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Iduán Armando García Vega

El proyecto althusseriano: un método científico para determinar los limites de lo

ideológico

El proyecto althuseriano propone diferenciar la ideología del conocimiento científico, esto,

con el propósito de determinar el conocimiento. Es esta una empresa epistemológica

orientada al estudio histórico. En el presente trabajo realizo una pequeña reconstrucción de

cómo es posible este proyecto. Para ello, es preciso concentrarse en los conceptos que

utiliza Althusser, destacan el concepto de dialéctica materialista como un método para

distinguir la teoría y la práctica teórica. Asimismo, en el concepto de problemática para

señalar el campo ideológico en el que esta ubicada la práctica teórica.

Todas las ciencias, tanto las de la naturaleza como las sociales, están
sometidas constantemente al acoso de las ideologías existentes y en
particular a esa ideología que, debido a su carácter aparentemente no
ideológico, resulta desarmante, aquella en que el sabio reflexiona
"espontáneamente" su propia practica: la ideología "empirista" o
"positivista”.1

La manera de filosofar en la que está pensando Althusser es una forma de producción

teórica que funciona para pensar la práctica teórica de la ciencia. En ella, el sabio se

pregunta por su propia práctica. Pero esta reflexión puede caer muy fácilmente dentro de la

ideología, al no establecerse correctamente sus objetivos teóricos. Althusser piensa que un

método correcto es lo que determina los limites entre la ideología y la práctica teórica.

1 Althusser, La filosofía como arma de la revolución. (p,34)


El método correcto debe combinar el estudio de la ciencia histórica, y la forma de

producción ideológica, determinar los límites entre la ideología y la practica teórica. La

solución que propone es la dialéctica materialista.

Para realizar su propósito, el materialismo dialéctico expresa la relación de la teoría con su

objeto. Pero, ¿cómo determinar el limite entre lo ideológico y lo no ideológico, lo que se

transforma en conocimiento y lo que permanece como mera ilusión?

Para obtener una respuesta satisfactoria, es preciso adentrarnos en la concepción del

materialismo dialéctico, allí donde opera su núcleo racional y sus determinaciones.

Su valoración como disciplina científica, dice Althusser, consiste en dos aspectos: “una

teoría que expresa el sistema racional de sus conceptos teóricos, y un método que expresa la

relación que mantiene la teoría con su objeto en su aplicación al mismo.” 2 Es la

sistematicidad teórica y la relación del objeto de estudio con el sistema teórico lo que

garantiza el éxito. Teoría y método conjuntamente hacen del materialismo dialéctico una

disciplina científica.

¿Cómo desarrolla Althusser la sistematicidad teórica del materialismo dialéctico? El

objetivo es romper con la forma de producción teórica que, en su intento de consolidarse

ciencia, cae irremediablemente en la ideología. Teniendo esto en cuenta, el proyecto

althusseriano se propone encontrar el núcleo racional de la dialéctica materialista tal y

como fue pensada y desarrollada por Marx en el Capital. Está convencido que es un

2 ibíd.,(p.30)
proyecto de vital importancia, ya que, no existe una teoría de la ciencia histórica, o

materialismo histórico, que exprese cabalmente las especificidades de su método. Sólo

existe la dialéctica marxista en la práctica teórica, pero no en su enunciación teórica, con el

rigor y la sistematicidad que se requiere. Althusser se propone construirla estudiando la

obra de Marx y sus alcances científicos e ideológicos.

Para realizar dicho proyecto, Althusser pretende mostrar los supuestos teóricos que están

fundados en la dialéctica hegeliana y que son con los que la dialéctica propuesta por Marx

trata de derribar. Estos supuestos teóricos residen en la idea de principio unificador que

reúne la totalidad de fenómenos en busca de la consecución de un fin histórico. Es preciso

para conocer la operación del materialismo dialéctico hablar de la llamada “inversión” de la

dialéctica hegeliana realizada por Marx.

Pero no sólo es una batalla personal con Hegel y Marx, sino que, se pretende mostrar

también que cualquier producción teórica que pretende seguir estos supuestos teóricos está

condenado a ser mera ideología. Adentrémonos en la práctica teórica.

La practica teórica es la verdadera producción de conocimiento y la reflexión de la teoría

misma, la dialéctica materialista. Para su estudio necesita un método concreto para “rastrear

su carácter no ideológico”, ahí donde la ideología se transforma en ciencia. En la

producción de conocimiento es donde se sitúa “la diferencia histórica entre la ideología y

la ciencia”. Este objeto es el propio del materialismo dialéctico.3


3 Dice Althusser: “El objeto del materialismo dialectico está constituido por lo que Engels llama "la
historia del pensamiento" o lo que Lenin llama la historia del "paso de la ignorancia al
conocimiento", o lo que nosotros podemos llamar la historia de la producción de conocimientos, o
bien la diferencia histórica entre la ideología y la ciencia, o la diferencia especifica de la
Superación de la dialéctica hegeliana: contradicción simple y sobredeterminada

Se dice que Marx invierte la dialéctica hegeliana, cómo entiende Althusser está inversión y

qué implicaciones tiene para el desarrollo del materialismo dialéctico. Veámoslo.

