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TEMA 2.

DEL MITO AL LOGOS


Los saberes primitivos: mito, magia, religión, técnica
Los mitos
El saber mitopoético o legendario está basado, por lo que sabemos de las civilizaciones primitivas,
en relatos ritualizados que se transmiten literalmente y sin alteración, principalmente, por vía oral. Los
mitos explican el origen, organización y destino de la comunidad étnica y cultural, cuya identidad tratan de
preservar, así como la totalidad de los fenómenos relevantes en la existencia cotidiana de la misma.
Lo específico del conocimiento mitopoético es la dramatización de los fenómenos de la naturaleza
sobre la base de acciones de tipo humano y personal. Las fuerzas naturales aparecen como vivas,
conscientes e intencionales. Estas explicaciones antropomórficas y animistas tienen la peculiaridad de que
su potencia no se agota en el tiempo originario, sino que siguen actuando, manando e influyendo en el
presente.
La Religión
Dos grandes teorías clasicas enfrentan el fenómeno religioso. Según la Fenomenología de la
religión el conocimiento religioso tiene un origen específico: la admiración, el asombro que paraliza el
alma ante lo maravilloso, misterioso o terrorífico, suscitando una actitud deferente, la adoración a fuerzas
ocultas y seres misteriosos.
En cambio, los sociólogos y antropólogos de la religión objetan estos orígenes, subrayando la
dimensión objetivante y normalizante que poseen las religiones de situaciones límites tales como el
nacimiento, la muerte, la menstruación, el matrimonio, etc.
La técnica
Las técnicas más elementales se remontan a más de mil siglos y el desarrollo técnico sigue las
mismas sinuosas irregularidades que la evolución histórica del hombre. Pero la diversificación del
conocimiento técnico y, por tanto, su constitución como tal, va emparejada con la creciente división del
trabajo y supone una progresiva especialización en dominios distintos o categorías. En este sentido las
técnicas son los precedentes genealógicos de las ciencias. Una caracterización de las mismas debe insistir
en que implican siempre unas operaciones concretas que permiten la transformación eficaz del medio,
aunque sólo sea mediante una repetición mecánica. Las técnicas agrimensoras de los egipcios, por ejemplo,
no les permitieron despegarse de la naturaleza y dominarla sino adaptarse a ella; y aunque constituyen el
precedente inmediato de la Geometría científica, pueden y deben separarse de ella.
Del Mitos al Logos
Los mitos griegos tienen un ámbito muy reducido, esto da lugar a la modificación del género
literario. En el relato mítico no se plantean interrogantes, sino solamente respuestas, respuestas a preguntas
que no existen.
Cabe entender por mito el conjunto de narraciones y doctrinas tradicionales de los poetas acerca
del mundo, los hombres y los dioses. El mito se caracteriza por ofrecer una explicación total, una
explicación en que encuentran respuesta los problemas y enigmas más acuciantes y fundamentales acerca
del origen y naturaleza del universo, del hombre, de la civilización y la técnica, de la organización social,
etc. A partir del siglo VI empieza a predominar la dinámica pregunta-respuesta. Esto lleva a desembocar
en la dialéctica del siglo V. En el texto mítico se parte de una estructura originaria de desorden; Zeus
terminará con este desorden y pasará posteriormente a separar unas cosas de otras para fundar el nuevo
orden del universo.
Las condiciones socio-político-económicas que favorecieron el surgimiento de la filosofía
1. El desarrollo de la actividad comercial.
2. El surgimiento de nuevas clases sociales. La antigua aristocracia, noble y guerrera, defensora
de las tradiciones, fue paulatinamente desplazada por la nueva clase económica, comercial y artesana, cuyas
actividades e intereses eran completamente diferentes; consecuentemente, la cultura tradicional y mítica,
que defendía viejos privilegios, comenzó a ser sustituida por principios y leyes de carácter racional y
positivo.
3. El desarrollo de nuevas formas políticas y la ausencia de una casta sacerdotal. El poder
carismático y totalitario de los reyes comenzó a ser sustituido por la autoridad racional de los nuevos
gobernantes y los antiguos súbditos se convirtieron en ciudadanos.
La filosofía griega nació entre los jonios en el s. -VI, sobre todo en la ciudad mercantil de Mileto.
La tesis principal que distingue a la escuela de Mileto de sus antecedentes religiosos y míticos fue su intento
de explicar el origen y estructura del mundo de la experiencia a base, por entero, de causas naturales. Las
tesis metodológica más importante de la escuela fue que la variedad y multiplicidad de las cosas se
encontraba ordenada por un principio unitario, o que derivaba de una sustancia unitaria, de tal modo que
esta variedad podía explicarse, genéticamente, como producto de cierta evolución a partir de este proceso
o sustancia material subyacente. Lo que se intentó, en suma, fue una teoría unificada del universo: de su
aparición, su estructura y sus procesos de cambio y transformación, sobre la base sola de principios físicos.
