la perdición de los hombres. Sobre el cielo negro, culebrinas amarillas. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Vine a este mundo con ojos y me voy sin ellos. Bajo las estremecidas ¡Señor del mayor dolor! estrellas de los velones, Y luego, su falda de moaré tiembla un velón y una manta entre sus muslos de cobre. en el suelo.
Cien jacas caracolean. Quise llegar adonde
Sus jinetes están muertos. llegaron los buenos, ¡Y he llegado, Dios mío!... Largas sombras afiladas Pero luego, vienen del turbio horizonte, un velón y una manta y el bordón de una guitarra en el suelo. se rompe. Limoncito amarillo Cien jacas caracolean. limonero. Sus jinetes están muertos. Echad los limoncitos al viento. ¡Ya lo sabéis!... Porque luego, LAS SEIS CUERDAS luego, La guitarra, un velón y una manta hace llorar a los sueños. en el suelo. El sollozo de las almas perdidas, Sobre el cielo negro, se escapa por su boca culebrinas amarillas. redonda. Y como la tarántula teje una gran estrella para cazar suspiros, que flotan en su negro aljibe de madera.