La dialéctica hegeliana esta fundada en un principio de unidad. La posibilidad de reducir la

totalidad de una sociedad histórica a un principio interno que corresponde la verdad de

todas las determinaciones concretas. Este principio presupone que los procesos históricos

tienen un origen y un fin concreto determinado por el principio de unidad.

esta reducción misma no es en sí posible sino bajo la condición absoluta de


considerar toda la vida concreta de un pueblo como la exteriorización-
enajenación [Entáusserung-Entfremdung) de un principio espiritual interno, que
no es en definitiva sino la forma abstracta de la conciencia de sí de ese mundo:
su conciencia religiosa o filosófica, es decir, su propia ideología.4

La ruptura con Hegel es posible si se utilizan términos distintos a los de él, pero no sólo

nuevos términos, sino que, es necesario implementar nuevas relaciones de los términos. Es

así como Althusser distingue las condiciones de la inversión de la dialéctica hegeliana por

parte de la dialéctica marxista.

El término que se invierte es: sociedad civil. Hegel entendía por sociedad civil el conjunto

de necesidades de un pueblo, subsumidas a una sola voluntad. Esto es la vida material de un

pueblo. En Marx, no se emplea el concepto de sociedad civil, no es necesario, puesto que el

conjunto de necesidades económicas es resultado directo de los modos de producción como

cientificidad, problemas todos que abarcan en general el dominio llamado, en la filosofía clásica,
teoría del conocimiento. ibíd., (p,29)
4 Althusser, La revolución teórica de Marx, (p,83)
condición de existencia. Entran en juego conceptos como fuerza de producción y relaciones

de producción.

La característica principal de la dialéctica hegeliana, según Althusser, es que explica la

vida material (la historia de los pueblos) a través de la dialéctica. Pero como vimos, esta

dialéctica es una dialéctica de la conciencia. Obedece a la consecución de un fin ideológico

y no es posible concebirla como científica.

En cambio, en Marx la vida material explica la historia de los pueblos, no es en la

consecución de un fin ideológico, no es la conciencia que quiere llegar al absoluto. Son los

medios de producción y sus relaciones de producción lo que determinan lo histórico.

Vemos que para un varadera inversión es necesario acuñar nuevos términos y conceptos

que no han sido utilizados, pero esto no es todo. Es necesario también cambiar la estructura,

esto es, las relaciones lógica entre los términos. Volvamos al punto decisivo de la ruptura

del materialismo dialéctico con la dialéctica hegeliana.

Althusser propone que es en el concepto de contradicción donde se encuentra la verdadera

diferencia entre la dialéctica de Hegel y la de Marx.

Si el concepto de contradicción tiene como principal fundamento la reducción de los

elementos que forman la vida concreta de un mundo histórico a un principio de unidad

interna que constituye la esencia del momento histórico, entonces, el concepto obedece solo
a la consecución del fin ideológico que hace posible el principio de unidad, al menos así

funciona en Hegel.

Pero, para que de verdad ocurra la reducción de la historia concreta al fin ideológico es

necesario que la contradicción nunca salga de sí misma, esto es, que permanezca la unidad

de lo ideológico aun cuando se niegue a sí misma. Y que cada momento histórico se vea

como una superación lógica del anterior. Esto sólo es posible si permanece la unidad y la

conciencia de sí que la sustenta.

Althusser describe que la noción fundamental de la dialéctica hegeliana es una concepto

simple de contradicción, contradicción que guarda una relación simple con la unidad.

Condenada a negarse a sí misma para afirmar la unidad en virtud del principio de unidad.

Por el contario, en Marx la contradicción está sobredeterminada, no obedece la afirmación

de la unidad, sino que la rompe. Analicemos ahora el concepto de simplicidad.

la simplicidad de la contradicción hegeliana no es sino la reflexión de la simplicidad


de este principio interno de un pueblo, es decir, no de su realidad material sino de su
ideología más abstracta.5

Si en Hegel la realidad económica está determinada por lo que Althusser llama la

simplicidad, correspondiente a un principio interno, la cual cumple el papel de fin como

principio de organización, entonces, estamos hablando de una dialéctica de la unidad.

En el principio de organización, en el cual la historia está determinada no por la realidad

material concreta dada, sino por la ideología, los momentos de la idea que buscan su

5 Ibíd., (p,84)
realización movidos siempre por la contradicción.

La contradicción es entendida como algo simple que busca restaurar la unidad originaria, el

juego dialectico busca la negación y luego la negación de esta negación. El problema radica

en lo que se entiende por unidad. En Hegel es una unidad simple, donde los contrarios

forman dos partes constitutivas pero siempre para restaurar la unidad, nunca agregan nada

que no estuviera previamente ahí, la exterioridad que supone no es más que interioridad de

la conciencia.

El supuesto teórico al que incurre la dialéctica hegeliana es la búsqueda del origen, del

principio de unidad. Este modelo de la unidad sustancial es rechazado por la dialéctica

marxista.

