter- domésticas se desarrollan en los vestíbulos de las
nativos a la piedra, como la madera, el hueso, el asta cuevas, allí donde aún llega la luz, mientras las salas
y el marfil (que, aunque presentes durante todo el más recónditas del entorno cavernario se dedican al
Paleolítico, parece que se hacen ahora imprescindi- desarrollo de las actividades rituales, artísticas y
bles en los equipos y armamentos). Este es el caso mágicas. Al aire libre, en zonas fluviales, conocemos
de los arpones, las azagayas (puntas de hueso) y los la existencia de toda suerte de construcciones: caba-
propulsores (artefactos elaborados en asta y que nas cimentadas sobre estructuras de piedra, tiendas en
servían para apoyar un venablo e imprimir con el forma de tipis (cubiertas con pieles sobre estructuras
brazo más fuerza en el tiro). Es probable que durante de maderas) o, en las regiones deforestadas (como en
este momento se desarrollaran el arco y las flechas las planicies ucranianas), casas elaboradas sobre
(que, en definitiva, es una variante más depurada del armazones de huesos de mamut. Los interiores de las
propulsor manual) o las hondas. zonas de habitación se acondicionan con espacios
domésticos en torno a los hogares (que se construyen
El magnífico desarrollo de los equipos técnicos, en cubetas, con canales de tiro y paravientos), los
dirigidos a ofrecer una mayor eficacia y diversifíca- basureros, las zonas de taller, las zonas de carnicería,
ción cinegética, no hace más que poner en evidencia junto a otros espacios rituales o simbólicos (los ente-
una creciente sofisticación en las formas de aprove- rramientos, pozos de ofrendas y tesoros). La construc-
chamiento de los recursos. La caza acabará hacién- ción de estructuras de combustión más complejas
dose muy especializada regionalmente y, por tanto,
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permite a los sapiens alcanzar temperaturas mucho red de comunicación a gran escala, es que las ideas
más elevadas con todo tipo de combustible (madera, también viajan y se comparten, formando amplias
hueso y turba, por ejemplo) que sirven no solo para comunidades de grupos sometidos a condiciones de
llevar a cabo diferentes técnicas de cocción de vida muy diferentes pero que, no obstante, compar-
alimentos, sino para pigmentar de rojo el ocre amari- ten las mismas ideas estéticas y los mismos códigos
llo y, hace unos 30 mil años, producir las primeras simbólicos: la elaboración de estatuillas femeninas,
figuritas de barro cocido. las famosas Venus del Paleolítico europeo, durante el
La mejora paulatina en las técnicas de caza y la complejo cultural llamado gravetiense (fechado entre
especialización depredadora se ha interpretado a hace 29 y 21 mil años), se extiende desde Francia
menudo en función del éxito demográfico, que acabó hasta Ucrania, uniendo bajo la misma convención
favoreciendo el incremento poblacional de estos artística (los mismos modos de expresión) y, por
primeros grupos sapiens. Poco sabemos de este tanto, la misma identidad cultural a las gentes situa-
aspecto, aunque las bandas de cazadores y recolecto- das a lo largo de más de dos mil kilómetros de entor-
res del Paleolítico superior debían estar compuestas nos ecológicos muy dispares.
