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El cigarrillo como alimento del debate

I. Introducción
"La economía es la ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre
fines y medios escasos con usos alternativos" (Robbins, 1936, p.15) [traducción propia]. Los
seres humanos constantemente están tomando decisiones; en general decisiones sobre el
rumbo de su vida, entre esas, decisiones sobre el consumo. De acuerdo con la definición de
economía citada anteriormente, esta estudiaría estas decisiones, en ellas se basa su estudio.
Según Douglass & Isherwood (1996), los economistas huyen a dar una respuesta a la
pregunta sobre por qué los individuos demandan bienes. Para estos autores, los economistas
toman como dada tal respuesta y hacen suposiciones sobre ella (p.3). Esta opinión, no estaría
de acuerdo con la propia definición de economía y tampoco con los trabajos de los llamados
economistas clásicos como lo son Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, entre otros. Esto
porque de alguna manera u otra tal como se muestra en Jaramillo (2013), tales autores basan
su estudio en el origen del valor. Si bien no se puede decir que es lo mismo, el estudio sobre
el valor se relaciona con la pregunta sobre por qué se demandan los bienes: aunque hay
debates sobre esto, el valor se podría expresar en precios, siendo estos una variable que
condiciona la demanda por bienes.
Estas ideas muestran que existe un debate entre lo que la antropología (trabajo de Douglass &
Isherwood), la psicología y otras ciencias sociales estudian sobre el consumo y lo que estudia
y cómo lo estudia la economía. Esta discusión es la principal motivación del presente ensayo.
El propósito en este es analizar un medio por el cuál las dos visiones se pueden retroalimentar
una a la otra. Tal medio es el estudio de los objetos, el estudio de su vida social y cómo este
puede aportar a la teoría económica y a los debates que se presentan al interior de esta. Con
este propósito se analizará el papel que jugó el cigarrillo en los campos de concentración y de
prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Esto con el fin de argumentar que
el estudio de este objeto –cigarrillo- en tales circunstancias es esencial para entender el
surgimiento de un medio de cambio, de una moneda, lo cual alimentaría el debate económico
que surge alrededor de este tema. Vale la pena mencionar que este tema –origen de la
moneda- fue elegido para ser analizado en este ensayo por su íntima relación con la pregunta
sobre el valor de los bienes, su producción, intercambio y sobre su consumo.
El ensayo se divide en cuatro partes, la primera la conforma esta introducción. En la segunda
sección se expondrá el debate actual que existe sobre la creación/origen de la moneda como
medio de cambio. Tercero, se describirá y analizará el papel que tuvo el cigarrillo como
medio de cambio en los campos de concentración y de prisioneros. En cuarto lugar se
establecerá la conexión entre el estudio del objeto –cigarrillo- en ese contexto y el debate
económico sobre el origen de la moneda, argumentando la importancia de tal conexión.
Finalmente se concluirá.

II. Dos visiones sobre el surgimiento de la moneda


Tal como lo expone Goodhart (1998), existen dos principales visiones sobre el origen y sobre
lo que es la moneda. La primera conocida como Mengeriana o Metalista (de ahora en
adelante M) y la segunda conocida como Cartalista o Chartalista (de ahora en adelante C).
Según el autor, para la teoría M, la moneda surgió y evolucionó en el sector privado orientado
por el mercado como una respuesta a los costos que se derivaban del trueque. Es decir, la
moneda nace como la solución a la no compatibilidad de algunas transacciones que se hacían
por medio del trueque. A diferencia de esto, para la teoría C, el Estado jugó y juega un papel
central en la creación y evolución de la moneda (p. 408) A continuación se explica
detalladamente cada visión.
Por un lado, la teoría M se deriva del análisis que hace Menger ([1892], 2009) sobre el origen
de la moneda. En este se expone cómo en épocas en donde se usaba el trueque, existían por
diversas razones (entre ellas su demanda), bienes más "vendibles" que otros. Así, si un
individuo quería un bien pero el que tenía para intercambiar no era apetecido por el poseedor
del bien que el quería, se recurría al bien más vendible para caracterizar la tasa de cambio y
hacer el intercambio. De esa manera, los metales preciosos que al inicio eran un bien como
cualquier otro adquirieron la categoría de moneda cuando siendo el bien más vendible, se
convirtieron en un medio de cambio, reserva de valor y unidad de cuenta. Sobre las
características de tal bien, Álvarez (2002) encuentra que la propiedad fundamental es su
liquidez, que esta puede ser intrínseca al él o puede que sea resultado de su proceso de
emergencia como moneda. Esta idea es esencial para establecer la conexión de la que se
hablará posteriormente.
Por otro lado, la teoría C establece como argumenta Knapp (1924) que "La moneda es una
criatura de la ley [y que] una teoría de la moneda debe por lo tanto lidiar con la historia legal"
[traducción propia] (p.1). Según Lerner (1947), la moneda es eso que el Estado acepta como
medio para que los individuos le paguen sus obligaciones a él. Así, el medio de cambio es el
definido por el Estado y no algún bien que se volvió moneda espontáneamente en el mercado
(313). De acuerdo con esto, la moneda podría no haber sido en sus inicios un bien sino por
ejemplo un papel como un billete de banco (bank note). Siempre y cuando el Estado lo
acepte, este será un medio de cambio (Wray, 2014, p.7). Adicional a esto, a diferencia de la
anterior visión M que argumentaría que primero se crearon los mercados, luego surgió la
moneda y luego se crearon las deudas y créditos, la teoría C propone que en primer lugar se
crearon deudas y que los mercados surgieron como espacio para saldarlos. Así, el medio de
cambio serían esas deudas que pasaban de uno a otro individuo (Innes, citado en Wray
(2014)). Ciertamente la moneda podría no ser un bien.

