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INGENIERÍA
Este proyecto pone fin a la consecución del título de Ingeniero Químico y en este
momento tengo la oportunidad de agradecer a todos los que me han permitido lograrlo.
Mención especial para mis mejores amigas: Alicia y Esperanza, cuya constante alegría y
devoción me permitieron hacer más llevaderas las épocas de examen.
Agradezco a Eneko: compañero de mil batallas y que entiende mejor que nadie el
esfuerzo que hemos invertido en esta complicada tarea.
Mi agradecimiento, por supuesto, a todos mis amigos que me han acompañado durante
todos estos años y han hecho que todo fuera más fácil: Inma, Toli, Isa, Tamara, Laura
F., Laura G., Juanlu y Ainara.
Y por supuesto, a mi tutora Mónica Lupión, por permitirme profundizar en un tema que
me apasiona.
A todos, gracias.
Índice
ÍNDICE
1.- Introducción………………………………………………………………………….2
Figura 12: Densidad total de almacenamiento del CO2 (kg por m3 de roca). ................ 57
Figura 14: Funcionamiento de una instalación de EOR con inyección de CO2 ............. 58
Figura 29: Caldera con circulación natural del agua .................................................... 164
Figura 30: Caldera con circulación asistida del agua ................................................... 164
Figura 31: Caldera con circulación forzada del agua ................................................... 165
Figura 33: Caída de presión del lecho en función de la velocidad del aire .................. 165
Figura 34: Procesos físico-químicos que tiene lugar en el lecho fluido ....................... 166
Figura 35: Filtros de saco por impulsos de aire para carbón ........................................ 166
Figura 37: Tipos de lecho fluido según velocidad de fluidificación ............................ 167
Figura 42: Esquema de la salida del lecho hacía el enfriador del lecho fluido ............ 171
Figura 43: Enfriador del lecho fluido para el material extraído del lecho .................... 172
Índice
Figura 44: Perspectiva de una caldera de lecho fluido circulante ................................ 172
Figura 45: Alzado de una caldera de lecho fluido circulante con recalentador ............ 173
Figura 46: Distribución de densidades del hogar en la caldera de lecho fluido circulante
a presión atmosférica .................................................................................................... 173
Figura 51: Circuitos de techos y paredes del paso de convección con refrigeración por
vapor, para una caldera radiante ................................................................................... 175
Figura 52: Caldera radiante para carbón pulverizado, tipo Torre de 400 MW ............ 176
Figura 54: Caldera de presión universal con tubos en espiral ...................................... 177
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
1
Capítulo I:Introducción
1.1.- Introducción
2
Capítulo I:Introducción
Todo esto nos lleva a hablar y conocer qué es exactamente el cambio climático. Las
emisiones constantes y desproporcionadas de gases por parte de los países
industrializados, entre otros abusos de los recursos naturales, están provocando graves
modificaciones en el clima a nivel global. Sus consecuencias afectan sobre todo a los
países en vías de desarrollo traduciéndose en inundaciones, sequía, huracanes y muchos
desastres naturales que dejan a la población desvalida y sin medios para subsistir.
Las variaciones climáticas han existido desde los orígenes de la Tierra. Nuestro planeta
ha asistido durante su larga vida a periodos de glaciaciones, actividad sísmica
continuada o fuertes radiaciones solares.
Sin embargo, hoy en día asistimos a un cambio climático global sin precedentes, donde
las causas naturales parecen jugar un papel poco importante. La comunidad científica
coincide en que las fluctuaciones del clima son provocadas en gran medida por el
hombre cuyas actividades como la tala indiscriminada de árboles, el mal uso del agua
potable y la sobreexplotación de las tierras se conjugan; para alimentar un fenómeno
que no hace sino acrecentarse. De entre todos los factores, la emisión de gases de efecto
invernadero por parte de los países industrializados es probablemente uno de los que
más agravan la situación, provocando un calentamiento global mundial que ya acarrea
trágicos resultados.
- Fusión de los casquetes polares, con el consecuente aumento del nivel del mar
- Climatología extrema
- Desaparición de especies de animales y plantas
- Aumento masivo y desproporcionado de fenómenos naturales como ciclones,
huracanes, desbordamientos de ríos…
- Vulnerabilidad de los países empobrecidos.
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Capítulo I:Introducción
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Capítulo I:Introducción
Por tanto, el objetivo de este Proyecto Final de Carrera es poner a disposición del lector
el know-how existente de las tecnologías de captura existentes.
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Capítulo I:Introducción
Se trata de tres tecnologías bien diferenciadas, sin embargo, cuentan con un objetivo
común: obtener el CO2 separado del resto de los gases de combustión para poder
transportarlo hasta el emplazamiento adecuado para almacenarlo, evitando de este
modo, que se emita a la atmósfera.
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Capítulo I:Introducción
Un primer apartado en el que se revisa brevemente el estado del arte y se muestran las
tecnologías predominantes en las centrales térmicas existentes distinguiendo entre
aquellas que estarán disponibles a corto, medio y largo plazo. También se presenta la
ruta hacia la que se dirigen las vías de investigación y cuáles son las necesidades de
desarrollo.
Un segundo apartado descriptivo, en el que se hace referencia a cada uno de los equipos
principales que integran estas tecnologías, seguido de un estudio tecnológico en el que
se reflexiona sobre cuáles son las necesidades de desarrollo y cuáles deben ser las líneas
de investigación, en función a esas necesidades.
El proyecto se cierra con un capítulo en que se detallan las conclusiones que se destilan
de este estudio.
En éste, se dan a conocer los objetivos a medio y largo plazo, que serán la implantación
de las tecnologías de emisiones nulas, es decir, aquellas que integren sistemas de
captura, transporte y captura de CO2.Consistirán en plantas térmicas avanzadas, de
rendimientos mucho mayores a los que hoy se consiguen, que reducirán al máximo las
emisiones a la atmósfera, no sólo de CO2 sino del resto de contaminantes
convencionales (SOx, NOx, partículas, mercurio...).
En última instancia, las conclusiones darán a conocer algunos de los obstáculos que han
de ser superados en el camino de implantación de las tecnologías limpias del carbón,
centrándose principalmente en los aspectos económicos, sociales y legislativos.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
CAPÍTULO II
TECNOLOGÍAS DE
CAPTURA Y
ALMACENAMIENTO DE
CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
La Cumbre de la Tierra de Brasil en 1992, fue la semilla que daría lugar al Protocolo de
Kyoto, propuesto en Japón en diciembre de 1997. Este documento, aporta un calendario
de reducciones específicas de las emisiones de gases de Efecto Invernadero.
Para la entrada en vigor del Protocolo tenían que darse dos condiciones imprescindibles:
1. Que al menos 55 países ratificasen el tratado (Condición satisfecha el 23 de mayo de
2002 con la ratificación de Islandia)
2. Que los países que hubieran ratificado el Protocolo emitieran al menos el 55% del
total de emisiones con respecto a 1990 (Condición cumplida el 18 de noviembre de
2004, con la ratificación de Rusia)
El acuerdo entró en vigor de forma oficial el 16 de febrero de 2005, aunque las acciones
no empezaron a llevarse a cabo hasta el 30 de noviembre de 2005, tras la adopción
formal de las primeras modalidades de funcionamiento, en el transcurso de la
Conferencia de Naciones Unidas de Montreal del 28 de noviembre de 2005.
Actualmente 156 países (sobre un total de 192) han ratificado, accedido o aprobado el
Protocolo. El gran ausente es EEUU, causante de aproximadamente un quinto de las
emisiones totales del planeta.
Los objetivos de reducción de emisiones son particulares para cada país. Existe además
una distinción entre países desarrollados (Anexo I) a los que se les exige reducciones
efectivas y los países en vías de desarrollo, que participan principalmente inventariando
sus emisiones y acogiendo tecnologías limpias implantadas por los países desarrollados.
Para la consecución de los objetivos globales se han previsto los llamados Mecanismos
de Flexibilidad. Se dividen en tres tipos de medidas: un sistema de comercio de
emisiones, mecanismos de desarrollo limpio y mecanismos de aplicación conjunta.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
El objetivo global para los países desarrollados es el de reducir sus emisiones una media
de 5.2% en referencia a los niveles de 1990 entre los años 2008 y 2012. La Unión
Europea se ha marcado unos objetivos de reducción del 8%. En cuanto a España, el
aumento de emisiones de gases invernadero en el 2012 no debería exceder en más de un
15% los niveles de emisiones de 1990. Por el momento, las emisiones de CO2,
procedentes de la generación energética han aumentado en un 47% en referencia a los
valores de 1990, lo que nos sitúa, ya de por sí, muy lejos de los objetivos propuestos. Es
necesario tomar medidas que conlleven reducciones drásticas, como la implantación de
nuevas tecnologías que mejoren los rendimientos y reduzcan por tanto el consumo de
combustible, el desarrollo de las tecnologías de captura y almacenamiento de CO2 o la
sustitución de parte de los combustibles fósiles por biomasa u otras formas de energías
renovables.[cambioclimatico.org; Junio 2008][Wikipedia]
- Comercio de Emisiones
Este instrumento ambiental contemplado en el Artículo 17 del Protocolo de Kioto
establece las cuotas totales de derechos de emisión asignados, que representan el límite
global de las emisiones autorizadas. Bajo este régimen, los países del Anexo I, pueden
intercambiar en el mercado, los distintos tipos de unidades contables reconocidos por el
Protocolo de Kyoto, es decir: Unidades de Reducción de Emisiones (UREs), fruto de
proyectos de aplicación conjunta, Reducciones Certificadas de Emisiones (RCEs),
generadas por proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio, Unidades de Absorción
(UDAs), procedentes de actividades en sumideros y Unidades de Cantidad Atribuida
(UCAs), inicialmente asignadas a cada parte.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Esta herramienta cumple con un triple objetivo: por un lado, el país inversor hará uso de
las RCEs para alcanzar los objetivos de reducción y limitación de emisiones y, por otro
lado, el país receptor de la inversión conseguirá un desarrollo sostenible a través de la
transferencia de tecnologías limpias y, a su vez, contribuye a alcanzar el objetivo último
de la Convención de Cambio Climático.
Como se puede observar, con estas medidas se pretende facilitar el cumplimiento a nivel
global de los compromisos de Kyoto y premiar la iniciativa privada de abogar por la
reducción de emisiones de gases invernadero, haciéndola más atractiva
económicamente.
Es necesario prestar atención a las multas previstas por sobrepasar los límites de
emisión adjudicados a cada una de las instalaciones afectadas, mediante los Planes
Nacionales de Asignación. Las multas en el periodo 2005-2007 fueron en torno a 40
euros por tonelada de CO2 y a partir del 2008 y hasta el 2012, las multas ascendieron a
100 euros por tonelada. [Rivero Fdez, C; 2008][Internacional Emissions Trading
Association][Inventario Español de Gases de Efecto Invernadero][Ministerio de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino][Dirección General de Medio Ambiente de la
Comisión Europea] [Panel Intergubernamental de Cambio climático]
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
2.2.1.-El carbón
El suministro de energía a partir de fuentes diversificadas y seguras, de forma
económicamente viable y medioambientalmente compatible, resulta esencial para el
desarrollo sostenible de la sociedad. Pero ello, requiere un cuidadoso equilibrio entre los
aspectos sociales, económicos y medioambientales. Se precisa que las demandas
energéticas de las economías maduras y de los países en desarrollo sean compatibles
con las exigencias de reducción de las emisiones de CO2.
En estos casos, el carbón juega un importante papel en conjunción con las demás
fuentes de energía. Durante casi 200 años, el carbón ha constituido el componente
básico del consumo de energía primaria a escala mundial para la producción de energía;
impulsando la revolución industrial del siglo XIX, pero perdiendo a mediados del XX
su papel preeminente en beneficio del petróleo. En la actualidad, el carbón constituye el
22% del consumo global de energía primaria y contribuye en un 40% del total a la
producción de energía eléctrica a nivel mundial.
Según estimaciones realizadas por el World Coal Institute, WCI, las reservas probadas
de carbón, identificadas actualmente, son suficientes para mantener el ritmo de consumo
actual durante los próximos 133 años y se estiman en 430 Gt de carbones duros y 417
Gt adicionales de carbones blandos. Los recursos (cuya extracción es potencialmente
viable en términos económicos) para carbones duros son 10 veces mayores. Estados
Unidos cuenta con casi el 29% de las reservas y la antigua Unión Soviética posee algo
más del 18%, China en torno al 13%, Australia el 9% y Sudáfrica algo menos del 6%.
(Figura 3). [BP Statistical Review of World Energy, 2008][Navarrete, B; 2010]
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Habría que salvar varios obstáculos antes de poder hablar de las energías renovables
como principales recursos energéticos; ya que algunas de las desventajas que presentan
en comparación a otros tipos de recursos más tradicionales son:
- Ninguna forma de energía renovable está suficientemente desarrollada actualmente
como para hacer frente a una parte importante de la demanda. Muchas de ellas se
pueden considerar incluso como experimentales (geotérmica, mareomotriz, etc.) y
otras constituyen instalaciones de baja capacidad y no aprovechando por tanto, los
beneficios de la economía de escala.
- Discontinuidad de suministro: la energía eléctrica no puede almacenarse así que la
solución podría pasar por complementar el suministro con combustibles fósiles
pero esta opción resulta en ocasiones contraproducente desde los puntos de vistas
tanto económicos como medioambientales.
- Rentabilidad: Las formas de energía renovables no pueden competir hoy en día en
el mercado, si no es con la ayuda del estado. Es muy común que éste subvencione
ciertas instalaciones o intervenga para que la “electricidad verde” tenga precios
competitivos. En muchos casos, son necesarias inversiones muy intensivas en
capital para obtener beneficios a largo plazo que habitualmente dependen de las
políticas económicas y energéticas de los gobiernos del momento. Son, por tanto,
inversiones arriesgadas.
- Calidad de la energía: En muchos casos, las condiciones de temperatura y presión
obtenidas mediante las energías renovables no son suficientes para generar
electricidad y su utilidad se restringe a usos de calefacción u obtención de agua
caliente para zonas muy localizadas.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Por otra parte, todavía no está resuelto el problema de los residuos que genera. Por el
momento, sólo se cuenta con la capacidad de almacenarlos con altas garantías de
seguridad, pero ningún método es infalible y nadie puede aventurarse a certificar su
correcta gestión y control por los periodos de vida radioactiva de estos residuos, del
orden de varios cientos de años.