por pequeños grupos que formaban clanes en asocia- La identidad cultural (a través de lenguas y
ciones familiares extendidas. Para favorecer el inter- sensibilidades religiosas distintas) y la complejidad
cambio y eludir la endogamia, los distintos grupos de la estructura social se desarrollan ahora hasta el
locales debían programar ciertos encuentros con extremo a través de los ornamentos personales. Si los
otros grupos vecinos, en los que se aprovecharía para neandertales ya habían sido capaces de mostrar este
establecer alianzas entre personas e intercambios de comportamiento de forma incipiente, éste se con-
bienes e ideas. Muchas de esas redes de interacción vierte ahora en un elemento imprescindible y recu-
social y comercial se hacen ahora muy densas y rrente de las sociedades sapiens. Los ornamentos
complejas, dado que sobrepasan el ámbito mera- corporales se desarrollan magníficamente a través de
mente regional y expanden sus tentáculos hacia terri- colgantes (conchas, dientes o fragmentos de hueso
torios muy distantes. Observamos la circulación de perforados), collares de cuentas de marfil, brazaletes
materias primas, de objetos y de técnicas entre zonas o botones. La abundante presencia de ocre en sitios
remotas entre sí: la obsidiana (una roca volcánica de de habitación y enterramientos permite suponer que,
textura similar al vidrio) era muy apreciada por sus junto a los motivos de ornamentación personal, proli-
magníficas cualidades para la talla y sus potentes feraron los motivos de decoración o pintura corporal,
filos y, por tanto, constituye un bien de intercambio los tatuajes o escarificaciones (la producción de cica-
que, en África por ejemplo, viaja distancias de más trices en la piel mediante cortes intencionados) que,
de 300 km.; rastreamos el formidable periplo de en definitiva, representan códigos del estatus social
algunas conchas de origen atlántico en las tierras (jefe, hechicera, chamán o curandera), el grupo tribal
interiores del continente; algunos tipos de puntas líti- al que pertenecen o las relaciones de parentesco.
Conocemos poco sobre la vestimenta de los primeros
cas muy característica se encuentran tanto en la grupos sapiens, aunque sabemos que debían disponer
región cantábrica como en las llanuras rusas. Lo más de técnicas avanzadas de confección y trabajo textil
impresionante de este trasiego, de esta primera gran
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ríos de referencia para la comunidad durante genera- primera. Otras especies humanas habían disfrutado
ciones. El hecho de que muchos paneles estén ya de muchas otras. Pero sí fue especial. El proceso
compuestos por la superposición de dibujos a lo de transformación climática afectó a un poderoso
largo de mucho tiempo indica la vigencia de estos hombre sabio: con innumerables avances técnicos,
enclaves como referente en la vida espiritual de los con sociedades muy estructuradas, con redes de
grupos humanos. Estos lugares debieron ser, ade- intercambio extensas, con economías más eficaces,
más, testigos de ceremonias oficiadas por los cha- con el poder del símbolo, el único representante vivo
manes, los intermediarios entre el mundo humano y del ya viejo género Homo se atrevió a dar un salto
el de los dioses y los antepasados. La turbadora que lo cambiaría por completo y sin remedio: tras un
representación antropomorfa de la cueva francesa de breve periodo de transición (llamado Mesolítico)
Trois-Fréres (con grabados y pinturas del periodo dominado por los retos de la transformación climá-
magdaleniense, hace entre 18 y 12 mil años) muestra tica, acabaría dejando su ancestral modo de vida,
a un humano con cabeza de reno: ¿una divinidad o una economía de caza y recolección que lo había
un chamán en trance? No lo sabemos, pero la sustentado desde sus orígenes, para embarcarse en
imagen trae a nuestra cabeza un mundo de celebra- una nueva economía productora. Es el origen del
ciones mágicas y religiosas, apoyadas por la música Neolítico: el sedentarismo, el inicio de los poblados
y la danza (han llegado hasta nosotros flautas ante- estables, de la agricultura y la ganadería.
riores a los 30 mil años), propias de un humano que Las comunidades cazadoras asentadas en el
se ha convertido ya en un ser eminentemente simbó- Próximo Oriente hace unos 12 mil años que practican
lico. la recogida del trigo salvaje para su almacenamiento,
acabaron domesticando diversos tipos de cereales,
legumbres y animales (el perro, el primero de ellos) y
D E LA CAVERNA A LA ESTACIÓN ESPACIAL habitando en poblados agrícolas compuestos por
casas de adobe, como Jericó en Palestina, o Cayónü,
El último periodo glaciar llegó a su fin hace 10 en la península de Anatolia, en los que también se
mil años. Nuevamente, como había ocurrido antes inició la cría de cabras y ovejas. Hace 6.200 años, la
en tantas ocasiones, el retraimiento de los hielos y la ciudad de Catal Hüyük, en la actual Turquía, ocupaba
subida de las temperaturas trajeron consigo una ya trece hectáreas y acogía cerca de 10 mil personas.