III. Experimento natural: cigarrillos en la Segunda Guerra Mundial


De modo que cuando veíamos a un camarada fumar sus propios cigarrillos en vez de
cambiarlos por alimentos, ya sabíamos que había renunciado a confiar en su fuerza para
seguir adelante y que, una vez perdida la voluntad de vivir, rara vez se recobraba.
Víctor Frankl (1946)1
La anterior cita es el testimonio escrito de Victor Frankl, un neurólogo y psiquiatra que
estuvo internado por 3 años desde 1942 en diferentes campos de concentración. Como se
puede evidenciar, los cigarrillos fueron un objeto importante en tal lugar. Tal como se puede
evidenciar, los cigarrillos no eran usados para lo que se crearon –fumarlos- sino que eran

1
Neurólogo y Psiquiatra. Víctima en varios campos de concentración entre 1942 y 1945. Sobreviviente. Ver
Frankl ([1946], 2004).
intercambiados por otros artículos. Es así como según el mismo autor, "los cigarrillos se
podían cambiar por doce raciones de sopa" (p. 2). Según esto los cigarrillos no funcionaban
solamente como medio de cambio sino también como unidad de cuenta, es decir que se
permitía establecer el valor de otros bienes en unidades de cigarrillo. Esto según las
definiciones que se vieron anteriormente convertiría a los cigarrillos en una moneda según la
teoría M. Así, en estos campos de concentración se podría decir que se evidenció la creación
de una moneda, lo cual da un sustento a tal teoría.
Lo mismo sucedió en los campos de prisioneros de guerra durante la misma época. El
nacimiento de los cigarrillos como medio de cambio es descrito por Robert Radford (1945),
un prisionero de guerra, también sobreviviente. Según él, cuando llegó al campo y poco a
poco después, el cigarrillo se volvió el estándar de valor, el mercado se unificó, se
establecieron precios comunes en todo el campo y ya casi nadie aceptaba intercambios en
forma de trueque. Así, el autor concluye que los cigarrillos, además de las funciones de
unidad de cuenta y medida de valor de las que se habló anteriormente también eran una
reserva de valor. Es decir que había una confianza generalizada en ellos. De esa manera, los
cigarrillos llegaron a tener las tres principales funciones de la moneda metálica. Radford
argumenta que otras de sus características era que eran homogéneos, durables y de tamaño
pequeño (pp. 191-195). Características que pueden ser la causa de su conversión de bien de
consumo a moneda tal como se mencionó que lo pensó Álvarez (2002).
Además de esto, el mismo autor narra cómo después, a causa de que los precios en términos
de cigarrillos fluctuaban y dependían de la cantidad de estos que circularan (la cual era
controlada por lo que proveían los cigarrillos y no por los que los usaban), el Restaurante y la
Tienda implantaron una moneda de papel. Esta moneda también era intercambiable por
cigarrillos (pp.196-197). Esto puede relacionarse con la visión C de la que se habló
anteriormente. De acuerdo con todo lo anterior se puede decir que este episodio fue un
experimento que se dio naturalmente, fue un ambiente controlado en el que las variables que
allí se presentaron llevaron a la conversión del cigarrillo como bien de consumo a un status
de moneda. Vale la pena tener en cuenta desde este momento cuáles eran las características
de este entorno controlado para poder establecer la conexión que se hace a continuación.