No existe una política comunitaria común con respecto a la energía nuclear. Como se ha
visto, las posiciones que toma cada país al respecto son muy variadas. Se considera que
el apoyo o rechazo hacia este tipo de energías es una opción que cada gobierno debe
elegir libremente. Lo que sí existe son leyes comunitarias que regulan y unifican los
aspectos de seguridad en la gestión de la energía nuclear.
En la Unión Europea, sólo ocho países cuentan con centrales nucleares operativas.
Cinco de ellos (Suecia, España, Holanda, Bélgica y Alemania) han firmado una
moratoria. Italia ya había renunciado a la energía nuclear tras un referéndum que tuvo
lugar en 1987. A pesar de la aparente recesión que sufre entre los países de la UE, la
energía nuclear genera un tercio de la electricidad consumida en un total de 155
reactores repartidos por toda Europa. Las actuales presiones por conseguir las
reducciones acordadas en Kyoto, las medidas cada vez más numerosas y restrictivas de
protección del medio ambiente y la incertidumbre sobre la disponibilidad de suministro
exterior de combustibles fósiles, hacen que se retome la discusión sobre la conveniencia
de la proliferación de centrales nucleares desde una óptica muy diferente. [World Trade
Organization; 2009][World Energy, Technology and Climate Policy Outlook; 2003]
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
En relación con ello, existen esfuerzos en Europa, Estados Unidos y Australia para
conseguir una central térmica sin emisiones ("zero emissions power plant") que requiere
la eliminación total de los contaminantes generados en el proceso de combustión,
incluido el CO2. Muchas son las actuaciones que se están llevando a cabo para lograr
este objetivo, entre ellas el aumento de la eficiencia, la sustitución parcial de
combustibles fósiles por combustibles biomásicos, y el desarrollo de procesos
avanzados de tratamiento de gases.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Resulta muy importante resaltar que la incorporación de tecnologías CAC impone unas
fuertes restricciones a la composición de los gases de combustión, que obligan a un
tratamiento de los mismos que elimine los contaminantes convencionales, incluso a
niveles más exigentes que los requeridos por la normativa de emisiones a la atmósfera.
En otras palabras, tecnologías de uso limpio del carbón es, en la actualidad, sinónimo de
tecnologías de captura y almacenamiento.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Hay algunos factores que determinan si la captura de CO2 es una opción viable para una
determinada fuente de emisión: su talla, si es fija o móvil, su proximidad con lugares de
almacenamiento y el grado de concentración de las emisiones de CO2.
El CO2 podría capturarse de fuentes de emisión fijas, como las centrales eléctricas o
plantas industriales. Aún no se consideran las fuentes de emisiones pequeñas o móviles,
ya sean comercios o medios de transporte, ya que no son adecuadas para la captura del
gas. (Figura 6)
En el año 2000, en torno al 60% de las emisiones de CO2 derivadas del uso de
combustibles fósiles fueron producidas por fuentes de emisión fijas y de gran
envergadura, como centrales eléctricas o plantas de extracción de petróleo.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
que estas tecnologías han alcanzado bastante grado de madurez, pero se está
desarrollando una nueva generación de calderas avanzadas que presenta un gran
potencial en la mejora de rendimientos. Estas tecnologías avanzadas de combustión
operan a altas temperaturas y presiones superiores a la atmosférica e incluso en
condiciones supercríticas.
En términos generales, una planta térmica alcanza actualmente, en condiciones ideales
eficiencias superiores al 40%. Tomando como referencia valores de hace 50 años, se
comprueba que se han conseguido mejoras de hasta el 30%, con la consecuente
disminución de emisiones por unidad de energía producida, no sólo de CO2, sino
también del resto de elementos contaminantes tales como el SO2 o los NOx que han
experimentado reducciones mucho más drásticas. Este periodo de tiempo es bastante
significativo como base de comparación, porque equivale aproximadamente al ciclo de
vida de una central térmica.
No obstante, dos tercios de las plantas que operan en el mundo tienen una antigüedad de
más de 20 años y apenas consiguen rendimientos del 30%. Haciendo una estimación,
podrían alcanzarse reducciones de gases de efecto invernadero de hasta el 36%
simplemente sustituyendo estas centrales por otras de última generación. [Consenso
Científico sobre Captura y Almacenamiento de CO2; 2007] [Intergovernmental Panel on
Climate Change; 2007]
Las tecnologías que pueden ser empleadas para la captura de CO2 precisan todas ellas el
empleo de técnicas de separación que permiten transformar las corrientes en las que
actualmente el CO2 aparece como un gas diluido en otras corrientes altamente
concentradas en CO2, con las condiciones adecuadas para su transporte e inyección en
un almacenamiento profundo. Las concentraciones de CO2 en los gases procedentes de
los diferentes procesos varían entre el 4% (ciclo combinado de gas natural) y algo más
del 30% (fabricación de cemento), siendo habitual una media de 12-15% en la
combustión del carbón. En todos los casos, será necesario someter esas corrientes a
diversos tratamientos de separación para conseguir unas concentraciones mucho más
elevadas, con la finalidad de reducir costes de compresión y transporte y para eliminar
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
las impurezas hasta los niveles que exija la normativa para su almacenamiento
geológico.
Existen tres métodos principales para captar el CO2 generado por un combustible fósil
primario (carbón, gas natural o petróleo), por la biomasa o por la mezcla de estos
combustibles: (Figura 6)
- Pre- combustión
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Esta etapa tiene como objetivo separar el CO2 de la corriente de gas que está formada
principalmente por CO2/H2, existiendo varios procedimientos.
La concentración de CO2 en esta corriente puede estar comprendida entre el 15-60% en
base seca y la presión de la corriente entre 2- 7 MPa. El CO2 separado queda disponible
para su almacenamiento.
Dependiendo del grado de captura que se aplique del combustible primario utilizado, y
del proceso seguido, la composición del gas producido es mayoritariamente hidrógeno,
con alto contenido de nitrógeno solo si se utiliza aire como agente oxidante, y con otros
componentes minoritarios que son básicamente CO y CO2.
Esta corriente puede utilizarse:
- Como combustible descarbonatado directamente, en calderas o turbinas de gas.
- Como base para la obtención de hidrógeno puro como producto para otras
aplicaciones.
- Para producir nuevos combustibles o productos químicos líquidos con mayores ratios
H/C a partir del gas de síntesis, por medio de otros procesos, de los que el más
extendido es el proceso Fischer-Tropsch para producir diesel.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
- Post-combustión
Absorción química
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Es posible reducir la concentración de CO2 a la salida, a valores muy bajos, pero valores
de concentración muy bajos conllevan aumentos en la altura de la columna de
absorción.
El solvente enriquecido es bombeado a la parte superior del regenerador, que funciona
por intercambio térmico. La regeneración del solvente se lleva a cabo a elevadas
temperaturas en torno a los 100 ºC-140 ºC y presiones en torno a la atmosférica.
La regeneración implica una penalización de energía térmica como resultado del
calentamiento del solvente para conseguir la desorción del CO2 atrapado previamente y
para la producción del vapor de agua que actúa como gas de regeneración. El vapor se
recupera en un condensador y se devuelve a la columna de regeneración.
El solvente se devuelve a la columna de absorción atravesando un intercambiador de
calor regenerativo.
Las principales ecuaciones químicas que rigen el proceso de regeneración son las
siguientes:
H2O + MEACO2- MEA + HCO3-
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Consumo de energía
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Efluentes
Como resultado de la descomposición de las aminas se creará amoniaco y sales estables.
Es necesario reducir la concentración de estas sales para no disminuir la capacidad de
absorción.
También es necesario instalar un filtro de partículas con objeto de eliminar
subproductos indeseables.
Absorción física
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Los solventes utilizados en este proceso son compuestos orgánicos con determinadas
características como por ejemplo punto de ebullición elevado, baja presión de vapor a
temperatura ambiente, baja viscosidad y selectividad de absorción del CO2 frente a otros
componentes de los gases de combustión como el N2.
Al igual que la absorción química se trata de una tecnología muy asentada que
proporciona altos rendimientos en separación y pureza del CO2, con la ventaja adicional
de requerir menores necesidades energéticas para la etapa de regeneración del
absorbente.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
En cambio, los gases a tratar deben comprimirse hasta al menos 20 bares para obtener
eficiencias adecuadas, siendo además las temperaturas de trabajo excesivamente bajas,
por lo que pueden necesitarse enfriamientos importantes.
Procesos de Adsorción
En estos procesos se utilizan tamices moleculares o carbón activo para adsorber el CO2.
La desorción del CO2 se realiza variando las condiciones de presión y temperatura,
normalmente se utiliza la variación de las condiciones de presión debido a la mayor
cantidad de tiempo necesario para realizar el ciclo completo de desorción durante la
regeneración.
Los procesos de adsorción se han utilizado en la eliminación del CO2 del gas de síntesis
para la producción de H2.
Es necesario desarrollar nuevos materiales que adsorban de forma más eficiente el CO2.
Membranas
Los procesos de membranas son usados comercialmente para la eliminación del CO2
procedente de la combustión del gas natural a alta presión y con altas concentraciones.
El proceso comercial utiliza una membrana de polímeros para separar el gas, lo cual
tiene como consecuencia un mayor consumo de energía que en un proceso estándar de
absorción química. También se obtienen unos niveles de recuperación inferiores. Es
necesario mejorar la selectividad de las membranas para que el proceso sea viable.
La configuración del proceso completo es muy similar al proceso de absorción química.
Los estudios e investigaciones se centran en mejorar la capacidad de transporte de la
membrana, esta capacidad de transporte depende no solo de la solubilidad del gas y de
la difusión sino principalmente de la reactividad específica del gas con el componente
de la membrana, conocido como conductor.
Para separaciones de CO2 se utilizan carbonatos, aminas y sales fundidas como
conductor.
La tecnología de separación del CO2 mediante membranas es por tanto una tecnología:
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
- Bajos requerimientos
- Compacta y modular
- Con posibilidad de añadir módulos conforme se incrementa el volumen de gases a
tratar
Pero también precisaría de mejoras en la eficiencia y selectividad de separación para
producir CO2 con el rendimiento y calidad que exigen las aplicaciones industriales.
Carbonatación-Calcinación
Estos procesos utilizan CaO como sorbentes sólidos a relativamente altas temperaturas.
La utilización de altas temperaturas en la etapa de separación del CO2 tiene la ventaja
potencial de la reducción del consumo energético con respecto a los sistemas de
absorción química estándar.
Los gases de combustión se ponen en contacto con el CaO en un reactor permitiendo la
reacción de carbonatación entre el gas y el sorbente sólido. El carbonato cálcico puede
ser fácilmente separado de la corriente de gases y enviado a la regeneración en un
reactor diferente.
Una de las claves de estos sistemas es el propio sorbente, que debe poseer una buena
capacidad de absorción de CO2 y una buena estabilidad química y mecánica durante
largos periodos de operación repetidos cíclicamente.
La reacción de carbonatación de CaO para separar el CO2 de los gases calientes
(T>600ºC) es muy rápida, y la regeneración del sorbente mediante calcinación del
CaCO3 en CaO puro y CO2 se favorece a temperaturas en torno a los 900ºC.
La mayor ventaja de utilización del ciclo de carbonatación-calcinación es el bajo
consumo energético que tiene el sistema. Este bajo consumo de energía se debe a la
posibilidad de recuperar gran parte de la energía (cerca del 40%) que entra en la unidad
de calcinación gracias a la recirculación de las partículas sólidas tal como se realiza en
las calderas de lecho fluido circulante.
La captura efectiva del CO2 utilizando CaO se ha demostrado en una pequeña planta de
lecho fluidizado. Una gran ventaja de este tipo de tecnología es la eliminación conjunta
del CO2 y del SO2. Sin embargo presenta como desventaja la necesidad de lavar los
gases de combustión para que no se reduzca la reactividad de los sorbentes; aunque el
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
- Oxicombustión
La combustión se realiza con oxígeno y no con aire, lo que hace que los gases de
combustión estén constituidos casi exclusivamente por CO2 y agua, que se separa de una
forma sencilla. Este proceso requiere producción de oxígeno y disposiciones especiales
para poder realizar la combustión, pero constituye una tecnología altamente
prometedora.
El O2 se produce por la separación criogénica del aire, método hasta el momento,
utilizado a gran escala industrial y el CO2 resulta rico en gases de combustión reciclados
para evitar que la temperatura de la llama sea excesivamente alta. (Figura 9). Este tema
será abordado con mayor detalle en posteriores capítulos.
Esta tecnología está ligada a:
- A centrales de nueva generación ultrasupercríticas
- Turbinas de Gas con/sin calderas de recuperación
- Transformación de ciclos existentes convencionales
En las ventajas pueden enumerarse:
- La tecnología básica tiene ya un largo recorrido.
- Proyectos I+D en marcha actualmente.
- Reducción del caudal de gases
- Reducción de volúmenes de hogar y calderas.
- Reducción de los costes de separación, compresión y almacenamiento.
- Generación de corriente rica en CO2 hasta 90 – 95% y pobre en NOx reduciendo el
60 – 70%.
- Mejora de transferencia de calor especialmente por mayores contenidos en CO2 y
temperatura.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
En las desventajas:
- Aumento de inquemados.
- Necesita una unidad de separación de aire, con lo cual los costes son elevados.
- I+D en aspectos operativos y de mantenimiento.
- Degradación de zonas de radiación por corrosión.
[Cortes, V et al; 2010][Captura y Almacenamiento de CO2; 2010, Conama]
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Por lo general, el CO2 capturado en las centrales térmicas, deberá ser trasladado desde el
punto de captura hasta el emplazamiento elegido para su almacenamiento. Para ello, se
requiere una infraestructura de cierta envergadura. Los sistemas empleados son
variados. Las redes de tuberías son la tecnología más extendida y experimentada de las
que operan actualmente. El CO2 gaseoso, se comprime a presiones típicamente
superiores a los 8 MPa con la finalidad de evitar corrientes bifásicas e incrementar la
densidad del CO2, de manera que su transporte resulte más sencillo y económico. La
primera tubería de larga distancia para el transporte de CO2 entró en funcionamiento en
los años 70; encontrándose en Estados Unidos. Tiene una longitud de más de 2500 Km
y transporta anualmente 40 Mt de CO2, procedente de fuentes tanto naturales como
antropogénicas, que se emplean en aplicaciones de recuperación de petróleo (EOR).
Este tipo de tuberías opera en lo que se conoce como modo de fase densa, que implica
una progresión continua del gas a fase líquida, a temperatura ambiente y altas presiones.