drástica reorganización de los ecosistemas: los Este nuevo modelo de vida se extendió en oleadas
bosques templados se expandieron hacia el norte y, progresivas por Europa y también se impuso, de
con ellos, se llevaron las estepas frías y los renos. manera independiente desde el fin de la Edad del
Los caballos desaparecieron de América del Norte: Hielo, en Nueva Guinea, América o China.
solo volverían con los españoles en una fecha tan La domesticación de la naturaleza, con la subsi-
reciente como finales del siglo XV, hace poco más guiente producción cerámica y metálica, permitió,
de 500 años. Esta primavera climática, el periodo con el tiempo y el aumento de la riqueza y el exce-
interglaciar que teóricamente debería finalizar algún dente, el desarrollo de los primeros estados comple-
día con el inicio de una nueva fase glaciar, no fue la jos dirigidos por élites políticas y religiosas. Estas
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Epílogo
El porvenir de la humanidad
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ocurrido en los últimos 10 mil años de economías han producido en la historia de la vida sobre el
productoras y de estados complejos. El tímido inicio planeta Tierra. Ésta sería, por tanto, la sexta extin-
de la agricultura y de una vida sedentaria y urbana ción, no motivada, como en casos anteriores, por la
dio paso a una carrera espectacular: la manipulación deriva continental, el cambio climático o el impacto
vegetal, la domesticación de especies animales en de un asteroide (la causa del fin de los dinosaurios
detrimento de las que aún viven en estado natural, el hace 65 millones de años: la llamada quinta extin-
crecimiento demográfico, la consiguiente necesidad ción, seguramente la más popular de todas), sino por
de nuevas tierras arables, el empobrecimiento de el Homo sapiens. Se estima que de aquí a 2050 se
suelo... un ente informe que ha crecido de forma habrán perdido el 50% de las especies que actual-
exponencial y que, paralelo a los cambios económi- mente pueblan el planeta. Entre ellas, y en inminente
cos, sociales, culturales y tecnológicos, nos ha traído peligro de extinción, están nuestros parientes vivos
hasta el presente. más cercanos, los grandes simios antropomorfos
¿Y cuál es el presente?, ¿en qué punto de su ya (gibones, orangutanes, gorilas y chimpancés). La
larga andadura sobre la faz de la tierra se encuentra deforestación, la alteración ecosistémica, la pobreza
el Homo sapiens? En 1972, y a instancias del Club y la presión demográfica están llevando a estas espe-
de Roma (un grupo internacional de pensadores, cies al borde del exterminio ¿Ahora que estamos
políticos y científicos interesados en reflexionar casi solos, ahora que han desaparecido todas las
sobre el futuro de nuestro planeta y nuestra especie), demás especies humanas, podemos afrontar con
se publicó un informe denominado Los límites del dignidad un futuro en el que no estén nuestros
crecimiento, en el que ya se advertía de que si nues- parientes? ¿Qué legado de pobreza dejaremos a
tra sociedad industrial seguía con su ritmo de creci- nuestros hijos si ya no están ellos, aquéllos tan
miento demográfico, explotación de recursos y cercanos evolutivamente a nosotros, aquellos que
degradación de los ecosistemas, pronto se alcanzaría pueden enseñarnos tanto sobre nosotros, sobre ese
y superaría la capacidad del planeta, dando paso al lejano mundo del que venimos y que hemos dejado
colapso de nuestra sociedad. Otros trabajos han atrás para siempre? Es en este contexto de urgencia
seguido la estela de aquel informe inicial, como los en el que la labor de grupos como el Proyecto Gran
de 1992 y 2004, en los que se constata que hemos Simio se convierte en una necesidad imperiosa que
traspasado con creces esos límites y se augura que transciende con mucho el mero interés animalista y
cada vez resultará más difícil arreglar el imponente adquiere tintes estrictamente morales.