IV. Cigarrillos y economía: nutriendo el debate


Cómo se puede evidenciar, esta situación en la que el cigarrillo se convirtió en una moneda es
la situación y oportunidad perfecta para estudiar en la era contemporánea cómo es que sucede
esa creación de la moneda. Tal como se dijo en la anterior sección, las dos visiones M y C
(más que todo la primera) se ven identificadas en este contexto con este objeto en particular.
Es así como se puede aspirar a pasar de un debate teórico (el que se explicó en la sección II)
a un debate que tenga fundamentos empíricos. Si bien los exponentes de ambas teorías no
tuvieron control y no evidenciaron de primera mano lo que ocurrió con el cigarrillo en ese
contexto, es de gran valor evaluar la situación y al objeto en específico para construir el
debate sobre otro nivel en el que exista tal característica empírica.
Ahora bien , según Miller (1995), actualmente la crítica desde la antropología a la economía
se centra en un cuestionamiento sobre la terminología que esta última utiliza y sobre el uso de
evidencia empírica que apoye la idea de que las relaciones de mercado son necesarias para
que se de el consumo (p.151). El caso que aquí se presentó - surgimiento de moneda en
campos de concentración-, muestra que el medio y método por el cuál se analizan objetos
como el cigarrillo en tales contextos y así mismo la vida social y las características del
mismo, llevan a que los economistas puedan apoyarse en esta evidencia, presentarla como
empírica y responder a este cuestionamiento que surge desde la antropología. Como se vio,
el debate ya no se centraría en un nivel teórico sino que sería algo más "aterrizado" y como lo
menciona Appadurai (1986), se esté en una mejor posición para desmitificar el lado de la
demanda de la vida económica (p.58).
Adicionalmente, como se argumentó en la sección anterior, el surgimiento de la moneda en
ese contexto ayuda a explicar y analizar en mayor medida a la teoría M, pero la versión que
entregan tanto Radford (1945) como Frankl ([1946], 2004), no supone en primer momento un
sustento teórico para apoyar a la teoría C. Es más, Lerner (1947) argumenta en favor de la
última teoría que "la moneda-cigarrillo y la moneda exterior solo pueden ser plenamente
usadas cuando la moneda normal y la economía en general están en un estado de caos"
[traducción propia]. Así, el ejemplo que ofrece el estudio de este objeto –cigarrillo- no
permitiría crear una generalización sobre la creación de la moneda, porque intuitivamente se
puede argumentar que este ambiente en los campos de concentración no es el ambiente que se
vive en la vida real, no hay desigualdades, no hay producción de bienes ni algo parecido
(Berg, 2013). Sin embargo por medio del método que aquí se describe sobre analizar el
objeto, su vida social y características, se puede estudiar la situación a profundidad para
determinar si también se podría dar un sustento a la teoría C.

V. Conclusión
En conclusión, se puede decir que aunque el estudio como se ha hecho hasta ahora del rol de
los cigarrillos en los campos de concentración y de prisioneros durante la Segunda Guerra
Mundial, no puede ser un resultado generalizable, porque en sí tales campos son entornos
muy controlados que no se asemejan a la realidad. Sí alimenta el debate sobre el surgimiento
de la moneda. Entre otras cosas, ayuda a dar un sustento empírico al debate, lo que llega a
hacer de este algo más cercano a la realidad, algo más aplicable. Esto es lo que la
antropología y otras ciencias sociales le han criticado al método y a las teorías de la ciencia
económica. De esta manera, se demuestra la importancia que tiene para la teoría estudiar la
vida de los objetos, sus características, su relación con el componente humano, con el
componente social. Como se vio, estos pueden explicar grandes fenómenos, no solo sociales,
políticos o culturales sino también teóricos. Esta manera de estudiar los objetos, tal como se
hizo con el cigarrillo en este ensayo es un paso para crear nuevos caminos de investigación,
de debates, de teoría y de historias.
Referencias
Álvarez, A. (2002). Learning to Choose a Commodity Money: From Carl Menger to
Evolutionary Theory (Preliminary Version), 30th March 2002. Paris (andres.
alvarez@ u-paris. 10. fr).
Appadurai, A. (Ed) (1986). The Social life of things: Commodities in cultural perspective.
Cambridge [Cambridgeshire: Cambridge University Press.
Berg, (2013) Was “Cigarette-Money” in World War II POW Camps a Case of Commodity
Money Origination?. New Economic Perspectives. Recuperado de
http://neweconomicperspectives.org/2013/04/was-cigarette-money-in-world-war-ii-
pow-camps-a-case-of-commodity-money-origination.html#comments
Douglas, M., & Isherwood, B. C. (1996). The world of goods: Towards an anthropology of
consumption : with a new introduction. London: Routledge.
Frankl, V. E.([1946], 2004). El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder.
Goodhart, C. A. E. (1998). The two concepts of money: implications for the analysis of
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Jaramillo, G. E. S., & Universidad de los Andes (Colombia). (2013). Abstract Labour Theory
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Knapp, G. F. (1924). The state theory of money. London: Published on behalf of the Royal
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Menger, C., & Ludwig von Mises Institute (Organization). ([1892],2009). On the origins of
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Miller, D. (1995). Consumption and commodities. Annual Review of Anthropology, 141-161.
Radford, R. A. (1945). The economic organisation of a POW camp. Economica, 12(48), 189-
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Robbins, L. R. (1935). An essay on the nature & significance of economic science. London:
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Wray, L. R. (2014). From the state theory of money to modern money theory: an alternative
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