En la mayoría de ellas, las corrientes son impulsadas por compresores situados en
cabeza de línea y en el caso de las más largas, con estaciones de apoyo en puntos
intermedios del recorrido.
El CO2 también puede ser transportado en fase líquida por medio de barcos de gran
capacidad o a través del transporte rodado o ferroviario, en tanques aislados que
mantienen la temperatura muy por debajo de la ambiental. Se tienen experiencias
previas en estos medios en la industria de la alimentación y bebidas.
El transporte por barco resulta la opción más atractiva para determinadas localizaciones,
particularmente cuando el CO2 debe salvar largas distancias a través del mar. Las
propiedades del CO2 son similares a las de los GLPs y su tecnología de transporte
podría ser fácilmente adaptada si la demanda de estos sistemas llegara a materializarse.
(Figura 10)
33
Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
El CO2 puede estar en las formaciones geológicas profundas en forma de gas, líquido o
en estado supercrítico, dependiendo de las condiciones de presión y temperatura a la
profundidad del almacén.
Hasta los 500-600 m de profundidad, el CO2 se encuentra en forma de gas con una
densidad demasiado baja como para admitir volúmenes de almacenamiento
económicamente significativos (Figura 12)
35
Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
La presencia de otros gases asociados con el CO2, como el SO2, H2S, CH4, además de
ocupar un volumen en el medio geológico, pueden disminuir el punto crítico del CO2. Si
el CO2 está contaminado con CH4, la densidad del CO2 supercrítico se reduce de forma
significativa. En el caso de almacenamiento de CO2 en carbones, la presencia de otras
especies puede reducir la capacidad de almacenamiento ya que éstas pueden ser
adsorbidas preferentemente con respecto al CO2 en las superficies del carbón.
Por otra parte, el CO2 es ligeramente soluble en agua. Su solubilidad aumenta con la
presión y disminuye al aumentar la temperatura y la salinidad. El CO2 supercrítico es un
30-40% menos denso que el agua salina típica de las formaciones permeables
profundas, lo que significa que el CO2, más ligero, ascenderá de manera natural por
flotabilidad hasta que sea atrapado por distintos mecanismos de atrapamiento, bien
físico, hidrodinámico o geoquímico, o directamente pase a solución a más largo plazo.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
capacidades teóricas máximas, a partir de las que habría que determinar las capacidades
técnicas viables.
2.5.3.- Confinamiento en yacimientos de hidrocarburos con o sin recuperación
mejorada
Otra opción geológica para almacenar CO2 son las formaciones permeables profundas
con aguas salinas. Son rocas porosas con aguas de formación no aptas para el consumo
humano, industrial o agrícola por su elevada salinidad. En muchos estudios, estas
formaciones se han considerado como una de las mejores opciones para almacenar
grandes volúmenes de CO2 por su gran extensión a escala mundial y por encontrarse a
profundidades adecuadas, representando la opción con mayor capacidad de
almacenamiento. Además, dada su ubicuidad, presentan mayor probabilidad de estar
cerca de las fuentes emisoras de CO2.
Sin embargo, estas formaciones no se conocen al mismo nivel que los reservorios de
hidrocarburos o los acuíferos de agua dulce, y cualquier estimación de su capacidad
generalmente incluye importantes incertidumbres debido a la carencia de información.
La selección de posibles almacenes está muy condicionada por el conocimiento
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Las capas de carbón también pueden ser posibles almacenes de CO2, si bien en este caso
el mecanismo de atrapamiento es por adsorción. Inyectando CO2 en capas de carbón, el
CO2 es adsorbido en la matriz de poros, liberando el CH4, existente en la misma. La
mayor afinidad del carbón por el CO2 que por el CH4, (se adsorben 2 moléculas de CO2
por cada molécula de CH4, que desplaza) ha conducido a que se valore la posibilidad de
almacenar CO2 en capas de carbón a la vez que se recupera CH4, como gas de valor
económico en sí mismo, lo que reduciría los costes globales de la inyección. Esta
técnica se denomina ECBM (Figura 15). Es necesario capturar el CH4 para garantizar
que no se emite a la atmósfera, ya que este gas tiene una capacidad de efecto
invernadero muy superior a la del CO2. Este tipo de almacenamiento es factible en
carbones que se encuentren a profundidades inferiores a los 600 m y con CO2 en forma
gaseosa, no supercrítica. En general, la densidad de almacenamiento de CO2 en capas de
carbón es sensiblemente mayor en cualquier otra litología a profundidades menores a
600 m. La producción de CH4 por la técnica ECBM (reemplazo de las moléculas de CH4
adsorbido en los microporos de las capas de carbón por moléculas de CO2) es muy
importante en EEUU, suponiendo entre el 10-20 % de la producción del gas natural del
país, lo que implica un conocimiento y una experiencia significativas en este campo. Sin
embargo, la técnica ECBM está en fase piloto. Sólo se ha realizado un pequeño número
de experiencias piloto en campo y una serie de experimentos de laboratorio. Los
problemas fundamentales derivan de la baja permeabilidad del carbón, especialmente a
medida que aumenta la profundidad y del elevado coste por el gran número de sondeos
necesarios.
Otro inconveniente importante de esta opción es que el CH4 de las capas de carbón es
una mínima parte del valor del carbón como recurso energético, y la utilización de
38
Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Dichos lugares de almacenamiento deben ser revisados para asegurarse de que las
emisiones de CO2 puedan ser almacenadas sin ningún tipo de fugas potencialmente
peligrosas. Las formaciones geológicas consideradas para el almacenamiento son
cuidadosamente seleccionadas y evaluadas por los geólogos desde hace varios años
antes de su uso comercial Las formaciones adecuadas para el almacenamiento tienen
capas de rocas porosas subterráneas profundas que están cubiertas por una capa o de
múltiples capas de roca no porosa, por encima de ellos Una vez inyectado, el CO2
líquido tiende a fluir hacia arriba hasta que encuentra una barrera de roca no porosa, que
puedan atrapar el CO2 y prevenir o controlar las fugas a la atmósfera.
Muchas formaciones geológicas han almacenado el CO2 y otros gases durante millones
de años. La industria de petróleo y gas, por ejemplo, tienen más de 50 años de
experiencia en la captura de CO2, proporcionando una base sólida para la elección de los
mejores sitios y de este modo, evitar fugas.
La fuga de CO2 de un sitio de almacenamiento bien elegido es muy poco probable. Sin
embargo, si el CO2 almacenado se mueve, el proceso sería lento La migración de CO2
no podrá alcanzar la superficie de la Tierra quedándose atrapada en las capas de rocas
porosasSi el CO2 se infiltrara lentamente y llegara a la superficie, el viento lo disiparía,
que es lo que ocurre normalmente con el CO2 ventilado por la naturaleza en zonas
volcánicamente activas.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Hay tres posibilidades: almacenar el CO2, utilizarlo como un valor añadido de los
productos básicos, o convertir el CO2 a metano, a biomasa, a los carbonatos minerales u
otras sustancias.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
En Abril del 2010, había más de 320 proyectos de CAC en varias etapas de desarrollo.
La gran mayoría de estos proyectos se han elaborado en los últimos años, por lo que si
se tiene en cuenta que el promedio de un proyecto para llevarlo a cabo está en torno de 5
a 7 años, dichos proyectos no empezarán a funcionar hasta dentro de algún tiempo
todavía.
La mayoría de los análisis demuestran que será difícil que las tecnologías de CAC sean
utilizadas en las próximas dos décadas en ausencia de los incentivos financieros que
complementan los precios del carbono.
Los proyectos de CAC también tendrán que cumplir con los requisitos reglamentarios
Desde hace mucho tiempo, los programas regulatorios se están adaptando a diversas
jurisdicciones de todo el mundo para responder a las circunstancias de la CAC, pero la
limitada experiencia y la capacidad institucional pueden dificultar la aplicación de los
requisitos específicos de la CAC. Las cuestiones jurídicas, como a largo plazo la
responsabilidad y los derechos de propiedad, también requerirán solución.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
La política climática para reducir las emisiones es el paso más importante para el
despliegue comercial de tecnologías bajas en carbono como CAC, porque van a crear
una programación estable a largo plazo para las inversiones privadas. Un esfuerzo
coordinado y adecuado pondrá dirección a las barreras financieras, económicas,
tecnológicas, legales, institucionales y sociales, permitiendo que el CAC sea viable para
mitigar el cambio climático que con el tiempo juegan un papel importante en la
reducción del costo total del cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
2.7.1.- Introducción
El papel que la CAC podría desempeñar para alcanzar reducciones sustanciales en los
niveles de emisión de gases de efecto invernadero, ha sido evaluado en un estudio
desarrollado a nivel mundial por la Agencia Internacional de la Energía, al que se le ha
dado el nombre de: “CO2 capture and storage: A key abatement option. (IEA, 2008)”.
En este estudio, se menciona un escenario base (BASE) que supone que se mantienen
las políticas en vigor y planificadas actualmente; un escenario (ACT) que pretende
estabilizar las emisiones de 2050 en los valores de 2005 y un tercer escenario (BLUE)
que pretende reducirlas en 2050 a la mitad de los valores de 2005.
El núcleo de las conclusiones es que ninguna tecnología puede resolver el problema de
las emisiones por sí misma y que más bien hay que recurrir a todas las disponibles.
Entre ellas figuran como opciones importantes las de CAC en la generación eléctrica,
además de otras opciones de mitigación, tales como el CAC en los sectores industriales
y “upstream”, ahorro y eficiencia energética, mayor recurso a las energías renovables y
a la energía nuclear.
La generación eléctrica en el escenario BASE aumenta un 179% entre 2005 y 2050. El
carbón y el gas natural representarían tres cuartas partes de la generación eléctrica en
2050, en comparación con dos tercios en 2005. Las emisiones globales de CO2,
relacionadas con la energía aumentarían, desde 27 Gt en 2005 a 62 Gt en 2050.
La fracción atribuible a la generación de electricidad, aumentaría ligeramente desde 41
a 44% a pesar de la mayor presencia de combustibles fósiles. Ello se debe al aumento de
los rendimientos en la generación eléctrica.
En el escenario ACT, las emisiones globales de CO2 se reducen en 14 Gt en 2050 con
respecto al escenario BASE de 2005 y de ellas unas 3 Gt corresponden a CAC.
En el escenario BLUE, la contribución del CAC para mitigar las emisiones globales de
CO2 aumentan aún más en tanto en términos relativos, 26%, como absolutos, 4,7 Gt.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
2.7.2.- Pre-combustión
Según el informe IPCC, las actuales plantas de ciclo combinado de gas natural ofrecen
rendimientos del 56% (PCI), y se espera que los avances, sobretodo en la turbina de gas,
suba esa cifra hasta un 65%. La incorporación en el proceso de un sistema de captura en
precombustión en esas plantas, supondría a día de hoy bajar el rendimiento hasta el
48%, y en 2020 hasta el 56%. Es decir, se estima que se podría tener en 2020, ciclos
combinados con captura de CO2 con los mismos rendimientos sin captura de hoy en día.
Esto último, también aplicaría para plantas GICC de carbón, que podrían conseguir en
2020 rendimientos con captura del 43%, es decir, el mejor rendimiento a día de hoy sin
captura.
En el informe IPCC, se incluye un amplio estudio sobre costes y rendimientos en
nuevas centrales GICC, alimentadas con carbón, y realizando la captura por adsorción
física con Selexol. Los rendimientos de captura oscilan entre 85-92%, y los consumos
específicos de la planta suben entre un 16 a 25%. Los costes de inversión y de la
electricidad producida suben entre un 20 y un 40%.
La pérdida de eficiencia da lugar a un aumento del consumo de combustible, por lo que
el precio del combustible tendrá un peso importante en el coste del CO2 evitado.
El coste de instalación de un sistema de captura de CO2 y producción de H2 a partir del
gas de síntesis producido en el gasificador, ha sido de 14 M€, para tratar el 2% de la
corriente de gas de síntesis, equivalente a 14 MWth.
2.7.3.- Post-combustión
El informe “Carbon Capture & Storage: Assessing the Economics” publicado por
McKinsey, en el año 2008, es considerado una de las mejores referencias para la
estimación de costes de captura y almacenamiento de CO2. Los datos publicados
correspondientes a una planta con captura de CO2 en fase comercial inicial (año 2020)
utilizan como base de cálculo una planta ultra-supercrítica de 700ºC con captura en
post-combustión de 900MW de potencia neta y una eficiencia de dicha planta que se
considera del 40%. Con una tasa de captura de CO2 del 90%, se estima un coste por
tonelada de CO2 evitado de 21-32 €.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
2.7.4.- Oxicombustión
Es de esperar que los rendimientos de plantas con captura de la primera generación sean
próximos al 35%, con una ligera ventaja a favor de la opción de captura de
precombustión. El diferencial podría reducirse, con respecto a las plantas sin captura de
tecnología similar a menos de 8 puntos porcentuales. Las inversiones especificas
necesarias (1.700 a 1.800 €/kW) podrían reducirse entre un 10 y un 25% para la
segunda generación de centrales (2030).
Como resultado, se producirá un impacto en los costes de generación de la electricidad
que la “Plataforma Europea de Cero Emisiones” concreta en el intervalo 53- 58 €/MWh
para 2020 (carbones duros) frente a algo menos de 40 para centrales sin captura con un
coste evitado entre 22 y 25 €/t.
2.7.5.- Transporte
Los costes del transporte dependen de la distancia al sumidero final. El CO2 capturado
se tiene que transportar a su punto de almacenamiento. Para grandes caudales de CO2,
el método más eficiente es el transporte por tubo. Dichos conductos son similares a los
utilizados para el GN, excepto que el CO2 es deshidratado para disminuir su carácter
corrosivo.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Por otra parte, factores como diámetros y presiones de bombeo deben optimizarse para
reducir costes.
El coste para transportar CO2 por unidad de peso es mucho menor que el del GN o
hidrógeno porque se lleva a cabo en estado líquido o supercrítico con una densidad de
10 a 100 veces mayor que la del GN. Dependiendo del diseño, los costes estimados
pueden variar entre 2 y 6 $US/t CO2 sobre 100 km-año, para un caudal de 2 Mt de CO2
que corresponde aproximadamente a la producción de una central de 400 MW que
queme carbón americano.
2.7.6.- Almacenamiento
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Figura 9: Oxicombustión
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
Figura 12: Densidad total de almacenamiento del CO2 (kg por m3 de roca) en
función de la profundidad, para un gradiente de presión hidrostática constante de
10.5 MPa/km, una temperatura superficial media de 15ºC y un gradiente
geotérmico de 25ºC/km.