agujero que estamos creando. El informe sobre la
Evaluación de los ecosistemas del milenio, de 2005, Solo las cifras de nuestro nivel de impacto
hace hincapié en alguno de los principales proble- sobre un planeta que desgraciadamente no es plano
mas que la raza humana encara en nuestros días: el sino redondo y, por tanto, limitado, son suficiente-
impacto sobre el planeta ha conseguido alterar su mente reveladoras: somos ya más de 6.800 millones
biodiversidad de forma colosal e irreversible, de seres humanos abarrotando un espacio en el que
causando la extinción masiva de especies, solo los recursos (energía, alimentos y agua dulce) están
comparable a las cinco grandes extinciones que se esquilmados. Los combustibles fósiles están casi en
rojo (como en los indicadores de los vehículos que
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tico del planeta, pero lo cierto es que gracias a este contingencias imprevistas en la que las especies se
tema, la opinión pública tiene la posibilidad de encuentran en permanente competencia. Y, cierta-
comprender que vivimos en un planeta en constante mente, es siempre en medio de esta marabunta
cambio. Causas aparte, la historia de la Tierra ha donde la evolución ha actuado. Tal y como hemos
estado inmersa en un vaivén climático sin fin. Más visto a lo largo de este libro, la aventura humana (al
recientemente, durante la Edad del Hielo, todas las igual que la aventura de la vida) ha estado guiada
especies del género Homo han tenido que adaptarse por la fuerza de la transformación medioambiental y
a dramáticos cambios en los ecosistemas del mundo la adaptación: la que llevó a aquellos simios a
entero. En este periodo, la alternancia de etapas nacerse bípedos y, posteriormente, adentrarse en el
glaciares e interglaciares ha estado dirigida por los mundo hostil de la sabana, la que llevó a los repre-
ciclos de Milankovitch que, descubiertos por el sentantes del género Homo a expandirse por todo el
astrónomo serbio que les da nombre, están sujetos a Viejo Mundo, la que nos hizo el primate cultural que
los cambios sucesivos de algunos parámetros orbita- somos. Si los humanos estamos esculpidos, pues,
les terrestres. Actualmente nos encontramos en uno por la evolución, si somos el resultado de esa fuerza
más de los periodos interglaciares de la Edad del y no el objetivo final y más perfecto de un mundo
Hielo que, si no hubiera habido la más mínima inci- establecido por un ser superior o por la propia natu-
dencia humana en el efecto invernadero, finalizaría raleza (el creacionismo y su cara más amable, la
igualmente en otro cambio climático más. Cualquier teoría del diseño inteligente, siguen desgraciada-
escenario, por tanto, nos aleja de esa suerte de espe- mente de actualidad), tendremos que asumir con
jismo de estabilidad. La cuestión en este caso no coherencia que hoy y ahora estamos sujetos a ella.
está tanto en acabar asumiendo que la naturaleza no Por un lado debemos sortear el siempre acechante
nos permitirá mantener sin cambio alguno nuestro peligro de la extinción, ¿acaso, como el resto de
mundo actual sino, sobre todo, en la siguiente especies que pueblan el planeta, no está el Homo
pregunta: ¿dispone nuestra sociedad, un monstruo sapiens sometido a esa posibilidad? ¿Acaso no estu-
gigantesco y torpe (constituido por urbes imposibles, vimos ya, cuando apenas comenzados a dar nuestros
tecnología carísima e infraestructuras gigantescas) pasos como especie, al borde de la desaparición?
de la flexibilidad suficiente para adaptarse a los ¿Acaso no hay serios motivos para pensar que el
cambios que se avecinen? ¿Tendremos la misma momento crítico en el que nos encontramos inmer-
capacidad de respuesta ante esos retos que ya tuvie- sos, esta sexta extinción augurada por muchos, no
ron nuestros antepasados sapiens o los neandertales? puede asestarnos un zarpazo mortal y definitivo?
Que vivimos en un planeta en constante cambio Por otro lado debemos ser conscientes de que,
y regeneración es más que evidente: cambios de los mientras nuestra especie siga existiendo, nuestro
ciclos climáticos, erupciones volcánicas masivas, camino evolutivo deberá continuar, no ha acabado
ciclos solares, impactos de meteoritos, tectónica de todavía. La evolución humana está en construcción,
placas, alteración de las corrientes oceánicas... Este la humanización de nuestra especie sigue adelante.
no es un mundo fijo, es una verdadera carrera de Mucho se ha especulado sobre cuáles serán los
obstáculos, una gymkhana nocturna cargada de siguientes cambios físicos que experimentará el
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