Sei sulla pagina 1di 4

L. Iluminada en el centro de la plaza empieza otra vez a convulsionarse.

Los pálidos
rotan sus cabezas para tener un mejor ángulo y sólo entonces se dispersan sobre el
césped. Atentos, fijan sus miradas en el bautizo, mientras el luminoso acomete directo
en ella que, frenética, mueve las caderas bajo la luz: sus muslos se levantan del suelo y
su cabeza colgante se golpea por tantas sacudidas contra el pavimento. (16)
[CUERPO - BAUTISMO - HEGEMONÍA]

Le ratifica el nombre en dos colores paralelos, el luminoso ampliado sobre el cuerpo


escribe L. Iluminada y rítmicamente va pasando la cantidad posible de apodos: le
escribe tránsfuga y la letra cae como toma fílmica. (16)
[CUERPO - BAUTISMO - HEGEMONÍA]

Por eso es que en la plaza se conjugan dos tipos de engranajes eléctricos: por una parte
el asignado al cuadrante y por otra, el que se desliza del luminoso; esa luz que se vende.
(17)
[REPRESIÓN - NACIONALISMO - NEOLIBERALISMO]

Los pálidos han llegado ahora hasta ese mismo centro y empiezan su particular
representación. Amontonan sus cuerpos y se dejan caer sobre el cemento. Así se van en
un ritmo tan difícil de visualizar que sólo el luminoso los ordena cuando muestra sus
relajos. (19)
[CUERPOS - CONTAMINACIÓN - CONTROL]

El luminoso continúa lanzando los nombres y apodos, atravesándolos, y nadie será así
arrestado, nadie dejará caer las lágrimas sobre la piel; lacios y abatidos de náuseas sobre
la concavidad. (28)
[LUZ - HEGEMONÍA - CONTROL]

Esos que han obtenido con naturalidad su nombre propio, no pueden saber nada del
vértigo de perderse en distintos residuos hasta dejar el clímax de la palidez como su
única alternativa, como mera carne disponible. (28)
[NORMALIDAD - NOMBRE - CUERPO]
–aprendió el tronco del árbol para depositar allí el luminosos que ya refrotado asoló su
cornea hasta perder la conciencia– (29)
[LUZ - PENETRACIÓN - SOMETIMIENTO - HEGEMONÍA]

Están de pie en las esquinas de la plaza. Se frotan las manos y mueven los pies. De sus
bocas escapan los vapores de los alientos. Sus rostros están borrosos recortados a
contraluz. (38)
[CUERPOS - IRRECONOCIBLES]

Porque un grueso vestido de lana gris la cubre. Ropa en ella apenas funcional, pero que
sin embargo la particulariza. Su cabeza prácticamente rapada brilla bajo las luces del
luminoso y no se puede evitar el movimiento que le da calor. (38-39)
[LUZ - HEGEMONÍA - NORMALIZACIÓN]

Por el sonido, su cuerpo cambia sus modales/ la plaza entonces se hace peligrosa; ese
corral que la transforma en cerca, faroles en estacas bancos en rejas hasta desollarle las
patas que se ven envueltas como para las galas de una carrera. (71)
[ANIMAL - REPRESIÓN - PLAZA - DICTADURA]

Está a punto de fallar su empresa, haber llegado a ese especial estado y no lograr vencer
ese vulgar impedimento. Negó su logro ––casi pierde su asunto–– volver atrás hacia la
pelada, sus vellos tenues, sus sumisos modos, la voz ingrávida que le caracterizaba, su
hegemonía entre el lumperío. Pero se sobrepuso al tomar conciencia que hasta los
mejores animales se revientan. (75)
[CUERPO - LUMPÉRICA - CANSANCIO]

Lo que resta de este anochecer será un festín para L. Iluminada, esa que se devuelve
sobre su propio rostro, incesantemente recamada, aunque ya no relumbre como antaño
cuando era contemplada con luz natural.
[CUERPO - LUMPÉRICA - CANSANCIO]

Más no la siguen, de hecho el lumperío se ha replegado ante su andanada, niegan su


efecto, se muestran sordos ante sus sonidos, frotan sus manos para combatir el frío, se
alejan de manera obvia hasta el lugar en que su presencia no puede ser por ellos
observada, la ven potranca aún, no vaca o yegua. (77)
[MARGINALIDAD - RECHAZO - INMADUREZ]

¿Y si fuese la luz quién la gimiera? ¿si tan sólo la luz la montara? De un golpe de
energía plena le desollara el ijar y aunque perdiera el brillo de la plateada espuela, el
penetrante metal se lo saltara por el corcoveo de ese golpe eléctrico, único/ infalible que
le corrigiera hasta el pensamiento por la efectividad de su asolada, que la tirara sobre el
pavimento en espasmódicas muestras del encuentro. Si el misterioso cable punceteara su
henchida costilla sin ora seña que la brusca caída que no dejara marca más que la
quemadura en el costado. (79)
[LUZ - QUEMADURA - CUERPO]

Quedó irreconocible en el terror a la electricidad manifestado en gestos primarios –


cómo decirlo– apenas pestañeaba en la sala cuando se disponían a acomodarla. Olvidó
todo. Hasta la mujer que le cerró las piernas y de nuevo al patio, donde sobre el mesón
se dejaba caer un rayo de sol y los destinados insistían en la contemplación a nivel de
centímetros. (95-96)
[ELECTRICIDAD - TORTURA - DICTADURA]

Ni siquiera el dolor de sus ojos podía distraerla. Estaba absolutamente encandilada.


Prácticamente no leía las frases que se formaban y hasta levantó el torso para elevar aún
más su mirada hacia lo alto del edificio. Seguía absorta; los diferentes neones se
entrecruzaban en líneas curvas y rectas, encendidos en un sector y en otro mostrando el
aparataje que los construía. (220)
[LUZ - MERCANCÍA - HEGEMONÍA]

Antes ya lo había visto, pero no había producido en ella ese sortilegio, seguramente por
el entorpecimiento de los ruidos de la plaza, el deambular de la gente, su propia
desatención. (220)
[LUZ - MERCANCÍA - CONTROL - HEGEMONÍA]

Ahora todo era distinto. El vértigo del juego del luminoso era el perfecto diseño para su
mirada que, inundada de placer se había entregado. Aunque quería cambiar su vista no
lo lograba, esperaba el cambio de la leyenda y luego el siguiente hasta convertirse en
una situación circular.
Porque el luminoso no se detendría. (220)
[LUZ - HEGEMONÍA - CONTROL - SORTILEGIO]

Pensó que ella no estaba en concordancia con lo contemporáneo de la técnica que la


complacía. Su ropa, su facha antera era casi un atentado contra ese brillo y actividad.
Tal vez ella misma habría conseguido una satisfacción mayor si su ropa hubiese tenido
toques de avanzada; algo singular que también la hubiese denotado como única en esa
peculiar situación. (221)
[TENSIÓN - CONTRASTE - GRIS]

Estaba allí con la modestia de su traje gris. Aunque de pronto eso le pareció legítimo. El
antagonismo entre el observador y lo observado creaba una evidente tensión, cuyo
mediador era el avance de la noche en la plaza pública.
Sólo así pudo por vez primera apartar sus ojos de la alto del edificio, para hacerlos
recaer sobre la cuadratura de ese espacio, y así, falsificación sobre falsificación
recompuso. (221)
[TENSIÓN - CONTRASTE -GRIS]

Potrebbero piacerti anche