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo II: Tecnologías de captura y almacenamiento de CO2
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
CAPÍTULO III
TECNOLOGÍA DE
OXICOMBUSTIÓN
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
Se han hecho investigaciones a escala piloto en Estados Unidos (Air Liquide), Canadá
(CANMET), Europa (International Flame Research Foundation)…, las cuales se han
empleado para estudiar dicha tecnología. Se han realizado varias evaluaciones donde se
comparan la tecnología oxicombustión con la captura post-combustión y las tecnologías
GICC para la reducción de los costes de CO2. Estos estudios, indican que la
oxicombustión es una opción favorable pero la comparación depende de la planta
considerada, y la tecnología de emisiones asociada empleada, la cual es determinada por
los regímenes de regulación de los diferentes países. La captura de CO2 de mezclas
diluidas usando stripping con aminas es relativamente cara. Durante la oxicombustión,
una combinación de oxígeno de más del 95% de pureza y la recirculación del gas de
escape es usado para la combustión del combustible. Mediante la recirculación del gas
de escape, se quema un gas consistente principalmente en CO2 y H2O, listo para el
captura sin stripping del CO2 del gas de escape. Para controlar la Tª de llama se usa el
gas de escape recirculado y para compensar el volumen de la pérdida de N2
asegurándose, de este modo, que haya suficiente gas para llevar el calor a través del
quemador.
Cuando se usa carbón, es necesario partir de un 20 % de exceso de aire. La
oxicombustión requiere un % de exceso de O2 (definido como el O2 suministrado en
exceso del requerido para una combustión estequiométrica del suministro de carbón)
para asegurar una fracción similar de O2 en el gas de escape, como en la quema de aire,
en el rango de 3-5 % (menor que en la combustión con aire).
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
Hoy en día la única opción existente para conseguir corrientes de oxígeno a partir de
aire a escala industrial, con las capacidades necesarias para grandes centrales térmicas,
es la destilación criogénica. Este proceso conlleva importantes penalizaciones
energéticas y representa un gran porcentaje del consumo total de la planta. Por esta
razón, se están investigando otras alternativas menos intensivas en consumo energético.
Otro de los retos es desarrollar sistemas de separación de aire capaces de satisfacer el
consumo de oxígeno necesario para alimentar una planta de oxicombustión de escala
comercial.
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
Destilación criogénica
Para separar el oxígeno del nitrógeno, en primer lugar, hay que comprimir y purificar el
aire. Por razones de seguridad, ciertos compuestos, como el CO2, H2O, NOX y trazas de
hidrocarburos, deben ser retirados de la corriente de aire antes de introducirla en las
unidades de separación. Se suelen emplear métodos basados en la adsorción (lechos de
alúmina, filtros moleculares…)
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
Los equipos más extendidos en la industria para la separación de aire son los basados en
la Columna Linde. El proceso consiste en una destilación criogénica, basada en la
diferencia entre los puntos de ebullición del nitrógeno, 90K, y del oxígeno, 70K.
El aire de alimentación se comprime a presiones superiores a los 5 bares, dependiendo
de las exigencias de pureza del oxígeno que se requieran. A continuación, el aire
intercambia calor con el líquido del fondo de la columna, cediendo energía térmica a
través de un serpentín que actúa como hervidor. A la salida del calderín (situado en el
fondo de la columna) el aire, que se ha enfriado hasta una temperatura en torno a los
-168ºC (105K) es expandido mediante una válvula e introducido en un punto intermedio
de la columna. (Figura 18)
Durante esta expansión isoentálpica (manteniendo la entalpía constante), el aire se
enfría gracias al efecto Joule- Thompson (enfriamiento mediante expansión adiabática
de un gas), y es alimentado a la columna como mezcla de líquido y vapor a 5 bares de
presión y a la temperatura de su punto de rocío, alrededor de -180ºC.
En la zona inferior (zona de agotamiento) se recoge un producto que será tan rico en el
componente menos volátil (oxígeno) como lo permita el número de platos situado en la
zona de agotamiento. En cambio, la zona superior de la columna no podrá trabajar,
porque no tiene reflujo.
Se presentan dos posibilidades: suprimirla, en el caso de que sólo interese obtener el
oxígeno y se acepte perder el gas de la parte superior, compuesto por N2 con
aproximadamente un 8 % de oxígeno (columna simple) o bien, crear un reflujo hacia la
parte superior, para poder rectificar el N2 (columna doble).
En la Columna Linde doble, la columna superior trabaja a presión atmosférica (Figura
19). La superficie que separa ambas columnas actúa como intercambiador de calor. El
líquido de fondo de la columna superior hierve con el calor que le ceden los gases de la
columna inferior, que a su vez se enfrían y son rectificados (condensan). La columna
superior consta de una alimentación intermedia procedente del líquido de fondo de la
columna de agotamiento y de una alimentación superior procedente de un depósito de
condensados de los gases de la columna de agotamiento (rectificado). Ambos reflujos
son expandidos mediante válvulas antes de ser alimentados a la columna superior.
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
3.4.2.- Caldera
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
3.4.3.- Recirculación
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
inversión (especialmente en la caldera), puesto que todos los equipos deberán tener
dimensiones acordes con esos caudales, así como mayores pérdidas térmicas.
Los estudios realizados hasta el momento, revelan que en ausencia de nitrógeno,
contando con los quemadores adecuados, en unas condiciones de operación óptimas se
puede llegar a inhibir de manera drástica la formación de óxidos de nitrógeno, hasta el
punto de que no sean necesarios posteriores tratamientos de eliminación de NOx.
El objetivo ideal sería eliminar por completo la recirculación externa, propiciando la
recirculación interna (dentro del reactor).
Para poder realizar un diseño optimizado de la instalación es imprescindible conocer
cómo afecta la tasa de recirculación a las distintas variables del proceso. Diversos
estudios han tratado de profundizar en este tema. (Figura 21) Como se puede apreciar,
para tasas de recirculación superiores al 61%, la temperatura adiabática de llama en la
oxicombustión será inferior a la del caso de la combustión con aire. A partir del 76% de
recirculación, el volumen de gases en la oxicombustión pasa a ser mayor.
La otra gran cuestión a resolver es en qué punto de la línea de corriente de gases de
combustión debe ser extraída la corriente de recirculación. Existen dos interrogantes
principales que dan lugar, cada uno de ellos, a dos configuraciones básicas, contrarias
entre sí. La elección de uno u otro diseño, tendrá consecuencias directas sobre aspectos
como la corrosión y erosión de los equipos, pérdidas térmicas y costes económicos.
Por una parte, están la recirculación seca y la recirculación húmeda. En la recirculación
seca se incluye un condensador de agua a la salida de los gases de la caldera, gracias al
cual, el agua es eliminada de la corriente de salida de la cámara de combustión antes de
llegar al punto de extracción de la recirculación. De esta manera los gases que se
devuelven a la caldera, carecen de humedad. Como consecuencia directa de este tipo de
configuración, surge la necesidad de aumentar el caudal de recirculación con el objetivo
de mantener un control adecuado de la temperatura en la caldera. (Figura 22)
En el caso de la recirculación húmeda, (Figura 23) una parte de los gases de combustión
es directamente recirculada hacia la caldera, sin haber eliminado el vapor de agua que
contiene. (Tabla 2)
Por otra parte, están las recirculaciones de bajo o alto contenido en partículas. Se
denominará recirculación de bajo contenido en partículas a aquella en la que los
sistemas de eliminación de partículas se sitúen en la línea de recirculación a la caldera.
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
El diseño del tren de tratamiento de gases estará condicionado por diversos factores,
como los requerimientos de pureza considerados aceptables para el transporte y
almacenamiento de CO2, en términos técnicos, económicos y sobre todo, legislativos,
los usos a los que se destine el CO2, en caso de no ser almacenado EOR, materia prima
en la elaboración de otros productos…) y en los avances en la inhibición de la
formación de contaminantes durante la combustión, particularmente óxidos de
nitrógeno.
La línea que determina cuáles son los esfuerzos razonables para la eliminación de
impurezas está aún por determinar. Se debe encontrar el equilibrio: la energía empleada
crece de manera exponencial a medida que se buscan mayores grados de pureza y
ninguna técnica, por efectiva que sea, podrá proporcionarnos una corriente compuesta
exclusivamente por CO2.
Los sistemas de tratamiento deben considerar varias etapas principales antes de
proceder a la compresión de la corriente de CO2, lo cual no quiere decir que todos ellos
sean aplicables en todos los casos.
En primer lugar, se detallará cuáles son los gases a tratar y posteriormente cómo y qué
equipos los eliminan.
[Captura y almacenamiento de CO2 procedente de instalaciones de combustión para la
generación de energía eléctrica; 2008][Raymond Tan et al; 2005][Sangras R et al; 2004]
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
Eliminación de NOX
Es necesario eliminar los NOX, ya que pueden contribuir al smog, al ozono troposférico,
lluvia ácida y a las emisiones de efecto invernadero.
Se espera que la cantidad de NOX generado en los procesos de oxicombustión
disminuya significativamente ya que la combustión se realiza en ausencia del nitrógeno
procedente del aire. Esto no significa que no haya emisiones de NOX ya que los
combustibles cuentan con el nitrógeno como uno de sus elementos constituyentes,
aunque en pequeñas cantidades. Se estima que las reducciones en emisiones de NOX
conseguidas rondarían el 60%. La solución ideal, no pasa por implantar equipos de
eliminación de NOX en la línea de salida de gases de combustión, sino por propiciar las
condiciones adecuadas dentro de la caldera que reduzcan la formación de NOX. Algunas
opciones son: evitar la entrada de aire, transformar el nitrógeno procedente del
combustible en nitrógeno molecular y minimizar el exceso de oxígeno necesario para la
combustión.
[Raymond Tan et al; 2005][Sangras R et al; 2004] [Cortes, V; 2011]
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
Desulfuración
Los SOX hay que eliminarlos ya que son los principales causantes de la lluvia ácida y
produce también aerosoles ácidos.
Hay autores que piensan que la oxicombustión puede originar menores emisiones de
SO2 que la combustión con aire, aunque también hay otros que defienden que las
concentraciones de SOX en el efluente final dependen simplemente del contenido en
azufre en el carbón, sin que se vean significativamente afectadas por las condiciones
propias de la combustión con oxígeno. En cualquier caso, lo que es evidente, es que la
concentración de SOX será mayor que en el caso de la combustión convencional puesto
que no estará diluido por el nitrógeno del aire.
Suponiendo que la desulfuración fuera necesaria, hay que recordar que los sistemas
convencionales de desulfuración de gases de combustión utilizados en centrales de
carbón, usan corrientes de aire para formar yeso mediante oxidación. Puesto que la
entrada de aire debe ser evitada a toda costa en una planta de oxicombustión, sería
necesario desarrollar métodos alternativos. Una de las opciones barajadas, consiste en
integrar el proceso de desulfuración con el de eliminación de otros gases condensables,
aplicable también al tratamiento de eliminación de NOX. El aspecto más crítico en
ambos procesos reside en la solubilidad de los óxidos de nitrógeno y azufre en el
dióxido de carbono líquido.
[Raymond Tan et al; 2005][Sangras R et al; 2004] [Cortes, V; 2011]
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
Unidad de compresión
La composición de la corriente a la salida dependerá del uso para el que esté destinada,
del sistema de transporte elegido y de las imposiciones legales o prácticas respecto a las
condiciones de almacenamiento (geológico, en acuíferos salinos...) Mientras que la
corriente de CO2 puede ser empleada en fase vapor, líquida, sólida o supercrítica en
aplicaciones específicas, cuando se trata de su transporte para captura, suele llevarse a
su fase supercrítica o líquida de fase densa, a presiones comprendidas en el rango de los
100 a 250 bares con el fin de que su transporte y almacenamiento resulten lo más
económico posible.
La operación de compresión requiere un consumo de energía en torno a 80/120 kWh por
tonelada de CO2 capturado. Este consumo, será función de factores como:
La unidad de compresión es un equipo complejo, tanto más cuanto mayor sea el grado
de pureza deseado para la corriente de CO2. Requiere de un alto grado de integración
con el resto de la planta, especialmente con el tren de tratamiento de gases, dado que
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
servir de referente. Se requiere realizar estudios más profundos que impliquen un mayor
número de pruebas experimentales para poder determinar resultados concluyentes.
Son diversos los factores que influyen en las reacciones de combustión del carbón,
comenzando por las características del mismo, así como la configuración de los
quemadores, diseño del hogar, composición de la atmósfera en la que se lleva a cabo la
combustión... Todo esto dificulta llegar a conclusiones suficientemente representativas.
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
ayuden a evitar la aparición de puntos calientes dentro del hogar y que describan los
efectos de la temperatura en la formación de contaminantes, por no mencionar la falta
de definición de los requisitos exigibles tales como el grado de impurezas permisible
para la captura y almacenamiento de corrientes de CO2.
[Wall T; 2005][Wall TF; 2003] [Raymond Tan et al; 2005]Martínez Jubitero; J; 2008]
[Eriksson Timo; 2010][Cortes,V; 2011]
83
Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
Por otra parte, los cambios en la composición de las corrientes gaseosas en circulación,
potencian los fenómenos de corrosión, ensuciamiento y formación de cenizas, lo que
supone condiciones de operación más exigentes para los materiales de los componentes
críticos. El conocimiento del comportamiento de los materiales en estas nuevas
condiciones es una parte fundamental del desarrollo del proceso de oxicombustión, no
sólo para adelantarse a la respuesta que de ellos cabe esperar en las plantas
convencionales reformadas, sino para optimizar el diseño de las futuras plantas.
La seguridad de la planta, estará evidentemente, muy ligada al comportamiento de los
materiales. Las condiciones de operación, temperaturas elevadas, puntos calientes,
medios agresivos, pueden poner en marcha una serie de mecanismos que comprometan
las exigencias estructurales requeridas, entre ellos:
- Corrosión a alta temperatura. Puede acarrear consecuencias muy negativas,
como la pérdida de espesor del material, pérdida de resistencia estructural, cambio en
las propiedades de transferencia de calor, mal comportamiento ante los cambios de
temperatura...
- Oxidación de gases a alta temperatura. Disminuyen la vida del equipo y
degrada la calidad del material.
- Un cierto exceso de oxígeno sobre el estequiométrico mitiga la aparición de
inquemados pero favorece la formación de NOX y dificulta el tratamiento del efluente
de CO2.
