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Alfonso X, más conocido como el rey sabio, gobernó los reinos de Castilla y León
entre los años 1254 al 1284 d.C. Conocido por su pésimo manejo político como rey, pero
su gran producción textual que ayudó a la estandarización del castellano en las provincias
que en ese tiempo constituían España, se resaltan varios textos importantes para el estudio
del medioevo. Tradujo varios escritos de otras lenguas como el árabe y el latín,
principalmente, tomando como fuentes varias historias conocidas y pasadas al papel. Su
producción abarca áreas como la medicina, la astrología, la historia y literatura, entre
otras, en las que se pueden encontrar asociados títulos como El libro de Alexandre, Las
siete partidas, El Conde de Lucanor, entre otros.
Es así como del análisis del texto 11, correspondiente a la General Estoria,
presente en el Cuaderno de textos de este curso, del cual se pueden desprender una serie
de características lingüísticas, las cuales se pueden asociar también al periodo histórico
al cual pertenece dicho escrito. Más concretamente se trata de un tipo de documento
ligado a la historia, en el que en su contenido se cuenta cómo Alexandre se enfrentó al
rey Abira, en la ciudad de este último y los obstáculos que este conocido héroe tuvo que
sortear para poder ganar la batalla, con ayuda del dios Amon. Para este caso en particular
se analizarán los epígrafes 1-22 del texto, el cual se data en el año 1280.
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El primer fenómeno que se analizará será el de diptongación románica. Como bien
se conoce, este proceso corresponde a una representación gráfica de dos vocales unidas;
se da el paso correspondiente de /'ŏ/ > /'ue, ‘ua, ‘uo/ y /'ĕ/ > /'ie, ‘ia/. En el texto se pueden
encontrar varios ejemplos: del primer caso, de /'ŏ/ > /'ue, ‘ua, ‘uo/ se puede ver en la
utilización de la palabra hueste (3.1) > HOSTIS. Luego se pueden consignar los ejemplos
de /'ĕ/ > /'ie/ en: yazie (3.9) > IACĒRE, avie (4.14) > HABĒRE, tenien (6.7) > TENĒRE,
firieron (7.6) > FERĪRE y tierra (15.1) > TERRA, esparziendo (18.1) > SPARGĔRE. En
los parágrafos seleccionados para analizar no se aprecian casos de monoptongación
esporádica de ié > i y de ué > e. Se puede entender como el proceso por el que un diptongo
pasa a una sola vocal.
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En segundo término, el análisis a continuación se centrará en el uso de las grafías
<b> y <v>. Si bien en los orígenes del castellano romance existía un uso indiscriminado
para el uso de estas grafías (incluso provocando una gran confusión al emplear <v> por
<u> en algunos casos), con el tiempo esta situación se fue ordenando y se determinó la
siguiente equivalencia: si desde el latín una palabra comenzaba con <b> o <v> esta se
mantendría intacta. Sin embargo, en posición intervocálica ocurriría la siguiente
evolución respectiva para cada caso: -p-, -bb- > /b/ = <b>, mientras que -b-, -v-, -f- > /β/
= <u, v>. A continuación, se expondrán tres tablas con el uso de estas consonantes y las
confusiones respectivas que se pueden encontrar en el texto:
Como se puede ver en estos casos recopilados existe una tendencia a respetar las
reglas de evolución de estas palabras desde el latín al castellano romance medieval, pero
se pueden apreciar algunas confusiones, acerca de las cuales no conviene teorizar al
respecto, ya que se puede haber tratado de errores del escriba o la persona encargada de
ejecutar la escritura de este texto. Por ejemplo, cibdad (1.10) en vez de ciudad, iva (17.16)
sobre iba o yerva (12.2) por yerba, dan cuenta de los errores que prevalecen con el tiempo,
hasta que con el fin de la Edad Media e incluso en algunos casos que se pueden encontrar
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en el Siglo de Oro español siguen apareciendo. Lo que sí llama la atención es el intento
por estandarizar el manejo de estas grafías para que no exista un empleo indiscriminado
por parte de los escribas y así tener un orden mucho más adecuado en la escritura, con el
fin de que existiera una mejor comunicación.
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Se trataron se poner los fonemas correctamente, pero lamentablemente la tipografía no
permite poner bien los símbolos que corresponden.
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escuetamente el pretérito perfecto compuesto, formado por los verbos haber o ser más un
participo, posible de apreciar en fueron allí feridos (10).
En el caso de los clíticos y la posición que estos tienen, en este texto en particular
se prefiere posponerlo al verbo por sobre la interpolación del clítico. Al parecer, solo en
algunos casos ocurre una apócope de -e final en algunas palabras como cercol (4.9),
mostrol (11.13) y pareciol (11.2), mientras que aquellas que terminan con otra vocal se
prefiere mantenerla al final sin apócope; esto último se puede apreciar en connosciola
(14.10) y tomolo (16.2).