La totalidad hegeliana es el desarrollo enajenado de una unidad simple, de un


principio simple, que a su vez sólo es un momento del desarrollo de la Idea:
hablando rigurosamente, es el fenómeno, la manifestación propia de ese
principio simple, que persiste en todas sus manifestaciones, por lo tanto, en la
enajenación misma que prepara su restauración. (p168, la revolución teórica de
Marx)

La contradicción propia de la dialéctica materialista no es simple, no es la negación de la

negación hegeliana, ni está fundada en principios analítico-teleológicos. Es de distinta

clase, requiere una complejidad propia. Hablar de la contradicción sobredeterminada

implica, también, hablar de la contradicción dominante. Y es en este juego de contradicción

dominante y sobredetermianada donde se entiende la contradicción que hace posible el

engranaje dialéctico.
La problemática como el sentido global de un pensamiento

El campo problemático es el terreno donde se establecen las preguntas que habrá de

responder la unidad sistemática, la estructura de la teoría, cuando se plantea el objeto de su

propia práctica. Dentro de esa unidad, como proceso constitutivo se encuentra también la

ideología inherente a la practica teórica. Cuando, por medio del método dialéctico, se

descubre el sentido de la unidad, que hace funcionar el sistema, también se pone en

cuestión los elementos de la ideología que funcionó, en primera instancia, para formar la

practica teórica, partiendo desde su “generalidad”.

bajo el concepto de problemática, es permitir la puesta en evidencia de


la estructura sistemática típica, que unifica todos los elementos de un
pensamiento; es, por lo tanto, descubrir un contenido determinado a esta
unidad, que permite a la vez concebir el sentido de los elementos de la
ideología considerada, y poner en relación esta ideología con los problemas
legados o planteados a todo pensador por el tiempo histórico en que vive.6

Cuando se pone en cuestión la relación de la ideología gestora de la practica teórica, con las

condiciones y los problemas propios de la época es cuando se permite separar bajo el

concepto de problemática lo que corresponde a la ideología y lo que corresponde a la

práctica teórica. Pues es esta discontinuidad entre el momento de creación de la teoría,

momento en el que la ideología no es consciente de sí, ni de sus problemas, y el momento

en el que se separa la ideología que la formó, esto es, cuando realiza un cambio de

problemática.

6 op,.cit. (p,53)
Este movimiento es posible si se atiene a la relación que mantiene la reflexión con sus

objetos. La problemática constituye la unidad interna de la ideología, sus bases, sus

supuestos teóricos, de los que, sin embargo, la misma ideología es incapaz de ser

consciente.

Una vez determinando el campo problemático es posible expresar al relación entre la

práctica teórica correspondiente a la actividad científica y la ideología gestora de la misma.

No es una distinción cabal entre ciencia e ideología, pero es una depuración útil para el

trabajo de producción teórica, pues de una vez es capaz de ver sus propios supuestos

teóricos y la historicidad en los que están fundados.

Con respecto a la inversión que hace Marx de la dialéctica hegeliana, vimos que el

supuesto teórico al que incurre la dialéctica hegeliana es la búsqueda del origen, del

principio de unidad. Y lo que Marx trata de romper es esta noción simple de unidad.

Asimismo, el concepto de contradicción simple, que en ultima instancia sólo funciona para

afirmar la unidad pero no acepta unidades múltiples o multiplicidad.

Esto es debido a que sólo es posible apreciar la discontinuidad entre el campo problemático

de la práctica teórica si se aplica una dialéctica que rechaza la unidad simple.

Cerramos pues, esta breve exposición con el concepto de problemática. Vimos que, bajo

este concepto, está la estructura del sistema de pensamiento, que considera y discrimina los

elementos ideológicos inmersos en el proceso de su formación y la relación que guarda con

los proceso históricos de su vida actual.


Bibliografía

- Althusser. L. (1968) La filosofía como arma de la revolución. XXI. México.

- ___________(1967) La revolución teórica de Marx. XXI, México.

“No plantea el problema de la inversión del "sentido" de la dialéctica, sino el problema de


la transformación de sus estructuras.” Althusser, p, 75, la revolución teórica de Marx

El materialismo expresa las condiciones efectivas de la practica productiva del


conocimiento: en particular, 1] la distinción entre lo real y su conocimiento (distinción de
realidad), correlativa de una correspondencia (adecuación) entre el conocimiento y su
objeto (ce; rrespondencia de conocimiento); 2] la primacía de lo real sobre su
conocimiento, primacía del ser sobre el pensamiento. De todos modos estos principios por
sí mismos no son principios "eternos''; son los principios de la naturaleza histórica del
proceso en el cual se produce el conocimiento. (p, 30. La filosofía como arma de la
revolución)

la dialéctica, que expresa la relación de la teoría con su objeto, la expresa no como la


relación entre términos simplemente distintos, sino como interior a un proceso de
transformación, de producción real, por consiguiente. Es esto lo que se afirma al decir que
la dialéctica es la ley de la transformación, del devenir de los procesos reales (tanto de los
procesos naturales y sociales como de los procesos del conocimiento) (p31. La filosofía
como arma de la revolución)

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