- Corrosión inducida por cenizas o depósitos fundidos. La primera es
consecuencia de la formación de sulfatos de bajo punto de fusión. La segunda es
consecuencia de la vaporización y condensación de pequeñas cantidades de sodio,
potasio, azufre, cloro y vanadio, todos ellos presentes en el carbón. Los efectos de este
tipo de corrosión son similares a los anteriormente citados.
- Corrosión húmeda. Por el lado del agua, los tubos de la caldera sufren un
proceso de corrosión en vapor a alta temperatura, potenciado por la presencia de
impurezas.
- Corrosión por tensión. Se manifiesta como fisuras que se inician en zonas de
los tubos sometidas a tensiones o deformaciones. Son muy difíciles de detectar.
- Corrosión ácida. Consecuencia de la condensación de algunos gases. El efecto
de eliminar el nitrógeno en el proceso de oxicombustión es incrementar las presiones
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
parciales de SO2, SO3 y H2O, lo que elevará el punto de rocío, con un potencial efecto
negativo sobre el comportamiento de los materiales.
[Wall T; 2005][Wall TF; 2003] [Raymond Tan et al; 2005]Martínez Jubitero; J; 2008]
[Eriksson Timo; 2010][Cortes,V; 2011]
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
3.8.- El Bierzo
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo III: Tecnología de Oxicombustión
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
CAPÍTULO IV
COMPARATIVA DE LAS
TECNOLOGÍAS DE CP Y
LFC
95
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
-Calderas humotubulares: En estas calderas son los humos los que circulan por dentro
de los tubos, mientras que el agua se calienta y evapora en el exterior de ellos. Todo este
sistema está contenido dentro de un gran cilindro que envuelve el cuerpo de presión.
[Figura 27]
-Calderas acuotubulares: Por dentro de los tubos circula el agua y la mezcla de agua y
vapor. En cambio, por fuera, generalmente en flujo cruzado, intercambian calor los
humos de los productos de la combustión.
En este tipo de calderas además el hogar (recinto donde se produce la combustión) está
conformado por paredes de tubos de agua.
En ellas el intercambio es básicamente por radiación desde la llama.[Figura 28]
-Calderas de baja presión: Calderas que producen vapor a baja presión, hasta unos 4 o5
kg/cm2.
Este rango de presiones es más común en las calderas de agua caliente que en las
calderas que generan vapor.
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
-Calderas de alta presión: Asociadas a ciclos de potencia los cuales trabajan con
presiones desde 20kg/cm2 hasta presiones cercanas a la crítica.
-Calderas supercríticas: Son calderas que trabajan con presiones superiores a la crítica,
225,56 ata, 374,15ºC. Se utilizan en grandes plantas de generación de energía eléctrica,
en EEUU y en algunos países de Europa, también hay algunas en Japón.
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Para una buena atomización del combustible en quemadores que no utilicen vapor para
atomizar, se requiere una viscosidad de 25 a 30 cSt (100ºC), y utilizando atomización
con vapor se pueden manejar viscosidades entre 55 y 70 cSt (100ºC), por lo tanto es
necesario precalentar el combustible a temperaturas desde 80 a 130 ºC en el quemador.
En unidades de mayor tamaño, es común arrancar con un combustible de baja
viscosidad y luego pasar a utilizar uno más viscoso.
Los quemadores que utilizan combustibles líquidos se instalan generalmente
horizontales. Hay algún tipo de quemadores de ángulo regulable para poder variar el
intercambio por radiación en el hogar.
La turbulencia del aire que entra al quemador es importante para obtener una correcta
combustión y un largo de llama apropiado, de tal manera que no dañe las paredes de
refractario o las paredes de tubos de agua y al mismo tiempo asegure una combustión
completa de todas las gotas de fuel. Para esto es fundamental el dimensionamiento
correcto del tamaño del hogar.
-Calderas de combustible gaseosos: Utilizan tanto gas natural como GLP, aire
propanado o gas obtenido en gasificadores.
Generalmente, los quemadores de gas trabajan con muy baja presión, por lo que es
común que tengan sistemas de reducción de presión importantes.
En el caso de tener asociado un gasificador que suministre un gas muy particulado se
utilizan cámaras torsionales a fin de aumentar el tiempo de permanencia del
combustible en el hogar.
Es importante lograr una buena mezcla de aire-gas.
Con los combustibles gaseosos el riesgo de explosiones por acumulación de
combustible no quemado es significativo, por lo que es sumamente importante prever
las medidas de seguridad adecuadas.
La posición de los quemadores de gas es similar a la de los que utilizan combustibles
líquidos.
Es común utilizar quemadores duales, que permitan el uso de uno u otro combustible,
dependiendo de su disponibilidad y costo. La emisividad de las llamas de estos
combustibles es diferente, por lo que el intercambio por radiación resultará distinto
según el combustible utiizado, ocurriendo lo mismo con la temperatura de los humos a
98
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
la salida del hogar y con las condiciones de intercambio en las zonas convectivas de la
caldera. Son factores que hay que tener en cuenta, ya que modifican los resultados
obtenidos en el equipo. De cualquier manera el fuel oil y el gas natural son de los
combustibles más fácilmente intercambiables.
Es una clasificación que tiene sentido en las calderas acuotubulares porque en las
humotubulares, la circulación del agua en el interior es siempre por convección natural.
99
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Implica entonces tener un circuito cerrado por donde circula el agua y una diferencia de
altura apreciable entre las partes altas y bajas del equipo.
Los generadores pequeños, los de potencia mediana y una buena parte de los grandes
generadores de vapor son de circulación natural. [Figura 29]
-Circulación forzada: Este tipo de calderas tiene una concepción distinta, tratándose de
un circuito abierto y no cerrado.
La bomba impulsa el agua a través de una primera superficie de intercambio donde se
precalienta, pasando a un segundo intercambiador donde se vaporiza y luego, en
algunos casos, pasa a un tercer intercambiador donde se sobrecalienta.
A diferencia de las anteriores, no hay una masa de agua circulando sin vaporizarse, la
bomba entrega toda el agua que se vaporiza.
No es necesario resaltar la importancia de la bomba en este diseño ya que un paro de la
bomba implica un paro de la caldera. [Figura 31]
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
-Radiante o de radiación total: Son aquellas calderas que solo tienen hogar, y ahí
prácticamente todo el calor es intercambiado por radiación.
En general, se trata de calderas acuotubulares grandes, donde los tubos en donde se
genera el vapor conforman las paredes del hogar. Las altas temperaturas que se tienen
en la combustión, provoca un gran intercambio de calor por radiación. Además estas
calderas trabajan a presiones elevadas, con lo que el calor de vaporización necesario es
relativamente bajo, y al utilizar agua de alimentación previamente calentada hasta
temperaturas muy cercanas a la de saturación, se consigue que las paredes de tubos del
hogar sean suficientes para transferir todo el calor de vaporización necesario.
-Convectivo: Típicamente son las calderas HRSG (Heath Recovery Steam Generator),
sin cámara de combustión. Utilizan un fluido caliente como fuente de calor, producto de
algún proceso previo (hornos de fundición, hornos de vidrio, turbinas de gas, motores
diesel…)
-De calentamiento indirecto: Son calderas de fluidos térmicos en las que se calienta un
fluido intermedio, típicamente un aceite, y este es el que al circular por un
intercambiador, genera el vapor de agua. El fluido es nuevamente recirculado hacia la
caldera. [UDELAR; 2011]
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
- Fuel oil
- Gas natural
- Propano
- Residuos vegetales
El objeto de interés de este capítulo es que la alimentación sea el carbón, con lo cual, se
va a hacer un pequeño resumen de los análisis por los cuales tiene que pasar el mismo:
- Humedad residual
- Humedad superficial
- Humedad total
- Cenizas
- Materias volátiles
- Carbono fijo
- Poder calorífico
- Gravedad API.
- Poder calorífico.
- Viscosidad
- Punto de escurrimiento
- Punto de inflamación
- Agua
- Sedimentos
- Relación H/C
102
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Combustión completa
Se produce cuando los estados de equilibrio de los procesos anteriormente indicados
están totalmente desplazados hacia la derecha, independientemente de la cantidad de
aire (oxígeno) empleado. Esta combustión se consigue cuando se ha suministrado aire
suficiente para oxidar a todos los elementos del combustible utilizado.
Combustión estequiométrica
Se produce cuando se aporta el oxígeno (o aire) estrictamente necesario para quemar el
combustible y se obtiene que el porcentaje de CO2 es máximo.
Es prácticamente imposible su realización por la imperfecta mezcla de aire -
combustible. En los hornos actuales no es posible conseguir el 100% de eficacia, por lo
que si solo se suministrase el aire estequiométrico no se podría lograr la combustión
completa del combustible.
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Por cada 12 kg de C se necesitarán 22,4 Nm3 de O2 para su total oxidación, luego para
el porcentaje que contiene el combustible serían necesarios:
22,4 Nm3 O2 / 12 %C = 1,87 %C Nm3 O2
Por consiguiente, para la combustión de 100 kg de combustible, el oxígeno mínimo
necesario será la suma del que se precisa para todos los elementos combustibles:
Como la composición volumétrica del aire seco es del 21% en O2, el aire seco mínimo
necesario sería:
Am (Nm3) = 100 / 21 (O2) m = 4, 76 (O2) m
Am (Nm3) = 8, 9 %C + 26, 67 %H2 + 3, 33 %S + 7, 62 %N2
Este volumen de aire seco necesario estará referido a condiciones normales y para la
combustión de 100 kg de combustible.
La presencia de oxígeno en la composición elemental del combustible hará que se
reduzca la necesidad de este elemento para la combustión en relación directa a dicha
cantidad:
(O2)'m (Nm3) = (O2) m - (22,4/32) %O2 = (O2) m - 0,7 %O2
A'm (Nm3) = Am - 3,33 %O2
El aire que se emplea en los procesos de combustión es el atmosférico, por lo que
además de N2 y O2, contiene vapor de agua en forma variable. Para tener en cuenta la
105
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Una combustión económica solo se consigue cuando se oxidan totalmente todos los
elementos combustibles, pero esto es imposible lograr con una combustión
estequiométrica, sobre todo teniendo en cuenta el corto espacio de tiempo en el que la
mezcla de combustible y comburente debe realizarse. Por todo ello, es necesario
emplear siempre una cantidad real de aire superior al mínimo de combustión.
El exceso de aire, que ha de ser tanto mayor cuanto más imperfectas sean las
condiciones de mezcla, se define mediante el "Índice de exceso de aire", también
denominado factor o coeficiente de exceso de aire.
La cantidad de exceso de aire para la combustión completa dependerá del combustible,
y esencialmente de la forma de operación. Los combustibles gaseosos no suelen superar
el 20% de exceso de aire, los combustibles líquidos debido a su peor mezcla pueden
precisar más del 30%, mientras que los combustibles sólidos suelen requerir más del
40%, no pudiendo asegurarse aún su completa combustión.
Un buen control del exceso de aire en la combustión, de tal forma que se reduzca el %
de oxígeno en los gases, ayuda a resolver los dos problemas de contaminación química
más importantes de la combustión:
- Formación de SO2 y en consecuencia de ácido sulfúrico.
- Formación de óxidos de nitrógeno: NOx
- CO2
Con los humos de combustión se emiten SO2, y óxidos de nitrógeno, fundamentalmente
106
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
NO2, los cuales se consideran gases contaminantes del medio ambiente, originando el
primero la denominada lluvia ácida, que tantos problemas está creando actualmente en
el mundo occidental por atacar los bosques y favorecer la desertización del planeta.
En presencia de oxígeno y a altas temperaturas el SO2, reacciona con él, favorecido por
la acción catalítica de algunos compuestos metálicos presentes en el proceso, dando
lugar a SO3. El SO3 reacciona con parte del vapor de agua existente en los humos y
cuando estos gases se enfrían por debajo del punto de rocío condensa ácido sulfúrico
diluido sobre las superficies más frías de la caldera o del medio ambiente, dando lugar a
un proceso de corrosión acelerado de éstas.
En cuanto a los óxidos NOx no crean problemas en los equipos, pero sí crean problemas
ambientales. El método para reducir la concentración de NOx en los gases consiste en
reducir el exceso de aire y utilizar quemadores de alta eficiencia.
El CO2 es uno de los gases responsables del efecto invernadero, por ello, surgieron las
CAC para minimizar las emisiones de dicho gas o incluso conseguir plantas de zero
emissions. Éste gas es el objeto de estudio del presente proyecto.
[Míguez Tabarés, JL; 2009]
Las calderas de lecho fluido pueden operar con lecho fluido burbujeante o lecho fluido
circulante, además, ambas pueden operar supercríticamente, subcríticamente y ultra
supercríticamente. [Lupión, M; 2010]
No obstante, en el alcance de este proyecto, se estudiará únicamente las calderas de
lecho fluido circulante y de carbón pulverizado, por tanto, éstas serán descritas con
detalle en posteriores apartados.
107
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
4.3.1.- Introducción
108
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
La combustión en lecho fluido circulante es una tecnología de uso limpio del carbón
que ha superado con éxito las etapas de I+D+i, y ya se encuentra plenamente disponible
y operativa a nivel comercial, hasta tamaños superiores a 250 MWe y mayores.
Además, las unidades de lecho fluido circulante presentan entre otras las siguientes
ventajas:
109
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Mantener estas ventajas en todo el rango de potencias disponibles quemando una amplia
gama de combustibles sólidos, desde rechazos de antracita y semihullas de más de 60%
de cenizas hasta coque de petróleo, exige un diseño depurado que contemple todos y
cada uno de los parámetros críticos del proceso y de la caldera en sí. [Prieto, I; 2005]
Se puede suponer un cilindro vertical que contiene un lecho poroso formado por un
material granular, como arena, que se encuentra apoyada sobre una placa perforada y
por él puede circular un fluido en sentido ascendente. Cuando la velocidad del fluido es
baja, éste simplemente circula a través de los canales tortuosos formados por la
porosidad del lecho, que permanece fijo. Sea L, la altura del lecho fijo, U la velocidad
del flujo del fluido (medida en base a la sección transversal total de la columna) de
forma que con ella el lecho permanece fijo.
En este caso, la pérdida de carga que experimenta el fluido al atravesar el lecho, por
efecto de la fricción con las partículas sólidas, es proporcional a la velocidad del mismo.
Aumentando poco a poco la velocidad del fluido, se llega a un estado en que las
partículas del lecho comienzan a separarse, aumentando por lo tanto la porosidad del
mismo y algunas de ellas comienzan a vibrar y a moverse dentro de regiones
restringidas. Este estado se denomina lecho expandido.
Un nuevo aumento de la velocidad del fluido hace que todas las partículas queden
suspendidas en la corriente ascendente de fluido. Esto significa que la fuerza de arrastre
ascendente que el fluido ejerce sobre las partículas del lecho equilibra el peso aparente
de las mismas, ya que pueden moverse más o menos libremente. Se considera, entonces,
que comienza el fenómeno de fluidificación.
110
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Si continuamos aumentando la velocidad del flujo llega un momento en que cada vez es
mayor el número de partículas que son arrastradas, pero manteniendo aun propiedades
similares a las del lecho fluido burbujeante, lo que será el lecho fluido circulante. Si se
sigue aumentando la velocidad, se pasa por una zona de inestabilidad y después todas
las partículas son arrastradas del lecho, alcanzándose el transporte neumático.
Los lechos fluidos presentan una serie de características ventajosas con vistas a su
utilización en procesos industriales:
111
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
4.3.4.-Curvas de fluidificación
La relación entre la velocidad superficial del fluido (U) y la caída de presión por
fricción (∆Pf), que se produce cuando aquél atraviesa un lecho poroso en sentido
ascendente, puede expresarse con la siguiente ecuación:
∆Pf= f (U)
En la zona AA´el lecho permanece fijo, y log∆P aumenta linealmente con la velocidad.
En el punto B se alcanza la máxima porosidad posible, estando las partículas aún en
contacto. En esta zona el estado del lecho se conoce como lecho expandido. Si al llegar
a B se aumenta ligeramente la velocidad del gas, las partículas se separan y comienza la
fluidización. Al ocurrir esto, la caída de presión a través del lecho es frecuente que
disminuya ligeramente al pasar el sistema desde B al punto C (las partículas ocupan una
posición de menos caída de presión). A partir de C, si se sigue aumentando la velocidad,
las partículas comienzan a moverse cada vez más intensamente, es decir aumenta el
112
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Las curvas de fluidización son de utilidad para definir y clasificar los tipos lecho fluido.
[Prieto, I; 2005)
113
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Tanto las materias volátiles como el carbono se queman con el aire suministrado al
lecho fluido dando los productos de combustión usuales, de acuerdo con las siguientes
reacciones típicas de combustión: (mencionadas en el apartado anterior)
El oxigeno que toma parte en las reacciones procede fundamentalmente del aire de
fluidización, pero también del oxigeno que aporta el combustible. En condiciones
normales de operación, las materias volátiles producidas se queman completamente por
encima del lecho. La reacción en el lecho fluido, entre el oxigeno y las partículas de
carbono existentes después de desprenderse las materias volátiles, tiene lugar siguiendo
los 3 mecanismos siguientes:
114
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
4.3.6.- Emisiones
Las calderas de lecho fluido se diseñan para quemar combustibles sólidos, al tiempo que
controlan muchas de las emisiones contaminantes.
115
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Cuando se queman combustibles que contienen S, la mayor parte de éste se oxida y pasa
a SO2 formando parte de los gases de combustión. Cuando se añade caliza al lecho,
tiene lugar un proceso endotérmico (calcinación) para formar la cal CaO:
Una vez formada, reacciona con el SO2 de los gases y con el O2, según un proceso
exotérmico, formando sulfato cálcico, CaSO4, según la reacción:
116
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Normalmente, a los óxidos de nitrógeno en los humos se les considera como NOx.
El óxido que procede del combustible se denomina NOx del combustible, mientras que
el formado por la oxidación del nitrógeno del aire comburente se llama NOx térmico,
puesto que es el resultado de un proceso a alta temperatura, superior a 1482ºC. Como el
lecho fluido opera a baja temperatura, el NOx térmico es mínimo, en el global de los
NOx formados.
Una caldera de lecho fluido puede suprimir o minimizar el NOx del combustible,
disminuyendo la dosificación de aire comburente a través de la placa distribuidora, por
lo que parte de los compuestos de N2 del combustible se descomponen en nitrógeno
molecular, en lugar de contribuir a la formación de los NOx. Este proceso de
117
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
4.3.6.3.- CO e hidrocarburos
118
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
4.3.6.4.- Partículas
Con carácter general, en las calderas de lecho fluido a presión atmosférica se usan
filtros de sacos (Figura 35) que son menos sensibles a las propiedades de las cenizas
(tamaño, concentración, resistividad…) que los precipitadores electrostáticos
convencionales. (Figura 36)
[Fdez Díez, Pedro; 2008] [Prieto, I; 2005]
La temperatura del lecho suele mantenerse en torno a 750ºC y 950 ºC. La mayor de las
temperaturas viene limitada por la necesidad de que las cenizas no fundan y no se
aglomeren, perjudicándose las condiciones de fluidización y por la conveniencia de que
las emisiones de NOx no sean demasiado altas, ya que éstas aumentan con la
temperatura.
Otra razón por la que la temperatura no debería ser más alta es porque a unos 1000ºC se
de la siguiente reacción:
119
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
La materia de la que está compuesto el lecho resulta como consecuencia del efecto de la
combustión y la retención del azufre por los siguientes componentes:
- Aditivo inerte, que es necesario en algunos casos, como pueden ser la arena
y la alúmina.
La profundidad del lecho puede variar desde 20 cm hasta 1m o más, dependiendo del
grado de desulfuración requerido. Un combustible con poco azufre, no requiere caliza
para alcanzar las exigencias medioambientales y puede utilizarse material inerte solo
para conseguir las condiciones de fluidización, con lo que el lecho será poco profundo o
superficial, En cambio, cuando el combustible, tenga alto contenido de azufre será
necesario una cierta cantidad de caliza para capturar el dióxido de azufre a la vez que
conviene aumentar el tiempo de residencia de los gases en el lecho, por lo que éste ha de
ser más profundo.
120
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
- Exceso de aire
- Velocidad de fluidización
- Tiempo de residencia
Para el caso de un lecho fluido a presión atmosférica, puede hacerse la clasificación que
se muestra en la Figura 37. Se representa en las ordenadas la velocidad de fluidización y
en abscisas la expansión del lecho. El tipo de lecho fluido depende de la diferencia de
velocidades del gas y los sólidos. En el segundo grafico en dicha figura se indica en
ordenadas el logaritmo de la diferencia de presión entre el aire de alimentación y los
gases por encima del lecho y en abscisas el logaritmo de la velocidad de fluidización,
llegándose a una clasificación similar, cuando la velocidad de trabajo se sitúa por debajo
de la mínima de fluidización, el lecho es fijo, cuando la velocidad del flujo supera a la
mínima de fluidización, de 1 a 3m/s, se tiene la fluidización heterogénea clásica.
121
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
El motivo principal para el desarrollo de las cámaras de combustión de lecho fluido fue
la exigencia de tener que reducir las emisiones de SO2 y NOx. La utilización de la
tecnología de combustión en lecho fluido permite quemar carbones (combustibles de
baja calidad) con altos contenidos en S y obtener bajos niveles de emisión de SO2, sin
necesidad de añadir equipamiento para la posterior eliminación del S contenido en los
humos. Entre otras, podría destacarse:
- Permite la eliminación de desechos de combustibles, evitando los gastos y
riesgos de vertidos o almacenamiento de los mismos.
122
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
- Las cenizas pueden extraerse por la base del lecho (cenizas de fondo), en los
ciclones y en los filtros de limpieza de gases (cenizas volantes)
123
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Las cámaras de combustión de lecho fluido se utilizan para quemar cualquier tipo de
combustible sólido.
En un hogar convencional que quema carbón pulverizado, el proceso de combustión
consiste en la oxidación de las partículas de combustible; el 70% pasan por el tamiz de
200 mesh, suspendidas en los flujos de aire y humos que existen en el hogar. El
volumen de humos que rodea los quemadores es la zona más caliente del hogar, con
temperaturas del orden de 1650 a 1927ºC, siendo el tiempo de residencia de las
partículas en el hogar el mismo que el de los humos.
En los hogares mecánicos, se queman partículas de combustible mucho mayores que las
utilizadas en las calderas de carbón pulverizado, siendo el tamaño normal de carbones
bituminosos del orden de1”÷ 1,25”. La mayor parte del combustible se quema sobre
algún tipo de parrilla móvil, con aire y gases pasando a través del lecho de combustible;
la temperatura supera los 1650ºC y el tiempo de residencia queda determinado por la
velocidad correspondiente a la parrilla móvil del hogar.
Para la combustión en lechos fluidos, el tamaño del combustible se sitúa entre el del
carbón pulverizado y el del hogar mecánico. Así pues, para un lecho fluido, el carbón se
124
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
trocea a un tamaño menor de 0,25”, pudiéndose utilizar según las propiedades del
carbón tamaños superiores a 1,25" e inferiores a 0,125". El carbón se alimenta por la
parte baja del hogar.
La densidad del lecho burbujeante es de 45 lb/ft3 (721 kg/m3) mientras que la del lecho
circulante es de 35 lb/ft3 (561 kg/m3)
Los sólidos, en el flujo ascensional de aire y gases, se mantienen a una temperatura en
torno a 816 y 871ºC.
Cuando el combustible se introduce en el lecho se calienta rápidamente y, superada su
temperatura de ignición, se enciende y pasa a formar parte de la masa incandescente del
hogar.
Los flujos de aire y combustible, en régimen permanente, se controlan hacia el lecho
denso de forma que en la combustión se libere la cantidad de calor deseada hacia el
hogar, quemándose el combustible con un exceso del orden del 20% de aire.
Como consecuencia del gran tiempo de residencia del combustible de la alta
temperatura del proceso de transferencia de masa, el combustible se puede quemar
eficientemente en el hogar de lecho fluido, a una temperatura considerablemente
inferior a la de los procesos convencionales. Las partículas de combustible se quedan en
el lecho denso, hasta que son arrastradas por los gases o se eliminan con los sólidos
purgados.
El tamaño de las partículas, según van ardiendo, se reduce hasta alcanzar uno
determinado, en el que se igualan su velocidad y la de los humos, produciéndose a partir
de este instante el arrastre de partículas, por lo que el tiempo de residencia dependerá
del tamaño inicial de la partícula de combustible y del régimen de reducción de su
tamaño por combustión y fricción.
En los lechos fluidos burbujeantes, la combustión tiene lugar en el lecho, debido a la
menor velocidad de los humos y al mayor tamaño del combustible alimentado. El
tiempo de residencia de las partículas finas del combustible arrastradas por los humos
fuera del lecho, aumenta por medio de la captación y reciclado de las partículas hacia el
hogar.
En los lechos fluidos circulantes las partículas que abandonan el lecho, en comparación
con los burbujeantes, es mucho mayor, (ya que para los lechos circulantes se trata de un
lecho flotante), lo que justifica el que las partículas se recuperen mediante un colector
125
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Los factores que afectan al diseño del hogar de una caldera de lecho fluido, los
especifican el propietario y el diseñador, y se deducen de datos empíricos. La
información inicial para el diseño de una caldera con hogar de lecho fluido, podría
agruparse en:
Especificaciones del propietario:
- Potencia de la unidad y flujo de vapor
126
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Los requisitos de combustión para que un lecho fluido funcione adecuadamente con un
carbón bituminoso, consiste en alimentarlo de forma continua con una cantidad
suficiente de partículas, al tiempo que éstas tengan una determinada distribución de
tamaños para mantener un proceso estable.
Si las partículas son demasiado gruesas, el lecho pierde fluidificación y pasa a
comportarse como un lecho fijo. Por el contrario, si las partículas son demasiado finas
se pueden proyectar fuera del hogar, por lo que no se puede mantener un adecuado
número de ellas en el lecho fluido.
En lechos circulantes, este material se captura y recircula hacia el hogar, como parte de
la masa circulante; no obstante, los finos no aportan una contribución significativa para
configurar el lecho denso.
Como consecuencia de las grandes diferencias que se pueden presentar en la ceniza del
combustible, no se puede confiar sólo a la ceniza la formación de un lecho estable, y de
ahí la necesidad de añadir al sistema un segundo material inerte (arena), con una
adecuada y precisa distribución de tamaños.
127
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Cuando se pretende capturar el S, para que tenga lugar la retención del SO2 en el lecho
fluido, la arena se sustituye por la caliza. El tamaño ideal del absorbente con el que se
alimenta la caldera debe ser el necesario y suficiente para formar un lecho estable.
Durante los procesos de calentamiento, calcinación y sulfatación, el tamaño del
absorbente (que entra a formar parte del material del lecho) varía, así como sus
propiedades físicas y químicas, por lo que en muchos casos no se puede predecir con
fiabilidad su tamaño.
Las calizas muy blandas se degradan con más rapidez que otras, por lo que durante la
operación inicial de un lecho fluido hay que comprobar sus características y realizar los
tanteos necesarios para establecer su tamaño adecuado y régimen de aporte.
Para un combustible con poca ceniza, la arena se utiliza para adecuar el contenido del
lecho; dado que la arena no se degrada tan rápidamente como la caliza, su aporte es
menor y el tamaño del material del lecho se puede predecir mejor.
Cuando se usan carbones residuales con cantidades importantes de ceniza exenta de
materia orgánica, se requieren consideraciones especiales; esta ceniza mineral se
compone de rocas que se han arrancado en el proceso de extracción; no se fractura en
partículas finas, formando un porcentaje importante del material del lecho, por lo que el
tamaño del combustible alimentado se debe elegir cuidadosamente, de modo que la
ceniza complemente el material del lecho, en lugar de crear problemas a la
fluidificación.
Existen calderas de lecho fluido, en las que el tamaño y la consistencia de la ceniza son
suficientes para la formación de un lecho estable, sin tener que aportar otro material al
mismo.
[Fdez Díez, Pedro; 2008][Arto Hotta; 2011]
128
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Pronto se demostró que un lecho fluido circulante podía usarse casi exactamente igual
que uno burbujeante para sostener la combustión: los sólidos se llevan a incandescencia,
el combustible se alimenta a la cámara de combustión u hogar, donde se quema con el
aire de fluidificación. El calor liberado en este proceso mantiene los sólidos
incandescentes, el contacto turbulento entre el combustible y los sólidos del lecho
estabiliza la temperatura media. La velocidad del aire de fluidificación- combustión,
129
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Esto no solo asegura la mejor utilización del combustible, gracias al gran tiempo de
residencia, sino que permite a las reacciones Ca-S-O tener lugar de forma más
completa, reteniendo una mayor proporción del S contenido en el combustible.
La preocupación por esta posibilidad es el motivo por el que los fabricantes evitan situar
serpentinas o superficies adicionales de intercambio de calor en el seno del lecho, es
decir, en la corriente de sólidos circulantes. Superficies, que por otra parte, no son
necesarias, ya que el intercambio de calor es suficiente sin ellas, al aprovecharse mejor
toda superficie expuesta del hogar y el sistema de recirculación.
130
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
El combustible suele alimentarse en la parte inferior del hogar, para aprovechar mejor la
parte más densa del lecho para su ignición y la máxima altura de la cámara para
completar la combustión. (Figura 38)
A pesar de las altas velocidades de fluidización, una parte importante de las cenizas
producidas suele acumularse en el fondo del hogar, que debe incorporar un sistema de
extracción adecuado, como el mencionado en las calderas de lecho fluido burbujeante.
El interés en el proceso del lecho fluido circulante surgió inicialmente por su previsible
capacidad para obtener altas eficiencias de combustión con combustibles “difíciles”,
dado el gran tiempo de residencia, que, por otra parte, permitiría obtener buenos
rendimientos de desulfuración con caliza o dolomía. Estas atractivas características se
han visto confirmadas en los diversos diseños desarrollados por los fabricantes, lo que
ha llevado a esta tecnología a su madurez actual.
En pocos años se ha pasado de las plantas piloto a grandes grupos para generación de
energía eléctrica, pasando por diversas aplicaciones intermedias, como pequeñas plantas
para calefacción, plantas para autogeneración y para centrales térmicas. [Arto Hotta et
al; 2011] [Prieto, I; 2005] [Fdez Díez Pedro; 2008]
4.4.3.- Ventajas
Estos sistemas de lecho fluido circulante presentan entre otras, las siguientes ventajas
frente a los lechos fluidos burbujeantes:
- Mayor rendimiento de la combustión.
- Menor consumo de caliza.
- Menos superficie requerida para el lecho
- Menores emisiones de SO2 y NOx
4.4.4.- Descripción
Pueden distinguirse como partes fundamentales de una caldera de lecho fluido
circulantes, los siguientes elementos:
131
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
4.4.4.1.- Hogar
La cámara de combustión u hogar está constituida por paneles de tubos soldados entre
sí, formando paredes vaporizadores que constituyen una envolvente estanca.
En él, se integran los sistemas de alimentación de combustible y sorbente, la parrilla de
fluidización o aire primario bajo el lecho y los distintos niveles de aire sobre el lecho o
aire secundario.
Para el diseño del hogar, podrían citarse las siguientes características:
132
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
4.4.4.2.- Ciclón
Está formado por tubos de membrana refrigerados por vapor (Figura 40). Supuso un
avance definitivo frente a los ciclones de chapa utilizados anteriormente, en cuanto a
fiabilidad y características de funcionamiento de este tipo de calderas. Todo el
envolvente del ciclón, tanto la entrada como el cono están refrigerados por vapor,
formando parte integral de las partes a presión de la caldera, y constituyendo la primera
etapa del sobrecalentador, permitiendo además un acoplamiento directo entre el hogar y
la zona de recuperación de calor. La resistencia a la erosión se consigue mediante una
delgada capa de refractario similar a la usado en el hogar. Ofrece las siguientes ventajas:
Se trata de un cierre tipo sifón (sin partes móviles) entre el hogar (presión
positiva) y el ciclón (presión negativa). Está dotada de boquillas fluidizadoras, y
recubierta de refractario vibrado resistente a la abrasión. (Figura 41)
133
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
En la parte plana inferior están colocadas boquillas fluidizadoras como las del fondo del
hogar.
134
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
- Reciben las cenizas gruesas del fondo del hogar de manera selectiva, para
controlar el inventario de sólidos en el lecho
El proceso se caracteriza por poder utilizar un lecho relativamente denso en el fondo del
hogar, y más ligero por encima de él, o bien una fluidización rápida o lecho expandido,
con un lecho de baja densidad a todo lo largo del hogar.(Figura 44 y 45)
Con lechos relativamente densos en el fondo del hogar, las partículas de combustible y
sorbente pueden ser relativamente grandes, con velocidades de fluidización en la zona
primaria relativamente bajas. Esto supone:
- Mayor tiempo de residencia de los sólidos, debido a la presencia de un lecho
denso en el hogar.
- Menor carga de sólidos arrastrados a la zona de recuperación de calor y
equipos aguas abajo (calentador de aire, filtro de mangas o precipitador
electrostático), por el uso de sólidos más gruesos.
- Menor erosión potencial en hogar y ciclones, como consecuencia de la
menos carga de sólidos sobre el lecho.
- Alto rendimiento térmico
- Alta utilización de la caliza con bajas emisiones de SO2 y bajo
mantenimiento
- Se suele utilizar circulación natural, sin bombas de circulación de caldera
- Se reduce al mínimo el número de componentes móviles
- El refractario se reduce al máximo en extensión y en espesor.
135
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
136
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
En los hogares convencionales, los humos arrastran consigo una parte de la ceniza del
combustible, por el interior y por el exterior del hogar, del orden de menos de 1 kg de
sólidos inertes por cada 100 kg de humos.
La transferencia de calor desde los humos hacia las paredes del hogar se realiza por
radiación.
En un hogar de lecho fluido circulante, la cantidad de sólidos en los humos puede
superar los 5 kg por cada 100 kg de gas, por lo que debido a este alto contenido, en el
diseño se deben considerar otros mecanismos adicionales de transferencia de calor.
137
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
138
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
139
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
En el último apartado de este capítulo, se abordará con mayor detalle, realizando una
comparación entre las calderas de interés en la oxicombustión, los parámetros de diseño.
140
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
El proceso se inició en octubre del 2011 con la puesta en marcha de la caldera LFC,
primero con gas y después con carbón, y hace sólo unos meses se comenzó a trabajar en
oxicombustión lo que permitió lograr una concentración de CO2 del 60% en los gases
de salida frente al 14% de una combustión normal. Con este hito se ha superado una
etapa crucial para lograr el proceso completo de la captura de CO2.
Por otra parte, el director técnico de CIUDEN, subrayó que estas pruebas permiten
identificar problemas que no se conocían hasta ahora y que una vez estudiados y
141
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
142
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
4.6.1.- Introducción
El tamaño de las grandes unidades, con calderas quemando carbón alcanza 1300 MW o
más. El equipo se diseña para que pueda usar carbón bituminoso, subbituminoso o
lignito disponible comercialmente. La antracita podría quemarse con éxito en forma
pulverizada, pero el gasto que conlleva en las unidades modernas conduce a su
exclusión.
El equipo que define en mayor medida a una central térmica de carbón es la caldera, que
es de diferente diseño según el tipo de carbón utilizado y también según sea la
tecnología elegida por el suministrador. La caldera tiene una estructura paralepípeda en
forma de torre, de grandes dimensiones, en torno a una altura de 100 metros.
143
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Todo el cuerpo de la caldera se cuelga de una estructura metálica, de forma que cuando
se enciende pueda dilatar hacia abajo.
Las paredes del hogar son tubos dispuestos verticalmente soldados unos con otros
formando lo que se denominan paredes de agua, por ellos circula el agua en la fase de
evaporación. En la zona convectiva se disponen haces de tubos colgados por los que
circulan los gases de combustión, aquí se desarrolla el sobrecalentado y recalentado del
vapor.
Es factible el diseño de calderas sin calderín, lo que se denomina de un solo paso, pero
es una opción más empleada en las calderas para ciclos supercríticos.
- Rueda batidora para reducir el tamaño de las partículas de los lignitos a unos
pocos milímetros.
144
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
A los molinos llega una corriente de aire, generalmente precalentado con el calor de los
humos de salida de la caldera, que es la que arrastrará el carbón hacia los quemadores.
Es necesario recordar que el polvo de carbón es explosivo si se dan las condiciones para
ello por eso es necesario analizar la sensibilidad del carbón a la explosividad y definir
los parámetros de temperatura y contenido en oxígeno del medio de transporte para
evitar accidentes.
Las antracitas son carbones de baja tendencia a la explosividad, por ello se puede
utilizar aire para el transporte y llevarlo a una temperatura elevada, por encima de los
250 ºC. Con hullas y carbones subituminosos hay que reducir el contenido de oxígeno
en el aire recirculando gases de combustión que aportan nitrógeno y dióxido de carbono,
a la vez que se controla la temperatura de ese aire empobrecido en oxígeno. Los
lignitos, con elevado contenido en humedad, permiten moderar la reducción de
contenido en oxígeno.
El carbón llega a los quemadores arrastrado por el aire de transporte, que a la vez es el
aíre primario de combustión. En ellos, hay una primera entrada adicional de aire que
actúa como aire secundario que configura la forma de la llama, y de otro flujo de aire
terciario que finaliza la combustión. Esta estructura de combustión y de la llama incide
en la formación de óxidos de nitrógeno.
145
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
La escoria se pega en las paredes del hogar de donde se desprende por acción de los
sopladores de vapor allí dispuestos. A veces los problemas derivados de esa deposición,
pérdida de capacidad de transferencia térmica en el hogar o indisponibilidades
operativas son muy importantes, hace preciso conocer el fenómeno y poner medidas
para que sus consecuencias sean mínimas en el funcionamiento y rendimiento de la
caldera.
Parte de la materia mineral del carbón es arrastrada por los gases hacia la zona
convectiva, allí se pueden producir pegaduras en los haces de tubos que están colgados
en ella. Ese ensuciamiento es causa también de problemas operativos y de pérdidas de
rendimiento en la caldera.
Los gases a la salida de la caldera se pasan por un sistema de limpieza que recoge las
partículas de cenizas arrastradas por ellos. Son de dos tipos: electrofiltros que se basan
en la fijación de las partículas en un campo eléctrico, filtros de mangas que retienen las
partículas en un tejido por el que pasan los humos. En Estados Unidos se utilizan más
los filtros de mangas, y en Europa son más frecuentes los filtros electroestáticos.
146
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Una vez depurado, el gas procedente de la caldera cumple con los criterios exigidos
para su emisión, con un contenido medio del 10-15 % de CO2, estando a presión
atmosférica.
Se genera vapor saturado seco en los tubos del hogar de la caldera, siendo éste calentado
posteriormente en la sección convectiva del horno. Este vapor sobrecalentado a alta
presión es conducido a una turbina de vapor conectada a un generador eléctrico. El
vapor a baja presión que llega a la turbina se condensa, y las bombas lo devuelven a la
caldera para convertirlo en vapor de nuevo. Las condiciones de operación súper críticas
tienen las siguientes características: presión del vapor 22MPa y temperatura 550ºC.
147
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Estas condiciones de operación generan una eficiencia comprendida entre el 33- 37%,
dependiendo de la calidad del carbón, los parámetros de operación y diseño y
localización de la planta.
Por ejemplo, para la producción de 500 MW, la planta quemará 208 t/h de carbón
requiriendo alrededor de 2.5 millones de kg/h de aire de combustión.
148
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
del paso de éste a la turbina, el vapor es devuelto a la caldera para ser recalentado. Esto
provoca un aumento de la eficiencia del proceso, incrementándose aun más si el paso
por la caldera se realiza en dos fases.
Mientras que las capacidades que los nuevos materiales han proporcionado para trabajar
en estas condiciones de operación han aumentado, para tomar ventaja de estos
desarrollos, la industria energética, particularmente en Europa y Japón, se está
utilizando.
149
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
reducidas, así mismo, otro 21 %. La eficiencia media de estas instalaciones es, por
tanto, casi un 10 % superior. (Figura 50)
- El método es idóneo para casi todos los carbones del mundo y económico
para un amplio campo de capacidades de la caldera.
En las unidades modernas, el hogar está completamente refrigerado por agua, el tiro es
equilibrado y la salida de ceniza es en forma de escoria seca.
150
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Se trata de una caldera radiante de combustión con tiro equilibrado que comprende un
hogar de fondo seco (escoria sólida) con paredes refrigeras por agua, y los componentes
correspondientes al sobrecalentador, recalentador, economizador y calentador de aire.La
unidad está diseñada para quemar carbón, con una finura tal que el 70% pase a través
del tamiz de 200 mallas (75 micras).El paso posterior de convección y las superficies
termointercambiadoras colgadas presentan las siguientes ventajas:
La menor altura del hogar, comparada con la de otros diseños para carbón pulverizado,
reduce el acero estructural y los costes de montaje. (Figura 52)
Un parámetro constructivo de este diseño es que todas sus superficies son purgables,
característica que en su momento se diseñó para operar en latitudes muy frías, para
facilitar protección contra la congelación. Si se quiere lograr un control más amplio de
la temperatura del vapor sobrecalentado y recalentándose puede equipar con equipos de
recirculación y atemperación de humos. Otras ventajas incluyen:
- Una entrada del flujo de humos más uniforme en todas las secciones de convección-
erosión mínima en las curvas tubulares al no existir cambios de dirección en el paso de
convección
151
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Se trata de una caldera de presión universal de tiro equilibrado para quemar carbón, que
comprende un hogar de fondo seco (escoria sólida) con paredes refrigeras por agua, y
los componentes correspondientes al sobrecalentador, recalentador, economizador y
calentador de aire. La unidad está diseñada para quemar carbón pulverizado hasta una
finura tal que el 70% pase a través del tamiz de 200 mallas (75 micras). (Figura 54)
152
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Entre las tecnologías limpias de carbón para la combustión de carbón pulverizado que
reducen emisiones de nitrógeno (NOx), se encuentran los quemadores de bajo NOx y las
técnicas de requemado. Estas modifican el proceso de combustión para reducir
emisiones de NOx hasta el 50% y están siendo ampliamente adoptadas, por cuanto ellas
153
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Los gases de combustión arrastran la casi totalidad del azufre contenido en el carbón en
forma de SO2.
Las tecnologías para lavado de gases se aplican desde hace décadas, pero no de manera
generalizada, sólo en la medida que las normativas o las condiciones de entorno así lo
han exigido. En España se han instalado algunas en los últimos años del siglo pasado en
los grupos con mayores emisiones, y en la actualidad se construyen otras para adaptar
los restantes grupos de mayor potencia a la normativa europea de grandes instalaciones
de combustión.
La solución más extendida es el lavado húmedo con una suspensión acuosa de caliza
molida. Muy similar a esta tecnología es la de emplear una solución de hidróxido
cálcico que simplifica la instalación pero encarece el coste del reactivo.
154
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
La instalación se completa con los equipos de molienda de caliza, que suele ser un
molino de bolas para obtener un grano muy fino y por lo tanto más reactivo, la
instalación de decantación de las aguas de lavado y un filtro de vacío para separar el
yeso comercial.
A veces las plantas de lavado no recuperan yeso, y se quedan en un lodo que contiene
sulfato cálcico. Éste se envía a una balsa de estériles que es una solución que implica el
vertido de un producto potencialmente contaminante pues en los lodos se encuentran
también metales arrastrados por los gases de combustión, así como sulfuros cálcicos si
las reacciones de oxidación no se han completados. En este supuesto es preciso ser
cuidadoso con la construcción de esas balsas y su vigilancia.
El proceso de lavado en todas sus fases supone un consumo energético importante, tanto
en el vapor, como en energía eléctrica de accionamiento de los diferentes equipos. Se
estima que todo ello supone reducir el rendimiento de la central térmica. Se consigue no
obstante eliminar más de un 99,5% del azufre contenido en los gases de combustión.
La inversión en una planta de este tipo se sitúa en torno a los 250 €/kW instalado,
variando como es lógico con la calidad del carbón utilizado, con su contenido en azufre.
155
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
incremento a partir de los 900 ºC. También influye en esa combinación el exceso de aire
en el proceso de combustión.
En la combustión, se forma NO, que en parte pasa en ella misma o en el exterior a NO2.
Por la chimenea sale una mezcla de ambos óxidos: NOx. Este contaminante, por acción
de la luz solar se transforma en ozono, que es finalmente el compuesto que incide
negativamente en la situación de la calidad del aire y en la salud de las personas o
deterioro de la vegetación.
Finalmente, es factible tratar los gases de combustión en un reactor donde realizar una
reducción catalítica de los óxidos de nitrógeno con amoniaco. Es un proceso que se
desarrolla a una temperatura en torno a los 400ºC. El reactor está cargado de un material
cerámico con impregnación de compuestos de titanio que actúa como catalizador.
156
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Es preciso operar con defecto de amoniaco para evitar que éste sea arrastrado por los
humos y se convierta en un contaminante adicional. Existen instalaciones con emisiones
de NOx de menos de 50 mgr/Nm3.
Esta tecnología permite la recuperación del CO2 contenido en los gases de combustión
generados en la caldera. Una de las posibles tecnologías para la recuperación, seria la
absorción química con aminas, por ejemplo, MEA, es el proceso más utilizado a escala
comercial. La absorción química ofrece una alta eficiencia de captura y selectividad
pudiendo ser usada en la operación sub, súper y ultra supercrítica.
Para separar el CO2 de la corriente gaseosa se requiere energía, por ejemplo, por la
utilización de vapor a baja presión para regenerar la solución de aminas utilizadas en la
torre de absorción, esto conlleva una reducción del vapor conducido a la turbina, por lo
que la generación de energía disminuye proporcionalmente a la cantidad de vapor
requerida. Por tanto, para mantener constante la generación de energía, la cantidad de
carbón introducida en la caldera debe aumentar, también como el tamaño de la caldera,
la turbina de vapor y el tren de depuración de gases. En el caso de corrientes gaseosas
con una baja concentración de CO2, los requerimientos de energía son mayores.
157
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Una caldera de carbón pulverizado subcrítica con tecnología de captura de CO2 que
produzca 500 MW requiere un incremento del tamaño y del carbón alimentado del 37%
frente a una sin tecnología de captura de CO2. Además la eficiencia es reducida desde el
34.3% al 25.1%. El principal motivo es la energía necesaria para recuperar el CO2 de la
solución de aminas. La energía requerida para comprimir el CO2 desde el 0.1 MPa a
alrededor de 15Mà (fluido supercrítico) es el segundo factor en importancia.
Una caldera de carbón pulverizado ultrasupercrítica que produzca la misma energía que
una sin tecnología de captura de CO2 implica un aumento del 27% tanto en el tamaño
como en la alimentación de carbón. La eficiencia se reduce un 9.2%, pero la ultra
supercrítica con tecnología de captura de CO2 tiene una eficiencia similar a una
subcrítica sin captura de CO2. [The future of coal; 2007]
La manera de operar para capturar CO2 en caldera de CP implica quemar el carbón con
alrededor del 95% de O2 puro en lugar utilizar aire como oxidante. Esto tiene como
consecuencia que la corriente gaseosa estará formada principalmente por CO2 y vapor
de agua. Debido a la baja concentración de nitrógeno en el gas oxidante (95% de O2), un
alto porcentaje de las cantidades de la corriente gaseosa son recirculadas a la caldera
para mantener la temperatura de diseño y el calor requerido en el hogar de la caldera. La
oxicombustión permite la captura del CO2 mediante la compresión de la corriente
gaseosa aunque requiere una unidad de separación de aire que suministre el O2. La
unidad de separación de aire tiene un alto consumo energético siendo éste el principal
factor en la eficiencia de la recuperación de CO2 en las calderas de CP con
Oxicombustión. No existen razones para la aplicación de la Oxicombustión a no ser que
el objetivo en la caldera sea la captura de CO2.
En este tipo de instalaciones, la alimentación de carbón es mayor que para las calderas
de CP supercríticas sin captura de CO2 como consecuencia del consumo de energía de la
unidad de separación de aire, aunque menores que para una caldera de carbón
pulverizado supercrítica que utilice MEA para la captura de CO2. En este tipo de diseño,
158
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
FGD (desulfuración de la corriente gaseosa), es usada para eliminar los SOx y evitar
problemas de corrosión en la caldera y altas concentraciones de SOx aguas abajo del
proceso en los equipos de compresión o separación. Los no condensados son
conducidos desde la corriente gaseosa comprimida en 2 etapas. Los requisitos de
composición (pureza) de la corriente de CO2 para el transporte y la inyección geológica
tienen que ser aun establecidos. La eficiencia generada es del 30.6%, un punto por
encima que una caldera de CP supercrítica que utilice la MEA para la absorción de CO2.
Los actuales diseños sugieren que estos procesos puedan ser simplificados en el futuro
con unidades de SOx y NOx que los eliminen aguas debajo de las etapas de compresión
y separación, reduciendo sus costes. Sin embargo, esta tecnología está desarrollándose
hoy en día.
El tipo y la calidad del carbón son claves a la hora de elegir tanto la tecnología como el
diseño a implementar en la caldera, repercutiendo en la eficiencia, costes de
construcción, desarrollo y operación, y por tanto, en el coste de generación de la
electricidad. Actualmente, el diseño de las calderas suele permitir un amplio uso de
distintos tipos de carbón para proporcionar flexibilidad de cara al futuro. El diseño de
las calderas está mayoritariamente diseñado para operar con carbones procedentes de
minas, por ejemplo, lignito o carbón bituminoso. La energía, carbón, humedad, cenizas
y contenido en azufre, también como las características de las cenizas, juegan un
importante papel en la elección del carbón, sus costes de transporte y en la tecnología
elegida para la generación de electricidad. Aunque la mayoría de los estudios
disponibles estén basados en carbones bituminosos, una parte importante de la
electricidad generada en los EEUU es procedente de carbones subbituminosos debido a
su bajo contenido en azufre.
159
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Una vez explicadas, por separadas, ambas calderas en operación con aire y
posteriormente con oxígeno (Oxicombustión); ahora de lo que se trata es de ver una
comparación de ambas en cuanto a parámetros de diseño.
La caldera de LFC cuenta con una alta flexibilidad en la elección del combustible, ya
que puede utilizar un número ilimitado de combustibles sólidos, por separado o
mezclados con carbón: carbón de baja calidad, lignitos…mientras que la caldera de
carbón pulverizado, evidentemente, acepta carbones finamente molidos.
Las calderas de CP no tienen revestimiento refractario en los tubos del horno u otras
áreas de transferencia de calor mientras que el horno y los ciclones de las calderas de
LFC están sujetos a una gran cantidad de erosión debida a la circulación de partículas
160
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
como ceniza y arena. En este caso, para evitar esta erosión, una fina capa de refractario
cubre la mitad inferior del horno, las zonas superiores de transición y el ciclón.
En las calderas de CP, en torno al 15% de cenizas, se acumula en el fondo del horno
mientras que la acumulación de las mismas en la de LFC en la parte inferior es casi un
50% menos de la carga en los precipitadores electrostáticos.
La máxima capacidad para las calderas de LFC se limita a la gama de 200MW, aunque
se están desarrollando capacidades más altas. Esta tecnología aún tiene que alcanzar el
mismo grado de desarrollo que las de CP.
La mayor altura del hogar que alcanzan las calderas de CP ronda los 27-45m mientras
que en las de LFC los 10-30m.
En las calderas de LFC, el exceso de aire está en torno al 15-30% mientras que en las de
CP en torno al 10-20%.
161
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Para carbones con elevado contenido en ceniza, la caldera de LFC tiene muchas
ventajas en comparación con los sistemas convencionales de combustión de CP. Las
cenizas pueden extraerse por la base del lecho en los ciclones y en los filtros de limpieza
de gases.
El carbón pulverizado tiene una gran área superficial, lo cual facilita su combustión en
los quemadores.
162
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
163
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
164
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Figura 33: Caída de presión del lecho en función de la velocidad del aire
165
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
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Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
169
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
170
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Figura 42: Esquema de la salida del lecho hacía el enfriador del lecho fluido
171
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Figura 43: Enfriador del lecho fluido para el material extraído del lecho
172
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Figura 45: Alzado de una caldera de lecho fluido circulante con recalentador
173
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
174
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Figura 51: Circuitos de techos y paredes del paso de convección con refrigeración
por vapor, para una caldera radiante
175
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
Figura 52: Caldera radiante para carbón pulverizado, tipo Torre de 400 MW
176
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
177
Capítulo IV: Comparativa de las tecnologías de CP y LFC
178
Capítulo V: Conclusiones
CAPÍTULO V:
CONCLUSIONES
179
Capítulo V: Conclusiones
5.-Conclusiones
5.1.- Resumen
El empleo del carbón pasa por la implantación de tecnologías de emisiones nulas, que
incluyen, evidentemente, la captura y almacenamiento de CO2. El objetivo es hacer del
carbón un recurso energético atractivo en el futuro, especialmente en lo referente a su
explotación para la obtención de electricidad. Las soluciones a desarrollar tienen que
180
Capítulo V: Conclusiones
A partir de estas premisas, han surgido tres tecnologías principales para la captura de
CO2, que tienen aplicaciones y características muy diferentes.
La oxicombustión es una solución que podría considerarse intermedia entre las dos
anteriores.
181
Capítulo V: Conclusiones
- Estabilidad de llama
- Temperatura y velocidad de propagación de llama
- Temperatura y velocidad de ignición
- Modelado de las reacciones de combustión
- Cinética de las reacciones de combustión: velocidad y orden de reacción
- Grado de combustión
182
Capítulo V: Conclusiones
Contaminantes
Se deben determinar los mecanismos de reducción de NOx en el proceso de la
oxicombustión y su relación con parámetros de operación tales como la concentración
de oxígeno en quemadores, la tasa de recirculación…
Se deben estudiar los mecanismos gracias a los cuales se consigue una reducción
práctica de las emisiones de SOx.
5.2.- Conclusiones
Destacar los dos tipos de calderas en estudio. La caldera de CP es una tecnología usada
desde principios del siglo pasado, en cambio, la caldera de lecho fluido circulante es una
tecnología prácticamente nueva.
183
Capítulo V: Conclusiones
No obstante, el estado del arte actual de la oxicombustión operando con este tipo de
calderas, indica que existe un alto potencial de mejora en la competitividad y
rendimiento de éstas. Prueba de ello es la apuesta por este tipo de configuración, tanto
de entes públicos y privados, conscientes de la imposibilidad de un abastecimiento total
a partir de las energías renovables a corto o medio plazo y de una legislación cada vez
más exigente en lo que a emisiones atmosféricas se refiere. Además, el carbón es una
materia prima estratégica para combatir la dependencia de la mayoría de los países
desarrollados hacia los productores de hidrocarburos.
184
Referencias bibliográficas
Referencias bibliográficas
185
Referencias bibliográficas
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2008
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recalentadores (cap 18), Elementos auxiliares de calderas (cap 23), Calderas para
plantas eléctricas (cap 24), Diseño de calderas industriales (cap 25), Eliminación de
partículas (cap 32) ¸ Control y eliminación de los NOx (cap 33), Control y eliminación
de los SOx (cap 34), Control medioambiental (cap 35); 2008
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189
Lista de acrónimos
Lista de acrónimos
190
Anexo I: Protocolo de Kyoto
1. A los efectos de cumplir los compromisos contraídos en virtud del artículo 3, toda
Parte incluida en el anexo I podrá transferir a cualquiera otra de esas Partes, o adquirir
de ella, las unidades de reducción de emisiones resultantes de proyectos encaminados a
reducir las emisiones antropógenas por las fuentes o incrementar la absorción
antropógena por los sumideros de los gases de efecto invernadero en cualquier sector de
la economía, con sujeción a lo siguiente:
a) Todo proyecto de ese tipo deberá ser aprobado por las Partes participantes;
b) Todo proyecto de ese tipo permitirá una reducción de las emisiones por las fuentes, o
un incremento de la absorción por los sumideros, que sea adicional a cualquier otra
reducción u otro incremento que se produciría de no realizarse el proyecto;
c) La Parte interesada no podrá adquirir ninguna unidad de reducción de emisiones si no
ha dado cumplimiento a sus obligaciones dimanantes de los artículos 5 y 7; y
d) La adquisición de unidades de reducción de emisiones será suplementaria a las
medidas nacionales adoptadas a los efectos de cumplir los compromisos contraídos en
virtud del artículo 3.
2. La Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el presente
Protocolo podrá, en su primer período de sesiones o tan pronto como sea posible
191
Anexo I: Protocolo de Kyoto
después de éste, establecer otras directrices para la aplicación del presente artículo, en
particular a los efectos de la verificación y presentación de informes.
3. Una Parte incluida en el anexo I podrá autorizar a personas jurídicas a que participen,
bajo la responsabilidad de esa Parte, en acciones conducentes a la generación,
transferencia o adquisición en virtud de este artículo de unidades de reducción de
emisiones.
4. Si, de conformidad con las disposiciones pertinentes del artículo 8, se plantea alguna
cuestión sobre el cumplimiento por una Parte incluida en el anexo I de las exigencias a
que se refiere el presente artículo, la transferencia y adquisición de unidades de
reducción de emisiones podrán continuar después de planteada esa cuestión, pero
ninguna Parte podrá utilizar esas unidades a los efectos de cumplir sus compromisos
contraídos en virtud del artículo 3 mientras no se resuelva la cuestión del cumplimiento.
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Anexo I: Protocolo de Kyoto
193
Anexo I: Protocolo de Kyoto
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