La filosofía es un estudio de reflexión que tiene que ver con la abstracción y el desarrollo del
lenguaje; así, en la Grecia antigua, la filosofía sería un proceso que va de lo concreto a lo abstracto, y esto
tiene que ver con el lenguaje: a mayor complejidad de la realidad, mayor abstracción del lenguaje.
Hipótesis acerca del paso del Mitos al Logos.
El helenista irlandés B. Farrington defiende que la filosofía de Mileto tiene como principal
característica la aplicación de ideas derivadas de técnicas de producción, para interpretar los fenómenos del
universo. La noción fundamental de los Milesios fue la noción de que todo el universo actuaba de la misma
forma, es decir que los vastos fenómenos de la naturaleza no eran esencialmente distintos de los procesos
familiares del labrador, al cocinero, al alfarero y al herrero. De modo que las técnicas adquirieron un doble
carácter, seguían siendo métodos tradicionales para lograr algún mezquino fin práctico y revelaban la
verdadera naturaleza de los fenómenos del cosmos. Se puede afirmar que la clave principal de la concepción
del mundo de los filósofos de Mileto había sido derivada de la rueda del alfarero, el fuelle y el horno. Se
identifican los procesos técnicos con los procesos naturales.
Para Conford, e modelo de la cosmogonía milesia, presenta rasgos que no se pueden atribuir a la
inferencia racional basada en una simple observación de los hechos. La filosofía natural jonia no era
científica, se trataba de una estructura dogmática, basada en premisas y principios autoevidentes. Una de
estas premisas fue que el orden del mundo no es eterno, sino que tuvo un comienzo, y que el punto de
partida de las cosas (el arjé) era una condición más simple.
Por el contrario, los Milesios operan sobre ciertas suposiciones tomadas de los mitos. La idea de
que el orden surge de la diferenciación a partir de un estado de cosas simple es un préstamo de las teogonías
órficas.
Vemos así que para Conford no se produce un “salto” de una forma de pensamiento mítico a otra
forma de pensamiento lógico basado en la observación de la naturaleza, sino que se trata de un proceso
gradual que trabaja con esquemas explicativos del mito, en los que va introduciendo una mayor abstracción
sustituyendo las entidades antropomorfas (Gea, por ejemplo) por otras naturales (la tierra como elemento).
Por último, Gustavo Bueno sostiene que los Milesios fueron, antes que nada, científicos,
geómetras, físicos, astrónomos. Sobre la base de su racionalismo científico, proyectaron esquemas
cósmicos alternativos a los de los mitos, la magia y la religión. Llegaron, así, a inaugurar un racionalismo
metafísico. La filosofía de los presocráticos, no es más que la extrapolación de los esquemas racionalistas,
en particular del esquema material de identidad del círculo, al universo entendido como un todo.
La explicación racional (lógos)
La explicación racional (lógos) comienza cuando la idea de arbitrariedad es suplantada
definitivamente por la idea de necesidad, es decir, cuando se impone la convicción de que las cosas suceden
cuando y como tienen que suceder.
1. La idea de que las cosas suceden como tienen que suceder está relacionada con la idea de
permanencia o constancia. Esta manera de ser constante o permanente fue denominada por los griegos
esencia. La esencia es, pues, el fundamento de la unidad de las codas frente a la multiplicidad de sus estados
y apariencias, así como frente a la multiplicidad de individuos que la comparten. Conocer las cosas será,
por tanto, conocer lo que verdaderamente son, lo que tienen de común y permanente. Los griegos estaban
firmemente convencidos de que, por muy útil que sea el conocimiento sensible, los sentidos no bastan para
proporcionarnos tal conocimiento. Es necesario un esfuerzo intelectual, racional, para alcanzar el ser de
las cosas.
2. La búsqueda de lo permanente y común está asociada a una segunda convicción fundamental:
todo el universo se reduce, en último término, a uno o muy pocos elementos. Esta convicción constituye
otro de los pilares sobre los que se asienta la investigación racional acerca del universo. Sin esta convicción,
la ciencia es imposible. Es ésta la perspectiva que permite comprender tanto la originalidad como la
trascendencia histórica de la pregunta de los griegos acerca de la arché o principio último de lo real.
La filosofía presocrática está dominada por el problema cosmológico. No excluye al hombre de
sus consideraciones; pero ve en él solamente una parte o un elemento de la naturaleza y no el centro de un
problema específico. Los mismos principios que explican la constitución del mundo físico explican también
la del hombre. Es tarea de la filosofía presocrática rastrear y reconocer, más allá de las apariencias múltiples
y continuamente mudables de la naturaleza, la unidad que hace de ésta un mundo: la única sustancia que
constituye su ser, la ley única que regula su devenir. La sustancia es para los presocráticos la materia de
que todas las cosas se componen; pero es también la fuerza que explica su composición, su nacimiento y
su muerte, su perpetua mutación.

