IDENTIDAD, AUTENTICIDAD Y AUTONOMIA

La identidad es el conjunto de características físicas y psicológicas que hacen únicas a las personas.
La identidad abarca una serie de elementos que deben ser integrados dentro de uno mismo, ya que cada
persona posee un conjunto de roles o papeles que asume en los diferentes contextos. Estos se
relacionan con temas como lo social, la cultura, la sexualidad, la vocación, la moral o los valores que se
defienden.
La identidad está muy relacionada con la autenticidad, la cual es una de las búsquedas de la
adolescencia, porque implica la individualidad y la posibilidad de ser diferente, frente a las presiones
sociales y a los propios grupos con los que se relaciona y evitar modelos culturales erróneos.
Hay quienes opinan que la libertad consiste en sentirse libre, en poder actuar según el criterio que uno
mismo estima correcto y sin tener en cuenta lo que piensan, sienten y necesitan los demás. Por otro
lado, existen personas que consideran la libertad como la posibilidad de hacer los que les de la gana en
cada momento.
El uso adecuado de la libertad es un proceso de aprendizaje constante, en el que las personas desarrollan
dos características: la autonomía y la responsabilidad.