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CUADERNO : Principal
ESCRITO : Nº
SUMILLA : Solicita Ejecución de Sentencia.
I.- PETITORIO
Que, solicitamos a su Despacho disponga la ejecución de la Sentencia Nº 01576-
2007-PA/TC de fecha 14 de ABRIL del 2007 y en consecuencia ordene tanto a la
SUNAT como al MTC se abstengan de impedir el ingreso de nuestra mercancía y
conforme a los Contratos suscritos con nuestros proveedores.
Que, por otro lado es pertinente traer a colación lo señalado por la jurisprudencia
para una mayor ilustración de cómo debe de actuar la judicatura al estado de
autos. EXP. Nº 015-2001-AI/TC, EXP. Nº 016-2001-AI/TC EXP. Nº 004-2002-
AI/TC. EL DERECHO A LA EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES
JUDICIALES, EXP. N° 4119-2005-PA/TC, que han pasado en autoridad de cosa
juzgada, es una manifestación del derecho a la tutela jurisdiccional, reconocido en
el inciso 3) del artículo 139º de la Constitución. También se encuentra aludido en el
segundo párrafo del inciso 2) del mismo artículo 139º, cuando se menciona que
“ninguna autoridad puede (...) dejar sin efecto resoluciones que han pasado en
autoridad de cosa juzgada (...) ni retardar su ejecución”. El derecho a la ejecución
de las resoluciones judiciales no es sino una concreción específica de la exigencia
de efectividad que garantiza el derecho a la tutela jurisdiccional, y que no se agota
allí, ya que, por su propio carácter, tiene una fuerza expansiva que se refleja en
otros derechos constitucionales de orden procesal.
que “el ordenamiento jurídico interno de un Estado contratante permitiese que una
decisión judicial, definitiva y vinculante, quedase inoperante, causando daño a una
de sus partes (...)”. Siendo ello una Interpretación jurídica nutrida de justicia.
La sentencia de Amparo, no solamente se resume en la mención concreta de la
autoridad de ente privado de la persona en contra de la cual procede el Amparo, y
no solamente se concreta en la orden precisa a cumplir, sino también con las
especificaciones necesarias para su ejecución.
La cosa juzgada constitucional, por virtud del cual, “los fallos que Tribunal
Constitucional dicte en ejercicio del control jurisdiccional hacen tránsito a cosa
juzgada constitucional”. La cosa juzgada es una categoría general del derecho y
por consiguiente tiene una regulación unitaria y uniforme en todos sus campos, sin
perjuicio de una serie de especialidades que se predican de acuerdo a la
naturaleza del asunto debatido.
Ello debido a que las resoluciones judiciales firmes que inaplican los decretos
mencionados no pueden ser declaradas nulas mediante la sentencia del presente
proceso, por cuanto las partes de aquellos procesos no han formado parte de este
(no han podido ejercer su derecho de defensa), lo cual no impide que dichas
resoluciones puedan ser declaradas ineficaces, es decir, que no sean ejecutadas
en sus propios términos por contravenir la jurisprudencia uniforme y reiterada de
este Tribunal.
“18. En este orden de ideas, debe precisarse que a partir del día siguiente
de la publicación de la sentencia recaída en el Exp. N.º 03610-2008-
PA/TC en la página web, esto es, el 6 de noviembre de 2008, ninguna
resolución judicial podía inaplicar el artículo 1º del Decreto Legislativo
N.º 843, los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 017-2005-MTC y
042-2006-MTC y los Decretos de Urgencia N. os 079-2000 y 086-2000,
y ello pese a que, con anterioridad se habían emitido las sentencias
recaídas en los Exps. N.os 01196-2003-AA/TC y 08881-2006-PA/TC.
“20. Teniendo presente lo dicho, este Tribunal advierte que las resoluciones
judiciales firmes que hayan inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843,
o los Decretos Supremos N.os045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-
2005-MTC y 042-2006-MTC o los Decretos de Urgencia N. os 079-
2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008, generan un conflicto entre el
principio de seguridad jurídica y la garantía de la cosa juzgada
constitucional.
Ello debido a que las resoluciones judiciales firmes que inaplican los
decretos mencionados no pueden ser declaradas nulas mediante la
sentencia del presente proceso, por cuanto las partes de aquellos
procesos no han formado parte de este (no han podido ejercer su
derecho de defensa), lo cual no impide que dichas resoluciones
puedan ser declaradas ineficaces, es decir, que no sean ejecutadas en
sus propios términos por contravenir la jurisprudencia uniforme y
reiterada de este Tribunal.
Ante tal conflicto suscitado, este Tribunal estima que la solución más
adecuada, proporcional y racional no es la declaración de nulidad
de todas las resoluciones judiciales firmes que inapliquen los
decretos mencionados, pues ello conllevaría la afectación del
derecho de defensa de todas aquellas partes que no han actuado
ni participado en el presente proceso, sino la de habilitar
excepcionalmente el plazo de prescripción previsto en el
segundo párrafo del artículo 44º del CPConst., para que el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a través de su
Procurador Público, pueda demandar la nulidad de las
resoluciones a través del proceso de amparo contra resolución
judicial firme.
“5.- Adelantando algo de esa discusión, convendría señalar que si bien es cierto
que el ejercicio de las competencias explícitas e implícitas de un Tribunal
Constitucional puede reivindicar ciertas funciones y potestades para sí, aunque no
se encuentran expresamente reconocidas para él, siempre y cuando se
encuentren dentro de lo "constitucionalmente necesario", y no, como alegan
algunos, de lo "constitucionalmente posible". Señalo esto en mérito a que
considero que, en estricto respeto a una separación de funciones y un criterio de
corrección funcional, el Tribunal Constitucional peruano debe entender que en
rigor a quien corresponde diseñar o mejorar los diferentes procesos
constitucionales existentes es el legislador, máxime si se toma en cuenta la
referencia a una reserva de Ley orgánica establecida en el artículo 200 de nuestra
Constitución.
7.-Estamos pues ante materias sobre las cuales se hace necesario conversar, y
evaluar lo decidido en su momento por anteriores composiciones de este Tribunal,
máxime cuando se aprecia cuál es la actual formulación de medios como el
recurso de la apelación por salto a favor de la ejecución de una sentencia del
Tribunal Constitucional o el recurso de agravio a favor de la ejecución de una
sentencia del Tribunal Constitucional.
8.-En síntesis; en tanto y en cuanto éstas son las actuales pautas establecidas, y
su constitucionalidad no ha sido formalmente cuestionada, todavía seguirán
10. En tal sentido de sentirse afectada la señora Esterlinda Hidalgo Muñoz con la
resolución que declaró fundada la demanda de obligación de dar suma de
dinero, le corresponde a ella recurrir al proceso a que hubiere lugar para
reclamar el presunto error cometido por el juzgador y que afectaría sus
derechos, y no al juez ejecutor realizar un nuevo análisis de lo resuelto en
proceso ordinario por órgano competente.
“RESUELVE:
1. Declarar INFUNDADO el recurso de apelación por salto interpuesto.
2. Ordenar al juez encargado de la ejecución de la STC Nº1576-2007-PA/TC,
enmendar todas aquellas actuaciones que desconozcan sus verdaderos
alcances, conforme a lo detallado en la presente resolución y la STC
Nº4656-2007-PA/TC.”
IV.- CONCLUSIONES
POR TANTO: