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Fatalidad de Romeo y Julieta

(fragmento)

Julieta: -Buenas noches.


(Romeo da un salto).
Romeo: -¿Quién saludó?
Julieta: -Mi fantasma

(Ella avanza, él retrocede).

Romeo: -Detente, fantasma de Julieta!


Julieta: -No seas bobo. Estoy más viva que tú.
Romeo: -¿No te habías suicidado?
Julieta: -Es lo que todos creen. Pero solo tomé un narcótico que me dio la apariencia de la muerte.
Romeo: -Entonces... ¡vives!

(Y corre hacia ella con los brazos extendidos. Pero Julieta lo detiene mediante un ademán
imperioso)

Julieta: -¡No me toques!


Romeo: ¿Por qué? ¿Qué te pasa?
Julieta: -Oí todo lo que dijiste.
Romeo: -En un momento de ofuscación. Pensé que me forzaba a suicidarme yo también.
Julieta: -Pensaste que estaba muerta. Y ni una lágrima.
Romeo: -Las derramé todas cuando me dieron la noticia.
Julieta: -Ni un gesto de dolor.
Romeo: -No se puede sentir miedo y dolor al mismo tiempo.
Julieta: -No pensabas más que en huir, en volver a Mantua, donde seguramente te esperan otras
mujeres. Te ibas sin una mirada para mi cadáver.
Romeo: -Julieta, cuando se está vivo no se oye sino el reclamo de la vida.
Julieta: -Cuando se ama no debe oírse sino el reclamo del amor.
Romeo: -El amor nos llama desde un cuerpo vivo. Los muertos nos inspiran dolor, piedad...
Julieta: -Acaso repugnancia.
Romeo: -...pero no amor.
Julieta: -Eso no lo saben los muertos, felizmente.
Romeo: -(Trata de retomar su papel de enamorado). Julieta, ¿es posible?
¿Es posible que ya no me ames? ¿A mí, a Romeo?
Julieta: -¿Quién te ha dicho que no te amo?
Romeo: -¿Ves? Porque estás viva. Porque los dos estamos vivos. Y mientras estemos vivos no
podremos dejar de amarnos.
Julieta: -(Sonríe con sonrisa siniestra). No creas. Hay un modo de quebrar esa fatalidad.
Romeo: -¿Un modo? ¿Cuál?
Julieta: -Tú mismo me lo has enseñado. Aplicaré tu teoría.

(Rápidamente le quita el puñal del cinto y se lo clava en el pecho. Con un gemido, Romeo cae de
rodillas. Ella lo mira, siempre con aquella sonrisa).

Julieta: -Tenías razón. Me inspiras dolor, piedad, quizá repugnancia, pero no amor. Buenas noches,
Romeo.
Marco Denevi.

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