Primer modelo de explicación racional: ¿la naturaleza está constituida por una sola realidad
o por muchas?
Tales de Mileto formula un principio esencialmente monista: El agua es el elemento cosmológico
primario, todas las cosas surgen del agua o de la humedad.
Anaximandro sostiene que el principio de todas las cosas es el apeiron, en oposición al agua de
Tales; en efecto, si todas las cosas surgen del agua y la humedad, ¿cómo explicar la existencia de lo seco,
de lo cálido, del fuego mismo? Es imposible que algo sea principio y causa de sus contrarios. El agua es
sólo una de las sustancias materiales que vemos, pero no la única. Con Anaximandro se inaugura la
dialéctica, como discurso fundado en la oposición de los conceptos.
Heráclito. El último de los grandes pensadores Jonios del s. -VI fue Heráclito. Con Heráclito –y
Parménides– se inaugura la metafísica, es decir, se pone en el centro del pensamiento el problema del ser.
La unidad del ser es una unidad armonizada y jerarquizada. El ser (el logos) no es fácilmente accesible a
todos, se mantiene oculto en la medida en que es el elemento estructurador, y justo por ello no tiene que
aparecer explícitamente. Más allá de la apariencia del cambio lo que aparece es la totalidad del ser.
Empédocles. Parménides había sostenido que la realidad no puede proceder de la no realidad ni
la pluralidad de la unidad originaria. Empédocles se enfrenta con ambas exigencias simultáneamente. No
hubo nunca, replica, una unidad original, sino más bien cuatro sustancias distintas desde siempre: Fuego,
Aire, Tierra y Agua. Estos elementos llenan entre sí la totalidad del espacio y no dejan lugar en el Universo
al vacío inexistente. La pluralidad es originaria, ya que si no hubiese existido desde el origen de los tiempos
para crearla habría que recurrir a la nada. Desde la pluralidad el movimiento se explica mediante la
combinación de elementos separados.
Anaxágoras. Con anterioridad a Anaxágoras hubo dos tipos de pluralismo: uno que consideró al
mundo como un campo de batalla de los opuestos (Anaximandro, pitagóricos, Heráclito) y otro (el de
Empédocles) que había solidificado los opuestos en lucha en los cuatro elementos eternos e inmutables.
Según Anaxágoras, ninguno de los dos tipos de pluralismo fue lo suficientemente lejos. La mezcla original
debe contener no sólo los opuestos tradicionales (húmedo y seco de Heráclito, cálido y frío de
Anaximandro, brillante y tenebroso de los pitagóricos), ni sólo los elementos de Empédocles (agua, aire,
tierra y fuego), sino que debe contener también innumerables semillas en modo alguno semejantes entre sí.
Leucipo y Demócrito aceptaban la tesis parmenídea de que lo existente es eterno e inmutable, y
al mismo tiempo rechazaban la de que sea un único objeto, una esfera singular y solitaria. Lo existente está
constituido por una infinidad de objeto duros, indivisibles, eternos e inalterables: los átomos. Defendían la
existencia del vacío, condición del movimiento de los átomos. Eso es todo lo que realmente hay: los átomos
y el vacío.
Segundo modelo de explicación racional: ¿cómo se explica el cambio frente a la
permanencia? ¿Cuál de los dos aspectos define la naturaleza?
Parménides intenta hacer ver que la propia proposición que expresa el movimiento es
contradictoria en sí misma, ya que en el movimiento sólo se podría pasar del no ser al ser o del ser al no
ser; pero para afirmar el movimiento así entendido hemos de admitir un elemento que no puede ser pensado:
el no ser; por tanto, el movimiento no existe. A partir de este desarrollo llegamos a la afirmación de que el
ser es; pero el ser es uno, inmóvil, sin fin; pero sin fin no quiere decir infinito.
Una conclusión importante de los filósofos de la escuela de Elea es que el conocimiento de los
sentidos es ilusorio porque se basa en la experiencia del cambio que, como muestran sus argumentos, no es
posible.
Tercer modelo de explicación racional: ¿qué tipo de conocimiento nos proporcionan la razón
y los sentidos?
En su gran mayoría, todos los filósofos presocráticos se empeñan en hacer una defensa de los
sentidos. Ahora bien, reconocen que la esencia de las cosas es algo que permanece de forma oculta. Por
tanto, la búsqueda del principio del Universo siempre va más allá de lo observado en todos ellos. Todos
coinciden en afirmar que la razón es un principio de conocimiento verdadero; es el único camino adecuado
para alcanzar la verdad.
Cuarto modelo de explicación racional: ¿el principio constitutivo de la naturaleza es la forma
o la materia?
Fue Aristóteles quien, al estudiar a los filósofos presocráticos, vio que el principio explicativo
fundamental que utilizaron fue la materia. En el caso de Parménides, queda claro que el ser es una realidad
formal, que pertenece al plano de lo abstracto, invisible y que sólo puede alcanzarse mediante un
conocimiento racional.

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